12.07.2015 Views

Descargar el documento en formato pdf. - Fundación ProYungas

Descargar el documento en formato pdf. - Fundación ProYungas

Descargar el documento en formato pdf. - Fundación ProYungas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁNFACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRASCIENCIAS DE LA EDUCACIÓNUna aproximación a la Educación InterculturalBilingüe desde un <strong>en</strong>foque pedagógico político…desde un <strong>en</strong>foque Pedagógico Político <strong>en</strong> laEscu<strong>el</strong>a “Indios Mataco Wichí”, Gral. Mosconi.Directora de tesis: Prof. María Eug<strong>en</strong>ia BarrosTesista: Diego Alberto SierraAño 20080


IntroducciónEn este estudio se aborda <strong>el</strong> análisis y la compr<strong>en</strong>sión de la Educación Intercultural Bilingüe(EIB). El amplio campo de la EIB y la amplitud de los <strong>en</strong>foques que compr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> los abordajes actualesde este serán desarrollados y puestos <strong>en</strong> cuestión desde <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque <strong>en</strong> que nos basaremos, <strong>el</strong>pedagógico-político.Para abordar esta mirada al campo de EIB nos posicionaremos desde las Pedagogías Críticas,teoría pedagógica <strong>en</strong> la que <strong>en</strong>contramos los supuestos conceptuales necesarios para empr<strong>en</strong>der <strong>el</strong>cuestionami<strong>en</strong>to que hemos <strong>en</strong>unciado pero también para abordar la realidad misma <strong>en</strong> que consist<strong>el</strong>a EIB.Nuestro propósito <strong>en</strong> esta investigación es focalizar nuestro interés <strong>en</strong> la id<strong>en</strong>tificación ycompr<strong>en</strong>sión de las concepciones de EIB de los actores de la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi. Paraesta labor se parte de una profunda indagación teórica, pues valoramos la indisociabilidad de la teoríay <strong>el</strong> contexto concreto <strong>en</strong> <strong>el</strong> que los actores construy<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tidos, supuestos y significados.El lugar de la teoría es <strong>en</strong>tonces de un valor c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> nuestra concepción de la investigaciónci<strong>en</strong>tífica pues atraviesa todo <strong>el</strong> proceso de la misma, desde la formulación d<strong>el</strong> problema de lainvestigación, la <strong>el</strong>aboración de los objetivos y la <strong>el</strong>ección d<strong>el</strong> marco metodológico que se creeadecuado a los aspectos preced<strong>en</strong>tes. Sin embargo esto no quiere decir, como ya se ad<strong>el</strong>antó, quetodos estos aspectos surjan de una abstracción que nada ti<strong>en</strong>e que ver con <strong>el</strong> contexto concreto <strong>en</strong> <strong>el</strong>que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran si<strong>en</strong>do los actores, <strong>en</strong> <strong>el</strong> que <strong>el</strong>aboran s<strong>en</strong>tidos sobre la realidad.El investigador como actor también inserto <strong>en</strong> un contexto concreto que es socio-histórico ycultural (y académico), <strong>el</strong>abora s<strong>en</strong>tidos sobre la realidad que investigará. No obstante existe unaradical difer<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> tanto los actores ocupamos posiciones sociales e imaginarios culturales que searticulan a los contextos <strong>en</strong> los que viabilizamos nuestras exist<strong>en</strong>cias, <strong>en</strong> tales contextos nosconstruimos como id<strong>en</strong>tidad social <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación y oposición a otros actores con los que compartimos ono determinados contextos.Incluso si p<strong>en</strong>samos <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo ci<strong>en</strong>tífico, profesional o estudiantil (investigadores neófitos)hacia su interior <strong>el</strong>aboramos y portamos id<strong>en</strong>tidades r<strong>el</strong>acionadas y opuestas con otros, “colegas” conqui<strong>en</strong>es coincidimos o discordamos, es decir nos ubicamos <strong>en</strong> posiciones teóricas, que no son soloeso, teóricas, también son sociales y políticas.El plus de valor que nos aporta esta posición <strong>en</strong> la investigación ci<strong>en</strong>tífica (y <strong>en</strong> la vida) es <strong>el</strong>que debe ponerse <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> tanto opción <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo y con <strong>el</strong> mundo. Lo que se quiere- 1 -


expresar es que como hombre y como investigador (neófito), la posición sociopolítica que se articulaa una posición teórica han g<strong>en</strong>erado <strong>el</strong> marco de refer<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> que se ha extraído un tema deinvestigación, unas preguntas sobre ese tema, unos objetivos como formulaciones ori<strong>en</strong>tadoras de lainvestigación y un “camino “ para logar tales objetivos, pero ante todo se han <strong>el</strong>egido los actores conqui<strong>en</strong>es trabajar, los hombres y mujeres de qui<strong>en</strong>es se quiere apr<strong>en</strong>der su visión d<strong>el</strong> mundo, y unrecorte de tal visión, este si d<strong>el</strong>imitado previam<strong>en</strong>te por conceptos, ideas, y formulaciones teóricas.Como se señala más arriba abordamos la EIB desde las Pedagogías Críticas pues nos brindan<strong>el</strong> ars<strong>en</strong>al teórico con que compr<strong>en</strong>der cómo operan los aspectos pedagógicos-políticos <strong>en</strong> laeducación. Los aportes de los repres<strong>en</strong>tantes de esta teoría educativa son de una diversidadsignificativa pero <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito Norteamericano autores como H<strong>en</strong>ry Giroux y Peter McLar<strong>en</strong> hanabordado <strong>el</strong> impacto d<strong>el</strong> multiculturalismo <strong>en</strong> las políticas educativas y <strong>en</strong> la vida de las escu<strong>el</strong>as deEEUU principalm<strong>en</strong>te.Para construir un marco de compr<strong>en</strong>sión de la escu<strong>el</strong>a este estudio recorre la <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong>mod<strong>el</strong>o teórico propuesto por las Pedagogías Críticas parti<strong>en</strong>do desde <strong>el</strong> análisis propuesto por <strong>el</strong>estructuralismo Francés y las Teorías Reproductivistas. La escu<strong>el</strong>a y <strong>el</strong> currículum son temasprofundam<strong>en</strong>te desarrollados <strong>en</strong> los estudios de las Pedagogías Críticas, de <strong>el</strong>los nos valemos paraacercarnos críticam<strong>en</strong>te al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la escolarización.La instalación d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o político y económico de la nueva derecha norteamericana desdecomi<strong>en</strong>zos de la década de 1980 ha suscitado la <strong>el</strong>aboración de nuevas categorías de análisis de laeducación. El f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o d<strong>el</strong> impacto de este mod<strong>el</strong>o <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de un nuevo territoriodiscursivo de inclusiones/exclusiones, pero también la profundización real de la desigualdad social haconc<strong>en</strong>trado la at<strong>en</strong>ción de los teóricos críticos de la educación, g<strong>en</strong>erando a su vez una ag<strong>en</strong>dapedagógica <strong>en</strong> Latinoamérica. Los desarrollos teóricos de las Pedagogías Críticas <strong>en</strong>trañan una luchahacia <strong>el</strong> interior de las ci<strong>en</strong>cias de la educación <strong>en</strong> contra de dos fr<strong>en</strong>tes, por una parte contra lairrupción de un discurso educativo articulado con <strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to posmoderno que ti<strong>en</strong>e un fuerteefecto <strong>en</strong> la despolitización de lo social y <strong>en</strong> <strong>el</strong> retorno al pragmatismo pedagógico y los desarrollostecnocráticos que g<strong>en</strong>eraron las reformas educativas de los años ’90, bastión de la hegemonía de estediscurso educativo. Por otra parte las Pedagogías Críticas debieron <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar las limitaciones de losrefer<strong>en</strong>tes teóricos que le sirvieron como base para la interpretación y transformación de la escu<strong>el</strong>a yla educación pero que no cubrían las demandas que los procesos sociales le anteponían al trabajoint<strong>el</strong>ectual.- 2 -


El capítulo que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra a continuación de aqu<strong>el</strong> <strong>en</strong> que se desarrolla la opción teóricapara la compr<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> objeto de estudio de esta tesis conti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> recorrido histórico por laspolíticas culturales y educativas de los Estados Latinoamericanos y especialm<strong>en</strong>te de Arg<strong>en</strong>tina. Endicho capítulo se int<strong>en</strong>ta un análisis <strong>en</strong> base a los aportes teóricos de las Pedagogías Críticas,principalm<strong>en</strong>te sust<strong>en</strong>tando esta tarea <strong>en</strong> los nuevos refer<strong>en</strong>tes teóricos de dicha teoría educativa.El recorrido histórico por las políticas estatales culturales y de educación <strong>en</strong>foca <strong>en</strong> laasignación de posiciones sociales d<strong>el</strong> sujeto indíg<strong>en</strong>a. El abordaje de este recorrido se realiza a travésde la interpretación de los rasgos históricos de lo que se d<strong>en</strong>ominan contextos de reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong>a difer<strong>en</strong>cia. En este s<strong>en</strong>tido se constatan los avatares que ha sufrido la definición d<strong>el</strong> estatus socialde los pueblos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con la nación.El punto de llegada de este recorrido son los cambios ocurridos <strong>en</strong> <strong>el</strong> último dec<strong>en</strong>io d<strong>el</strong> siglopasado, principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo referido al reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de los pueblos indíg<strong>en</strong>as, y ala ideología que impregna este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o <strong>el</strong> multiculturalismo. Se int<strong>en</strong>ta reconocer como sepres<strong>en</strong>ta dicha ideología <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo de las transformaciones ocurridas <strong>en</strong>torno a la pres<strong>en</strong>cia de lospueblos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> los contextos nacionales.C<strong>en</strong>tral importancia ti<strong>en</strong>e la tarea de interpretación de las reformas educativas de los ’90como usinas de un discurso educativo <strong>en</strong> <strong>el</strong> que se instaló <strong>el</strong> tema de la diversidad cultural. Losprogramas de EIB y las políticas educativas dirigidas al sujeto indíg<strong>en</strong>a son <strong>el</strong> eje de nuestrapres<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> este punto.Asimismo y con especial énfasis se int<strong>en</strong>ta <strong>en</strong>sayar un recorrido por <strong>el</strong> desarrollo y laconstrucción histórica de lo que d<strong>en</strong>ominamos id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te, <strong>el</strong> propósito de dichoapartado es buscar las continuidades y rupturas <strong>en</strong> la construcción d<strong>el</strong> “oficio doc<strong>en</strong>te”, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>docomo t<strong>el</strong>ón de fondo las demandas de los contextos de difer<strong>en</strong>cia a dicho oficio. Se busca estableceruna posible articulación <strong>en</strong>tre la productividad d<strong>el</strong> multiculturalismo y la <strong>el</strong>aboración de un “s<strong>en</strong>tidocomún” sobre <strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te que estaría limitando las posibilidades de acción de los actores ant<strong>el</strong>o que constituye un inédito viable, la EIB.Completa este capítulo la interpretación de las transformaciones operadas por los intereses ymotivaciones sociales y culturales <strong>en</strong> las posiciones ocupadas por los pueblos indíg<strong>en</strong>as. Dichoapartado busca establecer las interacciones <strong>en</strong>tre los cambios globales y <strong>el</strong> desarrollo de la conci<strong>en</strong>ciade una ciudadanía cultural que cada vez con mayor fuerza reclama <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to a tal derecho.Desde <strong>el</strong> Indig<strong>en</strong>ismo hasta <strong>el</strong> Indianismo <strong>el</strong> apartado int<strong>en</strong>ta interpretar la capacidad de los pueblosindíg<strong>en</strong>as para presionar a los Estados. El desarrollo de este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o tal como se desarrolla <strong>en</strong>- 4 -


nuestro país nos lleva a marcar las pronunciadas difer<strong>en</strong>cias respecto a otros países con importantepres<strong>en</strong>cia de población indíg<strong>en</strong>a.En <strong>el</strong> cuarto capítulo de esta tesis se aborda la escolaridad y se interpreta a partir de unrecorrido histórico por su desarrollo más reci<strong>en</strong>te las posibilidades para la construcción de lainterculturalidad. La escolarización es la cuestión c<strong>en</strong>tral de este capítulo, <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con estef<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o se desarrollan los procesos de institucionalización de la escolaridad, la destrucción de otrasformas educativas que inicia <strong>el</strong> camino de la homog<strong>en</strong>eización y las políticas de l<strong>en</strong>guaje d<strong>el</strong> EstadoArg<strong>en</strong>tino.A continuación se incluy<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> cuarto capítulo <strong>el</strong> análisis de las características queadquier<strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as de o para población indíg<strong>en</strong>a, nos basamos <strong>en</strong> estudios realizados <strong>en</strong> otrospaíses de Latinoamérica y <strong>en</strong> algunas experi<strong>en</strong>cias que se vi<strong>en</strong><strong>en</strong> realizando <strong>en</strong> nuestro país,especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las provincias de Salta, Chaco, Formosa y Neuquén. Especial énfasis se pone <strong>en</strong> laconstrucción de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a y se introduce lafigura d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe como maestro indíg<strong>en</strong>a poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cuestión la asignación de dichoestatus. Finalm<strong>en</strong>te se aborda la problemática d<strong>el</strong> currículum para la EIB.El quinto capítulo aporta precisiones sobre la opción metodológica con que se abordó esteestudio. En este se desarrolla la posición epistemológica que impregna la metodología y <strong>el</strong> proceso deinvestigación llevado a cabo.El capítulo sigui<strong>en</strong>te constituye un acercami<strong>en</strong>to al desarrollo de las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre losgrupos indíg<strong>en</strong>as chaqu<strong>en</strong>ses (especialm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> pueblo wichí) y la sociedad nacional. Se prestaat<strong>en</strong>ción a las modalidades de incorporación d<strong>el</strong> “indio” a la estructura económica de la región<strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do que esta constituye una indagación de importante significación para interpretar laasignación de posiciones sociales <strong>en</strong> las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran implicados los pueblos indíg<strong>en</strong>as, a la vezque nos permite id<strong>en</strong>tificar algunos aspectos que sirv<strong>en</strong> para interpretar las demandas actuales de lacomunidad wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi y las respuestas de la sociedad local, regional y provincial.En <strong>el</strong> séptimo capítulo se pres<strong>en</strong>tan los resultados de nuestra investigación. El análisis y lainterpretación de los datos recogidos <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo se articulan con la compr<strong>en</strong>sión de la informacióndesde <strong>el</strong> marco teórico desarrollado.Es preciso decir que los datos recogidos <strong>en</strong> <strong>el</strong> trabajo de campo realizado <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichíde G<strong>en</strong>eral Mosconi y los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a dicha institución constituy<strong>en</strong> una focalizaciónd<strong>el</strong> trabajo de investigación realizado por <strong>el</strong> autor de esta tesis durante los años 2005 y 2006 <strong>en</strong> lasprovincias de Jujuy y de Salta. Durante dichos años supervisado por la antropóloga Matilde García- 5 -


Moritan <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong> Proyecto Alto Bermejo (PAB) gestionado por la Fundación Proyungas serealizó un amplio diagnóstico sociocultural de comunidades indíg<strong>en</strong>as ubicadas d<strong>en</strong>tro y <strong>en</strong> losalrededores de lo que se conoce como Reserva de la Biósfera.Este proceso de investigación más amplio necesariam<strong>en</strong>te aparece <strong>en</strong> la definición de laproblemática a estudiar, <strong>en</strong> la interpretación de la información realizada <strong>en</strong> este estudio y <strong>en</strong> lapropuesta de nuevas líneas de investigación realizadas <strong>en</strong> nuestra conclusión. Dicho de otro modo lasreflexiones d<strong>el</strong> autor <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de dos años de trabajo de campo sobre la situación de lascomunidades indíg<strong>en</strong>as que habitan la zona definida, la interacción con los actores reales de losprocesos indagados, la reflexión sobre la palabra y la narración de distintas historias que constituy<strong>en</strong>,juntas, trayectorias colectivas que caracterizan las posiciones sociales ocupadas por los sujetos fueronori<strong>en</strong>tando intereses y motivaciones de qui<strong>en</strong> habla <strong>en</strong> <strong>el</strong> texto que a continuación se pres<strong>en</strong>ta.Sin embargo esta ori<strong>en</strong>tación de lo empírico no invalida la importancia de la teoría <strong>en</strong> nuestrainvestigación, y <strong>en</strong> esto reside nuestro interés por superar los estudios descriptivos para empr<strong>en</strong>derla compr<strong>en</strong>sión de la realidad. La teoría es <strong>el</strong> ars<strong>en</strong>al de conceptos que nos permite hacer int<strong>el</strong>igibl<strong>el</strong>o evid<strong>en</strong>te, la que hace que lo obvio sea puesto <strong>en</strong> <strong>en</strong>tredicho, sea cuestionado. La interpretación ycompr<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> objeto de estudio de esta investigación es finalm<strong>en</strong>te un mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> procesodialéctico hacia la transformación de la realidad, mom<strong>en</strong>to necesario pero no sufici<strong>en</strong>te. Es nuestroaporte.- 6 -


CAPÍTULO II.1. Planteami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> problemaLa cuestión de la emerg<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a de id<strong>en</strong>tidades sociales lat<strong>en</strong>tes, id<strong>en</strong>tidades quesiempre han estado allí <strong>en</strong> los márg<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> discurso educativo, pero que hoy irrump<strong>en</strong>, comi<strong>en</strong>zan ahacer ruido, poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong> una situación crítica tanto a la pedagogía como al espacio educativo, abreuna perspectiva a nuevas formas de ciudadanía, de lucha y de r<strong>el</strong>aciones de fuerza <strong>en</strong> la construcciónde la hegemonía de los grupos subalternos.Se reconoce la especificidad d<strong>el</strong> campo escolar o educativo y de las problemáticas educativaspero no se pret<strong>en</strong>de abordarlos de forma aislada d<strong>el</strong> campo social ni d<strong>el</strong> campo cultural. Laespecificidad d<strong>el</strong> campo escolar implica continuidades y rupturas <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con los campos con losque interactúa.En este s<strong>en</strong>tido es necesario t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que exist<strong>en</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os d<strong>el</strong> campo de lo social,de lo económico, de lo cultural y de lo político que actúan <strong>en</strong> la producción de aspectosestructurantes d<strong>el</strong> espacio educativo.La escu<strong>el</strong>a y <strong>el</strong> discurso educativo manifiestan <strong>en</strong> sus transformaciones <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>todialéctico de los efectos ejercidos por una parte por la globalización, <strong>el</strong> neoliberalismo, la economíade mercado, los medios masivos de comunicación, la crisis d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de estado garante de losderechos sociales y la crisis de los mandatos sociales propios de algunas importantes institucionessociales ‘modernas’, y por otra parte por la emerg<strong>en</strong>cia de nuevos sujetos y movimi<strong>en</strong>tos sociales, <strong>en</strong><strong>el</strong> contexto Latinoamericano y nacional. La dinamización de la cultura popular y las culturasoriginarias, por difer<strong>en</strong>tes y contradictorios factores, articulados con la producción teórica deint<strong>el</strong>ectuales ‘críticos’ pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a difer<strong>en</strong>tes disciplinas sociales (<strong>en</strong>tre <strong>el</strong>las la pedagogía) y d<strong>el</strong>campo de las ci<strong>en</strong>cias biológicas y exactas.Productiva de la conflictividad propia de lo institucional atravesada por la directividad de laspolíticas educativas, las bases curriculares, las prácticas educativas y <strong>el</strong> interés de los actores que dedistintos modos se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran inmersos <strong>en</strong> la producción d<strong>el</strong> poder, <strong>en</strong> r<strong>el</strong>aciones de saber y <strong>en</strong>procesos de construcción de subjetividades y de id<strong>en</strong>tidades sociales, la dialéctica d<strong>el</strong> espacio escolares la síntesis de rupturas y continuidades con otros campos.- 7 -


La formación de la escu<strong>el</strong>a pública <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina (y <strong>en</strong> América Latina) de alguna maneraconstituye un mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> proceso de r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre Europa y las sociedades y culturaspreexist<strong>en</strong>tes a la llegada de Cristóbal Colón.Conquista y colonización fueron anteced<strong>en</strong>tes necesarios para la conformación de una‘nueva’ sociedad fi<strong>el</strong> al rey, mi<strong>en</strong>tras que con la formación de los Estados Nacionales Americanos laEscu<strong>el</strong>a pública debía formar al ciudadano y de esta forma <strong>el</strong> discurso pedagógico moderno definía <strong>el</strong>sujeto pedagógico, síntesis de inclusiones y exclusiones que se defin<strong>en</strong> por la normalización y lahomog<strong>en</strong>eización de la población de las nuevas naciones.Durante casi todo <strong>el</strong> siglo veinte tanto <strong>en</strong> la sociedad como <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a se ‘diluyeron’ <strong>en</strong> latotalidad un conjunto heterogéneo de id<strong>en</strong>tidades sociales, culturales y políticas, por la apertura deprocesos de adscripción ‘voluntaria’ a una única id<strong>en</strong>tidad nacional (Crisol de razas), y a la vez poretnocidio, invisibilización y estigmatización de ‘otras’ id<strong>en</strong>tidades. Si<strong>en</strong>do estos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>osreconocibles bajo diversas categorías <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de realidades regionales y provinciales, adquiri<strong>en</strong>dorasgos situados y fechados.Las t<strong>en</strong>siones propias de la nueva geografía d<strong>el</strong> espacio social: crisis de la id<strong>en</strong>tidad nacionalglobalizaciónde las id<strong>en</strong>tidades regida por <strong>el</strong> mercado, políticas sociales focalizadas- reclamossociales sectoriales con nuevo cont<strong>en</strong>ido, apertura d<strong>el</strong> discurso público a s<strong>en</strong>tidos neutros (<strong>en</strong>educación lo psicológico, lo cultural, lo actitudinal, etc.,)- resist<strong>en</strong>cia política y cultural de sectores concapacidad productiva de discursos transformadores; también se dirim<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> espacio escolar a travésde rupturas y continuidades hacia <strong>el</strong> interior de concepciones y prácticas educativas como <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong>a Educación Intercultural Bilingüe (EIB).La EIB aparece cond<strong>en</strong>sando s<strong>en</strong>tidos de la pedagogía moderna, d<strong>el</strong> discurso educativoposmoderno hegemónico, de los debates académicos sobre <strong>el</strong> multiculturalismo, y d<strong>el</strong> reclamo de lospueblos indíg<strong>en</strong>as sobre sus derechos culturales y políticos.Interp<strong>el</strong>a desde lo político pedagógico a los actores y a las prácticas educativas <strong>en</strong> que se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran inmersos, re-.c<strong>en</strong>trándolos <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong> proyecto socioeconómico dominante quebusca legitimar sus contradicciones: diversidad-desigualdad, cultura- política, nación- comunidad,justicia-exclusión.A la vez este proceso ha producido una apertura a discursos que desde los márg<strong>en</strong>es de la‘modernidad’ se posicionan como actores de su propia historia, porque, como se sosti<strong>en</strong>e desde laperspectiva política de la educación, <strong>el</strong> ser humano no es solo creador de cultura sino también es- 8 -


hacedor de la historia, parafraseando a Freire <strong>el</strong> hombre crea y decide y así las épocas se vanformando y reformando.A pesar de las pret<strong>en</strong>siones homog<strong>en</strong>eizadoras d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o hegemónico la Arg<strong>en</strong>tina es unterritorio atravesado por la difer<strong>en</strong>cia/desigualdad. Culturas indíg<strong>en</strong>as y culturas inmigrantes distintasde las v<strong>en</strong>idas a fines d<strong>el</strong> siglo XIX y principios de siglo XX, las formaciones culturales r<strong>el</strong>acionadas conlas experi<strong>en</strong>cias de la pobreza, la marginalidad y la exclusión; las experi<strong>en</strong>cias de las g<strong>en</strong>eracionesjóv<strong>en</strong>es que se distingu<strong>en</strong> por un profundo contraste con lo que hasta hace poco se conceptualizabacomo adolesc<strong>en</strong>cia, etc., son <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que trazan las geografías de la exclusión educativa.En cuanto a lo indíg<strong>en</strong>a nuestro país se ha concebido como hecho desde los barcos, laapar<strong>en</strong>te escasez de población indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong> territorio, la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> las ci<strong>en</strong>cias sociales deprincipios de siglo XX de considerar a los grupos pampeanos, chaqueños y s<strong>el</strong>váticos comorecolectores y nómades lo que equivalía a no t<strong>en</strong>er cultura ni l<strong>en</strong>gua, y que era una evid<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>inexorable destino de desaparición de los mismos, g<strong>en</strong>eró una política de invisibilización, negación yestigmatización.En cambio los grupos andinos y de las sierras sub andinas fueron objeto de una política deid<strong>en</strong>tidad que tuvo <strong>el</strong> propósito de la adscripción individual y voluntaria a la nación arg<strong>en</strong>tina. Sucontacto y cercanía histórica y geográfica con <strong>el</strong> Inca hizo que <strong>en</strong> <strong>el</strong>los se id<strong>en</strong>tifique un pot<strong>en</strong>cialcultural que le valió <strong>el</strong> acceso a la categoría de “aborig<strong>en</strong> arg<strong>en</strong>tino”.Sin embargo fueron objeto de las tecnologías d<strong>el</strong> yo propias de la modernidad; la escu<strong>el</strong>a seinstaló desde temprano <strong>en</strong> esas regiones y funcionaron a través de <strong>el</strong>la los mecanismos de cooptacióna la nación <strong>el</strong>aborados por <strong>el</strong> Estado Federal y los Estados Provinciales. Junto con la escu<strong>el</strong>afuncionaron <strong>el</strong> registro civil, <strong>el</strong> ejército nacional, la l<strong>en</strong>gua oficial y las fronteras nacionales.Casi un siglo después d<strong>el</strong> inicio de esta trayectoria homog<strong>en</strong>eizadora d<strong>el</strong> Estado arg<strong>en</strong>tino <strong>el</strong>proceso de la globalización muestra <strong>el</strong> camino para la resignificación de las políticas de id<strong>en</strong>tidad,gubernam<strong>en</strong>talidad y producción cultural. Ci<strong>en</strong>to un año después de la promulgación de la Ley 1420,instrum<strong>en</strong>to legal que organizaba <strong>el</strong> sistema educativo nacional, se promulgaba una Ley depromoción de las comunidades aboríg<strong>en</strong>es de la República Arg<strong>en</strong>tina. Aún <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1985 <strong>el</strong> Estadoarg<strong>en</strong>tino sost<strong>en</strong>ía una política indig<strong>en</strong>ista asimiladora e integradora. Esa ley constituyó un hito <strong>en</strong>tanto define justo <strong>en</strong> <strong>el</strong> inicio de la debacle d<strong>el</strong> Estado b<strong>en</strong>efactor arg<strong>en</strong>tino <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to legalde la exist<strong>en</strong>cia de población indíg<strong>en</strong>a y la necesidad de que estas se b<strong>en</strong>efici<strong>en</strong> d<strong>el</strong> desarrollo de lasociedad nacional, una típica definición de este tipo de Estado.- 9 -


Pero también constituyó un hito d<strong>el</strong> discurso público sobre la educación <strong>en</strong> tanto sereconoce, sobre la base de experi<strong>en</strong>cias alternativas de sujetos e instituciones particulares, <strong>el</strong> derechode las comunidades aboríg<strong>en</strong>es a <strong>el</strong>aborar sus proyectos de educación bilingüe y bicultural y d<strong>el</strong>levarlas a cabo <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as.La provincia de Salta constituye un territorio de diversidad étnica y lingüística designificatividad <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto nacional. En <strong>el</strong>la habitan individuos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a nueve etnias:Kolla, Wichi, guaraní, chané, toba, chorote, calchaquí, tapiete, chulupí. El departam<strong>en</strong>to Gral SanMartín conc<strong>en</strong>tra población de siete de estas etnias, además de población criolla y extranjera.Lindante con <strong>el</strong> chaco salteño este c<strong>en</strong>tro pluriétnico constituye un macro esc<strong>en</strong>ario propicio para <strong>el</strong>estudio de experi<strong>en</strong>cias de educación bilingüe e intercultural, caracterizadas asimismo por ladiversidad de rasgos de acuerdo a la historias de los grupos indíg<strong>en</strong>as involucrados.Tanto <strong>en</strong> las ciudades de importancia d<strong>el</strong> departam<strong>en</strong>to como <strong>en</strong> los parajes y pueblos de lazona funcionan escu<strong>el</strong>as a las que asiste población indíg<strong>en</strong>a. Las experi<strong>en</strong>cias de EIB son diversas yaque exist<strong>en</strong> al m<strong>en</strong>os tres situaciones que es preciso señalar. Por una parte exist<strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as urbanasperiféricas establecidas <strong>en</strong> <strong>el</strong> c<strong>en</strong>tro de alguna comunidad indíg<strong>en</strong>a pero que por un proceso sociodemográfico de expansión de la población criolla hacia la periferia vieron diversificada su matrícula,de este modo <strong>en</strong>contramos escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a y población criolla. Asimismo hacia <strong>el</strong>interior de la población indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong>contramos pres<strong>en</strong>cia de individuos de difer<strong>en</strong>tes etnias.Un segundo f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que se debe señalar es que ante la expansión territorial de lapoblación criolla algunas comunidades decidieron trasladarse a parajes un poco alejados de su lugarde orig<strong>en</strong>, esto obligó a crear anexos de las escu<strong>el</strong>as adonde asistían para que los niños pudies<strong>en</strong>t<strong>en</strong>er acceso a la educación obligatoria. Es decir que se constituy<strong>en</strong> <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as de población indíg<strong>en</strong>asolam<strong>en</strong>te, pero dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes institucionalm<strong>en</strong>te y organizacionalm<strong>en</strong>te de las escu<strong>el</strong>as de las queson anexos.Un tercer caso lo constituy<strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as establecidas <strong>en</strong> parajes o comunidadesr<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te aisladas de la población criolla. R<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te aisladas territorial y culturalm<strong>en</strong>te,aunque totalm<strong>en</strong>te dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes socioeconómicam<strong>en</strong>te. Una importante proporción de estascomunidades se instalaron <strong>en</strong> sus actuales ubicaciones trasladados por evang<strong>el</strong>izadores de la iglesiaCatólica y Evangélica. La pres<strong>en</strong>cia de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> estas comunidades data de los últimos treintaaños aproximadam<strong>en</strong>te, estamos hablando de principios y mediados de la década de 1970, anteseran las iglesias las que se <strong>en</strong>cargaban de la alfabetización de acuerdo a los intereses de estasinstituciones.- 10 -


