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la lectura un elemento esencial en su formación, pues no se concibió cómo
preparar al maestro para que asumiera los postulados teóricos y prácticos,
sólo se atendía a que supiera él como estudiante leer correctamente y como
parte de las disciplinas que desarrollara progresivamente las habilidades
profesionales pedagógicas de forma general, lo que provocó diferentes
estilos: autoritarios, utilización de la metodología lectora por imitación, lo
que hacía este proceso superficial y carente de cientificidad y dinamismo, o
en el peor de los casos dejárselo solamente al profesor de Español. Estas
razones determinan la necesidad de desarrollarles la habilidad profesional
pedagógica a los docentes en ejercicio, mediante la sistematización de sus
invariantes funcionales, basadas en los fundamentos teóricos y prácticos
que la sustentan.
1.3 Consideraciones teóricas y prácticas esenciales de la enseñanza
de la lectura.
El primer aspecto que se debe plantear es que erróneamente algunos afirman que la labor de acercamiento a la letra impresa es
privativa de los maestros que imparten las asignaturas de humanidades y, en muchos casos, sólo de los profesores de Español y
Literatura, sin considerar que informaciones de cualquier tipo llegan a los estudiantes por esa vía; el perfeccionamiento de
habilidades lectoras posibilita el acceso a la comprensión de los textos.
El juicio siguiente refleja la necesidad de la participación de todos los
docentes en el desarrollo de habilidades lectoras “Durante los años de
Secundaria Básica, todos los profesores cuyas disciplinas se
aprenden mediante la palabra escrita son profesores de lectura como
lo son también de lenguaje”. (E. G. Alzola 1987:37).
Otro aspecto de gran interés es la amplia disquisición teórica sobre el proceso de comprensión lectora. A lo largo de los
últimos treinta años la enseñanza de la lectura, ha sido el centro de interés de muchos investigadores. Gracias a estudios
realizados se ha logrado una importante evolución en su conceptualización, su proceso y su aprendizaje. Esta evolución puede
observarse al analizar las distintas posturas asumidas, desde considerar la lectura como un acto de decodificación, es decir,
llevar signos gráficos a signos orales, hasta las concepciones fundamentadas en la psicolingüística, que sostienen que es un
proceso de construcción de significados, y la tercera que concibe la lectura como un proceso de transacción entre el lector y
el texto.
En los modelos de aprendizaje de la lectura se han apreciado en los últimos
años varias influencias de teorías psicológicas, algunos centrados en el
código escrito y otros en la comprensión; por ejemplo, cuando se concibe
este proceso en la clase, el maestro emitiendo el mensaje y el alumno
captando el contenido del mismo, como un sujeto pasivo se está en
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