29.11.2012 Views

Christian Zacharias Federico Chueca Angelica ... - Scherzo

Christian Zacharias Federico Chueca Angelica ... - Scherzo

Christian Zacharias Federico Chueca Angelica ... - Scherzo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ENTREVISTA<br />

<strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong><br />

DOSIER<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong><br />

ENCUENTROS<br />

<strong>Angelica</strong><br />

Kirchschlager<br />

ACTUALIDAD<br />

Luc Bondy<br />

REFERENCIAS<br />

La “Inextinguible”<br />

de Nielsen<br />

REVISTA DE MÚSICA<br />

Año XXIII - Nº 232 - Julio - Agosto 2008 - 6,50 €


2 OPINIÓN<br />

CON NOMBRE<br />

PROPIO<br />

6 Luc Bondy<br />

Arturo Reverter<br />

8 Claudio Abbado<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

10 AGENDA<br />

16 ACTUALIDAD<br />

NACIONAL<br />

46 ACTUALIDAD<br />

INTERNACIONAL<br />

60 ENTREVISTA<br />

<strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong><br />

Juan García-Rico<br />

64 Discos del mes<br />

65 SCHERZO DISCOS<br />

Sumario<br />

PRECIO DE LA SUSCRIPCIÓN:<br />

por un año (11 Números)<br />

España (incluido Canarias) 65 €.<br />

Europa: 100 €.<br />

EE.UU y Canadá 115 €.<br />

Méjico, América Central y del Sur 120 €.<br />

AÑO XXIII - Nº 232 - Julio-Agosto 2008 - 6,50 €<br />

Esta revista es miembro de ARCE,<br />

Asociación de Revistas Culturales de<br />

España, y de CEDRO, Centro Español<br />

de Derechos Reprográficos.<br />

Colaboran en este número:<br />

DOSIER<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> 113<br />

El “mito <strong>Chueca</strong>”<br />

Ignacio Jassa Haro 114<br />

La suerte de un encuentro<br />

Manuel García Franco 120<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> y<br />

el casticismo madrileño<br />

Mª Pilar Espín Templado 126<br />

Flores que cobran vida<br />

Enrique Mejías García 132<br />

ENCUENTROS<br />

Angelika Kirchschlager<br />

Rafael Banús Irusta 138<br />

EDUCACIÓN<br />

Pedro Sarmiento 142<br />

JAZZ<br />

Pablo Sanz 144<br />

LIBROS 146<br />

LA GUÍA 148<br />

CONTRAPUNTO<br />

Norman Lebrecht 152<br />

Javier Alfaya, Julio Andrade Malde, Íñigo Arbiza, Rafael Banús Irusta, Emili Blasco, Alfredo Brotons Muñoz, José Antonio Cantón, Jacobo<br />

Cortines, Pierre Élie Mamou, Mª Pilar Espín Templado, José Luis Fernández, Fernando Fraga, Germán Gan Quesada, Joaquín García,<br />

Manuel García Franco, José Antonio García y García, Carmen Dolores García González, Juan García-Rico, José Guerrero Martín, Fernando<br />

Herrero, Bernd Hoppe, Ignacio Jassa Haro, Antonio Lasierra, Norman Lebrecht, Fiona Maddocks, Santiago Martín Bermúdez, Leticia Martín<br />

Ruiz, Joaquín Martín de Sagarmínaga, Enrique Martínez Miura, Blas Matamoro, Erna Metdepenninghen, Enrique Mejías García, Marco<br />

Antonio Molín Ruiz, Juan Carlos Moreno, Antonio Muñoz Molina, Rafael Ortega Basagoiti, Josep Pascual, Enrique Pérez Adrián, Javier<br />

Pérez Senz, Paolo Petazzi, Francisco Ramos, Arturo Reverter, Luis Fernando Rivero Pérez, Pablo L. Rodríguez, Barbara Röder, Jaime<br />

Rodríguez Pombo, Ignacio Sánchez Quirós, Pablo Sanz, Pedro Sarmiento, Bruno Serrou, Carlos Singer, Franco Soda, <strong>Christian</strong> Springer,<br />

José Luis Téllez, Asier Vallejo Ugarte, Claire Vaquero Williams, Pablo J. Vayón, Albert Vilardell, <strong>Federico</strong> Villalba, Carlos Vílchez Negrín,<br />

Reinmar Wagner.<br />

Traducciones:<br />

Rafael Banús Irusta y Blas Matamoro (alemán) - Enrique Martínez Miura (italiano) - Barbara McShane (inglés)<br />

Juan Manuel Viana (francés)<br />

Impreso en papel 100% libre de cloro<br />

SCHERZO es una publicación de carácter plural y no pertenece ni está adscrita<br />

a ningún organismo público ni privado. La dirección respeta la libertad de<br />

expresión de sus colaboradores. Los textos firmados son de exclusiva responsabilidad<br />

de los firmantes, no siendo por tanto opinión oficial de la revista.<br />

Esta revista ha recibido una subvención de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas<br />

para su difusión en bibliotecas, centros culturales y universidades de España, para la<br />

totalidad de los números editados en el año 2008.<br />

1


2<br />

OPINIÓN<br />

EDITORIAL<br />

OPINIÓN<br />

LA ZARZUELA ANTE EL FUTURO<br />

Mucho ha llovido desde que Miguel Ramos Carrión se refiriera<br />

a la música de <strong>Chueca</strong> como “música del pueblo, / de la que<br />

se pega, / que se aprende pronto y nunca se olvida”, versos<br />

con los que se abre la biografía del músico madrileño que<br />

escribiera Florentino Hernández Girbal. La “música del pueblo” es hoy<br />

otra cosa y la de <strong>Chueca</strong>, como la de tantos otros insignes zarzueleros,<br />

pertenece —en cuanto a su receptividad—, todo lo más a una suerte<br />

de curioso género que sigue siendo popular para las generaciones<br />

mayores pero que corre el peligro de dejar de serlo para las nuevas. O<br />

lo que es lo mismo aunque suene duro: de engrosar esa música clásica<br />

de la que los más jóvenes “pasan” más o menos olímpicamente.<br />

Nuestro dosier dedicado a <strong>Chueca</strong> se propone indagar en un músico<br />

de enorme talento, dotadísimo para, con la ayuda de quien conocía<br />

mejor que él la pura técnica, poner en solfa la realidad con agudeza y<br />

gracia, usando un lenguaje que cualquiera podía entender y siendo<br />

estimado por la sociedad como uno de los suyos, como una especie<br />

de reflejo de aquello que acontecía en los corrales y las calles de<br />

Madrid como podía suceder en cualquier otra ciudad española de<br />

fines del siglo XIX y principios del XX. La realidad ha ido cambiando<br />

y las músicas que se hacen eco de ella igualmente. Y no es la zarzuela<br />

precisamente la portavoz de esos cambios sino un testigo del pasado<br />

que, sin embargo, como la ópera, no está exento de lecciones universales.<br />

Al mismo tiempo, se ha abierto un proceso de investigación<br />

que trata de recuperar muchas obras olvidadas de nuestro género<br />

nacional, con lo cual descubrir y atraer se dan la mano. Pero es en la<br />

renovación de los modos de ofrecerlo donde nos jugamos la supervivencia<br />

del género. Y entramos por eso en la eterna disputa acerca de<br />

cómo han de hacerse las cosas en el terreno escénico. Si hay que<br />

mantener a toda costa lo tradicional, lo que representa algo que fue y<br />

no es, o traer a nuestro tiempo lo que quizá no resista el viaje sin<br />

dejarse en él algunos trozos de piel. Los ejemplos de Sagi, Bollaín o<br />

Bieito podrán gustar más o menos pero están en la línea de una reflexión<br />

que es preciso intentar. Muchos títulos zarzuelísticos forman un<br />

conjunto de difícil resurrección que probablemente queden como<br />

materia de estudio. Otros merecerán el regreso y hasta se ganarán la<br />

permanencia. Pero no hagamos que en ese viaje al pasado se nos<br />

escape el presente —y sobre todo el futuro— de las manos. El debate<br />

de verdad está en si la zarzuela —y lo que la rodea— se renueva o<br />

preferimos que se quede como una delicia arqueológica cada vez<br />

menos comprensible para los nuevos espectadores por mucho que<br />

llene de satisfacción a los más veteranos.<br />

Hay que animar a los nuevos públicos a ir a la zarzuela. Y es en<br />

primera instancia al propio Teatro de La Zarzuela a quien deberá<br />

corresponder una parte importante de esa responsabilidad, dedicando<br />

al género la mayor parte de sus esfuerzos y de sus fechas disponibles<br />

y apostando decididamente por ser un verdadero centro de referencia.<br />

Ojalá pudiera ser un teatro de repertorio más que de temporada,<br />

que permitiera a madrileños y visitantes ir a la zarzuela con la<br />

naturalidad de lo habitual, pero eso ya sabemos que exige unos condicionamientos<br />

técnicos que hoy por hoy difícilmente podría afrontar<br />

el teatro de la calle Jovellanos. Y, por fin, la creación contemporánea.<br />

No conviene hacerse ilusiones. Pensar en una zarzuela moderna, de<br />

nuevo cuño, en encargar obra a jóvenes compositores es quizá un<br />

deseo irrealizable por la propia evolución del género, aunque bienvenido<br />

sería aquel capaz de escribir una para el siglo XXI. Todo lleva<br />

a una sola conclusión: se trata de preservar y transmitir un legado<br />

muy nuestro que, cuando se hace bien, es simplemente una obra de<br />

arte fresca y viva.


Diseño<br />

de portada<br />

Argonauta<br />

Foto portada:<br />

Kasskara / DG<br />

ENTREVISTA<br />

<strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong><br />

DOSIER<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong><br />

ENCUENTROS<br />

<strong>Angelica</strong><br />

Kirchschlager<br />

ACTUALIDAD<br />

Luc Bondy<br />

REFERENCIAS<br />

La “Inextinguible”<br />

de Nielsen<br />

REVISTA DE MÚSICA<br />

��������������������������������������������������<br />

Edita: SCHERZO EDITORIAL S.L.<br />

C/Cartagena, 10. 1º C<br />

28028 MADRID<br />

Teléfono: 913 567 622<br />

FAX: 917 261 864<br />

Internet: www.scherzo.es<br />

E mail:<br />

Redacción: redaccion@scherzo.es<br />

Administración: revista@scherzo.es<br />

Presidente: Santiago Martín Bermúdez<br />

REVISTA DE MÚSICA<br />

Director: Luis Suñén<br />

Redactor Jefe: Enrique Martínez Miura<br />

Edición: Arantza Quintanilla<br />

Maquetación: Iván Pascual<br />

Fotografía: Rafa Martín<br />

Secciones<br />

Discos: Juan Manuel Viana<br />

Educación: Pedro Sarmiento<br />

Jazz: Pablo Sanz<br />

Libros: Enrique Martínez Miura<br />

Página Web: Iván Pascual<br />

Consejo de Dirección: Javier Alfaya, Manuel<br />

García Franco, Santiago Martín Bermúdez, Enrique<br />

Pérez Adrián, Pablo Queipo de Llano Ocaña,<br />

Arturo Reverter<br />

Departamento Económico: José Antonio Andújar<br />

Departamento de publicidad<br />

Cristina García-Ramos (coordinación)<br />

cristinaramos@scherzo.es<br />

Magdalena Manzanares<br />

magdalena@scherzo.es<br />

DOBLE ESPACIO S.A.<br />

primerespacio@teleline.es<br />

Relaciones externas: Barbara McShane<br />

Suscripciones y distribución: Choni Herrera<br />

suscripciones@scherzo.es<br />

Colaboradores: Cristina García-Ramos<br />

Impresión<br />

GRAFICAS AGA<br />

Depósito Legal: M-41822-1985<br />

ISSN: 0213-4802<br />

<strong>Scherzo</strong> Editorial, S. L. , a los efectos previstos en el<br />

artículo 32.1, párrafo segundo del vigente TRLPI, se<br />

opone expresamente a que cualquiera de las páginas de<br />

<strong>Scherzo</strong>-Revista de música, o partes de ellas , sean<br />

utilizadas para la realización de resúmenes de prensa.<br />

Cualquier acto de explotación (reproducción,<br />

distribución, comunicación pública, puesta a disposición,<br />

etc.) de la totalidad o parte de las páginas de <strong>Scherzo</strong>-<br />

Revista de música, precisará de la oportuna autorización,<br />

que será concedida por CEDRO mediante licencia dentro<br />

de los límites establecidos en ella.<br />

© <strong>Scherzo</strong> Editorial S.L.<br />

Reservados todos los derechos.<br />

Se prohíbe la reproducción total o parcial por ningún<br />

medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,<br />

grabados, o cualquier otro sistema, de los artículos<br />

aparecidos en esta publicación sin la autorización expresa<br />

por escrito del titular del Copyright.<br />

La música extremada<br />

SONIDOS DEL PORVENIR<br />

En un pequeño cementerio sin<br />

tapias, apenas un claro entre los<br />

árboles colosales de un bosque<br />

en el que resplandecen los verdes<br />

jugosos y sombríos del verano, he visitado<br />

la tumba de Hannah Arendt, un<br />

poco antes de escuchar al Cuarteto de<br />

Tokio en un auditorio de Bard College.<br />

Bard es una universidad pequeña, a<br />

menos de dos horas en tren de Nueva<br />

York, con los edificios del campus dispersos<br />

entre colinas de granjas y extensiones<br />

de bosques, cerca de la orilla del<br />

Hudson. Su presidente es el director de<br />

orquesta Leon Botstein, hijo de judíos<br />

alemanes que llegarían a América por<br />

los mismo años que Hannah Arendt. En<br />

Bard College los estudiantes de música<br />

están obligados a combinar su especialidad<br />

con alguna de Humanidades o de<br />

Ciencias, con el propósito explícito de<br />

no permitirle sumergirse exclusivamente<br />

en una disciplina que los puede aislar<br />

por completo del mundo exterior.<br />

En medio de las arboledas, de pronto<br />

aparece el garabato de titanio de un<br />

auditorio diseñado por Frank Gehry:<br />

Bard es un college rico, que puede permitirse<br />

a Frank Gehry y al Cuarteto de<br />

Tokio, y esa región tan agreste en la<br />

que uno, con sólo internarse en un sendero,<br />

siente la presencia sobrecogedora<br />

de la naturaleza primitiva de América,<br />

está salpicada de casas de campo de<br />

gente cultivada y próspera de Nueva<br />

York, de modo que en los meses de<br />

verano abundan los conciertos de primeras<br />

figuras y los festivales con obras<br />

de Shakespeare.<br />

El cementerio donde reposa Hannah<br />

Arendt no tiene adscripción religiosa:<br />

lo mismo hay cruces que estrellas<br />

de David, o que lápidas sin ningún<br />

símbolo confesional. Lo que tienen en<br />

común todas las tumbas es su modestia.<br />

Delante de una, la de una mujer<br />

que murió muy joven, hay una silla<br />

que hoy no ocupa nadie. La tumba de<br />

Hannah Arendt es una piedra sin pulir,<br />

a ras de suelo, en la que sólo están<br />

tallados el nombre y las fechas del<br />

nacimiento y la muerte, y los dos puntos<br />

extremos del arco de su vida:<br />

Hanover, 1906-New York, 1975. Sobre<br />

la lápida hay pequeños guijarros, que<br />

en la bella costumbre judía sustituyen<br />

a las flores: una forma austera de sugerir<br />

el recuerdo, en este cementerio<br />

donde la muerte humana y la vida y la<br />

muerte orgánica del bosque se corresponden<br />

tan sin énfasis.<br />

El programa que toca el Cuarteto<br />

de Tokio no puede ser más alemán: del<br />

OPINIÓN<br />

Peter Aaron / Esto<br />

mundo alemán que amó Arendt y del<br />

que fue expulsada, y su fruto más alto,<br />

la música, la genealogía de toda la<br />

música alemana en las dos horas de un<br />

concierto, tocada apasionadamente por<br />

dos japoneses, un americano y un británico:<br />

Haydn, Webern, Beethoven.<br />

Fuera del auditorio el calor es tan opresivo<br />

y tan húmedo en la caída de la tarde<br />

que de las praderas onduladas y los<br />

barrancos impenetrables de maleza<br />

sube un vapor denso. En el interior el<br />

aire acondicionado subraya la cualidad<br />

de burbuja que tiene el ensimismamiento<br />

en la música, sobre todo cuando<br />

después de un breve silencio<br />

empieza a insinuarse el Molto adagio-<br />

Andante del Op. 132 de Beethoven. Las<br />

perspectivas sonoras se ensanchan<br />

como las del paisaje desde el cementerio<br />

donde yace Hannah Arendt: como<br />

la amplitud de todas las músicas futuras<br />

que germinaron a partir de ésta, los<br />

éxtasis infinitamente demorados de<br />

Wagner y Mahler, las extensiones horizontales<br />

de Ligeti. Y también, en el fondo,<br />

la sabiduría melancólica pero despojada<br />

de angustia y remordimiento de<br />

quien mira hacia su vida intuyendo la<br />

posibilidad del final, escuchando en su<br />

conciencia una música que no se parece<br />

a ninguna otra en el mundo y contiene<br />

entero el porvenir.<br />

Antonio Muñoz Molina<br />

3


4<br />

OPINIÓN<br />

AGENDA<br />

Prismas<br />

LAS COSAS BIEN HECHAS<br />

No sé quién dijo alguna vez que si se quieren hacer las<br />

cosas bien hay que visitar el mundo de los niños y de<br />

las niñas. Seguramente me equivoco si se lo atribuyo a<br />

Goethe así que prefiero dejar la cita ahí, en suspenso, anónima<br />

pero oportuna. Niñas y niños son maravillosamente receptivos<br />

para lo bueno —que a veces, no tanto como uno quisiera,<br />

coincide con lo bello. Porque en el mundo infantil siempre<br />

hay tesoros ocultos. Tesoros de atención, de inteligencia, de<br />

comprensión. Recuerdo que hace muchos años, hablando en<br />

un colegio de Vigo acerca de literatura, me encontré con una<br />

de las preguntas más inteligentes que se le puede hacer a un<br />

escritor. Un muchacho de doce o trece años me preguntó si al<br />

escribir yo tenía en cuenta el tono, el color y el ritmo de las<br />

frases. Le respondí que sí, naturalmente, y que cualquier<br />

escritor que se respete a sí mismo y tome en serio su oficio es<br />

lo primero que debe tener en cuenta. Me imaginé que el chico<br />

aquel escribía y su profesora me lo confirmó después.<br />

Encontrarse una mañana en un colegio de Vallecas —que<br />

tiene un nombre lleno de sugerencias; “El Quijote”— asistiendo<br />

a una ópera escrita, interpretada, dirigida y compuesta por<br />

chicos y chicas de entre diez y doce años es una experiencia<br />

inolvidable. Lo hacen dentro de un programa del Metropolitan<br />

Opera Guild de Nueva York, “desarrollado y promovido”,<br />

según dicta el programa, “por la Washington National Opera<br />

en los EEUU y llegado a nosotros a partir del curso Crear una<br />

ópera original: un vehículo de aprendizaje, organizado por el<br />

Teatro Real de Madrid. Emociona ver a esos niños y niñas<br />

actuar con una admirable seriedad, conscientes de que lo que<br />

hacen es importante porque además de música hay también<br />

una afirmación humanista en cada palabra que pronuncian.<br />

Su ópera es una hermosa lección de fraternidad y de pasión<br />

por la música en una sociedad cada vez más vacía.<br />

Ojalá el ejemplo cunda. Que haya muchos colegios e institutos<br />

que se interesen y difundan programas semejantes,<br />

donde gobierna el amor a la música y el respeto a los demás<br />

sea cual sea su origen y raza.<br />

¡Chapeau, Teatro Real! Así se hace.<br />

Javier del Real<br />

Javier Alfaya


Música reservata<br />

UT RHETORICA MUSICA<br />

Perviven tal vez todavía las antiguas figuras retóricas en<br />

la música más reciente… Es célebre el análisis de Hartmut<br />

Krones que señala cuatro de ellas en el arranque<br />

de Tristan: exclamatio (la sexta ascendente inicial), passus<br />

duriusculus (el descenso cromático), catachresis (el acorde<br />

del tercer compás) y suspiratio (la conclusión de la frase).<br />

Así, las figuras retóricas serían indistinguibles de la sustancia<br />

musical, proyectando esa interpretación sobre textos contemporáneos,<br />

incluso posteriores: esa sexta ascendente es la misma<br />

con que Leonora comienza su Tacea la notte placida, y<br />

también aquélla con que Alfredo brinda en su Libiamo nei<br />

lieti calici, pero también la de la frase del clarinete que<br />

describe el gesto de Luisa Miller (¡y el de Violetta!) al<br />

escribir la carta fatídica (seguida, por cierto, del mismo<br />

passus duriusculus en ambos casos), pero también la que<br />

da principio al tema que describe el deseo de Schön por<br />

Lulu en la ópera homónima de Alban Berg. Las respectivas<br />

situaciones estarían unificadas por un afetto equivalente:<br />

la representación del anhelo amoroso dejaría de ser<br />

la de un sentimiento personal para convertirse en una<br />

convención de lenguaje merced a la pervivencia universal<br />

de un topos, en contra de ese individualismo romántico<br />

que informa cualquiera de las obras mencionadas (Berg<br />

incluido: bien cabe considerar el expresionismo como una<br />

forma del romanticismo tardío).<br />

El problema es más espinoso en lo referente al acorde<br />

del tercer compás. Musicalmente, syncopatio catachrestica<br />

es una suspensión armónica que resuelve sobre<br />

otra disonancia. Pero, de atenernos a la gramática, catacresis<br />

es dar sentido traslaticio<br />

a una palabra para asumir<br />

el significado de algo<br />

que carece de nombre (la<br />

hoja del árbol, los brazos<br />

del sillón, la lengua en que<br />

se habla…): la única posibilidad<br />

de aplicar tal concepto<br />

a la realidad asemántica<br />

de la música en un caso<br />

como el presente sería considerar<br />

que ese agregado<br />

no resulta armónicamente<br />

interpretable en sí mismo<br />

sino tan sólo a posteriori,<br />

cuando la frase se ha<br />

resuelto en el compás cuarto,<br />

lo que implicaría identificar significación con funcionalidad<br />

armónica. Extrapolando el razonamiento, cabría concluir<br />

que la música carece de sentido fuera de la tonalidad,<br />

lo que dejaría la obra de Berg en el limbo de lo in-significante,<br />

en contra de toda lógica. Por supuesto, el tema de los<br />

enigmas del segundo acto de Turandot encarnaría esa misma<br />

figura: un motivo puramente armónico sin tonalidad<br />

definida, cada uno de cuyos tres acordes contiene igualmente<br />

un tritono (quizá aquí pudiera hablarse también de parrhesia).<br />

A mayor abundamiento, suspiratio (si nos remitimos<br />

a su empleo en ciertas obras del barroco y el preclásico) es<br />

una figura descendente que suele arrancar en anacrusa y<br />

repetir cada nota en parte fuerte antes de pasar a la siguiente,<br />

como en el Et incarnatus de la Misa en si menor de Bach,<br />

pero también en la marcha fúnebre de Das Lied von der<br />

Erde: Berg alude a ello en la reexposición del tema asociado<br />

al protagonista en la conclusión del interludio del tercer acto<br />

OPINIÓN<br />

AGENDA<br />

de Wozzeck (bien que ahí se emplee la escala de tonos en<br />

lugar de la escala cromática). El passus duriusculus sería el<br />

ascenso final, en la medida en que conduce a una cláusula.<br />

Pero esa resolución resulta engañosa en la medida en que<br />

se trata de un acorde de séptima de dominante que flota<br />

sobre el silencio sin descansar sobre el de la menor que<br />

debería sucederle y que abrocharía el sentido cadencial: el<br />

anclaje tonal resulta ambiguo puesto que esos cuatro compases<br />

se repiten sin variación un tono y, a continuación,<br />

tono y medio más arriba, vagando sin definir tonalidad<br />

alguna (¿cómo interpretarlo sin leer la partitura?). Sin que<br />

ello signifique necesariamente<br />

contradecir la tesis<br />

de Krones, lo cierto es que<br />

esos cuatro primeros compases,<br />

considerados en su<br />

integridad como una sola<br />

figura, bien pueden entenderse<br />

como una dubitatio<br />

que se desplaza a través de<br />

un espacio desoladora e<br />

inquietantemente vacío: el<br />

conjunto de esos doce primeros<br />

compases sería<br />

entonces una anabasis, un<br />

movimiento ascensional en<br />

el que esa figura no alcanza<br />

su certeza hasta el compás<br />

dieciocho (tras una apocope<br />

dos veces repetida en que<br />

el tema queda reducido a su<br />

intervalo cromático final de<br />

tan sólo dos notas), con la<br />

liberadora resolución sobre<br />

fa mayor a través de un<br />

amplio passus duriusculus (el compás<br />

diecisiete y la primera parte del siguiente)<br />

y la llegada del segundo tema, la<br />

arrebatadora melodía que se asociará<br />

más tarde a la mirada de los amantes tras<br />

beber el filtro. Pero también cabría interpretar<br />

en su conjunto toda esa secuencia<br />

inicial como suspiratio (una unidad<br />

melódica interrumpida por silencios,<br />

ahora según la terminología de Mattheson).<br />

De este modo, todo el exordium<br />

del preludio de Tristan (es decir: la parte que contiene los<br />

dos grandes temas que se elaborarán seguidamente y que<br />

constituyen una parte sustancial de la materia músico-dramática<br />

de la obra) sería un noema que opone una secuencia<br />

interrumpida por silencios a otra que articula una continuidad<br />

melódica que, construida como se halla por la repetición<br />

de un mismo motivo que asciende grado a grado, formalizaría<br />

una auxesis, hasta finalizar con el climax que se<br />

alcanza en el compás veintiuno con el si bemol agudo para<br />

descender luego y resolver momentáneamente sobre un sol<br />

antes de pasar a un segmento de transición.<br />

Intemporalidades del lenguaje: sólo al disolverse enteramente<br />

la articulación musical (en último extremo: con ciertas<br />

obras de Ligeti y de Xenakis) ha sido posible trascender<br />

definitivamente la retórica.<br />

José Luis Téllez<br />

5


6<br />

CON NOMBRE PROPIO<br />

CON NOMBRE<br />

PROPIO<br />

Búsqueda y refinamiento<br />

LUC BONDY<br />

De Luc Bondy, una de las más<br />

preclaras mentes teatrales de<br />

nuestros días, se pudo en ver<br />

en España, en el Teatro de La<br />

Maestranza de Sevilla, su primera producción<br />

operística, nacida en 1986<br />

para la Moneda de Bruselas y el Festival<br />

de Viena: Così fan tutte. El regista<br />

sabe dar en la diana mozartiana como<br />

pocos, y lo ha demostrado ya en óperas<br />

como la citada, Don Giovanni —<br />

Viena, 1990— y Las bodas de Fígaro —<br />

Salzburgo, 1995. Sus experiencias<br />

escénicas en torno a Marivaux las ha<br />

trasladado el mundo amoroso y psicológico,<br />

entreverado de medias verdades,<br />

del salzburgués. Tendremos ocasión<br />

de contemplar en el Real, desde


el próximo día 17 de julio, su acercamiento<br />

a otra obra maestra como Idomeneo,<br />

a la que ha sabido dar un<br />

toque muy personal, que resalta sutilmente<br />

sus perfiles dramáticos, producción<br />

que se ha podido ver ya en La<br />

Scala y en la Ópera de París.<br />

Bondy, nacido en Zúrich en 1948,<br />

en el seno de una familia de la alta<br />

burguesía, es un exquisito, un intelectual,<br />

un hombre de cultura que se instaló<br />

en la Alemania de fines de los<br />

sesenta, en el momento crucial de la<br />

renovación de la escena. Allí dio a<br />

conocer, en avanzadas propuestas, la<br />

obra de Genet e Ionesco. En Berlín<br />

conoció al autor vanguardista Botho<br />

Strauss, de quien montó enseguida<br />

varias piezas. Comenzó luego su contacto<br />

permanente con la ópera. Su trabajo<br />

en torno a Bodas de Fígaro le<br />

valió el nombramiento como director<br />

del Festival de Viena, cargo que ostenta,<br />

con firmeza y una desbordante fantasía<br />

programadora, desde 1995. No<br />

hace muchos años desembarcó también<br />

en el cine y realizó la película<br />

Terre étrangère, consecuencia de un<br />

previo montaje teatral junto a Chéreau.<br />

Ha llevado a la escena de La Moneda<br />

tres óperas del compositor belga Philippe<br />

Boesmans. Una de ellas, Cuento<br />

de invierno, con libreto propio, pudo<br />

verse en el Liceo hace tres temporadas,<br />

SALZBURG<br />

FESTIVAL 2008<br />

Mojca Erdmann<br />

Mozarteum Orchester<br />

Salzburg<br />

9 y 10 de agosto 2008<br />

Mozart-Matinees<br />

Jonathan Nott<br />

Wiener Philharmoniker<br />

4 y 7 de agosto 2008<br />

J. S. Bach/Webern,<br />

Mahler, Ives, Schubert<br />

TUDOR 7141 SACD HYBRID<br />

FOTO: FELIX BROEDE<br />

FOTO: PRISKA KETTERER<br />

TUDOR 7126 SACD HYBRID<br />

TUDOR 7147 SACD HYBRID<br />

lo que permitió apreciar una vez más<br />

las refinadas características de un estilo<br />

que parte de una aproximación intelectual<br />

que intenta destacar valores espirituales<br />

esenciales. El crítico teatral Rolf<br />

Michaelis definía su técnica a raíz de<br />

una producción muniquesa: “Bondy se<br />

esfuerza en fijar de manera exacta y realista<br />

el perfil de las figuras y de cada<br />

una de sus acciones. Con un máximo<br />

de realismo en cada uno de los detalles,<br />

el director logra un clima fantasmagórico,<br />

un realismo mágico que se corresponde<br />

con la pieza que oscila entre el<br />

grotesco y la comedia provincial”.<br />

Realismo mágico; esa es la expresión<br />

que puede describir la actitud de<br />

este completo hombre de teatro, que<br />

enaltece la labor de los intérpretes y<br />

gusta de analizar las manifestaciones<br />

lírico-amorosas, “esa experiencia efímera<br />

y permanentemente inmutable que es<br />

el amor”, en sus propias palabras. Prefiere<br />

ir por ese camino antes que profundizar<br />

en otras cuestiones de índole<br />

política o social. Se ha mantenido así<br />

alejado de Brecht. Pero no ha rehuido<br />

enfrentarse a tragedias expresionistas.<br />

Su Salomé de Strauss —Salzburgo,<br />

1992— tuvo un impacto sobrecogedor<br />

por la hábil proyección de efectos y el<br />

detallismo de la puesta en escena.<br />

TUDOR 7145 SACD HYBRID<br />

Arturo Reverter<br />

www.tudor.ch · info@tudor.ch<br />

TUDOR 7151 SACD HYBRID<br />

CON NOMBRE PROPIO<br />

LUC BONDY<br />

Madrid. Teatro Real. 17, 18, 19, 20,<br />

21, 23, 24, 25, 26, 27-VII-2008.<br />

Mozart, Idomeneo. López Cobos.<br />

Bondy. Streit, Fink, Forte, Bell.<br />

SUPERAUDIOCD HYBRID<br />

Gustav Mahler<br />

Symphonie No.4<br />

Bamberger Symphoniker<br />

Mojca Erdmann<br />

Jonathan Nott<br />

Disponible Agosto 2008<br />

TUDOR CD 7131<br />

7


8<br />

CON NOMBRE PROPIO<br />

75 aniversario<br />

CLAUDIO ABBADO<br />

Con total familiaridad —“me llamo<br />

Claudio, no maestro”, — se<br />

presentó el director italiano tanto<br />

en la Filarmónica de Berlín,<br />

como en la Orquesta del Festival de<br />

Lucerna o en la Joven Orquesta Gustav<br />

Mahler, recomendando a sus músicos<br />

que le llamasen por el nombre de pila<br />

en lugar del más formal de maestro utilizado<br />

por todos los grandes directores<br />

desde Toscanini. Esta figura habitual en<br />

nuestras vidas de aficionados a los conciertos<br />

y a los discos, protagonista de<br />

varias de las mejores veladas musicales<br />

que hemos presenciado (en España le<br />

hemos visto muchas veces con diversas<br />

orquestas gracias a Ibermúsica, y en el<br />

extranjero todavía le recuerdo una<br />

impresionante Segunda de Mahler en<br />

Ámsterdam con la entonces llamada<br />

European Community Youth Orchestra,<br />

era el año 1985; tampoco se me ha olvidado<br />

una sensacional Primera de<br />

Brahms en Chicago en 1987, ni un<br />

magnífico segundo acto de Lohengrin<br />

en versión de concierto en el Festival<br />

de Edimburgo con la Sinfónica de Londres,<br />

también en la década de los<br />

ochenta, por no hablar de sus inolvidables<br />

Mahler en los últimos años del<br />

Real como sala de conciertos o la<br />

reciente Heroica hecha en el mismo<br />

teatro el pasado mes de abril y que ya<br />

comentamos en el número 231 de<br />

SCHERZO). Este, como decimos, artífice<br />

de muchos de nuestros mejores<br />

Kasskara / DG<br />

momentos musicales, cumple ahora 75<br />

años, pero sigue manteniendo un innegable<br />

aspecto juvenil a pesar de los<br />

duros momentos pasados con el cáncer<br />

de estómago que le diagnosticaron (y<br />

que le obligó a dejar la titularidad de la<br />

Filarmónica de Berlín). Delgado, menudo,<br />

de sonrisa bondadosa y ojos penetrantes,<br />

con un aparente aire furtwängleriano<br />

de indecisión, se encuentra en<br />

un momento anímico óptimo, con<br />

asombrosa lucidez y lleno de novedosos<br />

y originales proyectos que, como<br />

veremos más adelante, serán otras tantas<br />

alegrías para la melomanía militante.<br />

Nacido en Milán el 26 de junio de<br />

1933, su trayectoria vital y artística es<br />

bien conocida. Lebrecht en su El mito<br />

del maestro dice que ya en 1945 el<br />

joven Claudio se rebelaba contra la<br />

situación imperante pintando en las<br />

calles de Milán un “¡Viva Bartók!” que<br />

significaba para él la lucha por la libertad<br />

(las obras del húngaro estaban<br />

entonces prohibidas en los conciertos<br />

de la Italia fascista). Su compromiso<br />

político y artístico ha sido siempre uno<br />

de sus motores vitales, y es bien conocida<br />

su encarnizada defensa del Partido<br />

Comunista, la fascinación por la música<br />

de sus amigos Nono, Berio, Maderna,<br />

Stockhausen y otros, y los conciertos<br />

que él y Pollini han dado para los trabajadores<br />

en las grandes fábricas de Reggio<br />

Emilia en el centro norte de Italia,<br />

aunque en ocasiones ha sido criticado<br />

por toda la prensa internacional por<br />

protagonizar situaciones algo ambiguas,<br />

por ejemplo, por su actuación en La<br />

Habana al frente de su Joven Orquesta<br />

Gustav Mahler (algún periódico hablaba<br />

de que “Abbado y su orquesta le han<br />

tocado el Cumpleaños feliz al dictador<br />

Castro”). Él respondía con una lacónica<br />

frase: “Es simplemente una cuestión<br />

cultural”. También es bien conocida su<br />

trayectoria musical desde que ganó el<br />

Premio Mitropoulos en 1963, que realmente<br />

le sirvió de poco y del que decía:<br />

“No sé por qué me lo dieron, dirigí<br />

peor que nunca”. Revitalizó el espíritu y<br />

los contenidos de La Scala de Milán<br />

(1967-1986) en medio de un turbio fondo<br />

de desestabilización política. Le dio<br />

un toque de clase y distinción a la Sinfónica<br />

de Londres (1979-1987), obteniendo<br />

con ella giras triunfales en toda<br />

Europa. Trató de renovar sin éxito la<br />

Ópera Estatal de Viena (1986-1991), en<br />

la que dejó testimonios de representaciones<br />

inolvidables, pero fuertemente


Javier del Real<br />

discutidas por el conservador público<br />

vienés, que se veía obligado a esperar<br />

semanas enteras entre una noche pucciniana<br />

y la siguiente. Y al fin llegó al<br />

puesto más alto y la Filarmónica de Berlín<br />

le ofreció su podio (1989-2001),<br />

nombrándole titular de la orquesta tras<br />

la muerte de Karajan. En todos estos<br />

centros ha dado espléndidos conciertos<br />

y representaciones memorables de las<br />

que existe abundante información fonográfica<br />

y videográfica.<br />

Cuando parecía que su enfermedad,<br />

su renuncia a Berlín y su ya avanzada<br />

edad le iban a obligar a un retiro en el<br />

que, como mucho, se podía dedicar a<br />

escribir sus memorias o a dar clases a<br />

jóvenes directores, se ha dedicado con<br />

verdadero entusiasmo a potenciar un<br />

papel ya conocido en el curso de su larga<br />

y brillante carrera, esto es, la creación<br />

de nuevos conjuntos y orquestas<br />

en las que ha sobresalido por su rara<br />

aptitud para comunicarse con los jóvenes:<br />

la Orquesta Juvenil de la Comunidad<br />

Europea en 1978, la Orquesta de<br />

Cámara de Europa en 1981, la Orquesta<br />

de Jóvenes Gustav Mahler en 1986, y la<br />

remodelación de la Orquesta del Festival<br />

de Lucerna en 2003, un viejo sueño<br />

de Toscanini que se remonta a 1938 y<br />

que Abbado ha hecho realidad tomando<br />

como base la Orquesta de Cámara<br />

Mahler a la que se le han añadido<br />

numerosos instrumentistas de las Filarmónicas<br />

de Berlín y Viena, además de<br />

otros prestigiosos músicos del Conjunto<br />

Sabine Meyer, del Cuarteto Hagen y del<br />

Alban Berg, por no hablar de eminentes<br />

solistas como Kolja Blacher, Natalie<br />

Gutman y muchos otros. Los resultados<br />

los pueden disfrutar en los DVD publicados<br />

hasta la fecha con extraordinarios<br />

conciertos de obras de Beethoven,<br />

Bruckner, Mahler y Debussy con Alfred<br />

Brendel y Maurizio Pollini de solistas en<br />

los conciertos con piano (de lo publicado<br />

hasta la fecha, impactantes e inolvidables<br />

Sexta de Mahler y Mar de<br />

Debussy).<br />

Ya hemos visto, escrito y comentado<br />

en múltiples ocasiones las dotes<br />

más reveladoras de este director<br />

excepcional, su exhaustivo análisis,<br />

nervio interior, colorido, planificación<br />

tímbrica, gesto claro y nítido, además<br />

de completa técnica y facilidad de<br />

comunicación. La concepción moderna<br />

y total de su oficio (en el sentido de<br />

englobar todos los valores técnicos,<br />

expresivos y estilísticos de una obra),<br />

su regulación de las intensidades<br />

sonoras, su amplia gama dinámica, y<br />

su minuciosa observación de cualquier<br />

matiz por pequeño e insignificante<br />

que parezca, aparecen regularmente<br />

en sus conciertos y en sus discos, aunque<br />

a veces se le pueda reprochar un<br />

implacable análisis que sobresale por<br />

encima de cualquier otra cosa, que no<br />

tiene en consideración otros aspectos<br />

expresivos de la obra y que puede llegar<br />

a desconcertar al oyente (por<br />

ejemplo, en uno de sus conciertos le<br />

vimos y oímos una gélida Praga de<br />

Mozart impecablemente traducida, lo<br />

mismo que una de las Kammermusiken<br />

de Hindemith que completaban la<br />

primera parte del concierto; sin embargo,<br />

en la segunda parte dio una intensa<br />

y casi fogosa Primera de Brahms<br />

que hizo que todo el auditorio se<br />

pusiese en pie y aplaudiese a rabiar<br />

durante más de quince minutos). Este<br />

músico “cerebral al que le gusta Carmen”,<br />

como decía uno de los profesores<br />

de la Sinfónica de Londres, capaz<br />

de traducir con igual intensidad Woz-<br />

CON NOMBRE PROPIO<br />

CLAUDIO ABBADO<br />

zeck que Simon Boccanegra, la Novena<br />

de Mahler que la Iberia de<br />

Debussy, ha llegado a una envidiable<br />

madurez y a una provecta y lúcida<br />

edad en la que todavía tiene cosas que<br />

decir y que contarnos.<br />

Hombre inquieto y gustoso de<br />

experimentar cosas nuevas, le escucharemos<br />

próximamente en dos grabaciones<br />

para Archiv (el sello de música<br />

antigua de Deutsche Grammophon)<br />

tocando con otra orquesta que acaba<br />

de crear, la Orquesta Mozart, de instrumentos<br />

originales, obras del salzburgués:<br />

las Sinfonías nºs 29, 33, 35, 38 y<br />

41, y los Conciertos de violín y la Sinfonía<br />

concertante para violín y viola,<br />

con Giuliano Carmignola y Danusha<br />

Waskiewicz (dos álbumes de dos CD<br />

cada uno). No es un disparate el cariz<br />

que toma la carrera de Abbado con<br />

una orquesta de instrumentos históricos<br />

(recordemos que hasta el propio<br />

Celibidache utilizaba algunos de ellos<br />

en sus conciertos; por ejemplo, los<br />

timbales en la Sinfonía nº 39 de<br />

Mozart). Además de estas novedades,<br />

DG anuncia otras reediciones a precio<br />

medio como las Sinfonías de Beethoven<br />

con la Filarmónica de Berlín, los<br />

Conciertos de piano del mismo autor<br />

con Pollini, y un atractivo doble DVD<br />

con obras de Mozart, Schubert, Rossini<br />

y Brahms. Todas estas novedades y<br />

reediciones serán comentadas oportunamente<br />

desde nuestras páginas de<br />

discos. Mientras tanto y hasta que lleguen,<br />

sólo nos queda un deseo: larga<br />

vida, maestro (huy, perdón, Claudio),<br />

regresa pronto por España y vuelve a<br />

emocionarnos como acostumbras en<br />

todos tus conciertos.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

9


10<br />

AGENDA<br />

AGENDA<br />

Será directora asistente del Teatro Real<br />

EUN SUN KIM, VENCEDORA<br />

DEL LÓPEZ COBOS<br />

La joven directora coreana<br />

Eun Sun Kim, de 27<br />

años, se ha alzado con<br />

el triunfo en el II Concurso<br />

internacional Jesús<br />

López Cobos para jóvenes<br />

directores de ópera celebrado<br />

en el Teatro Real. El galardón<br />

está dotado con un premio de<br />

12000 euros, aportado por el<br />

maestro López Cobos, y un<br />

contrato por dos temporadas<br />

(2008/2009 y 2009/2010)<br />

El Consejo Rector del<br />

Consorcio Granada<br />

para la Música (Orquesta<br />

Ciudad de Granada),<br />

integrado por el Ayuntamiento<br />

de Granada, Junta de<br />

Andalucía, Diputación de<br />

Granada y CajaGranada, y<br />

con el acuerdo mayoritario<br />

tanto de la Comisión Artística<br />

del Consorcio como de los<br />

profesores titulares de la<br />

OCG, han acordado por unanimidad<br />

nombrar a Salvador<br />

Mas director titular y artístico<br />

de la Orquesta Ciudad de<br />

Granada. Mas sustituye a<br />

Jean-Jacques Kantorow,<br />

como directora musical asistente<br />

del coliseo madrileño.<br />

Los otros dos finalistas del<br />

concurso, al que se han presentado<br />

85 candidatos menores<br />

de 34 años y procedentes<br />

de veinticinco países de los<br />

cinco continentes, han sido el<br />

venezolano Domingo Alberto<br />

García Hindoyan y el italiano<br />

Matteo Pagliari. El jurado ha<br />

estado compuesto por los<br />

miembros de la Orquesta Sin-<br />

Javier del Real<br />

fónica de Madrid que han<br />

sido dirigidos a lo largo de las<br />

distintas pruebas por los jóvenes<br />

candidatos. El suizo Philippe<br />

Bach, que fue el ganador<br />

de la primera edición del<br />

concurso, acaba de culminar<br />

su estancia como director<br />

asistente del Teatro Real dirigiendo<br />

tres funciones de El<br />

barbero de Sevilla y ha sido<br />

contratado como director<br />

musical del Teatro de Lübeck.<br />

Nuevos titulares<br />

MAS A GRANADA Y NEUHOLD A BILBAO<br />

quien a su vez fue el sucesor<br />

de Josep Pons. Como principales<br />

directores invitados han<br />

sido designados Harry Christophers<br />

y Pablo González.<br />

Por su parte, el Patronato de<br />

la Orquesta Sinfónica de Bilbao<br />

ha resuelto la sucesión de<br />

Juanjo Mena con el nombramiento<br />

de Gunther Neuhold<br />

como nuevo director titular<br />

con contrato hasta 2011. Tanto<br />

una como otra orquesta<br />

apuestan, pues, por maestros<br />

sólidos y maduros de calidad<br />

contrastada y con amplia<br />

experiencia a sus espaldas.


Lugo en Música<br />

EL CAMINO Y SUS ARTES<br />

La IV edición del Festival-Encuentro Artes no Camiño<br />

persevera en su personal idea de hacer de Lugo y su<br />

provincia una fiesta musical durante el mes de agosto<br />

y, además, con una programación que revela confianza<br />

en las propias fuerzas —con buena presencia de jóvenes<br />

artistas gallegos— y personalidad indiscutible. Arranca el 1<br />

de agosto en Lugo y se cierra el 31 en Sarria, en la iglesia de<br />

Santa Marina. Música japonesa y Mozart, la flauta de Carlos<br />

Cano y la Nova Orquesta Galega das Artes dirigida por Canco<br />

López, la Camerata del Prado con Tomás Garrido, la<br />

escuela organística alemana, Messiaen o las cantatas de Bach<br />

conforman, con otras muchas propuestas —danza y teatro,<br />

la poesía de Xosé María Álvarez Cáccamo—, un recorrido en<br />

el que de nuevo se entrecruzan las artes entre sí en escenarios<br />

igualmente poco convencionales. Mondoñedo, Ribadeo,<br />

Foz o Paradela son algunos de los lugares de esta cita tan<br />

singular como interesante a la que se suma la organización<br />

de talleres y cursos estables, enfocados a jóvenes artistas que<br />

estén realizando estudios en cualquier disciplina de las que<br />

Música en la Red<br />

COMPLETAMENTE BACH<br />

http://www.bach-cantatas.com<br />

El nombre del portal puede llamar a engaño y hacernos<br />

creer que estamos en un dominio dedicado a las cantatas<br />

de Bach. En efecto, así es, pero la música vocal<br />

bachiana es sólo una parte de lo que hallaremos en<br />

una página de las que pasa con creces la prueba definitiva,<br />

es decir, de las que cuesta dejar, pues de enlace en enlace<br />

vamos aumentando la curiosidad y las posibilidades de satisfacerla.<br />

El diseño no es nada del otro mundo. Es más, pertenece<br />

a ese estilo disuasorio que, lamentablemente, caracteriza<br />

a la música clásica en la web. Pero una vez dentro de la<br />

página su utilidad es evidente, comenzando con la facilidad<br />

de acceso a cada zona. La parte dedicada a la obra vocal de<br />

Bach incluye desde las partituras en reducción para voz y<br />

piano a los textos en varios idiomas, entre ellos el indonesio,<br />

hasta la cronología de las mismas en relación con el año<br />

litúrgico luterano. Además, un seguimiento de referencias y<br />

fuentes permite al estudioso decidido no sólo a recibir información<br />

sino también a aportarla poder enviarla para enriquecer<br />

el debate o solidificar la teoría. Ese es uno de los<br />

mayores logros de la página, la posibilidad de responder a<br />

AGENDA<br />

presenta el Encuentro. Para ello se realiza un trabajo de<br />

selección por las principales instituciones de educación artística<br />

de Galicia.<br />

Lugo. Artes no Camiño. Del 1 al 31-VIII-2008.<br />

www.artesnocamiño.com<br />

todo, de entrar en diálogo en prácticamente cada una de sus<br />

secciones.<br />

Hay, por supuesto, bibliografía y una discografía exhaustiva<br />

de todo Bach, con algunas ilustraciones que, en el caso<br />

de los viejos vinilos, bien podrían pertenecer a la curiosísima<br />

e igualmente exhaustiva sección dedicada a memorabilia y<br />

que recoge desde carteles de festivales y programas de conciertos<br />

a relojes con la efigie del Cantor de Santo Tomás.<br />

Igualmente podemos encontrar la lista de las películas no ya<br />

sobre el músico sino que incluyen su música en la banda<br />

sonora. Y con su foro adjunto. Cada intérprete, cada orquesta,<br />

cada obra se convierten en enlaces para saber más sobre<br />

ellos, de modo que la página sobrepasa su función inicial,<br />

esa que cumple con creces: ser una magnífica recopilación<br />

de información bachiana. También es posible bajarse ejemplos<br />

musicales de obras de Bach en distintos formatos: mp3,<br />

ram, midi y m3u. La búsqueda de las palabras clave se realiza<br />

a través del sistema FreeFind pero también puede hacerse<br />

en la sección General Topics, donde hallaremos desde la<br />

cuestión del vibrato hasta “Bach y los nazis”.<br />

11


12<br />

AGENDA<br />

A la espera de decisiones<br />

BAYREUTH: CAMBIO A LA VISTA<br />

La muerte de Gudrun Wagner el año pasado en Bayreuth<br />

puso a la Fundación del Festival ante una penetrante<br />

disyuntiva. Wolfgang Wagner, con 88 años, impedido<br />

de actuar por su edad y su estado de salud, en el anterior<br />

verano apenas apareció por allí y debía ser sustituido lo<br />

antes posible. No era ligero inconveniente el que el nieto del<br />

compositor tuviese un contrato vitalicio como intendente y<br />

fama de testarudo. Después de su segundo matrimonio, su<br />

hija Katharina, junto con Gudrun, había fijado el destino de la<br />

Verde Colina. Luego de ésta, su lugar quedaba reforzado junto<br />

con su equipo: el afamado director de orquesta <strong>Christian</strong><br />

Thielemann y el experto en festivales Peter Ruzicka. Dos cartas<br />

en la manga para un triunfo seguro. Pero también estaban<br />

su hermanastra Eva Wagner-Pasquier, y su prima Nike, hija de<br />

Wieland Wagner, cuya aspiración a dirigir el Festival fue creciendo<br />

con el tiempo. Ya sus trabajos en Aix-en-Provence y el<br />

londinense Covent Garden le habían dado una rica experiencia<br />

en el manejo de grandes estructuras. Hace poco fundó en<br />

Weimar el Festival Internacional Pèlerinage y abogaba por un<br />

eje cultural Weimar-Bayreuth. Ninguna de estas dos aspirantes<br />

contó con el apoyo de Wolfgang, quien sostuvo a su hija<br />

Katharina. Es cierto que ella, con su producción de Los maestros<br />

cantores de Nuremberg el pasado verano no logró un<br />

buen puesto en el palmarés de Bayreuth, y otros trabajos<br />

suyos posteriores (el Trittico de Puccini en la Deutsche Oper<br />

de Berlín) fueron más que cuestionados.<br />

El Consejo Asesor de la Fundación respetó la decisión de<br />

Wolfgang, aunque no fuera más que por su actitud durante 58<br />

años en el Festival. En ese tiempo no fue por sus puestas en<br />

escena, finalmente convencionales, por lo que causó furor<br />

sino por contratar a directores innovadores como Götz Friedrich,<br />

Patrice Chéreau, Harry Kupfer, Heiner Müller y Christoph<br />

Schlingensief, siempre sostenidos por los medios.<br />

Quintanar y Toledo<br />

CASTILLA-LA MANCHA:<br />

CLÁSICOS Y MODERNOS<br />

Un festival veterano y otro de nueva creación se reparten<br />

este mes de julio lo mejor de la música en una<br />

Castilla— La Mancha que poco a poco ha de incorporarse<br />

al circuito nacional. El veterano es el de<br />

Quintanar de la Orden, que cumple del 4 al 20 su decimoquinta<br />

edición integrando músicas viejas y nuevas, con estrenos<br />

incluidos de Manuel Millán de las Heras —por la Orquesta<br />

Sinfónica de La Mancha dirigida por José Ramón Monreal—<br />

y Jesús Villa Rojo —con Neopercusión y Juanjo Guillén.<br />

Mucha música española, programas tan diversos como unas<br />

Variaciones Goldberg a cargo de Tony Millán o una sesión de<br />

Cabanilles a Chick Corea por Spanish Brass —más la participación<br />

de profesores y alumnos de los Cursos Nacionales de<br />

Música Diego Ortiz— completan la propuesta.<br />

Y el nuevo festival es el que bajo la advocación de El<br />

Greco llegará a Toledo —en el Teatro De Rojas— del 15 al<br />

19. El plato fuerte es, sin duda, el recital que lo inaugura:<br />

Juan Diego Flórez con arias de Mozart, Rossini, Donizetti y<br />

Verdi, acompañado por Vincenzo Scalera. Al día siguiente<br />

un Homenaje a Puccini con presencia de figuras como Ana<br />

María Sánchez, José Manuel Zapata, Juan Jesús Rodríguez,<br />

NIKE WAGNER<br />

Wolfgang Wagner propuso por escrito confiar el Festival<br />

al dúo Katharina-Eva pero el asunto cayó en vía muerta. No<br />

obstante, Nike tomó la palabra y acusó a la Fundación de<br />

sectarismo. En todo caso, Wolfgang ha anunciado su retiro<br />

para el 31 de agosto de este año, al terminar el XCVII Festival<br />

y un día antes de cumplir los 89 años. Hasta entonces corre<br />

el plazo de cuatro meses para la designación del sucesor/sucesora.<br />

Ha de ser categórica pero no sabemos cómo<br />

derivará la tensión entre las dos damas, si dominará la tradición<br />

o la renovación, si se incorporarán a la programación las<br />

obras tempranas de Wagner como Las hadas o Rienzi, si se<br />

incluirán óperas de los contemporáneos suyos o hasta de<br />

compositores actuales.<br />

Bernd Hoppe<br />

JESÚS VILLA ROJO<br />

Elisabete Matos y José Cura. Juan Pons será el protagonista<br />

de un Rigoletto dirigido por Andrea Licata a la Orquesta Sinfónica<br />

Siciliana, que también cerrará el Festival con un concierto.<br />

El Trío Loussier dedicará un programa a sus versiones<br />

jazzísticas de Bach, Vivaldi, Satie y Ravel.<br />

EVA WAGNER<br />

KATHARINA WAGNER<br />

XV Festival de Música de la Mancha.<br />

www.festivallamancha.com<br />

Festival de Toledo El Greco. www.festivaldetoledo.com


Del Liceu al Palau<br />

UN RELEVO HISTÓRICO<br />

Soplan vientos de renovación<br />

en el Festival<br />

de Música Antigua de<br />

Barcelona, probablemente<br />

el acontecimiento<br />

con más solera, calidad y<br />

prestigio internacional de<br />

los que se celebran en la no<br />

demasiado imaginativa temporada<br />

musical barcelonesa.<br />

Sin asomo de crisis, el festival<br />

vive un relevo hístorico<br />

en su timón artístico con la<br />

marcha de Maricarmen Palma,<br />

su directora durante 31<br />

años y toda una institución<br />

en el mundo de la gestión<br />

cultural. Su sustituto es el<br />

belga Jan van den Bossche<br />

(Eeklo, 1970), músico con<br />

amplia experiencia en la<br />

música coral que llega a<br />

Barcelona tras cinco años<br />

de éxito en la gestión artística<br />

del Festival de Música<br />

Antigua de Utrecht, al que<br />

ha situado como referente<br />

europeo por la imaginación<br />

y calidad de sus propuestas.<br />

Nada irrita más a Maricarmen<br />

Palma que la adulación<br />

y la hipocresía. Ni<br />

espera, ni necesita, abusos<br />

en el elogio ni frases grandilocuentes<br />

sobre su gestión<br />

profesional, pero, como<br />

estamos en un país en el<br />

que nadie dimite ni deja el<br />

paso abierto a otros colegas<br />

sin provocar cismas domésticos,<br />

es de justicia destacar<br />

que deja el cargo por voluntad<br />

propia, convencida de<br />

que es el momento ideal<br />

para la renovación de un<br />

festival que fue pionero en<br />

muchas cosas —les aseguro<br />

que hablar de instrumentos<br />

originales y criterios históricos<br />

en la escena musical<br />

española hace 30 años era<br />

como predicar en el desierto,<br />

dada la ausencia de referentes—<br />

y que ha sabido<br />

conducir todos estos años<br />

con rigor, coherencia e<br />

independencia absoluta en<br />

la contratación de grupos e<br />

intérpretes.<br />

Deja el cargo, además,<br />

en un momento de éxito de<br />

público y de estabilidad,<br />

puesto que tanto el Auditori<br />

de Barcelona como la Fundación<br />

“la Caixa” han anunciado<br />

la renovación del<br />

convenio de coproducción<br />

del festival por 3 años más.<br />

Los nuevos espacios que<br />

brinda el Auditori abren, sin<br />

duda, nuevas posibilidades<br />

para atraer a más público.<br />

Palma, que propuso al<br />

nuevo director y continuará<br />

colaborando como asesora<br />

del festival, deja el timón en<br />

buenas manos. “Tenemos<br />

un público fidelísimo y bien<br />

educado en las prácticas<br />

historicistas, al que Van den<br />

Bossche aportará su fantasía<br />

e imaginación programadora”,<br />

asegura al tiempo que<br />

confiesa que el Festival de<br />

Utrecht ha sido “el espejo<br />

en que me he mirado”.<br />

Jan Van den Bossche,<br />

que se confiesa un “enamorado<br />

de Barcelona”, abandonará<br />

a finales de este año<br />

su responsabilidad en el<br />

Festival de Utrecht para<br />

incorporarse plenamente al<br />

equipo de dirección artística<br />

AGENDA<br />

del Auditori que lidera su<br />

director general, Joan Oller.<br />

“Me gustan las revoluciones<br />

tranquilas, así que pienso<br />

introducir cambios sin olvidar<br />

la tradición y la magnífica<br />

herencia que recibo”,<br />

afirma Van den Bossche. En<br />

el ámbito profesional, Jan<br />

van den Bossche, que estudió<br />

dirección coral en Gante<br />

y viola da gamba en Viena,<br />

ha sido miembro del<br />

Coro Arnold Schoenberg de<br />

Viena, el Ensemble Wien<br />

Barock y el grupo vocal belga<br />

Ex Tempore. En el año<br />

2000 se incorporó como<br />

asistente artístico del Festival<br />

de Música Antigua de<br />

Utrecht, del que asumió la<br />

dirección artística en 2003.<br />

Javier Pérez Senz<br />

En la Iniciativa Artística Rolex<br />

AURELIO MARTÍNEZ, DISCÍPULO DE YOUSSOU N’DOUR<br />

El compositor e intérprete Aurelio Martínez, hondureño<br />

de 37 años, será el discípulo de Youssou N’dour en la<br />

Iniciativa Artística Rolex para Mentores y Discípulos<br />

2008-2009. Martínez es uno de los principales defensores<br />

de la amenazada cultura garífuna, que combina raíces<br />

africanas e indígenas del Caribe. Diputado del Congreso<br />

Nacional de Honduras, en 2004 recibió el premio “Revelación<br />

del Año” de AfroPop Worldwide por Garifuna Soul, su<br />

primer álbum de solista. es un portavoz cultural y político a<br />

la vez. Aurelio Martínez hará una gira por Europa con Youssou<br />

N’Dour y luego viajarán a África para explorar juntos las<br />

raíces de sus tradiciones musicales.<br />

Por otra parte, otro antiguo discípulo —de Sir Colin<br />

Davis— participante en la Iniciativa del año 2002, Josep<br />

Caballé-Domènech, dirigirá el 7 de julio, en el Teatro An<br />

Der Wien de Viena, Luisa Fernanda de Moreno Torroba en<br />

una producción de Emilio Sagi y con Patricia Petibon y Plácido<br />

Domingo encabezando el reparto.<br />

Martí E. Berenguer<br />

13


14<br />

AGENDA<br />

MICHAL NESTEROWICZ,<br />

GANADOR DEL IX<br />

CONCURSO<br />

INTERNACIONAL DE<br />

DIRECCIÓN<br />

DE LA ORQUESTA DE<br />

CADAQUÉS<br />

La IX Edición del Concurso de Dirección de Cadaqués,<br />

celebrado entre los días 2 y 7 de junio en tres<br />

diferentes sedes, Sant Feliu de Guíxols, Girona y Barcelona,<br />

con Gennadi Rozhdestvenski como presidente<br />

del Jurado, ha concluido con el polaco Michal Nesterowicz<br />

como ganador y el italiano Daniele Rustioni como<br />

segundo premio, entre los más de 70 concursantes participantes,<br />

que optaron al premio de 6000 euros y una importante<br />

gira internacional con 31 orquestas (24 de ellas españolas).<br />

Como en las ediciones anteriores el Concurso realizó<br />

un encargo, con el apoyo del CDMC, de una obra a<br />

estrenar en la final, en este caso al compositor madrileño<br />

David del Puerto, que compuso la obra Cap de quers en<br />

honor a la Orquesta. Su interpretación en el concierto final<br />

del Auditorio de Barcelona fue determinante en la decisión<br />

del Jurado. Esta novena edición coincide con la celebración<br />

de los veinte años de la Orquesta de Cadaqués.<br />

III Festival Lírico<br />

EL ESCORIAL EN VERANO<br />

El día 2 se abre en el Auditorio de San Lorenzo de El<br />

Escorial el III Festival Lírico de la villa de la sierra<br />

madrileña. Lo hará Frans Brüggen con su Orquesta del<br />

Siglo XVIII para cerrarlo, justo un mes después, Teresa<br />

Berganza y Cecilia Lavilla. Música antigua —con Jordi Savall,<br />

Marta Almajano o José Miguel Moreno—, contemporánea —<br />

con Manuel Guillén, el Trío Arbós y José Manuel Estellés—,<br />

recitales como el de Ainhoa Arteta o sesiones sinfónicas<br />

como la que estará a cargo de la Chamber Mahler Orchestra<br />

dirigida por Daniel Harding se integran en una programación<br />

que tiene uno de sus puntos fuertes en una Madama<br />

Butterfly de Puccini que no es otra sino la aclamada producción<br />

que preparara Anthony Minghella para el Metropolitan<br />

neoyorquino. Cynthia Lawrence y Gwyn Hughes Jones serán<br />

los protagonistas con David Parry en el foso. Habrá marionetas<br />

en un El retablo de Maese Pedro de Falla con Fresán,<br />

Cabero y Suárez así como unas cuantas sesiones dedicadas<br />

al público infantil.<br />

San Lorenzo de El Escorial. III Festival Lírico. 2-VII/2-<br />

VIII-2008. www.auditorioescorial.org<br />

Por su contribución a las artes y<br />

a la formación de los jóvenes<br />

JOSÉ ANTONIO ABREU,<br />

PREMIOS PRÍNCIPE DE<br />

ASTURIAS Y YEHUDI<br />

MENUHIN<br />

Apenas un mes después<br />

de serle concedido<br />

el Premio Príncipe<br />

de Asturias de las<br />

Artes 2008, el maestro José<br />

Antonio Abreu, fundador y<br />

director del Sistema Nacional<br />

de Orquestas Infantiles y<br />

Juveniles de Venezuela, ha<br />

obtenido el VI Premio Yehudi<br />

Menuhin a la Integración<br />

de las Artes y la Educación,<br />

dotado con 18000 euros e<br />

instituido por la Fundación<br />

Albéniz en 1999 con el fin de<br />

premiar y reconocer la labor<br />

de los músicos excepcionales<br />

de cualquier país que,<br />

además de haber logrado la<br />

excelencia artística sobre los<br />

escenarios, hayan destacado<br />

por contribuir a la formación<br />

de los jóvenes. En ediciones<br />

anteriores lo han recibido<br />

Alfredo Kraus, Piero Farulli,<br />

Carlo Maria Giulini, sir Colin<br />

Davis, Alicia de Larrocha y<br />

Claudio Abbado.<br />

(Más información sobre<br />

José Antonio Abreu y el Sistema<br />

en la sección de Educación<br />

de este mismo número).


A partir de la próxima temporada<br />

JUANJO MENA, PRINCIPAL<br />

INVITADO EN BERGEN<br />

Juanjo Mena será, a partir<br />

de la próxima temporada,<br />

principal director<br />

invitado de la noruega<br />

Orquesta Filarmónica de<br />

Bergen, cuyo titular es el<br />

americano Andrew Litton.<br />

En la próxima temporada<br />

Mena dirigirá tres conciertos<br />

en Bergen. El primero de<br />

ellos con el violonchelista<br />

Truls Mørk, que es su artista<br />

en residencia, otro en el que<br />

ofrecerá su version del<br />

Réquiem alemán de Brahms<br />

y el de clausura del curso,<br />

que incluirá música española.<br />

El maestro vitoriano ha<br />

sido desde 1999 hasta este<br />

año titular de la Sinfónica<br />

de Bilbao y es en la actualidad<br />

también principal invitado<br />

en el Teatro Carlo Felice<br />

de Génova.<br />

Proyecto Pedagógico del Teatro Real<br />

LA ÓPERA VA AL COLEGIO<br />

Tres colegios de la Comunidad de Madrid —Nuestra<br />

Señora de la Victoria, de Villarejo de Salvanés, El Quijote,<br />

de Vallecas, y Enrique Tierno Galván, de Móstoles—<br />

han transformado sus aulas en pequeñas compañías<br />

de ópera, trabajando a lo largo de todo el curso escolar<br />

en el montaje de una “ópera” íntegramente creada y protagonizada<br />

por los alumnos: redacción del libreto, composición<br />

de la música, interpretación de los instrumentos y personajes,<br />

diseño de luces, creación y realización de vestuario y<br />

atrezo, caracterización, etc. La finalidad era utilizar el trabajo<br />

en equipo dentro de una compañía de ópera, que articula y<br />

relaciona entre sí las labores técnicas y las artísticas, para estimular<br />

el proceso de aprendizaje de todas las asignaturas<br />

escolares. Los profesores han asistido a un curso de formación<br />

de un año en el Teatro Real impartido por la pedagoga<br />

americana Mary Ruth McGinn en el marco del Proyecto Pedagógico<br />

del coliseo madrileño. Y, según fuentes del Teatro,<br />

“han seguido el programa de cada asignatura aplicándolo,<br />

siempre que ha sido posible, al trabajo en la ‘compañía de<br />

ópera’. Se ha creado un fuerte espíritu de equipo entre los<br />

alumnos, se han vencido complejos, reflexionado sobre<br />

temas muy variados, ensanchado los horizontes culturales y,<br />

sobre todo, superado problemas de integración no siempre<br />

fáciles de solucionar. La base de todo el proceso ha consistido<br />

en la delegación progresiva de la responsabilidad de los<br />

adultos en los niños, de tal manera que estos realizan la<br />

representación final sin ninguna ayuda de aquellos”. Igualmente,<br />

“los padres de los alumnos, algunos de ellos muy<br />

escépticos al principio del programa, han acompañado paso<br />

a paso el desarrollo del trabajo de sus hijos con una implicación<br />

cada vez mayor”. Este proyecto pedagógico, que viene<br />

desarrollando con éxito el Metropolitan de Nueva York desde<br />

su creación en 1983 e implantado también en la Washington<br />

National Opera con idénticos resultados, cuenta con el apoyo<br />

financiero de la Fundación Saludarte.<br />

Javier del Real<br />

AGENDA<br />

15


16<br />

ACTUALIDAD<br />

ARANJUEZ<br />

ACTUALIDAD<br />

NACIONAL<br />

Aranjuez en Madrid<br />

DE ILUSTRES E ILUSTRADOS<br />

Festival de Música Antigua de Aranjuez. Madrid. Iglesia de Las Salesas Reales.<br />

5-VI-2008. Nebra, Oficio y misa de difuntos. Los Mvsicos de su alteza. Director: Luis<br />

Antonio González. Palacio de Aranjuez. 21-VI-2008. Boccherini, Clementina. María<br />

Hinojosa, Sonia de Munck, Marta Rodrigo, Elena Rivero, David Alegret, Toni Marsol y<br />

Javier Ortiz. Orquesta de la Compañía del Teatro del Príncipe. Director musical: Pablo<br />

Heras-Casado. Director de escena: Ignacio García.<br />

Los Mvsicos de su Alteza<br />

En sus quince años de<br />

existencia, el Festival de<br />

Música Antigua de Aranjuez<br />

se ha caracterizado<br />

por unas propuestas<br />

artísticas atrevidas y por<br />

un incondicional apoyo a<br />

nuestro repertorio. Aprovechando<br />

los festejos del Dos<br />

de Mayo, ha diseñado la programación<br />

de esta edición<br />

alrededor de la Ilustración<br />

española.<br />

El Oficio y misa de difuntos<br />

—vulgo réquiem— de<br />

Nebra es probablemente la<br />

obra religiosa española más<br />

importante e interpretada de<br />

los últimos doscientos cincuenta<br />

años. Combina, con<br />

extrema elegancia, elementos<br />

propios de la música<br />

litúrgica española e italiana.<br />

La interpretación de Los<br />

Mvsicos de su Alteza estuvo<br />

condicionada por la deplora-<br />

ARANJUEZ<br />

ble acústica de la Iglesia de<br />

las Salesas Reales. Salvando<br />

este inevitable contratiempo,<br />

la orquesta demuestra por<br />

qué es uno de los conjuntos<br />

punteros en la interpretación<br />

de la música española: dinámicas<br />

marcadas, fraseo elegante<br />

y conocimiento profundo<br />

del repertorio.<br />

La Clementina de Boccherini<br />

ha sido sin duda la<br />

gran apuesta del Festival.<br />

Sorprende que una pieza de<br />

esta calidad musical no esté<br />

dentro del repertorio de<br />

todos los teatros nacionales.<br />

Zarzuela en esencia, ópera<br />

en estilo, Clementina recoge<br />

todas las influencias de la<br />

ópera bufa italiana del XVIII<br />

para construir una obra, si<br />

no original, sí por lo menos<br />

de factura musical perfecta.<br />

La interpretación estuvo<br />

de nuevo condicionada por<br />

el entorno hostil de la noche<br />

veraniega de Aranjuez: las<br />

campanas, las oscuras golondrinas<br />

y una banda de música<br />

tocando a escasos metros<br />

del Palacio. María Hinojosa,<br />

hizo una notable labor en un<br />

papel técnicamente sencillo<br />

pero de gran profundidad<br />

expresiva. Por desgracia, su<br />

flébil voz se perdía al aire<br />

libre con excesiva facilidad.<br />

Destacar la belleza tímbrica<br />

de David Alegret y la agilidad<br />

en la coloratura de Toni<br />

Marsol. Javier Ortiz, actor,<br />

estuvo sencillamente delicioso<br />

en el papel de gracioso.<br />

Hay que destacar por último<br />

la brillante labor del jovencísimo<br />

Pablo Heras-Casado al<br />

frente de la orquesta. Se<br />

mostró valiente y seguro.<br />

Promete.<br />

<strong>Federico</strong> Villalba


IX Certamen Internacional de Guitarra Clásica Julián Arcas<br />

UN CONCURSO PUNTERO<br />

El Certamen Internacional<br />

de Guitarra Clásica<br />

Julián Arcas, en honor<br />

del que fuera uno de los<br />

más grandes guitarristas<br />

españoles del siglo XIX,<br />

nacido en la localidad almeriense<br />

de María el año 1832,<br />

se ha convertido en una de<br />

las citas obligadas cada temporada<br />

en España relacionadas<br />

con nuestro instrumento<br />

patrio. En esta su novena<br />

edición, con un gran número<br />

de actos entre los que<br />

destacan el concurso en sí y<br />

la programación de hasta<br />

doce actos entre recitales y<br />

conciertos, con la presencia<br />

de algunos de los más prestigiosos<br />

intérpretes y la<br />

actuación en el concierto de<br />

clausura de Vladimir Ashkenazi,<br />

uno de los grandes pianistas<br />

del último tercio del<br />

siglo XX que, al igual que<br />

otros destacados colegas<br />

como Barenboim, Pletnev y<br />

Temporada de la OEx<br />

JUVENTUD Y TALENTO<br />

Badajoz. Auditorio del Palacio de Congresos. 14-VI-2008. Benjamin Schmid, violín. Sinfónica de Extremadura.<br />

Director: Jesús Amigo. Obras de Wolf, Korngold y Brahms.<br />

El público extremeño se<br />

despidió de la temporada<br />

de abono de su orquesta<br />

llevándose un buen<br />

sabor de boca. Su titular,<br />

Jesús Amigo, remató un<br />

eslabón más en ese trabajo<br />

de construcción orquestal<br />

que puede ser citado entre lo<br />

más interesante que se haya<br />

venido haciendo en España<br />

en los últimos años.<br />

La primera página en<br />

atriles cumplió su función de<br />

entrada en situación: una<br />

insustancial suite de El corregidor,<br />

de Wolf, dicha con<br />

corrección que fue ganando<br />

en seguridad, llegando a<br />

encontrar incluso algún<br />

momento de inspiración en<br />

sus dos números centrales.<br />

El atractivo Concierto<br />

para violín de Korngold protagonizó<br />

el segmento más<br />

interesante del programa. La<br />

plantilla extremeña se transformó<br />

por completo en un<br />

organismo plástico y preciso,<br />

capaz de ofrecer una sonoridad<br />

delicadamente colorista<br />

con la que arropar la intervención<br />

solista. Si realmente<br />

brillante fue el trabajo de<br />

Amigo para ahormar su difícil<br />

encaje rítmico y canalizar el<br />

aroma cinematográfico que<br />

recorre la obra, de realmente<br />

extraordinario hay que calificar<br />

al arco solista. No pierdan<br />

de vista el nombre de este<br />

vienés que sacó de su stradivarius<br />

un sonido potente y<br />

dorado, con una afinación<br />

inmaculada y una técnica<br />

soberbia. Juntos, solista,<br />

batuta y orquesta, se marcaron<br />

una interpretación<br />

rebosante de juventud y<br />

talento.<br />

La segunda parte<br />

confirmó al director bilbaíno<br />

como buen brahmsiano.<br />

Fue una Segunda<br />

suficiente, compacta y<br />

vertebrada de pulso, que<br />

anotó en las tareas pendientes<br />

para el curso próximo<br />

conseguir limar<br />

dinámicamente un metal<br />

demasiado punzante y<br />

trabajar en busca de un<br />

mayor refinamiento de la<br />

pasta sonora.<br />

Juan García-Rico<br />

ACTUALIDAD<br />

ALMERÍA / BADAJOZ MADRID<br />

Auditorio Maestro Padilla. 7, 12-VI-2008. Orquesta Ciudad de Almería. Sabrina Vlaskalic, Mauro Zanatta, guitarras; Dragos<br />

Balan, violonchelo. Director: Michael Thomas. Dimitri Ashkenazi, clarinete. Director: Vladimir Ashkenazi. Obras de<br />

Castelnuovo-Tedesco, Copland y Chaikovski.<br />

BADAJOZ ALMERÍA<br />

Eschenbach, de una manera<br />

natural, pasó a la dirección<br />

de orquesta en su necesidad<br />

de ampliar la expresión de<br />

su arte interpretativo.<br />

A la final del certamen,<br />

que ha contado con el concurso<br />

de dieciocho aspirantes<br />

pertenecientes a doce<br />

nacionalidades, optaron sólo<br />

dos por indisposición en último<br />

momento del mexicano<br />

Omán Kaminsky Lara. La<br />

decisión del jurado, compuesto<br />

por uno de los mejores<br />

dúos españoles de guitarra,<br />

Carles Trepat e Ignacio<br />

Rodes, el gran laudista norteamericano<br />

Paul O’Dette, el<br />

italiano Carlo Marchione y el<br />

alemán Thomas Müller-<br />

Pering, recayó en Mauro<br />

Zanatta, heredero de la<br />

mejor tradición itálica en técnica<br />

y musicalidad, al hacer<br />

una interpretación muy cuidada<br />

del Concierto para guitarra<br />

y orquesta nº 1 en re<br />

mayor de Castelnuovo-<br />

Tedesco, exponiendo una<br />

gran musicalidad en el<br />

romántico Andantino central,<br />

y distinguida elegancia en el<br />

Ritmico e cavalleresco tercer<br />

movimiento. La serbia Sabrina<br />

Vlaskalic, con la misma<br />

obra, apuntó muchas cualidades,<br />

debiendo primordialmente<br />

depurar el grueso<br />

sonido que tiene en este<br />

momento de su carrera, que<br />

no favorece la musicalidad.<br />

La OCAL, con su titular al<br />

frente, Michael Thomas,<br />

favoreció siempre la expresión<br />

de los solistas, como<br />

ocurrió acompañando al<br />

siempre seguro Dragos<br />

Balan en el Concierto nº 1<br />

para violonchelo y orquesta<br />

de Haydn, que completaba el<br />

programa.<br />

La actuación de los<br />

Ashkenazi, padre e hijo, ha<br />

supuesto todo un hito en el<br />

escenario del auditorio alme-<br />

riense. El primero por su<br />

capacidad didáctica y entrega<br />

dando una lección magistral<br />

de detalle y precisión en<br />

la conducción en el Ballet<br />

Suite de Copland, lleno de<br />

contrapunto y difíciles pasajes<br />

solísticos ante los que respondió<br />

siempre la orquesta<br />

con ávida entrega. Una<br />

espectacular actuación del<br />

segundo en el Clarinet Concert<br />

del mismo compositor<br />

entusiasmó a un público<br />

asombrado ante tanto virtuosismo.<br />

La cuerda de la OCAL<br />

supo estar a la altura del<br />

solista, notándose el buen<br />

trabajo en esta sección instrumental<br />

del maestro Thomas.<br />

Una impecable lectura<br />

de la Sinfonía nº 5 de Chaikovski<br />

cerró un concierto<br />

que quedará como una de<br />

las veladas a recordar del<br />

Auditorio Maestro Padilla.<br />

JESÚS AMIGO<br />

José Antonio Cantón<br />

17


18<br />

ACTUALIDAD<br />

BARCELONA<br />

Un eslabón verdiano<br />

LA IMPORTANCIA DE LAS VOCES<br />

Gran Teatre del Liceu. 19-VI-2008. Verdi, Luisa Miller. Krassimira Stoianova, Irina Mishura, Aquiles Machado, Roberto<br />

Frontali, Giacomo Prestia, Samuel Ramey. Director musical: Maurizio Benini. Director de escena: Gilbert Deflo.<br />

Es Luisa Miller una obra<br />

importante de Verdi, que<br />

quizá no ha tenido la<br />

difusión que merecía, por<br />

su calidad de eslabón<br />

entre la primera parte de<br />

la carrera del compositor<br />

y la época de sus composiciones<br />

geniales, como Rigoletto<br />

o La traviata, para llegar<br />

a esa esplendorosa madurez<br />

que son Otello y Falstaff.<br />

También en las voces es evidente<br />

la maduración del<br />

músico y la propia soprano<br />

tiene un role, con unas características<br />

parecidas a La traviata,<br />

el tenor tiene ya una<br />

mayor densidad vocal, el<br />

barítono es un nuevo ejemplo<br />

de padre noble y los dos<br />

bajos, que generan el drama,<br />

alternan densidad y agilidad.<br />

Estas exigencias vocales<br />

no acabaron de conseguirse<br />

en el reparto de esta representación.<br />

Destacó especialmente<br />

Krassimira Stoianova,<br />

por la calidad de su timbre,<br />

la técnica vocal, el enfoque<br />

del personaje, por la forma<br />

de expresarlo y la humanidad<br />

que le dio, siendo su<br />

pequeño hándicap una voz<br />

de proyección limitada,<br />

especialmente en los<br />

momentos de más fuerza.<br />

Aquiles Machado hacía una<br />

prometedora carrera, pero<br />

BARCELONA<br />

Escena de Luisa Miller de Verdi en el Liceu<br />

ahora no está en su mejor<br />

momento, y su Rodolfo mantuvo<br />

una línea de reserva,<br />

para llegar al momento del<br />

aria, que, siendo mejor que<br />

la media, tampoco tuvo la<br />

brillantez y seguridad necesaria.<br />

Los dos villanos de la<br />

obra fueron Giacomo Prestia,<br />

con buena voz y fraseo más<br />

superficial y Samuel Ramey,<br />

que retiene esa capacidad<br />

expresiva de alta calidad,<br />

con una voz que ha perdido<br />

gran parte de su esplendor.<br />

Completaban el reparto<br />

Roberto Frontali, buen profe-<br />

Hace cincuenta años<br />

EL ARTISTA Y EL HOMBRE<br />

sional de medios limitados y<br />

líricos e Irina Mishura con<br />

una Federica algo lineal.<br />

Volvía al Liceu una producción<br />

que podemos considerar<br />

convencional, que no<br />

quería dar discutibles nuevas<br />

lecturas, sino simplemente<br />

representar la ópera de Verdi.<br />

La puesta en escena con<br />

un fondo de paisaje tirolés,<br />

que intercalaba, de forma<br />

esquemática, cada una de las<br />

escenas, era bonita, pero al<br />

final quedo algo reiterativa,<br />

en especial por la falta de<br />

acción dramática, que se<br />

convertía con frecuencia en<br />

fotografías. Muy interesante<br />

fue la prestación del coro,<br />

que es uno de los valores en<br />

alza del teatro, mientras que<br />

la orquesta está perdiendo<br />

algo de la calidad conseguida,<br />

con un sonido poco refinado,<br />

salvo alguna familia, y<br />

con una versión de Maurizio<br />

Benini de matización limitada,<br />

con desajustes, especialmente<br />

en la obertura y falta<br />

de fuerza en los momentos<br />

más dramáticos.<br />

Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 17-VI-2008. Josep Carreras, tenor; Lorenzo Bavaj, piano. Obras de A. Scarlatti, Costa,<br />

Tosti, Puccini, Toldrà, Guastavino, Gardel, Gambardella, Valente, Lama y Rendine.<br />

E l<br />

nuevo encuentro de<br />

Carreras con el Liceu, era<br />

para celebrar su debut en<br />

el teatro, hace cincuenta años<br />

con el personaje de Trujumán<br />

de El retablo de maese Pedro,<br />

donde los que asistimos, sin<br />

poder prever su brillante<br />

carrera, sí que pudimos ver<br />

que apuntaba condiciones.<br />

Transcurrido tan largo periodo<br />

e importantes vicisitudes,<br />

el tenor catalán muestra su<br />

inteligencia, con un repertorio<br />

que le permite, en su<br />

actual momento, superar casi<br />

siempre las dificultades. El<br />

programa estaba compuesto<br />

por una mayor parte de canciones<br />

italianas, complementada<br />

con dos partituras de<br />

Toldrà y otras dos de autores<br />

sudamericanos. Carreras mostró<br />

su estilo cálido y comuni-<br />

cativo, su fraseo medido y su<br />

sentido interpretativo, con<br />

una voz a la que en algún<br />

momento faltaba una mayor<br />

rotundidad. La celebración<br />

fue un éxito, tanto por parte<br />

del público autóctono, como<br />

de la gente que se había desplazado<br />

de distintos lugares<br />

del mundo y acabó con ocho<br />

bises. La velada se retransmitió<br />

en diferido por TV3 a un<br />

Albert Vilardell<br />

espacio situado en la plaza,<br />

que contó con la presencia<br />

del querido tenor, que quiso<br />

premiar la fidelidad de su<br />

público, con una canción<br />

catalana, Rosó, en el escenario<br />

de la playa. El acompañamiento<br />

al piano estuvo a cargo<br />

de Lorenzo Bavaj, con su<br />

habitual profesionalidad.<br />

Albert Vilardell<br />

Bofill


colección<br />

esencial<br />

Cuatro DVD que recogen<br />

grabaciones esenciales<br />

del gran compositor<br />

del siglo XX, Benjamin Britten<br />

con el tenor Peter Pears.<br />

Y un estuche con 10 CD<br />

que recogen una excelente<br />

selección de composiciones<br />

del músico británico.<br />

Una magnífi ca oportunidad<br />

de conseguir lo mejor<br />

de Britten al mejor precio.<br />

Lo encontrará en su espacio<br />

de música de El Corte Inglés.<br />

SU TIENDA DE MÚSICA EN INTERNET


20<br />

ACTUALIDAD<br />

BARCELONA<br />

Efusiones y abucheos<br />

DOMINGO LO DIO TODO<br />

Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 28-V-2008. Plácido Domingo (Siegmund), René Pape (Hunding), Alan Heid (Wotan),<br />

Waltraud Meier (Sieglinde), Evelyn Herlitzius (Brünhilde), Jane Henschel (Fricka). Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del<br />

Liceu. Director: Sebastian Weigle. Wagner, Die Walküre (versión de concierto).<br />

P lácido<br />

Domingo, que fue<br />

un memorable Parsifal en<br />

el año 2005, ha vuelto al<br />

Liceo esta vez encarnando a<br />

Siegmund y de nuevo los<br />

resultados han sido pasmosos.<br />

El sólito expediente de<br />

glosar su madurez, su musicalidad<br />

o su inteligencia sería<br />

del todo insuficiente para describir<br />

su interpretación, no<br />

porque no posea todas esas<br />

facultades, que las posee de<br />

sobra, sino porque por encima<br />

de todas ellas se impone<br />

la evidencia estupenda de la<br />

maravilla de su voz. Domingo,<br />

además, como acostumbra,<br />

salió a escena a darlo<br />

todo, es decir, a interpretar<br />

apasionadamente y de forma<br />

personal: él se ha referido<br />

alguna vez al bellísimo fragmento<br />

(en la tercera escena<br />

del primer acto) Winterstürme<br />

wichen, el que describe la<br />

irrupción de la primavera,<br />

como “romanza”, no sé si para<br />

gran escándalo de los wagnerianos<br />

de estricta observancia;<br />

quien dude de la legitimidad<br />

y autenticidad de la efusión<br />

lírica con que interpretó ese<br />

Ciclo de la OBC<br />

HAY IDILIOS QUE MATAN<br />

Barcelona. L’Auditori. 30-V-2008. Maria João Pires, piano. Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña. Director: Eiji<br />

Oue. Obras de Mozart y Shostakovich.<br />

L as<br />

cosas no siempre son<br />

lo que parecen. La imagen<br />

de un Eiji Oue exultante,<br />

regalando flores a los<br />

músicos entre vítores del<br />

público al final del concierto<br />

de clausura de la temporada,<br />

era la más elocuente escenificación<br />

del idilio que mantienen<br />

la OBC y su director titular.<br />

¿Fue un buen concierto?<br />

Pues sí, en especial gracias a<br />

Maria João Pires y su exquisita<br />

interpretación del Concierto<br />

nº 27, K. 595, el último de<br />

Mozart. Una lectura serena,<br />

en busca de un diálogo ínti-<br />

bellísimo momento, no tiene<br />

más que recordar cómo había<br />

cantado poco antes el conmovedor<br />

grito “Wälse! Wälse!” y<br />

no podrá regatearle a Domingo<br />

que también sabe ser un<br />

verdadero “Heldentenor”<br />

cuando eso es lo que pide la<br />

partitura. En fin, una emoción<br />

inolvidable que nos aboca<br />

irresistiblemente a pedir más,<br />

que vuelva Plácido Domingo,<br />

mo con la orquesta que no<br />

siempre obtuvo la respuesta<br />

adecuada: mientras Pires perfilaba<br />

los acentos más suaves,<br />

con un sentido del canto<br />

celestial y un sonido de puro<br />

cristal, Oue y la OBC se mantenían<br />

a un nivel más terrenal.<br />

Pero en la segunda parte,<br />

echaron toda la carne en<br />

el asador para brindar una<br />

rotunda Quinta Sinfonía, de<br />

Shostakovich. El japonés, que<br />

se muestra cómodo, seguro e<br />

inspirado en este repertorio,<br />

obtuvo una brillante respuesta<br />

en todas las secciones, en<br />

WALTRAUD MEIER Y PLÁCIDO DOMINGO<br />

que vuelva pronto, con Wagner<br />

o con lo que quiera. A su<br />

lado, dos altísimos cantantes<br />

wagnerianos (y no sólo wagnerianos,<br />

claro está), Waltraud<br />

Meier, en Sieglinde, y René<br />

Pape, en Hunding, consiguieron<br />

que el primer acto de esta<br />

Walkyria fuera en lo vocal y<br />

lo interpretativo una espléndida<br />

maravilla. Los demás, dentro<br />

de lo bueno, ya fueron<br />

especial por el poder de los<br />

metales, la expresividad de<br />

las maderas y la rotunda percusión.<br />

Volvamos a la imagen<br />

del idilio. Oue puede gustar<br />

más o menos, pero cuenta<br />

con el masivo favor de público<br />

y orquesta, todo un seguro<br />

para seguir ejerciendo el<br />

cargo de titular sin sobresaltos.<br />

El idilio, sin embargo, no<br />

puede disimular una cruda<br />

realidad: al margen de éxitos<br />

puntuales, Oue parece anclado<br />

en un repertorio bastante<br />

trillado, aún no ha hecho<br />

gala de la más mínima imagi-<br />

Bofill<br />

otra cosa: potente, pero algo<br />

fría —por otra parte, lo pide<br />

quizá el rol— la Fricka de<br />

Jane Henschel; elocuente y<br />

noble, pero no sobrado de<br />

expresividad, el Wotan de<br />

Alan Held; el tremendo rol de<br />

Brünnhilde fue desempeñado<br />

con coraje y agudos sin problemas<br />

por Evelyn Herlitzius,<br />

aunque le faltó densidad en<br />

el registro grave y dramatismo<br />

en la expresión. Correctas,<br />

pero con algún desliz de<br />

ajuste, las ocho walkyrias. Lo<br />

decepcionante, la orquesta,<br />

muy lejana del nivel de los<br />

cantantes y rayando lo inadmisible<br />

nada más y nada<br />

menos que en la célebre<br />

Cabalgata de las walkyrias. El<br />

director titular, Weigle, que<br />

había sacado el mayor partido<br />

posible a una orquesta, la<br />

causa de cuyo a veces lamentable<br />

estado se nos escapa,<br />

recibió los abucheos que no<br />

es fácil discernir en qué grado<br />

merecía y en qué otro<br />

eran responsabilidad de sus<br />

músicos.<br />

José Luis Vidal<br />

nación y originalidad como<br />

programador y sigue sin<br />

implicarse lo más mínimo<br />

con los compositores e intérpretes<br />

actuales ni con la cultura<br />

catalana ni con la vida<br />

artística de la ciudad. Por<br />

ello, más allá de los aplausos<br />

y la anodina felicidad que<br />

reflejan, cabe preguntar a los<br />

políticos si éste es el director<br />

que necesita la OBC para<br />

cumplir con ilusión y entrega<br />

sus objetivos como orquesta<br />

nacional.<br />

Javier Pérez Senz


Un Vivaldi laudatorio<br />

A LA MAYOR GLORIA DE LUIS XV<br />

C ompuesta<br />

hacia 1726, la<br />

serenata La Senna festeggiante<br />

RV 693, para<br />

tres voces y acompañamiento<br />

instrumental, fue concebida<br />

por Antonio Vivaldi y su<br />

libretista Domenico Lalli a la<br />

mayor gloria de Luis XV de<br />

Francia. Jordi Savall, al frente<br />

de Le Concert des Nations, la<br />

ha presentado ahora en Barcelona<br />

con carácter de atractiva<br />

novedad, a la que el<br />

público ha respondido con<br />

una acogida entusiasta y sin<br />

reservas. De las ocho serenatas<br />

de Vivaldi de las que hay<br />

constancia, tres de ellas parecen<br />

tener relación con acontecimientos<br />

vinculadas a la<br />

casa real francesa. Esta que<br />

nos ocupa puede que fuese<br />

estrenada en Versalles. La<br />

serenata se distingue de<br />

géneros próximos como la<br />

ópera o el oratorio por su<br />

carácter de música privada,<br />

lo que le permitía eludir la<br />

censura oficial; podía ser<br />

ACTUALIDAD<br />

BARCELONA / BILBAO<br />

Barcelona. L’Auditori. 27-V-2008. Roberta Invernizzi, soprano; Marina de Liso, contralto; Carlo Lepore, bajo. Le Concert des<br />

Nations. Director: Jordi Savall. Vivaldi, La Senna festeggiante.<br />

Temporada de la BOS<br />

PUNTO Y APARTE<br />

interpretada durante la<br />

noche, bajo el cielo sereno; y<br />

carecía de sentimientos violentos<br />

y negativos. Cantata<br />

de duración considerable,<br />

con libreto laudatorio y<br />

acción compartida por tres<br />

personajes alegóricos, La<br />

Senna festeggiante incorpora<br />

al estilo veneciano del autor<br />

algún elemento al estilo francés,<br />

como la obertura de la<br />

segunda parte; partitura en<br />

general seductora que Le<br />

Concert des Nations ha ofrecido<br />

brillantemente. Notables<br />

las voces de la soprano<br />

Roberta Invernizzi en el<br />

papel de La Edad de Oro y<br />

de la contralto Marina de<br />

Palacio Euskalduna. 5-VI-2008. Kun Woo Paik, piano. Orquesta Sinfónica de Bilbao. Director: Juanjo Mena.<br />

Obras de Ibarrondo, Prokofiev y Schumann.<br />

BILBAO<br />

La partitura de Espira del<br />

guipuzcoano Félix Ibarrondo,<br />

encargada por la<br />

propia Sinfónica de Bil-<br />

bao, reveló en su estreno<br />

que guarda sus mejores<br />

valores en su opulenta escritura<br />

orquestal, en su rara y<br />

continua intensidad y en su<br />

sólida coherencia interna,<br />

pero también que es una<br />

obra en verdad ajena a la<br />

sensibilidad del, digamos,<br />

gran (¿gran?) público. Es difícil<br />

afirmar si ello es en sí<br />

mismo reprobable, heroico o<br />

ambas cosas al mismo tiempo:<br />

el debate es inagotable.<br />

Menos fría fue la acogida del<br />

Segundo Concierto para piano<br />

de Prokofiev, entre otras<br />

cosas por la asombrosa habi-<br />

JORDI SAVALL<br />

JUANJO MENA<br />

lidad del coreano Kun Woo<br />

Paik para salir airoso ante las<br />

terribles, a veces terroríficas,<br />

dificultades que guardan sus<br />

pentagramas. Su toque sólido,<br />

no demasiado exquisito,<br />

y su preciso mecanismo<br />

parecen ideales para este<br />

repertorio y dejaron algunos<br />

momentos impresionantes,<br />

así en el final del primer<br />

movimiento. Al fin, Juanjo<br />

Mena volvió a subirse al<br />

podio para dirigir (primero<br />

Rafa Martín<br />

Liso en el de La Virtud.<br />

Menos interesante, dentro de<br />

su corrección, el bajo Carlo<br />

Lepore en el papel del río<br />

Sena. A orillas de éste, la<br />

Edad de Oro asegura haber<br />

encontrado la paz y la Virtud<br />

proyecta construir su pomposo<br />

templo. Al final de la<br />

obra, la Edad de Oro y la Virtud<br />

afirman que se sentirán<br />

felices en este pequeño universo,<br />

donde la Fortuna se<br />

encuentra encadenada. Llegados<br />

al palacio de Versalles,<br />

todos se declaran impresionados<br />

y ofrecen sus mejores<br />

votos. Vivaldi viste a las tres<br />

alegorías con un ropaje<br />

musical alegre y chispeante,<br />

propio del espíritu festivo de<br />

esta obra desconocida. Y el<br />

nutrido y entregado público<br />

barcelonés correspondió a la<br />

convocatoria de Jordi Savall<br />

con fervor y agradecimiento.<br />

No todo van a ser desgracias.<br />

José Guerrero Martín<br />

con batuta, después al perderla<br />

sin ella) la Cuarta Sinfonía<br />

de Schumann, una<br />

obra un tanto gris que en sus<br />

manos adquirió colores más<br />

intensos y una vitalidad de<br />

fuerte arraigo romántico. El<br />

alavés se entregó a fondo y<br />

desde luego la Sinfónica bilbaína<br />

sigue siendo en sus<br />

manos una formación de<br />

probada solvencia. Pero<br />

Mena se va, se tiene que ir,<br />

tanto él como los músicos lo<br />

necesitan. La última despedida<br />

vino una semana después,<br />

y con ella las primeras<br />

líneas de la historia de la<br />

orquesta en el siglo naciente<br />

quedaban ya escritas.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

21


22<br />

ACTUALIDAD<br />

GRANADA<br />

Festival de Granada<br />

MAMBRÚ VENCIÓ A LA TIRANA<br />

Palacio de Carlos V. 20-VI-2008. Janice Baird, soprano. Orquesta Nacional de España. Director: Josep Pons. Obras de<br />

Messiaen, Wagner y Strauss. Hospital Real. 21, 22-VI-2008. Raquel Andueza, soprano; José Miguel Moreno, guitarra;<br />

Marta Infante, soprano; José Pizarro, tenor; Jordi Ricart, barítono. El Concierto Español. Director: Emilio Moreno. Obras<br />

de Lhoyer, García, Benda-Laserna, Laserna, Esteve y Valledor. Teatro Isabel La Católica. 21-VI-2008. Carmen Linares,<br />

cantaora; Celia Mur, voz. Uri Caine Ensemble. Desastres de la guerra. Palacio de Carlos V. 22-VI-2008. Kevin Short,<br />

Indira Mahajan, Jermaine Smith. Coro de la Ópera de Atlanta. New World Symphony. Director: Wayne Marshall.<br />

Gershwin, Porgy and Bess (versión de concierto).<br />

GRANADA<br />

Comenzó el LVII Festival<br />

Internacional de Música y<br />

Danza de Granada, que<br />

se desarrollará del 20 de<br />

junio al 6 de julio, con la<br />

intervención de la<br />

Orquesta Nacional de<br />

España dirigida por su titular,<br />

Josep Pons. La ONE ofreció<br />

un programa coherente y<br />

exigente de música del porvenir.<br />

Lo más osado, las cuatro<br />

meditaciones sinfónicas<br />

que constituyen La Ascensión<br />

de Olivier Messiaen,<br />

uno de los compositores del<br />

siglo XX más programados<br />

en los últimos años del Festival,<br />

fue quizá lo más discretamente<br />

ejecutado, dentro<br />

de un alto nivel de conjunto.<br />

Los fragmentos del Ocaso<br />

wagneriano pecaron también<br />

de cierta rigidez y excesiva<br />

simplificación de las<br />

dinámicas, cuando hubiera<br />

sido preferible más matización,<br />

pero ofrecieron la<br />

oportunidad de escuchar la<br />

soberbia interpretación de la<br />

soprano estadounidense<br />

Janice Baird en la Inmolación<br />

de Brünnhilde. El Zarathustra<br />

fue lo mejor instrumentalmente<br />

de la noche de<br />

apertura del Festival.<br />

Las mañanas de los fines<br />

de semana, bajo el título de<br />

1808: la España revolucionaria,<br />

permitieron a Emilio<br />

Moreno, al mando del Concierto<br />

Español, ofrecer un<br />

díptico dentro del tema general<br />

del bicentenario del inicio<br />

de la Guerra de la Independencia,<br />

centrado en Los conciertos<br />

espirituales: de la Ilustración<br />

al Romanticismo, el<br />

21 de junio, y en un interesantísimo<br />

La Tirana contra<br />

Mambrú, el 22 de junio, en<br />

sustitución del previamente<br />

publicitado que había de<br />

dedicarse a la Iglesia y las<br />

capillas musicales. En el primero,<br />

estupendas interpreta-<br />

Porgy and Bess de Gershwin en el Palacio de Carlos V<br />

ciones de dos obras inusuales:<br />

un concierto para guitarra<br />

y orquesta de Antoine de<br />

Lhoyer, con José Miguel<br />

Moreno como solista, y una<br />

desconocida Sinfonía nº 3 de<br />

Manuel García, primera audición<br />

tras su estreno. Harina<br />

de otro costal fue el melodrama<br />

de Benda Ariadna y<br />

Teseo, en versión española de<br />

Blas de Laserna, irremediablemente<br />

lastrado por actores<br />

cuya escasa convicción terminó<br />

hundiendo una interesante<br />

música, ligada a un<br />

género de difícil, si no imposible,<br />

resurrección. El segundo<br />

concierto de la serie giró<br />

en torno al conflicto prebélico<br />

y musical entre afrancesados<br />

y casticistas, personificado<br />

en la conocida canción de<br />

Mambrú frente a las tiranas y<br />

tonadillas españolas de la<br />

época, por cierto con escasas<br />

dotes proféticas por parte de<br />

Blas de Laserna, que aventuró<br />

en su tonadilla El desengañado<br />

que el auge del afrancesado<br />

Mambrú se acabará<br />

“porque aunque en el día priva,<br />

es por capricho no más”.<br />

La peculiar puesta en escena,<br />

con especial protagonismo<br />

del barítono Jordi Ricart, fue<br />

musicalmente deliciosa.<br />

Dentro del mismo lema<br />

general del bicentenario, el<br />

21 de junio se estrenó el<br />

encargo del Festival a Uri Caine<br />

de una obra sobre la serie<br />

de grabados de Goya Los<br />

desastres de la guerra. Difícilmente<br />

clasificable, apoyado<br />

en textos de José Ramón<br />

Ripollés y con la participación<br />

de elementos flamencos<br />

entre los que destacó la cantaora<br />

Carmen Linares, el<br />

experimento de fusión no llegó<br />

a cuajar, salvo en algunos<br />

momentos. El trabajo de Uri<br />

Caine, de “deconstrucción”<br />

casi à la Ferrán Adriá tuvo,<br />

como siempre en él, momentos<br />

geniales, a pesar del tono<br />

en ocasiones grandilocuente<br />

del texto y de la misión imposible<br />

que para Celia Mur<br />

debió de representar cantarlo.<br />

La ópera de Gershwin<br />

Porgy and Bess fue ofrecida el<br />

domingo 22 en versión concierto,<br />

en una producción del<br />

Teatro Nacional de la Ópera<br />

Cómica de París, bajo la<br />

dirección musical de Wayne<br />

Marshall. Entre las pocas<br />

cosas negativas que se pueden<br />

señalar hay que indicar<br />

que la versión fue ligeramente<br />

recortada. En lo positivo,<br />

que la vivacidad de los intérpretes<br />

sustituyó los elementos<br />

ausentes a través de una eficaz<br />

semirrepresentación, en<br />

la que la palma se la llevó un<br />

histriónico y voluntariamente<br />

michaeljacksoniano Jermaine<br />

Smith como Sportin’ Life. Los<br />

demás intérpretes (salvo quizá<br />

Daniel Washington como<br />

Crown) estuvieron también a<br />

la altura del brillantísimo<br />

Coro de la Ópera de Atlanta.<br />

Aparte de Kevin Short<br />

(Porgy) e Indira Mahajan<br />

(Bess), hay que destacar a<br />

Angela Simpson (Serena) y a<br />

Laquita Mitchell (Clara), que<br />

pudo lucirse en su Summertime.<br />

Marshall hizo sonar excelentemente<br />

a una meritoria<br />

New World Symphony. Gershwin<br />

sonó como Puccini,<br />

apreciación que probablemente<br />

en boca de Gérard<br />

Mortier no sería elogiosa,<br />

pero sí en la nuestra.<br />

Joaquín García<br />

Carlos Choín


Una revisión del clásico de Vives<br />

EXPORTABLE FRANCISQUITA<br />

Teatro Villamarta. 1-VI-2008. Vives, Doña Francisquita. María Rey-Joly, Ismael Jordi, Lorenzo Moncloa, Marisa Roca,<br />

Amelia Font, Francisco Matilla, Joaquín Segovia, Julia Arellano. Coro del Teatro Villamarta. Orquesta Provincial Manuel<br />

de Falla. Director musical: Juan Luis Pérez. Adaptación, dramaturgia y director de escena: Francisco López.<br />

JEREZ<br />

El encargado de gestionar<br />

un pequeño teatro de<br />

provincias, de costumbre<br />

sujeto a las estrechuras y<br />

tiranteces de presupuestos<br />

exiguos, a las presiones y<br />

“amables peticiones” más o<br />

menos solapadas de su público,<br />

a la ley de la oferta y la<br />

demanda y, aún más grave, al<br />

tirano más severo y azaroso,<br />

el del propio capricho de<br />

quien lleva las riendas, deberá<br />

sentirse, a buen seguro,<br />

como aquella mítica criatura<br />

a la que pretendían despedazar<br />

tirando con saña de mil<br />

cuerdas amarradas a su cuerpo<br />

en direcciones diversas.<br />

Las mismas limitaciones<br />

pecuniarias implican, claro<br />

es, una cadena de elecciones<br />

( o una “política”, si así se<br />

quiere, con denominación<br />

más rimbombante), pero<br />

también los “presupuestos de<br />

partida” (entre los que entrarían,<br />

por ejemplo, la existencia<br />

de un público ciertamente<br />

conservador, deseoso de<br />

regurgitar lo más célebre e<br />

inmediatamente digerible,<br />

siempre esquivo del riesgo y<br />

la sorpresa). Si quiere tener<br />

futuro, la elección de las producciones<br />

propias ha de<br />

tener presente además las<br />

virtualidades para la “exportación”<br />

del producto, haciendo<br />

mínimamente hacedera<br />

—ya que no rentable— su<br />

puesta en pie.<br />

Bien pudiera ser que con<br />

esta Doña Francisquita halle<br />

el Villamarta jerezano su propuesta<br />

escénica más cercana<br />

y comercial —dicho sea sin<br />

maldad ni connotación negativa<br />

alguna. A una escenografía<br />

ágil y pinturera, castiza<br />

sin énfasis ni estridencias<br />

gratuitas, le une unos figurines<br />

en línea pareja y una<br />

dirección actoral, firmada,<br />

una vez más, por Francisco<br />

López, que se adivina pensada<br />

y repensada, dibujada con<br />

el celo y el pulso del miniaturista,<br />

plena de detalles de<br />

sal fina, hilarantes sin choca-<br />

ACTUALIDAD<br />

Ismael Jordi, María Ray-Joly, Lorenzo Moncloa y Paco Matilla en Doña Francisquita de Vives en Jerez<br />

rrería ni excesos ganosos del<br />

aplauso de la claque de la<br />

risa floja.<br />

Pese a ello, la velada<br />

comentada resultó irregular<br />

en el plano musical por<br />

diversas vertientes. Para<br />

empezar, el coro titular no<br />

tuvo precisamente su noche<br />

más inspirada de los últimos<br />

tiempos, sin pasar de un tono<br />

medio discreto ocasionalmente<br />

tachonado por desacompasamientos,desafina-<br />

JEREZ<br />

ciones y destemplanzas. Juan<br />

Luis Pérez, desde el foso,<br />

concertó con finura y oficio<br />

teatral a una orquesta, la Provincial<br />

Manuel de Falla, que<br />

sonó, a decir verdad, fuera de<br />

su correcta línea habitual, a<br />

ratos incluso descompensada<br />

y rígida, sin apenas cintura.<br />

Con todo, lo peor no estuvo<br />

en la una ni en el otro, sino<br />

en la elección de dos cantantes<br />

para roles tan señeros<br />

como los de Aurora la Beltrana<br />

y, en menor medida, Cardona:<br />

ni Marisa Roca ni<br />

Lorenzo Moncloa dieron la<br />

talla: ella, debido a la insuficiencia<br />

de un instrumento<br />

ayuno de la proyección, el<br />

lustre y los redaños copleros<br />

que a todas luces demanda el<br />

personaje; y él porque su<br />

desempeño dramático y<br />

canoro se antojó insípido y<br />

raquítico de vis comica.<br />

Quienes sí rindieron a gran<br />

altura, por fortuna, fueron<br />

Ismael Jordi, con un Fernando<br />

desenvuelto y viril, de<br />

fino trazo dramático y ribeteado<br />

de primores en el fraseo<br />

y la dicción, llenos de exquisita<br />

personalidad e inequívoco<br />

buen gusto, y la Francisquita<br />

de María Rey-Joly, de<br />

fraseo paladeado y sobrada<br />

en las agilidades, además de<br />

eficacísima en lo actoral.<br />

Ignacio Sánchez Quirós<br />

23


24<br />

ACTUALIDAD<br />

LA CORUÑA<br />

XI Festival Mozart<br />

CELEBRACIONES CON NUEVO RUMBO<br />

Teatro Colón. 22-V-2008. Mozart, Così fan tutte. Gvazava, Polverelli, Alberghini, Gatell, Colombini, Concerti. Coro y<br />

Sinfónica de Galicia. Director musical: Donato Renzetti. Director de escena: Mario Martone. Palacio de la Ópera. 23-V-<br />

2008. Mozart, El rapto en el serrallo. Alkin, Shi, Farcas, Kristinsson, Peña. Coro de Cámara de Praga. OSG. Director<br />

musical: Günther Neuhold. Director de escena: Giorgio Strehler. Teatro Rosalía de Castro. 31-V-2008. Roland<br />

Herrmann, barítono. MusikFabrik. Director: Mauricio Kagel. Obras de Kagel. Palacio de la Ópera. 4-VI-2008. Actus<br />

tragicus (cantatas de Bach). Solberg, Beckmann, Wey, Petzold, Nowak, Ishino, Hericks. Coro y Conjunto de la Ópera del<br />

Estado de Stuttgart. Director musical: Michael Hofstetter. Director de escena: Herbert Wernicke. Teatro Colón. 6-VI-2008.<br />

Prein, Malmberg, Mazura. OSG. Director: Friedemann Layer. Obras de Schoenberg, Berio, Busoni y Zimmermann. 7-VI-<br />

2008. Nikolai Demidenko, piano. Obras de Bach, Busoni y Liszt. Museo de Bellas Artes. 8-VI-2008. Caiello, Pieranunzi,<br />

Dadic, Bellocchio. Obras de Shostakovich y Mosca. Teatro Colón. 11-VI-2008. Combattimento Consort Amsterdam.<br />

Director: Jan Willem de Vriend. Bach, Conciertos de Brandemburgo. OSG. Piotr Anderszewski, pianista y director. Obras<br />

de Haydn y Beethoven. Teatro Rosalía de Castro. 13-VI-2008. Waltraud Meier, mezzo; Josef Breinl, piano. Obras de<br />

Schubert y Strauss. Teatro Colón. 14-VI-2008. Piotr Anderszewski, piano. Obras de Bach, Mozart y Schumann.<br />

LA CORUÑA<br />

Paolo Pinamonti, ex<br />

director artístico de La<br />

Fenice de Venecia y del<br />

Teatro San Carlos de Lisboa,<br />

se ha hecho cargo<br />

de la dirección del Festi-<br />

val Mozart por un perío-<br />

do de tres años. Este primer<br />

Festival, el undécimo,<br />

constituye una transición con<br />

el objetivo de establecer un<br />

nuevo rumbo. En todo caso,<br />

está marcado por dos grandes<br />

celebraciones ciudadanas:<br />

el ochocientos cumpleaños<br />

de la ciudad y la candidatura<br />

de la Torre de Hércules<br />

para obtener el reconocimiento<br />

oficial de pertenencia<br />

al Patrimonio de la Humanidad.<br />

Llegados al ecuador del<br />

Festival (once actividades<br />

diferentes, de un total de<br />

veintidós), podemos ya destacar<br />

que la alta calidad artística<br />

se mantiene, como término<br />

medio, y que la concentración<br />

de esos veintidós<br />

actos musicales (algunos<br />

duplicados y otros triplicados)<br />

dentro de poco más de<br />

un mes, está resultando un<br />

poco excesiva.<br />

Dos óperas y una representación<br />

con música de<br />

Bach. Ésta, una singular propuesta<br />

denominada Actus<br />

tragicus, que se estrena en<br />

España, es el testamento<br />

espiritual de Herbert Wernicke<br />

(muerto en 2002). El<br />

régisseur planteó la visión de<br />

una casa de apartamentos<br />

que da frente al público y a<br />

la que se ha retirado la pared<br />

delantera de manera que<br />

pueda observarse la vida que<br />

se desarrolla dentro de ella.<br />

Esta intromisión en la intimidad<br />

de las personas se pare-<br />

Escena de Actus tragicus, sobre Cantatas de Bach<br />

Escena de Così fan tutte de Mozart<br />

ce a la que también practicaron<br />

el Diablo cojuelo y el<br />

estudiante Cleofás levantando<br />

los tejados de las casas<br />

madrileñas. Wernicke nos<br />

convierte en voyeurs privilegiados.<br />

Cabe preguntarse si<br />

esa cotidianeidad trivial tiene<br />

interés como para mostrarla<br />

acompañada por unas cantatas<br />

de Bach de acentuado<br />

dramatismo. Coros, cantantes<br />

y orquesta, de la Ópera de<br />

Stuttgart, de alto nivel medio;<br />

Miguel Ángel Fernández<br />

destacaron el bajo Ishino, el<br />

tenor Petzold y la soprano<br />

Solberg; estuvo mejor la<br />

orquesta —extraordinaria—<br />

que el coro. Todos dirigidos<br />

por un magnífico Hofstetter.<br />

El público gustó del espectáculo<br />

y, al final, determinó a<br />

la perfección, con la medida<br />

de sus aplausos, los méritos<br />

de unos y de otros. En conjunto,<br />

estuvo bien la ópera<br />

Così fan tutte, planteada en<br />

su día por Strehler con<br />

medios escénicos muy<br />

modestos. El tamaño del Teatro<br />

Rosalía propicia una gran<br />

complicidad entre sala y<br />

escenario. Ambiente juvenil:<br />

seis cantantes de voces frescas<br />

y gratas; hay que destacar<br />

a la mezzo Polverelli, al<br />

tenor Gatell y a la soprano<br />

Colombini. La Sinfónica de<br />

Galicia, soberbia; excelente,<br />

el Coro. La dirección de Renzetti,<br />

correcta, sin alardes.<br />

Muy superior, El rapto en el<br />

serrallo. Todo funcionó a la<br />

perfección: precioso planteamiento<br />

escénico; Coro<br />

(Cámara de Praga) y Orquesta<br />

(OSG), soberbios, bajo la<br />

estupenda dirección de Neuhold.<br />

Cantantes magníficos<br />

aunque es de justicia destacar<br />

al tenor chino Shi y al<br />

bajo Kristinsson; éste es, además,<br />

un magnífico actor.<br />

La Sinfónica de Galicia,<br />

dirigida por Friedemann<br />

Layer, interpretó interesantes<br />

transcripciones de Bach por<br />

Schoenberg, Berio y Webern.<br />

Acción eclesiástica, testamento<br />

espiritual de Zimmermann<br />

(terminó la obra cinco<br />

días antes de poner fin a su<br />

vida) completó el concierto.<br />

El público escuchó asombrado<br />

una música difícil, pero<br />

de enorme fuerza expresiva.<br />

En el aspecto vocal, se utilizaron<br />

un barítono (formidable,<br />

Johann Werner Prein) y<br />

dos narradores de primerísimo<br />

nivel. El pianista polaco<br />

Piotr Anderszewski, nominado<br />

como artista residente, ha<br />

interpretado dos conciertos:<br />

en el primero, actuando<br />

como solista y director, realizó<br />

una preciosa lectura del<br />

Concierto para piano y


orquesta Hob. XVIII: 11, de<br />

Haydn, que completó con un<br />

bis: la Fantasía en do menor,<br />

K. 475, de Mozart. Con la<br />

versión del Concierto nº 1 de<br />

Beethoven, la sala estalló en<br />

una impresionante aclamación.<br />

La OSG, extraordinaria<br />

bajo su dirección entusiasta,<br />

cálida, expresiva. El Combattimento<br />

Consort es una singular<br />

agrupación que toca<br />

con instrumentos de diversa<br />

naturaleza. Su interpretación<br />

de los seis Conciertos de<br />

Brandemburgo no acabó de<br />

gustar, sobre todo el Primero,<br />

marcado por los sonidos<br />

destemplados y estrangulados<br />

de las trompas naturales.<br />

En general, los números<br />

impares tuvieron una versión<br />

muy inferior a los pares,<br />

donde la orquesta se mantuvo<br />

en un nivel aceptable.<br />

Dos conciertos de cámara<br />

de extraordinario interés.<br />

Mauricio Kagel vino a La<br />

Coruña para dirigir su propia<br />

obra. El antiguo enfant terrible<br />

eligió dos piezas relativamente<br />

asequibles que fueron<br />

bien aceptadas por un público<br />

respetuoso y receptivo:<br />

Kantrimusik Pastorale y<br />

Noticias mutiladas para<br />

barítono. El grupo musikFabrik<br />

y el barítono Herrmann,<br />

excelentes. El segundo concierto<br />

de cámara nos trajo a<br />

la soprano Alda Caiello, elegida<br />

en su día para estrenar<br />

la partitura de Lucca Mosca,<br />

Words to score a Rhyme<br />

(2005). Escrita para soprano<br />

y Trío con piano, el compositor<br />

italiano pone música a<br />

28 haiku japoneses de Gianluigi<br />

Malenga, otras tantas<br />

encantadoras miniaturas,<br />

todas distintas, que pueden<br />

asociarse con el arte delicado<br />

de las sedas y estampas<br />

niponas. Se completó el concierto<br />

con una obra muy<br />

diferente, hermosa en su dramatismo:<br />

Siete romanzas, op.<br />

127, sobre poemas de A.<br />

Blok, de Shostakovich, para<br />

la misma plantilla vocal e<br />

instrumental. La soprano,<br />

extraordinaria, en obras de<br />

gran dificultad expresiva; los<br />

integrantes del trío, verdaderos<br />

solistas todos ellos, integran<br />

un conjunto equilibrado,<br />

perfecto.<br />

Tres recitales: dos de piano<br />

y uno de canto y piano.<br />

Diversas expectativas y resultados.<br />

El pianista Nikolai<br />

Demidenko sustituyó a la<br />

pianista Emma Schmidt. Tocó<br />

transcripciones de Bach realizadas<br />

por Busoni y por<br />

Liszt; y completó el programa<br />

con el Concierto italiano<br />

del gran compositor alemán.<br />

Las transcripciones de Busoni<br />

tuvieron colores y resonancias<br />

de órgano: la Toccata<br />

y fuga en re menor y la<br />

Chacona de la Partita para<br />

violín solo dejaron sin aliento<br />

al público. En las versiones<br />

de Liszt, predomina el<br />

virtuosismo, sobre todo en<br />

las Variaciones sobre el bajo<br />

de la Cantata BWV 12. El<br />

pianista ruso correspondió al<br />

entusiasmo del público con<br />

tres bises. Piotr Anderszewski,<br />

que había venido a La<br />

Coruña cuatro años antes, es<br />

en la actualidad un grande<br />

del teclado. Tocó un programa<br />

poco convencional con<br />

dos Partitas de Bach, la dramática<br />

Sonata nº 14, de<br />

Mozart y el Schumann<br />

menos habitual, la Humoreske,<br />

op. 20. Su Bach, indescriptible:<br />

nítido, radiante,<br />

perfectísimo. Las aclamaciones<br />

consiguieron dos bises,<br />

extensos y difíciles, de Beethoven<br />

y de Schumann. El<br />

recital de Waltraud Meier<br />

despertó una enorme expectación<br />

que, en alguna medida,<br />

se vio defraudada. La<br />

gran soprano wagneriana<br />

hace cosas muy bellas en el<br />

terreno del lied; pero muestra<br />

también ciertas deficiencias:<br />

dificultad para mantener<br />

algunas notas, oclusión<br />

reiterada de la cavidad oral<br />

para apianar, irregularidades<br />

en ciertas zonas de la cuerda…<br />

Pero, junto a esas evidencias<br />

negativas, un gran<br />

arte de cantar y de decir:<br />

versatilidad en Erlkönig,<br />

regulación del volumen en<br />

Gretchen am Spinnrad, dulzura<br />

en Die Forelle; todas<br />

ellas, de Schubert. Y sutil<br />

fraseo en Morgen, de<br />

Strauss. El público fue generoso<br />

—aunque sin llegar a lo<br />

aclamatorio— y la cantante<br />

correspondió con tres bises:<br />

Brahms, Mahler y Wolf.<br />

Breinl es un extraordinario<br />

pianista acompañante.<br />

Julio Andrade Malde<br />

ACTUALIDAD<br />

LA CORUÑA / LUGO<br />

Comienzo de un ciclo Britten<br />

MUCHA CALIDAD,<br />

AUNQUE PARA POCOS<br />

Festival Ciudad de Lugo. 3-V-2008. Mark Padmore, tenor;<br />

Roger Vignoles, piano. Obras de Purcell y Britten.<br />

Roger Vignoles y Mark Padmore<br />

Primera parte de una<br />

integral de los ciclos de<br />

canciones de Britten que<br />

la dirección del festival<br />

tiene previsto realizar en<br />

cuatro sucesivas ediciones,<br />

contando con los mismos<br />

intérpretes que han llevado a<br />

cabo esta primera sesión.<br />

Todo un ejemplo de programación<br />

aprovechando la circunstancia<br />

de una próxima<br />

grabación de los incluidos en<br />

esta primera sesión y pensando<br />

más en la difusión de<br />

obras básicas que en el éxito<br />

inmediato de público. Éste<br />

era escaso, nada extraño<br />

para una pequeña ciudad<br />

española —puede que tan<br />

sólo en Madrid, Barcelona y<br />

pocas más se hubiera llenado<br />

la sala. Pero como al final<br />

manifestó en privado Vignoles,<br />

más vale calidad que<br />

cantidad y en Lugo se han<br />

podido escuchar sesiones<br />

musicales de insólita calidad<br />

para la dimensión de la ciudad.<br />

Cuestión de querer<br />

hacerlo y saber hacerlo bien.<br />

La velada comprendió<br />

dos de los ciclos poéticos<br />

compuestos por Britten: The<br />

holy sonnets of John Donne<br />

(op. 35) y Winter Words (op.<br />

52), flanqueados por sus<br />

arreglos a tres canciones de<br />

Henry Purcell y a cuatro de<br />

canciones populares. Unos<br />

excelentes comentarios de<br />

Enrique M. Miura estaban<br />

incluidos en el programa,<br />

LUGO<br />

necesarios para unas obras<br />

poco difundidas fuera del<br />

Reino Unido. Si los arreglos<br />

constituyen una sabia labor<br />

de valorización del pasado<br />

musical inglés, los dos ciclos<br />

representan sendas cumbres<br />

del género, poéticos, intensos<br />

y sin concesiones de ningún<br />

tipo. Motivada la composición<br />

del primero por la<br />

visita a los liberados del<br />

campo de exterminio de Bergen-Belsen,<br />

respiran amargura<br />

y desconsuelo, lo mismo<br />

que por otros motivos debió<br />

de sentir John Donne en<br />

1620 para escribir tales poemas.<br />

También de gran calidad<br />

son los de Thomas<br />

Hardy en Winter Words, de<br />

carácter más variado y un<br />

cierto humor amargo.<br />

Mark Padmore y Roger<br />

Vignoles mostraron una<br />

absoluta compenetración<br />

interpretativa y el tenor puso<br />

de manifiesto su excelente<br />

momento vocal, con una<br />

emisión tan poderosa como<br />

refinada, así como un insuperable<br />

buen gusto en la forma.<br />

Difícil escuchar en vivo<br />

estos ciclos de canciones de<br />

Britten y mucho más tener la<br />

ocasión de hacerlo con esta<br />

calidad de interpretación. Y<br />

en Lugo, donde salta la liebre<br />

un montón de veces sin<br />

que muchos cazadores acaben<br />

de enterarse.<br />

José Luis Fernández<br />

Rafa Martín<br />

25


26<br />

ACTUALIDAD<br />

LAS PALMAS<br />

Festival de ópera<br />

LA SANGRE DERRAMADA<br />

Teatro Pérez Galdós. 25-V-2008. Verdi, Macbeth. Carlos Álvarez, Susan Neves, Marco Spotti, Jorge de León, Manuel de<br />

Diego, Alberto Feria, Carmen Esteve. Director musical: Miquel Ortega. Director de escena: Mario Pontiggia.<br />

15-VI-2008. Giordano, Andrea Chénier. Francisco Casanova, Verónica Villarroel, Alberto Gazale, Mireia Pintó, Josep<br />

Ruiz, Emiliya Boteva, Javier Galán, Luis Cansino, Fernando Latorre, Elu Arroyo, Alberto Manzanares. Director musical:<br />

Guido Ajmone-Marsan. Director de escena: Ivan Stefanutti.<br />

LAS PALMAS<br />

La inmortal tragedia de<br />

William Verdi (¿o de Giuseppe<br />

Shakespeare?), que<br />

ha tardado mucho tiempo<br />

en encontrar el acomodo<br />

que merece en el reperto-<br />

rio tradicional de los tea-<br />

tros, ha sido el penúltimo<br />

título programado en el festival<br />

grancanario.<br />

La presente versión se ha<br />

visto lastrada en gran parte<br />

por la batuta contemporizadora<br />

y poco inspirada del<br />

director Miquel Ortega que,<br />

acelerando y ralentizando<br />

arbitrariamente, condujo en<br />

vuelo rasante a una orquesta<br />

alicorta y rutinaria.<br />

Las brumas septentrionales,<br />

la frialdad de los corazones,<br />

la carcoma del remordimiento,<br />

la negrura (que no<br />

grisura) de las almas, la gangrena<br />

de la culpa… Ubi sunt?<br />

La sombra alargada de la<br />

funesta Lady Macbeth debería<br />

eclipsar al resto de los<br />

personajes, pero en esta ocasión<br />

la soprano neoyorquina<br />

Susan Neves lo cantó, que no<br />

encarnó, al belliniano modo,<br />

en una aproximación epidérmica<br />

y contemplativa. Totalmente<br />

ajena a lo que ocurría<br />

en el escenario, paseando<br />

una voz potente y caudalosa,<br />

de agudos apurados y titubeantes,<br />

sin química de ninguna<br />

clase con su cónyuge de<br />

ficción (parecía que protagonizaban<br />

dos óperas distintas),<br />

fue incapaz de transmitir<br />

el lado diabólico y sulfúrico,<br />

en conexión directa con<br />

el inframundo, de la ambiciosa<br />

y (auto)destructiva<br />

consorte.<br />

La imponente voz, recia y<br />

timbrada, homogénea y<br />

rotunda de Carlos Álvarez,<br />

sonó algo opaca y cansada<br />

en determinados momentos.<br />

Interpretó de forma convincente,<br />

apoyado en sólidos<br />

recursos actorales, la ascensión<br />

y caída del sátrapa bipolar,<br />

pusilánime y dubitativo<br />

Susan Neves y Carlos Álvarez en Macbeth de Verdi en Las Palmas<br />

títere del destino, y defendió<br />

con gallardía y bravura al<br />

usurpador regicida, asesino<br />

del sueño, pero dio la impresión<br />

de no sentirse totalmente<br />

cómodo. Llegó a su conmovedora<br />

aria final de tigre<br />

acorralado, una de las más<br />

bellas del catálogo verdiano<br />

y piedra de toque para los<br />

cantantes de su cuerda, Pietà,<br />

rispetto, amore, mostrando<br />

claros signos de fatiga<br />

vocal, pero el público supo<br />

refrendar calurosamente el<br />

reencuentro con el cantante<br />

y su generosa entrega.<br />

A Banquo, servido por el<br />

bajo Marco Spotti, de instrumento<br />

noble y broncíneo, de<br />

sonido bien proyectado, algo<br />

monocorde, le faltaron autoridad<br />

y carisma. El tenor<br />

tinerfeño Jorge de León, en el<br />

que hay depositadas muchas<br />

expectativas, supo aprovechar<br />

brillantemente la única<br />

oportunidad de lucimiento<br />

que se le concede a Macduff<br />

y caldeó el ambiente con voz<br />

heroica en una vibrante y<br />

sentida recreación de Ah, la<br />

paterna mano y se ganó a<br />

pulso una de las más cerradas<br />

ovaciones de la noche.<br />

Brillantísimo el coro,<br />

pilar indiscutible de estas<br />

temporadas, gobernado<br />

admirablemente por Olga<br />

Santana. Patria oppressa<br />

constituyó otro de los instantes<br />

gloriosos de la velada.<br />

El bienintencionado y<br />

descontextualizado montaje,<br />

ideado con talento y oficio<br />

por Mario Pontiggia, con un<br />

pie en Visconti y otro en<br />

Kenneth Branagh, aderezado<br />

con la proyección de imágenes<br />

filmadas en escenas<br />

como la llegada del rey Duncan<br />

al castillo de la siniestra<br />

pareja o la batalla del cuarto<br />

acto, quedó demasiado hierático,<br />

geométrico y encorsetado.<br />

La barbarie y el salvajismo<br />

originales terminaron<br />

diluyéndose en un marco<br />

demasiado palaciego y cortesano,<br />

trazado con tiralíneas.<br />

Con el verismo efectista y<br />

contundente de Andrea Chénier,<br />

paseo por el amor y la<br />

muerte en los tiempos de la<br />

Revolución Francesa, ha finalizado<br />

con éxito la presente<br />

temporada de los Amigos<br />

Canarios de la Ópera.<br />

La coproducción de los<br />

Teatros Regio de Parma y<br />

Bellini de Catania, dirigida<br />

por Ivan Stefanutti, de corte<br />

clásico y conservador, fiel a<br />

la época en la que transcurren<br />

los hechos, resulta a<br />

estas alturas casi tan provo-<br />

cadora como los montajes<br />

más transgresores. El terceto<br />

protagonista supo estar a la<br />

altura de las circunstancias.<br />

El tenor dominicano Francisco<br />

Casanova se atrevía a<br />

medir sus fuerzas por vez<br />

primera con el papel del<br />

poeta atormentado y se presentaba<br />

ante la afición local.<br />

Tras un debut algo deslucido<br />

y apagado por algún problema<br />

respiratorio, a partir de la<br />

segunda función, mucho más<br />

desahogado, desplegó<br />

pujantemente una voz de<br />

irresistible y perturbadora<br />

belleza. Algo desbordado<br />

por las exigencias dramáticas<br />

del personaje, supo con inteligencia,<br />

arrojo y valentía<br />

realzar sus acentos más líricos<br />

y cálidos, fraseando con<br />

inmaculada y exquisita elegancia<br />

en sus arias y dúos.<br />

La soprano chilena Verónica<br />

Villarroel, también<br />

debutante en el rol y en esta<br />

plaza, mostró una voz mórbida<br />

y aterciopelada, de precioso<br />

esmalte en el registro<br />

central y de graves sonoros y<br />

redondos. Su variadísima<br />

paleta de ricos matices y la<br />

dulzura de sus ingrávidos<br />

pianísimos, a pesar de la rigidez<br />

de algún agudo tirante,<br />

insuflaron emoción, humanidad<br />

y vehemencia a su sensible,<br />

vulnerable y apasionada<br />

Maddalena di Coigny, con<br />

maneras de gran artista, y<br />

alcanzó en La mamma morta<br />

uno de los momentos culminantes<br />

de su meritoria y<br />

comunicativa actuación. El<br />

barítono Alberto Gazale dio<br />

vida a Carlo Gérard con buenos<br />

medios y óptima escuela.<br />

El coro, muy acertado y<br />

preciso en sus breves y difíciles<br />

intervenciones. El director<br />

de orquesta, Guido Ajmone-Marsan,<br />

experto concertador,<br />

realizó una lectura a<br />

ratos demasiado sinfónica.<br />

Luis F. Rivero Pérez


28<br />

ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

Estreno en Madrid de El caso Makropulos<br />

ELINA MONROE<br />

Teatro Real. 16-VI-2008. Janácek, El caso Makropulos. Angela Denoke, Charles Workman, Vincent Le Texier, Deanne Meek,<br />