A las escu<strong>el</strong>as creadas <strong>en</strong> estas comunidades asiste casi exclusivam<strong>en</strong>te población indíg<strong>en</strong>a d<strong>el</strong>os parajes y de la zona, <strong>en</strong> algunos casos la escu<strong>el</strong>a es la más cercana para la población criolla de lazona, sin embargo estos no asist<strong>en</strong> a <strong>el</strong>las sino a alguna escu<strong>el</strong>a d<strong>el</strong> pueblo, puede suponerse queoperan <strong>en</strong> esta <strong>el</strong>ección las repres<strong>en</strong>taciones sobre <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a que se trasladan hacia las escu<strong>el</strong>as <strong>en</strong>las que estos se educan; asimismo estas repres<strong>en</strong>taciones podrían ext<strong>en</strong>derse a algunas familiasindíg<strong>en</strong>as que decid<strong>en</strong> no <strong>en</strong>viar sus hijos a la escu<strong>el</strong>a de la comunidad, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido <strong>en</strong>vían sushijos a las escu<strong>el</strong>as d<strong>el</strong> pueblo pues podrían id<strong>en</strong>tificar <strong>en</strong> <strong>el</strong>la la posibilidad de acceso a los b<strong>en</strong>eficiosde la sociedad nacional.Es decir que a las escu<strong>el</strong>as de las comunidades que nos referimos asist<strong>en</strong> solo los niñospert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a <strong>el</strong>las, cuyos padres decid<strong>en</strong> usar la institución con determinados objetivos yprefer<strong>en</strong>cias sociales y culturales. Estas escu<strong>el</strong>as se defin<strong>en</strong> como de Educación Intercultural Bilingüe<strong>en</strong> <strong>el</strong>las los niños se alfabetizan <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua vernácula hasta <strong>el</strong> tercer o cuarto grado de la educación<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tal y acced<strong>en</strong> a la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana progresivam<strong>en</strong>te. El currículum que se transmite sigue loslineami<strong>en</strong>tos curriculares nacionales y jurisdiccionales para la Educación G<strong>en</strong>eral Básica.En los últimos años se han implem<strong>en</strong>tado líneas de acción de EIB <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong> ProgramaNacional de Educación Intercultural Bilingüe que tuvieron <strong>el</strong> valor de g<strong>en</strong>erar trabajos exploratoriosde investigación sobre las experi<strong>en</strong>cias que se vi<strong>en</strong><strong>en</strong> realizando <strong>en</strong> forma sistemática <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>ascon población indíg<strong>en</strong>a de nuestro país.La mayor parte de las escu<strong>el</strong>as “de” o “para” indíg<strong>en</strong>as d<strong>el</strong> Departam<strong>en</strong>to Gral. San Martín d<strong>el</strong>a provincia de Salta han int<strong>en</strong>tado <strong>el</strong>aborar y poner <strong>en</strong> funcionami<strong>en</strong>to proyectos de EIB, <strong>en</strong> <strong>el</strong>los<strong>en</strong>contramos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de análisis e interpretación que pued<strong>en</strong> sost<strong>en</strong>er una aproximación a estasexperi<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes aspectos. La definición institucional de la educación, las característicase intereses de los maestros criollos, la participación de la comunidad <strong>en</strong> la institución, los rasgos y losintereses de los maestros indíg<strong>en</strong>as, <strong>el</strong> currículum, las l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> contacto <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, loscondicionami<strong>en</strong>tos de las políticas estatales, son algunos aspectos de la situación descripta sobre losque puede as<strong>en</strong>tarse la aproximación político pedagógica que nos proponemos <strong>en</strong> esta investigación.Desde los años 70 d<strong>el</strong> siglo pasado la comunidad indíg<strong>en</strong>a de la etnia wichi de G<strong>en</strong>eral Mosconi<strong>en</strong> la provincia de Salta cu<strong>en</strong>ta con una escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> su paraje. Durante poco más de treinta años estainstitución ha sido esc<strong>en</strong>ario de una experi<strong>en</strong>cia alternativa de educación <strong>en</strong> tanto se <strong>el</strong>aboró <strong>en</strong>tre lacomunidad y los actores institucionales un proyecto educativo adecuado a las necesidades ydemandas de la comunidad indíg<strong>en</strong>a.- 11 -


La Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi constituye (sigui<strong>en</strong>do a Taylor y Bogdan, 1987) nuestromicro esc<strong>en</strong>ario para investigar los aspectos antes señalados para lograr la aproximación políticopedagógico a la EIB. Para este propósito se plantearán las sigui<strong>en</strong>tes preguntas con las que quedaráplanteado <strong>el</strong> problema de la investigación:I.1.a. Preguntas que ori<strong>en</strong>tan la investigación:¿Qué concepciones de EIB portan/pose<strong>en</strong> los maestros, auxiliares bilingües, directivos yrefer<strong>en</strong>tes de la comunidad de la Escu<strong>el</strong>a Wichí de Gral. Mosconi?¿A través de que supuestos los difer<strong>en</strong>tes actores construy<strong>en</strong> sus concepciones de EIB <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi?¿Cuáles son los s<strong>en</strong>tidos que los difer<strong>en</strong>tes actores le atribuy<strong>en</strong> a la EIB <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a Wichí deG<strong>en</strong>eral Mosconi?¿Se r<strong>el</strong>acionan las concepciones de EIB que portan los actores criollos con las que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> losactores indíg<strong>en</strong>as?¿Qué tipo de r<strong>el</strong>ación se establece <strong>en</strong>tre las concepciones que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> los actores criollos conlos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi de acuerdo a su posición e id<strong>en</strong>tidad socialy cultural, y la posición que ocupan <strong>en</strong> la institución escolar?I.1.b. ObjetivosObjetivos G<strong>en</strong>erales:- 12 -


Id<strong>en</strong>tificar, describir e interpretar las concepciones de EIB que portan los maestros,auxiliares bilingües, directivos, y refer<strong>en</strong>tes comunitarios <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichí deG<strong>en</strong>eral Mosconi. Compr<strong>en</strong>der los supuestos que subyac<strong>en</strong> <strong>en</strong> las concepciones de EIB que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong>los difer<strong>en</strong>tes actores de la Escu<strong>el</strong>a Wichi de G<strong>en</strong>eral Mosconi según la posición eid<strong>en</strong>tidad social y cultural, y la posición que ocupan <strong>en</strong> la institución escolar. Interpretar críticam<strong>en</strong>te la construcción de los s<strong>en</strong>tidos que los actores le hanotorgado a la EIB <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichi de G<strong>en</strong>eral Mosconi, desde su creación y hastala actualidad.Objetivos Específicos: Id<strong>en</strong>tificar y describir los s<strong>en</strong>tidos constitutivos de las concepciones de EIBmanifiestos y lat<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso de los actores, <strong>en</strong> la legislación, <strong>en</strong> loslineami<strong>en</strong>tos de política educativa y <strong>en</strong> las teorías pedagógicas y sociales. Analizar los compon<strong>en</strong>tes constitutivos de las concepciones de EIB manifiestos <strong>en</strong> losdifer<strong>en</strong>tes discursos. Establecer las r<strong>el</strong>aciones posibles <strong>en</strong>tre las concepciones de EIB que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> losactores indíg<strong>en</strong>as y criollos <strong>en</strong> sus discursos.- 13 -


CAPÍTULO IIII.1. Las pedagogías críticas, marco teórico para <strong>el</strong> análisis de la Educación Intercultural Bilingüe(EIB).Las Pedagogías críticas consist<strong>en</strong> <strong>en</strong> un “conjunto heterogéneo de autores y posiciones” quecoincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> un análisis radical de la sociedad capitalista y de la educación (Barros, 1999). Entre losrepres<strong>en</strong>tantes más destacados se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran Paulo Freire, H<strong>en</strong>ry Giroux, Micha<strong>el</strong> Apple, y PeterMcLar<strong>en</strong>.A partir de Paulo Freire los educadores críticos int<strong>en</strong>taron contraponer a los desarrollosteóricos exist<strong>en</strong>tes sobre educación una síntesis teórica que pusiera <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia las car<strong>en</strong>cias defundam<strong>en</strong>to y la opción por la “dominación” de la “pedagogía liberal, <strong>el</strong> capitalismo y <strong>el</strong>estructuralismo funcionalista” (Barros, 1999).Desde sus primeras obras <strong>en</strong> la década de 1960 Freire empr<strong>en</strong>de un análisis crítico de laeducación tradicional, d<strong>en</strong>unciando su posicionami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> contra de la autonomía y la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>ciade los pueblos de América Latina. Desde ese mom<strong>en</strong>to “Freire se constituye <strong>en</strong> un refer<strong>en</strong>te obligadod<strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to crítico latinoamericano, cuya obra y p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to nutrió a los críticos reci<strong>en</strong>tes deAmérica d<strong>el</strong> Norte” (Barros, 1999: 45).El educador brasileño concibe a la educación como acción política <strong>en</strong>caminada a laconci<strong>en</strong>ciación, a través de la cual <strong>el</strong> hombre se libera de las constricciones de significado,constituyéndose <strong>en</strong> sujetos “capaces de analizar la realidad que les rodea, participando <strong>en</strong> <strong>el</strong>la ytransformándola” (Ayuste y otros, 1994: 42).En esta concepción la función de la escu<strong>el</strong>a es hacer a las personas libres y autónomas. H<strong>en</strong>ryGiroux sosti<strong>en</strong>e que <strong>el</strong> valor de la pedagogía de Freire reside <strong>en</strong> haber conjugado, <strong>en</strong> <strong>el</strong>la, <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guajede la crítica y <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje de la posibilidad.En la construcción de un marco teórico para <strong>el</strong> análisis de la interculturalidad, las pedagogíascríticas sirv<strong>en</strong> de sust<strong>en</strong>to para compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> <strong>en</strong>tramado de r<strong>el</strong>aciones que se establec<strong>en</strong> tanto <strong>en</strong> <strong>el</strong>aula, como <strong>en</strong> los contextos institucionales más amplios y <strong>en</strong> los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s o bases curriculares.Esta pedagogía ofrece <strong>el</strong> marco necesario <strong>en</strong> y para la construcción de un mod<strong>el</strong>o de análisis de lainterculturalidad.Las temáticas desarrolladas por los difer<strong>en</strong>tes autores de esta teoría dan cu<strong>en</strong>ta de ladiversidad de intereses y por lo tanto de la diversidad de las pedagogías críticas. Quizás <strong>el</strong> <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to- 14 -


aglutinador de estos trabajos sea <strong>el</strong> interés por analizar a la educación desde un aspecto r<strong>el</strong>acionalque privilegie <strong>el</strong> ac<strong>en</strong>to <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis de la r<strong>el</strong>ación poder-saber.En este amplio espectro de investigaciones se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran aqu<strong>el</strong>las que se c<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a como ámbito privilegiado <strong>en</strong> la formación de repres<strong>en</strong>taciones y <strong>en</strong> la circulación de fuerzas.En estos casos se han desarrollado trabajos que desde una visión de clases sociales no han dejado d<strong>el</strong>ado otros aspectos como las cuestiones de raza, etnia y género. “Uno de los aportes de lasPedagogías Críticas está <strong>en</strong> su propuesta de crear l<strong>en</strong>guajes que cuestion<strong>en</strong> las narrativas basadas <strong>en</strong>versiones blancas, patriarcales, clasistas, racistas, heterosexuales d<strong>el</strong> mundo, como una forma dehacer más político lo pedagógico y <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse con posiciones que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> una falsa igualdad y unanoción despolitizada d<strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so, proponi<strong>en</strong>do a su vez un concepto radical de ciudadanía ydifer<strong>en</strong>cia, donde se <strong>en</strong>tremezclan difer<strong>en</strong>tes historias, l<strong>en</strong>guajes, experi<strong>en</strong>cias, voces analizando <strong>el</strong>discurso colonizado no <strong>en</strong> <strong>el</strong> ‘otro’ sino principalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> ‘nosotros’” (Díaz y Alonso, 2004: 75). Por lotanto uno de los ejes c<strong>en</strong>trales lo constituye la reflexión sobre desigualdad y difer<strong>en</strong>cia.II.1.a. Pedagogías críticas: <strong>el</strong> concepto de hombre y r<strong>el</strong>ación teoría-realidad.Como se ha dicho <strong>en</strong> <strong>el</strong> apartado anterior es Paulo Freire <strong>el</strong> repres<strong>en</strong>tante más importante d<strong>el</strong>as pedagogías críticas, él <strong>el</strong>abora la noción antropológica que los pedagogos críticos, con matices o<strong>en</strong> su totalidad, tomarán para p<strong>en</strong>sar la educación como campo de construcción de hegemonía.Para Freire la educación es un quehacer humano por lo tanto no existe teoría pedagógicaex<strong>en</strong>ta de una concepción d<strong>el</strong> mundo y d<strong>el</strong> hombre que <strong>en</strong> él ‘está’ existi<strong>en</strong>do.Las bases antropológicas d<strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> educador brasileño se basa <strong>en</strong> la compr<strong>en</strong>siónde la r<strong>el</strong>ación que <strong>el</strong> hombre establece con <strong>el</strong> mundo, <strong>en</strong> definitiva se basa <strong>en</strong> la pregunta sobre “quées <strong>el</strong> hombre, cuál será su posición <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo”. El hombre no existe ni puede existir fuera d<strong>el</strong>mundo, y <strong>en</strong> este estar <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo se expresa su apertura ante <strong>el</strong> mundo, condición de su constanteadmiración ante él, que es constitutiva de la interacción hombre-mundo.El hombre es un ser ‘consci<strong>en</strong>te’ que existe <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo y con <strong>el</strong> mundo. Establece unar<strong>el</strong>ación con él que le permite distanciarse y objetivarlo, acto <strong>en</strong> <strong>el</strong> que a su vez, se objetiva a simismo. Al objetivar <strong>el</strong> mundo tomando distancia <strong>el</strong> hombre es capaz de transformarlo, y de estaforma lo humaniza. Esta humanización implica la creación de la sociedad y de la cultura.Al distanciarse d<strong>el</strong> mundo <strong>el</strong> hombre es capaz de admirarlo,- 15 -


“La posibilidad de admirar <strong>el</strong> mundo implica estar no solam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> él, sino con él. Estarcon, es estar abierto al mundo, captarlo y compr<strong>en</strong>derlo; es actuar de acuerdo a sus finalidadespara transformarlo. No es simplem<strong>en</strong>te contestar a estímulos, sino que es algo más: esresponder a desafíos. Las respuestas d<strong>el</strong> hombre a los desafíos d<strong>el</strong> mundo, con las cuales vacambiándolo, impregnándolo de su “espíritu”, más que puro hacer, son quehaceres queinvolucran indicotomizablem<strong>en</strong>te acción y reflexión” (Freire y otros, 1992: 34).Por la apertura d<strong>el</strong> hombre al mundo se define la inconclusión de este, base de superman<strong>en</strong>te búsqueda. Advertimos <strong>en</strong> la cita anterior que no es una condición d<strong>el</strong> hombre la merareacción ante los ‘estímulos’ de la vida social, este no es espectador de una realidad que esconstruida para él por otros hombres. La principal consecu<strong>en</strong>cia de la concepción propuesta porFreire es que él es un ser de la praxis, <strong>el</strong> hombre es praxis.Es decir que la vocación d<strong>el</strong> hombre, como ori<strong>en</strong>tación de este hacia <strong>el</strong> mundo, es la de sermás, es una vocación “que él debe exist<strong>en</strong>ciar, es la de un sujeto que opera y transforma al mundo”(op. cit: 34).El autor plantea que las condiciones concretas de las sociedades latinoamericanas niegan,minimizan, hac<strong>en</strong> d<strong>el</strong> hombre un objeto, su vocación de ser más se ve sacrificada. Pero <strong>en</strong> este operarobjetivante sobre su vocación está <strong>en</strong> germ<strong>en</strong> la afirmación de su vocación, base de la posibilidad d<strong>el</strong>cambio.Dice Freire que la vocación d<strong>el</strong> hombre es negada <strong>en</strong> la injusticia, <strong>en</strong> la explotación, <strong>en</strong> laopresión, <strong>en</strong> la viol<strong>en</strong>cia de los opresores. Pero como su antagónico subyace la posibilidad de lavocación afirmada, <strong>en</strong> <strong>el</strong> ansia de libertad, de justicia, de la lucha de los oprimidos por la recuperaciónde su humanidad despojada. (Freire, 1990)El autor advierte que la acción sobre <strong>el</strong> mundo, proceso rev<strong>el</strong>ador de la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>hombre, puede conducir tanto a la humanización de este como a su deshumanización, al crecimi<strong>en</strong>tod<strong>el</strong> hombre como a su reducción. Estas alternativas rev<strong>el</strong>an al hombre su propia naturalezaproblemática y le plantean la cuestión de t<strong>en</strong>er que escoger un camino u otro.Que <strong>el</strong> hombre sea praxis, establece ante todo una condición sin la cual la transformación d<strong>el</strong>mundo no será posible. La capacidad de acción se <strong>en</strong>raíza, como vimos, <strong>en</strong> la in conclusión d<strong>el</strong>hombre, que g<strong>en</strong>era la <strong>en</strong>ergía de su perman<strong>en</strong>te búsqueda <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo, pero esta búsqueda no sehace <strong>en</strong> soledad, la hace con otros, establece la dialogicidad como condición de este estar con otros<strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo.- 16 -


La dialogicidad constituye un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la concepción educativa de Freire. Él noconcibe <strong>el</strong> diálogo como un medio para la educación, sosti<strong>en</strong>e que la educación se manifiesta comodialogicidad, de lo contrario sería una falsa concepción de la educación. La educación como diálogo es<strong>el</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de sus dos polos, educador-educando, que dejan de ser contrarios antagónicos paraconciliarse. De esta forma la educación se constituye <strong>en</strong> un verdadero quehacer humano. Educadoreducandoy educando-educador mediatizados por <strong>el</strong> mundo ejerc<strong>en</strong> sobre él una reflexión cada vezmás crítica. Id<strong>en</strong>tificados <strong>en</strong> esta reflexión se hac<strong>en</strong> ambos auténticam<strong>en</strong>te seres de la praxis.En la Pedagogía d<strong>el</strong> Oprimido Freire afirma que <strong>el</strong> diálogo es“*…+ una exig<strong>en</strong>cia exist<strong>en</strong>cial. Y si<strong>en</strong>do <strong>el</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro que solidariza la reflexión y laacción de sus sujetos <strong>en</strong>cauzados hacia <strong>el</strong> mundo que debe ser transformado y humanizado, nopuede reducirse a un mero acto de depositar ideas de un sujeto <strong>en</strong> <strong>el</strong> otro, ni convertirsetampoco <strong>en</strong> un simple cambio de ideas consumadas por sus permutantes.”(Freire, 1985: 101).La exist<strong>en</strong>cia humana se construye a partir d<strong>el</strong> diálogo, <strong>el</strong> hombre humaniza <strong>el</strong> mundonombrándolo. Dice Freire que “la exist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> cuanto humana, no puede ser muda, ni tampoconutrirse de falsas palabras sino de palabras verdaderas con las cuales los hombres transforman <strong>el</strong>mundo”(op. cit: 100). La palabra no es concebida por <strong>el</strong> autor como medio para que se de <strong>el</strong> diálogosino como <strong>el</strong> diálogo mismo. En la palabra verdadera se da la síntesis <strong>en</strong>tre reflexión y acción, lapalabra es praxis y “Decir la palabra verdadera ‘es’ transformar <strong>el</strong> mundo *…+” (Freire, 1985: 99). Si <strong>en</strong>la situación educativa los oprimidos <strong>en</strong>uncian su palabra sin restricciones, democráticam<strong>en</strong>te, seconstituirán <strong>en</strong> protagonistas de la historia y estarán <strong>en</strong> condiciones de cuestionar y transformar larealidad que los oprime.Con esta concepción d<strong>el</strong> hombre Freire aporta una síntesis de carácter humanista que sindesconocer las r<strong>el</strong>aciones infraestructura- superestructura <strong>en</strong> las que se inscribe la educación <strong>en</strong> lasociedad capitalista, pone <strong>en</strong> <strong>el</strong> c<strong>en</strong>tro al hombre como artífice y producto de la historia. Junto a lasbases antropológicas de la educación se produce una concepción de la realidad y d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong>las pedagogías críticas.La pedagogía crítica “asume una visión global y dialéctica de la realidad *…+ la educación nopuede ser compr<strong>en</strong>dida al marg<strong>en</strong> de las condiciones ideológicas, económicas, políticas e históricasque la conforman, y a cuyo desarrollo <strong>en</strong> cierta medida contribuye” (Martínez Nieva, 2002: 6).- 17 -


Este principio es una her<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> análisis social realizado por la Escu<strong>el</strong>a de Frankfurt. SegúnKolakowsky la teoría crítica de la Escu<strong>el</strong>a de Frankfurt “se niega aceptar implícitam<strong>en</strong>te, como hace lateoría tradicional, que las normas de la realidad exist<strong>en</strong>te –incluida la división d<strong>el</strong> trabajo, <strong>el</strong> lugarasignado a la actividad int<strong>el</strong>ectual, la distinción <strong>en</strong>tre individuo y sociedad- son naturales einevitables. Pret<strong>en</strong>de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la sociedad como un todo, y para este fin debe tomar <strong>en</strong> algún s<strong>en</strong>tidouna posición fuera de <strong>el</strong>la, aunque por otra parte se considera un producto de esta sociedad. Critica lasociedad analizando sus categorías” (Kolakowsky, 1985: 342).Esta posición respecto a la realidad y la forma de conocerla, ti<strong>en</strong>e unas implicacionesfundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> la construcción de una concepción sobre <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to. Horkheimer critica lateoría tradicional <strong>en</strong> estos términos: “la filosofía burguesa había expresado su errónea fe <strong>en</strong> laindep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de la ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> diversas doctrinas trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>talistas que impedían a la g<strong>en</strong>te advertirla génesis y las funciones sociales d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to” (Kolakowsky, 1985: 341).En la teoría crítica según Nieva Martínez “teoría y realidad están llamadas a mant<strong>en</strong>er unaconstante r<strong>el</strong>ación dialéctica. Es decir constituye una construcción reflexiva <strong>en</strong> pos de <strong>en</strong>contrarnuevos significados a partir d<strong>el</strong> análisis de los datos de la situación concreta, real y particular <strong>en</strong> quese <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran interactuando los diversos actores de dicho mundo” (2002: 7).La teoría d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> que basan sus supuestos <strong>en</strong> este campo las pedagogíascríticas, se para sobre la crítica que desde Marx y la Escu<strong>el</strong>a de Frankfurt se realiza al idealismo, queti<strong>en</strong>e consecu<strong>en</strong>cias radicales para la teoría de la educación y la pedagogía, <strong>en</strong> tanto se argum<strong>en</strong>ta lateoría d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to o la filosofía están llamadas no solo a interpretar la realidad sino también, ysobre todo, a transformarla.De acuerdo a Nieva Martínez (op. cit.) uno de los autores que más han desarrollado lar<strong>el</strong>ación teoría-práctica <strong>en</strong> la teoría educativa es Kemmis. Este último propone una teoría crítica de laeducación que compr<strong>en</strong>de un proceso de reflexión <strong>en</strong> <strong>el</strong> que se pued<strong>en</strong> id<strong>en</strong>tificar tres mom<strong>en</strong>tos: <strong>en</strong>primer lugar parte de mostrar que <strong>el</strong> planteami<strong>en</strong>to dualista, es decir aqu<strong>el</strong> que separa <strong>el</strong>p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de la realidad concreta <strong>en</strong> que <strong>el</strong> actor que pi<strong>en</strong>sa se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra inmerso, lleva a unacontradicción radical <strong>en</strong> las prácticas educativas principalm<strong>en</strong>te por la separación <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> hacer y lareflexión sobre <strong>el</strong> hacer que se efectúan <strong>en</strong> instancias claram<strong>en</strong>te distinguibles y separadas, <strong>en</strong> <strong>el</strong>segundo mom<strong>en</strong>to la reflexión busca mostrar que “*…+ las ideas o posturas dualísticam<strong>en</strong>te opuestasinteractúan, y tercero, mostrando cómo los procesos dinámicos de interacción <strong>en</strong>tre las ideas oposturas opuestas constituy<strong>en</strong> los patrones y las consecu<strong>en</strong>cias de la acción e interacción que- 18 -


observamos <strong>en</strong> los esc<strong>en</strong>arios sociales que esperamos compr<strong>en</strong>der y mejorar” (Nieva Martínez, 2002:7).De acuerdo a esta descripción d<strong>el</strong> abordaje de los procesos emerge también que la teoríacrítica de la educación debe tomar como tarea de dev<strong>el</strong>ar las lógicas d<strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de losf<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os sociales y como estas “frustran” la obt<strong>en</strong>ción de los “fines racionales” que lo educadorescríticos deberían proponerse, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do la racionalidad de tales fines <strong>en</strong> <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> de laemancipación de la sociedad (Padula Perkins, s/f).La dialéctica teoría-práctica que propone la pedagogía que constituye <strong>el</strong> marco interpretativoque proponemos para estudiar la EIB constituye un principio con <strong>el</strong> que se puede compr<strong>en</strong>der lar<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> hacer y <strong>el</strong> saber hacer que emerg<strong>en</strong> <strong>en</strong> las prácticas o discursos sobre prácticassituadas y fechadas <strong>en</strong> las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran implicados los actores, qui<strong>en</strong>es actúan de acuerdo adeterminados fines que <strong>en</strong> última instancia se semantizan y concretizan desde concepciones sobre lar<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre la teoría y la acción.En este s<strong>en</strong>tido a esta visión sobre la r<strong>el</strong>ación teoría-práctica habría que agregarle <strong>el</strong> conceptode hombre que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> estas teorías pedagógicas. Según Paulo Freire “Los hombres pued<strong>en</strong>satisfacer la condición necesaria de ser ‘con’ <strong>el</strong> mundo porque son capaces de distanciarseobjetivam<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> mismo. Sin esta objetivación a través de la cual también se objetiviza a si mismo, <strong>el</strong>hombre estaría limitado a ser ‘<strong>en</strong>’ <strong>el</strong> mundo, careci<strong>en</strong>do tanto de autoconocimi<strong>en</strong>to como deconocimi<strong>en</strong>to acerca d<strong>el</strong> mundo” (1985: 86). El hombre es un actor crítico que por medio de estedistanciami<strong>en</strong>to busca dev<strong>el</strong>ar las condiciones objetivas y subjetivas que limitan la situación <strong>en</strong> la quevive, y como podría cambiar unas y otras.Es decir que <strong>en</strong> las pedagogías críticas, la forma <strong>en</strong> que <strong>el</strong> hombre se r<strong>el</strong>aciona con <strong>el</strong> mundo ylo conoce implican una acción crítica, praxis. Acción como “dinámica liberadora y emancipadora d<strong>el</strong>os individuos implicados <strong>en</strong> <strong>el</strong>la” (Nieva Martínez, 2002: 7). Emancipación y utopía humanizante de lasociedad constituy<strong>en</strong> <strong>el</strong> eje d<strong>el</strong> proyecto político de las pedagogías críticas. Se pude hallar ciertacoincid<strong>en</strong>cia con <strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to de Eric Fromm sobre la Teoría Crítica de la Escu<strong>el</strong>a de Franckfurt, estesosti<strong>en</strong>e que tal teoría social constituye “una reb<strong>el</strong>ión contra las condiciones <strong>en</strong> las que hombres ymujeres pierd<strong>en</strong> su humanidad y se conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong> mercancías, pero también una profesión de feoptimista <strong>en</strong> su capacidad para volver a ser humanos de nuevo, conseguir la libertad no solo de lapobreza, sino también para desarrollar sus capacidades creativas” 1 (Kolakowsky, 1985: 371).1 Eric Fromm citado <strong>en</strong> Kolakowsky (1985).- 19 -


Devolver <strong>el</strong> carácter creativo al trabajo humano d<strong>en</strong>unciando y resisti<strong>en</strong>do la concepcióntecnológica d<strong>el</strong> mundo y de la educación, la disociación imperante <strong>en</strong>tre teoría y práctica. Para estatarea las pedagogías críticas propon<strong>en</strong> vincular <strong>en</strong> las prácticas, justicia, igualdad, ciudadanía crítica ydemocracia.II.1.b. La escu<strong>el</strong>a: naturaleza política de la educación y políticas culturales.A principios d<strong>el</strong> siglo XX la crítica a la educación y la escu<strong>el</strong>a se habían c<strong>en</strong>tradoprincipalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los métodos utilizados, <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to de la Escu<strong>el</strong>a Nueva anunciaba “<strong>el</strong> siglo d<strong>el</strong>os niños”, y sost<strong>en</strong>ía que con “optimismo” se podían evitar los males de la humanidad: guerra,viol<strong>en</strong>cia, la soledad d<strong>el</strong> individuo, la angustia, etc.Para Gadotti es <strong>en</strong> la década de los años ’50 que “la crítica a la educación y la escu<strong>el</strong>a seac<strong>en</strong>tuó. El optimismo fue sustituido por una crítica radical” (Gadotti, 1998: 199). El filósofo FrancésLouis Althusser y los sociólogos Pierre Bourdieu y Jean Passeron son los principales repres<strong>en</strong>tantes deesta línea crítica conocida como teorías Reproductivistas.Según Kolakowsky “<strong>en</strong> dos obras sucesivas- Pour Marx (1955) y Lire Le Capital (1966, con E.Balivar)- Althusser se propuso mostrar que <strong>el</strong> marxismo podía proporcionar un método deinvestigación estructuralista d<strong>el</strong> que se excluyeran conci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te la subjetividad humana y lacontinuidad histórica” (1985: 464). El filósofo francés id<strong>en</strong>tifica la etapa ci<strong>en</strong>tífica d<strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to deMarx a partir de 1848, <strong>en</strong> las obras posteriores a esta fecha este “adoptó una concepción de luchasde clases <strong>en</strong> plano filosófico” (Gadotti, 1998). La obra juv<strong>en</strong>il de Marx caracterizada por <strong>el</strong> conceptode ali<strong>en</strong>ación, c<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> <strong>el</strong> concepto de hombre, constituye un humanismo <strong>en</strong> donde Althusser no<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la ci<strong>en</strong>cia que se plasma <strong>en</strong> <strong>el</strong> materialismo histórico desarrollado <strong>en</strong> “El Capital”.En su análisis, Althusser concibe la escu<strong>el</strong>a como aparato ideológico d<strong>el</strong> estado burgués,como una estructura <strong>en</strong> donde se transmite la ideología dominante, y cuya función es la dereproducir las r<strong>el</strong>aciones sociales propias de la sociedad capitalista. En su teoría sobre los aparatos d<strong>el</strong>estado la acción de los individuos está sobre determinada por la ideología.Según Kolakowsky <strong>el</strong> filósofo francés sosti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> una de sus obras que “<strong>el</strong> análisis marxianode la sociedad capitalista, no se interesa por los sujetos humanos, sino por las r<strong>el</strong>aciones deproducción, que determinan las funciones de las personas <strong>en</strong> <strong>el</strong>las implicadas” (1985: 465).H<strong>en</strong>ry Giroux (s/f) realiza la sigui<strong>en</strong>te interpretación d<strong>el</strong> concepto de escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong>a teoría de los AIE:- 20 -


