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Ausencia compartida145curiosidad al llorador. Este contraste de compasión y morbo representala naturaleza contradictoria del ojo en sí: a la vez que buscala privacidad de la introspección, le invade también la necesidad demirar constantemente, tragándose de camino y de un solo respiro lomás que pueda alcanzar a tocar. Pero sea cual sea el motivo detrás dela observación del llanto, este fenómeno únicamente se puede llevara cabo cuando el llanto es público.El ejemplo más tradicional del lamento público es el de las plañideras,mujeres pagadas para sollozar en funerales. Esta práctica sepresentaba ya entre los egipcios, y adquirió tal prominencia entrelas extrañas costumbres de los humanos, que incluso Elías Canetti—en Masa y poder— la utiliza para designar una categoría especialde masa: la de lamentación. El llanto público de estas mercenariasdel dolor no deja de ser un espectáculo en el más monetario de lossentidos, tanto así que se dice llegaron a utilizar medidores de dolor,pequeños tubitos de vidrio donde las plañideras acumulaban suslágrimas. Presumiblemente, aquella que más lágrimas vertía recibíael pago más alto. Por supuesto que una masa de lamentación en elpleno sentido de Canetti incluye también a plañideras sinceras, acertandoen que el más común de los espacios públicos para el llantoson sepelios y velorios.Pero mi ejemplo favorito de llanto público siempre será elmontaje cinematográfico de la canción Llorando de Rebekah del Río,una adaptación al español de la canción original de Roy Orbison,Crying. Uno podría escuchar esta canción mil veces, sin aprehenderverdaderamente su sentido, a menos de que tenga la fortuna de vera Del Río cantándola en el ya famoso Club Silencio de la película deDavid Lynch, Mullholand Dr. La Llorona de Los Ángeles sale al escenariocon la intención de mutilar corazones. Su presencia es distintaal llanto público pagado de las plañideras en tanto que parece serreal y no manufacturado, a pesar de ser un espectáculo. Rebekah delRío llora en privado, pero sobre un escenario. Convierte una tristeza

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