Tomasz Konieczny, David Kuebler, Ales Briscein, Ryland Davies. Director musical: Paul Daniel. Director de escena:<br />

Krzysztof Warlikowski. Escenografía y figurines: Malgorzata Szczesniak.<br />

Al estreno de El caso<br />

Makropulos del 16 le precedió<br />

un magnífico concierto<br />

del Cuarteto Janácek<br />

el día 5 en la sala<br />

Gayarre: los dos de Janácek<br />

y el Primero de Smetana,<br />

un esplendoroso recital del<br />

que no podemos dar mayor<br />

cuenta. Conste que volvió<br />

ese cuarteto al Real después<br />

de 21 años… sólo que ahora<br />

sus componentes son otros,<br />

como otro es el teatro.<br />

No recomendaríamos la<br />

puesta en escena de El caso<br />

Makropulos para iniciarse en<br />

este título. Lo mejor sería oír<br />

el CD de Mackerras o ver el<br />

DVD de Glyndebourne y<br />

luego ir al Real a disfrutar de<br />

esta preciosa, inspirada, imaginativa,<br />

humorística lectura<br />

escénica de Warlikowski,<br />

que para sugerir la figura de<br />

Emilia Marty utiliza al menos<br />

tres iconos cinematográficos,<br />

con proyecciones incluidas:<br />

Marilyn, por sí misma; más<br />

King Kong y Sunset Boulevard.<br />

No será necesario glosar<br />

la fascinación permanente<br />

de Marilyn en relación<br />

con la inmortalidad de Emilia,<br />

ni el hechizo del gorila<br />

ante la belleza irresistible de<br />

la joven rubia para definir el<br />

punto de vista de los admiradores<br />

de la diva inmortal<br />

(¡somos el mono!), ni la<br />

decadencia algo grotesca de<br />

Norma Desmond en el film<br />

de Wilder como reflejo del<br />

final de Elina Makropulos en<br />

su arioso de moribundia. Por<br />

lo demás, Warlikowski reduce<br />

a 8 los personajes, de<br />

manera que potencia a Krista<br />

(Deanne Meek), en el original<br />

personaje “positivo”<br />

pero a menudo silencioso, a<br />

partir de dos personajes subalternos<br />

que aquí cambian<br />

de naturaleza; el tramoya del<br />

acto segundo lo asume el<br />

cantante que interpreta a<br />

Kolenaty (Tomasz Konieczny).<br />

Una infidelidad más,<br />

creemos que de más excelente<br />

resultado: Krista, al<br />

MADRID<br />

Angela Denoke como Emilia Marty en El caso Makropulos de Janácek en el Teatro Real<br />

final, imita a la diva, se viste<br />

como ella, va a sustituirla;<br />

hasta el punto de que no<br />

quema el documento Makropulos,<br />

como está marcado,<br />

sino que trata de hacerse<br />

con él, aunque sin éxito.<br />

Es sabio Warlikowski, y<br />

usa de diversos niveles verticales<br />

y horizontales, uno de<br />

los secretos de la amenidad<br />

escénica. Se sirve para ello<br />

de una escenografía muy “de<br />

cine”, a veces pop o modernista,<br />

a veces cotidiana,<br />

siempre funcional de Malgorzata<br />

Szczesniak, que también<br />

firma los contrastados y<br />

bien definidos figurines. La<br />

escenografía puede parecer<br />

a veces gratuita, pero siempre<br />

acabamos por comprender<br />

el papel que cumple,<br />

como esa piscina del tercer<br />

acto, que al final sirve precisamente<br />

para hundir el<br />

documento de la inmortalidad.<br />

Eso sí, tanto la puesta<br />

como la escenografía y las<br />

propias proyecciones llevan<br />

a veces a una confusión que<br />

se salva sólo si conoces la<br />

obra previamente.<br />

Regresa Angela Denoke<br />

al Real, y ahora triunfa en<br />

un papel difícil pero lucido<br />

en el que se han acumulado<br />

tradiciones de divas, que<br />

ella sabe remontar y casi<br />

hacer olvidar; después de<br />

todo, su personaje nunca se<br />

había asociado antes con<br />

Marilyn. Excelente Denoke,<br />

protagonista total, ya que no<br />

absoluta, de esta acertada<br />

escenificación de una obra<br />

difícil, por voz, por actriz,<br />

por sensibilidad lírica y dramática,<br />

y ahora con un<br />

director de escena que no<br />

va en su contra. Paul Daniel<br />

concierta con rigor a esa<br />

orquesta nutrida y rica en<br />

timbres y motivos e ideas, y<br />

a Denoke y los otros siete<br />

cantantes, que están muy<br />

adecuados, al margen de<br />

algún ahogo en cometidos<br />

con tesitura eventualmente<br />

diabólica. Por fin se estrena<br />

Makropulos en Madrid, unos<br />

meses antes de que vuelva<br />

Kat’a Kabanová. El ciclo<br />

Janácek del Real sigue adelante,<br />

ya falta menos para<br />

completarlo. Hasta ahora,<br />

no ha defraudado. Lavs Deo.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

Javier del Real


Juan Diego Flórez, la estrella esperada<br />

BELLEZA Y LANGUIDEZ<br />

ACTUALIDAD<br />

Madrid. Teatro Real. 2-VI-2008. Juan Diego Flórez, Ainhoa Garmendia, Alessandra Marianelli. Coro y Orquesta del Teatro Real.<br />

Director: Jesús López Cobos. Gluck, Orphée et Eurydice (versión de concierto).<br />

E l<br />

Teatro Real ha propuesto<br />

Orfeo y Eurídice, de<br />

Gluck, pero en estricta<br />

versión de concierto; y, además,<br />

en la versión francesa;<br />

y, finalmente, para tenor protagonista,<br />

no para mezzo (es<br />

sabido que el original era<br />

para castrato). Una ópera<br />

así, con su elemento visual y<br />

danzante, con sus tres únicos<br />

protagonistas que sólo al<br />

final están juntos, sufre en<br />

tales condiciones de cierta<br />

parálisis de oratorio. No<br />

están solos los tres solistas<br />

vocales, también hay un coro<br />

protagonista y una orquesta<br />

que es más que acompañamiento;<br />

esto es, que define<br />

acciones y situaciones concretas,<br />

como las famosas<br />

danzas ultraterrenas, de<br />

furias y de bienaventurados.<br />

Ahí hubo flojera, en la<br />

orquesta, algo cansina y lánguida<br />

en batuta y pupitres; a<br />

pesar de ese precioso concierto<br />

para flauta con apoyo<br />

de flauta segunda que dieron<br />

con magisterio la solista<br />

Aniela Frei y el maestro<br />

López Cobos, que tanto hace<br />

por la mejora de esta orquesta,<br />

en progreso notorio desde<br />

hace tiempo.<br />

Juan Diego Flórez era la<br />

estrella esperada por el<br />

público, que lo aplaudió a<br />

rabiar, acaso con exageración,<br />

por su bello timbre, su<br />

capacidad de fraseo, su<br />

indiscutible belcantismo de<br />

tenor ligero. Juan Diego Flórez<br />

bordó en muchos sentidos<br />

su Orfeo, un papel de<br />

presencia permanente que<br />

sólo en ocasiones cantan los<br />

Ganadores de Concursos Internacionales de Canto<br />

GALA DE SOPRANOS<br />

D esconozco<br />

los criterios<br />

con que son<br />

seleccionados los participantes<br />

de la esperada<br />

Gala Lírica del Teatro Monumental,<br />

secundada por una<br />

buena afluencia de público.<br />

Viene esto a cuento porque<br />

en su XV edición el noventa<br />

por ciento de las cantantes<br />

convocadas eran sopranos,<br />

casi todas españolas, la<br />

mayoría en la franja que<br />

está entre lo ligero y lo lírico<br />

(eso es normal, dada su<br />

juventud), con un único<br />

representante masculino, un<br />

barítono traído desde las<br />

lejanas tierras de Corea del<br />

Ainhoa Garmendia, Alessandra Marianelli y Juan Diego Flórez en Orfeo y Eurídice de Gluck<br />

Sur. Pero si la selección sorprendió<br />

por su poca variedad<br />

en tipologías vocales, y<br />

ello compromete a quien la<br />

efectuó, tampoco le anduvo<br />

a la zaga la sólo relativa formación<br />

técnica de algunos<br />

cantantes convocados para<br />

la ocasión, y ello, al margen<br />

del precioso empaquetado<br />

del acontecimiento, ya sólo<br />

es culpa de los cantantes o<br />

de sus maestros.<br />

Hablemos, pues, de las<br />

honrosas excepciones, sin<br />

preocuparnos de si ganaron<br />

o no el trofeo mayor en sus<br />

respectivos concursos. Por<br />

materia prima destacó la<br />

tenores y que en la agilidades<br />

reclama voz femenina.<br />

En cualquier caso, no hay<br />

teatro que no se honre con<br />

una voz como la del sensacional<br />

tenor peruano. Junto a<br />

él, espléndidas Alessandra<br />

Marianelli, en el Amor, papel<br />

que parece irle como un<br />

guante; y, en Eurídice, Ainhoa<br />

Garmendia, del vivero<br />

generoso del Orfeón Donostiarra.<br />

El Coro que dirige<br />

Peter Burian se desdobló<br />

con acierto entre lo pastoral<br />

Madrid. Teatro Monumental. 16-V-2008. Orquesta Sinfónica de RTVE. Director: Adrian Leaper.<br />

segoviana María Ruiz de<br />

Orduña, de voz grata —casi<br />

la única lírica— y dotada de<br />

cierta enjundia dramática en<br />

las arias finales de Don Carlo<br />

y Butterfly. Le convendría<br />

pulir algo la dicción, a veces<br />

poco diáfana, y mitigar la<br />

guturalidad de algunos ataques,<br />

lo que habrá de unirse<br />

a esa mayor personalidad y<br />

redondez vocal que, es de<br />

esperar, vendrán con los<br />

años y los teatros. La valenciana<br />

Maite Alberola, ya casi<br />

famosa pero aún sin los últimos<br />

hervores, sobresalió en<br />

la difícil Wally y en la cálida<br />

Marchenera de Torroba por<br />

MADRID<br />

y lo ultraterreno, y supo convertirse<br />

en ese otro personaje<br />

que acompaña y enfrenta<br />

a los protagonistas vocales.<br />

Se cierra el “ciclo Orfeo”<br />

de esta temporada en el<br />

Real, una idea que ha dado<br />

bastante de sí, aunque no<br />

tanto como esperaban todos.<br />

La apuesta ha merecido la<br />

pena, y ha de animar para<br />

empresas semejantes y más<br />

ambiciosas aún.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

los medidos reguladores —<br />

un hecho destacable— y por<br />

algunos matices dinámicos<br />

de calidad. Habrá de bucear<br />

aún más, empero, en su vena<br />

más tierna, y el fuelle más<br />

copioso ya vendrá. Sin un<br />

timbre muy luminoso, en fin,<br />

la mezzosoprano vasca Maite<br />

Maruri mostró en Barbero<br />

gran olfato rítmico y facilidad<br />

para la coloratura; y no calca<br />

a la gran Berganza en el Tango<br />

de la Menegilda, acaso el<br />

más vulgar fragmento de<br />

música zarzuelera que<br />

conozco.<br />

J. Martín de Sagarmínaga<br />

Javier del Real<br />

29


30<br />

ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

Temporada de la OCNE<br />

IMPULSO Y PRECISIÓN<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 1-VI-2008. Orquesta Nacional de España. <strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong>, pianista y director. Obras de<br />

Mozart y Schubert. 8-VI-2008. Julian Rachlin, violín. ONE. Director: Kirill Petrenko. Obras de Kodály, Sibelius y<br />

Rachmaninov. 15-VI-2008. Angela Brown, soprano; Ekaterina Gubanova, mezzo; Andrew Richards, tenor; Deyan Vatchkov,<br />

bajo. OCNE. Director: Josep Pons. Verdi, Réquiem.<br />

Z acharias,<br />

en su doble<br />

faceta de director y pianista,<br />

nos dio la posibilidad<br />

de acercarnos a una obra<br />

infrecuente cual es la música<br />

incidental escrita por Schubert<br />

para el drama Rosamunde<br />

de Helmina von Chézy, de<br />

la que habitualmente sólo se<br />

escuchan tres o cuatro piezas.<br />

El artista alemán reordenó a<br />

su aire los once números. Lo<br />

atractivo de la propuesta y la<br />

juiciosa elección de los tempi<br />

compensaron los desequilibrios<br />

de muchos instantes, a<br />

partir de una plantilla escogida<br />

que empleaba, por ejemplo,<br />

igual número de chelos<br />

que de contrabajos (5). Nos<br />

pareció en exceso rudo el<br />

sonido, escaso el empaste<br />

general, deficiente el balance<br />

entre metales y cuerdas y un<br />

punto rígido el planteamiento<br />

rítmico, denotado particular-<br />

mente en el crescendo que<br />

marca el ascenso al clímax de<br />

la obertura (que es la del<br />

melodrama El arpa mágica).<br />

El Coro y sus solistas (Burgos,<br />

Mesa, Pardell, Rodríguez<br />

Torres) hicieron un aceptable<br />

trabajo.<br />

El artista alemán había<br />

planteado antes una animada<br />

obertura de El rapto en el<br />

serrallo; y un Concierto nº 25<br />

de Mozart tocado según la<br />

edición Bärenreiter, que<br />

modifica algunos de los<br />

usuales compases. La frescura<br />

del acento, la finura del<br />

dibujo, la masculinidad poética<br />

del canto, la severidad de<br />

la forma y al tiempo lo aéreo<br />

de la sonoridad —con pasajes<br />

confusos en la introducción—<br />

nos complacieron.<br />

Pudimos degustar y saborear<br />

una interpretación en la que<br />

prevalecieron los valores<br />

Ciclo de la Universidad Politécnica<br />

RIESGO Y EQUILIBRIO<br />

constructivos del diálogo.<br />

Petrenko es un director<br />

menudo, nervioso, sólido;<br />

virtudes que contrarresta con<br />

un escaso sentido para la<br />

elevación lírica y para el<br />

detalle preciosista. Nos brindó<br />

una robusta y bien trabada<br />

versión de las Danzas<br />

sinfónicas de Rachmaninov,<br />

suficientemente bien expuestas<br />

como para que no se nos<br />

hicieran en exceso plúmbeas.<br />

Menos lustrosa la Suite<br />

Háry János de Kodály, carente<br />

de gracia y poco colorista.<br />

En routine el acompañamiento<br />

al excelente Rachlin<br />

en el Concierto de Sibelius.<br />

La temporada se cerró<br />

con una interpretación enjuta,<br />

bien diseñada, seca desde<br />

un punto de vista rítmico del<br />

Réquiem de Verdi, en el que<br />

Pons, siempre enemigo de<br />

las elongaciones, se mostró<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 24-V-2008. Nicola Benedetti, violín. Real Orquesta Nacional Escocesa. Director:<br />

Stéphane Denève. Obras de Mendelssohn, Sibelius, Debussy y Ravel.<br />

C on<br />

la Obertura de “Las<br />

Hébridas” comenzó<br />

una velada que fue in<br />

crescendo en calidad e implicación<br />

interpretativa. La<br />

batuta de Stéphane Denève<br />

justificó el hecho de ser objeto<br />

de atención en el panorama<br />

internacional como un<br />

músico inquieto que denota<br />

cuestionarse planteamientos<br />

tradicionales y asume cierto<br />

grado de riesgo sin perder<br />

de vista el equilibrio.<br />

Sobre el podio madrileño,<br />

su gesto amplio, grande,<br />

fue ganando en flexibilidad y<br />

comunicatividad a medida<br />

que se iba liberando de una<br />

rigidez quizá producto de<br />

perseguir la precisión como<br />

concepto prioritario. La decisión<br />

de enfrentar las dos sec-<br />

ciones de violines, e intercalar<br />

violonchelos y contrabajos<br />

entre ambas, proporcionó<br />

redondez a la sonoridad de<br />

la orquesta, pero, a cambio,<br />

restó riqueza y empaste a la<br />

cuerda aguda y una mayor<br />

diversificación dinámica<br />

general.<br />

STÉPHANE DENÈVE<br />

Henry Fair<br />

El espinoso Concierto de<br />

Sibelius fue abordado por la<br />

violinista italo-escocesa con<br />

un ímpetu juvenil que no le<br />

sirvió en todo momento para<br />

superar las dificultades técnicas<br />

que plantea la página. Su<br />

sonido, de vibrato intenso y<br />

amplio, no siendo excesiva-<br />

claro, preciso, y defendió<br />

unos tempi muy plausibles.<br />

La rapidez imprimida a la<br />

fuga del Libera me no restó<br />

transparencia al contrapunto,<br />

en el que colaboró a satisfacción,<br />

en uno de sus mejores<br />

días, el Coro. La Nacional<br />

sonó estupendamente, con<br />

alguna excepción: dubitativa<br />

entrada de los chelos en el<br />

Ofertorio. Del cuarteto vocal<br />

solista sobresalieron Angela<br />

Brown segura, mejor en el<br />

forte que en el piano, y Ekaterina<br />

Gubanova, soprano<br />

más que mezzo, de grave<br />

débil. El tenor Andrew<br />

Richards tiene agudos, pero<br />

su canto parece un tanto<br />

remilgado, con abuso de pianos<br />

engolados. Opaco y de<br />

pequeño volumen el bajo<br />

Deyan Vatchkov.<br />

Arturo Reverter<br />

mente grande, quedó encubierto<br />

en más de una ocasión<br />

por el ropaje orquestal.<br />

En la segunda parte nos<br />

encontramos con un Denève<br />

más bregado en los terrenos<br />

que pisaba. Optó por abordar<br />

el repertorio francés bajo la<br />

homogeneidad del pulso y la<br />

objetividad del fraseo, sin<br />

detenerse a recrear un excesivo<br />

detallismo. Tras un Segundo<br />

Cuaderno de Imágenes de<br />

Debussy fluido y rítmico, la<br />

intensidad emocional fue<br />

aumentando hasta cerrar el<br />

programa poniendo en pié<br />

una lectura de La valse elegante<br />

y coreográfica, justamente<br />

correspondida por la<br />

temperatura de los aplausos.<br />

Juan García-Rico


Juventudes Musicales<br />

TODOS MIRARON<br />

HACIA ATRÁS<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 20-V-2008. Janine Jansen, violín.<br />

Orquesta de Cámara Andrés Segovia. Director: Arild Remmerit.<br />

Obras de Mendelssohn y Bruch. 5-VI-2008. The English Baroque<br />

Soloists. Monteverdi Choir. Director: John Eliot Gardiner. Obras<br />

de Poulenc, Duruflé y Bruckner.<br />

M ax<br />

Bruch, solemne y<br />

algo plomizo sinfonista,<br />

brindó su inspirado<br />

Concierto para violín en<br />

sol menor para que Janine<br />

Jansen —no sólo en plenitud<br />

de medios sino en perfecta<br />

comunión con la obra—<br />

pudiera lucirse como intérprete<br />

y como instrumentista.<br />

¡Y qué plenitud arrolladora la<br />

de esos medios! Luminosa e<br />

intensa, secundada con entusiasmo<br />

por el director Arild<br />

Remmerit, la visión de Jansen<br />

estuvo henchida de emoción,<br />

de cálidas inflexiones,<br />

de instantes de prodigiosa<br />

ingravidez. Quizá hoy sólo<br />

Isabelle van Keulen sea<br />

capaz de ofrecer una versión<br />

de tal altura de esta obra.<br />

Menos trascendidas sus lecturas,<br />

pero a su vez adecuadas,<br />

el citado Remmerit ofreció<br />

versiones enérgicas y llenas<br />

de joie de vivre de Las<br />

Hébridas y de la Cuarta Sinfonía<br />

de Mendelssohn, bien<br />

intuido que éstas no son las<br />

únicas cualidades necesarias<br />

para abordar las dos páginas<br />

citadas, cuya exposición fue<br />

clara, su articulación bien<br />

puntuada, y la polifonía —<br />

muy densa en la segunda—<br />

desentrañada con no menos<br />

destreza que vigor.<br />

Está claro que los compositores<br />

del concierto de<br />

música coral de Gardiner<br />

miraron hacia atrás, con una<br />

larga mirada inquisitiva. Poulenc<br />

(cuya procedencia última<br />

es la tradición medieval,<br />

las loas a María, el gregoriano<br />

y su rico fraseo), ofreció<br />

su bello motete O magnum<br />

mysterium mecido entre suaves<br />

armonías, como muestra<br />

de contrapunto vocal irreal y<br />

dulce. Frente a esa laxitud,<br />

su otro motete, con sus briosas<br />

articulaciones en staccato,<br />

le sirvió casi de imagen<br />

especular. Duruflé y su<br />

JANINE JANSEN<br />

Réquiem (con Fauré como<br />

más obvia referencia), amigos<br />

remotos del firmante,<br />

fueron recuperados de pronto<br />

en una misa sin intimidaciones,<br />

con un coro de evidente<br />

fantasía y un imaginativo<br />

órgano (sobre todo en<br />

los nºs I al III) que, pese a su<br />

soledad, sustituía con ventaja<br />

a toda una orquesta. Bruckner<br />

(que se retrotrae hasta la<br />

polifonía renacentista), en su<br />

Misa nº 2 es más ceñido de<br />

lo habitual pero no menos<br />

metalúrgico, con un dispositivo<br />

sólo de viento-madera.<br />

Sir John, flexible y escueto,<br />

algo soft, alterna momentos<br />

sublimes y otros casi horrísonos,<br />

cuando lleva al coro por<br />

encima del mezzoforte, comprometiendo<br />

calidad e inteligibilidad.<br />

Elástico coro el<br />

suyo, donde nadie es más<br />

picudo que los otros.<br />

J. Martín de Sagarmínaga<br />

Kasskara<br />

ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

31


32<br />

ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

XIV Ciclo de Lied<br />

COLORATURA Y TEMPERAMENTO<br />

Madrid. Teatro de la Zarzuela. 19-V-2008. Diana Damrau, soprano; Stephan Matthias Landemann, piano. Obras de C y R. Schumann,<br />

Mendelssohn, Berg, Zemlinsky y Strauss. 10-VI-2008. Waltraud Meier, mezzo; Josef Breinl, piano. Obras de Schubert y Strauss.<br />

N o<br />

es frecuente que una<br />

soprano de coloratura<br />

encare el repertorio de<br />

cámara, Damrau lo hace con<br />

gran solvencia vocal, musical<br />

y hasta diríamos que literaria,<br />

por la minucia y claridad de<br />

su dicción, siempre cargada<br />

con intenciones elaboradas y<br />

precisas. Desde luego, lo<br />

más granado de su registro<br />

está en el extremo superior y<br />

así lo demostró al añadir<br />

como propina Amor de<br />

Strauss sobre un poema de<br />

Brentano con título en latín.<br />

Se quedó como si tal cosa en<br />

el sobreagudo con agilidades,<br />

hizo trinos sucesivos en<br />

cuatro cadencias y todos los<br />

adornos que se le pidieran.<br />

Ibermúsica<br />

BELLEZA A RAS DE SUELO<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 28, 29-V-2008. Sinfónica de Londres. Director: Colin Davis. Obras de Schubert y Bruckner.<br />

Colin Davis ha sabido<br />

siempre construir con<br />

suma habilidad sus edificios<br />

orquestales, plantear<br />

con claridad sus estructuras,<br />

dinamizar con fortuna sus<br />

acentos, marcar sin problemas,<br />

tapujos y dudas sus ritmos;<br />

frasear con la mayor de<br />

las solturas. Imponer a los<br />

instrumentistas una ley aceptada<br />

de buen grado gracias a<br />

la cordialidad de su trato.<br />

Maestro diligente, vitalista,<br />

amigo de texturas claras, trabajadas<br />

con rapidez, con<br />

presteza antes que con<br />

minuciosidad o con una<br />

visión profunda de la forma<br />

y un análisis cuidadoso del<br />

contenido. Pero eficaz, probo<br />

a la hora de ofrecer sin<br />

dobleces su diáfano mensaje.<br />

Básicamente, muchas de<br />

estas características continúan<br />

definiendo su estilo. Claro<br />

que ahora, cuando el director<br />

tiene ya 80 años, las<br />

maneras son más pausadas,<br />

el gesto más lento y más<br />

estricto, algo más estudiado.<br />

En el resto del programa,<br />

adecuó inteligentemente sus<br />

medios a las exigencias del<br />

género en el medio y el grave,<br />

en especial con las Canciones<br />

tempranas de Alban<br />

Berg, teñidas de voluptuosidad<br />

expresionista. Apianó<br />

para bajar desde el agudo y<br />

apuró sus vibraciones para<br />

dar dramatismo cuando<br />

cabía hacerlo. Lo mejor fue<br />

el clima de ensoñación y<br />

lirismo en piezas como La<br />

flor de loto (Schumann) y los<br />

Strauss Mañana y La noche.<br />

Solvente y atento, el solidario<br />

acompañante Landemann.<br />

Meier, mezzo con amplia<br />

extensión de soprano, rica<br />

timbración, bella pastosidad<br />

Con este bagaje Davis,<br />

con la colaboración de la<br />

espléndida orquesta londinense,<br />

ha planteado unas<br />

versiones luminosas, biensonantes,<br />

rotundas en ciertos<br />

aspectos, de las cuatro obras.<br />

Y lo hemos pasado estupendamente.<br />

Lo escuchado es<br />

suficiente si no queremos<br />

ahondar en el sentido de las<br />

interpretaciones. Pero hemos<br />

de ser justos. Aquí estamos<br />

para aquilatar en lo posible.<br />

En verdad, sólo nos ha satisfecho<br />

la versión de la Sinfonía<br />

nº 5 en si bemol mayor<br />

de Schubert. Ha sido una<br />

aun en tramos velados, cálido<br />

temperamento y cortante recitación,<br />

mejora su actuación<br />

camerística. No siempre es<br />

impecable: algunas frases terminaron<br />

bruscamente y cierto<br />

agudo caló pero se impuso<br />

por su genio interpretativo,<br />

sobre todo en las piezas que<br />

componen escenas, exhiben<br />

personajes o exigen un<br />

empleo dramático. Los mejores<br />

Schubert fueron, entonces,<br />

Margarita en la rueca y El rey<br />

de los elfos. Lo mismo ocurrió<br />

en Strauss, especialmente<br />

Liberado, de oscuro y arrollador<br />

empuje, y una imponente<br />

Dedicatoria. En la segunda<br />

parte abordó las straussianas<br />

Cuatro últimas canciones,<br />

COLIN DAVIS<br />

aproximación de rara limpidez,<br />

esbelta, aérea, de logradas<br />

dinámicas y acentos, de<br />

tempi que nos han parecido<br />

justos; de refinada pero al<br />

tiempo agreste tímbrica. La<br />

orquesta ha cantado magníficamente<br />

en el Menuetto, con<br />

un ländler intermedio maravilloso.<br />

Poesía cercana y<br />

natural.<br />

El nivel no ha sido el<br />

mismo en la Incompleta, la<br />

nº 8 en si menor. Aunque el<br />

dibujo general tuvo presencia<br />

y nitidez y los músicos<br />

tocaron igual de bien, la<br />

batuta no llegó a dar la trági-<br />

Alberto Venzago<br />

despedida serena de Strauss.<br />

Desde luego, hacerlas con<br />

piano disminuye su potencia,<br />

pues Strauss fue, entre otras<br />

cosas, un orquestador supremo<br />

y el conjunto acolcha<br />

mejor a la voz y proporciona<br />

más armónicos que el solitario<br />

instrumento. Meier devanó<br />

los poemas de Hesse con<br />

autoridad e intención. En las<br />

propinas descolló en un<br />

intenso y extático Mahler, Luz<br />

original, y un vibrante Wolf,<br />

Despedida. Breinl aportó un<br />

poder sonoro y una impetuosa<br />

y decidida expresividad,<br />

proporcionales a la importancia<br />

vocal de la cantante.<br />

Blas Matamoro<br />

ca dimensión del turbulento<br />

desarrollo del primer movimiento<br />

ni la elevación lírica<br />

del segundo. La falta de<br />

remate determinó también el<br />

resultado en Bruckner. No<br />

parece encontrarse el director<br />

especialmente a gusto<br />

ante estos pentagramas, a los<br />

que se enfrenta al final de su<br />

carrera. Fueron interpretaciones<br />

de oficio, pero lastradas<br />

por una falta de habilidad<br />

para organizar las progresiones,<br />

una aparente incapacidad<br />

para aplicar el rubato<br />

adecuado y provocar la<br />

expresión idónea. No penetró,<br />

por ejemplo, en lo inefable<br />

de algunos instantes de<br />

la Séptima: compases previos<br />

a la coda del primer movimiento;<br />

final del segundo…<br />

La Sexta, obra tan rica en<br />

efectos tímbricos, en inesperadas<br />

soluciones, nos pareció<br />

construida un poco a trompicones,<br />

tocada como de<br />

manera fragmentada.<br />

Arturo Reverter


Temporada del CDMC<br />

KRONOS CONTRA CAPUÇON<br />

Madrid. Auditorio 400 del MNCARS. 19-V-2008. Cuarteto Kronos. Obras de Meek, Thirlwell, Café Tacuba y otros.<br />

2-VI-2008. Renaud Capuçon, violín; Gautier Capuçon, violonchelo, Gérard Caussé, viola. Obras de Beffa,<br />

Kancheli, Dusapin y Schnittke.<br />

D os<br />

maneras completamente<br />

diferentes de<br />

afrontar el reto de la<br />

música contemporánea se<br />

han mostrado en el último<br />

mes en el CDMC: el americano<br />

Kronos Quartet, convertido<br />

en fenómeno de masas, y<br />

los hermanos Capuçon —en<br />

este caso acompañados del<br />

viola solista del Ensemble<br />

InterContemporain—, que<br />

van generando más y más<br />

admiradores en cada nueva<br />

visita a nuestro país.<br />

El concierto del Kronos<br />

Quartet fue un gran espectáculo,<br />

de ellos quizá debieran<br />

aprender otros grupos la<br />

importancia de una mínima<br />

puesta en escena que acompañe<br />

la música, a pesar de<br />

que sin duda se trata de grandes<br />

intérpretes en esta ocasión<br />

quizá olvidaron el entor-<br />

GAUTIER Y RENAUD CAPUÇON<br />

no en el que se encontraban<br />

—Temporada del CDMC— y<br />

ofrecieron un concierto en<br />

exceso simplista en lo musical,<br />

a pesar de lo cual el<br />

público ovacionó hasta conseguir<br />

cuatro bises, bastante<br />

parecidos a los ofrecidos en<br />

su concierto de hace dos<br />

años, entre los que se encontraban<br />

grandes clásicos del<br />

grupo como Sigur Ros.<br />

Como contraposición nos<br />

encontramos con el concierto<br />

de los hermanos Capuçon,<br />

músicos que respetan la<br />

música y que desean en cada<br />

nueva presentación dar toda<br />

su calidad y su curiosidad<br />

por ampliar su repertorio.<br />

Comenzó el concierto con<br />

un dúo compuesto para sus<br />

intérpretes por el joven compositor<br />

francés Karol Beffa,<br />

obra tonal y con gran belleza<br />

melódica, sorprendentes en<br />

un compositor francés, que<br />

cautivó al público. El Trío de<br />

Kancheli, obra compleja por<br />

sus enormes contrastes, nos<br />

ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

mostró el fantástico trabajo<br />

de grupo realizado por los<br />

tres músicos, pero sin duda<br />

la segunda parte nos trajo lo<br />

mejor del concierto, abriendo<br />

con una obra de Dusapin<br />

para viola sola, In Nomine,<br />

dedicada a su intérprete, y<br />

cerrando con el complejo<br />

Trío de Schnittke, compositor<br />

que una vez fue dodecafónico<br />

pero que encontró su<br />

verdadero estilo en una<br />

música ecléctica en la que lo<br />

más importante fue siempre<br />

la música, independientemente<br />

de las etiquetas.<br />

Estos conciertos nos han<br />

demostrado dos maneras<br />

diferentes de atraer a las<br />

masas, de crear afición, sólo<br />

queda pensar con cuál nos<br />

quedamos.<br />

Leticia Martín Ruiz<br />

33


34<br />

ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

Ciclo de la ORCAM<br />

ORIENTE Y OCCIDENTE<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 4-VI-2008. Arcángel, cantaor. Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Director: José<br />

Ramón Encinar. Obras de Chapí, Sotelo y Chaikovski. 17-VI-2008. Akiko Suwanai, violín; Gérard Caussé, viola. Coro de<br />

Radiotelevisión Española. ORCAM. Director: José Ramón Encinar. Obras de Bautista, Bartók y Ravel.<br />

D esempeñando<br />

de nuevo<br />

su titularidad, el<br />

maestro Encinar ofreció<br />

un programa con amplia<br />

representación española<br />

(toda la primera parte) estreno<br />

incluido de El rayo de<br />

tiniebla de Mauricio Sotelo.<br />

Se inició el concierto con<br />

la obra de Ruperto Chapí A<br />

Granada, la más importante<br />

de las que componen la Fantasía<br />

morisca, en la que se<br />

nota su alumbramiento primigenio<br />

para banda, pues<br />

una buena parte de ella tiene<br />

cierto aire militar. Obra colorista<br />

y con duende, fue<br />

expuesta con majeza y finura<br />

orquestal.<br />

El duende vino adueñándose<br />

de la partitura de Sotelo,<br />

con la magnífica aportación<br />

de Arcángel, un cantaor<br />

fino cuya parte soporta gran<br />

responsabilidad durante la<br />

obra, y que cantó seguiriya y<br />

soleá con línea y alarde. En<br />

el fragor de comienzo a cargo<br />

de orquesta y coro interviene<br />

el cantaor como uno<br />

más hasta que se independiza<br />

en su intervención. Queda<br />

un pedal, desde el que el<br />

autor va desarrollando climas<br />

Liceo de Cámara<br />

INMERSIÓN EN CORELLI<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 3, 5-VI-2008. Imaginarium. Enrico Onofri, violín y director. Corelli, Sonatas op. 5,<br />

más obras de Carbonelli, Billington, anónimo y Gabrielli.<br />

L a<br />

importancia histórica y<br />

musical de las Sonatas<br />

op. 5 de Corelli es bien<br />

conocida de aficionados y<br />

programadores, las obras<br />

gozan, de un tiempo a esta<br />

parte, de una inesperada<br />

revitalización en disco, pero<br />

con todo es muy rara, cuando<br />

no inexistente, la oportunidad<br />

de oírlas completas en<br />

dos sesiones consecutivas.<br />

Las dos veladas de Imaginarium<br />

propusieron esta que<br />

para algunos fieles del Liceo<br />

sonoros y el cantaor inicia su<br />

primera copla como tal, acunándole<br />

la cuerda y el coro.<br />

Distintos ambientes de luz y<br />

sombra hasta llegar a la soleá<br />

que, como debe ser, dice el<br />

cantaor en solitario; y la obra<br />

evoluciona hasta que las<br />

sonoridades se licuan en la<br />

tiniebla, en una partitura<br />

impregnada de inspiración<br />

trascendida y mística, que<br />

fue muy bien recibida por el<br />

público.<br />

Chaikovski, en la Suite nº<br />

2 op. 53, agrupa distintos<br />

caprichos orquestales, sin<br />

pretender la unidad ni la<br />

interrelación, logrando una<br />

obra, si no trascendente, vistosa,<br />

variada, que se reprodujo<br />

acertadamente.<br />

El concierto de clausura<br />

del ciclo de abono de esta<br />

Orquesta y Coro fue también<br />

regido por su titular en un<br />

programa de amplio aliento y<br />

bien pensado en su configuración.<br />

Se inició con la temprana,<br />

aunque muy madura,<br />

obra de Julián Bautista, autor<br />

perteneciente a esa generación<br />

semiperdida de preguerra.<br />

La elaboración cuidadosísima<br />

acredita la clase de Bau-<br />

de Cámara era una prueba<br />

un tanto exigente. El saldo<br />

final, no obstante, no pudo<br />

ser más positivo, puesto que<br />

se pudieron escuchar versiones<br />

de todo punto formidables.<br />

Onofri estuvo pletórico<br />

de musicalidad, elegancia,<br />

sentido de la fantasía, afinación,<br />

virtuosismo y estilo. Se<br />

escaló la cumbre de triunfo<br />

sobre las inclementes dificultades<br />

puestas al servicio<br />

de la música en una hipnótica<br />

interpretación de la<br />

tista, que se mueve en la<br />

sabiduría compositiva de un<br />

Korngold aunque sin perder<br />

de vista a Stravinski. La obra<br />

fue muy bien servida por<br />

Encinar y su orquesta atendiendo<br />

a sus ricas cualidades<br />

instrumentales y tímbricas.<br />

Con una intención en<br />

arco, se cerraba el programa<br />

con la Suite nº 2 de “Dafnis y<br />

Chloe”. En esta ocasión creo<br />

que el director madrileño no<br />

acertó plenamente, pues<br />

reprodujo su acostumbrado<br />

ENRICO ONOFRI<br />

AKIKO SUWANAI<br />

Folía, la obra que tan brillantemente<br />

cierra la colección.<br />

Las páginas de comple-<br />

Martin Richardson<br />

Ravel delicado y lleno de<br />

pinceladas, pero el contraste<br />

entre esto y las explosiones<br />

sonoras de la partitura resultó<br />

excesivo.<br />

En medio, dos obras de<br />

Béla Bartók que, aunque<br />

inevitablemente con su<br />

magistral sello, difieren en<br />

carácter. El Concierto para<br />

violín y orquesta nº 2 fue<br />

tocado maravillosamente por<br />

Akiko Suwanai, que sorprendió<br />

por un sonido precioso y<br />

lleno, que es capaz de adelgazar<br />

inverosímilmente,<br />

siempre con un sentido del<br />

legato, del ritmo —imprescindible<br />

en esta obra— y una<br />

musicalidad excepcionales.<br />

Ni que decir tiene que la técnica<br />

es impecable. Como lo<br />

es la del francés Caussé, bien<br />

conocido, para su parte del<br />

Concierto para viola y<br />

orquesta. Ambas obras fueron<br />

acompañadas sin mácula,<br />

y dado el rotundo éxito<br />

de los solistas, cada uno de<br />

ellos nos obsequió con sendos<br />

fragmentos bachianos al<br />

final de sus interpretaciones<br />

respectivas.<br />

José A. García y García<br />

mento permitieron no sólo<br />

lucirse al clavecinista Alessandro<br />

Palmeri, la arpista<br />

Margret Köll y el clavecinista<br />

Riccardo Doni, sino conocer<br />

un instante de la difusión<br />

corelliana en España gracias<br />

a la Corrente y Giga de la<br />

Op. 2, nº 7, en arreglo anónimo<br />

para arpa —acaso de<br />

Jordi Rodríguez— del<br />

manuscrito de Jaca. Dos<br />

magníficos conciertos.<br />

Enrique Martínez Miura


36<br />

ACTUALIDAD<br />

MÁLAGA / SANTIAGO<br />

Trusler en vez de Kuusisto<br />

DESTACADO IMPRESIONISMO<br />

Teatro Municipal Miguel de Cervantes. 24-V-2008. Matthew Trusler, violín. Coro Femenino Carmina Nova. Filarmónica de<br />

Málaga. Director: Karl Anton Rickenbacher. Obras de Mendelssohn, Brahms, Debussy y Ravel.<br />

La anunciada presencia<br />

del joven violinista finlandés<br />

Pekka Kuusisto para<br />

este concierto, después<br />

de su última y aclamada<br />

actuación en Málaga con<br />

la OFM, había despertado<br />

cierta expectación entre el<br />

público. Una indisposición<br />

en último momento ha propiciado<br />

su sustitución por un<br />

joven colega británico que<br />

está cada vez más reconocido<br />

en los circuitos internacionales,<br />

Matthew Trusler.<br />

Considerado por su compatriota,<br />

el afamado cronista<br />

Norman Lebrecht, como el<br />

llamado a suceder al Nigel<br />

Kennedy, dejó constancia de<br />

su clase como músico puesto<br />

al servicio de un extraordinario<br />

instrumento, un Stradivarius<br />

de amplio sonido en su<br />

dinámica y armónicos, y precisión<br />

de frecuencia en su<br />

emisión. Se puede considerar<br />

que este hecho fue el<br />

más destacado de su actua-<br />

MÁLAGA<br />

ción, en la medida en que<br />

hubo poco tiempo de ensayo<br />

para perfilar una más<br />

adecuada compenetración<br />

con el maestro Rickenbacher.<br />

La compleja belleza del<br />

Concierto para violín y<br />

orquesta en re mayor op. 77,<br />

de Johannes Brahms es una<br />

piedra de toque que descubre<br />

cualquier desajuste en la<br />

concertación, bien concebida<br />

desde el experimentado<br />

oficio del director suizo. Una<br />

vez más el Adagio central<br />

sirvió para imaginar una<br />

mejor interpretación del<br />

conjunto de la obra. La velada<br />

se inició con la obertura<br />

Die schöne Melusine, op. 32,<br />

de Felix Mendelssohn, sirviendo<br />

para anticipar las<br />

emociones que, desde la<br />

estética impresionista, habrían<br />

de constituirse en la<br />

experiencia más agradable<br />

de todo el concierto. Éstas<br />

no fueron otras que las contenidas<br />

en el famoso tríptico<br />

Ciclo de la Real Filharmonía de Galicia<br />

EXCESO DE DIVISMO<br />

sinfónico Nocturnes de Claude<br />

Debussy, magistral pieza<br />

llena de simbolismo trascendente<br />

que provoca la imaginación<br />

del oyente, llenándola<br />

de sensaciones en un alarde<br />

lírico de sonido envolvente.<br />

Rickenbacher trasmitió<br />

los secretos de esta obra<br />

con singular maestría y<br />

conocimiento, haciendo que<br />

la sequedad acústica del<br />

recinto cervantino pasara<br />

casi inadvertida, al conseguir<br />

que la orquesta emitiera un<br />

fluir sonoro de enorme plasticidad.<br />

En Nuages, el director<br />

siempre comunicó con<br />

una sutil y matizada conducción,<br />

consiguiendo el difícil<br />

resultado que suponen las<br />

gradaciones dinámicas que<br />

contiene. Otro tanto cabe<br />

decir de la luminosidad conseguida<br />

en las fanfarrias de<br />

las trompetas “asordinadas”<br />

de Fêtes que, en su movimiento<br />

perpetuo generó una<br />

mágica a la vez que palpi-<br />

Santiago de Compostela. Auditorio de Galicia. 5-VI-2008. Vadim Repin, violín. Real Filharmonía de Galicia. Director:<br />

András Ligeti. Obras de Beethoven y Bartók.<br />

Clausuró su temporada<br />

regular la Real Filharmonía<br />

de Galicia, en la que<br />

abundó la actuación de<br />

excelentes solistas, con la<br />

del ruso Vadim Repin,<br />

uno de los más notables<br />

del actual mundo violinístico,<br />

quien al abajo firmante<br />

había dejado deslumbrado<br />

con su interpretación del<br />

Concierto nº 1 de Shostakovich<br />

hace cinco años en<br />

Tenerife acompañado por<br />

Chailly y la Concertgebouw.<br />

En esta ocasión, interpretó el<br />

Concierto de Beethoven y<br />

aunque la sensación provocada<br />

por la extraordinaria<br />

belleza del sonido que<br />

obtiene de su Guarneri fue<br />

también deslumbrante, la<br />

SANTIAGO<br />

valoración interpretativa<br />

queda un tanto menoscabada<br />

por la evidencia de que<br />

Repin puso la música de<br />

Beethoven a su servicio,<br />

como han hecho tantos<br />

divos y particularmente<br />

algunos divos rusos, aunque<br />

ello sea hoy por fortuna<br />

menos frecuente. En especial,<br />

el desarrollo del Allegro<br />

inicial, aunque esté indicado<br />

ma non troppo, lo hizo interminable<br />

por su falta de<br />

vigor, cayendo en un puro<br />

manierismo que arrastró a la<br />

orquesta a una versión desangelada,<br />

consecuencia de<br />

que Ligeti se adaptó humildemente<br />

a la imposición del<br />

solista. La cosa mejoró bastante<br />

en los otros dos movi-<br />

mientos, como si Repin considerara<br />

que tras habernos<br />

dejado boquiabiertos con su<br />

belleza sonora, ya se podía<br />

volver a la normalidad, sin<br />

que aquella se perdiera. Una<br />

circense propina completó la<br />

actuación.<br />

La Música para cuerdas,<br />

percusión y celesta es una<br />

de las obras orquestales<br />

más magistrales de Bartók y<br />

de todo el siglo XX. Poder<br />

escucharla en vivo es muy<br />

de agradecer, dada la peculiar<br />

disposición de los instrumentos<br />

exigida por el<br />

compositor, esencial para<br />

captar lo deseados efectos<br />

espaciales y su extraordinaria<br />

riqueza de timbres, tal<br />

como señala X. M. Carreira<br />

tante sincronía orquestal. La<br />

intervención del coro de<br />

mujeres en Sirènes nunca<br />

estuvo a la altura del buen<br />

momento de la OFM, hecho<br />

que no resintió demasiado el<br />

resultado, que fue realzado<br />

por el magistral diminuendo<br />

conseguido a la terminación<br />

de la obra por el director,<br />

demostrando su alto sentir<br />

impresionista.<br />

Con la Alborada del gracioso<br />

de Maurice Ravel<br />

cerrando programa, la<br />

orquesta emitió sus mejores<br />

colores y matices tímbricos,<br />

poniendo fin a una de las<br />

citas sinfónicas de más interesante<br />

contenido de la temporada,<br />

en la que Rickenbacher<br />

ha podido destilar las<br />

esencias de los filarmónicos<br />

malagueños, que brillaron<br />

como en sus mejores ocasiones,<br />

logrando una más que<br />

relevante actuación.<br />

José Antonio Cantón<br />

en los comentarios al programa.<br />

Y estupendo resulta<br />

que la RFG incremente su<br />

repertorio con obras tan<br />

esenciales aunque, para esta<br />

en particular, tuviera que<br />

verse reforzada en toda la<br />

percusión exigida, salvo el<br />

timbalero. Su interpretación<br />

global fue más que digna a<br />

las órdenes de un profundo<br />

conocedor como Ligeti, que<br />

en esta obra sí pudo dar su<br />

versión, muy bien secundado<br />

por unas cuerdas que,<br />

en las dos secciones divididas<br />

estuvieron excelentes,<br />

en su sensible línea de<br />

mejora de las dos últimas<br />

temporadas.<br />

José Luis Fernández


Temporada de la OSE<br />

LA PSICOLOGÍA A<br />

TRAVÉS DEL SONIDO<br />

Auditorio Kursaal. 6-VI-2008. Han Na Chang, violonchelo.<br />

Sinfónica de Euskadi. Director: Tugan Sokhiev. Obras de<br />

Liadov y Chaikovski.<br />

No debe resultar tarea<br />

fácil entrar de lleno en la<br />

obra de una de las almas<br />

más tristes y atormentadas<br />

de la música universal<br />

como lo fue la del<br />

gran Piotr Ilich Chaikovski,<br />

cuya identidad sexual<br />

completamente reprimida<br />

se convirtió en el motor<br />

con el que compuso una<br />

obra tan vasta como extensa,<br />

y de bellos resultados con el<br />

uso y abuso del inexorable<br />

Fatum, con el que nos hace<br />

volar por líneas tan oníricas<br />

como idealizadas para regresar<br />

a la dura realidad de la<br />

existencia propiamente<br />

como tal. Escuchar a Chaikovski<br />

no deja siempre de<br />

ser un auténtico placer para<br />

el oído, pero hacerlo a través<br />

de la batuta de un director<br />

que no se conforma con buscar<br />

sólo un buen sonido,<br />

sino que va más allá de la<br />

pura corrección, que lo que<br />

desea es transmitir el estado<br />

psicológico del propio autor<br />

es ya otra cosa. El director de<br />

la convulsa Osetia del Norte<br />

Tugan Sokhiev supo hacerlo<br />

a través de la Sinfonía nº 5<br />

en mi menor, op. 64 donde<br />

brillaron con luz propia<br />

sobre todo trompa, oboe y<br />

clarinete en el Andante can-<br />

SAN SEBASTIÁN<br />

HAN NA CHANG<br />

tabile con alcuna licenza, así<br />

como la orquesta en su totalidad<br />

en el exagerado Finale:<br />

Andante Maestoso- Allegro<br />

Vivace, con un sonido tremendo,<br />

haciendo sudar la<br />

tinta china a todos los profesores<br />

de la orquesta a lo largo<br />

de la cuidada ejecución.<br />

Antes, hubo ocasión de<br />

disfrutar del buen hacer de la<br />

orquesta en la impresionista<br />

El lago encantado, obra llena<br />

de simbolismo y sonoridades<br />

sugerentes compuesta por<br />

Anatol Liadov y cuya interpretación<br />

resultó puro placer.<br />

Buen trabajo también el<br />

de la alumna de Rostropovich<br />

Han Na Chang, artista<br />

de hábiles y contundentes<br />

maneras, que supo buscar y<br />

encontrar su propio virtuosismo<br />

a lo largo de cada una<br />

de las Variaciones sobre un<br />

tema rococó para violonchelo<br />

y orquesta op. 33, obra de<br />

Chaikovski cuyo interés radica<br />

sólo en el lucimiento del<br />

solista. Y en esta ocasión<br />

todo se centró en ese lucimiento,<br />

de tal manera que<br />

hasta la propia batuta se dejó<br />

llevar en una dirección absolutamente<br />

supeditada al trabajo<br />

de Chang.<br />

Íñigo Arbiza<br />

Sheila Rock<br />

ACTUALIDAD<br />

SAN SEBASTIÁN<br />

37


38<br />

ACTUALIDAD<br />

SEVILLA<br />

Salvador final de temporada<br />

BIENVENIDO DÍPTICO: ZEMLINSKY<br />

Teatro de la Maestranza. 24-V-2008. Zemlinsky, Una tragedia florentina; El enano. Robert Künzli, James<br />

Johnson, Karolina Gumos. Astrid Weber, Sonja Mühleck, Jürgen Freier, Peter Bronder. Real Orquesta Sinfónica de<br />

Sevilla. Coro femenino de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza. Director musical: Pedro Halffter.<br />

Director de escena: Udo Samel.<br />

Como en la temporada<br />

anterior con Der ferne<br />

Klang (El sonido lejano)<br />

de Franz Schreker, el<br />

Teatro ha conseguido<br />

escribir una de sus páginas<br />

más brillantes con la apuesta<br />

del díptico de Zemlinsky<br />

(1872-1942), un compositor<br />

al que por fin parece que le<br />

ha llegado su hora en España.<br />

Las dos producciones,<br />

procedentes de la Ópera de<br />

Francfort (2006), han contado<br />

con unas interesantes<br />

escenografías, una buena<br />

dirección de actores, un<br />

homogéneo elenco vocal y<br />

una entusiasta batuta, la de<br />

Pedro Halffter, al frente de<br />

una ROSS potente y brillante.<br />

Una tragedia florentina,<br />

estrenada en Stuttgart en<br />

1917, está basada en la pieza<br />

homónima de Oscar Wilde.<br />

El libreto de Max Meyerfeld<br />

sigue muy fielmente el texto<br />

del escritor irlandés, y la<br />

música, de tonalidad tardía y<br />

rica en cromatismo, potencia<br />

la carga dramática de una<br />

historia donde las tensiones<br />

se van acumulando hasta su<br />

sorprendente final. Una habitación<br />

un tanto opresiva, que<br />

reproduce un conocido sótano<br />

art déco, es el espacio<br />

donde actúan los únicos tres<br />

personajes: Guido Bardi, el<br />

príncipe seductor, Simone, el<br />

viejo marido y rico comerciante,<br />

y Bianca, su mujer. El<br />

papel principal es el de<br />

Simone, que representó convincentemente<br />

el barítono<br />

James Johnson en un casi<br />

continuo monólogo, muy<br />

bien secundado por el tenor<br />

y la mezzo. La pieza, de<br />

aproximadamente una hora,<br />

es de un creciente dramatismo<br />

y no había necesidad<br />

alguna de alterar su originalísimo<br />

final: la reconciliación<br />

del marido y la mujer, que<br />

tras el asesinato del amante,<br />

se redescubren mutuamente;<br />

ella a él por su fortaleza, y él<br />

a ella por su belleza. Pues al<br />

SEVILLA<br />

Escenas de Una tragedia florentina (arriba) y El enano de Zemlinsky en el Teatro de la Maestranza<br />

director escénico no se le<br />

ocurre otra cosa que ella<br />

mate al marido, convirtiendo<br />

un drama muy ambiguo y<br />

moderno en un caduco drama<br />

verista. Udo Samel retrasa<br />

así en más de un siglo la<br />

hora de Zemlinsky.<br />

La segunda parte fue el<br />

estreno en España de El enano,<br />

Colonia, 1922, con libreto<br />

de Geor C. Klaren, extraído<br />

de manera muy libre del<br />

cuento El cumpleaños de la<br />

infanta, también de Oscar<br />

Wilde. El drama, ambientado<br />

en una atemporal corte<br />

española, radica aquí en la<br />

completa inconsciencia del<br />

enano ante su monstruoso<br />

aspecto, ya que nunca se ha<br />

visto en un espejo. La compasión<br />

se apodera de los<br />

espectadores al contemplar<br />

cómo el “monstruo”, regalo<br />

de cumpleaños para la<br />

infanta (en la ópera de 18<br />

años y no de 12 como en el<br />

cuento) se enamora de<br />

quien lo trata con crueldad y<br />

burla. El enano muere al<br />

reconocer su imagen frente<br />

el espejo. La música, más<br />

diatónica que la anterior, es<br />

de una gran expresividad y<br />

un hondo lirismo. El personaje<br />

protagonista estuvo<br />

encarnado magistralmente<br />

por Peter Bronder, bien<br />

secundado asimismo por los<br />

otros. La escenografía “meninesca”,<br />

de una insólita luminosidad.<br />

Buen broche final<br />

que ha salvado una temporada<br />

que naufragaba a la<br />

deriva del aburrimiento.<br />

Jacobo Cortines<br />

Guillermo Mendo


Sara Baras SWR Sinfonieorchester Baden-Baden und Freiburg Philippe Jaroussky “Carmen”<br />

Tugan Sokhiev<br />

69 Quincena Musical de San Sebastián<br />

4 agosto - 6 septiembre 2008<br />

AUDITORIO KURSAAL<br />

16/18/20 Agosto<br />

“Carmen”, Bizet<br />

Pablo González, director musical<br />

Nicolas Joel, director de escena<br />

Nancy Fabiola Herrera (Carmen), Massimo<br />

Giordano (Don José), Ainhoa Garmendia (Micaela),<br />

Ángel Ódena (Escamillo)…<br />

Orquesta Sinfónica de Euskadi<br />

Coral Andra Mari (J. M. Tife, director de coro)<br />

Escolanía Easo (G. Miranda, director de coro)<br />

(Producción de la Ópera de Toulouse)<br />

Patrocina: Kutxa<br />

• Precio: 80 / 64 / 51,20 / 41 / 10 euros<br />

23/24/25 Agosto<br />

Ballet Flamenco Sara Baras,<br />

“Carmen”<br />

Sara Baras, dirección, coreografia y escenografía<br />

Sara Baras, José Serrano, Luis Ortega, bailarines<br />

Patrocina (día 23): CIE Automotive<br />

• Precio: 45 / 36 / 28,80 / 23 / 10 euros<br />

26 Agosto<br />

Gustav Mahler Jugendorchester<br />

Colin Davis, director<br />

Nikolaj Znaider, violín<br />

“Concierto para violín y orquesta”, Sibelius;<br />

“Sinfonía fantástica”, Berlioz<br />

Patrocina: Banco Guipuzcoano<br />

• Precio: 50 / 40 / 32 / 25,60 / 10 euros<br />

28/29 Agosto<br />

Orquesta Nacional de España<br />

Josep Pons, director<br />

28 agosto: Homenaje a Ataúlfo Argenta (1913-1958)<br />

Orfeón Donostiarra (J.A. Sáinz, director de coro)<br />

Ofelia Sala, Albert Dohmnen, solistas<br />

“Requiem alemán”, Brahms<br />

Patrocina: Kutxa<br />

• Precio: 55 / 44 / 35,20 / 28,20 / 10 euros<br />

29 agosto: Homenaje a Olivier Messiaen (1908-1992)<br />

Coro Nacional de España<br />

(M. Barrera, directora de coro)<br />

Petra Lang, Ben Heppner, solistas<br />

“Tres pequeñas liturgias de la presencia divina”,<br />

Messiaen; “La canción de la tierra”, Mahler<br />

Colabora: El Mundo del País Vasco<br />

• Precio: 50 / 40 / 32 / 25,60 / 10 euros<br />

30 Agosto<br />

Orquesta Filarmónica Checa<br />

Manfred Honeck, director<br />

30 agosto:<br />

Claudio Bohórquez, violoncello<br />

“Concierto para cello y orquesta”, Dvorak;<br />

“Sinfonía nº1”, Mahler<br />

Patrocina: Caja Laboral<br />

e<br />

Ayuntamiento de San Sebastián<br />

Diputación Foral de Gipuzkoa<br />

Gobierno Vasco<br />

Ministerio de Cultura<br />

31 agosto:<br />

Measha Brueggergosman, soprano<br />

“Suite del caballero de la rosa”, “Cuatro últimos<br />

lieder”, “Una vida de héroe”, R. Strauss<br />

Patrocina: Naturgas Energia<br />

• Precio: 55 / 44 / 35,20 / 28,20 / 10 euros<br />

1 Septiembre<br />

Orquesta Sinfónica de Euskadi<br />

Andrey Boreyko, director<br />

Coral Andra Mari (J.M. Tife, director de coro)<br />

Javier Perianes, piano<br />

“Concierto para piano nº2”, Rachmaninov;<br />

“Los planetas”, Holst<br />

Patrocina: Euskaltel<br />

• Precio: 45 / 36 / 28,80 / 23 / 10 euros<br />

2/3 Agosto<br />

Orquesta Nacional del<br />

Capitolio de Toulouse<br />

Tugan Sokhiev, director<br />

2 sep: “Iolanta”, Tchaikovsky<br />

Solistas del Teatro Mariinsky de San Petersburgo<br />

Coro Easo (X. Rallo, director de coro)<br />

(Ópera en versión concierto)<br />

3 sep:<br />

Denis Matsuev, pianoa<br />

Obertura de “Ruslan y Ludmilla”, Glinka; “Rapsodia<br />

sobre un tema de Paganini”, “Danzas sinfónicas”,<br />

Rachmaninov<br />

Colabora: EITB<br />

• Precio: 50 / 40 / 32 / 25,60 / 10 euros<br />

5/6 Septiembre<br />

SWR Sinfonieorchester<br />

Baden-Baden und Freiburg<br />

Sylvain Cambreling, director<br />

Roger Muraro, piano<br />

5 sep: Homenaje a Olivier Messiaen (1908-1992)<br />

“L’Ascension”, “Oiseaux éxotiques para piano y<br />

orquesta”, Messiaen; “Adagio y fuga en do menor”,<br />

“Concierto para piano nº 17”, Mozart<br />

6 sep: Homenaje a Olivier Messiaen (1908-1992)<br />

Preludio del acto III y Embrujo de Viernes Santo de<br />

“Parsifal”, Wagner; “Couleurs de la cité céleste”,<br />

Messiaen; “Sinfonía nº 7”, Bruckner<br />

Patrocina: Antiguo Berri y Riberas del Urumea<br />

• Precio: 50 / 40 / 32 / 25,60 / 10 euros<br />

TEATRO VICTORIA EUGENIA<br />

4 Agosto<br />

Homenaje a Pablo Sarasate (1844-1908)<br />

“Capricho Sarasate”<br />

Ara Malikian Ensemble<br />

Juan Kruz Díaz de Garaio, coreografía y bailarín<br />

Obras de Arbós, Saint-Saëns y Sarasate<br />

(Producción de Quincena Musical)<br />

Patrocina: Juntas Generales de Guipuzcoa<br />

• Precio: 30 / 24 / 19,20 / 12 / 9,60 euros<br />

www.quincenamusical.com Tel.: 943 00 31 70 quincenamusical@donostia.org<br />

VENTA DE ENTRADAS / A partir del 23 de junio<br />

5 Agosto<br />

“Mis primeras cuatro estaciones”<br />

Ara Malikian, dirección y violín<br />

(Concierto infantil dramatizado sobre música de Vivaldi)<br />

Patrocina: El Diario Vasco<br />

• Precio: 6 / 3 euros<br />

8 Agosto<br />

Concerto Köln<br />

Ensemble Sarband<br />

“Sueño de Oriente”, obras de Gluck, Cantemir,<br />

Süssmayer, Mozart…<br />

• Precio: 35 / 28 / 22,40 / 14 / 11,20 euros<br />

19 Agosto<br />

Philippe Jaroussky, contratenor<br />

Musica Florea<br />

“Música en Praga y Dresde en 1722-1723”,<br />

obras de Zelenka<br />

• Precio: 40 / 32 / 25,60 / 16 / 12,80 euros<br />

22 Agosto<br />

Argia Dantza Taldea<br />

“Axeri-boda”<br />

Juan Antonio Urbeltz, dirección y coreografía<br />

(Espectáculo de danzas vascas)<br />

• Precio: 20 / 16 / 12,80 / 8 / 6,40 euros<br />

25 Agosto<br />

Orquesta Sinfónica de Galicia<br />

Ainhoa Arteta, soprano<br />

Víctor Pablo Pérez, director<br />

Obras de Ginastera, Ramírez, Piazzolla, Villa-Lobos...<br />

Patrocina: Audi<br />

• Precio: 45 / 36 / 28,80 / 18 / 14,40 euros<br />

27 Agosto<br />

Frank Peter Zimmermann, violín<br />

<strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong>, piano<br />

Heinrich Schiff, violoncello<br />

“Trío nº1 para piano en si bemol mayor”,<br />

“Trío nº2 para piano en mi bemol mayor”, Schubert<br />

• Precio: 45 / 36 / 28,80 / 18 / 14,40 euros<br />

4 Septiembre<br />

“El ángel lacrado”, R. Shchedrin<br />

Coro de la Radio Berlín<br />

Kiel Ballet<br />

Stefan Parkman, director<br />

Lars Scheibner, coreografía<br />

• Precio: 35 / 28 / 22,40 / 14 / 11,20 euros<br />

OTROS CICLOS<br />

Música Antigua,<br />

Chillida-Leku,<br />

Música Contemporánea,<br />

Órgano,<br />

Jóvenes Intérpretes...


40<br />

SEVILLA / TENERIFE<br />

Temporada de la OST<br />

CON AIRES ARGENTINOS<br />

Santa Cruz de Tenerife. Auditorio. 9-V-2008. Sa Chen, piano. Sinfónica de Tenerife. Director: Lü Jia. Obras de Mozart y<br />

Brahms. 23-V-2008. Eldar Nebolsin, piano. OST. Director: Pablo González. Obras de Rachmaninov y Nielsen. 30-V-<br />

2008. Jian Wang, violonchelo. OST. Director: Lü Jia. Obras de Dvorák y Schumann. 6-VI-2008 Nelson Freire, piano.<br />

OST. Obras de Schumann y Stravinski. 13-VI-2008 Paolo Morena, violín; Lola Casariego, mezzosoprano; Paolo Coni,<br />

barítono; Juanjo Mosalini, bandoneón. Coro Polifónico Universitario de La Laguna. Coral Reyes Bartlet. OST. Director:<br />

Luis Bacalov. Obras de Ginastera y Bacalov.<br />

Con aires argentinos finalizó<br />

la temporada 2007-<br />

2008 de la OST bajo la<br />

dirección de Bacalov de<br />

Danzas de Estancia de<br />

Ginastera, su Misa Tango,<br />

donde tradición “culta” y<br />

popular confluyeron en un<br />

diálogo desconcertante<br />

entre, fundamentalmente,<br />

bandoneón, solistas vocales,<br />

coro y orquesta y su Concierto<br />

para violín y orquesta<br />

concebido como “una suma<br />

de procedimientos compositivos”<br />

al servicio de la preeminencia<br />

de la “presencia del<br />

‘humus’ porteño”, al que el<br />

violinista Paolo Morena<br />

imprimió continuidad y<br />

expresividad musical.<br />

Por otro lado, la ductili-<br />

TENERIFE<br />

ACTUALIDAD<br />

Ciclo de la ROSS<br />

ENTRE BILBAO Y MAHLER<br />

Sevilla. Teatro de la Maestranza. 2, 3-V-2008. Enrico Dindo, violonchelo. Sinfónica de Bilbao. Director: Yaron Traub.<br />

Obras de Prokofiev y Berlioz. 8, 9-V-2008. Sinfónica de Sevilla. Director: Rafael Frühbeck de Burgos. Obras de Albéniz,<br />

Turina y Beethoven. 5, 6-VI-2008. Frank Peter Zimmermann, violín. ROSS. Director: Pedro Halffter. Obras de Beethoven<br />

y Schoenberg. 12, 13-VI-2008. Anne Gastinel, violonchelo. ROSS. Director: Maximiano Valdés. Obras de Beethoven,<br />

Barber y Schumann. 20, 21-VI-2008. Ruth Ziesak, soprano. ROSS. Director: Pedro Halffter. Mahler, Cuarta.<br />

L os<br />

dos movidos últimos<br />

meses de la temporada<br />

de abono de la ROSS se<br />

abrieron con una orquesta<br />

invitada, la Sinfónica de Bilbao,<br />

que gustó mucho en el<br />

Maestranza. Conjunto equilibrado<br />

en todas sus secciones,<br />

Yaron Traub la condujo con<br />

analítica y clara precisión,<br />

aunque sometió a la Sinfonía<br />

fantástica a un control excesivo,<br />

que restó fuerza expresiva<br />

a su dionisíaca furia. Más<br />

que solvente el violonchelista<br />

Enrico Dindo en una más<br />

bien ligerita Sinfonía concertante<br />

de Prokofiev. Aún en<br />

mayo, pero pasando ya a la<br />

ROSS, Frühbeck presentó<br />

una vez más sus populares y<br />

coloristas orquestaciones de<br />

Albéniz, trazó con vigor unas<br />

lucidas Danzas fantásticas<br />

de Turina y cerró con una<br />

Quinta de Beethoven de<br />

manual (antiguo), heroica,<br />

rotunda, sin duda bien planificada<br />

y rematada, que<br />

encontró una sólida respuesta<br />

de una orquesta que en<br />

esos momentos trabajaba ya<br />

la música de Zemlinsky.<br />

Junio empezó con el<br />

gozo de oír al violinista alemán<br />

Frank Peter Zimmermann<br />

en un soberbio Concierto<br />

de Beethoven, que<br />

Halffter también orientó del<br />

lado de la épica romántica,<br />

aunque con la virtud de no<br />

tapar nunca al solista. Zimmermann<br />

tocó con una naturalidad<br />

pasmosa y un virtuo-<br />

dad que la orquesta ha venido<br />

mostrando a lo largo de<br />

todo el año se puso de manifiesto,<br />

una vez más, en la<br />

sugerente dirección de Pablo<br />

González, el cual proyectó<br />

un carácter claramente contrastante<br />

y una llamativa diferenciación<br />

de los “humores”<br />

de la Sinfonía nº 2 “Los cuatro<br />

temperamentos” de Nielsen;<br />

en la primera parte, el<br />

exquisito lirismo de la<br />

orquesta en el Concierto<br />

para piano y orquesta nº 2 de<br />

Rachmaninov confluyó, aunque<br />

aparentemente desde<br />

criterios distintos, con la agilidad<br />

y precisión expresiva<br />

de Eldar Nebolsin al piano.<br />

Por último, la sobresaliente<br />

batuta de Lü Jia, verdadero<br />

sismo por completo trascendido,<br />

haciendo que su Stradivarius<br />

rugiese en los pasajes<br />

más exaltados y que cantase<br />

ensoñadoramente en el Larghetto<br />

central. Halffter completó<br />

con una Noche transfigurada<br />

de una sonoridad<br />

muelle, hedonista, sensual,<br />

en la que pudo la masa sobre<br />

el detalle. El chileno Maximiano<br />

Valdés tuvo una buena<br />

presentación con la ROSS,<br />

merced sobre todo a una<br />

Renana que condujo con<br />

pulso firme y una extraordinaria<br />

claridad de planos, lo<br />

que permitió apreciar el buen<br />

momento del conjunto, con<br />

unas trompas que parecieron<br />

más motivadas y mejor perfiladas<br />

que nunca. Insustancial<br />

protagonista de esta temporada,<br />

destacó, al frente de la<br />

OST, en la transmisión de la<br />

majestuosidad del Concierto<br />

nº 25 para piano de Mozart,<br />

junto con la impresionante<br />

exactitud, la técnica impecable<br />

y la interpretación impoluta<br />

de la joven pianista china<br />

Sa Chen; la conmovedora<br />

comunión entre orquesta y<br />

solista en el equilibrio de<br />

fuerzas del Concierto para<br />

violonchelo nº 2 de Dvorák,<br />

con la brillante interpretación,<br />

rica en extraordinarios matices<br />

y dominada proyección<br />

sonora del chelista Jian Wang;<br />

el equilibrio sonoro con el<br />

piano en la versión poética e<br />

introvertida del maestro Nelson<br />

Freire en el Concierto<br />

por indefinido me pareció en<br />

cambio el Coriolano de apertura.<br />

Gastinel, sonido no muy<br />

grande, derrochó sin embargo<br />

lirismo y buen gusto fraseador<br />

en el irregular Concierto<br />

de Barber, rematado de forma<br />

muy brillante. Halffter<br />

cerró la temporada con una<br />

Cuarta de Mahler transparente,<br />

matizadísima en las<br />

dinámicas y de muy flexible<br />

agógica, pero a la que acaso<br />

faltó un punto de distanciamiento<br />

irónico, de sarcasmo.<br />

Voz pequeña para el Maestranza,<br />

pero con el punto de<br />

ingenuidad, viveza y encanto<br />

requeridos, la soprano Ruth<br />

Ziesak.<br />

Pablo J. Vayón<br />

para piano en la menor de<br />

Schumann; la solemnidad,<br />

anunciadora de inquietantes<br />

escenas, en la Obertura de<br />

“La flauta mágica”; la<br />

impronta melancólica del<br />

acabado formal de la Sinfonía<br />

nº 4 de Brahms o el colorido<br />

orquestal en el juego de<br />

ritmos y timbres de El pájaro<br />

de fuego, ballet de Stravinski,<br />

obra con la que concluyó su<br />

participación con la OST y<br />

con la que un emotivo aplauso<br />

selló una noche y una temporada<br />

de reconocimiento y<br />

entusiasta aceptación de la<br />

revitalizadora y magnífica<br />

labor del nuevo titular y los<br />

músicos de la orquesta.<br />

Carmen D. García González


XX Festival Internacional de Música y Danza Ciudad de Úbeda<br />

UNA GRAN FIESTA DE LA MÚSICA<br />

Auditorio del Hospital de Santiago. 9, 16, 24, 30, 31-V, 7, 14-VI-2008. Cristina Gallardo-Domâs, soprano; Rubén<br />

Fernández Aguirre, piano. Andrea Meláth, mezzo; István Kovács, bajo. Sinfónica de Hungría. Director: András Ligeti.<br />

Jósef Lendvai, violín. Filarmónica de Budapest. Director: Gergely Kesselyyák. Orquesta de Córdoba. Director: Felipe<br />

Izcaray. Michel Camilo, piano. <strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong>, piano. Orquesta Ciudad de Granada, Iván Martín, piano; Mayte<br />

Martín, cantaora. Director: Jean-Jacques Kantorow.<br />

ÚBEDA<br />

Cada primavera la ciudad<br />

de Úbeda se llena de<br />

música en los diversos<br />

contenidos que propone<br />

su festival que en este<br />

año ha alcanzado su vigésima<br />

edición. Una cuarentena<br />

de citas repartidas en varios<br />

ciclos, vertebrados por una<br />

serie de conciertos punteros,<br />

han ofrecido música<br />

sinfónica, coral, étnica, de<br />

cámara, ópera, grandes<br />

solistas y danza, y unos<br />

apartados dedicados al<br />

mundo infantil, al cine musical,<br />

y a diferentes géneros<br />

bajo la denominación de<br />

Feria de la Música que se ha<br />

desarrollado en calles y plazas<br />

del casco antiguo de la<br />

ciudad. A su vez, compositores<br />

como Messiaen, Sarasate,<br />

Albéniz y Puccini han<br />

sido conmemorados en sus<br />

distintos aniversarios.<br />

De este último, la soprano<br />

Cristina Gallardo-Domâs<br />

ha dedicado gran parte de<br />

su recital, que inauguraba<br />

el festival. Precisamente es<br />

una cantante que destaca<br />

en el repertorio de este<br />

maestro del verismo. Cinco<br />

pasajes pertenecientes a Le<br />

villi, Manon Lescaut, Tosca,<br />

La bohème y Turandot<br />

hicieron las delicias de un<br />

público que había quedado<br />

un poco perplejo en una<br />

primera parte dedicada a<br />

colecciones de canciones<br />

de Joaquín Nin, Enrique<br />

Granados y las famosas<br />

Cinco canciones negras de<br />

Xavier Montsalvatge El estado<br />

del piano no permitía<br />

mayores trascendencias que<br />

sin duda aquilata ese acreditado<br />

pianista de lieder<br />

que es el vasco Rubén Fernández<br />

Aguirre.<br />

Dos orquestas residentes<br />

en Budapest han protagonizado<br />

algunas de las sesiones<br />

de mayor interés. Precedida<br />

con una interpretación normalizada<br />

de la Sinfonía<br />

“Londres” de Franz Joseph<br />

Haydn, la actuación de la<br />

Orquesta Sinfónica de Hungría<br />

adquirió relevancia en la<br />

versión de concierto de El<br />

castillo de Barbazul de Béla<br />

Bartók. Su titular, András<br />

Ligeti, supo cargar de contenido<br />

dramatismo la concentrada<br />

a la vez que creciente<br />

tensión de esta ópera, todo<br />

ello desde una plena identificación<br />

con el lenguaje del<br />

compositor, sumándose un<br />

certero entendimiento con<br />

los solistas, bien experimentados<br />

en esta obra. El resultado<br />

final estuvo acorde con la<br />

gran expectación suscitada.<br />

Por su parte, la Filarmónica<br />

de Budapest hizo la música<br />

de Zoltan Kodály, Danzas de<br />

Galanta y Variaciones sobre<br />

una canción popular “El<br />

pavo real”, con marcada<br />

identidad desde las indicaciones<br />

de su compatriota, el<br />

maestro Kesselyyák, dotado<br />

de una más que interesante<br />

bagaje técnico. El violinista<br />

Jósef Lendvai agitó con fruición<br />

los Aires gitanos para<br />

violín y orquesta de Sarasate,<br />

en una espectacular versión<br />

alla zingarese. El concierto<br />

decayó en la segunda parte<br />

con una Sinfonía “Épica” de<br />

Borodin, distante de las calidades<br />

magiares disfrutadas<br />

anteriormente. En ambas<br />

orquestas destacó siempre<br />

una excelente sección de<br />

cuerda.<br />

La Orquesta de Córdoba<br />

y la Orquesta Ciudad de Granada<br />

(OCG) se presentaron<br />

ACTUALIDAD<br />

ÚBEDA<br />

en sendos conciertos con<br />

desigual resultado. Dirigida<br />

por el maestro venezolano<br />

Felipe Izcaray, la formación<br />

cordobesa estuvo a la altura<br />

del nervio del programa;<br />

Fuga con pajarillo de Romero,<br />

Primavera en los Apalaches<br />

de Copland, Variaciones<br />

concertantes de Ginastera<br />

y Danzón nº 2 de Márquez.<br />

Vitalidad y entusiasmo<br />

animaron su actuación. Jean-<br />

Jacques Kantorow se despedía<br />

como titular de la orquesta<br />

granadina con un monográfico<br />

Falla; Noches en los<br />

Jardines de España, con un<br />

solista como Iván Martín, en<br />

su línea romántica, y El amor<br />

brujo (1915) con una interesante<br />

cantaora como Mayte<br />

Martín, transmitiendo duende<br />

en su sobrio estilo. Lo<br />

mejor de esta gitanería, nunca<br />

bien digerida por el maestro<br />

franco-ruso. Estoy seguro<br />

que el nuevo titular de la<br />

OCG, Salvador Mas, sabrá<br />

aflorar los buenos posos que<br />

esta formación atesora.<br />

Dos pianistas, Michel<br />

Camilo y <strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong>,<br />

elevaron el listón a cartel<br />

ideal. El primero con su atrabiliaria<br />

técnica de enorme<br />

efectismo jazzístico. Noventa<br />

minutos de sus improvisaciones<br />

hicieron las delicias de<br />

sus incondicionales que lo<br />

consideran entre los grandes<br />

del teclado. El segundo, creando<br />

a Schumann (Kinderszenen),<br />

Scarlatti (Sonatas) y<br />

Schubert (Sonata D. 959),<br />

sin olvidar un alucinante<br />

Rondó en re mayor de<br />

Mozart, alcanzó materialmente<br />

el cielo del arte y la<br />

sabiduría. Su actuación fue<br />

asombrosamente perfecta en<br />

limpieza, articulación y colocación<br />

del sonido. Un recital<br />

que prestigia un festival y<br />

que quedará imborrable en<br />

su historia.<br />

José Antonio Cantón<br />

41


42<br />

ACTUALIDAD<br />

VALENCIA<br />

Mehta dirige a Puccini y Wagner<br />

ERRORES Y EXCESOS<br />

Palau de les Arts. 24-V-2008. Puccini, Turandot. Maria Guleghina, Marco Berti, Alexia Voulgaridou, Alexander Tsimbaliuk.<br />

Director musical: Zubin Mehta. Director de escena: Chen Kaige. 10-VI-2008. Wagner, Siegfried. Leonid Zakhozhaev, Juha<br />

Uusitalo, Gerhard Siegel, Jennifer Wilson. Director musical: Zubin Mehta. Directores de escena: Fura dels Baus.<br />

VALENCIA<br />

En su debut como director<br />

de escena, el cineasta<br />

chino Chen Kaige dispuso<br />

un plano general bellísimo,<br />

con fastuosos deco-<br />

rados de Liu King y figu-<br />

rines apropiados de Chen<br />

Tong Xun. Albert Faura sugirió<br />

espacios interiores con<br />

luces de elocuencia no perturbadora<br />

del desarrollo de<br />

las acciones principales. Pero<br />

el escaso movimiento de<br />

individuos y masas contrastó<br />

con algunos cuadros vivos<br />

preciosos.<br />

El libreto fue víctima de<br />

dos graves traiciones: la peor<br />

el alcoholismo de Altoum,<br />

contrario al mensaje ético del<br />

texto. Y, como suele, el<br />

intento de humanizar a la<br />

“princesa de hielo” fracasó:<br />

lejos de resolverse, el absurdo<br />

del original aún resultó<br />

más inexplicable.<br />

Dice Zubin Mehta que<br />

Turandot es una obra relativamente<br />

fácil. Tal como la<br />

dirigió la tarde del estreno,<br />

dejándose en la partitura dos<br />

de cada tres matices, no le<br />

falta razón. La Liù de Alexia<br />

Voulgaridou presentó el timbre<br />

más atractivo, a pesar<br />

del mal acompañamiento<br />

que tuvo que afrontar, especialmente<br />

en Signore, ascolta.<br />

Maria Guleghina no dio<br />

redondos todos sus agudos y<br />

llegó al final con vibrato<br />

delator de fatiga: su primera<br />

Turandot arroja dudas sobre<br />

la conveniencia de insistir<br />

por ese camino. Marco Berti<br />

demostró poseer casi todas<br />

las notas de Calaf; también<br />

la maña que sólo da la experiencia<br />

para disimular con<br />

portamento los ataques de<br />

más peligro y para asegurarse<br />

el aplauso fácil en un Nessun<br />

dorma cargado de<br />

demagogia vocal. Numerosos<br />

fueron los desajustes con<br />

las tres máscaras (Previati,<br />

Esteve y Padullés), por lo<br />

demás vocal y escénicamente<br />

muy correctas. Pero el<br />

mejor librado de los solistas<br />

Escenas de Turandot de Puccini (arriba) y Siegfried de Wagner en el Palau de les Arts<br />

fue Alexander Tsimbaliuk,<br />

Timur digno y sensible a la<br />

música y al auténtico carácter<br />

de su personaje.<br />

Los otros grandes triunfadores<br />

fueron los colectivos<br />

corales. Las respectivas labores<br />

de Luis Garrido con la<br />

Escolanía de la Mare de Déu<br />

del Desemparats y de Francesc<br />

Perales con el Cor de la<br />

Generalitat obtuvieron una<br />

vez más rendimientos muy<br />

por encima de las pobres<br />

exigencias que se formulaban<br />

desde el foso. La orquesta,<br />

por su parte, se limitó a<br />

cumplir lo que se le pedía.<br />

La rebaja en la fuerza o al<br />

menos la frecuencia con que<br />

se trazó la firma Fura del<br />

Baus en Siegfried mejoró<br />

resultados con respecto a lo<br />

vistos el año pasado (Oro y<br />

Walkyria). Aquí, al menos, el<br />

movimiento actoral fue<br />

mayoritariamente autónomo,<br />

sin grúas. El recurso a la proyección<br />

de imágenes generadas<br />

por ordenados llegó a<br />

cansar. El dragón cibernético<br />

no superó en verosimilitud a<br />

lo posible con medios puramente<br />

mecánicos.<br />

La nómina de cantantes<br />

repitió la del prólogo y la<br />

primera jornada, salvo Leonid<br />

Zakhozhaev, que si consigue<br />

a voz plena los temibles<br />

agudos que el papel le<br />

exige puede llegar a ser un<br />

magnífico Siegfried. En el<br />

estreno las contribuciones<br />

más sobresalientes las volvie-<br />

ron a aportar el Mime de<br />

Gerhard Siegel y el Alberich<br />

de Franz-Josef Kapellman.<br />

Sin embargo, la evolución<br />

positiva más apreciable en<br />

los últimos doce meses fue la<br />

de Catherine Wyn-Rogers<br />

(Erda), aunque también Juha<br />

Uusitalo (El caminante) y<br />

Jennifer Wilson (Brühnhilde)<br />

mejoraron sus ya notables<br />

resultados de entonces. Stephen<br />

Milling cumplió como<br />

Fafner, y Olga Peretiatko<br />

(Pájaro) bastante hizo con<br />

superar las difíciles condiciones<br />

en que se le hizo cantar.<br />

La orquesta y Zubin Mehta<br />

rindieron a un nivel bastante<br />

más alto que en Turandot.<br />

Alfredo Brotons Muñoz


Ensems<br />

TREINTA AÑOS DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />

Valencia. 17/25-V-2008. Llorenç Barber. Grup Instrumental de València. Miguel Álvarez-Argudo, piano. Kontakte Grup<br />

de Percussió. Quintet Cuesta. Neopercusión. Dúo Aparisi-Apellániz. Cuarteto Arditti. Trío Kandinsky. Trío Arbós. Smash<br />

Ensemble. Plural Ensemble.<br />

E l<br />

más veterano de los<br />

festivales de música contemporánea<br />

de nuestro<br />

país ha cumplido treinta ediciones<br />

en el año 2008, mérito<br />

que sería impensable sin<br />

el apoyo del Instituto Valenciano<br />

de la Música, personalizado<br />

en su directora Inmaculada<br />

Tomás, y el de su<br />

director artístico, Joan Cerveró.<br />

En este treinta aniversario<br />

han buscado realizar una<br />

panorámica sobre la música<br />

española de estos años, sus<br />

compositores y sus intérpretes,<br />

con un especial protagonismo,<br />

como es lógico, de la<br />

música valenciana, de la que<br />

busca ser escaparate.<br />

Los conciertos que cerraron<br />

el festival hicieron que<br />

estuvieran presentes algunos<br />

de los nombres más importantes<br />

de nuestra música<br />

contemporánea, tanto compositiva<br />

como interpretativamente:<br />

López López, Lazkano,<br />

Erkoreka, Posadas, Sán-<br />

chez Verdú, V. García, Camarero,<br />

etc., fueron interpretados<br />

por el Trío Arbós, el<br />

Grup Instrumental de València<br />

y el Plural Ensemble. El<br />

Arbós volvió a demostrar por<br />

qué es nuestro trío más internacional,<br />

con un programa<br />

en el que se aunaron obras<br />

de diferentes generaciones<br />

de nuestra música, Camarero<br />

y Bernal, un estreno de<br />

López López, que fascinó a<br />

los presentes, y su interpretación<br />

junto a Juanjo Guillén y<br />

Gregorio Jiménez del Kon-<br />

PLURAL ENSEMBLE<br />

takte de Stockhausen. El último<br />

concierto del Grup Instrumental,<br />

dirigido por Sánchez<br />

Verdú, ofreció una fantástica<br />

panorámica sobre la<br />

música española actual, con<br />

obras de Lazkano, Voro García,<br />

Alberto Posadas y el propio<br />

director, concierto equilibrado<br />

que mostró diferentes<br />

maneras de hacer música,<br />

con obras de compositores<br />

que han llegado a su madurez<br />

y han encontrado sus<br />

lenguajes personales, perfectamente<br />

comprendidos por<br />

Ciclo de la Orquesta de Valencia<br />

NO SÓLO DE TRAUB VIVE LA ORQUESTA<br />

Valencia. Palau de la Música. 6-VI-2008. <strong>Christian</strong>e Oelze, soprano; Nathalie Stutzmann, contralto. Coro de la<br />

Generalitat Valencia. Orquesta de Valencia. Director: Yaron Traub. Mahler, Segunda. 21-VI-2008. Kirill Gerstein,<br />

piano. Orquesta de Valencia. Director: Rubén Gimeno. Obras de Chaikovski y Dvorák.<br />

C omo<br />

culminación de su<br />

primer contrato como<br />

titular de la Orquestra<br />

de València y anuncio de lo<br />

que ojalá sea el segundo<br />

(siempre por tres años),<br />

Yaron Traub obtuvo un enorme<br />

éxito con la Resurrección<br />

de Mahler. La ejecución no<br />

fue perfecta, algo casi imposible<br />

en una obra tan larga y<br />

compleja, pero no hubo ningún<br />

error de bulto y sí se<br />

apreció la comunión de<br />

todos los participantes en<br />

una voluntad de estilo trágico-heroico<br />

y atención a los<br />

detalles. El feliz reencuentro<br />

final con un Cor de la Generalitat<br />

hace ya tiempo instala-<br />

do en un nivel formidable de<br />

excelencia y las contribuciones<br />

asimismo encomiables<br />

de dos magníficas solistas<br />

vocales redondearon una<br />

velada acabada en clima de<br />

apoteosis.<br />

Pero la Orquestra de<br />

València no vive sólo de<br />

Traub. El primero de los<br />

Conciertos para todos (léase<br />

gratuitos), ha sido también el<br />

primero en que la ha dirigido<br />

Rubén Gimeno, director<br />

nacido en Valencia en 1972.<br />

Convenció plenamente.<br />

En el Primero de Chaikovski<br />

contó con la colaboración<br />

del pianista ruso Kirill<br />

Gerstein (Voronezh, 1979),<br />

KIRILL GERSTEIN<br />

Rafa Martín<br />

capaz de enfrentarse de tú a<br />

tú a un acompañamiento de<br />

potencia en absoluto repri-<br />

ACTUALIDAD<br />

VALENCIA<br />

los intérpretes del Grup.<br />

Cerró el Festival un concierto<br />

del Plural Ensemble, bajo<br />

la dirección del húngaro Zolt<br />

Nagy, aquí se encontraron el<br />

maestro Carter con Camarero<br />

y Panisello, que presentaban<br />

al joven Borredà, compositor<br />

formándose en París que<br />

comienza a estar en boca de<br />

muchos.<br />

No sólo música sino también<br />

diálogo, durante el festival<br />

se ha producido un interesante<br />

encuentro entre compositores,<br />

instituciones e<br />

intérpretes, que han puesto<br />

sobre la mesa uno de los<br />

principales problemas de la<br />

música contemporánea, que<br />

vivimos al margen de la<br />

sociedad, ser minoritarios en<br />

este caso se está convirtiendo<br />

más en un lastre que en<br />

un lujo, eso sí, sin negar los<br />

grandes avances producidos<br />

en estos 30 años de música.<br />

Leticia Martín Ruiz<br />

mida, aunque sí controlada a<br />

fin de lograr tutti de extraordinaria<br />

transparencia. Y más<br />

asombrosa fue una Octava<br />

de Dvorák de movimientos<br />

rápidos caracterizados por la<br />

coherencia con que se integraron<br />

sus diversas componentes<br />

y un Adagio donde tal<br />

vez se alcanzó la cima interpretativa<br />

a partir de la honda<br />

y densa entrada de las cuerdas,<br />

tan conmovedora como<br />

las dos elaboraciones de los<br />

temas básicos, la primera de<br />

ellas con un bellísimo unísono<br />

de clarinetes. Esperemos<br />

que no sea flor de un día.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

43


44<br />

ACTUALIDAD<br />

VALLADOLID<br />

Pianistas, sinfonías, ópera en concierto<br />

FINAL EN PUNTA<br />

Auditorio. 19-V-2008. Andrea Bacchetti, piano. Obras de Galuppi, Cherubini, Clementi, Berio, Scarlatti y Rossini. 2<br />

2-V-2008. Sarah Chang, violín. Sinfónica de Castilla y León. Director: Alejandro Posada. Obras de Bruch y Mahler.<br />

24-V-2008. Roberta Invernizzi, soprano. Cappella della Pietè de’ Turchini. Director: Antonio Florio. Obras de Vivaldi.<br />

31-V-2008. Sinfónica de Castilla y León. Director: Gunther Herbig. Obras de Haydn y Bruckner. 8-VI-2008. <strong>Christian</strong><br />

<strong>Zacharias</strong>, piano. Obras de Schumann, Scarlatti y Schubert. 10-VI-2008. Mark Padmore, tenor; Till Fellner, piano.<br />

Schubert, Bella molinera. 13-VI-2008. Jorge Luis Prats, piano. Sinfónica de Castilla y León. Director: Alejandro<br />

Posada. Obras de Rachmaninov y Rimski-Korsakov. 18-VI-2008. Lawrence Zazzo, contratenor; Sandrine Piau,<br />

soprano; Kristina Hammarström, mezzo. Orquesta Barroca de Friburgo. Director: René Jacobs. Haendel, Julio César<br />

en Egipto (versión de concierto).<br />

VALLADOLID<br />

Un pianista singular, Bacchetti,<br />

realizó una especie<br />

de viaje iniciático musical<br />

con una serie de compositores<br />

italianos, Clementi,<br />

Cherubini, Scarlatti, Rossi-<br />

ni, hasta llegar a Berio,<br />

todos de un tirón, ensimismado<br />

con una pulsación y<br />

un sonido magníficos y diverso<br />

impidiendo hasta el final el<br />

ablandamiento. Después, en<br />

los regalos, mostró un rostro<br />

diferente: Villa-Lobos, Gershwin,<br />

Bach, Debussy y Chopin<br />

sonaron gráciles y dinámicos<br />

con gran clase. Experiencia<br />

interesantísima.<br />

El doble desafío que<br />

suponía la programación de<br />

la Sexta Sinfonía de Mahler,<br />

una de las más difíciles y<br />

complejas obras del repertorio,<br />

fue superado por<br />

orquesta y maestro con dignidad.<br />

Alejandro Posada la<br />

expuso con claridad en una<br />

versión que fue de menos a<br />

más. Un tanto acelerado y<br />

nervioso el primer tiempo,<br />

sin que tampoco en el <strong>Scherzo</strong><br />

se pusieran de relieve<br />

todos los matices de ese desestructurado<br />

externamente y<br />

coherente en lo interno fragmento<br />

musical. Mucho mejor<br />

el tempo lento y acertado el<br />

final con sus transiciones<br />

demoníacas. La orquesta<br />

cumplió sobradamente, aunque<br />

la fatiga se notó en<br />

algún momento. Fue toda<br />

una puesta de largo. Sarah<br />

Chang tocó el Concierto nº 1<br />

de Bruch con bello sonido y<br />

cierta frialdad.<br />

Vivaldi, sagrado y profano,<br />

con su maravilloso melodismo.<br />

La orquesta de Antonio<br />

Florio es enérgica, dura<br />

en ocasiones, sin acaramelamiento,<br />

y su primer violín,<br />

suficiente. Las versiones<br />

intentaban diferenciar lo que<br />

puede parecer demasiado<br />

homogéneo. Bella voz, salvo<br />

en el un tanto destemplado<br />

paso al agudo, técnica magnífica<br />

y cierta frialdad en Roberta<br />

Invernizzi, que no extremó<br />

la unción religiosa en la antífona<br />

y en los dos motetes que<br />

son mucho más difíciles de<br />

interpretar de lo que parece.<br />

Sobresalió en los tempos lentos<br />

y cumplió en las agilidades.<br />

Un gran éxito como los<br />

que se han sucedido en esta<br />

temporada magnifica.<br />

La presencia de un veterano<br />

y sólido kapellmeister<br />

como Gunther Herbig fue<br />

muy valiosa para la orquesta.<br />

Después de una correctísima<br />

Sinfonía nº 102 de Haydn,<br />

nos dio una buena Séptima de<br />

Bruckner, con una introducción<br />

sensacional, una claridad<br />

total y una visión adecuada,<br />

sobre todo en los dos primeros<br />

y antológicos tiempos. Las<br />

codas del primero y el último<br />

fueron igualmente matizadas<br />

en su progresión. Muy bien la<br />

orquesta, que pasó otra difícil<br />

prueba con nota.<br />

Dar a cada obra lo suyo.<br />

Naturalidad y sencillez sin<br />

almibaramientos. A las Esce-<br />

RENÉ JACOBS<br />

Johan Jacobs<br />

nas de niños, pulsación firme,<br />

ritmo variado, a las<br />

Sonatas de Scarlatti, emoción<br />

y trascendencia (soberbio<br />

Andantino) a la D. 959<br />

schubertiana. Así fue el sólido<br />

y preciso recital de<br />

<strong>Zacharias</strong>, toda una lección<br />

de pianismo desde la perfecta<br />

comprensión de las piezas<br />

interpretadas.<br />

Jornada llena de emoción<br />

con La bella molinera, ese<br />

ciclo magistral, verdadero<br />

drama de un personaje que<br />

se suicida por amor. Veinte<br />

canciones que van del gozo<br />

del amor descubierto a la<br />

tristeza de su perdida, que<br />

cantante y piano expresaron<br />

desde la verdad. La voz de<br />

Mark Padmore no es maravillosa<br />

pero sí su expresión<br />

para dar a cada frase su<br />

intención en una gama sonora<br />

excepcional en su forma<br />

de matizar y en su técnica.<br />

Soberbio también el piano,<br />

con una conjunción absoluta<br />

de profunda musicalidad.<br />

Un pianista excepcional,<br />

fuera de las voces mediáticas<br />

al uso, el cubano Prats interpretó<br />

ese magma sinfónico<br />

que es el Tercer Concierto de<br />

Rachmaniniov de forma personal<br />

y magnífica. Desde un<br />

sonido potente y refinado a<br />

la vez, integrado con la<br />

orquesta (me manifestó que<br />

era una de las circunstancias<br />

que verdaderamente le habían<br />

complacido), de principio<br />

a fin. El éxito fue muy grande,<br />

agradecido con dos piezas<br />

del mundo latino. Buen<br />

acompañamiento de Alejandro<br />

Posada que finalizó el<br />

ciclo de abono con una<br />

Shcherezade muy clara —a la<br />

que faltó tal vez un poco de<br />

sensualidad— y brillante con<br />

estupenda prestación de la<br />

concertino Violeta Zabek.<br />

Las cuatro horas de Julio<br />

César en Egipto pasaron<br />

como un soplo. Por un lado<br />

una magnífica orquesta<br />

barroca con esplendidos<br />

solistas (un milagroso trompa,<br />

por ejemplo). Por otro,<br />

un excelente director que<br />

con su bolígrafo-batuta supo<br />

dar gran variedad a la extensa<br />

ópera, en los momentos<br />

líricos y en los dramáticos.<br />

Un reparto magnífico que no<br />

sólo lució sus voces sino que<br />

“interpretó” la obra, cantando<br />

de memoria y desplazándose<br />

por el espacio con soltura.<br />

La versión de concierto<br />

fue así superada. Todos con<br />

muy buen estilo, sobresaliendo<br />

las dos maravillosas arias<br />

lentas de Sandrine Piau y la<br />

labor general de un contratenor<br />

estupendo, Lawrence<br />

Zazzo, que asumió su agotador<br />

papel sin fallos. El resto<br />

no desentonó. Coherencia<br />

dentro de la personalidad de<br />

cada uno y total compenetración<br />

con el extraordinario<br />

conjunto orquestal. Éxito clamoroso<br />

en el broche de otro<br />

de una gran temporada.<br />

Fernando Herrero


46<br />

ACTUALIDAD<br />

ALEMANIA<br />

ACTUALIDAD<br />

INTERNACIONAL<br />

Dos visiones escénicas de Belshazzar<br />

EN EL MURO TREPADOR<br />

Staatsoper. 3-VI-2008. Haendel, Belshazzar. Kenneth Tarver, Rosemary Joshua, Kristina<br />

Hammarström, Neal Davies, Bejun Mehta. Director musical: René Jacobs. Director de<br />

escena: Christof Nel. Halle. Oper. 6-VI-2008. Haendel, Belshazzar. Nicholas Sales, Romelia<br />

Lichtenstein, Jordi Domènech, David DQ Lee, Florian Boesch. Director musical: Martin<br />

Haselböck. Director de escena: Philippe Calvario.<br />

El oratorio dramático<br />

Baltasar de Haendel fue<br />

repuesto por la Ópera<br />

Estatal en la reducida y<br />

nueva producción de<br />

Christof Nel, exenta del habitual<br />

estatismo gracias a la<br />

actuación del Coro de Cámara<br />

RIAS, dirigido por Timothy<br />

Brown. Cantó con timbre<br />

acariciante, emisión poderosa<br />

y sorprendente precisión<br />

rítmica. Actuó comprometido<br />

con la acción. Los cantantes<br />

estaban separados en diversos<br />

niveles sobre un gris<br />

macizo montañoso, que<br />

podía cerrarse como un<br />

muro, atravesado por el<br />

negro trazo del Eufrates y<br />

manando sangre en la escena<br />

del festín. Sobre esta<br />

construcción de Roland Aeschliemann<br />

el vestuario de<br />

Bettina Walter rompió la grisura<br />

global con tocados de<br />

distintos colores para señalar<br />

a los judíos, los persas y los<br />

babilonios. En torno al neurótico<br />

rey, a veces entronizado<br />

y otras en pose de guerra,<br />

rondaban los demás personajes,<br />

subiendo por el muro,<br />

adoptando actitudes eróticas,<br />

todo en plan bizarro y<br />

deportivo.<br />

Kenneth Tarver, protagonista,<br />

consiguió infundir<br />

terror con su mirada pero su<br />

voz de tenor ligero resultó<br />

insuficiente. Le faltaron fuerza<br />

y carácter, aparte de su<br />

deficiente coloratura. En<br />

Nitocris, la especialista en<br />

barroco Rosemary Joshua,<br />

celebrada Semele, ahora en<br />

plan dramático, mostró limitaciones<br />

de agudo y una agilidad<br />

imprecisa. No obstante,<br />

la actriz salió adelante en el<br />

aria Mira, oh hijo, cómo fluyen<br />

mis lágrimas. Kristina<br />

Hammarström fue un Daniel<br />

de cultivada voz de mezzo,<br />

aunque débil de medios.<br />

Impresionó la potencia del<br />

bajo barítono Neal Davies en<br />

el asirio Gobryas. Bejun<br />

BERLÍN<br />

Jordi Domènech y Nicholas Sales en Belshazzar de Haendel<br />

Mehta hizo de Ciro y resultó<br />

la mejor vocalidad de la<br />

noche, a pesar de que su<br />

centro viril y cálido no<br />

correspondió a un problemático<br />

agudo. Lo compensó<br />

con arrojo vehemente, fogosa<br />

coloratura y la expresividad<br />

de su presencia. René<br />

Jacobs condujo a la berlinesa<br />

Academia de Música Antigua<br />

con inspiración algo afectada,<br />

muchos finos detalles y<br />

un talante festivo que produjo<br />

los más bellos momentos<br />

sonoros de la función.<br />

Con un criterio opuesto<br />

puso en escena la misma<br />

obra el joven régisseur Philippe<br />

Calvario en el Festival<br />

Haendel de Halle. Pierre<br />

Nouvel propuso una escenografía<br />

giratoria en forma de<br />

blanca torre con torretas de<br />

metal, escaleras y almenas,<br />

en torno a la cual circulaba<br />

la barroca y decadente sociedad<br />

babilonia vestida de<br />

vivos colores por Mina Ly. El<br />

sitio de la ciudad por los persas<br />

fue resuelto como un juego<br />

y un pasatiempo, con<br />

proyecciones de vídeo: escrituras,<br />

paisajes, símbolos,<br />

manchas de sangre, ladrones<br />

vagabundos, en contraste<br />

con la cursi coreografía de<br />

Ralf Rossa, superflua decoración<br />

de las arias en forma de<br />

minués u orgías sexuales con<br />

abundancia de cuero, acróbatas<br />

y látigos.<br />

Nicholas Sales cantó al<br />

protagonista con agudeza<br />

vocal y más expresión y matices<br />

de coloratura que su colega<br />

berlinés. Romelia Lichtenstein,<br />

envuelta en gris y azul,<br />

mostró su conocida competencia<br />

en el estilo. Es una<br />

soprano vibrante de fulmíneos<br />

graves y una potente<br />

expresión en los recitativos.<br />

Su aria, ya citada, y su alucinación<br />

en el acto final fueron<br />

las cimas de la noche. El coro<br />

sumó el de la Ópera de Halle<br />

y el Vocal Concert de Dresde<br />

(directores: Jens Petereit y<br />

Peter Kopp), y estuvo deslumbrante<br />

de sonido y de gran<br />

desenvoltura actoral. Jordi<br />

Domènech hizo un Ciro de<br />

medios flexibles y homogéneos.<br />

David DQ Lee estuvo flojo<br />

en Daniel y Florian Boesch,<br />

sonoro y viril en Gobryas.<br />

Martin Haselböck dirigió con<br />

instrumentos originales la<br />

orquesta del Festival. Estuvo<br />

rígido en la obertura y grandioso<br />

en los conjuntos.<br />

Bernd Hoppe<br />

Gert Kiermeyer


Lejano Janácek<br />

DADAÍSMO CON SALCHICHAS DE VIENA<br />

Oper. 16-V-2008. Janácek, Las excursiones del señor Broucek. Arnold Bezuyen, Juanita Lascarro, Gregory Frank,<br />

Simon Bailey. Director musical: Johannes Debus. Director de escena: Axel Weidauer.<br />

La Ópera de Francfort ha<br />

presentado la infrecuentemente<br />

repuesta, desde su<br />

estreno en los años 1920,<br />

obra de Janácek Las<br />

excursiones del señor<br />

Broucek. Es un trabajo<br />

que mezcla influencias<br />

dadaístas y surrealistas a partir<br />

de un cuento del característico<br />

narrador praguense Svatopluk<br />

Cech. Trata de los sueños y<br />

pesadillas, días y noches del<br />

propietario y antihéroe Broucek<br />

(en checo: “bichito”). De<br />

cerca, este bicho movedizo<br />

nos conmueve. Algo astuto, la<br />

cerveza y las salchichas lo han<br />

dañado. Al principio de la<br />

ópera sueña con un viaje a la<br />

Luna, rodeado de etéreos poetas<br />

vegetarianos, que le prometen<br />

el Paraíso a cambio de<br />

renunciar a la carne y el alcohol.<br />

En la Praga de 1420, su<br />

prédica quiere llevar a la práctica<br />

su sueño, lo convierten en<br />

objetor de conciencia y es perseguido<br />

como el Anticristo.<br />

Los sueños son peligrosos y<br />

terribles.<br />

El director de escena Axel<br />

FRANCFORT<br />

Festival de Potsdam Sanssouci<br />

MUSICA SERENISSIMA<br />

Potsdam Sanssouci. Neues Palais. 10-VI-2008. Cavalli, La Rosinda. Emanuela Galli, Milena Sorti, Francesca Lombardi<br />

Mazzulli, Makoto Sakurada. Director musical: Mike Fentross. Director de escena: Alexander Schulin.<br />

Como siempre, este Festival<br />

se ha dedicado a<br />

descubrimientos y rarezas,<br />

entre ellos La Rosinda<br />

de Francesco Cavalli<br />

(Venecia, 1651). Decorados,<br />

trucos y vestuarios<br />

del director Alexander Schulin<br />

y la diseñadora Bettina<br />

Meyer, decepcionaron. La<br />

acción se situó en una fiesta<br />

de los años 1960, con su rincón<br />

para cócteles y canapés.<br />

El director de escena asumió<br />

también el rol del mago<br />

Meandro y propuso asistir a<br />

un teatrillo de títeres: un<br />

espacio blanco y vacío con<br />

asientos y cojines como para<br />

POTSDAM<br />

J. Lascarro y A. Bezuyen en Las excursiones del señor Broucek<br />

Weidauer ha cuidado una<br />

caracterización compleja de<br />

sus personajes. Su propietario,<br />

vulgar y filisteo, se torna<br />

amable, casi dulce y humano.<br />

Para Weidauer es Broucek un<br />

animalito con gestos ensoñados<br />

y abundantes, que quiere<br />

ser visto y amado en el mundo<br />

como héroe. La obra ilustra<br />

la vieja parábola de la imagen<br />

y la autoimagen, en la<br />

cual vive y sueña la sátira junto<br />

a la crítica social. En plan<br />

surrealista, Broucek se atormenta<br />

buscando el salchichón<br />

ahumado, símbolo del<br />

Paraíso perdido, en un<br />

un campo de prisioneros o<br />

un campamento ante el bosque<br />

de una isla desierta. En<br />

el suelo, unas fosas ocultaban<br />

a gentes que intercambiaban<br />

sus lugares. Hubo un<br />

ballet de enanos en el jardín<br />

y un dúo de amor con invitados<br />

durmiendo o fornicando<br />

en los sofás. Todo tuvo un<br />

aire de off Broadway, indigno<br />

de un festival.<br />

Emanuela Galli hizo de<br />

hechicera Corcira, con túnica<br />

negra y cabellera revuelta<br />

como una Medusa. Fue el<br />

acontecimiento de la noche<br />

por su voz de soprano oscura,<br />

vibrante, sensible, volu-<br />

ambiente dadaísta debido a<br />

Moritz Nitsche (escena) y<br />

Berit Mohr (vestuario): unas<br />

calles negras y praguenses,<br />

blancas y lunares, grises y<br />

medievales, en una suerte de<br />

dispersión onírica. Recuerdan<br />

a Dalí, a Chirico, a las historietas,<br />

en un reluciente y fantástico<br />

tinglado. Una mesa y<br />

una guirnalda en la cervecería<br />

Vikárka son la patria de<br />

Broucek, con su pueblo, sus<br />

vecinos, sus compañeros de<br />

juerga.<br />

Feliz fue la actuación del<br />

tenor Arnold Bezuyen como<br />

el protagonista: gestos cor-<br />

minosa, intensa en su desempeño<br />

dramático. En Vieni,<br />

vieni in questo seno pareció<br />

Medea hundida en un abismo<br />

y resurgiendo con flamígero<br />

canto hasta el exceso y<br />

la extenuación. Milena Sorti<br />

sirvió a Cillena con bonita<br />

voz de contralto. En el rol<br />

titular, Francesca Lombardi<br />

Mazzulli exhibió su finura<br />

sopranil. Hizo pareja con el<br />

cultivado tenor Makoto Sakurada.<br />

Las demás voces —<br />

Nicola Ebau, Fulvio Bettini,<br />

Mirco Palazzi y Silvia Vajente—<br />

mostraron competencia<br />

estilística, medios conducidos<br />

en armonía con la<br />

Monika Rittershaus<br />

ACTUALIDAD<br />

ALEMANIA<br />

tantes, colorida composición,<br />

rico y carismático sonido,<br />

modélica composición del<br />

bichito solitario, el niño<br />

grande que sueña salvar al<br />

mundo. El reparto es numeroso<br />

y de pareja calidad. Juanita<br />

Lascarro asumió varios<br />

personajes con la misma eficacia.<br />

Escénica y vocalmente,<br />

con encanto e ingenio, el<br />

tenor Carsten Süss en los<br />

suyos. A la altura: Gregory<br />

Frank, Simon Bailey, Peter<br />

Marsh, Yvonne Hetteger,<br />

Anna Ryberg, Michael Mac<br />

Cown, Nathalie Webster.<br />

Johannes Debus, maestro<br />

de capilla en la Ópera de<br />

Francfort, se puso a prueba<br />

en esta difícil partitura,<br />

resuelta con finura, detallismo<br />

y energía. La orquesta,<br />

no obstante, sonó distante de<br />

Praga y en el segundo acto le<br />

faltó color local y vivacidad.<br />

A menudo Janácek nos queda<br />

lejos. La oportuna puesta<br />

de Weidauer nos lo ha acercado<br />

un poco más.<br />

Barbara Röder<br />

orquesta y logrando bellos<br />

conjuntos. El contratenor<br />

Roberto Romagnino logró<br />

irritar con su sonido aullante<br />

y divertir con su comicidad.<br />

El joven director de<br />

orquesta Mike Fentross, con<br />

su conjunto La Sfera Armoniosa,<br />

de apenas diez músicos,<br />

dominó el estricto recitativo<br />

cavalliano, sus islotes de melodía,<br />

las breces danzas y los<br />

interludios, un tanto afectados<br />

de timbre. Se habría deseado<br />

algo más de esplendor barroco,<br />

sometido por él a una<br />

excesiva ascética de concepto.<br />

Bernd Hoppe<br />

47


48<br />

ACTUALIDAD<br />

ARGENTINA<br />

Estreno y reposición de dos óperas de Haydn<br />

EMULANDO A ESTERHÁZA<br />

Teatro SHA. 31-V-2008. Haydn, Il mondo della luna. Gabriel Renaud, Sebastián Angulegui, Fernando Santiago, Laura<br />

Penchi, Rocío González, Florencia Machado y Gabriel Centeno. Ensamble de la Ópera de Cámara del Teatro Colón.<br />

Directora musical: Susana Frangi. Director de escena: Jorge De Lassaletta. Producción del Teatro Colón. Museo Nacional<br />

de Arte Decorativo. 9-VI-2008. Haydn, L’incontro improvviso. Soledad de la Rosa, Carlos Natale, Carlos D’Onofrio,<br />

Norberto Marcos, Marcela Sotelano, Elisa Calvo. Orquesta de Ars Hungarica. Directora musical: Sylvia Leidemann.<br />

Directoras de escena y escenografía: María Concepción y María de la Paz Perre.<br />

Por una curiosa coincidencia,<br />

tuvimos ocasión<br />

de escuchar en esta capital,<br />

en pocos días, dos<br />

óperas que Joseph Haydn<br />

compusiera para la Corte<br />

del Príncipe Esterházy.<br />

Como parte de los descafeinados<br />

festejos por el<br />

centenario del Teatro Colón<br />

(que se desperdigaron por<br />

múltiples salas ante el retraso<br />

de unas obras que deberían<br />

haber concluido hace unos<br />

meses y que ahora —con<br />

suerte— se espera terminen<br />

en 2010) se repuso El mundo<br />

de la luna (ya ofrecida en<br />

1971) en versión algo abreviada.<br />

La parte musical no<br />

intentó de ningún modo<br />

tener visos historicistas y ni<br />

siquiera se empleó la orquestación<br />

original, sino que se<br />

encargó un arreglo para un<br />

pequeño conjunto (14 instrumentos<br />

y clave). El conjunto<br />

mostró empeño pero un<br />

nivel no siempre adecuado,<br />

en especial en lo que hace a<br />

afinación y calidad de soni-<br />

BUENOS AIRES<br />

do. Frangi logró correcto<br />

ajuste con los cantantes y<br />

buen pulso, aunque escasa<br />

sutileza. El juvenil elenco<br />

vocal resultó competente,<br />

destacándose por timbre y<br />

color Rocío González como<br />

Clarice mientras Fernando<br />

Santiago lucía voz e histrionismo<br />

en el rol de Buonafede.<br />

Eficaz la puesta de Jorge<br />

De Lassaletta sobre una escenografía<br />

simple de Claudio<br />

Hanczyz, colorido vestuario<br />

(y grotescas pelucas) de<br />

Valentina Bari y sencilla iluminación<br />

de Luis Pereiro.<br />

Ars Hungarica presentó<br />

el estreno sudamericano de<br />

El encuentro imprevisto en<br />

un nivel bastante más elevado,<br />

en especial en el aspecto<br />

musical. Se contó con un<br />

conjunto orquestal bien disciplinado<br />

y afiatado —que<br />

incluía trompas y trompetas<br />

naturales— que puso especial<br />

empeño en tratar de<br />

brindar una ejecución acorde<br />

a las pautas del clasicismo.<br />

Sylvia Leidemann lo condujo<br />

Escena de Il mondo della luna<br />

con singular eficacia y adecuación<br />

al estilo haydniano,<br />

buenos tiempos, contrastes<br />

dinámicos muy efectivos, así<br />

como un ponderable ímpetu,<br />

alternando su labor directiva<br />

con el acompañamiento al<br />

clave de los recitativos. La<br />

parte vocal rayó a considerable<br />

altura, conformando un<br />

grupo sin fisuras. Dado el<br />

mayor peso de sus personajes,<br />

destacaron Soledad de la<br />

Rosa (Rezia) por su facilidad<br />

en el agudo (que le permitió<br />

resolver a satisfacción los<br />

múltiples escollos de sus<br />

arias) seguridad y matices,<br />

así como Carlos Natale (Alí),<br />

muy apropiado tanto en su<br />

labor escénica como por su<br />

tipo de vocalidad, que casa<br />

muy bien con este repertorio,<br />

pero no puedo dejar de<br />

resaltar la tarea de Marcela<br />

Sotelano (Balkis) por la brillantez<br />

con que resolvió la<br />

coloratura de su rol (aria del<br />

2º acto) y la desenvoltura,<br />

gracia y suficiencia canora<br />

de Norberto Marcos como<br />

Calandro. Las hermanas<br />

Perre, responsables de la<br />

puesta, debieron luchar contra<br />

las limitaciones escénicas<br />

del Museo —que ampliaron<br />

usando con ingenio balcones<br />

y escaleras— mientras lograban<br />

una vivaz tarea actoral y<br />

gran coordinación. Mención<br />

especial para el tan atrayente<br />

vestuario. En suma, una<br />

novedad muy bienvenida.<br />

Carlos Singer


Renée Fleming protagoniza la última ópera de Richard Strauss<br />

OPULENCIA VOCAL<br />

Staatsoper. 10-VI-2008. Strauss, Capriccio. Renée Fleming, Bo Skovhus, Michael Schade, Adrian Eröd, Franz<br />

Hawlata, Angelika Kirchschlager. Director musical: Philippe Jordan. Director de escena, decorados e iluminación:<br />

Marco Arturo Marelli. Vestuario: Dagmar Niefind.<br />

La última composición<br />

escénica de Richard<br />

Strauss, Capriccio, es una<br />

“pieza de conversación”<br />

camerística, con una<br />

acción reducida que lleva ad<br />

absurdum la cuestión de lo<br />

que predomina en la ópera<br />

—la palabra o la música. Al<br />

director de escena (que es<br />

también el responsable de los<br />

decorados) hay que agradecerle<br />

que haya renunciado al<br />

anacronismo existencial que<br />

media entre la obra y su época<br />

de composición. Así, no ha<br />

presentado a ninguno de los<br />

caballeros como un agente de<br />

las SS. Ha encerrado la acción<br />

en un espacio único, tal y<br />

como lo pensaron los autores,<br />

y permite al público<br />

VIENA<br />

extraer sus propias conclusiones.<br />

La escenografía es muy<br />

bella, sin ser exageradamente<br />

historicista, y perfectamente<br />

practicable, a veces salón y a<br />

veces teatro. Todo gira, brilla<br />

y resplandece.<br />

La música ofrece la posibilidad<br />

a verdaderos cantantes-actores<br />

de reflejar los<br />

sentimientos humanos, por<br />

encima de la tesis que plantea<br />

el libreto. Tanto si se trata<br />

de la humorística pareja de<br />

cantantes italianos (Jane<br />

Archibald, Cosmin Ifrim), del<br />

arrogante Conde (Bo Skovhus)<br />

a la caza de una fuerte<br />

personalidad teatral como la<br />

actriz Clairon (Angelika<br />

Kirchschlager) o del patéticamente<br />

anticuado, pero justa-<br />

La Ópera de Linz recupera una de las mejores óperas de Hindemith<br />

ECOS DE SOCIEDAD<br />

El Landestheater de Linz<br />

ha incluido en su repertorio<br />

la “ópera cómica”<br />

de Paul Hindemith Neues<br />

vom Tage (Noticias del día),<br />

cuyo estreno en 1929 en la<br />

Kroll-Oper de Berlín bajo la<br />

dirección musical de Otto<br />

Klemperer proporcionó<br />

grandes alabanzas a su autor:<br />

“Hindemith no ha escrito<br />

nunca algo orquestalmente<br />

tan refinado ni transparente”,<br />

escribió entonces Alfred<br />

Einstein. El libreto, en tono<br />

de cabaret, con reminiscencias<br />

de las óperas de Rossini,<br />

refleja la ambición de los<br />

hombres por las novedades y<br />

sensaciones. Su autor, Marcellus<br />

Schiffer, causaba auténtico<br />

furor en los años 20. Un<br />

matrimonio, Laura y Eduard,<br />

a punto de divorciarse, alquila<br />

un amante para la mujer,<br />

el apuesto Señor Herrmann.<br />

El celoso marido rompe una<br />

mente por ello adorable<br />

empresario La Roche (Franz<br />

Hawlata) —todos ellos presentan<br />

“seres humanos de<br />

carne y hueso”.<br />

La obra necesita de intérpretes<br />

como Adrian Eröd y<br />

Michael Schade, que como el<br />

poeta Olivier y el compositor<br />

Flamand fueron capaces de<br />

aprovechar las múltiples<br />

oportunidades de una<br />

orquesta en plena forma bajo<br />

la batuta de Philippe Jordan<br />

y, al igual que Angelika<br />

Kirchschlager, demostraron<br />

lo que Richard Strauss entendía<br />

por conversación musical<br />

—en apreciable contraste<br />

con el arte de una Renée Fleming<br />

como la Condesa, a la<br />

que apenas se le entendió<br />

Cassandra McConnell y Alik Abdukaiumov en Noticias del día<br />

una palabra de lo que cantó<br />

pero, a cambio, destiló unos<br />

sonidos embriagadoramente<br />

hermosos y sensuales. El<br />

personaje no puede decidirse<br />

por ninguno de sus pretendientes,<br />

y el puro virtuosismo<br />

canoro con el que la<br />

soprano norteamericana<br />

reflejó esta ambigüedad, con<br />

su pureza de timbre y su cuidada<br />

dinámica, apoyadas en<br />

la elegancia de su gesto, fue<br />

la culminación de un<br />

momento de gran teatro<br />

musical, al que Peter Jelosits<br />

como Monsieur Taupe y Clemens<br />

Unterreiner como el<br />

Mayordomo también contribuyeron.<br />

Landestheater. 12-VI-2008. Hindemith, Neues vom Tage. Cassandra McConnell, Alik Abdukaiumov, Alexei Kosarev,<br />

Matthäus Schmidlechner, Christa Ratzenböck. Director musical: Marc Reibel. Directora de escena: Gabriele Rech.<br />

Decorados y vestuario: Nicola Reichert.<br />

LINZ<br />

valiosa estatua de Venus en<br />

el museo y aterriza en la prisión.<br />

La prensa hace de todo<br />

ello un escándalo y la pareja<br />

se vuelve famosa, además de<br />

rica. Ya no piensan en separarse,<br />

pero tienen que hacerlo<br />

porque la opinión pública<br />

así lo quiere. El tema es de<br />

una rabiosa actualidad, y ha<br />

sido dirigido admirablemente<br />

por Gabriele Rech, en un<br />

montaje lleno de ritmo y de<br />

ingenio, sobre un decorado<br />

de Nicola Reichert que evoca<br />

la época del estreno, y una<br />

ejecución musical que Marc<br />

Reibel al frente de una exce-<br />

Norbert Artner<br />

ACTUALIDAD<br />

AUSTRIA<br />

<strong>Christian</strong> Springer<br />

lente Orquesta Bruckner de<br />

Linz convierte en auténticos<br />

fuegos de artificio.<br />

La labor de los solistas<br />

fue asimismo altamente positiva.<br />

Tanto Cassandra<br />

McConnell (Laura) como<br />

Alik Abdukaiumov (Eduard)<br />

resultaron ideales en sus<br />

papeles, al igual que Alexei<br />

Kosarev como el amante. Los<br />

restantes intérpretes y el coro<br />

del teatro contribuyeron a<br />

conseguir una velada que<br />

logró entusiasmar al público.<br />

En 1931, poco después<br />

del debate sobre el “bolchevismo<br />

cultural” en el Reichstag,<br />

se decidió clausurar en<br />

Berlín la Kroll-Oper. Tras<br />

sufrir varios ataques contra<br />

su persona, en 1937 Paul<br />

Hindemith abandonó Alemania<br />

y emigró a los Estados<br />

Unidos.<br />

<strong>Christian</strong> Springer<br />

49


50<br />

ACTUALIDAD<br />

BÉLGICA<br />

Ono deja la titularidad de La Moneda<br />

ESCENA BARRIDA POR EL VIENTO<br />

Théâtre de la Monnaie. 8-VI-2008. Verdi, La forza del destino. Eva-Maria Westbroek, Zoran Todorovich, Carlo<br />

Colombara, Alessandro Guerzoni, Vasili Gerello, Marianne Cornetti, José van Dam. Director musical: Kazushi<br />

Ono. Director de escena: Dirk Tanghe.<br />

Ha sido La forza del destino<br />

de Verdi la última<br />

ópera dirigida por Kazushi<br />

Ono como director<br />

musical de la Monnaie,<br />

cargo para el que fue<br />

nombrado en 2002. Es<br />

evidente que la orquesta le<br />

tiene mucho cariño y dio lo<br />

mejor que tiene con esta<br />

impresionante partitura,<br />

empezando con la emocionante<br />

obertura. Ono infundió<br />

a la obra empuje y color, premura<br />

dramática y un gran<br />

alcance melódico. El poderoso<br />

coro de la Monnaie consiguió<br />

unas impresionantes<br />

escenas de batalla e hizo del<br />

conjunto La vergine degli<br />

angeli un momento de pura<br />

belleza. También gracias a la<br />

voz aguda de Eva-Maria Westbroek.<br />

La soprano holandesa,<br />

conocida hasta ahora por<br />

cantar los papeles de Wagner<br />

y de Richard Strauss, no sonó<br />

BRUSELAS<br />

al principio tan a gusto con<br />

Verdi pero a medida que progresaba<br />

la función aumentó<br />

su seguridad y esplendor<br />

vocal. Cantó Pace, pace con<br />

una resplandeciente voz<br />

natural, unos gloriosos agudos<br />

y una gran intensidad<br />

emocional que fue el punto<br />

culminante de la ópera.<br />

Zoran Todorovich, con<br />

su fuerte voz de tenor, mostró<br />

su temperamento y dramatismo<br />

en el papel de Alvaro,<br />

pero a veces cantó forzada<br />

y desagradablemente.<br />

Carlo Colombara fue un<br />

humano y noble Padre Guardiano<br />

y Alessandro Guerzoni<br />

un adecuado Marchese di<br />

Calatrava. El don Carlo de<br />

Vasili Gerello estuvo vocalmente<br />

algo apagado y como<br />

personaje no quedó muy<br />

convincente. Marianne Cornetti,<br />

una Preziosilla vestida<br />

de raso negro y rojo, cantó<br />

Cierre de Anillo<br />

SIGFRIDO Y SU I-NOTHUNG<br />

La Vlaamse Opera ha<br />

rematado su Ring des<br />

Nibelungen con una<br />

puesta de escena de Ivo<br />

van Hove (decorados e<br />

iluminación de Jan Versweyveld,<br />

vestuario de An<br />

D’Huys, y vídeo de Tal Yarden),<br />

con una producción de<br />

El ocaso de los dioses que se<br />

perdió en una profusión de<br />

imágenes. El decorado único<br />

era una construcción metálica<br />

con dos niveles que se<br />

podía transformar en una<br />

habitación grande (por ejemplo:<br />

el nido de amor de Brunilda<br />

en Sigfrido), pero la<br />

mayoría de las veces se utilizó<br />

como un espacio abierto<br />

con un muro trasero hecho<br />

de pantallas de vídeo de<br />

varios tamaños en las que se<br />

E. M. Westbroek y Z. Todorovich<br />

con amplia voz de mezzo y<br />

José van Dam estuvo excelente<br />

en su primer Fra Melitone,<br />

un papel al que dio<br />

vida con su todavía fuerte<br />

voz de bajo barítono y con<br />

don para la comedia.<br />

La forza del destino era la<br />

primera producción de ópera<br />

del director de teatro fla-<br />

menco Dirk Tanghe. Claramente<br />

algo atemorizado por<br />

la partitura, que tuvo un<br />

importante papel en su vida<br />

privada, parecía que quería<br />

que la música hablara por sí<br />

misma. No era una mala idea<br />

y era muy fácil seguir la historia.<br />

Sin embargo, aquí la<br />

idea de “cuanto menos,<br />

mejor” no funcionó. Casi no<br />

había decorados, sólo unos<br />

telones grises y abstractos,<br />

que permitían una rápida<br />

sucesión de diferentes escenas,<br />

diseñados por Richard<br />

Hudson que también fue responsable<br />

del vestuario de<br />

época, a veces de un gusto<br />

un tanto discutible. Una<br />

interpretación operística<br />

emocionante es más que<br />

unas cuantas hojas otoñales<br />

barridas por un viento (de<br />

escena). Una lástima.<br />

Erna Metdepenninghen<br />

Vlaamse Opera. 5-VI-2008. Wagner, Götterdämmerung. Lance Ryan, Jayne Casselman, Attila Jun, Werner van Mechelen,<br />