“-para Althusser-las escu<strong>el</strong>as <strong>en</strong> <strong>el</strong> capitalismo avanzado han llegado a ser ‘la’institución dominante para lograr la subyugación ideológica de la fuerza de trabajo, ya que sonlas escu<strong>el</strong>as las que <strong>en</strong>señan las habilidades y las maneras de apr<strong>en</strong>der que constituy<strong>en</strong> lasubjetividad de g<strong>en</strong>eraciones futuras de trabajadores” (Giroux, s/f: 110).El concepto de ideología es c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> <strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de Althusser, <strong>en</strong> este <strong>el</strong> autor id<strong>en</strong>tificados <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos fundam<strong>en</strong>tales, uno cuyo carácter es material y se manifiesta <strong>en</strong> “los rituales,prácticas y procesos sociales que estructuran los trabajos cotidianos <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a” (Giroux, op.cit.:112); <strong>el</strong> otro <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to actúa a través de repres<strong>en</strong>taciones <strong>en</strong> <strong>el</strong> inconsci<strong>en</strong>te de los sujetosinduci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> <strong>el</strong>los una “r<strong>el</strong>ación imaginaria (…) con sus condiciones reales de exist<strong>en</strong>cia” (op. cit:112).Las prácticas <strong>en</strong> las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran involucrados los sujetos, y las acciones que estosrealizan, están sobre determinadas por restricciones estructurales que reduc<strong>en</strong> o niegan la capacidadde los individuos para transformar las estructuras <strong>en</strong> las que están insertos. “En la perspectiva de lareproducción está aus<strong>en</strong>te cualquier consideración seria de las escu<strong>el</strong>as como sitios sociales queproduc<strong>en</strong> y reproduc<strong>en</strong> las formas ideológicas y culturales que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> oposición a losvalores y prácticas dominantes” (Giroux, s/f: 118).Por su parte Pierre Bourdieu aporta un análisis par <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la r<strong>el</strong>ativa autonomía de lasescu<strong>el</strong>as y la naturaleza política de la cultura. El autor sosti<strong>en</strong>e que <strong>el</strong> niño, hijo de clase trabajadora,trae a la escu<strong>el</strong>a un capital cultural conforme a su posición <strong>en</strong> la jerarquía social. En la escu<strong>el</strong>a lacultura burguesa constituye la norma, se transmite como una gramática social, <strong>en</strong> este contexto, <strong>el</strong>apr<strong>en</strong>dizaje de los individuos de los grupos subalternos constituye una verdadera conquista.En la teoría d<strong>el</strong> sociólogo francés la escu<strong>el</strong>a se define como una institución que posee r<strong>el</strong>ativaautonomía. Giroux argum<strong>en</strong>ta que para este <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a “<strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a se reproduc<strong>en</strong> sutilm<strong>en</strong>te lasr<strong>el</strong>aciones exist<strong>en</strong>tes de poder a través de la producción y distribución de una cultura dominante quetácitam<strong>en</strong>te confirma lo que significa ser educado” (Giroux, op.cit.:119). La cultura es mediadora<strong>en</strong>tre los intereses burgueses y la vida cotidiana, a través de la educación que se manifiesta comotransmisión neutral e imparcial “la escu<strong>el</strong>a puede promover la desigualdad <strong>en</strong> nombre de la justicia yla objetividad” (op. cit: 120).Con esta argum<strong>en</strong>tación Bourdieu puede mostrar que la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre las institucionespolíticas y económicas de dominación y la escu<strong>el</strong>a son mucho más complejas que las establecidas porlas teorías idealistas y las teorías revolucionarias ortodoxas. En las primeras la escu<strong>el</strong>a es concebida- 21 -


como una institución indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de fuerzas externas; mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> las segundas se la describecomo reflejo de la base económica de la sociedad.Dice Giroux que “<strong>en</strong> contraste con estas posiciones, Bourdieu argum<strong>en</strong>ta que esprecisam<strong>en</strong>te la autonomía r<strong>el</strong>ativa d<strong>el</strong> sistema educativo lo que le permite servir a las demandasexternas bajo <strong>el</strong> pretexto de indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y neutralidad; esto es, <strong>en</strong>cubrir la función social querealiza y por lo tanto desempeñarla más efectivam<strong>en</strong>te” (Giroux, s/f: 120).Para <strong>el</strong> autor Francés “La escu<strong>el</strong>a es un campo que, más que ningún otro, está ori<strong>en</strong>tado haciasu propia reproducción, por <strong>el</strong> hecho <strong>en</strong>tre otras razones, de que los ag<strong>en</strong>tes ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>el</strong> dominio de supropia reproducción” (Bourdieu, 1996: 52).El campo escolar se ve sometido a fuerzas externas que provocan transformaciones hacia <strong>el</strong>interior d<strong>el</strong> mismo. Una de estas transformaciones observadas por Bourdieu <strong>en</strong> Francia de fines de losaños ’60 es la que <strong>el</strong> d<strong>en</strong>omina cambios morfológicos que se caracterizan por la expansión de lademanda de cred<strong>en</strong>ciales que ejerc<strong>en</strong> sectores que no usaban tradicionalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> sistema educativopara la reproducción social d<strong>el</strong> grupo. Presionados por los cambios <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo económico estossectores buscan obt<strong>en</strong>er cred<strong>en</strong>ciales que le posibilit<strong>en</strong> mant<strong>en</strong>er la posición que ocupan <strong>en</strong> laestructura social y de esta forma no caer <strong>en</strong> posiciones ‘inferiores’. Las demandas se v<strong>en</strong> mediadaspor “los cambios profundos de la percepción que los ag<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> función de sus disposiciones, ti<strong>en</strong><strong>en</strong>de los difer<strong>en</strong>tes productos (establecimi<strong>en</strong>tos, especialidades, diplomas, etc.) ofrecidos por lainstitución escolar, y al mismo tiempo, de la demanda escolar, etc.”(Bourdieu, 1996: 52).Bourdieu advierte sobre <strong>el</strong> error de <strong>en</strong>fatizar <strong>en</strong> los factores económicos <strong>el</strong> campo escolar,pues como dice “es necesario compr<strong>en</strong>der cómo los cambios económicos se retraduc<strong>en</strong> <strong>en</strong> loscambios de los usos sociales que puedan hacer de la escu<strong>el</strong>a las familias afectadas por estoscambios”, es decir “los cambios ocurridos <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo escolar y los cambios externos quedeterminaron transformaciones decisivas <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación de la familia con la escu<strong>el</strong>a” (op. cit: 53).Uno de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os nuevos de la situación observada por <strong>el</strong> autor es la utilización de laescu<strong>el</strong>a por parte de categorías sociales que históricam<strong>en</strong>te usaban muy poco esta institución. S<strong>el</strong>anzan a demandar educación por la necesidad de la reconversión d<strong>el</strong> grupo que les impon<strong>en</strong>principalm<strong>en</strong>te los cambios económicos, esto se dio “cuando debieron salir de condiciones <strong>en</strong> lascuales t<strong>en</strong>ían <strong>el</strong> dominio completo de su reproducción social” (Bourdieu, 1996: 53)Bourdieu se refiere a categorías sociales como los campesinos, los comerciantes y artesanosque realizaban la transmisión directa de su patrimonio y que ahora, <strong>en</strong> las nuevas condiciones,- 22 -


uscan la reconversión <strong>en</strong>viando a sus hijos a la escu<strong>el</strong>a especialm<strong>en</strong>te a la modalidad de <strong>en</strong>señanzatécnica.R<strong>el</strong>acionado con este punto se habla de la función de movilidad social que cumpliría laescu<strong>el</strong>a para individuos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a sectores de pobres urbanos y pobres rurales. Martin Carnoy(1993) sosti<strong>en</strong>e que la escu<strong>el</strong>a puede ayudar a sacar al individuo de una situación de servidumbreposibilitándole <strong>el</strong> ingreso a una estructura <strong>en</strong> donde sus posibilidades de acceder a bi<strong>en</strong>es y a unempleo mejor pagado aum<strong>en</strong>tan.Sin embargo <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> hijo d<strong>el</strong> agricultor y d<strong>el</strong> artesano la escolarización que por un ladole posibilita movilidad social, por otro g<strong>en</strong>era la perdida d<strong>el</strong> control sobre su propio tiempo y lascondiciones sociales que le rodean. Dice Carnoy:*…+ <strong>el</strong> hijo- d<strong>el</strong> agricultor o d<strong>el</strong> artesano- gracias a su instrucción escolar y su migracióna la ciudad, ti<strong>en</strong>e algunos bi<strong>en</strong>es más donde <strong>el</strong>egir, pero también se ha hecho dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de lascondiciones sociales y de trabajo impuesta por otros y <strong>en</strong> que él no puede decir nada, la escu<strong>el</strong>aprepara para la dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, hace que <strong>el</strong> individuo r<strong>en</strong>uncie a importantes grados de libertad de<strong>el</strong>ección <strong>en</strong> su vida cotidiana. (Carnoy, 1993: 28)Pero si analizamos la profunda desarticulación que algunos mecanismos de reproducciónsocial de estos grupos han sufrido ¿es factible p<strong>en</strong>sar que la escu<strong>el</strong>a pueda ayudar a la reconversióneconómica d<strong>el</strong> grupo? Se hace necesario compr<strong>en</strong>der cómo la presión de los cambios económicosti<strong>en</strong>e efectos <strong>en</strong> los usos sociales que estos grupos hac<strong>en</strong> de la escu<strong>el</strong>a, y <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido esin<strong>el</strong>udible <strong>el</strong> análisis de las estrategias que utilizan los difer<strong>en</strong>tes grupos para reproducirse sin perdersu posición de orig<strong>en</strong>.La resolución d<strong>el</strong> problema que se plantea dep<strong>en</strong>derá de las estrategias que <strong>el</strong> ag<strong>en</strong>te utilicepara mant<strong>en</strong>er su status. Se puede hipotetizar que actuarán con más o m<strong>en</strong>os resignación o reb<strong>el</strong>iónde acuerdo a su orig<strong>en</strong>. En este punto Bourdieu hace <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> juego un mod<strong>el</strong>o que contempla lar<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre los hábitus y los campos.“El hábitus que es <strong>el</strong> principio g<strong>en</strong>erador de respuestas más o m<strong>en</strong>os adaptadas a lasexig<strong>en</strong>cias de un campo es <strong>el</strong> producto de toda la historia individual, pero también, a través de lasexperi<strong>en</strong>cias formadoras de la primera infancia, de toda la experi<strong>en</strong>cia colectiva de la familia y de laclase; <strong>en</strong> particular a través de las experi<strong>en</strong>cias donde se expresa la p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la trayectoria de- 23 -


todo un linaje y que pued<strong>en</strong> tomar la forma visible y brutal de una quiebra, o manifestarse alcontrario solo <strong>en</strong> regresiones ins<strong>en</strong>sibles” (Bourdieu, 1996: 112).El ag<strong>en</strong>te es portador de un conjunto de disposiciones que adquiere <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación con algúncampo, un hábitus que se vu<strong>el</strong>ve efici<strong>en</strong>te y operante si se reproduc<strong>en</strong> idénticas condiciones aaqu<strong>el</strong>las de las que es producto. Estas disposiciones se vu<strong>el</strong>v<strong>en</strong> sistemas de prefer<strong>en</strong>cias individualesque <strong>en</strong> algún punto son prefer<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> grupo, constituy<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes clases de sistemas deprefer<strong>en</strong>cias que correspond<strong>en</strong> a clases de condiciones de exist<strong>en</strong>cia; actúan comocondicionami<strong>en</strong>tos económicos y sociales cuyo efecto es <strong>el</strong> de g<strong>en</strong>erar esquemas de percepción, deapreciación y de acción difer<strong>en</strong>tes.Según Bourdieu“*…+-<strong>el</strong> hábitus- Se vu<strong>el</strong>ve g<strong>en</strong>erador de prácticas inmediatam<strong>en</strong>te ajustadas al pres<strong>en</strong>te yaún al porv<strong>en</strong>ir inscripto <strong>en</strong> <strong>el</strong> pres<strong>en</strong>te (de allí la ilusión de finalidad) cuando <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra un espacioque propone a título de posibilidades objetivas lo que lleva <strong>en</strong> él a título de prop<strong>en</strong>sión (a ahorrar, ainterv<strong>en</strong>ir, etc.) de disposición (al cálculo, etc.) porque se constituyó por la incorporación de lasestructuras ( ci<strong>en</strong>tíficam<strong>en</strong>te apr<strong>en</strong>didas como probabilidades) de un universo semejante. En estecaso basta a los ag<strong>en</strong>tes dejarse ir a su naturaleza, es decir a lo que la historia hizo de <strong>el</strong>los, paraquedar como naturalm<strong>en</strong>te ajustados al mundo histórico con <strong>el</strong> cual se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan, para hacer lo quees necesario, para realizar <strong>el</strong> porv<strong>en</strong>ir pot<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te inscrito <strong>en</strong> ese mundo donde están como peces<strong>en</strong> <strong>el</strong> agua” (op. cit: 111).En este s<strong>en</strong>tido los hijos de las clases trabajadoras son los herederos, portan <strong>el</strong> capital culturalheredado de su familia, lo ‘tra<strong>en</strong>’ a la escu<strong>el</strong>a, sobre él se cim<strong>en</strong>tan los apr<strong>en</strong>dizajes; proceso que esvivido con ansiedad y rechazado de distintas formas, convirtiéndose <strong>en</strong> una verdadera ‘conquista’.Hemos visto la forma <strong>en</strong> que la teoría de la reproducción cultural de Bourdieu muestra comola escu<strong>el</strong>a y la transmisión de la cultura dominante determinan un horizonte de posibilidades paracada grupo, ubicando a los individuos <strong>en</strong> <strong>el</strong> lugar que le corresponde, y como, a pesar de que estospercib<strong>en</strong> la posibilidad de la movilidad social asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> términos de Carnoy (1993), de laparticipación <strong>en</strong> la democracia formal, y de la reconversión d<strong>el</strong> grupo con autonomía, loscondicionami<strong>en</strong>tos culturales, económicos y sociales d<strong>el</strong>imitan a través d<strong>el</strong> hábitus las fuerzas con laque cada grupo e individuo <strong>el</strong>abora los usos sociales que harán d<strong>el</strong> campo escolar.- 24 -


Sin embargo y para poder <strong>el</strong>aborar una visión que int<strong>en</strong>te trasc<strong>en</strong>der <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje de la crítica<strong>en</strong> que se <strong>en</strong>quista <strong>el</strong> análisis de los reproductivistas, creemos necesario <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der junto con RicardoNassif que la educación “porta la fuerza reproductora y su negación” (1984: 249) la de r<strong>en</strong>ovación ofunción transformadora. La r<strong>el</strong>ación que se establece <strong>en</strong>tre la educación y la sociedad determinará lasíntesis <strong>en</strong>tre estos dos polos; pero – y t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> concepto de hombre sost<strong>en</strong>ido por laspedagogías críticas- <strong>el</strong> análisis no puede reducirse a <strong>en</strong>focar <strong>el</strong> interjuego <strong>en</strong>tre los campos(económico, cultural, político y escolar) sin poner <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a los intereses d<strong>el</strong> sujeto, sin hacer <strong>en</strong>traral hombre, su capacidad creadora y su poder de historicización d<strong>el</strong> mundo; si así no lo hiciéramoscaeríamos <strong>en</strong> las reducciones d<strong>el</strong> sociologismo o d<strong>el</strong> pedagogismo.Ent<strong>en</strong>der la forma <strong>en</strong> que se pres<strong>en</strong>ta la r<strong>el</strong>ación reproducción-transformación implica<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a la educación como movimi<strong>en</strong>to, ya que esta g<strong>en</strong>era más educación, brindandoherrami<strong>en</strong>tas que <strong>el</strong> sujeto podrá utilizar o no para problematizar la realidad <strong>en</strong> la que vive. Si<strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos que la educación conti<strong>en</strong>e la fuerza reproductora de la sociedad también debemosafirmar la realidad antagónica que se hace posible porque “<strong>en</strong>trega herrami<strong>en</strong>tas, despierta poderesint<strong>el</strong>ectuales e inserta criterios de valoración, que <strong>en</strong> determinadas coyunturas, pued<strong>en</strong> desempeñarun rol liberador”. (Nassif, 1984: 249)EL sujeto ejerce de difer<strong>en</strong>tes formas su poder de resist<strong>en</strong>cia contra <strong>el</strong> arbitrario cultural, lohace desde su cuerpo, lo hace desde <strong>el</strong> ‘fracaso <strong>en</strong> <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje’, lo hace desde su ‘inconsci<strong>en</strong>te’quedando atrapado su deseo de apr<strong>en</strong>der, y <strong>en</strong> un plano antagónico logra construir estrategias que lepermit<strong>en</strong> resistir.En este punto son casi evid<strong>en</strong>tes las limitaciones de las teorías reproductivistas al <strong>en</strong>fatizar lafunción reproductora de la educación. De acuerdo a H<strong>en</strong>ry Giroux <strong>el</strong> sociólogo francés PierreBourdieu falla al interpretar datos como la ansiedad y <strong>el</strong> rechazo d<strong>el</strong> individuo ante <strong>el</strong> arbitrariocultural bajo una noción psicológica que ve <strong>en</strong> <strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o una r<strong>en</strong>uncia a hacer valer su capitalcultural, argum<strong>en</strong>tando que de esta forma participan activam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su propio sometimi<strong>en</strong>to. Para lapedagogía crítica cabría realizar la sigui<strong>en</strong>te pregunta: ¿no evid<strong>en</strong>cia acaso este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que <strong>en</strong> lasescu<strong>el</strong>as no todo es reproducción, y que no siempre esta triunfa <strong>en</strong> formar subjetividades dóciles?(Giroux, s/f).Sin embargo creemos que la teoría de Pierre Bourdieu ti<strong>en</strong>e importancia para interpretar laconfusa situación que plantea <strong>el</strong> reord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> capitalismo multinacional <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo cultural yescolar específicam<strong>en</strong>te, sin despreciar los aportes de estudios culturales posestructuralistas y neomarxistas. El hecho de que <strong>el</strong> autor argum<strong>en</strong>te que la conformidad d<strong>el</strong> análisis social con la realidad- 25 -


estará dado por la construcción de un mod<strong>el</strong>o que ponga <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación ‘<strong>el</strong> campo’ con ‘<strong>el</strong> hábitus’ noimplica que esta r<strong>el</strong>ación se de de una vez y para siempre; como sosti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> autor, las “Estructurasque son la finalización <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado de todo <strong>el</strong> proceso histórico”(Bourdieu, 1996: 51) deb<strong>en</strong>ser analizadas a través de una historia estructural que de cu<strong>en</strong>ta de los cambios <strong>en</strong> <strong>el</strong>la por last<strong>en</strong>siones y las contradicciones <strong>en</strong>tre los campos, y por los efectos sociales de los cambios <strong>en</strong> lar<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre los mismos.Con esto se quiere argum<strong>en</strong>tar que a través de la compr<strong>en</strong>sión de los cambios <strong>en</strong> losdifer<strong>en</strong>tes campos y especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo escolar se podrán compr<strong>en</strong>der los cambios de losusos sociales que de la escu<strong>el</strong>a hac<strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes grupos.El descrédito que provi<strong>en</strong>e desde los voceros de la posmodernidad contra las convicciones yproducciones de la modernidad, int<strong>en</strong>ta dist<strong>en</strong>der las t<strong>en</strong>siones históricas -o hacerlas desaparecerhacia<strong>el</strong> interior de la sociedad y de la escu<strong>el</strong>a, basándose <strong>en</strong> la falsa apari<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> pluralismo, sinluchas de clases y por <strong>en</strong>de sin conflictos; pregonando que los intereses de cada sector o individuopued<strong>en</strong> expresarse a través de negociaciones particulares.Este apar<strong>en</strong>te estado de armonía social justificaría que los desarrollos teóricos de lamodernidad emancipadora deban dejarse <strong>en</strong> desuso. La producción int<strong>el</strong>ectual crítica serviría para<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der una realidad con conflictos superados por la historia. Por <strong>el</strong> contrario la tarea <strong>en</strong> <strong>el</strong> marcode la teoría pedagógica que desarrollamos y sost<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> este estudio, es que sobre la base de lasTeorías críticas de la Escu<strong>el</strong>a de Frankfurt y de las Teorías Reproductivistas podamos articular con losaportes de las Pedagogías Críticas un mod<strong>el</strong>o de análisis realista de la Educación InterculturalBilingüe. Como sosti<strong>en</strong>e Antonio Gramsci:En la discusión ci<strong>en</strong>tífica, dado que se supone que <strong>el</strong> interés sea la búsqueda de laverdad y <strong>el</strong> progreso de la ci<strong>en</strong>cia, se muestra más avanzado qui<strong>en</strong> se coloca <strong>en</strong> <strong>el</strong> punto de vista deque <strong>el</strong> adversario puede expresar una exig<strong>en</strong>cia que debe ser incorporada, quizás como mom<strong>en</strong>tosubordinado <strong>en</strong> la propia construcción. (Gramsci, 1971: 26)La pedagogía crítica no destruye <strong>el</strong> análisis que hac<strong>en</strong> los reproductivistas sobre la sociedad yla escu<strong>el</strong>a, por <strong>el</strong> contrario <strong>el</strong> punto de vista que asum<strong>en</strong> les permite incorporar a su análisis lossupuestos de estos teóricos, desarrollando una síntesis con los postulados de la Escu<strong>el</strong>a de Frankfurt,<strong>el</strong> Marxismo e incorporando los aportes d<strong>el</strong> posestructuralismo y <strong>el</strong> neo marxismo. Partimos sobre labase firme de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der junto a Peter McLar<strong>en</strong> que- 26 -


“la teoría reproductivista de la escolaridad se ha convertido <strong>en</strong> algunas instancias <strong>en</strong>un mod<strong>el</strong>o reactivo de análisis, <strong>en</strong> un mod<strong>el</strong>o que recurr<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te simplifica <strong>en</strong> exceso lacomplejidad de la vida social y cultural. En última instancia ignora la necesidad de crear un discursoteórico que trasci<strong>en</strong>da los imperativos de la posibilidad d<strong>en</strong>tro de las exist<strong>en</strong>tes configuraciones depoder capitalista” (McLar<strong>en</strong>, 2000:55).Se quiere insistir <strong>en</strong> que a partir de la desmitificación d<strong>el</strong> carácter neutro de la escolaridad,d<strong>el</strong> dev<strong>el</strong>ami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> carácter político de los m<strong>en</strong>sajes que circulan <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as, saberes, ritos,id<strong>en</strong>tidades, etc., de estas y otras d<strong>en</strong>uncias realizadas por los reproductivistas los educadores críticoshan construido un mod<strong>el</strong>o teórico para analizar las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre educación y sociedad, lasr<strong>el</strong>aciones sociales que <strong>en</strong> <strong>el</strong>las ocurr<strong>en</strong>; han dado forma a una pedagogía de la posibilidad, de laesperanza.II.1.b.1. La politicidad de la educaciónRetomando la compr<strong>en</strong>sión de las funciones de la educación <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de reproducciónr<strong>en</strong>ovación,es necesario p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> este punto <strong>en</strong> la politicidad de la educación, <strong>en</strong> la naturalezapolítica de la educación.Si, como vimos, <strong>el</strong> campo escolar constituye un campo de fuerzas, interr<strong>el</strong>acionado con lasociedad de la que forma parte, <strong>en</strong> <strong>el</strong> que los sectores dominantes utilizan difer<strong>en</strong>tes mecanismospara mant<strong>en</strong>er <strong>el</strong> poder, esto es porque:La educación es, <strong>en</strong> parte considerable, un hecho político, que implica una programación d<strong>el</strong>a vida histórica g<strong>en</strong>eradora de una acción política, ejercida por los sectores que pose<strong>en</strong> algún tipo depoder para ori<strong>en</strong>tar la exist<strong>en</strong>cia de los grupos particulares o de la sociedad global. Se convalida así latesis que ve la educación como “un asunto de poder” que, <strong>en</strong> algunas de sus instancias, requieresiempre “decisiones políticas”. (Nassif, 1984: 55)- 27 -


La certeza sobre este hecho equivale a afirmar la naturaleza política de la educación, puntode partida para negar la neutralidad de cualquier práctica educativa. Como se expresa <strong>en</strong> la citaanterior existe <strong>en</strong> cada instancia educativa una programación que de la que derivarán los rasgoscaracterísticos de las prácticas, esa programación constituye un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la naturaleza política d<strong>el</strong>a educación que se articula <strong>en</strong> un conjunto mayor de opciones políticas típicas de un grupo de poder,y que se objetivizan <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum escolar.Desde la instancia de las políticas educativas y los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s curriculares hasta las prácticas<strong>en</strong> <strong>el</strong> aula <strong>en</strong>contramos que una trama de r<strong>el</strong>aciones de poder está ori<strong>en</strong>tando y defini<strong>en</strong>do <strong>el</strong> lugarde cada <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to de la situación educativa.Para la teoría pedagógica que estamos desarrollando la educación no es solam<strong>en</strong>tereproducción y dominación, las r<strong>el</strong>aciones de poder se expresan <strong>en</strong> la lucha <strong>en</strong> la que individuos ygrupos participan por la definición de s<strong>en</strong>tidos. Como sosti<strong>en</strong>e Giroux <strong>en</strong> <strong>el</strong> prefacio a la obra deFreire “la naturaleza política de la educación”:“*…+ La educación es aqu<strong>el</strong> terr<strong>en</strong>o <strong>en</strong> que <strong>el</strong> poder y la política adquier<strong>en</strong> unaexpresión fundam<strong>en</strong>tal, ya que es allí donde <strong>el</strong> significado, <strong>el</strong> deseo, <strong>el</strong> idioma y los valores sevinculan con y respond<strong>en</strong> a las más profundas cre<strong>en</strong>cias sobre la naturaleza misma de lo quesignifica ser humano, soñar y señalar y luchar por una forma concreta de vida futura. *…+”(Freire, 1990: 15).Para Giroux (1996) la pedagogía es sobre todo una práctica ética y política, y la educación esun proyecto político <strong>en</strong>caminado a profundizar <strong>en</strong> los valores y <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso democrático, la escu<strong>el</strong>aes concebida como una esfera pública y los profesores como int<strong>el</strong>ectuales transformativos.En <strong>el</strong> ámbito situacional de la educación Freire marca como uno de sus <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos lapoliticidad. Este <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to es <strong>el</strong> que anuda toda práctica educativa a la sociedad de la que esproducto. “*…+ No hay situación educativa que no apunte a objetivos que están más allá d<strong>el</strong> aula, qu<strong>en</strong>o t<strong>en</strong>ga que ver con concepciones, maneras de ver <strong>el</strong> mundo, anh<strong>el</strong>os, utopías. *…+” (Freire, 2003:41)Parafraseando a Freire, desde <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que me constituyo <strong>en</strong> educador abrazo unaopción política que dará la dirección a mis prácticas, esta opción puede estar o no explicitada perosiempre estará subyaci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> mis actos. Esto se llama direccionalidad de la educación, y explica lapoliticidad de la educación, cualidad es<strong>en</strong>cial de la misma.- 28 -


