Gran Canaria,05/2005 - ACEC. Viera y Clavijo
Gran Canaria,05/2005 - ACEC. Viera y Clavijo
Gran Canaria,05/2005 - ACEC. Viera y Clavijo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CURSO: “GRAN CANARIA: GEOLOGÍA Y DIVERSIDAD”. 27 30 DE MAYO DE 20<strong>05</strong> 39<br />
symphytifolius), y el poleo (Bystropogon origanifolius), así como varias especies de tomillos<br />
(Micromeria spp.), corazoncillos (Lotus spp) y gramíneas.<br />
El pino canario sustenta una rica flora liquénica y una fauna invertebrada de gran<br />
interés, entre la que destacan varias especies de escarabajos, avispas y arañas. En Tenerife y<br />
<strong>Gran</strong> <strong>Canaria</strong> hay aves exclusivamente ligadas al pinar, como el pinzón azul (Fringilla teydea)<br />
o el pájaro carpintero (Dendrocopos major).<br />
Historia y usos<br />
Desde tiempos remotos, este árbol ha desempeñado un papel trascendental en la<br />
cultura insular, pues han sido muchos los productos que de él se obtenían. Así, durante el<br />
período prehispánico, los aborígenes fabricaban armas y bastones con su madera, además de<br />
aperos agrícolas rudimentarios y objetos para uso doméstico (recipientes de madera, peines,<br />
cucharas, etc.). También, en una crónica antigua de <strong>Gran</strong> <strong>Canaria</strong>, se menciona que el<br />
Guanarteme de Gáldar tenía su casa forrada de tablones de tea decorados con figuras<br />
geométricas coloreadas.<br />
Con grandes troncos cuidadosamente trabajados construían canales para el agua<br />
"chajascos" (tablones funerarios para transportar los muertos) y ataúdes. La corteza o<br />
"corcha", junto con la resina, fue también utilizada para los embalsamamientos y para teñir<br />
pieles, mientras que las astillas de tea (fuertemente resinosas) eran usadas como "hachones"<br />
para alumbrarse. Incluso los diminutos piñones de pino canario parece ser que también<br />
formaba parte de la dieta de estos primitivos habitantes.<br />
Durante el siglo XV, incluso antes de concluir la conquista del Archipiélago, se inició<br />
la explotación de la brea o "pez", una actividad que persistió hasta finales del siglo XVIII. El<br />
impacto de esta industria sobre los pinares fue enorme, pues para extraer la resina de la forma<br />
más rentable se procedía a trocear y quemar todo el pino en hornos construidos al efecto, por<br />
lo que amplias zonas fueron rápidamente deforestadas. La brea se utilizaba en construcción de<br />
edificios (como impermeabilizante), aunque su principal destino fue el calafateado de los<br />
barcos, tanto para la industria naval isleña cono para la exportación. La exportación de la pez<br />
fue una práctica muy extendida en Tenerife, La Palma y <strong>Gran</strong> <strong>Canaria</strong>. En Tejeda se<br />
encuentran Los Llanos de la Pez, topónimo que pone de relieve la existencia en la zona de<br />
numerosos hornos construidos para la obtención de la brea y que deforestó gran parte del<br />
pinar en este municipio.<br />
La madera de tea (parte más interna de los pinos viejos, fuertemente resinosa) debido a<br />
sus especiales características de dureza y resistencias la hacían muy aprovechable para<br />
trabajos de carpintería y ebanistería (artesonados, techumbres, puertas, etc.) llegando incluso a<br />
exportarse a la Península, donde existen muchos edificios en los que se empleó esta preciosa<br />
madera.<br />
Debido a sus excelentes características, la tea fue muy apreciada para la construcción<br />
de grandes casonas.<br />
La tea ha sido ampliamente utilizada en trabajos de ebanistería.<br />
Otra práctica importante fue el aprovechamiento de la madera para la construcción de<br />
viviendas e iglesias, además de ingenios, molinos, lagares, dornajos, muebles, carretas y<br />
aperos agrícolas, entre otros. La madera más preciada era la ateada, pero como no todos los<br />
árboles la producen, era preciso catarlos para probar su calidad y espesor. Por esta razón, es<br />
frecuente observar muchos pinos viejos con la base del tronco parcialmente excavada a golpes<br />
de hacha o "azuela". Algunas de estas cavidades, a menudo agrandadas tras los incendios,<br />
podrían albergar varias personas en su interior.<br />
Por otra parte, desde el siglo XVII hasta mediados del XX tuvo gran auge la<br />
construcción naval en la isla de La Palma y, en menor medida, en Tenerife. Cuentan las<br />
ASOCIACIÓN CANARIA PARA LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS “VIERA Y CLAVIJO”