Christina Niessen, Robert Bork. Director musical: Ivan Törzs. Director de escena: Ivo van Hove.<br />

AMBERES<br />

proyectaron casi sin descanso<br />

toda clase de imágenes.<br />

Se podían ver tanto los rostros<br />

aumentados de los protagonistas<br />

como filmaciones<br />

de óperas anteriores, fotos<br />

porno, juegos de ordenadores,<br />

dibujos animados, etc.<br />

Para Ivo van Hove, el reino<br />

de los guibichungos era<br />

una “comunidad on line”, un<br />

mundo virtual que Sigfrido<br />

descubre y en el que se siente<br />

feliz. Así que no le fue difícil<br />

adoptar otra identidad y<br />

olvidarse de Brunilda. No<br />

había necesidad de pociones<br />

mágicas, ya que el portátil<br />

hacía los milagros a la vez<br />

que era el principal medio<br />

de comunicación.<br />

Es un hecho que este<br />

“Anillo para el siglo XXI”<br />

Bernd Uhlig<br />

como lo llamó Van Hove, tiene<br />

muchas ideas interesantes<br />

pero a menudo eran más<br />

coherentes en las notas al<br />

programa que efectivas en el<br />

escenario. Afortunadamente,<br />

la música fue mejor servida<br />

por la orquesta sinfónica de<br />

la Vlaamse Opera que tocó<br />

muy bien, con un director,<br />

Ivan Törzs, que mostró una<br />

mano firme y mantuvo la<br />

tensión durante toda la ópera.<br />

Desgraciadamente, hubo<br />

grandes momentos musicales<br />

que se vieron entorpecidos<br />

por algunos molestos cambios<br />

escénicos.<br />

Lance Ryan fue un joven<br />

y creíble Sigfrido que cantó<br />

bien con su flexible voz de<br />

tenor. Sus agudos fueron<br />

muy buenos pero no tuvo<br />

siempre un timbre melifluo.<br />

Jayne Casselman se metió<br />

en el papel de Brunilda<br />

completamente; sin embargo<br />

el papel exige una voz<br />

más amplia, sobre todo más<br />

homogénea y con menos<br />

vibrato. Attila Jun fue un<br />

buen Hagen de oscuro y<br />

sonoro bajo y Werner van<br />

Mechelen repitió su mordaz<br />

Alberich. Christina Niessen<br />

(Gutruna) y Robert Bork<br />

(Gunther) fueron una convincente<br />

pareja de guibichungos<br />

con mucha presencia<br />

y Sara Fulgoni mostró<br />

ser una expresiva Waltraute.<br />

Los tríos de nornas e<br />

hijas del Rin estuvieron<br />

equilibrados.<br />

Erna Metdepenninghen


Estreno de Haas<br />

MELANCOLÍA EN NEGRO, GRIS Y BLANCO<br />

Palais Garnier. 9-VI-2008. Haas, Melancholia. Otto Katzameier, Melanie Walz, Johannes Schmidt, Ruth Schmidt, Ruth Weber,<br />

Daniel Gloger. Vokalensemble Nova. Klangforum Wien. Director musical: Emilio Pomarico. Director de escena: Stanislas<br />

Nordey. Decorados: Emmanuel Clolus. Vestuario: Raoul Fernandez.<br />

En el marco del Festival<br />

Agora, la Ópera de París<br />

propone en estreno mundial<br />

Melancholia del austríaco<br />

Georg Friedrich Haas,<br />

adaptada por el noruego Jon<br />

Foss de la primera parte de<br />

su novela Melancholia I, inspirada<br />

en la vida del pintor<br />

Lars Hertervig (1810-1902).<br />

Ecos o resonancias del acto<br />

que las precede y preludios<br />

del siguiente, las transiciones<br />

orquestales son suntuosas al<br />

tiempo que el tratamiento<br />

vocal explota las diversas<br />

aptitudes expresivas.<br />

Haas se reivindica deudor<br />

a la vez de Lachenmann,<br />

Grisey y Scelsi, así como de<br />

la microtonalidad. Todo ello<br />

se manifiesta en Melancholia,<br />

gobernada por la búsqueda<br />

de sonidos insospechados;<br />

cada acto presenta<br />

PARÍS<br />

Melanie Walz y Otto Katzameier<br />

un aspecto de esa búsqueda,<br />

desde los abismos del primero<br />

hasta los agregados<br />

sonoros del tercero, pasando<br />

por los centelleos del<br />

segundo. A la monomanía de<br />

los protagonistas, centrada<br />

sobre el amor inaccesible del<br />

Fracaso escénico<br />

PORGY AND BESS EXANGÜE<br />

Bernd Uhlig<br />

pintor hacia la hija de sus<br />

hospederos, responde la<br />

música obsesiva de una partitura<br />

en espiral, cuya variedad<br />

de colores y referencias<br />

tonales exaltan el pensamiento<br />

del héroe, sus dimensiones<br />

onírica y desesperada<br />

y el enclaustramiento de su<br />

locura.<br />

El reparto, casi exclusivamente<br />

alemán, reunido<br />

para el estreno es espléndido.<br />

Omnipresente, el barítono<br />

Otto Katzameier ofrece<br />

una asombrosa encarnación<br />

del héroe mientras Melanie<br />

Walz (Helene), Johannes<br />

Schmidt y Ruth Weber (Herr<br />

y Frau Winckelmann),<br />

Annette Elster (Kellnerin) y<br />

el británico Martyn Hill<br />

(Bodom) le otorgan idónea<br />

réplica. El contratenor<br />

Daniel Goger, miembro de<br />

París. Opéra-Comique. 4-VI-2008. Gershwin, Porgy and Bess. Kevin Short, Indira Mahajan, Daniel Washington,<br />

Angela Renée Simpson, Laquita Mitchell, Bonita Hyman, Eric Greene. The Atlanta Opera Chorus. New World<br />

Symphony, America’s Orchestral Academy. Director musical: Wayne Marshall. Director de escena: Robyn Orlin.<br />

Escenografía: Alexandre de Dardel. Vídeo: Philippe Lainé. Vestuario: Olivier Bériot.<br />

U n<br />

cuarto de siglo después<br />

de la vieja producción<br />

de la Ópera<br />

de Houston representada en<br />

el Châtelet, la Ópera Cómica<br />

ha presentado un montaje<br />

inédito de la obra maestra<br />

lírica de George Gershwin.<br />

Apoyándose en músicas<br />

populares, en especial el jazz<br />

y el gospel, cantando la grandeza<br />

de la población negra<br />

de Carolina del Sur condenada<br />

al gueto, el drama de<br />

Porgy and Bess cobra dimensiones<br />

universales. Pero esta<br />

universalidad no justifica la<br />

trasposición efectuada por<br />

Robyn Orlin, que traslada la<br />

acción a los barrios pobres<br />

de una gran ciudad surafricana<br />

de nuestros días, con<br />

grandes imágenes de vídeo<br />

excesivamente presentes que<br />

intentan rellenar el vacío<br />

sideral de una escenografía<br />

reducida a simples paneles y<br />

una mesa de plástico cuyos<br />

colores varían del azul al<br />

blanco y del blanco al azul<br />

en función de la iluminación.<br />

La dirección de actores,<br />

mínima, se contenta con<br />

situar a los intérpretes en un<br />

arco de círculo, de pie sobre<br />

la mencionada mesa o desfilando<br />

en medio del público,<br />

como cada vez es más frecuente<br />

entre los directores de<br />

escena que no saben qué<br />

hacer ni qué decir. El colmo<br />

para esta obra que engarza<br />

individuos y oficios de todas<br />

clases, evocando así como<br />

pocas óperas un mundo hormigueante<br />

poblado por una<br />

multitud de personajes a cuál<br />

más pintorescos. Aquí, la proyección<br />

se concentra sobre<br />

imágenes tópicas de cuchitriles<br />

y muchedumbres de toda<br />

índole, encadenando sarcófagos,<br />

furgones de la policía,<br />

puestos de mercado o un<br />

pájaro enjaulado para ilustrar<br />

un velatorio, una operación<br />

policíaca, vendedores callejeros<br />

o el amor, mientras todo<br />

lo accesorio queda desterrado.<br />

Además, cuando Porgy<br />

ofrece una armónica o cuando<br />

se trata de beber, los cantantes<br />

gesticulan como<br />

mimos. Las imágenes empleadas,<br />

rodadas como por<br />

medio de un super-8 infantil,<br />

se proyectan sobre una sábana<br />

inmaculada mientras que<br />

durante el velatorio una<br />

ACTUALIDAD<br />

FRANCIA<br />

los Neuen Vocalsolisten de<br />

Stuttgart, se distingue por su<br />

extraordinaria presencia, lo<br />

mismo que los seis miembros<br />

del Vokalensemble<br />

Nova, especie de coro antiguo,<br />

a la vez actor y comentarista.<br />

La despojada escenografía<br />

de Emmanuel Clolus,<br />

realzada por la iluminación<br />

de Philippe Berthomé y los<br />

figurines de Raoul Fernandez<br />

en negro, gris y blanco,<br />

magnifica el aislamiento de<br />

los personajes que subraya<br />

la estricta dirección de<br />

actores de Stanislas Nordey.<br />

En el foso, las cualidades<br />

singulares del Klangforum<br />

Wien se expresan hasta la<br />

saciedad bajo la fabulosa<br />

dirección del argentino Emilio<br />

Pomarico.<br />

Bruno Serrou<br />

cámara filma en directo las<br />

aletas de la nariz y los guiños<br />

de ojos del muerto, difundidos<br />

en primer plano sobre la<br />

pantalla gigante.<br />

Por fortuna para el espectáculo,<br />

y desgraciadamente<br />

para la partitura, los protagonistas<br />

actúan mejor que cantan.<br />

En el foso, Wayne Marshall<br />

dirige con ímpetu, aportando<br />

el swing necesario a su<br />

excelente orquesta con un<br />

entusiasmo tan desenfrenado<br />

que no duda en tapar a los<br />

cantantes. Un fracaso escénico<br />

que deja perplejo a la vista<br />

de las ambiciones de excelencia<br />

de que ha hecho alarde<br />

Jérôme Deschamps, nuevo<br />

director de la sala Favart.<br />

Bruno Serrou<br />

51


52<br />

ACTUALIDAD<br />

FRANCIA / GRAN BRETAÑA<br />

Madonnas<br />

AGORA, ICONO DE LA VOZ<br />

París. IRCAM. Cité de la Musique. Théâtre du Châtelet. 4, 5, 10, 11, 13-VI-2008. Susan Narucki, Lani Poulson, Cristina<br />

Branco, Frank Wörner. Marc Coppey, Alain Billard. Filarmónica de Radio France. Ensemble Court Circuit. Ensemble<br />

Modern. Ensemble InterContemporain. Directores: Pascal Rophé, Jean Deroyer, Frank Ollu. Obras de Grisey, Carter,<br />

Harvey, Cera, Adamek, Cendo, Jodlowski, Gervasoni y Boulez.<br />

A puntaba<br />

Frank Madlener,<br />

director del IRCAM<br />

y del Festival: “la edición<br />

2008 de Agora puede<br />

resumirse así: de Grisey a<br />

Grisey, o de la voz a la voz”.<br />

Con Le Noir de l’Étoile de<br />

Grisey, ofrecida por Percusiones<br />

de Estrasburgo, el Festival<br />

arrancó en la iglesia de<br />

Saint-Eustache. Otra gran<br />

partitura de Grisey, Icône<br />

paradoxale, obra madrigalesca<br />

para soprano, mezzo y<br />

orquesta, se inspira en la<br />

Madonna del parto de Piero<br />

della Francesca. Dirigida por<br />

Pascal Rophé, la Filarmónica<br />

de Radio France demuestra<br />

un perfecto dominio de esta<br />

obra de delicada ejecución.<br />

Las cantantes Susan Narucki<br />

Aburrido montaje de Carsen<br />

SEXUALIDAD SONORA<br />

Opera Festival. 18-V-2008. Monteverdi, L’incoronazione di Poppea. Danielle de Niese, Paolo Battaglia, Alicia<br />

Coote. Directora musical: Emmanuelle Haïm. Director de escena: Robert Carsen.<br />

El doble atractivo de una<br />

nueva temporada de<br />

Glyndebourne y un joven<br />

reparto encabezado por<br />

la soprano Danielle de<br />

Niese garantizó una febril<br />

emoción en el estreno de<br />

L’incoronazione di Poppea,<br />

dirigida escénicamente<br />

por Robert Carsen<br />

y musicalmente con el<br />

entusiasmo de siempre por<br />

Emmanuelle Haïm.<br />

La asombrosa y última<br />

partitura de Monteverdi, tan<br />

inventiva que incluso hoy<br />

parece revolucionaria, explora<br />

la fuerza destructiva de la<br />

lujuria. Aunque la sordidez<br />

de la historia se hace cada<br />

vez más grotesca, la sensualidad<br />

de la música es envolvente.<br />

Para las clases mercantiles<br />

de la Venecia de<br />

1643, aun esforzándose por<br />

entender la nueva forma de<br />

arte que era la ópera, debió<br />

GLYNDEBOURNE<br />

y Lani Poulson rivalizan en<br />

calidez y precisión.<br />

Frente a esta página hiératica,<br />

el Concierto para violonchelo<br />

de Elliott Carter<br />

parece fugaz, nervioso, sobre<br />

todo en el arco de Marc Coppey,<br />

que hace cantar a su<br />

instrumento pese a la densidad<br />

de la escritura. Aplazado<br />

el esperado estreno de Jonathan<br />

Harvey a los Proms de<br />

Londres, se presentó una<br />

página ya antigua del británico,<br />

Madonna of Winter and<br />

Spring para orquesta, sintetizador<br />

y electrónica, que no<br />

ha envejecido pese a sus<br />

veintidós primaveras.<br />

La alianza del fado y de la<br />

música de Stefano Gervasoni<br />

no alcanza la fusión prometi-<br />

de haber sido pura euforia.<br />

Las referencias a la moralidad<br />

que podrían haber<br />

hecho aburrida la obra son<br />

casi nulas, salvo en el caso<br />

del presumido Séneca, situado<br />

aparte, al ser una voz grave<br />

entre muchas que eran<br />

agudas, cantado soberbiamente<br />

por Paolo Battaglia.<br />

Glyndebourne tuvo un<br />

fuerte reparto de conjunto,<br />

gente con talento equilibrado<br />

en lugar de jerárquico.<br />

Alicia Coote cantó convincentemente<br />

el papel de<br />

Nerón como un grosero,<br />

rapaz y sexualmente dudoso<br />

aristócrata. Como la serpentina<br />

Popea, De Niese se mostró<br />

encantadora, aunque no<br />

tuvo la oportunidad de lucirse<br />

tanto como hizo hace dos<br />

años en el papel de Cleopatra<br />

en Glyndebourne.<br />

Sin embargo, la plúmbea<br />

puesta en escena de Carsen,<br />

da. Los mundos de Cristina<br />

Branco y del barítono Frank<br />

Wörner se mantienen en<br />

paralelo, las atmósferas tradicionales<br />

y contemporáneas<br />

se encadenan sin fundirse<br />

entre sí. No es culpa de ninguno<br />

de los intérpretes, el<br />

Ensemble Modern, dirigido<br />

por Frank Ollu, Branco, cálida<br />

y sensual, y Wörner, de<br />

bello metal pero articulando<br />

un portugués aleatorio.<br />

En homenaje a Madame<br />

Claude Pompidou, esposa<br />

del presidente de la República,<br />

fallecida hace un año,<br />

Pierre Boulez dirigió en el<br />

Espacio de proyección inaugurado<br />

por él en 1978 al<br />

Ensemble InterContemporain<br />

en un concierto resumen de<br />

Danielle De Niese y Alicia Coote<br />

con decorados de Michael<br />

Levine, fue problemática.<br />

Visualmente fue un batiburrillo<br />

de lo viejo y lo nuevo,<br />

dominado por kilómetros de<br />

Mike Hoban<br />

la historia del IRCAM: obras<br />

fundacionales de Boulez<br />

(Mémoriale para flauta y<br />

ocho instrumentos) y de Philippe<br />

Manoury (primera y<br />

segunda partes de Pluton),<br />

rodeando al suntuoso Richiamo<br />

para metales, percusión y<br />

electrónica de Ivan Fedele, y<br />

obras recientes de dos compositores<br />

procedentes de los<br />

cursos del IRCAM, Roque<br />

Rivas y Vassos Nicolau. El<br />

concierto concluía con Dialogue<br />

de l’ombre double interpretado<br />

por su creador, Alain<br />

Damiens, y ejecutado durante<br />

el oficio fúnebre de Madame<br />

Pompidou por expreso<br />

deseo de ésta.<br />

Bruno Serrou<br />

cortina de color rojo sangre<br />

—que no ayudó para nada a<br />

la acústica a la hora de cantar—<br />

y un baño lleno de<br />

agua. ¿Hemos vuelto al útero?<br />

Es un sitio muy triste para<br />

tener que estar durante tres<br />

horas. Con el prólogo, interpretado<br />

en la primera fila del<br />

patio de butacas como una<br />

falsa confusión con las entradas<br />

de una monja, las cosas<br />

empezaron mal. La obra es<br />

tan escandalosa que no hace<br />

falta cargar más la mano.<br />

Afortunadamente allí<br />

estaban Haïm y la gloriosa<br />

Orquesta de la Edad de la<br />

Ilustración que rasguearon,<br />

palpitaron, susurraron y suspiraron<br />

tal como dice la partitura.<br />

Poppea es una de las<br />

óperas con más sexo, pero<br />

aquí toda la acción erótica<br />

estaba en el foso.<br />

Fiona Maddocks


54<br />

ACTUALIDAD<br />

GRAN BRETAÑA<br />

Zurbarán antes de tiempo<br />

CLAROSCUROS<br />

Royal Opera House Covent Garden. 6-VI-2008. Verdi, Don Carlo. Rolando Villazón, Marina Poplavskaia, Ferruccio<br />

Furlanetto, Sonia Ganassi, Simon Keenlyside. Director musical: Antonio Pappano. Director de escena: Nicholas Hytner.<br />

Poco después de que<br />

comenzara la nueva producción<br />

de Don Carlo<br />

de Covent Garden —<br />

interpretada en la versión<br />

posterior en italiano—<br />

el tenor mejicano<br />

Rolando Villazón se hizo<br />

dueño del escenario con sus<br />

emocionales revelaciones<br />

de amor para una mujer que<br />

apenas conoce. Marcaron la<br />

pauta para una apasionada<br />

tarde gracias a una cautivadora<br />

puesta en escena del<br />

director del Teatro Nacional<br />

Nicholas Hytner, unos<br />

soberbios decorados de<br />

Bob Crowley y la dirección<br />

musical, con una intensidad<br />

llena de ternura, de Antonio<br />

Pappano.<br />

La agria política de Flan-<br />

LONDRES<br />

des y España, expresada a<br />

través de los desahogos del<br />

excelente coro, proporcionó<br />

el telón de fondo para las<br />

angustias individuales del<br />

rey, de la reina y de su hijo.<br />

Una reflexión sobre estas<br />

intrigas suele evocar un tenebroso<br />

mundo barroco español<br />

salpicado de destellos<br />

dorados.<br />

Y así fue: la iluminación<br />

reluciente a lo Zurbarán de<br />

Mark Henderson perforaba<br />

la oscuridad. Crowley ha<br />

actualizado la tradición con<br />

un hábil vuelco de modernidad<br />

japonesa usando manchas<br />

rojas. Desde la primera<br />

escena, el bosque de Fontainebleau<br />

cristalizada por la<br />

escarcha, hasta el lóbrego<br />

monasterio y la fantástica-<br />

Estreno británico de una ópera de Vivaldi<br />

ÓPERA EN EL JARDÍN<br />

Maestro en el arte de la<br />

exageración, Vivaldi sostuvo<br />

que había escrito<br />

más de 90 óperas. No<br />

importaba que la cifra<br />

fuera exacta. En cuanto a<br />

cantidad, Vivaldi casi<br />

empata con Haendel; en<br />

cuanto a calidad, poca<br />

gente puede juzgar, ya<br />

que la mayoría de sus óperas<br />

siguen siendo desconocidas,<br />

aunque varias grabaciones<br />

de ellas han salido al mercado<br />

en los últimos años.<br />

Esta temporada, Garsington,<br />

un pionero a la hora de<br />

ofrecer rarezas con gran éxito,<br />

a pesar del hecho que tiene<br />

que buscar un nuevo<br />

local en 2010, estrenó en el<br />

Reino Unido<br />

L’incoronazione di Dario, en<br />

una nueva edición critica del<br />

Instituto Italiano Antonio<br />

Vivaldi de Venecia.<br />

Se interpretó Dario por<br />

primera vez en el Teatro San-<br />

mente dorada imagen de la<br />

Catedral de Valladolid, todo<br />

fue espectacular.<br />

La soprano rusa Marina<br />

Poplavskaia, tan escultural y<br />

sosegada aunque estremeciéndose<br />

con reprimida agitación,<br />

fue una Isabel deslumbrante.<br />

Tiene un suave y<br />

marfileño tono vocal, un<br />

poco descuidado en los agudos<br />

pero reluciente en los<br />

registros medio y bajo. Su<br />

serenidad contrapesó la<br />

febril vehemencia de su<br />

amante, tal como la expresa<br />

Villazón.<br />

El orgulloso Felipe II de<br />

Ferruccio Furlanetto cautivó<br />

con su inteligencia y belleza<br />

vocal. En el papel de<br />

Eboli, Sonia Ganassi mostró<br />

una robusta vitalidad. El<br />

Rodrigo de Simon Keenlyside,<br />

que fue aplaudido con<br />

gran entusiasmo, exhibió su<br />

acostumbrada percepción y<br />

brío. Robert Lloyd, Eric<br />

Halfvarson, Jette Parker y la<br />

joven artista Pumeza Matshikiza<br />

se mostraron excelentes<br />

en sus papeles<br />

secundarios.<br />

Y manteniendo todo y a<br />

todos unidos estaba Antonio<br />

Pappano, que hizo una<br />

utilización hábil del claroscuro<br />

de la propia partitura.<br />

Descubrió el corazón compasivo<br />

de esta obra, a la vez<br />

que con agitado empuje,<br />

dio a esa imponente creación<br />

de Verdi una potente<br />

orientación.<br />

Fiona Maddocks<br />

Opera. 4-VI-2008. Vivaldi, L’incoronazione di Dario. Paul Nilon, Renata Pokupic, Wendy Dawn Thompson, Russell<br />

Smythe. Director musical: Laurence Cumming. Director de escena: David Freeman.<br />

GARSINGTON<br />

t’Angelo de Venecia durante<br />

los carnavales de 1717. El<br />

compositor ya había escrito<br />

media docena de obras antes<br />

de terminar Dario, a la que<br />

puso un texto ya existente<br />

del poeta Adriano Morselli.<br />

Llena de temas orientales<br />

que estaban de moda en la<br />

época, la ópera seria está<br />

situada en Persia durante el<br />

siglo V a. C. Dario es el pretendiente<br />

al trono recientemente<br />

vacante. La hija del<br />

emperador, Statira, tiene —<br />

algo inverosímil— tres pretendientes<br />

y una hermanita<br />

que es el diablo personificado.<br />

Hay muchos engaños y<br />

rivalidades con una música<br />

ricamente melódica, escenas<br />

cortas y mucho obbligato de<br />

trompas, trompetas y oboes.<br />

Tengo que confesar que<br />

toda la música de Vivaldi, a<br />

pesar de su alegre y briosa<br />

energía, me suena igual que<br />

las Cuatro estaciones. Siem-<br />

Renata Pokupic y Paul Nilon<br />

Johan Persson<br />

pre suena alegre e inexorablemente<br />

como un modelo<br />

formulario que recuerda a las<br />

ragas indias. Laurence Cumming<br />

dirigió musicalmente<br />

con una elegancia e imaginación<br />

persuasivas pero no fue<br />

capaz de ahuyentar esta<br />

impresión. David Freeman,<br />

el director de escena, y Dan<br />

Potra, el escenógrafo, optaron<br />

por una especie de<br />

inventiva bufonada popular<br />

en la década de los 60, dando<br />

a los personajes una personalidad<br />

más aguda y más<br />

humor de lo que realmente<br />

permite la música.<br />

Se podía pensar que es<br />

un repertorio con una tradición<br />

interpretativa que aún<br />

no logramos entender. Eso<br />

mismo pasó con Haendel<br />

hace treinta años, así que por<br />

el momento será mejor tener<br />

paciencia. El excelente reparto,<br />

encabezado por Paul<br />

Nilon, Renata Pokupic,<br />

Wendy Dawn Thompson y<br />

Russell Smythe actuaron con<br />

viveza y elegancia.<br />

Fiona Maddocks


Festival de Holanda<br />

ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA<br />

Het Muziektheater. 1-VI-2008. Messiaen, Saint François d’Assise. Camilla Tilling, Rod<br />

Gilfrey, Hubert Delamboye, Henk Neven, Tom Randle. Filarmónica de la Haya. Director:<br />

Ingo Metzmacher. Director de escena: Pierre Audi. Royal Circus Carré. 18-VI-2008.<br />

Andriessen, La Commedia. Claron McFadden, Cristina Zavalloni, Jeroen Willems, Marcel<br />

Beekman. Synergy Vocals, Asko Ensemble. Schoenberg Ensemble. Director musical:<br />

Reinbert de Leeuw. Director de escena: Hal Hartley.<br />

Las dos representaciones<br />

operísticas centrales del<br />

Festival de Holanda 2008<br />

simbolizaron el tema<br />

principal de este festival:<br />

el cielo y la tierra. Saint<br />

François d’Assise de Olivier<br />

Messiaen, que por<br />

fin ha sido interpretada en<br />

escena en los Países Bajos,<br />

fue el elemento “celestial”<br />

mientras La Commedia, una<br />

nueva ópera de Louis<br />

Andriessen, basada en Dante,<br />

la Biblia, y obras del poeta<br />

holandés del siglo XVII<br />

Joost van den Vondel, representó<br />

la “tierra”, que combinó<br />

la Florencia de Dante con<br />

el Ámsterdam de hoy.<br />

Para representar Saint<br />

François d’Assise, el director<br />

de escena Pierre Audi volvió<br />

a usar las grandes dimensiones<br />

que utilizó para el Ring<br />

des Nibelungen de Wagner.<br />

Aquí también la orquesta<br />

estaba sentada en el escenario<br />

principal y casi toda la<br />

acción ocurrió en un escenario<br />

amplio que se alargó dentro<br />

del auditorio. Considerando<br />

la sutileza instrumental de<br />

la partitura de Messiaen, el<br />

efecto acústico fue menos<br />

convincente que para la abrumadora<br />

composición para<br />

orquesta de Wagner, pero el<br />

efecto dramático fue incluso<br />

más impresionante. Durante<br />

las primeras escenas se centró<br />

la atención en la primera<br />

parte del escenario, el mundo<br />

del sufrimiento terrenal, en el<br />

segundo acto se creó la apertura<br />

a otro mundo y en el tercer<br />

acto una inmensa cúpula<br />

encima de la orquesta creó<br />

un ambiente celestial que<br />

abarcó todo el espacio del<br />

Muziektheater. La fuerza de<br />

Audi como director teatral se<br />

mostró de nuevo en su habilidad<br />

para descubrir unos verdaderos<br />

personajes humanos<br />

que nunca llegan a ser eclipsados<br />

por los abrumadores<br />

AMSTERDAM<br />

Jeroen Willems, Claron McFadden y Cristina Zavalloni en La Commedia<br />

efectos visuales de los decorados<br />

y la iluminación del<br />

incomparable Jean Kalman.<br />

El centro musical de la<br />

representación fue la disciplinada<br />

y muy lucida interpretación<br />

de la Filarmónica<br />

de la Haya, dirigida por un<br />

entregado Ingo Metzmacher,<br />

cuya última producción con<br />

la ópera de los Países Bajos<br />

se convirtió en su mayor éxito<br />

con la compañía. Cantaron<br />

soberbiamente Camilla<br />

Tilling en el papel de un etéreo<br />

Ángel con un gran sentido<br />

de humor, Hubert Delamboye<br />

como un muy humano<br />

Lépreus y Tom Randle con<br />

un ingenioso Frère Massée.<br />

El barítono Rod Gilfrey tuvo<br />

sobrada personalidad para<br />

interpretar el papel titular<br />

pero desgraciadamente no<br />

podía cantar plenamente<br />

debido a una infección de las<br />

cuerdas vocales.<br />

El estreno mundial de La<br />

Commedia, más un ciclo de<br />

canciones dramáticas que una<br />

ópera, parecía retrasar el reloj<br />

más de treinta años a una<br />

época cuando la contemplación<br />

y la introspección estaban<br />

de moda. Con los largos<br />

y vagos diálogos de Dante, su<br />

amigo Cacciaguida, el compositor<br />

Casella, el diablo y Beatrice<br />

expresan sus opiniones<br />

sobre el mundo, mientras<br />

varias pantallas les muestran<br />

paseando por la Ámsterdam<br />

de hoy. Durante los extensos<br />

pasajes ostinato la partitura no<br />

hay sentido dramático suficiente<br />

como para justificar<br />

una interpretación teatral y<br />

sólo cuando Andriessen se<br />

puso un poco más animado<br />

se vieron cosas más briosas.<br />

Después de usar a Peter<br />

Greenaway, que había producido<br />

dos de sus óperas<br />

anteriores, Andriessen eligió<br />

a otro cineasta, Hal Hartley,<br />

porque la puesta en escena<br />

combinó teatro e imágenes.<br />

Sin embargo, esta vez la<br />

combinación no fue tan convincente,<br />

en parte debido a<br />

la carencia de dramatismo en<br />

la partitura y también debido<br />

a la tenue relación que existió<br />

entre los textos del Renacimiento<br />

y las fotos de un<br />

Ámsterdam moderno. La<br />

dedicación del director musical<br />

Reinbert de Leeuw y los<br />

músicos del Asko Ensemble<br />

y el Schoenberg Ensemble<br />

tenían que haber dado a la<br />

partitura más profundidad y<br />

variedad. De los cuatro solistas<br />

sólo Cristina Zavalloni<br />

(un Dante femenino llevando<br />

un vestido rojo) y Jeroen<br />

Willems, los dos excelentes<br />

intérpretes como cantantes y<br />

actores, consiguieron dar<br />

una cantidad razonable de<br />

individualidad y expresión al<br />

intelectualismo del libreto.<br />

Paul Korenhof<br />

Hans van den Bogaard<br />

ACTUALIDAD<br />

HOLANDA<br />

55


56<br />

ACTUALIDAD<br />

ITALIA<br />

Estreno italiano de la última ópera de Henze<br />

TRAGEDIA TROCEADA<br />

Teatro Goldoni. 5-VI-2008. Henze, Phaedra. Natascha Petrinsky, Cinzia Forte, Mirko Guadagnini, Martín Oro. Director<br />

musical: Roberto Abbado. Director de escena: Michael Kerstan. Decorados y vestuario: Nanà Cecchi.<br />

La propuesta más significativa<br />

del Mayo Musical<br />

Florentino de 2008 ha<br />

sido quizá la nueva producción<br />

(en estreno italiano)<br />

de la ópera más<br />

reciente de Henze, Phaedra<br />

(2004-2007) a diez meses<br />

de distancia de la primera<br />

representación, fruto de la<br />

colaboración de la Staatsoper<br />

de Berlín, la Monnaie de<br />

Bruselas, la Wiener Festwochen<br />

y la Alte Oper de<br />

Francfort (donde se ha visto<br />

en junio). El complejo y fascinante<br />

espectáculo ideado<br />

por Peter Mussbach, con<br />

escenografía de Olafur Eliasson<br />

(criticado en SCHERZO<br />

nº 223) realizaba de manera<br />

libre y original, con gran<br />

inteligencia y fuerte sugestión<br />

(no sin algunas cosas<br />

forzadas) la idea de la konzertoper<br />

que caracteriza a<br />

Phaedra. En Florencia se ha<br />

escogido un camino completamente<br />

distinto, implicando<br />

directamente al compositor<br />

en la “supervisión del proyecto<br />

directorial y escénico”<br />

firmado por Michael Karsten<br />

y Nanà Cecchi. Desafortunadamente,<br />

se ha debido<br />

renunciar al Teatro alla Per-<br />

FLORENCIA<br />

Juanjo Mena triunfa en Génova<br />

LIRISMO TRISTE<br />

Teatro Carlo Felice. 23-V-2008. Chaikovski, Evgeni Onegin. Svetla Vassileva, Marina Pardo, Fabio Maria Capitanucci, Dmitri<br />

Korchak, Askar Abdrazakov. Director musical: Juanjo Mena. Director de escena: Peter Stein. Decorados: Ferdinand Wögerbauer.<br />

Al término de una temporada<br />

tormentosa, por<br />

fuertes y prolongados<br />

conflictos internos, el<br />

Teatro Carlo Felice de<br />

Génova ha presentado<br />

uno de sus mejores espectáculos,<br />

proponiendo Evgeni<br />

Onegin con intérpretes en<br />

gran parte jóvenes y la dirección<br />

estrenada por Peter<br />

Stein en Lyon y retomada<br />

por Georges Gagneré. Joven<br />

es Juanjo Mena, desde 2007<br />

primer director invitado del<br />

GÉNOVA<br />

gola y replegarse en el<br />

minúsculo Teatro Goldoni. El<br />

espacio acústicamente poco<br />

feliz no ha hecho sin embargo<br />

menos significativa esta<br />

primera representación italiana,<br />

que ha proporcionado<br />

una bellísima confirmación<br />

de la grandeza de la partitura<br />

de Phaedra. Una vez más,<br />

se han impuesto fascinantes<br />

la tensa esencialidad de la<br />

escritura, el uso magistral,<br />

aun en sentido dramático, de<br />

la insólita plantilla (23 músicos:<br />

maderas, metales, percusión,<br />

arpa y piano y sólo<br />

teatro, con cuya orquesta ha<br />

hecho un trabajo significativo.<br />

En su interpretación,<br />

segura y equilibrada, se<br />

admiraban sobre todo la<br />

intensidad y la naturalidad<br />

con que supo proponer los<br />

momentos más líricos de la<br />

partitura, aprovechando la<br />

respiración de ese lirismo<br />

tristísimo y acongojante que<br />

es el aspecto esencial del<br />

Onegin y del modo en que<br />

Chaikovski contempla el texto<br />

de Puchkin. Aun en el<br />

cuatro cuerdas), y la intensa<br />

relación de la música con el<br />

notable texto poético de<br />

<strong>Christian</strong> Lehnert, que no<br />

narra el conocido mito, sino<br />

que procede por rápidos<br />

escorzos, interiorizaciones y<br />

capas.<br />

La belleza de Phaedra<br />

fue iluminada bastante bien<br />

por la nítida e intensa dirección<br />

de Roberto Abbado y<br />

por el valiosísimo reparto,<br />

con Natascha Petrinsky (que<br />

ya había sido Fedra en Berlín<br />

y Bruselas, en alternancia<br />

con Maria Riccarda Wesse-<br />

reparto, de nivel desigual, los<br />

mejores eran los más jóvenes.<br />

Ya confirmada está Svetla<br />

Vassileva, una Tatiana<br />

fresca y fascinante, aunque<br />

con algunas tensiones no<br />

perfectamente controladas.<br />

Un Lenski de gran finura fue<br />

Dimitri Korchak, y tan persuasivo<br />

parecía el atormentado<br />

Onegin de Fabio Maria<br />

Capitanucci. Podremos<br />

sobrevolar a los otros (no<br />

más que dignos) y al coro. La<br />

concepción escénica de<br />

Natascha<br />

Petrinsky en<br />

Phaedra de<br />

Hans<br />

Werner<br />

Henze<br />

ling), Cinzia Forte (Afrodita),<br />

Mirko Guadagnini (Hipólito),<br />

el contratenor Martín Oro<br />

(Ártemis) y Maurizio Lo Piccolo<br />

(Minotauro). En la escenografía<br />

esencializada de<br />

Nanà Cecchi, de elegante y<br />

sugestiva modernidad, con<br />

una pertinente cita final de<br />

La rama dorada de Turner,<br />

Michael Kerstan ha creado<br />

un espectáculo deliberadamente<br />

estático, con pocos<br />

movimientos de carácter<br />

ritual.<br />

Paolo Petazzi<br />

Stein, limpia y equilibrada, se<br />

podía reconocer aun si no se<br />

encargó personalmente de la<br />

misma. La escenografía de<br />

Ferdinand Wögerbauer, que<br />

también ha firmado la del<br />

Prisionero de la Scala, y el<br />

vestuario de Anna Maria<br />

Heinreich, evocaban la época<br />

de Puchkin son sobria linealidad<br />

y poética contención.<br />

La actuación se impuso por<br />

su controlada naturalidad.<br />

Paolo Petazzi


Díptico insólito<br />

OPRESIONES<br />

Teatro alla Scala. 18-V-2008. Dallapiccola, Il prigioniero. Vito<br />

Piante, Paoletta Marrocu, Kim Begley. Bartok, El castillo de Barbazul.<br />

Gabor Bretz, Elena Zhidkova. Director musical: Daniel<br />

Harding. Director de escena: Peter Stein. Decorados: Ferdinand<br />

Wögerbauer, Gianni Dessì.<br />

Con el díptico insólito<br />

formado por la ópera<br />

más célebre de Dallapiccola,<br />

El prisionero (1943-<br />

48) y la única de Bartók,<br />

El castillo de Barbazul<br />

(1911), la Scala ha propuesto<br />

uno de los mejores espectáculos<br />

de la temporada. Estos<br />

dos actos únicos pertenecen<br />

a mundos completamente<br />

distintos y con razón Peter<br />

Stein ha evitado toda tentación<br />

de iluminar algunos elementos<br />

comunes externos<br />

(como la ambientación en un<br />

lugar cerrado y opresor),<br />

colaborando con dos escenógrafos,<br />

Ferdinand Wögenbauer<br />

en El prisionero y<br />

Gianni Dessì en Barbazul.<br />

Caminos diversos ha seguido<br />

incluso en la confrontación<br />

con la aparente pobreza de<br />

acontecimientos de ambas<br />

óperas que caracteriza la<br />

descarnada trama. Toda interior<br />

es la acción de la ópera<br />

de Bartók y en esta clave<br />

Stein subrayaba la tormentosa<br />

relación entre Judith y<br />

Barbazul (sensacionales desde<br />

cualquier punto de vista<br />

Gabor Bretz y Elena Zhidkova),<br />

con intensidad y riqueza<br />

convincentes, con profunda<br />

verdad de gestos e inflexiones,<br />

del impulso amoroso a<br />

la angustia; la duda, la caída<br />

en la oscura soledad: había<br />

una absoluta adhesión de la<br />

dirección de escena a la<br />

bellísima música, quizá todavía<br />

no lo bastante familiar<br />

para el público italiano. La<br />

interpretación de Daniel Harding<br />

creaba una tensión sin<br />

fisuras y definía con cuidado<br />

los colores y las atmósferas<br />

que cambian con la apertura<br />

de cada una de las siete<br />

puertas. En la sobria esencialidad<br />

de la escenografía de<br />

Gianni Dessì, las puertas<br />

cerraban rectángulos altos y<br />

estrechos de luces y colores,<br />

abriendo una panorámica<br />

más amplia y menos abstrac-<br />

MILÁN<br />

Piante y Begley en Il prigioniero<br />

ta sólo en la quinta puerta,<br />

con la visión del reino de<br />

Barbazul.<br />

En El prisionero, Stein<br />

presentaba la seca acción del<br />

modo más espectacular posible,<br />

subrayándose de modo<br />

explícito el contexto histórico,<br />

los horrores de la Inquisición<br />

en la España de Felipe<br />

II. Es una elección hoy no<br />

habitual, pero no carente de<br />

sugestión, y en todo caso<br />

bastante bien realizada. Veíamos<br />

la cabeza de Felipe II<br />

asumir la apariencia de un<br />

búho y una calavera (como<br />

en el sueño de la madre del<br />

protagonista), asistimos a<br />

horrendos desfiles de sacerdotes<br />

que conducen al reo<br />

herético, vemos al Inquisidor<br />

tomar dimensiones gigantescas<br />

y se hace explícita incluso<br />

la trágica conclusión que<br />

el libreto deja implícita, porque<br />

sale sobre la pira y<br />

envuelto en llamas el Prisionero<br />

que la noche anterior<br />

había sido sometido a la tortura<br />

extrema, la de la ilusoria<br />

esperanza de la libertad.<br />

Magnífica la dirección de<br />

Harding e impecables los<br />

cantantes, Paoletta Marrocu<br />

(la Madre), Vito Priante (el<br />

Prisionero), Kim Begley (el<br />

Carcelero–Inquisidor).<br />

Paolo Petazzi<br />

ACTUALIDAD<br />

ITALIA<br />

57


58<br />

ACTUALIDAD<br />

ITALIA<br />

China cercana<br />

VIDA DE POETA<br />

Auditorium Parco della Musica. Sala Petrassi. 23-V-2008. Wenjing, El poeta Li Bai. Tian Haojiang, Zhou Xiaolin, Chi<br />

Liming, Jang Qihu, Wu Wei. Coro y Orquesta de la Ópera de Shangai. Director musical: Zhang Guoyong. Director de<br />

escena: Lin Zhaohua. Escenografía, iluminación y vestuario: Yi Liming.<br />

En el Parque de la Música<br />

de Roma se ha desarrollado<br />

un festival rico<br />

e interesante sobre diversos<br />

aspectos de la cultura<br />

china (danza contemporánea,<br />

teatro, música y ópera):<br />

China cercana, del 23 de<br />

mayo al 8 de junio. Ha abierto<br />

la manifestación en estreno<br />

europeo la ópera moderna<br />

El poeta Li Bai de Guo<br />

Wenjing sobre libreto de Liao<br />

Duanli y Xu Ying, encargada<br />

por el tándem integrado por<br />

la Asian Performing Arts of<br />

Colorado y la Central City<br />

Opera House Assosiation<br />

and Bel Canto International<br />

de Denver, donde recibió su<br />

estreno en 2007. Ópera íntima<br />

en un prólogo y cinco<br />

escenas (noventa minutos),<br />

que narra la vida del más<br />

célebre poeta de la dinastía<br />

Tang (Li Bai es conocido en<br />

Occidente por haber escrito<br />

ROMA<br />

los poemas de Das Lied von<br />

der Erde de Gustav Mahler)<br />

en un largo flash back del<br />

protagonista en el exilio que<br />

revive, como en una alucinación,<br />

el continuo ping pong<br />

entre los dioscuros de su inspiración:<br />

la Luna y su bebida<br />

alcohólica favorita, personificada<br />

en el Vino. Guo Wenjing<br />

funde admirablemente el<br />

lenguaje poético y decorativo<br />

nativo con instrumentaciones<br />

y vocalidades occidentales.<br />

Se recogen el eco<br />

de Mahler, de la escuela<br />

rusa, pero también de Bartók.<br />

La línea de canto es un<br />

flujo continuo: alterna arias,<br />

dúos, tríos y recitativos con<br />

momentos corales que<br />

subrayan las sentencias. En<br />

el foso, una orquesta sinfónica<br />

tradicional dialoga inesperadamente<br />

con la flauta china.<br />

Zhang Guoyong dirigió<br />

con precisión una orquesta<br />

Tito en la Italia fascista<br />

SOMBRAS SINIESTRAS<br />

que brilló por limpieza e<br />

incisividad, siempre atento al<br />

equilibrio con las voces y el<br />

coro, bien entonado y presente<br />

incluso cuando estaba<br />

fuera de escena. El bajo Tian<br />

Haijiang, para el que se<br />

escribió el papel, firmó un<br />

poético y absorto Li Bai de<br />

gran intensidad dramática. La<br />

vincente que el aspecto<br />

público, político, y en verdad<br />

decisiva.<br />

La calidad del espectáculo<br />

de Graham Vick no se<br />

habría impuesto con tanta<br />

evidencia sin la magnífica<br />

dirección de Roberto Abbado,<br />

que tuvo en cuenta con<br />

equilibrio las perspectivas<br />

que más recientemente se<br />

han abierto en la interpretación<br />

mozartiana, apuntando<br />

a un sonido nervioso y esencial,<br />

con tempi bastante rápidos,<br />

pero con mucha flexibilidad,<br />

con que ha conseguido<br />

una intensidad profunda<br />

y al mismo tiempo controlada,<br />

articulada con gran finura.<br />

Bajo su guía, la Orquesta<br />

del Regio ofreció una buena<br />

respuesta, válido casi todo el<br />

Luna (Zhou Xialoin) es una<br />

soprano muy melódica que<br />

acaricia las frases con delicadeza.<br />

Claro y ágil, el tenor<br />

Chi Liming (Vino). Incisivo<br />

Jiang Qihu en el papel doble<br />

(Magistrado-Poesía), que<br />

prescribe aun el falsete al<br />

estilo de la ópera de Pekín,<br />

de la que es una estrella<br />

aclamada. La escena fija (Yi<br />

Liming) es una aiku, el<br />

puente de una nave que vive<br />

de sustracciones. Únicos elementos,<br />

aéreo, el disco de la<br />

luna y dos velos recamados<br />

en oro —¿los vapores de la<br />

niebla sobre el lago? Muy eficaz,<br />

aun gracias a las proyecciones<br />

del elemento líquido.<br />

La sintética dirección de Lin<br />

Zhaohua fue minimalista e<br />

inspirada. Esenciales y apropiados<br />

los sobretítulos para<br />

una ópera en mandarín.<br />

Teatro Regio. 16-V-2008. Mozart, La clemenza di Tito. Giuseppe Filianoti, Carmela Remigio, Monica Bacelli, Rachel<br />

Harnisch, Daniela Pini, Simón Orfila. Director musical: Roberto Abbado. Director de escena: Graham Vick.<br />

TURÍN<br />

En el espectáculo de<br />

Graham Vick, la Roma de<br />

La clemencia de Tito es<br />

la fascista de los años<br />

veinte y treinta: camisas<br />

negras, botas y boinas son<br />

bien reconocibles. Vitellia<br />

hace pensar en una estrella<br />

de cine de la época, y sólo al<br />

final Tito se pone una guerrera<br />

que pertenece a otro<br />

contexto. La escena, un único<br />

ambiente cerrado, amueblado<br />

a lo años treinta, deja<br />

entrever a través de una<br />

vidriera del fondo partes de<br />

un edificio del mismo estilo.<br />

Este ambiente y el comportamiento<br />

de los guardias lanzan<br />

una sombra siniestra<br />

sobre la “clemencia”, creando<br />

una ambigüedad que es<br />

el aspecto más discutible del<br />

espectáculo, porque en la<br />

ópera de Mozart el homenaje<br />

al emperador bueno y<br />

sabio se toma al pie de la<br />

letra. Difícil considerarlo realístico<br />

en 1791, pero el aura<br />

de melancolía en que la<br />

música parece sumergir este<br />

mundo ideal, quizá tenido<br />

como irreal y contemplado<br />

como una noble utopía,<br />

resulta brutalmente violentada<br />

si Tito es únicamente un<br />

hipócrita dictador. Se trata,<br />

por lo tanto, de una violencia<br />

sobre el texto del espectáculo<br />

de Vick, que a pesar<br />

de todo es de altísima calidad,<br />

porque la actuación de<br />

todos fue cuidadísima, y<br />

porque la definición teatral<br />

de las relaciones personales<br />

privadas es mucho más con-<br />

Corrado M. Falsini<br />

Franco Soda<br />

reparto, del que emergían<br />

Carmela Remigio, estupenda<br />

en la difícil parte de Vitellia;<br />

Monica Bacelli, que sabe<br />

usar magistralmente sus<br />

medios vocales, en sí no<br />

extraordinarios, dando vida a<br />

un Sesto de doliente, desesperada<br />

intensidad, y Rachel<br />

Harnisch, sensacional Servilia.<br />

Un adecuado Publio era<br />

Simón Orfila, y un discreto<br />

Annio, Daniela Pini. Giuseppe<br />

Filianoti, que al comienzo<br />

de esta temporada hizo de<br />

Fausto en el Mefistofele de<br />

Boito en Palermo, no parecía<br />

haberse recuperado de aquel<br />

pesado empeño, actuando<br />

con dificultades de entonación<br />

y técnica.<br />

Paolo Petazzi


Elzbieta Szmytka protagoniza una excelente Medea de Cherubini<br />

ENTRE RITUAL Y REALISMO<br />

Stadtheater. 31-V-2008. Cherubini, Medea. Elzbieta Szmytka, Hélène Le Corre, Qin Du, Thomas Ruud, Carlos Esquivel,<br />

Ann-Florence Marbot. Director musical: Srboljub Dinic. Director de escena: Jakob Peters-Messer. Decorados: Markus<br />

Meyer. Vestuario: Sven Bindseil.<br />

Un penetrante murmullo<br />

sobre la megafonía<br />

anuncia la llegada de<br />

Medea, la hechicera, la<br />

compañera y ayudante<br />

de Jasón en la obtención del<br />

vellocino de oro, la madre<br />

de sus dos hijos, a la que<br />

ahora quiere repudiar en<br />

Corinto para casarse con la<br />

princesa Glauce. Los preparativos<br />

para la boda y los<br />

rituales del rey-sacerdote<br />

Creonte ya están en marcha<br />

cuando irrumpe Medea por<br />

las paredes como un tanque,<br />

cabalgando sobre una<br />

BERNA<br />

roca que con la fuerza de su<br />

magia ha introducido en el<br />

palacio.<br />

Es una poderosa aparición,<br />

que se mantiene<br />

durante toda la representación,<br />

pues la soprano polaca<br />

Elzbieta Szmytka (que se<br />

incorporó al montaje en los<br />

últimos días, sustituyendo a<br />

la indispuesta Leandra<br />

Overmann), domina a partir<br />

de ese momento la escena,<br />

tanto en lo teatral como<br />

también en lo vocal. No<br />

dispone ya de muchos<br />

colores, pero sabe aprove-<br />

Cecilia Bartoli sigue los pasos de Maria Malibran<br />

PAGANINI PARA LA VOZ<br />

charlos al máximo, entregándose<br />

en cuerpo y alma<br />

a un retrato de la protagonista<br />

lleno de matices y evitando<br />

caer en la mera caricatura<br />

de la furia. El director<br />

de escena Jakob Peters-<br />

Messer se ha concentrado<br />

por completo en ella y en<br />

sus dos hijos, y narra la historia<br />

entre el ritual y el realismo,<br />

con mucha sangre y<br />

mucha simbología.<br />

El coro no se mostró<br />

demasiado implicado en la<br />

acción, y Hélène Le Corre<br />

como Glauce y Thomas<br />

ACTUALIDAD<br />

SUIZA<br />

Ruud en Jasón resultaron<br />

algo perdidos, aunque la<br />

soprano francesa cantó su<br />

aria de bravura con mucha<br />

precisión. Como la doncella<br />

Neris, también la mezzosoprano<br />

china Qin Du pudo<br />

brillar en su hermoso lamento,<br />

acompañado por un<br />

expresivo solo de fagot. Por<br />

lo demás, la dirección musical<br />

de Srboljub Dinic al frente<br />

de la Orquesta Sinfónica<br />

de Berna resultó bastante<br />

plana.<br />

Opernhaus. 23-V-2008. Halévy, Clari. Cecilia Bartoli, Eva Liebau, Stefania Kaluza, John Osborn, Oliver Widmer, Carlos<br />

Chausson, Giuseppe Scorsin. Director musical: Adam Fischer. Directores de escena: Moshe Leiser, Patrice Caurier.<br />

Decorados: <strong>Christian</strong> Fenouillat. Vestuario: Agostino Cavalca.<br />

Jacques Fromental Halévy<br />

contaba 29 años,<br />

cuando en 1828 estrenó<br />

en el Théâtre Italien de<br />

París su ópera Clari, en<br />

la que pudo contar como<br />

protagonista con la fulgurante<br />

Maria Malibran, para la<br />

que escribió guirnaldas de<br />

coloraturas vocales. Este año,<br />

Cecilia Bartoli se ha embarcado<br />

en el proyecto dedicado<br />

a la gran “prima donna”, y<br />

esto ha permitido al público<br />

de Zúrich conocer un título<br />

que sin la artista italiana —e<br />

incluso con ella— reviste<br />

muy poco interés.<br />

La música tiene bastantes<br />

debilidades. Sobre todo en el<br />

primer acto nos encontramos<br />

con las limitaciones de un<br />

joven compositor, que ni<br />

siquiera la buena labor de<br />

Adam Fischer pudo disimular.<br />

De vez en cuando aparecen<br />

bellos momentos, pero<br />

pronto se convierten en convencionales<br />

y poco inspirados<br />

recursos operísticos de<br />

la época. Fue reveladora la<br />

gran escena con arpa de<br />

ZÚRICH<br />

Cecilia Bartoli, Stefania Kaluza y Carlos Chausson en Clari de Halévy<br />

Desdemona del Otello de<br />

Rossini, que la mezzo italiana,<br />

al igual que su antecesora,<br />

introdujo en el segundo<br />

acto: de pronto aparecieron<br />

todas las virtudes ausentes<br />

hasta entonces: atmósfera,<br />

poesía, musicalidad.<br />

Por primera vez trabajaba<br />

en esta plaza la pareja francobelga<br />

formada por Moshe<br />

Leiser y Patrice Caurier. A<br />

pesar de sus muchas ideas<br />

ingeniosas, no lograron evitar<br />

las debilidades de un patético<br />

libreto sobre los amores<br />

imposibles entre la chica de<br />

la aldea y un aristócrata.<br />

Queda, por último, la<br />

interpretación de Cecilia Bartoli,<br />

que tuvo una excelente<br />

noche. El papel le ofrece la<br />

oportunidad de brillar en<br />

todos los registros, con su<br />

dominio de las agilidades más<br />

virtuosísticas, a modo de un<br />

Paganini de la voz, pero también<br />

la posibilidad de introdu-<br />

Reinmar Wagner<br />

cir toda una gama de sentimientos,<br />

desde el dramatismo<br />

hasta la furia y el dolor. Junto<br />

a ella, la Ópera de Zúrich propuso<br />

una magnífica compañía<br />

de canto: el tenor John<br />

Osborn fue un impecable<br />

Duque, Eva Liebau dio a la<br />

criada toda su picardía napolitana<br />

y Carlos Chausson se<br />

mostró una vez más como un<br />

insuperable comediante.<br />

Reinmar Wagner<br />

Suzanne Schwiertz<br />

59


60<br />

ENTREVISTA<br />

CHRISTIAN ZACHARIAS:<br />

“EN NUESTRA PROFESIÓN NO HAY<br />

NADA DEFINITIVO”<br />

Fotos: Rafa Martín<br />

Con <strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong> se tiene la sensación de estar descubriendo un<br />

arte en permanente evolución y cambio. Su exquisitez sobre el<br />

teclado, su espontaneidad antiacadémica en el podio, o la simpatía<br />

locuaz con la que conversa se aderezan con esa curiosidad casi<br />

infantil de quien se hace preguntas y no se conforma con una única<br />

respuesta. El músico alemán nos muestra abiertamente la inquietud que, cada<br />

vez más intensamente, le impulsa a asumir nuevos retos.<br />

Desde sus inicios hasta el presente, <strong>Christian</strong><br />

<strong>Zacharias</strong> parece dar cada vez más el<br />

perfil de los artistas que se hacen a sí mismos.<br />

¿Está de acuerdo conmigo?<br />

Una carrera artística es un camino<br />

largo, donde tomas una dirección y te<br />

diriges hacia ella. Sería algo parecido a<br />

construir una casa: partes de una planificación<br />

inicial y vas levantando todo<br />

ladrillo a ladrillo; cuando llevas la obra<br />

avanzada es cuando comienzas a atisbar<br />

realmente cómo es esa casa. Sin<br />

embargo, la esencia, el núcleo es el<br />

mismo desde el principio.<br />

Si escucho una grabación del 75 ya<br />

oigo ese núcleo que reconozco como<br />

propio: es ya puro <strong>Zacharias</strong>. Tal vez lo<br />

que me haya dado el paso del tiempo<br />

es mayor capacidad de profundización<br />

y claridad.<br />

Suponiendo que usted fuese un eslabón de<br />

una cadena artística, ¿quiénes serían los<br />

eslabones anteriores?<br />

Serían bastantes nombres. Sin duda,<br />

en el piano, Dinu Lipatti, Clara Haskil,<br />

Géza Anda y en general toda una<br />

corriente de intérpretes centroeuropeos.<br />

En el campo de la dirección de<br />

orquesta, desde luego ninguno de esos<br />

tipos superficiales que hacen de la<br />

dirección algo teatral y exagerado. Mi<br />

referente sería, sin ninguna duda, Sergiu<br />

Celibidache en tanto que auténtico<br />

explorador de cada detalle de una partitura.<br />

Admiro su capacidad para escuchar<br />

y mostrar esas grandiosas armonías.<br />

Siguiendo esa línea de escucha atenta<br />

me fascina descubrir siempre algo<br />

nuevo cada vez que vuelvo a una obra.<br />

¿La verticalidad por encima de todo, incluso<br />

sacrificando el tempo si fuera preciso?<br />

Sí y no. Es indudable que si escuchas<br />

la verticalidad con atención necesitas<br />

un poquito menos de velocidad.<br />

De lo contrario, aunque pudiésemos<br />

seguir la melodía, la armonía acabaría<br />

desdibujándose, cuando, precisamente,<br />

es lo más rico y personal que tiene un<br />

compositor. La armonía no es el elemento<br />

que se percibe con mayor facili-<br />

dad cuando se escucha una obra por<br />

primera vez. Es más inmediato percibir<br />

la melodía, el ritmo… Así que encontrar<br />

el equilibrio entre lo vertical y lo horizontal<br />

es el verdadero secreto. Con<br />

Celibidache he reflexionado mucho<br />

sobre todo ello. Insisto, en mi opinión,<br />

equilibrar esa balanza es dar con la clave<br />

esencial de la música.<br />

Además de músicos, ¿reconoce la influencia<br />

de algún otro tipo de artistas?<br />

Muchos. Quienes me conocen<br />

saben que me encantan las artes plásticas,<br />

especialmente la pintura de la<br />

segunda mitad del s. XX. Me gustan las<br />

obras en las que hay algo enigmático,<br />

algo difícil de entender. Curiosamente,<br />

en ese sentido, mis gustos van por<br />

derroteros completamente distintos a<br />

los musicales. Mire: si hay algo realmente<br />

importante que creo haber<br />

aprendido de los artistas del s. XX es su<br />

necesidad de encontrar un estilo propio<br />

y personal. Todos ellos parten de un<br />

lenguaje de escuela y progresivamente<br />

van evolucionando hasta convertirse en<br />

Picasso, en Miró, en Tàpies. Cómo se<br />

produce esa transformación es lo que<br />

realmente me inspira. Nosotros no<br />

somos pintores ni escultores, pero en<br />

nuestra profesión, pese a que tenemos<br />

siempre el referente de la partitura,<br />

también es posible encontrar un estilo<br />

propio, una línea personal. Incluso<br />

“demasiado” personal, como fue el<br />

caso, por ejemplo, de Glenn Gould. Es<br />

fantástica la diversidad de maneras en<br />

las que distintos músicos podemos<br />

interpretar una misma obra.<br />

Siguiendo con el símil de la cadena, ¿hay<br />

músicos que hayan recogido ya el testigo<br />

del estilo <strong>Zacharias</strong>?<br />

Bueno, podríamos decir que hay<br />

músicos en los que reconozco semejanzas,<br />

aunque éstas no se deban necesariamente<br />

a influencias propiamente<br />

dichas. Paul Lewis, por ejemplo. La verdad<br />

es que, aun no teniendo muchos<br />

discípulos como tal, me encuadro en<br />

una corriente de la que sí están salien-


do nombres interesantes. Al igual que,<br />

por ejemplo Alfred Brendel, es una<br />

línea que valora el análisis, la profundización,<br />

la escucha; que huye de extravagancias,<br />

y que se plantea una carrera<br />

sin prisas, sin hitos meteóricos, dando<br />

tiempo al tiempo.<br />

Antes, cuando me ha citado sus referencias,<br />

no le he escuchado mencionar a su<br />

maestro…<br />

¡Por descontado que Vlado Perlemuter<br />

es también uno de los principales<br />

nombres de esa línea interpretativa<br />

de la que hablo! Él tenía la sabia virtud<br />

de no alterar la voz interior de sus<br />

alumnos, sino más bien ayudarnos a<br />

encontrarla.<br />

¿Influyó Perlemuter en su manera de<br />

entender a Debussy o a Ravel?<br />

Sí. Sobre todo en la claridad, en la<br />

definición del sonido, en la dicción. Los<br />

perfiles nítidos, muy alejados de un sfumatto<br />

pseudo-impresionista. Ese adjetivo<br />

pictórico no siempre encaja bien en<br />

estos compositores, ¿sabe? Se suele<br />

pensar que su música debe tener una<br />

sonoridad balbuciente e imprecisa,<br />

pero no es así.<br />

¿Una especie de Debussy o Ravel a lo<br />

Mozart?<br />

Sí, podríamos decirlo así. Tanto<br />

ellos como, por ejemplo, Poulenc, no se<br />

pueden entender sin los Scarlatti,<br />

Haydn o Mozart. Escuchando al mismo<br />

Perlemuter haciendo repertorio francés<br />

podías percibir siempre su interés por<br />

entresacar detalles ocultos con su mano<br />

izquierda. Era increíble.<br />

Centrándonos en el repertorio que usted<br />

frecuenta, encontramos nombres recurrentes:<br />

Mozart, Schubert, Scarlatti… ¿siente el<br />

riesgo de ser encasillado?<br />

Parto de la base de que no me gustaría<br />

ser considerado como un “especialista”<br />

en determinado repertorio. Sin<br />

embargo, sí creo que si haces una cosa<br />

bien debes tomarla en consideración.<br />

No es posible pretender hacerlo todo<br />

bien.<br />

Aunque mi repertorio tiene a estos<br />

compositores como pilares, no son los<br />

únicos. Quizá no sea tan conocido,<br />

pero frecuento muchos más autores.<br />

Por ejemplo, Beethoven: he tocado<br />

todos sus Conciertos, todas sus Sonatas.<br />

Cierto que no como ciclo integral en<br />

bloque, pero todas, al fin y al cabo.<br />

También Schumann o Chopin. Respecto<br />

a este último, curiosamente, cuando<br />

comencé a interesarme por Schubert<br />

tuve que dejarlo de lado. No es posible<br />

tocar a ambos simultáneamente. Mire el<br />

caso de Schnabel o de Brendel: los<br />

grandes schubertianos no hacen Chopin.<br />

Yo he tocado casi todo Chopin,<br />

pero he de reconocer que pretender<br />

ambos autores es imposible.<br />

Con relación al resto de mi repertorio,<br />

también están Debussy y Ravel;<br />

finalmente, en mucha menor medida,<br />

los Rachmaninov, Prokofiev o Chaikovski,<br />

que no me interesan tanto.<br />

En Mozart, ¿más los Conciertos que las<br />

Sonatas?<br />

Cierto. Me atraen mucho más sus<br />

Conciertos para piano que sus Sonatas,<br />

incluso también más que sus Sinfonías.<br />

¿Y no es muy arriesgado embarcarse hoy en<br />

una nueva integral de esos Conciertos?<br />

MDG me propuso hacer algunas<br />

cosas que todavía están en proceso.<br />

Una de ellas, esta serie que cita. Yo, sinceramente,<br />

aún no sé si se convertirá<br />

en una grabación completa o no, porque<br />

avanzamos lentamente.<br />

Con las grabaciones de tu repertorio<br />

ocurre que, en ocasiones, dudas<br />

sobre si debes revisar de nuevo un trabajo<br />

que ya hiciste anteriormente y<br />

que, pasado el tiempo, sigues valorando<br />

de forma positiva. En otros casos,<br />

sientes que sí tienes algo distinto que<br />

decir sobre lo ya dicho antes. En estas<br />

nuevas lecturas de Mozart para MDG, la<br />

esencia, el núcleo es muy semejante.<br />

Interpretativamente las diferencias son<br />

minúsculas. Sin embargo, lo que sí ha<br />

cambiado es el sonido, mi sonido.<br />

En el caso del Concierto en sol mayor K.<br />

453, el resultado es significativamente<br />

mejor…<br />

Sí, ése es el tipo de estímulo que me<br />

impulsa a abordar esta experiencia de<br />

nuevo. Creo que se pueden mejorar<br />

muchas cosas.<br />

Entre nosotros, ¿qué hay ahora que no<br />

hubiese entonces?<br />

[Risas]. Son muchas pequeñas cosas.<br />

Veamos. Por ejemplo, el sonido ahora<br />

es más rico, más variado. También la<br />

articulación responde a una mayor búsqueda<br />

de definición y nitidez con la<br />

que entiendo esta música. Al poder<br />

tomar las decisiones también desde el<br />

punto de vista directorial, los tempi responden<br />

a lo que considero una lógica<br />

interna, nunca caprichosa. Es cien por<br />

cien mi visión.<br />

¿Mayor interés por el detalle también?<br />

La vida interior del discurso es muy<br />

importante para sostener el gran arco<br />

que va de principio a fin a lo largo de<br />

ocho o diez minutos. Se trata de un<br />

interés por lo pequeño que no distraiga<br />

nunca el fluir de la energía que va en<br />

una sola dirección.<br />

¿Cómo evoluciona la interpretación de una<br />

obra hasta llegar a su registro discográfico?<br />

Depende. Hay discos con casi nada<br />

de preparación y otros cuyas obras<br />

necesitan un tiempo larguísimo, casi<br />

podríamos decir que una vida entera<br />

para estar maduras. En ninguno de los<br />

dos casos se puede decir que un disco<br />

sea mejor que el otro. Con la orquesta,<br />

a priori, uno puede pensar: “vamos a<br />

trabajar esta obra, después ponerla en<br />

concierto y por último grabarla”. Pero,<br />

ENTREVISTA<br />

CHRISTIAN ZACHARIAS<br />

por la causa que sea, comienza el trabajo<br />

y todo va rodado; se puede dar el<br />

caso de grabar el disco incluso antes de<br />

los conciertos. En cualquiera de las<br />

opciones me interesa mucho un cierto<br />

grado de espontaneidad. De lo contrario,<br />

si asumes un proyecto pensando<br />

que vas a hacer el mejor disco de tu<br />

vida, el resultado puede ser soporífero.<br />

Hay también algo de azar en una grabación.<br />

La misma compañía, los mismos<br />

técnicos, la misma sala y la misma<br />

orquesta no hacen nunca dos discos<br />

iguales.<br />

¿En la música de cámara sucede igual? Estoy<br />

pensando en su grabación del Quinteto de<br />

Dvorák para MDG con el Cuarteto de Leipzig:<br />

ese día tuvieron los hados a su favor…<br />

El enfoque camerístico está a medio<br />

camino entre el trabajo a solo y el trabajo<br />

con orquesta. Cuando estás trabajando<br />

solo todo depende exclusivamente<br />

de ti como artista. En la música de cámara<br />

el pianista tiene mucho que decir<br />

pero ahí están también los otros músicos<br />

que igualmente tienen su visión. Ahí surge<br />

una dialéctica de acuerdos y oposiciones,<br />

de la que nace un compromiso<br />

común. El resultado puede ser ciertamente<br />

algo extraordinario.<br />

¿Y con la orquesta?<br />

Aquí el peso de los planteamientos<br />

del director es mucho mayor. No obstante,<br />

cuando una orquesta está formada<br />

por buenos músicos, también puede<br />

hacer su aportación. Todo trabajo con<br />

la orquesta es una especie de enfrentamiento,<br />

una oposición de dos energías<br />

que se han de acabar encontrando.<br />

61


62<br />

ENTREVISTA<br />

CHRISTIAN ZACHARIAS<br />

O no. Cierto sector de la crítica no parece<br />

haber percibido una gran comunión en<br />

alguna de sus últimas grabaciones… ¿Qué<br />

valor da usted a la crítica musical?<br />

Bueno… Existe un cierto componente<br />

social. Es importante que exista<br />

para incentivar la atención sobre nuestro<br />

trabajo. Es más, si nuestras actuaciones<br />

fuesen ignoradas nos llegaríamos a<br />

preguntar: ¿por qué no escriben sobre<br />

mí? Sin embargo, no me interesa la figura<br />

del crítico musical que se otorga<br />

dogmas incuestionables. En ciudades<br />

como Mónaco, Nueva York o Londres<br />

puedes encontrar cuatro o cinco críticas<br />

que digan cosas absolutamente dispares.<br />

¡Puede llegar a ser incluso divertido<br />

contrastarlas! En muchos casos la crítica<br />

habla del propio crítico más que de la<br />

música o de la interpretación. Hay<br />

pocos críticos que puedan profundizar<br />

en los porqués de determinado resultado.<br />

Tampoco he visto nunca a ningún<br />

crítico presente durante los ensayos. Me<br />

gustaría encontrar alguno por allí de<br />

vez en cuando.<br />

Retomando nuestro hilo, ¿busca siempre<br />

un sonido <strong>Zacharias</strong> o deja que cada obra<br />

le pida su propia sonoridad?<br />

Un poco de ambas cosas. Si, por<br />

ejemplo, alterno Mozart y Scarlatti en<br />

un recital, noto que el piano suena de<br />

manera diferente. Sin embargo, en<br />

general, hay un sonido que yo extraigo<br />

al piano en Madrid, en Londres, en<br />

Nueva York o en cualquier parte. Después<br />

de un rato tocando ese piano, ése<br />

es el sonido <strong>Zacharias</strong>.<br />

¿Podría definir ese sonido?<br />

No.<br />

Aquel disco legendario que usted grabó<br />

con distintas versiones de la misma sonata<br />

de Scarlatti decía mucho acerca de su concepción<br />

del hecho musical…<br />

El público suele tener una visión<br />

parcial del artista. Incluso puede llegar<br />

a pensar que algo se hace siempre de la<br />

misma forma. Cuando toco una obra<br />

ante el público esa interpretación es el<br />

resultado de cientos de posibilidades<br />

que previamente he experimentado en<br />

soledad. Así, cuando hice ese disco fue<br />

como decir: ésta es la verdad de nuestra<br />

profesión. No hay una versión definitiva<br />

e inalterable.<br />

Si escucho ese disco, en un determinado<br />

momento puedo sentir como más<br />

auténtica una de las versiones, pero si<br />

lo escucho en otro momento, la interpretación<br />

escogida seguramente será<br />

otra diferente. Ante una obra musical<br />

hay toda una historia de sus versiones<br />

pero, paralelamente, hay también una<br />

historia de todos los estados de ánimo<br />

y las reacciones que ha causado en los<br />

que la escuchaban. La percepción de la<br />

obra de arte es quizá lo más importante<br />

de cuanto pretendo en mi trabajo.<br />

¿Qué percibo, qué siento yo y qué perciben<br />

y sienten los demás cuando hago<br />

música?<br />

¿Volvería a grabar un disco como aquél?<br />

Me temo que esa es una de las<br />

cosas que sólo se hacen una vez. Otro<br />

disco muy querido para mí es el que<br />

hice con los Preludios de Bach. Hoy<br />

parece que sólo fuera posible tocar<br />

Bach como preludio-fuga-preludiofuga.<br />

Lamentablemente, ambos discos<br />

están descatalogados. Tal vez en un<br />

futuro vuelvan a reeditarse. En el terreno<br />

discográfico hay muchas cosas que<br />

me gustaría hacer. Por ejemplo, tengo<br />

una idea sobre un disco de estudio en<br />

el que se refleje el proceso de trabajo y<br />

evolución tras el cual se llega finalmente<br />

a una versión. El cine es otro campo<br />

para el que tengo infinidad de ideas:<br />

superponer distintas interpretaciones,<br />

alternar fragmentos de lecturas a solo<br />

con transcripciones para orquesta, etc.<br />

¿En una interpretación vale más la lógica o<br />

la intuición?<br />

Una interpretación es todo eso y<br />

más. Mucho más que no podemos definir.<br />

Es como el amor, o como degustar<br />

un buen jamón [risas]: no hay nada de<br />

lógica pero… puede ser maravilloso. En<br />

la música, para llegar a la esencia, hay<br />

mucho de trabajo previo, para comprender<br />

la estructura a base de inteligencia<br />

y análisis, pero el momento<br />

sublime está más allá. No hay posibilidad<br />

de acotarlo. Ese momento puede<br />

llegar en un camerino, en una iglesia,<br />

llegar incluso en una interpretación<br />

tocando cien notas falsas, pero cuando<br />

aparece es inconfundible: ahí está.<br />

¿La espiritualidad ayuda?<br />

Yo encuentro mucha espiritualidad<br />

en numerosos momentos artísticos.<br />

Cuando hago las sinfonías de Haydn,<br />

incluso más que en Mozart, hay<br />

momentos donde pienso: este hombre<br />

cree. También con Bruckner y Schubert<br />

ocurre. Percibo de manera vívida cómo<br />

ellos se sienten parte de esa gran obra<br />

que es la creación.<br />

Hablemos sobre su faceta como director de<br />

orquesta. ¿En qué consiste su concepto<br />

orquestal?<br />

No se trata de un ideal prefabricado.<br />

Trato de acercar la materia prima<br />

disponible a ese ideal lo más posible.<br />

Ocurriría igual que si, para tocar un piano,<br />

rechazase todo instrumento que no<br />

fuese el mejor posible. Acabaría teniendo<br />

que fabricarme yo mismo el piano,<br />

como hace Zimerman.<br />

Con una orquesta de tercera clase<br />

incluso, si trabajas llegas a obtener<br />

resultados interesantes. Hacerles sentir<br />

sus limitaciones es sólo potenciar la<br />

frustración, así que hay que valorar las<br />

dificultades que se presentan y el tiempo<br />

disponible, y establecer un plan de<br />

mejora que sea viable, aprovechando<br />

aquellas virtudes que sean válidas.<br />

Empezamos a trabajar tocando un<br />

primer movimiento, escuchamos, cambiamos<br />

cosas, corregimos aquellos<br />

pasajes donde hay problemas y, si hace<br />

falta, explico brevemente lo que busco<br />

en esa música. Si haces bien ese trabajo,<br />

rápidamente todo comienza a cambiar,<br />

incluso detalles en los que no te<br />

habías detenido, ahora suenan con más<br />

propiedad. Y, además, un último secreto:<br />

la noche. Es el tiempo necesario<br />

para que todo el trabajo realizado sedimente<br />

y dé su fruto al día siguiente. Es<br />

así de curioso.<br />

La evolución de la dirección orquestal la ha<br />

convertido en algo tan profundamente<br />

complejo o tan simple como se quiera ver.<br />

¿Comparte mi opinión?<br />

El papel del director hoy no es el<br />

del totalitario típico de los años cuarenta<br />

o cincuenta. El sonido de las mejores<br />

orquestas del mundo es producto de<br />

una escucha atenta y recíproca entre los<br />

músicos. Todos ellos se escuchan y se<br />

atienden unos a otros. Son como un<br />

buen equipo de fútbol. Ahí la labor del<br />

director la entiendo como la de un<br />

buen entrenador, como un elemento<br />

que encauza las sinergias hacia un<br />

objetivo común. Casi como alguien que<br />

estimula las cualidades de los músicos<br />

para descubrir lo que subyace en sus<br />

partituras. Tener claro en qué puntos<br />

necesita la orquesta de mí, y en qué<br />

otros no. El director debe ser el artífice<br />

que propicie la comunicación.<br />

¿La titularidad de una orquesta tiene más<br />

de noviazgo o de matrimonio?<br />

Lo mío con Lausana es un matrimonio.<br />

¡Los matrimonios felices también<br />

existen! [risas]. Con Gotemburgo mantengo<br />

más una especie de noviazgo<br />

joven. El éxito de la relación con Lausana<br />

radica en que, teniendo unas doce<br />

semanas de trabajo conjunto por temporada,<br />

ambos deseamos mutuamente


el momento del reencuentro. Es muy<br />

importante combinar la responsabilidad<br />

del director titular y la variedad que<br />

aportan las distintas batutas invitadas.<br />

¿El ámbito de una orquesta de cámara tradicional<br />

ha disminuido ante el ensanchamiento<br />

del repertorio que asumen los grupos<br />

historicistas?<br />

Sí, es cierto. Si tomamos como<br />

ejemplo a Mozart, es factible e interesante<br />

lo que estos grupos proponen;<br />

pero siempre podremos querer volver a<br />

la maravillosa intemporalidad de un<br />

Krips con Concertgebouw, por ejemplo.<br />

A nuestro favor juega el hecho de que<br />

podemos hacer programas con Mozart,<br />

Poulenc, Ravel y Stravinski, por citar<br />

una opción. En Lausana no somos ortodoxos,<br />

pero tenemos un estilo definido.<br />

Hemos tenido como invitados a Koopman,<br />

Kuijken, Biondi… Ésa es mi<br />

orquesta.<br />

No obstante, he de decir también<br />

que siento una gran curiosidad ante mi<br />

cita con Les Champs Élysées la temporada<br />

próxima. Saber si podré seguir<br />

siendo <strong>Zacharias</strong> con ellos…<br />

¿Le interesa, pues, el historicismo?<br />

La calidad de los instrumentistas y<br />

su erudición es impresionante. Pero<br />

creo que a veces, por ejemplo en Schubert,<br />

a sus interpretaciones les falta algo<br />

de peso, de profundidad o de densidad<br />

que creo poder aportar. Por descontado<br />

que no me interesa escuchar un Schumann<br />

o un Brahms, hoy, con una plantilla<br />

inmensa, pero sí en un 9-7-5-5-3<br />

con maderas a dos, como en Lausana.<br />

¿Dirigir ópera le seduce?<br />

También, aunque no como algo<br />

prioritario. Próximamente haré La belle<br />

Hélène. Además tengo una decena de<br />

títulos que me gustaría dirigir llegado el<br />

momento: Così fan tutte, etc.<br />

¿Cómo se lleva con los cantantes?<br />

A veces pueden ser un tanto<br />

impredecibles…<br />

Regresando al piano, para su próxima cita<br />

con el ciclo de SCHERZO ha programado a<br />

Haydn. ¿Ese gusto por autores un tanto infravalorados<br />

es ir un poco contracorriente?<br />

La pureza de Haydn es una de las<br />

cosas más difíciles. Sus sonatas encierran<br />

una intemporalidad que no envejece.<br />

Ahí tiene a Brendel: sólo en la etapa<br />

más madura de su carrera es cuando<br />

lo ha introducido en sus recitales.<br />

Deduzco que siente una afinidad especial<br />

hacia su colega…<br />

Es de los músicos que me gustan<br />

muchísimo. A menudo se le califica de<br />

intelectual. Creo que en el fondo es su<br />

forma de demostrar el inmenso amor<br />

que siente hacia la música que interpreta.<br />

En sus grabaciones de Schubert<br />

encuentra su sonido, desnudo de cualquier<br />

otra cosa. En sus discos, incluso<br />

más que en concierto, sabe cómo llegar<br />

al núcleo esencial de la música.<br />

¿Le hincará el diente al pianismo español?<br />

Hay quien está deseando escucharle<br />

Mompou…<br />

Bueno, he tocado Soler y Scarlatti,<br />

que para mí es un compositor español,<br />

o el Concierto para clave de Falla.<br />

Sin embargo, la vertiente más folclórica<br />

no me atrae tanto. Me encuentro<br />

más cómodo en una línea de cierta<br />

austeridad.<br />

Para ir concluyendo le voy a preguntar por<br />

eso que se llama la globalización del sonido<br />

orquestal e instrumental…<br />

En cierta forma es verdad, aunque si<br />

los músicos de una orquesta tocan juntos<br />

durante cinco, diez, quince años,<br />

acaban imprimiendo a ese conjunto<br />

una sonoridad característica. Ocurre<br />

con muchas orquestas alemanas, que,<br />

en cierta forma, están siendo capaces<br />

de mantener la identidad de su sonido<br />

como islas en medio de esa corriente<br />

de homogeneidad tímbrica.<br />

Mirando hacia el futuro de la música, ¿hacia<br />

dónde nos dirigimos?<br />

No puedo profetizar nada, pero<br />

creo que todo apunta hacia una revalorización<br />

del concierto en vivo como el<br />

acto más atractivo para las nuevas<br />

ENTREVISTA<br />

CHRISTIAN ZACHARIAS<br />

generaciones de aficionados. A fecha<br />

de hoy esto empieza ya a desbancar al<br />

mismísimo consumo de música grabada.<br />

Se ve con claridad en los festivales<br />

de verano: siempre llenos. Resulta más<br />

difícil conseguir ese nivel durante una<br />

temporada, donde las audiencias parecen<br />

mostrar cierta pereza ante un abono<br />

con muchos conciertos. Cómo hacer<br />

que un concierto resulte siempre algo<br />

único puede ser la clave del éxito.<br />

Y <strong>Christian</strong> <strong>Zacharias</strong>, ¿hacia dónde va?<br />

¿cuál es su objetivo?<br />

Encontrar el equilibrio vital que me<br />

permita abordar nuevo repertorio y<br />

mantener el actual. He de compatibilizar<br />

dos profesiones muy exigentes:<br />

tocar y dirigir. Esto supone tener que<br />

estudiar todo el día, mañana y tarde,<br />

aislado de teléfonos y distracciones. Ni<br />

siquiera puedo disfrutar siempre de<br />

algo de tiempo libre.<br />

Y cuando puede, ¿en qué lo emplea?<br />

Procuro distraer un poco la mente<br />

visitando alguna que otra exposición, o<br />

con algo de jardinería, o, simplemente,<br />

en la cocina… Pequeñas cosas sencillas.<br />

Juan García-Rico<br />

63


64<br />

D I S C O S<br />

EXCEPCIONALES<br />

LOS DISCOS XCEPCIONALES<br />

DEL MES DE JULIO<br />

La distinción de DISCOS EXCEPCIONALES se concede a las novedades discográficas que a juicio<br />

del crítico y de la dirección de la revista presenten un gran interés artístico o sean de absoluta referencia.<br />

BRITTEN: Lachrymæ op. 48a. Sinfonía<br />

simple op. 4. E.a. JEAN-PAUL MINALLI-BELLA,<br />

arpegina. EUROPEAN CAMERATA. Director:<br />

LAURENT QUÉNELLE.<br />

FUGA LIBERA FUG534<br />

Piezas magníficas en versiones verdaderamente<br />

exultantes, llenas de vida.<br />

C.V.W. Pg. 80<br />

DEBUSSY: Preludio a la siesta de un<br />

fauno. Iberia. RAVEL: Alborada del<br />

gracioso. E.a. ORQUESTA FILARMÓNICA DE<br />

MÚNICH. Director: SERGIU CELIBIDACHE.<br />

EUROARTS 3077968<br />

Un concierto para la historia. Otro testimonio<br />

impagable de este mago de la<br />

orquesta. E.P.A. Pg. 106<br />

JANÁCEK: De la casa de los muertos.<br />

BÄR, STOKLOSSA, MARGITA, AINSLEY, E.A. CORO<br />

ARNOLD SCHOENBERG. ORQUESTA DE CÁMARA<br />

MAHLER. Director musical: PIERRE BOULEZ.<br />

Director de escena: PATRICE CHÉREAU.<br />

Deutsche Grammophon 00440 073 4426<br />

Una maravilla. Dolorosa, pero una<br />

maravilla. S.M.B. Pg. 69<br />

MOZART: Casaciones en sol mayor K.<br />

63 y en si mayor K. 99. Divertimento en<br />

re mayor K. 205. LA PETITE BANDE.<br />

Director: SIGISWALD KUIJKEN.<br />

ACCENT ACC 24187<br />

La Petite Bande pone en juego un sonido<br />

diáfano, cristalino. Un disco que es<br />

pura belleza. J.G.-R. Pg. 90<br />

MOZART: Conciertos para piano nº 12<br />

K 414 y nº 24 K 491. FILARMÓNICA DE VIENA.<br />

MAURIZIO POLLINI, PIANO Y DIRECTOR.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 477 7167.<br />

Una interpretación que se coloca como<br />

una de las referencias de hoy; tan válida<br />

como las ofrecidas tan inteligentemente<br />

por el viejo Brendel. A.R. Pg. 90<br />

MOZART: Las bodas de Fígaro.<br />

SCHROTT, PERSSON, ROESCHMANN, FINLEY. CORO Y<br />

ORQUESTA DEL COVENT GARDEN. D. musical: A.<br />

PAPPANO. D. de escena: D. MCVICAR.<br />

OPUS ARTE OA 0990 D<br />

No sería exagerado considerar esta lectura<br />

como la mejor aparecida en DVD<br />

recientemente. F.F. Pg. 109<br />

PUCCINI: La bohème.<br />

NETREBKO, VILLAZÓN, DANIEL, CABELL, DEGOUT,<br />

KOVALIOV. CORO Y ORQUESTADELARADIO DE<br />

BAVIERA. Director: BERTRAND DE BILLY.<br />

2 CD DEUTSCHE GRAMMOPHON 477 6600<br />

Tenor y soprano se complementan con<br />

una rara y fascinante compenetración.<br />

Una toma en vivo sin truco ni cartón.<br />

F.F. Pg. 92<br />

RÖNTGEN: Del Fausto de Goethe.<br />

BAUMANS, BEEKMAN, MORSCH, POST. SINFÓNICA<br />

DE HOLANDA. Director: DAVID PORCELIJN.<br />

CPO 777 311-2<br />

Nada más se puede pedir, como no sea<br />

que llegue pronto una nueva joya ignota<br />

de este maestro. Aún queda mucho<br />

por descubrir. J.C.M. Pg. 94<br />

SCARLATTI: Sonatas para piano.<br />

EVGENI SUDBIN, piano.<br />

BIS CD-1508<br />

No es fácil escuchar a Scarlatti teniendo<br />

el recuerdo de Horowitz, pero Sudbin,<br />

con humildad y maestría, se acerca a las<br />

dimensiones encontradas por el mítico<br />

pianista también ruso. E.B. Pg. 94<br />

WEILL: Das Berliner Requiem.<br />

SCHOENBERG: Un superviviente de<br />

Varsovia. BERNSTEIN: Sinfonía nº 3<br />

“Kaddish”. CORO DE LA RADIO DE BERLÍN.<br />

SINFÓNICA DE LUCERNA. Director: JOHN AXELROD.<br />

NIMBUS NI 5807<br />

Una lección de música y una reviviscencia<br />

artística del dolor. S.M.B. Pg. 99<br />

JUAN DIEGO FLÓREZ. Tenor.<br />

Bel Canto Spectacular. NETREBKO, KWIECIEN,<br />

CIOFI, BARCELLONA. ORQ. DE LA COMUNIDAD<br />

VALENCIANA. DIRECTOR: DANIEL OREN.<br />

DECCA 4780135-4780314<br />

Flórez da otra vez, por si fuera necesario,<br />

una nueva lección de bel canto. Un<br />

disco sin desperdicio. F.F. Pg. 101<br />

ISABELLE VAN KEULEN. Violinista.<br />

Música para violín y piano.<br />

Obras de Grieg, Elgar y Sibelius.<br />

RONALD BRAUTIGAM, piano.<br />

CHALLENGE CC72171<br />

Un grandísimo disco con versiones de<br />

referencia de todas las obras que contiene.<br />

C.V.W. Pg. 101<br />

CRYSTAL TEARS.<br />

John Dowland y sus contemporáneos.<br />

ANDREAS SCHOLL, contratenor. CONCERTO DI<br />

VIOLE. JULIAN BEHR, laúdes.<br />

HARMONIA MUNDI HMC 901993.<br />

Andreas Scholl muestra la perfección<br />

de su técnica, la opulencia de sus<br />

medios, la belleza de su timbre. La<br />

melancolía isabelina queda así magníficamente<br />

atrapada. P.J.V. Pg. 103


JAROUSSKY<br />

Ana Bloom<br />

SUMARIO<br />

ACTUALIDAD:<br />

Voces barrocas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65<br />

REFERENCIAS:<br />

Nielsen: Sinfonía nº 4 “Inextinguible”. P.L.R. . 66<br />

ESTUDIOS:<br />

Verdi en el Metropolitan. A.R. . . . . . . . . . . . . 68<br />

Janácek: De la casa de los muertos. S.M.B. . . 69<br />

Maupassant en Nueva York. S.M.B. . . . . . . . . 70<br />

REEDICIONES:<br />

De pianistas: Géza Anda. R.O.B. . . . . . . . . . . 71<br />

De pianistas: Sviatoslav Richter. R.O.B. . . . . . 71<br />

Gala. A.V. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72<br />

Membran. B.M. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73<br />

El Anillo de Kempe. E.P.A. . . . . . . . . . . . . . . . 73<br />

DISCOS de la A a la Z . . . . . . . . . . . . . . . 74<br />

DVD de la A a la Z . . . . . . . . . . . . . . . . . 104<br />

NEGRO MARFIL. P.E.M.. . . . . . . . . . . . . . . 111<br />

ÍNDICE DE DISCOS CRITICADOS. . . . . 112<br />

DISCOS<br />

Año XXIII – nº 232 – Julio-Agosto 2008<br />

VON OTTER DANIELS GENS<br />

R ecién<br />

Cantatas, oratorios, óperas<br />

VOCES<br />

BARROCAS<br />

editada la última incursión de <strong>Federico</strong> Maria Sardelli<br />

y Modo Antiquo en el amplísimo y cada vez más revaloriza-<br />

do repertorio operístico vivaldiano, Orlando furioso (CPO),<br />

con el protagonismo vocal de Anne Desler, Nicki Kennedy,<br />

Marina de Liso y Lucia Sciannimanico, Naïve proseguirá en el<br />

próximo otoño su magna edición consagrada al músico veneciano<br />

con La fida ninfa, dirigida por Jean-Christophe Spinosi al<br />

frente del Ensemble Matheus y las voces de Philippe Jaroussky,<br />

Sandrine Piau y Veronica Cangemi. Por su parte, Deutsche<br />

Grammophon anuncia un recital vivaldiano a cargo de Anne<br />

Sofie von Otter, el violinista Daniel Hope y la Orquesta de<br />

Cámara de Europa y Virgin tiene previsto asimismo el lanzamiento<br />

de L’Ercole con Fabio Biondi y su grupo Europa Galante.<br />

Pero aparte de Vivaldi, es el nombre de Haendel el que centra<br />

buena parte de los proyectos de muchos sellos discográficos,<br />

de cara a la celebración, el próximo año, del 250 aniversario de<br />

la muerte del músico de Halle. A modo de mínimos ejemplos se<br />

esperan novedades como las siguientes: un nuevo Mesías por<br />

Frieder Bernius y la Oda a Santa Cecilia a cargo de Peter Neumann,<br />

ambas editadas por Carus (Diverdi). Los Chandos Anthems<br />

con el Coro del Trinity College, Stephen Layton y la Academy<br />

of Ancient Music (Hyperion), un recital de Rolando Villazón<br />

con Paul McCreesh para DG y la edición en DVD del<br />

Tamerlano de Plácido Domingo, Monica Bacelli, Sara Mingardo<br />

e Ingela Bohlin, también bajo la dirección de McCreesh, representado<br />

en el madrileño Teatro Real el pasado mes de abril; edita<br />

Opus Arte.<br />

Como testimonio discográfico de la interpretación ofrecida<br />

el pasado verano en el Festival de Música Antigua de Innsbruck,<br />

Harmonia Mundi publicará la Brockes-Passion que Telemann<br />

compusiera en 1716, en versión de René Jacobs y la Akademie<br />

für Alte Musik. Es igualmente el sello de Arles el encargado de<br />

editar las Vísperas de la Virgen de Mazzocchi. Sus protagonistas,<br />

Konrad Junghänel y Cantus Köln.<br />

El periplo bachiano de Gardiner acaba de poner en el mercado<br />

su entrega vigésimo quinta, dedicada a la Cantatas para el<br />

quinto domingo después de Pascua y el domingo después de la<br />

Ascensión (Soli Deo Gloria). Al mismo autor, el contratenor<br />

estadounidense David Daniels consagrará su próximo recital<br />

vocal en compañía de The English Concert dirigido por Harry<br />

Bicket (Virgin).<br />

Para la casa británica Christophe Rousset y Les Talens Lyriques,<br />

con Véronique Gens como solista, preparan una antología<br />

de arias de óperas francesas. Tras el reciente monográfico instrumental<br />

dedicado al checo Tuma, Rinaldo Alessandrini reúne<br />

Misas de Pergolesi y Scarlatti en su próximo registro para Naïve<br />

y en el repertorio hispano, Verso (Diverdi) presenta Es el amor,<br />

ay, ay. Tonos humanos del barroco español, a cargo del grupo<br />

Regina Iberica. La Euridice de Caccini, primicia mundial a cargo<br />

del conjunto Scherzi Musicali (Ricercar), y la versión en DVD de<br />

Cadmus et Hermione de Lully dirigido por Vincent Dumestre<br />

(Alpha) cierran este conjunto de novedades líricas barrocas que<br />

pronto podremos disfrutar.<br />

65


66<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

REFERENCIAS<br />

Carl Nielsen<br />

SINFONÍA Nº 4 OP. 29 “INEXTINGUIBLE”<br />

Puedo alegrarme, llorar, reír y<br />

lamentarme<br />

al mismo tiempo y eternamente<br />

(Carl Nielsen, Levende musik, 1925)<br />

C arl<br />

Nielsen (1865-1931)<br />

comenzó a componer su<br />

Cuarta Sinfonía en el<br />

verano de 1914, aprovechando<br />

el tiempo libre que tenía tras su<br />

reciente dimisión como segundo<br />

kapelmester de la Capilla<br />

Real danesa. Parece ser que el<br />

embrión de la obra le sobrevino<br />

en mayo de ese año, tal<br />

como confesaría por carta a su<br />

esposa, la escultora Anne Marie<br />

Brodersen: “He tenido una idea<br />

para una nueva obra no programática,<br />

en la que espero<br />

expresar lo que entendemos<br />

por el impulso o el sentido de<br />

la vida”. Esa idea estaba en<br />

perfecta consonancia con los<br />

planteamientos filosóficos del<br />

momento (el irracionalismo de<br />

Henri Bergson y su élan vital),<br />

aunque la Primera Guerra<br />

Mundial (en la que Dinamarca<br />

será neutral) y la tormentosa<br />

situación de su matrimonio<br />

(tras descubrir su mujer continuas<br />

infidelidades durante sus<br />

ausencias) coincidieron con la<br />

composición de la obra e influyeron<br />

sobre esa determinación<br />

vitalista y desgarradora que<br />

destila esta sinfonía.<br />

Precisamente, en mayo de<br />

1915, Nielsen confesaba a su<br />

amigo el compositor Julius<br />

Röntgen lo siguiente acerca de<br />

la composición de la obra: “Mi<br />

arte no es mera imitación de la<br />

naturaleza, sino un intento de<br />

expresar lo que hay detrás. Las<br />

llamadas de los pájaros, las<br />

exclamaciones de tristeza y<br />

alegría de seres humanos y<br />

animales, sus murmullos y alaridos<br />

por la comida, luchas y<br />

apareamientos, y cualquiera de<br />

las cosas más elementales que<br />

pidan”. Nielsen resumió en el<br />

programa de mano del estreno<br />

(que tuvo lugar en el Odd<br />

Fellow Palæt de Copenhague<br />

el primero de febrero de 1916)<br />

todo su pensamiento en una<br />

frase de la que extrajo el título<br />

de la obra: “La música es vida<br />

y como ella inextinguible”.<br />

A pesar de las diferencias<br />

que pretendía introducir en<br />

esta nueva sinfonía, Nielsen<br />

no se apartó de la forma clásica<br />

en cuatro movimientos.<br />

Parece que el compositor<br />

danés se inspiró en la Sonata<br />

en si menor de Liszt (tal como<br />

indica Claus Røllum-Larsen en<br />

la edición crítica de la obra) al<br />

no disponer pausas entre los<br />

movimientos o construir su<br />

sinfonía a partir unos pocos<br />

motivos que aparecen una y<br />

otra vez. Sin embargo, su lenguaje<br />

es claramente antirromántico,<br />

al minimizar el cromatismo<br />

y utilizar texturas<br />

transparentes y mozartianas; el<br />

equilibrio formal, el uso constante<br />

del contrapunto o la<br />

base tonal de su armonía conviven<br />

en esta obra con el<br />

desarrollo de la llamada “tonalidad<br />

expandida”, que surge<br />

de forma gradual como resultado<br />

de la oposición de varias<br />

regiones tonales, o del uso<br />

cada vez más acusado de la<br />

disonancia.<br />

El análisis de Robert Simpson<br />

de esta sinfonía, incluido en<br />

su monografía Carl Nielsen<br />

symphonist (Londres, 1952; revisada<br />

en 1979), sigue siendo fundamental<br />

y muestra cómo en los<br />

primeros compases de la obra<br />

ya podemos ver varios de esos<br />

elementos distintivos. Por ejemplo,<br />

el explosivo y caótico<br />

comienzo del Allegro inicial está<br />

construido por oposición entre<br />

la madera en torno a re y la<br />

cuerda en torno a do, con los<br />

timbales marcando el tritono (mi<br />

bemol-la). A la violencia del pri-<br />

mer grupo temático le sigue otro<br />

pacífico, que es expuesto por<br />

los clarinetes tras una sibeliana<br />

transición de las flautas en terceras<br />

(número 4 de ensayo); y<br />

Nielsen no elude ni el desarrollo<br />

ni una breve reexposición, marcadas<br />

ambas por violentos y<br />

continuos contrastes.<br />

El Poco allegretto que le<br />

sigue es un camerístico intermedio<br />

pastoral que sustituye<br />

el scherzo a la manera de<br />

Brahms. Lo inicia la madera<br />

con gran libertad (claro antecedente<br />

del estilo de su famoso<br />

Quinteto de 1922), le sigue<br />

una sección central dominada<br />

por los pizzicati de la cuerda<br />

en divisi (número 29), y termina<br />

con la reexposición de la<br />

primera parte de la sección<br />

inicial (número 31).<br />

Irrumpe a continuación el<br />

Poco adagio quasi andante<br />

con los violines en registro<br />

agudo entonando una extensa<br />

y expresiva cantinela subrayada<br />

con pizzicati y golpes de<br />

timbal, que preconiza al futuro<br />

Shostakovich (Nielsen la describió<br />

como “un águila que<br />

cabalga sobre el viento”). A<br />

ella le sigue un bello solo del<br />

violín (número 34) y el<br />

ambiente pastoral y tormentoso<br />

del movimiento concluye<br />

en un rapidísimo crescendo en<br />

la cuerda que culmina en una<br />

pausa, en claro homenaje a la<br />

Leonora III de Beethoven<br />

(número 42).<br />

El Allegro final arranca con<br />

majestuosa algarabía y en él<br />

combina Nielsen casi todos los<br />

temas escuchados con antelación.<br />

Tras el inicio festivo todo<br />

se trastorna con ritmos y disonancias<br />

que irrumpen violentamente.<br />

Ello conduce a la<br />

intervención de dos timbaleros<br />

(colocados a ambos lados de<br />

la orquesta) que inician un<br />

espectacular y disonante com-<br />

bate donde mezclan disonancias<br />

con las principales melodías<br />

de la obra, y a los que<br />

Nielsen pide en la partitura<br />

que mantengan siempre un<br />

tono amenazador (número<br />

47). Tras muchas tribulaciones,<br />

la sinfonía termina de forma<br />

triunfal en la tonalidad de<br />

mi mayor.<br />

Thomas Jensen (1952)<br />

Al igual que Sibelius, Nielsen<br />

no grabó ninguna de sus<br />

sinfonías. De hecho, la primera<br />

grabación data de 1933, es<br />

decir, dos años después de su<br />

muerte. No obstante, las hijas<br />

del compositor danés siempre<br />

mantuvieron que ningún director<br />

había superado las interpretaciones<br />

de su padre, por lo<br />

que el primer alto en la fonografía<br />

de la Inextinguible es<br />

necesario hacerlo en las grabaciones<br />

conservadas de músicos<br />

que trabajaron directamente<br />

con Nielsen. Entre ellos, cabe<br />

destacar dos nombres: Launy<br />

Grøndahl (1886-1960) y Thomas<br />

Jensen (1898-1963).<br />

Grøndahl fue nombrado<br />

en 1925 primer director permanente<br />

de la Sinfónica de la<br />

Radio Danesa (hoy Sinfónica<br />

Nacional Danesa) y se mantuvo<br />

vinculado a esta orquesta<br />

hasta su retirada en 1956. Jensen<br />

sustituyó a Grøndahl al<br />

frente de la orquesta danesa<br />

en 1957, tras una etapa dorada<br />

en que habían sido directores<br />

invitados de la misma Nikolai<br />

Malko (1928-1932) y Fritz<br />

Busch (1937-1951). Aunque<br />

Grøndahl realizó la primera<br />

grabación oficial de la Inextinguible<br />

para HMV entre el 17 y<br />

el 19 de agosto de 1951 (Dutton<br />

Laboratories), la primera<br />

grabación de esta sinfonía que<br />

reproduce la intensidad con<br />

que el compositor dirigía la


obra fue realizada por Jensen;<br />

no por casualidad, este director<br />

había tocado como violonchelista<br />

la sinfonía bajo la<br />

dirección del propio Nielsen<br />

en los años veinte y se decía<br />

que reproducía mejor que<br />

otros directores sus tempi.<br />

La grabación de Jensen fue<br />

realizada durante un concierto<br />

público el 2 de febrero de<br />

1952 en el Estudio 1 de la<br />

Radio de Dinamarca y fue<br />

publicada en CD dentro del<br />

primer volumen de la serie de<br />

grabaciones históricas de Carl<br />

Nielsen del sello Danacord<br />

(1994). Dispone de un sonido<br />

monoaural de extraordinaria<br />

nitidez y su condición de<br />

registro en vivo dota a la interpretación<br />

de una intensidad e<br />

inmediatez ideales. A pesar de<br />

varios desajustes propios del<br />

directo, en ninguna otra versión<br />

de esta sinfonía escuchamos<br />

con tal intensidad y violencia<br />

el caótico inicio in<br />

media res del movimiento inicial,<br />

ni tampoco una oposición<br />

del segundo tema tan poética<br />

y evocadora o un clímax final<br />

tan electrizante.<br />

La naturalidad se apodera<br />

del Poco allegretto, donde la<br />

madera mantiene la individualidad<br />

de cada instrumento, y el<br />

Poco adagio ahonda en lo<br />

narrativo. Jensen dota de vida<br />

cada plano sonoro de la obra<br />

con una orquesta<br />

entregada a su<br />

intensa y poética visión de<br />

esta música. En el Allegro final<br />

el tempo es más vivo de lo<br />

normal y el latido vital es arrollador<br />

de principio a fin; escuchamos<br />

todo tipo de alaridos<br />

de animales junto al duelo de<br />

timbales que suenan con<br />

increíble poderío, en especial<br />

en los números 47 a 49 donde<br />

irrumpen violentamente y conducen<br />

al “glorioso” (CD 2; corte<br />

8; 1:08).<br />

Conviene aclarar que la<br />

grabación de Jensen no es la<br />

primera realizada en vivo, ni<br />

tampoco la de Grøndahl la primera<br />

grabación absoluta de la<br />

sinfonía. Es posible que algu-<br />

nos archivos radiofónicos conserven<br />

grabaciones anteriores,<br />

algo que se ha demostrado en<br />

la reciente edición de Danacord<br />

de las grabaciones de<br />

Nielsen de Tor Mann (1894-<br />

1974) en Estocolmo, que recogen<br />

parte de una interesante<br />

grabación en vivo de la Inextinguible<br />

realizada el 19 de<br />

febrero de 1947.<br />

John Barbirolli (1965) y Jean<br />

Martinon (1966)<br />

En los años sesenta se produjo<br />

el desembarco de varios<br />

directores no daneses en la<br />

música de Nielsen en general<br />

y en la Inextinguible en particular.<br />

Uno de los pioneros fue<br />

Igor Markevich que la grabó<br />

con excelentes resultados al<br />

frente la Orquesta Real Danesa<br />

en 1965 para DG (un registro<br />

tan sólo publicado en LP y con<br />

sonido monoaural). Sin<br />

embargo, las dos grabaciones<br />

fundamentales de esa década<br />

fueron las realizadas por Sir<br />

John Barbirolli (1899-1970) y<br />

Jean Martinon (1910-1976), y<br />

quizá también —aunque en<br />

menor medida— la de Leonard<br />

Bernstein en 1970 (Sony).<br />

Barbirolli grabó la Cuarta<br />

de Nielsen en 1963 para EMI<br />

con la Hallé, aunque resulta<br />

mucho más imponente y profunda<br />

su grabación en vivo<br />

con la misma<br />

orquesta<br />

del 30 de<br />

julio de<br />

1965, que<br />

constituye el<br />

estreno de la<br />

obra en los<br />

Proms (BBC<br />

Legends).<br />

Con un sonido<br />

estéreo<br />

excelente<br />

para la época,<br />

hay que<br />

destacar de<br />

esta versión<br />

la forma con<br />

que la centuria de Manchester<br />

hace suyo el sonido orquestal<br />

de Nielsen; los números 47 a<br />

49 que conducen al climático<br />

“glorioso” resultan más pausados<br />

que en la de Jensen aunque<br />

no menos intensos (corte<br />

4; 1:48).<br />

La grabación de Martinon<br />

al frente de la Sinfónica de<br />

Chicago para RCA, realizada<br />

en octubre de 1966, fue la<br />

segunda grabación americana<br />

de esta sinfonía (la primera<br />

fue un aceptable registro<br />

monoaural realizado tres<br />

meses antes por Max Rudolf al<br />

frente de la Sinfónica de Cincinnati).<br />

La de Martinon es la<br />

versión más precisa, equilibrada,<br />

y mejor tocada de toda la<br />

fonografía; digna combinación<br />

del arte directorial francés y la<br />

perfección orquestal americana.<br />

En este caso, los números<br />

47 a 49 son la perfección<br />

absoluta: tempo, dinámica,<br />

equilibrio, intensidad y ese<br />

tono amenazador; todo en su<br />

justa medida (corte 8; 1:04).<br />

Herbert Blomstedt (1987) y<br />

Neeme Järvi (1990)<br />

De los setenta hay que<br />

destacar algunas magníficas<br />

versiones, como la de Zubin<br />

Mehta para Decca (1973) o la<br />

de Alexander Gibson para<br />

Chandos (1978), o también la<br />

primera integral sinfónica grabada<br />

por un mismo director y<br />

orquesta (Ole Schmidt y la<br />

London Symphony) entre 1973<br />

y 1974 (Regis). No obstante,<br />

los ochenta y noventa conforman<br />

la cosecha de “inextinguibles”<br />

más extensa y mejor grabada;<br />

la lista es larga: Karajan,<br />

Salonen, Berglund, Menuhin,<br />

Davis, Thomson, Leaper,<br />

Rozhdestvenski, Rattle, Saraste,<br />

Sakari o Bostock, entre<br />

otros. De todas las versiones<br />

merecen una mención especial<br />

la de Herbert Blomstedt<br />

(1927) de 1987 y la de Neeme<br />

Järvi (1937) de 1990.<br />

El primero estudió las sinfonías<br />

de Nielsen con Tor<br />

Mann en Estocolmo y registró<br />

una pionera integral con la<br />

Sinfónica de la Radio Danesa<br />

entre 1973 y 1975 (EMI). Sin<br />

embargo, fue en San Francisco<br />

donde Blomstedt registró a<br />

finales de los ochenta para<br />

Decca una integral modélica<br />

que incluye quizá la referencia<br />

fonográfica de la Cuarta de<br />

Nielsen (grabada en noviembre<br />

de 1987); resultado de la<br />

conjunción de un estupendo<br />

sonido digital, una visión<br />

madura, atmosférica, intensa y<br />

equilibrada de la obra con una<br />

orquesta de primera clase.<br />

Aquí los números 47 a 49 (CD<br />

1; corte 4; 1:44) están perfectamente<br />

fusionados dentro del<br />

fluir vital del movimiento final.<br />

Neeme Järvi realizó entre<br />

1990 y 1992 una integral sinfónica<br />

de Nielsen en Gotemburgo,<br />

de la que BIS publicó las<br />

Sinfonías Cuarta y Sexta, y<br />

finalmente DG el ciclo completo.<br />

En la Inextinguible, que<br />

se registró en octubre de 1990,<br />

Järvi adopta un punto de vista<br />

más lírico y evocador, menos<br />

violento y también más<br />

moderno, aunque quizá lo<br />

más destacado de esta grabación<br />

sea la impresionante<br />

naturalidad de la toma sonora<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

REFERENCIAS<br />

en toda la gama dinámica de<br />

la obra. En el clímax de los<br />

números 47 a 49 (CD 2; corte<br />

4; 1:12), el director estonio<br />

busca más la textura que la<br />

emoción.<br />

Michael Schønwandt (2000)<br />

Entre las grabaciones más<br />

recientes de las sinfonías de<br />

Nielsen destacan las integrales<br />

de Osmo Vänska para BIS<br />

(1999-2002) y la de Michael<br />

Schønwandt (1953) para Da<br />

Capo/Naxos (1999-2000).<br />

Curiosamente, ambos han realizado<br />

además grabaciones en<br />

vídeo de la Inextinguible, que<br />

han sido publicadas en DVD<br />

en 2006 por Da Capo (la integral<br />

de Schønwandt en concierto<br />

de 2000) y en 2007 por<br />

BBC Music (el concierto de<br />

Vänskä de 2005 en los Proms).<br />

De las dos, la más interesante<br />

es la del danés Schønwandt<br />

pues permite hermanar la tradición<br />

nacional de la Orquesta<br />

de la Radio Danesa de Jensen<br />

con los logros interpretativos<br />

más recientes en otras latitudes.<br />

Esta versión en vídeo,<br />

que fue grabada en vivo en<br />

noviembre de 2000, es diferente<br />

a la incluida en el CD de<br />

Schønwandt en Da Capo (que<br />

fue grabada en estudio en<br />

octubre de 1999) y le gana en<br />

tensión y vitalidad. El inicio de<br />

la contienda entre timbaleros y<br />

su evolución hacia clímax del<br />

“glorioso” (números 47-49)<br />

resulta sumamente emotivo y<br />

espectacular de ver y escuchar<br />

(DVD 2; corte 5; 1:48).<br />

Un veredicto final<br />

Con 35 registros sonoros y<br />

al menos dos en vídeo, la<br />

Inextinguible es la sinfonía<br />

más grabada de Nielsen. Entre<br />

todos los registros disponibles<br />

en CD, la primera elección<br />

debería ser la de Blomstedt en<br />

Decca (1987), la mejor tocada<br />

es la de Martinon en RCA<br />

(1966), la toma sonora más<br />

destacada es la de Järvi en DG<br />

(1990) o entre las grabaciones<br />

históricas la opción monoaural<br />

sería la de Jensen en Danacord<br />

(1952) y en estéreo la de<br />

Barbirolli en BBC Music<br />

(1965); la de Schønwandt en<br />

Da Capo (2000) sería la referencia<br />

en DVD. Por último,<br />

esperamos que algunos destacados<br />

intérpretes de Nielsen<br />

de nuestro tiempo, como Thomas<br />

Dausgaard y Paavo Järvi,<br />

incluyan en un futuro no muy<br />

lejano la Inextinguible en sus<br />

discografías.<br />

Pablo L. Rodríguez<br />

67


68<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

Giuseppe Patanè, James Levine<br />

VIRTUDES DE LO CONSERVADOR<br />

VERDI: Un ballo in maschera.<br />

LUCIANO PAVAROTTI (Riccardo), LOUIS<br />

QUILICO (Renato), KATIA RICCIARELLI<br />

(Amelia), BIANCA BERINI (Ulrica),<br />

JUDITH BLEGEN (Oscar), JOHN<br />

DARRENKAMP (Silvano), WILLIAM<br />

WILDERMAN (Samuel), JULIEN ROBINS<br />

(Tom). CORO Y ORQUESTA DEL<br />

METROPOLITAN DE NUEVA YORK.<br />

DIRECTOR MUSICAL: GIUSEPPE PATANÈ.<br />

DIRECTOR DE ESCENA: ELIJAH<br />

MOSHINSKY. DIRECTOR DE VÍDEO:<br />

BRIAN LARGE.<br />

2 DVD DECCA 074 3227 (Universal).<br />

1984. 170’. N PN<br />

Simon Boccanegra. SHERRILL<br />

MILNES (Simon), ANNA TOMOWA-<br />

SINTOW (Maria-Amelia), PAUL PLISHKA<br />

(Fiesco), RICHARD J. CLARK (Paolo),<br />

JAMES COURTNEY (Pietro), VASILE<br />

MOLDOVEANU (Gabriele Adorno).<br />

CORO Y ORQUESTA DEL METROPOLITAN<br />

DE NUEVA YORK. DIRECTOR MUSICAL:<br />

JAMES LEVINE. DIRECTOR DE ESCENA:<br />

TITO CAPOBIANCO.<br />

DIRECTOR DE VÍDEO: BRIAN LARGE.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 00440<br />

