Tiempo(lado b)Una fotografía, nos han dicho hasta la ignominia, es la luz congeladade un instante, el universo como imagen estática. Pero, ¿quépasa cuando el fotógrafo decide que no, que es mejor capturarla vida en un lapso más largo que unas centésimas de segundo?¿Alargar el instante en lugar de congelarlo? El Museo de ArteModerno de Nueva York (MoMA) le asignó precisamente esatarea a Michael Wesely, experto en fotografía de larga exposición.Fotografiar, sobre una misma placa, el proceso entero de la deconstruccióny reconstrucción del museo. El proceso comenzó en 2001,al colocar ocho cámaras en cuatro esquinas distintas, desde dondese inició una exposición fotográfica que duraría hasta el 2003,registrando una entrada de luz constante por 20 meses, durante elproceso de reconstrucción del museo.La imagen resultante es una movida inversa al juego de permanenciaque practicara Eadweard J. Muybridge, aquel fotógrafodecimonónico que se hizo famoso por fotografiar los instantesprecisos del trote de un caballo, demostrando que sus cuatropatas quedan en el aire al correr. Después del ejercicio del caballoMuybridge exploró muchos otros ejemplos de locomoción y82
Ausencia compartida83movimiento, tanto en animales como en humanos. Es interesanteponer a estos dos fotógrafos en oposición porque, por más disímilesque parezcan, ambos registraron el paso del tiempo, cada unoa su manera, utilizando herramientas opuestas. Muybridge lo quebuscaba era desdoblar el instante en tantos espacios, cuadros, comole fuera posible, convirtiéndose así en el predecesor de la imagenen movimiento. El trabajo de Wesely, completamente opuesto, seenfoca en captar todos los instantes posibles del tiempo dentrode un mismo espacio. Las fotografías del MoMA en deconstruccióny construcción evocan la idea de movimiento de manera taninmediata como la clásica serie del caballo corriendo de Muybridge.Sin embargo, el objeto de estudio de este último era un ser cuyana turaleza incluía el estar en movimiento, mientras que Weselyregistró el avance de elementos normalmente estáticos: oficinas,paisajes, edificios. Utilizando el tiempo mismo como base plástica,sus fotografías muestran cómo, en la urbe contemporánea, inclusoa los elementos inmóviles parecen crecerles pies.Las imágenes de Wesely del MoMA representan a la urbe enestado de metamorfosis. Muestran al símbolo de la permanencia—la institución, el edificio, el monumento— en permanente escapatoriade la inmutabilidad. Lo que se fija en este panorama es ladeconstrucción y reconstrucción constante del mundo. Capa sobrecapa de instantes, revelan la mutabilidad de la urbe contemporáneay la imposibilidad de detener el tiempo, en nuestros tiempos, ésosdonde la velocidad es reina, tanto que incluso se construyen filosofíasen torno a su práctica; este sitio donde vivimos y donde aquelloque estuvo ayer no necesariamente existirá mañana.