Tema 2: La posibilidad del conocimiento - inicio
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Filosofía y Ciudadanía<br />
Epistemología<br />
Platón hace una clasificación de las formas de <strong>conocimiento</strong> en el célebre pasaje de la<br />
línea, que se encuentra en el libro VI de “<strong>La</strong> República”. En ese texto Platón pide a sus<br />
contertulios que imaginen una línea, y después imaginen que esta línea se divide siguiendo<br />
una determinada proporción (para simplificar, supongamos que se trata de la mitad). <strong>La</strong><br />
primera mitad se corresponde con el <strong>conocimiento</strong> <strong>del</strong> mundo sensible, que Platón califica de<br />
mera opinión (doxa). El segundo segmento se corresponde con el <strong>conocimiento</strong> <strong>del</strong> mundo<br />
inteligible, y es la verdadera ciencia (episteme). A continuación, Platón toma el primer<br />
segmento y lo vuelve a dividir, siguiendo la misma proporción que se siguió en la anterior<br />
división. Tenemos por tanto dos segmentos dentro de la doxa. Al primero de ellos lo llama<br />
conjetura o imaginación (eikasía), y comprende cosas tales como las sombras y los reflejos en<br />
superficies como el metal o el agua. A la segunda parte la denomina creencia (pistis) y se<br />
refiere a la percepción sensible de los seres naturales y artificiales. Cualquiera admitiría que,<br />
aunque los dos son percibidos igualmente por los sentidos, el reflejo que se produce sobre la<br />
superficie de metal de un objeto es menos real que la percepción <strong>del</strong> objeto mismo. Pues bien,<br />
según Platón, esa es exactamente la misma diferencia que existe entre la doxa y la episteme.<br />
Se trata de un símil geométrico. Hemos dividido la línea primero en dos segmentos (A y B),<br />
siguiendo una proporción. Después hemos dividido el primer segmento de nuevo, siguiendo la<br />
misma proporción. Eso quiere decir que el primer segmento (A) es al segundo (B) como el<br />
primer subsegmento (C) es al segundo subsegmento (D), es decir, guardan la misma relación<br />
proporcional.<br />
A continuación Platón propone una división similar en el segmento de la episteme. El<br />
primer segmento de la episteme, el que está más cercano al <strong>conocimiento</strong> sensible, se<br />
denomina razón discursiva (diánoia). El ejemplo que utiliza Platón es el <strong>conocimiento</strong><br />
matemático, que consiste en un razonamiento deductivo descendente: se parte de supuestos<br />
(los axiomas de la geometría, como que una recta es el camino más corto entre dos puntos,<br />
etc.) y se deducen conclusiones (los teoremas, como los de Tales, Pitágoras, etc.), ayudándose<br />
mediante imágenes visibles (las formas y dibujos geométricos). El segundo segmento es la pura<br />
intelección (noesis) que utiliza el método dialéctico que según Platón es característico de la<br />
filosofía. Este método no utiliza ningún tipo de imágenes y comienza con un razonamiento<br />
ascendente, no descendente como el anterior (aunque luego hará el camino inverso): en lugar<br />
de dar por buenos los supuestos y extraer conclusiones de los mismos, lo que hace es buscar el<br />
fundamento de esos supuestos hasta alcanzar un principio no hipotético (es decir, que no sea<br />
un mero supuesto). Como puede verse se trata de un continuo en el que el <strong>conocimiento</strong> va en<br />
progresivo ascenso desde la confusión de las ilusiones ópticas <strong>del</strong> primer tramo hasta la<br />
seguridad <strong>del</strong> primer principio incuestionable <strong>del</strong> último. <strong>La</strong>s matemáticas ocupan un nivel<br />
intermedio en el <strong>conocimiento</strong> científico y sirven de puente este y el mundo sensible (utilizan<br />
imágenes). El principio último al que llega la filosofía, y que constituye el verdadero<br />
<strong>conocimiento</strong> es la Idea de Bien, de la que trataremos en la unidad de metafísica. Una vez<br />
alcanzado el principio supremo, el filósofo recorre el camino inverso y extrae sus conclusiones<br />
(es decir, explica las Ideas y el resto de la realidad) en función de este principio, sin necesidad<br />
de recurrir a ningún tipo de imagen ni nada sensible.<br />
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