073 4403 (Universal). 1980. 150’. N PN<br />

E n<br />

el Met siempre se ha<br />

apostado sobre seguro;<br />

con dinero de por medio,<br />

por supuesto, y en todo<br />

momento se ha perseguido la<br />

solidez, la inteligibilidad. Producciones<br />

de elevado coste<br />

que gustan a todos, que no<br />

plantean segundas lecturas y<br />

que dejan que las obras se luzcan<br />

y se entiendan. La mayoría<br />

de los asistentes a un espectáculo<br />

operístico firmarían sin<br />

problemas esta forma de<br />

hacer, que, por supuesto,<br />

revisten un interés mucho<br />

menor para el que quiere ir<br />

algo más allá.<br />

Ahí tenemos ese Un ballo<br />

in maschera, que sigue la versión<br />

censurada de Verdi, la<br />

que se sitúa en el Nuevo Mundo,<br />

en el Boston de finales del<br />

XVIII, bien pintado y ambientado,<br />

con hermosos figurines<br />

de época y con una acción<br />

bien movida dentro de una<br />

escenografía moderna y de<br />

rápido manejo, con paneles<br />

cambiantes y un amplio espacio<br />

cuadrangular donde se<br />

desarrollan los distintos cuadros.<br />

Moshinsky no se complica<br />

en exceso la vida. Los personajes<br />

actúan de la convencional<br />

manera esperada, sin<br />

intentar hallar en ellos nuevas<br />

posibilidades caracterológicas.<br />

Tampoco Capobianco, que es<br />

un artista poderoso, nos dice<br />

nada especial. Nos pinta una<br />

Génova previsible. La impresionante<br />

teatralidad de la escena<br />

de la sala del consejo del<br />

Doge es bien remarcada y tiene<br />

una plástica sugerente y<br />

eficaz que aprovecha magníficamente<br />

las amplitudes del<br />

escenario, muchas veces casi<br />

desnudo. La escenografía<br />

resalta una dramaturgia tan<br />

sencilla como resultona, en la<br />

que aparece la típica escalinata<br />

frontal al espectador.<br />

Hay otro factor que suele<br />

jugar a favor de estas propuestas<br />

más bien conservadoras: la<br />

orquesta del Teatro, que es<br />

muy buena, más por la cantidad<br />

que por la calidad; pero<br />

es brillante, empastada y afinada,<br />

habituada a vivir el latido<br />

emocional de la música. Lo<br />

aprovechan los dos directores.<br />

Patanè, un maestro en la mejor<br />

tradición italiana, nos ofrece<br />

una versión de Un ballo in<br />

maschera llena de enérgica<br />

tensión, bien marcada, muscu-<br />

lada, vibrante, en lo que<br />

podríamos definir como estética<br />

a lo Toscanini o a lo Panizza.<br />

Al tiempo es capaz de establecer<br />

afortunados contrastes<br />

dinámicos y determinar los<br />

más importantes claroscuros,<br />

Una interpretación que marca<br />

desde el foso, si se quiere de<br />

forma algo ruda, un cierto<br />

determinismo en virtud también<br />

del mantenimiento de un<br />

férreo tempo-ritmo, que alcanza<br />

su plenitud en el pavoroso<br />

crescendo final, poco antes de<br />

que Riccardo muera.<br />

Levine nos parece hasta<br />

cierto punto más exquisito,<br />

más habilidoso para resaltar<br />

minuciosos detalles y para<br />

seguir una línea de mayor<br />

lirismo, de una cantabilità<br />

más refinada y sutil; sin que<br />

ello signifique que descuide<br />

la gran frase y no sepa configurar<br />

una progresión o marcar<br />

un clímax. Lo prueba en<br />

la monumental escena del<br />

consejo, particularmente en<br />

su dramático cierre, en el que<br />

el coro susurra con sombría<br />

expresión la maldición a Paolo;<br />

que es, después de todo,<br />

uno de los instantes más<br />

memorables de la ópera verdiana.<br />

Nos gusta también el<br />

pulso de Levine a la hora de<br />

obtener delicadas prestaciones<br />

de la orquesta, como las<br />

que apreciamos en la introducción<br />

orquestal, irisada y<br />

marina, del primer acto. Los<br />

conjuntos están bien trabados<br />

y los tiempos dramáticos bien<br />

administrados.<br />

Los respectivos repartos<br />

tienen altura, aunque no dejan<br />

de verse en ellos ciertas debilidades.<br />

Una cosa no muy agradable,<br />

que se suele dar en las<br />

representaciones de los teatros<br />

norteamericanos, es el perpetuo<br />

engolamiento de la voces<br />

de los secundarios, y también<br />

de algunos protagonistas. Veamos<br />

lo que sucede en estos<br />

dos casos. En Un ballo nos chirrían<br />

no poco las emisiones de<br />

Darrenkamp, Wilderman y<br />

Robins. Son timbres agarrados<br />

a la garganta, nada atractivos.<br />

Lo que puede predicarse asimismo<br />

del instrumento baritonal,<br />

oscuro, envuelto además<br />

en una cierta nasalidad, de<br />

www.scherzo.es.<br />

Quilico, que compone un<br />

Renato muy convincente y que<br />

incluso consigue alguna frase<br />

meritoria, pero con el sonido<br />

dentro, guturalizado, y expulsado<br />

casi siempre en forte; lo<br />

que le impide, por ejemplo,<br />

desarrollar el limpio lirismo de<br />

la expresión O dolcezze perdute!<br />

O memorie. Igual de engoladas<br />

están las voces de Clark,<br />

nada despreciable, que es, de<br />

todas formas, un excelente<br />

Paolo, de Courtney, incluso de<br />

Plishka y, por supuesto, de<br />

Milnes, que masculla, con el<br />

mal italiano de todos ellos, las<br />

palabras y emplea unos feísimos<br />

portamentos. Pero, no<br />

debemos discutirlo, también<br />

otorga nobleza y sentido dramático<br />

a su Doge y canta en<br />

algunas ocasiones con indudable<br />

morbidezza. No deja de<br />

estar algo tocado por ese<br />

defecto de la gola el tenor Moldoveanu,<br />

de timbre opaco y de<br />

escasas dotes actorales. Pero es<br />

cantante correcto y administra<br />

con inteligencia el aliento cara<br />

a unas frases bien delineadas y<br />

a unos agudos casi siempre<br />

seguros.<br />

Nos gusta la delicadeza de<br />

algunos momentos de la Amelia<br />

de Ricciarelli, muy guapa<br />

aunque perjudicada, como sus<br />

compañeros, por el pelucón<br />

que le colocan. Canta vibrantemente<br />

y dice bien lo lírico,<br />

pero a su voz, que se abre feamente<br />

en el agudo, le falta la<br />

necesaria robustez particularmente<br />

en una despoblada<br />

zona grave. Mejor, pese al<br />

característico vibrato, la otra<br />

Amelia, la de Simon Boccanegra,<br />

Tomowa-Sintow, muy<br />

artista, capaz de hermosas<br />

medias voces, de filados y de<br />

sfumature diversas. Siempre<br />

elegante, aunque sin el frescor<br />

vocal que parece pedir el tierno<br />

personaje. Berini es una<br />

Ulrica simplemente pasable.<br />

No tiene las hechuras ni la<br />

penumbrosidad idóneas. Bien<br />

Blegen que compone un juvenil<br />

Oscar, ya sin sus brillos primitivos.<br />

Y Pavarotti, todavía<br />

en aceptable estado vocal. Riccardo<br />

fue siempre uno de sus<br />

papeles preferidos. Lo que le<br />

faltaba de consistencia spinto<br />

lo suplía con lumínica emisión,<br />

con un canto bien desplegado<br />

y construido, no muy<br />

matizado, es cierto, pero eficiente,<br />

con valentía y medidos<br />

resortes expresivos.<br />

Arturo Reverter


Pierre Boulez<br />

DIRÍAMOS QUE INSUPERABLE<br />

JANÁCEK: De la<br />

casa de los muertos.<br />

OLAF BÄR (Goriancikov),<br />

ERIC STOKLOSSA (Aleia), STEFAN<br />

MARGITA (Filka Morozov o Luka<br />

Kuzmic), JOHN MARK AINSLEY<br />

(Skuratov), GERD GROCHOWSKI<br />

(Siskov), JIRÍ SULZENKO<br />

(Comandante), PETER HOARE<br />

(Sapkin), PETER STRAKA (Prisionero<br />

alto). CORO ARNOLD SCHOENBERG.<br />

ORQUESTA DE CÁMARA MAHLER.<br />

DIRECTOR MUSICAL: PIERRE BOULEZ.<br />

DIRECTOR DE ESCENA: PATRICE<br />

CHÉREAU. ESCENOGRAFÍA: RICHARD<br />

PEDUZZI. FIGURINES: CAROLINE DE<br />

VIVAISE. DIRECTOR DE VIDEO:<br />

STÉPHANE METGE.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 00440<br />

073 4426 (Universal). 2007. 148’. N PN<br />

P arece<br />

ser que ésta será la<br />

última vez que Boulez<br />

desciende a un foso ope-<br />

rístico, y quien le convenció<br />

parece que fue Lissner. Nada<br />

más lógico en alguien que<br />

cumple 83 años en 2008 que<br />

despedirse del teatro. Si es<br />

cierto, puede decirse que se<br />

despide con todos los honores<br />

el grandísimo director de óperas<br />

como Parsifal, Pelléas et<br />

Mélisande, El castillo de Barbazul,<br />

Wozzeck, Lulu, Moisés y<br />

Aarón, El ruiseñor, mas para<br />

muchos también la muy criticada<br />

Tetralogía del centenario.<br />

Es un adiós muy feliz de<br />

alguien que además es uno de<br />

los grandes compositores de la<br />

posguerra y que nunca compuso<br />

una ópera ni nada que<br />

se le parezca.<br />

Dos grandes se encuentran<br />

de nuevo. Patrice Chéreau,<br />

enorme director de escena<br />

para el teatro y para la ópera,<br />

además de muy estimable<br />

cineasta. Ambos fueron responsables<br />

de aquella Tetralogía<br />

de 1976, que provocó<br />

auténticas iras y que ahora<br />

algunos se empeñan en considerar<br />

legendaria, y así lo repiten.<br />

Pero ambos dirigieron<br />

también la inolvidable Lulu de<br />

1979, la de la recuperación<br />

con Cerha del acto tercero que<br />

yacía en los documentos de<br />

Berg, fallecido en 1935, en virtud<br />

de la prohibición de Helen<br />

Berg, que se obstinó en vivir<br />

hasta 1976. Han pasado tres<br />

décadas y estos dos enormes<br />

talentos, Boulez y Chéreau,<br />

abordan la última ópera compuesta<br />

por Janácek, y pese a<br />

no ser ninguno de los dos<br />

expertos frecuentadores de<br />

este compositor, el resultado<br />

ha sido redondo.<br />

El estreno de este montaje<br />

en 2007, primero en Viena<br />

(mayo) y después en el Festival<br />

de Aix-en-Provence, creó<br />

una enorme expectación. Y a<br />

continuación las críticas fueron<br />

clamorosas. La toma que<br />

nos llega es de Aix, y en ella<br />

se utiliza, claro está, la edición<br />

de Mackerras y Tyrell, puesto<br />

que la versión tradicional la<br />

habían concluido dos discípulos<br />

de Janácek, ya fallecido el<br />

compositor, y se empeñaron<br />

en opciones que el tiempo ha<br />

demostrado cuando menos<br />

insuficientes, como aquel final<br />

glorioso que nada tiene que<br />

ver con las intenciones del<br />

músico checo.<br />

Como es sabido, es la primera<br />

vez que un compositor<br />

ponía en una ópera algo parecido<br />

a un campo de concentración.<br />

Por eso, hoy día, las<br />

lecturas de De la casa de los<br />

muertos tienen necesariamente<br />

una carga que ahora se alimenta<br />

con los recuerdos, los<br />

fantasmas de los campos del<br />

Tercer Reich, el Gulag soviético<br />

y otras cristalizaciones del<br />

infierno en este mundo que<br />

las élites de las naciones han<br />

sabido idear y llevar a efecto.<br />

Por eso, esta ópera trata de un<br />

grupo de presos que padecen<br />

el castigo y el sufrimiento,<br />

aunque sólo hay uno que sea<br />

un preso político. Y de ese<br />

grupo se distinguen a lo largo<br />

de la acción varias individualidades,<br />

unos de manera fugaz<br />

o episódica, otros con notoriedad.<br />

Del grupo de presos distinguimos<br />

a Goriancikov, el<br />

preso político, y al joven Aleia,<br />

preso común, entre los que<br />

nace una profunda amistad<br />

que, en este montaje, Chéreau<br />

anuncia desde muy pronto<br />

cuando Aleia rescata las gafas<br />

que pierde Goriancikov al ser<br />

sometido a tortura al comienzo<br />

de la acción. Sólo ese detalle<br />

indica la sensibilidad del<br />

director de escena para definir<br />

una relación, para crear una<br />

situación dramática no prevista<br />

en el libreto en medio de<br />

otras acciones que tienen<br />

lugar en ese momento. Pero<br />

también distinguiremos a los<br />

cantantes-actores que desgranan<br />

monólogos. Un purista de<br />

lo dramatúrgico podría descalificar<br />

estos monólogos por su<br />

carácter narrativo, no teatral,<br />

pero lo cierto es que esos relatos<br />

son dramáticos, definen al<br />

personaje, tanto si recuerda<br />

bien como si miente, lo mismo<br />

cuando dice verdad que cuando<br />

exagera o deforma. Son<br />

estos personajes sobre todo<br />

tres, Luka Kuzmic (primer<br />

acto), que al final se descubrirá<br />

como Filka Morozov; Skuratov<br />

(segundo acto); Siskov<br />

(tercer acto). Mas también otro<br />

personaje, Sapkin, con un<br />

monólogo más breve, pero no<br />

menos desesperado, inmediatamente<br />

anterior al de Siskov.<br />

La vida de sufrimiento, de<br />

monotonía, de sordidez, de<br />

humor desgarrado transcurre a<br />

lo largo de la secuencia dramática<br />

mezclada con detalles<br />

concretos: el águila herida al<br />

principio que remontará el<br />

vuelo al final de la ópera<br />

(Chéreau la convierte en un<br />

juguete mecánico elaborado<br />

por los propios presos), la visita<br />

de las gentes respetables<br />

con el pope a la cabeza, las<br />

sevicias del comandante del<br />

campo, la representación de<br />

dos funciones teatrales mimadas<br />

por los presos…<br />

El gran logro de Chéreau,<br />

la base de todo lo demás, es<br />

haber conseguido que un<br />

puñado de actores, un puñado<br />

de cantantes de coro y varios<br />

solistas se integren de manera<br />

perfecta en un todo sin que<br />

chirríe, sin que se note quién<br />

pertenece a lo vocal y quién a<br />

la actuación. En esto, según<br />

informa el propio Chéreau, ha<br />

sido fundamental la ayuda de<br />

su colaborador artístico Thierry<br />

Thieû Nang. La dirección de<br />

actores para los personajes<br />

principales está tan cuidada<br />

como la del grupo, y alcanza<br />

algo parecido a la perfección.<br />

El espacio escénico de Peduzzi<br />

es de cubos, de paneles móviles<br />

de hormigón, una escenografía<br />

despojada que permite el<br />

movimiento y la acción permanentes<br />

en una obra que ha sido<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

acusada a veces de “carente de<br />

acción” (otro error).<br />

Boulez dirige a una<br />

orquesta compuesta por músicos<br />

muy jóvenes, la Mahler<br />

Chamber, y lo hace con el sistema<br />

que le es propio, el del<br />

análisis preciso cargado de<br />

vigor, energía, calor. Boulez se<br />

ha referido a los cambios de<br />

métrica en esta partitura, a la<br />

desusada orquestación en<br />

momentos concretos, a lo “primitivo”<br />

de la escritura de Janácek,<br />

característica que es una<br />

de las virtudes de la partitura,<br />

porque no es insuficiencia,<br />

sino expresividad propia que<br />

puede permitirse refinamientos<br />

concretos.<br />

Los solistas van de lo bueno<br />

a lo excelente. No se nos<br />

justifica en ninguna parte que<br />

el papel de Aleia se le haya<br />

encomendado a un tenor, en<br />

lugar de a la soprano que prevé<br />

el original. Aparte de una<br />

prostituta que aparece fugazmente<br />

al final del acto segundo,<br />

la voz de Aleia, papel travestido,<br />

es la única femenina<br />

de este universo masculino.<br />

No podemos asegurar que sea<br />

una traición ni que quede mal.<br />

No es tampoco la primera vez<br />

que se hace así. Stoklossa en<br />

Aleia y Bär en Goriancikov<br />

cantan y actúan con verdad y<br />

con belleza vocal. Los ariosos<br />

o monólogos-relatos de Margita,<br />

Ainsley y Grochowski nos<br />

permiten oír voces espléndidas<br />

servidas por una actuación que<br />

es magistral en cuanto a construcción<br />

de cada personaje,<br />

desde la brutalidad del primero<br />

servido por una voz clara y<br />

poderosa de tenor hasta la<br />

obstinada relación del último<br />

con un bello timbre de barítono-bajo.<br />

Pasando por ese prodigioso<br />

personaje de Skuratov<br />

que crea el tenor Ainsley. La<br />

evolución de Skuratov constituye<br />

uno de los aciertos mayores<br />

de esta puesta de Chéreau,<br />

desde su furia del comienzo<br />

con Luka a su obsesivo monólogo<br />

del acto segundo, hasta<br />

llegar a la plena demencia en<br />

el acto final; y en esto tanto<br />

Chéreau como Ainsley ayudan<br />

y potencian a Janácek. Mencionemos<br />

también a Peter Hoare,<br />

excelente en su monólogo,<br />

más breve que los otros, en el<br />

tercer acto. Ainsley se mezcla<br />

de manera natural con los<br />

actores en las pantomimas del<br />

acto segundo, en la que los<br />

desventurados prisioneros proyectan<br />

sus deseos de sexo y<br />

69


70<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

afecto en ese pequeño desahogo<br />

que les permite la casa<br />

muerta. La resolución escénica<br />

de esta comprometida página<br />

de las piezas mimadas es otro<br />

de los aciertos del montaje.<br />

Chéreau ha declinado esta vez<br />

la filmación en un excelente<br />

profesional que ha conseguido<br />

algo parecido a una película,<br />

tanto al captar detalles como al<br />

fijarse en los rostros individuales;<br />

a pesar de alguna inevitable<br />

superposición de cuerpos<br />

sobre la línea visual principal.<br />

Ópera concisa, ópera densa<br />

e intensa, unas de las óperas<br />

de la compasión y el dolor,<br />

De la casa de los muertos ha<br />

tenido puestas en escena y<br />

registros de muy alto nivel, y<br />

en Madrid hemos visto una<br />

excelente, la de Gruber. Pero<br />

este DVD que recibimos ahora<br />

contiene algo que uno está<br />

tentado de considerar insuperable.<br />

Los 97 minutos de la<br />

Stewart Robertson<br />

MAUPASSANT EN NUEVA YORK<br />

HARTKE: The Greater Good<br />

or The Passion of Boule de Suif.<br />

CAROLINE WORRA (Boule de suif),<br />

JOHN DAVID DE HAAN (M. Louiseau),<br />

CHRISTINE ABRAHAM (Mme. Carré-<br />

Lamadon), ANDREW WENTZEL (Conde<br />

Bréville), ELAINE ALVAREZ (Condesa<br />

Bréville). ORQUESTADELAÓPERA<br />

GLIMMERGLASS. DIRECTOR: STEWART<br />

ROBERTSON.<br />

2 CD NAXOS 8.669014-15 (Ferysa).<br />

2006. 143’. DDD. N PE<br />

E n<br />

estas páginas hemos<br />

repasado estrenos fonográ-<br />

ficos de óperas estadouni-<br />

denses con la pretensión de<br />

que eran “hijas de Porgy”.<br />

Ante esta nueva entrega, El<br />

mayor bien o La pasión de<br />

Boule de Suif, hemos de rendirnos<br />

ante otra evidencia:<br />

aquí no se trata de Porgy; si<br />

acaso, la deuda es con la tradición<br />

británica, especialmente<br />

con Britten. No es que el compositor<br />

de Nueva Jersey Step-<br />

hen Hartke (1952) siga en<br />

exceso a Britten y a los británicos,<br />

es que nos parece que se<br />

basa para su prosodia más en<br />

esa vía que en la que viene de<br />

Porgy y sigue en tantas óperas<br />

de ese país, sean o no sean<br />

folk operas. Por otra parte, la<br />

línea vocal cambia con respecto<br />

a la propuesta inglesa, pese<br />

a la muy bien aprendida lección<br />

prosódica. Es una línea<br />

más “moderna”, por decirlo<br />

así. El acompañamiento es<br />

también más moderno, y ha<br />

pasado por la vanguardia para<br />

trascenderla, o al menos para<br />

renunciar a ella, tanto en<br />

regresos y retornos como en<br />

una búsqueda propia de colores<br />

y figuras rítmicas; y también<br />

de líneas. Digámoslo una<br />

vez más: se trata de un compositor<br />

que, por edad, ya está<br />

curado de espanto en cuanto<br />

al vanguardismo de posguerra;<br />

mientras que sus mayores han<br />

dejado atrás el clasicismo o el<br />

conservadurismo de la composición<br />

estadounidense hasta la<br />

segunda guerra. Por ahí sigue,<br />

vivito y coleando, el casi centenario<br />

Elliott Carter, que además<br />

de excelente compositor<br />

es una especie de voz de la<br />

conciencia de sus colegas (o<br />

eso diríamos).<br />

Por el título, ya vemos<br />

que Hartke se basa en la<br />

novela corta o relato largo de<br />

Guy de Maupassant, una de<br />

sus muchas narraciones vitriólicas<br />

y espléndidas. Unos<br />

cuantos pequeños burgueses<br />

huyen de Ruán en plena guerra<br />

franco-prusiana, pero tienen<br />

tiempo de despreciar a<br />

una chica “de vida alegre”<br />

que huye con ellos, la explotan<br />

y se quedan sin saber que<br />

es mucho mejor que cualquiera<br />

de ellos. Sorprende que<br />

una obra que transcurre en<br />

buena parte en una diligencia<br />

sea objeto de una ópera, pero<br />

aquí la tenemos. Por cierto, es<br />

el relato que dio lugar a Stagecoach<br />

(La diligencia), el clásico<br />

de John Ford. Pero Hartke,<br />

a diferencia de Ford, se<br />

atiene bastante al relato original.<br />

No es posible dar demasiados<br />

detalles, sólo invitar al<br />

aficionado a que se atreva con<br />

esta ópera, que no es ningún<br />

atrevimiento especial ni le<br />

requerirá un sacrificio enorme<br />

de comprensión. Falta el<br />

libreto, pero hay una sinopsis<br />

amplia, así como artículos de<br />

John Conklin, de la directiva<br />

de la Glimmerglass Opera,<br />

que encargó la obra a Hartke;<br />

del director de escena David<br />

Schweizer, y del director<br />

musical, Stewart Robertson.<br />

Lógicamente, ese registro es<br />

resultado del estreno de The<br />

Greater Good, que tuvo lugar<br />

en Nueva York en el verano<br />

de 2006. En una ópera con<br />

vocalidad tan presente y bien<br />

ópera se complementan con<br />

interesantes momentos de<br />

ensayos, entrevistas y diálogos<br />

entre Boulez y Chéreau. En<br />

fin, una maravilla. Dolorosa,<br />

porque así tiene que serlo esta<br />

ópera, pero una maravilla.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

definida como ésta, el reparto<br />

es muy importante. Lo encabeza<br />

Caroline Worra, que dos<br />

temporadas antes había triunfado<br />

ya con otra ópera contemporánea<br />

del Glimmerglass,<br />

The mines of sulpher, de<br />

Richard Rodney Bennett, pero<br />

además de mucha ópera estadounidense<br />

contemporánea<br />

también ha hecho Stravinski<br />

(Rake), Haendel, Humperdinck,<br />

Lehár (Viuda, claro) o<br />

Mozart (Donna Anna). Espléndida<br />

construcción vocal y dramática<br />

del personaje (la agraciada<br />

Caroline Worra tuvo<br />

que fingir, entre otras cosas,<br />

la obesidad que caracteriza a<br />

la protagonista). Ese pleno<br />

acierto de Worra marca el<br />

sentido de un reparto escogido,<br />

no demasiado amplio,<br />

pero que encarna un microcosmos<br />

humano visto con<br />

ojos de sátira, con ironía, con<br />

desencanto, y hasta con comprensión.<br />

Stewart Robertson<br />

conduce con firmeza e inspiración<br />

esta secuencia líricodramática<br />

en que una orquesta<br />

muy discreta, muy camerística,<br />

que a menudo actúa en<br />

piano y por familias concretas,<br />

acompaña o envuelve las<br />

situaciones, la acción, las relaciones<br />

de estos personajes en<br />

precaria situación humana y<br />

política. De mucho interés.<br />

Santiago Martín Bermúdez


Audite<br />

DE PIANISTAS: GÉZA ANDA<br />

A udite<br />

(distribuidor Diverdi)<br />

edita una colección en<br />

cuatro volúmenes, cada<br />

uno con dos discos, dedicada<br />

al pianista húngaro Géza<br />

Anda.<br />

El volumen<br />

1 (Audite<br />

23.407) contiene<br />

obras<br />

de Mozart<br />

(Conciertos<br />

nºs 20-23,<br />

Sinfonía nº<br />

28) grabadas entre 1956 y<br />

1969 con la Camerata de Salzburgo<br />

y la Sinfónica de la<br />

Radio de Colonia. A la batuta,<br />

Constantin Silvestri y Joseph<br />

Keilberth, pero también el<br />

propio Anda en la Sinfonía,de<br />

la que ofrece una lectura<br />

correcta sin más. Los Conciertos<br />

son casi contemporáneos<br />

de la serie completa que grabó<br />

para DG, por lo que no<br />

encontramos grandes cambios<br />

en las interpretaciones respecto<br />

a las de dicho ciclo. Un<br />

Mozart apolíneo más que<br />

especialmente sutil, preocupado<br />

más por la elegancia y nitidez<br />

(que consigue sobradamente).<br />

A cambio, aun manteniendo<br />

una irreprochable línea<br />

expresiva, no consigue la<br />

riqueza de colorido y expresión,<br />

el encanto especial que<br />

distinguía en cambio las versiones<br />

de su admirada Clara<br />

Haskil. Un Mozart disfrutable,<br />

pero no excepcional.<br />

El volumen<br />

2 (Audite<br />

23.408), grabado<br />

entre<br />

1955 y 1969,<br />

está dedicado<br />

a Beethoven(Concierto<br />

nº 1 dirigiendo el propio<br />

Anda a la Sinfónica de la<br />

Radio de Colonia, Sonatas op.<br />

10, nº 3 y op. 101), Brahms<br />

(Sonata nº 3, Intermezzi op.<br />

117) y Liszt (Sonata en si<br />

menor). El Concierto de Beethoven<br />

es apolíneo antes que<br />

temperamental, casi mozartiano<br />

en la elegancia sonora<br />

(hermosísima, sin duda), convencional<br />

en el desempeño<br />

orquestal, y quizá por ello se<br />

escucha con agrado antes que<br />

con especial admiración. Algo<br />

similar puede decirse de las<br />

Sonatas, donde la tensión<br />

parece limitada, pese a<br />

momentos de gran belleza<br />

expresiva (Largo de la Op. 10,<br />

nº 3). En la Sonata de Brahms<br />

Anda echa de menos la destreza<br />

de Katchen y Zimerman, y,<br />

en menor medida, la efusividad<br />

de Rubinstein o Barenboim<br />

(y, en otra dirección<br />

bien distinta, Ugorski), poco<br />

favorecido por una toma que<br />

parece algo congestionada. En<br />

todo caso, una interpretación<br />

apasionada y brillante, que<br />

encuentra una bella línea de<br />

expresión en esa página<br />

magistral que es el Andante,<br />

un momento culminante en la<br />

lectura del húngaro, que a<br />

pesar de los roces ofrece una<br />

emotiva traducción del clímax.<br />

Estupendo también el final,<br />

vibrante y decidido. Sobresalientes<br />

las tres piezas de la Op.<br />

117, donde el intimismo que<br />

tanto admiraba en Haskil luce<br />

con plenitud. Con claro acierto<br />

en los pasajes más líricos, la<br />

Sonata lisztiana de 1955 es<br />

decidida, vibrante y bien contrastada,<br />

y aunque no queda<br />

corta en cuanto a impulso en<br />

los pasajes de bravura, los<br />

apuros mecánicos son evidentes.<br />

Interpretación, pese a<br />

todo, de notable intensidad.<br />

El volumen<br />

3 (Audite<br />

23.409),<br />

registrado<br />

entre 1954 y<br />

1960, se centra<br />

en Schumann(Kreisleriana,<br />

Estudios sinfónicos,<br />

Carnaval, Romanza op. 28, nº<br />

2) y Chopin (Preludios op. 28,<br />

12 Estudios op 25). Las interpretaciones<br />

de Schumann son<br />

brillantes, desde luego, aunque<br />

no estoy seguro de que el<br />

contraste que ofrece Anda sea<br />

el acertado. Más que el caleidoscopio<br />

que la música de<br />

Schumann parece pedir, el<br />

húngaro tiende a moverse a<br />

menudo en extremos, con un<br />

rubato a veces un tanto crispado,<br />

con momentos que rozan<br />

la rigidez y otros que parecen<br />

excesivamente grandilocuentes.<br />

Es inevitable echar de<br />

menos a intérpretes como<br />

Arrau en la variación póstuma<br />

IV de los Estudios sinfónicos,<br />

porque la poesía de Anda queda<br />

aquí algo forzada, pese a<br />

ser acertado el matiz. Otro tanto<br />

puede decirse del Carnaval<br />

(escúchese un dubitativo Arlequin).<br />

Mucho mejor, delicada,<br />

elegante y exquisitamente lírica,<br />

la Romanza que cierra el<br />

disco, probablemente lo mejor<br />

del mismo. El disco chopiniano<br />

goza de excelentes lecturas<br />

de los Preludios op. 28, con un<br />

Anda exuberante y rico en<br />

contrastes, más espontáneo en<br />

su faceta lírica que en Schumann.<br />

También notables son<br />

los Estudios op. 25, bien<br />

entendidos y alejados de cualquier<br />

atisbo de rutina.<br />

La colección culmina<br />

(Audite 23.410) con el más<br />

antiguo registro (1952-57),<br />

íntegramente dedicado a Bartók,<br />

que contiene los dos primeros<br />

Conciertos (Sinfónica de<br />

la Radio de Colonia dirigida<br />

por Gielen y Fricsay) más los<br />

Contrastes para clarinete, violín<br />

y piano (junto a Paul Blöcher,<br />

clarinete, y Tibor Varga,<br />

violín), la Suite op. 14 y la<br />

Sonata para dos pianos y percusión,<br />

en la que encontramos<br />

nada menos que a Georg Solti<br />

como segundo pianista, además<br />

de Karl Peinkofer y Ludwig<br />

Porth en la percusión.<br />

Desde la versión de los Conciertos,<br />

registrada en vivo en<br />

1952 y 1957, apenas unos años<br />

antes de su legendaria grabación<br />

del integral junto a Fricsay<br />

Supraphon<br />

DE PIANISTAS: SVIATOSLAV RICHTER<br />

T ambién<br />

vía Diverdi nos<br />

llegan un par de discos de<br />

Supraphon dedicados a<br />

Sviatoslav Richter. El primero<br />

(SU 3795-2) es un monográfico<br />

Schumann (Fantasía op.<br />

17, Escenas del bosque, Mar-<br />

cha op. 76,<br />

nº 2 y la<br />

consabida<br />

selección de<br />

las Fantasiestücke<br />

op.<br />

12), grabado<br />

en 1956 y 1959 (Fantasía, en<br />

vivo). Como siempre en Richter,<br />

es difícil asegurar que las<br />

grabaciones no hayan aparecido<br />

antes. La Fantasía tiene<br />

toda la pinta de ser la misma<br />

que en su momento publicó<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

REEDICIONES<br />

BARTÓK: Conciertos<br />

para piano. Contrastes<br />

para clarinete, violín y<br />

piano. Suite op.14. Sonata<br />

para dos pianos y percusión.<br />

GÉZA ANDA, GEORG SOLTI, pianos;<br />

PAUL BLÖCHER, clarinete; TIBOR<br />

VARGE, violín. KARL PEINKOFER,<br />

LUDWIG PORTH, percusión.<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE LA RADIO<br />

DE COLONIA. Directores: MICHAEL<br />

GIELEN, FERENC FRICSAY.<br />

2CD AUDITE 23.410 (Diverdi). 1952-<br />

1957. ADD/Mono. 106’. H PM<br />

(DG), es fácil adivinar que este<br />

doble álbum marca el punto<br />

más alto de la serie, con música<br />

que era claramente su especialidad.<br />

Exquisito juego de<br />

expresión y matices, combinando<br />

sabiamente el Bartók<br />

más “feroz” con el más meditativo<br />

(magistral el Adagio del<br />

Segundo Concierto). Los Contrastes,<br />

llenos de color y ritmo,<br />

son una verdadera delicia. Lo<br />

es también la trepidante Sonata<br />

para 2 pianos y percusión (que<br />

Solti repetiría algunas décadas<br />

más tarde, de la mano de<br />

Perahia), en la que hay todo el<br />

colorido y vitalidad que uno<br />

puede esperar. Irresistible vivacidad<br />

rítmica en una interpretación<br />

excelente, admirablemente<br />

ejecutada de principio a fin.<br />

En suma, una interesante<br />

colección, que alcanza su punto<br />

álgido en el volumen dedicado<br />

a Bartók, que bien puede<br />

catalogarse de imprescindible.<br />

Rafael Ortega Basagoiti<br />

Praga, aunque la fecha de<br />

aquélla es el día siguiente (día<br />

2) de la de ésta (1 de noviembre<br />

de 1959). Por su parte,<br />

estos mismos registros de las<br />

Fantasiestücke (en la singular<br />

selección de Richter), las<br />

71


72<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

REEDICIONES<br />

Escenas del bosque y la Marcha<br />

op. 76, nº 2 (ésta sospecho<br />

que de fecha diferente; la toma<br />

es demasiado distinta —<br />

peor— en calidad respecto a<br />

sus contemporáneas) han sido<br />

publicadas hasta la saciedad,<br />

por DG y por otros sellos,<br />

entre otros la propia Supraphon.<br />

Las transferencias se han<br />

hecho a volumen muy alto, y<br />

el soplido de fondo se ha<br />

reducido al mínimo. Recomiendo<br />

bajar algo el volumen<br />

para una reproducción mejor.<br />

En todo caso, respecto a las<br />

L a<br />

nueva propuesta de Gala<br />

(distribuidor: Diverdi)<br />

mantiene el interés por<br />

hechos concretos.<br />

La primera<br />

propuesta es<br />

Carmen<br />

(GL100.636)<br />

y en ella junto<br />

a cantanteshabituales<br />

del Metropolitan,<br />

de los que ya existen<br />

versiones discográficas,<br />

encontramos la presencia de<br />

Victoria de los Ángeles como<br />

Micaela, que engrandece de<br />

forma espectacular el rol, por<br />

su siempre excelsa musicalidad,<br />

su concepción del personaje,<br />

delicado pero firme,<br />

capaz por amor de superar su<br />

miedo, mostrando las diferentes<br />

facetas con todo tipo de<br />

detalles. El personaje titular<br />

está a cargo de Risë Stevens,<br />

habitual en este rol del teatro<br />

neoyorquino, con una visión<br />

elegante, al que quizá falta<br />

algo de provocación, pero<br />

que describe bien a la gitana,<br />

acompañada por Richard Tucker,<br />

con su estilo extrovertido,<br />

seguro y valiente, junto al<br />

buen estilo de Frank Guarrera,<br />

dirigidos de forma discreta<br />

por Tibor Kozma. Se complementa<br />

con una selección de<br />

esta misma obra, de 1937, con<br />

la presencia de la soprano<br />

Rosa Ponselle, que muestra<br />

las cualidades que la hicieron<br />

famosa.<br />

La grabación<br />

de Don<br />

Pasquale de<br />

1951, (GL<br />

100796),<br />

editada por<br />

Urania, distribuida<br />

en<br />

España por Belter, fue la<br />

segunda versión comercial.<br />

interpretaciones,<br />

lo repetido<br />

hasta la<br />

saciedad: un<br />

Schumann<br />

magistral, lleno<br />

de colorido,<br />

contrastes, poesía, efusividad<br />

y pasión. Una maravilla de<br />

principio a fin. El segundo (SU<br />

3796-2), de la misma época<br />

(1956), contiene obras de<br />

Shostakovich (selección de<br />

Preludios y fugas op. 87) y<br />

Chopin (selección de Estudios<br />

op. 10 y op. 25, y la inevitable<br />

Gala<br />

RETAZOS DE HISTORIA<br />

Se trata de un registro modesto,<br />

con cantantes correctos<br />

entre los que destaca la presencia<br />

de Fernando Corena,<br />

bajo bufo, que en esta ocasión<br />

da una visión más contenida<br />

del viejo enamoradizo,<br />

con un fraseo expresivo y sin<br />

exageraciones. Dora Gatta<br />

posee un timbre no excesivamente<br />

bello, pero canta con<br />

profesionalidad, mientras que<br />

Agostino Lazzari es un tenor<br />

musical, de cuidada línea en<br />

una interpretación propia de<br />

la época, con momentos sutiles,<br />

completando el reparto,<br />

un genérico Afro Poli. La<br />

dirección de Armando La<br />

Rosa Parodi muestra conocimiento<br />

de la partitura y oficio.<br />

Como bonus se incluye<br />

una interesante selección de<br />

Il turco in Italia, con la presencia<br />

del expresivo Sesto<br />

Bruscantini, que sabe dar el<br />

carácter adecuado, recreando<br />

el personaje con sentido del<br />

humor y con una variada<br />

gama de matices. Le da la<br />

réplica Graziella Sciutti,<br />

soprano con unos medios<br />

suficientes y con un válido<br />

sentido del rol, junto a siempre<br />

efectivo Agostino Lazzari,<br />

bajo una dirección muy profesional<br />

de Nino Sanzogno.<br />

Charles<br />

Lecocq fue<br />

un compositor<br />

francés<br />

que vivió<br />

entre 1832 y<br />

1918, en una<br />

época en que París era uno de<br />

los grandes centros de la<br />

música, fue gran amigo de<br />

Bizet y Saint-Saëns y para<br />

algunos un digno sucesor de<br />

Offenbach. En 1952 se dio en<br />

Turín la versión italiana de La<br />

figlia di Madama Angot (GL<br />

100804), con una trama que<br />

Polonesa-fantasía op. 61, todo<br />

ello grabado en vivo). También<br />

son registros disponibles<br />

con anterioridad, aunque en<br />

esta ocasión se da al Preludio y<br />

fuga nº 4 de Shostakovich la<br />

misma fecha de grabación que<br />

a los demás (1956), cuando<br />

todo indica que éste fue registrado<br />

en Praga, pero dos años<br />

antes (1954). Interpretaciones<br />

simplemente memorables, que<br />

hay que atesorar, aunque<br />

habría que someter a juicio<br />

sumarísimo sin reducción de<br />

condena posible al que autori-<br />

discurre en la Francia prerrevolucionaria,<br />

y que presenta<br />

una partitura interesante, con<br />

momentos de amplio contenido<br />

melódico que hacen agradable<br />

su audición. En el<br />

reparto encontramos a Lina<br />

Pagliughi, soprano ligera de la<br />

época con un estilo delicado y<br />

un canto cuidado, aunque a<br />

veces le falta un cierto poder<br />

de comunicación, máxime en<br />

una obra de estas características,<br />

con una dirección discreta<br />

de Cesare Gallino. Además<br />

se incluyen fragmentos de<br />

ópera de la soprano, en que<br />

muestran su repertorio y unos<br />

resultados interesantes.<br />

Especial<br />

interés tiene<br />

Le nozze di<br />

Figaro (GL<br />

100.803)<br />

procedente<br />

de Dallas,<br />

en 1967, dos años después<br />

del lanzamiento internacional<br />

de Montserrat Caballé, en el<br />

Metropolitan de Nueva York.<br />

La soprano catalana, sin ser<br />

una especialista mozartiana,<br />

sabe dar a la Condesa un fraseo<br />

de una sutileza espectacular,<br />

con un estilo noble,<br />

con esa facilidad para el canto<br />

flotante, que da un aire<br />

aristocrático y elegante, con<br />

una expresión de gran belleza.<br />

Junto a ella destaca Sesto<br />

Bruscantini con un Fígaro<br />

pícaro, que sabe envolver al<br />

resto del grupo, con un canto<br />

muy expresivo. Completan el<br />

reparto las intervenciones<br />

correctas de Graziella Sciutti<br />

y Biancamaria Casoni y el<br />

discreto Ugo Trama, como<br />

Conde, con una dirección de<br />

ciertos matices de Nicola<br />

Rescigno. Debe mencionarse<br />

que la toma de sonido no es<br />

muy buena, ya que parece<br />

zó la grabación de Shostakovich<br />

con el piano desafinado<br />

(pero no cualquier cosa, no,<br />

DESAFINADO con mayúsculas).<br />

La selección chopiniana<br />

es bien conocida, no sólo<br />

imponente de poderío y excelencia<br />

técnica, sino de impresionante<br />

brío y vitalidad, en<br />

algún caso hasta un punto<br />

enloquecida (el Op. 10, nº 4).<br />

Pero también capaz de una<br />

irresistible construcción épica<br />

(Polonesa-fantasía).<br />

Rafael Ortega Basagoiti<br />

tomada desde el público, del<br />

cual se oyen directamente las<br />

risas, por cierto muy abundantes,<br />

y los cantantes quedan<br />

en un plano inferior a la<br />

orquesta.<br />

Cierre la<br />

propuesta<br />

una discreta<br />

Aida (GL<br />

100.634) que<br />

fue publicada<br />

por Capitol<br />

en 1954.<br />

Lo más interesante es la presencia<br />

de Stella Roman, al<br />

final de su carrera, soprano<br />

que se había alternado en este<br />

rol en el Metropolitan con<br />

Zinka Milanov, y de la que<br />

existe alguna grabación de su<br />

mejor época. La soprano mantiene<br />

parte de sus cualidades<br />

y sabe reflejar el estilo, aunque<br />

ha perdido algo de brillantez.<br />

El resto del reparto se<br />

mueve en un plano entre la<br />

corrección y la discreción,<br />

Gino Sarri como Radamés y<br />

Antonio Manca Serra, como<br />

Amonasro, siendo inaceptable<br />

la presencia de Sylvia Sawyer,<br />

como Amneris, sin el mínimo<br />

necesario para grabar un disco,<br />

dirigidos por Alberto Paoletti,<br />

sin especial calidad. Más<br />

interesante es el Bonus con<br />

una selección de la misma<br />

obra, que cuenta con la presencia<br />

de Astrid Varnay, que<br />

sin ser una cantante especialmente<br />

verdiana, muestra<br />

cómo un artista lo es en todos<br />

los estilos, acompañada por el<br />

valiente, pero poco refinado,<br />

Kurt Baum, como Radamés y<br />

por el fraseador Giuseppe<br />

Valdengo, como Amonasro,<br />

completando el álbum dos<br />

arias de Stella Roman, donde<br />

muestra su buena línea.<br />

Albert Vilardell


Membran<br />

AQUELLAS REFERENCIAS<br />

L os<br />

C on<br />

comienzos del microsurco<br />

atesoran algunas<br />

versiones operísticas<br />

referenciales, que Membran<br />

(distribuidor: Cat Music) viene<br />

exhumando a precios casi<br />

simbólicos. El medio siglo<br />

largo que fecha a estas grabaciones<br />

permite juzgar la<br />

excelencia de las tomas, que<br />

exalta la digitalización, evitando<br />

ruidos de roce y añadiendo<br />

presencia vocal a los<br />

solistas.<br />

En 1952 y en<br />

un par de<br />

semanas,<br />

Victoria de<br />

los Ángeles<br />

estudió la<br />

Rosina rossiniana<br />

bajo la atenta y experta<br />

mirada de Tullio Serafin. Enseguida<br />

la registró el disco (2 CD<br />

231132) y, si bien no responde<br />

a los actuales cánones de la<br />

materia, la eficacia de los artistas,<br />

su solvencia vocal y sus<br />

matices interpretativos, salvan<br />

la lectura del paso del tiempo.<br />

Junto a la incomparable Victoria,<br />

una Rosina bien educada<br />

por las monjas que saca de la<br />

manga sus artilugios de víbora,<br />

completan el reparto de<br />

Rudolf Kempe<br />

UNA REVELACIÓN<br />

un sonido un tanto<br />

fluctuante y no todo lo<br />

claro que sería de desear,<br />

el sello Walhall (distribuidor:<br />

LR Music) nos envía el Anillo<br />

que Rudolf Kempe dirigió en<br />

el Covent Garden en 1957<br />

(WLCD 0227, 0228, 0229 y<br />

0230, 12 CDs en total) en grabación<br />

tomada en retransmisión<br />

radiofónica pero sin retoques<br />

ni reprocesados actuales<br />

que habrían sido de agradecer<br />

(el locutor, al final de cada<br />

representación, informa de la<br />

obra e intérpretes que han<br />

intervenido).<br />

El reparto vocal cuenta<br />

con nombres insignes que<br />

estaban actuando en esos<br />

años en el Festival de Bayreuth<br />

(Hotter como Wotan,<br />

Windgassen como Sigfrido,<br />

Vinay como Siegmund, Uhde<br />

como Gunther), todos en<br />

espléndida forma vocal e<br />

interpretativa, además de otras<br />

estrellas rutilantes (Birgit Nilsson<br />

como Brunilda) cuya<br />

este Barbero de Sevilla Gino<br />

Becchi (Fígaro), Nicola Monti<br />

(Almaviva), Nicola Rossi-<br />

Lemeni (Basilio) y Melchiorre<br />

Luise (Bartolo), con las masas<br />

de la Scala.<br />

El mismo<br />

año y en la<br />

Radio de<br />

Colonia,<br />

Richard<br />

Kraus dirigió<br />

con solidez<br />

la infrecuente Hijos del<br />

rey de Humperdinck (3 CD<br />

231137), una obra académica<br />

y de respetable factura, con<br />

un extenso y parejo reparto<br />

del que sobresalen el experto<br />

tenor Peter Anders y el joven<br />

y ya notable Dietrich Fischer-<br />

Dieskau. De 1954 data La<br />

walkyria de estudio conducida<br />

por Wilhelm Furtwängler<br />

al frente de la Filarmónica<br />

vienesa (3 CD 231133). Elogiar<br />

a Furti haciendo Wagner<br />

es superfluo pero quede ese<br />

tercer acto como un hito en<br />

la historia de la música<br />

impresa. Martha Mödl, en su<br />

mejor momento vocal como<br />

soprano, hace una Brunilda<br />

contundente, tanto como la<br />

joven Siglinda de Leonie<br />

actuación justificaría por sí<br />

sola la publicación de estos<br />

documentos históricos.<br />

Sin embargo, a pesar de<br />

los mimbres vocales citados y<br />

a juicio del firmante es la<br />

dirección de Rudolf Kempe la<br />

estrella indiscutible de estas<br />

representaciones. El maestro<br />

sajón, un wagneriano de primera<br />

fila como ya sabrán los<br />

que hayan escuchado sus grabaciones<br />

oficiales de Lohengrin<br />

y Meistersinger en EMI, se<br />

enfrenta a la monumental obra<br />

con precisión, lucidez, sutileza<br />

y claridad auténticas marcas<br />

de la casa, con tempi ligeros<br />

pero llenos de contenido, de<br />

tal forma que sus resultados<br />

plenos de variedad, colorido y<br />

transparencia ejemplares están<br />

más conectados con Clemens<br />

Krauss que con Knappertsbusch,<br />

para que el lector tenga<br />

una idea aproximada de por<br />

dónde van los tiros. La orquesta<br />

le sigue sin ningún problema,<br />

hay detalles instrumenta-<br />

Rysanek y la Fricka de la<br />

imponente Margarete Klose.<br />

Excelentes el Sigmundo de<br />

Ludwig Suthaus y el Wotan<br />

de Ferdinand Frantz, a veces<br />

mellados por una crítica sesgada.<br />

Entre las walkyrias aparecen<br />

futuras estrellas como<br />

Judith Hellwig, Hertha Töpper<br />

y Erika Köth.<br />

¿Hace falta insistir en la<br />

canónica<br />

Manon massenetiana<br />

del<br />

dúo Victoria-<br />

Pierre Monteux,obtenida<br />

en 1955<br />

(3 CD 231674)? El sentido del<br />

relato, el poderío melódico del<br />

canto y el brillo orquestal del<br />

director se emparejan con la<br />

invención cimera de la soprano,<br />

que recrea el personaje<br />

desde su sensual aturdimiento<br />

infantil, su ansiedad de muerte<br />

hecha melancolía y la delicadeza<br />

cortesana de su carrera<br />

como mala mujer de tango. Es<br />

una obra que requiere un<br />

reparto de buenos comprimarios,<br />

como lo son Michel Dens,<br />

Jean Borthayre, Jean Vieuille,<br />

Liliane Berton y René Hérent.<br />

El caballero Des Grieux es<br />

les de color y transparencia<br />

casi camerística, con una claridad<br />

realmente insólita, y<br />

acompaña al equipo vocal con<br />

su competencia acostumbrada.<br />

Lástima del regular sonido<br />

y de la presentación espartana<br />

de estos cuatro álbumes, sin<br />

textos ni libretos de ningún<br />

tipo que suponemos redundará<br />

en una publicación de precio<br />

más barato.<br />

Finalmente, informemos<br />

también de que el sello británico<br />

Testament, anuncia la<br />

próxima publicación de este<br />

mismo Anillo en un álbum de<br />

13 CDs al precio de 6, con sus<br />

acostumbradas y cuidadas presentaciones<br />

(a juzgar por las<br />

vistas en el Ring de Keilberth<br />

de 1955) y suponemos que<br />

con un mejor sonido, aunque<br />

esto último tendremos que<br />

comprobarlo. En nuestra opinión,<br />

la espera merece la<br />

pena.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

REEDICIONES<br />

WAGNER:<br />

La walkyria. MÖDL,<br />

RYSANEK, KLOSE, SUTHAUS,<br />

FRANTZ. O. FILARMÓNICA DE VIENA.<br />

Director: WILHELM FURTWÄNGLER.<br />

3 CD MEMBRAN 231133 (Cat Music).<br />

1954. ADD. H PE<br />

Henri Legay, una voz modesta<br />

al lado de la opulencia tímbrica<br />

de la protagonista, pero de<br />

canto elegante y cuidado.<br />

Completa la entrega un bonus<br />

con arias a cargo de nuestra<br />

Victoria, victoriosa como siempre,<br />

en tiempos del 78 RPM y<br />

plena de medios, haciendo<br />

Mimì, Margarita, Nedda, la<br />

Condesa y una inesperada<br />

Santuzza.<br />

Blas Matamoro<br />

WAGNER: El anillo<br />

del nibelungo.<br />

HOTTER, WINDGASSEN,<br />

ALLMAN, EVANS, WITTE, KLEIN,<br />

SUTHERLAND, FISCHER, VINAY,<br />

NILSSON, DALBERG, MILINKOVICH,<br />

KRAUS, LINDERMEIER, UHDE, BÖHME.<br />

O. DEL COVENT GARDEN.<br />

Director: RUDOLF KEMPE.<br />

12 CD WALHALL WLCD 0227, 0228,<br />

0229, 0230 (LR Music). 1957. ADD.<br />

H PM<br />

73


74<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

ALBÉNIZ-W.F.BACH<br />

DISCOS<br />

CRÍTICAS de la A a la Z<br />

ALBÉNIZ:<br />

Poèmes d’amour. Evocación.<br />

Triana. Lavapiés. ISABELLE BRES,<br />

recitadora. ENSEMBLEDELAORQUESTA<br />

DE CADAQUÉS. Director: VASILI<br />

PETRENKO. ORQUESTA DE CADAQUÉS.<br />

Director: GIANANDREA NOSEDA.<br />

TRITÓ TD0042 (Diverdi). 2006-2007.<br />

43’. DDD. N PN<br />

Obra única<br />

y casi desconocida<br />

de<br />

Isaac Albéniz,<br />

P o è m e s<br />

d’amour,<br />

calificada de<br />

melólogo o melodrama, ha<br />

encontrado en José de Eusebio<br />

(que la reestrenó en agosto de<br />

2005 en el XX Festival de Música<br />

en el Monasterio de Sant Pere) y<br />

en el sello Tritó (que la fija ahora<br />

en CD) a sus grandes valedores<br />

después de más de un siglo<br />

de silencio tras el estreno en<br />

junio de 1892 en el Lyric Theatre<br />

de Londres. La edición de este<br />

compacto es notable y oportuna<br />

no sólo por lo que supone de<br />

aportación documental sino<br />

también por la calidad de la versión,<br />

con una espléndida Isabelle<br />

Bres, actriz francesa afincada<br />

en Barcelona, que dice los versos<br />

de Paul Armand Silvestre<br />

(1837-1901) con pasión, intención<br />

en el fraseo, inteligencia y<br />

gran poder de seducción. Albéniz<br />

acompaña, comenta y subraya<br />

las palabras con una música<br />

instrumental integrada por quinteto<br />

de cuerdas, flauta, oboe,<br />

trompa en fa, piano y armonio,<br />

pensada sobre todo para un<br />

ámbito teatral. Como complemento,<br />

el disco incluye tres piezas<br />

de la monumental Suite Iberia<br />

(Evocación, Triana, Lavapiés),<br />

en orquestación de Jesús<br />

Rueda, que se suma a los ilustres<br />

compositores que con anterioridad<br />

quisieron transcribir tan<br />

codiciada obra magna. Rueda<br />

opta por una instrumentación de<br />

dimensiones clásicas, primando<br />

la expresión recogida e intimista<br />

sobre el posible brillo. En tal<br />

sentido, y sin dejar de tener pre-<br />

TIPO DE GRABACIÓN DISCOGRÁFICA<br />

sente lo difícil de la empresa,<br />

podría parecernos que se nos<br />

queda corta. La Orquesta de<br />

Cadaqués demuestra una vez<br />

más su valía, bajo las batutas de<br />

Vasili Petrenko (en Poèmes<br />

d’amour) y de Gianandrea<br />

Noseda (en las otras tres piezas),<br />

ambos bien conocidos en nuestro<br />

país y apreciados por su<br />

público.<br />

José Guerrero Martín<br />

BACH:<br />

Suites francesas BWV 812-817.<br />

EVGENI KOROLIOV, piano.<br />

2 CD TACET 161 (Gaudisc). 2007. 109’.<br />

DDD. N PN<br />

Otra entrega<br />

del Bach<br />

honestísimo y<br />

serio de<br />

Koroliov, que<br />

vuelve a producirse<br />

en un entendimiento<br />

puramente arquitectónico de las<br />

partituras. Como hizo quien firma<br />

en su comentario anterior sobre<br />

el Bach que llega en las manos<br />

del pianista ruso, el sonido es de<br />

cualidad densa, muy compacto,<br />

carente de brillo, lo que en estas<br />

Suites creo que tiene estéticamente<br />

más importancia que en<br />

las Variaciones Diabelli o en las<br />

Variaciones Goldberg. Pueden<br />

preferirse en estas Suites pianistas<br />

de toque más liviano, como,<br />

pongamos por caso, Murray<br />

Perahia o la misma Angela<br />

Hewitt.<br />

De cualquier modo, la autoridad<br />

de Koroliov es innegable y<br />

si no como una referencia, su<br />

trabajo es para ser respetado y<br />

escucharlo abiertamente sin<br />

mayores reparos.<br />

José Antonio García y García<br />

BACH:<br />

Suites para violonchelo.<br />

Transcripción para viola. THUAN<br />

DO MINH, viola.<br />

2 CD VERSO BS 067.(Diverdi) 2007.<br />

141’. DDD. N<br />

PN<br />

El hecho de<br />

que la Consejería<br />

de Educación<br />

de la<br />

Comunidad<br />

Autónoma de Madrid realice una<br />

edición en disco de las seis Suites<br />

para violonchelo de Bach en<br />

transcripción para viola del<br />

intérprete vietnamita Thuan Do<br />

Minh, es bastante sorprendente.<br />

Como en el sitio web indicado<br />

en el disco nada se dice de ello,<br />

no parece formar parte de colección<br />

alguna que responda a un<br />

esperable planteamiento editorial<br />

de difusión educativa o de<br />

divulgación de patrimonio musical.<br />

En fin, doctores tiene la iglesia,<br />

que decía el padre Astete en<br />

su Doctrina Cristiana. ¿A quién<br />

puede interesarle? Al citado<br />

Thuan Do Minh, a los estudiantes<br />

y a otros intérpretes de viola<br />

y puede que a las mujeres en<br />

general, pues según las notas<br />

que acompañan al disco, el instrumento<br />

es muy femenino, aunque<br />

no acertamos a saber el<br />

porqué. ¿Cuáles son femeninos<br />

y cuales masculinos?<br />

La cuestión es que por muy<br />

buen violista que se sea, como<br />

lo es el intérprete de este disco,<br />

la transcripción no ofrece ninguna<br />

ventaja aparente sobre el violonchelo<br />

original, dada la similitud<br />

entre ambos. Otra cosa son<br />

las realizadas para laúd, por<br />

ejemplo, empezando por las del<br />

propio Bach. La tarea acometida<br />

queda en una bien realizada<br />

curiosidad que puede sea útil<br />

para unos pocos, dado el relativamente<br />

escaso repertorio escrito<br />

para viola solista.<br />

José Luis Fernández<br />

W. F. BACH:<br />

Obras para teclado, vol. 2. JULIA<br />

BROWN, clave.<br />

NAXOS 8.570530 (Ferysa). 2007. 74’.<br />

DDD. N PE<br />

El primer volumen de esta<br />

N Novedad absoluta que nunca antes fue editada en disco o cualquier otro soporte de audio o vídeo<br />

H Es una novedad pero se trata de una grabación histórica, que generalmente ha sido tomada de un concierto en vivo o<br />

procede de archivos de radio<br />

R Se trata de grabaciones que ya han estado disponibles en el mercado internacional en algún tipo desoporte de audio o de<br />

vídeo: 78 r. p. m., vinilo, disco compacto, vídeo o láser disco<br />

PRECIO DE VENTA AL PÚBLICO DEL DISCO<br />

PN Precio normal: cuando el disco cuesta más de 15 €<br />

PM Precio medio: el disco cuesta entre 7,35 y 15 €<br />

PE Precio económico: el precio es menor de 7,35 €


Julian Podger, Bo Holten<br />

COHERENCIA Y COMPETENCIA MÁXIMAS<br />

BACH: Motetes BWV 225-<br />

229. Piezas para órgano BWV<br />

601, 622 y 733. Obras de<br />

Lutero y anónimas. TRINITY<br />

BAROQUE. Director: JULIAN PODGER.<br />

RAUM KLANG RK 2601 (Gaudisc).<br />

2006. 77’. DDD. N PN<br />

Motetes BWV 225-230 y Anh.<br />

159. CORO DE LA RADIO FLAMENCA.<br />

Director: BO HOLTEN.<br />

GLOSSA GCDSA 922205 (Diverdi).<br />

2007. 70’. DDD. N PN<br />

Por comparación con las cantatas,<br />

Pasiones y demás obras<br />

de gran ambición aparente, los<br />

Motetes de Bach ocupan una<br />

posición cuantitativamente<br />

menor en su ingente producción,<br />

pero son de una importancia<br />

capital desde el punto<br />

de vista cualitativo. De hecho,<br />

sólo la extrema dificultad que<br />

presenta su interpretación<br />

explica que no justifica la relativamente<br />

escasa atención que<br />

se les presta.<br />

Los cinco ofrecidos en el<br />

disco de Raum Klang son los<br />

que hoy en día se consideran<br />

autentificados más allá de cualquier<br />

duda. El primero, BWV<br />

225, se supone compuesto<br />

colección lo<br />

firmó Robert<br />

Hill en un<br />

fortepiano de<br />

sonido problemático<br />

(SCHERZO<br />

nº 229). La brasileña Julia Brown<br />

emplea en cambio un clave<br />

fabricado por Richard Kingston<br />

que suena brillante y poderoso<br />

en toda la tesitura. En programa<br />

las Fantasías Fk 15, 21, 19, nv2,<br />

23 y 18 y las ocho Fugas Fk 31,<br />

pequeñas joyas del compositor,<br />

que recuerdo en una interpretación<br />

modélica de un jovencísimo<br />

Christophe Rousset para<br />

Harmonia Mundi allá por finales<br />

de los 80. Brown las toca con<br />

rigor rítmico, equilibrio y suficiente<br />

claridad, buscando en<br />

ocasiones la variedad en el timbre<br />

(uso del registro de laúd en<br />

la nº 7), aunque la más destacada<br />

de la colección (la nº 8)<br />

resulta acaso demasiado rígida.<br />

Las Fantasías suenan más<br />

modernas: la clavecinista brasileña<br />

busca destacar la voz principal,<br />

aunque ello suponga oscurecer<br />

el equilibrio polifónico.<br />

Escritas todas en modo menor,<br />

Brown logra potenciar los contrastes<br />

más descarnados de estas<br />

hacia 1726-7 y se tiene constancia<br />

de que fue dedicado a<br />

una persona de alcurnia, no así<br />

si con motivo de un nacimiento<br />

o un fallecimiento. Este último<br />

fue ciertamente el motivo<br />

de los otros cuatro, de los cuales<br />

sólo el BWV 226 cuenta<br />

con pruebas fehacientes de<br />

que data de 1729.<br />

Las piezas para órgano del<br />

propio Bach y las otras páginas<br />

de Lutero y anónimas que se<br />

intercalan entre los motetes no<br />

sólo sirven de interludios, ni<br />

tampoco como meras contextualizaciones,<br />

sino que, como<br />

se explica en la carpetilla, se<br />

ha tratado que, en combinación<br />

con el orden de los motetes<br />

dispuesto, acabe formándose<br />

un programa textual y musi-<br />

Masaaki Suzuki<br />

VOCES EUROPEAS<br />

BACH: Cantatas BWV 52,<br />

55, 58 y 82. CAROLYN SAMPSON,<br />

soprano; GERD TÜRK, tenor; PETER<br />

KOOIJ, bajo. BACH COLLEGIUM DE<br />

JAPÓN. Director: MASAAKI SUZUKI.<br />

BIS SACD-1631 (Diverdi). 2006. 66’.<br />

SACD. N PN<br />

Componen este disco, nº 38<br />

de la integral de las cantatas<br />

bachianas dirigida por Masaaki<br />

Suzuki para BIS, tres páginas<br />

para voz sola, más una para<br />

dúo de soprano y barítono. El<br />

augurio de que acabará por<br />

convertirse en uno de los máximos<br />

logros de toda la serie no<br />

debe tomarse como una crítica<br />

de la participación del coro del<br />

Bach Collegium de Japón en<br />

las entregas anteriores. Por el<br />

contrario, resalta la calidad del<br />

recién nacido dada la elevada<br />

altura a la que sus hermanos<br />

mayores han puesto el listón.<br />

De más calado se antoja en<br />

cambio la decisión de, precisamente<br />

en este caso, prescindir<br />

calmente coherente. En este<br />

caso, pues, se aconseja la escucha<br />

de principio a fin de un<br />

disco en el que además se disfrutará<br />

de unas versiones muy<br />

frescas y plenas de sentido<br />

estilístico.<br />

Con todo, aún más recomendable<br />

se hace el conocimiento<br />

del disco de Glossa,<br />

que incluye el BWV 230 y añade<br />

uno de los motetes tenidos<br />

por apócrifos. También con<br />

órgano y violón en el bajo<br />

continuo, las veinticuatro<br />

voces que integran el Coro de<br />

la Radio Flamenca triplican los<br />

efectivos del Trinity Baroque,<br />

pero la perfección con que se<br />

negocian las regulaciones permite<br />

disfrutar de los momentos<br />

más camerísticos o intimistas<br />

de solistas japoneses. Los tres<br />

europeos escogidos están magníficos<br />

sin excepción ni graves<br />

desniveles. Por otro lado, las<br />

prestaciones del conjunto instrumental<br />

son impecables, tanto<br />

individual como colectivamente.<br />

En el primer respecto,<br />

se logran maravillas como las<br />

de los tres oboes en Falsche<br />

Welt, BWV 52 (que por cierto<br />

se inicia con un borrador de lo<br />

que será el primer movimiento<br />

del Concierto de Brandemburgo<br />

nº 1) en un acompañamiento<br />

de Carolyn Sampson que<br />

rivaliza con ésta en expresividad<br />

y justeza. En Ich habe<br />

genug, BWV 82, Peter Kooij (y<br />

también Suzuki) huye de cualquier<br />

alarde para concentrarse<br />

en el sentido íntimo del texto<br />

y de la música en que se sirve.<br />

Algo parecido podría decirse<br />

de Gerd Türk en Ich armer<br />

Mensch, BWV 55, de una emoción<br />

aún más difícil de encontrar<br />

si cabe. En cuanto a<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

ALBÉNIZ-W.F.BACH<br />

sin tener por ello que renunciar<br />

en otros pasajes a una<br />

fuerza expresiva que por lo<br />

demás nunca se descontrola lo<br />

más mínimo.<br />

Si ampliamos el horizonte<br />

de las alternativas a la última<br />

década, la dirigida por Bo Holten<br />

desbanca también a la<br />

muchas veces impotente de<br />

The Scholars (véase SCHERZO,<br />

nº 120, pág. 77) y por lo menos<br />

iguala en virtuosismo al RIAS<br />

con Jacobs (véase SCHERZO,<br />

nº 139, pág. 82). En cuanto a lo<br />

hecho por Fasolis, el Coro de la<br />

Radio Suiza e I Barocchisti<br />

(véase SCHERZO, nº 167, pág.<br />

58), queda para quien prefiera<br />

una orquesta como acompañamiento<br />

instrumental, aunque<br />

sea a cambio de unas prestaciones<br />

vocales no diremos que<br />

incompetentes, pero sí un punto<br />

al menos por debajo de las<br />

de los coristas flamencos. Para<br />

el público español, el hecho de<br />

contar con una traducción a su<br />

lengua de la entrevista con Holten<br />

y los textos cantados añade<br />

un atractivo que no debe<br />

menospreciarse.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

Bekennen will ich, BWV 58, la<br />

soprano y el barítono consiguen<br />

un punto de equilibrio<br />

rayano en lo ideal. El único<br />

defecto (raro en la serie) es<br />

que los comentarios en inglés<br />

a esta última cantata se atribuyen<br />

pero en realidad tampoco<br />

corresponden a la BWV 3.<br />

Cabe esperar que en posteriores<br />

entregas se corrija un error<br />

que, naturalmente, en nada<br />

rebaja el calor con que se<br />

recomienda el disco.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

75


76<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

W.F.BACH-BEETHOVEN<br />

obras (tempi extremos yuxtapuestos,<br />

cambios dinámicos casi<br />

sin transiciones ni progresiones),<br />

enfatizando el dramatismo<br />

subyacente, que resulta especialmente<br />

enérgico en las dos<br />

que están en do menor, tanto la<br />

muy desarrollada Fk 15 como la<br />

más directa Fk nv2, o en la Fk<br />

23, escrita en la menor y resuelta<br />

con ataques violentos y pulsación<br />

cortante.<br />

Pablo J. Vayón<br />

BALADA:<br />

María Sabina. Dionisio: In<br />

memoriam. SUSI SÁNCHEZ, ÁNGEL<br />

SÁIZ, FERNANDO TEJEDOR Y CARLOS<br />

HIPÓLITO, narradores. CORO Y<br />

ORQUESTADELACOMUNIDAD DE<br />

MADRID. Director: JOSÉ RAMÓN<br />

ENCINAR.<br />

NAXOS 8.570425 (Ferysa). 2006-2007.<br />

69’. DDD. N PE<br />

M uchos<br />

años han<br />

pasado desde<br />

su estreno en<br />

el Carnegie<br />

Hall de Nueva<br />

York, en abril de 1970, y de<br />

una primera grabación después<br />

reproducida en New World<br />

Records (New World 80498-2), a<br />

cargo de la Orquesta de Louisville<br />

bajo la dirección de Jorge<br />

Mester, pero la cantata María<br />

Sabina sigue siendo una de las<br />

obras más atractivas y conseguidas<br />

de Leonardo Balada, catedrático<br />

de Composición en la<br />

Universidad Carnegie Mellon de<br />

Pittsburgh. Esta tragifonía (simbiosis<br />

de una teatralidad al<br />

modo de la tragedia griega y de<br />

su aspecto sinfónico-coral), con<br />

texto de Camilo José Cela, es<br />

muy representativa del compositor<br />

barcelonés afincado en Estados<br />

Unidos por su querencia<br />

hacia lo narrativo y lo coral<br />

(entre lo cantado y lo recitado)<br />

como integrantes de pleno derecho<br />

de la música. Estamos ante<br />

una versión espléndida al mando<br />

de José Ramón Encinar, en la<br />

que el brillo de la Orquesta y<br />

Coro de la Comunidad de<br />

Madrid no oscurece —más bien<br />

potencia— la magnífica prestación<br />

de los narradores. Cantata<br />

centrada en la famosa hechicera<br />

india del culto de los hongos<br />

alucinógenos en Oaxaca (Méjico),<br />

condenada en la ficción a la<br />

horca por brujería aunque en la<br />

vida real falleció por causas<br />

naturales, María Sabina pertenece<br />

al periodo en que Balada<br />

desarrolló un estilo de gran drama<br />

dentro de la vanguardia de<br />

los años sesenta. Compartiendo<br />

estos postulados pero abriéndose<br />

al mismo tiempo a la mezcla<br />

de música étnica con técnicas y<br />

lenguajes vanguardistas, Dionisio:<br />

In memoriam es un homenaje<br />

a Dionisio Ridruejo y a la<br />

evolución de su trayectoria vital<br />

desde un franquismo militante<br />

hacia un antifranquismo defensor<br />

de una democracia cierta y<br />

total. Bienvenido este CD como<br />

ayuda a la revisión del eclecticismo<br />

de un Balada cuya obra<br />

requiere todavía una equilibrada<br />

y serena clasificación.<br />

José Guerrero Martín<br />

BARBER:<br />

Songs. GERALD FINLEY, barítono;<br />

JULIUS DRAKE, piano.<br />

HYPERION CDA67528 (Harmonia<br />

Mundi). 2005.<br />

62’. DDD. N PN<br />

Samuel Barber,<br />

el compositor<br />

de<br />

una ópera tan<br />

interesante<br />

como Vanessa y de otras que<br />

lamentamos desconocer (como<br />

Antonio y Cleopatra, con libreto<br />

de Zeffirelli), tenía necesariamente<br />

que tener detrás (y hasta<br />

delante) una importante obra<br />

vocal. Hemos hablado hace poco<br />

más de un año aquí de una lectura<br />

de Vanessa en Salzburgo (Eleanor<br />

Steber, Rosalind Elias, director:<br />

Dimitri Mitropoulos, 1958,<br />

Orfeo), y en ocasiones de discos<br />

con canciones de Barber. Pero<br />

ahora llega un CD con un recital<br />

de algo más de una hora con<br />

este tipo de obras, una sesión<br />

que concluye con esa amplio<br />

canto temprano que es Dover<br />

Beach, de más de 8 minutos, que<br />

es un monólogo o un minidrama,<br />

como prefieran ustedes; y que se<br />

acompaña con cuarteto de cuerda,<br />

no con piano. Varias canciones<br />

sueltas y tres ciclos forman<br />

una secuencia de 27 Songs en las<br />

que dominan lo lírico y lo líricodramático,<br />

en las que se desarrolla<br />

la fantasía creadora de quien<br />

primero fue cantante. El tratamiento<br />

de la voz parece rayar la<br />

perfección y el gusto por la línea<br />

melódica se aparta de los objetivos<br />

estéticos de muchos contemporáneos<br />

suyos. El refinamiento<br />

de la línea permite interpretaciones<br />

como las de Gerald Finley,<br />

barítono que se muestra aquí<br />

exquisito, insuperable, aunque<br />

quién sabe. Y esas interpretaciones<br />

nos dejan comprender el<br />

desentrañamiento de lo musical<br />

que ha llevado a cabo Barber,<br />

que se nos aparece así como<br />

buscador de sensualidades prosódicas,<br />

y ajeno a los puritanismos<br />

del melos. Pasan así las 10<br />

Hermit Songs op. 29, traducciones<br />

inglesas de viejos cantos gaé-<br />

licos que se remontan a oscuros<br />

tiempos del Medievo (algunos<br />

traducidos por Auden, y uno de<br />

ellos por Chester Kallman). Mas<br />

también canciones en francés,<br />

como las Mélodies passagères op.<br />

27, con textos de Rilke. Y, además,<br />

ese trío de canciones con<br />

poemas del Joyce de Chamber<br />

music. También está Joyce en In<br />

the dark pinewood, un canto<br />

suelto de 1937. A falta de una<br />

integral, bien está esta selección,<br />

pero alguien nos debe moralmente<br />

ese ciclo completo. Se lo<br />

debe a Barber, queremos decir.<br />

Mientras, escuchemos a Gerald<br />

Finley, artista en su refinamiento<br />

y su emisión y su elocución; perfectamente<br />

acompañado por<br />

Julius Drake y, en un momento<br />

dado (Dover Beach) por el Aronowitz<br />

Ensemble. De mucho<br />

interés.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

BARTÓK:<br />

El príncipe de madera. SINFÓNICA<br />

DE BOURNEMOTUH. Directora: MARIN<br />

ALSOP.<br />

NAXOS 8.570534 (Ferysa). 2007. 54’.<br />

DDD. N PE<br />

A veces<br />

nuestros colegas<br />

nos<br />

sumen en el<br />

estupor.<br />

Recomendé<br />

hace poco El castillo de Barbazul<br />

de Marin Alsop, en Naxos, no<br />

como grandísima referencia sino<br />

como referencia nueva de mucho<br />

interés. Y leemos en cierta revista<br />

de otro país que aquello es un<br />

desastre. Dios mío, qué hemos<br />

hecho. Volvemos a oír, a ver qué<br />

pasa, y nos ratificamos en nuestra<br />

opinión. Es más, ahora que<br />

llega esta integral de El príncipe<br />

de madera podemos recomendarle<br />

al aficionado la trilogía<br />

escénica completa de Bartók en<br />

manos de esta directora estadounidense<br />

(junto con El mandarín<br />

maravilloso). El príncipe de<br />

madera es una partitura que va<br />

de lo sugerente a lo muy violento,<br />

que suele bordear y evitar lo<br />

lírico, de manera que necesita<br />

tanto de la matización como de<br />

la fuerza y la garra. Esto consigue<br />

Marin Alsop en este Príncipe,<br />

como lo conseguía en su<br />

Mandarín y en su Barbazul,<br />

que contienen páginas subiditas<br />

de tono en cuanto a violencia.<br />

De manera que el aficionado tiene<br />

amplias garantías de que va a<br />

hallar el auténtico espíritu bartókiano<br />

para este tríptico teatral en<br />

la batuta inspirada y muy profesional<br />

de esta directora.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

BATTISTELLI:<br />

Prova d’orchestra. STEPHEN OWEN,<br />

barítono; PHILIP SHEFFIELD, tenor;<br />

CORINNE ROMIJN, contralto; DAVID<br />

BARRELL, tenor; XENIA KONSEK,<br />

soprano; WILFRIED VAN DEN BRANDE,<br />

bajo. CORO Y SINFÓNICA DE LA ÓPERA<br />

DE FLANDES. Directores: LUCA PFAFF Y<br />

GEORG LEOPOLD.<br />

STRADIVARIUS STR 57004 (Diverdi).<br />

2006. 79’. DDD. N PN<br />

No nos es<br />

desconocido<br />

el compositor<br />

italiano Giorgio<br />

Battistelli<br />

(1953), director<br />

de la Biennale<br />

Musica de Venecia y responsable<br />

artístico de la Fundación<br />

Arena de Verona: en los últimos<br />

tres años hemos podido asistir al<br />

estreno español de dos de sus<br />

propuestas escénicas (Experimentum<br />

mundi, Les Cenci) y comprobar<br />

la destreza de su autor en la<br />

reflexión sobre los aspectos teatrales<br />

de la música, como creador<br />

formado en las nuevas corrientes<br />

del teatro musical contemporáneo<br />

en el París de fines de los<br />

sesenta.<br />

Prova d’orchestra, subtitulada<br />

“seis escenas musicales del fin de<br />

siglo”, fue escrita entre 1994 y<br />

1995 y forma parte de una trilogía<br />

junto a la “parábola en música”<br />

Teorema (1992) y el monodrama<br />

Frau Frankenstein (1993); si en<br />

éstas son Pasolini y Shelley los<br />

referentes, en Prova d’orchestra<br />

es el homónimo film felliniano y<br />

su complejo, ácido e insolente<br />

retrato de las vicisitudes de una<br />

orquesta de provincias el punto<br />

de partida de la ópera de Battistelli,<br />

en que identifica teatralmente<br />

los papeles vocales con diversos<br />

integrantes del grupo orquestal<br />

—así, la primera trompeta es el<br />

director artístico (contralto), el<br />

primer percusionista representante<br />

sindical (tenor)… y el director<br />

baritonal, alemán, natürlich…—,<br />

en un espíritu no lejano al del<br />

reciente Divertimento? de su<br />

maestro Kagel e inserto en la tradición<br />

de la opera buffa, de ritmos<br />

nerviosos, gran fantasía tímbrica<br />

y humor sardónico en la<br />

presentación de situaciones reconocibles<br />

(o adivinables…) por el<br />

melómano.<br />

Intérpretes y director —buen<br />

conocedor Pfaff de la música de<br />

Battistelli— firman un registro<br />

vivaz y franco, parecen disfrutar<br />

de esta música y hacen disfrutar<br />

al oyente: razones adicionales<br />

para acoger con abierta sonrisa<br />

esta revuelta antidirectorial, con<br />

derrumbes y muerte en escena,<br />

en el ensayo de una obra, por<br />

cierto, contemporánea…<br />

Germán Gan Quesada


BEETHOVEN:<br />

Bagatelas opp. 33, 119 y 126.<br />

Andante favori WoO 57. Alla<br />

ingharese quasi un capriccio op.<br />

129. Piezas para piano WoO<br />

59, 60 y 61. LINDA NICHOLSON,<br />

fortepiano.<br />

ACCENT ACC 24180 (Diverdi). 2007.<br />

76’. DDD. N PN<br />

Una interesanteindagación<br />

en el<br />

piano presuntamente<br />

marginal de<br />

Beethoven.<br />

Nicholson extrae muchas de las<br />

peculiares posibilidades de color<br />

del fortepiano (un Fritz vienés<br />

de hacia 1815), como las muy<br />

llamativas tonalidades de la sección<br />

central de la primera de las<br />

Bagatelas op. 33. La picante lectura<br />

de la segunda de la serie,<br />

atractivamente fragmentada, le<br />

da un aspecto moderno. Nicholson<br />

se entrega a la línea cantable<br />

en la cuarta y de nuevo produce<br />

un colorido seductor en la<br />

quinta. Un Beethoven poderoso<br />

surge en la séptima, donde se<br />

demuestran las capacidades no<br />

pequeñas de la sonoridad del<br />

instrumento utilizado. La ejecutante<br />

aparece exuberante en la<br />

séptima de las Op. 119 y en las<br />

dos primeras de las trascendentales<br />

Op. 126 evidencia que<br />

estamos ya en una concepción<br />

integral del pianismo. Un tanto<br />

precipitada la parte inicial de la<br />

cuarta de esta colección. Musicales<br />

traducciones de las piezas<br />

que completan el programa,<br />

aunque la dificultad de aproximarse<br />

con ingenuidad a la WoO<br />

59 —la celebérrima Para Elisa—<br />

se convierte en una interpretación<br />

algo amanerada. Disco, con<br />

todo, de valores musicales innegables<br />

y sumo interés por el instrumento<br />

empleado y el buen<br />

partido que de él se saca.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

BEETHOVEN:<br />

Cuartetos de cuerda nºs 11 op.<br />

95, 12 op. 127, 13 op. 130, 14<br />

op. 131, 15 op. 132 y 16 op.<br />

135. Gran fuga op. 133.<br />

CUARTETO SMETANA.<br />

3 CD SUPRAPHON SU 3870-2 (Diverdi).<br />

1961-1972. 212’. ADD. R PM<br />

El Cuarteto<br />

Smetana forma<br />

parte de<br />

la historia<br />

interpretativa<br />

de la República<br />

Checa,<br />

tanto por su calidad como por<br />

su amplio y rico repertorio. No<br />

en balde, Václav Neumann y Jirí<br />

Michael Korstick<br />

DIAMANTINO<br />

BEETHOVEN: Sonatas para<br />

piano op. 2. MICHAEL KORSTICK,<br />

piano.<br />

OEHMS OC 615 (Galileo MC). 2005.<br />

SACD. 75’. N PM<br />

Este pianista nacido en Colonia<br />

retrasó la grabación de su primer<br />

CD hasta cumplidos los<br />

cuarenta y tres años, y se nos<br />

dice en las no extensas notas<br />

de carpetilla del disco que tiene<br />

unos 110 conciertos en repertorio.<br />

Esto es serio. Como lo es la<br />

aportación que hace de estas<br />

Sonatas.<br />

Las trata con una maestría<br />

absoluta desde el punto de vista<br />

técnico, admirable. La limpieza<br />

de su digitación da un<br />

claro sonido; es respetuoso<br />

con la época y trata a las obras<br />

con una seriedad extrema. Así<br />

resulta un abordaje que nos<br />

Andrew Manze<br />

MUY PROMETEDOR<br />

BEETHOVEN: Sinfonía nº 3<br />

“Heroica”. Doce<br />

contradanzas. Final de Las<br />

criaturas de Prometeo.<br />

SINFÓNICA DE HELSINBORG. Director:<br />

ANDREW MANZE.<br />

HARMONIA MUNDI HMU 807470.<br />

2007. 70’. SACD. N PN<br />

El violinista Andrew Manze se<br />

lanza al vacío. Hasta ahora<br />

había tentado la dirección en<br />

programas orquestales no<br />

demasiado comprometidos, en<br />

los que habitualmente compaginaba<br />

la parte solista con la<br />

directorial. Los conciertos y la<br />

Serenata nocturna de Mozart,<br />

los conciertos de Vivaldi y no<br />

mucho más. Pero ahora se<br />

atreve con un hito del sinfonismo<br />

como es la Heroica de<br />

Beethoven. Y lo cierto es que<br />

hay que aplaudirle, porque el<br />

resultado no es nada desdeñable.<br />

Cierto, no es una interpretación<br />

de referencia, pero es<br />

transparente, flexible, incluso<br />

luminosa. El problema principal<br />

estriba en que las interpre-<br />

Novak formaron parte de sus<br />

filas. El Beethoven que nos ocupa<br />

no es, quizás, lo que ha<br />

cimentado su leyenda, pero eso<br />

no minusvalora la calidad de<br />

estas versiones llenas de vida y<br />

parece importante por modélico<br />

e, insistiendo en ello, con<br />

un respeto absoluto a la obra y<br />

al compositor.<br />

La facilidad que su bagaje<br />

técnico le confiere no lleva a<br />

una aproximación con rasgos<br />

propios, ni ve las obras como<br />

de inicio en la colección de las<br />

treinta y dos Sonatas del de<br />

Bonn. Pertenecen a un Beethoven<br />

de veinticinco años, ya lo<br />

sabemos, pero ya es Beethoven,<br />

y lo evidencia Korstick en<br />

la profundidad que obtiene en<br />

el Adagio de la Sonata nº 1 en<br />

fa menor o en el Largo appassionato<br />

de la Sonata nº 2 en la<br />

mayor sin perjudicar la claridad<br />

diamantina en la ejecución.<br />

Me parece un disco importantísimo,<br />

y aparte de los mencionados<br />

tiempos lentos, que<br />

se mencionan por hacer hinca-<br />

taciones “románticas” nos han<br />

acostumbrado a escuchar esta<br />

obra con más “cuerpo”, con<br />

más pujanza expresiva, más<br />

nervio dramático. Y todo eso<br />

aquí falta. A pesar de que la<br />

orquesta cuenta con instrumentos<br />

modernos, los ataques,<br />

el fraseo y la rítmica beben de<br />

la escuela historicista, de ahí<br />

una versión que comienza<br />

muy bien (con unos acordes<br />

secos y terminantes), pero que<br />

luego no alza el vuelo, al<br />

menos en los dos primeros<br />

movimientos, aquellos más<br />

visionarios. El <strong>Scherzo</strong> y el<br />

Finale, en cambio, bullen en<br />

ideas, están delineados con<br />

fantasía y nervio. Conclusión:<br />

es una Heroica diferente, que<br />

a pesar de los reparos iniciales<br />

va ganando a medida que se<br />

escucha precisamente por todo<br />

aquello que la aleja de las lecturas<br />

de toda la vida.<br />

El programa se completa<br />

con dos obras que incluyen el<br />

mismo tema del Finale de la<br />

sinfonía, y por el cual el maes-<br />

musicalmente irreprochables.<br />

Son versiones muy expresivas,<br />

que plantean como anticipación<br />

del lenguaje cuartetístico<br />

que habría de llegar. Renuncian<br />

a mirar hacia el clasicismo para<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

W.F.BACH-BEETHOVEN<br />

pié en algo, no porque el resto<br />

del trabajo del pianista merezca<br />

menor elogio, escúchese el cierre<br />

del disco; con qué liviandad<br />

y gracia sonoras aborda el Allegro<br />

assai de la Sonata nº 3 en<br />

do mayor.<br />

La grabación es fiel y tímbricamente<br />

de exhibición, así<br />

que a por el disco y a esperar el<br />

resto del ciclo.<br />

José Antonio García y García<br />

tro de Bonn sentía una debilidad<br />

manifiesta. La primera vez<br />

que aparece es en la séptima<br />

de las Contradanzas y luego<br />

en el final del ballet Las criaturas<br />

de Prometeo, dos obras<br />

juveniles a las que Manze<br />

transmite una gracia y una elegancia<br />

irreprochables. Tanta,<br />

que no estaría mal que grabara<br />

más de este repertorio, considerado<br />

con razón menor, pero<br />

no por ello desprovisto de<br />

encanto. Unos deliciosos caramelos,<br />

en fin, para completar<br />

un disco irregular, pero muy<br />

prometedor.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

afrontar nuevos lenguajes y estilos.<br />

En cierta forma están enfocadas<br />

como el anticipo del<br />

expresionismo. Todo ello sin<br />

renunciar a su exquisita transparencia<br />

y a su viveza.<br />

77


78<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

BEETHOVEN-BRAHMS-SCHOENBERG<br />

Formalmente, estas lecturas<br />

rozan lo excelente, si bien no<br />

logran transmitir del todo la<br />

enorme complejidad de los últimos<br />

cuartetos del genio alemán.<br />

No logran hincar el cuchillo hasta<br />

el fondo, y en muchas ocasiones<br />

parece que sólo rascan la<br />

superficie. Con un concepto<br />

muy claro, eso sí, como hemos<br />

comentado antes. Pero sus méritos<br />

conceptuales se encuentran<br />

intactos. Y ese es su gran valor.<br />

Carlos Vílchez Negrín<br />

BEETHOVEN:<br />

Sinfonía nº 5 en do menor op.<br />

67. Sinfonía nº 8 en fa mayor<br />

op. 93. REAL ORQUESTA FILARMÓNICA<br />

FLAMENCA. Director: PHILIPPE<br />

HERREWEGHE.<br />

PENTATONE PTC 5186316 (Diverdi).<br />

2007. 55’. SACD. N PN<br />

E vitando<br />

valorar la<br />

saturación<br />

discográfica<br />

de estas<br />

obras, digamos<br />

que en<br />

este disco encontramos unas<br />

lecturas de ambas sinfonías<br />

correctas pero sin especial relevancia.<br />

La intención de Herreweghe<br />

de despojar de ampulosidad<br />

el resultado yendo a la<br />

esencia del texto se percibe<br />

tímidamente en el aspecto agógico,<br />

evitando demorar la fluidez<br />

del discurso, y poco más.<br />

Pese a la agilidad de los tempi el<br />

peso orquestal resta eficacia y<br />

propende a sonoridades poco<br />

transparentes. La reverberación<br />

acústica de la toma tampoco<br />

contribuye a la claridad, especialmente<br />

en las intervenciones<br />

de timbales.<br />

Una Quinta planteada desde<br />

una óptica convencional, tan<br />

sólo es ligeramente estimulada<br />

por detalles como la brevedad<br />

de los calderones o la originalidad<br />

de la fermata del oboe en<br />

su tiempo inicial. Tras un<br />

Andante poco refinado en la<br />

dosificación de masas en las<br />

sucesivas variaciones, nos<br />

encontramos en el Allegro con<br />

otro de los pocos destellos que<br />

escapan a lo habitual: el protagonismo<br />

concedido al fagot<br />

durante el pasaje entre cc. 281-<br />

324. Lamentablemente la inquietud<br />

mostrada en ese detalle no<br />

se aplica para explotar el crecimiento<br />

tensional que vertebra el<br />

largo segmento sempre pp que<br />

culmina en el Allegro final.<br />

Ya en la Sinfonía en fa<br />

mayor, quedarse en la mera<br />

corrección técnica afecta negativamente<br />

al optimismo de su<br />

escritura, como por ejemplo, en<br />

Wilhelm Furtwängler<br />

UNA VEZ MÁS<br />

BEETHOVEN: Sinfonía<br />

nº 9 en re menor op.<br />

125. ELISABETH<br />

SCHWARZKOPF, soprano; ELISABETH<br />

HÖNGEN, contralto; HANS HOPF,<br />

tenor; OTTO EDELMANN, bajo. CORO<br />

Y ORQUESTA DEL FESTIVAL DE<br />

BAYREUTH. Director: WILHELM<br />

FURTWÄNGLER.<br />

ORFEO C 754 081 B (Diverdi). 1951.<br />

74’. ADD/Mono. H PM<br />

Enésima publicación de esta<br />

legendaria Novena de Bayreuth,<br />

editada y reeditada hasta<br />

la saciedad desde su primera<br />

salida al mercado en formato<br />

LP, posiblemente la Novena de<br />

Beethoven más famosa de la<br />

discografía, aparte de por sus<br />

intrínsecas cualidades musicales,<br />

por el hecho simbólico de<br />

su significado tras la enorme<br />

debacle que acababa de pasar<br />

Europa en general y Alemania<br />

en particular, sin contar con<br />

que servía de solemne reapertura<br />

del Festival de Bayreuth,<br />

que dejaba atrás los escombros<br />

su primer movimiento, la falta de<br />

nervio en la acentuación que<br />

transformaría los pasajes en octavas<br />

en auténticas sacudidas rítmicas.<br />

Lo mismo ocurre en el scherzando,<br />

al traducir las maderas en<br />

semicorcheas con una literalidad<br />

que aplasta el humor tácito del<br />

fraseo de violines I. Tras un<br />

Menuetto sin especial gracia,<br />

tampoco saltará la chispa festiva<br />

que, desde los electrizantes tresillos<br />

iniciales de la cuerda, haría<br />

restallar el Vivace conclusivo.<br />

Juan García-Rico<br />

BEETHOVEN:<br />

Fidelio. EBERHARD WÄCHTER (Don<br />

Fernando), WALTER BERRY (Don<br />

Pizarro), JON VICKERS (Florestán),<br />

CHRISTA LUDWIG (Leonora), WALTER<br />

KREPPEL (Rocco), GUNDULA JANOWITZ<br />

(Marzelline), WALDEMAR KMENTT<br />

(Jaquino). CORO Y ORQUESTADELA<br />

ÓPERA ESTATAL DE VIENA. Director:<br />

HERBERT VON KARAJAN.<br />

2 CD DEUTSCHE GRAMMOPHON 477<br />

7364 (Universal). 1962. 126’. ADD. H PM<br />

Esta versión,<br />

inédita hasta<br />

la fecha, procede<br />

de una<br />

representación<br />

en vivo<br />

en la Staatsoper<br />

vienesa grabada por la ORF<br />

el 25 de mayo de 1962, de los<br />

del antiguo régimen e iniciaba<br />

un renacimiento espiritual y<br />

cultural de primer orden. Pero<br />

aparte de lograr ser más o<br />

menos la Novena de la reconciliación,<br />

como se intentó definir<br />

a esta interpretación (cuyo<br />

texto de Schiller “Todos los<br />

hombres llegarán a ser hermanos”<br />

sonaba en aquella ocasión<br />

totalmente improcedente,<br />

casi un escarnio tras Auschwitz<br />

y los perros de Himmler),<br />

musicalmente fue una de las<br />

más profundas, luminosas y<br />

reveladoras recreaciones de<br />

Furtwängler, cuyo poder hipnótico<br />

y casi sobrenatural hizo<br />

mella evidente en todos los<br />

asistentes de aquella memorable<br />

tarde del 29 de julio de<br />

1951. De las siete veces que se<br />

interpretó esta obra en Bayreuth<br />

(Wagner en 1872, Strauss<br />

en 1933, Furtwängler en 1951 y<br />

1954, Hindemith en 1953,<br />

Böhm en 1963 y Thielemann<br />

en 2001), tenemos testimonios<br />

sonoros de las cinco últimas y<br />

tiempos en que Karajan era el<br />

responsable musical y artístico<br />

del centro (nuestros lectores<br />

recordarán otras representaciones<br />

de esos años con el mismo<br />

director al frente y comentadas<br />

con especial entusiasmo por el<br />

firmante en las páginas de crítica<br />

discográfica de esta revista:<br />

Tannhäuser, Mujer sin sombra,<br />

Coronación de Popea y Asesinato<br />

en la catedral fueron publicadas<br />

en su momento por DG en<br />

cuatro álbumes históricos, mientras<br />

que RCA publicó a su vez un<br />

álbum triple con Parsifal, El trovador<br />

y El murciélago con Karajan<br />

dirigiendo en la Ópera de<br />

Viena en distintas etapas de su<br />

carrera. Ahora, asimismo en el<br />

sello amarillo y dentro de la<br />

colección Wiener Staatsoper<br />

Live, se añade el registro de<br />

Fidelio que origina esta reseña).<br />

La interpretación, obviamente,<br />

no posee la perfección de su<br />

otra gran lectura en estudio con<br />

la Filarmónica de Berlín (EMI,<br />

1970), pero aun con sus imperfecciones,<br />

tiene la emoción e<br />

intensidad propias de las representaciones<br />

en vivo sin por ello<br />

dejar de ser vigorosa, colorista,<br />

contrastada y juvenil, con gran<br />

sentido de la progresión dramática<br />

y suntuosa prestación orquestal<br />

y coral. Christa Ludwig, gran<br />

artista y estupenda voz, pero una<br />

mezzo con dificultades para<br />

encarnar los papeles de soprano<br />

evidentemente es Furtwängler<br />

quien se lleva la palma, resaltado<br />

ahora por el cuidadoso<br />

reprocesado de las cintas originales<br />

de la Radio bávara, aunque,<br />

la verdad, la grabación<br />

suena igual que siempre, quizá<br />

un poco más limpia, pero sin<br />

hallazgos espectaculares comparada<br />

con otras reediciones<br />

de EMI. Para los que no la<br />

conozcan, es una buena oportunidad<br />

de adquirirla, posiblemente<br />

con el sonido más conseguido<br />

y a precio medio.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

lírica y dramática que requiere<br />

Leonora (recuerden, por ejemplo,<br />

el si natural agudo que hay<br />

al final del aria Abscheulicher!<br />

Wo eilst du hin?, un problema<br />

para todas las sopranos que<br />

obviamente se acentúa en el caso<br />

de una mezzo), puede no obstante<br />

con su personaje dándonos<br />

una emotiva y bien caracterizada<br />

heroína cuya expresiva recreación<br />

se transmite e influye positivamente<br />

en todos sus compañeros<br />

de reparto. Vickers, famoso<br />

Florestán con otras grabaciones<br />

notables del papel (con Klemperer<br />

en 1962, con Böhm en alguna<br />

representación en vivo, y con<br />

Karajan en la citada de 1970), tiene<br />

alguna dificultad al comienzo<br />

de su aria en el acto segundo,<br />

pero se integra perfectamente en<br />

el drama con momentos de emotivo<br />

dramatismo. Janowitz, con<br />

su radiante voz, es una Marzelline<br />

natural en la expresión y<br />

luminosa en lo vocal. Berry,<br />

Wächter y Kmentt eran, en esos<br />

años, tres voces de lujo para sus<br />

respectivos personajes, mientras<br />

que el bajo Walter Kreppel,<br />

encarna a un plausible y bien<br />

dibujado carcelero (a quien, sin<br />

embargo, le escatimaron su aria<br />

del oro del primer acto, que<br />

suponemos que Karajan optó<br />

por suprimir en esta velada).<br />

En suma, buen Fidelio histórico,<br />

un placer poder asistir un<br />

día cualquiera en un teatro de


ópera a una representación de<br />

repertorio de estas características.<br />

Ya sabemos que en CD no<br />

es lo mismo, pero a cualquier<br />

amante de la obra o seguidor<br />

del director, su escucha le satisfará<br />

plenamente.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

BRAHMS:<br />

Sonatas para viola y piano nºs 1<br />

y 2. Seis Lieder. ETTORE CAUSA,<br />

viola; MARC PANTILLON, piano.<br />

CLAVES 50-2802 (Gallicant/Gaudisc).<br />

2007. 60’. DDD. N PN<br />

La portada de<br />

este disco<br />

compacto nos<br />

muestra el<br />

estuche de<br />

una viola y la<br />

partitura de<br />

estas sonatas en un marco otoñal,<br />

rodeados de hojas caídas. No<br />

podía expresarse mejor la cualidad<br />

de esta hermosa música,<br />

escrita por Brahms al final de su<br />

vida y destinada al clarinete o a la<br />

viola, dos instrumentos que si por<br />

algo se caracterizan es por la calidez<br />

humana de su timbre. Son<br />

dos sonatas otoñales, en las que<br />

el hamburgués parece mirar hacia<br />

atrás y hacer repaso de su vida,<br />

con nostalgia, pero sin amargura<br />

ni desesperación. De ahí una<br />

música hermosa, interiorizada y<br />

casi callada, cualidades que Ettore<br />

Causa a la viola y Marc Pantillon<br />

al piano realzan sin artificio alguno,<br />

con cuidado y respeto. Lo<br />

más sobresaliente de la interpretación<br />

es su naturalidad, la sensación<br />

de que ambos intérpretes<br />

conocen y reverencian esta música,<br />

y a ella se rinden, buscando su<br />

lirismo, pero huyendo de toda<br />

sentimentalidad. Una sensación<br />

que igualmente transmite la transcripción,<br />

realizada por Causa, de<br />

seis canciones también de la última<br />

etapa brahmsiana, entre ellas<br />

el primero de los Cuatro cantos<br />

serios op. 121, hermano espiritual<br />

de ambas sonatas. La buena toma<br />

de sonido y cuidadísima presentación,<br />

tanto fotográfica como textual,<br />

redondean un producto bien<br />

hecho.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

BRAHMS:<br />

Quinteto con piano. Sexteto de<br />

cuerda nº 2. LARS VOGT, piano;<br />

ISABELLE FAUST, violin; CHRISTIAN<br />

TETZLAFF, violin; VERONIKA EBERLE,<br />

violin; HANNA WEINMEISTER, viola;<br />

STEFAN FEHLANDT, viola; GUSTAV<br />

RIVINIUS, violonchelo; JULIAN STECKEL,<br />

violonchelo.<br />

2 CD AVI 553049 (Harmonia Mundi).<br />

2005. 83’. DDD. N PN<br />

No siempre<br />

una reunión<br />

de los mejores<br />

solistas<br />

instrumentales<br />

garantiza<br />

un concierto<br />

de cámara memorable. Es, en<br />

parte, el caso de este disco,<br />

registrado en vivo en junio de<br />

2005 en la central hidroeléctrica<br />

de Heimbach, en Alemania, y<br />

protagonizado por un plantel de<br />

músicos excepcionales, de<br />

auténtico ensueño. Cómo si no<br />

definir a un grupo encabezado<br />

por Isabelle Faust, <strong>Christian</strong><br />

Tetzlaff o Lars Vogt, este último<br />

director artístico del festival en<br />

el que se dieron estas partituras.<br />

Hay magia, eso es indiscutible<br />

(sería igualmente “milagroso”<br />

que no la hubiera), pero también<br />

hay cierta complacencia,<br />

sobre todo en lo que se refiere<br />

al Quinteto con piano, una partitura<br />

de acentos vigorosos, que<br />

puede llegar a parecer una sinfonía<br />

en miniatura, pero que<br />

aquí suena desvaída, sin riesgo,<br />

sin imaginación, sobre todo en<br />

los dos primeros movimientos,<br />

en los que el discurso se desarrolla<br />

con molesta parsimonia,<br />

dilatando el tempo y amenazando<br />

la expresión. El sonido, eso<br />

sí, es impecable. Los dos postreros<br />

movimientos, más dinámicos<br />

e incisivos, mejoran, pero<br />

no salvan una versión irregular.<br />

En cambio, el Sexteto nº 2 es<br />

otra cosa, quizá porque su espíritu<br />

clasicista invita a recrearse<br />

en la melodía y la textura, a<br />

implicarse menos en el plano<br />

emocional. Es un disfrute de<br />

principio a fin, especialmente el<br />

<strong>Scherzo</strong>, extrañamente melancólico<br />

y ensoñador. Por lo demás,<br />

la presentación es correcta y la<br />

toma de sonido de una calidad<br />

irreprochable.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

BRAHMS:<br />

Serenatas nº 1 en re mayor y nº<br />

2 en la mayor. CAPELLA AUGUSTINA.<br />

Director: ANDREAS SPERING.<br />

CPO 777 300-2 (Diverdi). 2005. 79’.<br />

DDD. N PN<br />

No acaban<br />

de instalarse<br />

plenamente<br />

en el repertorio<br />

las dos<br />

Serenatas de<br />

Brahms, acaso<br />

porque no encajan con la imagen<br />

de seriedad que ha terminado<br />

por imponerse del compositor.<br />

Esta grabación debería ayudar<br />

a recolocar las obras, entre<br />

sus obvias raíces clásicas y el<br />

ensayo de abordar la para su<br />

Marek Janowski<br />

GANANDO ALTURA<br />

BRAHMS: Sinfonía nº 2 en<br />

re mayor op. 73. Sinfonía nº 3<br />

en fa mayor op. 90. SINFÓNICA<br />

DE PITTSBURGH. Director: MAREK<br />

JANOWSKI.<br />

PENTATONE PTC 5186308 (Diverdi).<br />

2007. 80’. SACD. N PN<br />

Tras las muy buenas Variaciones<br />

Haydn y una Sinfonía nº 1<br />

poco memorable de la primera<br />

entrega, el nivel se eleva ahora<br />

con una Segunda extraordinaria<br />

y una Tercera que, sin<br />

alcanzar esa cota, se mantiene<br />

dentro de lo notable.<br />

Janowski plantea el Op. 73<br />

bajo el objetivo de sintetizar<br />

fortaleza estructural y atención<br />

al entramado polifónico en el<br />

que las individualidades formen<br />

parte de un todo cohesionado.<br />

En el Allegro non troppo<br />

mantiene un pulso firme, creciente<br />

en tensión a medida que<br />

el movimiento avanza en su<br />

desarrollo, con leves —pero<br />

justas— flexiones agógicas,<br />

aderezándolo con una acentuación<br />

contundente. La claridad<br />

de planos nos deja detalles de<br />

lujo como el solo de flauta dialogando<br />

con el segundo tema<br />

en violines II/violas —secciones<br />

F y L—, y su posterior<br />

inversión en el reparto de<br />

papeles. Tras una fantástica<br />

transición a la coda —escuchen<br />

esa trompa sobre la cuerda—,<br />

el Adagio nos deja otro prodigio<br />

en el tratamiento del tejido.<br />

Cada regulador y cada mínima<br />

marca de articulación cobra<br />

sentido en un fluir sensacional.<br />

No menos espectacular resulta<br />

el Allegretto, cuya juguetona<br />

perfección adquiere por<br />

momentos cualidades camerísticas.<br />

La batuta remata la faena<br />

autor conflictiva forma sinfónica.<br />

Los timbres y la claridad de texturas<br />

de la Capella Augustina son<br />

una buena baza a favor de un<br />

Brahms jovial, lo que es bien<br />

patente en el Allegro molto de la<br />

Serenata nº 1, obra que se beneficia<br />

de una deliciosa frescura de<br />

enfoque, con transparentes sonoridades;<br />

no hay sino que oír por<br />

ejemplo a las luminosas flautas.<br />

En el Adagio non troppo, las<br />

trompas aportan un maravilloso<br />

toque lírico, mientras que el Rondó<br />

final nos trae un Brahms vital<br />

y optimista como pocas veces en<br />

su música. Bucólica visión la del<br />

primer tiempo de la Serenata nº<br />

2, que disfruta un burbujeante<br />

<strong>Scherzo</strong>. Aquí se anuncia el<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

BEETHOVEN-BRAHMS-SCHOENBERG<br />

dando una lección de maestría<br />

en el movimiento conclusivo.<br />

Otorga a ese Allegro con spirito<br />

un carácter enérgico y rotundo<br />

sin necesidad de llevar el pulso<br />

más allá de lo razonable, y sin<br />

perder un solo detalle dinámico<br />

de los leves reguladores<br />

emboscados en el bosque de<br />

corcheas. Una versión digna de<br />

honores.<br />

El Cum Laude no se repite<br />

en la Sinfonía en fa mayor,<br />

cuya lectura, rítmicamente más<br />

pesante, es trazada sobre texturas<br />

más pastosas. En el Allegro<br />

inicial, la agitación del pulso<br />

motor de negras —chelos—<br />

contra síncopas —violas— se<br />

convierte en un desasosiego<br />

que distorsiona el cantabile de<br />

la línea melódica. Tras un breve<br />

pero desafortunado tachón<br />

en la afinación del acorde final<br />

—ese la en trombones podría<br />

corregirse sin traicionar<br />

nada—, pasamos por un<br />

Andante inquieto hacia el<br />

Poco allegretto, si no excesivamente<br />

flexible, sí expresivo y<br />

diáfano. Finaliza un Allegro<br />

más impulsivo y vigoroso que<br />

técnicamente intachable.<br />

Globalmente, un disco<br />

muy recomendable.<br />

Juan García-Rico<br />

Brahms serio en el Adagio non<br />

troppo, una triste secuencia que<br />

casi roza lo trágico, desmentido<br />

sin embargo por un chispeante<br />

Rondó final. Un disco interesante.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

BRAHMS-SCHOENBERG:<br />

Cuarteto con piano nº 1. BACH-<br />

SCHOENBERG: Preludio y fuga<br />

en mi bemol mayor BWV 552.<br />

Choralvorspiele. SINFÓNICA DE LA<br />

MDR. Director: JUN MÄRKL.<br />

EUFODA VKJK 0724 (Diverdi). 2007.<br />

72’. DDD. N PN<br />

Arnold Schoenberg estaba convencido<br />

de que su orquestación<br />

79


80<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

BEETHOVEN-BRAHMS-CRAS<br />

del Cuarteto<br />

con piano nº<br />

1 de Brahms<br />

podía pasar<br />

perfectamente<br />

por la<br />

Quinta Sinfonía<br />

del maestro de Hamburgo,<br />

tal era el “respeto” con que<br />

aseguraba haberla realizado.<br />

Aunque basta escuchar los primeros<br />

compases de la partitura<br />

para ver que su pretendida fidelidad<br />

a la forma de instrumentar<br />

brahmsiana es un puro camelo.<br />

O, para decirlo de otro modo,<br />

es tan fidedigna como las<br />

orquestaciones de las partituras<br />

de Bach que también pueden<br />

escucharse en este disco… No<br />

importa, porque esta transcripción<br />

fiel no será, pero sí es una<br />

auténtica fiesta. Schoenberg,<br />

que a contracorriente fue un<br />

gran admirador de Brahms,<br />

hace aquí todo un despliegue<br />

de sonoridades, un alarde de<br />

genio tímbrico en el que cabe<br />

todo, incluyendo una amplia<br />

panoplia de percusión dominada<br />

por un inefable xilófono. El<br />

resultado es una partitura ante<br />

la que es difícil resistirse, incluso<br />

por poco dado que se sea<br />

hacia este tipo de trabajos. Es<br />

más, esta orquestación, como la<br />

de los Cuadros de una exposición<br />

de Musorgski en la traducción<br />

de Ravel, parece que lleva<br />

camino de eclipsar al original…<br />

En fin, que estamos ante una<br />

obra todo lo discutible que se<br />

quiera, pero que resulta espectacular.<br />

La música vuela, estalla<br />

en rutilantes colores, en ritmos<br />

vertiginosos, que nos dan un<br />

retrato exultante de Brahms y<br />

no en menor medida de Schoenberg…<br />

La interpretación de<br />

Märkl parece querer llevarla<br />

hacia una sonoridad más<br />

brahmsiana, más austera, más<br />

comedida, aunque en el último<br />

movimiento, Rondo alla zingarese,<br />

acabe sucumbiendo al<br />

empuje prodigioso de la música,<br />

ya sin complejos. La orquesta<br />

no es la Filarmónica de Viena,<br />

que con Christoph von<br />

Dohnányi al frente realizó para<br />

Decca una versión exultante y<br />

cien por cien vienesa, pero<br />

arrebata por su nervio y entusiasmo.<br />

Como complemento,<br />

unas piezas bachianas en las<br />

que Schoenberg huye de aparatosidades<br />

para mostrar el magisterio<br />

contrapuntístico del cantor<br />

de Leipzig y su insolente<br />

modernidad. Un disco, pues,<br />

que escapa de lo corriente y lo<br />

trillado, y que está suficientemente<br />

bien interpretado como<br />

para recomendarlo sin género<br />

alguno de dudas.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

BRUCKNER:<br />

Sinfonía nº 3 en re menor<br />

(versión original de 1873).<br />

SINFÓNICA DE LA RADIO SWR DE<br />

STUTTGART. Director: ROGER<br />

NORRINGTON.<br />

HÄNSSLER CD 93.217 (Gaudisc). 2007.<br />

61’. DDD. N PN<br />

Norrington,<br />

que ya ha<br />

grabado<br />

Cuarta y Sexta,<br />

se acerca a<br />

la versión primitiva<br />

de la<br />

Tercera, la más explícitamente<br />

wagneriana, dada su abundancia<br />

de citas del autor del Anillo. Un<br />

Bruckner limpio, transparente y<br />

hasta puede que un tanto “delgado”<br />

para los partidarios de la gran<br />

tradición interpretativa germánica.<br />

El ligero Gemässigt inicial está<br />

muy bien construido, se identifican<br />

con nitidez las variantes luego<br />

eliminadas y se presta atención<br />

a numerosos detalles pasados<br />

por alto en muchas versiones.<br />

El lirismo seco y conciso del<br />

segundo tema no deja de poseer<br />

eficacia. Muy cantado y afiligranado<br />

el Adagio, que cobra todo su<br />

sentido en la ascensión al clímax<br />

de la cita de Tännhauser. El proteico,<br />

imparable <strong>Scherzo</strong> enlaza<br />

con un impresionante Finale,<br />

ciclópeo y pulcro a partes iguales.<br />

Una Tercera, por lo tanto, no sólo<br />

interesante por su planteamiento<br />

histórico aplicado a una orquesta<br />

convencional, sino por su irrebatible<br />

lógica musical.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

BUXTEHUDE:<br />

Obras para clave, vol. I. LARS<br />

ULRIK MORTENSEN, clave.<br />

NAXOS 8.570579 (Ferysa). 1998. 52’.<br />

DDD. R PE<br />

Continuando<br />

con las reedicionesbuxtehudianas<br />

del<br />

sello danés<br />

Dacapo,<br />

Naxos presenta<br />

el primer volumen de las<br />

obras clavecinísticas del compositor,<br />

que Mortensen registró<br />

hace justo una década. Se trata<br />

de un programa muy abigarrado,<br />

ya que incluye una Toccata<br />

(BuxWV 165), una Canzona<br />

(BuxWV 166), una Fuga<br />

(BuxWV 176), una Partita<br />

(BuxWV 179), el coral Wie schön<br />

leuchtet der Morgenstern<br />

(BuxWV 223), una Canzonetta<br />

(BuxWV 225), dos Suites<br />

(BuxWV 226 y 233) y un Aria<br />

(BuxWV 249), si bien conviene<br />

tener en cuenta que, en origen,<br />

todas las piezas de Buxtehude<br />

Laurent Quénelle<br />

CURIOSO Y BELLO<br />

BRITTEN:<br />

Variaciones sobre un<br />

tema de Frank Bridge<br />

op. 10. Lachrymæ op. 48a.<br />

Dos retratos para orquesta de<br />

cuerda. Sinfonía simple op. 4.<br />

JEAN-PAUL MINALLI-BELLA, arpegina.<br />

EUROPEAN CAMERATA. Director:<br />

LAURENT QUÉNELLE.<br />

FUGA LIBERA FUG534 (Diverdi).<br />

2006. 72’. DDD. N PN<br />

La curiosidad de este disco,<br />

antes de entrar en sus virtudes,<br />

es el uso por parte de Jean-<br />

Paul Minalli-Bella de la arpegina,<br />

una suerte de gran viola de<br />

cinco cuerdas que quiere recuperar<br />

el sonido del arpeggione.<br />

Y vistos los resultados en<br />

la interpretación de Lachrymæ<br />

el invento parece bien pertinente.<br />

Pero al margen de la<br />

curiosidad, este disco resulta<br />

modélico pues redescubre piezas<br />

magníficas en versiones<br />

verdaderamente exultantes,<br />

llenas de vida, con un director<br />

que —desde el atril de concertino—<br />

sabe dar a las cuerdas<br />

de su orquesta un carácter dialogante<br />

partiendo de un evidente<br />

virtuosismo por parte de<br />

cada atril. No en vano los<br />

componentes del grupo proce-<br />

catalogadas entre BuxWV 136 y<br />

225 estaban escritas para órgano,<br />

aunque muchas de ellas fueran<br />

pensadas sin pedal, por lo que<br />

son interpretables por un clave,<br />

como aquí hace Mortensen y han<br />

hecho también muchos otros.<br />

Gran variedad de estilos se<br />

dan en estas obras, desde el típico<br />

stylus phantasticus de la Toccata<br />

a las suites, que recurren<br />

con frecuencia al stile brisé de<br />

los clavecinistas (y los laudistas)<br />

franceses, a las Fuga, Canzona<br />

y Canzonetta, que parecen<br />

tener un sentido didáctico, o al<br />

Aria, en la que Buxtehude recurre<br />

al principio de la variación.<br />

Las interpretaciones, en una<br />

copia de Ruckers, son excelentes,<br />

acaso demasiado austera la<br />

Toccata, pero hay intensidad y<br />

gran variedad de recursos, como<br />

el uso de un registro de laúd<br />

para la Suite BuxWV 233, que<br />

en algunas fuentes aparece adjudicada<br />

a un clavier d’amour. La<br />

Canzonetta está tocada con gran<br />

sentido lúdico y los pasajes contrapuntísticos<br />

resueltos con suficiente<br />

claridad y un control rítmico<br />

mucho más severo.<br />

Pablo J. Vayón<br />

den de la European Community<br />

Youth Orchestra y trabajan<br />

en algunas de las mejores<br />

formaciones del continente. El<br />

disco, además, ofrece una<br />

rareza como son los Dos retratos<br />

—de la que no hay, que<br />

una sepa, grabación disponible—<br />

con nueva ocasión de<br />

lucimiento para la arpegina.<br />

Las Variaciones son espléndidas<br />

—con un Aria italiana<br />

irresistible— y la Sinfonía simple<br />

es de una vitalidad que<br />

apoya la enorme frescura de la<br />

inspiración del Britten juvenil.<br />

No recuerdo desde las de Iona<br />

Brown (Virgin) y el propio<br />

compositor (Decca) unas versiones<br />

tan luminosas, decididas,<br />

impetuosas y, en resumen,<br />

tan hermosas.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

CAGE:<br />

Four walls. The seasons. Three<br />

songs. Five songs. Four dances.<br />

A flower. The wonderful<br />

widow. She in asleep.<br />

Nocturne. Six melodies. Two 4 .<br />

Two 6 . GIANCARLO SIMONACCI, piano;<br />

DAVID SIMONACCI, violín; LORNA<br />

WINDSOR, voz. ARS LUDI PERCUSSION<br />

ENSEMBLE.<br />

3 CD BRILLIANT 8850 (Cat Music).<br />

2007. 190’. DDD. N PE<br />

La segunda<br />

producción<br />

del sello Brilliantconsagrada<br />

a John<br />

Cage es muy<br />

irregular, llegando,<br />

en la sección final del tercer<br />

CD, a la decepción absoluta.<br />

El programa lleva el título genérico<br />

de Obras completas para piano<br />

y voz y para piano y violín, lo<br />

que permite escuchar piezas muy<br />

tempranas, de un valor discutible,<br />

invadidas por un tono claramente<br />

amateur, como las Three<br />

Songs, de 1933, donde la voz<br />

permanece lapidaria. Pero lo que<br />

más llama la atención es la incorporación<br />

de textos del admirado<br />

James Joyce ya en esas obras tan


lejanas en el tiempo, como The<br />

wonderful widow, de 1942. Ese<br />

tono primitivo del canto, que es<br />

una de las marcas de fábrica de<br />

Cage, está también presente en<br />

la preciosista Four walls, una<br />

obra que sale siempre indemne<br />

de cualquier interpretación en<br />

disco: no hay forma de traicionar<br />

esta deliciosa cadena de secuencias<br />

repetitivas adornadas por un<br />

inserto vocal tan inesperado<br />

como austero. Las páginas The<br />

seasons, Nocturne y Six Melodies<br />

demuestran ya más claramente el<br />

gran problema que plantea este<br />

triple CD: la escasa aportación de<br />

los instrumentistas aquí convocados.<br />

Si Simonacci se muestra<br />

seguro en 4 Walls, en la combinación<br />

con el violín en Melodies<br />

se perciben todas sus carencias.<br />

El espacio sonoro está muy poco<br />

tratado y la musicalidad brilla por<br />

su ausencia, pues en Cage hay<br />

mucho más que el sentido<br />

homofónico del discurso. Lectura,<br />

pues, sin contrastes dinámicos,<br />

la de los italianos fracasa<br />

especialmente en las dos piezas<br />

que cierran el programa, las, por<br />

otra parte, excelsas Two 4 y Two 6 .<br />

La austeridad y radicalidad de<br />

estas “number pieces” no están<br />

enfrentadas, precisamente, con el<br />

buen gusto en las texturas ni con<br />

la transmisión de una atmósfera<br />

desoladora, como quieren hacernos<br />

ver aquí los Simonacci. Compárese<br />

esta pobre lectura (un<br />

continuo del violín sin alma alguna)<br />

con la plena distribución del<br />

espacio sonoro de que hacían<br />

gala las anteriores versiones en<br />

Hat Art y Mode: equilibrio perfecto<br />

entre puntuación del piano<br />

y apariciones fantasmagóricas del<br />

violín.<br />

Francisco Ramos<br />

COUPERIN:<br />

Piezas de viola. MARKKU LUOLAJAN-<br />

MIKKOLA Y MIKKO PERKOLA, violas da<br />

gamba; AAPO HÄKKINEN, clave.<br />

AVIÈ AV 2132 (Gaudisc). 2007. 67’.<br />

DDD. N PN<br />

F rançois<br />

Couperin dejó<br />

una extensísima<br />

obra para<br />

clave y una<br />

somera producción<br />

para<br />

la viola da gamba. Música de gran<br />

belleza pero gran dificultad, ya<br />

que no especialmente idiomática<br />

para el instrumento, por lo que<br />

se programa menos que la de los<br />

grandes gambistas de la época.<br />

El finlandés Markku Luolajan-<br />

Mikkola se atreve aquí con las<br />

dos suites, añadiendo tres conciertos<br />

de Les goûts réunis: por<br />

supuesto, el nº 12, prescrito<br />

L’Estravagante<br />

BUXTEHUDE ITALIANO<br />

BUXTEHUDE: Sonatas op.<br />

1. Sonatas op. 2. L’ESTRAVAGANTE.<br />

2 SACD ARTS 47731-8/47732-8<br />

(Diverdi). 2006-2007. 128’. DDD. N PM<br />

El trío L’Estravagante (Stefano<br />

Montanari, violín; Rodney Prada,<br />

viola da gamba; Maurizio<br />

Salerno, clave) se fundó para<br />

la grabación, entre noviembre<br />

de 2006 y enero de 2007, de<br />

estas dos colecciones de Buxtehude,<br />

formadas cada una por<br />

siete sonatas a due (para violín,<br />

viola y continuo). Aunque<br />

no publicados hasta 2008, cabe<br />

poner, pues, estos dos discos<br />

en el haber de la conmemoración<br />

del tercer centenario de la<br />

muerte del músico, y cabe<br />

ponerlos bien arriba y a la vista,<br />

pues las interpretaciones<br />

son soberbias.<br />

Montanari está hoy en el<br />

grupo puntero de los violinistas<br />

barrocos, junto a los grandes<br />

líricos del instrumento<br />

(Onofri, Valetti, Schmitt, Beyer<br />

o Manze, entre otros). Pero<br />

específicamente para dos violas<br />

“u otros instrumentos al unísono”,<br />

y los nºs 10 y 13.<br />

Con un bajo continuo a base<br />

de otra viola y un clave, Luolajan-Mikkola<br />

ofrece interpretaciones<br />

de gran intensidad y notable<br />

virtuosismo, capaz de superar<br />

sin mácula por ejemplo la endemoniada<br />

escritura (con posiciones<br />

y saltos de dificultad extrema)<br />

de La chemise blanche, que<br />

lleva a un tempo rapidísimo,<br />

como prescribe el compositor<br />

(tres viste) sin que se vea afectada<br />

ni la coherencia de su estructura<br />

global ni el detalle articulatorio<br />

u ornamental. El sonido es<br />

regular y homogéneo, en general<br />

amplio y solemne, acaso corto<br />

en los contrastes de dinámicas<br />

(poco uso de las gamas por<br />

debajo del mezzoforte), con tendencia<br />

a correr en los pasajes<br />

más rápidos, que resultan más<br />

atractivos que unos lentos a los<br />

que quizá falta algo de flexibilidad<br />

y de hondura en la expresión<br />

(el Plainte del Concierto nº<br />

10 resulta, sin más, insulso; el<br />

Lentement del nº 12, poco patético).<br />

Muy intensas en cambio<br />

las chaconas, especialmente la<br />

de la Suite nº 1, tan majestuosa<br />

como penetrante. Interesante<br />

contribución de un violagambista<br />

apenas conocido en el concierto<br />

internacional.<br />

Pablo J. Vayón<br />

siendo la belleza, la depuración<br />

y exquisitez lírica de su<br />

línea una de sus virtudes más<br />

reconocibles, su sonido aúna<br />

también potencia, redondez y<br />

carnosidad. Sus acompañantes<br />

son músicos sólidos y de primer<br />

nivel, aunque en las imitaciones<br />

entre las dos voces<br />

superiores se nota a veces que<br />

la viola de Prada queda un<br />

punto por debajo del violín.<br />

Las interpretaciones son, en<br />

cualquier caso, espléndidas, y<br />

cumplen con el nuevo paradigma<br />

de la música barroca,<br />

esto es, sonido más sinuoso y<br />

elegante, contrastes con más<br />

matices intermedios (entre lo<br />

rápido y lo lento, entre lo fuerte<br />

y lo suave) y ataques más<br />

moderados que los que se<br />

impusieron a principios de los<br />

90. Sin dejar de ser ágil ni<br />

vigoroso, el conjunto resulta<br />

así de gran fluidez, volcado de<br />

forma inequívoca hacia lo italiano,<br />

por el protagonismo del<br />

violín (o lo que es lo mismo,<br />

CRAS:<br />

Hymne en l’honneur d’une<br />

sainte. Paris Angelicus. Messe à<br />

quatre voix a cappella. Ave<br />

verum. Dans la montagne. Ave<br />

Maria. Regina cœli. Marche<br />

nuptiale. SOPHIE MARIN-DEGOR,<br />

soprano; PIERRE FARAGO Y VINCENT<br />

RIGOT, órgano; CATHERINE MONTIER,<br />

violín; DAVID LAUER, tenor. LE<br />

MADRIGAL DE PARIS. Director: PIERRE<br />

CALMELET.<br />

TIMPANI 1C1120 (Diverdi). 2007. 65’.<br />

DDD. N PN<br />

Ni una voz<br />

más alta que<br />

otra. Ningún<br />

dramatismo<br />

expresivo. Y,<br />

por ello,<br />

doblemente<br />

expresivo, porque el recogimiento<br />

y la intimidad pueden<br />

amparar mucha energía, intensidad,<br />

euforia. Tal vez ahí se<br />

albergue (no es que se esconda,<br />

sino que ahí acaso reside) la<br />

verdadera fe. Al contrario que<br />

en la expresión agresiva, callejera,<br />

partidista, radiofónica. Aquí<br />

sí, en el buen hacer, a menudo<br />

cercano al silencio y al pianissimo,<br />

de Le Madrigal de Paris<br />

admirablemente dirigido por<br />

Pierre Calmetet. Calmetet y su<br />

equipo toman como punto de<br />

partida bellas obras vocales del<br />

bretón de Brest Jean Cras (1879-<br />

1932), lobo de mar, capitán de<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

BEETHOVEN-BRAHMS-CRASS<br />

de la melodía sobre el contrapunto)<br />

y por la riqueza ornamental,<br />

que se sustancia en<br />

detalles de color, de dinámicas<br />

o de articulación. Estilo más<br />

cercano al de Holloway en<br />

Dacapo (ahora, en Naxos) o<br />

Daniel Stepner (Harmonia<br />

Mundi, Centaur) que al de<br />

Kraemer en Harmonia Mundi,<br />

aunque con líneas más refinadas<br />

y perfiles más nítidos que<br />

las de aquellos, que grabaron<br />

algunas de estas obras hace<br />

bastante tiempo.<br />

Pablo J. Vayón<br />

navío, creyente y compositor<br />

del que ya se ha escrito en estas<br />

páginas, y que merecería mucho<br />

trato más por obras maestras<br />

como esa increíble ópera llamada<br />

Polifemo, reseñado aquí un<br />

registro de ella hace unos años<br />

y que también puede encontrar<br />

el aficionado en el sello Timpani.<br />

Atención no sólo al todo,<br />

sino también a las partes. A esas<br />

piezas de todas las épocas de la<br />

vida de Jean Cras. Ese Panis<br />

angelicus en la voz delicada,<br />

expresiva y también angélica de<br />

Sophie Marin-Degor, acompañada<br />

por el punteo de un órgano<br />

discreto. Ese mesurado coro que<br />

canta un Himno en loor de una<br />

santa, siempre en gamas dinámicas<br />

inferiores. Ese Ave Verum,<br />

de belleza doliente y de nuevo<br />

velada, también ahora en la<br />

deliciosa voz de Sophie Marin-<br />

Degor. Esa Misa a cappella sin<br />

Credo, pero que redobla el<br />

Benedictus. Y ese ciclo de cinco<br />

cantos corales no sacros, Dans<br />

la montagne, basado en poemas<br />

del profesor Maurice Boucher.<br />

En fin, esas tres breves páginas<br />

finales, broche de oro, Ave<br />

Maria, Regina Cœli, Marcha<br />

nupcial (compuesta ésta por<br />

Cras para su propia boda, en<br />

1904, y que es sólo para órgano,<br />

la única pieza no vocal de este<br />

CD). Un buen coro y un buen<br />

director de coros se notan en<br />

muchas cosas, pero quizás<br />

81


82<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

CRAS-GANDOLFI<br />

sobre todo en cómo hacen crecer<br />

el sonido sin necesidad de<br />

culminarlo, y en cómo apianan,<br />

en especial cómo apianan hasta<br />

el silencio, como resuelven y<br />

disuelven. Y, en eso, Le Madrigal<br />

de Paris, con Calmetet, roza<br />

el virtuosismo. Un espléndido<br />

recital, que cuenta con el apoyo<br />

de varios solistas de buenísimo<br />

nivel, como los organistas Farago<br />

y Rigot, la violinista Montier y<br />

las voces de la ya ponderada<br />

Marin-Degor o el tenor David<br />

Lauer en el canto central del<br />

ciclo Dans la montagne.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

DEBUSSY:<br />

Obras orquestales. MAYLENE<br />

DOSSE, piano. ENSEMBLE PSALLETTE DE<br />

LARRAINE. SERGE DANGAIN, clarinete;<br />

JACQUES NAVADIC, narrador; JEAN-<br />

MARIE LONDEIX, saxofón; KATERINA<br />

ZLATNIKOVCA, cimbalom. ORQUESTA<br />

FILARMÓNICA DE LUXEMBURGO.<br />

Director: LOUIS DE FROMENT.<br />

4 CD MEMBRAN 231566 (Cat Music).<br />

272’. ADD. R PE<br />

Con semejantecontundencia<br />

se<br />

expresó el<br />

organista<br />

Xavier Darasse<br />

tras ser<br />

nombrado en 1991 director del<br />

Conservatoire de París: “La<br />

muerte de la orquesta francesa<br />

es su deseo de imitar el sonido<br />

de orquestas extranjeras. Tenemos<br />

nuestro propio carácter,<br />

nuestro propio sonido o nuestra<br />

propia personalidad. Debemos<br />

guardarlos y defenderlos”. Y<br />

aunque la orquesta que se escucha<br />

en esta integral orquestal de<br />

Debussy sea la principal formación<br />

sinfónica luxemburguesa<br />

(hoy dirigida por Emmanuel Krivine),<br />

lo cierto es que desde su<br />

fundación en 1933 esta formación<br />

ha sido mayoritariamente<br />

dirigida por métiers franceses.<br />

Louis de Froment (1921-1994),<br />

que se mantuvo al frente de ella<br />

entre 1958 y 1980, es uno de<br />

tantos buenos directores galos<br />

salidos de las aulas del conservatoire<br />

parisino, donde se graduó<br />

en 1948 tras haber sido<br />

alumno de Louis Fourestier,<br />

Eugène Bigot y André Cluytens.<br />

Su carrera fue modesta y, salvo<br />

su vinculación con la actual<br />

Filarmónica luxemburguesa,<br />

estuvo centrada en orquestas de<br />

cámara menores y varias formaciones<br />

de casinos.<br />

Quizá la única grabación de<br />

Froment que hoy todavía se<br />

recuerda con admiración es su<br />

registro londinense del Poème de<br />

l’amour et de la mer de Chausson<br />

realizado en los años cincuenta<br />

junto a la mezzo griega Irma<br />

Kolassi (Decca). Sin embargo, sus<br />

años al frente de la orquesta de<br />

Luxemburgo le permitieron hacer<br />

cientos de grabaciones, por la<br />

vinculación que tenía esa formación<br />

con la radio nacional (hasta<br />

1995 se llamó Orchestre Symphonique<br />

de RadioTélé-Luxembourg).<br />

El repertorio de su discografía<br />

con esta formación es<br />

inmenso y abarca desde Bach y<br />

Haendel hasta el siglo XX, aunque<br />

tan sólo han llegado a reeditarse<br />

en formato digital algunas<br />

de sus grabaciones de repertorio<br />

francés, como las obras orquestales<br />

de Saint-Saëns o Debussy.<br />

Este nuevo lanzamiento de Membran<br />

constituye una reedición a<br />

precio de ocasión de los dos<br />

volúmenes que el sello Vox lanzó<br />

a comienzos de los noventa. Aquí<br />

encontraremos toda la obra<br />

orquestal publicada de Debussy,<br />

todas sus orquestaciones de<br />

obras propias, así como también<br />

sus tres ballets o su música incidental<br />

para Le roi Lear y Le<br />

martyre de St Sébastien, e incluso<br />

hasta un fragmento orquestal de<br />

L’enfant prodigue. Las grabaciones<br />

tienen una calidad sonora<br />

excepcional y fueron realizadas a<br />

comienzos de los setenta. Ninguna<br />

interpretación resalta del resto,<br />

aunque Froment mantiene un<br />

alto nivel y las señas de identidad<br />

que hacen del sonido orquestal<br />

francés un patrimonio a defender:<br />

precisión y lirismo, claridad<br />

y moderación junto a elegancia y<br />

encanto tímbrico. Una integral<br />

orquestal de Debussy atractiva,<br />

aunque a este precio la de Jean<br />

Martinon en Brilliant resulte más<br />

recomendable.<br />

Pablo L. Rodríguez<br />

DOWLAND:<br />

Lachrimæ. CAPELLA DE MINISTRERS.<br />

Director: CARLES MAGRANER.<br />

LICANUS CDM 0721 (Diverdi). 2006.<br />

72’. DDD. N PN<br />

Las Lachrimæ<br />

de John<br />

Dowland<br />

consisten en<br />

diez pavanas,<br />

nueve gallardas<br />

y dos alemandas.<br />

Si el compositor quiso<br />

que se interpretaran alguna vez<br />

completas y en qué orden sigue<br />

y probablemente seguirá durante<br />

mucho tiempo siendo materia<br />

de discusión entre los eruditos.<br />

Siendo imposible la fidelidad a<br />

una norma inexistente, la<br />

opción adoptada por la Capella<br />

de Ministrers convence por la<br />

sensatez con que conforma un<br />

programa a la vez variado y<br />

coherente, esto es, que tiene a<br />

las pavanas como hilo conductor<br />

pero que, mediante su alternancia<br />

con las otras danzas,<br />

consigue evitar la sensación de<br />

monotonía. Las siete primeras<br />

pavanas que se oyen son las<br />

Siete lágrimas propiamente<br />

dichas, pero emparejadas con<br />

otras tantas gallardas. A dos de<br />

las otras tres pavanas (la primera<br />

el Semper Dowland semper<br />

dolens) les siguen las dos gallardas<br />

restantes, mientras que las<br />

dos alemandas se agregan una a<br />

la última pareja de pavanagallarda<br />

y la otra a la pavana<br />

dejada sin gallarda.<br />

El problema de la instrumentación,<br />

que tampoco tiene<br />

una solución definitiva, resulta<br />

igualmente muy eficaz en relación<br />

con los planteamientos<br />

interpretativos adoptados por<br />

Magraner. El consort of viols<br />

(una viola da gamba tenor, una<br />

soprano y tres bajos) permite la<br />

adopción de un tono ora doliente,<br />

ora festivo. En el primer<br />

caso, sin embargo, en ningún<br />

caso se incurre en el almibaramiento<br />

o incluso el masoquismo<br />

de otras versiones en las que los<br />

tempi se ralentizan hasta casi la<br />

suspensión; ni en el segundo en<br />

el trivializador aligeramiento<br />

que cabe reprochar a quienes<br />

han incluido violines en la dotación.<br />

Contribuyen finalmente de<br />

un modo decisivo a la plausibilidad<br />

de los resultados Rafael<br />

Bonavita al laúd y Pau Ballester<br />

a la percusión. El contraste entre<br />

el plus de gravedad que este<br />

último confiere a las Lachrimæ<br />

amantis (pista 11) y el de alegría<br />

que añade a la subsiguiente<br />

gallarda constituye un buen<br />

ejemplo entre muchos que en<br />

ese sentido se podrían citar.<br />

Que un grupo tan activo en<br />

la recuperación y difusión del<br />

patrimonio musical más próximo<br />

abra, siquiera de vez en<br />

cuando, las fronteras de sus<br />

perspectivas al repertorio internacional<br />

debe de ser muy conveniente<br />

para ellos. También sin<br />

duda para sus seguidores en<br />

concreto y para los amantes de<br />

la música en general.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

DUFAY:<br />

Misa Se la face ay pale.<br />

Vergene bella. Motetes. THE<br />

HILLIARD ENSEMBLE.<br />

CORO COR16055 (Harmonia Mundi).<br />

1998. 66’. DDD. N PN<br />

Cuarto volumen de la colección<br />

de grabaciones en vivo del<br />

Hilliard, esta vez un recital enteramente<br />

dedicado a Dufay que<br />

fue registrado por la BBC en<br />

una iglesia<br />

londinense el<br />

22 de enero<br />

de 1998. Junto<br />

a la Misa<br />

Se la face ay<br />

pale y una<br />

serie de motetes se incluye también<br />

el Vergene bella, sobre<br />

Petrarca, una de las más conocidas<br />

piezas profanas del compositor.<br />

La interpretación no deja<br />

lugar a las sorpresas, todo suena<br />

redondo y regular, claro y ordenado,<br />

pero excesivamente pulido<br />

(hasta relamido) siempre,<br />

con un contratenor que marca<br />

en exceso el sonido del grupo.<br />

La canción resulta directamente<br />

aburrida, mientras que en las<br />

piezas religiosas hay algunos<br />

momentos de cierta intensidad,<br />

como en el arranque del Gloria<br />

o en el Exultet celum laudibus,<br />

un motete más volcado hacia el<br />

registro grave, pero la sensación<br />

global es de una linealidad<br />

expresiva que puede llegar a lo<br />

irritante. En concreto, la misa<br />

queda muy lejos de la reciedumbre<br />

y la hondura emotiva que<br />

lograron hace cinco años Antoine<br />

Gueber y su Diabolus in<br />

Musica en el sello Alpha.<br />

Pablo J. Vayón<br />

DUFAY:<br />

Supremum est mortalibus<br />

bonum y otros motetes. CANTICA<br />

SYMPHONIA.<br />

GLOSSA GCDP31904 (Diverdi). 2006.<br />

78’. DDD. N PN<br />

Una buena<br />

selección de<br />

motetes de<br />

Dufay, encabezada<br />

por el<br />

que da título<br />

al disco. Forma<br />

con el anterior registro, Quadrivium,<br />

del mismo grupo, la<br />

obra completa conservada de<br />

Dufay en este campo. Cantica<br />

Symphonia incluye sopranos<br />

femeninas, tenores y un barítono,<br />

lo que le da su característica<br />

apariencia tímbrica. Ello unido al<br />

empleo moderado de instrumentos<br />

—órgano, arpa, sacabuches—,<br />

que en absoluto se limitan<br />

a duplicar las líneas vocales,<br />

les hace proponer un Dufay animado<br />

y colorista. Así, por ejemplo,<br />

puede escucharse la rica<br />

introducción puramente instrumental<br />

de Rite maiorem Iacobum<br />

canamus. La mezcla de<br />

voces e instrumentos funciona<br />

en general muy bien, pero resulta<br />

particularmente efectiva en<br />

Magnam me gentes laudes<br />

paciare, Minerva. El estilo interpretativo<br />

de Cantica Symphonia<br />

admite incluso un cierto arcaís-


mo, que permite que su Dufay<br />

mire a la Edad Media más temprana,<br />

caso de O gemma, lux et<br />

speculum. Atractiva grabación.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

DUN:<br />

Concierto para orquesta de<br />

cuerda y pipa. TAKEMITSU:<br />

Nostalghia para violín y<br />

orquesta de cuerda. Tres<br />

partituras cinematográficas<br />

para cuerdas. HAYASHI:<br />

Concierto para viola y orquesta<br />

de cuerda “Elegía”. WU MAN,<br />

pipa; YURI BASHMET, violín, viola y<br />

director. SOLISTAS DE MOSCÚ.<br />

Director: ROMAN BALASHOV.<br />

ONYX 4027 (Harmonia Mundi). 2007.<br />

78’. DDD. N PN<br />

La música de<br />

Tan Dun es<br />

tan diversa y<br />

heterogénea<br />

que cabría<br />

hablar de ella<br />

en plural. No<br />

son pocas las composiciones de<br />

este autor que, de tan distintas<br />

entre sí, parecen obra de distintos<br />

autores. Pero cuando Tan Dun es<br />

más auténtico y honesto, cuando<br />

escribe guiado por un anhelo<br />

expresivo y lo hace sin intentar<br />

demostrar ni demostrarse nada,<br />

es fácil identificarlo. Ese Tan<br />

Dun, el más interesante, es artífice<br />

de un estilo propio, ejemplo<br />

del encuentro entre Oriente y<br />

Occidente al modo de un Hosokawa<br />

pero más amable, asumible<br />

y sin las vinculaciones vanguardistas<br />

de este otro compositor<br />

(muy interesante, por cierto). perfecta<br />

muestra del buen hacer de<br />

Dun es la obra que escuchamos<br />

aquí, que a menudo concede al<br />

solista un estilo chino y a la<br />

orquesta un estilo occidental aunque<br />

la orquesta sea sensible a las<br />

melodías y armonías orientales.<br />

Hay momentos bellísimos, sobre<br />

todo en el Adagio (tercer movimiento),<br />

que es de lo mejor de su<br />

autor y en el que se permite<br />

algún guiño a Bach como fácilmente<br />

podrá comprobarse. Viene<br />

después un auténtico clásico,<br />

Takemitsu, representado aquí por<br />

dos obras extraordinarias como<br />

todo o casi todo lo que de él<br />

conocemos. Impresionante Bashmet<br />

al violín en Nostalghia, profundo<br />

y expresivo, que cede la<br />

batuta a Balashov, como también<br />

lo hace en el concierto de Hayashi,<br />

donde Bashmet extrae de la<br />

viola toda la belleza de la escritura<br />

de este compositor, desconocido<br />

para muchos, que merece ser<br />

más y mejor conocido. Hipnótica,<br />

a veces bartokiana y con algún<br />

toque neoclásico, la música de<br />

Hayashi es el gran descubrimien-<br />

to de este compacto interpretado<br />

con absoluta autoridad por unos<br />

músicos entregados. Puede que<br />

no sea fácil de escuchar este<br />

puñado de obras de golpe pero<br />

merece la pena el esfuerzo.<br />

Josep Pascual<br />

ELGAR:<br />

Part-Songs. IAIN FARRINGDON,<br />

piano. CORO DE CÁMARA DE LA<br />

UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE. Director:<br />

CHRISTOPHER ROBINSON.<br />

NAXOS 8.570541 (Ferysa). 2007. 75’.<br />

DDD. N PE<br />

La música<br />

coral es una<br />

parte importante<br />

de la<br />

producción<br />

de Edward<br />

Elgar y, además,<br />

una constante en la misma,<br />

como demuestra la selección que<br />

nos ofrece este disco y que abarca<br />

piezas que van de 1890 a 1925 —<br />

hay constancia de una escrita por<br />

el autor en 1881 y que sería la primera,<br />

hoy desaparecida. Muchos<br />

de los textos pertenecen a lo<br />

mejor de la poesía inglesa —<br />

Vaughan, Tennyson, Shelley,<br />

Byron, De la Mare—, otros los<br />

escribió el mismo compositor y<br />

los que componen las Scenes from<br />

the Bavarian Highlands —una<br />

obra menos rara de lo que parece<br />

si pensamos que los Elgar pasaban<br />

temporadas de descanso en<br />

Baviera— su mujer Alice. La variedad<br />

de la invención, la frescura de<br />

la inspiración, el excelente trato<br />

de las voces, lo idílico, lo descriptivo,<br />

lo evocador, son características<br />

de estas obras sin demasiadas<br />

complicaciones que se escuchan<br />

muy gratamente y que bien pueden<br />

servir para ampliar el repertorio<br />

de las masas corales más<br />

inquietas. La versión del Coro de<br />

Cámara de la Universidad de<br />

Cambridge es modélica y el disco<br />

es un perfecto complemento al<br />

que de la producción sacra del<br />

autor publicara en su día, con<br />

Robinson dirigiendo al Coro del<br />

Saint John’s College de Cambridge,<br />

la misma firma discográfica.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

