María José Díaz-Aguadoforma en que se construyen <strong>la</strong>s normas y losconocimientos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>; adaptando elestilo <strong>de</strong> enseñanza-aprendizaje y el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>la</strong>interacción educativa a <strong>la</strong> diversidad <strong>de</strong> losalumnos, superando los obstáculos que <strong>de</strong> locontrario conducen a <strong>la</strong> discriminación ygarantizando que todos logren un nivel suficiente<strong>de</strong> protagonismo y reconocimiento. Los estudiosque hemos realizado reflejan que para lograrlo esnecesario que el profesor ceda a los alumnosparte <strong>de</strong>l control que habitualmente ejerce sobre <strong>la</strong>actividad académica; situación que se favorececuando éstos cooperan con sus compañeros enequipos heterogéneos.Para compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> envergadura <strong>de</strong> los cambiosactuales y cómo afectan también a <strong>la</strong> educaciónfamiliar conviene tener en cuenta que el concepto<strong>de</strong> infancia, como una etapa cualitativamentedistinta <strong>de</strong> <strong>la</strong> edad adulta, surge en re<strong>la</strong>ción a loscambios originados por <strong>la</strong> Revolución Industrial. Apartir <strong>de</strong> los cuales se reconoce su peculiaridad ysu necesidad <strong>de</strong> protección, separando a los niños<strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> los adultos y <strong>de</strong> su <strong>violencia</strong>, através <strong>de</strong> <strong>la</strong>s barreras que supone <strong>la</strong> familianuclear y <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>. Los cambios actuales,originados por <strong>la</strong> Revolución Tecnológica, reducen<strong>la</strong> eficacia <strong>de</strong> dichas barreras, exponiendo a losniños con <strong>de</strong>masiada frecuencia a todo tipo <strong>de</strong><strong>violencia</strong>, y siendo a veces, incluso, utilizados ensu representación. Esta nueva situación cambia <strong>la</strong>vida <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> múltiples y complejas formas,incrementando su vulnerabilidad a <strong>la</strong> <strong>violencia</strong>,hasta el punto <strong>de</strong> temer por lo que se ha<strong>de</strong>nominado como <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> <strong>la</strong> infancia. Enalgunos <strong>de</strong> los casos <strong>de</strong> <strong>violencia</strong> protagonizadosen los últimos años por niños y adolescentes,ampliamente divulgados por los medios <strong>de</strong>comunicación, se refleja que reproducen guionesimposibles <strong>de</strong> inventar en dichas eda<strong>de</strong>s, quedisponen <strong>de</strong> una información para ejercer <strong>la</strong><strong>violencia</strong> a <strong>la</strong> que hasta ahora no tenían acceso.Una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tareas educativas que <strong>de</strong>bemosempren<strong>de</strong>r actualmente es inventar nuevasbarreras que protejan a <strong>la</strong> infancia y a <strong>la</strong>adolescencia <strong>de</strong> este nuevo riesgo <strong>de</strong> exposición a<strong>la</strong> <strong>violencia</strong>.Conviene tener en cuenta, por otra parte, queestos cambios afectan <strong>de</strong> una forma especial a losy a <strong>la</strong>s adolescentes, puesto que su tarea básicaes construir una i<strong>de</strong>ntidad diferenciada, e<strong>la</strong>borar supropio proyecto vital, averiguando qué quierenhacer con su vida. Tarea que origina un alto nivel<strong>de</strong> incertidumbre que, sumado al que implican losactuales cambios sociales, pue<strong>de</strong> resultar enalgunos casos muy difícil <strong>de</strong> soportar;especialmente cuando no han <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>dotolerancia a <strong>la</strong> ambigüedad, cuando no hanaprendido a vivir el conflicto, <strong>la</strong> duda, como unelemento necesario para crecer, cuando se les haeducado como si existieran certezas, verda<strong>de</strong>s,absolutas. Por eso, <strong>la</strong> educación <strong>de</strong>be ayudar asuperar <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia a buscar certezas absolutas,superación necesaria para <strong>la</strong> tolerancia, que exigeapren<strong>de</strong>r a re<strong>la</strong>tivizar el significado que damos a <strong>la</strong>realidad, comprendiendo que es una construcciónnuestra, no <strong>la</strong> propia realidad, y en <strong>la</strong> que influye<strong>de</strong> forma muy importante <strong>la</strong> perspectiva <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>que <strong>la</strong> realizamos (intereses, situación histórica,grupo <strong>de</strong> pertenencia…).En resumen, y como primera condición, cabeconcluir <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> adaptar <strong>la</strong> educación a losactuales cambios sociales llevando a caboimportantes transformaciones en <strong>la</strong>s dos principalesinstituciones educativas creadas en <strong>la</strong> anteriorRevolución, <strong>la</strong> Industrial: <strong>la</strong> familia nuclear y <strong>la</strong>escue<strong>la</strong> tradicional, caracterizadas ambas hastahace poco por su ais<strong>la</strong>miento <strong>de</strong>l mundo exterior:• La familia nuclear, que se aisló <strong>de</strong> <strong>la</strong> familiaextensa, especializándose en el cuidado <strong>de</strong>los/as hijos/as, en torno a una figura, <strong>la</strong> madre,ais<strong>la</strong>da también <strong>de</strong> lo que sucedía más allá <strong>de</strong>lreducido mundo privado en el que transcurría suvida.• La escue<strong>la</strong> tradicional, que se extendió asectores cada vez más amplios <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción.Estructurada en torno a <strong>la</strong> homogeneidad yfuertemente jerarquizada, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>la</strong>autoridad incondicional <strong>de</strong>l profesor. En <strong>la</strong> quelos/as alumnos/as que no encajaban con lo quese esperaba <strong>de</strong>l alumno medio eran excluidos<strong>de</strong> el<strong>la</strong>.22Estudios <strong>de</strong> Juventud nº 62/03