Sobre <strong>el</strong> carácter subyac<strong>en</strong>te y connotativo de la politicidad de la educación <strong>en</strong> lasprácticas escolares es ilustrativa la sigui<strong>en</strong>te cita de Emilio T<strong>en</strong>ti Fanfani: “Por lo g<strong>en</strong>eral ni los niños nilos adultos sab<strong>en</strong> que apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> y <strong>en</strong>señan hábitos y disposiciones democráticas o autoritarias,tolerantes o intolerantes, etc. *…+ se inculcan ciertos modos de r<strong>el</strong>ación, ciertos estilos de autoridad yciertos modos de hacer las cosas junto con determinados esquemas de valoración y apreciación (estoes mejor que aqu<strong>el</strong>lo)”(1994: 58). Existe una pedagogía de la política que <strong>en</strong> la vida cotidiana de lasescu<strong>el</strong>as y de las sociedades se imbrica <strong>en</strong> las interacciones <strong>en</strong>tre niños y adultos y que no se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> ningún programa escolar. Es de especial interés <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido <strong>el</strong> estudio d<strong>el</strong>currículum oculto de la escu<strong>el</strong>a, pues <strong>el</strong> hecho de <strong>en</strong>señar valores democráticos de respeto por ladiversidad <strong>en</strong> alguna materia compite con desigualdad de fuerza con significados que circulan y qu<strong>el</strong>legan a crear repres<strong>en</strong>taciones acerca de lo que es aceptado y lo que no es aceptado que se inscrib<strong>en</strong><strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>cia pero también <strong>en</strong> <strong>el</strong> inconsci<strong>en</strong>te y <strong>en</strong> <strong>el</strong> cuerpo de los sujetos.En la teoría educativa tradicional y <strong>en</strong> las prácticas que se sust<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> esta, no se reconoce<strong>el</strong> valor pedagógico de las experi<strong>en</strong>cias sociales y culturales de los grupos subalternos. Loseducadores son portadores de concepciones desde las que se le niega valor pedagógico a estos<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la id<strong>en</strong>tidad de los educandos, esto ti<strong>en</strong>e que ver con que <strong>en</strong> este mod<strong>el</strong>o pedagógico“*…+ <strong>el</strong> educador es qui<strong>en</strong> sabe, los educandos los que no sab<strong>en</strong>. El educador es qui<strong>en</strong> pi<strong>en</strong>sa, <strong>el</strong>sujeto d<strong>el</strong> proceso; los educandos son los p<strong>en</strong>sados. El educador es qui<strong>en</strong> habla; los educandosqui<strong>en</strong>es escuchan dócilm<strong>en</strong>te” (Freire, 1985: 74).Pero <strong>en</strong> un contexto <strong>en</strong> <strong>el</strong> que se reconoce <strong>el</strong> conflicto social “la autoridad d<strong>el</strong> profesor seconvierte <strong>en</strong> una destreza ética que proporciona un fundam<strong>en</strong>to normativo a las condicionesmediante las cuales las r<strong>el</strong>aciones de poder y conocimi<strong>en</strong>to estructuran las prácticas d<strong>el</strong> profesor y <strong>el</strong>alumno” (Giroux, 1996: 188). La contestación a la autoridad pedagógica <strong>en</strong>carnada <strong>en</strong> <strong>el</strong> educadorpuede convertirse <strong>en</strong> una instancia que implique a los estudiantes <strong>en</strong> “discusiones críticas, trabajo <strong>en</strong>colaboración e investigaciones pos disciplinarias que cuestion<strong>en</strong> tanto los textos d<strong>el</strong> aula como laautoridad d<strong>el</strong> profesor.”(op. cit.: 184).Giroux sosti<strong>en</strong>e que <strong>el</strong> tema de la autoridad d<strong>el</strong> profesor debe ser puesto <strong>en</strong> debate puesmuchos educadores la viv<strong>en</strong> como resist<strong>en</strong>cia que se forja <strong>en</strong> la falta de disposición de estos a “*…+abrir sus propios valores y su uso d<strong>el</strong> poder de par <strong>en</strong> par al intercambio y diálogo d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> aula*…+.”Si la autoridad d<strong>el</strong> profesor adquiere un pap<strong>el</strong> c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la didáctica escolar es porque, desde unanálisis crítico, “*…+ proporciona <strong>el</strong> espacio normativo que organiza gran parte de lo que se <strong>en</strong>seña <strong>en</strong>las aulas” (Giroux, 1996: 190)- 29 -


Problematizar la autoridad d<strong>el</strong> profesor es analizarla <strong>en</strong> tanto que construcción histórica,vinculada con ideología y poder. Las prácticas de <strong>en</strong>señanza que posibilit<strong>en</strong> esta tarea a la vezposibilitarán <strong>el</strong> intercambio y <strong>el</strong> diálogo <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula. A partir d<strong>el</strong> diálogo es posible iniciar un proceso <strong>en</strong>que los sujetos se compromet<strong>en</strong> <strong>en</strong> separar lo que es mito de lo que es ci<strong>en</strong>cia, lo que estánaturalizado, eternizado y universalizado de lo que es situado, histórico y construido socialm<strong>en</strong>te.II.1.b.2. El currículum y las políticas culturalesLos educadores críticos han advertido sobre la concepción de conocimi<strong>en</strong>to que subyace <strong>en</strong>los currículos escolares, este es pres<strong>en</strong>tado con un carácter ascético y neutral, descontextualizado yg<strong>en</strong>eralizado. Se lo arranca de la historia y se oculta que es una producción cultural. El saber humanose considera indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> tiempo y d<strong>el</strong> lugar, se convierte <strong>en</strong> saber universalizado y a histórico.Es más, se expresa <strong>en</strong> un l<strong>en</strong>guaje básicam<strong>en</strong>te técnico y con la pret<strong>en</strong>sión de no estar afectado porlos valores.La teoría educativa tradicional desconoce o niega la circulación de s<strong>en</strong>tidos difer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>el</strong>aula. Los profesores transmit<strong>en</strong> teorías y canonizan <strong>el</strong> método de la confer<strong>en</strong>cia. No g<strong>en</strong>eranactividades <strong>en</strong> las que los alumnos puedan teorizar <strong>el</strong> saber que <strong>en</strong>seña.Tomás Tadeu Da Silva analiza estas características d<strong>el</strong> currículum escolar utilizando <strong>el</strong> conceptode feticichismo de Marx. Recordemos que, según Tadeu da Silva, <strong>el</strong> autor Alemán “*…+ llamafetichismo a este proceso donde las r<strong>el</strong>aciones se tornan invisibles, haci<strong>en</strong>do aparecer solam<strong>en</strong>te lacosa, <strong>el</strong> objeto, la mercancía de forma aislada y desconectada de otros procesos y r<strong>el</strong>aciones.”(1997:67)Lo c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> esta interpretación es que <strong>el</strong> currículum se pres<strong>en</strong>ta como un productoacabado <strong>en</strong> <strong>el</strong> que no sin marca alguna d<strong>el</strong> proceso que lo g<strong>en</strong>eró. Toda producción humana esportadora d<strong>el</strong> carácter r<strong>el</strong>acional y constructivo que lo ubica <strong>en</strong> un tiempo y <strong>en</strong> un lugar determinado.El ocultami<strong>en</strong>to de estos aspectos se sust<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> <strong>el</strong> carácter desigual con que los difer<strong>en</strong>tes grupossociales participan <strong>en</strong> la definición de lo que es socialm<strong>en</strong>te aceptado y lo que no lo es.Este análisis ti<strong>en</strong>e una importante y primera conclusión, queEl conocimi<strong>en</strong>to y <strong>el</strong> currículo no son cosas, como la noción de “cont<strong>en</strong>idos”- tanimbricada <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido común educativo- nos conduce a creer. El conocimi<strong>en</strong>to y <strong>el</strong> currículo- 30 -


corporifican r<strong>el</strong>aciones sociales. Son producidos y creados a través de las r<strong>el</strong>aciones socialesparticulares <strong>en</strong>tre grupos sociales interesados. (Tadeu da Silva, 1997: 68)Podemos arribar al supuesto de que un currículum <strong>en</strong> <strong>el</strong> que los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que lo compon<strong>en</strong>son fetichizados es producto de un proceso de determinación curricular <strong>en</strong> <strong>el</strong> que se ha concretado lahegemonización de los sectores cuyos intereses van <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido de reproducir y conservar <strong>el</strong> statusquo imperante <strong>en</strong> la sociedad capitalista.Un currículum estructurado a partir de un proceso de determinación que ti<strong>en</strong>de a ser negado,se materializa <strong>en</strong> un producto “colonizado” aunque <strong>en</strong> él se plasm<strong>en</strong> cont<strong>en</strong>idos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes aformaciones culturales subalternas. Se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a este currículum como “territoriocolonizado”. La colonización d<strong>el</strong> territorio curricular implica la imposición de las repres<strong>en</strong>taciones d<strong>el</strong>os grupos dominantes que por medio de <strong>el</strong>las naturalizan y mitifican los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la culturasubalterna.El <strong>en</strong>foque de naturaleza r<strong>el</strong>acional que seguimos lo concibe como una totalidad que difiere<strong>en</strong> su naturaleza de nociones para las que <strong>el</strong> currículum es una objetividad fragm<strong>en</strong>taria ysimplificada, una “repres<strong>en</strong>tación concreta y determinada de la cultura que una sociedad creevaliosa” (Angulo Rasco, 1994: 28), una repres<strong>en</strong>tación tanto de los cont<strong>en</strong>idos como de la acción parallevar a la práctica una plan educativo.Estas posiciones sobre <strong>el</strong> currículum se sust<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> concepciones filosóficas que antepon<strong>en</strong>a cualquier acción la repres<strong>en</strong>tación previa de la realidad, como <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o que <strong>el</strong> Artesano se trazapara ejecutar su oficio y arribar al producto final preconcebido, <strong>el</strong> currículum expresa <strong>en</strong> su totalidadla realidad que pret<strong>en</strong>de producir, o reproducir. Estas concepciones correspond<strong>en</strong> a difer<strong>en</strong>tesacepciones de currículum que Angulo Rasco dispone <strong>en</strong> dos grandes formas de definir <strong>el</strong> currículum,estas conciern<strong>en</strong> al currículum como cont<strong>en</strong>ido y al currículum como planificación.Otro grupo de acepciones se caracterizan por definir <strong>el</strong> currículum como acción interactiva yconstrucción práctica, sust<strong>en</strong>tándose <strong>en</strong> una racionalidad de la acción educativa, de la prácticadoc<strong>en</strong>te.Nosotros creemos con Angulo Rasco <strong>en</strong> la necesidad de concebir <strong>el</strong> currículum t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>ta la racionalidad d<strong>el</strong> ámbito de la repres<strong>en</strong>tación y la racionalidad d<strong>el</strong> ámbito de la acción.Además creemos necesario hacer hincapié <strong>en</strong> los procesos de determinación curricular, <strong>en</strong> la lucha deintereses sociales antagónicos y <strong>en</strong> <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> que juegan los sujetos <strong>en</strong> este proceso, <strong>en</strong> laformalización y desarrollo de currículum.- 31 -


En este s<strong>en</strong>tido creemos que la noción de currículum propuesta por Alicia De Alba (1998)constituye un int<strong>en</strong>to crítico por superar una visión fragm<strong>en</strong>taria de este. Para la autoraPor currículum se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de a la síntesis de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos curriculares (conocimi<strong>en</strong>tos,valores, costumbres, cre<strong>en</strong>cias, hábitos) que conforman una propuesta político-educativap<strong>en</strong>sada e impulsada por diversos grupos y sectores sociales cuyos intereses son diversos ycontradictorios, aunque algunos ti<strong>en</strong>dan a ser dominantes o hegemónicos, y otros ti<strong>en</strong>dan aoponerse y resistirse a tal dominación o hegemonía. Síntesis a la cual se arriba a través dediversos mecanismos de negociación e imposición social. Propuesta conformada por aspectosestructurales-formales y procesales prácticos, así como por dim<strong>en</strong>siones g<strong>en</strong>erales yparticulares que interactúan <strong>en</strong> <strong>el</strong> dev<strong>en</strong>ir d<strong>el</strong> currículo <strong>en</strong> las instituciones sociales educativas.Dev<strong>en</strong>ir curricular cuyo carácter es profundam<strong>en</strong>te histórico y no mecánico y lineal. Estructuray dev<strong>en</strong>ir que conforman y expresan a través de distintos niv<strong>el</strong>es de significación. (De Alba,1998: 60)En esta acepción se int<strong>en</strong>ta compr<strong>en</strong>der la totalidad d<strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o curricular. Dichacompr<strong>en</strong>sión ti<strong>en</strong>e su punto de partida y de llegada <strong>en</strong> la complejidad de las r<strong>el</strong>aciones sociales,desiguales y conflictivas que g<strong>en</strong>eran y están <strong>en</strong> la totalidad d<strong>el</strong> proceso de su desarrollo. La idea desíntesis de los diversos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la cultura implica, primero concebir al currículum como“arbitrario cultural”, pero también supera esta idea al remarcar que no es <strong>el</strong> producto de un procesounilateral de determinación sino que también hay resist<strong>en</strong>cia ejercida por grupos y sectores conintereses antagónicos a los d<strong>el</strong> grupo dominante.La lucha por estipular que es valioso y que no lo es de una cultura para la sociedad se dirime<strong>en</strong> instancias de poder <strong>en</strong> donde los sectores interesados corr<strong>el</strong>acionan sus fuerzas. Por lo tanto <strong>en</strong> lasíntesis que se materializa <strong>el</strong> currículum “*…+ se expresan, aunque ocupando difer<strong>en</strong>tes espacios <strong>en</strong>los planos estructural-formal y procesal-práctico, los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos culturales pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a otrosgrupos socioculturales que logran incorporarse <strong>en</strong> dichas síntesis. *…+” (De Alba, 1998: 61)Como hemos dicho la pret<strong>en</strong>sión de la pedagogía tradicional <strong>en</strong> torno al currículum,radicalizada <strong>en</strong> la pedagogía tecnicista y resignificada <strong>en</strong> la posición posmodernista ha sido ladisolución de toda hu<strong>el</strong>la que remita hacia <strong>el</strong> carácter r<strong>el</strong>acional de la formulación y <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong>mismo.- 32 -


Todas las prácticas sociales, aunque estén repres<strong>en</strong>tadas por discursos específicos, ti<strong>en</strong><strong>en</strong>necesariam<strong>en</strong>te sus bases históricas de posibilidad <strong>en</strong> las condiciones sociales amplias. El currículum<strong>en</strong> tanto discurso y práctica ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> un proyecto político-social concreto sus bases de posibilidad.Cada mom<strong>en</strong>to histórico interp<strong>el</strong>a al campo educativo imprimiéndole sus necesidades como objetivosd<strong>el</strong> sistema educativo. En este s<strong>en</strong>tido “se considera que <strong>el</strong> currículum es una propuesta políticoeducativa<strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra estrecham<strong>en</strong>te articulado al, o a los, proyecto(s)amplio(s) sost<strong>en</strong>ido(s) por los diversos grupos que impulsan y determinan un currículum. *…+” (DeAlba, 1998: 61)Hemos afirmado que la síntesis de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos culturales que da forma al currículum es <strong>el</strong>resultado de pugnas por la definición de lo valioso para una sociedad determinada <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>todeterminado, de modo que cada grupo social participa <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de configuración y desarrollo d<strong>el</strong>currículum, y tratará de imponer sus intereses sociales.En las posiciones de colonización d<strong>el</strong> currículum se borra toda hu<strong>el</strong>la d<strong>el</strong> proceso dedeterminación curricular operación que responde al discurso ci<strong>en</strong>tífico positivista por <strong>el</strong> que losgrupos liberales lograron igualar objetividad con “desinterés”, cristianizándose esta igualación <strong>en</strong>parte de la ideología dominante o <strong>en</strong> ideas d<strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido común. Lo que se ha int<strong>en</strong>tado es pres<strong>en</strong>tarcomo neutral todo f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o social. La d<strong>en</strong>uncia <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido debe arraigarse <strong>en</strong> la idea de que“*…+ la sociedad capitalista es un campo de batalla de intereses contrapuestos, y oculta esta viol<strong>en</strong>ciaincesante bajo <strong>el</strong> disfraz de ideas desinteresadas” (Eagleton, 1997: 211).Los teóricos posmodernistas llevan hasta <strong>el</strong> otro extremo <strong>el</strong> postulado anterior, según estostodo <strong>en</strong> la vida social reviste un carácter “interesado”, la conclusión pueril que extra<strong>en</strong> de estaevid<strong>en</strong>cia es que no existe tipos de intereses sociales que revistan especificidad y status particular <strong>en</strong>r<strong>el</strong>ación con cualquier acto humano. Se iguala de esta forma, por ejemplo, cualquier acto de la vidacotidiana de una mujer o de un hombre con las acciones que mujeres y hombres empr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> <strong>en</strong> razónde luchas de poder que desarrollan los difer<strong>en</strong>tes grupos sociales.En la formulación y desarrollo d<strong>el</strong> currículum los difer<strong>en</strong>tes grupos sociales int<strong>en</strong>tan hacerprevalecer sus intereses, de acuerdo a de que grupo o sector social se trate estos intereses t<strong>en</strong>dránque ver con la reproducción de la dominación o con la resist<strong>en</strong>cia a esta situación y la lucha por laconstrucción de una sociedad más justa. La síntesis de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos culturales que es él currículum esdeterminado <strong>en</strong> parte por este proceso de pugna.Hay imposición y negociación <strong>en</strong> la conformación y desarrollo d<strong>el</strong> currículum, hay “contactocultural, (que) históricam<strong>en</strong>te, ha sido conflictivo, desigual y productivo” (De Alba, 1998: 65), porque- 33 -


está implicada la cuestión d<strong>el</strong> poder <strong>en</strong> tanto, como v<strong>en</strong>imos dici<strong>en</strong>do existe corr<strong>el</strong>ación de fuerzascontrarias, cuyas características históricas condicionarán <strong>el</strong> tipo de r<strong>el</strong>ación, es decir imposición onegociación. “El currículum es <strong>en</strong>tonces una ar<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la cual se ejerce y desarrolla <strong>el</strong> poder” (op. cit.:66)La resolución de la dinámica conflictiva, desigual y productiva de la lucha por dar forma alcurrículum se materializa <strong>en</strong> los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s curriculares, planes de estudio, programas educativos,libros de texto, etc. Estos aspectos son definidos por Alicia De Alba como estructurales-formales. Pero<strong>el</strong> proceso no acaba allí, es decir <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de las repres<strong>en</strong>taciones, tanto de la cultura valiosa, d<strong>el</strong>arbitrario cultural, como de la acción educativa, este ti<strong>en</strong>e continuidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de la acciónconcreta. La dinámica propia de las prácticas y d<strong>el</strong> desarrollo curricular está <strong>en</strong> sus aspectosprocesales-prácticos, lo liga a la realidad d<strong>el</strong> grupo social, de la formación cultural concreta, d<strong>el</strong> barriode la región, que a su vez le imprim<strong>en</strong> su dinámica a través de la resist<strong>en</strong>cia que ejerc<strong>en</strong> los sujetossociales a la imposición de las repres<strong>en</strong>taciones que <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum se plasman y que <strong>en</strong> lasinstituciones educativas se llevan a la práctica con la fuerza de lo instituido pero también con laposibilidad de lo instituy<strong>en</strong>te. Los aspectos procesales-prácticos d<strong>el</strong> currículum se refier<strong>en</strong> a sudesarrollo, a su dev<strong>en</strong>ir.Los aspectos m<strong>en</strong>cionados d<strong>el</strong> currículum operan d<strong>en</strong>tro de ciertos límites que correspond<strong>en</strong>a sus dim<strong>en</strong>siones g<strong>en</strong>erales y particulares.“Dim<strong>en</strong>sión significa- <strong>en</strong> términos g<strong>en</strong>erales- la demarcación de los aspectos es<strong>en</strong>cialesy de los límites de un proceso, hecho o f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o.*…+Las dim<strong>en</strong>siones g<strong>en</strong>erales se refier<strong>en</strong> a aqu<strong>el</strong>las que conforman y determinancualquier currículum, que le son inher<strong>en</strong>tes: Las particulares o específicas se refier<strong>en</strong> a aqu<strong>el</strong>losaspectos que le son propios a un currículum, y no así a otros *…+” (De Alba, 1998: 67-68).La autora construye tres dim<strong>en</strong>siones g<strong>en</strong>erales d<strong>el</strong> currículum: dim<strong>en</strong>sión social amplia,dim<strong>en</strong>sión institucional, y la dim<strong>en</strong>sión didáctico –áulica. Estas dim<strong>en</strong>siones se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran interr<strong>el</strong>acionadas<strong>en</strong>tre si, se determinan mutuam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la conformación y desarrollo d<strong>el</strong> currículum.La dim<strong>en</strong>sión social amplia “alude al conjunto de multideterminaciones que conforman latotalidad social, <strong>en</strong> donde los procesos educativos son parte de la misma” (op. cit.: 68). Lasdim<strong>en</strong>siones que conforman este conjunto son la dim<strong>en</strong>sión cultural, la dim<strong>en</strong>sión política, la- 34 -


dim<strong>en</strong>sión económica y la dim<strong>en</strong>sión ideológica. La totalidad social puede ser desagregada <strong>en</strong> cadauna de estas dim<strong>en</strong>siones para analizar las determinaciones que le imprim<strong>en</strong> al currículum, y queactúan <strong>en</strong> forma múltiple y no aislada <strong>en</strong> todo <strong>el</strong> proceso que estamos analizando.“La dim<strong>en</strong>sión institucional es <strong>el</strong> espacio privilegiado d<strong>el</strong> currículum, toda vez que es lainstitución educativa donde se concreta la síntesis de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos culturales (conocimi<strong>en</strong>tos,valores, cre<strong>en</strong>cias, hábitos y actitudes) que conforman una determinada propuesta académicopolítica.*…+La dim<strong>en</strong>sión didáctica-áulica se refiere al espacio de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro, desarrollo yconcreción cotidiana de una propuesta curricular <strong>en</strong>tre alumnos y maestros. En <strong>el</strong>la son losproblemas fundam<strong>en</strong>tales la r<strong>el</strong>ación maestro-alumno, la r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> cont<strong>en</strong>ido, <strong>el</strong> procesogrupal, <strong>el</strong> problema de la evaluación d<strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje y <strong>el</strong> programa escolar *…+” (De Alba, 1998:72-73)Mi<strong>en</strong>tras las dim<strong>en</strong>siones particulares o específicas son, como ya dijimos, aqu<strong>el</strong>los aspectospropios de un determinado currículum, que le otorgan su especificidad. “*…+ Estas dim<strong>en</strong>siones serefier<strong>en</strong> al niv<strong>el</strong> educativo, al tipo de educación, a la población a al que va dirigida <strong>el</strong> currículum, etc.*…+ Estas dim<strong>en</strong>siones implican la compr<strong>en</strong>sión teórica de estos aspectos particulares.”(op. cit.: 73)La totalidad de la dim<strong>en</strong>sión social amplia ejerce por medio de fuerzas socialesdeterminaciones para que este de respuestas a sus necesidades. Estas son exig<strong>en</strong>cias de la sociedad<strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, pero es necesario decir que son pres<strong>en</strong>tadas como necesidades g<strong>en</strong>erales aunquerespondan a los intereses d<strong>el</strong> grupo hegemónico. El currículum es esc<strong>en</strong>ario de la hegemonía tal ycomo esta se manifiesta <strong>en</strong> la trama social <strong>en</strong> un tiempo y lugar determinado.En este s<strong>en</strong>tido reviste especial interés <strong>el</strong> estudio de los procesos de determinación social.Alicia De Alba <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de estos procesos“*…+ como aqu<strong>el</strong>los <strong>en</strong> los cuales a través de luchas, negociaciones o imposiciones, <strong>en</strong>un mom<strong>en</strong>to de transformación o génesis, se produc<strong>en</strong> rasgos o aspectos sociales que, deacuerdo a una determinada articulación, van a configurar una estructura social r<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>teestable y que ti<strong>en</strong>de a definir los límites y las posibilidades de los procesos sociales que <strong>en</strong> <strong>el</strong>marco de tal estructura se desarroll<strong>en</strong>” (De Alba, 1998: 89).- 35 -


En tanto sosti<strong>en</strong>e que los procesos de determinación curricular son aqu<strong>el</strong>los <strong>en</strong> los que“*…+ a través de luchas, negociaciones o imposiciones que se desarrollan de acuerdo alos intereses de difer<strong>en</strong>tes grupos y sectores se determina un currículum <strong>en</strong> sus aspectosc<strong>en</strong>trales, esto es, <strong>en</strong> su ori<strong>en</strong>tación básica y estructurante. (op. cit.: 91)Qui<strong>en</strong>es ejerc<strong>en</strong> <strong>el</strong> poder de determinar <strong>el</strong> currículum son los difer<strong>en</strong>tes grupos y sectoressociales. Para de Alba la figura sectores o grupos sociales es vaga e insufici<strong>en</strong>te por lo que proponeutilizar la de sujetos sociales para estudiar aqu<strong>el</strong>los ag<strong>en</strong>tes que actúan <strong>en</strong> los procesos dedeterminación d<strong>el</strong> currículum. Por sujeto social <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de todo sujeto consci<strong>en</strong>te de sus intereses quese <strong>en</strong>marcan <strong>en</strong> un proyecto político-social. “*…+ El sujeto social es tal <strong>en</strong> tanto sus acciones seinscrib<strong>en</strong> <strong>en</strong> una determinada direccionalidad social cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> <strong>el</strong> proyecto social que sust<strong>en</strong>ta”(De Alba, 1998: 91).Estos se conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong> sujetos sociales de la determinación curricular <strong>en</strong> las luchas que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>por cont<strong>en</strong>ido intereses acordes a los proyectos sociales que suscrib<strong>en</strong>, <strong>en</strong> tanto “*…+ ti<strong>en</strong><strong>en</strong>difer<strong>en</strong>tes formas de r<strong>el</strong>acionarse y de actuar <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de la determinación, la estructuración y <strong>el</strong>desarrollo curricular.”(op. cit.: 92)La autora define tres sujetos sociales d<strong>el</strong> currículum. En primer lugar alude a los “sujetos de ladeterminación curricular” qui<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong><strong>en</strong> importantes int<strong>en</strong>ciones de definir aspectos es<strong>en</strong>ciales ybásicos d<strong>el</strong> currículum pero no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un pap<strong>el</strong> definido y directo <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito escolar, algunosejemplos son <strong>el</strong> Estado, los grupos empresarios, gremios, los partidos políticos, etc. En segundo lugarestán los “sujetos d<strong>el</strong> proceso de estructuración formal d<strong>el</strong> currículum” <strong>en</strong>tre los que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tranlos organismos oficiales de políticas educativas, los consejos directivos de las universidades, losequipos de evaluación y diseño curricular, etc. estos son los que <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de la institución escolarle confier<strong>en</strong> forma y estructura al currículum de acuerdo a los lineami<strong>en</strong>tos emanados d<strong>el</strong> proceso dedeterminación curricular. Por último están los “sujetos d<strong>el</strong> desarrollo curricular”“*…+ son aqu<strong>el</strong>los que conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong> práctica cotidiana un currículum. Nos referimosprincipalm<strong>en</strong>te a los maestros y alumnos. De acuerdo a nuestra noción d<strong>el</strong> currículum, son lossujetos d<strong>el</strong> desarrollo curricular los que retraduc<strong>en</strong>, a través de la práctica, la determinacióncurricular, concretada <strong>en</strong> una forma y estructura curricular específica, imprimiéndole diversos- 36 -


significados y s<strong>en</strong>tidos y, <strong>en</strong> última instancia, impactando y transformando, de acuerdo a suspropios proyectos sociales, la estructura y determinación curricular iniciales” (De Alba, 1998:93)II.1.c. Difer<strong>en</strong>cia/diversidad. Concepciones desde la perspectiva política de la educación.En <strong>el</strong> marco de las pedagogías críticas <strong>el</strong> significado de la difer<strong>en</strong>cia cultural se articula con <strong>el</strong>de desigualdad social <strong>en</strong> tanto <strong>en</strong> la intersección de estas dim<strong>en</strong>siones se ubica la interpretaciónpolítico pedagógico de la educación <strong>en</strong> contextos de diversidad.¿Por qué hablar de difer<strong>en</strong>cia y no de diversidad? ¿Cómo se articula <strong>el</strong> análisis de la difer<strong>en</strong>ciacon <strong>el</strong> de la desigualdad?. Con estos interrogantes se int<strong>en</strong>ta plantear una ruptura con los estudios detipo culturalistas que se han desarrollado <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo teórico de la educación.El tratami<strong>en</strong>to de la diversidad ha v<strong>en</strong>ido t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do un amplio espacio de desarrollo <strong>en</strong> <strong>el</strong>campo de las ci<strong>en</strong>cias de la educación, <strong>en</strong> los últimos años se han establecido importantesconceptualizaciones principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Pedagogía Especial c<strong>en</strong>tradas <strong>en</strong> <strong>el</strong> tratami<strong>en</strong>to de sujetos concapacidades especiales o difer<strong>en</strong>tes a la normalidad. Este capítulo de la Pedagogía se define por <strong>el</strong>interés actual d<strong>el</strong> promover <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to, la tolerancia y <strong>el</strong> tratami<strong>en</strong>to de las diversascapacidades de los individuos. El interés que define la acción <strong>en</strong>caminada ha lograr estos objetivos hapuesto gran énfasis <strong>en</strong> lo “actitudinal”, y <strong>en</strong> la reparación de la discriminación histórica que grupossociales específicos han sufrido <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes lugares y tiempos históricos. En este punto creemosnecesario realizar formular <strong>el</strong> supuesto de que por debajo de la apari<strong>en</strong>cia democratizadora de estavisión se oculta la of<strong>en</strong>siva neoconservadora y neoliberal que actúa desde difer<strong>en</strong>tes operaciones 2soslayando <strong>el</strong> carácter político de las difer<strong>en</strong>cias.El discurso sobre la diversidad cultural ha creado operaciones que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong>tre sus finesresolver la conflictividad de los intereses sectoriales dando impulso a la integración de las difer<strong>en</strong>cias<strong>en</strong> tanto datos de la naturaleza, a partir de la creación d<strong>el</strong> falso cons<strong>en</strong>so que se asi<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> unapret<strong>en</strong>dida autonomía cultural, permiti<strong>en</strong>do, <strong>en</strong> <strong>el</strong> mejor de los casos, la participación d<strong>el</strong> ‘otro’ <strong>en</strong> lavida de las instituciones sociales.2 Estas operaciones son la fetichización de las difer<strong>en</strong>cias, la estetización de las difer<strong>en</strong>cias, y la eticización de lasdifer<strong>en</strong>cias desarrolladas por Alejandra Rodríguez de Anca (2004), y se analizarán <strong>en</strong> este parágrafo.- 37 -