ELGAR-PAYNE:<br />

Sinfonía nº 3. Marcha de pompa<br />

y circunstancia nº 6. SINFÓNICA DE<br />

SAPPORO. Director: TADAAKI OTAKA.<br />

SIGNUM SIGCD118 (LR Music). 2007.<br />

66’. DDD. N PN<br />

Este disco aparece un poco tarde,<br />

cuando ya hay referencias<br />

suficientes de la Sinfonía nº 3<br />

de Elgar en la realización de<br />

Anthony Payne que superan la<br />

proba lectura<br />

del japonés<br />

Tadaaki Otaka,<br />

por lo<br />

demás un<br />

excelente<br />

maestro con<br />

amplia experiencia como director<br />

en el Reino Unido, pues fue<br />

titular de la Orquesta Nacional<br />

de la BBC de Gales. No acaban<br />

ni él ni su formación nipona de<br />

encontrarle las vueltas a la sinfonía,<br />

cuya lectura queda en meramente<br />

suficiente. Nada que<br />

hacer, pues, frente a Andrew<br />

Davis (NMC), Paul Daniel<br />

(Naxos), Colin Davis (LSO) o<br />

Richard Hickox (Chandos). Este<br />

último, además, complementa<br />

su reciente grabación de la pieza<br />

con la misma obra que Otaka, la<br />

Marcha de pompa y circunstancia<br />

nº 6, que tampoco justifica la<br />

adquisición de este disco voluntarioso<br />

pero no inmune a la<br />

dura competencia.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

FISCHER:<br />

Suite nº 1. Missa St. Michaelis<br />

Archangeli. Missa in<br />

contrapuncto. KAMMERCHOR DER<br />

MARIEN-KANTOREI LEMGO. HANDEL’S<br />

COMPANY. Director: RAINER JOHANNES<br />

HOMBURG.<br />

MDG 605 1477-2 (Diverdi). 2007. 68’.<br />

DDD. N PN<br />

Johann CasparFerdinand<br />

Fischer<br />

(1656-1746)<br />

fue, como<br />

muchos de<br />

sus contemporáneos,<br />

un compositor muy<br />

valorado en vida (está demostrada<br />

la admiración que le profesaba<br />

nada menos que Bach) que<br />

hoy necesita del esfuerzo de<br />

unos pocos para poder asomarse<br />

con dignidad al mundo del<br />

disco. Su antología de suites<br />

Journal de printemps, de la que<br />

se incluye la Primera en do<br />

mayor, es, como el Florilegium<br />

de Muffat, un punto de encuentro<br />

entre la norma francesa de<br />

Lully y la obra de los alemanes<br />

que vendrían después, mientras<br />

las dos misas que guarda el disco,<br />

la primera, Missa Sancti<br />

Michaelis Archangeli, para coro<br />

y orquesta, y la segunda, Missa<br />

in contrapuncto, para coro y<br />

continuo, respetan los preceptos<br />

recogidos del XVII y evidencian<br />

un certero dominio de la escritura<br />

vocal y contrapuntística. Los<br />

músicos de la Handel’s Company,<br />

con instrumentos originales<br />

y el alemán Rainer Johannes<br />

Homburg al frente, dan relevancia<br />

a los pentagramas de la Sui-<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

CRAS-GANDOLFI<br />

te, con un decidido impulso de<br />

vitalidad en la Air des Combattants,<br />

y sirven de bella capa en<br />

las misas a un coro afinado y de<br />

riquísima sonoridad que se hace<br />

desde luego con el protagonismo<br />

del registro. El plantel de<br />

voces es desigual pero solvente;<br />

la soprano Veronika Winter afirma<br />

tal vez el punto más alto. Es<br />

por todo ello un documento de<br />

interés, sobre todo para los<br />

amantes de ese barroco que ha<br />

permanecido prácticamente<br />

oculto durante siglos.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

FRESCOBALDI:<br />

Música para teclado de fuentes<br />

manuscritas. MARTHA FOLTS, clave.<br />

NAXOS 8.570717 (Ferysa). 2007. 72’.<br />

DDD. N PE<br />

F rescobaldi<br />

fue uno de los<br />

maestros de<br />

teclado más<br />

influyentes de<br />

su tiempo. Su<br />

obra fue<br />

conocida y admirada en toda<br />

Europa, por lo que además de<br />

sus numerosas ediciones, muchas<br />

de sus piezas quedaron desperdigadas<br />

por manuscritos diversos.<br />

Este disco de la norteamericana<br />

Martha Folts ofrece una selección<br />

de veinte obras que han sido atribuidas<br />

al compositor de Ferrara y<br />

están recogidas en manuscritos<br />

conservados en Italia, Alemania e<br />

Inglaterra, sin que figuren en ninguna<br />

publicación realizada por el<br />

músico. Son tocatas, caprichos,<br />

fantasías, ricercares, canzonas,<br />

fantasías y correntes, que, con un<br />

instrumento de Jerome Zentis<br />

fabricado en 1658 y restaurado en<br />

2004, Folts interpreta con notable<br />

personalidad, que en este caso<br />

implica un fraseo muy suelto, con<br />

abundante rubato, aunque no<br />

siempre igual de refinado, y<br />

abundante juego ornamental<br />

(especialmente, trinos). Los contrastes<br />

de dinámicas y colores no<br />

son muy llamativos, pero la claridad<br />

de los pasajes más densos<br />

resulta más que aceptable, y el<br />

disco, globalmente disfrutable.<br />

Pablo J. Vayón<br />

GANDOLFI:<br />

The Garden of Cosmic<br />

Speculation. SINFÓNICA DE ATLANTA.<br />

Director: ROBERT SPANO.<br />

TELARC CD-80696 (Índigo). 2007. 68’.<br />

DDD. N PN<br />

La obra que contiene este compacto<br />

empieza mal. Pajaritos,<br />

sonidos new-age, algo de minimalismo…<br />

La finalidad es evo-<br />

83


84<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

GANDOLFI-HAENDEL<br />

car, reflejar,<br />

describir o<br />

todo a la vez<br />

un jardín<br />

determinado<br />

(no cualquier<br />

jardín) sobre<br />

el que se basa la composición y<br />

del que nos hablan las notas del<br />

libreto. La cosa sigue en plan<br />

efectista, de una espectacularidad<br />

hollywoodiense que termina<br />

por desorientar al oyente, el<br />

cual, desanimado, sigue pasando<br />

por las distintas secciones<br />

(cada una con su título, por<br />

supuesto) de las tres partes en<br />

que se divide la obra y la heterogeneidad<br />

es tal que da la impresión<br />

de un gigantesco, desaliñado<br />

y pretencioso popurrí, que<br />

llega a su máxima expresión<br />

cuando empezamos a escuchar<br />

melodías que nos suenan. Y es<br />

que estamos en la segunda parte<br />

y ahí es donde Gandolfi, en un<br />

arrebato de originalidad, cita<br />

gregorianos, a Machaut, a Dunstable,<br />

a Palestrina, a Bach y así<br />

hasta llegar a Steve Reich para<br />

explicar (?) la “historia del universo”<br />

(?) que halla su originalísimo<br />

paralelo en este peculiar y<br />

extraño recorrido musical en el<br />

que cabe hasta Miles Davis…<br />

Un rollazo dicho sea con claridad<br />

y sin ambages. La tercera<br />

parte es igualmente disparatada<br />

con sus referencias científicas y<br />

literarias… Al competente director<br />

Robert Spano le tocó estrenar<br />

la obra en Tanglewood en 2004,<br />

quién sabe si convencido, amenazado<br />

o resignado, y él se<br />

encarga de ofrecérnosla en primicia<br />

discográfica en las mejores<br />

condiciones posibles como buen<br />

profesional que es. Del todo<br />

olvidable.<br />

Josep Pascual<br />

GIORDANO:<br />

Marcella. SERENA DAOLIO<br />

(Marcella), DANILO FORMAGGIA<br />

(Giorgio), PIERLUIGI DILENGITE<br />

(Drasco).<br />

CORO DE CÁMARA DE BRATISLAVA.<br />

ORQUESTA INTERNACIONAL DE ITALIA.<br />

Director: MANLIO BENZI.<br />

DYNAMIC CDS 573. (Diverdi). 2007.<br />

64’. DDD. N PN<br />

La programación<br />

del Festival<br />

del Valle<br />

d’Itria en<br />

Martina Franca<br />

se ha distinguido<br />

siempre por su interés por el<br />

repertorio poco representado.<br />

Aprovechando el centenario de<br />

su estreno, han incluido Marcella,<br />

de Giordano y lo que es más<br />

importante la han llevado al<br />

Colin Davis<br />

UN MITO<br />

GERHARD: Sinfonía<br />

nº 4 “New York”.<br />

Concierto para violín y<br />

orquesta. YFRAH NEAMAN, VIOLÍN.<br />

SINFÓNICA DE LA BBC. Director:<br />

COLIN DAVIS.<br />

LYRITA SRCD 274 (LR Music). 1972.<br />

60’. ADD. R PN<br />

Qué maravilla. Aquí está una<br />

de esas grabaciones míticas que<br />

no necesitaban el paso a disco<br />

compacto para elevarse a la<br />

categoría de imprescindibles<br />

pero que figuraban, desgraciadamente,<br />

en la de inencontrables.<br />

Dos de las obras mayores<br />

de Roberto Gerhard, nada<br />

menos que la Cuarta Sinfonía y<br />

el Concierto para violín y<br />

orquesta. La sinfonía es de 1967<br />

—la estrenó William Steinberg<br />

mientras la première europea la<br />

dirigía Antal Dorati y la británi-<br />

mundo del disco, que nos permite<br />

ampliar nuestro horizonte<br />

sobre la música del compositor,<br />

que en este caso plantea una<br />

obra introvertida, lejana a la<br />

fuerza extrovertida del verismo.<br />

El sentido teatral es limitado, ya<br />

que en el fondo son dúos entre<br />

dos jóvenes que se quieren,<br />

pero que las circunstancia de<br />

Giorgio, que es un príncipe, con<br />

deberes para su país, no les permite<br />

ser felices. Sin conseguir los<br />

resultados de sus grandes obras,<br />

Marcella tiene momentos muy<br />

logrados, en especial la obertura,<br />

muy cálida, el diálogo lleno<br />

de amor o algunas intervenciones<br />

o arias de las protagonistas.<br />

Uno de los problemas que tiene<br />

este tipo de iniciativas es encontrar<br />

los intérpretes adecuados y<br />

en esta ocasión lo más destacable<br />

es la soprano Serena Daolio,<br />

con un canto elegante y bello,<br />

que sabe reflejar el sufrimiento<br />

de la muchacha. Danilo Formaggia<br />

tiene unos medios excesivamente<br />

líricos y una técnica mejorable,<br />

mientras que Pierluigi<br />

Dilengite hace un correcto Drasco.<br />

La dirección de Manlio Benzi<br />

es interesante, aprovechando la<br />

vena melódica de la partitura.<br />

Albert Vilardell<br />

GIULIANI:<br />

Rossiniane. Pot-Pourri. Grande<br />

ouverture op. 61. Gran sonata<br />

heroica op. 150. CLAUDIO MACCARI<br />

Y PAOLO PUGLIESE, guitarras.<br />

3 CD BRILLIANT 93686 (Cat Music).<br />

2007. 181’. DDD. N PE<br />

ca Colin Davis—, poderosa, con<br />

una amplitud orquestal apabullante,<br />

fruto de una sabiduría<br />

absolutamente en sazón, no<br />

exenta de recuerdos a la música<br />

de esa España —de su Cataluña—<br />

que el compositor hubo<br />

de abandonar a causa de la<br />

Guerra Civil. El concierto (1942-<br />

1945) lo estrenó Antonio Brosa<br />

bajo la dirección de Hermann<br />

Scherchen y es una muestra<br />

magnífica, como afirma Paul<br />

Conway en sus excelentes notas<br />

al disco, de la etapa intermedia<br />

de Gerhard, nuevamente con<br />

sus apelaciones a la música<br />

catalana y hasta a La marsellesa<br />

como símbolo de libertad. Pieza<br />

en la que el solista debe trabajar<br />

duro pero en la que el virtuosismo<br />

se sume en un conjunto<br />

sonoro de una expresividad<br />

permanente, en el que<br />

Tras los comp<br />

a c t o s<br />

recientes de<br />

este excelente<br />

dúo dedicados<br />

a músicaconcertante<br />

y para dos guitarras de Giuliani<br />

aparecidos en Brilliant y<br />

comentados aquí a su debido<br />

tiempo nos llega este triple compacto<br />

con más Giuliani. Ahora,<br />

las seis ya famosas y vistosas<br />

fantasías tituladas Rossiniana y<br />

otras seis no menos brillantes y<br />

atractivas piezas tituladas Pot-<br />

Pourri que, como las anteriores<br />

se caracterizarían por su virtuosismo<br />

y su carácter rapsódico.<br />

Con instrumentos originales del<br />

siglo XIX de bello e íntimo sonido<br />

van turnándose en la interpretación<br />

de este repertorio<br />

amable, quizá intrascendente<br />

pero de innegable poder de<br />

seducción que se completa con<br />

dos composiciones más ambiciosas<br />

como son la Grande<br />

ouverture op. 61 y la Gran sonata<br />

heroica op. 150 las cuales, a<br />

pesar de su aspecto más “serio”<br />

siguen en la estética del Giuliani<br />

más genuino. Para este par de<br />

músicos de sólida técnica<br />

enfrentarse a este repertorio<br />

destinado al lucimiento y a mostrar<br />

las posibilidades de la guitarra<br />

no les supone en ningún<br />

momento un reto imposible y<br />

pueden permitirse, en el mejor<br />

de los sentidos, jugar con él. Se<br />

sienten libres ante estas obras<br />

que conocen a la perfección y,<br />

quizá también por su carácter<br />

rapsódico, da la impresión de<br />

nada es gratuito, su escucha<br />

revela, de nuevo, a un grandísimo<br />

compositor. Las versiones<br />

están a la altura de estas músicas<br />

extraordinarias y la presencia<br />

de Yfrah Neaman supone<br />

un homenaje a quien fuera un<br />

fabuloso violinista y un ser<br />

humano fuera de lo común. Un<br />

disco imprescindible.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

que en algún momento estamos<br />

ante una improvisación. Pero<br />

nada más lejos de la realidad (y<br />

ahí está su mérito) ya que han<br />

estudiado las distintas obras en<br />

profundidad y son dos autoridades<br />

reconocidas en el guitarrismo<br />

historicista. Vitalidad y frescura<br />

para una música menor<br />

pero también vital y fresca. Para<br />

pasar muchos buenos ratos.<br />

Josep Pascual<br />

GRIEG:<br />

Sonata para violonchelo y<br />

piano op. 36. Intermezzo.<br />

Allegretto op. 45. Canciones.<br />

RAMON JAFFÉ, violonchelo; ANDREAS<br />

FRÖLICH, piano.<br />

CPO 777 284-2 (Diverdi). 2006. 62’.<br />

DDD. N PN<br />

Una sonata,<br />

un intermezzo<br />

y un allegretto,<br />

y ahí<br />

se acabó la<br />

producción<br />

para violonchelo<br />

y piano del maestro de<br />

Bergen. No es mucho, por lo<br />

que para que el minutaje de este<br />

disco sea más o menos convencional<br />

hay que recurrir a las<br />

transcripciones, en este caso de<br />

canciones, adaptadas por el dúo<br />

protagonista. Por tanto, la primera<br />

sensación es la de una grabación<br />

un tanto heterogénea,<br />

dominada por una gran obra, la<br />

sonata, y luego por un surtido<br />

de piezas de ésas que podrían<br />

figurar como propinas en cual


quier programa. Y es así, no<br />

cabe duda, pero también hay<br />

que reconocer que la música es<br />

un caramelo irresistible. La<br />

Sonata en la menor op. 36<br />

(1883) es magnífica, llevada<br />

toda ella por un aliento romántico<br />

de alto vuelo, al que se une<br />

el color de las danzas noruegas<br />

en el Finale. Pero es que el resto<br />

del programa no desmerece.<br />

No en balde Grieg fue un auténtico<br />

mago de la miniatura, un<br />

creador de joyas de una inventiva<br />

melódica inagotable, casi<br />

siempre delicada y poética. Los<br />

arreglos son espléndidos, extrayendo<br />

como extraen todas las<br />

posibilidades expresivas del violonchelo,<br />

como lo es también la<br />

interpretación, siempre entregada,<br />

pero sin que suene a impostada,<br />

a salonística. En suma, un<br />

disco que podría verse como<br />

menor, pero que encierra<br />

muchísima música.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

GROSSKOPF:<br />

Cuartetos de cuerda nºs 1-3.<br />

CUARTETO ARDITTI.<br />

NEOS 10706 (Diverdi). 2001. 69’. DDD.<br />

N PN<br />

Quizás la<br />

clave de la<br />

tímida difusión<br />

que<br />

siempre ha<br />

tenido la<br />

música de<br />

Erhard Grosskopf (n. 1934) esté<br />

en la primera frase del breve<br />

currículo que se inserta en el<br />

libreto del presente disco de<br />

Neos: “Grosskopf es un compositor<br />

freelance”. Perteneciendo a<br />

la generación de Lachenmann,<br />

Grosskopf no ha acabado por<br />

imponer su estilo y esto no deja<br />

de sorprender por cuanto la<br />

suya es una propuesta musical<br />

que, sin ser excesivamente brillante,<br />

sí lleva dentro suficiente<br />

carga de originalidad como para<br />

haber sido uno de los nombres<br />

de referencia, al menos en el<br />

ámbito germánico. Por la discreta<br />

presentación de su propia<br />

obra en las notas que acompañan<br />

al disco, muy pudorosas y<br />

siempre haciendo alusión a<br />

temas extramusicales (el tiempo,<br />

el espacio…), Grosskopf parece,<br />

en efecto, un compositor<br />

que se distingue por resaltar el<br />

detalle mínimo, el rasgo sutil,<br />

antes que la sobreabundancia.<br />

Esta discreción choca, en estos<br />

tiempos, con la multiplicidad de<br />

fuentes sonoras con que se nos<br />

presenta, a menudo, la obra<br />

moderna. Grosskopf, que<br />

recuerda a Nikolaus Brass por<br />

su gusto por el cuarteto de cuer-<br />

das y por la asunción de un discurso<br />

en el que priman los sonidos<br />

tenidos, es un autor al que<br />

siempre ha interesado el manejo<br />

de un material reducido y para<br />

el que ha sido signo distintivo el<br />

tratamiento de secuencias o patterns<br />

que se alargan en el tiempo<br />

y se superponen a modo de<br />

bucles. Sus recientes obras para<br />

orquesta, grabadas por un<br />

pequeño sello alemán (edel<br />

classics) testimonian este afán<br />

por el empleo de ínfimas células<br />

que o bien forman una cadena<br />

estática, al modo de Cage o bien<br />

estallan de modo crispado al<br />

estilo de un Lachenmann. Los<br />

Cuartetos Segundo y Tercero son<br />

un buen ejemplo de este estilo,<br />

pero será el primero, mucho<br />

más antiguo, de 1983, el que<br />

desequilibre todo el conjunto de<br />

este CD, pues se trata de una<br />

pieza muy poco rigurosa en el<br />

manejo de esos sonidos mantenidos<br />

y en las poco calculadas e<br />

imprevistas explosiones. Es el<br />

primero de estos cuartetos, con<br />

su falta de concentración, el que<br />

rebaja el interés de un registro<br />

que, por lo demás, queda como<br />

una muestra del extraño mundo<br />

estético de un autor con el que<br />

la fonografía apenas si ha contado<br />

hasta ahora.<br />

Francisco Ramos<br />

HAENDEL:<br />

Water Music. Music for The<br />

Royal Fireworks. LE CONCERT DES<br />

NATIONS. Director: JORDI SAVALL.<br />

ALIA VOX AVSA9860 (Diverdi). 1993.<br />

74’. SACD. R PM<br />

R eedición,<br />

tras su reprocesado<br />

a<br />

SACD, de la<br />

grabación<br />

hecha por<br />

Savall y Le<br />

Concert des Nations de las dos<br />

obras orquestales más conocidas<br />

de Haendel, formando parte de<br />

la colección Heritage de su editora<br />

Alia Vox. Para la de Water<br />

Music se han integrado en dos<br />

Suites las tres, HWV 348, 349 y<br />

350, que constituyen la recopilación<br />

de música compuesta por<br />

Haendel para el paseo acuático<br />

que Jorge I se dio en 1717, decisión<br />

perfectamente válida, dado<br />

que el orden y agrupación de las<br />

diferentes piezas que constituyen<br />

la integridad es un tanto aleatorio.<br />

La ya espléndida grabación<br />

de 1993 lo resulta aún más tras el<br />

reprocesado y lo mismo puede<br />

decirse de su habitual compañera<br />

Music for The Royal Fireworks,<br />

compuesta en 1748 para que Jorge<br />

II celebrara la Paz de Aquisgrán<br />

con gran aparato de música<br />

y fuegos de artificio. Tan espléndida,<br />

que sobre todo en esta última<br />

obra, resulta realmente extraño<br />

el ámbito doméstico durante<br />

la audición. La versión de Savall<br />

es sumamente brillante y vitalista,<br />

así como delicada cuando ello<br />

corresponde y los músicos (concertino,<br />

oboes, trompas, etc.) se<br />

lucen de lo lindo. El más universal<br />

de nuestros actuales intérpretes<br />

y gran emprendedor, da vida<br />

a dos extraordinarias obras del<br />

más universal emprendedor de<br />

los compositores. Una gozada.<br />

José Luis Fernández<br />

HAENDEL:<br />

Acis, Galatea y Polifemo.<br />

STEFANIE TRUE (Acis), LUCIANA<br />

MANCINI (Galatea), MITCHELL SANDLER<br />

(Polifemo). CONTRASTO ARMONICO.<br />

Director: MARCO VITALE.<br />

2 CD BRILLIANT 93665 (Cat Music).<br />

2007. 85’. DDD. N PE<br />

Es Acis y<br />

Galatea una<br />

mascarada<br />

pastoral en<br />

inglés que<br />

desde el mismo<br />

1718 en<br />

que fue estrenada ha gozado de<br />

una gran popularidad. No todos<br />

sus admiradores son sin embargo<br />

conscientes de que, diez años<br />

antes, esto es, a los veintitrés de<br />

su edad, Haendel había contribuido<br />

con una serenata italiana<br />

Acis, Galatea y Polifemo a la<br />

celebración de una boda ducal<br />

en Nápoles. El argumento es el<br />

mismo, pero, con apenas un<br />

número conservado parcialmente<br />

en la composición posterior, el<br />

tratamiento por entero diferente.<br />

Es una obra que, pese a<br />

prescindir del coro y de toda<br />

percusión además de limitar las<br />

intervenciones de los vientos a<br />

muy contadas ocasiones, rebosa<br />

inventiva y color instrumental.<br />

Entre los numerosos pasajes<br />

memorables, no pueden dejar<br />

de citarse el precioso entretejimiento<br />

de las voces de los<br />

amantes en el dúo inicial o el<br />

adiós a la vida de Acis tras<br />

haber sido aplastada por una<br />

enorme roca lanzada sobre ella<br />

por el celoso Polifemo.<br />

Para sugerir sus enormes<br />

dimensiones, en la partitura al<br />

gigante se le asigna una tesitura<br />

de dos octavas y media que ha<br />

resultado ser el mayor obstáculo<br />

para una difusión de la obra<br />

acorde con sus méritos intrínsecos.<br />

En Non sempre, no, crudele<br />

(disco 2, pista 12), el bajo Mitchell<br />

Sandler no consigue mantener<br />

constante la tensión de la<br />

línea, y en Fra l’ombre e<br />

gl’orrori (disco 2, pista 2) pre-<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

GANDOLFI-HAENDEL<br />

senta unos sólidos graves, pero<br />

acompañados de una no menos<br />

manifiesta inseguridad en la ejecución<br />

de los saltos a y desde<br />

otros registros.<br />

Los personajes femeninos<br />

están mejor servidos. A la soprano<br />

Stefanie True sólo se le notan<br />

ciertos apuros cuando en De<br />

l’aquila l’artigli (1/14) su agilidad<br />

vocal se ve exigida un punto<br />

por encima de lo que es capaz<br />

de alcanzar con solvencia. La<br />

mezzo Luciana Mancini, en cambio,<br />

está impecable, con alardes<br />

de coloratura y emparejamiento<br />

con los instrumentos como los<br />

que se pueden apreciar en la<br />

descripción de los fulgores del<br />

rayo que junto al oboísta Diego<br />

Nadra lleva a cabo en Benché<br />

tuoni e l’etra avvampi (1/10).<br />

El acompañamiento del<br />

Contrasto Armonico y la dirección<br />

de Marco Vitale son de muy<br />

alto nivel técnico y musical. Por<br />

supuesto, se incluye aquí un<br />

dominio profundamente impregnado<br />

del estilo con que se han<br />

de ejecutar los recitativos y de la<br />

ligazón que entre éstos y las<br />

arias debe establecerse.<br />

Esta versión no desbanca a<br />

la ya mítica de Kirkby, Watkinson<br />

y Thomas con los London<br />

Baroque dirigidos por Medlam<br />

(véase SCHERZO, nº 21, pág.<br />

38), pero sus aciertos parciales<br />

la hacen digna de ocupar un<br />

puesto en cualquier discoteca.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

HAENDEL:<br />

Esther HWV 50b. ROSEMARY<br />

JOSHUA (Esther), JAMES BOWMAN<br />

(Ahasuerus), SUSAN BICKLEY<br />

(Mordecai), CHRISTOPHER PURVES<br />

(Haman), REBECCA OUTRAM (Mujer<br />

israelita), ANDREW KENNEDY (Primer<br />

israelita), CECILIA OSMOND (Segundo<br />

israelita), ANGUS SMITH (Harbonah),<br />

CHRISTOPHER WATSON (oficial persa).<br />

LONDON HANDEL CHOIR & ORCHESTRA.<br />

Director: LAURENCE CUMMINGS.<br />

2 CD SOMM CDS SOMMCD 238-9<br />

(Gaudisc). 2002. 137’. DDD. N PN<br />

H aendel<br />

escribió<br />

Esther en<br />

1718, mientraspermanecía<br />

al servicio<br />

del<br />

Duque de Chandos, convirtiéndola<br />

así en el primer oratorio en<br />

lengua inglesa de la historia. En<br />

1732 retomó la partitura para<br />

presentarla en Haymarket: hizo<br />

añadidos y la reestructuró (por<br />

ejemplo, la original masque en<br />

seis escenas se convirtió en oratorio<br />

en tres actos). La obra<br />

ejemplifica bien el talento del<br />

teutón para el uso de músicas<br />

85


86<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

HAENDEL-KORNGOLD<br />

anteriores, pues si en 1718 más<br />

de un tercio de sus números<br />

provenían de la Pasión de Brockes,<br />

un par de años anterior,<br />

muchos de los cambios de 1732<br />

eran deudores de otras obras del<br />

compositor, si bien conviene<br />

aclarar que los motivos antiguos<br />

están reelaborados de forma<br />

concienzuda y no son un mero<br />

recurso para salir del paso.<br />

Este doble CD recoge la primera<br />

interpretación en época<br />

moderna de la versión de 1732,<br />

de la que no hay (salvo error de<br />

quien suscribe) otra grabación en<br />

el mercado. Se ofreció el 25 de<br />

abril de 2002 en la Iglesia de San<br />

Jorge de Londres, en celebración<br />

del 25 aniversario del London<br />

Handel Festival, y los discos de<br />

Somm recogen exactamente lo<br />

que allí pasó, aplausos y ruidos<br />

del público incluidos.<br />

Cummings ofrece una interpretación<br />

muy equilibrada y<br />

comedida, fluida y sin estridencias,<br />

a la que falta por momentos<br />

un punto de pasión, de teatralidad,<br />

de fuerza expresiva. El primer<br />

acto resulta especialmente<br />

alicaído, lo que afecta a una de<br />

las más célebres arias de la obra,<br />

Endless fame, que Haendel escribió<br />

en 1732 para Senesino y que<br />

aquí canta James Bowman con<br />

buena línea pero escasa implicación<br />

afectiva. Entre los solistas, la<br />

soprano Rosemary Joshua da a la<br />

protagonista un tono más encantador,<br />

candoroso y dulce que fieramente<br />

patriótico, mientras que<br />

James Bowman muestra que ha<br />

sabido mantener la belleza homogénea<br />

y cálida de su timbre por<br />

encima de su poder expresivo,<br />

aunque al final de la escena 3 del<br />

acto II, en la que tiene un dúo y<br />

dos arias, llega un poco justo de<br />

fuerzas. La mezzo Susan Bickley<br />

es la más dramática del elenco,<br />

como muestra ya en su gran aria<br />

del final del primer acto, O Jordan,<br />

Jordan, sacred tide! Voz<br />

pequeña la de la soprano Rebecca<br />

Outram, que tiene notable protagonismo<br />

y cumple con algunos<br />

altibajos. Solvente el bajo Christopher<br />

Purves en el rol no muy lucido<br />

de Haman. Buen plantel instrumental<br />

y coro con el empaste y<br />

la redondez típica de los buenos<br />

conjuntos británicos, que cierra la<br />

obra con notable brillo y un vigor<br />

que se echa de menos en otras<br />

partes del oratorio.<br />

Pablo J. Vayón<br />

El Tablón de<br />

<strong>Scherzo</strong>.es<br />

HAENDEL:<br />

Joshua. MARK LEBROCQ (Joshua),<br />

MIRIAM ALLAN (Achsah y el Ángel),<br />

DAVID ALLSOPP (Othaniel), JAMES<br />

RUTHERFORD (Caleb). CORO DE<br />

CÁMARA DE MAULBRONN. CAPILLA DE<br />

LA CORTE DE HANNOVER.<br />

Director: JÜRGEN BUDDAY.<br />

2 CD K&K 07 LC 11277 (LR Music).<br />

2007. 147’. DDD. N PN<br />

Reconocido<br />

por la UNES-<br />

CO patrimonio<br />

de la<br />

Humanidad,<br />

el monasterio<br />

de Maulbronn,<br />

por cuya escuela transitaran<br />

científicos y escritores como<br />

Kepler o Hölderlin, enriqueció su<br />

academicismo cuando el Seminario<br />

evangélico albergado en su<br />

seno instituyó a finales de los<br />

años 60 unos conciertos ambientados<br />

a la antigua usanza con tal<br />

de predisponer a una comunicación<br />

perfecta entre la obra, el<br />

intérprete, el público y la iglesia.<br />

Al trabajo incesante de profesores<br />

y alumnos se agregan colaboraciones<br />

altruistas que entre mayo y<br />

septiembre fructifican en una<br />

veintena de conciertos.<br />

Muestra última de dicha actividad<br />

es este álbum, que contiene<br />

una versión del Joshua haendeliano<br />

que data de 1747. Jürgen<br />

Budday se responsabiliza de<br />

una lectura contenida y brillante,<br />

síntesis cumplimentada doblemente<br />

si partimos de la base de<br />

que es un oratorio y en una<br />

atmósfera muy particular. Coro y<br />

orquesta empastados con pulcritud<br />

frasean gratamente logrando<br />

momentos sublimes, como la<br />

sección central del Glory to God<br />

(un estilo sinfónico-coral que<br />

vislumbra Las estaciones de<br />

Haydn) o el Thy mercy did with<br />

Israel dwell, un Barroco postrero<br />

en cuya evocación del Telemann<br />

fúnebre es algo así como el Sol<br />

aparecido en la noche pero sin<br />

que se haga de día. Hay que<br />

elogiar a la Orquesta por cómo<br />

acompaña (su intervención en el<br />

primer acto contorneando las<br />

palabras del Ángel es de gran<br />

riqueza tímbrico-rítmica). Y en<br />

lo que respecta al bajo continuo,<br />

existe un buen criterio dramático<br />

para los recitativos: chelo,<br />

clave, tiorba y órgano se distribuyen<br />

oportunamente.<br />

Un Joshua aceptable, que<br />

cumple expresando y narrando,<br />

difiere de unos Ángel y Achsah<br />

satisfactorios (óptima el aria Hark!<br />

Tis the linnet and the thrush), en<br />

contraste a un Caleb cuyo vibrato<br />

desmejora el alcance expresivo de<br />

su voz y un Othaniel desigual por<br />

unos medios-graves imperfectos.<br />

El sentido ritualista que infunde el<br />

monasterio de Maulbronn se ima-<br />

gina a priori ante el silencio<br />

sepulcral del público durante este<br />

Joshua, aplaudido cálidamente a<br />

su término.<br />

Marco Antonio Molín Ruiz<br />

HARRISON:<br />

Ariadne. Primer Concierto para<br />

flauta y percusión. Solsticio.<br />

Canciones estrictas para<br />

barítono y coro. LEROY KROMM,<br />

barítono. Solistas instrumentales.<br />

SANTA CRUZ CHAMBER SINGERS. SANTA<br />

CRUZ CHAMBER ORCHESTRA.<br />

Directores: NICOLE PAIMENT Y DENNIS<br />

RUSSELL DAVIES.<br />

NEW WORLD 80666-2 (Diverdi). 2007.<br />

63’. DDD. N PN<br />

Como Georges<br />

Perec (La<br />

disparition,<br />

novela sin la<br />

“e” en francés<br />

y sin la “a” en<br />

su traducción<br />

española), Lou Harrison se impone,<br />

de antemano, restricciones o<br />

malabarismos (afinaciones diferentes<br />

según los movimientos de<br />

una misma obra, obligato en octavas<br />

paralelas, piano preparado, el<br />

gamelan como modelo inalcanzable),<br />

restricciones o acrobacias<br />

que se confunden acaso con su<br />

inspiración o su punto de partida<br />

hacia una música radiante, dorada,<br />

sexy, sorprendente, a veces<br />

épica, jubilosa o lánguida (tendencia<br />

Bailando con los dioses),<br />

ora infantil (tendencia chupachups),<br />

ora compleja y suntuosa<br />

como los perfumes de Extremo-<br />

Oriente… Ahí, reside el encanto<br />

del compositor (o según los gustos,<br />

sus defectos), en ese recipiente<br />

monstruoso, en esa suerte<br />

de memoria no selectiva que<br />

parece acoger fragmentos disparatados<br />

de instantes desconectados;<br />

un gigantesco amontonamiento<br />

de imágenes sin contexto,<br />

sin espacio donde escoger, seleccionar,<br />

olvidar, aislar, eliminar…<br />

Tras admitir, aceptar o apreciar<br />

esta hibridación (o esa abolición<br />

de la diferencia entre acontecimientos<br />

importantes y detalles<br />

insignificantes), el oyente puede<br />

considerar que Lou Harrison se<br />

aleja tanto del historiador (o<br />

novelista del pasado) como del<br />

novelista (o historiador del presente)<br />

para ahogar, de manera<br />

alucinante, la memoria en la imaginación,<br />

o viceversa.<br />

Pierre Élie Mamou<br />

J. M. HAYDN:<br />

Serenata en re mayor MH 68.<br />

DIETER KLÖCKER, clarinete. ORQUESTA<br />

DE CÁMARA DE PRAGA. Director:<br />

GERNOT SCHMALFUSS.<br />

ORFEO C 029 071 A (Diverdi). 2006.<br />

58’. DDD. N PN<br />

D iscos<br />

como éste<br />

contribuyen<br />

a confirmar<br />

algunas<br />

cosas, aclarar<br />

otras y poner<br />

de relieve ciertas realidades. En<br />

el caso concreto que nos ocupa,<br />

se nos confirma el talento de<br />

Johann Michael Haydn, generalmente<br />

oscurecido por el nombre<br />

—y la obra— de su hermano<br />

mayor Franz Joseph; se nos<br />

aclara la importancia de las<br />

serenades recién redescubiertas<br />

del autor que nos ocupa y, dentro<br />

de ellas, de la MH 68 incluida<br />

en el presente CD; y se pone<br />

de relieve la calidad de la<br />

Orquesta de Cámara de Praga<br />

—con más de medio siglo de<br />

existencia en su haber—, dentro<br />

de la espléndida realidad de las<br />

formaciones orquestales de la<br />

Europa oriental, antiguos países<br />

comunistas. En un ortodoxo,<br />

luminoso y personal estilo clásico,<br />

esta Serenata en re mayor,<br />

vinculada con un concertino<br />

para clarinete —con el que tiene<br />

materiales comunes—, compuesta<br />

en 1764 en el emblemático<br />

Salzburgo y dividida en<br />

nueve movimientos —herencia<br />

de la estructura barroca en<br />

cuanto a la sucesión de tiempos—,<br />

es un regalo para el oído<br />

del aficionado por los atributos<br />

propios de la música de la época<br />

pero también por el encanto<br />

que el compositor pone en cada<br />

una de las partes de la obra, en<br />

dos de las cuales luce con brillo<br />

propio el arte del clarinetista<br />

Dieter Klöcker, al servicio de lo<br />

melódico cuando así lo pide la<br />

partitura y exhibiendo su virtuosismo<br />

cuando lo prevé el autor.<br />

Claridad es la palabra que puede<br />

resumir perfectamente el<br />

contenido de este compacto.<br />

Claridad en la obra, claridad en<br />

la versión concebida por el<br />

director Gernot Schmalfuss y<br />

claridad en todos y cada uno de<br />

los intérpretes, a lo que hay que<br />

añadir una excelente toma de<br />

sonido que contribuye al logro<br />

final.<br />

José Guerrero Martín


J. M. HAYDN:<br />

Andrómeda y Perseo. HEIKE<br />

PORSTEIN (Andrómeda), CHRISTINE<br />

WOLFF (Perseo), MAX CIOLEK (Fineo),<br />

RAIMUND NOLTE (Cefeo), GUNTER<br />

CREMER, NARRADOR. VOKAL ENSEMBLE<br />

KÖLN. SINFÓNICA DE LA RADIO DE<br />

SAARBRÜCKEN. Director: REINHARD<br />

GOEBEL.<br />

2 CD OEHMS OC 911 (Galileo MC).<br />

2005-2006. 106’. DDD. N PM<br />

Dos son los<br />

principales<br />

atractivos de<br />

esta grabación,recuperar<br />

una ópera<br />

de Michael<br />

Haydn y devolver al mundo del<br />

disco a Reinhard Goebel, una<br />

vez disuelta Música Antigua de<br />

Colonia. Por desgracia, la forma<br />

en que se interpreta Andrómeda<br />

y Perseo no es la idónea, pues se<br />

ha grabado una traducción alemana<br />

—por muy dieciochesca<br />

que sea— del original italiano<br />

de Varesco y se ha introducido<br />

un absurdo texto narrado que<br />

destruye la estructura de los<br />

recitativos secos de la ópera<br />

seria. A cambio, el trabajo de<br />

Goebel suena limpio, incisivo,<br />

fino y ligero, con una variada<br />

articulación, digno de la que es<br />

una música sensacional, con<br />

momentos magníficos, que insuflan<br />

dramatismo a la ya gastada<br />

temática mitológica, aunque<br />

otras partes se revelen bastante<br />

anticuadas. Los cantantes quedan<br />

por debajo de las necesidades<br />

del empeño, pues Porstein<br />

tiene problemas de entonación<br />

—Liebe sind das die Freuden—,<br />

Wolff incurre en el puro grito —<br />

cadencia de Beglücken die<br />

Menschen— y Ciolek emite unas<br />

agilidades más bien deficientes.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

D’INDY:<br />

Suite en re para dos flautas,<br />

trompeta y cuerdas. Chanson et<br />

danses para flauta, oboe, dos<br />

clarinetes, dos fagotes y<br />

trompa. Quinteto para piano y<br />

cuerdas. Suite para flauta, arpa,<br />

violín, viola y violonchelo.<br />

SOLISTAS DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA<br />

DE LUXEMBURGO. FRANÇOIS<br />

KERDONCUFF, piano.<br />

TIMPANI 1C1119 (Diverdi). 2007. 70’.<br />

DDD. N PN<br />

V incent<br />

d’Indy alcanzó<br />

los 80 años<br />

(1851-1931).<br />

Este CD nos<br />

trae dos obras<br />

suyas de la<br />

última década, el Quinteto con<br />

piano (1924) y la Suite en parties<br />

(1927). Más dos obras muy anteriores,<br />

una de primera madurez,<br />

la Suite al estilo antiguo (1886) y<br />

el díptico Chanson et danses. El<br />

Vincent d’Indy más seguidor de<br />

César Franck está en el Quinteto,<br />

lo que significa que fue fiel hasta<br />

el final a una manera de ver,<br />

entender, frasear, desarrollar. La<br />

frase amplia, el tardorromanticismo<br />

intenso, la idea cíclica… y el<br />

tremendo compromiso de componer<br />

un quinteto cuando el<br />

maestro había compuesto el suyo<br />

y era una de las piezas ejemplares<br />

de los franckianos. En cambio,<br />

obras como la Suite en re, “al<br />

estilo antiguo”, son de un clasicismo<br />

sorprendente (cuántos compositores<br />

no han escrito algo, a<br />

menudo una suite, al “estilo antiguo”:<br />

Grieg, Reger, d’ndy…). Es<br />

el caso también de la Suite en<br />

parties, cuatro movimientos que<br />

encierran bellezas dignas de que<br />

las escuchemos una y otra vez. Y<br />

el de la Canción y danzas del<br />

doble movimiento de 1898. Fijémonos<br />

en las instrumentaciones.<br />

El Quinteto es la única obra que<br />

tiene una disposición más o<br />

menos propia del romanticismo<br />

pleno. Las otras tres combinan<br />

maderas solistas de modo que<br />

llevan la voz cantante y condicionan<br />

el discurso. Las interpretaciones<br />

de los solistas de la Filarmónica<br />

de Luxemburgo son cuidadas,<br />

bellas, sugerentes a menudo.<br />

Y sus discursos son penetrantes,<br />

de manera que tenemos un nuevo<br />

disco ejemplar de la serie francesa<br />

de Timpani.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

KALITZKE:<br />

Vier Toteninseln. Six covered<br />

settings. THOMAS BAUER, barítono;<br />

THOMAS LARCHER, piano. CUARTETO<br />

STADLER. DEUTSCHES SYMPHONIE-<br />

ORCHESTER BERLIN. Director:<br />

JOHANNES KALITZKE.<br />

KAIROS 0012702KAI (Diverdi). 2006.<br />

75’. DDD. N PN<br />

Un rasgo<br />

distintivo de<br />

la modernidad<br />

es la<br />

diversidad de<br />

estilos. Cuando<br />

en una<br />

misma obra los hallamos en<br />

racimo, hablamos de poliestilística.<br />

Johannes Kalitzke (n. 1950)<br />

es un representante tardío de<br />

este tipo de propuestas. Las<br />

obras de Kalitzke que integran<br />

este CD de Kairos parten de la<br />

perspectiva neoclásica: el autor<br />

dispone ante sí de la Historia de<br />

la Música, un Gran Archivo al<br />

que poder recurrir, periódicamente,<br />

para elaborar la obra<br />

propia. Si Vier Toteninseln, para<br />

orquesta “con dos solistas”,<br />

sigue la tradición orquestal del<br />

XIX, la página camerística Six<br />

Covered settings, para cuarteto<br />

de cuerdas (de 2000), se alinea<br />

junto al fuerte tono expresivo de<br />

músicos como Gubaidulina y<br />

Schnittke. Este recurso al pasado<br />

se ha hecho moneda corriente<br />

en los tiempos modernos, lo<br />

que, en algún momento, puede<br />

generar dudas: ¿es esta una actitud<br />

simplemente conservacionista<br />

o se hace necesaria esta<br />

continua retroalimentación de<br />

las formas clásicas?<br />

El resultado sonoro de una<br />

obra como Vier Toteninseln, que<br />

se nutre de las Cuatro canciones<br />

serias, de Brahms, y que toma el<br />

título a partir de un cuadro de<br />

Arnold Böcklin, no deja de ser,<br />

por lo demás, subyugante, toda<br />

vez que Kalitzke sabe manejar<br />

con buen gusto los materiales<br />

que reúne: el canto en forma de<br />

Lied, que conecta con la tradición<br />

germana, la orquestación<br />

vaporosa, tan identificable con<br />

el impresionismo que sigue a<br />

Debussy y se da, sobre todo,<br />

entre los compositores británicos<br />

de la primera mitad del siglo XX<br />

y, en fin, una cierta sensación de<br />

ingravidez en las texturas, que,<br />

por momentos, parece que van<br />

a desembocar en los tejidos etéreos<br />

de un Charles Ives. De<br />

buen acabado formal también,<br />

pero mucho menos interesante<br />

en su resolución, sobre Six covered<br />

settings pesa una expresividad<br />

demasiado forzada, con lo<br />

que el discurso se hace previsible,<br />

abarrotado todo él de técnicas<br />

y modos de ataque, en los<br />

instrumentos, que vienen a ser,<br />

como en el lenguaje poliestilista<br />

de un Alfred Schnittke, una<br />

especie de traslación musical del<br />

diario íntimo.<br />

Francisco Ramos<br />

KIEL:<br />

Cuartetos con piano. ULRIKE-<br />

ANIMA MATHÉ, violín; HARIOLF<br />

SCHLICHTIG, viola; XENIA JANKOVIC,<br />

violonchelo; OLIVER TRIENDL, piano.<br />

CPO 777 076-2 (Diverdi). 2005. 78’.<br />

DDD. N PN<br />

F riedrich<br />

Kiel (1821-<br />

1885) pertenece<br />

al nutridísimo<br />

grupo<br />

de compositores<br />

que<br />

gozaron de la gloria en su tiempo<br />

y que provocaron grandes<br />

elogios y sentidas notas necrológicas<br />

en el momento de su<br />

muerte, para inmediatamente<br />

después pasar al rincón del olvido.<br />

En el siglo XX ya había des-<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

HAENDEL-KORNGOLD<br />

aparecido todo recuerdo de este<br />

autor, a quien la posteridad clasificó<br />

entre “esos academicistas<br />

cuyas composiciones eran<br />

esquemáticas y secas”. Nada<br />

mejor que someter a la consideración<br />

del oyente la música del<br />

entonces ilustre compositor y<br />

pedagogo para poner muy en<br />

cuestión tales afirmaciones, al<br />

menos por lo que se refiere a<br />

sus tres Cuartetos para piano y<br />

cuerdas, recogidos aquí, piezas<br />

con suficientes méritos para ser<br />

rescatadas del silencio o de la<br />

indiferencia. Kiel fue uno de los<br />

más importantes representantes<br />

de la escuela berlinesa, que él<br />

orientó hacia el romanticismo.<br />

Bach, Haendel, Beethoven,<br />

Brahms y Liszt son nombres<br />

que, por distintos motivos, cabe<br />

asociarlos con su producción<br />

pianística y de cámara, sea como<br />

modelos o puntos de partida,<br />

sea como estilo o modus operandi.<br />

Compuestos en 1867 (en<br />

la menor Op. 43 y en mi mayor<br />

Op. 44) y en 1868 (en sol<br />

mayor), en los dos primeros<br />

cuartetos su autor despliega un<br />

amplio espectro de sentimientos<br />

y sensaciones (patetismo trágico,<br />

salpicado por breves apuntes<br />

melódicos e instantes de claridad;<br />

alternancia y contraste de<br />

melodismo sereno con momentos<br />

más sombríos y solemnes)<br />

para desembocar en un último<br />

Cuarteto más alegre y distendido,<br />

además de ser el más corto.<br />

Notable la prestación del pianista<br />

Oliver Triendl, muy comprometido<br />

con el repertorio clásicoromántico<br />

raramente interpretado<br />

pero también con el contemporáneo.<br />

Y brillante la labor de<br />

los tres restantes intérpretes,<br />

cuya solvencia individual ponen<br />

al servicio de una perfecta labor<br />

de conjunto, que es de lo que se<br />

trataba.<br />

José Guerrero Martín<br />

KORNGOLD:<br />

Sinfonía op. 40. Obertura de<br />

“Captain Blood”. FILARMÓNICA DE<br />

GRAN CANARIA. Director: PEDRO<br />

HALFFTER.<br />

WARNER 5144257702. 2007. 58’. DDD.<br />

N PN<br />

Las palabras<br />

que Dmitri<br />

Mitropoulos<br />

escribió en<br />

1959 —“toda<br />

mi vida he<br />

estado buscando<br />

una obra moderna ideal.<br />

La he encontrado en esta sinfonía”—<br />

constituyen una buena<br />

muestra de que la Sinfonía de<br />

Korngold no fue tan infravalorada<br />

en su tiempo como hoy se<br />

87


88<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

KORNGOLD-MOZART<br />

piensa. Lo cierto es que fue una<br />

obra con mala fortuna. Su estreno<br />

fue un cúmulo de despropósitos,<br />

al cancelarse su première<br />

en Pittsburgh con William Steinberg<br />

y también su estreno en<br />

Viena ante la negativa de la<br />

Gelleschaft der Musikfreunde.<br />

Korngold tuvo que conformarse<br />

con una desastrosa primera<br />

interpretación bajo la dirección<br />

del crítico Heinrich Kralik que<br />

fue retransmitida contra su<br />

voluntad por la RAVAG vienesa<br />

el 17 de octubre de 1954. ¿Y<br />

Mitropoulos?, pues murió meses<br />

antes de poder estrenarla en<br />

Norteamérica.<br />

No obstante, y como sucede<br />

con todas las “cenicientas”, al<br />

final la obra encontró su “príncipe”<br />

en Rudolf Kempe, que la<br />

sacó del olvido en 1972 y la grabó<br />

para RCA (una versión reeditada<br />

en CD en 1992 por el sello<br />

Varèse Sarabande). Su acercamiento<br />

no es memorable, pues<br />

enfatiza demasiado lo vigoroso<br />

y dramático de esta música y<br />

carece del brillo fílmico que<br />

requiere la obra, especialmente<br />

en el <strong>Scherzo</strong> y el Finale. Después<br />

vendrían otros directores<br />

y, dejando a un lado las versiones<br />

de Werner Andreas Albert<br />

de 1988 (CPO) y James DePreist<br />

de 1997 (Delos), las referencias<br />

fonográficas se han centrado en<br />

tres formidables versiones de<br />

los noventa: la ligera y fílmica<br />

de Sir Edward Downes (Chandos),<br />

la intensa y acerada de<br />

Andre Previn (DGG) y el justo<br />

medio representado por Franz<br />

Welser-Möst (EMI).<br />

Esta nueva versión discográfica<br />

nace de la magnífica<br />

voluntad de Pedro Halffter por<br />

abrir las orquestas que dirige en<br />

Sevilla y Gran Canaria hacia un<br />

repertorio novedoso. Y no hay<br />

en su actitud la menor sombra<br />

de esnobismo, sino que esta<br />

nueva versión de la Sinfonía de<br />

Korngold mantiene un nivel<br />

muy alto de principio a fin.<br />

Halffter combina, como Welser-<br />

Möst, lo enérgico con lo fílmico<br />

(precisión y expansión), y ahonda<br />

en la riqueza de planos<br />

sonoros de la obra, tantas veces<br />

opuestos. Sin embargo, ese gusto<br />

por los detalles resta unidad a<br />

su interpretación, algo que se<br />

nota en el bartokiano Moderato,<br />

ma energico. El <strong>Scherzo</strong> está<br />

magníficamente tocado, aunque<br />

resulta menos operístico de lo<br />

necesario (según Van der Lek,<br />

Korngold utiliza aquí temas de<br />

su banda sonora para Juárez<br />

con la intención no confesada<br />

de parodiar a Rossini). Por su<br />

parte, el Adagio es lo mejor del<br />

disco, pues aquí Halffter<br />

encuentra el nexo ideal entre<br />

Korngold y Mahler; y el Finale<br />

está mejor construido que el<br />

movimiento inicial aunque adolece<br />

de impulso narrativo. El disco<br />

dispone de una calidad técnica<br />

excelente y se completa con<br />

una breve página orquestal de la<br />

música puramente fílmica de<br />

Korngold. En resumen, no estamos<br />

ante la grabación de referencia<br />

de la Sinfonía de Korngold,<br />

pero sí ante un disco muy<br />

recomendable.<br />

Pablo L. Rodríguez<br />

KURTÁG:<br />

Concertante. Zwiegespräch.<br />

Hipartita. Jatekok. HIROMI<br />

HIKUCHI, violín; KEN HAKII, viola;<br />

GYÖRGY KURTÁG HIJO, sintetizador.<br />

CUARTETO KELLER. MARTA KURTÁG,<br />

GYÖRGY KURTÁG, piano. FILARMÓNICA<br />

NACIONAL DE BUDAPEST. Director:<br />

ZOLTÁN KOCSIS.<br />

2 CD BMC 129 (Diverdi). 2006. 104’.<br />

DDD. N PN<br />

Con la incorporación<br />

de<br />

György Kurtág<br />

hijo, que<br />

ejerce de<br />

director artístico<br />

y musical<br />

del presente registro del sello<br />

BMC, dedicado a celebrar el 80<br />

cumpleaños de Kurtág, pareciera<br />

que el nivel de exigencia que<br />

siempre ha caracterizado a este<br />

ya veterano compositor se hubiera<br />

evaporado de forma alarmante,<br />

tal es la escasa creatividad que<br />

denotan, sobre todo, las dos primeras<br />

y extensas obras de esta<br />

grabación. No se ha podido conmemorar<br />

de peor manera este<br />

aniversario. Las dos obras terminaron<br />

de componerse en 2006 y<br />

están pensadas a gran escala.<br />

Concertante es para violín, viola<br />

y orquesta y Zwiegespräch está<br />

escrita para el Cuarteto Keller, al<br />

que el hijo de Kurtág (el intruso,<br />

en esta grabación) aporta el color<br />

instrumental del sintetizador. Si<br />

Concertante mantiene demasiados<br />

puntos en común con la tradición<br />

bartokiana y no aporta en<br />

momento alguno ninguno de los<br />

signos distintivos del estilo de<br />

Kurtág (aforismo, secuencias<br />

rotas con repentinos estallidos y<br />

un lirismo a flor de piel), el caso<br />

de Zwiegespräch es verdaderamente<br />

sorprendente, por cuanto<br />

Kurtág baja la guardia y permite<br />

que el fastidioso sintetizador<br />

invada este ya blando tejido<br />

cuartetístico e intente colorear,<br />

aquí y allí, con sonidos de la<br />

naturaleza, sonidos “ambient”. El<br />

“punteo” del sintetizador lo que<br />

logra no es otra cosa que rebajar<br />

a niveles de ínfima calidad el discurso<br />

de Kurtág. El resultado no<br />

mejora el de cualquier partitura<br />

actual para el cine (por momentos,<br />

el violín de la sección Recitativo<br />

passionato remite claramente<br />

a la música de John Williams<br />

para La lista de Schindler). Es<br />

impropia esta música de un<br />

compositor como Kurtág, autor<br />

de un catálogo, como se sabe,<br />

plagado de obras maestras, por<br />

lo que el receptor se tiene que<br />

frotar los ojos ante semejante<br />

desatino.<br />

El segundo CD repone algo<br />

las cosas. De 2004 es la<br />

Hipartita, escrita para el lucimiento<br />

de la violinista Hiromi<br />

Hikuchi, una obra con un poco<br />

más de rigor que, no obstante,<br />

no pasará a la historia. Cierra el<br />

registro la enésima versión de<br />

Jatekok, este catálogo de juegos y<br />

técnicas para el piano (a cuatro<br />

manos, en algún caso), que se ha<br />

convertido en la obra-bandera<br />

del autor.<br />

Francisco Ramos<br />

LISZT:<br />

Una Sinfonía Fausto. FERDINAND<br />

KOCH, tenor. CORO MASCULINO Y<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE LA RADIO DEL<br />

SUROESTE, BADEN-BADEN. Director:<br />

JASCHA HORENSTEIN.<br />

MEMBRAN 231565 (Cat Music). 1957.<br />

67’. ADD. H PE<br />

La música<br />

orquestal de<br />

Liszt sigue su<br />

declive imparable<br />

como<br />

ya apuntamos<br />

allá por<br />

el año 1994, cuando hicimos en<br />

esta revista aquel monográfico<br />

dedicado a la música sinfónica<br />

en disco. La situación no se ha<br />

arreglado, e incluso esta mala<br />

reputación que posee (o descrédito,<br />

como apuntaba Leonard<br />

Bernstein) continúa en nuestros<br />

días: casi nadie interpreta en los<br />

conciertos los poemas sinfónicos<br />

y muy pocos, por no decir<br />

ninguno, los lleva a los estudios<br />

de grabación. Su música ha<br />

envejecido mal, aunque sus Sinfonías<br />

Fausto y Dante soportan<br />

mal que bien el paso del tiempo,<br />

y de vez en cuando, alguna<br />

batuta de prestigio se atreve con<br />

ellas. Que sepamos, desde la<br />

espectacular grabación de<br />

Bernstein en 1976 de la Sinfonía<br />

Fausto en DG (reeditada hace<br />

poco en un DVD Euroarts en<br />

una filmación en directo en la<br />

Symphony Hall de Boston) e<br />

independiente de otras versiones<br />

de cierto prestigio (Beecham,<br />

Solti, Muti, Chailly, Sinopoli),<br />

esta obra maestra orquestal<br />

sigue también, aunque más<br />

lentamente, el camino del olvido<br />

que ya emprendieron sus her-<br />

manos menores en el catálogo<br />

de Liszt. Afortunadamente, un<br />

histórico de la talla de Jascha<br />

Horenstein, que siempre tuvo<br />

un afecto evidente por esta obra<br />

e incluso ya tenía una versión<br />

grabada con la BBC Northern<br />

Symphony (BBC Legends), nos<br />

visita de nuevo con otra lectura,<br />

esta vez interpretada con la Sinfónica<br />

de la Südwestfunks de<br />

Baden-Baden en 1957, recreación<br />

espléndida, romántica e<br />

intensa como pocas veces se<br />

puede apreciar, y además con<br />

unos matices grotescos e irónicos<br />

especialmente adecuados<br />

para el magníficamente concebido<br />

tercer movimiento (Mefistófeles).<br />

Lástima que la notable<br />

orquesta (ácidas cuerdas, especialmente<br />

los primeros violines)<br />

no alcance la suntuosa y refinada<br />

actuación de la Sinfónica de<br />

Boston (Bernstein-DG) y que la<br />

grabación, primeros registros en<br />

estéreo de 1957, cuidadosamente<br />

reprocesada, no posea tampoco<br />

la espectacular toma sonora<br />

de la citada de Bernstein, cuya<br />

versión hoy por hoy continúa<br />

llevándose la palma entre todas<br />

las existentes. A pesar de todo,<br />

una interpretación de presupuestos<br />

románticos tradicionales<br />

acompañada por ciertos toques<br />

expresionistas en la que Horenstein<br />

consigue profundizar todo<br />

lo que sus pentagramas permiten,<br />

indicada especialmente para<br />

amantes de la obra o seguidores<br />

de grandes directores.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

MARSH:<br />

Sinfonías. LONDON MOZART<br />

PLAYERS. Director: MATTHIAS BAMERT.<br />

CHANDOS CHAN 10458. (Harmonia<br />

Mundi). 2008. 64’. DDD. N PN<br />

John Marsh<br />

(1752-1828)<br />

está en la<br />

estela de los<br />

Haendel y<br />

Haydn, lo<br />

cual no es<br />

decir poco. Salvando que no<br />

compuso óperas ni grandes oratorios,<br />

al firmante le recuerda<br />

mucho en amenidad y excelentes<br />

maneras a su compatriota<br />

Wesley.<br />

El mismo Marsh escribió<br />

acerca de su Sinfonía nº 6 en re<br />

mayor, que la había escrito<br />

siguiendo el modelo sinfónico<br />

del compositor de Rohrau. Aunque<br />

a mí me lo recuerde aún<br />

más en la Sinfonía nº 7 en mi<br />

bemol mayor “La caza”. De ésta,<br />

de la Sinfonía nº 2 en si bemol<br />

mayor y de la Sinfonía nº 8 en<br />

sol mayor (con un bello “obligato”<br />

de violín en el segundo


tiempo) se ofrecen las primeras<br />

grabaciones mundiales. Se mueve,<br />

pues, el autor inglés entre el<br />

modelo de Haydn y la forma de<br />

divertimento más propia de los<br />

inefables de Mozart, y no le va a<br />

la zaga en ello.<br />

Las interpretaciones son servidas<br />

por los London Mozart Players<br />

con mimo y competencia<br />

totales, en un dechado de estilo<br />

y adecuación bajo la cuidadosa<br />

batuta de Bamert, lo que cuaja<br />

trabajos muy interesantes y de<br />

conocimiento casi inexcusable.<br />

José Antonio García y García<br />

MASCAGNI:<br />

Amica. ANNA MALAVASI (Amica),<br />

DAVID SOTGIU (Giorgio), PIERLUIGI<br />

DILENGITE (Rinaldo). ORQUESTA<br />

INTERNACIONAL DE ITALIA. Director:<br />

MANLIO BENZI.<br />

DYNAMIC CDS 574 (Diverdi). 2007.<br />

78’. DDD. N PN<br />

El mismo día<br />

que se daba<br />

Marcella de<br />

Giordano,<br />

que comentamos<br />

en este<br />

mismo número,<br />

el Festival de Martina Franca<br />

programaba, dada la corta duración<br />

de las obras, Amica de<br />

Mascagni, en una sesión de gran<br />

interés. De esta obra la firma<br />

Kikko había editado un álbum<br />

con la versión italiana, pero los<br />

programadores del valle de Itria,<br />

con muy buen criterio musical,<br />

decidieron representar la versión<br />

francesa, de menor duración,<br />

que había sido estrenada<br />

por la eximia soprano Geraldine<br />

Farrar. El tema es típico del<br />

verismo, un drama rústico, un<br />

mundo primitivo, donde las<br />

pasiones, los odios, los intereses<br />

y los deseos están en el orden<br />

del día, de una forma abierta. Es<br />

una ópera en que está presente<br />

el estilo de Cavalleria, pero<br />

también lo está el avance de las<br />

nuevas tendencias musicales de<br />

la época, destacando especialmente<br />

en el tejido orquestal, de<br />

mayor densidad y profundidad.<br />

Surge nuevamente el tema de<br />

los cantantes, por el tipo de<br />

repertorio y por la actual coyuntura<br />

vocal, es poco propensa a<br />

voces veristas. La soprano Anna<br />

Malavasi es lo mejor del reparto,<br />

con un canto que expresa el<br />

sufrimiento de la muchacha hasta<br />

el desenlace final, donde la<br />

cantante alcanza los mejores<br />

resultados, mientras que el resto<br />

cuenta con medios limitados,<br />

siendo de cierta fuerza la dirección<br />

de Manlio Benzi.<br />

Albert Vilardell<br />

MEDTNER:<br />

Obras para piano. SEVERIN VON<br />

ECKARDSTEIN, piano.<br />

MDG 604 1465-2 (Diverdi). 2007. 74’.<br />

DDD. N PN<br />

La música<br />

de Nikolai<br />

Medtner<br />

(1880-1951)<br />

podría sufrir<br />

las consecuencias<br />

de<br />

una interpretación edulcorada,<br />

de una visión demasiado sentimental<br />

y superficial que aunque<br />

pudiera complacer a algunos,<br />

no sería la más adecuada. Severin<br />

von Eckardstein (1978) no<br />

cae en dicho error y entiende al<br />

compositor ruso con un discurso<br />

lleno de sobriedad y bella<br />

poesía, con unos horizontes<br />

muy claros y fundamentados<br />

por un tocar noble y sugestivo,<br />

unas interpretaciones vigorosas<br />

y llenas de delicadezas que contagian<br />

al oyente de ese tan<br />

especial posromanticismo que<br />

cultivó el autor ruso. El pianista<br />

tiene garbo, sus manos son sólidas,<br />

saben expresar con muchos<br />

matices los diferentes climas<br />

que el compositor propone.<br />

Sonatas aparte, las piezas son<br />

casi miniaturas en forma de canciones,<br />

marchas, humorescas y<br />

piezas de álbum, con un estética<br />

narrativa muy fijada. Musicalmente,<br />

el pianista es sobrio y<br />

justo, equilibrado y contenido;<br />

su flujo expresivo fluye sin distorsiones,<br />

de forma natural y sin<br />

contratiempos. Eckardstein<br />

construye las piezas con seriedad<br />

y compromiso, llenándolas<br />

de sutilidades y luminosidad. Es<br />

un compacto representativo e<br />

impactante, aunque no recomiendo<br />

su escucha de forma<br />

seguida, pues es demasiada la<br />

cantidad de música para ser<br />

escuchada de un solo tirón.<br />

Emili Blasco<br />

MENDELSSOHN:<br />

Hebe deine Augen auf. RUTH<br />

ZIESAK, soprano. CORO DE CÁMARA DE<br />

STUTTGART. Director: FRIEDER<br />

BERNIUS.<br />

CARUS 83.206 (Diverdi). 2006. 56’.<br />

DDD. N PN<br />

Lieder para coro. SÄCHSISCHES<br />

VOCALENSEMBLE. Director: MATTHIAS<br />

JUNG.<br />

TACET 142 (Gaudisc). 2006. 65’. DDD.<br />

N PN<br />

MESSIAEN: Cuarteto para el<br />

fin del tiempo. Tema y<br />

variaciones para violín y<br />

piano. TRÍO WANDERER. PASCAL<br />

MORAGUÈS, clarinete.<br />

HARMONIA MUNDI HMC 901987.<br />

2007. 62’. DDD. N PN<br />

Una nueva y muy sólida referencia<br />

de esta página de la<br />

desolación, el recogimiento y<br />

la revelación (esto es, el Apocalipsis).<br />

Pascal Moraguès se<br />

une al Trío Wanderer para llevar<br />

a cabo una lectura solvente<br />

en lo técnico y muy inspirada<br />

en la poética de los instrumentistas.<br />

Sabemos que no es ésta<br />

una página para virtuosos, y<br />

que se interpretó por vez primera<br />

en un campo de prisioneros<br />

militares donde las virguerías<br />

estaban fuera de lugar.<br />

El Wanderer y Moraguès recorren<br />

el camino de las ocho<br />

estaciones —desde la Liturgia<br />

cristalina hasta la Alabanza a<br />

Jesús, desde las vocalises y los<br />

abismos a las danzas furiosas y<br />

los despliegues del arco iris—<br />

como un crecimiento que tiene<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

KORNGOLD-MOZART<br />

Trío Wanderer, Pascal Moraguès<br />

LA CÚSPIDE DEL SILENCIO<br />

Seguramente es Mendelssohn<br />

el autor más significativo, sin<br />

paliativos, en este mundo de la<br />

canción polifónica alemana en<br />

su acepción de música de raigambre<br />

popular pero con una<br />

forma culta y muy bien elaborada<br />

desde el punto de vista<br />

más trascendidamente musical,<br />

aunque su propio autor hablara<br />

de ellas como de composiciones<br />

para cantarlas al aire<br />

libre, en un ámbito natural y<br />

distendido.<br />

En el disco referenciado en<br />

el encabezamiento de la reseña<br />

no adquieren tan desenfadado<br />

ámbito. Su ejecución es más<br />

entrenada y más refinada, pero<br />

la esencia en la intención se<br />

mantiene, y la belleza de las<br />

pequeñas composiciones es<br />

incontestable.<br />

Frente a este, el disco a<br />

cargo del Coro de Cámara de<br />

Stuttgart no tiene más remedio<br />

que resultar más “estirado”,<br />

más formalista, arrojando interpretaciones<br />

que denotan la<br />

preocupación del autor alemán<br />

por sus modelos del pasado.<br />

Disco bello también, aunque<br />

más pesante por su contenido.<br />

Bien ejecutado, Ruth Ziesak es<br />

solista en dos fragmentos del<br />

registro.<br />

José Antonio García y García<br />

por cúspide el silencio. Una<br />

lectura de alto nivel, otra, que<br />

se complementa con una página<br />

camerística de Messiaen<br />

mucho menos conocida, Tema<br />

y variaciones, de 1932, destinada<br />

a Claire Delbos, primera<br />

esposa del compositor. Es una<br />

página de juventud, pero de<br />

primera madurez, que podemos<br />

ver ahora con perspectiva:<br />

parte del mundo sonoro vigente<br />

en Debussy, Fauré o Ravel y<br />

tiende al cosmos propio del<br />

Messiaen maduro. Sólo que<br />

este Messiaen fue poco propicio<br />

a la música de cámara.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

MOZART:<br />

Sonatas para piano y violín.<br />

Variaciones K. 359 y K. 360.<br />

HATEM NADIM, piano; SUSANNE<br />

RABENSCHLAG, violín.<br />

5 CD AVI 8553071 (Harmonia Mundi).<br />

2004-2006. 324’. DDD. N PN<br />

Escasas son<br />

las virtudes<br />

que adornan<br />

a este lanzamiento<br />

de<br />

dos artistas<br />

jóvenes y<br />

desconocidos, lo cual, dicho sea<br />

de paso, es una verdadera lástima,<br />

pues siempre es agradable<br />

poder descubrir nuevos trabajos<br />

que merezcan ser escuchados.<br />

Extraña manera de entender el<br />

papel del violín en estas sonatas,<br />

cuya concepción todavía lo<br />

mantiene como acompañante,<br />

muchas veces en un plano<br />

secundario frente al piano, pero<br />

que apunta y requiere ya protagonismos<br />

compartidos en<br />

numerosos pasajes y temas, y,<br />

en cualquier caso, una implicación<br />

unitaria en los planteamientos<br />

esenciales.<br />

Bien, pues aquí ni lo uno ni<br />

lo otro. El violín renuncia a<br />

tomar el testigo, quedándose en<br />

una lectura de circunstancias en<br />

la que la pureza de líneas de la<br />

escritura mozartiana tiñe ense-<br />

89


90<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

MOZART-DE PABLO<br />

Sigiswald Kuijken<br />

GALANTE Y EXQUISITO<br />

MOZART:<br />

Casaciones en sol<br />

mayor K. 63 y en si<br />

mayor K. 99. Divertimento en<br />

re mayor K. 205. LA PETITE BANDE.<br />

Director: SIGISWALD KUIJKEN.<br />

ACCENT ACC 24187 (Diverdi). 2006.<br />

74’. SACD. N PN<br />

Un bocado del Mozart galante,<br />

del aparentemente intrascendente<br />

pero tan deliciosamente<br />

exquisito que es capaz<br />

de conjugar una locuacidad<br />

inagotable con el mayor refinamiento.<br />

El Mozart donde los<br />

pentagramas no encierran<br />

nada más de lo que salta a la<br />

vista, pero, ojo, nunca menos.<br />

El Mozart donde se está permanentemente<br />

en peligro de<br />

quedarse en una lectura rutinaria,<br />

dejando correr compases<br />

Maurizio Pollini<br />

que sean sólo “bonitos”, en su<br />

sentido más intrascendente.<br />

Kuijken no cae en la trampa.<br />

Evidencia conocer el<br />

material y el aspecto en el que<br />

radica su mayor interés: la<br />

sutil diferencia que separa lo<br />

delicado de lo quebradizo, lo<br />

etéreo de lo imperceptible, lo<br />

elegante de lo amanerado, y,<br />

sobre todo, lo sencillo de lo<br />

simple.<br />

El rendimiento de la Petite<br />

Bande (2 violines primeros, 2<br />

segundos, 2 violas, contrabajo,<br />

oboes y trompas a 2, fagot y<br />

clave) es el equilibrio, el ideal<br />

inmaterial que soñaríamos<br />

para estas páginas. Pone en<br />

juego un sonido diáfano, cristalino,<br />

que, salpimentado sutilmente<br />

con una articulación<br />

grácil, fluye sobre tempi idó-<br />

MOZART POR DERECHO<br />

MOZART:<br />

Conciertos para piano<br />

nº 12 K 414 y nº 24 K<br />

491. FILARMÓNICA DE VIENA.<br />

MAURIZIO POLLINI, piano y director.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 477<br />

7167.(Universal) 2007. 55’. DDD. N PN<br />

La música de Mozart es esa<br />

carne de pájaro de la que<br />

hablaba Sopeña. No es fácil<br />

encontrar siempre el norte, el<br />

tono, el acento adecuado a la<br />

hora de acercarse a su música,<br />

de servirla, de tratar de revelar<br />

sus secretos. Caben, naturalmente,<br />

como en todo arte,<br />

muchas interpretaciones. Son<br />

distintas las caras. Lo que no<br />

admite el salzburgués es el<br />

dengue, la ñoñería, el perfil<br />

recortado, la blandura o el linfatismo<br />

de un fraseo almibarado<br />

o excesivamente educado y<br />

poco transgresor. Hay en el<br />

fondo de los pentagramas del<br />

compositor, en sus pliegues,<br />

un mundo en ocasiones caótico,<br />

de un dramatismo no por<br />

escondido menos cierto. Y lo<br />

ha sabido ver bien Harnoncourt<br />

en algunos de sus escritos<br />

(recientemente se ha publicado<br />

entre nosotros uno de<br />

ellos); más incluso que en sus<br />

recreaciones.<br />

Pollini es un pianista serio,<br />

severo, austero, incluso adusto.<br />

Va siempre por derecho. En sus<br />

modos y maneras no está el<br />

alquitaramiento del sonido, la<br />

descomposición del fraseo, la<br />

finura del acento, el toque de<br />

un clasicismo elegante y puede<br />

que decorativo. Pero su juego<br />

crea usualmente tensiones de<br />

fondo, traza líneas, vectores rectilíneos<br />

que fundamentan una<br />

solidez de construcción y una<br />

lógica de exposición que las<br />

notas mozartianas agradecen,<br />

limpias de polvo y paja, de gangas<br />

preciosistas. No hay en este<br />

estilo esa alegría de vivir, el<br />

impulso bien definido y vitalista<br />

de un histórico como Casadesus;<br />

pero sí un intento de ofrecer<br />

un Mozart viril, masculino,<br />

que muy sabiamente se sitúa a<br />

medio camino entre lo apolíneo<br />

y lo dionisiaco. Una combinación<br />

que no siempre funciona.<br />

Aquí encontramos una<br />

perfecta simbiosis de ambas<br />

posturas. El sonido, musculado,<br />

prerromántico; el fraseo,<br />

definido, lógico; los acentos,<br />

en su sitio, sin que el discurso<br />

sufra la más mínima distorsión.<br />

No se pierde el pianista tampoco<br />

en disquisiciones, en intentos<br />

de alcanzar una poesía evidente<br />

y que él consigue sin<br />

esfuerzo al elegir el camino de<br />

la máxima sencillez. No hay<br />

excesivos claroscuros, es cierto,<br />

pero lo diáfano de la exposición<br />

marca el equilibrio y nos<br />

neos. Vivaces y chispeantes,<br />

los allegros encuentran su<br />

contrapartida en andantes<br />

reposados, y en adagios capaces<br />

de detener el tiempo. La<br />

cuerda exhibe un timbre bellísimo,<br />

con una asombrosa<br />

gama de sutilezas de color en<br />

el roce de las crines y en la<br />

pulquérrima dosificación del<br />

vibrato. El sustento armónico<br />

pone al borde de lo insondable.<br />

Todo discurre con fluidez,<br />

con aceptable finura, con<br />

sobria elegancia. De este<br />

modo, el Concierto nº 12 nos<br />

llega con una presencia en la<br />

que queda lejos cualquier asomo<br />

de amabilidad. Todo es<br />

reconfortante vivacidad. Y se<br />

establece desde el principio un<br />

diálogo de lo más natural y<br />

constructivo entre el teclado y<br />

la Filarmónica de Viena, que<br />

suena magníficamente y se<br />

pliega a los firmes dictados del<br />

propio solista, que no es la primera<br />

vez que se pone al frente<br />

de un agrupación sinfónica<br />

para estos menesteres. Hace<br />

un par de años, por ejemplo,<br />

lo hizo en La Coruña con la<br />

Orquesta de Galicia. Y décadas<br />

atrás se había instalado en el<br />

foso de Pésaro para La donna<br />

del lago de Rossini. Una aventura<br />

operística que no tuvo<br />

continuidad.<br />

sobre un único contrabajo, sin<br />

violonchelos, confiere una<br />

sonoridad camerística de<br />

peculiar transparencia y<br />

redondez. Los vientos, precisos<br />

y afinados, encuentran su<br />

lugar adecuado, sin eclipsar<br />

pero justificando con luminosidad<br />

su presencia. El fraseo<br />

cuida cada mínimo detalle,<br />

cada final de frase, cada célula<br />

de repetición, cada nota tenida<br />

para que su mínimo engrosamiento<br />

le haga cobrar vida y<br />

razón de ser.<br />

La sensacional toma sonora,<br />

permitiendo que todo resulte<br />

fluido y natural, termina de<br />

redondear un disco que es —si<br />

me permiten el recurso al tópico—<br />

pura belleza.<br />

Juan García-Rico<br />

Donde sí hay esa continuidad<br />

en virtud de un desarrollo<br />

de acontecimientos de aparente<br />

espontaneidad, es en la interpretación<br />

del Concierto nº 24,<br />

uno de los más dramáticos de<br />

la serie. El primer tema surge<br />

en la orquesta, desde los siniestros<br />

bajos, y crece hasta el rompedor<br />

tutti. Una breve secuencia<br />

que está muy bien realizada.<br />

Todo canta y mana con donosura<br />

y transparencia en esa larga<br />

introducción sinfónica. La<br />

entrada del piano, con una muy<br />

lírica nueva idea, está hecha<br />

con una exquisitez nada remilgada;<br />

con un tinte y una apariencia<br />

de seriedad y circunspección.<br />

El teclado revolotea<br />

arriba y abajo sin perder comba<br />

ni tensión. Mesura, aprovechamiento<br />

de los silencios en el<br />

Larghetto, uno de esos mágicos<br />

instantes mozartianos. Despliegue<br />

de efectos de buena ley en<br />

el juego de variaciones del Allegretto,<br />

de las que a veces saltan<br />

chispas y que corroboran la<br />

buena letra y el alto espíritu de<br />

una interpretación que se coloca<br />

como una de las referencias<br />

de hoy; tan válida como las<br />

ofrecidas tan inteligentemente,<br />

con luces tan medidas y finuras<br />

tan concentradas, por el viejo<br />

Brendel.<br />

Arturo Reverter


guida el papel reactivo que delata<br />

la falta de compromiso.<br />

La mera corrección técnica al<br />

servicio de una literalidad yerma<br />

no permite a las obras levantar el<br />

vuelo. El piano, algo más indagador<br />

en su papel, consigue proponer<br />

en algunos pasajes una<br />

cierta escapatoria que no es<br />

seguida en absoluto por su compañera.<br />

La falta de expresividad<br />

del violín, con un cantabile anodino<br />

y sin relieve, introduce permanentemente<br />

a las líneas melódicas<br />

en un callejón sin salida.<br />

Ajenos a la importancia del detalle<br />

y del refinamiento, se quedan<br />

en la superficie del trazo grueso.<br />

En esas circunstancias, tener<br />

que llegar al quinto de los discos<br />

es una aburridísima experiencia<br />

que no les recomiendo.<br />

Juan García-Rico<br />

MOZART-SIMROCK:<br />

Las bodas de Fígaro, arreglo<br />

para cuarteto de cuerda.<br />

CUARTETO MARCOLINI.<br />

AVIE 8553046 (Harmonia Mundi). 2007.<br />

64’. DDD. N PN<br />

Se aducen<br />

razones económicas<br />

para<br />

el uso común<br />

en los años<br />

en que vivió<br />

Wolfgang<br />

Amadeus Mozart de arreglos de<br />

determinadas obras de especial<br />

éxito —y aludimos especialmente<br />

al campo de la ópera—<br />

hechos tanto para el teclado<br />

como para la formación del cuarteto.<br />

Y es que, a lo que parece,<br />

tampoco en aquella época las<br />

representaciones de ópera eran<br />

asequibles para el bolsillo del<br />

gran público. Sin embargo, nos<br />

ganaban de lejos en formación<br />

musical, y la práctica de la música<br />

en el hogar no era tan excepcional<br />

como hoy lo es.<br />

En el caso del arreglo que<br />

para este registro ha utilizado el<br />

Cuarteto Marcolini, se nos dice<br />

que procede de Nikolaus Simrock<br />

acabando el siglo XVIII, y ha sido<br />

custodiado por los monjes benedictinos<br />

del monasterio de Melk.<br />

De manera muy lúdica y lúcidamente<br />

escrita para la formación<br />

de cámara, se recorren los números<br />

de la obra original hasta un<br />

total de veinte, con fragmentos de<br />

los cuatro actos. El resultado no<br />

desfigura para nada el original:<br />

todo es reconocible y está muy<br />

bien tocado, así que si el lector<br />

tiene la curiosidad para hacerse<br />

con un amplio reflejo de la obra<br />

de Mozart en una nueva acepción,<br />

la ocasión es ideal.<br />

José Antonio García y García<br />

NIN-CULMELL:<br />

Tonadas. PEDRO PIQUERO, piano.<br />

VERSO VRS 2060 (Diverdi). 2007. 65’.<br />

DDD. N PN<br />

Lo bueno si<br />

breve… Tal<br />

es la regla por<br />

la que parece<br />

regirse el<br />

conjunto de<br />

cuatro volúmenes<br />

de Tonadas, de Joaquín<br />

Nin-Culmell, reunidos en este<br />

compacto de Verso. En total, cuarenta<br />

y ocho piezas para piano,<br />

algunas de las cuales tan breves<br />

que apenas si son un esbozo, un<br />

trazo, una insinuación, un suspiro…<br />

Pero si con ello se ha conseguido<br />

el efecto pretendido, ¿para<br />

qué estropearlo con ningún añadido?<br />

El piano de Pedro Piquero,<br />

un sólido joven valor de la cantera<br />

española (Sevilla, 1976), va<br />

recorriendo las tierras de nuestro<br />

país saltando de una provincia a<br />

otra con un sonido basado en<br />

una triple S: saber, sensibilidad,<br />

sobriedad. De las tres inclinaciones<br />

que se observan en la música<br />

de Nin-Culmell —neoclasicismo,<br />

impresionismo francés y recreación<br />

del folclore popular español—,<br />

la última es la que centra<br />

plenamente el presente CD. Jotas,<br />

muñeiras, seguidillas, folías, zorcicos…<br />

Canciones, coplas, cantos…<br />

País Vasco, Castilla, León,<br />

Baleares, Asturias, Galicia, País<br />

Valenciano, Extremadura, Cataluña,<br />

Murcia, Canarias… Todo el<br />

mapa hispano del que se fue<br />

empapando poco a poco el compositor<br />

de ascendientes franceses,<br />

daneses, cubanos y catalanes,<br />

nacido en Berlín, ciudadano universal<br />

y de expresión francesa,<br />

inglesa y española. Y en español,<br />

precisamente, manifestó con más<br />

elocuencia gran parte de su música.<br />

Como prueban fehacientemente<br />

estas Tonadas, fruto sublimado<br />

de los viajes del autor por<br />

España, culminados en aquel<br />

recorrido de 1924 en trenes de<br />

tercera clase y madurados después<br />

a raíz de su amistad con el<br />

maestro Manuel de Falla.<br />

José Guerrero Martín<br />

NONO:<br />

Quando stanno morendo<br />

(Diario polacco nº 2). A Pierre,<br />

dell’azurro, silenzio, inquietud.<br />

Post-Prae-ludium per Donau.<br />

ROBERTO FABBRICIANI, flauta; INGRID<br />

ADE, MONIKA BRUSTMANN, SUSANNE<br />

OTTO, voces; GIANCARLO SCHIAFFINI,<br />

tuba; CHRISTINE THEUS, violonchelo.<br />

ESTUDIO EXPERIMENTAL DE LA HEINRICH<br />

STROBEL STIFTUNG. Realización<br />

electrónica: LUIGI NONO.<br />

STRADIVARIUS STR 57007 HAL<br />

(Diverdi). 1985. 57’. DDD. R PN<br />

De 1982<br />

data Quando<br />

s t a n n o<br />

morendo, la<br />

más extensa<br />

y desarrollada<br />

de las tres<br />

piezas que integran este CD de<br />

Stradivarius, la dedica Luigi<br />

Nono a los resistentes polacos<br />

en los difíciles días vividos allí a<br />

inicios de la década de los 80.<br />

Nono escoge para su obra textos<br />

de Milosz, Ady, Blok y<br />

Khlebnikov, con el denominador<br />

común de “la angustia apocalíptica<br />

en la que viven estos<br />

poetas”. “Su época”, nos dice<br />

Nono, “es de advenimiento. Su<br />

lenguaje: el lamento, el salmo, la<br />

profecía. En el símbolo apocalíptico,<br />

el instante de la catástrofe<br />

es indisociable del de la<br />

redención”.<br />

La grabación que nos sirve<br />

aquí Stradivarius, la de 1985, en<br />

Roma, es la misma que ya figurara<br />

en el disco que Ricordi publicó<br />

en 1991, junto a dos breves<br />

piezas (A Pierre y Post-praeludium).<br />

En lugar de editar versiones<br />

más modernas y, sobre<br />

todo, con una mejorada toma de<br />

sonido, el sello italiano se complace<br />

en hacer una reedición del<br />

viejo disco. Se preferirá, entonces,<br />

la lectura que de esta monumental<br />

obra llevaran a cabo los<br />

Neue Vocalsolisten de Stuttgart<br />

para Col Legno en 2004. Aunque<br />

el elenco vocal e instrumental de<br />

la grabación de Stradivarius está<br />

ocupado por nombres ilustres<br />

(Fabbriciani a la flauta, el mismo<br />

Nono en la dirección de la realización<br />

electrónica), el resultado<br />

sonoro es pobre, precisamente, a<br />

causa del ineficaz trabajo del<br />

ingeniero de sonido. Siendo<br />

Quando stanno morendo una de<br />

las más extraordinarias obras de<br />

este último ciclo, nunca cobra<br />

vuelo en esta grabación, en la<br />

que las voces nos llegan saturadas<br />

y donde no existe el sentido<br />

de la espacialidad. Queda, pues,<br />

en la memoria, la grabación de<br />

Col Legno, en la que salen triunfantes<br />

las secciones en las que<br />

surge de forma atronadora el<br />

material por medio del Live Electronic.<br />

Esa misma pobreza de<br />

sonido afecta igualmente a las<br />

dos piezas satélites de Prometeo<br />

y que completan este decepcionante<br />

registro: A Pierre, en referencia<br />

a Boulez en su 60 cumpleaños,<br />

y Post-Prae-ludium per<br />

Donau, para tuba y electrónica,<br />

y mucho más abstracta y concisa.<br />

Lástima, una vez más, que la<br />

pésima grabación no permita<br />

captar en toda su intensidad el<br />

tono turbio, desasosegante que<br />

hay en ella.<br />

Francisco Ramos<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

MOZART-DE PABLO<br />

DE PABLO:<br />

Conciertos para piano y<br />

orquesta. MASSIMILIANO DAMERINI,<br />

piano. ORQUESTA FILARMÓNICA DE<br />

MÁLAGA. Director: JOSÉ RAMÓN<br />

ENCINAR.<br />

AUTOR SA01436. 2007. 62’. DDD. N PN<br />

Fiel a su cita<br />

inicial, y<br />

como complemento<br />

al<br />

ciclo de conciertosdesarrollado<br />

el<br />

pasado mes de enero en torno a<br />

su obra, el 14º Ciclo de Música<br />

Contemporánea de Málaga nos<br />

brinda la oportunidad de aproximarnos<br />

a la producción concertante<br />

de Luis de Pablo, una faceta<br />

cultivada con regularidad por<br />

el compositor y con muestras tan<br />

relevantes en los últimos años<br />

como Fantasías (2001), Frondoso<br />

misterio (2002) o las recientemente<br />

estrenadas Danzas secretas<br />

(2007), con el protagonismo<br />

solista de guitarra, violonchelo y<br />

arpa, respectivamente.<br />

Es, por el contrario, el piano<br />

el instrumento elegido en las tres<br />

piezas incluidas en el registro: los<br />

dos primeros conciertos, fechados<br />

entre 1978 y 1981, se comportan<br />

como haz y envés de un<br />

mismo proyecto —de trazo único<br />

y orquestación plena en el primer<br />

caso, en cinco secciones contrastantes<br />

y tutti reducido a orquesta<br />

de cuerda y dos marimbas el<br />

segundo— y brindan momentos<br />

tan redondos como el contundente<br />

Final del Concierto nº 1 y,<br />

ya en el Concierto nº 2 “Per a<br />

Mompou”, el breve y excitante<br />

Presto, la bella cantilena del<br />

Andante —donde hallamos el<br />

mismo “refugio pacífico, belleza y<br />

desnuda, pudorosa poesía” que<br />

De Pablo aprecia en el creador<br />

barcelonés a quien se dedica— o<br />

el tan depabliano <strong>Scherzo</strong>; por su<br />

parte, Sueños (Concierto para<br />

piano y orquesta nº 3) (1991) nos<br />

parece, sin lugar a dudas, obra<br />

consumada, de arrebatadora<br />

maestría orquestal e inagotable<br />

variedad de climas sonoros suscitados<br />

por la sugerencia inspiradora<br />

de diversos referentes de la<br />

literatura áurea española, tan<br />

apreciada por el bilbaíno.<br />

Aunque sólo fuera por el<br />

interés del repertorio, ya habría<br />

que juzgar este disco como enteramente<br />

recomendable; si a ello<br />

le sumamos la profundidad de la<br />

toma de sonido, el buen hacer de<br />

la Orquesta Filarmónica de Málaga<br />

y la espléndida prestación de<br />

los beneméritos Damerini y Encinar<br />

(responsables, por cierto del<br />

estreno del tercer concierto de la<br />

serie)… intelligenti pauca.<br />

Germán Gan Quesada<br />

91


92<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

PIAZZOLLA-ROUSSEL<br />

PIAZZOLLA:<br />

Adiós Nonino. CONJUNTO ASTORIA.<br />

FUGA LIBERA FUG 606 (Diverdi). 2007.<br />

52’. DDD. N PN<br />

La fortuna<br />

canónica de<br />

Astor Piazzolla<br />

ha llegado<br />

al Conservatorio<br />

Real de<br />

Bruselas donde<br />

el Conjunto Astoria luce su<br />

excelencia instrumental, dotada<br />

de arcos, piano, acordeón/acordina<br />

y percusión. Si bien<br />

falta el bandoneón y sus parientes<br />

cercanos carecen de todo el<br />

sólido timbre suyo, la calidad de<br />

Christoph Delporte como solista<br />

—autor también de los oportunos<br />

arreglos— cumple con<br />

honor su cometido. El equilibrio<br />

entre el fuelle y la delicada sonoridad<br />

de la masa, y la propiedad<br />

estilística con que se leen las<br />

diversas partituras, aseguran la<br />

dignidad de esta entrega.<br />

La selección piazzolliana<br />

comprende algunos de sus títulos<br />

más afortunados y conocidos<br />

—Otoño porteño, Nuestro<br />

tiempo, Oblivion, Libertango,<br />

Primavera porteña, Adiós Nonino—<br />

junto a otros justamente<br />

incluidos y menos frecuentados<br />

en las abundantes revisiones del<br />

músico argentino: Michelangelo<br />

70, Tristeza de una Doble A,<br />

Escualo, Milonga sin palabras,<br />

Regreso al amor.<br />

Blas Matamoro<br />

RACHMANINOV:<br />

Preludios. Eldar Nebolsin, piano.<br />

NAXOS 8.570327 (Ferysa). 2007. 78’.<br />

DDD. N PE<br />

He aquí<br />

todo el caudal<br />

de música<br />

que incluyen<br />

los Preludios<br />

de<br />

Sergei Rachmaninov<br />

en manos de un intérprete<br />

agraciado si lo que se<br />

espera de él es que sepa condensar<br />

parquedad con nobleza<br />

irradiando calidez y brillantez<br />

(aunque algo atenuada y no<br />

ofensiva). Viene a ser un compendio<br />

de potencia expresiva<br />

con un tocar rudo pero profundo.<br />

Es una forma de definir las<br />

interpretaciones que el pianista<br />

de Tashkent firma de su compatriota,<br />

quien comprende a un<br />

Rachmaninov que brilla con<br />

sensatez y prudencia, y que se<br />

expresa sin prisa y con reflexión.<br />

Eldar Nebolsin (1974)<br />

alcanza un nivel realmente<br />

venerable en estas versiones,<br />

donde reina en todo momento<br />

Bertrand de Billy<br />

OTRA BOHÈME PARA EL XXI<br />

PUCCINI: La<br />

bohème. ANA NETREBKO<br />

(Mimì), ROLANDO<br />

VILLAZÓN (Rodolfo), BOAZ DANIEL<br />

(Marcello), NICOLE CABELL<br />

(Musetta), STÉPHANE DEGOUT<br />

(Schaunard), VITALI KOVALIOV<br />

(Colline). CORO Y ORQUESTADELA<br />

RADIO DE BAVIERA. CORO INFANTIL<br />

DE GÄRTNERPLATZ. Director:<br />

BERTRAND DE BILLY.<br />

2 CD DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />

477 6600 (Universal). 2007. 106’.<br />

DDD. N PN<br />

No podía faltar una Bohème al<br />

servicio de pareja tenor-soprano<br />

actualmente tan representativa<br />

y mediática, con papeles<br />

respectivamente muy adecuados<br />

a sus personajes en una<br />

obra que acaban también de<br />

filmar bajo la dirección de<br />

Robert Dornhelm. Netrebko,<br />

musicalísima, hace un uso mórbido<br />

de la melodía, con un<br />

canto tan suntuoso sin que se<br />

diluya el contenido dramático,<br />

una voz que, cálida y homogénea,<br />

corre sin fisuras por toda<br />

su tesitura de soprano eminentemente<br />

lírica, logra una Mimì<br />

de primera. Sensible, dulce y<br />

de una latente sensualidad,<br />

perfectamente acorde en su<br />

pasiva feminidad con el arte<br />

desbordado de su compañero<br />

tenoril. Villazón (del que ya se<br />

contaba con un previo Rodolfo<br />

en imágenes: Bregenz, 2002),<br />

todo corazón y apasionamiento,<br />

de tan ardoroso fraseo<br />

como para pasarle por alto<br />

algún que otro sonido forzado<br />

un ejercicio de sobriedad asombroso.<br />

Así, los tempi y el sonido<br />

propuesto son fruto de la introspección,<br />

que como hemos<br />

apuntado surgen de una extraña<br />

mezcolanza entre la ponderación<br />

y la necesidad vehemente<br />

impuesta por la música. El pianista<br />

equilibra admirablemente<br />

todos los aspectos concernientes<br />

a la interpretación y funde<br />

gravedad con nervio uniendo<br />

tersura con fluidez; sus Preludios,<br />

algunos aunque fogosos y<br />

explosivos (tal y como dicta la<br />

partitura), desprenden perennidad<br />

y ternura, en lo que es un<br />

ejercicio de poética sin concesiones<br />

a lo pretencioso o superficial.<br />

Nebolsin demuestra salud<br />

interpretativa ofreciendo cordura<br />

y claridad de ideas. Muy<br />

recomendable.<br />

Emili Blasco<br />

o pasajes melódicos alterados<br />

para que la generosidad del<br />

mensaje resulte más evidente.<br />

Rodolfo de una rabiosa y atractiva<br />

juventud, variado en la<br />

matización y que no puede evitar<br />

en muchos momentos<br />

recordarnos a su modelo<br />

Domingo (escúchese, de ejemplo,<br />

entre tantas, la frase “Si<br />

sente meglio?”). Tenor y soprano<br />

se complementan con una<br />

rara y fascinante compenetración,<br />

tanto en la sensualidad<br />

destilada en su primer encuentro<br />

del acto I (dúo final ya grabado<br />

en 2006 con Armiliato y<br />

Luisotti) como en el dramatismo<br />

del tercero y el cuarto. El<br />

colorido juvenil de la pareja se<br />

extiende al resto de los bohemios,<br />

sobre todo en el caso del<br />

Marcello de Daniel, barítono<br />

bien centrado en su cuerda<br />

pero de indudables colores líricos,<br />

de una claridad tímbrica a<br />

veces cercana a la de un tenor,<br />

que no deja del papel frase sin<br />

aprovechar. Asimismo, Degout<br />

trabaja muy bien su Schaunard<br />

hasta el punto de no empequeñecerse<br />

en medio de sus compañeros<br />

más beneficiados de<br />

contenido. La Musetta de<br />

Cabell, vocalmente muy contrastada<br />

con Mimì, suma a un<br />

canto impecable unas intenciones<br />

sabrosas, a partir de un<br />

Quando m’en vò modélico,<br />

bien equilibrado entre música y<br />

expresión. Su cambio de actitud<br />

en el acto IV con el resto<br />

de la obra es un dato a considerar<br />

a su favor. Kovaliov, con<br />

RACHMANINOV:<br />

Sinfonía nº 1 en re menor op.<br />

13. Vocalise op. 34, nº 14 (arr.<br />

V. Kin). SINFÓNICA DE LA URSS.<br />

Director: EVGENI SVETLANOV.<br />

MELODIYA MELCD 1000141 (Diverdi).<br />

1966, 1973. 58’. ADD. R PM<br />

Sinfonía nº 2 en mi menor op.<br />

27. La roca op. 7. SINFÓNICA DE LA<br />

URSS. Director: EVGENI SVETLANOV.<br />

MELODIYA MELCD 1000142 (Diverdi).<br />

1968, 1973. 69’. ADD. R PM<br />

A pesar de que las tomas sonoras<br />

matrices de estos discos, aún<br />

siendo muy aceptables, tengan<br />

una profundidad espacial corta y<br />

su compacto sonido de bajo<br />

aporta asimismo un hálito de<br />

jovialidad y buen hacer a un<br />

Colline por encima de la media,<br />

aprovechando como cabía imaginar<br />

su Vecchia zimarra, de<br />

sencilla pero sincera emotividad.<br />

Como ya es demasiado<br />

habitual, Tiziano Brazzi hace los<br />

dos papeles “bufos”, de los que<br />

extrae el jugo necesario sin caer<br />

en la caricatura o en el exceso.<br />

Un equipo tan bien estructurado<br />

no saldría adelante con todo<br />

su provecho si no estuviera sostenido<br />

por la lectura ágil, vivaz<br />

de Billy, que se hace más intensa<br />

y analítica en los momentos<br />

de mayor cantabilidad (las arias<br />

de soprano y tenor) o en las<br />

situaciones dramáticas, logrando<br />

así el deseado contraste de<br />

atmósferas. Presencia orquestal<br />

muy notoria y elocuente sin que<br />

el solista se vea mermado o<br />

minimizado, todo lo contrario,<br />

sin acudir a tempi extravagantes<br />

o letárgicos. Se trata, además,<br />

de una toma en vivo sin truco<br />

ni cartón.<br />

Fernando Fraga<br />

una plasmación tímbrica algo<br />

irreal en determinados momentos,<br />

ambos discos resultan plenamente<br />

recomendables.<br />

En el primero, Svetlanov<br />

otorga a la partitura de la Sinfonía<br />

nº 1, de un todavía juvenil<br />

Rachmaninov, la solvencia interpretativa<br />

que le negó Glazunov<br />

en su estreno, con las desastrosas<br />

consecuencias que sumieron<br />

al compositor en una crisis personal<br />

y creativa de varios años.<br />

Esa atención a las exigencias del<br />

papel es fundamental para querer<br />

encontrar un contenido cíclico<br />

e insistente entre las líneas de<br />

una escritura no carente de<br />

talento instrumental. El ímpetu<br />

de los dos primeros tiempos<br />

encuentra aquí el justo equilibrio<br />

en un Larghetto excelentemente<br />

trazado, notablemente<br />

más lento de lo habitual, acertando<br />

en su pausado reflejo


antes de afrontar con un romanticismo<br />

denodado la brillantez<br />

del movimiento que cierra la<br />

obra. De propina, un arreglo<br />

orquestal de Vocalise, cuya<br />

belleza lamentosa pide algo<br />

menos de literalidad para dejar<br />

volar su línea melódica.<br />

Mucha mayor profundización<br />

y unidad formal encontramos<br />

en la Segunda Sinfonía, a la<br />

que, en justa correspondencia, la<br />

centuria soviética se entrega con<br />

una pasión bien conducida por<br />

la batuta. Así, el Allegro que inicia<br />

la obra, tras el clima expectante<br />

de la introducción, plantea<br />

una intensidad emocional que<br />

será la tónica que impregne toda<br />

la obra. A continuación, tras la<br />

agilidad de un <strong>Scherzo</strong> que<br />

cabalga sobre una buena respuesta<br />

orquestal, la pasión desbordante<br />

de la página lenta, uno<br />

de los movimientos más característicos<br />

del estilo de su autor,<br />

con toda la plantilla sinfónica<br />

dejándose llevar en un fraseo<br />

singularmente bello. Concluye la<br />

obra con la tensión rítmica que<br />

enlaza con los movimientos iniciales,<br />

cerrando el círculo que<br />

deja una lectura equilibrada,<br />

bien ejecutada técnicamente y<br />

plenamente creíble en su carga<br />

sentimental. Como complemento,<br />

una también muy buena versión<br />

del poema sinfónico La<br />

roca, fantasiosa e intensa.<br />

Juan García-Rico<br />

REGER:<br />

Quinteto con clarinete en la<br />

mayor. MOZART: Quinteto con<br />

clarinete en la mayor. WOLFGANG<br />

MEYER, clarinete. CUARTETO CARMINA.<br />

AVI 8553047 (Harmonia Mundi). 2006.<br />

63’. DDD. N PN<br />

C omparten<br />

la misma<br />

tonalidad, la<br />

mayor, y, a<br />

pesar del<br />

siglo bien largo<br />

que dista<br />

entre uno y otro, también algo<br />

más: por un lado, una construcción<br />

clásica en cuatro movimientos,<br />

el último de los cuales es un<br />

tema y variaciones, que deja vía<br />

libre a una expresión teñida de<br />

melancolía, a la vez que explota<br />

toda la calidez, humana y bien<br />

humana, del clarinete; por otro,<br />

una posición en el catálogo de<br />

sus creadores próxima a su cierre.<br />

Así son estos dos quintetos<br />

de Mozart y Reger, dos obras<br />

escritas al final de sus respectivas<br />

vidas, que pueden considerarse<br />

un resumen de toda su ciencia y<br />

talento. El que la obra de Reger<br />

pueda escucharse aquí en lugar<br />

del Quinteto de Brahms, no<br />

menos maravilloso, pero mucho<br />

más difundido, es un acierto.<br />

Sobre todo porque Reger es uno<br />

de esos maestros a los que no se<br />

valora como se debiera, despachándosele<br />

ufanamente con la<br />

etiqueta de “conservador”. Y lo<br />

era, si por ello se entiende respetar<br />

la tradición y escribir con<br />

rigor. Pero su fantasía a la hora<br />

de trabajar sus temas o el refinamiento<br />

de que hace gala en la<br />

instrumentación nos hablan de<br />

un creador con personalidad y<br />

cosas que decir. Wolfgang Meyer<br />

al clarinete y el Cuarteto Carmina<br />

realzan las evocadoras atmósferas<br />

sonoras de su Quinteto, gracias<br />

a una lectura matizada hasta<br />

el extremo y en todo momento<br />

bellísima. Como lo es también la<br />

que ofrecen de Mozart, un milagro,<br />

uno más, de los muchos del<br />

salzburgués, que aquí seduce<br />

por su inefable melancolía. Vale<br />

la pena.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

REICH:<br />

Sextet. Piano Phase. Eight Lines.<br />

THE LONDON STEVE REICH ENSEMBLE.<br />

Director: KEVIN GRIFFITHS.<br />

CPO 777 337-2 (Diverdi). 2006. 57’.<br />

DDD. N PN<br />

Cierta nostalgiaretrospectivapuede<br />

invadir al<br />

oyente al ver<br />

convertido a<br />

Steve Reich,<br />

nacido en 1936, en uno de los<br />

indiscutibles clásicos de la creación<br />

musical del siglo pasado,<br />

venerable figura, y junto a Terry<br />

Riley, la más interesante para<br />

quien firma estas líneas, de esa<br />

“provocación” minimalista surgida<br />

en los años sesenta que, en<br />

manos menos expertas y en sus<br />

rasgos más superficiales, invade<br />

la composición actual.<br />

Nada más ajeno a este perezoso<br />

acomodo que las tres piezas<br />

que constituyen este registro de<br />

CPO, muestra del Reich más<br />

depurado, el que se inicia con<br />

Piano Phase (1967), servida en<br />

su versión para dos pianos —<br />

impecables Vincent Corver y<br />

Keith Ford— y, en su transcurso<br />

continuo entre sincronía y décalage<br />

temporales, herencia de los<br />

experimentos de Nancarrow y<br />

precursor del pianismo de Ligeti;<br />

explorando el mismo concepto<br />

en Violin Phase (1967) o Phase<br />

Patterns (1970), el compositor<br />

manifiesta su apertura posterior a<br />

tímbricas más ásperas, como la<br />

mostrada en Eight Lines (1983), y<br />

a una estructuración formal y<br />

riqueza armónica dilatadas del<br />

Sextet, un año posterior y tan fér-<br />

til en la creación, desarrollo y<br />

desintegración orgánicos de<br />

patrones rítmicos como acertado<br />

en la distribución de tempi e imaginativo<br />

en el tratamiento de los<br />

instrumentos de percusión, singularmente<br />

de los metalófonos.<br />

Aunque existen interpretaciones<br />

alternativas de estas piezas<br />

—reunidas, por ejemplo, en<br />

el recopilatorio de Nonesuch<br />

(79451) que reúne la producción<br />

del compositor entre 1965<br />

y 1995—, la propuesta de The<br />

London Steve Reich Ensemble,<br />

creado expresamente en 2005<br />

en el seno de la Royal Academy<br />

of Music londinense al servicio<br />

de su música, convence por el<br />

adecuado realce de los procesos<br />

dinámicos, la fidelidad, imprescindible<br />

en este repertorio, de<br />

traducción de las líneas rítmicas<br />

y una espléndida toma de sonido<br />

que rescata resonancias y<br />

acentúa la amplia espacialidad<br />

de los registros.<br />

Germán Gan Quesada<br />

RILEY:<br />

Keyboard studies. Tread on the<br />

trail. FABRICCIO OTTAVIUCCI, piano.<br />

STRADIVARIUS STR 33793 (Diverdi).<br />

2006. 56’. DDD. N PN<br />

Después del<br />

fiasco que<br />

supuso recientemente<br />

The cusp of<br />

the magic, la<br />

obra de Terry<br />

Riley grabada por el Cuarteto<br />

Kronos para Nonesuch, parece<br />

como si el músico californiano<br />

sintiese el deseo de congraciarse<br />

con el aficionado y regala dos<br />

obras de los años sesenta, que<br />

son otras tantas piezas fundacionales<br />

de un estilo que se ha<br />

hecho ya clásico. Acompaña a las<br />

Keyboard studies un tema inédito,<br />

Tread on the trail, que sorprende<br />

por poseer una tímbrica diferente<br />

y aporta al programa propuesto<br />

por Fabriccio Ottaviucci un signo<br />

exótico. Los Keyboard studies ya<br />

los grabó con éxito Steffen<br />

Schleiermacher para el sello<br />

MDG no hace mucho tiempo y<br />

ahora nos llegan de nuevo de la<br />

mano de Stradivarius con una<br />

toma de sonido ideal, que refuerza<br />

el lado comunicativo, de inmediatez<br />

que posee en alto grado<br />

esta música, lo que no brillaba<br />

tanto en la versión alemana.<br />

Música esta que nace con<br />

vocación danzante, pensada<br />

para el disfrute de los sentidos y<br />

cuya repetitividad, que es<br />

común a todos los compositores<br />

del minimalismo de ese momento,<br />

se hace especialmente obsesiva<br />

en las Keyboard studies,<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

PIAZZOLLA-ROUSSEL<br />

con un Riley muy primario, ajeno<br />

al afán improvisatorio de<br />

años después. Es ahí, en la fijación<br />

de la secuencia obsesiva y<br />

en el estatismo de las notas,<br />

donde se alberga el atractivo de<br />

estas piezas, auténticas reliquias<br />

de un estilo inconfundible. Con<br />

el batir directamente sobre las<br />

cuerdas del piano en Tread on<br />

the trail, Fabriccio Ottaviucci<br />

logra un matiz distinto, mucho<br />

más rico. Por momentos, parece<br />

como si el piano se desdoblase<br />

en varios instrumentos. El efecto<br />

hipnótico es total: se ha pasado<br />

de la homofonía orientalizante<br />

de los Studies a una estructura<br />

que bebe ahora en las formas<br />

del folklore norteamericano.<br />

Francisco Ramos<br />

ROUSSEL:<br />

Sinfonía nº 3 op. 42. Le festin<br />

de l’araignée op. 17, ballet<br />

completo. ORQUESTA DE PARÍS.<br />

Director: CHRISTOPH ESCHENBACH.<br />

ONDINE ODE 1107-2 (Diverdi). 2005.<br />

60’. DDD. N PN<br />

Sinfonía nº 2. Pour une fête de<br />

printemps. Suite en fa. ROYAL<br />

SCOTTISH NATIONAL ORCHESTRA.<br />

Director: STÉPHANE DENÈVE.<br />

NAXOS 8.570529 (Ferysa). 2006-2007.<br />

69’. DDD. N PE<br />

No es habitual en disco una<br />

secuencia completa del ballet Le<br />

festin de l’araignée, de Roussel.<br />

Suelen preferirse las suites. En<br />

este caso, al nervio dramático de<br />

Eschenbach con la Orquesta de<br />

París, que es lo más importante<br />

de lectura y registro, hay que<br />

añadirle un detalle muy de agradecer:<br />

la indexación; en efecto, a<br />

través de 22 pistas breves en<br />

secuencia continua podemos<br />

seguir la peripecia del ballet,<br />

que se nos da en detalle de<br />

acuerdo con las indicaciones de<br />

la partitura, desde el Preludio y<br />

la primera acción en el jardín<br />

(“Sentada en su red, una araña<br />

vigila los alrededores”) hasta el<br />

cortejo funerario de la mosca, y<br />

la noche que “cae sobre el jardín<br />

desierto”. Al ballet lo proceden<br />

los cuatro soberbios movimientos<br />

de la sinfonía más importante<br />

de Roussel, la Tercera, en sol<br />

menor. Eschenbach realiza no<br />

tanto una disección como, por el<br />

contrario, una visión de conjunto<br />

en la que cada parte o movimiento<br />

reclama su matiz, su apoyo,<br />

su poco de sentido del senti-<br />

93


94<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

ROUSSEL-SCHUBERT<br />

do de los otros. Esto es, una lectura<br />

de sinfonía tradicional con<br />

escasas concesiones a la modernidad,<br />

como después de todo<br />

permite esta obra maestra de<br />

Roussel. El impresionismo se<br />

cuela en la sinfonía, sin embargo,<br />

pero donde se enseñorea es<br />

en el ballet, y aquí los equilibrios<br />

son por contraste, no por contigüidad<br />

o por simpatía. Un excelente<br />

disco de un compositor no<br />

siempre bien valorado fuera de<br />

sus fronteras hexagonales.<br />

De bastante interés, aunque<br />

acaso no tanto como el de la<br />

Tercera, la Segunda Sinfonía de<br />

Roussel (1921) aparece bastante<br />

bien servida en la lectura para<br />

Naxos de Stéphane Denève y la<br />

Royal Scottish. Es una sinfonía<br />

más larga, con predominio no<br />

sólo temporal, sino sobre todo<br />

en cuanto a bellezas y calidades,<br />

de los tempi lentos. En cualquier<br />

caso, esos tres movimientos<br />

amplios los desgrana Denève<br />

con arte y con rigor, a menudo<br />

en susurro, con concretas cúspides<br />

de tensión y equilibrio.<br />

Completan el disco dos páginas<br />

de interés, aunque prescindibles,<br />

la contemporánea Para<br />

una fiesta de primavera y la Suite<br />

en fa, cinco años posterior.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

Evgeni Sudbin<br />

RÖNTGEN: Del<br />

Fausto de Goethe.<br />

MACHTELD BAUMANS,<br />

soprano; MARCEL BEEKMAN, tenor;<br />

ANDRÉ MORSCH, barítono; ANDRÉ<br />

POST, tenor; MARK RICHARDSON,<br />

barítono; DENNIS WILGENHOF, bajo.<br />

CORO DE LA NATIONALE REISOPERA<br />

ENSCHEDE. SINFÓNICA DE HOLANDA.<br />

Director: DAVID PORCELIJN.<br />

CPO 777 311-2 (Diverdi). 2007. 61’.<br />

DDD N PN<br />

Unas escenas sobre el Fausto<br />

de Goethe, pero sin Fausto.<br />

Eso es esta maravillosa cantata<br />

de Julius Röntgen (1855-1932),<br />

el compositor holandés que se<br />

ha convertido en el gran descubrimiento<br />

discográfico del<br />

último año. De formación y<br />

origen germánicos, no es<br />

extraño que esa obra maestra<br />

de la literatura alemana lo<br />

sedujera, como sedujo antes<br />

que a él a otros muchos<br />

románticos, como Berlioz o<br />

Schumann por citar sólo a dos<br />

que también abordaron musicalmente<br />

el tema. Röntgen lo<br />

hizo al final de su vida, y de<br />

una manera que puede parecer<br />

poco ambiciosa. Es el<br />

suyo un Fausto a pequeña<br />

escala, que extrae del drama<br />

algunos fragmentos ineludibles,<br />

como la Canción de la<br />

pulga, Balada del rey de Thule,<br />

la Noche de Walpurgis o el<br />

Chorus mysticus, y que evita<br />

cualquier pretensión operística<br />

o teatral. Son fragmentos<br />

SCARLATTI POLIÉDRICO<br />

SCARLATTI:<br />

Sonatas para piano.<br />

EVGENI SUDBIN, piano.<br />

BIS CD-1508 (Diverdi). 2004. 76’.<br />

DDD. N PN<br />

En este disco, Evgeni Sudbin<br />

(1980) muestra tantas caras<br />

como caracteres tiene la música<br />

que interpreta. Su Scarlatti<br />

tiene consecuencia y transmite<br />

múltiples valores, algunos de<br />

ellos de nada fácil consecución.<br />

El joven músico rebosa<br />

paciencia y se deleita con el<br />

trabajo; sus frutos son un sonido<br />

elaborado desde la reflexión<br />

y un discurso atrevido<br />

que se traduce en postales<br />

frescas que derraman sentido<br />

David Porcelijn<br />

FAUSTO SIN FAUSTO<br />

y múltiples impresiones. Su<br />

tocar es vivo y lleno de destreza;<br />

sumamente pulido hasta<br />

el más mínimo detalle ofrece<br />

toda clase de ornamentos finamente<br />

articulados. Sudbin<br />

sabe soñar con estas dieciocho<br />

sonatas de Scarlatti, a<br />

menudo su fraseo busca la<br />

interiorización conseguida a<br />

través de minuciosos matices<br />

que en sus manos se antojan<br />

naturales. El artista comprende<br />

que los orígenes buscados<br />

dentro del folclore español<br />

para escribir las sonatas tienen<br />

al ritmo como principal aliado;<br />

su ejecución deriva de un<br />

sentido rítmico penetrante y<br />

de una auto exigencia en este<br />

podría decirse que tratados<br />

con humildad, como si Röntgen<br />

sólo quisiera dejar constancia<br />

de su admiración por<br />

Goethe, pero sin querer<br />

ponerse a su altura olímpica.<br />

Aun así, ¡menuda música! Es<br />

serena, hermosa, lírica, sincera<br />

por decirlo en una sola<br />

palabra. Si en el Preludio en el<br />

Cielo la sonoridad es mágica y<br />

etérea, en el resto de movimientos<br />

el maestro consigue<br />

crear una atmósfera arcaizante<br />

citando viejas melodías alemanas<br />

y corales religiosos, alguno<br />

incluso de tintes bachianos,<br />

sabiamente mezclados<br />

con elementos folclóricos a la<br />

manera del Mahler del Wunderhorn<br />

y otros del Berlioz<br />

más demoníaco. Las intervenciones<br />

de Gretchen destilan<br />

emoción en cada una de sus<br />

notas, y las de Mefistófeles<br />

escapan del estereotipo de<br />

diablo de opereta para ganar<br />

en ironía enraizada en lo<br />

popular. Eso sí, nada de Fausto,<br />

un protagonista que desaparece<br />

de la partitura.<br />

Röntgen acabó su cantata<br />

en 1931, pero su estreno tuvo<br />

que retrasarse hasta el 21 de<br />

junio de 2007, a cargo del<br />

mismo director responsable<br />

de este registro, David Porcelijn.<br />

El mundo musical se<br />

transformaba demasiado<br />

deprisa en aquellas primeras<br />

décadas de la primera centuria,<br />

y sin duda la partitura del<br />

sentido bien conducida. La<br />

humanidad de estas interpretaciones<br />

es algo que sorprende,<br />

ya que cada una de estas<br />

sonatas bajo la óptica de Sudbin<br />

destila sensibilidad traducida<br />

en piedad, pasión, dolor<br />

o alegría; diferentes estados<br />

longevo maestro debió parecer<br />

entonces de un hiperconservadurismo<br />

atroz. También<br />

ahora, pero es lo que ya<br />

hemos dicho con motivo de<br />

otras grabaciones de obras de<br />

Röntgen: ante una música de<br />

tal belleza y sinceridad, que<br />

sea moderna o tradicional,<br />

avanzada o epigonal, es lo de<br />

menos. Lo trascendental es<br />

que expresa, que llega al<br />

oyente. No pretende transformar<br />

su vida ni cambiar el<br />

mundo; no hace tampoco<br />

bandera de su conservadurismo.<br />

Simplemente, quiere<br />

emocionar, y lo logra con creces.<br />

Porcelijn se recrea en<br />

estos pentagramas, el coro<br />

brilla y los solistas cumplen a<br />

entera satisfacción. Nada más<br />

se puede pedir, como no sea<br />

que llegue pronto una nueva<br />

joya ignota de este maestro,<br />

humilde, pero músico de la<br />

cabeza a los pies. Aún queda<br />

mucho por descubrir.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

anímicos que el intérprete<br />

plasma con convicción otra<br />

vez natural. El virtuosismo<br />

incluido en las partituras no<br />

representa problema para<br />

Sudbin, su calidez es incesante<br />

y sus cualidades se mantienen<br />

a lo largo de todo el disco.<br />

No es fácil escuchar a<br />

Scarlatti teniendo por ejemplo<br />

el recuerdo de las interpretaciones<br />

de Horowitz, pero Sudbin,<br />

con humildad y maestría,<br />

se acerca a las dimensiones<br />

encontradas por el mítico pianista<br />

también ruso. A tener<br />

muy en cuenta esto, y todo lo<br />

que venga de él.<br />

Emili Blasco


SCHUBERT:<br />

Música para piano a cuatro<br />

manos. CHRISTIAN IVALDI, NOËL LEE,<br />

piano.<br />

4 CD ARION 468781 (Harmonia Mundi).<br />

271’. 1977-1978. ADD. R PM<br />

De la discográfica<br />

Arion<br />

llega en forma<br />

de reedición<br />

la integral<br />

de la<br />

obra para piano<br />

a cuatro manos de Schubert,<br />

protagonizada en su día por Ivaldi<br />

y Lee. Son unas versiones afectuosas<br />

con la música, muy correctas,<br />

pero que dejan demasiadas puertas<br />

cerradas a la imaginación, a la<br />

fantasía y a la dimensión del misterio.<br />

Primero insistiremos en la<br />

corrección que en ellas impera,<br />

pues es de justicia enumerarlo;<br />

ambos pianistas tocan con caballerosidad<br />

y finura, atendiendo al discurso<br />

schubertiano con cortesía y<br />

cuidado. Su responsabilidad les<br />

obliga a la pulcritud, la elección<br />

de los tempi es siempre atenta con<br />

la partitura. Pero su sonido está<br />

falto de trabajo y no busca exquisiteces<br />

o ni tan siquiera climas. El<br />

dúo toca de forma lineal, con un<br />

sonido que ni es ni pretende ser<br />

especial; de esta manera, aunque<br />

su fraseo es amable, no transmite<br />

calidez ni poética. Digamos que<br />

las aspiraciones de los pianistas<br />

son muy limitadas y que se circunscriben<br />

a un tocar educado<br />

(con un esperable equilibrio<br />

entre ambos), en el que básicamente<br />

no hay nada que distorsione,<br />

pero en el que tampoco<br />

encontramos nada genial ni destacable,<br />

nada que nos haga pensar<br />

en un Schubert soñador ni<br />

que nos pretenda hacer sentir<br />

colores ni texturas. En fin, versiones<br />

de la música de Schubert<br />

sin personalidad y con pocos<br />

atractivos.<br />

Emili Blasco<br />

SCHUBERT:<br />

Sonata para arpeggione y piano.<br />

Quinteto de cuerda. NICOLAS<br />

DELETAILLE, arpeggione y<br />

violonchelo; PAUL BADURA-SKODA,<br />

fortepiano. CUARTETO ROSAMONDE.<br />

FUGA LIBERA FUG529 (Diverdi). 2006-<br />

2007. 77’. DDD. N PN<br />

Oportunidad<br />

inmejorable<br />

de escuchar<br />

la Sonata<br />

para arpeggione<br />

no en<br />

un violonchelo,<br />

sino con el instrumento que le<br />

da nombre, ese extraño cruce<br />

entre guitarra y chelo de seis<br />

cuerdas que se tocan con arco y<br />

que disfrutó de un efímero éxito<br />

allá por las primeras décadas del<br />

siglo XIX. Tanto, que cuando se<br />

publicó esta obra de Schubert en<br />

1871, ya era sólo historia, no más<br />

que un nombre en las enciclopedias<br />

musicales. El joven Nicolas<br />

Deletaille lo ha recuperado con<br />

entusiasmo, y lo cierto es que el<br />

artilugio posee un sonido bello,<br />

cálido, no muy alejado del de<br />

una viola da gamba. Lástima que<br />

el piano, de 1820, por mucho<br />

Badura-Skoda que lo maneje,<br />

suene anémico y sin cuerpo, un<br />

constante clonc-clonc que sólo<br />

esporádicamente suspira algo de<br />

música… Es lo que pasa a veces<br />

con los instrumentos originales y<br />

sobre todo con los pianos, que<br />

suelen ser más molestos que otra<br />

cosa…<br />

Pero el interés del disco no se<br />

agota en el arpeggione, porque<br />

luego se nos ofrece esa obra<br />

maestra que es el Quinteto en do<br />

mayor. Deletaille empuña aquí el<br />

violonchelo para unirse al Cuarteto<br />

Rosamonde y levantar una versión<br />

exultante, pletórica, arrebatadora<br />

por su dinamismo, su virtuosismo<br />

instrumental, su implicación<br />

expresiva y su vuelo melódico. Es<br />

sugestiva, es sugerente, es, sencillamente,<br />

hermosa. A pesar de ese<br />

piano, un gran disco…<br />

Juan Carlos Moreno<br />

SCHUBERT:<br />

Trío con piano nº 1 en si bemol<br />

mayor op. 99 D. 898. Nocturno<br />

en mi bemol mayor D. 897. Trío<br />

con piano nº 2 en mi bemol<br />

mayor op. 100 D. 929.<br />

Sonatensatz en si bemol mayor<br />

D. 28. TRÍO WANDERER.<br />

2 CD HARMONIA MUNDI HMC<br />

902002-03. 2008. 99’. DDD. R PM<br />

He aquí una<br />

reedición<br />

cuyo primer<br />

lanzamiento<br />

se efectuó el<br />

año 2000. No<br />

ha perdido<br />

valor la tarea realizada en estos<br />

Tríos por los integrantes del Trío<br />

Wanderer. Las interpretaciones<br />

son de una solidez inatacable,<br />

con hondura y un sonido que tal<br />

vez sería conveniente más aligerado<br />

en peso. En cuanto a la<br />

hondura aludida, escúchese la<br />

pieza añadida en el primer disco<br />

a la interpretación del Trío nº 1,<br />

el Nocturno en mi bemol mayor<br />

D. 897. En el segundo disco,<br />

con el Trío restante, encontramos<br />

también un bello “adendum”;<br />

en esta ocasión la Sonatensatz<br />

en si bemol mayor D. 28,<br />

obra temprana, del año 1812.<br />

José Antonio García y García<br />

SCHUBERT:<br />

Sinfonías. Oberturas en si<br />

bemol mayor D. 470 y en do<br />

mayor D. 591. PHILHARMONIA<br />

HUNGARICA. Director: PETER MAAG.<br />

5 CD MEMBRAN 231557 (Cat Music).<br />

1969. 266’. ADD. R PE<br />

Esta reedición<br />

de la<br />

integral sinfónica<br />

de<br />

Schubert —<br />

originalmente<br />

editada<br />

por el sello Vox— presenta la<br />

numeración ordinal que considera<br />

a La Inconclusa como séptima<br />

y a La Grande como octava.<br />

En cuanto a sus resultados<br />

hay que lamentar una impresionante<br />

desigualdad entre la<br />

mediocridad de la mayoría de<br />

sus contenidos y alguna agradable<br />

pero insuficiente sorpresa.<br />

La tosquedad de la prestación<br />

orquestal, con una cuerda<br />

famélica en graves, una madera<br />

sólo regular y un metal muy justito,<br />

crea una permanente sensación<br />

de estar oyendo las primeras<br />

lecturas de una orquesta de<br />

estudiantes en manos de cualquier<br />

bendito.<br />

Los planteamientos de Maag<br />

—de quien uno había escuchado<br />

cosas muy apreciables— en las<br />

siete primeras obras son, francamente,<br />

decepcionantes por no<br />

decir que son ramplones. No hay<br />

detalle, ni imaginación, ni atención<br />

a nada más que exceda el<br />

trazo grueso de un pulso rectilíneo,<br />

anodino y pesante, y una<br />

dinámica de fuerte-flojo-fuerteflojo.<br />

Y eso, sobre todo en las<br />

obras más tempranas, puede<br />

resultar mortal de necesidad. Las<br />

decisiones interpretativas resultan<br />

inconsistentes, sin mantener lógica<br />

alguna. Por ejemplo, las repeticiones<br />

seccionales, respetadas<br />

en algunas sinfonías y transgredidas<br />

con alevosía en otras. Hasta<br />

aquí, un documento para no<br />

acercarse a él ni aun por el precio,<br />

pues tan económico, o más,<br />

puede ser un Muti en Brilliant e<br />

infinitamente mejor.<br />

Sin embargo, ¡caramba!,<br />

cuando uno está a punto de darlo<br />

todo por perdido comienza a<br />

escuchar esa Novena, que aquí<br />

es Octava, y… ¿son la misma<br />

orquesta y la misma batuta? Disculpen<br />

la incredulidad de un<br />

servidor pero es que, miren:<br />

como la noche y el día. Una versión<br />

de agárrate, que diría aquél.<br />

Sin repeticiones y con sus caprichos<br />

de pulso, sí, pero con un<br />

sonido, una pulcritud instrumental<br />

y, sobre todo, una energía<br />

restallante que pasma. Cosas<br />

veredes…<br />

Juan García-Rico<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

ROUSSEL-SCHUBERT<br />

SCHUBERT:<br />

Der Hirt auf dem Felsen D. 965.<br />

Octeto en fa mayor D. 803.<br />

AILISH TYNAN, soprano; MALCOLM<br />

MARTINEAU, piano; MICHAEL COLLINS,<br />

clarinete; ISABELLE VAN KEULEN Y PETER<br />

BRUNT, violines; LARS ANDERS<br />

TOMTER, viola; DANIEL MÜLLER-<br />

SCHOTT, violonchelo; PETER<br />

RIEGELBAUER, contrabajo; MARTIN<br />

OWEN, trompa; ROBIN O’NEILL, fagot.<br />

WIGMORE HALL Live WHLive0017<br />

(Diverdi). 2007. 74’. DDD. N PN<br />

P rocedente<br />

de la serie en<br />

la que el propio<br />

auditorio<br />

inglés está<br />

reuniendo y<br />

publicando<br />

algunos de sus fondos más interesantes,<br />

nos llega este precioso<br />

monográfico Schubert. Celebrado<br />

el 14 de octubre de 2006, el<br />

concierto contó con la figura del<br />

clarinetista Michael Collins —largamente<br />

vinculado a la citada<br />

sala— como elemento aglutinador,<br />

según esa fórmula algo<br />

manida de “fulano and<br />

friends…”. Bueno pues, pese a<br />

lo poco esperanzador del titulito<br />

en cuestión, lo cierto es que el<br />

disco merece nuestro elogio sincero.<br />

Se trata de —en el mejor<br />

sentido— un divertimento, una<br />

ocasión gozosa de reunión a<br />

modo de schubertiada, tomando<br />

como argumento dos obras producto<br />

de sendos encargos.<br />

El poema El pastor en la<br />

roca cuenta con una hermosa<br />

línea de canto flanqueada por la<br />

intervención del clarinete sobre<br />

acompañamiento pianístico. Sus<br />

escasos doce minutos de duración<br />

son suficientes para la evocación<br />

del anhelo amoroso<br />

romántico y la descripción de<br />

paisajes. Su interpretación a cargo<br />

de una expresiva Ailish<br />

Tynan, mimada y seducida por<br />

el piano de Malcolm Martineau y<br />

el propio Collins desde el clarinete,<br />

resulta deliciosa.<br />

A continuación, el grupo se<br />

amplía para dar vida al desenfado<br />

optimista del Octeto. No hay<br />

en la obra originalidad ni profundización<br />

de ningún tipo,<br />

pero sí grandes dosis de frescura<br />

melódica e instrumental, así<br />

que, conscientes de ello, la sensacional<br />

nómina de artistas que<br />

asumen los papeles se aflojan el<br />

nudo de la corbata y, como si<br />

de una jam session vienesa se<br />

tratara, se disponen a disfrutar.<br />

Las sonoridades son exquisitas<br />

y la sensación de espontaneidad<br />

que otorga la fluidez y<br />

libertad del fraseo nos permite<br />

participar de una complicidad<br />

contagiosa.<br />

Juan García-Rico<br />

95


96<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

SCHUBERT-SHOSTAKOVICH<br />

SCHUMANN:<br />

Sonata nº 1 op. 11. Humoresca<br />

op. 20. ANGELA HEWITT, piano.<br />

HYPERION CDA67618 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 66’. DDD. N PN<br />