Diez condiciones básicas para prevenir <strong>la</strong> <strong>violencia</strong>…Para prevenir <strong>la</strong> <strong>violencia</strong> y mejorar, en general, <strong>la</strong>calidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> y <strong>la</strong> familia es precisoadaptar ambos contextos a <strong>la</strong>s exigencias <strong>de</strong> <strong>la</strong>nueva situación, re<strong>de</strong>finiendo los papeles a partir<strong>de</strong> los cuales se estructura <strong>la</strong> interaccióneducativa, incrementando <strong>la</strong> cooperación entre losdistintos agentes educativos y dando a losadolescentes un papel más activo en su propiaeducación.2. Luchar contra <strong>la</strong> exclusión y <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r elsentido <strong>de</strong>l propio proyectoDes<strong>de</strong> los primeros estudios longitudinales sobreel origen <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>violencia</strong>, se ha observadocontinuidad entre <strong>de</strong>terminados problemasre<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> exclusión, tal como semanifiesta en <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 8 o 10 años<strong>de</strong> edad, y el comportamiento violento en <strong>la</strong>juventud y en <strong>la</strong> edad adulta. Según dichosestudios, los adultos violentos se caracterizabana los 8 años por: 1) ser rechazados por suscompañeros <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se; 2) llevarse mal con susprofesores; 3) manifestar hostilidad haciadiversas figuras <strong>de</strong> autoridad; 4) expresar bajaautoestima; 5) tener dificulta<strong>de</strong>s paraconcentrarse, p<strong>la</strong>nificar y terminar sus tareas; 6)falta <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación con el sistema esco<strong>la</strong>r; 7) yabandonar prematuramente <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> (Glueck yGlueck, 1960; Coleman, 1982; Conger et al,1965). Los resultados obtenidos en nuestrasinvestigaciones con estudiantes <strong>de</strong> secundariasugieren también que <strong>la</strong> exclusión social pue<strong>de</strong>estar en el origen <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ntificación con <strong>la</strong><strong>violencia</strong> que se produce en algunos individuos(Díaz-Aguado, Dir., 1996).En re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong>s dificulta<strong>de</strong>s anteriormenteexpuestas cabe consi<strong>de</strong>rar <strong>la</strong>s conclusiones <strong>de</strong> losestudios llevados a cabo en los últimos años sobrelos adolescentes españoles, en los que se <strong>de</strong>stacacomo una <strong>de</strong> sus principales dificulta<strong>de</strong>s <strong>la</strong> falta <strong>de</strong>orientación hacia el futuro. En este sentido, porejemplo, se orienta el Informe <strong>de</strong>l INJUVE“Juventud en España, 2000” (Martín Serrano yVe<strong>la</strong>r<strong>de</strong> Hermida, 2001), en el que se observa que:1) El presentismo parece ser una reacción a <strong>la</strong>incertidumbre y al fracaso. La mayoría <strong>de</strong>los/as jóvenes (el 66%) está <strong>de</strong> acuerdo con<strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que “el futuro es tan incierto que lomejor es vivir al día”. Actitud que se re<strong>la</strong>cionacon <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> perspectivas <strong>de</strong> futuro, puestoque disminuye cuando: 1) se superan losestudios primarios y sobre todo cuando sealcanzan los universitarios; 2) no se tienensentimientos <strong>de</strong> fracaso esco<strong>la</strong>r; 3) se leencinco o más libros al año; 4) no se ocupamucho tiempo viendo <strong>la</strong> televisión; 5) y apartir <strong>de</strong> los 21 años.2) El fracaso en los estudios y <strong>la</strong> incertidumbresobre el futuro <strong>la</strong>boral son <strong>la</strong>s principalesfuentes <strong>de</strong> preocupación. La respuesta másfrecuente (dada por el 35%) sobre cuál es elproblema personal que más le preocupa es<strong>la</strong> ocupación y <strong>la</strong> responsabilidad profesional(estudio-trabajo). La experiencia <strong>de</strong> fracasaren el colegio o instituto está muy extendida,puesto que afirmar haber<strong>la</strong> vivido el 38%;cifra que supera bastante a <strong>la</strong> <strong>de</strong> los queafirman haber tenido una experiencia simi<strong>la</strong>ren <strong>la</strong> universidad (el 23%). Para valorar elsignificado <strong>de</strong>l fracaso en los primerosniveles educativos conviene tener en cuentaque está estrechamente re<strong>la</strong>cionado con e<strong>la</strong>bandono prematuro <strong>de</strong> los estudios, y queel sentimiento <strong>de</strong> fracaso es más frecuente:1) entre los chicos, 2) entre los que sonadolescentes en el momento <strong>de</strong> realizar <strong>la</strong>encuesta; 3) y tanto más frecuente cuantomenor es el estatus socioeconómico. Laintegración <strong>de</strong> estos resultados con los quese resumen en el apartado anterior ayuda aenten<strong>de</strong>r qué condiciones incrementan en <strong>la</strong>actualidad <strong>la</strong> dificultad <strong>de</strong> los y <strong>la</strong>sadolescentes para apropiarse <strong>de</strong> su futuro.3) La felicidad como ausencia <strong>de</strong>responsabilida<strong>de</strong>s y dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>incorporación al mundo <strong>de</strong> los adultos. Lainfancia es consi<strong>de</strong>rada como <strong>la</strong> etapa más feliz<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> ausencia <strong>de</strong>responsabilida<strong>de</strong>s (el 44% <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ra <strong>la</strong> etapamás feliz; y el 48% como una etapa igual <strong>de</strong>Estudios <strong>de</strong> Juventud nº 62/0323
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