El eje de estas operaciones t<strong>en</strong>dería a provocar <strong>el</strong> borrami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> carácter social de lasdifer<strong>en</strong>cias que <strong>en</strong>cubr<strong>en</strong> con una concepción de la cultura más cercana a la noción de folklore que ala de formas o modos de producción cultural atravesadas por r<strong>el</strong>aciones de poder asimétricas. Lo queestá <strong>en</strong> juego es <strong>el</strong> análisis de la forma <strong>en</strong> que desde estas posiciones se considera la experi<strong>en</strong>cia y laid<strong>en</strong>tidad de los individuos <strong>en</strong> <strong>el</strong> espacio escolar.Desde las Pedagogías críticas se propone p<strong>en</strong>sar <strong>el</strong> espacio escolar, <strong>el</strong> trabajo <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula y laeducación <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral desde una ‘política de la difer<strong>en</strong>cia’ (Giroux, 1994), que no r<strong>en</strong>uncie a losprincipios universales de igualdad y justicia dejando que las múltiples id<strong>en</strong>tidades se pongan <strong>en</strong>esc<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a.Además desde posiciones teóricas posmodernistas han realizado algunas críticas a laeducación que han servido <strong>en</strong> las últimas décadas d<strong>el</strong> siglo XX como t<strong>el</strong>ón de fondo para <strong>el</strong> desarrollode <strong>en</strong>foques teóricos que, basados <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> discurso social y <strong>en</strong> <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativismo cultural, hanint<strong>en</strong>tado ocupar <strong>el</strong> lugar de una nueva visión sobre la educación, y han hegemonizado la formaciónde s<strong>en</strong>tidos <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso de las políticas d<strong>el</strong> estado neoliberal de América Latina, disimulando sues<strong>en</strong>cia tecnocrática <strong>en</strong> un l<strong>en</strong>guaje aggiornado y <strong>en</strong> <strong>el</strong> ataque a las prácticas educativas basadas <strong>en</strong> lateoría educativa tradicional.Las pedagogías críticas han d<strong>en</strong>unciado la int<strong>en</strong>ción de este <strong>en</strong>foque, que detrás d<strong>el</strong> discurso<strong>en</strong> <strong>el</strong> que se promueve <strong>el</strong> respeto por la diversidad cultural y <strong>el</strong> multiculturalismo de las sociedadeslatinoamericanas, llevan <strong>el</strong> análisis de la difer<strong>en</strong>cia y d<strong>el</strong> conflicto <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a al terr<strong>en</strong>o d<strong>el</strong>r<strong>el</strong>ativismo cultural. Para Giroux <strong>el</strong> discurso educativo “Posmoderno” busca convertir <strong>el</strong> aula <strong>en</strong> un“texto que se ha de leer *…+ susp<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> una red de significantes textuales que únicam<strong>en</strong>te seti<strong>en</strong><strong>en</strong> que descodificar” (Giroux, 1996: 186). En tanto que <strong>en</strong> <strong>el</strong> tratami<strong>en</strong>to de los comportami<strong>en</strong>tosde resist<strong>en</strong>cia busca sustituir “La contestación con la difer<strong>en</strong>cia y reemplazando <strong>el</strong> conflicto con <strong>el</strong>pluralismo” (op. cit.: 186).Este <strong>en</strong>foque de la educación busca romper con miradas totalizadoras y globalizantes de larealidad, de los sujetos, los procesos y proyectos, negando la exist<strong>en</strong>cia de la lucha de clases yponi<strong>en</strong>do énfasis <strong>en</strong> la heterog<strong>en</strong>eidad de los intereses sociales que interp<strong>el</strong>an a las instituciones.Como consecu<strong>en</strong>cia se reduce cualquier clase de conflicto, político, social, cultural, etc., a conflictos<strong>en</strong>tre actores <strong>en</strong> <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> de las instituciones.El constructo c<strong>en</strong>tral de la teoría educativa posmoderna es <strong>el</strong> ‘discurso’, la realidad y lasacciones de los sujetos se reduc<strong>en</strong> a los significantes de los discursos. Como consecu<strong>en</strong>cia subyace- 38 -


una concepción antropológica <strong>en</strong> la que los sujetos dejan de ser ag<strong>en</strong>tes capaces de trasc<strong>en</strong>der ladiscursividad para resistir y combatir las r<strong>el</strong>aciones de poder.Según M. Whitford citada por Peter McLar<strong>en</strong> “para poder huir y quedar <strong>en</strong> libertad de laprisión d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje como estudiantes, maestros, e investigadores, debemos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la realidadno es co-ext<strong>en</strong>sivas a las categorías d<strong>el</strong> discurso, ya que si caemos <strong>en</strong> eso implica limitar <strong>el</strong> cambiosocial a las permutaciones d<strong>el</strong> discurso d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> mismo conjunto de categorías” (McLar<strong>en</strong>, 2000:68). En este s<strong>en</strong>tido para Giroux desde un posestructuralismo de la resist<strong>en</strong>cia “<strong>el</strong> aula ti<strong>en</strong>e que verprimordialm<strong>en</strong>te con luchas a propósito d<strong>el</strong> significado y uso d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje” (Giroux, 1996: 187).Díaz y Alonso (2004) argum<strong>en</strong>tan que desde las pedagogías críticas se propone analizar <strong>el</strong>f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o <strong>en</strong> términos de difer<strong>en</strong>cia y desigualdad, ya que autores pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a esta teoríapedagógica sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> esta posición teórico-política,“*…] se opon<strong>en</strong> a tratar <strong>el</strong> tema de las difer<strong>en</strong>cias como sinónimo de diversidad,dado que *…+, la diversidad es una noción liberal que habla de la importancia de sociedadesplurales, pero administradas por los grupos hegemónicos que son los creadores d<strong>el</strong>cons<strong>en</strong>so, <strong>en</strong> definitiva los que establec<strong>en</strong> qui<strong>en</strong>es <strong>en</strong>tran <strong>en</strong> <strong>el</strong> ‘nosotros’ y qui<strong>en</strong>es <strong>en</strong> los‘otros’” (Díaz y Alonso, 2004: 39).Autores como Giroux (1994), desde esta posición, opon<strong>en</strong> a una noción sustancialista decultura otra de carácter dinámico <strong>en</strong> la que <strong>el</strong> concepto de experi<strong>en</strong>cia es c<strong>en</strong>tral, para articular laid<strong>en</strong>tidad a un programa de política cultural, de la difer<strong>en</strong>cia y desde la difer<strong>en</strong>cia.El autor se apoya <strong>en</strong> los estudios culturales 3 que han tomado los aportes de Marx, Gramsci yotros int<strong>el</strong>ectuales de izquierdas y que <strong>en</strong>contraron <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> campo cultural algunosindicadores para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las formas ideológicas desde las que los sujetos toman conci<strong>en</strong>cia de susituación y luchan para transformarla. Estos estudios han g<strong>en</strong>erado algunos de criterios parainterpretar la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre cultura y poder.Según Giroux estos estudios culturales, literarios, feministas y aqu<strong>el</strong>los inscriptos <strong>en</strong> diversasformas de posmodernismo y posestructuralismo han ofrecido una nueva forma de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der cómo <strong>el</strong>concepto de cultura ha sido subordinado al análisis de las clases sociales, de esta manera han puesto<strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia la especificidad de la dominación de las r<strong>el</strong>aciones de género, raza y etnia, que también3 Entre estos interesantes trabajos se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran los de autores como Fredric Jameson y Slavoj Zizek. En losaportes de este último autor nos basaremos <strong>en</strong> II.1.2.b. al analizar <strong>el</strong> “multiculturalismo”.- 39 -


“cu<strong>en</strong>tan con otras formas culturales dinámicas paral<strong>el</strong>as, cada una de las cuales debe ser estudiadacomo tal y con r<strong>el</strong>ación a otras formas de dominación.”(Giroux, 1994: 60)Otro de los aportes de estos trabajos ha sido <strong>el</strong> de establecer una ruptura con la perspectivaque concibe la cultura como una forma de vida oponiéndole una noción que la considera una formade producción siempre atravesadas por formas de poder asimétricas, “las cuales permit<strong>en</strong> a losdistintos grupos luchar desde sus posiciones dominantes y subordinadas con objeto de definir y a lavez lograr sus aspiraciones” (Ídem. 60). Por último consideran a la cultura como “campo de lucha ydifer<strong>en</strong>cia social” dinamizado por la conflictividad que la producción, legitimación y circulación designificados y experi<strong>en</strong>cias le imprime la lucha.Antes de avanzar es necesario hacer una aclaración. Decir que lo cultural no se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>desubordinado al análisis de clases sociales desde estos estudios no significa que promuevan abandonar<strong>el</strong> análisis de lucha de clases. Pasando <strong>en</strong> limpio, argum<strong>en</strong>tan que se debe reconocer que lasdifer<strong>en</strong>tes formaciones sociales se sitúan desde r<strong>el</strong>aciones asimétricas de poder <strong>en</strong> la construcción dehegemonía, <strong>en</strong> las que están comprometidas la producción de visiones d<strong>el</strong> mundo y de aspiracionessobre <strong>el</strong> desarrollo cultural, <strong>en</strong> donde se <strong>en</strong>tablan desde posiciones dominantes o subordinadasdefinidas por <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de raza, etnia y género, pero también de clase social, r<strong>el</strong>aciones de lucha yconflictividad que defin<strong>en</strong> la producción, legitimación y circulación de s<strong>en</strong>tido que politizan <strong>el</strong> campocultural.En síntesis, así como los estudios culturales y las pedagogías críticas r<strong>en</strong>uncian a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der locultural solam<strong>en</strong>te desde la categoría de clase social, porque <strong>en</strong> este ámbito de la realidad exist<strong>en</strong>otras formas de dominación, así también, y <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo movimi<strong>en</strong>to, se opon<strong>en</strong> a las concepcionesque se adoptan sobre <strong>el</strong> tema desde <strong>el</strong> culturalismo y <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativismo cultural 4 .Si<strong>en</strong>do así se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que <strong>el</strong> énfasis por <strong>en</strong>focar <strong>en</strong> la vida cotidiana de las culturas,analizando sus formas particulares, concretas, históricas y sociales no significa aislarlas como4 La antropología social clásica había establecido una serie de oposiciones que correspondían a <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de lasculturas y servían para definir a un grupo o formación social como civilización o cultura primitiva; <strong>en</strong>tre estasoposiciones se <strong>en</strong>contraban, por <strong>en</strong>umerar algunas, arte/artesanía, ci<strong>en</strong>cia/mito,escritura/oralita, etc.; <strong>en</strong> otros casos, como <strong>en</strong> <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativismo cultural, se aislaba a las culturas como <strong>en</strong>tidadesinconm<strong>en</strong>surables, con patrones propios y particulares totalm<strong>en</strong>te indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de un sustrato humanouniversal; asimismo <strong>en</strong> otra línea teórica se comparaban <strong>en</strong> estudios transculturales los patrones de desarrollode las difer<strong>en</strong>tes culturas sirvi<strong>en</strong>do para imponer a las m<strong>en</strong>os desarrolladas los de las más desarrolladas, <strong>en</strong> estepunto se destaca <strong>el</strong> funcionalismo antropológico.En cualquiera de estos casos puede decirse que se <strong>el</strong>iminaba la difer<strong>en</strong>cia como valor y como construcciónsocial e histórica, pues se hacía prevalecer <strong>el</strong> patrón de la cultura occid<strong>en</strong>tal, desconoci<strong>en</strong>do <strong>el</strong> de las ‘otras’culturas, o aceptando la particularidad <strong>en</strong>cubri<strong>en</strong>do la int<strong>en</strong>ción hegemónica de sociedad occid<strong>en</strong>tal, blanca ymasculina.- 40 -


<strong>en</strong>tidades indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes para describirlas objetivam<strong>en</strong>te tal como se hace, por ejemplo, <strong>en</strong> laantropología colonialista.Para avanzar diremos que las pedagogías críticas analizan la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre cultura y poder, ypostulan <strong>el</strong> valor pedagógico de la experi<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> tanto categoría que supera <strong>el</strong> carácter de datodado que supon<strong>en</strong> los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos materiales y simbólicos de una cultura. También prestan muchaat<strong>en</strong>ción a la constitución de la subjetividad <strong>en</strong> la trama de las políticas culturales.Para H<strong>en</strong>ry Giroux <strong>el</strong> análisis pasa por interpretar como “<strong>el</strong> poder *…+, se ha vinculado a lacultura a través de los modos <strong>en</strong> que determinadas formaciones culturales y de clases se v<strong>en</strong>obligadas o capacitadas para producir sus propias experi<strong>en</strong>cias e historias con fines emancipadores”(Giroux, 1994: 60). Al definir <strong>el</strong> poder <strong>en</strong> estos términos, se rev<strong>el</strong>a la capacidad productiva de lossujetos <strong>en</strong> tanto ag<strong>en</strong>tes de la experi<strong>en</strong>cia articulada <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo de la reproducción y r<strong>en</strong>ovaciónsocial.Al analizar la difer<strong>en</strong>cia las pedagogías críticas se preguntan por qué esta es <strong>el</strong>iminada d<strong>el</strong>discurso educativo o por qué se despolitiza la difer<strong>en</strong>cia. En un trabajo que se inscribe <strong>en</strong> <strong>el</strong> contextode esa teoría pedagógica Alejandra Rodríguez de Anca (2004) expone tres operaciones que <strong>el</strong> discursoeducativo hegemónico utiliza para despolitizar las difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la sociedad y <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a.En <strong>el</strong> planteami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> problema de esta tesis vimos cómo <strong>en</strong> nuestro país la escu<strong>el</strong>a públicay <strong>el</strong> Estado Nacional se valieron de operaciones de etnocidio o invisibilización de las difer<strong>en</strong>ciasculturales y políticas para obt<strong>en</strong>er <strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so alrededor de la cultura nacional, ‘crisol de razas’,definida principalm<strong>en</strong>te desde sectores de la oligarquía, sector hegemónico.En la actualidad aparec<strong>en</strong> deslegitimados muchos de los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de esta cultura nacional.Los ritos, símbolos, costumbres, mitos fundacionales de la sociedad, los próceres y sus gestas otrorag<strong>en</strong>eradores de cons<strong>en</strong>sos van perdi<strong>en</strong>do esta capacidad, y una de las aristas de este proceso es lacrisis de la instituciones sociales, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso que nos interesa, de la escu<strong>el</strong>a, la formación doc<strong>en</strong>te y lapedagogía.Esto no supone, sin embargo, que <strong>el</strong> poder para crear ‘s<strong>en</strong>tido común’ ost<strong>en</strong>tado por lasclases dominantes haya pasado a ser un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to ganado por los sectores subalternos. Por <strong>el</strong>contrario, y sobre la base de concebir a la escu<strong>el</strong>a como un espacio cultural y político <strong>en</strong> <strong>el</strong> que sedisputa la producción de s<strong>en</strong>tidos sobre <strong>el</strong> mundo, sost<strong>en</strong>emos junto a Rodríguez de Anca (2004) queestos procesos, <strong>en</strong> los que están comprometidos la definición de la nueva situación <strong>en</strong>unciada, lejosestán de ser igualitarios ya que tanto las prácticas como los discursos hegemónicos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lacapacidad aún, <strong>en</strong> este campo de r<strong>el</strong>aciones de fuerza, para construir s<strong>en</strong>tidos globales sobre la- 41 -


ealidad, que se expresan principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> “la fuerza y validez con que resu<strong>en</strong>an los tópicos d<strong>el</strong>respeto, la tolerancia, etc., que *…+ estructuran <strong>el</strong> tratami<strong>en</strong>to ‘oficial’ de las difer<strong>en</strong>cias, plasmado <strong>en</strong><strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s oficiales, diseños curriculares y líneas editoriales”(Rodríguez de Anca, 2004: 169).T<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta esta situación la Pedagogía de la difer<strong>en</strong>cia exige como tareafundam<strong>en</strong>tal “rev<strong>el</strong>ar cómo la <strong>el</strong>iminación de la difer<strong>en</strong>cia condiciona diversas expresiones de poder ydominación, cómo puede reconceptualizarse una pedagogía de la resist<strong>en</strong>cia d<strong>en</strong>tro de laslimitaciones de los influy<strong>en</strong>tes contextos sociales hegemónicos, y cómo es posible reconstruir laexperi<strong>en</strong>cia como parte de un l<strong>en</strong>guaje de contestación y de lucha” (Giroux, 1994: 60-61).Giroux restituye <strong>el</strong> valor político de la ‘voz’ de los oprimidos al campo de la pedagogía,concibe la posibilidad d<strong>el</strong> empoderami<strong>en</strong>to de los grupos sociales que produc<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo culturals<strong>en</strong>tidos contra hegemónicos, propone como meta la ‘posibilidad’ que se sust<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la crítica a lanaturalización que de lo ‘obvio’ hace <strong>el</strong> discurso oficial, y que ti<strong>en</strong>e un neto corte político- ideológicoal definir la difer<strong>en</strong>cia.La naturalización de lo ‘obvio’ respecto a las difer<strong>en</strong>cias es tal <strong>en</strong> razón d<strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> discursohegemónico para articular <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo social, cultural, político, económico y escolar las operacionesde fetichización de las difer<strong>en</strong>cias, estetización de las difer<strong>en</strong>cias y eticización de las difer<strong>en</strong>cias.Si tomamos la tan ext<strong>en</strong>dida fórmula <strong>en</strong> educación d<strong>el</strong> ‘respeto por la diversidad’ la id<strong>en</strong>tidadcomo lo ‘obvio’ se pres<strong>en</strong>ta como dato natural y desnudo “hay que respetar al otro, al que está ahí,d<strong>el</strong>ante mío, que es distinto a mí, a ese/esa que exhibe su difer<strong>en</strong>cia como una marca ind<strong>el</strong>eble de suser” (Rodríguez de Anca, 2004: 170).¿De qué hablamos cundo nos referimos a las difer<strong>en</strong>cias?Las tres categorías construidas por Rodríguez de Anca sirv<strong>en</strong> para compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> modo <strong>en</strong>que es <strong>el</strong>aborada y operativizada la noción de difer<strong>en</strong>cias desde <strong>el</strong> discurso dominante. La autoraconstruye la categoría de fetichización de las difer<strong>en</strong>cias sobre la base de la noción de ‘cosificación’<strong>el</strong>aborada <strong>en</strong> Lukács y que este exti<strong>en</strong>de a distintos ámbitos de la sociedad capitalista. Recordemosque este autor parte d<strong>el</strong> análisis que Marx hace sobre <strong>el</strong> carácter fetichista de las mercancías.La autora que seguimos parte de una premisa, la cosificación ha alcanzado <strong>el</strong> ámbito de lasdifer<strong>en</strong>cias y de las id<strong>en</strong>tidades. La forma <strong>en</strong> que la difer<strong>en</strong>cia aparece <strong>en</strong> <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje dominante hacede <strong>el</strong>la un dato de la naturaleza; se naturalizan procesos sociales su es<strong>en</strong>cia r<strong>el</strong>acional y oposicional yla capacidad de los sujetos para construir repres<strong>en</strong>taciones sobre lo social y cultural.Al borrarse las tramas sociales que constituy<strong>en</strong> los procesos de id<strong>en</strong>tificación <strong>en</strong> los que estánimplicados los sujetos se ti<strong>en</strong>de a reducir todo lo cultural a las costumbres, la l<strong>en</strong>gua, las ceremonias,- 42 -


las cre<strong>en</strong>cias, las vestim<strong>en</strong>tas, etc., datos desnudos de todas las marcas que le imprimieron aqu<strong>el</strong>losque los construyeron, por lo tanto se concibe abstractam<strong>en</strong>te a los grupos humanos, se reduc<strong>en</strong> lasr<strong>el</strong>aciones interétnicas al ‘contacto cultural’ expresado e fórmulas como ‘<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de culturas’ o‘diálogo <strong>en</strong>tre culturas’.“La cultura aparece así como una <strong>en</strong>tidad autónoma, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de los procesos deproducción y reproducción material y simbólica de los hombres concretos; los sujetos son, <strong>en</strong>definitiva portadores de una cultura que les es aj<strong>en</strong>a, pero que constituye su es<strong>en</strong>cia,marcando por lo tanto una difer<strong>en</strong>cia también es<strong>en</strong>cializada” (Rodríguez de Anca, 2004:172).La producción de los hombres y mujeres les es <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ada, todo, su cultura, su id<strong>en</strong>tidad, lasr<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre los grupos “aparec<strong>en</strong> dadas naturalm<strong>en</strong>te, como r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre ‘cosas’ (culturas eid<strong>en</strong>tidades cosificadas)” (op. cit.: 173).Finalm<strong>en</strong>te, y como otra vu<strong>el</strong>ta de tuerca <strong>en</strong> este proceso, <strong>el</strong> borrami<strong>en</strong>to de la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>las producciones materiales y simbólicas, y <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre los grupos humanos esacompañado con <strong>el</strong> deslizami<strong>en</strong>to de la construcción de difer<strong>en</strong>cias hacia <strong>el</strong> individuo, homologandola difer<strong>en</strong>cia cultural con las ‘discapacidades’ individuales, ‘desv<strong>en</strong>tajas económicas’, difer<strong>en</strong>cias dep<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, d<strong>el</strong> gusto y de las prefer<strong>en</strong>cias estéticas y sexuales. La consecu<strong>en</strong>cia última <strong>en</strong> estacad<strong>en</strong>a de corrimi<strong>en</strong>tos está dada por la articulación confusa e indiscernible de todas las dim<strong>en</strong>sionesimplicadas y que dan lugar a la expresión “todos somos únicos e irrepetibles”.“Así, quedan disu<strong>el</strong>tas las t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre un universal humano y la particularidad de sudeterminación histórica. Luego de un rodeo a través d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de la diversidadcultural, nos <strong>en</strong>contramos nuevam<strong>en</strong>te aquí ante los individuos (irreductiblem<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>tes),al tiempo que abstractam<strong>en</strong>te libres e iguales” (Rodríguez de Anca, 2004: 173).La fetichización es acabada y reforzada por <strong>el</strong> gran poder que han adquirido los mediosmasivos de comunicación y las industrias culturales, aquí las difer<strong>en</strong>cias quedan subordinadas a lalógica d<strong>el</strong> mercado, y <strong>el</strong> resultado es la ‘mercantilización de las difer<strong>en</strong>cias’.Otra de las categorías <strong>en</strong>unciadas por la autora es la estetización de las difer<strong>en</strong>cias,indisociable de su mercantilización. El negocio turístico, la conversión de las artesanías <strong>en</strong> bi<strong>en</strong>- 43 -


suntuario, y la puesta <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a de lo étnico <strong>en</strong> los mass media compr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> necesariam<strong>en</strong>te suestetización.“Esta estetización instala <strong>en</strong> primer lugar lo difer<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> registro de lo exótico; laexotización de la difer<strong>en</strong>cia (operación harto conocida por la antropología clásica) al subrayarlos rasgos difer<strong>en</strong>ciales crea una separación, cond<strong>en</strong>sada <strong>en</strong> la distancia espacial, cultural y/oracial: <strong>el</strong> ‘otro’ (junto con sus cosas y costumbres) es un extraño distante, misterioso, quequiere ser observado; esta exotización, al tiempo que coquetea con la fascinación por lodesconocido, borra la dim<strong>en</strong>sión de ‘lo real’ <strong>en</strong> <strong>el</strong> otro (la dim<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> antagonismopot<strong>en</strong>cial; cf. Zizek, 1998)” (Rodríguez de Anca, 2004: 174-175).Fetichización de las difer<strong>en</strong>cias y estetización de las difer<strong>en</strong>cias son las operacionespredominantes <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto g<strong>en</strong>eral d<strong>el</strong> tratami<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> <strong>el</strong> espacioeducativo es la eticización de las difer<strong>en</strong>cias la que prevalece según Rodríguez de Anca (2004). Poresta operación la difer<strong>en</strong>cia se convierte <strong>en</strong> un valor <strong>en</strong> si mismo que sosti<strong>en</strong>e con carácter deimperativo ético <strong>el</strong> ‘respeto de las difer<strong>en</strong>cias’.Estas operaciones no son mutuam<strong>en</strong>te excluy<strong>en</strong>tes, las formas <strong>en</strong> que se materializan <strong>en</strong> losprocesos sociales dan cu<strong>en</strong>ta de su articulación <strong>en</strong> un mismo movimi<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a una lógicamercantil que exti<strong>en</strong>de al campo cultural la búsqueda de b<strong>en</strong>eficios económicos.En <strong>el</strong> campo escolar la fetichización/estetización de lo cultural es seguida por la construcciónde un s<strong>en</strong>tido sobre las difer<strong>en</strong>cias que no incluye como constitutivos los valores universales deigualdad y libertad, y que deshistoriza y despolitiza lo que es producto de la praxis de mujeres yhombres.La difer<strong>en</strong>cia se convierte <strong>en</strong> un valor <strong>en</strong> si mismo que se impone como imperativo ético parala acción <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Toda posibilidad de cambio <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación al tratami<strong>en</strong>to de la diversidad tomacomo base la tolerancia y <strong>el</strong> respeto y ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> <strong>el</strong> individuo su límite, es él qui<strong>en</strong> debe cambiar de‘actitud’ ante <strong>el</strong> ‘otro’.“Se construye así un dispositivo t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te a la modificación de las actitudes de losindividuos, que sobre la base de un mandato ético, articula una dim<strong>en</strong>sión estética (lac<strong>el</strong>ebración acrítica de las difer<strong>en</strong>cias, <strong>en</strong> su versión estetizante) y una dim<strong>en</strong>sión cognoscitiva(conocer al ‘otro’, que se ofrece como objeto de nuestra curiosidad y ‘voluntad de saber’)- 44 -


fuertem<strong>en</strong>te subordinadas a una dim<strong>en</strong>sión afectiva: conocer y valorar para producir unas<strong>en</strong>sibilización fr<strong>en</strong>te a la difer<strong>en</strong>cia” (Rodríguez de Anca, 2004: 175-176).De esta forma se puede ocultar <strong>el</strong> carácter político d<strong>el</strong> racismo y la discriminación de género,discriminaciones étnicas, discriminación por las capacidades individuales, etc. Se construye unatotalización de lo social que cerc<strong>en</strong>a de las repres<strong>en</strong>taciones de los sujetos involucrados <strong>en</strong> lasprácticas escolares y d<strong>el</strong> discurso escolar oficial la dim<strong>en</strong>sión política de las difer<strong>en</strong>cias.Solo podremos compr<strong>en</strong>der la contracara de esta visión sobre la diversidad si <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demosque“Las difer<strong>en</strong>cias solo exist<strong>en</strong> con r<strong>el</strong>ación a las formas sociales <strong>en</strong> que se <strong>en</strong>uncian, esdecir, con r<strong>el</strong>ación a las escu<strong>el</strong>as, puestos de trabajo, familias, así como con r<strong>el</strong>ación a losdiscursos de historia, ciudadanía, sexo, raza y etnia. Al separarlos d<strong>el</strong> discurso de la democraciay libertad se <strong>el</strong>imina la posibilidad de articular esos intereses particulares como parte de unalucha más amplia por <strong>el</strong> poder, o de compr<strong>en</strong>der cómo se desarrollan sus interesescontradictorios individuales <strong>en</strong> coyunturas históricam<strong>en</strong>te específicas” (Giroux, 1994:149).Como parte de esta visión que surge desde la difer<strong>en</strong>cia se impone p<strong>en</strong>sar a partir de laexperi<strong>en</strong>cia de los actores involucrados <strong>en</strong> la educación, sost<strong>en</strong>idos <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y lasubjetividad.El poder de crear repres<strong>en</strong>taciones que posee <strong>el</strong> discurso hegemónico reside <strong>en</strong> su carácterproductivo de significados acorde a los intereses sociales, económicos y políticos de los grupos ysectores dominantes. Por su parte la praxis de los sujetos también nos remite a su productividad,reproduc<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tidos dominantes o crean activam<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>tidos y prácticas de resist<strong>en</strong>cia y detransformación.En este s<strong>en</strong>tido <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a <strong>el</strong> poder de las operaciones pres<strong>en</strong>tadas porRodríguez de Anca (2004) variará de acuerdo a la capacidad de los sujetos para resistirlos. Lasescu<strong>el</strong>as pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse como instituciones históricas <strong>en</strong> las que circulan y se impon<strong>en</strong> interesesideológicos y políticos dominantes, pero también deb<strong>en</strong> ser vistas como“Lugares <strong>en</strong> los que los grupos dominantes y subordinados se defin<strong>en</strong> y coaccionanmutuam<strong>en</strong>te a través de una continua batalla e intercambio <strong>en</strong> respuesta a las condiciones- 45 -


socio históricas “transmitidas” <strong>en</strong> las prácticas institucionales, textuales y vividas que defin<strong>en</strong> lacultura de la escu<strong>el</strong>a y la experi<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> profesor y d<strong>el</strong> alumno <strong>en</strong> una determinadaespecificidad de, tiempo, espacio y lugar. *…+” (Giroux, 1994: 78-79).La fetichización de las difer<strong>en</strong>cias junto con su estetización y eticización se articularán paraconformar lo que Giroux d<strong>en</strong>omina ‘tecnologías de poder’, formas de control político y moral queproduc<strong>en</strong> capacidades desiguales <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes grupos e individuos para definir y satisfacer susnecesidades. Se ejerc<strong>en</strong> primordialm<strong>en</strong>te desde <strong>el</strong> ámbito d<strong>el</strong> currículum oficial con <strong>el</strong> cual los sujetosse r<strong>el</strong>acionan inmersos <strong>en</strong> prácticas objetivantes. Hay que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a estas ‘tecnologías de poder’ <strong>en</strong>tanto son fundantes de la difer<strong>en</strong>ciación/desigualdad ya que “*…+ designan y legitiman difer<strong>en</strong>ciasque facilitan y a la vez limitan o castigan a grupos de esta sociedad capacitados de distinto modo”(Giroux, 1994: 79).¿Por qué hablamos de difer<strong>en</strong>ciación/desigualdad? Porque los efectos de las tecnologías decontrol político y moral trasci<strong>en</strong>d<strong>en</strong> <strong>el</strong> campo escolar y a la vez son un reflejo un tanto difuso de lascondiciones sociales <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. Las difer<strong>en</strong>cias se articulan con la desigualdad porque “*…+ lasescu<strong>el</strong>as establec<strong>en</strong> las condiciones mediante las que algunos individuos y grupos defin<strong>en</strong> lostérminos por los que otros viv<strong>en</strong>, resist<strong>en</strong>, afirman y participan <strong>en</strong> la construcción de sus propiasid<strong>en</strong>tidades y subjetividades *…+”(Giroux, 1994: 79).Pedagógicam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> valor de la labor de una teoría educativa de la difer<strong>en</strong>cia provi<strong>en</strong>e de lainterpretación de lo que ocurre <strong>en</strong> los intersticios que se forman <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum, <strong>en</strong> su conformacióny desarrollo, <strong>en</strong> los que los sujetos se r<strong>el</strong>acionan con <strong>el</strong> poder desde su propia capacidad creadora; d<strong>el</strong>a interpretación de los modos interactuar con las disposiciones, repres<strong>en</strong>taciones y hábitos que seint<strong>en</strong>ta g<strong>en</strong>erar, con las consideraciones sobre género, raza, etnia y clase social que se hac<strong>en</strong> circular,y con las que interactúan para constituir su subjetividad e id<strong>en</strong>tidad.Sobre <strong>el</strong> tema que estamos desarrollando se han efectuado algunas investigaciones <strong>en</strong> laArg<strong>en</strong>tina que han dado lugar a la construcción de categorías de análisis de la realidad. En estostrabajos se coincide <strong>en</strong> que la institucionalización d<strong>el</strong> discurso sobre <strong>el</strong> respeto por la diversidad ti<strong>en</strong><strong>el</strong>ugar <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto de la afirmación d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o neoliberal, un contexto <strong>en</strong> <strong>el</strong> que sobresal<strong>en</strong> laac<strong>en</strong>tuación de las desigualdades y de la pobreza. Durante <strong>el</strong> período de instalación d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o, esdecir desde la última dictadura militar hasta <strong>el</strong> gobierno de Carlos M<strong>en</strong>em, la pauperización deamplios sectores sociales y la caída d<strong>el</strong> Estado B<strong>en</strong>efactor sintetizan la tragedia que com<strong>en</strong>zó a vivir lasociedad arg<strong>en</strong>tina. Como sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> Neuf<strong>el</strong>d y Thisted, caracterizando <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to,- 46 -