Los registros<br />

de Angela<br />

Hewitt no<br />

suelen deparar<br />

sorpresas.<br />

Es una intérprete<br />

con las<br />

cosas claras, que suele aplicar<br />

especialmente a la música<br />

romántica siempre los mismos<br />

criterios. Algunos de estos son<br />

interesantes, pero otros (marca<br />

de la casa) no, ya que tienden a<br />

revestir la música con demasiados<br />

tintes personales y se alejan<br />

ostensiblemente de la idea original,<br />

si nos regimos por la partitura<br />

original. Así pues, este Schumann<br />

no es ninguna maravilla<br />

especial, ni tampoco descubre<br />

algo diferente en tamañas obras.<br />

La pianista empieza la Sonata nº<br />

1 con demasiadas blandenguerías,<br />

eso sí haciendo gala de su<br />

cantabile perfilado, mas mostrando<br />

una vez más que la música<br />

(en sus interpretaciones) no tiene<br />

por qué interpretarse según el<br />

Leleux, Meyer, Queyras, Le Sage<br />

Sibylla Rubens<br />

DE CRISTAL<br />

SCHUBERT: Lieder, vol. 26.<br />

Poetas románticos, vol. 3.<br />

SIBYLLA RUBENS, soprano; NIKOLAUS<br />

FRIEDRICH, clarinete; ULRICH<br />

EISENLOHR, piano.<br />

NAXOS 8.557832 (Ferysa). 2006. 68’.<br />

DDD. N PE<br />

Una buena muestra de la poesía<br />

romántica alemana acolcha<br />

los 14 títulos de este programa,<br />

que culmina con esa primorosa<br />

obrita maestra de la cantata de<br />

bolsillo que es El pastor en la<br />

roca, con versos del afortunado<br />

Wilhelm Müller, que el músico<br />

peraltó en sus ciclos. Hay nombres<br />

cimeros, como Novalis, del<br />

cual Schubert hace cantar algunas<br />

piezas piadosas y el canónico<br />

(con permiso de los románticos,<br />

tan alérgicos a los cánones)<br />

Himno a la noche, uno de los<br />

textos señeros de la escuela.<br />

Tampoco deslucen los hermanos<br />

Schlegel. En un plano más<br />

modesto, resultan eficaces<br />

Schütz y Schreiber.<br />

SCHUMANN EXPANSIVO<br />

SCHUMANN: Obras para<br />

piano y música de cámara.<br />

Vol. 3. Tres romanzas para<br />

oboe y piano op. 94. Piezas de<br />

fantasía para clarinete y piano<br />

op. 73. Piezas en estilo<br />

popular para violonchelo y<br />

piano op. 102. Märchenbilder<br />

para viola y piano op. 113.<br />

Märchenerzählungen para<br />

clarinete, viola y piano op.<br />

132. Adagio y allegro para<br />

trompa y piano. Sonatas para<br />

violín y piano opp. 105, 121,<br />

post. FRANÇOIS LELEUX, oboe; PAUL<br />

MEYER, clarinete; JEAN-GUIHEN<br />

QUEYRAS, violonchelo; ANTOINE<br />

TAMESTIT, viola; BRUNO SCHNEIDER,<br />

trompa, GORDAN NIKOLITCH, violín;<br />

ERIC LE SAGE, piano.<br />

2 CD ALPHA 121 (Diverdi). 2006.<br />

145’. DDD. N PN<br />

Tercera entrega de la integral<br />

de la música de cámara de<br />

Schumann y piano que lleva a<br />

cabo Alpha, y que tiene como<br />

columna vertebral al pianista<br />

Eric Le Sage. Esta vez por partida<br />

doble: en el volumen se<br />

incluyen dos magníficos discos<br />

de los cuales emana una profunda<br />

y respetuosa observancia<br />

hacia las partituras y el<br />

espíritu shumanniano. Se diferencian<br />

bien poco, si hablamos<br />

de calidades y nivel interpretativo.<br />

Los músicos muestran<br />

una solvencia más que sobrada<br />

y plasman en sus versiones<br />

corrección y naturalidad.<br />

Sobre todo en el primer disco,<br />

el protagonizado por las obras<br />

en las que los instrumentos de<br />

viento tienen su papel. Los<br />

solistas, sana y creativamente<br />

conservadores, ofrecen buenos<br />

modales y firman unas<br />

interpretaciones que si bien<br />

no son rompedoras, se ajustan<br />

perfectamente a lo esperable.<br />

Esta es su virtud, ya que en<br />

todas las piezas (curiosamente<br />

todo el compacto destila la<br />

misma manera de hacer) se<br />

percibe esta benignidad casi<br />

académica. Precisamente por<br />

esto los resultados son muy<br />

convincentes: absolutamente<br />

todos los intérpretes se mues-<br />

El piano aparece con notoria<br />

sencillez y atento a la voz,<br />

atenta, a su vez, como en especiales<br />

ocasiones, a la dicción del<br />

verso. El melodismo schubertiano,<br />

fluyente como sus frecuentes<br />

arroyos, se descuenta. Mención<br />

aparte merece aquella cantatita,<br />

de un lirismo explayado y<br />

surgente, y una escritura en<br />

contrapunto que une y enfrenta<br />

a la soprano con el clarinete, de<br />

olímpica limpieza. En las canciones<br />

novalianas de inspiración<br />

piadosa hay un curioso<br />

homenaje al coral luterano,<br />

siendo obra de dos artistas católicos.<br />

Algo para pensar en un<br />

eclecticismo cristiano, guerras<br />

de religión aparte.<br />

Eisenlohr, una vez más, firma<br />

la pureza intensa y acertada<br />

de estas versiones. No sólo<br />

es un pianista de atenta escucha,<br />

claro timbre y discurso<br />

aseado, sino que agrupa a sus<br />

dos excelentes compañeros en<br />

torno al mismo Schubert.<br />

tran incisivos y deseosos de<br />

plasmar tradicionalmente lo<br />

que debe ya hacer años que<br />

tocan. El segundo compacto<br />

es más demostrativo de un<br />

tocar incomparable, ya que el<br />

violinista Nikolitch brinda una<br />

personalidad más acentuada y<br />

especial. Su violín vive la<br />

música con ardor y se funde<br />

con el piano en un abrazo<br />

vehemente. Nikolitch no se<br />

conforma con tocar bien, su<br />

naturaleza se lo impide y le<br />

pide más implicación. Los<br />

resultados son evidentes, ya<br />

que las versiones de las tres<br />

sonatas (por cierto escritas en<br />

Rubens es una soprano juvenil,<br />

una suerte de soubrette de<br />

cámara que no desluce en la<br />

memoria de ilustres colegas<br />

como Seefried, Giebel y Ameling.<br />

Destaca por lo destilado<br />

de su emisión, lo cristalino de<br />

su decir, la rica matización de<br />

sus intenciones. En El pastor<br />

en la roca sube hasta una sensibilísima<br />

concentración que el<br />

clarinetista duplica con el mismo<br />

efecto levitante. Una lectura<br />

de referencia.<br />

Blas Matamoro<br />

www.scherzo.es<br />

los últimos tiempos de la vida<br />

del compositor, con la consiguiente<br />

carga de madurez y<br />

emoción que esto conlleva)<br />

son un ejemplo de efusión y<br />

detallismo, de minuciosidad y<br />

fusión con el piano. El violín<br />

inflama con delicadezas, sabe<br />

acoplarse con ternura y comunica<br />

gallardía. A todo esto Le<br />

Sage merece el más positivo<br />

de los comentarios, ya que el<br />

músico consigue filtrar lo<br />

mejor de cada instrumentista y<br />

situar al piano en su papel originario;<br />

su desenvoltura va<br />

ligada a la elegancia, la imaginación<br />

de sus interpretaciones<br />

a la compenetración con sus<br />

compañeros. En fin, que estamos<br />

delante de una entrega<br />

muy satisfactoria que colmará<br />

a los deseosos de escuchar a<br />

Schumann, quien siempre<br />

entendió que la esencia de la<br />

música de cámara tenía que<br />

basarse en la interrelación<br />

entre los instrumentos.<br />

Emili Blasco


espíritu del papel. Ella es fiel a su<br />

manera, ya que los matices son<br />

los correctos, pero son los tempi<br />

demasiado lentos, que a su vez<br />

cambian las articulaciones, y que<br />

siempre adolecen del mismo mal:<br />

pesantez traducida en demasiada<br />

melosidad y en ciertas muestras<br />

de sentimentalismo. En la Humoresca<br />

vence su cálido sonido, su<br />

trabajo con cada una de las<br />

voces, y sus “dedos” aportan pulcritud<br />

en los pasajes rápidos.<br />

Hewitt diferencia muy satisfactoriamente<br />

las dos personalidades<br />

schumannianas y alcanza<br />

momentos muy contrastados. En<br />

fin, un disco que no tiene nada<br />

que ver con lo definitivo ni con lo<br />

impresionante.<br />

Emili Blasco<br />

SCHUMANN:<br />

Melancolía. CHRISTIAN GERHAHER,<br />

barítono; GEROLD HUBER, piano.<br />

RCA Red Seal 88697168172 (Galileo<br />

MC). 2007. 73’. DDD N PN<br />

G erhaher,<br />

aparte de ser<br />

uno de los<br />

mejores liederistas<br />

de la<br />

actualidad es,<br />

acaso, también<br />

el más alto intérprete del<br />

cancionero schumanniano. Lo<br />

hemos comprobado en Madrid y<br />

este compacto rubrica antiguas<br />

certezas. Una síntesis de austeridad<br />

y sensibilidad, una voz dominada<br />

al dedillo —desde la suavidad<br />

del spianato más seductor<br />

hasta el metal juvenil y pleno—,<br />

una dicción cristalina y alta de<br />

intención, una musicalidad que<br />

pasa su soberano legato por las<br />

espinosas consonantes del alemán,<br />

acolchan su mayor virtud<br />

como estilista de Schumann: una<br />

inteligencia analítica que diferencia<br />

cada pieza como el fragmento<br />

de una totalidad imposible, aparte<br />

de trabajar estrofas y versos con<br />

cincel de miniaturista. El menú<br />

incluye tres ciclos, el cimero que<br />

toma textos de Eichendorff, cinco<br />

piezas del Op. 40 a partir de<br />

Andersen y su traductor Chamisso,<br />

y el delicioso librillo cancioneril<br />

con poemas de Reinick, más<br />

títulos sueltos, de los que destaco<br />

dos obritas maestras del cantante:<br />

Canto del arpista según Goethe y<br />

El ermitaño según Eichendorff.<br />

Huber, perfectamente compenetrado<br />

con Gerhaher, a quien<br />

sigue en sus habituales presentaciones,<br />

pone su capacidad de diálogo<br />

—esencial en Schumann— y<br />

su rica invención cantable provista<br />

de bello esmalte, al servicio de<br />

este programa paradigmático.<br />

Blas Matamoro<br />

Boris Tevlin<br />

VOCES DE LA PROFUNDA RUSIA<br />

SHCHEDRIN: Boyarina<br />

Morozova. LARISA KOSTIUK,<br />

mezzosoprano; VERONIKA<br />

DZHIOEVA, soprano; ANDREW<br />

GOODWIN, tenor. MIKHAIL DAVIDOV,<br />

bajo; KIRILL SOLDATOV, trompeta;<br />

VIKTOR GRISHIN, timbales; MIKHAIL<br />

DUNAIEV, percusión. CORO DE<br />

CÁMARA DEL CONSERVATORIO DE<br />

MOSCÚ. Director: BORIS TEVLIN.<br />

WERGO 6700 2 (Diverdi). 2006. 59’.<br />

DDD. N PN<br />

Toma nuevo rumbo la Edition<br />

Rodion Shchedrin de Wergo:<br />

iniciada la recuperación de las<br />

grabaciones pianísticas del<br />

compositor para Melodiya, presenta<br />

ahora su ópera más<br />

reciente, con su habitual impecable<br />

presentación y en grabación<br />

tomada en vivo del estreno<br />

absoluto moscovita en octubre<br />

de 2006.<br />

Tras empeños anteriores de<br />

mayor extensión, como Almas<br />

muertas (1976), Lolita (1992) o<br />

El peregrino encantado (2002),<br />

Shchedrin, de nuevo sobre<br />

libreto propio, opta por con-<br />

SHOSTAKOVICH:<br />

Sinfonías nº s 9 y 12 “El año<br />

1917”. FILARMÓNICA DE LA RADIO<br />

HOLANDESA. Director: MARK<br />

WIGGLESWORTH.<br />

BIS SACD-1563 (Diverdi). 2004-2005.<br />

63’. SACD. N PN<br />

Uno de los<br />

Shostakovich<br />

más descarnadosgrabados<br />

en los<br />

últimos años.<br />

Mark Wigglesworth<br />

se enfrenta a la Duodécima,<br />

una de las peor consideradas<br />

sinfonías del maestro<br />

soviético, vista por la literatura<br />

crítica como una concesión al<br />

régimen soviético, pero a la que<br />

el director da una entidad, un<br />

vuelo y una grandeza desconocidas.<br />

Sí, es cierto, la partitura está<br />

escrita un poco de aquella manera,<br />

como un extenuante y retórico<br />

poema sinfónico cuyas secciones<br />

no siempre se enlazan<br />

con la fluidez y homogeneidad<br />

que debieran. Pero la batuta tiene<br />

la suficiente habilidad como<br />

para desproveer la obra de esa<br />

retórica rimbombante y vacía,<br />

por otro lado absolutamente<br />

deliberada, y descubrir el drama<br />

en ella latente. Los estallidos de<br />

la percusión son brutales, de los<br />

que hacen daño, mientras que el<br />

trabajo temático es seco y conci-<br />

densar en esta “ópera coral<br />

rusa”, en dos actos de apenas<br />

una hora de duración, uno de<br />

los episodios históricos más<br />

traumáticos de la Iglesia ortodoxa<br />

rusa, el cisma que supuso<br />

la actitud de los “viejos creyentes”<br />

frente a las reformas rituales<br />

llevadas a cabo a mediados<br />

del siglo XVII, y lo hace aunando<br />

la épica y el intimismo en el<br />

terrible destino de caída en desgracia<br />

y muerte, afrontado en<br />

media res por el compositor, de<br />

la boyarda Morozova, protagonista<br />

femenina encarnada por<br />

la voz rotunda y emotiva de<br />

Kostiuk, con la complicidad lírica<br />

de Dzhioeva como su hermana,<br />

la princesa Urusova, y la<br />

buena prestación de Goodwin,<br />

sobresaliente como Avvakum<br />

en sus tres lamentos, y de Davidov<br />

en el papel del zar Alexei.<br />

Lejos de la manida controversia<br />

entre tradición y vanguardia,<br />

Shchedrin despliega<br />

una vocalidad heredera de la<br />

tradición operística rusa decimonónica,<br />

en que los ecos de<br />

so, como también la tímbrica.<br />

Pero es en la coda donde la<br />

batuta se muestra más convincente:<br />

es uno de los finales más<br />

antitriunfales que se hayan grabado<br />

nunca. Tras el último acorde,<br />

el efecto sobre el oyente es<br />

sencillamente devastador…<br />

Afortunadamente, el disco<br />

se abre con un trabajo más<br />

ligero, con la Novena menos<br />

“novena” de toda la historia de<br />

la música, la obra que debía<br />

celebrar con grandes coros y<br />

orquesta la victoria del pueblo<br />

ruso sobre la maquinaria nazi.<br />

Sabida es la historia: encargo<br />

directo del padrecito Stalin,<br />

Shostakovich, jugándose el<br />

cuello, escribió un divertimiento<br />

alla Haydn, que provocó el<br />

desconcierto en su estreno y<br />

llevó al compositor al ostracismo.<br />

Y suerte que sólo a eso…<br />

La versión es convenientemente<br />

ligera y lúdica, aunque la<br />

ironía aparezca aparcada, en<br />

segundo plano, cuando es un<br />

elemento esencial. Es más,<br />

incluso se diría que el conjunto<br />

desprende cierta nostalgia…<br />

En una palabra, es una buena<br />

versión, pero la de la Duodécima<br />

es sencillamente magistral.<br />

Una integral, pues, que avanza<br />

a buen ritmo, y que en cada<br />

entrega parece superarse.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

SCHUBERT-SHOSTAKOVICH<br />

Musorgski se aúnan con el<br />

tronco ancestral del canto litúrgico,<br />

y ofrece un drama de alto<br />

voltaje expresivo, cuyo patetismo<br />

queda subrayado por la<br />

elección, como personaje<br />

colectivo y comentarista de la<br />

acción, de un coro omnipresente<br />

y, desechando la orquesta,<br />

de un desusado dispositivo<br />

instrumental —trompeta, timbales<br />

y percusión— que dota<br />

de arcaísmo y contundencia al<br />

tejido sonoro, para redondear<br />

una propuesta inusual y digna<br />

de la mayor atención.<br />

Germán Gan Quesada<br />

SHOSTAKOVICH:<br />

Canciones españolas op. 100. 5<br />

Canciones de Dolmatovski op.<br />

98. RACHMANINOV: 14<br />

romanzas. IRIS OJA, mezzo; ROGER<br />

VIGNOLES, piano.<br />

HARMONIA MUNDI HMU 907449.<br />

2006. 58’. DDD. N PN<br />

Qué españolas<br />

suenan las<br />

seis Canciones<br />

españolas<br />

armonizadas<br />

por Shostakovich,<br />

en sus<br />

líneas, en sus melismas, en sus<br />

trémolos, en sus danzas. El aficionado<br />

de nuestro país reconocerá<br />

algunas, acaso todas. La<br />

cantante Dora Dolujanova fue<br />

responsable de que el compositor<br />

soviético armonizara estos<br />

cantos, porque ella se los dio a<br />

conocer a él. Estamos en 1956, y<br />

un par de años antes Shostakovich<br />

había compuesto un pequeño<br />

ciclo de cinco cantos a partir<br />

de poemas de su contemporáneo<br />

Evgeni Dolmatovski. Estos<br />

13 minutos nos cuentan una<br />

bella historia de amor, un idilio,<br />

que apenas si atraviesa un<br />

momento de crisis (la cuarta<br />

canción), y que va desde el día<br />

del reencuentro hasta el día de<br />

los recuerdos, pasando por otros<br />

tres días: confesiones, dolor,<br />

júbilo. Música sencilla, muy can-<br />

97


98<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

SHOSTAKOVICH-WALLIN<br />

tabile en el sentido tradicional,<br />

una inspiración muy auténtica<br />

pero muy prudente, y esa prudencia<br />

se explica porque estamos<br />

todavía en 1954, ya me<br />

entienden ustedes.<br />

Las 100 romanzas de Rachmaninov<br />

son una muestra del<br />

dominio que de la vocalidad tradicional<br />

tenía este compositor y<br />

virtuoso del piano, este músico<br />

al que se le ha reprochado en<br />

exceso su inspiración epígona<br />

sin tener en cuenta que es autor<br />

de un corpus para piano solo y<br />

otro para voz con acompañamiento<br />

que no tienen desperdicio.<br />

Además, compuso tres óperas,<br />

dos muy estimables y una<br />

de ellas magistral (El caballero<br />

avaro). Estos 14 cantos bien<br />

pueden ser una muestra de esa<br />

inspiración, una sugerencia de<br />

la vocación lírico-dramática que<br />

Rachmaninov no tuvo oportunidad<br />

de desarrollar.<br />

Hoy ya no choca que se<br />

acoplen estos dos compositores<br />

que fueron contemporáneos<br />

aunque Shostakovich era 33<br />

años más joven. Porque ni uno<br />

es el reaccionario que se afirmaba<br />

en tiempos ni el otro es el<br />

soviético representativo que se<br />

creyó en el pasado. Y hay algo<br />

en la selección de ciclos que,<br />

sin identificarlos, los acerca. Al<br />

fin y al cabo, aquí están los Opp.<br />

98 y 100 de Shostakovich, no<br />

los Sonetos de Michelangelo. Y<br />

qué bello es el timbre de la<br />

mezzo estonia Iris Oja, lo espeso<br />

de su emisión, lo claro de su<br />

línea, el alcance ocasional de<br />

sus graves, la facilidad de ese<br />

centro amplio, elástico, inquieto.<br />

Iris Oja tiene, además, la<br />

suerte de un acompañamiento<br />

feliz en los dedos y en el concepto<br />

del francés Roger Vignoles,<br />

un as del acompañamiento<br />

liederístico. En fin, un recital de<br />

interés superior.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

TARTINI:<br />

Sonatas en trío. Sonatas para<br />

violín. ENRICO CASAZZA, violín. LA<br />

MAGNIFICA COMUNITÀ.<br />

3 CD BRILLIANT 93366 (Diverdi). 2002,<br />

2004, 2007. 207’. R PE<br />

B rilliant<br />

ofrece esta<br />

vez y al económicoprecio<br />

de siempre<br />

un pack<br />

de tres discos<br />

con grabaciones recientes, la<br />

última aparentemente realizada<br />

en 2007, conteniendo ocho<br />

Sonatas en trío en el primero,<br />

seis Sonatas para violín del Op.<br />

2 en el segundo y las seis Sona-<br />

tas que constituyen su Op. 6 en<br />

el tercero. A pesar de todo, no<br />

es más que una pequeña muestra<br />

de lo escrito por Tartini en el<br />

género, que ronda las 200 sonatas,<br />

pero tampoco es cosa de<br />

quejarse por ello, sino todo lo<br />

contrario, ya que a Tartini y salvando<br />

su célebre Sonata del<br />

diavolo, no se le ha prestado<br />

mucha atención discográfica,<br />

quizás por ser su obra exclusivamente<br />

instrumental y pertenecer<br />

a una época de transición entre<br />

el barroco y el clasicismo.<br />

El estupendo violinista Enrico<br />

Casazza asume el papel principal<br />

en los tres discos, auxiliado<br />

en los dos primeros por los<br />

miembros del conjunto La Magnifica<br />

Comunità, fundado por él<br />

en 1990 y que cuenta con Isabella<br />

Longo como segundo violín<br />

para las sonatas en trío. En el<br />

Op. 6, incluido en el tercer disco,<br />

le acompaña en el continuo<br />

Roberto Loreggian, con quien ya<br />

había grabado estas mismas<br />

sonatas para Tactus en 2004 y<br />

no sabemos si esta es una nueva<br />

grabación o hay un error en la<br />

fecha. En cualquier caso, los tres<br />

discos lucen un buen sonido y<br />

los intérpretes son de primera<br />

fila en su especialidad. Unido<br />

esto al precio imbatible de Brilliant,<br />

recomendar esta edición<br />

es una consecuencia obvia.<br />

José Luis Fernández<br />

TELEMANN:<br />

Cuartetos de París. MUSICA AD<br />

RHENUM.<br />

3 CD BRILLIANT 93649 (Cat Music).<br />

176’. DDD. N PE<br />

Esta oportunidad<br />

de<br />

contar con la<br />

integral de<br />

los llamados<br />

Cuartetos “de<br />

París” de<br />

Telemann en un solo álbum no<br />

es nada despreciable. La música<br />

es excelente, y seguramente aún<br />

lo parecerá más si los tres discos<br />

se escuchan fragmentariamente y<br />

no del tirón, como constituye<br />

una de las servidumbres de la<br />

vida del crítico. Las dos series,<br />

publicadas en Hamburgo y París<br />

los años 1730 y 1738 respectivamente,<br />

constan de seis piezas<br />

cada una. La distribución es: flauta,<br />

violín, viola da gamba y continuo<br />

(aquí violonchelo y clave).<br />

Como ilustración del paso de la<br />

doble frontera que separa el<br />

barroco del clasicismo (lo que se<br />

suele llamar el estilo galante) y la<br />

música para solista acompañado<br />

de la auténtica música de cámara<br />

sería difícil encontrar una ilustración<br />

más cabal.<br />

Las interpretaciones resultan<br />

por otro lado sumamente<br />

interesantes. El flautista Jed<br />

Wentz luce un timbre con las<br />

suficientes dosis de calidez y<br />

liquidez para por sí solo constituirse<br />

en un elemento expresivo,<br />

y los diálogos del conjunto<br />

resultan, además de luminosos,<br />

muy naturales porque se nota<br />

que los participantes saben<br />

escucharse unos a otros. La lástima<br />

es que, para la primera<br />

serie al menos, cuentan con<br />

una competencia, la del<br />

BarockConsort de Friburgo<br />

(véase SCHERZO, nº 176, pág.<br />

97), que sigue siendo la referencia<br />

actual. Ahora bien, si lo<br />

que se quiere es el juego completo,<br />

no se dude: esta es una<br />

muy buena opción.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

TELEMANN:<br />

Zerschmettert die Götzen<br />

TVWV 2:7. Der geliebte und<br />

verlorne Jesus TVWV 1:1099.<br />

Jesus und die Seele TVWV 1:<br />

1133. DOROTHEE MIELDS, soprano;<br />

KLAUS MERTENS, bajo. ACCADEMIA<br />

DANIEL. Director: SHALEV AD-EL.<br />

CPO 777 249-2 (Diverdi). 2006. 72’.<br />

DDD. N PN<br />

El imponente<br />

comienzo<br />

de la cantata<br />

Zerschmettert<br />

die Götzen<br />

es una<br />

buena prueba<br />

de que la sobrehumana producción<br />

de Telemann fue posible<br />

gracias a cualquier cosa<br />

menos una rutinaria elaboración<br />

en serie. Impensable una grabación<br />

completa de las cantatas,<br />

que alcanzan la asombrosa cifra<br />

de 1750, debe recurrirse a acercamientos<br />

parciales, de los que<br />

hay varias iniciativas en curso.<br />

Estas tres obras —la primera no<br />

aparece definida como cantata:<br />

es la música para la consagración<br />

de una iglesia— elegidas<br />

por el director israelí Shalev Ad-<br />

El demuestran la variedad de los<br />

afectos barrocos manejados por<br />

el autor, que pueden ir de la<br />

expresión de lo terrorífico a lo<br />

festivo. Mields y Mertens se<br />

comportan como dos eficaces y<br />

estilistas cantantes. El barítono,<br />

en concreto, es un reflexivo<br />

Jesús en la cantata Jesus und die<br />

Seele. La Accademia Daniel<br />

cuenta con magníficos instrumentistas,<br />

caso por ejemplo del<br />

oboísta Ofer Frenkel, que puede<br />

lucirse en su parte obligada<br />

del aria inicial de la cantata central<br />

del programa. Ad-El se<br />

muestra dominador del ecléctico<br />

lenguaje telemanniano, ofre-<br />

ciendo, por poner un caso, una<br />

danzarina aria de Jesús, Nun so<br />

höre denn dies Wort de la última<br />

obra. Apreciable contribución,<br />

en suma, al conocimiento de la<br />

oceánica obra de Telemann.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

TENNEY:<br />

Melody. Ergodicity and<br />

Indeterminacy. Obras para<br />

flauta, clarinete, cuerda, piano,<br />

percusión y electrónica. THE<br />

BARTON WORKSHOP.<br />

MODE 185 (Diverdi). 2007. 79’. DDD.<br />

N PN<br />

A lgunos<br />

compositores<br />

toman a cada<br />

momento<br />

tantos riesgos,<br />

que el<br />

oyente (este<br />

por lo menos) no sabe muy<br />

bien —o nunca— qué sonido<br />

esperar, qué plano sonoro va a<br />

suceder al que está escuchando…<br />

Una constante, sin embargo,<br />

recorre las obras de James<br />

Tenney dejando oír siempre las<br />

mismas preguntas: ¿Qué ocurriría<br />

si…? ¿Cómo funcionaría…?<br />

Los puntos suspensivos se<br />

abren sobre anchos horizontes:<br />

mezclas de Varèse y Debussy,<br />

de contrapuntos formados por<br />

líneas tonales y atonales, combinaciones<br />

de minimalismo e<br />

indeterminación y, colmo de la<br />

contradicción, la indeterminación<br />

aplicada a cintas magnéticas<br />

pregrabadas, pudiendo<br />

superponerse de varias maneras…<br />

indeterminadas.<br />

De James Tenney, eterno<br />

adolescente aficionado al bricolaje,<br />

admiro su modo naíf de<br />

construir castillos de naipes en<br />

equilibrio dudoso, en peligro<br />

de derrumbe, particularmente<br />

en sus Responses, donde coexisten<br />

una nitidez/rigidez y una<br />

vaguedad, dando al conjunto<br />

un —vago— perfume impresionista.<br />

A pesar de esa impresión<br />

de inestabilidad (que hace, me<br />

parece, el encanto de la música<br />

de Tenney), sus montajes sonoros<br />

siguen irguiéndose, imprevisibles<br />

y sin embargo lógicos,<br />

con una coherencia reinventada<br />

secuencia tras secuencia.<br />

Diez obras se generan y contestan<br />

como réplicas en bocas<br />

de personajes siguiendo una<br />

suerte de guión; sus diálogos a<br />

veces espléndidos (Ergodos I,<br />

Instrumental Responses with<br />

Ergodos I, Percussion Responses<br />

with Ergodos I…) hacen nacer,<br />

en esa propuesta y sus respuestas,<br />

historias ideales al oído.<br />

Pierre Élie Mamou


TOWER:<br />

Made in America. Tambor.<br />

Concierto para orquesta.<br />

SINFÓNICA DE NASHVILLE. Director:<br />

LEONARD SLATKIN.<br />

NAXOS 8.559328 (Ferysa). 2006. 56’.<br />

DDD. N PE<br />

La compositora<br />

de Nueva<br />

York Joan<br />

Tower cumplirá<br />

70 años<br />

en septiembre.<br />

Este CD<br />

deparará una sorpresa muy agradable<br />

(o mejor dicho, tres) a<br />

quien no conozca su obra. El que<br />

esto firma la desconocía y se ha<br />

quedado sorprendido por la fuerza,<br />

la garra, el dramatismo de<br />

estos movimientos que crecen<br />

poco a poco y estallan por sus<br />

pasos contados. Tanto en Made<br />

in America (2005) como en la<br />

pieza de toques latinoamericanos<br />

Tambor (1998) tenemos una<br />

música con un poderío y una tensión<br />

permanentes, fundamentalmente<br />

tonal y ajena a la vanguardia,<br />

continuidad de sonoridades<br />

no sólo posrománticas, sino también<br />

debussyanas, lo que para un<br />

compositor del siglo XX y esto<br />

que llevamos del XXI resulta<br />

inevitable. El Concierto para<br />

orquesta (1991), como su nombre<br />

indica, sigue la propuesta de Bartók:<br />

la orquesta está formada por<br />

solistas, pero la orquesta se constituye<br />

en tutti; y entre ambas<br />

dimensiones, todos los matices<br />

que queramos. Pero la letra de<br />

Joan Tower es muy distinta, aunque<br />

algo le deba a Bartók y a tantos<br />

otros, incluidos compatriotas<br />

suyos como Copland. El Concierto<br />

para orquesta está formado por<br />

dos movimientos de duración<br />

semejante a las dos piezas anteriores.<br />

Un bello, originalísimo disco<br />

garantizado por la batuta siempre<br />

inspirada de Leonard Slatkin<br />

a una orquesta de envidiable<br />

nivel.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

VILLA-LOBOS:<br />

Sinfonía nº 10 “Amerindia”.<br />

LOTHAR ODINIUS, tenor; HENRYK<br />

BÖHM, barítono; JÜRGEN LINN, bajobarítono.<br />

MIEMBROS DEL CORO DE LA<br />

ÓPERA ESTATAL DE STUTTGART.<br />

CONJUNTO VOCAL DE LA SWR DE<br />

STUTTGART. SINFÓNICA DE LA RADIO DE<br />

LA SWR DE STUTTGART. Director: CARL<br />

ST. CLAIR.<br />

CPO 999 786-2 (Diverdi). 1999. 73’.<br />

DDD. N PN<br />

Excesivo. Ése es el adjetivo que<br />

mejor cuadra a Heitor Villa-<br />

Lobos. Y no es precisamente<br />

positivo… Como prueba, el último<br />

movimiento de esta agotado-<br />

ra Sinfonía<br />

nº 10. Por<br />

varias veces<br />

parece que<br />

acaba, incluso<br />

hay los<br />

preceptivos<br />

silencios, pero siempre la música<br />

vuelve a empezar para perderse<br />

en una pura verborrea,<br />

que nada aporta a lo ya dicho…<br />

Los más de setenta minutos de<br />

este oratorio (porque este nombre<br />

le casa más que el de “sinfonía”)<br />

cansan, se antojan repetitivos<br />

y, lo que es peor, absurdamente<br />

pretenciosos. Quieren ser<br />

nada menos que un monumento<br />

a la cosmogonía indígena, unida<br />

a las voces de los misioneros llegados<br />

del Viejo Mundo. Pero su<br />

sustancia musical se agota pronto,<br />

en los primeros minutos,<br />

cuando el compositor ya nos ha<br />

bombardeado con una previsible<br />

cacofonía de ritmos y sonidos.<br />

Hay pasajes interesantes,<br />

sin duda, pero a Villa-Lobos le<br />

pierde la falta de sentido crítico<br />

que lleva a otros a cortar y condensar,<br />

o a escribir con más calma.<br />

La cantidad no es sinónimo<br />

de calidad, y eso es algo que<br />

este torrencial compositor nunca<br />

supo apreciar.<br />

Le está costando, pero Carl<br />

St. Clair ya está culminando su<br />

integral de las doce sinfonías del<br />

brasileño para CPO. O más bien<br />

le está costando a este sello sacarlas<br />

al mercado, porque este registro<br />

fue realizado hace casi diez<br />

años… La versión apuesta por la<br />

riqueza rítmica, por el puro<br />

espectáculo, dejando de lado un<br />

componente expresivo en el que<br />

la batuta, con razón, no cree. Es<br />

brillante, pero no puede evitar la<br />

sensación de hipertrofia del estilo<br />

orquestal de Villa-Lobos. Las<br />

voces se defienden, pero su canto<br />

es demasiado seco e impostado,<br />

lo que aún presta un aire más<br />

artificial a la partitura.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

WALLIN:<br />

Act. Das war schön! Tides.<br />

MARTIN GRUBINGER, percusión.<br />

FILARMÓNICA DE OSLO. KROUMATA<br />

PERCUSSION ENSEMBLE. Directores:<br />

JAAP VAN ZWEDEN, JOHN AXELROD,<br />

JUKKA-PEKKA SARASTE.<br />

ONDINE ODE 1118-2 (Diverdi). 2006-<br />

2007. 60’. DDD. N PN<br />

A ntiguo<br />

alumno de<br />

Joji Yuasa y<br />

Vinko Globokar,desembarca<br />

en<br />

Ondine el<br />

compositor noruego Rolf Wallin<br />

(1957), personalidad inquieta en<br />

WEILL: Das Berliner<br />

Requiem.<br />

SCHOENBERG: Un<br />

superviviente de Varsovia op.<br />

46. BERNSTEIN: Sinfonía nº 3<br />

“Kaddish”. SAMUEL PISAR Y NOAM<br />

SHERIFF, narradores; ABBIE<br />

FURMANSKY, soprano; JAN REMMERS,<br />

tenor; CHRISTIAN IMMLER, barítono.<br />

CORO DE LA RADIO DE BERLÍN. CORO<br />

DE NIÑOS DEL ESTADO Y LA CATEDRAL<br />

DE BERLÍN. SINFÓNICA DE LUCERNA.<br />

Director: JOHN AXELROD.<br />

NIMBUS NI 5807 (LR Music). 2006.<br />

75’. DDD. N PN<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

SHOSTAKOVICH-WALLIN<br />

John Axelrod<br />

SABEMOS QUE ESTE<br />

DOLOR ES INAGOTABLE<br />

Escuchamos el Superviviente<br />

de Schoenberg, plenamente de<br />

Schoenberg. El Réquiem berlinés,<br />

en cambio, es una reconstrucción<br />

de David Drew que se<br />

ha considerado necesaria al<br />

perderse o confundirse cierto<br />

material después de su estreno<br />

radiofónico en Francfort en<br />

1929. Había problemas de censura,<br />

no censura oficial, sino<br />

privada, y la obra no volvió a<br />

darse nunca más hasta 1965. El<br />

texto de Bertolt Brecht daba<br />

buenos palos, y la música de<br />

Weill los ampliaba: la Balada<br />

de la muchacha ahogada evocaba<br />

el asesinato de Rosa<br />

Luxemburg diez años antes,<br />

mientras que la marcha Zu Postdam<br />

unter den Eichen era de<br />

un antimilitarismo feroz y muy<br />

justificado. Esto es lo que condenó<br />

al Réquiem. No vamos a<br />

reproducir las razones de<br />

Drew, que son convincentes. El<br />

resultado es de un interés innegable,<br />

y escuchamos esta pieza<br />

para tenor, barítono, coro y<br />

orquesta, esta hermana de Die<br />

Dreigroschenoper como lo que<br />

es, una obra de arte vitriólica<br />

cercana a las músicas populares<br />

urbanas y algo hija de la<br />

Nueva Objetividad.<br />

Tampoco escuchamos el<br />

Kaddish de Bernstein tal como<br />

él lo terminó. Sí la música,<br />

pero no el texto. Al parecer,<br />

Lenny no estaba contento con<br />

el mismo, y lo cambió al<br />

menos una vez. Tras su muerte<br />

lo revisó su amigo Samuel<br />

Pisar, víctima de la invasión<br />

soviética de Polonia y de la<br />

red de campos de concentración<br />

alemanes, entre ellos Auschwitz.<br />

Es decir, Pisar es otro<br />

El Tablón de<br />

<strong>Scherzo</strong>.es<br />

“superviviente” y tiene auténtica<br />

legitimidad en este asunto.<br />

La unidad de las obras no<br />

viene de los estilos, ni mucho<br />

menos; acaso pueda verse en el<br />

hecho de que los tres compositores<br />

son de origen judío, aunque<br />

el único realmente practicante<br />

fuera Bernstein (al margen<br />

de la tardía conversión de<br />

Schoenberg a la fe de sus<br />

mayores por solidaridad con el<br />

pueblo perseguido). La unidad<br />

hay que buscarla en que las tres<br />

obras son un canto por los<br />

muertos: un Réquiem nada convencional,<br />

nada en la línea clásica<br />

o romántica; un obra breve,<br />

intensísima, el Superviviente de<br />

Schoenberg, con narrador y<br />

coro y orquesta, pieza serial,<br />

escalofriante, una respuesta a<br />

aquello que se deriva de cierto<br />

planteamiento de Adorno:<br />

“¿componer música después de<br />

Auschwitz?”. Y una muy bella<br />

obra-plegaria-diálogo con Dios<br />

de Bernstein, que él llamó sinfonía,<br />

aunque quién sabe.<br />

John Axelrod y un magnífico<br />

equipo de músicos, de<br />

solistas, de instrumentistas y<br />

de cantantes de coro ofrecen<br />

una secuencia impecable, dramática,<br />

de distintos humores,<br />

desde la sátira amarga de<br />

Brecht y Weill hasta la oración<br />

sentida, profunda, de Bernstein.<br />

Pasando, claro, por ese<br />

breve e insuperable monumento<br />

de Schoenberg. Dramatismo,<br />

sí, pero también<br />

momentos líricos, si bien fugaces,<br />

y sobre todo preparaciones<br />

para recuperarse de cada<br />

intensidad dolorosa. Una lección<br />

de música y una reviviscencia<br />

artística del dolor causado<br />

por el crimen en gran<br />

escala.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

99


100<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

WALLIN-RECITALES<br />

su cercanía al mundo del jazz, la<br />

improvisación y la creación electroacústica<br />

con el propósito, en<br />

sus propios términos, de hallar un<br />

“mundo propio, coherente y definido…<br />

dentro de una especie de<br />

inocencia exploradora en la multitud<br />

de posibilidades que existen<br />

en el arte de crear y combinar<br />

sonidos”. Y a fe que lo consigue:<br />

posee Wallin un lenguaje personal,<br />

dominado por la incisividad<br />

rítmica, una notable plasticidad<br />

del discurso orquestal y una sensorialidad<br />

sonora apoyada en la<br />

naturaleza expresiva del timbre,<br />

especialmente en el de los instrumentos<br />

de percusión, presentes<br />

en su catálogo de modo generoso<br />

desde el Concierto para timbales<br />

y orquesta de 1988: si Act (2003)<br />

sorprende por su carácter brillante<br />

y tumultuoso, expresión audible<br />

del “dinamismo de los actos<br />

colectivos”, el extenso concierto<br />

Das war schön! (2006) —protagonizado<br />

en la parte solista por el<br />

emergente Martin Grubinger—<br />

indaga en los aspectos más delicados<br />

de la percusión, tanto en su<br />

registro grave (marimba) como<br />

agudo (glockenspiel), apoyándose<br />

en la referencia biográfica y<br />

musical mozartiana y recurriendo<br />

a citas expresas, aunque no evidentes,<br />

de Ein musikalischer<br />

Spaß y de La flauta mágica en<br />

sus movimientos centrales; por su<br />

parte, Tides (1998) permite desplegar<br />

la enorme gama del virtuosismo<br />

del veterano Kroumata Percussion<br />

Ensemble, bien en solo<br />

“multiplicado” inicial, bien en la<br />

explosión conclusiva de los tres<br />

episodios o “mareas” que conforman<br />

la pieza.<br />

Excelente la Orquesta Filarmónica<br />

de Oslo, tanto en la exigente<br />

Act como bajo la precisa<br />

dirección de Saraste en Tides:<br />

con un registro como éste, ya no<br />

podremos decir que sólo conocemos<br />

a Per Norgard como compositor<br />

noruego contemporáneo.<br />

Germán Gan Quesada<br />

WEIR:<br />

The Welcome arrival of Rain.<br />

Natural History. Moon and Star.<br />

Forest. Heroic Strokes of the<br />

Bow. AILISH TYNAN, soprano. BBC<br />

SINGERS. SINFÓNICA DE LA BBC.<br />

Director: MARTYN BRABBINS.<br />

NMC D137 (Diverdi). 2007. 76’. DDD.<br />

N PN<br />

Calma, seguridad<br />

y búsqueda<br />

de la<br />

sabiduría son<br />

para John<br />

Fallas, en sus<br />

notas a este<br />

disco, las características distintivas<br />

de la escocesa Judith Weir<br />

(1954) y de su música. Y surgen<br />

bien evidentes en la primera de<br />

las obras aquí recogidas, The<br />

Welcome arrival of Rain (2002)<br />

una magnífica pieza —en la<br />

línea de un Sallinen o un Sculthorpe—<br />

de impresionante inicio<br />

—una muestra de esa capacidad<br />

de atracción de algunos<br />

de los mejores músicos británicos<br />

de hoy— al que se le une<br />

cierta influencia oriental, la aparición,<br />

reaparición y mezcla de<br />

distintos temas —a veces verdaderos<br />

bloques sonoros— en una<br />

suma de colores, timbres y emociones<br />

que mantienen un interés<br />

constante y que culminan en un<br />

casi sorprendente final. Las cuatro<br />

canciones que conforman el<br />

ciclo Natural History (1998)<br />

están escritas sobre poemas<br />

taoístas pero no hay apelación<br />

alguna a elementos orientales<br />

en un devenir en el que destaca<br />

una cuidadísima orquestación<br />

que subraya el texto con suma<br />

pericia. Moon and Star (1995) se<br />

basa en un poema de Emily Dickinson<br />

que enuncia el coro<br />

mientras la orquesta lo acompaña,<br />

lo subraya o lo hace suyo.<br />

Es curioso cómo la compositora<br />

resuelve las dificultades del texto<br />

sumiéndolo en un clima que,<br />

como en toda buena música con<br />

palabras, pareciera no tanto servirlo<br />

como complementarlo.<br />

Forest (1995) es una pieza que<br />

anima en su inicio a tomarla<br />

como una estampa impresionista<br />

hasta que la orquesta va<br />

adquiriendo cada vez más presencia<br />

e imponiéndose al pretexto<br />

de su título —mientras,<br />

por otra parte, este crece, como<br />

RECITALES<br />

ÁNGEL HUIDOBRO<br />

VEGA Y JORGE GARCÍA<br />

HERRANZ. Pianistas.<br />

Obras de Piazzolla, Ziegler,<br />

Castillo y Ruggiero.<br />

2 CD TAÑIDOS SRD 360/1 (Several<br />

Records). 2007. 119’. DDD. N PN<br />

Tomado en<br />

vivo en una<br />

sesión de las<br />

Juventudes<br />

Musicales de<br />

Valladolid el<br />

15 de enero<br />

de 2007, este concierto cumplió<br />

un programa de tangos dominado<br />

por las obras de Astor Piazzolla:<br />

piezas sueltas y la suite<br />

Silfo y Ondina. A ello se agrega<br />

otra suite, Buenos Aires, debida<br />

al pianista Pablo Ziegler, hábil<br />

en jazz y café concert, que se<br />

asoma aquí al tango siguiendo<br />

las huellas piazzollianas. Como<br />

la vida de ese bosque—, con un<br />

uso excelente de la percusión y<br />

los vientos como telón de fondo.<br />

El título Heroic Strokes of the<br />

Bow (1992) procede de un cuadro<br />

de Paul Klee. Es la última<br />

obra en el orden del disco pero<br />

bien puede sugerir al oyente<br />

que quizá sea mejor escucharlo<br />

todo en orden inverso, pues<br />

muestra en cierta manera su inicio<br />

y la admirable cohesión del<br />

desarrollo de la obra de la autora.<br />

Martyn Brabbins dirige con<br />

su maestría acostumbrada esta<br />

muestra de una compositora que<br />

sigue su camino propio, que no<br />

plantea complicación alguna al<br />

oyente desde su capacidad<br />

constructiva y que sabe llegar,<br />

directamente y sin trampas, a<br />

aquello que se propone.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

ZILCHER:<br />

Cuatro canciones op. 12. Ciclo<br />

Eichendorff. Quince<br />

cancioncillas op. 37. KONRAD<br />

JARNOT, barítono; ALEXANDER<br />

SCHMALCZ, piano.<br />

OEHMS OC 802 (Galileo MC). 2006.<br />

61’. DDD. N PM<br />

Tras Brahms<br />

y Wolf, la<br />

canción de<br />

cámara germánica<br />

debió<br />

intentar nuevosderroteros.<br />

Strauss se encaminó a la<br />

frontera expresionista, Hindemith<br />

y Pfitzner prefirieron una<br />

evocación neoclásica, los dode-<br />

propinas se oyen una pieza de<br />

la Guardia Vieja, Organito de la<br />

tarde, con versos de Cátulo Castillo,<br />

y Bordoneo 900, del gran<br />

bandoneonista Osvaldo Ruggiero,<br />

donde se mezclan, hábilmente,<br />

los ritmos de la cifra<br />

(antepasado rural de la milonga)<br />

y la milonga urbana propiamente<br />

dicha.<br />

Los arreglos exaltan el virtuosismo<br />

de los solistas, que<br />

consiguen una sonoridad suntuosa<br />

y concertística, bien provista<br />

de digitaciones rápidas, glisandos<br />

y acordes dobles y cuádruples,<br />

dado que se dispone de<br />

dos teclados. Es una experiencia<br />

de excelente calidad y una combinación<br />

instrumental infrecuente,<br />

ya que, si bien ha habido<br />

numerosos y destacados solistas<br />

de piano en el tango, el dúo no<br />

se dio con la misma reiteración.<br />

El hecho de que la grabación<br />

cafonistas apostaron a la vanguardia,<br />

o sea al choque y el<br />

asombro. En la penumbra quedaron<br />

figuras como Hermann<br />

Zilcher (1881-1948), hombre de<br />

sólida formación y estética prudente,<br />

que recibió la herencia<br />

clásico-romántica y la acomodó<br />

a sus personales gustos.<br />

Nuestro músico tuvo una<br />

dilatada y laboriosa deriva como<br />

maestro en Wurzburg, donde<br />

fundó un Festival Mozart, y<br />

compositor de varia lección<br />

(música de escena, cámara, sinfonías,<br />

conciertos), atravesando<br />

diversas etapas políticas y un<br />

par de atroces guerras mundiales,<br />

sin verse afectado por los<br />

traumas de toda índole que<br />

padeció Alemania. Después de<br />

un periodo de olvido y silencio,<br />

vuelve a interesar en programas<br />

y grabaciones.<br />

Estos Lieder son buena<br />

muestra de un quehacer modesto<br />

y cuidadoso, donde hay poco<br />

riesgo pero también buen gusto,<br />

atención a la letra (Eichendorff,<br />

Liliencron, tradiciones populares),<br />

sutiles cromatismos que<br />

evocan el inevitable tercer acto<br />

de Tristán, una recitación que<br />

recuerda al gran maestro del<br />

ramo, Hugo Wolf. El tratamiento<br />

pianístico revela, también, a un<br />

especialista.<br />

Jarnot revalida sus virtudes<br />

con ese mimo microscópico al<br />

servicio de una recitación elegante<br />

y varia de intención, dentro<br />

de una vocalidad depurada e<br />

infalible. Parejamente se desenvuelve<br />

el pianista.<br />

Blas Matamoro<br />

sea en directo, aplausos y bravos<br />

mediante, acentúa la vivacidad<br />

de la toma.<br />

Blas Matamoro<br />

BARTHOLD KUIJKEN.<br />

Flautista.<br />

Obras de Telemann, Couperin,<br />

J. S. Bach, C. P. E. Bach, Mozart<br />

y Schubert.<br />

ACCENT 24203 (Diverdi). 2008. 75’.<br />

R PN<br />

B arthold<br />

Kuijken ha<br />

grabado para<br />

el sello discográfico<br />

A c c e n t<br />

durante más<br />

de treinta años. Y de entre tanto<br />

disco ha seleccionado, tarea<br />

nada fácil según él mismo decla-


Juan Diego Flórez<br />

FLÓREZ Y AMIGOS<br />

JUAN DIEGO<br />

FLÓREZ. Tenor. Bel<br />

Canto Spectacular.<br />

Páginas de La figlia del<br />

regimento, I puritani, La<br />

favorite, L’elisir d’amore, Linda<br />

de Chamounix, Il viaggio a<br />

Reims y Lucrezia Borgia. ANNA<br />

NETREBKO, soprano; MARIUSZ<br />

KWIECIEN, barítono; PATRIZIA CIOFI,<br />

soprano; DANIELA BARCELLONA,<br />

mezzo. ORQUESTADELA<br />

COMUNIDAD VALENCIANA. Director:<br />

DANIEL OREN.<br />

DECCA 4780135-4780314 (Universal).<br />

2008. 73’. DDD. N PN<br />

Sin olvidar a Rossini, el del<br />

extravertido Libenskoff de Il<br />

viaggio a Reims, Flórez da otra<br />

vez, por si fuera necesario, una<br />

nueva lección de bel canto,<br />

ahora sobre todo del donizettiano<br />

de enorme impronta romántica.<br />

Con Daniel Oren, cuya<br />

veteranía y clase parecen por<br />

fin reconocidas por las disco-<br />

ra, seis obras que pretenden ser<br />

una muestra suficientemente<br />

fidedigna, aunque extremadamente<br />

escasa claro está, de tan<br />

dilatada y exitosa relación<br />

comercial. Por esa intención de<br />

intentar incluir en esta breve<br />

compilación tantas épocas y<br />

estilos como sea posible encontraremos<br />

en ella, evidentemente,<br />

obras de barrocos como Telemann,<br />

Couperin o Bach pero<br />

también de Carl Philipp Emanuel<br />

Bach, Mozart y hasta de<br />

Franz Schubert. Obras todas<br />

ellas interpretadas con la habitual<br />

exquisitez interpretativa de<br />

Kuijken, todo un prodigio y<br />

leyenda ya de la interpretación<br />

historicista del traverso contemporáneo.<br />

Y es que estas seis<br />

obras no son sólo toda una lección<br />

de agilidad técnica, matiz<br />

tímbrico o ductilidad en la articulación<br />

del fraseo sino también<br />

de rigor en la elección de cada<br />

flauta para cada obra. Kuijken,<br />

con legítimo orgullo, nos habla<br />

extensamente en las notas de la<br />

grabación qué traverso ha escogido<br />

para cada obra en particular.<br />

Desde un Godfridus Adrianus<br />

Rottenburgh (c. 1710) para<br />

la fantasía de Telemann hasta<br />

una copia de Rudolf Tutz a partir<br />

de un original de siete llaves<br />

de Wilhelm Liebel (c. 1830) para<br />

la serie de Variaciones “Trockne<br />

Blumen” de Schubert, obra<br />

extremadamente difícil según el<br />

propio Kuijken y para la cual se<br />

hizo necesario disponer de una<br />

gráficas multinacionales, al frente<br />

de una recién llegada al<br />

medio (¡y bienvenida!) Orquesta<br />

de la Comunidad Valenciana (el<br />

disco se grabó en el Palau de<br />

les Arts de Valencia), Flórez<br />

vuelve, ¡quién lo duda!, a dar<br />

una lección de posibilidades.<br />

Nada le hace mella ni le achica,<br />

ni el canto delicadamente spianato<br />

de Una furtiva lagrima (ya<br />

registrada con Riccardo Frizza<br />

en 2002), introduciendo algunas<br />

deliciosas variaciones en la<br />

segunda estrofa y equilibrando<br />

perfectamente dicción y canto,<br />

sílabas y notas; ni el aria de<br />

escritura peligrosa de Gennaro<br />

para Lucrezia Borgia (escrita a<br />

mayor gloria del tenor Nikolai<br />

Ivanov y que también cantaron<br />

Aragall y Kraus); ni ese otro<br />

momento que exige tanta prodigalidad<br />

de registro como el de<br />

Tonio, el aria de los nueve dos,<br />

en esta ocasión interpretada en<br />

italiano y que ya es como el<br />

flauta que respondiese adecuadamente<br />

tanto a su virtuosismo<br />

como a su expresividad y detallismo.<br />

“Cuando escucho mis<br />

discos, los antiguos y los más<br />

recientes —nos dice Kuijken—<br />

es como ver fotografías antiguas<br />

de mí, veo en ellos lo que ha<br />

cambiado con el tiempo y lo<br />

que permanece”. Escuchando<br />

nosotros estas obras, ¿somos<br />

también capaces de esclarecer<br />

de qué forma ha madurado su<br />

interpretación, de qué manera se<br />

ha ido destilando su actual excelencia<br />

instrumental?<br />

Jaime Rodríguez Pombo<br />

SERGE KUSEVITZKI.<br />

Director.<br />

Obras de Mozart, Beethoven,<br />

Schubert, Berlioz, Chaikovski,<br />

Brahms, Wagner, Strauss, Liszt,<br />

Rachmaninov y Sibelius.<br />

SINFÓNICA DE BOSTON.<br />

4 CD UNITED ARCHIVES UAR022<br />

(Diverdi). 1936-1950. 301’. ADD/Mono.<br />

H PM<br />

De este gran<br />

director ya<br />

hemos hablado<br />

en algún<br />

que otro<br />

número de<br />

SCHERZO<br />

comentando grabaciones publicadas<br />

en colecciones históricas<br />

(Historical Performances de RCA<br />

y Great Conductors of the 20 th<br />

himno de batalla del tenor suramericano.<br />

A estas páginas suma<br />

el cantante varias novedades<br />

como el Spirto gentil de Favorita,<br />

en su versión francesa Ange<br />

si pur, oportunidad para sentar<br />

modelo otra vez de su impecable<br />

sentido del canto y exhibir<br />

su desplegado registro agudo,<br />

y, también donizettiana, la<br />

espontánea, sentimental romanza<br />

de Carlo en Linda de Chamounix,<br />

página que suele<br />

incluir a menudo en sus recitales.<br />

Por si no fuera suficiente<br />

reclamo su presencia, he aquí<br />

que en el disco Flórez se reúne<br />

a dúo con algunos de sus más<br />

conspicuos colegas. Así, por<br />

orden de preferencias personales,<br />

la Ciofi es una Linda insuperable,<br />

de canto tan perfeccionista<br />

y de intenciones tan profundas<br />

como las del tenor; Netrebko<br />

una desprendida, vibrante<br />

Elvira de Puritani (Flórez debutó<br />

Arturo en Las Palmas en 2004<br />

Isabelle van Keulen, Ronald Brautigam<br />

ZONA DE SOMBRA<br />

ISABELLE VAN<br />

KEULEN. Violinista.<br />

Música para violín y<br />

piano. Obras de Grieg, Elgar y<br />

Sibelius. RONALD BRAUTIGAM,<br />

piano.<br />

CHALLENGE CC72171 (Diverdi).<br />

2007. 61’. DDD. N PN<br />

Hace tiempo que Isabelle van<br />

Keulen figura entre las violinistas<br />

más sólidas, serias y rigurosas<br />

del panorama de su instrumento.<br />

Sin alharacas y sin fuegos<br />

artificiales la holandesa se<br />

ha hecho un nombre entre los<br />

buenos aficionados y este disco<br />

no hace sino confirmar esa realidad<br />

de cabo a rabo. La elección<br />

de las piezas viene a cuento<br />

por los aniversarios que celebramos<br />

el pasado año de los<br />

tres compositores representados<br />

en él pero ello no deja de ser<br />

pura anécdota frente al interés<br />

de obras que se escuchan poco<br />

y que, además, revelan zonas<br />

menos conocidas de sus autores.<br />

La Sonata nº 1 de Grieg es<br />

una de las producciones maestras<br />

de su autor, y la versión<br />

que escuchamos refleja toda<br />

una vida interior que a veces se<br />

nos pierde cuando pensamos<br />

en lo más trillado del composi-<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

WALLIN-RECITALES<br />

y, por lo que parece no está<br />

muy dispuesto a volver a cantarlo);<br />

la Barcellona una Melibea<br />

rossiniana tan brillante y<br />

con tanto sentido del humor<br />

como su colega tenoril. No se<br />

queda atrás ante nombres<br />

actuales más ostentosos el barítono<br />

polaco Kwiecien quien da<br />

suficiente presencia y réplicas<br />

como Belcore al candoroso y<br />

entrañable Nemorino de Flórez.<br />

Un disco, pues, sin desperdicio.<br />

Fernando Fraga<br />

tor. Y lo mismo sucede con la<br />

de Elgar, tan importante en un<br />

periodo difícil, precrepuscular,<br />

por así decir, de la vida del<br />

músico y que contrasta con esa<br />

miniatura tan exquisita que es<br />

Sospiri. Las tres Humorescas de<br />

Sibelius que se incluyen —<br />

impresionante la Op. 89, nº 4—<br />

desvelan también una cara a<br />

menudo oculta y nada banal del<br />

autor finés. A lo largo de todo el<br />

programa Van Keulen luce su<br />

sonido grande —enorme en la<br />

sala de conciertos—, con carne<br />

y con alma. Ronald Brautigam<br />

es inmejorable acompañante<br />

pues se trata, ya lo sabemos, de<br />

un pianista de primera clase. Un<br />

grandísimo disco con versiones<br />

de referencia de todas las obras<br />

que contiene.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

101


102<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

RECITALES-VARIOS<br />

Century de EMI), de todas formas,<br />

pocos registros (ni siquiera<br />

una docena) para la indudable<br />

importancia de esta batuta, un<br />

músico que pertenece a los nacidos<br />

alrededor de 1875, esto es, la<br />

generación de los Rachmaninov,<br />

Long, Ravel, Monteux, Kreisler,<br />

Casals y Falla, el primer director<br />

ruso que tuvo auténtica proyección<br />

internacional, titular de la<br />

Sinfónica de Boston durante<br />

veinticinco temporadas (1924-<br />

1949), conjunto que convirtió en<br />

uno de los sonidos más bellos<br />

del mundo, y también defensor a<br />

ultranza tanto de la tradición<br />

como de los compositores contemporáneos.<br />

Ya es sabido que<br />

Kusevitzki estrenó multitud de<br />

obras con su Boston Symphony:<br />

Honegger, Hindemith, Roussel,<br />

Hanson, Stravinski, Respighi,<br />

Prokofiev, Schmitt y Bartók entre<br />

muchos otros, vieron nacer algunas<br />

de sus composiciones bajo la<br />

dirección de esta inquieta batuta,<br />

un ejemplo de dedicación a la<br />

música de su tiempo sólo igualada<br />

por Stokowski en sus años<br />

con la Orquesta de Filadelfia. En<br />

cuanto a sus numerosos registros,<br />

es el sello francés United<br />

Archives (www.united-archives.fr),<br />

responsable también de<br />

importantes grabaciones reeditadas<br />

en CD de Bruno Walter, el<br />

Cuarteto de Budapest, Landowska,<br />

Arrau, Serkin, Szell y otros,<br />

quien se encargará de hacernos<br />

llegar una copiosa selección de<br />

ellos, colección que se inaugura<br />

ahora con este primer volumen<br />

de 4 CDs de registros hechos<br />

con la Boston Symphony entre<br />

1936 y 1950.<br />

El primer CD de este álbum<br />

contiene la Sinfonía nº 34 de<br />

Mozart (1940), la Quinta de<br />

Beethoven (1949) y la Incompleta<br />

de Schubert (1945), intensas y<br />

expresivas, de tempi ligeros e<br />

incluso a veces apresurados,<br />

vibrantes y casi siempre equilibradas<br />

entre clasicismo y<br />

romanticismo, aunque a la página<br />

de Mozart se le podría haber<br />

pedido menos contundencia y<br />

un fraseo no tan seco. En el<br />

segundo CD tenemos una de las<br />

mejores versiones de Harold en<br />

Italia de Berlioz (1944), con la<br />

excelsa viola de William Primrose,<br />

tan expresiva y poética<br />

como la de Menuhin en su<br />

registro con Colin Davis (EMI,<br />

1963) y más perfecta y ágil en el<br />

aspecto técnico. Kusevitzki por<br />

su parte, derrocha musicalidad,<br />

intensa melancolía y un punto<br />

de ironía y de distinguido sentido<br />

del fair play a lo Beecham<br />

(Sony, 1955), de tal forma que<br />

su versión, como se decía, está<br />

a la altura de las mejores. El CD<br />

se completa con los tres fragmentos<br />

orquestales más conoci-<br />

dos de La condenación de Fausto<br />

(1936) y la obertura fantasía<br />

Romeo y Julieta de Chaikovski<br />

(1936), fogosa, apasionada,<br />

refulgente y romántica, otra de<br />

las especialidades de este director<br />

que tuvo la fortuna de conocer<br />

en su juventud al propio<br />

compositor. El tercer CD<br />

comienza con una Cuarta de<br />

Brahms (1938-1939), de fraseo<br />

cálido, tempi ligeros (salvo en el<br />

final) y diáfana exposición.<br />

Siguen unas vibrantes Oberturas<br />

Académica y del Holandés<br />

errante (ambas de 1947), más el<br />

Till Eulenspiegel de Strauss<br />

(1945), de incisiva y punzante<br />

traducción. Del último CD destaca<br />

una sensacional Segunda de<br />

Sibelius (1950), el último registro<br />

de Kusevitzki con su Sinfónica<br />

de Boston (más La última primavera<br />

de Grieg), tan intensa,<br />

colorista, expresiva e impactante<br />

como las mejores de la discografía<br />

(Barbirolli, Beecham. Bernstein,<br />

Monteux o Szell). Otras<br />

páginas de Liszt (Vals Mefisto,<br />

1936) y Rachmaninov (La isla de<br />

los muertos, Vocalise, 1945) cierran<br />

este magnífico álbum.<br />

En suma, muy interesante<br />

documento de un director first<br />

class con obras como Harold en<br />

Italia, el Till de Strauss o la<br />

Segunda de Sibelius que podemos<br />

colocar en la cima de cualquier<br />

discografía. El sonido ha<br />

sido reprocesado cuidadosamente<br />

y todo se puede oír con claridad<br />

y sin ningún problema. En el<br />

libreto documentados estudios<br />

en francés e inglés que informan<br />

sobre la biografía del director y<br />

de todas sus grabaciones con la<br />

Sinfónica de Boston. Muy recomendable<br />

para cualquier seguidor<br />

de grandes directores.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

JEAN-LOUIS<br />

RASSINFOSSE. Contrabajista.<br />

Obras de Collard-Neven,<br />

Legrand, Brahms, Lobo, Jobim,<br />

Scriabin y Rassinfosse. JEAN-<br />

PHILIPPE COLLARD-NEVEN, piano.<br />

FUGA LIBERA FUG605 (Diverdi). 2007.<br />

61’. DDD. N PN<br />

Este es un<br />

disco de jazz,<br />

vaya esto por<br />

delante, cuyo<br />

repertorio es<br />

esencialmente<br />

jazzístico y<br />

las melodías clásicas convocadas<br />

son tratadas como auténticos<br />

standards de jazz. Se trata de un<br />

jazz tranquilo (no somnífero), de<br />

calidad, entre el mejor y más<br />

íntimo Jarrett y las aventuras<br />

cross-over de gente como el gran<br />

Claude Bolling. Así pues, el<br />

toque de los dos intérpretes es<br />

preciso, claro, casi clásico y<br />

moderadamente romántico en<br />

los momentos de mayor expansión.<br />

Advertimos un saludable<br />

control, una gran preparación en<br />

la ejecución y un gran cuidado,<br />

sin que todo ello implique una<br />

falta de espontaneidad ya que<br />

suena realmente a jazz. Básicamente<br />

meditativo y lírico, en el<br />

programa hay también espacio<br />

para el impulso rítmico y siempre<br />

advertimos que estamos<br />

ante un par de músicos más que<br />

capaces, jazzistas por opción<br />

pero con amplitud de miras y en<br />

VARIOS<br />

THE CHRISTMAS<br />

COLLECTION.<br />

Música navideña inglesa. THE<br />

SIXTEEN. Director: HARRY<br />

CHRISTOPHERS.<br />

3 CD CORO COR16054 (Harmonia<br />

Mundi). 2001, 2004, 2006. 196’. DDD.<br />

R PN<br />

Reúne este<br />

álbum tres<br />

discos previamente<br />

editados,<br />

todos con el<br />

denominador<br />

común de la Navidad como<br />

tema pero aun así muy diferentes<br />

en contenido. El más interesante<br />

es el que, bajo el título de<br />

Hodie: Una colección navideña<br />

inglesa, recoge un popurrí de<br />

composiciones que vieron la luz<br />

en el siglo XX. La más importante<br />

es A ceremony of carols, de<br />

Benjamin Britten, que aquí por<br />

cierto recibe una interpretación<br />

de auténtica referencia, que capta<br />

toda la inspiración y sabiduría<br />

vertida en estos breves doce<br />

números, pero donde la frescura<br />

que se imprime a This little Babe<br />

gana de inmediato corazón y<br />

mente. Walton, Leighton, Fricker,<br />

Rubbra, Tavener, Howells,<br />

Hayward, Warlock y Gardner<br />

enmarcan muy dignamente esta<br />

maravilla para completar un<br />

registro por sí solo muy recomendable.<br />

Un público menos amplio<br />

pero no menos complacido será<br />

el destinatario principal de<br />

Christus natus est, donde se<br />

encontrarán veinte páginas de<br />

música inglesa comprendida<br />

entre los siglos XV y XVII. El<br />

coro vuelve a funcionar con una<br />

compacidad en la ejecución, un<br />

equilibrio entre las cuerdas y<br />

una unidad de concepto que no<br />

hacen sino aumentar la admiración<br />

que por sí mismo despierta<br />

el atractivo de las materias vocales<br />

puestas en juego.<br />

modo alguno ajenos a la precisión<br />

y al cuidado propios del<br />

intérprete “clásico”. Posiblemente<br />

esta sección de esta revista no<br />

sea el lugar más adecuado para<br />

comentar este compacto, o quizá<br />

sí, pues sin duda su audición<br />

será para muchos como una<br />

bocanada de aire fresco. Es de<br />

una belleza que desarma y, al<br />

cabo de un rato de iniciada su<br />

audición, después de olvidarnos<br />

de si es o no un disco de jazz,<br />

no podemos más que dejarnos<br />

llevar.<br />

Josep Pascual<br />

A traditional Christmas carol<br />

collection debe sin duda de<br />

haber sido un best-seller en los<br />

países anglosajones, aunque<br />

otros públicos no dejarán de<br />

apreciar la oportunidad de disponer<br />

de clásicos como First Nowell<br />

o Noche de paz en versiones a<br />

cargo de un grupo tan por encima<br />

de las exigencias técnicas<br />

planteadas pero por ello mismo<br />

capaces de conseguir el raro<br />

fenómeno de que nunca importe<br />

oír una vez las sencillas melodías<br />

cien mil veces oídas.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

COMPOSITORES<br />

ESPAÑOLES DE LA<br />

GENERACIÓN DEL 51.<br />

Obras de De Pablo, Halffter,<br />

García Abril, Marco y Guinjoan.<br />

HORACIO LAVANDERA, piano.<br />

VERSO VRS 2057 (Diverdi). 2007. 56’.<br />

DDD. N PN<br />

Un estupendo<br />

pianista<br />

es el eje y<br />

columna vertebral<br />

de este<br />

compacto<br />

que reúne a<br />

cinco nombres fundamentales<br />

de la música contemporánea<br />

española, cuatro de ellos nacidos<br />

entre 1930 y 1933, y el quinto<br />

unos años después, en 1942.<br />

Horacio Lavandera (Buenos<br />

Aires, 1984), brillante y virtuoso,<br />

se muestra a la vez sensible,<br />

inteligente, hondamente comprensivo<br />

de cada obra, eminentemente<br />

musical. ¡Magnífico!<br />

Hay similitudes en las motivaciones<br />

de las tres primeras composiciones.<br />

Leggero-Pesante la<br />

compuso Luis de Pablo en 2001-<br />

2002 para ser destinada a obra<br />

obligada para el Concurso Internacional<br />

de Piano Ciudad de<br />

Jaén de 2003. Cadencia fue<br />

escrita por Cristóbal Halffter en


1983 para que sirviera de pieza<br />

obligada a los concursantes que<br />

superasen la primera prueba eliminatoria<br />

en el Concurso Internacional<br />

de Piano Paloma<br />

O’Shea de Santander en 1984.<br />

Lontananzas es una serie de<br />

seis breves composiciones que<br />

un joven Antón García Abril<br />

escribió en 1953 para la compañera<br />

de estudios con la que se<br />

casaría años más tarde. De<br />

Tomás Marco es Sonata de Vesperia,<br />

intencionado título que<br />

alude al carácter español de la<br />

obra. Y de Joan Guinjoan es Au<br />

revoir barocco, la más extensa<br />

de las partituras contenidas en el<br />

presente CD. Más exigentes técnicamente<br />

unas que otras, o más<br />

atractivas al oído del oyente<br />

medio, o más ásperas que las<br />

compañeras de programa, o más<br />

sorprendentes, o más híbridas<br />

entre la contemporaneidad y la<br />

tradición, o más claramente virtuosísticas<br />

que las restantes, o<br />

más avanzadas unas y más conservadora<br />

alguna de ellas, las<br />

cinco obras aquí presentadas —<br />

un amplio abanico de estéticas y<br />

estilos— tienen en Horacio<br />

Lavandera a un preciso, adecuado<br />

y expresivo intérprete.<br />

José Guerrero Martín<br />

DONAUESCHINGER<br />

MUSIKTAGE 2006.<br />

Obras de Moe, Haddad, Rihm y<br />

Estrada. CLARON MCFADDEN,<br />

soprano; JULIO ESTRADA, voz.<br />

CUARTETO ARDITTI.<br />

NEOS 10724 (Diverdi). 2006. 67’. DDD.<br />

N PN<br />

De la serie<br />

de discos<br />

que Neos ha<br />

venido editando<br />

de las<br />

Jornadas<br />

musicales de<br />

Donaueschingen correspondientes<br />

a 2006, este primer volumen<br />

es el más interesante. Se convocan<br />

en él algunas obras que se<br />

apartan de lo frecuentado. En<br />

las piezas de Moe y Estrada, los<br />

instrumentos del cuarteto de<br />

cuerdas son tratados como objetos<br />

sonoros. En el caso de Lenger,<br />

el noruego Ole-Henrik Moe<br />

recurre a una textura rugosa,<br />

desapareciendo toda huella<br />

reconocible de un cuarteto de<br />

cuerdas. Un aire igualmente subversivo<br />

late en la formidable<br />

Quotidianus, de Julio Estrada,<br />

cuyo atractivo reside más en lo<br />

que insinúa que en el efecto<br />

tímbrico, como era el caso de<br />

Moe. El imaginario sonoro de<br />

Estrada bebe en el rito ancestral,<br />

en una ilusoria llamada a seres<br />

fantasmales, que es lo que hacía<br />

Andreas Scholl<br />

SCHOLL ISABELINO<br />

CRYSTAL TEARS.<br />

John Dowland y sus<br />

contemporáneos.<br />

ANDREAS SCHOLL, CONTRATENOR.<br />

CONCERTO DI VIOLE. JULIAN BEHR,<br />

laúdes.<br />

HARMONIA MUNDI HMC 901993.<br />

2007. 80’. DDD. N PN<br />

Un bonito programa en torno<br />

a la figura de John Dowland.<br />

Lute songs y consort songs<br />

(esto es, canciones para voz<br />

sola acompañadas por laúd y<br />

por conjunto de violas respectivamente)<br />

conforman el disco,<br />

que se completa con algunas<br />

piezas para consort de violas<br />

(como dos Fantasías de John<br />

Ward y una del casi desconocido<br />

Richard Mico) y otras para<br />

laúd, como la célebre pavana<br />

Semper Dowland, semper<br />

dolens, auténtica divisa del<br />

compositor británico, o su<br />

gallarda dedicada a Lady Rich.<br />

Andreas Scholl muestra la<br />

tan inquietante su experiencia<br />

dramática en torno a Pedro<br />

Páramo, la obra de Juan Rulfo.<br />

En la pieza Quotidianus consigue<br />

el autor mejicano sus propósitos<br />

al insertar, como elemento<br />

perturbador, la voz (aquí,<br />

la de él mismo), que juega con<br />

ese mismo espíritu chamánico<br />

tan peculiar de tantas otras<br />

obras de este compositor, tan<br />

poco atendido por la fonografía.<br />

La estética de Saed Haddad,<br />

el autor árabe nacido en 1972, es<br />

más convencional en una pieza<br />

como Joie voileé, donde la división<br />

en secciones y el amplio<br />

abanico de las posibilidades instrumentales<br />

remiten al Ligeti<br />

cuartetístico. Mucho más lograda,<br />

por la sorpresa del material,<br />

es la pieza de Wolfgang Rihm,<br />

Akt und Tag: el cuarteto, en sordina,<br />

asume el papel de acompañamiento<br />

de los meandros<br />

impuestos por la línea vocal<br />

(espléndida aportación de la<br />

soprano Claron McFadden,<br />

experta en este tipo de repertorios).<br />

La obra posee una rara carga<br />

dramática, muy cercana a las<br />

semi cantatas de Kurtág: misma<br />

tensión y concisión. El canto se<br />

limita a simples vocalizaciones<br />

en una primera parte que resulta<br />

muy efectiva en la escucha, y en<br />

la segunda y breve sección, con<br />

textos de William Blake, se abre<br />

a un estilo más expresivo, más<br />

energético.<br />

Francisco Ramos<br />

perfección de su técnica, la<br />

opulencia de sus medios, la<br />

belleza de su timbre, pero además<br />

en los últimos años ha ido<br />

superando la mecánica frialdad<br />

que lastraban muchos de sus<br />

primeros registros para convertirse<br />

en un contratenor especialmente<br />

efusivo y cálido,<br />

capaz de aprovechar cada ocasión<br />

que le dan los textos y la<br />

retórica musical para resultar<br />

cercano y comunicativo. La<br />

melancolía tan característica de<br />

la música isabelina queda así<br />

magníficamente atrapada en<br />

unas recreaciones muy matizadas,<br />

en general lentas, de suaves<br />

consonancias y gran elegancia<br />

en el fraseo. El acompañamiento<br />

es de notable altura.<br />

El Concerto di Viole suena con<br />

una sensualidad y un empaste<br />

que provoca en algunos<br />

momentos una sensación de<br />

morbidez de enorme atractivo.<br />

Impoluta la digitación del lau-<br />

LEJOS.<br />

ARA MALIKIAN, violín; FERNANDO<br />

EGOZCUE, guitarra; MIGUEL<br />

RODRIGÁÑEZ, contrabajo; MOISÉS<br />

SÁNCHEZ, piano; BORJA BARRUETA,<br />

percusión.<br />

WARNER WE 833 5144229502. 2007.<br />

56’. DDD. N PN<br />

A la pregunta<br />

“¿dónde te<br />

gustaría<br />

vivir?”, contestaría:<br />

si<br />

fuera músico,<br />

en Nueva<br />

York, Chicago, Detroit en esa<br />

época de felicidad musical sin<br />

par en la que, el sábado sabadete,<br />

los proletarios, vestidos<br />

como pavos reales, se citaban<br />

para bailar agarrados en el<br />

Savoy, el Olympia o el Purple<br />

Dump acompañados por la<br />

orquesta de Duke Ellington<br />

himself. Los músicos de este CD<br />

son, menos mal, menos nostálgicos<br />

que yo, y parecen contestar<br />

a esa tonta pregunta —y a<br />

pesar del título del álbum—<br />

“nos gustaría vivir no muy lejos<br />

de casa” demostrando con su<br />

respuesta y su música una mezcla<br />

inédita, aunque muy madrileña,<br />

de humor y seriedad, de<br />

nonsense y buen sentido. Cercano,<br />

casi cotidiano, popular,<br />

jazzy, su universo es el de las<br />

calles, de la “verdadera vida”<br />

(Mil tristezas, Situaciones), está<br />

cerca del mío —acaso del suyo,<br />

hipotético oyente— y es a la<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

RECITALES-VARIOS<br />

dista Julian Behr, de líneas claras<br />

y detalladas. El álbum se<br />

completa con un DVD que<br />

incluye un making of en francés<br />

(con subtítulos en alemán<br />

e inglés) y un clip con la interpretación<br />

de Venus’ birds whose<br />

mournfull tunes de John<br />

Bennet, canción de un regusto<br />

cercano a lo popular, y en la<br />

que se puede escuchar (y ver)<br />

silbar al contratenor alemán.<br />

Muy recomendable.<br />

Pablo J. Vayón<br />

vez inaprensible cuando los<br />

músicos sueñan con orillas<br />

transatlánticas (Tango en silencio,<br />

Brasil sacrificado); poetas<br />

de pluma cincelada y fluida, el<br />

compositor y sus cómplices tienen<br />

una personalidad rugosa y<br />

frágil, trastornada y conmovedora…<br />

¿dónde situar esa música<br />

tierna y extravagante y cómo<br />

clasificarla? Perdón: ¿Por qué clasificarla?<br />

Al oír, una vez más, a<br />

Ara Malikian, virtuoso habitado<br />

por la alegría de vivir, pienso<br />

que debe de ser formidable<br />

tomar un café con él & cía. para<br />

escuchar más historias.<br />

Pierre Élie Mamou<br />

LIBRO DE VIRGINAL DE<br />

SUSANNE VAN SOLDT.<br />

GUY PENSON, virginal; PATRICK<br />

DENECKER, flautas de pico.<br />

RICERCAR RIC 264 (Diverdi). 2007. 57’.<br />

DDD. N PN<br />

Decir de un<br />

disco que tiene<br />

un valor<br />

fundamentalmentedocumental<br />

suele<br />

tomarse, y<br />

con razón, como una observación<br />

negativa. En este caso no<br />

cabe tal interpretación, pues nos<br />

hallamos ante una colección de<br />

piezas para virginal de dificultad<br />

técnica en todo caso media,<br />

pero muy hermosas y que vale<br />

103


104<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

VARIOS<br />

la pena conocer por lo que tiene<br />

de representativa de una<br />

manera de entender y hacer la<br />

música que durante mucho<br />

tiempo fue la habitual de las clases<br />

medias en Europa. El<br />

manuscrito, que se halla en el<br />

Museo Británico, lleva 1599<br />

como fecha y la firma de Susanne<br />

van Soldt, de quien se sabe<br />

que entonces tenía trece años y<br />

era hija de un comerciante flamenco<br />

huido a Londres cuando<br />

los españoles sitiaron la ciudad<br />

de Amberes. Las treinta y una<br />

pistas del disco nos presentan<br />

un muestrario muy acabado de<br />

la música más popular para la<br />

época en reducciones para<br />

teclado a las que podía tener<br />

acceso fácil cualquier aficionado<br />

medio. Otro de los grandes<br />

atractivos del registro son los<br />

instrumentos empleados, un par<br />

de virginales holandeses en<br />

copias contemporáneas. Del<br />

modelo llamado “Madre con<br />

hijo”, en el que en el interior del<br />

virginal normal se encuentra<br />

escondido otro que puede<br />

sacarse como por parto y superponerse<br />

física y sonoramente a<br />

la “madre”, sólo quedan tres originales.<br />

El de tipo Muselar, donde<br />

lo que se puede extraer es<br />

un segundo teclado, en esta<br />

ocasión a la izquierda del<br />

mayor, no es tan raro. El sonido<br />

que Guy Penson extrae de<br />

ambos instrumentos es indistinguible,<br />

y las ejecuciones carecen<br />

de tacha y están servidas por<br />

tomas muy precisas. Las breves<br />

contribuciones del flautista<br />

Patrick Denecker sirven para<br />

evitar la posible monotonía.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

MARE, LUNA E<br />

D’INTORNI.<br />

IL DUO DELLA SIBILLA.<br />

CLAVES 50-2618 (Gaudisc). 2006. 61’.<br />

DDD. N PN<br />

Un paseo<br />

por los años<br />

dorados de la<br />

canción<br />

napolitana,<br />

los de la primera<br />

mitad<br />

del siglo XX, con músicas de<br />

Mario Costa, Raffaele Viviani,<br />

Evemero Nardella o Giuseppe<br />

Bonavolontà sobre poemas en<br />

dialecto de Salvatore De Giacomo,<br />

Edoardo Nicolardi o Michele<br />

Galdieri. Canciones que se mueven<br />

entre la inspiración popular<br />

y lo lírico, no en vano muchas<br />

fueron difundidas por los más<br />

grandes tenores de ópera, de<br />

Caruso y Gigli a Pavarotti. Las<br />

canciones se completan con un<br />

par de tarantelas instrumentales y<br />

la célebre Danza de Rossini.<br />

Il Duo della Sibilla lo forman<br />

Luciano Catapano (voz y guitarra)<br />

y Gino Evangelista (mandolina),<br />

que ofrecen esta música desde<br />

una perspectiva de lo popular,<br />

que en España relacionaríamos<br />

con los cantautores del amor<br />

y de lo cotidiano. La voz de tenorino<br />

de Catapano y el timbre<br />

peculiar de la mandolina fijan la<br />

asociación en determinadas formas<br />

de la canción urbana italiana<br />

que nos retrotraen a los años 60<br />

del siglo pasado, lo que hacen de<br />

este disco un ejemplar que bordea<br />

el tipo de música que se<br />

reseña habitualmente en esta<br />

revista. El CD está grabado en un<br />

concierto ofrecido durante el Festival<br />

de Música Antigua La Folia<br />

de Rougemont (Suiza) en junio<br />

de 2006.<br />

Pablo J. Vayón<br />

MÚSICA PARA VIOLINES.<br />

Obras de Berio y Biber. IRVINE<br />

ARDITTI, violín. LYRIRATE.<br />

OEHMS OC 611 (Galileo MC). 2006-<br />

2008. 67’. SACD. N PM<br />

Los Duetti<br />

per due violini<br />

de Berio<br />

—Béla (Bartók),<br />

Maurice<br />

(Fleuret),<br />

A l f r e d<br />

(Schnittke), Piero (Farulli)…—<br />

duran de 47 segundos a un<br />

minuto, alcanzan a veces el<br />

minuto y medio. Constituyen<br />

una suerte de recopilación de<br />

crónicas, género ingrato, pues la<br />

yuxtaposición o el desfile en un<br />

solo menú de lo que parece<br />

hecho para ser consumido en la<br />

inmediatez de una tapa puede<br />

revelar tics de escritura, hacer<br />

sentir la fragilidad de las ideas,<br />

puede crear una sensación de<br />

frustración. Pero el viejo querido<br />

zorro revela, se diría con júbilo,<br />

su maestría en esa forma breve<br />

brevísima (que encontramos<br />

también en su obra para piano)<br />

y sobrevuela todos los hipotéticos<br />

obstáculos, escapa felizmente<br />

a toda realidad periodística<br />

(ninguna referencia oportunista<br />

a catástrofes, masacres, guerras…)<br />

e incluso podría decirse<br />

que, frente a los duettini, un<br />

plato de resistencia como la<br />

Sequenza VIII, para violín solo,<br />

de 14 minutos, implica posibles<br />

riesgos de indigestión…<br />

Esos bocados de Berio son<br />

una delicia, una lección de<br />

inteligencia que permite explorar<br />

algunas vías salvadoras: la<br />

necesidad de la música (!), el<br />

duro combate contra las<br />

modas, el elogio de la pereza,<br />

la importancia de escrutar los<br />

márgenes… Y de márgenes en<br />

márgenes, los dos violinistas<br />

zarpan de Berio para arribar a<br />

Biber: quieren demostrar —<br />

dicen— que Berio no es más<br />

moderno que Biber o que<br />

Biber lo es tanto como Berio y<br />

revelan en ambos compositores,<br />

con una cierta distancia<br />

debido a la época, ese mismo<br />

gusto por la rareza, esa fascinación<br />

por la originalidad (por<br />

ejemplo, el uso de la scordatura<br />

para Biber)… Los músicos<br />

defienden su tesis con un entusiasmo<br />

comunicativo y, acaso<br />

exceptuando los duettini, puede<br />

que tengan razón.<br />

Pierre Élie Mamou<br />

NOËL BAROQUE EN PAYS<br />

D’OC.<br />

Obras de Cordat y Saboly. LA<br />

CAMERA DELLE LACRIME. Director:<br />

BRUNO BONHOURE.<br />

ALPHA 117 (Diverdi). 2007. 65’. DDD.<br />

N PN<br />

Otra notablesingularidad<br />

de<br />

Alpha, nada<br />

menos que<br />

un conjunto<br />

de lo que<br />

aquí llamamos villancicos navideños<br />

compuestos por Natalis<br />

Cordat y Nicolas Saboly, dos<br />

vicarios que vivieron en el<br />

siglo XVII. Del primero de<br />

ellos, párroco rural, se conserva<br />

un manuscrito en Clermont-<br />

Ferrand, conteniendo 65 noëls,<br />

de los que 14 tienen texto en<br />

lengua occitana. El segundo,<br />

maestro de capilla en San<br />

Pedro de Aviñón, llegó a publicar<br />

los suyos en pequeños fascículos<br />

y los aquí incluidos<br />

están cantados en esta lengua.<br />

La influencia del air de cour<br />

en ambos es de lógica evidencia,<br />

aunque los que tienen texto<br />

en occitano poseen un aire más<br />

popular y más interés para el<br />

oyente. Como curiosidad cultural<br />

el disco tiene su punto de<br />

interés, pues no toda Francia<br />

era Versalles, y alguna obra<br />

como Aquò’s pro durmit, mai-<br />

nada (Basta de dormir, compañeros)<br />

es de agradable escucha,<br />

incrementada por la extraña<br />

sensación que produce la audición<br />

de la lengua de oc, parece<br />

catalán pero no lo es, parece<br />

francés y tampoco lo es, aunque<br />

el interés musical para el<br />

oyente no provenzal, ni siquiera<br />

francés, es escaso, ya que<br />

buena parte de lo compuesto<br />

tanto por Cordat como por<br />

Saboly está basado en canciones<br />

o aires ajenos, sin ningún<br />

mérito especial, a los que han<br />

modificado el texto.<br />

José Luis Fernández<br />

PUCCINI GOLD.<br />

DIVERSOS INTÉRPRETES.<br />

2 CD DECCA 475 9379 DX 2<br />

(Universal). 2007. 116’. DDD/ADD.<br />

R PE<br />

Una suerte<br />

de antología<br />

en homenaje<br />

al músico<br />

luqués contienen<br />

estos<br />

compactos,<br />

con treinta cortes, todos con<br />

voces, salvo dos orquestales:<br />

Crisantemi y el interludio de<br />

Manon Lescaut. El mero inventario<br />

de personas y óperas llenaría<br />

una columna. Para evitarlo,<br />

y tratándose de artistas<br />

seleccionados por su alta calidad,<br />

baste señalar que abarca<br />

tres generaciones de intérpretes,<br />

desde los más añejos como<br />

Renata Tebaldi y Carlo Bergonzi,<br />

hasta las glamorosas parejas<br />

de hoy, tales Angela Gheorghiu-Roberto<br />

Alagna y Anna<br />

Netrebko-Rolando Villazón,<br />

pasando por los tiempos de<br />

Mirella Freni y Montserrat<br />

Caballé, y sin faltar el trío de<br />

los estadios Carreras-Pavarotti-<br />

Domingo.<br />

Aparte de los límites<br />

impuestos por el espacio y el<br />

escrutinio, hay que tener en<br />

cuenta que se trata de la escudería<br />

Decca, al menos de quienes<br />

han grabado en este sello,<br />

aunque sin la etiqueta de la<br />

exclusividad. Como siempre en<br />

estos casos, hay exclusiones o<br />

inclusiones que se pueden discutir.<br />

Andrea Bocelli tiene, en<br />

buena medida, una calidad<br />

mediática más que operística,<br />

en tanto que Joan Sutherland,<br />

Christa Ludwig y Kiri Te Kanawa<br />

no son especialmente indicadas<br />

para el mundo pucciniano.<br />

Pero, en todos los capítulos,<br />

la excelencia profesional está


garantizada y el panorama interpretativo<br />

de Puccini en el último<br />

medio siglo, bastante bien espigado<br />

con tantos ejemplos.<br />

Blas Matamoro<br />

TRADITIONS AND<br />

TRANSFORMATIONS.<br />

Sound of Silk Road Chicago.<br />

Obras de Bloch, Sharav,<br />

Harrison y Prokofiev.YO-YO MA,<br />

violonchelo y viela morin khurr;<br />

WU MAN, pi’pa. SINFÓNICA DE<br />

CHICAGO. SILK ROAD ENSEMBLE.<br />

Directores: MIGUEL HARTH-BEDOYA<br />

Y ALAN GILBERT.<br />

CSO CSOR 901 801 (Harmonia<br />

Mundi). 2008. 79’. DDD. N PN<br />

Los cedésmezclaspueden<br />

agrupar<br />

compositores<br />

(de estilos<br />

afines o contrastados)<br />

o<br />

proponer materiales más o<br />

menos inconexos dejando al<br />

oyente la posibilidad o las ganas<br />

de imaginar una fábula, y es esa<br />

opción que la CSO ilustra hoy,<br />

combinando repertorio conocido<br />

(Schelomo, Suite escita) con<br />

obras nuevas o raramente frecuentadas,<br />

inventando una historia<br />

magnífica dentro de la<br />

mejor tradición del cine popular<br />

y ambicioso, proponiendo a la<br />

vez una real, si no profunda<br />

modernidad.<br />

El viaje —Road Movie, Ruta<br />

de la seda y todo eso— se desarrolla<br />

siguiendo brújulas algo<br />

alocadas; sus inmensos protagonistas<br />

(y solistas) acompañados<br />

por sublimes séquitos (la CSO, la<br />

SRO) cuentan una historia grave<br />

y gaya que juega con el tiempo y<br />

el espacio, los orígenes y unas<br />

geografías liberadas de meridianos<br />

y paralelos: adivinamos, imaginamos<br />

ese río Herlen en la<br />

obra epónima basada en el canto<br />

largo mongol (Yo-Yo Ma con la<br />

viela morin khurr hecha con crines<br />

de caballo, para evocar mejor<br />

el relinchar del animal de Gobi)<br />

acompasado por metales y percusiones<br />

de la orquesta occidental;<br />

percibimos, saboreamos ese<br />

mundo, esa estética “flor de cerezos<br />

y ciruelos” en el concierto<br />

para laúd pi’pa, un híbrido fantasmagórico<br />

que nos lleva desde<br />

Nápoles hasta los crepúsculos de<br />

Java o Sumatra, visualizamos acaso<br />

islas, lagos, desiertos fríos,<br />

campos de carbón, nieves, viento,<br />

sedas… La armonía bella y<br />

masacrada, ensuciada y enriquecida<br />

por el polvo del camino, lo<br />

envuelve todo con una elocuente<br />

evidencia.<br />

Pierre Élie Mamou<br />

The King’s Singers<br />

GRAN PINTURA VOCAL<br />

SIGLO DE ORO.<br />

THE KING’S SINGERS.<br />

SIGNUM SIGCD119 (LR Music). 2007.<br />

65’. DDD. N PN<br />

Creado hace cuarenta años, el<br />

grupo vocal inglés The King’s<br />

Singers se renueva con los<br />

años conservando sus principios<br />

estéticos y sus señas de<br />

identidad. Formado por dos<br />

contratenores, un tenor, dos<br />

barítonos y un bajo, el conjunto<br />

posee un color, resultante<br />

de la sabia mezcla de los colores<br />

individuales, que es marca<br />

de la casa, como también lo es<br />

su específico sentido del ritmo<br />

vocal. Esta última edición discográfica,<br />

cuyo título The Golden<br />

Age va seguido del castellano<br />

Siglo de Oro, está dedicada<br />

a compositores españoles<br />

del siglo XVI (Morales, Victoria,<br />

Vivanco y, sobre todo,<br />

Alonso Lobo), así como a portugueses<br />

del XVII (Juan IV, el<br />

culto primer rey de la dinastía<br />

Bragança que liberó a Portugal<br />

del reinado de Felipe IV y Dio-<br />

Roberto Gini<br />

LA REINA BASTARDA<br />

VIOLA BASTARDA.<br />

ROBERTO GINI, viola bastarda;<br />

MARA GALASSI, arpa; GIOVANNI<br />

TOGNI, clave y órgano. IL<br />

CONCERTO DELLE VIOLE.<br />

2 CD OLIVE MUSIC OM 010 (Diverdi).<br />

2005. 118’. DDD. N PN<br />

Un par de soberanos discos<br />

dedicados a la reina de las violas<br />

da gamba, llamada bastarda<br />

por no ser ni viola tenor ni<br />

basso de viola, pero como<br />

hubiera dicho Don Mendo, es<br />

la una y son las dos. Utilizada<br />

para realizar disminuciones,<br />

fantasías e improvisaciones<br />

sobre madrigales u otras composiciones<br />

vocales, su capacidad<br />

para cubrir todos los registros<br />

(SATB) de la obra original<br />

se consideraba muy superior a<br />

la de otros instrumentos como<br />

el clave, gracias a sus seis<br />

cuerdas y la utilización de<br />

variadas afinaciones. Su reinado<br />

se extendió entre los finales<br />

del XVI y principios del XVII y<br />

con ella comenzó Claudio<br />

Monteverdi su oficio de músico,<br />

siendo su instrumento en la<br />

corte de los Gonzaga.<br />

go Dias Melgás) más una obra<br />

del español residente en México<br />

Juan Gutiérrez de Padilla,<br />

esta última su versión del célebre<br />

motete Versa est in luctum.<br />

Es la suya una de las cuatro<br />

aquí recogidas, juntamente con<br />

las de Victoria, Vivanco y,<br />

cómo no, la de Alonso Lobo<br />

compuesta casi con total seguridad<br />

para el funeral de Felipe<br />

II. De Alonso Lobo se incluyen<br />

también unas extensas Lamentaciones<br />

de Sábado Santo y el<br />

Libera me que cierra el disco.<br />

En algunas obras se añade a<br />

las voces un bajón que, muy<br />

discretamente, da un particular<br />

realce a su solemne contenido.<br />

Los actuales integrantes del<br />

grupo The King’s Singers ofrecen<br />

nuevamente una grabación<br />

de extraordinaria calidad, en la<br />

que está ausente la típica frialdad<br />

de otros ensembles vocales<br />

ingleses. Las voces no pueden<br />

estar mejor timbradas ni el profundo<br />

sentido de las obras<br />

mejor reflejado, la transparencia<br />

es total tanto al unísono como<br />

El registro de Olive Music<br />

comprende una amplia gama<br />

de composiciones específicas<br />

para viola bastarda de Orazio<br />

Bassani, el más notable virtuoso<br />

de la época y conocido<br />

como Horatio dalla Viola, así<br />

como de Giovanni Bassano,<br />

Vincenzo Bonizzi, Francesco<br />

Rognoni, Aurelio Virgiliano y<br />

otros. Incluye también reducciones<br />

para otros instrumentos,<br />

clave, órgano o arpa,<br />

basadas en el mismo principio,<br />

de Antonio de Cabezón,<br />

de su hijo Hernando, de<br />

Andrea Gabrieli y de Frescobaldi.<br />

Por otra parte, de varios<br />

conocidos madrigales como<br />

Dulce memoria o Anchor che<br />

col partire se ofrecen distintas<br />

reducciones para viola bastarda<br />

o para clave debidas a<br />

diferentes compositores. Una<br />

visión muy completa del<br />

panorama de la época y del<br />

papel ejercido durante ella<br />

por la que fue llamada reina<br />

de los instrumentos.<br />

El excelente violagambista<br />

italiano Roberto Gini, autor<br />

también de unas completísi-<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

