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El eje de estas operaciones tendería a provocar el borramiento del carácter social de lasdiferencias que encubren con una concepción de la cultura más cercana a la noción de folklore que ala de formas o modos de producción cultural atravesadas por relaciones de poder asimétricas. Lo queestá en juego es el análisis de la forma en que desde estas posiciones se considera la experiencia y laidentidad de los individuos en el espacio escolar.Desde las Pedagogías críticas se propone pensar el espacio escolar, el trabajo en el aula y laeducación en general desde una ‘política de la diferencia’ (Giroux, 1994), que no renuncie a losprincipios universales de igualdad y justicia dejando que las múltiples identidades se pongan enescena en la escuela.Además desde posiciones teóricas posmodernistas han realizado algunas críticas a laeducación que han servido en las últimas décadas del siglo XX como telón de fondo para el desarrollode enfoques teóricos que, basados en el análisis del discurso social y en el relativismo cultural, hanintentado ocupar el lugar de una nueva visión sobre la educación, y han hegemonizado la formaciónde sentidos en el discurso de las políticas del estado neoliberal de América Latina, disimulando suesencia tecnocrática en un lenguaje aggiornado y en el ataque a las prácticas educativas basadas en lateoría educativa tradicional.Las pedagogías críticas han denunciado la intención de este enfoque, que detrás del discursoen el que se promueve el respeto por la diversidad cultural y el multiculturalismo de las sociedadeslatinoamericanas, llevan el análisis de la diferencia y del conflicto en la escuela al terreno delrelativismo cultural. Para Giroux el discurso educativo “Posmoderno” busca convertir el aula en un“texto que se ha de leer *…+ suspendida en una red de significantes textuales que únicamente setienen que descodificar” (Giroux, 1996: 186). En tanto que en el tratamiento de los comportamientosde resistencia busca sustituir “La contestación con la diferencia y reemplazando el conflicto con elpluralismo” (op. cit.: 186).Este enfoque de la educación busca romper con miradas totalizadoras y globalizantes de larealidad, de los sujetos, los procesos y proyectos, negando la existencia de la lucha de clases yponiendo énfasis en la heterogeneidad de los intereses sociales que interpelan a las instituciones.Como consecuencia se reduce cualquier clase de conflicto, político, social, cultural, etc., a conflictosentre actores en el orden de las instituciones.El constructo central de la teoría educativa posmoderna es el ‘discurso’, la realidad y lasacciones de los sujetos se reducen a los significantes de los discursos. Como consecuencia subyace- 38 -