“A medida que crece <strong>el</strong> desempleo, <strong>el</strong> subempleo, la desprotección laboral, laeconomía informal, la pobreza aum<strong>en</strong>ta a niv<strong>el</strong> global, <strong>en</strong> ext<strong>en</strong>sión (cada vez más pobres), <strong>en</strong>int<strong>en</strong>sidad (pobres aún más pobres), <strong>en</strong> heterog<strong>en</strong>eidad (ampliación d<strong>el</strong> espectro social d<strong>el</strong>universo de la pobreza por incorporación de los "nuevos pobres" de clase media)” (Neuf<strong>el</strong>d yThisted, 1998: 6).El amplio espectro social constituido por los pobres, sigui<strong>en</strong>do los aportes de Giroux (1994),v<strong>en</strong> condicionada la definición de sus necesidades y los modos <strong>en</strong> que estas serán satisfechas por lafuerte pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> mercado <strong>en</strong> las políticas públicas. Las tecnologías de control moral y político sev<strong>en</strong> teñidas a su vez por <strong>el</strong> individualismo y la compet<strong>en</strong>cia por bi<strong>en</strong>es básicos como salud, educacióny vivi<strong>en</strong>da. Mi<strong>en</strong>tras la mayoría de los medios de comunicación y otras instituciones sociales ejerc<strong>en</strong><strong>el</strong> poder de crear repres<strong>en</strong>taciones sobre qui<strong>en</strong>es son los culpables de la crisis y la desocupación,id<strong>en</strong>tificando a grupos sociales específicos como la am<strong>en</strong>aza al ord<strong>en</strong> social 5 .El f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o se vio ext<strong>en</strong>dido al campo de la educación cuando por ejemplo ladifer<strong>en</strong>ciación/desigualdad se territorializó, lo que quiere decir que <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación región-ciudadbarrio/escu<strong>el</strong>ase articulan y “*…+ se produc<strong>en</strong> tipificaciones que r<strong>el</strong>acionan a la escu<strong>el</strong>a con lapoblación escolar que a <strong>el</strong>la asiste (escu<strong>el</strong>a de villa; escu<strong>el</strong>a de los paraguayos o bolivianos, etc.) *…+”(Neuf<strong>el</strong>d y Thisted, 1998: 5).Así se forman circuitos difer<strong>en</strong>ciados de educación que a su vez también son circuitos deevitación pues las escu<strong>el</strong>as son calificadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> imaginario social y esta calificación opera sobre ladecisión y la <strong>el</strong>ección de los actores. En las familias que no mandan a sus hijos a determinadasescu<strong>el</strong>as por ser estas de villa o de bolivianos, o que <strong>en</strong>vían a sus hijos a estas porque <strong>en</strong> las d<strong>el</strong> c<strong>en</strong>troson discriminados; <strong>en</strong> los maestros que no toman cargos <strong>en</strong> estas escu<strong>el</strong>as desprestigiadas op<strong>el</strong>igrosas, o <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>los que recién se inician <strong>en</strong> la carrera doc<strong>en</strong>te y v<strong>en</strong> la posibilidad de com<strong>en</strong>zarahí pues <strong>en</strong> poco tiempo pued<strong>en</strong> tomar un cargo mejor; o finalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> Estado <strong>en</strong> qui<strong>en</strong> incidiránestas calificaciones a la hora de destinar algo tan básico como presupuesto par mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to deestablecimi<strong>en</strong>tos.La estigmatización que produc<strong>en</strong> estas calificaciones recae sobre los alumnos y los doc<strong>en</strong>tesde estas escu<strong>el</strong>as5 Neuf<strong>el</strong>d y Thisted (1998) estudian <strong>el</strong> tratami<strong>en</strong>to que ha t<strong>en</strong>ido durante la década de los ’90 la inmigraciónBoliviana <strong>en</strong> nuestro país y exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> su investigación al ámbito de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong> conurbano Bonaer<strong>en</strong>se.- 47 -


“Existe, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, <strong>en</strong>tre maestros y directivos una gran variedad de respuestasfr<strong>en</strong>te a estos procesos, que van desde aqu<strong>el</strong>los que tratan de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar la marcaestigmatizante a los que si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> que <strong>en</strong> esas escu<strong>el</strong>as es muy difícil trabajar dadas lascaracterísticas de los alumnos” (Neuf<strong>el</strong>d y thisted, 1998:7).Este hecho puede servir para analizar cómo se construy<strong>en</strong> subjetividades e id<strong>en</strong>tidades <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do que las condiciones establecidas por unos individuos y grupos t<strong>en</strong>drán efectossobre las formas a través de las que otros individuos y grupos vivirán, aceptarán, resistirán yparticiparán ante estas limitaciones de su horizonte social.Neuf<strong>el</strong>d y Thisted (1998) <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a se dan al m<strong>en</strong>os dos procesoscircunscriptos a la construcción de difer<strong>en</strong>cia/desigualdad: “la producción de repres<strong>en</strong>taciones” y “laproducción social de la singularidad d<strong>el</strong> sufrimi<strong>en</strong>to”.En cuanto al primer aspecto los autores analizan como <strong>en</strong> un proceso que se ubica <strong>en</strong> <strong>el</strong>ord<strong>en</strong> de lo imaginario pued<strong>en</strong> establecerse r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong> torno al olor de determinados grupos oindividuos. Cuando se percibe un olor existe una cercanía con qui<strong>en</strong> es fu<strong>en</strong>te de ese olor, se dice dealguna forma “no quiero estar cerca, pero lo estoy”.Lo que ocurre es que“*…+ A una realidad ev<strong>en</strong>tualm<strong>en</strong>te neutra: olor y ritmo, se le adjudica un valor deaceptación/rechazo. Esta significación se produce por y con la sanción de exclusión/aceptaciónd<strong>el</strong> que soporta la marca discriminatoria; por supuesto, esta sanción la produc<strong>en</strong> qui<strong>en</strong>eshegemonizan la producción de significaciones” (Neuf<strong>el</strong>d y Thisted, 1998: 8)Respecto de la construcción social d<strong>el</strong> sufrimi<strong>en</strong>to los autores <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> <strong>el</strong> trabajo decampo realizado <strong>en</strong> su investigación que <strong>en</strong> prácticas de inclusión de minorías sociales <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a“se produc<strong>en</strong> situaciones contradictorias que acarrean sufrimi<strong>en</strong>to no sólo a qui<strong>en</strong>es son objeto dediscriminación o exclusión, sino también a los intermediarios no reflexivos que llevan a cabo laactividad que discrimina o excluye” (op. cit.: 9).En este proceso <strong>el</strong> que “hace sufrir” lo hace con indifer<strong>en</strong>cia, arranca <strong>el</strong> sufrimi<strong>en</strong>to de lasinteracciones sociales ocultando su naturaleza por medio de la singularización o patologización d<strong>el</strong>que padece.- 48 -


Los autores interpretarán de esta manera <strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o“Se produce un valor que produce dolor por extrañami<strong>en</strong>to, que por reiterado einevitable se convierte <strong>en</strong> sufrimi<strong>en</strong>to, que es preciso soportar porque no se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> recursospara despr<strong>en</strong>derse de esa situación, llegando no pocas veces a aceptarlo como propio yadecuado. Así es como <strong>en</strong>tre iguales, se pone la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la marca de un "otro" a qui<strong>en</strong> s<strong>el</strong>o desconoce <strong>en</strong> calidad de semejante. Pero este valor es producción social activa ya que <strong>el</strong> quees rechazado, lo es por la producción imaginaria d<strong>el</strong> acto de extrañami<strong>en</strong>to (y no por lo que esesujeto es). Al estilo de un mecanismo de proyección sitúa <strong>el</strong> conflicto como si sucediera <strong>en</strong>tr<strong>el</strong>os sujetos pres<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong>tre los que padec<strong>en</strong>, <strong>en</strong> mayor o m<strong>en</strong>or medida, lo mismo. Pone <strong>en</strong> <strong>el</strong>"otro" cercano lo que es un producto social y produce de este modo un colosal acto dedesconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> orig<strong>en</strong> sociopolítico de la discriminación” (Neuff<strong>el</strong>d y Thisted, 1998: 9-10).En la construcción de la difer<strong>en</strong>cia los sujetos se v<strong>en</strong> inmersos <strong>en</strong> los procesos queproduc<strong>en</strong>/reproduc<strong>en</strong> las tipificaciones sobre grupos sociales e individuos, se r<strong>el</strong>acionan y conviv<strong>en</strong><strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a con condicionami<strong>en</strong>tos estructurales que de alguna forma <strong>el</strong>los también produc<strong>en</strong> <strong>en</strong>sus experi<strong>en</strong>cias. Son instancias <strong>en</strong> las que los sujetos apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>, interiorizan, desafían o transformanlas repres<strong>en</strong>taciones y prácticas que g<strong>en</strong>eran la difer<strong>en</strong>ciación.La tarea de los educadores para contrarrestar estas operaciones, <strong>en</strong> palabras de Giroux(1994), será la de llegar a“*…+ compr<strong>en</strong>der cómo se construye la difer<strong>en</strong>cia a través de diversas repres<strong>en</strong>tacionesy prácticas que designan, legitiman, marginan y excluy<strong>en</strong> <strong>el</strong> capital cultural y las voces dedistintos grupos de la sociedad *…+; cómo las repres<strong>en</strong>taciones y prácticas de la difer<strong>en</strong>cia seapr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>, interiorizan, desafían o transforman activam<strong>en</strong>te. *…+” (Giroux, 1994: 79).El currículum constituye uno de los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la educación desde donde emanan aqu<strong>el</strong>lasrepres<strong>en</strong>taciones sobre la difer<strong>en</strong>cia que mod<strong>el</strong>an fuertem<strong>en</strong>te las prácticas, <strong>en</strong> las intersecciones<strong>en</strong>tre este y las posiciones de los sujetos, es decir <strong>en</strong>tre las funciones de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> tanto proyectohistóricam<strong>en</strong>te determinado y los usos sociales que los difer<strong>en</strong>tes sectores hac<strong>en</strong> de la escu<strong>el</strong>a y quese expresan <strong>en</strong> las experi<strong>en</strong>cias educativas de los actores.- 49 -


“El currículum ti<strong>en</strong>e significados que van mucho más allá de aqu<strong>el</strong>los a los que lasteorías tradicionales nos confinaron. El currículum es lugar, espacio, territorio. El currículum esr<strong>el</strong>ación de poder. El currículum es trayectoria, viaje, recorrido. El currículum es autobiografía,nuestra vida, currículum vital. En <strong>el</strong> currículum se forja nuestra id<strong>en</strong>tidad. El currículum estexto, discurso, <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>. El currículum es <strong>docum<strong>en</strong>to</strong> de id<strong>en</strong>tidad” (Tadeu da Silva citado<strong>en</strong> Redón Pantoja, 2007, p. 3)Los sujetos viv<strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum desde sus posiciones sociales, lo abordan a partir de s<strong>en</strong>tidosconstruidos <strong>en</strong> las formaciones culturales a las que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong>, que les ofrec<strong>en</strong> horizontes deexperi<strong>en</strong>cias que contribuy<strong>en</strong> a la conformación de hábitus, l<strong>en</strong>guaje y prácticas <strong>en</strong> condiciones deser usados <strong>en</strong> los contextos <strong>en</strong> que participarán los sujetos. Enfatizar la es<strong>en</strong>cia id<strong>en</strong>titaria d<strong>el</strong>currículum permite no c<strong>en</strong>trarnos <strong>en</strong> los cont<strong>en</strong>idos d<strong>el</strong> mismo sino <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que este es mediador<strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones de poder <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes posiciones sociales y culturales <strong>en</strong>carnadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> educadory <strong>en</strong> los alumnos.El currículum como f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de las políticas culturales exti<strong>en</strong>de las r<strong>el</strong>aciones de poder queestas implican al ord<strong>en</strong> de la constitución de subjetividades y experi<strong>en</strong>cia. Desde la aparición <strong>en</strong> <strong>el</strong>ámbito académico de las teorías de la reproducción se ha analizado cómo <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo de la cultura <strong>el</strong>l<strong>en</strong>guaje se intersecta con <strong>el</strong> poder, mostrando que las formas lingüísticas dominantes <strong>en</strong> lasinstituciones sociales viabilizan la ideología de los sectores de mayor poder <strong>en</strong> la sociedad.En este s<strong>en</strong>tido dice Giroux “*…+ El l<strong>en</strong>guaje, íntimam<strong>en</strong>te r<strong>el</strong>acionado con <strong>el</strong> poder, sirve parasituar y a la vez constituir la forma <strong>en</strong> que los profesores y alumnos defin<strong>en</strong>, transmit<strong>en</strong> ycompr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación que se establece <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los, los conocimi<strong>en</strong>tos apr<strong>en</strong>didos <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, lainstitución de la <strong>en</strong>señanza y la sociedad <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral” (1994: 81). Nosotros <strong>en</strong>t<strong>en</strong>deremos <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje<strong>en</strong> los términos <strong>en</strong> que lo define Peter McLar<strong>en</strong>“*…+ El primer punto que queremos ac<strong>en</strong>tuar es que <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje constituye la realidad<strong>en</strong> vez de meram<strong>en</strong>te reflejarla. En este caso, <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje no se conceptualiza como unav<strong>en</strong>tana transpar<strong>en</strong>te hacia <strong>el</strong> mundo sino más bi<strong>en</strong> como un medio simbólico que moldea,refracta y transforma activam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> mundo. Es decir <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje es <strong>el</strong> medio primario a travésd<strong>el</strong> cual se construy<strong>en</strong> las id<strong>en</strong>tidades sociales, se asegura la hegemonía cultural y se designa lapráctica emancipatoria sobre cuya base se actúa *…+.- 50 -


*…+ El l<strong>en</strong>guaje siempre se localiza <strong>en</strong> los discursos o familias de ideas y <strong>el</strong> espectro dediscursos es siempre limitado o “s<strong>el</strong>ectivo”, ya que la cultura dominante ha legitimado y havu<strong>el</strong>to aceptados ciertos discursos, desacreditando y marginando otros. El espacio designificado es siempre un espacio colonizado <strong>en</strong> <strong>el</strong> cual la necesidad ya ha sido inscripta por loscódigos culturales y <strong>el</strong> campo más amplio de las r<strong>el</strong>aciones políticas, sociales y económicas. Porlo tanto <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje puede ser usado para <strong>en</strong>marcar y legitimar difer<strong>en</strong>tes lecturas d<strong>el</strong> mundo.Es tanto un síntoma como una causa de nuestro saber cultural” (McLarem, 2000: 56-58)Cada uno de nosotros otorga s<strong>en</strong>tido al mundo sobre la base de un repertorio de s<strong>en</strong>tidossocialm<strong>en</strong>te construidos, <strong>el</strong> mundo ya está nombrado para nosotros por otro. Nos hacemos sujetospor <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje, por él se constituye nuestra subjetividad.Es necesario decir que McLar<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cia subjetividad e id<strong>en</strong>tidad, y prefiere <strong>el</strong> primerconcepto al segundo <strong>en</strong> función de sus fines teóricos, <strong>en</strong> tanto afirma que la primera restituye alsujeto <strong>el</strong> poder de adoptar una posición de sujeto más o m<strong>en</strong>os determinada por fronteras culturales,<strong>en</strong>marcado por un discurso <strong>en</strong> <strong>el</strong> que puede, como hablante, afirmar u oponerse a otros sujetosubicados <strong>en</strong> la misma posición social que él o <strong>en</strong> otras difer<strong>en</strong>tes.“*…+ la subjetividad nos permite reconocer y <strong>en</strong>focar las maneras <strong>en</strong> las que losindividuos extra<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tidos de sus experi<strong>en</strong>cias, incluy<strong>en</strong>do sus <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tos consci<strong>en</strong>tes einconsci<strong>en</strong>tes y las formas culturales disponibles a través de las cuales esos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tosson constreñidos o estimulados. El término “id<strong>en</strong>tidad”, por otra parte, implica que hay unaes<strong>en</strong>cia fija que existe indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> espectro de discursos accesibles a losindividuos. Es decir, <strong>el</strong> término id<strong>en</strong>tidad sugiere la exist<strong>en</strong>cia de un sujeto unitario, soberano yauto-constituido cuyas características autónomas y primordiales son de naturaleza prediscursiva,supuestam<strong>en</strong>te constituidas fuera d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje, la historia o <strong>el</strong> poder. *…+”(McLarem, 2000: 60-61) 66 Por <strong>el</strong> contrario nosotros usaremos <strong>el</strong> concepto “id<strong>en</strong>tidad” como parte d<strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la difer<strong>en</strong>cia. Lotomamos de Adolfo Colombres: <strong>en</strong> este caso se define la id<strong>en</strong>tidad étnica sacándola d<strong>el</strong> ámbito exclusivam<strong>en</strong>tecultural, es decir definiéndola como id<strong>en</strong>tidad social, como un aspecto d<strong>el</strong> dominio ideológico, no solo<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido este término como una “dim<strong>en</strong>sión de la cultura, como una visión compartida d<strong>el</strong> mundo (imagomundi), sino también como las repres<strong>en</strong>taciones que se hace <strong>el</strong> hombre de las r<strong>el</strong>aciones sociales y la posiciónque ocupa <strong>en</strong> estas”. El proceso de id<strong>en</strong>tificación compr<strong>en</strong>de una serie de factores que de difer<strong>en</strong>te forma son- 51 -


Por medio d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje nos hacemos sujetos y nombramos la experi<strong>en</strong>cia, le damos s<strong>en</strong>tido alo que vivimos <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo y nos afirmamos como ag<strong>en</strong>tes sociales activos, con voluntad ypropósitos. El l<strong>en</strong>guaje posee un poder creativo ya que al <strong>en</strong>unciar la realidad la creamos. A partir deesto podemos afirmar que la experi<strong>en</strong>cia no precede al l<strong>en</strong>guaje sino que este la g<strong>en</strong>era, <strong>en</strong> tanto lahumaniza, y <strong>en</strong> tanto la naturaleza d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje que usamos impone un universo de posibilidades queti<strong>en</strong><strong>en</strong> efectos sobre los s<strong>en</strong>tidos que construimos sobre nuestra experi<strong>en</strong>cia y sobre <strong>el</strong> tipo deacciones sociales que empr<strong>en</strong>demos, sobre las formas que t<strong>en</strong>emos para organizar, participar ytransformar <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo social, creando nuevas formas sociales y pedagógicas si somos educadores.Por lo tanto “se despr<strong>en</strong>de que la experi<strong>en</strong>cia misma no garantiza la verdad, ya que siempre essusceptible de interpretaciones conflictivas y contradictorias” (McLarem, 2000: 65) 7 .Todo esto nos lleva a decir que <strong>en</strong> <strong>el</strong> tema de la construcción de la difer<strong>en</strong>cia <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje sirvepara compr<strong>en</strong>der la experi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> que participan los sujetos, <strong>en</strong> tanto <strong>en</strong> este ámbito se actualizanlos significados sociales que articulan las posiciones sociales, que se v<strong>en</strong> <strong>en</strong> las <strong>el</strong>ecciones, intereses ydeseos de estos. “*…+ lo que se escoge como realm<strong>en</strong>te significativo de <strong>en</strong>tre una gama designificados históricam<strong>en</strong>te constituidos es lo que otorga solidez cultural y política a la prácticapedagógica de la ag<strong>en</strong>cia y de la formación de id<strong>en</strong>tidades. *…+” (Giroux, 1994: 81).Esto lo debemos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do bi<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>te que la política cultural se expresa <strong>en</strong> <strong>el</strong>currículum por un limitado espectro de significados y experi<strong>en</strong>cias, excluy<strong>en</strong>do o incluy<strong>en</strong>do, segúnsea la situación y <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to histórico, fragm<strong>en</strong>tos de los r<strong>el</strong>atos y prácticas propias d<strong>el</strong> capitalcultural de los alumnos. El resultado puede ser un currículum culturalm<strong>en</strong>te diverso peropolíticam<strong>en</strong>te controlado por los intereses hegemónicos.También se puede dar una concepción <strong>en</strong> donde <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y la experi<strong>en</strong>cia de los alumnosestén bi<strong>en</strong> valorados pedagógicam<strong>en</strong>te. La experi<strong>en</strong>cia como <strong>el</strong> capital cultural le proporciona alalumno un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de familiaridad, id<strong>en</strong>tidad y conocimi<strong>en</strong>to práctico. Pero y<strong>en</strong>do un poco más“incorporados s<strong>el</strong>ectivam<strong>en</strong>te al discurso político d<strong>el</strong> grupo, ya como argum<strong>en</strong>tos para def<strong>en</strong>der la id<strong>en</strong>tidadfr<strong>en</strong>te a unas sociedad que lo domina, negando sus valores culturales y formas de organización y forzándolos ala asimilación” (Colombres, 1991: 57 y 61).7 Sin embargo queremos dejar <strong>en</strong> claro que no asumimos una posición <strong>en</strong> la que <strong>el</strong> discurso o <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje seconsidere <strong>el</strong> principio de creación de la realidad, si la experi<strong>en</strong>cia no garantiza la verdad es necesario no caer <strong>en</strong>la posición posmoderna semiótica.- 52 -


allá, <strong>en</strong> <strong>el</strong> planteo de una práctica intercultural, bajo esta concepción se puede caer <strong>en</strong> una miradaunilateral y exclusivam<strong>en</strong>te etnocéntrica.“*…+ Capacitar a los alumnos significa algo más que limitarse a afirmar y analizar losr<strong>el</strong>atos, historias y experi<strong>en</strong>cias que se dan <strong>en</strong> sus vecindarios, que proporcionan una conexiónorgánica con la red de r<strong>el</strong>aciones que conforman inmediatam<strong>en</strong>te sus vidas. También significahacerlos ciudadanos de una comunidad mucho más amplia. En este caso, una pedagogía críticaaborda, afirma y analiza críticam<strong>en</strong>te las experi<strong>en</strong>cias, historias y categorías de significado queconforman la realidad inmediata de los alumnos, pero <strong>el</strong>lo no implica que se limite a talescategorías” (Giroux, 1994: 85)La crítica se hace tanto a la formación social y cultural dominante como a la subalterna. Deesta última interesa compr<strong>en</strong>der su formación social dominante, su capital cultural, las característicasd<strong>el</strong> poder social que establece y las formas de experi<strong>en</strong>cia que proporciona a sus integrantes.Esta posición busca superar <strong>el</strong> pluralismo de acusada vocación neutralizante de lasdifer<strong>en</strong>cias/desigualdades. La pedagogía de la difer<strong>en</strong>cia <strong>el</strong>aborada por los autores citados c<strong>en</strong>traliza<strong>el</strong> pap<strong>el</strong> d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje, la experi<strong>en</strong>cia y <strong>el</strong> capital cultural de los actores <strong>en</strong> la conformación de prácticasemancipadoras.D<strong>en</strong>uncia <strong>el</strong> carácter disgregante d<strong>el</strong> pluralismo <strong>en</strong> tanto <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> que <strong>en</strong> la articulación deun proyecto liberador hace falta una crítica transversal de la sociedad global. Enti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> que cadaformación social y cultural g<strong>en</strong>era sus modos de repres<strong>en</strong>tación que ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a reproducir ynaturalizar posiciones dominantes de género, raza, etnia, y de clases sociales específicas, y que a lavez no proporcionan las herrami<strong>en</strong>tas para que los actores cuestion<strong>en</strong> las prácticas de subjetivacióndominantes, ni las prácticas políticas y teóricas que permitan la lucha por y la afirmación de valoresuniversales de justicia e igualdad.“En términos más g<strong>en</strong>erales, <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje de la experi<strong>en</strong>cia de los alumnos no sólorepres<strong>en</strong>ta reconocer los procesos pedagógicos y políticos que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> la construcciónde formas de paternidad literaria y de voz <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de la <strong>en</strong>señanza, sino que tambiénconstituye un crítico ataque contra la ord<strong>en</strong>ación horizontal de la realidad inher<strong>en</strong>tes a lasprácticas injustas que se dan activam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la sociedad <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. *…+ las escu<strong>el</strong>as deberían- 53 -


econstruirse alrededor de una política cultural y una pedagogía que demuestr<strong>en</strong> un firmecompromiso por lo que respecta a la forma de abordar los conceptos y problemas que atañ<strong>en</strong>profundam<strong>en</strong>te a los alumnos <strong>en</strong> sus vidas cotidianas. Igualm<strong>en</strong>te importante es la necesidadde que las escu<strong>el</strong>as cultiv<strong>en</strong> un espíritu de crítica y de respeto por la dignidad humana, capazde vincular los temas sociales y personales con <strong>el</strong> proyecto pedagógico cuyo objetivo es ayudara los alumnos a convertirse <strong>en</strong> ciudadanos críticos y activos” (Giroux, 1994: 89).- 54 -


CAPITULO IIIIII.1. Contextos de reconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>ciasIII.1.a. Reconocimi<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong> derecho a la difer<strong>en</strong>cia: Estado e interculturalidadAntes de com<strong>en</strong>zar <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo educativocreemos necesario remarcar algunos puntos que hac<strong>en</strong> a la organización de esta tarea. En primerlugar partiremos de notar la complejidad y la amplitud d<strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o puesto que la educaciónintercultural bilingüe (EIB) es solo uno de los campos <strong>en</strong> donde se manifiesta la multiplicidad defactores que configuran la cuestión indíg<strong>en</strong>a y la diversidad cultural, étnica y lingüística.Consideramos estos factores como parte de un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o total que configuró un debate <strong>en</strong> losúltimos veinte años <strong>en</strong> Latinoamérica, y que ti<strong>en</strong>e difer<strong>en</strong>tes esc<strong>en</strong>arios que consideraremoscontextos de definición d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias, estos son <strong>el</strong> Estado y las legislacionesinternacionales y nacionales, las teorías sociopolíticas, y los ámbitos concretos de constitución deid<strong>en</strong>tidades: medios de comunicación, educación, r<strong>el</strong>aciones sociales <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, etc.Estos contextos son ámbitos de constitución de id<strong>en</strong>tidades múltiples pero deb<strong>en</strong> ser vistoscomo espacios de <strong>en</strong>unciación y construcción de la “alteridad” históricam<strong>en</strong>te dirigidas por la culturadominante europea y blanca, configurados desde las ideas liberales que fundaron las bases de losEstados Americanos y las reformulaciones que <strong>en</strong> las últimas décadas han realizado los int<strong>el</strong>ectualesneoconservadores y neoliberales de EE.UU y Europa.Ahora bi<strong>en</strong>, constituiría una mirada sesgada por esta misma posición dominante sobre laalteridad no introducir <strong>el</strong> análisis de la posición de esa “otredad” expresada como sujeto político porlos movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as, c<strong>en</strong>trándonos <strong>en</strong> sus reivindicaciones <strong>en</strong> materia educativa. Estosmovimi<strong>en</strong>tos de nuevo tipo <strong>en</strong> <strong>el</strong> orbe político latinoamericano de las últimas décadas hanprotagonizado, de acuerdo a las características nacionales, hechos de negociación e imposición <strong>en</strong> laformulación de nuevos parámetros de reconocimi<strong>en</strong>to de derechos sociales, políticos, culturales yeconómicos y de definición d<strong>el</strong> status de los pueblos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes contextos dereconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias.Señalados estos recaudos proponemos ad<strong>en</strong>trarnos <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de ladifer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo de la educación considerando los desarrollos producidos <strong>en</strong> esta materia <strong>en</strong>los contextos definidos. Resumi<strong>en</strong>do, <strong>en</strong>focamos <strong>el</strong> Estado <strong>en</strong> tanto fu<strong>en</strong>te de políticas públicas y- 55 -


educativas, y la legislación sobre derechos indíg<strong>en</strong>as r<strong>el</strong>acionado con las ideas sociopolíticas que seocupan d<strong>el</strong> multiculturalismo y <strong>el</strong> pluralismo cultural. Así también abordamos algunos aspectos de losintereses de los pueblos indíg<strong>en</strong>as y los movimi<strong>en</strong>tos sociales y políticos que los expresan.III.1.a.1. ¿Hacia un Estado multicultural?Sigui<strong>en</strong>do a Torres se int<strong>en</strong>ta plantear que <strong>en</strong> Latinoamérica se puede establecer unacorrespond<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre los mod<strong>el</strong>os de Estado y las políticas educativas. El autor que seguimos <strong>en</strong> estaafirmación sosti<strong>en</strong>e que <strong>en</strong> <strong>el</strong> siglo XX son tres los tipos de Estado que han prevalecido <strong>en</strong> <strong>el</strong>desarrollo de las naciones americanas, <strong>el</strong> Estado liberal conservador, <strong>el</strong> Estado desarrollista y <strong>el</strong>Estado neoliberal. Es necesario decir que estos mod<strong>el</strong>os adquier<strong>en</strong> particularidades nacionales, y nose puede establecer una periodización tajante <strong>en</strong> tanto “*…+ las formaciones sociales, así como losmodos de producción, nunca muer<strong>en</strong> de un día para <strong>el</strong> otro; se superpon<strong>en</strong>, se yuxtapon<strong>en</strong>,sobreviv<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> tiempo, y cohabitan, <strong>en</strong> una amalgama muy reb<strong>el</strong>de para <strong>el</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de laimaginación histórica, que invita a la precaución <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis histórico *…+” (Torres, 1996: 28).El Estado-nación ha t<strong>en</strong>ido un rol principal <strong>en</strong> <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to o negación de lasdifer<strong>en</strong>cias. Desde su orig<strong>en</strong> ha operado a través de difer<strong>en</strong>tes vías e instituciones para determinarinclusiones y exclusiones defini<strong>en</strong>do la nacionalidad. Es un lugar común definir la id<strong>en</strong>tidad nacionalarg<strong>en</strong>tina como “crisol de razas”, visión dominante que se construyó a través de una amalgama de<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos europeos <strong>en</strong> la que quedaron excluidos aspectos de raza, etnia, clase y políticasubalternos. Esta matriz id<strong>en</strong>titaria se <strong>el</strong>aboró “<strong>en</strong> base a un ideario de nación homogéneam<strong>en</strong>teblanca y europea, -<strong>en</strong> donde- se secuestra y sil<strong>en</strong>cia internam<strong>en</strong>te la exist<strong>en</strong>cia de otros tipos dealteridades” (Briones, 2005: 25).“La constitución d<strong>el</strong> estado-nación tuvo <strong>en</strong>tre sus principios los sigui<strong>en</strong>tes: la creación defuerzas armadas unificadas; la promulgación de constituciones nacionales basadas <strong>en</strong> losprincipios emanados de la Carta Magna inglesa, la Revolución Americana y la RevoluciónFrancesa, es decir constituciones netam<strong>en</strong>te liberales; la formulación de una política explícitade def<strong>en</strong>sa de la l<strong>en</strong>gua casi como def<strong>en</strong>sa de la soberanía d<strong>el</strong> país; y por supuesto, laext<strong>en</strong>sión gradual y progresiva de la escolaridad gratuita y obligatoria a todas las capassociales” (Torres, 1996: 27).- 56 -