VARIOS<br />

en complementaria oposición<br />

de voces agudas y graves. Quizás<br />

la portada ideal de la carátula<br />

hubiera sido la reproducción<br />

de alguno de los cuadros<br />

de Valdés Leal, como reflejo de<br />

un mismo mundo en dos manifestaciones<br />

artísticas diferentes,<br />

aunque no tan distintas, pues<br />

no hay que olvidar aquello de<br />

ut pictura musica, lema verdaderamente<br />

cierto para un conjunto<br />

vocal de color tan específicamente<br />

adecuado a las obras<br />

musicales registradas. Soberbio<br />

disco.<br />

José Luis Fernández<br />

mas notas sobre su instrumento<br />

y los compositores de los<br />

que ha tomado las obras escogidas<br />

asume las interpretaciones<br />

específicas utilizando dos<br />

diferentes violas bastardas,<br />

copias modernas de originales<br />

del célebre Gasparo de Saló.<br />

Las interpretaciones de obras<br />

para otros instrumentos corren<br />

a cargo de la arpista Mara<br />

Galassi y de Giovanni Togni al<br />

clave o al órgano. En conclusión,<br />

una sobresaliente edición<br />

discográfica. Y nada de aburrida<br />

arqueología, las obras son<br />

una delicia y gratísima su<br />

sonoridad.<br />

José Luis Fernández<br />

105


106<br />

D V I S DC<br />

O S<br />

BELLINI-DONIZETTI<br />

D V D<br />

CRÍTICAS de la A a la Z<br />

Sergiu Celibidache<br />

EL GURÚ DE LA MÚSICA FRANCESA<br />

DEBUSSY: Preludio<br />

a la siesta de un fauno.<br />

Iberia. RAVEL:<br />

Alborada del gracioso.<br />

Rapsodia española. Bolero.<br />

ORQUESTA FILARMÓNICA DE MÚNICH.<br />

Director: SERGIU CELIBIDACHE.<br />

Director de vídeo: JÁNOS DARVAS.<br />

EUROARTS 3077968 (Ferysa). 1994.<br />

101’. N PN<br />

Este extraordinario documento<br />

nos trae un concierto de los<br />

últimos años de Celibidache,<br />

celebrado en la sala de la Philharmonie<br />

de Colonia los días<br />

13 y 14 de mayo de 1994<br />

durante una gira de la Filarmónica<br />

de Múnich, creo recordar<br />

que ya pasado por algún programa<br />

de TV de pago. “No<br />

existe otra música donde la<br />

maestría técnica de un director<br />

de orquesta, su capacidad para<br />

calibrar los valores sonoros más<br />

sutiles y el arte de la transición<br />

permanente, sean tan decisivas<br />

como las del impresionismo<br />

francés, movimiento en el que<br />

Debussy y Ravel son sus dos<br />

mejores representantes musicales”,<br />

dice acertadamente Christoph<br />

Schlüren, discípulo del<br />

maestro, en el libreto de este<br />

DVD. Además, elegancia, precisión,<br />

colorido, máxima intensidad<br />

orquestal y alquitarado<br />

refinamiento, matices tratados<br />

casi con microscopio y tempi<br />

BELLINI:<br />

Norma. DIMITRA THEODOSSIOU<br />

(Norma), DANIELA BARCELLONA<br />

(Adalgisa), CARLO VENTRE (Pollione),<br />

SIMON ORFILA (Oroveso). CORO<br />

LÍRICO MARCHIGIANO “VINCENZO<br />

BELLINI”. FONDAZIONE ORCHESTRA<br />

REGIONALE DELLE MARCHE. Director<br />

musical: PAOLO ARRIVABENI. Director<br />

de escena: MASSIMO GASPARON.<br />

Director de vídeo: TIZIANO MANZINI.<br />

2 DVD DYNAMIC 33561 (Diverdi).<br />

2007. 165’. N PN<br />

Las óperas al<br />

aire libre<br />

acostumbran<br />

a estar respaldadas<br />

por<br />

un bello marco,<br />

como es<br />

el caso que<br />

nos ocupa<br />

del Sferisterio<br />

de Macerata, que está realizando<br />

unas temporadas con óperas<br />

de repertorio, que se alternan<br />

con obras más contemporáneas<br />

que se dan en otros marcos,<br />

pero un escenario de estas<br />

amplios que permiten una<br />

absoluta claridad y transparencia<br />

del discurso sonoro, son las<br />

características que podrán apreciar<br />

en este soberbio concierto.<br />

Los que tuvimos la fortuna de<br />

ver al maestro en la década de<br />

los setenta y ochenta con dos<br />

orquestas españolas (RTVE y<br />

ONE) tocando esta música en<br />

el Teatro Real de Madrid (aquellos<br />

inolvidables Mar y Bolero<br />

con la Nacional que permanecerán<br />

en nuestro recuerdo para<br />

toda la vida), tenemos en este<br />

DVD una especie de magdalena<br />

proustiana que nos hace<br />

revivir sensaciones (impresiones<br />

en este caso) sólo vividas<br />

con los testimonios de la batuta<br />

de este músico sin par. Nunca<br />

nada parecido en otras recreaciones<br />

por bellas que éstas<br />

pudiesen llegar a ser (recordemos<br />

a estupendos directores de<br />

estas músicas que, sin embargo,<br />

no han podido o sabido<br />

profundizar en ellas tanto<br />

como el rumano: Giulini, de<br />

Sabata, Cantelli, Monteux, Maazel<br />

o el último Boulez), nunca<br />

nada tan elaborado, tan llevado<br />

al extremo de los límites de la<br />

convención interpretativa; de<br />

ahí que Celibidache dijese en<br />

su momento que “no conozco<br />

a ningún director francés que<br />

sea capaz de dirigir música<br />

francesa”, una de sus tantas<br />

características crea unas servidumbres,<br />

generalmente por su<br />

longitud. Massimo Gasparon<br />

plante el espacio dramático de<br />

Norma mediante el uso de rampas<br />

por donde se mueve el<br />

coro, en medio de las cuales<br />

hay unas columnas como centro<br />

de los ritos, que permite el desarrollo<br />

de la acción sin grandes<br />

novedades, aunque con una iluminación<br />

mejorable, un vestuario<br />

vistoso y bello, aunque no<br />

siempre adecuado. La dirección<br />

musical está a cargo de Paolo<br />

Arrivabeni que demuestra conocer<br />

la partitura, faltándole a su<br />

versión una mayor gama de<br />

contrastes, sobre todo en los<br />

momentos más melódicos.<br />

Dimitra Theodossiou, que da<br />

vida a la sacerdotisa ha conseguido<br />

una mayor identificación<br />

en el rol, demostrando seguridad<br />

en la zona alta y resolver<br />

con calidad los momentos más<br />

belcantistas, aunque quizá le falte<br />

producir más impacto, mientras<br />

que Daniela Barcellona es la<br />

gran cantante de siempre, con<br />

boutades no carentes de cierta<br />

verdad. Y también esto otro, y<br />

es que oyendo esta Rapsodia<br />

española, esta Iberia o este<br />

Bolero, es más evidente que<br />

nunca esa otra frase lapidaria<br />

del rumano: “los franceses han<br />

sido capaces de crear una<br />

música más española que los<br />

propios españoles”. En suma,<br />

un concierto para la historia,<br />

interpretaciones fascinantes<br />

memorablemente filmadas y<br />

grabadas, otro testimonio impagable<br />

de este mago de la<br />

orquesta, un regalo musical<br />

con un exhaustivo despliegue<br />

de medios técnicos y expresivos<br />

que hará las delicias de<br />

cualquier espectador. No se<br />

pierdan esta maravilla.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

un fraseo muy cuidado y expresivo,<br />

en un rol que quizá la limita<br />

en algún momento del registro<br />

agudo. Completa el reparto<br />

Carlo Ventre, tenor de buenos<br />

medios y estilo extrovertido y<br />

Simon Orfila que cumple como<br />

Oroveso.<br />

Albert Vilardell<br />

DONIZETTI:<br />

Don Pasquale. CLAUDIO DESDERI<br />

(Pasquale), MARIO CASSI (Malatesta),<br />

FRANCISCO GATELL (Ernesto), LAURA<br />

GIORDANO (Norina), GABRIELE SPINA<br />

(Notario). CORO DEL TEATRO<br />

MUNICIPAL DE PIACENZA. ORQUESTA<br />

GIOVANILE LUIGI CHERUBINI. Director<br />

musical: RICCARDO MUTI. Director de<br />

escena: ANDREA DE ROSA. Director de<br />

vídeo: GABRIELE CAZZOLA.<br />

ARTHAUS 101.303 (Ferysa). 2006. 124’.<br />

N PN<br />

Es sabida la predilección de<br />

Muti por esta partitura donizettiana<br />

plasmada en precedentes<br />

ejemplos audio y vídeo. No es


Miguel Roa<br />

NOVEDOSA PROPUESTA<br />

BRETÓN:<br />

Noche de verano en La<br />

verbena de la Paloma. JOSÉ<br />

ANTONIO LÓPEZ (Julián), AMPARO<br />

NAVARRO (Susana), MARÍA JOSÉ<br />

SUÁREZ (Casta), DAVID RUBIERA<br />

(Don Hilarión), EMILIO SÁNCHEZ<br />

(Don Sebastián), MARINA PARDO<br />

(Señá Rita), FEDERICO GALLAR (tío<br />

Antonio), NURIA CASTEJÓN (bailaora<br />

de flamenco), CRISTINA LUAR<br />

(Severiana). MANUEL COVES<br />

(pianista). ORQUESTA GRAFFITI.<br />

CORO Y ORQUESTADELA<br />

COMUNIDAD DE MADRID. Director<br />

musical: MIGUEL ROA. Adaptación<br />

y dirección escénica: MARINA<br />

BOLLAÍN. Director de vídeo: DANIEL<br />

SCHLEEF.<br />

DECCA 074 3262 (Universal). 2006.<br />

87’. N PN<br />

Evidente la popularidad de la<br />

partitura de Tomás Bretón La<br />

verbena de la Paloma, y no<br />

parece vaya a alterarse por<br />

ahora, a pesar de que se ha<br />

sobrepasado el centenario de<br />

su estreno. Desde entonces ha<br />

sido una obra atrayente, bien<br />

podríamos decir imprescindible,<br />

para cualquier temporada<br />

de zarzuela. Se ha representado<br />

centenares de veces en ciudades<br />

españolas, de América<br />

latina y, aunque menos, en<br />

ciudades europeas, sin faltarle<br />

el éxito. Ha sido objeto de ediciones<br />

discográficas, transmisiones<br />

radiofónicas y televisivas.<br />

Su hondo calado en la tradición<br />

musical popular ha llevado,<br />

incluso, a ser tatareados<br />

algunos de sus pasajes más<br />

destacados por gentes que<br />

de extrañar<br />

que tarde o<br />

temprano la<br />

dirigiera en el<br />

festival de<br />

Rávena del<br />

que procede<br />

esta edición.<br />

El maestro<br />

napolitano, al<br />

frente de una orquesta reunida<br />

por él hace unos pocos años,<br />

parece más inclinado a reflejar el<br />

contenido sentimental, con cierto<br />

aire de amarga pero tierna<br />

melancolía que emerge de una<br />

obra que dirige con mano férrea,<br />

experta y minuciosa, nadie puede<br />

dudarlo. La visión de la batuta<br />

se traslada a la dirección escénica<br />

en una lectura de los acontecimientos<br />

sobria pero en general<br />

eficiente que parte del socorrido<br />

concepto de integrar el tea-<br />

jamás han frecuentado los<br />

espectáculos de zarzuela.<br />

En estas últimas fechas ha<br />

hecho acto de presentación en<br />

el mercado el DVD que presentamos,<br />

fruto de una producción<br />

de la Orquesta y Coro<br />

de la Comunidad de Madrid,<br />

editado por el sello Decca. Se<br />

trata de una libre adaptación y<br />

dirección escénica llevada a<br />

cabo por Marina Bollaín, del<br />

vistoso sainete lírico con libreto<br />

original de Ricardo de la<br />

Vega y música del maestro<br />

Bretón, cuya grabación se<br />

efectuó en directo durante las<br />

representaciones que tuvieron<br />

lugar en el Teatro Auditorio de<br />

San Lorenzo de El Escorial en<br />

los días 30 y 31 de julio de<br />

2006 y posteriormente, si no<br />

me falla la memoria, representada<br />

en el Teatro Albéniz<br />

madrileño. El montaje ya había<br />

sido estrenado en el Hebbel-<br />

Theater de Berlín en 2002, trasladando<br />

la acción a nuestros<br />

días, idea que ronda con frecuencia<br />

en los directores escénicos<br />

en su monomanía de<br />

tener que actualizarlo todo<br />

para que el público de hoy<br />

entienda el espectáculo. Sin<br />

duda, La verbena de la Paloma<br />

es una de las zarzuelas más<br />

tentadoras en ese aspecto: su<br />

temática, universalidad de lo<br />

cotidiano, con su ambiente de<br />

vida real y popular, con su<br />

espontaneidad y ligereza, su<br />

economía de medios y de<br />

tiempo.<br />

Marina Bollaín respeta en<br />

su integridad la partitura de<br />

tro dentro del teatro. Tal como<br />

refleja muy gráficamente el personaje<br />

central al quitarse el<br />

maquillaje al finalizar la obra.<br />

También el cuarteto vocal acusa<br />

este planteamiento ponderado y<br />

riguroso, un equipo que físicamente<br />

(sin duda, un efecto cuidadosamente<br />

buscado) responde<br />

a las exigencias de cada personaje<br />

respectivo. Giordano da<br />

muy bien el perfil de una Norina<br />

juvenil, carnosa y atractiva, con<br />

un canto de siempre correcta<br />

realización, siempre atenta escénicamente<br />

a la dirección<br />

impuesta por el regista. El<br />

argentino Gatell canta muy bien<br />

Ernesto y ofrece una imagen<br />

raramente tan justa del muchacho,<br />

siendo el que mejor concuerda<br />

con el planteo teatral.<br />

Cassi, barítono muy lírico de<br />

medios a veces demasiado livia-<br />

Bretón escrita para los dos primeros<br />

cuadros a la que añadirá<br />

una melancólica canción gallega<br />

sobre el amor perdido. En<br />

el último cuadro —como sabemos<br />

carece de música escrita<br />

expresamente, salvo el recurso<br />

de utilizar las seguidillas—<br />

introduce una filmación de las<br />

fiestas de la Paloma del año<br />

2001 que recrea el ambiente<br />

actual verbenero para desembocar<br />

en la escena final del<br />

baile con una rumba y otras<br />

músicas de hoy, en ese aspecto<br />

muy en consonancia con el<br />

espíritu sainetero de la época.<br />

Algunos personajes del sainete<br />

original son transformados:<br />

Don Hilarión es un joven don<br />

Juan de segunda clase, Julián<br />

un butanero, tía Antonia, se<br />

convierte en tío, el cantable<br />

del sereno y guardias lo retoman<br />

el tabernero y dos amigos.<br />

El único elemento escénico<br />

es una construcción compartimentada<br />

en mitad del<br />

escenario que representa una<br />

casa de vecindad en la que se<br />

mueven personajes y coro que<br />

tiende a confundir la propuesta.<br />

La producción alberga<br />

algún que otro fallo de coherencia;<br />

lo escuchado en los<br />

cantables no tiene conexión<br />

con lo que se ve (Julián sentado<br />

ante la televisión y la señá<br />

Rita indicándole “ya estás frente<br />

a la casa y ahora qué vas a<br />

hacer”). El elenco vocal funciona<br />

por lo general eficazmente,<br />

sobre todo José Antonio López<br />

y David Rubiera. Muy bien<br />

Nuria Castejón como bailaora.<br />

nos, se luce más como actor que<br />

como cantante. Desderi, en un<br />

papel algo grave para su voz,<br />

logra por momentos ocultar su<br />

deterioro vocal gracias a la experiencia<br />

y al rodaje como un actor<br />

que asimismo ha hecho carrera<br />

como director escénico.<br />

Fernando Fraga<br />

DONIZETTI:<br />

Don Pasquale. PATRIZIA CIOFI<br />

(Norina), SIMONE ALAIMO (Don<br />

Pasquale), MARZIO GIOSSI<br />

(Malatesta), NORMAN SHANKLE<br />

(Ernesto). CORO DEL GRAN TEATRO DE<br />

GINEBRA. ORQUESTADELASUISSE<br />

ROMANDE. Director musical: EVELINO<br />

PIDÒ. Director de escena: DANIEL<br />

SLATER.<br />

BEL AIR BAC033 (Harmonia Mundi).<br />

127’ N PN<br />

D V D<br />

BELLINI-DONIZETTI<br />

En la parte hablada hay aspectos<br />

poco trabajados y de poca<br />

calidad expresiva. Orquesta y<br />

director acompañan con el<br />

conveniente estilo. El espectáculo,<br />

siendo novedoso, está<br />

muy alejada de la gracia, aroma,<br />

ambiente y precisión con<br />

la que se pintan los tipos y<br />

situaciones de la obra original.<br />

En todo caso pensamos que La<br />

verbena de la Paloma permite<br />

una gran variedad de enfoques<br />

por lo que anteriormente dijimos,<br />

y que, como otras obras<br />

maestras del teatro lírico, es<br />

susceptible de las más varias y<br />

sorprendentes producciones<br />

escénicas. En el caso de este<br />

DVD no negaremos que contiene<br />

aciertos, pero también<br />

estoy de acuerdo con el<br />

comentario a la representación<br />

(ver SCHERZO nº 212, octubre<br />

de 2006) y al verso juanramoniano<br />

aludido: “No la toques<br />

ya más que así es la Verbena”.<br />

Manuel García Franco<br />

Bien ingeniosa<br />

y bien<br />

distinta de las<br />

otras lecturas<br />

que ya se<br />

encuentran<br />

en DVD (de<br />

la clásica de<br />

la RAI milanesa<br />

a la más<br />

reciente de Muti y De Rosa), Slater<br />

traslada la acción al periodo<br />

de entreguerras de la pasada centuria.<br />

Un excelente decorado con<br />

la originalidad de situar el acto I<br />

en un escenario exterior y un<br />

finísimo vestuario (ambos de<br />

Francis O’Connor) permiten al<br />

regista alterar el carácter original<br />

de la ópera convirtiéndola en<br />

una comedia sofisticada que,<br />

dados los resultados, no parece<br />

que quede tan absurda tal audaz<br />

concepción. Su mejor golpe de<br />

107


108<br />

D V I S DC<br />

O S<br />

DONIZETTI-WAGNER<br />

teatro es el cambio operado por<br />

Norina en la decoración de la<br />

casa de Don Pasquale, lógicamente<br />

recibido por el público<br />

con un espontáneo aplauso. Los<br />

cantantes está bien marcados y<br />

mejor aún dirigidos, por todos<br />

los recovecos del enorme escenario<br />

dividido en dos niveles,<br />

ayudados también por el paralelo<br />

detalle con que se manejan<br />

coro y figurantes. Dominan el<br />

equipo Ciofi y Alaimo. Éste, con<br />

su voz de tan peculiar colorido y<br />

su experiencia, erige un Don<br />

Pasquale importante y convincente,<br />

bien adaptado a tan nuevo<br />

tratamiento de un personaje bien<br />

alejado sin duda de otros anteriormente<br />

interpretados. Aquélla<br />

ofrece un alarde de musicalidad,<br />

medios e intenciones, bella y elegante.<br />

Una Norina, sin duda,<br />

ingeniosa e inolvidable. Giossi,<br />

barítono lírico de colorido más<br />

atenorado según asciende en la<br />

escala, aporta una conveniente<br />

presencia y un canto correcto<br />

que un actor entregado acaba<br />

por redondear. Sosito el Ernesto<br />

de Shankle (sustituía al colombiano<br />

Juan José Lopera), un<br />

poco verde pero con bonita voz<br />

y un canto fluido, sólo con algunas<br />

complicaciones en esporádicas<br />

notas agudas. Pidò dirige<br />

como el buen maestro que es y<br />

como gran conocedor de este<br />

repertorio.<br />

Fernando Fraga<br />

MASSENET:<br />

Don Quichotte. LAURA POLVERELLI<br />

(Dulcinée), GIACOMO PRESTIA (Don<br />

Quichotte), ALESSANDRO CORBELLI<br />

(Sancho). CORO, ORQUESTA Y CUERPO<br />

DE BAILE DEL TEATRO GIUSEPPE VERDI<br />

DE TRIESTE. Director musical: DWIGHT<br />

BENNETT. Director de escena:<br />

FEDERICO TIEZZI.<br />

BONGIOVANNI AB 20007. (Diverdi).<br />

2006. 114’. N PN<br />

Es Don Quichotte<br />

una<br />

obra que ha<br />

gozado de<br />

relativa difusión,<br />

siempre<br />

vinculada a<br />

cantantes<br />

actores,<br />

como Feodor<br />

Chaliapin que la estrenó, que<br />

han recreado el personaje del<br />

caballero de la triste figura, que<br />

no sigue el texto creado por<br />

Cervantes, sino que está basado<br />

en la obra de Jacques Le Lorrain,<br />

adaptado por Henri Cain, con<br />

un enfoque bastante distinto del<br />

héroe castellano. La obra de<br />

Massenet, que se resiente de<br />

una cierta inconsistencia del<br />

libreto, tiene momentos muy<br />

interesantes como unas arias de<br />

Dulcinea o Don Quichotte o la<br />

escena final, aunque a veces cae<br />

en el tópico españolismo, pero<br />

no acaba de conseguirse una<br />

partitura redonda. A mejorar la<br />

acción no ayuda una dirección<br />

escénica genérica, que sitúa la<br />

acción en un marco algo indefinido,<br />

un vestuario incoherente y<br />

un movimiento escénico lánguido.<br />

La dirección musical, siendo<br />

correcta, no acaba de realzar la<br />

elegancia y perfume de la música<br />

de Massenet, en una versión<br />

lineal. Entre los intérpretes destaca<br />

Giacomo Prestia, bajo de<br />

canto expresivo, aunque a veces<br />

la identificación queda algo<br />

superficial, en especial la escena<br />

de la muerte, mientras que Alessandro<br />

Corbelli hace un Sancho<br />

coherente, primitivo, pero con la<br />

experiencia que da el hambre.<br />

Completa el reparto la musical<br />

Laura Polverelli con un canto<br />

alegre y desenfadado, pero también<br />

de cierta fuerza interna.<br />

Albert Vilardell<br />

MOZART:<br />

Ascanio il Alba ELISABETH<br />

NORBERG-SCHULTZ (Venere),<br />

MARIANNA PIZZOLATO (Ascanio),<br />

CINZIA FORTE (Silvia), DÉSIRÉE<br />

RANCATORE (Fauno), BERNHARD<br />

BERCHTOLD (Aceste). CORO Y<br />

ORQUESTA DEL TEATRO COMUNALE DI<br />

BOLONIA. Director musical: OTTAVIO<br />

DANTONE. Director de escena:<br />

MICHAL ZNANIECKI. Director de vídeo:<br />

CLAUDIO PITZALIS.<br />

BONGIOVANNI AB 20006 (Diverdi).<br />

2005. 128’. N PN<br />

C ompuesta<br />

por Mozart a<br />

los quince<br />

años de edad,<br />

Ascanio in<br />

Alba era su<br />

segunda ópera<br />

y se estrenó<br />

con motivo<br />

de la boda<br />

del archiduque Fernando de<br />

Austria y Maria Beatriz d’Este. En<br />

ella aparecen momentos de la<br />

genialidad del compositor, pero<br />

como es lógico es una obra a la<br />

que falta la madurez que en<br />

pocos años adquiriría su autor.<br />

Durante muchos años sólo existía<br />

una grabación, pero recientemente<br />

se ha aumentado su discografía<br />

y también ha aparecido<br />

una versión en DVD, procedente<br />

de la celebración del aniversario<br />

en Salzburgo, El libreto de Giuseppe<br />

Parini es flojo y desarrolla<br />

la acción de forma pesada y ello<br />

no mejora con la dirección escénica<br />

de Michal Znaniecki que<br />

traslada la acción a una época,<br />

que podía ser la coetánea de<br />

Mozart, y que no sólo dificulta la<br />

complicada acción, sino que la<br />

oscurece más, creando contradicciones<br />

y situaciones a veces<br />

algo absurdas, a lo que se suma<br />

una dirección de cantantes lineal<br />

y poco evolucionada. La dirección<br />

musical de Ottavio Dantone<br />

consigue un buen nivel de los<br />

elementos estables, con una versión<br />

coherente y correcta, aunque<br />

a veces le falte una cierta<br />

fluidez. El nivel de los cantantes<br />

es interesante, destacando Désirée<br />

Rancatore, que supera las<br />

dificultades del rol de Fauno,<br />

con un cuidado virtuosismo,<br />

acompañado de Marianna Pizzolato<br />

con su bella voz y estilo<br />

musical y Cinzia Forte, delicada<br />

y sutil como Silvia, quedando<br />

más discreta Elisabeth Norberg-<br />

Schultz, a la que le falta ductilidad<br />

y una mayor transparencia.<br />

Albert Vilardell<br />

ROSSINI:<br />

La cambiale di matrimonio.<br />

DESIRÉE RANCATORE (Fanny), PAOLO<br />

BORDOGNA (Tobia Mill), SAIMIR PIRGU<br />

(Edoardo), FABIO MARIA CAPITANUCCI<br />

(Slook), ENRICO MARIA MARABELLI<br />

(Norton), MARIA GORTSEVSKAIA<br />

(Clarina). ORQUESTA HAYDN DE<br />

BOLZANO Y TRENTO. Director musical:<br />

UMBERTO BENEDETTI MICHELANGELI.<br />

Director de escena: LUIGI SQUARZINA.<br />

Director de vídeo: TIZIANO MANCINI.<br />

NAXOS 2.110228 (Ferysa). 84’. 2006.<br />

N PM<br />

Ofrecida en<br />

el Festival de<br />

Pésaro junto<br />

a El deber del<br />

primer mandamiento<br />

mozartiano,<br />

la producción<br />

del veterano<br />

Squarzina es<br />

un prodigio de asimilación y traducción<br />

del espíritu rossiniano,<br />

un montaje sin fisuras donde los<br />

personajes van y vienen por la<br />

escena, en medio de unos decorados<br />

oportunísimos de Giovanni<br />

Agostinucci (autor asimismo del<br />

equivalente vestuario) conforme<br />

a su significado y a las características<br />

propias (unas sentimentales,<br />

otras más decididamente cómicas)<br />

de cada uno. Rancatore hace<br />

alarde de su musicalidad, rico<br />

registro agudo y cualidades de<br />

actriz en una Fanny encantadora,<br />

más centrada en el papel que su<br />

enamorado Pirgu, de colorida<br />

voz, de presencia muy agradable<br />

pero canto un tanto desigual. Los<br />

dos bufos, Bordogna y Capitanucci,<br />

se encuentran a gusto en<br />

cada respectivo papel, ofreciendo<br />

los requisitos vocales, la<br />

caracterización y el canto nece-<br />

sario para sacar adelante con<br />

suficiente provecho cada respectivo<br />

encargo. Aunque para ser<br />

más justos, de los dos es Bordogna<br />

el que se lleva la palma,<br />

en especial porque su voz es de<br />

mayor calidad que la de su colega.<br />

Marabelli ayuda a redondear<br />

el equipo, además de Gorsevskaia<br />

cuyos medios probablemente<br />

la destinen en el futuro a<br />

empeños de mayor relevancia.<br />

Benedetti Michelangeli, sobrino<br />

del mítico pianista, ayuda con<br />

perspicacia no exenta de brío y<br />

de ritmo a completar el éxito del<br />

espectáculo.<br />

Fernando Fraga<br />

TIPPETT:<br />

King Priam. RODNEY MACANN (King<br />

Priam), SARAH WALKER (Andromache),<br />

HOWARD HASKIN (Paris), ANNE MASON<br />

(Helen), JANET PRICE (Hecuba), NEIL<br />

JENKINS (Achiles), OMAR EBRAHIM<br />

(Hector). CORO Y ORQUESTADELA<br />

OPERA DE KENT. Director musical:<br />

ROGER NORRINGTON. Director de<br />

escena: NICHOLAS HYTNER. Director<br />

de vídeo: ROBIN LOUGH.<br />

ARTHAUS 102 087 (Ferysa). 1985. 138’.<br />

N PN<br />

Con libreto<br />

del propio<br />

compositor,<br />

King Priam<br />

plantea, como<br />

tantas veces<br />

en Tippett, un<br />

drama en el<br />

que se mezcla<br />

la base mitológica<br />

con la vida cotidiana, el<br />

destino con el derecho a la libertad,<br />

lo ineluctable con el deseo.<br />

Aquí se recoge una película para<br />

la televisión sobre la producción<br />

que, en 1984, presentó la Kent<br />

Opera de esta pieza menos inmediata<br />

que A summer marriage,<br />

menos abstrusa que The Knot<br />

Garden en la que opera también<br />

un cierto distanciamiento a la<br />

hora de elaborar los personajes, a<br />

lo que colabora la intemporalidad<br />

del planteamiento escénico —y la<br />

excelente dirección de actores—,<br />

que hace que la acción parezca<br />

aplicable a una especie de naturalización<br />

del mito. Los intérpretes<br />

son todos de primera clase,<br />

con la grata sorpresa de Rodney<br />

Macann, la seguridad de Sarah<br />

Walker y un par de nombres que<br />

hicieron carrera irregular como<br />

Janet Price y Anne Mason. Roger<br />

Norrington se muestra muy eficaz<br />

en un repertorio con el que sería<br />

difícil asociarle. Una formidable<br />

ocasión para acercarse a un gran<br />

creador y a una de sus obras<br />

mayores.<br />

Claire Vaquero Williams


VERDI:<br />

Luisa Miller. DARINA TAKOVA<br />

(Luisa), GIUSEPPE SABBATINI (Rodolfo),<br />

ALEXANDER VINOGRADOV (El Conde),<br />

DAMIANO SALERNO (Miller), URSULA<br />

FERRI (Federica), ARUTJUN<br />

KOTSCHINIAN (Wurm). CORO Y<br />

ORQUESTA DE LA FENICE. Director<br />

musical: MAURIZIO BENINI. Director<br />

de escena: ARNAUD BERNARD.<br />

Escenografía: ALESSANDRO CAMERA.<br />

Director de vídeo: TIZIANO MANCINI.<br />

2 DVD NAXOS 2.110225-26 (Ferysa).<br />

2006. 157’. N PM<br />

Por una vez,<br />

el deslizamiento<br />

de<br />

épocas —<br />

hacia la Belle<br />

époque italiana<br />

y verdiana—<br />

resulta<br />

eficaz. Una<br />

ambientación<br />

con elementos someros, excelente<br />

plástica, astuta iluminación<br />

y buen uso de un telón interno<br />

que hace variar los espacios y<br />

permite cambiar la escena detrás<br />

de él, se unen a una marcación<br />

de actores y un desplazamiento<br />

de masas con acertada teatralidad.<br />

La captación en vídeo,<br />

hecha durante una representación<br />

veneciana, alterna planos<br />

de conjunto, enfoques de personajes<br />

aislados y primerísimas<br />

tomas de objetos que nos llevan<br />

al montaje picado del buen cine.<br />

El reparto, sin deslumbrar,<br />

es homogéneo y solvente. Takova<br />

luce un instrumento cálido y<br />

agradable, sorteando las agilidades<br />

que preceden a la dramática<br />

historia de la perseguida heroína.<br />

Sabbatini, aunque un punto<br />

exigido en el aliento de ciertos<br />

pasajes, es siempre el cantante<br />

sensible y resuelto, a la vez que<br />

el intérprete intencionado y elegante.<br />

Recoge la única ovación<br />

de la noche, en su gran escena<br />

con aria spianata y cabaletta de<br />

empuje. Rica en sonoridad la<br />

mezzo y convincentes los dos<br />

bajos (Conde y Wurm, éste de<br />

aspecto siniestro y repelente,<br />

opuesto a la implacable nobleza<br />

del otro). Miller no tiene la voz<br />

verdiana por antonomasia pero<br />

canta con probidad y dentro de<br />

las exigencias del sufrido padre.<br />

Benini dirige con tensión, limpieza<br />

y adecuada dinámica.<br />

Blas Matamoro<br />

www.scherzo.es<br />

Antonio Pappano<br />

ALARDE DE INTELIGENCIA<br />

MOZART: Las bodas<br />

de Fígaro. ERWIN SCHROTT<br />

(Fígaro), MIAH PERSSON<br />

(Susanna), DOROTHEA ROESCHMANN<br />

(Condesa), GERALD FINLEY (Conde),<br />

RINAT SHAHAM (Cherubino),<br />

JONATHAN VEIRA (Don Bartolo),<br />

GRACIELA ARAYA (Marcellina), PHILIP<br />

LANGRIDGE (Don Basilio). CORO Y<br />

ORQUESTA DEL COVENT GARDEN.<br />

Director musical: ANTONIO<br />

PAPPANO. Director de escena: DAVID<br />

MCVICAR. Director de vídeo:<br />

JONATHAN HASWELL.<br />

OPUS ARTE OA 0990 D (Ferysa). 2006.<br />

207’. N PN<br />

McVicar sitúa la acción en la<br />

Francia de Luis Felipe (primera<br />

mitad del XIX), lo cual le permite<br />

establecer las relaciones<br />

amo y criado con mayor agresividad,<br />

en un castillo de amplias<br />

habitaciones que ilumina con<br />

una luz crepuscular (Paule<br />

Constable). En estos hermosos<br />

espacios (de Tanya McCallin,<br />

quien asimismo firma el vestuario)<br />

mueve con tal imaginación<br />

y con tan certera precisión a<br />

cantantes y comparsería que da<br />

la sensación de que la ópera<br />

mozartiana se ve por primera<br />

vez en su exacta y más auténtica<br />

exposición. Un auténtico<br />

alarde de inteligencia teatral,<br />

extrayendo de cada situación a<br />

menudo insólitos efectos y en<br />

una narración que jamás pierde<br />

el pulso ni cae en tiempos<br />

muertos. Un montaje que se<br />

corresponde perfectamente<br />

con la dirección viva, sutil y<br />

enérgica de Pappano, quien<br />

acompaña al clave los recitativos<br />

que detalla con un ritmo,<br />

una claridad y una intensidad<br />

WAGNER:<br />

Lohengrin. MANFRED SCHENK (Rey<br />

Enrique), PAUL FREY (Lohengrin),<br />

CHERYL STUDER (Elsa), EKKERHARD<br />

WLASCHIHA (Telramund), GABRIELE<br />

SCHNAUT (Ortrud), EIKE WILM SCHULTE<br />

(Heraldo). CORO Y ORQUESTA DEL<br />

FESTIVAL DE BAYREUTH. Director<br />

musical: PETER SCHNEIDER. Director<br />

de escena: WERNER HERZOG. Director<br />

de vídeo: BRIAN LARGE.<br />

2 DVD DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />

00440 073 4404 (Universal). 1990. 214’.<br />

R PN<br />

Película filmada en la sala del<br />

Festspielhaus de Bayreuth, sin<br />

público, entre el 24 de junio y 1<br />

de julio de 1990. La escena se<br />

debe al realizador cinematográfico<br />

Werner Herzog (una moda, la<br />

de llevar gente del cine al teatro<br />

excelentes, sin que necesite<br />

recurrir (como otros) a lentitudes<br />

letárgicas, cansinas, que<br />

rompan por completo la frenética<br />

acción de la obra. El equipo<br />

vocal es de primera calidad<br />

y cada cantante responde<br />

incluso físicamente a cada personaje<br />

asignado. Schrott hace<br />

un Fígaro joven y viril, lleno de<br />

energía y de matices, cuyo físico<br />

ideal para el papel le permite<br />

conseguir un contenido<br />

mayor. La Persson, como era<br />

de esperar, es una Susanna<br />

musicalísima, de enorme<br />

encanto y delicadeza, cantando<br />

toda su parte con comodidad y<br />

desenvoltura y logrando en<br />

Deh vieni no tardar un especial<br />

juego al utilizar con tanta gracia<br />

todas las erres del texto<br />

dapontiano. Finley, barítono<br />

lírico de sólidos medios, responde<br />

adecuadamente al marcaje<br />

directivo que lo ve como<br />

un Conde voluptuoso y rudo y,<br />

por momentos, brutal. No son<br />

las dos páginas solistas los<br />

momentos mejores de la Roeschmann,<br />

en las que sería deseable<br />

una mayor intimidad o<br />

concentración, superando cualquier<br />

posible reserva en el resto,<br />

gracias a su voz rica y con<br />

amplitud de registro, dando a<br />

la Condesa una pátina inolvidable<br />

entre melancólica resignación<br />

y orgullosa rebeldía. La<br />

mezzo israelí Rinat Shaham,<br />

dado su físico menudo, ofrece<br />

un creíble y magnífico aspecto<br />

para un Cherubino que canta<br />

con abundante provecho en<br />

concepto, estilo y espontaneidad.<br />

Un acierto de caracterización<br />

y de recursos el Basilio de<br />

de ópera,<br />

que ha contado<br />

con<br />

aportaciones<br />

de éxito<br />

variable en<br />

los últimos<br />

tiempos protagonizadas<br />

por Ken Russell,<br />

Robert Altman, William<br />

Friedkin, Anthony Minghella o<br />

Volker Schlöndorff). En el caso<br />

que nos ocupa (ya comentamos<br />

en SCHERZO en su día esta producción<br />

cuando se publicó en<br />

Laser Disc), la puesta en escena<br />

de este cineasta alemán, autor<br />

de películas tan notables como<br />

Fitzcarraldo, Aguirre, la cólera<br />

de Dios, Woyzeck, El enigma de<br />

Gaspar Hauser o Nosferatu, se<br />

D V D<br />

DONIZETTI-WAGNER<br />

Langridge quien canta muy<br />

bien desgranada su aria del<br />

acto III, lo mismo que Araya,<br />

considerable Marcelline, lo<br />

hace con la que le correspondió<br />

anteriormente, sacada adelante<br />

con bastante dignidad<br />

pese a no ser nada fácil para<br />

una mezzo. Veira resulta, igualmente,<br />

un seguro y bien dibujado<br />

Don Bartolo. Ana James<br />

no tiene problemas para ser la<br />

pícara y frescachona Barbarina<br />

que es preceptivo concebir,<br />

mientras Don Curzio y Antonio,<br />

pese a que sus partes son<br />

menos decisivas, destacan merced<br />

a la labor respectiva de<br />

Francis Egerton y Jeremy White.<br />

No sería exagerado considerar<br />

esta lectura, en lo musical y<br />

escénico, como la mejor aparecida<br />

en DVD recientemente.<br />

Los extras incluyen, como es<br />

habitual, algunas opiniones del<br />

equipo (lo más interesante,<br />

pese a su brevedad), la galería<br />

de los intérpretes y un resumen<br />

argumental.<br />

Fernando Fraga<br />

ciñe al pie de la letra al texto de<br />

Lohengrin en vez de buscar<br />

equivalentes modernos, utilizando<br />

técnicas modernas como el<br />

laser o las proyecciones para dar<br />

mayor realismo a la historia, que<br />

en sus manos sigue la ingenuidad<br />

del cuento de hadas desarrollado<br />

en un pueblo primitivo<br />

en el que las antiguas divinidades<br />

germanas glorificadas por<br />

Ortrud amenazan todavía al cristianismo<br />

militante. Ruinas pintorescas<br />

evocan cuadros de Caspar<br />

David Friedrich, el lecho nupcial<br />

del acto tercero está a plena luz<br />

del día, y al final, tras una tempestad<br />

de nieve, Elsa y Ortrud se<br />

tienden los brazos, quizá en<br />

señal de reconciliación o quizá<br />

también como comienzo de una<br />

nueva lucha alrededor del here-<br />

109


110<br />

D V I S DC<br />

O S<br />

WAGNER-VARIOS<br />

dero de Brabante. Un montaje<br />

que seducirá a los espectadores<br />

por el universo visual de Herzog,<br />

un Lohengrin antiintelectual<br />

regido por la emoción y por<br />

la ingenuidad del cuento de<br />

hadas que incluso puede rozar<br />

lo kitsch en algún momento<br />

determinado.<br />

Musicalmente está regido<br />

por la batuta competente y profesional<br />

de Peter Schneider, que<br />

acompaña bien a los cantantes,<br />

concierta adecuadamente y aunque<br />

sus medios no son los de<br />

un Kempe, un Kubelik o un<br />

Keilberth, por citar a tres magníficos<br />

traductores de esta bella<br />

ópera, obtiene buenos resultados<br />

de la orquesta del Festival y<br />

de los magníficos coros. El<br />

reparto vocal bascula entre la<br />

buena intervención de Cheryl<br />

Studer, soprano adecuada para<br />

Elsa, de buenos medios canoros<br />

y óptima en el aspecto expresivo,<br />

tierna e inocente, y el fanatismo<br />

criminal de Gabriele<br />

Schnaut, una Ortrud de voz<br />

segura y potente que hiperactúa<br />

en un sólo registro con su cara<br />

de absoluta mala de la historia,<br />

como esos boyardos que sacaba<br />

Eisenstein en sus películas. Paul<br />

Frey puede dar el tipo del Caballero<br />

del cisne, aunque bien<br />

mirado, parece que varios liftings<br />

le han arreglado el rostro<br />

rejuveneciéndolo artificialmente.<br />

Su voz, directa y sin matices,<br />

queda lejos de los Sónya, Windgassen<br />

o Heppner, e incluso<br />

diría que de la de Plácido<br />

Domingo, todos más acertados<br />

en cualquier aspecto a considerar.<br />

Wlachsiha es un acertado<br />

Telramund, y Schenk y Schulte<br />

cumplen regularmente con sus<br />

cometidos de Rey y Heraldo.<br />

Resumiendo, un bello Lohengrin<br />

escénico, bien recreado<br />

musicalmente y con un reparto<br />

vocal desequilibrado por la discutible<br />

intervención de Paul Frey,<br />

que aunque más acertado que<br />

Peter Hoffmann en su versión filmada<br />

en el Met (DG, también<br />

comentada desde aquí), no cumple<br />

igual ni tampoco iguala las<br />

notables intervenciones de Elsa,<br />

Ortrud y Telramund. No obstante,<br />

aun con sus limitaciones, un bello<br />

espectáculo que satisfará con creces<br />

a todos los públicos.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

WAGNER:<br />

Los maestros cantores de<br />

Nuremberg. ROBERT HOLL (Hans<br />

Sachs), MATTHIAS HÖLLE (Veit Pogner),<br />

ANDREAS SCHMIDT (Beckmesser), PETER<br />

SEIFFERT (Walther), ENDRIK WOTTRICH<br />

(David), EMILY MAGEE (Eva), BRIGITTA<br />

SVENDÉN (Magdalena). CORO Y<br />

ORQUESTA DEL FESTIVAL DE BAYREUTH.<br />

Director musical: DANIEL BARENBOIM.<br />

Director de escena: WOLFGANG<br />

WAGNER. Director de vídeo: HORANT<br />

H. HOHLFELD.<br />

2 DVD EUROARTS 2072358 (Ferysa).<br />

1999. 274’. N PN<br />

Otra película<br />

más de Meistersinger,<br />

esta<br />

vez tomada<br />

en Bayreuth<br />

en junio de<br />

1999 (la<br />

información<br />

de este DVD<br />

dice que es<br />

una representación en vivo, pero<br />

al estar rodada entre el 21 y el 30<br />

de junio, cuando el Festival todavía<br />

no ha comenzado, además<br />

del hecho de haber empleado<br />

tantos días en su filmación, nos<br />

hace suponer que es una grabación<br />

en la sala del Festival sin<br />

público, como si fuese un registro<br />

de estudio). La escena es<br />

sobria y estilizada sin dejar por<br />

ello de ser tradicional, en nuestra<br />

opinión de menor atractivo que<br />

alguna otra del propio Wolfgang<br />

Wagner también filmada en película<br />

y comentada asimismo desde<br />

estas páginas (la dirigida por<br />

Horst Stein y comercializada por<br />

DG). El movimiento de actores<br />

es aceptable, aunque en algún<br />

caso concreto como el final del<br />

acto 2º no haya la suficiente credibilidad:<br />

en la pelea se mueven<br />

tres o cuatro y el resto está de<br />

relleno. La segunda escena del<br />

tercer acto con una pantalla<br />

gigante simulando una frondosa<br />

pradera detrás del coro y los<br />

principales personajes, es más<br />

efectiva. La dirección musical es<br />

competente y profesional: los<br />

cantantes están bien acompañados<br />

y la concertación es irreprochable,<br />

pero no hay un verdadero<br />

lenguaje personal, la autoridad<br />

y contundencia habituales en los<br />

modos de Barenboim vuelven a<br />

relucir aquí, con un tercer acto<br />

traducido discretamente y con<br />

bastante desinterés (escúchese el<br />

maravilloso preludio, dirigido sin<br />

mucho pálpito, o el célebre<br />

Quinteto, que con todos los respetos,<br />

parece una lección de solfeo).<br />

En cuanto al reparto vocal<br />

estamos ante un notable equipo<br />

en el que brilla la noble voz de<br />

Holl para Sachs (un magnífico<br />

bajo que ya nos había dejado<br />

impresionantes testimonios en<br />

algunos oratorios de Bach), la<br />

buena actuación de Schmidt en<br />

Beckmesser, y las excelentes<br />

intervenciones de Seiffert, Magee<br />

y el un tanto cascadete Hölle<br />

como Pogner. El resto, competente<br />

y profesional, sale airoso<br />

de todas sus intervenciones. Por<br />

tanto y resumiendo, aceptable<br />

película de Meistersinger que no<br />

vamos a recomendar a los hooligans<br />

de Barenboim acostumbra-<br />

VARIOS<br />

MONTSERRAT CABALLÉ.<br />

Soprano.<br />

Páginas de Ezio, Atlanta, Joshua,<br />

Ercole sul termodonte,<br />

Olimpiade, Bajazet, Griselda,<br />

Demofoonte, Las hijas del<br />

Zebedeo, El barbero de Sevilla y<br />

canciones de Vivaldi y<br />

Granados y Bellini. MIGUEL<br />

ZANETTI, piano. CORO Y ORQUESTA DE<br />

RTVE. Director: ENRIQUE GARCÍA<br />

ASENSIO.<br />

CLASSIC D’OR 101105 (Gaudisc). 1971,<br />

1979. 140’. N PN<br />

A buen ritmo,<br />

Classic<br />

d’Or está<br />

publicando<br />

grabaciones<br />

procedentes<br />

de TVE que<br />

tenían como<br />

protagonistas<br />

a cantantes<br />

españoles. En esta ocasión vuelve<br />

Montserrat Caballé en dos<br />

conciertos separados por ocho<br />

años, dados ambos en el Teatro<br />

Real, de Madrid. El primero, de<br />

1979, tiene carácter benéfico y la<br />

cantante muestra su exquisita<br />

musicalidad en páginas en tres<br />

partituras de Haendel, con versiones<br />

contratadas, donde la<br />

belleza de su timbre y su canto<br />

elegante y sutil expresan con<br />

delicadeza los textos. Vienen<br />

dos a estas batallas, ellos mismos<br />

picarán el anzuelo. Para el resto<br />

digamos que de las cuatro o cinco<br />

versiones filmadas en vivo de<br />

esta ópera que hoy se pueden<br />

adquirir, la de James Levine<br />

tomada en vivo en el Met (DG),<br />

sin ser perfecta se sigue llevando<br />

la palma y es la preferible. En<br />

suma, si esto es lo que hoy nos<br />

puede ofrecer el Festival de Bayreuth<br />

a los aficionados, no es de<br />

extrañar que varios de los patrocinadores,<br />

entre ellos el Gobierno<br />

de Baviera y el Federal,<br />

hayan llamado la atención de<br />

Wolfgang Wagner por el cada<br />

vez más abultado déficit. Malos<br />

tiempos para el teatro de la colina<br />

verde.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

luego cinco páginas de Vivaldi,<br />

donde surge ese canto vocalmente<br />

hermoso, con un estilo<br />

cuidado. En Demofoonte, de<br />

Cherubini podemos oír la densidad<br />

de la entrada, para luego<br />

darle una intensidad más contenida,<br />

hasta llegar a la fuerza final.<br />

En un recital de estas características<br />

no podía faltar la música<br />

española, representada por tres<br />

páginas de Granados, con un<br />

alto poder descriptivo y expresión<br />

nostálgica, acabando con<br />

dos páginas de zarzuela llenas de<br />

carácter. El segundo, de 1971,<br />

incluye solamente el primer acto<br />

de Norma, en concierto, donde<br />

Montserrat Caballé muestra su<br />

dominio del personaje, con un<br />

planteamiento de puro belcantismo,<br />

donde destacan tanto el canto<br />

flotante de extraordinaria<br />

belleza, como la fuerza de sus<br />

frases dramáticas. En el resto del<br />

reparto encontramos a Margreta<br />

Elkins, musical Adalgisa, pero<br />

con medios algo limitados para<br />

el rol, Robleto Merolla, de buena<br />

voz, pero canto poco refinado y<br />

James Morris, que muestra su<br />

gran señorío vocal, destacando<br />

más por el fraseo que por la gravedad,<br />

dirigiendo Enrique García<br />

Asensio, con profesionalidad, a<br />

las masas estables de RTVE.<br />

Albert Vilardell


NOTAS DISPERSAS ALREDEDOR<br />

DEL POST-EXOTISMO<br />

Voi ch’ascoltate in rime sparse…<br />

Petrarca: prólogo del Canzionere.<br />

D’AMORE. Obras de<br />

Hume, Marais, Ariosti,<br />

Moser, Huber y Knox.<br />

GARTH KNOX, viola d’amore;<br />

AGNÈS VESTERMAN, violonchelo.<br />

ECM New Series ECM 1925<br />

(Nuevos Medios). 2008. 54’.<br />

DDD. N PN<br />

SCATTERED RHYMES.<br />

Obras de Machaut, Dufay,<br />

O’Regan y Bryars. THE<br />

ORLANDO CONSORT. CORO DE<br />

CÁMARA FILARMÓNICO DE<br />

ESTONIA. Director: PAUL<br />

HILLIER.<br />

HARMONIA MUNDI HMU<br />

807469. 2008. 62’. SACD. N PN<br />

PARIS–ISTANBUL–SHAN<br />

GHAI. Obras (y<br />

variaciones sobre) de<br />

Merula, Kapsberger y Joël<br />

Grare. L’ENSEMBLE<br />

PARIS–ISTANBUL-SHANGHAI.<br />

L’ENSEMBLE LES TAMBOURS DE<br />

LUNE.<br />

ALPHA 523 (Diverdi). 2007-<br />

2008. 68’. DDD. N PN<br />

… Es decir, en traducción casera: Vosotros que escucháis las<br />

rimas esparcidas [y sigo] de esos suspiros donde nutría yo mi<br />

corazón en mi primer juvenil error cuando era en parte otro<br />

hombre del que soy, del vario estilo en que lloro y razono entre<br />

las vanas esperanzas y el vano dolor…<br />

Una muchacha cae al agua. Unos pescadores encuentran su<br />

cuerpo y lo depositan en la abadía de York. Desolados,<br />

los monjes cantan un Ave regina y la muchacha vuelve a<br />

la vida tras una noche de coma. Conmovido por el milagro y<br />

acaso por la belleza de la muchacha, Dufay compone, sobre<br />

este tema, un motete para poder oírlo en el momento de morir.<br />

Pero (managgia la managgia, dice Dufay pensando en sus<br />

años florentinos) los cantantes no llegan sino al día siguiente: es<br />

demasiado tarde, el compositor no puede oír su obra. La historia<br />

no cuenta que después de su noche de coma, la muchacha<br />

se enamora de un pescador (o acaso de un novicio) y tiene<br />

hijos y tataranietos que celebran hoy el milagro: uno de ellos,<br />

Gavin Bryars mezcla el Ave regina celorum de Dufay con el salmo<br />

Super flumina (Sobre las aguas), basándose en las coincidencias<br />

entre frases de los diversos textos y las divergencias<br />

musicales de una misma frase; removiendo un limo original,<br />

buceando en existencias lejanas, Bryars somete el presente a los<br />

juegos de su fantasía y encuentra el ritmo justo de esa doble respiración.<br />

Para prolongar la Messe de Notre Dame, Tarik O’Regan<br />

recompone fragmentos de las ideas esparcidas de Machaut: acoplamiento<br />

de disonancias y consonancias, síncopas, asincronía<br />

rítmica, desfase armónico, observación y desmontaje al ralentí<br />

(imagen a imagen) del movimiento de una nota hasta el intervalo<br />

de quinta que crece hasta formar un cluster y vuelta a la quinta;<br />

las notas van y vienen con soltura entre las Scattered Rhymes<br />

(Rimas esparcidas) y la Misa, mientras tres poemas del Canzionere<br />

de Petrarca se reflejan en tres estrofas de un poema de<br />

amor inglés escrito en latín, que data del siglo XIV. Sobre esos<br />

paseos superpuestos, sobre esos vagabundeos de una fantasía a<br />

otra, acaso de un alma a otra, de un universo a otro, o sobre<br />

esta trama reposa la ficción post-exótica; Garth Knox toca la viola<br />

d’amore yendo y viniendo entre obras originales de Marin<br />

Marais, de Klaus Huber y recomposiciones propias (que son<br />

más vaivenes) sobre Malor me bat, la melodía recogida o inventada<br />

por Ockeghem; en las obras de Kapsberger y de Tarquinio<br />

Merula que recrean con viola er hu, tiorba, percusión y taconeo<br />

flamenco, los músicos (post-exóticos tendencia barock’n’roll)<br />

del conjunto Paris-Istanbul-Shanghai persiguen con obstinación<br />

lo que esconden las apariencias —las formas musicales— y describen,<br />

en las obras de Joël Grare, un allá paralelo que llaman<br />

China.<br />

… de imagen a imagen vagabundeando de un sueño a otro,<br />

maravillados, podíamos rehacer el viaje que, por amistad hacia<br />

nosotros, en la soledad o la violencia, habían realizado los hombres<br />

y las mujeres cuyas trazas deseábamos honrar. La música<br />

resucitaba esas trazas y nos daba la fuerza de perpetuarlas.<br />

Elli Kronauer: Escritos de la cárcel.<br />

NEGRO MARFIL<br />

Dos principales técnicas podrían definir el post-exotismo,<br />

esa mezcla de hermetismo y limpidez o transparencia —audible<br />

por todo oído— que cada autor dosifica según su receta personal:<br />

1, la recomposición de una obra; y 2, el sándwich formado<br />

por una obra-modelo y sus reflejos compuestos siglos más tarde<br />

(por ejemplo, en Scattered Rhymes y D’Amore).<br />

Un primer texto, la obra original, crea un campo musical.<br />

Una segunda obra, llámese, ucronía fraccionaria, desviación<br />

sencilla, connivencia cíclica, progresión reticular… se apodera<br />

de un momento, de un pasaje de la narración musical precedente,<br />

lo hace prosperar sin por ello explicarlo o completarlo; es<br />

una segunda obra con su carácter independiente y sus propios<br />

objetivos musicales, su estilo, su reserva de imágenes. La recomposición<br />

puede reforzar la coherencia de la obra modelo, formando<br />

con ella un yo insoluble, misterioso: una red de armónicos<br />

o de armonías toma consistencia, las imágenes circulan<br />

mejor, vibran mejor en una nueva policromía, en una nueva<br />

policronía. La existencia de dos músicas asociadas, a tiempo y a<br />

campo traviesa, da al conjunto un suplemento de sentidos,<br />

mientras algo parece crearse del compositor al oyente (acaso de<br />

inconsciente a inconsciente), algo parece abrirse sobre el infinito:<br />

ese algo se convierte para el compositor en la destinación de<br />

un viaje, y para el oyente en una tierra de exilio (empleo exilio<br />

en el doble e indisociable sentido —desarraigo y descubrimiento—<br />

que le da la lengua hebrea).<br />

Pierre Élie Mamou<br />

111


112<br />

ÍNDICE<br />

ÍNDICE DE DISCOS CRITICADOS<br />

Albéniz: Poemas.<br />

Petrenko. Tritó. . . . . . . . . . 74<br />

Anda, Géza. Pianista.<br />

Obras de Mozart, Brahms y<br />

otros. Audite. . . . . . . . . . . . . 71<br />

Bach, J. S.: Cantatas, vol. 38.<br />

Suzuki. BIS. . . . . . . . . . . . . . 75<br />

— Motetes. Podger. Raum Klang. 75<br />

— Motetes. Holten. Glossa.. . . 75<br />

— Suites francesas.<br />

Koroliov. Tacet. . . . . . . . . . . 74<br />

— Suites para violonchelo.<br />

Minh. Verso.. . . . . . . . . . . . . 74<br />

Bach, W. F.: Obras para tecla.<br />

Brown. Naxos. . . . . . . . . . . . 74<br />

Balada: María Sabina.<br />

Encinar. Naxos. . . . . . . . . . . 76<br />

Barber: Songs.<br />

Finley/Drake. Hyperion. . . . . 76<br />

Bartók: Príncipe de madera.<br />

Alsop. Naxos. . . . . . . . . . . . . 76<br />

Battistelli: Prova.<br />

Pfaff. Stradivarius. . . . . . . . . . 76<br />

Beethoven: Bagatelas.<br />

Nicholson. Accent. . . . . . . . . 77<br />

— Cuartetos 11-16.<br />

Smetana. Supraphon. . . . . . . 77<br />

— Fidelio. Karajan. DG. . . . . . 78<br />

— Sinfonía 3. Manze. H. Mundi.77<br />

— Sinfonía 9. Furtwängler. Orfeo. 78<br />

— Sinfonías 5, 8. H. Mundi. . . 78<br />

— Sonatas op. 2.<br />

Korstick. Oehms. . . . . . . . . . 77<br />

Bellini: Norma. Barcellona,<br />

Ventre/Arrivabeni. Dynamic.106<br />

Bizet: Carmen. Stevens,<br />

Guarrera/Kozma. Gala.. . . . . 72<br />

Brahms: Quinteto con piano.<br />

Vogt e. a. Avi.. . . . . . . . . . . . 79<br />

— Serenatas. Spering. CPO. . . 79<br />

— Sinfonías 2, 3.<br />

Janowski. Pentatone.. . . . . . . 79<br />

— Sonatas para viola.<br />

Causa/Pantillon. Claves. . . . . 79<br />

Brahms-Schoenberg: Cuarteto 1.<br />

Märkl. Eufoda. . . . . . . . . . . . 79<br />

Bretón: Verbena de la Paloma.<br />

López, Navarro/Roa. Decca.107<br />

Britten: Variaciones.<br />

Quénelle. Fuga Libera. . . . . . 80<br />

Bruckner: Sinfonía 3.<br />

Norrington. Hänssler. . . . . . . 80<br />

Buxtehude: Obras para clave, vol.<br />

1. Mortensen. Naxos. . . . . . . 80<br />

— Sonatas. Estravagente. Arts.. 81<br />

Caballé, Montserrat. Soprano.<br />

Obras de Vivaldi, Rossini y<br />

otros. Classic d’or. . . . . . . . 110<br />

Cage: Obras para piano y voz.<br />

Simonacci. Brilliant. . . . . . . . 80<br />

Christmas Collection.<br />

Christophers. Coro.. . . . . . . 102<br />

Compositores españoles de la<br />

Generación del 51.<br />

Lavandera. Verso. . . . . . . . . 102<br />

Couperin: Piezas de viola.<br />

Perkola. Avie. . . . . . . . . . . . . 81<br />

Cras: Himno. Calmelet. Timpani. 81<br />

Crystal Tears. Scholl. H. Mundi. 103<br />

Debussy: Preludio de un fauno.<br />

Celibidache. Euroarts.. . . . . 106<br />

— Obras orquestales.<br />

De Froment. Membran. . . . . 82<br />

Donaueschinger 2006.<br />

Arditti. Neos. . . . . . . . . . . . 103<br />

Donizetti: Don Pasquale. Desderi,<br />

Cassi/Muti. Arthaus. . . . . . . 106<br />

— Don Pasquale. Ciofi, Alaimo/Pidò.<br />

Bel Air. . . . . . . . . 107<br />

— Don Pasquale. Corena,<br />

Lazzari/Rosa Parodi. Gala. . . 72<br />

Dowland: Lachrimæ.<br />

Magraner. Licanus. . . . . . . . . 82<br />

Dufay: Misa. Hilliard. Coro. . . 82<br />

— Motetes. Cantica. Glossa. . . 82<br />

Dun: Concierto para orquesta.<br />

Balashov. Onyx. . . . . . . . . . . 83<br />

Elgar: Part-Songs.<br />

Robinson. Naxos. . . . . . . . . . 83<br />

Elgar-Payne: Sinfonía 3.<br />

Otaka. Signum.. . . . . . . . . . . 83<br />

Fischer: Suite 1.<br />

Homburg. MDG. . . . . . . . . . 83<br />

Flórez, Juan Diego. Tenor. Bel<br />

canto spectacular. Decca.. . 101<br />

Frescobaldi: Música para tecla.<br />

Folts. Naxos.. . . . . . . . . . . . . 83<br />

Gandolfi: Garden of Cosmic<br />

Speculation. Spano. Telarc.. . 83<br />

Gerhard: Sinfonía 4.<br />

Davis. Lyrita. . . . . . . . . . . . . 84<br />

Giordano: Marcella.<br />

Benzi. Dynamic.. . . . . . . . . . 84<br />

Giuliani: Rossiniane.<br />

Maccari. Brilliant. . . . . . . . . . 84<br />

Grieg: Sonata para chelo. Jaffé/Frölich.<br />

CPO. . . . . . . . . . . 84<br />

Grosskopf: Cuartetos.<br />

Arditti. Neos. . . . . . . . . . . . . 85<br />

Haendel: Acis, Galatea y<br />

Polifemo. Vitale. Brilliant. . . . 85<br />

— Esther. Cummings. Somm. . 85<br />

— Joshua. Budday. K&K. . . . . . 86<br />

— Música acuática.<br />

Savall. Alia Vox. . . . . . . . . . . 85<br />

Harrison: Ariadne.<br />

Russell Davies. New World. . 86<br />

Hartke: Greater Good. Worra,<br />

Abraham/Robertson. Naxos. . 70<br />

Haydn, J. M.: Andrómeda y<br />

Perseo. Goebbel. Oehms. . . . 87<br />

— Serenata. Schmalfuss. Orfeo.86<br />

Huidobro-García. Pianistas.<br />

Obras de Piazzolla, Castillo y<br />

otros. Tañidos. . . . . . . . . . . 100<br />

Humperdick: Hijos de rey.<br />

Anders, Fischer Dieskau/Kraus.<br />

Membran.. . . . . . . . . . . . . . . 73<br />

Indy: Suites.<br />

Kerdoncuff. Timpani. . . . . . . 87<br />

Janácek: De la casa de los muertos.<br />

Bär, Margita/Boulez. DG. 69<br />

Kalitzke: Toteninseln.<br />

Kalitzke. Kairos. . . . . . . . . . . 87<br />

Keulen, Isabelle van. Violinista.<br />

Obras de Grieg, Elgar y Sibelius.<br />

Challenge. . . . . . . . . . . . . . 101<br />

Kiel: Cuartetos con piano.<br />

Triendl e. a. CPO.. . . . . . . . . 87<br />

Korngold: Sinfonía.<br />

Halffter. Warner.. . . . . . . . . . 87<br />

Kuijken, Barthold. Flautista.<br />

Obras de Telemann, Bach y<br />

otros. Accent. . . . . . . . . . . . 100<br />

Kurtág: Concertante.<br />

Kocsis. BMC. . . . . . . . . . . . . 88<br />

Kusevitzki, Serge. Director. Obras<br />

de Mozart, Beethoven y otros.<br />

United Archives.. . . . . . . . . 101<br />

Lecocq: Figlia di Madama Angot.<br />

Pagliughi/Gallino. Gala. . . . . 72<br />

Lejos. Malikian. Warner. . . . . 103<br />

Libro de virginal de Susanne van<br />

Soldt. Penson. Ricercar. . . . 103<br />

Liszt: Sinfonía Fausto.<br />

Horenstein. Membran. . . . . . 88<br />

Mare, luna, intorni.<br />

Sibilla. Claves. . . . . . . . . . . 104<br />

Marsh: Sinfonías.<br />

Bamert. Chandos. . . . . . . . . . 88<br />

Mascagni: Amica.<br />

Benzi. Dynamic.. . . . . . . . . . 89<br />

Massenet: Don Quijote. Polverelli,<br />

Prestia/Bennett. Bongiovanni. 108<br />

— Manon. Dens,<br />

Legay/Monteux. Membran. . . 73<br />

Medtner: Obras para piano.<br />

Eckardstein. MDG. . . . . . . . . 89<br />

Mendelssohn: Hebe deine Augen.<br />

Bernius. Carus. . . . . . . . . . . . 89<br />

— Lieder corales. Jung. Tacet. . 89<br />

Messiaen: Cuarteto para el fin del<br />

tiempo. Wanderer. H. Mundi.89<br />

Mozart: Ascanio in Alba.<br />

Pizzolato, Forte/Dantone.<br />

Bongiovanni. . . . . . . . . . . 108<br />

— Bodas de Fígaro. Schrott, Persson/Pappano.<br />

Opus Arte. . . 109<br />

— Bodas de Fígaro. Bruscantini,<br />

Caballe/Rescigno. Gala. . . . . 72<br />

— Casaciones.<br />

Kuijken. Accent. . . . . . . . . 90<br />

— Conciertos para piano 12, 24.<br />

Pollini. DG. . . . . . . . . . . . . . 90<br />

— Sonatas para piano y violín.<br />

Nadim/Rabenschlag. Avi. . . . 89<br />

Mozart-Simrock: Bodas de Fígaro.<br />

Marcolini. Avi. . . . . . . . . . . . 91<br />

Música para violines.<br />

Arditti. Oehms. . . . . . . . . . . 104<br />

Nielsen: Sinfonía 4. Varios. . . . 66<br />

Nin-Culmell: Tonadas.<br />

Piquero. Verso. . . . . . . . . . . . 91<br />

Noël baroque.<br />

Bonhoure. Alpha. . . . . . . . . 104<br />

Nono: Diario polaco 2. Fabbriciani.<br />

Stradivarius.. . . . . . . . . . . 91<br />

Pablo: Conciertos para piano.<br />

Damerini/Encinar. Autor. . . . 91<br />

Piazzolla: Adiós Nonino. Astoria.<br />

Fuga Libera. . . . . . . . . . . . . . 92<br />

Puccini: Bohème. Netrebko,<br />

Villazón/De Billy. DG. . . . . . 92<br />

Puccini Gold. Antología.<br />

Varios. Decca. . . . . . . . . . . 104<br />

Rachmaninov: Preludios.<br />

Nebolsin. Naxos. . . . . . . . . . 92<br />

— Sinfonías 1, 2.<br />

Svetlanov. Melodiya. . . . . . . 92<br />

Rassinfosse, Jean. Director.<br />

Obras de Mozart, Beethoven y<br />

otros. United Archives. . . . . 101<br />

Reger: Quinteto con clarinete.<br />

Meyer/Carmina. Avi.. . . . . . . 93<br />

Reich: Sextet.<br />

Reich Ensemble. CPO. . . . . . 93<br />

Richter, Sviatoslav. Pianista.<br />

Obras de Schumann, Shostakovich<br />

y otros. Audite. . . . . . . . 71<br />

Riley: Suites.<br />

Ottaviucci. Stradivarius. . . . . 93<br />

Röntgen: Fausto de Goethe.<br />

Porcelijn. CPO.. . . . . . . . . . . 94<br />

Rossini: Barbero de Sevilla.<br />

De los Ángeles, Becchi/Serafin.<br />

Membran.. . . . . . . . . . . . . . . 73<br />

— Cambiale de matrimonio.<br />

Rancatore, Bordogna/Benedetti<br />

Michelangeli. Naxos. . . . . . 108<br />

Roussel: Sinfonía 2.<br />

Denève. Naxos. . . . . . . . . . . 93<br />

— Sinfonía 3.<br />

Eschenbach. Ondine. . . . . . . 93<br />

Scarlatti: Sonatas. Sudbin. BIS. 94<br />

Schubert: Lieder.<br />

Rubens/Eisenlohr. Naxos. . . . 96<br />

— Música para piano a 4 manos.<br />

Ivaldi/Lee. Arion. . . . . . . . . . 95<br />

— Octeto. Collins. Wigmore. . 95<br />

— Sinfonías. Maag. Membran.. 95<br />

— Sonata para arpeggione.<br />

Deletaille/Badura-Skoda.<br />

Fuga Libera. . . . . . . . . . . . . . 95<br />

— Tríos. Wanderer. H. Mundi. 95<br />

Schumann: Melancolía.<br />

Gerhaher/Huber. RCA. . . . . . 97<br />

— Obras para piano 3.<br />

Le Sage. Alpha.. . . . . . . . . . . 96<br />

— Sonata 1. Hewitt. Hyperion. 96<br />

Shchedrin: Boyarina Morozova.<br />

Tevlin. Wergo. . . . . . . . . . . . 97<br />

Shostakovich: Canciones.<br />

Oja/Vignoles. H. Mundi.. . . . 97<br />

— Sinfonías 9, 12.<br />

Wigglesworth. BIS. . . . . . . . . 97<br />

Siglo de oro. King’s Singers.<br />

Signum. . . . . . . . . . . . . . . . 105<br />

Tartini: Sonatas.<br />

Casazza. Brilliant.. . . . . . . . . 98<br />

Telemann: Cantatas.<br />

Ad-El. CPO. . . . . . . . . . . . . . 98<br />

— Cuartetos de París.<br />

Ad Rhenum. Brilliant. . . . . . . 98<br />

Tenney: Melody. Barton. Mode.98<br />

Tippett: King Priam. Macann,<br />

Walker/Norrington. Arthaus.108<br />

Tower: Made in America.<br />

Slatkin. Naxos. . . . . . . . . . . . 99<br />

Traditions and Transformations.<br />

Harth-Bedoya. CSO. . . . . . . 105<br />

Verdi: Aida. Roman,<br />

Sarri/Paoletti. Gala.. . . . . . . . 72<br />

— Ballo in maschera. Pavarotti,<br />

Ricciarelli/Patanè. Decca.. . . 68<br />

— Luisa Miller. Takova,<br />

Sabbatini/Benini. Naxos.. . . 109<br />

— Simon Boccanegra. Milnes,<br />

Tomowa-Sintow/Levine. DG. 68<br />

Villa-Lobos: Sinfonía 10.<br />

St. Clair. CPO. . . . . . . . . . . . 99<br />

Viola bastarda. Gini. Olive.. . 105<br />

Wagner: Anillo del nibelungo.<br />

Kempe. Walhall.. . . . . . . . . . 73<br />

— Lohengrin. Schenk,<br />

Frey/Schneider. DG. . . . . . . 109<br />

— Maestros cantores. Holl,<br />

Seiffert/Barenboim. Euroarts.110<br />

— Walkyria. Mödl, Frantz/<br />

Furtwängler. Membran. . . . . 73<br />

Wallin: Act. Saraste. Ondine. . 99<br />

Weill: Réquiem.<br />

Axelrod. Nimbus. . . . . . . . . . 99<br />

Weir: Arrival of Rain.<br />

Brabbins. NMC. . . . . . . . . . 100<br />

Zilcher: Canciones. Jarnot/Schmalcz.<br />

Oehms. . . . . 100


FEDERICO<br />

CHUECA<br />

D O S I E R<br />

113


114<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

EL “MITO CHUECA”:<br />

GENIO MUSICAL Y EXCELENCIA GESTORA EN EL<br />

GÉNERO CHICO<br />

La historia musical de una época dada no puede escribirse de espaldas a los públicos del momento. La moderna<br />

Musicología, que así lo ha entendido, no escatima esfuerzos para desentrañar los fenómenos de recepción pública. La<br />

historiografía tradicional del teatro lírico ya había dirigido su mirada, en anecdotarios y biografías, a los detalles<br />

circunstanciales de estrenos, autores e intérpretes. Hoy, sin embargo, el énfasis ha pasado de la anécdota en sí misma a su<br />

significación estética o histórica.<br />

La figura de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> resulta especialmente<br />

interesante de observar bajo este prisma habida, cuenta<br />

su personalidad y trascendencia pública, parejas a la<br />

popularidad y vigencia de su obra, mayoritariamente<br />

zarzuelística. Cien años después de su desaparición todavía<br />

mucha gente conoce sus zarzuelas y es capaz, incluso, de<br />

tararearlas (algo que pudimos comprobar en la reciente gala<br />

conmemorativa celebrada en la Plaza Mayor de Madrid).<br />

Esa celebridad superó, en vida del compositor, los límites<br />

locales y nacionales para dar el salto al mundo hispánico<br />

e incluso, en casos puntuales, al ámbito internacional.<br />

La Gran Vía es, sin posible discusión, el ejemplo de obra<br />

de teatro lírico con mayor proyección internacional de toda<br />

la historia músico-teatral española. Nuestro propósito en<br />

estas páginas es intentar destacar cómo tamaña dimensión<br />

pública no fue una mera casualidad y respondió, al margen<br />

de la indudable genialidad de su labor creativa, a la puesta<br />

en marcha de procedimientos promocionales, con plena<br />

vigencia hoy en día, que hicieron de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> la<br />

primera estrella en el panorama del pop español.<br />

Unos retazos de su vida<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> Robles (1846-1908) nació y murió en<br />

Madrid, una ciudad a la que quedó indisolublemente ligado.<br />

Siendo niño inicia sus estudios musicales en el conservatorio<br />

y al terminar el bachillerato se decanta por seguir la<br />

carrera de Medicina, que no concluirá. Involucrado en todo<br />

tipo de iniciativas musicales desde entonces, consigue ver<br />

estrenada una tanda de valses que le lleva a Barbieri a su<br />

propia casa, ganándose así su aprecio. Abandonará la universidad<br />

para intentar dedicarse a la composición, teniendo<br />

que buscarse el sustento como pianista de cafés. El conocimiento<br />

de gentes del espectáculo le llevará a dirigir la<br />

orquesta del Teatro de Variedades y a iniciar la composición<br />

de diversas partituras teatrales. Queda esbozado así el<br />

perfil de un músico vocacional que se inicia en la creación<br />

musical sin haber completado una formación académica<br />

integral (lo que le obligará siempre a tener que suplir esa<br />

“carencia” con la ayuda de un colaborador que, como Joaquín<br />

Valverde, le orqueste sus creaciones) pero dotado sin<br />

embargo de una fuerte personalidad y con un proyecto<br />

artístico muy claro.<br />

La producción lírica de <strong>Chueca</strong> —pues también se dedicó<br />

a componer para el piano, su instrumento, y para banda<br />

de música— se extiende a lo largo de más de treinta años<br />

de carrera, trufados de constantes éxitos, que sus estudiosos<br />

han agrupado en varias etapas:<br />

Durante los últimos años setenta y los primeros ochenta<br />

se configura su personalidad compositiva con jalones tan<br />

importantes como La canción de la Lola o Celos engendran<br />

desdichas (1880), obra con la que se consolida el sainete<br />

lírico, Luces y sombras (1882), revista política claro antecedente<br />

de La Gran Vía y ¡Hoy sale, hoy! (1884), única colaboración<br />

con Barbieri, su “padre espiritual”.<br />

Entre 1886 y 1889 alcanza la plenitud con tres obras que<br />

lo encumbran hasta límites insospechados: La Gran Vía<br />

(1886), Cádiz (1886) y El año pasado por agua (1889). Con<br />

estas zarzuelas define plenamente las que serán sus señas<br />

de identidad como compositor: una gran inventiva melódica,<br />

una elegancia irresistible y una gracia sin par, a las que<br />

une una atinada intervención en los cantables a despecho,<br />

en ocasiones, de sus libretistas. También son hijas de este<br />

período inspirado dos obras hermanas, De Madrid a Barcelona<br />

(1888) y De Madrid a París (1889), esta última felizmente<br />

recuperada con ocasión del presente centenario.<br />

La década de los noventa es la de mayor regularidad en<br />

su producción. Se suceden en ella numerosos estrenos<br />

memorables: El chaleco blanco (1890), La caza del oso o El<br />

tendero de comestibles (1891), Los descamisados (1893),<br />

Agua, azucarillos y aguardiente (1897), Los arrastraos<br />

(1899) o La alegría de la huerta (1900); sólo unas pocas han<br />

quedado en el repertorio, aunque todas merecen ser revisitadas.<br />

En los títulos enumerados <strong>Chueca</strong> repite la fórmula<br />

mágica de los años ochenta sin por ello generar hastío en el<br />

espectador dada la gran frescura de su música.<br />

Por último, los primeros años del siglo XX resultan epigonales<br />

cronológica y artísticamente con una producción<br />

algo irregular y escasa. Sin embargo, descuella en estas<br />

fechas la genial El bateo (1901) y la original (y tristemente<br />

olvidada) La corría de toros (1902). A su muerte deja esbozada<br />

una zarzuela, Las mocitas del barrio, que se estrenará<br />

póstumamente en 1913, en lo que será un nostálgico homenaje<br />

a un autor adorado pero que empieza a representar a<br />

un Madrid que ya es pasado.<br />

La construcción de un mito<br />

Por fortuna, disponemos de un enorme volumen de información<br />

anecdótica sobre el periplo vital de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>,<br />

un hombre con una vida privada de impresionante<br />

dimensión pública. Toda su trayectoria personal, desde su<br />

nacimiento en la torre de los Lujanes de Madrid hasta su<br />

multitudinaria despedida mortuoria, está jalonada de<br />

momentos donde los rasgos de su carácter brillan con luz<br />

propia para captar la complicidad de sus públicos. En su<br />

momento estas historias, que fueron vividas directamente<br />

por parte de la población madrileña pululando de boca en<br />

boca, trascendieron al conjunto de la sociedad española a<br />

través de la prensa.<br />

Reconocemos, no obstante, que resulta difícil confirmar<br />

esto último dado el escaso rigor de quienes recogen tales


detalles a la hora de exponer el origen de las informaciones<br />

anecdóticas que reseñan. Tras su muerte no hubo semblanza<br />

dedicada a <strong>Chueca</strong> que no se deleitara en los mil y<br />

un chascarrillos de su deliciosa vida. Y por supuesto el<br />

aldabonazo final lo dieron sus biógrafos, Sagardía en la<br />

mitad del siglo pasado y Hernández Girbal al final del mismo<br />

—aunque con toda probabilidad su texto debió de<br />

esperar bastantes años hasta ser publicado. Incluso cuando<br />

dos musicólogos actuales, Ramón Sobrino (que por cierto<br />

está preparando una esperada monografía científica sobre<br />

el compositor) y Concepción Romero Sánchez, se han acercado<br />

a la figura de <strong>Chueca</strong>, la alusión a los pormenores de<br />

su vida ha resultado inevitable.<br />

Y es que a través de todo ese vasto conjunto de anécdotas<br />

personales se acierta a penetrar algo tan importante<br />

como la personalidad creativa y humana de nuestro músico.<br />

Pero yendo más allá, se podría realizar una lectura de<br />

esta información en clave de construcción artificial. A lo<br />

mejor lo narrado es mucho menos espontáneo o incluso<br />

es forzado o falso, pero está cuidadosamente urdido para<br />

trazar un perfil concreto. Quizá nos encontramos ante un<br />

ejemplo de figura de la música popular “diseñada” a la<br />

medida de un mercado que ofrece satisfacer las necesidades<br />

de un público. En cualquier caso, la enorme personalidad<br />

de la obra de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> hace muy difícil no<br />

conceder cierta credibilidad a esas peripecias que con<br />

enorme elocuencia se narran mediante testimonios que los<br />

biógrafos obtienen sin excepción de fuentes “de primera<br />

mano”. Del análisis de ese nutrido anecdotario hemos<br />

extraído las siguientes conclusiones:<br />

<strong>Chueca</strong> es presentado como un individuo de arrolladora<br />

personalidad, de gran simpatía, con enorme sentido del<br />

humor, de agudo ingenio y con afición por el retruécano, la<br />

broma o el chiste (siempre bienintencionados).<br />

Su extroversión le hace llevarse bien con casi todos los<br />

agentes del mundo músico-teatral del momento. Integrado<br />

en los “saloncillos de autores” de los teatros (tertulias donde<br />

se gestaba el día a día del Madrid teatral) se gana el aprecio<br />

y la admiración de músicos y libretistas.<br />

Sin embargo, las anécdotas apuntan sobre todo a presentarnos<br />

a <strong>Chueca</strong> como alguien que encarna los valores<br />

del pueblo. Viene de él y no se separa del mismo jamás. Su<br />

constante vivir en la calle, con la gente, a la par que responde<br />

a un impulso vocacional es un inevitable viaje de<br />

retorno: si en la “ida” ha cogido del pueblo su música, en la<br />

“vuelta” le entrega su persona. La permanente afirmación<br />

de su filiación política liberal (y el tratamiento que en su<br />

obra reciben las “clases” más humildes) creemos que deben<br />

ser leídos también en este contexto.<br />

Otro conjunto importante de anécdotas se dirigen a<br />

marcar distancias entre la práctica habitual de la música culta<br />

y la labor compositiva de <strong>Chueca</strong>. Por ejemplo, Antonio<br />

Zozaya recreará una supuesta conversación entre <strong>Chueca</strong> y<br />

Mendelssohn; Pedrell o Carmena y Millán lo compararán<br />

por su parte con Richard Wagner. El rechazo de Camille<br />

Saint-Saëns a aceptar como regalo la partitura del terceto de<br />

cigarreras de De Madrid a París, aduciendo que la magia de<br />

esa música que adoraba se perdería al verla sobre el papel<br />

pautado, es asimismo significativo.<br />

El teatro por horas: la modernidad<br />

de la empresa teatral de la Restauración<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

Si la carismática personalidad atribuida a <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong><br />

jugó un papel preponderante en la extraordinaria recepción<br />

115


116<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

pública de su obra compositiva no<br />

menos importante va a resultar la<br />

fórmula teatral (por entonces<br />

novedosa y en creciente auge) en<br />

la que su música se inserta, esto<br />

es la de la “zarzuela chica”, integrada<br />

en el sistema de explotación<br />

económica que hoy conocemos<br />

como “teatro por horas”. Aunque<br />

se ha tendido a considerar que las<br />

causas de este innovador modelo<br />

empresarial respondían a la incapacidad<br />

económica del público<br />

para pagar la entrada de un espectáculo<br />

teatral “grande” (esto es, en<br />

tres o más actos), que con la subdivisión<br />

en sesiones de una hora<br />

conseguía abaratarse, también se<br />

han apuntado otros factores como<br />

la repercusión del cansancio de<br />

público y creadores hacia modelos<br />

dramáticos anteriores o la adecuación<br />

de la sociedad a un nuevo<br />

momento histórico en el que<br />

se empieza a gozar de mayores<br />

libertades civiles.<br />

El “género chico”, esto es, el<br />

teatro en un acto producido entre 1868 y 1915, comenzará<br />

siendo exclusivamente “de verso” para pasar a incorporar<br />

música de una manera más o menos anecdótica precisamente<br />

en los años en que <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> inicia su carrera<br />

compositiva. De hecho su figura está plenamente vinculada<br />

a la configuración y fijación de los modelos de zarzuela<br />

chica, principalmente en sus formas de “sainete lírico”<br />

(con La canción de la Lola, libro de Ricardo de la<br />

Vega) y de “revista” (con la serie de obras de los actoresautores<br />

Lastra, Ruesga y Prieto iniciada en 1882 por Luces<br />

y sombras). Sin temor a equivocarnos y aun a riesgo de<br />

que parezca un retruécano, podemos decir que la causa<br />

del triunfo de <strong>Chueca</strong> no se debe a que cultivara el, durante<br />

largos años celebrado, género chico; ocurre más bien lo<br />

contrario: que este último resultó ser un género con garantía<br />

de éxito porque precisamente autores como <strong>Chueca</strong> lo<br />

abordaron con especial acierto.<br />

Una escala industrial: producción<br />

musical masiva y promoción mediática<br />

El sistema de producción en el que <strong>Chueca</strong> trabaja requiere<br />

una incesante labor compositiva, ya que el ritmo de<br />

estrenos es frenético. El madrileño responderá al mismo<br />

con procedimientos creativos cuasi-industriales. Son conocidos<br />

los famosos “ahorrillos” de los que <strong>Chueca</strong> tirará en<br />

los momentos de mayor demanda (esto es, los números<br />

compuestos previamente por él mismo que sabrá adecuar<br />

con talento a las nuevas necesidades dramáticas que le<br />

vayan planteando sus libretistas). Otra constante del teatro<br />

por horas es el reciclaje de los títulos de poco éxito (de las<br />

obras íntegras o al menos de las partes musicales), ejemplar<br />

ejercicio de optimización de recursos. Es significativo<br />

cómo la prensa no siempre se va a hacer eco de dicho<br />

fenómeno: ¿será consecuencia de un silenciamiento voluntario<br />

de esa falta de originalidad para evitar deslucir el<br />

“reestreno” o se tratará de una muestra palpable de que la<br />

continua renovación de la cartelera impedía que todos los<br />

títulos pudieran dejar huella en los públicos, incluidos los<br />

revisteros teatrales?<br />

En el contexto de ese engrasado mecanismo gestor surge<br />

el potente soporte promocional de la obra de nuestro<br />

Leopoldo Fregoli, célebre transformista italiano, encarnando a los tres ratas de La Gran Vía. Tarjeta postal<br />

editada en Milán en 1903, casi veinte años después del estreno de la mítica revista de <strong>Chueca</strong> y Valverde<br />

compositor, sobre el que nos atrevemos a aventurar que no<br />

es ajena del todo la configuración del “mito <strong>Chueca</strong>” más<br />

arriba analizada. Críticas y reportajes en la prensa, divulgación<br />

de su música en otros ámbitos interpretativos (como la<br />

calle o el café) o edición de los textos en libretos o en cuadernillos<br />

con “argumento y cantables” son algunos de los<br />

medios empleados. El mundo de la edición musical resultará<br />

al respecto el fruto más tangible de dicha labor promocional.<br />

Si la publicación de reducciones para canto y piano<br />

(de números sueltos exitosos o de las zarzuelas “completas”<br />

más populares) es numerosa en términos generales en esta<br />

época, la obra de <strong>Chueca</strong> se lleva la palma: de un catálogo<br />

que cuenta con más de cincuenta títulos teatrales, tenemos<br />

constancia de la edición parcial o total de una treintena de<br />

ellos (lo que supone ¡más de un 60%!).<br />

Modus operandi: la receta del éxito<br />

Pero al margen de todo ese aparato publicitario ¿extra?musical,<br />

lo que es innegable es que la música teatral de<br />

<strong>Chueca</strong> logró (y todavía logra) calar hondo en el público.<br />

En la mentada gala-homenaje de las pasadas fiestas de San<br />

Isidro, sin ir más lejos, casi todos los intérpretes —procedentes<br />

del mundo del pop o del flamenco— consiguieron<br />

compatibilizar su estilo personal con el espíritu de la escritura<br />

original; si parte del mérito se debe a su propio talento<br />

no es menos cierto que el grueso de la culpa debe recaer<br />

en nuestro compositor, que con su consabida sencillez<br />

escribió unas músicas capaces de soportar profundos cambios<br />

de registro sin perder su esencia.<br />

Partiendo de una escritura de textura sencilla (las más<br />

de las veces una melodía sobre acompañamiento ideada —<br />

literalmente— como tal, desde el propio piano), una armonía<br />

funcional sin grandes complejidades y un predominio<br />

absoluto de la línea cantable (íntimamente ligada al texto<br />

para permitir su perfecta inteligibilidad), esta música se<br />

presta sin ningún complejo a poder lucir por igual en muy<br />

diferentes ámbitos interpretativos: desde el teatro hasta el<br />

organillo callejero pasando por el café, la murga o la banda<br />

de música.<br />

Nos ayuda a entender este modo de proceder el conocimiento<br />

de la realidad cotidiana para la que <strong>Chueca</strong> escribirá<br />

Colección del autor


118<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

desde sus mismísimos inicios en el Variedades:<br />

compañías de teatro hablado integradas<br />

por intérpretes con rudimentarios<br />

conocimientos musicales. Casi indefectiblemente<br />

sus cantables serán muy asequibles<br />

no sólo para los tenores cómicos<br />

o las tiples, sino para los y las coristas;<br />

líneas melódicas sin grandes saltos interválicos,<br />

roles con ámbitos vocales reducidos<br />

y centrados, el soporte de una textura<br />

instrumental que apoya al cantante,<br />

una regularidad métrica abrumadora, el<br />

empleo de ritmos danzables de muy fácil<br />

asimilación… Como es de suponer, estos<br />

recursos técnicos no sólo facilitarán la<br />

interpretación por parte de la cohorte de<br />

actores del género chico implicados sino<br />

que harán muy accesible esa música a<br />

los públicos no filarmónicos que los van<br />

a seguir con pasión.<br />

Un rasgo extremadamente personal<br />

de <strong>Chueca</strong>, que podríamos considerar como una especie<br />

de firma artística, es su atinada intervención en la elaboración<br />

de las letras de los cantables de sus zarzuelas. Ante<br />

la mirada en algunos casos impotente de sus libretistas<br />

<strong>Chueca</strong> no dudará en alterar los versos que éstos le proporcionan<br />

si con ello consigue que resulten más musicales<br />

y expresivos; en algunas ocasiones mantendrá los<br />

famosos “monstruos” originales (textos sin sentido que<br />

servían para que el libretista pusiera letra a la música conservando<br />

la acentuación que esta última exigía) escritos<br />

por el compositor con singular gracejo.<br />

Otro aspecto clave en la dimensión popular de su<br />

música es el empleo de unos rasgos idiomáticos pretendidamente<br />

naturalistas (de corte localista madrileño) pero<br />

de facto artificiales. El tan traído y llevado madrileñismo<br />

de <strong>Chueca</strong> no es tal; se trata de una de las grandes aportaciones<br />

de nuestro músico (bajo la tutela de Barbieri), y<br />

junto a él del resto de compositores “chicos” de su generación.<br />

<strong>Chueca</strong> contribuye como uno de sus principales<br />

hacedores a la creación de un nuevo lenguaje musical<br />

que será presentado con los ropajes en apariencia auténticos<br />

del folclore urbano bajo la fórmula casi constante de<br />

una suite de danzas; sin embargo, su variopinta procedencia<br />

internacional y sus rasgos universales contradicen<br />

tozudamente dicha condición patria proclamando su artificiosidad.<br />

Pero no importa que el chotis, la mazurca o el<br />

vals tengan de madrileño lo que la ensaladilla tiene de<br />

ruso; los autores del género chico con <strong>Chueca</strong> a la cabeza<br />

supieron con su talento convencer a sus contemporáneos<br />

de lo contrario. Esa invención de la tradición continúa<br />

rigiendo a día de hoy: basta con darse una vuelta por las<br />

fiestas populares madrileñas para comprobar cómo lo castizo<br />

(ya sea musicalmente hablando o no) actúa todavía<br />

como potente signo de identidad. Asimismo hay que<br />

constatar que los ritmos danzables hispanos no madrileños<br />

(sobre todo de procedencia andaluza) son también<br />

abordados por <strong>Chueca</strong> en algunas de sus obras líricas.<br />

Podemos enumerar otra serie de recursos musicales de<br />

comprobada eficacia que hacen de la música de <strong>Chueca</strong> algo<br />

muy directo y espontáneo. Por ejemplo, con el empleo de<br />

citas musicales de obras célebres tanto ajenas (óperas, zarzuelas,<br />

piezas instrumentales…) como propias (sus títulos<br />

teatrales más célebres), conseguirá despertar la complicidad<br />

de los auditorios. La independencia “aparente” entre trama<br />

argumental y música hace a su vez asequible el acceso a ese<br />

repertorio lírico a públicos de escasa cultura musical; matizamos,<br />

no obstante, dicha falta de integración puesto que a través<br />

de la música muchos textos logran adquirir coherencia.<br />

Abanico promocional de El chaleco blanco, episodio cómico-lírico de <strong>Chueca</strong>.<br />

El empleo recurrente de números poli-seccionales<br />

donde las ideas musicales que se suceden suelen culminarse<br />

con la repetición del primer “tema” contribuye a<br />

una fácil memorización de éstos; la frecuente apertura de<br />

las obras con preludios de tipo popurrí o la reutilización<br />

de materiales en los breves números de transición abundan<br />

en ese objetivo. El uso, y a veces abuso, de recursos<br />

fonéticos, espectaculares, paródicos, etc. (parcialmente<br />

heredado de la tradición de la zarzuela bufa, cuyo espíritu<br />

planea como alargada sombra sobre el género chico zarzuelístico)<br />

y la repetición de “fórmulas de la casa” de contrastado<br />

éxito (tercetos “ratescos”, valses a lo Caballero de<br />

Gracia, etc.), se unen a un “suma y sigue” procedimental<br />

inacabable.<br />

“Y así termina el sainete…”<br />

Estudiar la figura y la obra de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> a la luz<br />

del contexto histórico y cultural en el que emergió nos<br />

permite ver en él un ejemplo pionero de artista de masas.<br />

Se valió de procedimientos promocionales de enorme eficacia,<br />

como son la creación de una mitología personal<br />

divulgada por la prensa o la difusión de su música a través<br />

de una amplia red de agentes que incluía, entre otros,<br />

a editores e intérpretes. No se puede olvidar, además, el<br />

que quizá fuera arma de mayor alcance de nuestro entrañable<br />

protagonista: el sistema de producción del teatro<br />

por horas a cuyos orígenes históricos está vinculado. La<br />

cualidad anti-operística del teatro musical de <strong>Chueca</strong>, tan<br />

sagazmente observada por Nietzsche tras asistir a unas<br />

representaciones de La Gran Vía en Turín, actuaba (y<br />

sigue actuando) como un poderoso revulsivo en todos<br />

sus públicos, inevitablemente contaminados por la convención<br />

operística que empapa la cultura de Occidente<br />

desde hace cuatrocientos años. La sencilla belleza de su<br />

música pone el resto para ganarse nuestra voluntad y<br />

nuestro aplauso.<br />

Ignacio Jassa Haro<br />

Ilustraciones página 115:<br />

Edición francesa de la reducción para canto y piano de La Gran<br />

Vía (de <strong>Chueca</strong> y Valverde), prueba de la difusión internacional de<br />

esta obra.<br />

De la A a la Z: al menos 32 zarzuelas de <strong>Chueca</strong> llegaron a la<br />

imprenta. Portadas de las ediciones para canto y piano de Los<br />

arrastráos y Las zapatillas.<br />

Cesión de ilustraciones por cortesía de Unión Musical Ediciones, S.L.<br />

Cynthia Febdel, www.handfanpro.com


120<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

LA SUERTE DE UN ENCUENTRO<br />

Al igual que otros músicos de la época, <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> comenzó su actividad profesional como pianista en varios cafés.<br />

Veladas, tertulias, reuniones o meriendas de estos locales eran amenizadas por la música de un piano o un pequeño grupo<br />

de cámara que interpretaba las piezas de moda. Los apuros económicos le obligaron a trabajar como pianista en diversos<br />

locales. En un principio acude al Café Trijueque luego al Café Zaragoza, situado en la plaza de Antón Martín, en ese vértice<br />

que abarca desde la esquina de la calle León que ahora ocupa el Teatro Monumental (antes Cine), trabajó a cambio de “un<br />

amadeo diario, un café con tostada y los domingos, cena” y renovó totalmente el repertorio que hasta su llegada había<br />

amenizado a los clientes, pues junto a las composiciones de moda se caracterizó por improvisar al piano pequeñas obritas<br />

—polkas y mazurcas— que tuvieron mucho éxito. En este mismo local sería contratado para dirigir la orquesta y como<br />

maestro de coros del Teatro Variedades, donde nació el sainete cantado, instalado en la calle de la Magdalena en el<br />

entonces número 38, orquesta organizada por Vallés y Luján. En este teatro dirigiría la obra de Barbieri, su declarado padre<br />

espiritual, De Getafe al paraíso o La familia del tío Maroma (1883). <strong>Chueca</strong> también trabajaría en el Café del Vapor, en la<br />

plaza del Progreso (hoy Tirso de Molina), en el Variedades, frente al teatro del mismo nombre, acompañando a María<br />

Montes, la cantaora más flamenca que había en Madrid, en el Numancia, donde por tres conciertos diarios se ganaba cinco<br />

pesetas, y de vez en cuando dirigía alguna que otra orquesta de compañías de zarzuela.<br />

Apartir de 1870, el músico madrileño se fue abriendo<br />

camino en los círculos musicales y comenzaría a<br />

componer sus primeras obras para el teatro, cuando<br />

su amigo Felipe Ducazcal queriendo ser empresario<br />

de teatros y con el deseo de mejorar cuanto viera en los<br />

Campos Elíseos, tomó en arrendamiento los Jardines del<br />

Buen Retiro, lugar antiguamente llamado Huerta del Rey,<br />

cuando el famoso parque, escenario de fastuosas fiestas de<br />

Corte de antaño, llegaba hasta la iniciación del Paseo del<br />

Prado. El espacio donde hoy se alza el Palacio de Comunicaciones<br />

(ahora Ayuntamiento de Madrid), lo ocupaban<br />

frondosos jardines, llenos de paseos recatados y acogedoras<br />

glorietas. En la parte más espaciosa había un teatro y en<br />

la plaza central se alzaba un templete para la música. Allí<br />

pasaban los madrileños alegremente las tórridas noches del<br />

estío. Las puertas del teatro se abrieron para él, los éxitos<br />

se sucederían periódicamente y alcanzarían su máximo<br />

exponente en títulos como La Gran Vía, Cádiz y Agua<br />

azucarillos y aguardiente.<br />

El secreto, si es que lo hay, es que <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> fue<br />

un compositor que supo conectar con las circunstancias<br />

sociales del Madrid de su tiempo. Es para todos el músico<br />

madrileño por excelencia y nadie como él supo reflejar en<br />

música el casticismo de las clases populares y los distintos<br />

ambientes del Madrid decimonónico: “Era el Madrid de los<br />

músicos ambulantes y de los organillos, de las castañeras,<br />

de las cigarreras, de las verbenas de los barrios o de los<br />

patios, con olor a churros calientes y a limonadas. Era el<br />

Madrid del chotis, de la mazurca, del pasodoble, de las<br />

comidas en los merenderos, de las estufas que olían a azufre,<br />

pero congregaban a su derredor a la familia”. Baroja<br />

recordaría en sus Memorias: “Madrid no dejaba de ser en su<br />

limitación y en su pobreza, un pueblo alegre y fácil para<br />

todo el mundo […] Madrid, entonces, era un pueblo raro,<br />

distinto a los demás, uno de los pocos pueblos románticos<br />

de Europa, un pueblo donde un hombre, sólo por ser gracioso,<br />

podía vivir. Con una quinquilla bien hecha se conseguía<br />

un ejemplo para no ir nunca a la oficina […]. Entonces<br />

los alrededores de la Puerta del Sol estaban llenos de tabernas,<br />

de garitos, de rincones, lo que permitía que nuestra<br />

plaza central fuera una especie de Corte de los Milagros…<br />

En la misma Puerta del Sol se podían contar más de diez<br />

casas de juego, abiertas toda la noche…”.<br />

En <strong>Chueca</strong> se define perfectamente el oficio de un autor<br />

que persigue la realización de una música popular y de<br />

consumo para la burguesía y las clases populares de ese<br />

Madrid decimonónico, pero, a decir verdad, no sólo, pues<br />

junto a él gente talentosa (Ricardo de la Vega, López Silva,<br />

Arniches) “tomaron sobre sí la arriesgada tarea de inventar<br />

una realidad coherente y viva donde no habría otra cosa<br />

sino braceros, menestrales y gentes del bronce de una parte<br />

y tropilla ministerial y gubernativa de la otra. No tomaron<br />

gran cosa del pueblo salvo su eterno y justo descontento y<br />

filosófica resignación, que subieron a escena con la felicidad<br />

de reconocerse en ellos entre sus pares para restituirles<br />

una seña de identidad…”. (J. L. Téllez, El alma de Madrid).<br />

En el campo teatral se vive la crisis del teatro clásico o<br />

de verso y el auge del teatro por horas y del género chico<br />

que a partir de 1870 ejerce un verdadero monopolio que<br />

coincide con el desarrollo del teatro como actividad empre-<br />

Fotografía Ar. E. Casares


sarial. <strong>Chueca</strong> comenzaría a componer para este tipo de<br />

teatro. Su actividad se desarrollará a lo largo de los tres<br />

periodos del siglo XIX que llenan la historia de este género:<br />

la década de los setenta, la de los ochenta y noventa que es<br />

la de plenitud y la primera década del siglo XX, que será la<br />

decadencia. A pesar del ingenio y fácil inspiración de <strong>Chueca</strong><br />

para crear melodías brillantes que rápidamente alcanzaban<br />

la admiración del público —no hay que olvidar que era<br />

un músico de forma natural— en la gran mayoría de sus<br />

obras necesitó de colaboradores que se encargaban sobre<br />

todo de la instrumentación y el desarrollo armónico de sus<br />

admirables melodías ya que carecía de formación académica<br />

suficiente y no dominaba técnicas y recursos.<br />

Su más fiel colaborador sería Joaquín Valverde Durán<br />

(1846–1910), con quien a lo largo de quince años estrenaría<br />

numerosas zarzuelas, una treintena aproximadamente, aparte<br />

de mantener una gran amistad basada en el máximo respeto.<br />

Por ello su figura tiene una importancia fundamental,<br />

bajo riesgo de traicionar la historia a la hora de hablar de<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> si tenemos en cuenta que fruto de esa<br />

estrecha colaboración salieron algunos de los mejores títulos<br />

de la historia del género chico y obtuvieron los mayores<br />

éxitos.<br />

Vidas estrechamente unidas<br />

Un día de 1872 dirigióse <strong>Chueca</strong> a una tabernucha, con piso<br />

de tierra y mesas y banquetas de tosco pino pintadas de<br />

almagre, a la que todo el mundo llamaba la del tío Lucas,<br />

por ser este su dueño y, a la par, el más hábil guisandero de<br />

cuantos figones y ventorrillos existían por entonces en<br />

Madrid. Estaba situada en el Madrid de la calle Sevilla, hacia<br />

la mitad del Callejón de Gitanos (hoy calle Arlabán), a la<br />

derecha, conforme se iba a la calle de Alcalá. Tenía justa<br />

fama por dos de sus platos: las judías estofadas y las chuletas<br />

a la parrilla. Ante estas delicias gastronómicas, de increíble<br />

baratura, quiso el destino que <strong>Chueca</strong> simpatizara con<br />

un muchacho serio, dos meses mayor, llamado Joaquín Valverde,<br />

nacido en Badajoz e hijo de un administrador de rentas.<br />

Desde niño perteneció a la banda del regimiento de<br />

Valencia como flautín y con esta experiencia pasó posteriormente<br />

a formar parte de la orquesta de varios teatros. A<br />

la muerte de su padre, en 1857, se trasladaría con su madre<br />

a Madrid con la ayuda de su hermana, la ya famosa actriz<br />

Balbina Valverde, que le colocaría en la orquesta del Teatro<br />

del Príncipe (hoy Español). En septiembre de 1863 ingresaría<br />

en el Real Conservatorio siguiendo flauta con Pedro Sarmiento,<br />

armonía con José Aranguren y composición con<br />

Emilio Arrieta. Consigue el primer premio de flauta del Conservatorio<br />

en 1867, así como el de composición en 1870, y<br />

en 1871 gana un certamen convocado por la Sociedad de<br />

Fomento de las Artes con su sinfonía Batilo. En ese mismo<br />

año iniciaría su trabajo en varios teatros de Madrid, entre<br />

ellos sería nombrado director de orquesta del Teatro Español<br />

y hasta 1889 pasaría por diversas salas: Comedia, Lara y<br />

Apolo, donde la orquesta interpretaba, según costumbre de<br />

la época, las sinfonías y los intermedios en los descansos.<br />

Día a día <strong>Chueca</strong> y Valverde irían estrechando su relación<br />

y este último pasaría a integrarse en las reuniones al<br />

pie de la tarima del piano del Café de Zaragoza al que asistían<br />

periodistas y escritores como Ricardo de la Vega. En<br />

1874 compone la colección de Estudios melódicos para flauta<br />

que se convierte en el texto de la Escuela Nacional de<br />

Música. A partir de 1875 comienza la colaboración ¿En qué<br />

momento prendió en <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> y Joaquín Valverde<br />

la idea de trabajar juntos? En el orden musical nada tenían<br />

de semejante, pero tal vez esto es lo que les hizo completarse.<br />

El primero era la inspiración inagotable y el segundo<br />

la sabiduría mesurada. A uno le aburriría el seco tecnicismo,<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

1886. Los autores de La Gran Vía. De izquierda a derecha: Joaquín<br />

Valverde, Felipe Pérez y Gónzalez y <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>. (Fotografía del<br />

álbum familiar)<br />

al otro le serviría para su tratamiento instrumental. El quid<br />

de la colaboración estuvo en que cada uno aportó a ella lo<br />

que al otro le faltaba. Por eso durante quince años se entendieron<br />

tan bien, sin temor a los celos artísticos, tan frecuentes<br />

entre las gentes del teatro. Lo cierto es que Joaquín Valverde<br />

trataría las chispeantes melodías de <strong>Chueca</strong> debidamente<br />

en la orquesta sin que perdieran su lozanía original.<br />

Se estrenarían con la zarzuela El sobrino del difunto. Precisamente<br />

en ese año, de su matrimonio con Pilar San Juan<br />

nace en Madrid su hijo también llamado Joaquín, que será<br />

conocido como “Quinito” Valverde años más tarde, y que<br />

sería autor no sólo de zarzuelas, sino de cuplés y canciones<br />

ligeras, disfrutando de gran fama. Se sucederán una serie de<br />

obras hoy bastante olvidadas, escritas en el periodo de esta<br />

primera estructuración temporal a la que ya aludimos, la de<br />

los años setenta, pero que serviría para dar al tándem popularidad.<br />

En estos años Valverde escribiría una obra de carácter<br />

didáctico: Preludios ad libitum, para la enseñanza y el<br />

estudio de la flauta. En total en este corto periodo de cinco<br />

años darían a la escena alrededor de doce obras que se<br />

verían representadas en diversos teatros: Buen Retiro, Apolo,<br />

Comedia y Español.<br />

Los mayores éxitos de ambos vendrían en la década de<br />

1880, años en los que entraron en un periodo de gran actividad,<br />

animados por el público, lo que <strong>Chueca</strong> dio en llamar<br />

“sus ahorrillos”. Es en esos años —estrenarían alrededor<br />

de veinte títulos—, en los que el género chico adquiriría<br />

su apogeo y plenitud salieron de sus plumas los más<br />

importantes títulos. Con R. R. (iniciales del célebre actor<br />

cómico Ramón Rossell), enigmático y lacónico título calificado<br />

de Juguete lírico, se mostrarían la noche del 27 de<br />

marzo de 1880. Seguirá dos meses después La camisa de la<br />

Lola, título que por considerarse poco apropiado se modificó<br />

por el de La canción de la Lola o Celos engendran desdichas,<br />

obra en la que <strong>Chueca</strong> fue, con don Joaquín Valverde,<br />

el autor del primer sainete con música en un acto, en prosa<br />

y verso, con letra de Ricardo de la Vega, estrenado en España.<br />

“Este sainete abría las puertas al “género chico” en su<br />

121


122<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

aspecto lírico, el único en el que después triunfó plenamente<br />

y se hizo representativo del nacionalismo musical español”.<br />

(Matilde Muñoz, Historia de la zarzuela y el género<br />

chico). La obra fue muy bien acogida, hasta tal punto que<br />

durante tres años consecutivos se representó en el Teatro<br />

Alhambra y Variedades. Fue esta obra la que abrió plenamente<br />

las puertas del teatro a sus autores. Después de este<br />

primer éxito siguió en 1882 Luces y sombras, revista política.<br />

En este mismo año murió Pedro Sarmiento, quedando la<br />

cátedra de flauta del Conservatorio madrileño vacante. Valverde<br />

se presentó a las oposiciones, pero no sacó la plaza.<br />

Otro de los éxitos vendrá en 1884 con Vivitos y coleando,<br />

otra revista política que alcanzaría 145 representaciones<br />

seguidas; hay que decir que estos autores fueron los pioneros<br />

de este tipo de revista.<br />

El periodo de plenitud para el género chico comenzará<br />

a partir de 1886, año en el que <strong>Chueca</strong> estaba ya en pleno<br />

dominio del oficio de compositor lírico, año en el que<br />

aparecerían dos de los títulos más importantes y logrados<br />

de la colaboración entre ambos con éxitos resonantes. Nos<br />

referimos a la revista de actualidades La Gran Vía y al episodio<br />

nacional en dos actos Cádiz, en cuyo texto, elaborado<br />

por Javier de Burgos Larragoiti, influyen los relatos<br />

antiguos de Alcalá Galiano y Adolfo de Castro. Algunos<br />

han afirmado, con cierta ligereza, que la primera revista<br />

madrileña fue La Gran Vía, la verdad es que ya en 1878 se<br />

había estrenado El diablo cojuelo, de Barbieri, Mariano<br />

Pina y Ramos Carrión, que era una exposición sinóptica<br />

por la que desfilaban por la escena “desde el Hipódromo a<br />

la nueva iluminación del Prado; de la retreta en las fiestas<br />

reales a la exposición de París, de la guerra de Oriente<br />

hasta los estrafalarios anuncios en la prensa del doctor<br />

Garrido; todo aderezado con poquito de sátira tolerable y<br />

caricaturas sin demasiada acidez” (F. Hernández Girbal.<br />

1902. <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> con su esposa doña Teresa, cuando estrenó<br />

El bateo. (Autofotografía del álbum familiar).<br />

1890. <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> cuando compuso El chaleco blanco.<br />

(Fotografía del álbum familiar).<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>. El alma de Madrid). El éxito de estas<br />

zarzuelas puede considerarse paralelo. Si La Gran Vía se<br />

ha representado más veces en virtud de su brevedad,<br />

Cádiz dio más dinero a sus autores. La chispa de <strong>Chueca</strong>,<br />

el garbo con que los diferentes números de la obra se funden,<br />

los tipos magistralmente creados por Felipe Pérez y<br />

González hicieron de La Gran Vía el éxito mayor que hasta<br />

entonces había tenido el género lírico español. Ello hizo<br />

que en la famosa revista dirigida por Sinesio Delgado,<br />

Madrid Cómico nº 185 (4-IX-1886), dedicara unos versos<br />

José Estremera Cuenca, a sus autores bajo el título A <strong>Chueca</strong><br />

y Valverde.<br />

Los éxitos continuaron. Llegaría el último año de colaboración,<br />

1889, y lo harían con El año pasado por agua,<br />

revista general, y en cierto sentido sainete, en el Teatro<br />

Apolo; seguirían con la presentación en verano, en el Teatro<br />

Felipe, con De Madrid a París, para concluir en el mes<br />

de septiembre con la sátira en un acto La revista nueva o La<br />

tienda de comestibles, en el Teatro Alhambra, el mismo que<br />

un día les proyectara hacia la fama; el libreto de Sinesio<br />

Delgado se proponía ridiculizar el género con personajes<br />

absurdos, como un cesto de mimbre, un coro de garbanzos<br />

y un coro de pimientos…<br />

En enero de 1890 se produjo un hecho importante en la<br />

vida de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>, ya que rompió su habitual colaboración<br />

con Valverde. Parece ser no fue de ellos la culpa,<br />

sino de amigos y aduladores y según se dice, no se sabe si<br />

con razón de las mujeres, doña María Teresa y doña Pilar,<br />

que veían en uno todas las perfecciones que al otro negaban.<br />

Por una parte se decía que “las notas que <strong>Chueca</strong><br />

escribe son billetes de mil pesetas, de los que otro se aprovecha<br />

con escasísimo trabajo”, por otra parte se dice que<br />

<strong>Chueca</strong> se cansó de ser acusado de aprovecharse del duro<br />

trabajo que realizaba Valverde. Lo cierto es que esta fructífera<br />

y pimpante conjunción se vino al traste y acordaron<br />

separarse. <strong>Chueca</strong> resultó el más beneficiado ya que a partir<br />

de entonces cobró íntegros los derechos y figuró sólo en los<br />

carteles. Buscó quien o quienes le hicieran el trabajo de<br />

Valverde, a los cuales les daba una cantidad convenida y se<br />

mantenían en el anonimato. Joaquín Valverde, sin embargo,<br />

entraría en lento declive disminuyendo sustancialmente su<br />

producción y con pocos éxitos, continuó colaborando con<br />

otros autores hasta su muerte, acaecida el 17 de marzo de


1910, dos años después del que fue su íntimo colaborador y<br />

algo más de un mes de la muerte de su hermana Balbina, la<br />

gran actriz de teatro. Sus restos reposan en el cementerio de<br />

San Lorenzo.<br />

* * *<br />

La colaboración mantenida entre ambos a lo largo de quince<br />

años ha generado cierta oscuridad a la hora de concretar<br />

cuál fue la aportación real de cada uno, pero es difícil delimitarla<br />

por la falta de manuscritos o documentación originaria.<br />

Respecto a la colaboración de Valverde se puede<br />

observar que la orquesta se reduce generalmente al acompañamiento,<br />

en la mayor parte de los números de las obras<br />

que firmó al alimón con <strong>Chueca</strong>, no siendo habitualmente<br />

su orquestación nada complicada. Si observamos la partitura<br />

de La Gran Vía las partes instrumentales de la polka inicial<br />

y la jota de los ratas, tienen una intervención instrumental<br />

destacada, y son el lugar donde mejor podemos intuir<br />

que Joaquín Valverde dejó su impronta inventiva. Tenemos<br />

también la referencia de Marciano Zurita sobre la Mazurca<br />

de los marineritos (nº 5), cantada por el coro femenino,<br />

comienza con una introducción simple de la que pasa a una<br />

melodía más enriquecida, que finaliza con ritmo de mazurca.<br />

La instrumentación es más variada y rica que en el resto<br />

de los números lo que pudiera hacer deducir que este<br />

número es atribuible exclusivamente a Valverde.<br />

Sobre el famoso himno de la marcha de Cádiz, Enrique<br />

Chicote nos cuenta en su libro, La Loreto y este humilde servidor.<br />

Recuerdos de la vida de dos comediantes madrileños:<br />

“Este célebre himno lo escribió <strong>Chueca</strong> para un desfile militar<br />

que se hacía en el segundo cuadro de El soldado de San<br />

Marcial, aplaudido melodrama de don Valentín Gómez,<br />

estrenado en el Teatro Apolo por la compañía de la Tubáu<br />

y Ceferino Palencia, cuyo protagonista lo hizo con mucho<br />

éxito, el gran actor José Mata. El himno pasó inadvertido.<br />

Años después lo estrenó otra vez en la zarzuela Cádiz, en<br />

el mismo teatro, y entonces fue un éxito inmenso”. Pero<br />

sobre la autoría de esa marcha el periodista Vicente Vidal<br />

Corella en El Maestro Serrano y los felices tiempos de la zarzuela,<br />

nos habla de una entrevista sostenida con el maestro<br />

Valverde, en la cual declara: “El borrador se halla en poder<br />

mío, pero escrito por mí, no por el maestro <strong>Chueca</strong>, de<br />

quien tomé a oído su parte, corrigiéndola a mi modo. Luego<br />

combiné las voces, y, por último, instrumenté en la forma<br />

que se oye por el teatro y en las bandas militares”.<br />

Respecto a <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> los elementos más destacables<br />

de su estilo tampoco son fáciles de concretar, aunque<br />

sí podemos observar ciertas constantes: simetría de compases,<br />

armonización y textura de su obra generalmente poco<br />

consistente al tratarse de armonías sencillas que tienen<br />

como única base sostener las melodías sin enriquecimiento<br />

alguno. En <strong>Chueca</strong> el ritmo musical es fiel intérprete del ritmo<br />

de la frase hablada, su fuerza descansa sobre los cantables<br />

en su mayoría improvisados gracias a su fácil inspiración<br />

más que a un trabajo sistemático, de manera que a la<br />

frase o verso corresponde la música.<br />

Terminemos añadiendo que la opinión generalizada<br />

que de don Joaquín Valverde tenían sus contemporáneos<br />

era de ser un hombre sencillo y educado, de gran humildad<br />

en su trabajo y muy querido y admirado entre sus compañeros<br />

de profesión, y con la coletilla de ser un tanto supersticioso;<br />

para comprobar este rasgo remito al lector interesado<br />

a la lectura del capítulo que le dedica Enrique Chicote<br />

en su libro de recuerdos y anécdotas, Las señoritas de “panpringao”<br />

(págs. 189-93), cuyo subtítulo tiene su gracia:<br />

“Relato rosa, retrospectivo y folletinesco”.<br />

Manuel García Franco<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

OBRAS EN COLABORACIÓN DE CHUECA Y VALVERDE<br />

El sobrino del difunto. S. Lastra, E. Prieto. 24-VIII-1875. Jardines<br />

del Buen Retiro.<br />

Tres ruinas artísticas. S. Lastra. 17-VII-1876. Jardines del Buen<br />

Retiro.<br />

Un maestro de obra prima. A. Ruesga. 9-VII-1877. Jardines del<br />

Buen Retiro.<br />

¡A los toros! R. de la Vega. 1-VIII-1877. Jardines del Buen Retiro.<br />

Turcas y rusos. Segovia, E. Sierra. 18-VIII-1877. Jardines del<br />

Buen Retiro.<br />

Bonito país. [col. con Bretón]. A. Medel, L. Santana, J. Mª Liern.<br />

25-VIII-1877. Jardines del Buen Retiro.<br />

Contar con la huéspeda o Locuras madrileñas. [col. con Bretón].<br />

L. Pérez. 22-IX-1877. Teatro Novedades.<br />

Los barrios bajos. [col. con J. Rogel]. J. Nombela, J. del Castillo<br />

Soriano. 6-II-1878. Teatro Apolo.<br />

La función de mi pueblo. R. de la Vega. 26-III-1878. Teatro de<br />

la Comedia.<br />

Las ferias. M. Ossorio y Bernard, M. Barranco. 3-VII-1878. Jardines<br />

del Buen Retiro.<br />

La venta del pillo. J. Estremera. 24-XII-1878. Teatro Español.<br />

R. R. M. Barranco. 27-III-1880. Teatro Alhambra.<br />

La canción de la Lola. R. de la Vega. 25.-V-1880. Teatro Alhambra.<br />

Luces y sombras. A. Ruesga, S. Lastra. E. Prieto. 1-II-1882. Teatro<br />

Variedades.<br />

La plaza de Antón Martín. E. Sierra, E. Prieto. Granés. 24-V-<br />

1882. Teatro Variedades.<br />

Fiesta Nacional. T. Luceño, J. de Burgos. 25-XI-1882. Teatro<br />

Variedades.<br />

De la noche a la mañana. S. Lastra, A. Ruesga. E. Prieto. 4-XII-<br />

1883. Teatro Variedades.<br />

Vivitos y coleando. S. Lastra, A. Ruesga, E. Prieto. 15-III-1884.<br />

Teatro Variedades.<br />

La abuela. R. de la Vega. 21-IV-1884. Teatro Variedades.<br />

Agua y cuernos. M. Pina Domínguez, J. de Burgos. VII-1884.<br />

Teatro ?.<br />

Caramelo. J. de Burgos. 19-X-1884. Teatro Eslava.<br />

Medidas sanitarias. S. Lastra, A. Ruesga, E. Prieto. 12-XI-1884.<br />

Teatro Eslava.<br />

Domingo en el rastro. T. Luceño, J. de Burgos. 12-II-1885. Teatro<br />

Eslava.<br />

En la tierra como en el cielo. S. Lastra, A. Ruesga, E. Prieto. 14-<br />

III-1885. Teatro Variedades.<br />

La Gran Vía. F. Pérez y González. 2-VII-1886. Teatro Felipe.<br />

Cádiz. J. de Burgos. 20-XI-1886. Teatro Apolo.<br />

De Madrid a Barcelona. E. Perillán y Buxó. 11-II-1888. Teatro<br />

Principal de Barcelona.<br />

Lección conyugal. Libretistas desconocidos. 18-VIII-1888. Teatro<br />

Felipe.<br />

El año pasado por agua. R. de la Vega. 1-III-1889. Teatro Apolo.<br />

De Madrid a París. J. Jackson Veyán, E. Sierra. 12-VII-1889. Teatro<br />

Felipe.<br />

La revista nueva o la tienda de comestibles. S. Delgado. 30-IX-<br />

1889. Teatro Alhambra.<br />

En diversas catalogaciones consultadas aparecen otras tres<br />

obras en colaboración carentes de algunos datos:<br />

El bautizo de Pepín, en la que colaboró también Tomás Bretón<br />

con libreto desconocido. No tenemos datos del estreno.<br />

¡A la exposición! Libro de M. Ramos Carrión. Carecemos de<br />

datos del estreno.<br />

El mundo nuevo. Libreto desconocido. Sabemos año del estreno:<br />

1878.<br />

123


124<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

DISCOGRAFÍA DE FEDERICO CHUECA<br />

Agua, azucarillos y aguardiente (1897). F. <strong>Chueca</strong> y J. Valverde<br />

/ M. Ramos Carrión.<br />

— A. Mª Iriarte, I. Rivadeneira, Y. Otero, S. Pérez Carpio. Coro<br />

Cantores de Madrid. Orquesta Sinfónica. Dir.: Benito Lauret.<br />

Columbia-BMG. Grab.: 1975.<br />

— T. Tourné, Mª R. Gabriel, R. Cesari, A. Higueras. Coro Cantores<br />

de Madrid. Orquesta de Conciertos de Madrid. Dir.: Pablo<br />

Sorozábal. Hispavox. Grab.: 1963.<br />

— T. Rosado, A. Mª Iriarte, Mª Ángeles Carchena, M. Ortega.<br />

Coro Cantores de Madrid. Orquesta de Cámara de Madrid. Dir.:<br />

Ataúlfo Argenta. Montilla.<br />

— Isabel Penagos, Inés Rivadeneira, Mª Teresa Aristu, Rafaela Aparicio.<br />

Orquesta y Coro Teatro Apolo. Dir.: Odón Alonso. Zafiro.<br />

— Salud Rodríguez, Amparo Romo, Pedro Vidal. Coro General.<br />

Orquesta. Dir.: Concordio Gelabert (?). Blue Moon.<br />

Alegría de la huerta, La (1900). F. <strong>Chueca</strong> / A. Paso y E. García<br />

Álvarez.<br />

— T. Rosado, C. Munguía, T. Berganza, A. Díaz Martos. Coro<br />

Cantores de Madrid. Gran Orquesta Sinfónica. Dir.: Ataúlfo<br />

Argenta. Columbia.<br />

Año pasado por agua, El (1889). F. <strong>Chueca</strong> y J. Valverde / R. de<br />

la Vega.<br />

— Mercedes Melo, Pablo Vidal. Blue Moon.<br />

— Ana Mª Iriarte, G. Monreal. Coro Cantores de Madrid. Orquesta<br />

Sinfónica. Dir.: Indalecio Cisneros. Columbia. Grab.: 1956.<br />

Bateo, El (1901). F. <strong>Chueca</strong> / A. Paso y A. Domínguez.<br />

— T. Berganza, G. Monreal, J. Portillo, J. de Andía. Coro Orfeón<br />

Donostiarra. Orquesta Sinfónica. Dir. Indalecio Cisneros.<br />

Alhambra-BMG. Grab.: 1958.<br />

— Mª Bayo, M. Lanza, E. Sánchez, J. J. Frontal. Coro de Cámara<br />

de Tenerife. Orquesta Sinfónica de Tenerife. Dir.: Víctor Pablo<br />

Pérez. Deutsche Grammophon (Universal). Grab.: 2005.<br />

Chaleco blanco, El (1890). F. <strong>Chueca</strong> / M. Ramos Carrión.<br />

— A. Mª Iriarte, G. Monreal, J. Portillo. Coro Cantores de Madrid.<br />

Orquesta Sinfónica. Dir.: Ataúlfo Argenta. Columbia-BMG.<br />

Gran Vía, La (1886). F. <strong>Chueca</strong> y J. Valverde / F. Pérez y González.<br />

— N. Mistral, P. Mª Martínez, A. Blancas. Coro Cantores de<br />

Madrid. Orquesta Filarmónica de España. Dir.: Rafael Frühbeck<br />

de Burgos. Alhambra-BMG. Grab.: 1969.<br />

— T. Tourné, R. Cesari, J. R. Henche. Coro Cantores de Madrid.<br />

Orquesta de Conciertos de Madrid. Dir.: Pablo Sorozábal. Hispavox-EMI.<br />

Grab.: 1963.<br />

— A. Mª Iriarte, T. Rosado, M. Ausensi, M. Tierra. Coro Cantores<br />

de Madrid. Orquesta de Cámara de Madrid. Dir.: Ataúlfo<br />

Argenta. Columbia. Grab.: 1953.<br />

— Mª Dolores Ripollés, I. Rivadeneira, M. Sierra. Coros Líricos<br />

de Madrid. Agrupación Sinfónica La Zarzuela. Dir.: <strong>Federico</strong><br />

Moreno Torroba. Fonogram.<br />

— I. Rivadeneira, L. Rodrigo, S. Ramalle, P. Bloise. Coro Cantores<br />

de Madrid. Orquesta de Cámara de Madrid. Dir.: Enrique Estela.<br />

Zafiro.<br />

— P. Domingo, M. Martín, M. Moreno, Mª J. Montiel. Coro y<br />

Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dir.: Miguel Roa. RTVE-<br />

Música. Grab.: 2001.<br />

— Mª Bayo, M. Lanza, Mª Rodrigo, E. Sánchez. Coro de Cámara<br />

de Tenerife. Coro Infantil del Conservatorio de Música de Tenerife.<br />

Orquesta Sinfónica de Tenerife. Dir.: Víctor Pablo Pérez.<br />

Deutsche Grammophon (Universal). Grab.: 2005.<br />

DVD<br />

Agua, azucarillos y aguardiente (8223659)<br />

La Alegría de la huerta (8223659)<br />

La Gran Vía (8223663)<br />

(Versiones de José Luis Moreno. Edición de Universal Pictures<br />

International Limited). Anteriormente publicadas en formato<br />

VHS editadas por el Grupo Metrovideo Multimedia. Grabaciones<br />

en el Teatro Calderón de Madrid.<br />

El año pasado por agua<br />

(Colección Círculo Digital / RTVE. Grabación efectuada en el<br />

Teatro de la Zarzuela de Madrid en 1987).<br />

Agua, azucarillos y aguardiente.<br />

El bateo.<br />

(Producción Concerto XXI. Compañía Ópera Cómica de<br />

Madrid. Dir.: Francisco Matilla). Grabación en directo en el Teatro<br />

del Bosque de Móstoles (2005).<br />

CINE<br />

Alegría de la huerta, La. (F. <strong>Chueca</strong> / A. Paso y E. García. Álvarez)<br />

Año de Producción: 1940. Director: Ramón Quadreny. 69’. B/N.<br />

Carteles: UME


126<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

FEDERICO CHUECA Y EL CASTICISMO MADRILEÑO<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> es el músico que representa sin duda,<br />

dentro de la historia de nuestro teatro lírico, el gracejo y la<br />

idiosincrasia del pueblo madrileño protagonista de nuestra<br />

zarzuela más genuina, el Género Chico. Nacido en el<br />

corazón de Madrid, en la casa de los Lujanes de la plaza<br />

de la villa en 1846, toda su vida, hasta su muerte en 1908,<br />

transcurre en Madrid. Su música, de inspiración y motivos<br />

populares, acompañada de las letras de los mejores<br />

sainetistas y dramaturgos del momento, nos ha llegado<br />

viva hasta la actualidad, enraizada en el acervo popular<br />

que rememora el madrileñismo de finales del siglo XIX,<br />

una época llena de conflictos y crisis, pero también<br />

plenamente castiza.<br />

Si entendemos el casticismo como término que designa<br />

lo característico, lo que se hace significativo dentro de<br />

un ámbito popular en un momento histórico determinado,<br />

asociado a lo costumbrista (aunque no todo lo<br />

costumbrista sea castizo), y por tanto a lo pintoresco y localista,<br />

tenemos la clave para la justa definición y el cabal entendimiento<br />

del significado de la obra de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>.<br />

La carrera musical de <strong>Chueca</strong> coincide con el triunfo de<br />

la breve pieza teatral, que desde los albores de la revolución<br />

de 1868 viene imponiéndose en los cafés teatros de Madrid.<br />

Es en ellos donde, gracias a la iniciativa de tres afamados<br />

cómicos, Vallés, Luján y Riquelme, surge la iniciativa del “teatro<br />

por horas”, que llevará a su auge la pieza dramática breve<br />

con o sin música, por un módico precio que incluía la consumición.<br />

El sistema de los teatros por horas, tras la revolución<br />

del 68, se fue extendiendo a muchos teatros madrileños<br />

y el éxito de varias de sus piezas contagió a la mayoría de los<br />

compositores y libretistas del momento que se fueron pasando<br />

del campo de la zarzuela grande a las breves piezas de<br />

una hora de duración ofrecidas al público en diversas sesiones<br />

consecutivas. Una vez más hay que recordar que la zarzuela<br />

“chica” o Género Chico se calificó así para indicar la<br />

brevedad de su extensión en un solo acto, distinguiéndose<br />

de la zarzuela “grande”, compuesta de varios actos y cuya<br />

representación era de varias horas de duración.<br />

<strong>Chueca</strong> supo aprovechar esta coyuntura de la historia<br />

de nuestro teatro musical, ya que, siguiendo su vocación y<br />

sus extraordinarias facultades musicales, abandonó sus<br />

estudios de medicina por los de música en el Conservatorio,<br />

aunque no los culminó. Es por ello, que, salvo escasas<br />

excepciones, siempre colaboró con otro compositor que<br />

completaba su inspiración con la tarea de orquestar sus originales<br />

melodías. El genial Barbieri fue su primer colaborador,<br />

al que sucedieron otros sobresalientes compositores a<br />

lo largo de su carrera, como Bretón, pero sin duda fue Joaquín<br />

Valverde el músico asociado con quien cosechó sus<br />

mejores éxitos.<br />

Su música triunfó en las distintas modalidades del Género<br />

Chico: en la revista de actualidades: Fiesta Nacional (1882),<br />

De la noche a la mañana (1883), Vivitos y coleando (1884),<br />

Cádiz, La Gran Vía (1886), El año pasado por agua y De<br />

Madrid a París (1889); en el sainete o pasillo: ¡Hoy sale, hoy!<br />

(1884) El chaleco blanco (1890), Agua, azucarillos y aguardiente<br />

(1897), El bateo (1901); en el juguete cómico: La tienda<br />

de comestibles (1891), Las zapatillas (1895); y en la zarzuelita<br />

regional: La alegría de la huerta (1900), por mencionar las<br />

piezas más conocidas entre la totalidad de su producción de<br />

un centenar de obras en un acto.<br />

C. Plá. La mujer madrileña. Litografía, detalle. Madrid, 1897<br />

Sucesos de actualidad<br />

La revista del Género Chico, junto a la sátira política, incluía<br />

otros sucesos de la actualidad. En los años ochenta, la revista<br />

lírica de actualidades, con un cierto despliegue de espectáculo,<br />

destaca como el género más cultivado y tiene sus primeros<br />

éxitos acompañadas de música del maestro <strong>Chueca</strong>: Fiesta<br />

Nacional (T. Luceño- J. de Burgos/<strong>Chueca</strong> y Valverde,) calificada<br />

por sus autores de “Acontecimiento Futuro, Humorístico,<br />

Cómico-lírico, Taurómaco”, (1882), pero las que lograron el<br />

triunfo de este tipo de piezas fueron obra de tres conocidos<br />

autores Lastra, Ruesga y Prieto asimismo con músicas de<br />

<strong>Chueca</strong>: Luces y sombras (estrenada en el teatro Variedades en<br />

1882) y De la noche mañana (Variedades, 1883), subtitulada<br />

por sus autores “sueño cómico-lírico”.<br />

Pero, sin duda, la fórmula de más éxito en esta modalidad<br />

del Género Chico fue la de pasar revista, de ahí su nombre, a<br />

un período de tiempo determinado, por lo general un año, en<br />

lo relativo a los teatros, cafés, sucesos políticos, modas, inventos<br />

etc., o bien a algún acontecimiento importante de la vida<br />

social y política del momento. Así sucedió con La Gran Vía, a<br />

propósito del proyecto urbano madrileño, de Felipe Pérez y<br />

González con música de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> y Joaquín Valverde,<br />

Biblioteca Nacional de Madrid


estrenada en el teatro Felipe en 1886 que consagrará el modelo<br />

del género. El éxito de esta pieza fue clamoroso y traspuso<br />

las fronteras de nuestro país convirtiendo a <strong>Chueca</strong> en un<br />

músico popular unido para siempre a la idiosincrasia del pueblo<br />

madrileño, pues a la chispeante letra se unió su alegre e<br />

inspiradísima música cuyos cantables han perdurado hasta la<br />

actualidad desde el célebre vals del Caballero de Gracia o la<br />

famosa jota de los tres Ratas. La fusión entre la realidad de la<br />

calle y la ficción teatral dio la medida de la popularidad de<br />

<strong>Chueca</strong>, pues habiéndole robado al músico la cartera en el<br />

tranvía y divulgándose esto en la prensa, le fue devuelta con<br />

los sesenta duros que contenía acompañados de una carta<br />

dedicada “al guripa de más amplia pupila que tiene Madriz”<br />

firmada por “El Rata primero, el Rata segundo, y el Rata tercero,<br />

La Pelos, La Chata, y la de Lavapiés” 1 .<br />

Los personajes de la revista pertenecen a todas las clases<br />

sociales y no sólo son personajes tipo, como en el sainete/pasillo,<br />

sino que también abundan personajes reales concretos,<br />

como políticos del momento o actores muy populares,<br />

y lo que es más original, personajes alegóricos como “la<br />

patria”, “la verdad”, “la felicidad”, o simbólicos de inventos<br />

modernos, como la electricidad, los trenes, o personificaciones<br />

de teatros, cafés, periódicos, verbenas, etc.; en fin, de<br />

todo aquello a lo que se quería “pasar revista” tratando de<br />

abarcar una mayor parcela de la realidad política y social. De<br />

hecho, dentro del Teatro por horas la revista fue el subgénero<br />

en el que más cabida tuvo la sátira política. Así, la explícita<br />

“enseñanza moral” que aparecía en la despedida al público<br />

del sainete, en la revista es sustituida por una crítica política<br />

o mero deseo de haber divertido al público.<br />

La Gran Vía se convirtió en la obra emblemática de<br />

Madrid, ya que se iniciaba con la reunión de todas las<br />

calles, plazas y callejones de la capital para comentar el<br />

suceso: el próximo parto de Dña. Municipalidad:<br />

Porque es el caso que, según dicen,<br />

Doña Municipalidad<br />

va a dar a luz una Gran Vía,<br />

que de fijo no ha tenido igual…<br />

A La Gran Vía seguirán otras como A vista de pájaro de<br />

Celso Lucio (Teatro Esclava, 1888), Panorama Nacional,<br />

también de Celso Lucio (Teatro Alhambra, 1889) y El año<br />

pasado por agua de Ricardo de la Vega con música de<br />

<strong>Chueca</strong> (Teatro Apolo, 1889), que hacía alusión al lluvioso<br />

año 1888, y revisaba asimismo los acontecimientos teatrales<br />

y políticos. El célebre “dúo de los paraguas” interpretado<br />

por Leocadia Alba y Julio Ruiz, haciendo de sí mismo como<br />

aficionado en demasía al alcohol, inmortalizó la pieza.<br />

El casticismo del Género Chico nos aproxima a lo popular<br />

en personajes y ambiente, usos, lengua y costumbres, a lo<br />

localista, a lo folclórico español, entronca con las costumbres<br />

genuinas del pueblo en esta época concreta — último tercio<br />

del siglo XIX— con su cotidianidad, hábitat, bailes, fiestas,<br />

vestidos típicos y hablas, jergas o dialectos. Este costumbrismo<br />

hacía ver las diferencias entre las distintas regiones españolas:<br />

en el caso del sainete de Andalucía frente a Madrid,<br />

con la zarzuela regional se destacaba el hecho diferencial<br />

entre todas las regiones españolas, enlazando evidentemente<br />

con el folclore propio de cada una de ellas. Desde este punto<br />

de vista, al Género Chico finisecular se le atribuyó desde<br />

siempre un carácter nacional, un nacionalismo que se oponía<br />

a lo extranjerizante, en un momento en que la civilización<br />

moderna y el progreso parecían aniquilar lo peculiar, lo diferente,<br />

en definitiva lo considerado como más auténticamente<br />

propio y genuino. No en vano Torrente Ballester comentaba<br />

respecto al carácter ético de la moraleja final en el caso del<br />

sainete: “Las falanges del casticismo oponen el sainete, a la<br />

invasión extranjerizante. El sainete es nacional y es moral;<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

1866. Los autores de La Gran Vía junto con los actores Pedro Ruiz de<br />

Arana y Julianito Romea, celebrando el éxito de ésta en Sevilla.<br />

(Archivo de D. Fernando Delgado Cebrián. Madrid).<br />

proporciona una sana diversión, y además exalta las indestructibles<br />

virtudes populares” 2 .<br />

Pero a pesar de esta diversidad de obras en la tipología<br />

del Género Chico que lleva a <strong>Chueca</strong> a crear músicas acordes<br />

a la acción y el lugar donde se desarrolla la trama, como<br />

Cádiz en la obra del mismo nombre, o Murcia, en la zarzuela<br />

La alegría de la huerta, será Madrid, más concretamente el<br />

ambiente urbano madrileño, la ciudad a la que ligará su<br />

nombre, y con la que se identificará al son de sus acordes.<br />

Las melodías de las zarzuelas de <strong>Chueca</strong> nos acercan al<br />

Madrid finisecular en el transcurrir de su cotidianidad, ya<br />

que el Género Chico nos ofrece una excepcional fuente de<br />

documentación de las costumbres de la sociedad madrileña<br />

de fines del XIX en todos sus sectores sociales, pero especialmente<br />

en los del pueblo llano y su modo de vivir.<br />

El madrileñismo del Género Chico tiene su sentido, dado<br />

que en la capital fue donde surgió la modalidad empresarial<br />

del teatro por horas o por secciones, según la expresión de la<br />

época, extendiéndose posteriormente al resto de España. Más<br />

de la mitad de las obras ubican su acción en Madrid, y es<br />

Madrid el punto geográfico referencial presente en este teatro:<br />

un Madrid ensalzado, y que pese a todas sus miserias aparece<br />

complacido consigo mismo. En palabras de Fernando Vela:<br />

“El Madrid de aquellas fechas tenía una vida pobre y<br />

angosta, pero plena en el sentido de henchida de su propio<br />

estilo. El madrileño no se aburría… le bastaba Madrid y su<br />

vida. Se sentía completamente a gusto en su angostura. El<br />

contorno no le oprimía porque era su propia piel. Había<br />

miserias, desdichas, desgracias, catástrofes, pero muchas<br />

veces no hay relación entre las estadísticas de hechos penosos<br />

y el sentimiento vital. En el balance, aquella época de<br />

Madrid resultaba en definitiva feliz. Como ha dicho Ortega,<br />

en esos tiempos “Madrid estaba absorto en sí mismo, vivía<br />

su propio jugo: se nutría de su propia existencia, gozaba de<br />

sí mismo, y hay que decirlo, se relamía a sí mismo”. Entonces<br />

se originó la frase “De Madrid al cielo”, porque superior<br />

a la vida madrileña no se concebía más que la beatitud<br />

celestial, y aún en el cielo se quería “una ventanita para<br />

seguir viendo a Madrid…” 3 .<br />

Este Madrid gozoso pese a sus miserias, es el Madrid que<br />

nos transmiten las dos piezas de <strong>Chueca</strong> que siguen vivas en<br />

nuestro repertorio Agua, azucarillos y aguardiente y La Gran<br />

127


128<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

Vía, que junto con La verbena de la Paloma (Ricardo de la<br />

Vega, música de Tomás Bretón, 1897) y La Revoltosa (Carlos<br />

Fernández Shaw y José López Silva, música de Chapí, 1894),<br />

constituyen las joyas por excelencia de nuestro teatro lírico<br />

menor, además de ser las obras del Género Chico que por<br />

antonomasia ostentan el madrileñismo de la época que venimos<br />

comentando.<br />

Vida madrileña<br />

La trama de estas pequeñas piezas funciona como pretexto<br />

para la exhibición de unos lugares y unos tipos que nos retratan<br />

la vida madrileña de ese fin de siglo: es el Madrid de los<br />

músicos ambulantes, de los serenos, de los guardias o guindillas,<br />

de los barquilleros, aguadores, cigarreras, castañeras,<br />

lavanderas, amas de cría, las casas de corredor, de los merenderos<br />

de la Bombilla, de los churros y de la limonada. El<br />

Madrid de los bailes: del chotis, de la mazurca, del pasodoble,<br />

de la polca, de las “menegildas” que reniegan de las señoras,<br />

de los paseos de éstas con sus hijas casaderas por el Prado, de<br />

los chulos y chulas con su jerga peculiar que inmortalizará<br />

Arniches; el Madrid del organillo que hace que se repitan las<br />

melodías de las zarzuelas de boca en boca, el Madrid de los<br />

pregones. El Madrid de los teatros veraniegos y del teatro<br />

Apolo, la “catedral del Género Chico” donde según a qué<br />

hora y a qué localidades van desde las criadas y soldados a la<br />

función de los domingos por la tarde en el “paraíso”, o la aristocracia<br />

y burguesía en los palcos o butacas de la “cuarta de<br />

Apolo”, esto es la función que comenzaba a las once de la<br />

noche, y de la que se salía de madrugada hacia el Café Fornos<br />

para comentar la obra con la última copa. Era Fornos, situado<br />

en la calle de Alcalá esquina a la de Peligros y tantas veces<br />

citado en las obras del teatro por horas lugar de encuentro de<br />

escritores, actores, tiples, políticos, toreros, pintores, y de<br />

todos los personajes curiosos del último tercio del siglo antepasado.<br />

Después de medianoche acudían al madrileño café<br />

los que esperaban la entrada a la cuarta de Apolo. Asimismo a<br />

la salida de esta última sección, los habituales trasnochadores<br />

del mundo del teatro se refugiaban en Fornos, donde todavía<br />

podían cenar algún plano ligero. Pero no sólo parte del público<br />

de Apolo eran los que a su salida frecuentaban Fornos,<br />

sino que los cómicos, libretistas y maestros compositores<br />

muchas veces trasladaban la tertulia del famoso “saloncillo de<br />

Apolo” (situado en el fondo, y en el ángulo izquierdo del<br />

escenario) por la de Fornos, donde se celebraron no pocos<br />

éxitos de este teatro breve decimonónico llamado Género<br />

Chico y se comentaron no pocas de sus obras.<br />

Precisamente en el Teatro Apolo se estrenó Agua, azucarillos<br />

y aguardiente, la noche de San Juan, el 23 de junio<br />

de 1897. Fue un clamoroso éxito, y esta vez sin la colaboración<br />

musical de Joaquín Valverde, ya que fue <strong>Chueca</strong> el<br />

único compositor de la obra. Al éxito coadyuvó la magistral<br />

interpretación de la compañía del Apolo: Isabelita Brú, Pilar<br />

Vidal, Joaquina Pino, Clotilde Perales, Emilio Mesejo, y<br />

Vicente Carrión según nos cuenta el testimonio directo de<br />

Deleito y Piñuela. Víctor Ruiz Albéniz nos relata detalladamente<br />

la crónica del estreno:<br />

“Los temas del coro de las niñas, los de las amas de<br />

cría… produjeron una verdadera explosión de alborozo en<br />

el auditorio, que aumentó sus muestras de complacencia<br />

con el pasodoble soberbio de los barquilleros… aunque<br />

esto no fue nada comparándolo con el escándalo apoteósico<br />

que promovió el célebre dúo de tiples contrapuntados<br />

por sus chulapos….”, el público esperó a <strong>Chueca</strong> a la salida<br />

del teatro y lo llevó a hombros hasta su domicilio particular,<br />

a no corta distancia del teatro, en los altos de la c‘Alcalá” 4 .<br />

El pasacalle de los barquilleros nos presenta a este gremio<br />

como oriundo del barrio de Embajadores, al igual que<br />

las famosas cigarreras, mozos y mozas de rumbo de Madrid,<br />

herederos de las majas y majos de Lavapiés o del Rastro,<br />

que es donde comienza la calle donde estaba la fábrica de<br />

tabacos:<br />

Vivimos en la Ronda<br />

De Embajadores,<br />

al “lao” de la Ribera<br />

de Curtidores.<br />

Pasamos nuestra vida con los chiquillos,<br />

que son los que consumen<br />

nuestros barquillos.<br />

Cruzamos el Prao,<br />

la plaza Colón<br />

voceando: ¿quien los quiere<br />

tiernecitos<br />

tostaítos<br />

de canela y de limón?<br />

Las niñeras y los soldaos<br />

por nosotros están “pirraos”<br />

Y dan cuartos a los chiquillos<br />

pa que se los jueguen a los barquillos.<br />

[…]


Cuando viene un señorito<br />

Y nos dice: vamos a jugar,<br />

en menos que canta un gallo<br />

la trampa está prepará<br />

como están los clavos flojos<br />

y la máquina “desnivelá”,<br />

por más que se vuelva mico,<br />

“que ni pa Dios” que nos pué ganar.<br />

Los personajes femeninos Pepa, dueña de un puesto de<br />

agua, en el paseo de Recoletos donde se desarrolla la peripecia<br />

de los amores de Serafín y Asia, y Manuela, aguadora<br />

ambulante, ambas ataviadas con sus mandiles blancos y manguitos<br />

igualmente blancos en los brazos, atados con cintas a<br />

las muñecas, son fiel trasunto de este oficio tan frecuente por<br />

el que se servía al ciudadano un vaso de agua de cualquiera<br />

de las fuentes del Madrid antiguo, endulzada con el azucarillo<br />

y un chorrito de aguardiente. La disputa de las chulas hasta<br />

tirarse del moño no tiene desperdicio. El cuarteto del aguaducho<br />

entre los novios, la madre y la aguadora, es uno de los<br />

valses más típicos y brillantes de <strong>Chueca</strong>, de los que adquirieron<br />

mayor popularidad.<br />

El sainete Agua, azucarillos y aguardiente abunda en<br />

datos de la vida madrileña: horario de los teatros, paseo nocturno<br />

de los jóvenes por Recoletos ellas acompañadas de sus<br />

madres; alusiones políticas y a las revistas del momento:<br />

Madrid Cómico, Blanco y Negro, El tío Jindama; canciones<br />

infantiles: “Tanto vestido blanco, tanta farola…”, “¿Quien dirá<br />

que la carbonerita…”, etc., en suma nos presenta un crisol de<br />

la vida de aquel momento. Todo Madrid cantó sus piezas,<br />

como el coro de los barquilleros y la disputa de las aguadoras,<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

durante meses y años.<br />

Las casas de corredor y el patio de vecindad de las<br />

viviendas más pobres del insalubre Madrid finisecular aparecen<br />

en muchos de los escenarios, fiel trasunto de la realidad,<br />

donde se mueven los personajes populares al compás de las<br />

melodías de <strong>Chueca</strong>. En La canción de la Lola: “El teatro<br />

representa un patio semejante al de La casa de Tócame<br />

Roque. Corredor a una altura conveniente. Puertas arriba y<br />

abajo, que dan a las habitaciones de los vecinos. Fuentes en<br />

el centro. Portón que da a la calle…”. El chaleco blanco nos<br />

muestra tres escenarios cotidianos en la vida madrileña:<br />

“comedor modestísimo” en el primer cuadro, “portería” en el<br />

segundo y “Orillas del Manzanares, a la derecha la casa lavadero,<br />

a la izquierda merendero con rótulo que dice: “Merendero<br />

del Tío Pepe, callos y caracoles”… En último término<br />

los baños a los que se llega por un puente que anuncia<br />

el siguiente letrero: “paso a los baños de sol”. En este<br />

sainete sale a relucir uno de los oficios de la clase<br />

trabajadora femenina de la época, las lavanderas,<br />

que acudían a orillas del Manzanares a lavar<br />

la ropa de los “señoritos”<br />

como reza el coro de lavanderas<br />

en uno de los graciosos<br />

cantables:<br />

Qué cursilería<br />

Cuánto paripé<br />

129


130<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

Qué ponerse moños<br />

Sin tener por qué.<br />

Estos son los calzones de un señorito<br />

Ay que frío habrá pasado<br />

Este invierno el pobrecito.<br />

Tiene ventiladores<br />

Por delante y por detrás.<br />

Marecita de mi alma<br />

Cómo está la sociedad.<br />

<strong>Chueca</strong> no sólo supo aprovechar el éxito del Género<br />

Chico, sin duda más fácil para su espontánea inspiración<br />

musical que la zarzuela grande, sino que, consciente de la<br />

importancia del libreto en las breves piezas musicales del<br />

género chico, siempre escogió a los mejores libretistas en<br />

el transcurso de su trayectoria, discutiendo con ellos, y a<br />

veces imponiendo su gracejo y originales ocurrencias en<br />

los cantables. Su música, alegre y pegadiza, inspiró las<br />

piezas de los más destacados sainetistas: Ricardo de la<br />

Vega (La canción de la Lola, 1880, El año pasado por<br />

agua, 1889), Javier de Burgos y Tomás Luceño (Fiesta<br />

Nacional, 1882, ¡Hoy sale, hoy!, 1884), Carlos Arniches y<br />

José López Silva (Los descamisados, 1893, El coche correo,<br />

1896, El estudiante, 1907), Jackson Veyán (Los arrastraos,<br />

1899, El capote de paseo, 1901, La borracha, 1904), Miguel<br />

Ramos Carrión (El chaleco blanco, 1890, Agua azucarillos<br />

y aguardiente, 1897).<br />

No hay que olvidar la importancia de la letra en el<br />

Género Chico, cuyos éxitos se debían siempre a la feliz<br />

conjunción de música y cantables. Algo consustancial a la<br />

zarzuela fue la participación del público que salía del teatro<br />

sabiéndose la letra de todas las piezas. Más aún, era<br />

frecuente en el público de finales del XIX acudir a los teatros<br />

para oír cantables y músicas que conocía a través de<br />

los organillos, pianos, y por los amigos y conocidos que<br />

ya habían presenciado la zarzuela, puesto que había una<br />

memoria no sólo musical, sino asimismo lingüística y que<br />

requería por parte del espectador una agilidad verbal, una<br />

receptividad y disponibilidad creativa y memorística del<br />

lenguaje, algo que hemos olvidado en la actualidad.<br />

Esto sucederá con los fragmentos de las zarzuelas más<br />

famosas y que luego constituirán el primer repertorio de<br />

canciones o cuplés, cuando a partir de la segunda década<br />

del siglo XX, el Género Chico vaya desapareciendo y transformándose<br />

en las “Variedades”. Muchos de los cantables<br />

de estas zarzuelas de éxito se perpetuarán a través del<br />

número fuerte de las variedades, la canción o el cuplé.<br />

Así sucederá con los cantables de la primera zarzuela<br />

chica con música de <strong>Chueca</strong> y Valverde: La canción de la<br />

Lola, estrenada en 1880, con libreto de Ricardo de la<br />

Vega:<br />

Con el capotín, tin, tin,<br />

Esta noche va a llover…<br />

O esta otra cuya fama todavía perdura:<br />

No me mires, no me mates<br />

Déjame vivir en paz<br />

Que en estando yo a tu lado<br />

Seré firme en el amar.<br />

Y también en el querer<br />

¡qué fatigas pasa un hombre<br />

Cuando quiere a una mujer!<br />

De La Gran Vía el tango de “La Menegilda”, o los cuplés<br />

políticos, elementos importantes en los primeros tiempos<br />

del género chico, y en los que se ejercía cierta “oposición”,<br />

por ejemplo en el Coro de calles y plazas:<br />

Van a la calle de Peligros<br />

Los que oprimen al país<br />

Y a la del Sordo va el Gobierno<br />

Que no quiere oír.<br />

A la plazuela del Progreso<br />

Mucha gente ya se va<br />

Y el pueblo honrado va a la calle<br />

de la Libertad.<br />

En fin, gracias a la música de <strong>Chueca</strong> y al Género Chico<br />

nos ha llegado el testimonio de las costumbres madrileñas<br />

que antaño se prodigaban con la música callejera de los<br />

organilleros como los que reclamaban sus reivindicaciones<br />

en El Bateo, (1901) de A. Paso y A. Domínguez, en la que<br />

un coro de organilleros canta:<br />

que nos declaramos en huelga<br />

por necesidad.<br />

Nuestros amos nos explotan<br />

y nos tiranizan tan sin compasión<br />

que por eso el gremio pedimos<br />

más retribución.<br />

De <strong>Chueca</strong> siguen vigentes las palabras de su contemporáneo<br />

José Francos Rodríguez, que con motivo de su<br />

necrológica, de la que ahora hace justamente un siglo,<br />

escribía en 1908:<br />

“<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> era el músico de la calle, del barrio<br />

popular, de la gente moza y dicharachera. A los acordes<br />

marciales de sus pasodobles desfilaron mil veces nuestras<br />

bravas tropas y con las cadencias lánguidas de sus “chotis”<br />

se contonearon durante varios lustros las más típicas parejas<br />

de la majeza madrileña. Componía música <strong>Chueca</strong> para la<br />

muchedumbre, pensando en embriagarla de entusiasmo o<br />

en estremecerla con alegrías voluptuosas. No era el artista<br />

refinado, sabio… no pretendía llegar a las cimas de la grandeza,<br />

sino producir regocijo, y lograba con creces su propósito,<br />

pues apenas estrenaba una obra suya, en los talleres,<br />

en las plazas públicas, en las calles y en los centros de reunión<br />

repetíanse con insistencia amable los motivos jacarandosos<br />

de las canciones del maestro, siempre fáciles, siempre<br />

simpáticas, siempre bullangueras, perpetuos testigos de<br />

las horas de expansión…” 5 .<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

Mª Pilar Espín Templado<br />

Espín Templado, Mª Pilar: El teatro por Horas en Madrid (1870-<br />

1910). Madrid, Instituto de Estudios Madrileños. Fundación<br />

Jacinto e Inocencio Guerrero, 1995.<br />

— “M. Ramos Carrión (1845-1915) y el Género Chico” en<br />

Ramos Carrión y la Zarzuela, ed. L. García Lorenzo, Zamora,<br />

Instituto de Estudios Zamoranos, Diputación de Zamora, 1993,<br />

pp. 107-147.<br />

Moral Ruiz, Carmen del: El Género Chico<br />

___________________________________________________<br />

1 Deleito y Piñuela, José: Origen y apogeo del Género Chico. Madrid,<br />

Revista de Occidente, 1949, pp. 82-83.<br />

2 Torrente Ballester, Gonzalo: Introducción al Teatro Español Contemporáneo.<br />

Madrid, Guadarrama, 1957, pp. 25-32.<br />

3 Vela, Fernando: “El Género Chico”, en Revista de Occidente,<br />

Madrid, septiembre de 1965, pp. 364-369.<br />

4 Ruiz Albéniz, Víctor (Chispero): Teatro Apolo. Historial, anecdotario<br />

y estampas madrileñas de su tiempo (1873-1929). Prólogo de J.<br />

Benavente y epílogo de A. Paso. Madrid, Prensa Castellana, 1953,<br />

pp. 270-272.<br />

5 Francos Rodríguez, José: El teatro en España. Madrid, 1909, p. 88.


132<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

FLORES QUE COBRAN VIDA O<br />

LO TUYO ES PURO TEATRO<br />

La obra no zarzuelística de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong><br />

