Enero - LiahonaSud
Enero - LiahonaSud
Enero - LiahonaSud
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Enseñar el evangelio: nuestro primer deber<br />
Compartiendo las insondables<br />
riquezas de Cristo<br />
por el presidente Rex D. Pinegar<br />
del Primer Consejo de los Setenta<br />
La bendición de compartir el mensaje de este evangelio<br />
es abrumadora. A menudo experimento el sentimiento,<br />
que estoy seguro tuvo Pablo cuando les<br />
escribió a los santos en Efeso, habiéndoles de su<br />
llamamiento para servir al Señor:<br />
". . . del cual yo fui hecho ministro por el don de la<br />
gracia de Dios que me ha sido dado. . .<br />
"A mí, que soy menos que el más pequeño de<br />
todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar<br />
entre los gentiles el evangelio de las inescrutables<br />
riquezas de Cristo,<br />
". . . conforme al propósito eterno que hizo en<br />
Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad<br />
y acceso con confianza por medio de la fe en él;<br />
"Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de<br />
nuestro Señor Jesucristo..." (Efe. 3:7-8,11-12,14)<br />
Este mismo sentimiento de humilde gratitud parece<br />
llenar el corazón de todos los miembros y misioneros<br />
que se encuentran abocados a compartir el evangelio.<br />
Al observar la paz y la seguridad que recibe todo<br />
aquel que lo acepta nos sentimos más conscientes de<br />
la gran obligación y oportunidad que tenemos de<br />
darlo a conocer a nuestros amigos, vecinos y familiares.<br />
El Señor ha hablado claramente con respecto a la<br />
sagrada responsabilidad que tenemos los miembros<br />
de la Iglesia de guardar este mandamiento, y la condenación<br />
a que nos exponemos si no lo hacemos. El<br />
23 de setiembre de 1832, después de haber dado a<br />
los Doce el mandamiento concerniente a la prédica<br />
del evangelio, el Señor declaró:<br />
"Y esta revelación y mandamiento dado a vosotros,<br />
está en vigor desde esta hora en todo el mundo; y el<br />
evangelio es para todos los que no lo hayan recibido.<br />
Pero, de cierto les digo a todos aquellos a quienes<br />
el reino ha sido dado: Vosotros tenéis que predicarlo<br />
a aquéllos. . . ." (D. y C. 84:75-75)<br />
José Smith declaró que el deber más grande e<br />
importante que tenemos es enseñar el evangelio a los