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suntuario, y la puesta en escena de lo étnico en los mass media comprenden necesariamente suestetización.“Esta estetización instala en primer lugar lo diferente en el registro de lo exótico; laexotización de la diferencia (operación harto conocida por la antropología clásica) al subrayarlos rasgos diferenciales crea una separación, condensada en la distancia espacial, cultural y/oracial: el ‘otro’ (junto con sus cosas y costumbres) es un extraño distante, misterioso, quequiere ser observado; esta exotización, al tiempo que coquetea con la fascinación por lodesconocido, borra la dimensión de ‘lo real’ en el otro (la dimensión del antagonismopotencial; cf. Zizek, 1998)” (Rodríguez de Anca, 2004: 174-175).Fetichización de las diferencias y estetización de las diferencias son las operacionespredominantes en el contexto general del tratamiento de las diferencias, mientras que en el espacioeducativo es la eticización de las diferencias la que prevalece según Rodríguez de Anca (2004). Poresta operación la diferencia se convierte en un valor en si mismo que sostiene con carácter deimperativo ético el ‘respeto de las diferencias’.Estas operaciones no son mutuamente excluyentes, las formas en que se materializan en losprocesos sociales dan cuenta de su articulación en un mismo movimiento, en relación a una lógicamercantil que extiende al campo cultural la búsqueda de beneficios económicos.En el campo escolar la fetichización/estetización de lo cultural es seguida por la construcciónde un sentido sobre las diferencias que no incluye como constitutivos los valores universales deigualdad y libertad, y que deshistoriza y despolitiza lo que es producto de la praxis de mujeres yhombres.La diferencia se convierte en un valor en si mismo que se impone como imperativo ético parala acción en la escuela. Toda posibilidad de cambio en relación al tratamiento de la diversidad tomacomo base la tolerancia y el respeto y tiene en el individuo su límite, es él quien debe cambiar de‘actitud’ ante el ‘otro’.“Se construye así un dispositivo tendiente a la modificación de las actitudes de losindividuos, que sobre la base de un mandato ético, articula una dimensión estética (lacelebración acrítica de las diferencias, en su versión estetizante) y una dimensión cognoscitiva(conocer al ‘otro’, que se ofrece como objeto de nuestra curiosidad y ‘voluntad de saber’)- 44 -