“Todos se acomodaban en una sillería verde y salmón, que<br />

no era cualquier cosa. Sus respaldos, decorados al óleo, con<br />

ramos de flores, los había pintado doña Teresa, la esposa<br />

de <strong>Chueca</strong>. Las cortinas […] estaban confeccionadas con<br />

carteles de toros litografiados en seda fina. El piano, del que<br />

habían brotado melodías de tantas obras inmortales, lo<br />

cubría un rico mantón de Manila” 1 .<br />

En este colorido espacio<br />

descrito por Hernández Girbal<br />

en su inefable biografía sobre<br />

<strong>Chueca</strong>, discurrían las veladas<br />

musicales en el hogar de Don<br />

<strong>Federico</strong>. El maestro se sienta al<br />

piano, abre la tapa y preludia.<br />

Todo en <strong>Chueca</strong> “es” piano<br />

y todo en <strong>Chueca</strong> es susceptible<br />

de convertirse en número músico-teatral.<br />

En el presente artículo<br />

intentaremos ordenar y<br />

comentar las piezas que el<br />

popular compositor madrileño<br />

no concibiera para la escena a<br />

pesar de que varias de ellas, a<br />

la larga, terminasen musicando<br />

populares cantables o tuvieran<br />

su origen en algunos de ellos.<br />

Se trata de más de una treintena<br />

de creaciones que desvela facetas<br />

hasta ahora poco consideradas<br />

en nuestro músico: la del<br />

excelente compositor de música<br />

de salón para baile, la del hábil<br />

zurcidor de fantasías sobre<br />

motivos de sus propias zarzuelas<br />

y la del joven y exaltado<br />

republicano compositor de himnos<br />

patrióticos.<br />

El vals de la cárcel<br />

El periplo vital de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>, es sabido, se cimienta<br />

en una sucesión de jugosísimas anécdotas. Una de las más<br />

difundidas es la que da origen a su primer título editado y<br />

de considerable éxito: Lamentos de un preso 2 . Esta tanda de<br />

cinco valses según el modelo vienés de Joseph Lanner o los<br />

Strauss, con introducción, coda e inhabitual intermedio, se<br />

dice que fue compuesta por un <strong>Chueca</strong> de 19 años —estudiante<br />

por entonces de medicina— durante sus cinco días<br />

de arresto en El Saladero tras haber participado en la recordada<br />

Noche de San Daniel del 10 de abril de 1865.<br />

Para entonces, <strong>Chueca</strong> era ya un pianista con varios<br />

años de estudios musicales a sus espaldas junto a maestros<br />

como Juan Castellano, José Miró o Antonio Aguado. En<br />

cafés como el Trijueque o el Zaragoza se le había escuchado<br />

improvisar creaciones propias e interpretar los aires de<br />

moda del Madrid de los años 60. No es sorprendente que<br />

después de su detención y de la pérdida de sus padres en<br />

1866 <strong>Chueca</strong> decidiera reinscribirse en el Conservatorio,<br />

abandonar la medicina y tomarse muy en serio su carrera<br />

musical. Ni corto ni perezoso se decidió a solicitar el apoyo<br />

de Francisco A. Barbieri, que muy complacido por su ingenio<br />

y simpatía se ofreció a orquestarle los Lamentos de un<br />

preso y a estrenarlos con la Sociedad de Conciertos bajo el<br />

significativo título de Cupido y Esculapio en los conciertos<br />

populares de los Campos Elíseos en el verano de 1867 3 .<br />

<strong>Chueca</strong> comenzaba con buena estrella una carrera a<br />

priori no proyectada hacia la escena. Son los años en que<br />

los Bufos-Arderius acaparan toda la atención de la cartelera<br />

cómica madrileña con éxitos sensacionales como El joven<br />

Telémaco o Un sarao y una soirée. Un mozalbete como<br />

Veloz-Club (1879)<br />

<strong>Federico</strong>, es lógico, no podía plantearse la composición de<br />

zarzuela porque, entre otras cuestiones —como la de no<br />

contar con un libro a musicar— no sabía orquestar sus propios<br />

números. No tenía, sin embargo, tiempo que perder:<br />

animado por el éxito editorial de los Lamentos de un preso<br />

con la casa Campo y Castro (y que por supuesto dedicó a<br />

Barbieri), <strong>Chueca</strong> se decide a continuar esa línea compositiva<br />

de música de baile para el salón medio-burgués por<br />

entonces en plena efervescencia 4 . De este modo, aún en<br />

1867, publicará una breve y espiritual redova para piano<br />

titulada La Milagrosa en la senda del salón intimista de Adalid<br />

o Masarnau.<br />

En los primeros meses de 1868 <strong>Chueca</strong> es pianista en el<br />

Café Zaragoza aunque para subsistir deba prestar su arte<br />

ocasionalmente a otros pianos de cafés cantantes como el<br />

del Vapor o el del Variedades, frente al teatro del mismo<br />

nombre 5 . Son “años de galeras” que se veían recompensados<br />

con unas diez pesetas de jornal y el derecho a media<br />

tostada en cada café como era la costumbre 6 . Sin embargo,<br />

su apellido todavía no sonaba demasiado a esa clase media<br />

deseosa de consumir un repertorio pianístico de entreteni-


miento que por entonces saturaba el comercio de la edición<br />

musical 7 . Para <strong>Chueca</strong> el paso del relativo anonimato a la<br />

rotunda popularidad todavía se haría esperar, por lo menos,<br />

diez años.<br />

“¡Los tronos caigan!”<br />

Al grito de “¡Viva España con honra!” Topete, Prim y Serrano<br />

entre otros, logran, con la Gloriosa de 1868, procurar la<br />

puntilla final al folletinesco reinado de Isabel II. <strong>Chueca</strong>,<br />

que desde su etapa universitaria ya demostrara una meridiana<br />

afinidad por las ideas liberales, no podía dejar pasar la<br />

ocasión y se lanza de lleno a la composición de himnos<br />

patrióticos que en aquellos meses disfrutan del beneplácito<br />

del gran público. Publicaciones como Abajo los Borbones de<br />

Arrieta, ¡¡A los héroes de la libertad!! de E. Campano o El<br />

Libertador de Manuel Gutiérrez —por citar algunos ejemplos—<br />

se venderán junto a las tres piezas de este género<br />

que <strong>Chueca</strong> componga y edite.<br />

La primera de ellas, un melódico Himno Nacional con<br />

letra de Carlos G. Urreta y resonancias bélicas al grito de<br />

“¡Viva Prim, el insigne caudillo!”, se encabeza con la admonición<br />

No hay plazo que no se cumpla. Sin embargo, el tan<br />

citado Himno a Prim, recordado como origen de la marcha<br />

de Cádiz, no ha sido localizado como tal en ningún archivo<br />

y nada tiene que ver con este Himno Nacional. El propio<br />

<strong>Chueca</strong> 8 relató la anécdota de la composición, instrumentación<br />

y estreno en apenas un día del memorable Himno a<br />

Prim-marcha de Cádiz, que se reutilizaría después como<br />

música incidental en la obra de teatro de Emmery El soldado<br />

de San Marcial para el Teatro Apolo de Madrid el 19-XI-<br />

1885 9 . El estreno en 1886 de la zarzuela Cádiz y la exaltación<br />

de su marcha como himno nacional de facto es otra<br />

historia, pero viene a ilustrar esa vaguedad de fronteras<br />

entre el salón, la escena y el regreso de una misma pieza a<br />

la calle en la obra de <strong>Chueca</strong>.<br />

Con una Marcha Nacional Española, “A las Cortes constituyentes<br />

de 1869”, nuestro músico saludaba con respeto y<br />

en grandioso estilo meyerbeeriano la llegada del Sexenio<br />

Liberal, mientras que en 1873 optó por escribir un himno<br />

(letra y música) dedicado al mismísimo Castelar y para gloria<br />

de la I República. Una exaltada Cibeles con gorro frigio en la<br />

portada de la partitura se supone que entonaría frases como:<br />

“Los tronos caigan / no más tiranos / y para siempre quitemos<br />

a España / tan vil ambición”, en esta ocasión con un ojo<br />

en el Nabucco verdiano. De estas tres piezas patrióticas,<br />

según se indica en sus portadas, se realizaron arreglos para<br />

banda militar e incluso ediciones “de lujo” para piano 10 .<br />

La década de los 70 resultará para <strong>Chueca</strong>, por otro<br />

lado, mucho más productiva en cuanto a repertorio bailable<br />

se refiere. En estos años, y según se acerque a la treintena<br />

de edad, el músico irá definiendo, poco a poco, un estilo<br />

cada vez más personal y aún hoy plenamente reconocible.<br />

Mientras que en la habanera aún temprana Por fin se le voy<br />

a dar (por cierto, sobre la historia de un “pollo que está<br />

siguiendo de médico la carrera”) todavía nos recuerde a<br />

piezas hispanistas de este género de Oudrid, <strong>Chueca</strong> ya va<br />

“sonando a <strong>Chueca</strong>” en la delicada polca Tute de caballos,<br />

la “paragüera” mazurca Felices D. José o sus magníficos valses<br />

Los marinos —dedicado a Juan Bautista Topete—, ¡¡Dos<br />

mil duros!!, Zamacois o Veni, vidi, vici.<br />

Precisamente es en la composición de tandas de valses<br />

en el género en que más brille la inspirada musa de <strong>Chueca</strong><br />

por el sutil equilibrio entre el ritmo y la melodía en la sucesión<br />

de los temas y a pesar de que no acostumbre a desarrollar<br />

en exceso las introducciones o las codas. Sus tandas<br />

son, ante todo, bailables, no sinfónicas, pensadas desde y<br />

para el piano. En el sentido opuesto llama la atención en su<br />

repertorio la “joya de la corona” de sus valses: el Veloz-<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

Club, dedicado a la muy distinguida sociedad velocipedista<br />

del mismo nombre que tenía su sede en la calle Alcalá 15,<br />

donde hoy en día se alza con orgullo el Casino de Madrid.<br />

Veloz-Club es una obra interesante porque con ella<br />

<strong>Chueca</strong> se acerca al formato de gran vals sin renunciar a su<br />

personalísimo estilo mientras evoca la elegancia del tiempo<br />

que se fue de Lamentos de un preso. Una tanda que por su<br />

buena factura llamó la atención al propio Tomás Bretón,<br />

que la orquestó y estrenó con la Unión Artístico-Musical en<br />

el verano de 1879 durante los conciertos vespertinos en el<br />

Buen Retiro 11 . Veloz-Club, además, es una obra interesante<br />

porque en su primer y encantador motivo del vals nº 2 ya<br />

expone la melodía del que luego será trío del vals de la<br />

Seguridad de La Gran Vía en 1886 (“Si hoy se me escapa /<br />

un pillastre ladrón…”).<br />

Hablando de temas musicales zarzuelísticos y sus antecedentes<br />

saloniers no podemos dejar de comentar la jugosísima<br />

polca de actualidad única en su clase para levantar<br />

un dolor de cabeza, La Cri-Cri, firmada por Cachue y Verdeval<br />

(léase, <strong>Chueca</strong> y Valverde) en 1876. Esta gamberrada<br />

musical no es ni más ni menos que una polca para piano en<br />

la que ¡diez años antes! ya se utiliza, como tema principal,<br />

el motivo marcial con el que se presentarán los marineritos<br />

de La Gran Vía. La gracia está en que, además, el pianista<br />

debe ejecutar la onomatopeya “cri-cri” durante la pieza en<br />

contratiempos indicados en la partitura con su propia línea<br />

rítmica. Extravagancias de un músico que, no lo olvidemos,<br />

para 1878 era director de una exótica orquesta de ocarinas<br />

con el nombre de “Sociedad La O” para la que Valverde realizaba<br />

los arreglos pertinentes 12 .<br />

De la noche a la mañana<br />

En la tierra como en el cielo (1885)<br />

Al filo de los 80 la trayectoria profesional de <strong>Chueca</strong> estaba<br />

a punto de dar un giro de 180º definitivo. Junto a Val-<br />

133


134<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

Guerrita (1890)<br />

verde, nuestro músico comenzaba por entonces a tantear<br />

con éxito sus posibilidades en el competitivo terreno de<br />

la composición de zarzuelas. La decadencia del género<br />

bufo —con el que flirtearían por Los barrios bajos de la<br />

mano de José Rogel en 1878— así como los cambios<br />

sociales y políticos que favorecen la eclosión y éxito del<br />

denominado teatro por horas, animan a <strong>Chueca</strong> y Valverde<br />

desde 1877 a musicar piezas de género chico y algunas<br />

en dos actos con un primer triunfo arrollador en 1880 con<br />

La canción de la Lola. La caprichosa suerte quiso que<br />

toda España en poco tiempo cantase eso de “La camisa de<br />

la Lola un chulo se la llevó” y que <strong>Chueca</strong> se centrase<br />

poco a poco en la creación zarzuelística.<br />

De este sainete lírico <strong>Chueca</strong> confeccionaría un “mosaico”<br />

para piano en julio de 1880 para una edición especial<br />

para las srtas. suscritoras [sic.] de “La Moda Elegante”, la<br />

popular revista “femenina” nacida en 1841 y que enviaría a<br />

las casas de sus abonadas dicha partitura, de facilidad insultante,<br />

para que así pudieran deleitar a los pollitos bien que<br />

concurrieran a sus salones con eso de “Con el capotín, tin,<br />

tin, tin…” o “No me mires, no me mates”.<br />

Los años 80 son los de las revistas de actualidades para<br />

el Variedades, el mítico teatro de la calle Magdalena donde<br />

<strong>Chueca</strong> es director musical desde 1883. Los éxitos se<br />

sucederán con títulos como De la noche a la mañana<br />

(1883), Medidas sanitarias (1884), y En la tierra como en<br />

el cielo (1885). Para entonces <strong>Chueca</strong> conoce perfectamente<br />

los recursos comerciales que imperan en la edición<br />

musical y decide, dentro de las ediciones para piano de<br />

estas partituras, incluir una tanda de valses sobre motivos<br />

de la primera, un pasodoble sobre los de la segunda, y un<br />

vals instrumental en el desarrollo dramático de la tercera.<br />

El interés de estas piezas radica en proporcionar disfrute al<br />

que las ejecuta mientras evoca las melodías que tanto le<br />

gustaron en el teatro. Si, como en el caso de De la noche a<br />

la mañana, se trata de una tanda de valses lúcidamente<br />

confeccionada, el resultado es el de una obra orgánica de<br />

valor musical intrínseco indudable.<br />

Con los estrenos en 1886 de La Gran Vía y de Cádiz,<br />

<strong>Chueca</strong> se convierte en el compositor español de moda. Su<br />

ruptura de relaciones con Valverde en 1890 no le inhibirá<br />

para proseguir una carrera escénica en la que cada nuevo<br />

estreno parecerá superar al anterior en resonancia. No obstante,<br />

en ese año de 1890 <strong>Chueca</strong> volverá a acercarse a la<br />

creación no escénica con la composición del pasacalle flamenco<br />

dedicado al torero Rafael Guerra, Guerrita, que contaría<br />

con su propio arreglo para banda editado por la casa<br />

Zozaya e incluso con otro de 1895 para mandolina de la<br />

editorial Pablo Martín posteriormente difundido en la popular<br />

colección La Mandolina de la Casa Dotesio. La paradoja<br />

del asunto radica en que el Guerrita para piano o banda de<br />

1890 no tiene nada que ver con el de mandolina, bandurria<br />

o laúd cinco años posterior.<br />

En 1894 Don <strong>Federico</strong> compondría la contagiosa polca<br />

La patinadora 13 , homenaje a las “bellísimas patinadoras”<br />

que concurrían el skate-ring del popular Parque Roma del<br />

barrio de Madrid Moderno —hoy Manuel Becerra. La portada<br />

y contraportada de esta partitura editada por Zozaya nos<br />

recuerda que había sido ejecutada con gran éxito por el<br />

sexteto que actuaba en dicho local y que tanto de La patinadora,<br />

como de Guerrita y de las demás obras musicales<br />

del maestro existían arreglos para sexteto, banda, orquesta,<br />

etc., a disposición de los clientes. <strong>Chueca</strong> era, por fin, parte<br />

fundamental de un paisaje sonoro saturado por los organillos,<br />

los pianos, las murgas, las orquestas de ciegos, los sextetos<br />

y, ¡cómo no!, las bandas de música.<br />

<strong>Chueca</strong> más allá de <strong>Chueca</strong><br />

Nuestro viaje por el <strong>Chueca</strong> alternativo a las zarzuelas se<br />

acerca a su fin. En 1898 la casa Zozaya —apenas unos<br />

meses antes de su desaparición en mayo de 1890 14 — propone<br />

a <strong>Federico</strong> un sugerente proyecto: publicar tres pasacalles<br />

o pasodobles dedicados a toreros de moda. El autor<br />

de El chaleco blanco asume la propuesta y decide, cual<br />

Rossini a la madrileña, que en lugar de componer tres<br />

nuevas piezas reutilizaría tres números populares de sus<br />

zarzuelas de éxito seguro y de los que no se indicaría su<br />

procedencia.<br />

De esta manera, y con portada taurina, desfiló por las<br />

estanterías de los almacenistas de música de toda España<br />

un Ricardo Torres, Bombita, arreglo del vibrante pasodoble,<br />

nº 4, de El año pasado por agua, y en cuya portada vuelven<br />

a aparecer como era justo y de esperar los nombres de unos<br />

<strong>Chueca</strong> y Valverde reencontrados. Junto a él el propio<br />

Antonio Reverte, con la música del nº 7 de Caramelo —un<br />

emocionante coro en tiempo de pasacalle—, e incluso Nicanor<br />

Villa, Villita, metamorfosis taurina de un auténtico<br />

pasodoble militar, de esos que sólo <strong>Chueca</strong> sabía escribir,<br />

procedente del nº 5 de su genial sainete Las zapatillas.<br />

El maestro se despediría de su siglo XIX con una tanda<br />

de valses editada en 1900 por el Bazar X. Todavía algunas<br />

personas recordarán este establecimiento, que se encontraba<br />

desde 1884 en la calle Espoz y Mina y en el que se<br />

podían comprar juguetes, perfumes, quincalla, abanicos,<br />

paraguas, etc. Un casa madrileña que gozó de indudable<br />

popularidad y que encargó a <strong>Federico</strong> una partitura con la<br />

que procurarse buena publicidad. Lo más llamativo de los<br />

valses Bazar X —por otra parte, un derroche de ingenio<br />

melódico y de refinamiento formal— es que entre ellos<br />

aparece la música del propio Caballero de Gracia con eso<br />

de “Qué necio es / este señor”. Un juguete algo “viejito”<br />

que, como su creador, era todavía querido y recordado<br />

por el gran público.<br />

El adiós definitivo de <strong>Chueca</strong> a “su Madrid” tuvo lugar<br />

el 29 de abril de 1908, pocas semanas antes de su falleci-


Catálogo de obras no escénicas de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> ordenadas cronológicamente 17<br />

Año de<br />

edición<br />

Título Género Editor y/o almacenista Dedicatario<br />

1867 Lamentos de un preso Tanda de valses para piano José Campo y Castro A don Francisco Asenjo Barbieri<br />

´´ La Milagrosa Redova para piano Martín Salazar<br />

1869 Himno Nacional Himno de Carlos G. Urreta A. Romero y Martín Salazar<br />

´´ Por fin se le voy a dar Habanera para canto y piano J. Olmedo<br />

´´<br />

Gran marcha nacional<br />

española<br />

Marcha para piano o banda<br />

[Firma de la calcografía<br />

Moscardó]<br />

187? Tute de caballos Polca para piano José Campo y Castro<br />

187?<br />

Los vendedores<br />

ambulantes de Madrid<br />

Tanda de valses para piano<br />

1872 Los marinos Tanda de valses para piano<br />

1873<br />

Himno Nacional<br />

Republicano<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

Al Sr. D. Manuel Núñez, capitán general del<br />

Regimiento de Burgos<br />

No hay plazo que no se cumpla…<br />

A Don Juan Prim<br />

A las Cortes Constituyentes de 1869<br />

Dotesio, sucesor de Romero<br />

Al excmo. Sr. D. Juan B. Topete<br />

Himno para canto y piano o banda<br />

Aguirre Hermanos Al ciudadano Emilio Castelar<br />

´´ Salmerón Pasodoble A mi querido maestro Don Nicolás<br />

1875 ¡¡Dos mil duros!! Tanda de valses para piano José Campo y Castro<br />

´´ Felices D. José Mazurca de capricho para piano José Campo y Castro<br />

1876 Zamacois Tanda de valses para piano José Campo y Castro<br />

´´ La Cri-Cri [col. Valverde] Polca para piano José Campo y Castro<br />

1877 Veni, vidi, vici Tanda de valses para piano José Campo y Castro<br />

A la empresa del Teatro Variedades de<br />

Madrid<br />

Polca de actualidad única en su clase para<br />

levantar un dolor de cabeza para piano y Cri-Cri<br />

A mi querido amigo el distinguido violinista<br />

Sr. D <strong>Federico</strong> González<br />

1879 Veloz Club Tanda de valses para piano Pablo Martín A la distinguida sociedad del Veloz Club<br />

1880<br />

1884<br />

´´<br />

1885<br />

La canción de la Lola<br />

[col. Valverde]<br />

De la noche a la mañana<br />

[col. Valverde]<br />

Medidas sanitarias<br />

[col. Valverde]<br />

En la tierra como en el<br />

cielo [col. Valverde]<br />

Mosaico para piano sobre<br />

motivos del sainete lírico<br />

Tanda de valses sobre motivos<br />

del sueño cómico-lírico<br />

Pasodoble sobre motivos de la<br />

humorada cómico-lírica<br />

Tanda de valses sobre motivos<br />

de la alegoría cómico-lírica<br />

Zozaya<br />

Pablo Martín<br />

Pablo Martín<br />

1890 Guerrita Pasacalle flamenco Zozaya<br />

1894 La patinadora Polca para piano Zozaya<br />

1898 Bombita [col. Valverde] Pasacalle torero Zozaya<br />

1898 Reverte Pasacalle torero Zozaya<br />

1898 Villita Pasacalle torero Zozaya<br />

1900 Bazar X Tanda de valses para piano E. Ortiz-Bazar X<br />

Edición especial para las Srtas. suscritoras<br />

[sic.] de “La Moda Elegante”<br />

Pablo Martín A la señorita Dª Teresa Marín<br />

1908 El Dos de Mayo Pasodoble militar Fuentes y Asensio Al Ejército Español<br />

¿? Belisa Tanda de valses para piano<br />

¿? Doble-derecha Polca militar El Recreo Musical<br />

¿? Diversiones infantiles Polca<br />

¿? Niní Polca<br />

¿? La tarántula Polca<br />

¿? Mosaico Pasodoble<br />

¿? El zapador Pasodoble<br />

¿? Preciosa Gavota<br />

¿? Fuegos artificiales Mazurka<br />

A las bellísimas patinadoras que concurren<br />

al Parque Rusia<br />

135


136<br />

D O S I E R<br />

FEDERICO CHUECA<br />

El Dos de Mayo (1908)<br />

miento y con motivo del estreno en el Círculo de Bellas<br />

Artes del emocionante pasodoble El Dos de Mayo 15 , como<br />

respuesta al encargo efectuado por el Ayuntamiento para<br />

los festejos del centenario del 2 de mayo de 1808. El éxito,<br />

a la larga perdurable, de la pieza llevó a que se programara<br />

como cierre del homenaje que la Sociedad Artística La<br />

Bagatela rindiera al músico el 3 de julio de 1908 en el Teatro<br />

de la Zarzuela, apenas 13 días después de su muerte. La<br />

dirección musical del acto corrió a cargo de Tomás Bretón<br />

que en esas mismas fechas estrenaba su Himno a la Independencia.<br />

Como obertura de dicho concierto —es un<br />

detalle interesante— se interpretó la primeriza tanda de<br />

valses Lamentos de un preso 16 .<br />

El estudio de las obras no concebidas para la escena de<br />

<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> es un apasionante camino de investigación<br />

abierto por el que aún queda mucho por recorrer. La<br />

revisión cuidadosa de todo su corpus lírico resultaría<br />

imprescindible para trazar ese complejo mapa de interrelaciones<br />

y auto-préstamos a los que con tanta frecuencia<br />

recurriría el popular compositor. Y es que <strong>Chueca</strong> es un<br />

artista que trasciende la escena desde ese piano adornado<br />

con un florido mantón de Manila y para quien incluso un<br />

pasodoble torero puede ser cosa de “puro teatro”. Cien<br />

años después de su muerte debemos plantearnos la absoluta<br />

vigencia de tantas de sus obras en el olvido —testigos<br />

sonoros y vivos de una época—, para su estudio crítico e<br />

imprescindible interpretación. Ha llegado el momento de<br />

ampliar el retrato de un músico que aportó a la cultura<br />

música española mucho más que siete buenas zarzuelas.<br />

Existe un irresistible <strong>Chueca</strong> más allá de <strong>Chueca</strong>, ¿quién no<br />

desea conocerle…?<br />

Enrique Mejías García<br />

Con agradecimiento a la Unión Musical Ediciones, S.L. la cual<br />

nos ha cedido las ilustraciones aparecidas en este artículo.<br />

1 Hernández Girbal, F.: <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>, el alma de Madrid.<br />

Madrid, Ed. Lira, 1992, p. 404.<br />

2 De hecho se trata de una de las poquísimas piezas comentadas en<br />

estas líneas que cuenta con grabación comercial, a cargo de la pianista<br />

Ana Vega Toscano en el disco compacto El piano en el salón<br />

romántico español, vol. 2 (1999) de la colección El patrimonio<br />

musical hispano editada por la SEM.<br />

3 En dichos conciertos, además, sonarían piezas de baile de otros<br />

compositores que normalmente asociamos, en primera instancia,<br />

con el mundo de la escena: Vals y Galop infernal de Oudrid, Los<br />

Campos Elíseos, tanda de valses de Barbieri, o Gottschalk¸ galop de<br />

Inzenga. Casares Rodicio, Emilio: Francisco Asenjo Barbieri. Vol. 1<br />

El hombre y el creador. Madrid: ICCMU, 1994, p. 292.<br />

4 Alonso, Celsa: “Los salones: un espacio musical para la España del<br />

XIX”, en Anuario Musical. Madrid: CSIC, nº 48, 1993, p. 25 y ss.<br />

5 Vega, José Blas: Los cafés cantantes de Madrid (1846-1936).<br />

Madrid: Ed. G. Blázquez, 2006, p. 92.<br />

6 Romero, Concepción: voz “<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>”, en Diccionario de<br />

la música española e hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999.<br />

7 Gosálvez Lara propone la mareante cifra de 7000 títulos editados<br />

sólo por la casa A. Romero entre 1856 y 1877. La cifra se multiplica<br />

si tenemos en cuenta que en los años 60 y 70 del XIX en Madrid<br />

existía más de una docena de comercios emisores de música.<br />

Gosálvez Lara, José Carlos: La edición musical española hasta<br />

1936. Madrid: AEDOM, 1995, p. 68.<br />

8 Hernández Girbal, F.: <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>…, p. 101.<br />

9 La adaptación del texto corrió a cargo de Valentín González y<br />

Félix González Llana y lo cierto es que Chispero, cronista de Apolo,<br />

no comenta nada sobre la música de dicha obra o si en ella sonó la<br />

futura marcha de Cádiz. Ruiz Albéniz, Víctor (“Chispero”): Teatro<br />

Apolo. Madrid: Prensa Castellana, 1953, p. 148. Es Hernández Girbal<br />

de nuevo quien aporta el dato de dicha reutilización. Hernández<br />

Girbal, F.: <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>…, p. 209.<br />

10 Todavía en ese año de 1873, según reseña Hernández Girbal en<br />

su apéndice gráfico, <strong>Chueca</strong> escribiría un pasodoble militar dedicado<br />

a Nicolás Salmerón, su querido maestro de tiempos universitarios<br />

y por entonces Presidente del poder Ejecutivo de la I República<br />

española.<br />

11 En dicho verano el compositor salmantino también orquestaría y<br />

estrenaría el vals de <strong>Chueca</strong>, hoy ilocalizable, Los vendedores<br />

ambulantes de Madrid. Sánchez, Víctor: Tomás Bretón. Madrid:<br />

ICCMU, 2002, p. 86.<br />

12 Romero, Concepción: voz “<strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>”…, p. 680.<br />

13 Un detalle curioso es que la introducción de La patinadora fuera<br />

reutilizada, tres años después, en 1897, como introducción de la<br />

polca del sombrero, nº 5A, de la magnífica revista Fotografías animadas<br />

—a su vez una refundición con números nuevos de El arca<br />

de Noé de 1890.<br />

14 Gosálvez Lara, Carlos José: La edición musical…, p. 195.<br />

15 En numerosas fuentes biográficas aparece bajo el título de Al pueblo<br />

del Dos de Mayo aunque lo cierto es que en la 1ª edición de la<br />

partitura de la Ed. Fuentes y Asensio no consta como tal. Existe otra<br />

versión del pasodoble bajo el título La fiesta escolar, con texto para<br />

fiesta de final de curso escolar de Pérez Zúñiga y arreglo musical<br />

de Gregorio Mateos también en la misma editorial.<br />

16 Hernández Girbal, F.: <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong>…, p. 449.<br />

17 Para la redacción del listado se han consultado los archivos de la<br />

BNE, de la UME en el ICCMU, de la Biblioteca Municipal de Música<br />

de Madrid, de la Biblioteca Española de Música y Teatro Contemporáneos<br />

de la Fundación Juan March y de la BNC. En la datación<br />

de partituras se han tenido en cuenta los números de plancha y los<br />

registros en el Boletín de la Propiedad Intelectual. Los títulos sin<br />

fecha al final del catálogo no se han localizado en ningún archivo y<br />

han sido tomados de referencias indirectas: la citada biografía de<br />

Hernández Girbal, el New Grove Dictionary of Music and Musicians<br />

y el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana


138<br />

ENCUENTROS<br />

ANGELIKA KIRCHSCHLAGER:<br />

“TRATO SIEMPRE<br />

DE BUSCAR NUEVOS<br />

CAMINOS”<br />

Angelika Kirchschlager (Salzburgo, 1966), simpática, sonriente<br />

y muy abierta, vestida con pantalones vaqueros y chaqueta<br />

de cuero, es todo lo contrario a una diva tradicional. Sin<br />

embargo, la mezzosoprano austriaca ha conseguido<br />

imponerse con firmeza dentro de los circuitos musicales<br />

internacionales como una de las artistas más sólidas y profesionales<br />

de las últimas décadas. Esta conversación tuvo lugar al día siguiente<br />

de su última actuación en Madrid, dentro del XIV Ciclo de Lied<br />

organizado por la Fundación CajaMadrid en el Teatro de la Zarzuela,<br />

donde volvió a cautivar a la audiencia con su irresistible encanto.<br />

Fotos: Lukasbeck


El hecho de haber nacido en Salzburgo<br />

supongo que será un factor decisivo a la<br />

hora de que alguien decida dedicarse a la<br />

música.<br />

Oh, sí, por supuesto. En Salzburgo<br />

la música es algo natural, está por<br />

todas partes, en las calles, en las iglesias…<br />

Y asistir a los conciertos es muy<br />

normal, ya desde pequeño. Como también<br />

la oportunidad de escuchar a los<br />

mejores intérpretes del mundo, siendo<br />

estudiante. Además, resulta fascinante<br />

saber que has jugado de niña o te has<br />

paseado por las mismas plazas, por los<br />

mismos lugares por los que estuvo<br />

Mozart, que realmente no han cambiado<br />

tanto desde entonces. Subirías a las<br />

mismas colinas, a las mismas montañas<br />

que él, y siempre escuchando el mismo<br />

dialecto. Esto es algo que te ayuda<br />

a la hora de interpretar su música. Es<br />

algo que no se puede explicar, pero<br />

que está dentro de ti.<br />

Sin embargo, creo que llegó al canto un<br />

poco por casualidad.<br />

Yo creo enormemente en el destino,<br />

soy muy fatalista. En eso creo que soy<br />

muy austriaca [sonríe con ironía]. Al<br />

principio quería ser pianista, pero mis<br />

nervios no me lo permitían. Siempre<br />

tenía que tocar de memoria, y se me<br />

olvidaban las notas. Pero quería a toda<br />

costa hacer algo que estuviera relacionado<br />

con la música: periodismo, crítica<br />

musical, musicoterapia, o trabajar en la<br />

Radio Austriaca. Pero, por casualidad y<br />

sin tener ningún tipo de educación<br />

vocal, hice una audición a los 18 años<br />

para la Academia de Música de Viena.<br />

Canté un lied de Schumann, y aunque<br />

tuve varios votos en mi contra, al final<br />

debieron de encontrar en mí algunas<br />

cualidades y me admitieron, casi por<br />

accidente. Allí estudié con Gerhard<br />

Kahry, que fue quien me convirtió en<br />

cantante, y con el famoso barítono Walter<br />

Berry, mi verdadero mentor y a<br />

quien se lo debo todo como artista. Su<br />

inesperada muerte en octubre del año<br />

2000 fue para mí un gran “shock”. De<br />

pronto me sentí muy perdida y sola,<br />

frente a una gran responsabilidad. Afortunadamente,<br />

tuve la inmensa fortuna<br />

de grabar con él para la ORF un disco<br />

de música popular vienesa, de la denominada<br />

“Schrammelmusik”.<br />

Su repertorio abarca básicamente desde<br />

Haendel y Mozart hasta Richard Strauss.<br />

Sin embargo, fue su retrato de la protagonista<br />

en la adaptación operística realizada<br />

por Nicholas Maw de Sophie’s Choice (La<br />

decisión de Sophie), estrenada en el<br />

Covent Garden de Londres en 2002, lo<br />

que la lanzó al estrellato internacional.<br />

Efectivamente, mi carrera puede<br />

dividirse entre un “antes de Sophie” y<br />

un “después de Sophie”. Creo que este<br />

papel cambió totalmente la percepción<br />

que la gente tenía de mí. Después de<br />

interpretar tantos papeles travestidos,<br />

por fin se dieron cuenta de que yo era<br />

una mujer. Además, esta obra supuso<br />

un reto enorme para mí, tanto a nivel<br />

musical como dramático. Y me hizo<br />

buscar una gran cantidad de colores<br />

expresivos que me han ayudado después<br />

a la hora de volver a interpretar<br />

mis personajes de siempre. Tengo que<br />

decir que, antes de abordar la obra, no<br />

había visto la película, ni conocía la<br />

interpretación de Meryl Streep, aunque<br />

todas las críticas comentaron que mi<br />

versión había sido también muy conmovedora.<br />

La historia de esa mujer que es<br />

víctima del holocausto y tiene que decidir<br />

entre cuál de sus dos hijos entregará<br />

a la barbarie nazi es realmente terrible.<br />

A veces me parecía que el papel me llevaba<br />

al borde de mis propios límites,<br />

pero con la ayuda de Simon Rattle me<br />

sentía absolutamente segura.<br />

Creo que también ha interpretado otra<br />

ópera contemporánea muy distinta, escrita<br />

expresamente para usted: Peter Pan de<br />

Wilfried Hiller.<br />

Al principio tenía muchas dudas<br />

acerca del proyecto. Yo pensaba:<br />

¿cómo voy a interpretar a Peter Pan,<br />

que es un personaje de un relato infantil?<br />

Pero estoy muy interesada en atraer<br />

a los niños a la ópera, y la verdad es<br />

que lo pasamos realmente bien. Y el<br />

público se divirtió muchísimo. Mi marido,<br />

el barítono Hans Peter Kammerer,<br />

interpretaba al Capitán Garfio. No tenemos<br />

muchas ocasiones de trabajar juntos.<br />

Nos conocimos cuando éramos<br />

estudiantes en la Academia de Viena,<br />

aunque no decidimos casarnos hasta<br />

que coincidimos en una producción de<br />

La flauta mágica, en la que él hacía de<br />

Papageno y yo de la segunda dama de<br />

la Reina de la Noche.<br />

Desde sus comienzos parece que estaba<br />

predestinada a asumir personajes de<br />

hombre.<br />

En efecto. Ya en mi debut en Graz,<br />

en 1993, canté uno de los papeles más<br />

exigentes para mezzosoprano, que después<br />

se ha convertido para mí como en<br />

una segunda piel: Octavian en El caballero<br />

de la rosa de Richard Strauss. Esta<br />

producción me abrió las puertas de la<br />

Staatsoper de Viena, donde me presenté<br />

al año siguiente. Luego vendrían Cherubino,<br />

Idamante y el Sesto mozartianos, y<br />

el Compositor en Ariadne auf Naxos.<br />

Los papeles femeninos que interpreto<br />

son, principalmente, Rosina en El barbero<br />

de Sevilla, Dorabella en Così fan tutte<br />

y Valencienne en La viuda alegre, personajes<br />

todos ellos alegres y ligeros, que<br />

reconozco que no me supone ninguna<br />

dificultad interpretar. Pero los roles masculinos<br />

que he citado sí que tienen una<br />

mayor complejidad.<br />

¿Se siente diferente cuando interpreta a<br />

un hombre o a una mujer?<br />

ENCUENTROS<br />

ANGELIKA KIRCHSCHLAGER<br />

Principalmente no. Como le he<br />

dicho, para mí no es diferente encarnar<br />

a un hombre o a una mujer. Lo<br />

importante es que ese personaje tenga<br />

una profundidad, y yo trato de dársela.<br />

Los papeles masculinos constituyen un<br />

desafío añadido para una cantante<br />

femenina, lo cual los hace particularmente<br />

interesantes. Además, casi todos<br />

ellos son musicalmente maravillosos:<br />

Cherubino, Octavian, que es como la<br />

continuación del anterior, o el Sesto en<br />

Giulio Cesare de Haendel, que hice en<br />

una fantástica producción en el Festival<br />

de Glyndebourne debida a David<br />

McVicar, que obtuvo varios premios.<br />

Tengo que confesar que mi físico también<br />

me ayuda bastante a la hora de<br />

abordar estos personajes.<br />

Otro de los papeles por los que ha sido<br />

últimamente elogiada es la Mélisande de<br />

Debussy, que ha incorporado en el Festival<br />

de Salzburgo y nuevamente en la Royal<br />

Opera londinense a las órdenes de Simon<br />

Rattle.<br />

Yo no veo a Mélisande como la tradicional<br />

heroína etérea, inmaterial, que<br />

viene de un mundo misterioso y legendario.<br />

Gracias al director de escena, Stanislas<br />

Nordey, he encontrado a una<br />

mujer de carne y hueso, emancipada y<br />

enfrentada al mundo sombrío y opresivo<br />

que le rodea. Lo que más me gustaba<br />

de esta producción es que las cosas<br />

estaban un poco dadas la vuelta. Aquí,<br />

Mélisande no era una mujer frágil, que<br />

no puede defenderse a sí misma. Stanislas<br />

Nordey la vio como una persona<br />

muy fuerte, que, sin embargo, no tiene<br />

la oportunidad de mostrar esa entereza<br />

y vivir según sus principios, y por lo<br />

tanto no tiene el control sobre su propio<br />

destino. Yo conecto por completo<br />

con esta visión, que además me parece<br />

de una absoluta coherencia. En este<br />

momento de mi carrera, haber interpretado<br />

este papel me ha permitido reflexionar<br />

sobre toda mi trayectoria. Y,<br />

sobre todo, haberlo hecho en esta producción,<br />

en la que me he sentido absolutamente<br />

libre.<br />

Otra de sus grandes pasiones, como<br />

hemos podido comprobar, es su dedicación<br />

al lied. Su repertorio se extiende en<br />

este campo desde Schubert hasta Korngold,<br />

sin olvidar a Dvorák o Liszt. Le gusta<br />

especialmente formar dúos con colegas<br />

como la soprano Barbara Bonney (como<br />

ya demostró en su anterior visita al Teatro<br />

de la Zarzuela) o los barítonos Thomas<br />

Quasthoff o Simon Keenlyside.<br />

Lo que más me atrae del mundo del<br />

lied es la combinación de poesía y<br />

música. Mi profesor, Walter Berry, me<br />

enseñó ante todo la importancia que<br />

había que dar a la palabra cantada. Me<br />

encanta, realmente, pensar en lo que<br />

hace el compositor con una palabra<br />

concreta, deleitarme en el lenguaje, en<br />

139


140<br />

ENCUENTROS<br />

ANGELIKA KIRCHSCHLAGER<br />

por qué alarga una sílaba determinada<br />

para recrearse en ella. En los lieder alemanes,<br />

es fascinante pensar que la<br />

palabra es el primer estímulo para el<br />

compositor. Esto podemos comprobarlo<br />

muy bien en Schubert, que a veces<br />

ponía música a textos que no son de<br />

autores de primera clase pero que a él<br />

le servían para escribir unos pentagramas<br />

maravillosos. Es también muy interesante<br />

comprobar un mismo poema al<br />

que han puesto música hasta seis compositores<br />

distintos, y las diferencias son<br />

enormes. Eso te dice mucho acerca del<br />

compositor y de su actitud con respecto<br />

al poema.<br />

Uno de sus más bellos recitales discográficos<br />

está dedicado a canciones de cuna<br />

que van desde Mozart hasta Rodgers &<br />

Hammerstein, pasando por Sondheim,<br />

Canteloube e incluso Falla.<br />

Trato siempre de buscar nuevos<br />

caminos, y de hacer las cosas lo más<br />

fascinantes posibles. Me encantaría grabar<br />

a mis adorados Schubert y Brahms,<br />

pero ya sabemos lo complicado que<br />

está en este momento el mercado fonográfico.<br />

Así que, cuando me propusieron<br />

un disco de canciones de cuna,<br />

enseguida me puse en contacto con<br />

músicos como Yuri Bashmet, Roger<br />

Vignoles, Helmut Deutsch o John<br />

Williams. El disco obtuvo una acogida<br />

insospechada en Alemania y Austria, y<br />

para mí ha constituido también una de<br />

mis más ricas experiencias.<br />

Usted está particularmente vinculada a la<br />

Staatsoper de Viena.<br />

Recuerdo que, en primer año de<br />

estudios en la Academia, le envié una<br />

postal a mi abuela en la que le decía:<br />

“Desde mi futuro lugar de trabajo”. Pero<br />

era simplemente una broma. Ni siquiera<br />

en sueños había pensado en que algún<br />

día llegaría a cantar en ese teatro, y<br />

mucho menos que lo haría de forma<br />

ininterrumpida desde 1994. Allí he vivido<br />

momentos inolvidables, como el terceto<br />

final de El caballero de la rosa en la<br />

gala conmemorativa de los 50 años de<br />

la reapertura después de la guerra.<br />

<strong>Christian</strong> Thielemann consiguió crear un<br />

instante verdaderamente mágico. Pero<br />

también hay otros teatros fantásticos en<br />

Europa, como el Covent Garden, la<br />

Ópera de París o La Scala de Milán.<br />

¿Cuáles son sus próximos proyectos?<br />

Después de Dorabella en Così fan<br />

tutte con Riccardo Muti y Octavian en<br />

El caballero de la rosa en la Staatsoper<br />

de Viena, cantaré allí mi primera Clairon<br />

en Capriccio de Richard Strauss,<br />

junto a la Condesa Madeleine de Renée<br />

Fleming y al Conde de Bo Skovhus.<br />

También voy a interpretar en concierto<br />

La violación de Lucrecia de Britten en<br />

Colonia y Viena. En el verano ofreceré<br />

conciertos y recitales en Estambul, Verbier,<br />

Londres y en la Schubertiada de<br />

Schwarzenberg. Luego tendré el Ariodante<br />

de Haendel en Viena con Christophe<br />

Rousset y más funciones de<br />

Capriccio en la Staatsoper, y después<br />

de unos conciertos de opereta con<br />

Simon Keenlyside en Londres y París,<br />

una nueva producción de Haensel und<br />

Gretel de Humperdinck en el Covent<br />

Garden dirigida por Colin Davis, con<br />

Diana Damrau y Anja Silja en el papel<br />

de la Bruja. Ya en el 2009, estrenaré mi<br />

primera Carmen en la Deutsche Oper<br />

de Berlín con Yves Abel, participaré en<br />

la recuperación de Arianna in Creta de<br />

Haendel con Christopher Hogwood en<br />

el Barbican Centre y haré la Jenny de<br />

DISCOGRAFÍA<br />

La ópera de tres centavos de Kurt Weill<br />

en una gira con Karl Heinz Gruber.<br />

Mucha ópera, ¿no es cierto?<br />

Creo que he alcanzado un estadio<br />

en el que realmente me apetece cantar<br />

lo que quiero. Ya no quiero plantear<br />

más batallas. He probado muchas cosas,<br />

y sé muy bien lo que puedo hacer y lo<br />

que no. Y quiero dedicar más tiempo a<br />

mi familia, particularmente a mi hijo<br />

Felix. Él es lo primero en mi vida. Y la<br />

ópera te exige una enorme energía, así<br />

que quiero centrarme en los recitales y<br />

conciertos. En teoría, puedes tomar un<br />

avión a las seis de la mañana y estar en<br />

el ensayo a las diez, pero eso supone<br />

que te has tenido que levantar a las tres<br />

y has perdido todo tu sueño. Yo lo he<br />

hecho, pero ya no tengo ganas de repetirlo.<br />

En eso soy muy estricta. Y el día<br />

del cumpleaños de mi hijo no voy a<br />

ninguna parte. Quiero ser la primera en<br />

desearle feliz cumpleaños, cuando se<br />

despierta a las siete, porque sé que eso<br />

es importante para él. Por carácter, soy<br />

muy casera. Me encanta ir al supermercado<br />

y decidir qué voy a cocinar. Solemos<br />

invitar a cenar a algunos amigos y<br />

simplemente charlar alrededor de una<br />

botella de buen vino tinto. Y me encanta<br />

limpiar la casa. ¡Soy muy buena tirando<br />

cosas! Disfruto muchísimo simplemente<br />

paseando por Viena, tomando<br />

un café o admirando los edificios, que<br />

son tan bonitos.<br />

Rafael Banús Irusta<br />

BACH: La Pasión según San Mateo. SEIJI OZAWA. Philips.<br />

BERLIOZ: Ocho escenas de Fausto. YUTAKA SADO. Erato.<br />

HAENDEL: Giulio Cesare (Sesto). WILLIAM CHRISTIE. Opus Arte (DVD).<br />

— Arias de Ariodante, Giulio Cesare y Arianna. LAURENCE CUMMINGS. Sony.<br />

LEHÁR: La viuda alegre (Valencienne). ERICH KUNZEL. Opus Arte (DVD).<br />

MENDELSSOHN: El sueño de una noche de verano. CLAUDIO ABBADO. Sony.<br />

MOZART: Le nozze di Figaro (Cherubino). RENÉ JACOBS. Harmonia Mundi.<br />

— Don Giovanni (Zerlina). RICCARDO MUTI. TDK (DVD).<br />

SCHUMANN: Amor y vida de mujer, Lieder de Mignon.<br />

HELMUT DEUTSCH, piano. La Dogana (libro+CD).<br />

STRAUSS: El caballero de la rosa (Octavian). SEMION BICHKOV. TDK (DVD).<br />

STRAUSS: Escenas de Ariadna en Naxos y El caballero de la rosa.<br />

ANTONIO PAPPANO. Archiv.<br />

AMORES Y VIDAS DE MUJER. DÚOS CON FELICITY LOTT.<br />

GRAHAM JOHNSON, piano. Sony.<br />

ARIAS DE J. S. BACH. ANDREA MARCON. Sony.<br />

CANCIONES DE NAVIDAD. ALFRED ESCHWÉ, ANDREA MARCON. Sony.<br />

CUANDO CAE LA NOCHE. CANCIONES DE CUNA. HELMUT DEUTSCH, ROGER VIGNOLES,<br />

piano; YURI BASHMET, viola; DAVE DANIELS, violonchelo; JOHN WILLIAMS, guitarra. LONDON<br />

METROPOLITAN ENSEMBLE. Sony.<br />

LIEDER DE KORNGOLD, ALMA Y GUSTAV MAHLER.<br />

HELMUT DEUTSCH, piano. Sony.<br />

PRIMER ENCUENTRO. DÚOS CON BARBARA BONNEY. HELMUT DEUTSCH, piano. Sony.<br />

LOS SECRETOS DE DVORÁK. JAN VOGLER; violonchelo;<br />

HELMUT DEUTSCH, piano. Sony.<br />

LA TUMBA DE ANACREONTE. LIEDER DE HUGO WOLF.<br />

HELMUT DEUTSCH, piano. La Dogano (libro+CD).<br />

TUYO ES TODO MI CORAZÓN. DÚOS DE OPERETA CON SIMON KEENLYSIDE. Sony.


142<br />

EDUCACIÓN<br />

GUÍA<br />

EL IMPULSO ABREU<br />

El proyecto venezolano de las orquestas infantiles y juveniles despierta en España la esperanzas de un renacimiento de la<br />

música para la comunidad.<br />

Para los que no conocen aún la impresionante realidad<br />

del Sistema, nombre con el que se conoce el proyecto<br />

de orquestas infantiles y juveniles de Venezuela, algunos<br />

datos bastarán: el Sistema, oficialmente conocido<br />

como FESNOJIV (Fundación del Estado para el Sistema Nacional<br />

de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela) nació<br />

hace algo más de treinta años, en 1975, año de la muerte de<br />

Franco, con la formación de una pequeña orquesta juvenil, en<br />

una época en la que Venezuela tenía dos orquestas profesionales<br />

mayoritariamente formadas por músicos de origen europeo.<br />

Desde entonces han pasado por el Sistema cerca de dos<br />

millones de alumnos, la mayoría de ellos de orígenes humildes;<br />

este curso son aproximadamente 270000 y forman unas<br />

250 orquestas repartidas por los veinticuatro estados venezolanos<br />

a través de 160 “núcleos” (la población de Venezuela no<br />

llega a 30 millones), en una actividad que a ojos españoles<br />

podría definirse como frenética: el plan habitual de un alumno<br />

del Sistema es terminar el colegio y acudir a su núcleo, en<br />

el que participa en actividades orquestales, de grupo y clases<br />

de instrumento durante cuatro horas diarias. Con esas dimensiones,<br />

y con un presupuesto de más de veinte millones de<br />

euros anuales y la promesa del presidente venezolano Hugo<br />

Chávez de impulsarlo aún más, es evidente que el Sistema es<br />

mucho más que una red de escuelas de música: es un logro<br />

social loable e inaudito.<br />

El Sistema ya lleva tiempo dando la vuelta al mundo y en<br />

España dejó de ser absoluta novedad a partir del premio concedido<br />

a Abreu por la pionera Fundación Don Juan de Bor-<br />

bón y otras distinciones que han seguido, siendo las más<br />

recientes el ingreso de Abreu en el Claustro Universitario de<br />

las Artes de la Universidad de Alcalá y, pocos días después,<br />

el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Hay que decir<br />

que para SCHERZO, y en particular para su sección de educación,<br />

esto ha sido como descubrir el arca de la alianza y el<br />

santo grial juntos, pero también hay que apresurarse a decir<br />

que no se trata solamente de un triunfo de la música clásica.<br />

La música clásica, la formación orquestal, ha sido, sin duda,<br />

la fuerza que ha movido este proyecto, pero el combustible<br />

para generar esa fuerza es de una naturaleza más abstracta,<br />

más basal. No es fácil definirlo, porque se puede llamar dignidad,<br />

pasión, confianza en el potencial de las personas, en<br />

la imaginación, en el esfuerzo colectivo, y muchas otras<br />

cosas, pero la música clásica, en cualquier caso, explica una<br />

parte importante del proyecto, no el proyecto en su conjunto.<br />

El Sistema es por lo tanto un triunfo del tesón de una<br />

persona, José Antonio Abreu, que no satisfecho con lo logrado,<br />

ve hoy la posibilidad de un efecto multiplicador internacional<br />

y se entrega a una actividad extenuante, acompañado<br />

en sus viajes por su Directora de Producción, Mariangelina<br />

Celis. Es, por otra parte, el triunfo de una sociedad, la venezolana,<br />

y en particular de sectores desfavorecidos de Venezuela,<br />

que pueden mostrar orgullosos el resultado de un<br />

proyecto social que han convertido en seña de identidad.<br />

El espaldarazo internacional que ha supuesto el entusiasmo<br />

de algunos grandes de la música como Simon Rattle<br />

o Claudio Abbado es, qué duda cabe, una parte importante<br />

de la celebración, pero no viene mal aquí recordar un gag<br />

de Les Luthier. Los indígenas americanos, al avistar las carabelas<br />

de Cristóbal Colón, rompen a cantar una alegre canción:<br />

“¡Nos descubrieron, por fin nos descubrieron!”. El Sistema<br />

estaba ya allí hace diez y veinte y treinta años, mientras<br />

que otros sistemas, los sistemas sociales y educativos de<br />

la Europa del bienestar, llevamos todo este tiempo pensando<br />

muy sesudamente en fórmulas para la cohesión social, la<br />

innovación educativa, la igualdad social o la excelencia<br />

artística.<br />

Los vientos que trae el Sistema a España son vientos<br />

esperanzadores. Transportan, desde las calles y carreras de<br />

Barquisimeto, los mejores aromas. Son esos vientos que todo<br />

navegante desea encontrar cuando sale al mar, que tensan<br />

las velas con fuerza y hacen que el barco vuele en silencio<br />

sobre las aguas. Pero ojo, hacen falta los mejores timoneles y<br />

cargar la bodega para un largo viaje. Disponemos, desde<br />

hace prácticamente días, y como por obra de la providencia,<br />

de un nuevo ministerio que aúna educación y políticas<br />

sociales. Disponemos también de una madurez institucional<br />

casi impensable hace quince años: una red de servicios<br />

sociales creciente, programas de inclusión social, una red de<br />

escuelas de música, una nueva perspectiva desde la educación<br />

superior, orquestas de gran calidad y un largo etcétera<br />

en el que es cada vez más fácil incluir proyectos de corte<br />

social. Ojalá el “impulso Abreu” encuentre por estas aguas la<br />

sabiduría suficiente para entenderlo en toda su dimensión,<br />

no reducirlo a un mero soplo de aire, y hacer de esta goleta<br />

de la música un orgullo compartido por todos.<br />

Pedro Sarmiento<br />

educacion@scherzo.es


144<br />

JAZZ<br />

ABE<br />

“EL GRANDE”<br />

La creación nace de un ahondamiento<br />

en uno mismo. El artista<br />

no puede ser gregario y debe<br />

cultivar su rareza.<br />

Son palabras del escritor Suso de<br />

Toro, aunque bien pudiera apropiárselas<br />

su paisano Abe Rábade, un músico<br />

hecho a sí mismo que ha vivido en<br />

primera persona todas las enseñanzas<br />

del jazz americano para descubrir un<br />

lugar propio en tierras gallegas. Después,<br />

el joven pianista también tiene<br />

sus rarezas, como la de sentarse delante<br />

de una batería cada vez que puede,<br />

repartir democráticamente su autori-<br />

Sergio Cabanillas<br />

dad entre los miembros de su trío o<br />

ejercer de ciudadano del mundo sin<br />

renunciar a su querida Galicia.<br />

Aunque todavía queda mucho<br />

camino por recorrer, hoy podemos<br />

hablar de la gran madurez y altura creativas<br />

que ha experimentado el jazz<br />

español; las generaciones posteriores a<br />

los Iñaki Salvador, Jorge Pardo, y Chano<br />

Domínguez, por citar algunos de<br />

los herederos intermedios de los Tete<br />

Montoliú, Pedro Iturralde y Vlady Bas,<br />

han demostrado un crecimiento cualitativo<br />

realmente espectacular, definido,<br />

en buena medida, por ese equilibrio<br />

de fuerzas entre la formación aca-<br />

démica y la capacidad de riesgo y<br />

ambición. Abe Rábade (Santiago de<br />

Compostela, 1977) figura por pleno<br />

derecho en la cima de esta nueva<br />

camada de músicos que han hecho del<br />

jazz español un hermoso altavoz de<br />

mil lenguajes y caligrafías.<br />

Tras cursar estudios en el prestigioso<br />

Berklee College Music de Boston<br />

(1995-1999), donde obtuvo una licenciatura<br />

doble cum laude, Rábade<br />

regresó a nuestro país para contarnos<br />

cómo se tocaba un blues o cómo un<br />

teclado podía arder entre las llamas de<br />

la improvisación. Montó su primera<br />

revolución en el XXIV Festival Europar<br />

Jazzaldia de Getxo (2000), donde propios<br />

y extraños, público y miembros<br />

del jurado, no hacían más que preguntarse:<br />

“¿Y quién este chico, de dónde<br />

sale, de dónde viene?”. Al final, Abe<br />

Rábade se hizo con el segundo puesto<br />

y una impagable y saludable impresión<br />

que luego quedaría registrada en<br />

sus dos primeros álbumes, Babel de<br />

sons y Simetrías, una avalancha de<br />

conciertos y participaciones en los festivales<br />

más relevantes del país, y la<br />

consecución del premio Pianista Revelación<br />

de la II Bienal SGAE de Jazz<br />

“Tete Montoliú” (2001). El chico venía<br />

de graduarse con las máximas calificaciones<br />

del prestigioso Berklee College<br />

of Music de Boston.<br />

En estos años, Rábade se ha convertido<br />

en una de las grandes personalidades<br />

musicales de nuestro jazz, alejando<br />

cualquier tipo de duda sobre su<br />

talento y confirmando todas aquellas<br />

sospechas sobre sus excelencias creativas.<br />

Junto a los miembros del que fuera<br />

su primer trío, el contrabajista Paco<br />

Charlín y el baterista Ramón Ángel<br />

Rey, formó una pequeña familia bien<br />

avenida, en la que la gloria se repartía<br />

democráticamente, aunque la sustancia<br />

gris procediera siempre desde el<br />

teclado.<br />

Así surgió la idea de Ghu! Project,<br />

en el que a aquel trío titular se le<br />

sumaron invitados de peso como el<br />

trompetista norteamericano Chris Kase<br />

y el saxofonista valenciano Jesús Santandreu,<br />

y una nueva promesa del jazz<br />

gallego, el guitarrista vigués Michel<br />

González. Su primera entrega llevó el<br />

título revelador de Volumen 1, y supuso<br />

un cambio de ciclo. Así, Abe Rábade<br />

sintió la necesidad de renovar su<br />

sección rítmica, fichando a dos jóvenes<br />

talentos del jazz portugués, el contrabajista<br />

Nelson Cascais y el baterista<br />

Bruno Pedroso. Con ellos firmó su<br />

siguiente producción para trío, Playing<br />

on Light (Karonte, 2006), que sentó las<br />

bases de un nuevo universo creativo<br />

que ahora vive, junto al Ghu! Project,<br />

su último capítulo discográfico: Open<br />

door (Karonte, 2008).


La marca de la aventura obedece al<br />

particular grito de guerra de Abe Rábade<br />

y, como sucediera en el primer<br />

volumen, sus raíces toman tierra en la<br />

combinación de su trío junto a una<br />

ilustre nómina de invitados. Entre<br />

ellos, repiten experiencia Chris Kase y<br />

Jesús Santandreu, mientras que se<br />

incorporan las colaboraciones impagables<br />

del alto saxofonista Perico Sambeat<br />

y el trombonista estadounidense<br />

Alan Ferber. “El título del disco es toda<br />

una declaración de intenciones”,<br />

comenta el pianista a SCHERZO. “Al<br />

margen de que sea también título de<br />

uno de los temas, el lema alude a una<br />

actitud vital, la de asumir que la música,<br />

como la vida, tiene que tener siempre<br />

las puertas abiertas, a lo bueno y a<br />

lo malo. Me siendo jazzista 100%, siento<br />

un fervor religioso por el jazz, pero<br />

las etiquetas me agobian un poco. Soy<br />

un músico con una mirada muy abierta,<br />

y tan pronto le meto mano a las<br />

Cantigas de Alfonso X El Sabio como<br />

a las Variaciones Goldberg de Bach,<br />

que últimamente me tienen hechizado,<br />

son una catedral en sí mismas”.<br />

La estética general del disco evoca<br />

patrones de la escuela jazzística norteamericana,<br />

aunque aprendidos y aprehendidos<br />

bajo el prisma personal del<br />

trío y no pocas filtraciones de sangre<br />

folclórica. La audacia armónica de Abe<br />

se ve incrementada generosamente<br />

con las aportaciones melódicas de<br />

Kase, Santandreu, Sambeat y Ferber,<br />

mientras Nelson Cascais y Bruno<br />

Pedroso sujetan todo el andamiaje<br />

musical con sólidos cimientos rítmicos.<br />

El entendimiento entre todos se produce<br />

bajo el estigma de la improvisación<br />

más urgente, mientras que el<br />

intercambio medido de monólogos,<br />

diálogos colectivos y conversaciones<br />

cruzadas, conceden a la reunión la fortaleza<br />

jazzística necesaria para hacer<br />

de su grito de guerra, Ghu!, su mejor<br />

tarjeta de presentación.<br />

El nuevo trabajo de Abe Rábade<br />

vuelve a sorprender por la extraña<br />

madurez de sus arreglos y sus composiciones.<br />

“No siento que esté llegando<br />

a ningún sitio, al contrario, me siento<br />

en el inicio de un camino. De lo que sí<br />

tengo certeza es de poder contar mis<br />

propias ideas, de plasmarlas en papel<br />

y expresarlas. He aprendido mucho en<br />

EL JAZZ EN VERANO HABLA EUSKERA<br />

Al igual que buena parte de otras disciplinas culturales,<br />

la llegada del verano supone una época dorada<br />

para el jazz y sus protagonistas. De norte a sur,<br />

de este a oeste, nuestra geografía se puebla de<br />

numerosos festivales entregados al hallazgo de la música<br />

libre y el gozo cadencioso del swing,<br />

desde San Javier a Vigo, de Canarias a<br />

Valencia. Sin embargo, una vez más se<br />

reproduce el tópico: quienes dominan<br />

este tiempo vacacional siguen siendo los<br />

certámenes vascos. Y es que desde hace<br />

más de tres décadas, en el caso de Getxo<br />

y Vitoria-Gasteiz, y cuatro, en el donostiarra<br />

Jazzaldia, los festivales constituyen<br />

hoy uno de los capitales más preciados<br />

con los que, durante el mes de julio,<br />

cuenta Euskadi, ya que, como se sabe, su<br />

proyección es refrendada por una masiva<br />

afluencia de visitantes.<br />

Reseñado el cartel del Getxo Jazz en<br />

el pasado número de SCHERZO, dedicado<br />

a unos de sus grandes protagonistas,<br />

Archie Shepp, ahora se anuncian las programaciones<br />

de las otras dos citas vascas<br />

restantes. La oferta del Festival de Vitoria-<br />

Gasteiz (www.jazzvitoria.com) sigue teniendo un atractivo<br />

incuestionable. Esta temporada extiende su desarrollo hasta<br />

el 19 de julio y, desde su arranque el domingo 13, será posible<br />

presenciar, a través de diferentes secciones, conciertos<br />

de dixieland y de especulación electrónica, algo de latinidad<br />

y desde luego mucho jazz de “cinco estrellas”.<br />

El apartado Jazz del Siglo XXI, por ejemplo, es modélico.<br />

Sobresalen en él los conciertos del saxofonista Charles<br />

estos años, pero sigo estudiando y trabajando<br />

como el primer día”. Las palabras<br />

del pianista no son gratuitas, ya<br />

que su capacidad creativa hoy descubre<br />

proyectos paralelos como Rosalía<br />

21, un espectáculo multimedia inspirado<br />

en la obra de la poeta gallega Rosalía<br />

de Castro que fue estrenado en la<br />

pasada Feria del Libro de La Habana,<br />

con la participación del cantautor<br />

cubano Pablo Milanés. Igualmente, en<br />

su cabeza ya rondan otros retos, como<br />

el de hacer un disco de jazz con big<br />

band, aunque ahora, al margen de la<br />

gira promocional de Open Door, la<br />

mayor de las excitaciones las encuentre<br />

en la que será primera tarea como<br />

productor discográfico, estrenándose<br />

con el próximo trabajo de su escolta y<br />

amigo Santandreu. Y por si fuera<br />

poco, despidiendo la conversación, el<br />

chaval se confiesa en voz baja: “Que<br />

sepas que ya tengo los temas del nuevo<br />

disco de trío, todavía en boceto,<br />

pero muy desarrollados en la cabeza.<br />

Pero eso, déjame que te lo cuente otro<br />

día…”. Pues otro día será.<br />

Pablo Sanz<br />

Lloyd y los del guitarrista Jean Marie Ecay y el pianista<br />

Agustí Fernández. Todos dan la medida de la respectiva<br />

valía instrumental de cada uno y del verdadero compromiso<br />

con el cambio permanente que este género propone<br />

desde su nacimiento. Pero es que, además, estos recitales<br />

precederán oportunamente a los que, en<br />

formato doble, tiene previsto ofertar la<br />

sección oficial: Wayne Shorter, Herbie<br />

Hancock, Javier Limón y su grupo, Chucho<br />

y Bebo Valdés, Maria Schneider, Cassandra<br />

Wilson y Sonny Rollins, entre los<br />

más importantes.<br />

El eclecticismo del Jazzaldia de Donostia-San<br />

Sebastián (www.jazzaldia.com),<br />

por su parte, es responsable de que al cartel<br />

asome, por ejemplo, el trío de Keith<br />

Jarrett, pero también los últimos grupos<br />

de Johnny Winter y John Hiatt. Y el listado<br />

de celebridades no se detiene en ellos;<br />

igualmente convocados están Steve Coleman,<br />

David Murray, Don Byron, Jean Luc<br />

Ponty, Stefano Bollani, Ahma Jamal, una<br />

reconstitución de la Return to Forever de<br />

Chick Corea, y otra de la mítica banda británica<br />

Soft Machine. Y como ya viene<br />

siendo habitual, todo un muestrario de artistas contratados<br />

por su gran capacidad de convocatoria (Paolo Conte, Liza<br />

Minelly, Diana Krall, Bobby McFerrin, Dianne Reeves,<br />

Maceo Parker…) y gran oratoria electrónica, resuelta para<br />

atender la clientela más joven. La cita se desarrollará entre<br />

el 22 y el 27 de julio.<br />

DIANA KRALL<br />

JAZZ<br />

ABE RÁBADE<br />

Pablo Sanz<br />

145


146<br />

LIBROS<br />

El biógrafo a la busca de la objetividad<br />

EL PREPUCIO DE GOULD<br />

Escrito por un doctor en Musicología<br />

(Universidad de Berkeley),<br />

contratado (cito) por una gran<br />

editorial antes de haber escrito<br />

una sola palabra y a pesar de su carencia<br />

de credenciales (sigo citando al<br />

modesto autor) como escritor de libros<br />

para el gran mercado, ayudado por mil<br />

y una fundaciones (exagero), el libro<br />

ha sido traducido a seis idiomas y ha<br />

recibido los premios Toronto Book<br />

Award y ASCAP-Deems Taylor a la<br />

mejor biografía musical. Magnífico<br />

pues: se premia al becado (y algo más:<br />

Bazzana dirige la revista Glenn Gould,<br />

de la Fundación Glenn Gould), se<br />

recupera la inversión y el círculo está<br />

cerrado.<br />

Quizá conviene recordar que Bazzana<br />

es el autor de un primer libro<br />

sobre Glenn Gould, The Performer in<br />

The Work (Oxford) donde se centra en<br />

el estilo pianístico y las ideas estéticas<br />

de Gould; en su segundo libro, el que<br />

toca comentar, el autor quiere y<br />

(según la mayoría de las críticas) consigue<br />

poner a plena luz todo lo que<br />

quedaba en la sombra: la relación con<br />

su maestro, la vida familial, la vida<br />

amorosa… Todo, incluso los más mínimos<br />

rumores (siempre según la mayoría<br />

de los críticos) han sido verificados,<br />

confirmados, desmentidos…<br />

No puedo sino sumarme a las alabanzas.<br />

El autor es efectivamente un<br />

investigador asombroso: nada queda<br />

en la sombra, ni el trasero de Gould<br />

(varios párrafos) ni su prepucio (el de<br />

Gould: p. 40): en el argot de la prensa<br />

y del cine porno-soft (Bazzana habla<br />

de ello), la expresión “going pink”<br />

(yendo hacia el rosa) indica la profundidad<br />

de la investigación (o de la<br />

cámara). Bazzana es el más “pink” de<br />

los biógrafos: no acepta que Gould<br />

mantuviera en total secreto su sexualidad…<br />

se debía seguramente “a algún<br />

vicio secreto… casi con toda seguridad<br />

la homosexualidad” (p. 361). Contagiado<br />

por el celo del autor, me permito<br />

indagar y revelar que si el libro está<br />

dedicado a su fiel compañera, Bazzana<br />

no escapa a la heterofobia reinante<br />

entre muchos biógrafos de músicos,<br />

que consideran que las mujeres son un<br />

peligro para los artistas, salvo, felizmente,<br />

las de la página 19 : “…estas<br />

mujeres eran inofensivas…”. Algunas,<br />

sin embargo, como esa señora que<br />

vivió cuatro años con Gould y, según<br />

una de las amistades de la mujer (p.<br />

370) se trataba de una “relación fue<br />

apasionada y muy física”; a<br />

pesar de ello, el autor piensa<br />

que “los indicios de su vida<br />

sexual verdadera [sic] son<br />

ciertamente ambiguos” pues<br />

algunos gays lo tomaban por<br />

“uno de los suyos” (p. 367) y<br />

para Bazzana, el estilo pianístico<br />

de Gould “reforzaba tales<br />

suposiciones” (pero precisa<br />

enseguida: “al menos al juzgar<br />

por las críticas”) pues “le<br />

faltaba potencia” (p. 362),<br />

pero, por otra parte ni siquiera<br />

sus amigos gays aseguran<br />

que “exista una sola prueba<br />

que indique que fuese homosexual<br />

en privado [sic] o que<br />

hubiera tenido, o deseado<br />

tener, experiencias homosexuales…”.<br />

O sea: he aquí<br />

rumores contradictorios; no<br />

los confirmo ni los desmiento.<br />

Eso sí es objetividad.<br />

Bazzana quiere ser también<br />

objetivo cuando pone<br />

en su sitio algunas facetas de<br />

Gould:<br />

Gould compositor: ser<br />

pianista, incluso un gran pianista,<br />

no convierte a nadie automáticamente<br />

en compositor, así como tampoco<br />

ser camarero lo hace a uno chef<br />

de cocina (p. 148) o …”escritura<br />

ampulosa y enmarañada característica<br />

del estilo de Gould” (p. 149).<br />

Escritor: la nota al programa era un<br />

texto denso y ampuloso (Bazzana no<br />

aprecia la ampulosidad, p. 126), a<br />

veces, lo que escribe es sencillamente<br />

incomprensible…<br />

Gould director: Gould no sabía<br />

dirigir, la verdad es que no sabía (p.<br />

499).<br />

Gould comunicador: esta vez<br />

[Gould] escribió el guión [de la película<br />

Un arte de la fuga]… hasta la última<br />

coma… a resultas de todo ello, las<br />

conversaciones son rígidas (p 472).<br />

En cuanto al Gould pianista:<br />

“Obviamente [Gould] fue un gran pianista,<br />

estuvo sin duda entre los mejor<br />

dotados [sic] de una manera natural<br />

[sic] en su época; eso siempre será<br />

garantía de que tenga no pocos seguidores<br />

[y re-sic]” (p. 21).<br />

El autor quiere también tener un<br />

estilo objetivo y alejarse de la “prosa<br />

alambicada y grandilocuente” (p. 15)<br />

de Michel Schneider (autor de algunos<br />

libros de culto como: Glenn Gould<br />

piano solo, Versal; Músicas nocturnas,<br />

KEVIN BAZZANA: Vida y arte de Glenn<br />

Gould. Traducción de Eugenia Vázquez<br />

Nacarino y Miguel Martínez-Lage.<br />

Madrid, Turner, 2007. 568 págs.<br />

Paidós; La tombée du jour, Blessure et<br />

mémoire); y Bazzana lo consigue,<br />

como lo prueba esta frase meridiana<br />

(con un toque de misterio que han respetado<br />

los traductores): “Resulta en<br />

especial menos convincente la segunda<br />

mitad, compuesta por maquinaciones<br />

del motivo principal que se suceden<br />

página tras página al parecer de<br />

manera interminable” (p. 152). [Muy<br />

bien traducido, el libro necesitaría, sin<br />

embargo, un ligero reajuste de los términos<br />

musicales:<br />

p. 82: (a propósito del maestro de<br />

Gould:) era célebre la belleza de sus<br />

tonalidades (en el caso de un pianista,<br />

podría ser: la belleza de su sonido, de<br />

los colores de su sonido).<br />

p. 197: [Gould] ejecutó la Segunda<br />

de Beethoven (el Segundo Concierto).<br />

p. 469: con objeto de minimizar las<br />

diferencias tonales entre un piano y<br />

otro (en este caso: las diferencias de<br />

afinación entre un piano y otro) etc.].<br />

Los capítulos dedicados al cuerpo<br />

con su desgaste, intercalando las listas<br />

de las medicinas, diagnósticos y análisis<br />

varios, alcanzan su objetivo; conmueven<br />

gracias a y por encima de la<br />

objetividad.<br />

Pierre Élie Mamou


148<br />

GUÍA<br />

LA GUÍA DE SCHERZO<br />

NACIONAL<br />

ARANJUEZ<br />

SIGLOS DE ORO<br />

WWW.FUNDACIONCAJAMADRID.ES<br />

21-VII: Orquesta Barroca de la Universidad<br />

de Salamanca. Kenneth<br />

Weiss. García, Vergara, Espada. Esteve,<br />

Laserna (Patio de Caballos del<br />

Palacio Real).<br />

BARCELONA<br />

3,8-VII: Coro y Sinfónica del Gran<br />

Teatro del Liceo. Antoni Ros Marbà.<br />

Ibarra, Rodríguez Cusí, Dowd,<br />

Ramon. Pedrell, Gerhard. (Teatro del<br />

Liceo).<br />

15: Trío LOM. Haydn, Korngold,<br />

Mendelssohn. (Auditori).<br />

[www.auditori.com]).<br />

18: Sinfónica de Barcelona y Nacional<br />

de Cataluña [www.obc.es]. Orfeó<br />

CÓRDOBA<br />

www.orquestadecordoba.org<br />

Telf. 957 491 767<br />

Día 4 de julio - 2008<br />

Concerto da requiem, para guitarra<br />

y orquesta L. Brouwer<br />

Concierto extraordinario<br />

“In memoriam Takemitsu II”<br />

Festival de la Guitarra<br />

de Córdoba 08<br />

Shin Ichi Fukuda, guitarra<br />

Gran Teatro 21:30 h.<br />

Orquesta de Córdoba<br />

I<br />

Director: Leo Brouwer<br />

Como llora el viento M. Sotelo<br />

Día 18 de julio de 2008<br />

Juan Manuel Cañizares, Ciclo de conciertos en la provincia<br />

guitarra flamenca<br />

Pozoblanco (Córdoba)<br />

Orquesta de Córdoba<br />

Director: Mauricio Sotelo<br />

II<br />

Suite Iberia, Albéniz por Cañizares<br />

I. Albéniz<br />

Juan Manuel Cañizares,<br />

guitarra flamenca<br />

Grupo Flamenco<br />

Día 12 de julio de 2008<br />

Concierto extraordinario<br />

Festival de la Guitarra<br />

de Córdoba 08<br />

Gran Teatro 21:30 h.<br />

Concierto Homenaje a<br />

Julian Bream<br />

I<br />

Los negros brujos se divierten<br />

L. Brouwer<br />

Iberia, suite para guitarra y<br />

orquesta I. Albéniz / L. Brouwer<br />

Shin Ichi Fukuda, guitarra<br />

II<br />

Català. Cor Vivaldi. Lojendio. Doménech.<br />

Eiji Oue. Orff, Carmina Burana.<br />

(Auditori).<br />

27: Joven Orquesta Nacional de<br />

Cataluña. JONDE, Josep Pons. Orfeó<br />

PONS<br />

Català. Lider Camera. Schoenberg,<br />

Gurrelieder.<br />

GRAN TEATRO DEL LICEO<br />

WWW.LICEUBARCELONA.COM<br />

ORQUESTA DE CÓRDOBA<br />

LUISA MILLER (Verdi). Benini. Deflo.<br />

Stoyanova, La Scola, Frontali, Prestia.<br />

1,4,5,7-VII.<br />

DON GIOVANNI (Mozart). Haider.<br />

Bieito. Keenlyside, Ketelsen, Blancas,<br />

I<br />

Concierto para violín y orquesta<br />

J. Brahms<br />

Elena Anguelova, violín<br />

II<br />

Sinfonía nº 2 R. Schumann<br />

Orquesta de Córdoba<br />

Director: Manuel Hernández Silva<br />

Día 19 de julio de 2008<br />

Ciclo de conciertos en la provincia<br />

Posadas (Córdoba)<br />

I<br />

Las bodas de Fígaro, obertura<br />

W. A. Mozart<br />

Concierto para oboe y orquesta<br />

W. A. Mozart<br />

Pau Rodríguez Hidalgo, oboe<br />

II<br />

Sinfonía nº 2 R. Schumann<br />

Orquesta de Córdoba<br />

Director: Manuel Hernández Silva<br />

Lascarro. 22,25,27,30-VII.<br />

GRANADA<br />

LVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE<br />

MÚSICA Y DANZA<br />

WWW.GRANADAFESTIVAL.ORG<br />

1,2,3-VII: María del Mar Vargas, violín;<br />

Miquel Villalba, piano. Sarasate,<br />

Paganini, Brahms.<br />

1,3: Les Musiciens du Louvre. Marc<br />

Minkowski. Hallenberg, Stutzmann,<br />

Spicer. Haendel, Trionfo del Tempo e<br />

del Disinganno. / Haydn, Gluck,<br />

Rameau.<br />

2: Staatsballett Berlin. Chaikovski,<br />

Bella durmiente.<br />

— Elisabeth Leonskaia, piano. Beethoven.<br />

4,5,6: Staatskapelle Berlin. Daniel<br />

Barenboim. Bruckner, Séptima, Octava,<br />

Novena.<br />

5: Coro de Cámara del Palau de la<br />

Música Catalana. Orquesta Ciudad de<br />

Granada. Pablo Heras-Casado. Messiaen,<br />

Bruckner.<br />

6: Coro de Cámara del Palau de la<br />

Música Catalana. Jordi Casas. Isaac,<br />

Bach, Falla.<br />

LA GRANJA DE SAN<br />

ILDEFONSO<br />

SIGLOS DE ORO<br />

11-VII: Aline Zylberajch, clave. Scarlatti,<br />

Albero, Soler, Ferrer.<br />

PERALADA<br />

MINKOWSKI<br />

FESTIVAL CASTELL DE PERALADA<br />

WWW.FESTIVALPERALADA.COM<br />

18-VII: Orquesta Nacional de Francia.<br />

Kurt Masur. Beethoven.<br />

20: Fernando Arias, violonchelo.<br />

Bach.<br />

LA BOHÈME (Puccini). Oue. Sagi.<br />

OBC. Machado, Franco, Ageletti,<br />

Moreno. 25,27-VII.<br />

27: Judith Jáuregui, piano. Chopin.<br />

2-VIII: Sinfónica de Barcelona y<br />

Nacional de Cataluña. Michele<br />

Mariotti. Juan Diego Flórez, tenor.<br />

Bellini, Donizetti.<br />

3: Gala Pérez Iñesta, violín; Claudia<br />

Pérez Iñesta, piano. Mozart.<br />

4: Cuarteto Quiroga. Mozart, Bartók,<br />

Beethoven.<br />

5: Orquesta de Cadaqués. Neville<br />

Marriner. Ivo Pogorelich, piano.<br />

Rachmaninov, Dvorák.<br />

9: Dresdner Philharmonie. Rafael<br />

Frühbeck. Weber, Strauss, Brahms.<br />

10: Cuarteto Esplà. Beethoven.<br />

MADRID<br />

TEATRO DE LA ZARZUELA<br />

Jovellanos, 4. Metro Banco de<br />

España. Tlf.: (91) 5.24.54.00.<br />

Internet:<br />

http://teatrodelazarzuela.mcu.es.<br />

Director: Luis Olmos. Venta localidades:<br />

A través de Internet (servicaixa.com),<br />

Taquillas Teatros<br />

Nacionales y cajeros o teléfono de<br />

ServiCaixa: 902 33 22 11. Horario<br />

de Taquillas: de 12 a 18 horas.<br />

Días de representación, de 12<br />

horas, hasta comienzo de la misma.<br />

Venta anticipada de 12 a 17<br />

horas, exclusivamente.<br />

El Bateo de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong> y De<br />

Madrid a París de <strong>Federico</strong> <strong>Chueca</strong><br />

y Joaquín Valverde. Hasta el 20 de<br />

julio de 2008, a las 20:00 horas<br />

(excepto lunes y martes). Miércoles<br />

(día del espectador) y domingos,<br />

a las 18:00 horas.<br />

Dirección Musical: Miguel Roa /<br />

Luis Remartínez. Dirección de<br />

Escena: Andrés Lima. Orquesta de<br />

la Comunidad de Madrid.<br />

Coro del Teatro de La Zarzuela.<br />

TEATRO REAL<br />

Información: 91/ 516 06 60.<br />

Venta Telefónica: 902 24 48 48.<br />

Venta en Internet: teatro-real.com.<br />

Visitas guiadas: 91/ 516 06 96.<br />

IDOMENEO de Wolfgang Amadeus<br />

Mozart. Julio: 17, 18, 19, 20,<br />

21, 23, 24, 25, 26, 27; 20.00 horas.<br />

Director musical: Jesús López<br />

Cobos. Director de escena: Luc<br />

Bondy. Director del coro: Peter<br />

Burian. Solistas: Kurt Streit (Jul. 17,<br />

19, 21, 24, 26) / Kobie van Rensburg<br />

(Jul. 18, 20, 23, 25, 27), Bernarda<br />

Fink (Jul. 17, 19, 21, 24, 26)<br />

/ Joyce DiDonato (Jul. 18, 20, 23,<br />

25, 27), Cinzia Forte (Jul. 17, 19,<br />

21, 24, 26) / María Bayo (Jul. 18,<br />

20, 23, 25, 27), Emma Bell (Jul. 17,<br />

19, 21, 24, 26) / Iano Tamar (Jul.<br />

18, 20, 23, 25, 27), Charles Workman<br />

(Jul. 17, 18, 20, 21, 23, 24, 26,<br />

27) / Francisco Corujo (Jul. 19, 25),<br />

Eduardo Santamaría. Coro y<br />

Orquesta Titular del Teatro Real.<br />

Coro y Orquesta Sinfónica de<br />

Madrid.<br />

SOLISTAS DE LA ORQUESTA<br />

SINFÓNICA DE MADRID.<br />

Julio: 12; 20.00 horas.<br />

Obras de Vicente Martín y Soler y<br />

Wolfgang Amadeus Mozart.<br />

Sala Gayarre del Teatro Real.<br />

15: Luis y Víctor del Valle, pianos.<br />

Mozart, Bizet, Poulenc, Gershwin.<br />

16: Martha Mathéu, soprano; Hussan


Park, piano. Serra, Mompou, Lamote<br />

de Grignon.<br />

SAN LORENZO<br />

DE EL ESCORIAL<br />

III FESTIVAL LÍRICO<br />

WWW.AUDITORIOESCORIAL.ORG<br />

2,3-VII: Orquesta del Siglo XVIII.<br />

Frans Brüggen. Beethoven,<br />

Sinfonías.<br />

4: Manuel Guillén, violín. Santos,<br />

Balada, Del Puerto.<br />

5: Hespèrion XXI. Jordi Savall. De<br />

Oriente a Occidente.<br />

MADAMA BUTTERFLY (Puccini).<br />

Parry. Minghella. Lawrence, Jones,<br />

Jonutytè, Stumbras, 10,12-VII.<br />

11: Orquesta Nacional de la Ópera<br />

de Lituania. Robertas Servenikas.<br />

Dvorák, Chaikovski.<br />

18: Marta Almajano, soprano; José<br />

Miguel Moreno, guitarra. 1808 en la<br />

memoria.<br />

19: Compañía de Danza Aída<br />

Gómez. Permíteme bailarte.<br />

24: Katia y Marielle Labèque, pianos.<br />

Falla, Amargós, Turina.<br />

25: Orquesta de Cámara Mahler.<br />

Daniel Harding. Janine Jansen, violín.<br />

J. JANSEN<br />

Bartók, Chaikovski, Mozart.<br />

EL RETABLO DE MAESE PEDRO<br />

(Falla). Alonso. Policarpo. Fresán,<br />

Cabero, Suárez. 26-VII.<br />

28: Ainhoa Arteta, soprano; Ismael<br />

Jordi, tenor; Rubén Fernández Aguirre,<br />

piano. Turina, Granados, Chapí.<br />

29: Trío Arbós. José Luis Estellés, clarinete.<br />

Takemitsu, Torres, Messiaen.<br />

2-VIII: Teresa Berganza, mezzo;<br />

Cecilia Lavilla, soprano. Orquesta de<br />

Cámara Carlos III. Juan Manuel Alonso.<br />

Bach, Pergolesi.<br />

SAN SEBASTIÁN<br />

QUINCENA MUSICAL DONOSTIARRA<br />

WWW.QUINCENAMUSICAL.COM<br />

CARMEN (Bizet). González. Joël.<br />

Herrera, Giordano, Garmendia, Ódena.<br />

16,18,20-VIII.<br />

25: Sinfónica de Galicia. Víctor Pablo<br />

Pérez. Ainhoa Arteta, soprano. Ginastera,<br />

Piazzolla, Villa-Lobos.<br />

26: Joven Orquesta Gustav Mahler.<br />

Colin Davis. Nikolai Znaider, violín.<br />

Sibelius, Berlioz.<br />

28,29: Orquesta Nacional de España.<br />

Orfeón Donostiarra. Josep Pons.<br />

Brahms, Réquiem alemán. / Messiaen,<br />

Mahler.<br />

30,31: Filarmónica Checa. Manfred<br />

Honeck. Dvorák, Mahler. / Strauss.<br />

SANTANDER<br />

FESTIVAL INTERNACIONAL<br />

WWW.FESTIVALSANTANDER.COM<br />

6,7-VIII: Filarmónica de Dresde.<br />

SEVILLA<br />

TEATRO<br />

DE LA MAESTRANZA<br />

Días 1, 3 y 4 de julio 2008<br />

LA TABERNERA DEL PUERTO<br />

de Pablo Sorozábal<br />

Dirección musical, Miguel Roa<br />

Dirección de escena, Luis Olmos<br />

Principales intérpretes, Carmen<br />

González, José Bros, Juan Jesús<br />

Rodríguez<br />

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla<br />

Coro de la A.A. del Teatro de la<br />

Maestranza<br />

Producción del<br />

Teatro de La Zarzuela<br />

Zarzuela<br />

Patrocina Cajasur<br />

TENERIFE<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE<br />

TENERIFE<br />

www.ost.es<br />

Información: 922239801<br />

Venta telefónica de entradas:<br />

902 317 327<br />

Auditorio de Tenerife (Santa Cruz)<br />

4-VII: J. L. Castillo / Compañía de<br />

Marionetas Per Poc. Mendelssohn:<br />

Sueño de una noche de verano.<br />

Rafael Frühbeck. Final del Concurso<br />

de piano Paloma O’Shea. / Weber,<br />

Strauss, Brahms.<br />

9: Ara Malikian, violín. Bach, Partitas.<br />

MALIKIAN<br />

9,10: La Venexiana. Claudio Cavina.<br />

Monteverdi.<br />

16: Sinfónica de la Radio Finlandesa.<br />

Sakari Oramo. Sibelius, Chaikovski,<br />

Janáccek.<br />

17: Les Arts Florissants. William<br />

Christie. Anne Sophie von Otter,<br />

mezzo. Arias de ópera barroca francesa.<br />

19: Joaquín Achúcarro, piano.<br />

Debussy, Granados, Albéniz.<br />

20,21: Filarmónica de San Petersburgo.<br />

Yuri Temirkanov.<br />

22: Manuel Escalante, piano. Beethoven,<br />

Brahms.<br />

23: Ananda Sukarlan, piano. Beethoven,<br />

Schubert, Liszt.<br />

SAMSON ET DALILA (Saint-Saëns).<br />

Inbal. Znaniecki. Cura, Gertseva,<br />

Rucker, Luperi. 27,29-VIII.<br />

28: Coro y Orquesta del Teatro<br />

Comunale de Bolonia. Eliahu Inbal.<br />

Verdi, Bruckner.<br />

30: Cuarteto de Leipzig. Beethoven,<br />

C. Halffter.<br />

31: Sinfónica del Mayo Musical Flo-<br />

rentino. Zubin Mehta. Wagner, Beethoven.<br />

TORROELLA DE MONTGRÍ<br />

FESTIVAL DE MÚSICAS<br />

WWW.FESTIVALDETORROELLA.COM<br />

18-VII: Acadèmia 1750. Alfredo Bernardini.<br />

Isabel Rey, soprano. Rameau,<br />

Jommelli, Mozart.<br />

I. REY<br />

19: Katia y Marielle Labèque, pianos.<br />

Debussy, Schubert, Ravel.<br />

1-VIII: Dolce & Tempesta. Stefano<br />

Demicheli. Terradellas, Jommelli.<br />

2: La Caravaggia. Merula, Falconieri,<br />

Marini.<br />

8: Coro y Orquesta de Cámara de<br />

Praga. Ondrej Kukal. Beethoven,<br />

Misa solemne.<br />

10: Concerto Köln. Gluck, Toderini,<br />

Kraus.<br />

14: Grupo Enigma. Juan José Olives.<br />

Ohana, Humet.<br />

16,18: Sinfónica Nacional de Ucrania.<br />

Thomas Sanderling. Chaikovski.<br />

/ Brahms, Chaikovski.<br />

20: Renaud Capuçon, violín; Gautier<br />

Capuçon, chelo; Nicholas Angelich,<br />

piano. Brahms.<br />

26: Joaquín Achúcarro, piano. Chopin,<br />

Debussy<br />

ZARAGOZA<br />

AUDITORIO<br />

WWW.AUDITORIOZARAGOZA.COM<br />

3-VII: Orquesta del Teatro Bolshoi.<br />

Yuri Temirkanov. Denis Matsuev,<br />

piano. Chiakovski.<br />

11: Los Mvsicos de sv Alteza. Luis<br />

Antonio González. Marta Almajano,<br />

soprano. Haydn, García Fajer.<br />

19: Orquesta Nacional de Francia.<br />

Kurt Masur. Beethoven.<br />

25: JONDE. Joven Orquesta Nacional<br />

de Cataluña. Josep Pons. Schoenberg,<br />

Gurrelieder.<br />

8-VIII: Orquesta Diván Oriente-<br />

Occidente. Daniel Barenboim.<br />

Haydn, Schoenberg, Brahms.<br />

16: Grupo Enigma. Coro Amici<br />

Musicæ. Ohana, Falla.<br />

23: Sinfónica Toscanini. Lorin Maazel.<br />

Programa por determinar.<br />

29: Filarmónica Checa. Manfred<br />

Honeck. Dvorák.<br />

INTERNACIONAL<br />

AIX-EN-PROVENCE<br />

LX FESTIVAL D’AIX<br />

WWW.FESTIVAL-AIX.COM<br />

SIEGFRIED (Wagner). Rattle.<br />

Braunschweig. Filarmónica de Berlín.<br />

Heppner, Ulrich, White, Duesing.<br />

1,4,7-VII.<br />

GUÍA<br />

PASSION (Dusapin). Ollu. Frigeni.<br />

Ensemble Modern. Hannigan, Nigl.<br />

2,4,6,8-VII.<br />

COSÌ FAN TUTTE (Mozart). Rousset.<br />

Kiarostami. Camerata Salzbourg.<br />

Saloviy, Yuletic, Shimell, Bjarnason.<br />

4,6,8,11,13,15,17,19-VII.<br />

L’INFEDELTÀ DELUSA (Haydn). Rhorer,<br />

Brunel. Cercle Harmonie. Debono,<br />

Kringelborn, Elliott.<br />

5,7,9,11,13,15-VII.<br />

ZAIDE (Mozart). Langrée. Sellars.<br />

Camerata Salzbourg. Lekhina, Panikkar,<br />

Walker, Thomas.<br />

5,7,10,12,14,18-VII.<br />

BELSHAZZAR (Haendel). Jacobs.<br />

Nel. Akademie Alte Musik Berlin.<br />

Tarver, Joshua, Mehta, Davies.<br />

17,19,21,23-VII.<br />

BAYREUTH<br />

BAYREUTHER FESTSPIELE<br />

WWW.BAYREUTHER-FESTSPIELE.DE<br />

PARSIFAL (Wagner). Gatti. Herheim.<br />

Roth, Randes, Youn, Ventris. 25-VII.<br />

3,6,16,28-VIII.<br />

TRISTAN UND ISOLDE (Wagner).<br />

Schneider. Marthaler. Smith, Holl,<br />

Theorin, Rasilainen, Lukas. 26-VII.<br />

5,14,18,26-VIII.<br />

DIE MEISTERSINGER VON NÜRN-<br />

BERG (Wagner). Weigle. K. Wagner.<br />

Hawlata, Korn, Reid, Zaun. 27-VII.<br />

4,7,15,19,27-VIII.<br />

DAS RHEINGOLD (Wagner). Thielemann.<br />

Dorst. Dohmen, Lukas, Bieber,<br />

Bezuyen. 28-VII. 8,20-VIII.<br />

DIE WALKÜRE (Wagner). Thielemann.<br />

Dorst. Dohmen, Wottrich,<br />

Youn, Dugger. 29-VII. 9,21-VIII.<br />

SIEGFRIED (Wagner). Thielemann.<br />

Dorst. Dohmen, Gould, Siegel, Shore.<br />

31-VII. 11,23-VIII.<br />

GÖTTERDÄMMERUNG (Wagner).<br />

Thielemann. Dorst. Gould, Lukas,<br />

THIELEMANN<br />

Dugger, Shore. 2,13,25-VIII.<br />

BERLÍN<br />

FILARMÓNICA DE BERLÍN<br />

WWW.BERLINER-PHILHARMONIKER.DE<br />

29-VIII: Simon Rattle. Brahms, Shostakovich.<br />

DEUTSCHE OPER<br />

WWW.DEUTSCHEOPERBERLIN.DE<br />

PORGY AND BESS (Gershwin).<br />

Waters. Gobbato. Sixaba, Burnett,<br />

Nikosi, Robertson.<br />

4/6,8/13,15/20,22/27,29/31-VII.<br />

1-VIII.<br />

STAATSOPER<br />

WWW.STAATSOPER-BERLIN.ORG<br />

FIDELIO (Beethoven). Barenboim.<br />

Braunschweig. Brachmann, Struck-<br />

149


150<br />

GUÍA<br />

mann, Botha, Meier. 30-VIII.<br />

DRESDE<br />

SEMPEROPER<br />

WWW.SEMPEROPER.DE<br />

RIGOLETTO (Verdi). Luisi. Lehnhoff.<br />

Flórez, Lucic, Damrau, Kang. 3,9-<br />

VII.<br />

FLÓREZ<br />

IL BARBIERE DI SIVIGLIA (Rossini).<br />

Frizza. Asagaroff. Osborn, Papoulkas,<br />

Capitanucci, Rydl. 4-VII. 28,30-VIII.<br />

PENTHESILEA (Schoeck). Albrecht.<br />

Krämer. Vermillion, Butaeva, Atanasov,<br />

Nieminen. 5-VII.<br />

LA GRANDE MAGIA (Trojahn). Darlington.<br />

Lang. Petersen, Trost,<br />

Brohm, Hupach. 6-VII.<br />

DER ROSENKAVALIER (Strauss). Luisa.<br />

Laufenberg. Schwanewilms, Rydl,<br />

Vondung, Ketelsen. 10-VII.<br />

CLEOFIDE (Hasse). De Marchi. Grüber.<br />

Barainsky, Köhler, Rasmussen,<br />

Cordier. 29-VIII.<br />

DIE ZAUBERFLÖTE (Mozart). Zimmer.<br />

Freyer. Büsching, Homrich,<br />

Kaapola, Teuscher. 31-VIII.<br />

FRANCFORT<br />

OPER FRANKFURT<br />

WWW.OPER-FRANKFURT.DE<br />

FIDELIO (Beethoven). Carignani.<br />

Paulhofer. Mayer, Kränzle, König. 2-<br />

VII.<br />

DON GIOVANNI (Mozart). Pérez.<br />

Mussbach. Szabó, Frank, Behle, Kim.<br />

3-VII.<br />

UN BALLO IN MASCHERA (Verdi).<br />

Jones. Guth. Zelenskaia, Antonenko,<br />

Daniel, Baumgartner. 30-VIII.<br />

TOSCA (Puccini). Zhang. Kirchner.<br />

Havemann, Raspagliosi, Sidhom,<br />

Ventre. 31-VIII.<br />

GLYNDEBOURNE<br />

OPERA FESTIVAL<br />

WWW.GLYNDEBOURNE.COM<br />

ALBERT HERRING (Britten). Korsten.<br />

Hall. Clayton, Geyer, Gorton, Opie.<br />

2,7,12,15,19-VII.<br />

L’INCORONAZIONE DI POPPEA<br />

(Britten). Haïm. Carsen. Dumaux, De<br />

Niese, Coote, Mumford. 4-VII.<br />

EVGENI ONEGIN (Chaikovski).<br />

Jurowski. Vick. McLaughlin, Kovaevska,<br />

Jenis, Giordano. 5,8,11-VII.<br />

CARMEN (Bizet). Denève. McVicar.<br />

Cross, Jovanovich, Royal, Bailey.<br />

6,10,13,17,22,25,27,30-VII.<br />

2,6,9,12,15,18,21,28,31-VIII.<br />

HÄNSEL UND GRETEL (Humperdinck).<br />

Ono. Pelly. Holloway, Kucerova,<br />

Kuttler, Preston. 20,23,26,29-<br />

VII. 1,3,5,8,11,14,17,20,23,26,29-<br />

VIII.<br />

LOVE AND OTHER DEMONS<br />

(Eötvös). Jurowski. Purcarete. Mon-<br />

talvo, Brubaker, Gunn, Almgren.<br />

10,13,16,19,22,24,27,30-VIII.<br />

LONDRES<br />

PROMENADE CONCERTS<br />

WWW.BBC.CO.UK/PROMS/2008<br />

18-VII: Sinfónica de la BBC. Jirí<br />

Belohlávek. Messiaen, Beethoven,<br />

Carter, Scriabin.<br />

19: Coro y Orquesta de Conciertos<br />

de la BBC. Vernon Handley. Nigel<br />

Kennedy, violín. Bax, Finzi, Elgar.<br />

20: London Sinfonietta. Martyn Brabbins.<br />

Vaughan Williams, Granger,<br />

Berio.<br />

21: Filarmónica de Radio Francia.<br />

Myung-Whun Chung. Messiaen,<br />

Saint-Saëns.<br />

22: Sinfónica de la Radio de Stuttgart.<br />

Roger Norrington. Jean-Guihen<br />

Queyras, chelo. Rossini, Haydn,<br />

Elgar.<br />

23: Sinfónica de la BBC. Jirí Belohlávek.<br />

Lars Vogt, piano. Mendelssohn,<br />

Brahms.<br />

24: Filarmónica de la BBC. Yan-Pascal<br />

Tortelier. Bax, Rachmaninov,<br />

Vaughan Williams.<br />

25: Orquesta de la BBC Nacional de<br />

Gales. Thierry Fischer. Debussy,<br />

T. FISCHER<br />

Holst, Musorgski.<br />

26: Coro y Sinfónica de la Ciudad de<br />

Birmingham. Thomas Adès. Tomlinson,<br />

Lortie. Adès, Prokofiev, Borodin.<br />

27: Coro y Filarmónica de la BBC.<br />

Ben Foster. Gold, Copland, Holst.<br />

28: Sinfónica de la BBC. David<br />

Robertson. Beethoven, Carter.<br />

29: Orquesta Hallé. Mark Elder. Janine<br />

Jansen, violín. Butterworth, Bruch,<br />

Strauss.<br />

31: Ópera del Festival de Glyndebourne.<br />

Emmanuelle Haïm. Mihai,<br />

Preston, Mumford, Visse. Monteverdi,<br />

Coronación de Popea (semiescenificada).<br />

1-VIII: Real Filarmónica de Liverpool.<br />

Vasili Petrenko. Paul Lewis, piano.<br />

Hesketh, Beethoven, Rachmaninov.<br />

2: Sinfónica de la BBC. Ludovic Morlot.<br />

Stockhausen.<br />

3: Sinfónica Escocesa de la BBC.<br />

Donald Runnicles. Cargill, Botha.<br />

Beethoven, Mahler.<br />

4: Sinfónica Escocesa de la BBC. Stefan<br />

Slyom. Tasmin Little, violín. Bach,<br />

Smyth, Rachmaninov.<br />

5: Filarmónica de Holanda. Yakov<br />

Kreizberg. Julia Fischer, violín. Wagenaar,<br />

Dvorák, Brahms.<br />

6: Sinfónica de la BBC. George Benjamin.<br />

Benjamin, Ravel.<br />

7: Orquesta del Ulster. Kenneth<br />

Montgomery. Smetana, Dvorák.<br />

8: Real Filarmónica. Leonard Slatkin.<br />

Olga Kern, piano. Vaughan Williams.<br />

9: Orquesta de Conciertos de la BBC.<br />

Charles Hazlewood. Gershwin, Yarde,<br />

Bernstein.<br />

10: Sinfónica de la BBC. Edgard<br />

Gardner. Sibelius, Berkeley, Elgar.<br />

11: Filarmónica de la BBC. BBC Singers.<br />

Gianandrea Noseda. Frittoli,<br />

Dvorsky, Ataneli, Henschel. Rachmaninov,<br />

Puccini.<br />

12: Filarmónica de la BBC. Vasili<br />

Sinaiski. Elgar, Vaughan Williams,<br />

Rimski-Korsakov.<br />

13: Orquesta de Gotemburgo. Gustavo<br />

Dudamel. Ravel, Hillborg, Berlioz.<br />

14: Orquesta Diván Oriente-Occidente.<br />

Daniel Barenboim. Haydn,<br />

Schoenberg, Brahms.<br />

15: Coro y Sinfónica de la BBC. Pierre<br />

Boulez. Janácek.<br />

16: Coro y Orquesta Age of Elightenment.<br />

Charles Mackerras. Groves,<br />

Joshua, Mehta, Davies. Haendel,<br />

Belshazzar.<br />

17: City of London Sinfonia. BBC<br />

Singers. Richard Hickox. Bezaly,<br />

Power, Evans, Rose. Mozart, Vaughan<br />

Williams, Osborne.<br />

18: Jordi Savall, viola da gamba; Rolf<br />

Lislevand, tiorba. Ortiz, Marais, Sanz.<br />

J. SAVALL<br />

19: Sinfónica Escocesa de la BBC.<br />

Ilan Volkov. Harvey, Varèse.<br />

20: Sinfónica de Londres. Valeri Gergiev.<br />

Chaikovski, Bella durmiente<br />

(versión de concierto).<br />

21: Sinfónica de la BBC. BBC Singers.<br />

Jirí Belohlávek. Margita, Roocroft,<br />

Plowright. Dvorák, Janácek.<br />

22: Orquesta Gürzenich de Colonia.<br />

Markus Stenz. Stockhausen, Schubert,<br />

Beethoven.<br />

23: Joven Orquesta Nacional de<br />

Gran Bretaña. Antonio Pappano.<br />

Boris Berezovski, piano. Varèse,<br />

Rachmaninov, Copland.<br />

24: English Baroque Soloists. Coro<br />

Monteverdi. John Eliot Gardiner. Padmore,<br />

Harvey, Fuge. Bach, Pasión<br />

según san Juan.<br />

25: Real Filarmónica. Daniele Gatti.<br />

Prokofiev, Chaikovski.<br />

26: Sinfónica de la BBC. Andrew<br />

Davis. Tallis, Vaughan Williams.<br />

27: Orquesta Philharmonia. Peter<br />

Eötvös. Akiko Suwanai, violín.<br />

Debussy, Vaughan Williams, Eötvös.<br />

28,29: Filarmónica de Nueva York.<br />

Lorin Maazel. Jean-Yves Thibaudet.<br />

Stucky, Gershwin, Stravinski. / Ravel,<br />

Bartók, Chaikovski.<br />

30: Filarmónica de Oslo. Jukka-Pekka<br />

Saraste. Nikolai Luganski, piano.<br />

Lindberg, Rachmaninov, Sibelius.<br />

31: Coro y Sinfónica de la BBC. Jirí<br />

Belohlávek. Urmana, Borodina,<br />

Calleja. Verdi, Requiem.<br />

ROYAL OPERA HOUSE COVENT<br />

GARDEN<br />

WWW.ROYALOPERAHOUSE.ORG<br />

ARIADNE AUF NAXOS (Strauss).<br />

Elder. Sinclair. Allen, Keith, Voigt,<br />

Robinson. 1-VII.<br />

LE NOZZE DI FIGARO (Mozart).<br />

Mackerras. McVicar. D’Arcangelo,<br />

Kurzak, Koch, Mattei.<br />

2,5,8,10,12,16,19-VII.<br />

DON CARLO (Verdi). Pappano. Hytner.<br />

Villazón, Poplavskaia, Keenlyside,<br />

Furlanetto. 3-VII.<br />

THE RAKE’S PROGRESS (Stravinski).<br />

Adès. Lepage. Matthews, Castronovo,<br />

Relyea, Wilkinson. 7,9,11,14,18-VII.<br />

LA BOHÈME (Puccini). Badea.<br />

Copley. Aronica, Gallardo-Dômas,<br />

Vassallo, Williams. 13,15,17,19-VII.<br />

LUCERNA<br />

LUCERNA FESTIVAL<br />

WWW.LUCERNEFESTIVAL.CH<br />

13,15,16-VIII: Orquesta del Festival<br />

de Lucerna. Claudio Abbado.<br />

Debussy, Ravel, Berlioz.<br />

14: Orquesta de Cámara Mahler.<br />

Heinz Holliger. Stravinski, Bartók,<br />

Zimmermann.<br />

17: Ensemble InterContemporain.<br />

George Benjamin. Birtwistle, Benjamin,<br />

Messiaen.<br />

19: Les Arts Florissants. William<br />

Christie. Rameau, Charpentier, Lambert.<br />

21: Maurizio Pollini, piano; Alain<br />

Damiens, clarinete. Boulez, Berg,<br />

Stockhausen.<br />

22,23: Orquesta del Festival de<br />

Lucerna. Claudio Abbado. Hélène<br />

Grimaud, piano. Chaikovski, Rachmaninov,<br />

Stravinski.<br />

POLLINI<br />

24: Maurizio Pollini, piano; Barbara<br />

Hanningan, soprano; Alain Damiens,<br />

clarinete. Chopin, Nono.<br />

— Orquesta de Cámara Mahler.<br />

Daniel Harding. Bartók, Ravel, Dvorák.<br />

25,26: Filarmónica de San Petersburgo.<br />

Yuri Temirkanov. Shostakovich,<br />

Stravinski. / Chaikovski, Musorgski,<br />

Rachmaninov.<br />

27: Les Musiciens du Louvre. Marc<br />

Minkowski. Gluck, Rameau.<br />

28: Joven Orquesta Gustav Mahler.<br />

Colin Davis. Nikolai Znaider, violín.<br />

Sibelius.<br />

29: Orquesta de París. Christoph<br />

Eschenbach. Christine Schäfer, soprano.<br />

Mahler.<br />

30,31: Orquesta de Cleveland. Franz<br />

Welser-Möst. Pierre-Laurent Aimard,<br />

piano. Schubert, Benjamin, Dvorák. /<br />

Berg, Mahler.<br />

31: Sinfónica Simón Bolívar. Gustavo<br />

Dudamel. Ravel, Strauss, Musorgski.<br />

MILÁN<br />

TEATRO ALLA SCALA<br />

WWW.TEATROALLASCALA.ORG<br />

LA BOHÈME (Puccini). Dudamel.<br />

Zeffirelli. Valenti, Cavalletti, Remigio,<br />

Capitanucci. 7,9,11,12,14,15,17,<br />

19,21,22,23-VII.<br />

MÚNICH<br />

FILARMÓNICA DE MÚNICH<br />

WWW.MPHIL.DE


6-VII: <strong>Christian</strong> Thielemann. Chaikovski.<br />

16,17,18: Coro Filarmónico. Lothar<br />

Zagrosek. Mozart, Janácek.<br />

OPERN FESTSPIELE<br />

WWW.STAATSOPER.DE<br />

IDOMENEO (Mozart). Nagano. Rose.<br />

Ainsley, Breslik, Banse, Dasch. 1,6-<br />

VII.<br />

NAGANO<br />

LA TRAVIATA (Verdi). Zanetti. Krämer.<br />

Harteros, Grözinger, Jungwirth,<br />

Vargas. 2-VII.<br />

DOKTOR FAUST (Busoni). Netopil.<br />

Brieger. Koch, Humes, Daszak, Very.<br />

3,7-VII.<br />

TRISTAN UND ISOLDE (Wagner).<br />

Nagano. Konwitschny. Treleaven,<br />

Rootering, Meier, Volle. 4-VII.<br />

NORMA (Bellini). Reck. Rose. Todorovich,<br />

Scandiuzzi, Garanca, Gruberova.<br />

5,11-VII.<br />

LUISA MILLER (Verdi). Zanetti.<br />

Gurth. Colombara, Vargas, Maximova,<br />

Martínez. 6,10-VII.<br />

EVGENI ONEGIN (Chaikovski). Nagano.<br />

Warlikowski. Vermillion, Guriakova,<br />

Maximova, Zilio. 9,13-VII.<br />

ARIADNE AUF NAXOS (Strauss).<br />

Nagano. Carsen. Gantner, Sindram,<br />

Fritz, Damrau. 13-VII.<br />

NABUCCO (Verdi). Carignani. Kokkos.<br />

Gavanelli, Antonenko, Prestia,<br />

Guleghina. 14,17-VII.<br />

TAMERLANO (Haendel). Bolton.<br />

Audi. Daniels, Ainsley, Fox, Beaumont.<br />

15,18-VII.<br />

DIE BASSARIDEN (Henze). Albrecht.<br />

Loy. Schukoff, Volle, Polgár, Goldberg.<br />

19-VII.<br />

DER ROSENKAVALIER (Strauss). Schneider.<br />

Schenk. Denoke, Tomlinson,<br />

Schulte, Nold. 20-VII.<br />

ARABELLA (Strauss). Soltesz. Homoki.<br />

Kuhn, Wyn-Rogers, Harteros,<br />

Petersen, Brendel. 23-VII.<br />

WERTHER (Massenet). Marin. Rose.<br />

Beczala, Maltman, Stephinger, Conners.<br />

24,27-VII.<br />

ELEKTRA (Strauss). Baltsa, Schnaut,<br />

Westbroek, Goldberg. 25-VII.<br />

DAS GEHEHE (Rihm) / SALOME<br />

(Strauss). Nagano. Friedkin. Schmid,<br />

Vermillion, Denoke, Held. 26,29-VII.<br />

COSÌ FAN TUTTE (Mozart). Bolton.<br />

Dorn. Gritton, Rice, Müller-Brachmann,<br />

Breslik. 30-VII.<br />

DIE MEISTERSINGERN VON NÜRN-<br />

BERG (Wagner). Schneider. Langhoff.<br />

Brendel, Youn, Robertson, Rieger.<br />

31-VII.<br />

PARÍS<br />

1,3,5,7,9,12-VII: Orquesta Nacional<br />

de Francia. Kurt Masur. Beethoven,<br />

Sinfonías (Teatro de los Campos Elíseos<br />

[www.theatrechampselysees.fr]).<br />

8: Orquesta de Praga. Michele<br />

Mariotti. Rolando Villazón, Juan Diego<br />

Flórez, tenores. Arias y dúos de<br />

ópera. (T. C. E.).<br />

OPÉRA BASTILLE<br />

WWW.OPERA-DE-PARIS.FR<br />

DON CARLO (Verdi). Morris, Secco,<br />

Naef, Bridges. 1,4,6,11-VII.<br />

LOUISE (Charpentier). Davin. Engel.<br />

Isokoski, Henschel, Dotti, Lee.<br />

2,5,8,10,12-VII.<br />

PÉSARO<br />

ROSSINI OPERA FESTIVAL<br />

WWW.ROSSINIOPERAFESTIVAL.IT<br />

ERMIONE (Rossini). R. Abbado. D.<br />

Abbado. Ganassi, Pizzolato, Kunde,<br />

Siragusa. 10,13,16,19,21-VIII.<br />

L’EQUIVOCO STRAVAGANTE (Rossini).<br />

Benedetti Michelangeli. Calcagnini.<br />

Prudenskaia, De Simone, Vinco,<br />

Korchak. 11,14,17,22-VIII.<br />

MAOMETTO II (Rossini). Kuhn.<br />

Hampe. Meli, Rebeka, Barcellona,<br />

Halevy. 12,15,18,20,23-VIII.<br />

SALZBURGO<br />

SALZBURGER FESTSPIELE<br />

WWW.SALZBURGERFESTSPIELE.AT<br />

27,29-VII: Filarmónica de Viena.<br />

Pierre Boulez. Daniel Barenboim,<br />

piano. Ravel, Bartók, Stravinski.<br />

DON GIOVANNI (Mozart). De Billy.<br />

Guth. Maltman, Dasch, Röschmann,<br />

Schrott. 27,31-VII.<br />

3,8,11,16,19,25,29-VIII.<br />

OTELLO (Verdi). Muti. Langridge.<br />

Antonenko, Di Castri, Álvarez, Costello.<br />

1,5,10,17,21,24,27-VIII.<br />

4,7: Filarmónica de Viena. Jonathan<br />

Nott. Bach, Mahler, Ives.<br />

ROMÉO ET JULIETTE (Gounod).<br />

Nézet-Séguin. Sher. Villazón, Petrenko,<br />

Gatell, Murray.<br />

2,6,9,12,15,18,19,22,25-VIII.<br />

A KÉKSZAKÁLLÚ HERCEG VÄRA<br />

(Bartók). Eötvös. Simons. Struckmann,<br />

De Young, Ryan. 6,14,18,23-<br />

VIII.<br />

DIE ZAUBERFLÖTE (Mozart). Muti.<br />

Audi. Selig, Schade, Grundheber,<br />

Werba. 13,20,22,26,28-VIII.<br />

15,16,18: Filarmónica de Viena. Riccardo<br />

Muti. Brahms.<br />

RUSALKA (Dvorák). Welser-Möst.<br />

Morabito. Beczala, Magee, Nylund,<br />

Held. 17,20,23,26,28-VIII.<br />

19: Orquesta de Cleveland. Franz<br />

Welser-Möst. Mitsuko Uchida, piano.<br />

M. UCHIDA<br />

Dvorák, Bartók, Berg.<br />

23,24: Filarmónica de Viena. Mariss<br />

Jansons. Webern, Berlioz, Brahms.<br />

24,25: Orquesta de Cleveland. Franz<br />

Welser-Möst. Kim Kashkashian, viola.<br />

Schubert, Bartók, Strauss. / Mesiaen,<br />

Mahler.<br />

29,30: Filarmónica de Viena. Esa-<br />

Pekka Salonen. Mahler.<br />

31: Filarmónica de Berlín. Simon Rattle.<br />

Wagner, Messiaen<br />

GUÍA<br />

c/ Cartagena 10, 1ºc - 28028 MADRID<br />

Tel. 91.356 76 22 - Fax 91.726 18 64<br />

E-mail: suscripciones@scherzo.es - www.scherzo.es<br />

BOLETÍN<br />

DE SUSCRIPCIÓN<br />

Rellene y envíe este cupón por correo, fax o correo<br />

electrónico. O llámenos por teléfono de 10 a 15h.<br />

También está disponible en nuestra página Web.<br />

Nombre…………………………………....…<br />

……………………………………..…..…..…<br />

Domicilio………………….…………...……<br />

……………………..…………………………<br />

………………………..……............………<br />

CP………Población…………………………<br />

Provincia…………………………..…...……<br />

Teléfono……………………………...………<br />

Fax…………………………………....………<br />

E-mail……………………….………...………<br />

Deseo suscribirme, hasta nuevo aviso, a la revista<br />

SCHERZO por períodos renovables de un año<br />

natural (11 números) comenzando a partir del mes de<br />

………………… nº ……<br />

El importe lo abonaré de la siguiente forma:<br />

Transferencia bancaria a la c/c 2038 1146 95<br />

6000504183 de Caja de Madrid, a nombre de<br />

SCHERZO EDITORIAL, S.L.<br />

Cheque a nombre de SCHERZO EDITORIAL, S.L.<br />

Giro postal.<br />

VISA. Nº: ………………………….…………………<br />

Caducidad … /… /… Firma ……..……..…………<br />

Con cargo a cuenta corriente ………… …………<br />

…… …………………………………<br />

(No utilice este boletín para la renovación, será avisado oportunamente)<br />

Tratamiento automatizado de datos personales.- Los datos recabados formán parte de los<br />

ficheros de la empresa, y son necesarios para la formalización de las suscripciones, su facturación<br />

y seguimiento posterior. Los datos se tratarán y protegerán según la LO. 15 /1999 de 13<br />

de diciembre de Datos de Carácter Personal y el titular de los mismos podrá ejercer los derechos<br />

de acceso, rectificación, cancelación y oposición ante las oficinas de la Sociedad sita en<br />

Madrid, calle Cartagena nº 10 1º C, 28028 Madrid.<br />

El importe de la suscripción será:<br />

España: 65 €<br />

Europa: 100 €. por avión.<br />

Estados Unidos y Canadá: 115 €.<br />

America Central y del Sur: 120 €.<br />

El precio de los números atrasados es de 6,50 €.<br />

151


152<br />

CONTRAPUNTO<br />

En febrero de 1945, mientras los rusos cercaban Berlín, Adolf<br />

Hitler obligó a su segundo arquitecto favorito, Hermann Giesler,<br />

a construir un modelo a escala de Linz, la ciudad donde<br />

se crió, e instalarlo en su búnker. Una de sus fotografías postreras<br />

le muestra sentado junto a una mesa baja, estudiando el<br />

puente Nibelungen, que había levantado por encima del Danubio<br />

como un preludio a edificaciones más grandiosas. En su testamento<br />

Hitler legó a Linz su colección particular de arte, pues en su fantasía<br />

la ciudad estaba destinada a ser la capital cultural de Europa.<br />

El año que viene se cumplirá ese sueño. Debido a una argucia<br />

caprichosa de Bruselas o a un triple by-pass irónico después de un<br />

almuerzo bien regado, Linz fue elegida para suceder a Liverpool<br />

como el centro artístico de Europa en 2009. Es una decisión que va<br />

mucho más allá que la sátira o la razón, pues si existen motivos<br />

culturales para celebrar a Linz —y los hay—, algún asalariado de la<br />

Unión Europea debía haberse dado cuenta de que el año 2009 es<br />

el 70 aniversario de la guerra de Hitler y el 120 de su nacimiento.<br />

Ningún año con el número nueve es bueno para hablar del genio<br />

de Linz a pesar del mucho tiempo que ha pasado.<br />

En la misma Linz no hay forma de escaparse de la palabra que<br />

empieza con H. El puente Nibelungen todavía se extiende sobre el<br />

río y es imposible no ver el balcón del ayuntamiento donde el Führer,<br />

en marzo de 1938, lanzó a las masas su primera soflama nada<br />

más entrar en Austria. Aún llaman Hitlerbauten a las casas de pacotilla<br />

que construyó para los obreros industriales durante el boom<br />

económico nazi. Aunque nació en Braunau, una aldea cercana,<br />

Linz es la ciudad de Hitler al igual que Salzburgo es la de Mozart y<br />

Stratford la de Shakespeare.<br />

Desde que se la ha nombrado Capital Cultural, he tenido curiosidad<br />

en ver cómo iba a comportarse Linz frente a este reto, tanto<br />

más porque la cultura, para Hitler, era contigua a la política y la<br />

raza. Para que Linz sea capaz de escaparse de ese estigma, tendría<br />

que deconstruir y redefinir el sentido de la cultura en una sociedad<br />

heterogénea —pero ¿cómo podría hacerlo?<br />

La semana pasada me enteré. El primer acontecimiento de Linz<br />

2009 será una exposición titulada Linz: la Capital Cultural del Führer<br />

que mostrará los planos y el arte que proyectó colgar en el<br />

museo más grande de Europa. El espectáculo Hitler, que se inaugura<br />

en septiembre y durará ocho meses, subrayará la sofocante<br />

mediocridad del arte del Tercer Reich, un proceso aumentado por<br />

una colección comparativa de esculturas de cuatro austríacos de la<br />

década de los 1930: Barlack, Kasper, Thorak y Wotruba.<br />

“La única manera de tratar a Hitler es ser totalmente honesto”,<br />

ha dicho el director artístico de Linz 2009, Martin Heller, y sus palabras<br />

sonaban como si se hubiera hecho esa misma pregunta<br />

muchas veces antes. Heller, un suizo posmoderno, se fijó nada más<br />

llegar en que no había ningún transporte publico entre Linz y el<br />

cercano campo de concentración de Mauthausen. “Vamos a incluir<br />

el campo en el programa cultural y poner un servicio regular de<br />

transporte entre los dos lugares”, prometió. “El alcalde me apoya.<br />

No hay nada de lo que no podamos hablar”. Una red abandonada<br />

de túneles debajo de la ciudad, escondites y sótanos para almacenamiento<br />

usados durante la guerra, aparecerá en el centro del programa<br />

como una metáfora de la memoria silenciada.<br />

Sin embargo, poner al descubierto el pasado no es suficiente.<br />

Heller, que dirigió el museo de diseño y la Expo de Suiza de 2002,<br />

trae a Linz 2009 el léxico de la ironía posmoderna y el lenguaje del<br />

pop art. Su lema publicitario es un huevo frito junto a una coma puesta<br />

al revés. No pidamos que tenga sentido porque no lo tiene. Heller<br />

propone fragmentar la percepción de la cultura hasta que pierda cualquier<br />

dimensión política. “En un momento pensé: No vamos ni<br />

siquiera a llamarla la Ciudad de la Cultura”, me comentaba. “Simple-<br />

UN PROBLEMA LLAMADO HITLER<br />

mente vamos a decir que queremos ser interesantes. No somos ni<br />

Salzburgo ni Viena. Linz va a ser diferente. Tiene que serlo”.<br />

Una prueba clave de esa postura iconoclasta será Anton Bruckner,<br />

el monumental compositor que nació en la cercana aldea de<br />

Ansfelden y está enterrado en la cripta del monasterio de San Florian,<br />

que Hitler quiso convertir en el “Bayreuth de Bruckner”. Tras su<br />

amor por Wagner estaba su adoración por Bruckner, cuya música<br />

sonaba por la radio en todas las solemnidades nazis. Salzburgo,<br />

durante el año Mozart 2006, escenificó sus óperas completas. Linz,<br />

en lugar de interpretar las once sinfonías y las varias misas, ha encargado<br />

una sinopsis sintética —todo Bruckner en una hora—, o los<br />

“grandes éxitos de Bruckner”. El objetivo es tanto un tributo lacónico<br />

como un comentario irónico. Al reducir la música de Bruckner a una<br />

hora, adquirirá una inmediatez contemporánea o causará la sonrisa<br />

del público. Todo es cuestión de contexto. En lugar de imitar la<br />

muestra de Liverpool que expuso hasta la saciedad a Klimt, Linz está<br />

haciendo incursiones en los museos austriacos para montar una<br />

exposición ad hoc que posiblemente coloque un piadoso grabado<br />

en madera junto a un desnudo de Paul Klee como continuidad de la<br />

cultura que ignora las épocas pasajeras de la fe y la ideología.<br />

Heller sabe que esto no va a rehabilitar a Linz. Transformada<br />

por Hitler desde una pequeña ciudad agraria en un centro de la<br />

industria pesada, Linz sigue siendo una ciudad primordialmente<br />

obrera que es cada vez más multicultural, y con una importante<br />

minoría islámica. En lugar de imponer una noción monolítica de la<br />

cultura, Heller y sus conservadores han pedido contribuciones del<br />

público. Y han recibido más de mil setecientas ideas, muchas de<br />

las cuales se han incorporado al programa —visitas para ver órganos,<br />

nuevos trayectos de autobuses, arte en los tejados. Hay nuevos<br />

edificios públicos que es obligatorio ver como el nuevo centro<br />

para Ars Electronica —el líder mundial en tecno-arte— y un teatro<br />

de la ópera diseñado por el arquitecto londinense Terry Pawson. El<br />

objetivo fundamental de Linz 2009 es huir de los corsés de la cultura<br />

oficial y abrir espacio a nuevas posibilidades creativas.<br />

El lanzamiento la semana pasada del programa provocó un ligero<br />

desconcierto local, pero yo lo encontré estimulante —una reapreciación<br />

positiva de la identidad cultural después de las recientes poses<br />

banales de Liverpool, Luxemburgo, Cork y Lille. La etiqueta Ciudad<br />

de la Cultura se ha convertido a menudo en un pretexto para una<br />

presuntuosidad provinciana, una celebración de los clichés. Linz, por<br />

necesidad, ha optado por un acercamiento festivo e incluyente, muy<br />

distinto a las expectaciones formales que a menudo convierten los<br />

festivales culturales en espectáculos egoístas cuajados de grandes<br />

nombres. Linz ha hecho una reflexión minuciosa y dolorosa de lo<br />

que es, esa clase de reflexión que todas las ciudades deben hacer<br />

antes de atreverse a montar un festival de la cultura.<br />

Pekín y Londres tienen la rara oportunidad de diseminar una<br />

conciencia cultural como anfitriones de los Juegos Olímpicos este<br />

año y en 2012. No puedo hablar por China, pero en Gran Bretaña<br />

hasta ahora lo que hemos visto en cuanto a proyectos culturales es<br />

una manada de ideólogos del New Labour asegurándose de que las<br />

artes dieran el mensaje políticamente acertado —esa clase de propaganda<br />

promovida por el estado que Linz conoce de sobra. Lo que<br />

Londres necesita en 2012 —y lo que ahora tiene la oportunidad de<br />

recibir del nuevo alcalde— es una expresión de creatividad que<br />

pase por alto las exigencias políticas e indague en el alma de la ciudad.<br />

No es demasiado para que el alcalde Boris Johnson retire 2012<br />

de las manos de los padrinos. La lección de Linz es que el arte puede<br />

cambiar la imagen de una ciudad. Para bien y para todos.<br />

Norman Lebrecht


Novedad:<br />

MUSICALIA SCHERZO<br />

POR QUÉ BEETHOVEN TIRÓ EL ESTOFADO<br />

Y muchas más historias acerca de las vidas de grandes compositores<br />

Steven Isserlis<br />

Títulos anteriormente publicados en esta colección:<br />

Un apasionante recorrido por la vida y la obra de seis compositores<br />

geniales, Bach, Mozart, Beethoven, Schumann, Brahms y Stravinsky, por los<br />

cuales el gran violonchelista siente una especial admiración. Con un tono<br />

humorístico y en apariencia despreocupado, Isserlis nos introduce en el mundo mágico<br />

y fascinante de seis autores que, cada uno en su época, dieron un giro a la historia<br />

de la música clásica y la hicieron llegar a millones de personas.<br />

GUSTAV MAHLER<br />

José Luis Pérez de Arteaga<br />

Acompañándola de una extensísima<br />

discografía, Pérez de<br />

Arteaga ha escrito una rigurosa y<br />

erudita biografía.<br />

EL VELO DEL ORDEN<br />

Conversaciones con Martin<br />

Meyer.<br />

Alfred Brendel<br />

Un libro revelador para los que<br />

les interese entrar en los aspectos<br />

técnicos y emocionales de la interpretación<br />

musical.<br />

J. S. BACH<br />

Una estructura del dolor.<br />

Josep Soler<br />

Una reflexión sobre el sentido<br />

último de la obra del genial compositor<br />

alemán. Un acercamiento<br />

musical, existencial y metafísico.<br />

BACH. LA CANTATA DEL<br />

CAFÉ. La seducción de lo<br />

prohibido.<br />

Domingo del Campo<br />

Domingo del Campo, experto<br />

en el mundo bachiano, nos transmite<br />

en este libro una imagen rica<br />

y plural de la obra de Bach.<br />

EL FUROR DEL PRETE ROSSO<br />

La música instrumental de<br />

Antonio Vivaldi.<br />

Pablo Queipo de Llano<br />

Un estudio de la obra instrumental<br />

de Vivaldi, la parcela más<br />

revolucionaria y emblemática de<br />

su producción.<br />

CANCIONES DE VIAJE CON<br />

QUINTAS BOHEMIAS<br />

Noticias biográficas.<br />

Hans Werner Henze<br />

Un apasionado y fascinante<br />

recorrido en el tiempo, con episodios<br />

de su vida y claves de gran<br />

parte de su producción artística.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!