El Estado arg<strong>en</strong>tino operó mostrándose separado de la sociedad civil, de esta forma podíasituarse, o pret<strong>en</strong>der hacerlo, por <strong>en</strong>cima de la lucha de clases, permitiéndole “servir como árbitroconciliador <strong>en</strong>tre las clases sociales” (Torres, 1996: 72). Los dirig<strong>en</strong>tes políticos basándose <strong>en</strong> lafilosofía positivista int<strong>en</strong>tan igualar neutralidad y objetividad con desinterés social y político creandoun imaginario <strong>en</strong> <strong>el</strong> que <strong>el</strong> Estado aparece como una estructura objetiva y neutral.La escu<strong>el</strong>a pública, común y obligatoria, era una de las instituciones que cumplían con <strong>el</strong>mandato de homog<strong>en</strong>eizar e integrar a la población bajo dicha matriz de id<strong>en</strong>tidad nacional, paraeste fin se prescribió un currículum común marcadam<strong>en</strong>te eurocéntrico, de tipo academicista.Además se estableció <strong>el</strong> español como l<strong>en</strong>gua oficial y nacional, y la alfabetización obligatoria <strong>en</strong> esta<strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Junto a este currículum se construyó un currículum oculto de fuerte pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>rituales y r<strong>el</strong>aciones sociales g<strong>en</strong>eradoras de cons<strong>en</strong>so hacia <strong>el</strong> Estado y la cultura blanca-europea.La escu<strong>el</strong>a ideada por la g<strong>en</strong>eración d<strong>el</strong> ’80 tuvo la capacidad de atraer a la población <strong>en</strong>g<strong>en</strong>eral ya que podía “prometer”. ¿Qué prometía la escu<strong>el</strong>a de fines de siglo XIX?, ofrecíalegitimación a los sectores hegemónicos y progreso social a los sectores subalternos, promesa que seexpresaba <strong>en</strong> respuestas a las expectativas de asc<strong>en</strong>so social y reconocimi<strong>en</strong>to económico g<strong>en</strong>eradas<strong>en</strong> los sectores populares y que pronto vería sus frutos <strong>en</strong> <strong>el</strong> cumplimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> sueño de “m’hijo <strong>el</strong>dotor” (Siede, s/f: 6).En este punto cabría preguntarse cuál era la composición social de estos sectores para los qu<strong>el</strong>a escu<strong>el</strong>a era una promesa. Algunos autores sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que estos eran repres<strong>en</strong>tadosmayoritariam<strong>en</strong>te por inmigrantes europeos, mi<strong>en</strong>tras que un amplio grupo compuesto por <strong>el</strong> criollo,<strong>el</strong> afroamericano y <strong>el</strong> indio se hallaba excluido de este proyecto, <strong>en</strong> palabras de Puiggros(1990)estaban “fuera de foco” d<strong>el</strong> interés de los ideólogos d<strong>el</strong> proyecto de la “nación” arg<strong>en</strong>tina ya querepres<strong>en</strong>taban resabios pre-coloniales y coloniales, y por lo tanto la barbarie y la época medievalhispánica.Entre aqu<strong>el</strong>los que recién llegaban también muchos iban a ser excluidos por diversosargum<strong>en</strong>tos, eran los anarquistas, socialistas y comunistas. Así junto al nacimi<strong>en</strong>to de la escu<strong>el</strong>a seinaugura <strong>en</strong> nuestro país <strong>el</strong> hábito de “id<strong>en</strong>tificar <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos étnicos inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes” (Briones, 2002),<strong>el</strong> crisol arg<strong>en</strong>tino va devini<strong>en</strong>do un “caldero” con restricciones de ingreso que respond<strong>en</strong> tanto aconsideraciones raciales, como de clase y político-ideológicas.Dolores Juliano (1987) sosti<strong>en</strong>e que <strong>en</strong> nuestro país <strong>el</strong> sistema educativo ha contribuido através de una ideología negadora a formar <strong>en</strong> la opinión pública un conjunto de ideas de s<strong>en</strong>tidocomún acerca d<strong>el</strong> aborig<strong>en</strong>, la autora señala que exist<strong>en</strong> “tres aseveraciones insist<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te- 57 -


En <strong>el</strong> siglo XX cambiaría <strong>en</strong> parte la situación de los pueblos indíg<strong>en</strong>as, solo <strong>en</strong> parte porque <strong>el</strong>reconocimi<strong>en</strong>to de su derecho a la educación, como d<strong>el</strong> derecho a la educación de amplios sectoreshistóricam<strong>en</strong>te excluidos, no iría acompañado d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de su id<strong>en</strong>tidad étnica, de sucultura y de su l<strong>en</strong>gua.A partir de la segunda mitad d<strong>el</strong> siglo XX <strong>en</strong> casi todos los sistemas educativos d<strong>el</strong> mundo seproduce la democratización y expansión de la escolarización. Fue democratización <strong>en</strong> <strong>el</strong> acceso a laeducación de amplios sectores de la población que se materializó <strong>en</strong> <strong>el</strong> crecimi<strong>en</strong>to expon<strong>en</strong>cial d<strong>el</strong>as matrículas. En tanto que “*…+ la expansión de la educación <strong>en</strong> América Latina estuvo vinculada a lafase temprana de la industrialización <strong>en</strong> los cincu<strong>en</strong>ta y ses<strong>en</strong>ta *…+” (Torres, 1996: 28).La masificación d<strong>el</strong> sistema educativo durante la segunda mitad d<strong>el</strong> siglo XX dio lugar a lairrupción de sectores pobres de la población, f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, <strong>en</strong>tre otros, que introdujo un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to qu<strong>en</strong>o estaba considerado, la diversidad.El Estado liberal acusa dificultades para superar las desigualdades sociales, para garantizar ladistribución igualitaria de los bi<strong>en</strong>es materiales y simbólicos. Desde la década d<strong>el</strong> ’40 los Estadosempezarán a interv<strong>en</strong>ir <strong>en</strong> la economía y <strong>en</strong> la distribución igualitaria de bi<strong>en</strong>es, <strong>en</strong>tre estos de losbi<strong>en</strong>es simbólicos que le posibilitarían a la población <strong>el</strong> acceso a bi<strong>en</strong>es materiales y a la movilidadsocial prometida.La capacidad de prometer de la escu<strong>el</strong>a toma un nuevo curso durante la segunda mitad d<strong>el</strong> siglo XX,<strong>el</strong> discurso modernista exti<strong>en</strong>de <strong>en</strong> <strong>el</strong> imaginario de la población <strong>el</strong> carácter de la educación como unbi<strong>en</strong> <strong>en</strong> si mismo, es decir que sin mayores y mejores niv<strong>el</strong>es de educación no hay probabilidades deasc<strong>en</strong>so social.“Esto es, la educación aparece no sólo como consumo sino como una inversión de <strong>en</strong>ormer<strong>en</strong>tabilidad, individual y social, con altas tasas de retorno, que varían según los niv<strong>el</strong>eseducativos. Se concluye <strong>en</strong> este análisis que una población más educada será una poblacióncon mayores niv<strong>el</strong>es de tolerancia social y convivialidad, más productiva y competitiva <strong>en</strong> losmercados nacionales e internacionales. En fin, para decirlo <strong>en</strong> la jerga sociológica, a mayoreducación mejor sociedad, compuesta por individuos más pl<strong>en</strong>os, responsables y productivos”(Torres, 1996:24).- 59 -


Con <strong>el</strong> correr de la segunda mitad d<strong>el</strong> siglo pasado <strong>en</strong> América Latina se comi<strong>en</strong>zan a produciruna serie de polarizaciones. En <strong>el</strong> ámbito de las ideas se comi<strong>en</strong>za a hablar de “Desarrollo”, por unaparte, y de “Dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia” por otra. Pronto <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque de tipo exóg<strong>en</strong>o auspiciado por los EE.UU, querepres<strong>en</strong>tó <strong>el</strong> “Desarrollismo” se convirtió <strong>en</strong> la doctrina económica y social de los países d<strong>el</strong> conosur, mi<strong>en</strong>tras la teoría de la dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia ocupó <strong>el</strong> lugar de la resist<strong>en</strong>cia a esta nueva forma deimperialismo económico y cultural.En <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o económico desarrollista <strong>el</strong> campo educativo adquiere <strong>el</strong> status de variableintervini<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> desarrollo económico de las sociedades educativas 8 , este mod<strong>el</strong>o se sust<strong>en</strong>tó <strong>en</strong> lateoría sociológica funcionalista y sobre su base promovió la teoría d<strong>el</strong> capital humano y <strong>el</strong>cred<strong>en</strong>cialismo. Desde estas posiciones se justifica <strong>en</strong> educación un sistema jerárquico derecomp<strong>en</strong>sas y reconocimi<strong>en</strong>tos de acuerdo al r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to individual. La educación es consideradaun capital humano <strong>en</strong> tanto los individuos deb<strong>en</strong> invertir <strong>en</strong> <strong>el</strong>la para acceder con v<strong>en</strong>tajas a losnuevos puestos de trabajo que se crearían. El Estado debe <strong>en</strong>cargarse de promover sistemaseducativos modernizados y efici<strong>en</strong>tes, pero por otra parte se rechazan nociones absolutas deigualdad.Entre los sectores destinatarios de estas políticas educativas se <strong>en</strong>contraban aqu<strong>el</strong>los invisibilizados,negados o que se <strong>en</strong>contraban “fuera de cuestión” para <strong>el</strong> liberalismo latinoamericano y <strong>el</strong>liberalismo pedagógico de fines d<strong>el</strong> siglo XIX y principios d<strong>el</strong> XX. Entre <strong>el</strong>los se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran los pueblosindíg<strong>en</strong>as, pero como habíamos dicho <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> derecho a la educación no fueacompañado por <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de su id<strong>en</strong>tidad 9 . Por lo g<strong>en</strong>eral se los consideró d<strong>en</strong>tro de lacategoría “campesinos”.Básicam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> desarrollismo implicó un mod<strong>el</strong>o exóg<strong>en</strong>o de desarrollo que ac<strong>en</strong>tuó ladep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de las sociedades periféricas respecto de las sociedades c<strong>en</strong>trales. La definición dedesarrollo <strong>en</strong>traña la ali<strong>en</strong>ación cultural de los países subdesarrollados. Tecnificación, racionalizacióny efici<strong>en</strong>cia constituy<strong>en</strong> las categorías c<strong>en</strong>trales de este mod<strong>el</strong>o que busca la reforma social y8 Torres analiza <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de las teorías d<strong>el</strong> capital humano, <strong>el</strong> cred<strong>en</strong>cialismo y la teoría de la economíapolítica <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la educación. (Torres, 1995)9 Para <strong>el</strong> caso latinoamericano algunos trabajos importantes para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la etapa son los que investigan <strong>el</strong>desarrollo d<strong>el</strong> indig<strong>en</strong>ismo americano. Alcina Franch (1990), Colombres (1991), revista iberoam, López y Küper(1999).- 60 -


educativa a través de la preparación de recursos humanos necesarios para la industrialización queposibilitaría <strong>el</strong> desarrollo.El <strong>en</strong>foque d<strong>el</strong> capital-humano se inscribe <strong>en</strong> una perspectiva increm<strong>en</strong>talista que <strong>en</strong> es<strong>en</strong>ciabusca “hacer de los procesos educativos una variable funcional <strong>en</strong> <strong>el</strong> complejo estructural y sistémicode la economía y la sociedad capitalistas” (Torres, 1995: 28). Si consideramos la es<strong>en</strong>cia ética de estos<strong>en</strong>foques notaremos su naturaleza intrusiva <strong>en</strong> tanto part<strong>en</strong> de la definición a priori d<strong>el</strong> espíritu de lascomunidades, si estas son atrasadas es por una debilidad natural que les imposibilita acceder a lospatrones de desarrollo de las sociedades avanzadas y a sus b<strong>en</strong>eficios.De acuerdo a Torres (1995) <strong>en</strong> este tipo de mod<strong>el</strong>o de desarrollo “*…+ la alfabetización y laeducación básica se cu<strong>en</strong>tan <strong>en</strong>tre los mecanismos privilegiados para aum<strong>en</strong>tar los contactos con lassociedades modernas (y sus productos), desorganizar culturas tradicionales (a m<strong>en</strong>udo de orig<strong>en</strong> oral)que son consideradas como un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to de atraso, y permitir <strong>el</strong> desarrollo de la heterog<strong>en</strong>eidadsocial <strong>en</strong> la adopción de innovaciones” (op.cit.: 33).Este <strong>en</strong>foque es <strong>el</strong> adoptado por la mayoría de los gobiernos latinoamericanos a instancias deconsultores internacionales; y de él son producto las experi<strong>en</strong>cias de alfabetización de adultos yprogramas de capacitación para puestos de trabajo de trabajo.En este contexto <strong>el</strong> Estado adquiere un rol c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la inversión de recursos paramodernizar y efici<strong>en</strong>tizar la educación “subsector auxiliar” d<strong>el</strong> desarrollo económico.“A pesar de las dificultades para id<strong>en</strong>tificar las contribuciones de la educación alcrecimi<strong>en</strong>to económico, es claro que <strong>el</strong> Estado contribuye <strong>en</strong> gran medida a facilitar lasvinculaciones <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> sistema educativo y la economía, mediante la política pública y <strong>el</strong> gastopúblico. Por lo tanto, la naturaleza d<strong>el</strong> Estado y d<strong>el</strong> régim<strong>en</strong> político, así como la explícitainterv<strong>en</strong>ción d<strong>el</strong> Estado (o la falta de interv<strong>en</strong>ción) t<strong>en</strong>drán consecu<strong>en</strong>cias decisivas <strong>en</strong> <strong>el</strong>desarrollo de la educación y <strong>el</strong> crecimi<strong>en</strong>to económico” (Torres, 1996: 62).Esta etapa también corresponde a un mom<strong>en</strong>to de crisis de las ideas liberales y de lossectores conservadores expresada <strong>en</strong> la declinación de las fuerzas de los partidos políticos querepres<strong>en</strong>tan a esta ala de la derecha, <strong>en</strong> especial <strong>en</strong> Europa los espacios antaño ocupados por estosgrupos fueron ganados por la socialdemocracia. Pronto <strong>en</strong> <strong>el</strong> viejo contin<strong>en</strong>te y <strong>en</strong> los EE.UU la crisisd<strong>el</strong> liberalismo se profundizaría por <strong>el</strong> abierto ataque que se alzó desde la derecha y la izquierda hacia- 61 -


<strong>el</strong> estado interv<strong>en</strong>cionista conocido como Estado B<strong>en</strong>efactory hacia los amplios grados dedesigualdad social que g<strong>en</strong>era.Desde su orig<strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema educativo creado por <strong>el</strong> Estado liberal cumplió con la función de“cambiar las prefer<strong>en</strong>cias individuales” configurando los hábitus acordes a la reproducción culturald<strong>el</strong> capitalismo. Se creó toda una tecnología de poder que funcionó <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a reproduci<strong>en</strong>dodesigualdades sociales, haci<strong>en</strong>do aparecer a las instituciones como esferas públicas <strong>en</strong> donde seestablec<strong>en</strong> r<strong>el</strong>aciones de igualdad, demarcando barreras que las separaban de las “ institucioneseconómicas, culturales y sociosexuales las cuales descansan <strong>en</strong> r<strong>el</strong>aciones sistémicas dedesigualdad” 10 (Torres, 1996: 91).Desde la izquierda se d<strong>en</strong>unció la falacia d<strong>el</strong> liberalismo sobre la igualdad social y laneutralidad de la educación. Se com<strong>en</strong>zó a ligar a la educación con la reproducción social y cultural d<strong>el</strong>a sociedad capitalista, los teóricos de izquierda comi<strong>en</strong>zan a analizar la r<strong>el</strong>ación poder-conocimi<strong>en</strong>to<strong>en</strong> tanto rasgos históricos de dominación <strong>en</strong> los sistemas educativos 11 .Pero <strong>el</strong> recorrido por <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> Estado hacia la definición de contextos dereconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias ti<strong>en</strong>e como punto nodal <strong>el</strong> ataque d<strong>el</strong> ala conservadora europea ynorteamericana al liberalismo. Como sosti<strong>en</strong>e Díaz Polanco“*…+ <strong>en</strong> lugar de desal<strong>en</strong>tarse y r<strong>en</strong>unciar a sus principios básicos, la int<strong>el</strong>ectualidadconservadora se aplicó a una fr<strong>en</strong>ética actividad de revisión de sus <strong>en</strong>foques, que concluyó <strong>en</strong>un conjunto notable de ajustes y correccionesa su doctrina o fundam<strong>en</strong>to común: <strong>el</strong>liberalismo. Sin complejos por ser minoría o por la s<strong>en</strong>sación de marginalidad, los int<strong>el</strong>ectualesconservadores trabajaron sin descanso” (Díaz Polanco, 2005: 47)La incapacidad d<strong>el</strong> Estado liberal para responder a la inequidad y la desigualdad deoportunidades, sumada la interv<strong>en</strong>ción estatal <strong>en</strong> materia económica y la función fiscal que cumplefue <strong>el</strong> blanco de la reacción conservadora y neoliberal. Los conservadores reaccionan contra laslimitaciones de la libertad individual que implicaba la fuerte pres<strong>en</strong>cia de un Estado que garantiza los10 Nancy Fraser citada <strong>en</strong> Torres (1996).11 El análisis que realizó la izquierda sobre <strong>el</strong> Estado liberal y <strong>el</strong> sistema educativo durante la década d<strong>el</strong> ’60 <strong>en</strong>Europa y EE.UU fue desarrollado <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo anterior.- 62 -


derechos sociales de la población, ya que para estos la “libertad individual” está por <strong>en</strong>cima de lasobligaciones públicas y los derechos sociales (Torres, 1996) 12 .Desde finales de la década d<strong>el</strong> ’70 la ideología y la economía neoconservadora y neoliberalhan sust<strong>en</strong>tado las reformas sufridas por <strong>el</strong> Estado B<strong>en</strong>efactor. Los gobiernos de Tatcher <strong>en</strong> GranBretaña y Reagan <strong>en</strong> EE.UU constituy<strong>en</strong> hitos <strong>en</strong> las transformaciones ocurridas desde la década d<strong>el</strong>’80 <strong>en</strong> todo <strong>el</strong> globo.“Las bases d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o fueron la vigorosa privatización de las empresas estatales y degrandes secciones de las propiedades públicas, <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ajami<strong>en</strong>to de las regulaciones d<strong>el</strong> mercadoy la propiedad privada, <strong>el</strong> control de la inflación por <strong>en</strong>cima d<strong>el</strong> apoyo al empleo total y lacreci<strong>en</strong>te importancia d<strong>el</strong> poder ejecutivo con una consigui<strong>en</strong>te merma de importancia d<strong>el</strong>Congreso o Parlam<strong>en</strong>to” (Torres, 1996: 93)La ag<strong>en</strong>da neoconservadora estuvo ori<strong>en</strong>tada por la privatización y las políticas regidas por <strong>el</strong>mercado, se considera que <strong>el</strong> mercado es más versátil y eficaz que <strong>el</strong> Estado corrompido porestructuras burocráticas y obsoletas que le impid<strong>en</strong> dar respuestas a los constantes cambiostecnológicos y a las creci<strong>en</strong>tes demandas sociales. Pero <strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to conservador “no es solam<strong>en</strong>teeconómico sino moral” (Torres, 1996: 95). Tal argum<strong>en</strong>to, como ya dijimos, atribuye a la interv<strong>en</strong>ciónd<strong>el</strong> Estado la limitación de la “libertad individual” y <strong>el</strong> fom<strong>en</strong>to de la dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia social al Estado.El Estado neoconservador se desarrolla <strong>en</strong> una etapa d<strong>el</strong> capitalismo caracterizado por susdef<strong>en</strong>sores como mod<strong>el</strong>o económico de “acumulación flexible”, la consecu<strong>en</strong>cia de este mod<strong>el</strong>o deacumulación <strong>en</strong> lo socioeconómico es la polarización de la distribución de los ingresos <strong>en</strong>tre los ricosy los pobres. Además caracterizan culturalm<strong>en</strong>te al mod<strong>el</strong>o como efímero, aglomerado (collage) yfragm<strong>en</strong>tado, es decir toma los rasgos d<strong>el</strong> posmodernismo.Torres (1996) señala las consecu<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o social ligado al tipo de Estado neoliberalconservador;12 Seguimos principalm<strong>en</strong>te a Carlos Alberto Torres (1996) <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> conservadurismo. El autor <strong>en</strong>foca <strong>el</strong>caso de esta ala de la derecha <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso norteamericano. El desarrollo d<strong>el</strong> neoconservadurismonorteamericano y su impacto <strong>en</strong> la formulación de políticas públicas pued<strong>en</strong> servir para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der <strong>el</strong> pap<strong>el</strong>jugado por los conservadores vernáculos <strong>en</strong> las reformas de los Estados Latinoamericanos de las últimasdécadas.- 63 -


“La acumulación flexible como modo de producción hace resaltar un proceso paral<strong>el</strong>ode conc<strong>en</strong>tración y c<strong>en</strong>tralización d<strong>el</strong> poder económico. Asimismo, las corporacionesmultinacionales adquier<strong>en</strong> un pap<strong>el</strong> creci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de acumulación de capital y deproducción d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> sistema mundial. Las características culturales de lo efímero,aglomeración (collage) y fragm<strong>en</strong>tación parec<strong>en</strong> adecuarse mejor a la descripción de lo queestá sucedi<strong>en</strong>do con las clases sociales, los movimi<strong>en</strong>tos sociales y las culturas subordinadasque a la descripción de lo que sucede con las corporaciones <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema mundial” (op. cit.:96).Queremos remarcar la visión que sobre <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de la crisis contemporánea ti<strong>en</strong><strong>en</strong> losconservadores. Esta situación surge, según este grupo, <strong>en</strong> la decad<strong>en</strong>cia moral y cultural d<strong>el</strong>liberalismo. La red de bi<strong>en</strong>estar social produjo la dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia al Estado ya que los individuos dejaronde confiar <strong>en</strong> su esfuerzo y <strong>en</strong> la ética d<strong>el</strong> trabajo personal, de esta manera no cumpl<strong>en</strong> con susobligaciones individuales y dejan de hacer sus tareas para conseguir sus “derechos” presionando alEstado. La salida de esta crisis contemporánea requiere “*…+ la creación de un sistema legítimobasado <strong>en</strong> la responsabilidad individual más que <strong>en</strong> la información que proporcione <strong>el</strong> Estado”(Torres, 1996: 97).La lucha de los conservadores y de los neoliberales se <strong>en</strong>foca <strong>en</strong> la def<strong>en</strong>sa férrea de la“libertad individual”. En <strong>el</strong> nuevo p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to liberal formulado por Hayek y Rawls se <strong>en</strong>fatiza queeste principio se debe privilegiar a costa de cont<strong>en</strong>er <strong>en</strong> la sociedad las marcadas desigualdadessociales, desconoci<strong>en</strong>do “*…+ cualquier pret<strong>en</strong>sión igualitaria planteada desde intereses colectivos,sociales, culturales o políticos” (Díaz Polanco, 2005: 49), pues allí reside la fu<strong>en</strong>te de la “bancarrotamoral y cultural d<strong>el</strong> capitalismo” (Torres, 1996).Para los conservadores es posible tolerar la desigualdad social, la tarea principal es jerarquizarlos derechos civiles y políticos por sobre los derechos económicos y sociales. En este marco laeducación es un ámbito que debe estar sujeto a los efectos d<strong>el</strong> mercado, fu<strong>en</strong>te de garantías de lalibertad individual y promotor de la responsabilidad social (accountabilty) que guiará a las familiaspara <strong>el</strong>egir correctam<strong>en</strong>te la escu<strong>el</strong>a de sus hijos, mi<strong>en</strong>tras que creará las condiciones óptimas para lacompet<strong>en</strong>cia de las instituciones que deberán mejorar su oferta educativa adecuándolas a lasdemandas sociales.En los EE.UU se ha dejado sin efecto la “acción afirmativa” es decir la seguridad social para lossectores pobres de la sociedad, que no por casualidad correspond<strong>en</strong> con la población negra y latina.- 64 -


El argum<strong>en</strong>to para esta política es que <strong>el</strong> Estado debe dejar <strong>en</strong> manos de los “filántropos” d<strong>el</strong> sectorprivado la acción de caridad y b<strong>en</strong>efic<strong>en</strong>cia (McLar<strong>en</strong>, 2000).La complejidad de tal iniciativa se complem<strong>en</strong>ta con <strong>el</strong> discurso de la tolerancia racial que<strong>en</strong>cubre su finalidad despolitizadora de las id<strong>en</strong>tidades. Se reconoce <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> “carácter” de losgrupos <strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to de la noción racial y social. La cultura de la diversidad que defi<strong>en</strong>d<strong>en</strong> losconservadores es “homog<strong>en</strong>eizada, separada de las conting<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> poder estatal y las prácticaseconómicas” (McLar<strong>en</strong>, 2000: 150). En <strong>el</strong> discurso y <strong>en</strong> las prácticas tratan de incorporar a los gruposracializados a la dinámica d<strong>el</strong> consumo capitalista <strong>en</strong> donde las minorías blancas ejerc<strong>en</strong> un creci<strong>en</strong>tepoder.Pero como acertadam<strong>en</strong>te argum<strong>en</strong>ta Torres“Si <strong>el</strong> derecho a <strong>el</strong>egir (choice) es la coraza brillante d<strong>el</strong> Estado neoconservador, <strong>el</strong>multiculturalismo es su castigo. Durante la década d<strong>el</strong> och<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> Estados Unidos, la cuestiónracial fue usada por las administraciones de Reagan y Bush para construir y mant<strong>en</strong>er unidauna nueva mayoría neoconservadora. En la educación, esta estrategia implica hablar de losaspectos insolubles d<strong>el</strong> multiculturalismo” (Torres, 1996: 101).El llamado a la responsabilidad social no puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse aislado de la necesidad d<strong>el</strong>mod<strong>el</strong>o económico de ampliar <strong>el</strong> acceso al mercado de nuevos consumidores. Sin embargo lasfal<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o se hac<strong>en</strong> ost<strong>en</strong>sibles <strong>en</strong> <strong>el</strong> gran número de excluidos que g<strong>en</strong>era. Losconservadores y neoliberales sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que es posible soportar la inequidad y la desigualdadmi<strong>en</strong>tras sea protegida la “libertad individual”.La construcción d<strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so necesario para sost<strong>en</strong>er esta nueva situación ha exigido quedesde los c<strong>en</strong>tros de poder se deba irradiar una extraña “neol<strong>en</strong>gua”. El poder de este l<strong>en</strong>guaje reside<strong>en</strong> haber hecho a un lado y echado <strong>en</strong> desuso términos como “*…+ capitalismo, clase, explotación,dominación y desigualdad, per<strong>en</strong>toriam<strong>en</strong>te anulados bajo pretexto de obsolesc<strong>en</strong>cia o de presuntaimpertin<strong>en</strong>cia. *…+”(Bourdieu y Wacquant, 2000: 12), mi<strong>en</strong>tras que otros como “mundialización” y“flexibilidad”; “gobernabilidad” y “empleabilidad”; “Underclass” Y “exclusión”; “nueva economía” y“tolerancia cero”; “comunitarismo”, “multiculturalismo” y sus primos “posmodernos”: etnicidad,minoría, id<strong>en</strong>tidad, fragm<strong>en</strong>tación, etc. están ahora <strong>en</strong> boca de todo <strong>el</strong> mundo.- 65 -


Se trata para Bourdieu y Wacquant (2000) de un imperialismo simbólico que haci<strong>en</strong>do tábularasa de las conquistas sociales conseguidas por los trabajadores int<strong>en</strong>ta imponer una nueva forma deinterp<strong>el</strong>ar las id<strong>en</strong>tidades sociales que se asi<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> aspectos de raza, etnia, género, etc., como partede la estrategia de “divide y v<strong>en</strong>cerás”.El multiculturalismo emanado de las filas conservadoras norteamericanas se asi<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> lalógica racial-étnica de las id<strong>en</strong>tidades de los sectores dominados de la sociedad. Desde posiciones noortodoxas algunos conservadores v<strong>en</strong> bi<strong>en</strong> la exaltación folkórica de la id<strong>en</strong>tidad de estos grupos queanima y exalta su autoestima, esto ha dado lugar a la tolerancia de la <strong>en</strong>señanza de héroes, luchas yproezas étnicas, tradiciones, y programas de educación bilingüe (Bourdieu y Wacquant, 2000).Sin embargo esta permisividad y aceptación de la diversidad <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a ti<strong>en</strong>e coto <strong>en</strong> laexig<strong>en</strong>cia de que“*…+ Las multiculturas estén de acuerdo <strong>en</strong> dar forma a sus id<strong>en</strong>tidades con refer<strong>en</strong>cia aun precepto o regla aceptable. Este precepto o canon puede definirse <strong>en</strong> términos de laalfabetización cultual prescripta, una cultura superord<strong>en</strong>ada o un fervor político aceptable yrecom<strong>en</strong>dado y una conducta tal como <strong>el</strong> patriotismo” (Torres, 1996: 104)La estrategia de “divide y v<strong>en</strong>cerás” da sus resultados <strong>en</strong> la “guerra de culturas” que ti<strong>en</strong><strong>el</strong>ugar <strong>en</strong> sociedades fragm<strong>en</strong>tadas como la norteamericana. Razón sufici<strong>en</strong>te para que desde <strong>el</strong> poderse busque <strong>el</strong> “cons<strong>en</strong>so” o “cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to” alrededor de algunos principios y fundam<strong>en</strong>tos queexpres<strong>en</strong> la sustancia de cada cultura d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> contexto nacional. Esto constituiría una vu<strong>el</strong>ta detuerca al principio liberal de tolerancia que <strong>en</strong>cierra <strong>en</strong> si la definición universalista de lo aceptable, esdecir lo particular definido desde la cultura dominante.Las contradicciones d<strong>el</strong> multiculturalismo provi<strong>en</strong><strong>en</strong> de la naturaleza misma d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o d<strong>el</strong>que emerge. Los sectores que promuev<strong>en</strong> la globalización de la cultura paradójicam<strong>en</strong>te se repliegan<strong>en</strong> sus fuerzas para reaccionar ante la movilidad de trabajadores que cruzan las fronteras <strong>en</strong> busca d<strong>el</strong>as oportunidades prometidas por ese mismo mod<strong>el</strong>o que los excluye <strong>en</strong> sus respectivos países. A lam<strong>en</strong>tada “libertad individual” y responsabilidad social se le contrapone la regulación que ejerce <strong>el</strong>multiculturalismo desde <strong>el</strong> Estado.En <strong>el</strong> afán de contrarrestar <strong>el</strong> pot<strong>en</strong>cial de un multiculturalismo, principalm<strong>en</strong>te su afán devehiculizar la movilidad social s<strong>el</strong>ectiva, <strong>el</strong> Estado impone “*…+ un conocimi<strong>en</strong>to básico, unconocimi<strong>en</strong>to oficial al que cada cultura debe ser expuesta, moldeando así las maneras de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der- 66 -


las culturas y mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>el</strong> carácter folklórico de cada una de <strong>el</strong>las” (Torres, 1996: 106). Este tipode política ha estado pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las ag<strong>en</strong>das educativas de los Estados latinoamericanos durante ladécada de los ’90.Estas acciones se han constituido <strong>en</strong> un lugar común <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso educativo que ha t<strong>en</strong>idocomo objetivo hacerse s<strong>en</strong>tido común de un nuevo ord<strong>en</strong>. Currículos nacionales, operativos deevaluación de la calidad, libros de texto <strong>el</strong>aborados por grandes editoriales y distribuidos <strong>en</strong> todas lasescu<strong>el</strong>as, desc<strong>en</strong>tralización d<strong>el</strong> sistema educativo, discurso de desprestigio social d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te.Mi<strong>en</strong>tras se ati<strong>en</strong>de la diversidad cultural a través de programas de EIB, se ejerce control sobre estasexperi<strong>en</strong>cias con los mismos parámetros con que se evalúa la calidad d<strong>el</strong> sistema educativo nacional.De acuerdo a Torres (2001) podría d<strong>en</strong>ominarse al siglo XX <strong>el</strong> siglo de la educación ya que <strong>en</strong>este se produce la expansión, diversificación y mejorami<strong>en</strong>to de los sistemas educativos deLatinoamérica, sin embargo sosti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> autor que estas “grandezas de la educación” han sido<strong>en</strong>sombrecidas por las miserias de la educación. La segm<strong>en</strong>tación de la educación <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tal ysecundaria que se profundiza; “*…+ los pobres estudian <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a pública, y los sectores medios yaltos florec<strong>en</strong> educativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> instituciones privadas” (op. cit.: 25). El analfabetismo sigueconstituy<strong>en</strong>do un problema d<strong>el</strong> sistema que se ahonda por <strong>el</strong> choque con <strong>el</strong> discurso de lademocratización de la educación; especialm<strong>en</strong>te constituye un aspecto de la discriminación y ladifer<strong>en</strong>cia de género y de raza y etnia ya que son las mujeres y los indíg<strong>en</strong>as los sectores másdesv<strong>en</strong>tajados <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la distribución social de la educación y <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to. Además la<strong>en</strong>vergadura d<strong>el</strong> problema de la segm<strong>en</strong>tación y d<strong>el</strong> analfabetismo junto con unas políticascurriculares limitada e inadecuada, la formación doc<strong>en</strong>te y los salarios doc<strong>en</strong>tes devaluados, <strong>en</strong>treotras cuestiones no <strong>en</strong>cajan como piezas para construir sistemas escolares adecuados a lasnecesidades d<strong>el</strong> contexto.III.1.a.2. La construcción histórica de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te: r<strong>el</strong>ación poder-saber-profesiónLos educadores están inmersos <strong>en</strong> procesos de producción de id<strong>en</strong>tidades, difer<strong>en</strong>cias ydesigualdades. Su id<strong>en</strong>tidad social está atravesada por posiciones de género, raza, etnia, y clasesocial, y condicionadas por <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la formación cultural a la que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong>.El estudio de la id<strong>en</strong>tidad social de los doc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la actualidad requiere de la puesta <strong>en</strong>cuestión de algunas certezas que antaño definían una posición de sujeto privilegiada <strong>en</strong> la formación- 67 -


de subjetividades acordes al sistema político liberal y al sistema económico capitalista. La id<strong>en</strong>tidadd<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina se significó principalm<strong>en</strong>te desde la concepción d<strong>el</strong> ‘oficio doc<strong>en</strong>te’.Autores como Emilio T<strong>en</strong>ti Fanfani hablan d<strong>el</strong> colectivo doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> nuestro país como unacategoría social con una fisonomía particular. En este contexto <strong>el</strong> oficio doc<strong>en</strong>te se define desde finesd<strong>el</strong> siglo XIX y hasta las primeras décadas d<strong>el</strong> XX articulado por dos compon<strong>en</strong>tes, <strong>el</strong> primero, decarácter racional, alude a un conjunto de saberes pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes al campo ci<strong>en</strong>tífico que se apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong><strong>en</strong> la formación doc<strong>en</strong>te, principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las Escu<strong>el</strong>as Normales; <strong>el</strong> segundo, según <strong>el</strong> autor decarácter irracional, estaba c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> lo vocacional, sosti<strong>en</strong>e que aún hoy es estructurador de laautoimag<strong>en</strong> de muchos doc<strong>en</strong>tes y aspirantes a doc<strong>en</strong>te.“*…+ imag<strong>en</strong> ideal d<strong>el</strong> maestro que coloca a “la vocación y las cualidades morales <strong>en</strong> <strong>el</strong>primer lugar, luego <strong>el</strong> dominio d<strong>el</strong> método y por último la ‘sabiduría’, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida comoconocimi<strong>en</strong>to de los cont<strong>en</strong>idos de las ci<strong>en</strong>cias particulares” que <strong>el</strong> maestro ti<strong>en</strong>e que inculcara los apr<strong>en</strong>dices. Esta dosificación contradictoria pero efectiva hace d<strong>el</strong> maestro una categoríasocial con perfil propio y difer<strong>en</strong>ciado d<strong>el</strong> resto de los profesionales e int<strong>el</strong>ectuales clásicos. Laconviv<strong>en</strong>cia contradictoria de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos distintivos constituye la particularidad d<strong>el</strong> oficio de<strong>en</strong>señar” (T<strong>en</strong>ti Fanfani, 2001: 101-102)En <strong>el</strong> transcurso d<strong>el</strong> siglo XX <strong>el</strong> oficio d<strong>el</strong> maestro se concretó <strong>en</strong> una m<strong>el</strong>ange de saberci<strong>en</strong>tífico y vocación, reforzado por la función ‘moralizadora’ que le correspondía a un sujeto querepres<strong>en</strong>taba <strong>el</strong> arbitrario integrador e igualador. En esta etapa comi<strong>en</strong>za a ser interp<strong>el</strong>ado desdedifer<strong>en</strong>tes esferas de poder, una externa y otra interna a esta categoría social.Por una parte desde los c<strong>en</strong>tros de poder d<strong>el</strong> estado com<strong>en</strong>zó, <strong>en</strong> la década de los ’60, ademandarse la profesionalización d<strong>el</strong> oficio. Las condiciones <strong>en</strong> las que se g<strong>en</strong>era este discurso estánmarcadas por la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia expansionista d<strong>el</strong> sistema educativo y la <strong>el</strong>evación de los niv<strong>el</strong>es deescolaridad media de la población.Pero a la vez por la modificación d<strong>el</strong> compon<strong>en</strong>te social d<strong>el</strong> sector magisterial, la masificaciónde los puestos de trabajo, la caída de los salarios y otros f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os asociados que van estableci<strong>en</strong>dolas bases sobre las que se construye la repres<strong>en</strong>tación d<strong>el</strong> oficio como ‘trabajo’. Si las demandas deprofesionalización emerge de qui<strong>en</strong>es formulan las políticas educativas, la definición d<strong>el</strong> maestrotrabajador es impulsada, difundida, y def<strong>en</strong>dida desde d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> magisterio y se materializa <strong>en</strong> lasindicalización d<strong>el</strong> sector ocurrida <strong>en</strong> los años ’70.”*…+ EL énfasis puesto <strong>en</strong> la condición de trabajador- 68 -


asalariado constituye un fr<strong>en</strong>o a toda pret<strong>en</strong>sión de exigir al doc<strong>en</strong>te prestaciones que vayan más alláde lo explícitam<strong>en</strong>te establecido <strong>en</strong> <strong>el</strong> estatuto d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te y la conv<strong>en</strong>ción colectiva de trabajo”(T<strong>en</strong>ti Fanfani, 2001: 103).A finales d<strong>el</strong> siglo XX favorecidos por una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>eral de crisis d<strong>el</strong> sindicalismo y <strong>el</strong>debilitami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> Estado, los paladines d<strong>el</strong> neoliberalismo logran instalar un imaginarioprofesionalizante desnudo de cualquier consideración de índole social, desprovistos d<strong>el</strong> análisis de lasnecesidades técnicas de aplicación d<strong>el</strong> oficio, no estableciéndose modificaciones substanciales <strong>en</strong> laformación y <strong>en</strong> las condiciones laborales profundam<strong>en</strong>te pauperizadas.Un siglo de desarrollo d<strong>el</strong> oficio doc<strong>en</strong>te carga <strong>en</strong> este punto d<strong>el</strong> proceso con una serie detransformaciones de carácter objetivo y de carácter subjetivo. Las primeras ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con unsost<strong>en</strong>ido desarrollo cuantitativo d<strong>el</strong> mismo que acompaña la expansión de la escolarización; <strong>el</strong>mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to y reforzami<strong>en</strong>to de regulaciones jurídicas tradicionales <strong>en</strong>torno a la carrera doc<strong>en</strong>te;la heterog<strong>en</strong>eidad creci<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> magisterio acompañados de mayores grados de desigualdad, que seremata con <strong>el</strong> deterioro de las recomp<strong>en</strong>sas materiales y simbólicas asociadas al trabajo.Estas transformaciones ti<strong>en</strong><strong>en</strong> efectos profundos <strong>en</strong> la subjetividad de los doc<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> <strong>el</strong>plano de las prácticas individuales y colectivas se va imponi<strong>en</strong>do <strong>el</strong> malestar, <strong>el</strong> res<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to y ladesmoralización que marcan las decisiones y reacciones <strong>en</strong> su forma de <strong>en</strong>carar las prácticas.Como síntesis de estas transformaciones se produce una doble difer<strong>en</strong>ciación:“La difer<strong>en</strong>ciación horizontal y vertical d<strong>el</strong> oficio doc<strong>en</strong>te es <strong>el</strong> resultado de dosconjuntos de factores. El primero ti<strong>en</strong>e que ver con variables que caracterizan al mercado detrabajo de los doc<strong>en</strong>tes. El segundo <strong>en</strong> cambio concierne a características y propiedadesindividuales de los maestros tales como, orig<strong>en</strong> social, niv<strong>el</strong> de formación, género y estado civil,dedicación a la doc<strong>en</strong>cia y peso d<strong>el</strong> salario doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> conjunto de los ingresos de losag<strong>en</strong>tes. *…+” (T<strong>en</strong>ti Fanfani, 2001:110)La situación se plasma <strong>en</strong> una paradoja. Las transformaciones objetivas g<strong>en</strong>eran resist<strong>en</strong>ciassimbólicas por parte de los doc<strong>en</strong>tes, que pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> crisis ese espectro de definiciones que se expresa<strong>en</strong> <strong>el</strong> desfase <strong>en</strong>tre los individuos que ocupan los cargos doc<strong>en</strong>tes y la <strong>en</strong>unciación objetiva de laposición.“Estos desfases se expresan <strong>en</strong> una especie de malestar creci<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre la subjetividadde los maestros y los principios estructuradores de sus prácticas que se derivan de una- 69 -


determinada configuración institucional de los puestos. Para reconstruir las modalidades deexist<strong>en</strong>cia y desarrollo de este malestar es preciso poner <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación las dos dim<strong>en</strong>sionesconstitutivas d<strong>el</strong> trabajo pedagógico: la historia institucional de los puestos y la historia de losmaestros como categoría social. Los desfases <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>las dan lugar a situaciones típicas:Nuevos maestros para puestos viejos. *…+.Puestos r<strong>en</strong>ovados ocupados por individuos tradicionales. *…+” (T<strong>en</strong>ti Fanfani, 2001:114-115)La caída de los ‘mitos fundadores’ de la función de la escu<strong>el</strong>a y de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajodoc<strong>en</strong>te, es decir <strong>el</strong> ‘para qué’ educar, puede estar significando <strong>en</strong> este nuevo contexto dedefiniciones, <strong>el</strong> puro ‘hacer’ como modo de sobrevivir. La reforma de los nov<strong>en</strong>ta, <strong>en</strong>tre otras cosas,ha cerrado <strong>el</strong> diálogo d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te con las tradiciones de la formación que otrora posibilitabanla construcción de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> educador.Surge así la necesidad de rep<strong>en</strong>sar la forma de restablecer <strong>el</strong> diálogo, aunque poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong>cuestión todo lo que es tradición ya que <strong>el</strong> nuevo <strong>en</strong>samble de s<strong>en</strong>tidos deberá t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta quepor lo g<strong>en</strong>eral de las dos situaciones típicas <strong>en</strong>unciadas por T<strong>en</strong>ti Fanfani se está dando la segunda, esdecir los puestos de trabajo adquier<strong>en</strong> hoy una fisonomía y definición que hace estallar los s<strong>en</strong>tidosde la pedagogía moderna y para los que los doc<strong>en</strong>tes no estarán preparados si solo se val<strong>en</strong> de latradición.Si hablamos de puestos r<strong>en</strong>ovados y si p<strong>en</strong>samos que la novedad provi<strong>en</strong>e de las demandasinterpuestas por sectores caracterizados por la diversidad, nos <strong>en</strong>contramos ante la EIB. Lainterculturalidad actualiza nuevas disputas <strong>en</strong>torno a otorgar s<strong>en</strong>tido a la realidad, es un campo debúsquedas desde donde producir y hacer circular repres<strong>en</strong>taciones de difer<strong>en</strong>cia, id<strong>en</strong>tidad ydesigualdad.Sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> Díaz y Alonso (2004) que“En esta búsqueda, se vu<strong>el</strong>ve necesaria una pres<strong>en</strong>cia discursiva, para la cual, segúnLaclau, hay un trabajo d<strong>el</strong> mito para “suturar ese espacio dislocado, a través de la constituciónde un nuevo espacio de repres<strong>en</strong>tación” (…). Se abre, así, un espacio mítico que “se pres<strong>en</strong>tacomo alternativa fr<strong>en</strong>te a la forma lógica d<strong>el</strong> discurso estructural dominante” *…+. En tanto sealeja de la objetividad pres<strong>en</strong>te, buscando aqu<strong>el</strong>lo <strong>en</strong> lo que reside su falla constitutiva, es decir- 70 -


su pl<strong>en</strong>itud aus<strong>en</strong>te, <strong>el</strong> mito se transforma <strong>en</strong> imaginario, y opera como “<strong>el</strong> horizonte ilimitadode inscripción de toda reivindicación y de toda dislocación posibles” (…)” (2004: 82)El ‘para qué’ educar asumirá nuevos cont<strong>en</strong>idos si establece <strong>el</strong> diálogo con este imaginario deposibilidades. Podría definirse como una de las nuevas funciones de la escu<strong>el</strong>a la at<strong>en</strong>ción de ladiversidad rompi<strong>en</strong>do con <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o histórico de homog<strong>en</strong>eización e igualación. Aún planteando estaruptura prevalec<strong>en</strong> <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que <strong>en</strong>tran <strong>en</strong> la disputa por otorgar (quitar) s<strong>en</strong>tido a la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong>trabajo doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> contextos de diversidad.La antroplogización d<strong>el</strong> currículum corre a la par de su psicologización t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do ambosf<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os efectos contraproduc<strong>en</strong>tes para las prácticas situadas de interculturalidad, pues hac<strong>en</strong>que la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> educador ti<strong>en</strong>da hacia una regresión a ‘lo cultural’ o hacia unsobredim<strong>en</strong>sionami<strong>en</strong>to de lo ‘actitudinal’, contrarrestando <strong>el</strong> poder transformador que pued<strong>en</strong>t<strong>en</strong>er las dinámicas culturales que se esc<strong>en</strong>ifican <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones pedagógicas.Lo que ocurra <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula t<strong>en</strong>drá efectos de repres<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> <strong>el</strong> plano de las r<strong>el</strong>acionessociales. En r<strong>el</strong>ación al doc<strong>en</strong>te dic<strong>en</strong> Alonso y Díaz que “*…+ Todo dep<strong>en</strong>derá d<strong>el</strong> juego d<strong>en</strong>egociaciones cotidianas de cada escu<strong>el</strong>a, pero también de hacer valer sus propios dilemas y desafíoscomo la base de una interculturalidad <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida hacia <strong>el</strong> ‘si mismo’ de la id<strong>en</strong>tidad doc<strong>en</strong>te antes (osimultáneam<strong>en</strong>te) que hacia otras id<strong>en</strong>tidades” (Díaz y Alonso, 2004: 84).La construcción de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te, <strong>el</strong> ‘para qué’ educar, seguirá losderroteros impuestos e institucionalizados por la pedagogía moderna (moralización, apostolado,profesionalización, autonomía o jerarquización pero con control y evaluación de la calidad, etc.) si noubica <strong>en</strong> <strong>el</strong> imaginario de lo posible, que es la interculturalidad, nuevos s<strong>en</strong>tidos que reflej<strong>en</strong> lanaturaleza conflictiva d<strong>el</strong> ‘oficio’ <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con sujetos ‘otros’ internos (a la nación).El proceso de construcción de una id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo está articulado con los problemasestructurales de la dinámica y los conflictos culturales <strong>en</strong> la sociedad nacional y global, por lo tanto esparte de esta dinámica <strong>en</strong> algunas de sus dim<strong>en</strong>siones. “*…+ Así, <strong>el</strong> discurso de la interculturalidadpuede estr<strong>el</strong>larse contra la realidad de la exclusión, y re<strong>en</strong>viar al imaginario posible la arbitrariedadde la homog<strong>en</strong>eización cultural, por más cont<strong>en</strong>idos de la cultura mapuche – o wichí, coya, toba,guaraní, etc.- que se transmitan” (Alonso y Díaz, 2004: 84).Nos interesa poner énfasis <strong>en</strong> <strong>el</strong> hecho ya m<strong>en</strong>cionado de que desde las reformasneoliberales se han atacado a las tradiciones y a las experi<strong>en</strong>cias que muchos doc<strong>en</strong>tes v<strong>en</strong>ían- 71 -


haci<strong>en</strong>do, cerrando <strong>el</strong> diálogo <strong>en</strong>tre la ‘nueva’ situación imperante y estos usos, <strong>en</strong> tanto matricespara las adscripciones id<strong>en</strong>titarias posibles.El discurso d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o se pres<strong>en</strong>ta como discurso pedagógico que se construye sobre unaserie de s<strong>en</strong>tidos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como una de sus int<strong>en</strong>ciones <strong>el</strong> reord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to económico- social de lasociedad y que con argum<strong>en</strong>tos como calidad educativa, efici<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> sistema y de las personas, etc.,habilitan la desc<strong>en</strong>tralización d<strong>el</strong> estado, la reestructuración, la flexibilización, etc.; se pres<strong>en</strong>ta comouna reforma sin id<strong>en</strong>tidad pues pasa por <strong>en</strong>cima de un conjunto de experi<strong>en</strong>cias consideras demodé e“*…+ inmediatam<strong>en</strong>te se borran d<strong>el</strong> imaginario educativo las memorias, las experi<strong>en</strong>cias, y otrasreformas *…+” (Alonso y Díaz, 2004: 84). 13III.1.b. Derechos de los Pueblos Indíg<strong>en</strong>as. Reconocimi<strong>en</strong>tos internacional y nacional de ladifer<strong>en</strong>cia.Los derechos de los Pueblos Indíg<strong>en</strong>as (PIs) 14 constituy<strong>en</strong> un emerg<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las ag<strong>en</strong>das de losorganismos internacionales y de los Estados latinoamericanos, asimismo es un cont<strong>en</strong>ido c<strong>en</strong>tral d<strong>el</strong>as luchas de los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as. En poco más de dos décadas se han producido desarrollosde importancia <strong>en</strong> materia de reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de los PIs. Las <strong>el</strong>aboraciones jurídicasinternacionales han demarcado un estándar r<strong>el</strong>ativo a los derechos de estos pueblos d<strong>en</strong>tro de la“*…+ doctrina, normatividad y jurisprud<strong>en</strong>cia de los derechos humanos *…+” (Toledo Llancaqueo,2005: 70).El conv<strong>en</strong>io 169 de la OIT aprobado <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1989 constituye un hito y una refer<strong>en</strong>ciaobligada para <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de los PIs (Briones, 2004; Dávalos, 2005;L<strong>en</strong>ton y Lor<strong>en</strong>zetti 2005; Hernández Pulido 1995; Stav<strong>en</strong>hag<strong>en</strong>, 1995): Dicha conv<strong>en</strong>ción estableceuna ruptura con las definiciones de los derechos a la difer<strong>en</strong>cia <strong>el</strong>aborados <strong>en</strong> conv<strong>en</strong>cionesanteriores ya que estas últimas se as<strong>en</strong>taban <strong>en</strong> un principio integrador/asimilacionista. El conv<strong>en</strong>io169 es considerado Rodolfo Stav<strong>en</strong>hag<strong>en</strong> (1985), “bastante m<strong>en</strong>os asimilacionista” ya que introduc<strong>el</strong>a figura de la participación nacional e internacional de los PIs <strong>en</strong> las definiciones d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to y<strong>el</strong> respeto de sus derechos, no obstante esto no va <strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to de la responsabilidad y capacidad13 Los autores nombran como otra reforma la ocurrida <strong>en</strong> la provincia de Neuquén a mediados de los ’80, <strong>el</strong> PlanEducativo Provincial que a consideración de estos se propuso la democratización administrativa y curricular, ydic<strong>en</strong> que “*…+ quizás esas otras reformas t<strong>en</strong>ían una id<strong>en</strong>tidad, atacaban <strong>el</strong> cuerpo – si se quiere- de losdoc<strong>en</strong>tes, desde <strong>el</strong> punto de vista d<strong>el</strong> compromiso y la participación. *…+. (Díaz y Alonso, 2004: 84)14 De ahora <strong>en</strong> más PIs.- 72 -


d<strong>el</strong> Estado <strong>en</strong> esta materia, según <strong>el</strong> autor “*…+ <strong>el</strong> artículo 2- d<strong>el</strong> conv<strong>en</strong>io 169 de la OIT- (…) señala lapl<strong>en</strong>a participación de los pueblos interesados <strong>en</strong> <strong>el</strong> desarrollo de las acciones coordinadas ysistemáticas t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes a garantizar <strong>el</strong> respeto de la integridad de estos pueblos y sus derechos” (op.cit: 144).El derecho de participación se complem<strong>en</strong>ta con <strong>el</strong> derecho a ser consultados <strong>en</strong> materialegislativa y administrativa siempre que estas puedan afectarlos directam<strong>en</strong>te, esta medida ti<strong>en</strong>ecomo objetivo hacer que los gobiernos busqu<strong>en</strong> acuerdo o cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to sobre las cuestionesobjeto de consulta, lo que <strong>en</strong> última instancia no los inhabilita a actuar <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso de no obt<strong>en</strong>er dichoacuerdo.También ha suscitado la at<strong>en</strong>ción de los gobiernos la inclusión <strong>en</strong> esta conv<strong>en</strong>ción d<strong>el</strong>concepto “pueblos” <strong>en</strong> lugar de “poblaciones” que ti<strong>en</strong>e un s<strong>en</strong>tido más estadístico, <strong>el</strong> cambio <strong>en</strong> laterminología ha constituido un reclamo histórico d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a. Este cambio a puesto <strong>en</strong> laesc<strong>en</strong>a oficial <strong>el</strong> debate sobre <strong>el</strong> derecho a la autodeterminación de los PIs y ha g<strong>en</strong>erado oposicióndesde los gobiernos que v<strong>en</strong> vulnerado <strong>el</strong> principio de soberanía nacional. De acuerdo a HernándezPulido“Las razones aducidas para que se utilizara, al referirse a las comunidades indíg<strong>en</strong>as ytribuales, <strong>el</strong> término “pueblos” estaba es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te r<strong>el</strong>acionadas con <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to quedebería acordarse y respetarse a esos pueblos <strong>en</strong> su propia id<strong>en</strong>tidad. Empero, un bu<strong>en</strong>número de d<strong>el</strong>egados gubernam<strong>en</strong>tales se oponían al empleo de tal término por lasimplicaciones que <strong>el</strong> mismo pudiera t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> derecho a la autodeterminación”(1995: 174)El conv<strong>en</strong>io 169 de la OIT también establece disposiciones sobre contratación ycondiciones de empleo, formación profesional, artesanías e industrias rurales, seguridad social ysalud, territorio y recursos naturales, desarrollo económico, medios de comunicación y l<strong>en</strong>gua,educación y cultura (Hernández Pulido, op. cit.; Stav<strong>en</strong>hag<strong>en</strong>, op. cit.).Refer<strong>en</strong>te a educación incluye una serie de disposiciones que“*…+ indican la obligación de los gobiernos de crear los medios para garantizar que losmiembros de los pueblos indíg<strong>en</strong>as y tribuales t<strong>en</strong>gan acceso a los difer<strong>en</strong>tes niv<strong>el</strong>es d<strong>el</strong>- 73 -


sistema educativo, así como a desarrollar y aplicar programas y servicios educativos a favor d<strong>el</strong>os pueblos interesados, <strong>en</strong> colaboración con estos últimos (artículos 26 y 27)” (HernándezPulido, 1995: 181).Con este <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to legal la OIT trata de g<strong>en</strong>erar <strong>en</strong> los gobiernos la iniciativa de ayudar a lapreservación de las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as a través de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a por medio de las mismas,es decir por medio de educación bilingüe que implica combinar la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua materna ysegunda l<strong>en</strong>gua, la l<strong>en</strong>gua oficial. Junto a esto, posibilitar la biculturalidad introduci<strong>en</strong>do valoressociales, culturales y r<strong>el</strong>igiosos de los PIs.También los pueblos indíg<strong>en</strong>as se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran capacitados para crear sus propias institucionesy medios de educación. Se ac<strong>en</strong>túa <strong>el</strong> derecho a la educación <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tal, que compr<strong>en</strong>derá programasque incluyan la <strong>en</strong>señanza de la l<strong>en</strong>gua y la cultura indíg<strong>en</strong>a, <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as creadas por los pueblos yauxiliados por los gobiernos. Se complem<strong>en</strong>ta con “*…+ una idea restringida de participación, (y) lasupeditación de las instituciones y medios de educación creados por los PIs a las “normas mínimasestablecidas por la autoridad compet<strong>en</strong>te”, y a la transfer<strong>en</strong>cia progresiva de responsabilidades”(Briones, 2004: 110).De acuerdo al marco que ofrece <strong>el</strong> conv<strong>en</strong>io 169 de la OIT la alfabetización cultural prescriptapor los Estados debe incluir aqu<strong>el</strong>lo que los pueblos “consi<strong>en</strong>tan” siempre y cuando se asegure qu<strong>el</strong>os niños apr<strong>en</strong>dan a leer y escribir <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua nacional y oficial. Otra “donación” que le hac<strong>en</strong> losmulticulturalistas a los PIs es la difusión de una visión r<strong>en</strong>ovada sobre las culturas y las costumbres <strong>en</strong>los libros de uso g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a pública.Es necesario decir que <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina <strong>el</strong> parlam<strong>en</strong>to adoptó <strong>el</strong> conv<strong>en</strong>io <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1992,aunque recién <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 2001 <strong>el</strong> Estado realizó <strong>el</strong> depósito de la firma con la que quedó ratificada suadhesión. Por las características de la OIT <strong>en</strong> cuanto a constitución y negociación <strong>el</strong> conv<strong>en</strong>io es “*…+básicam<strong>en</strong>te un <strong>docum<strong>en</strong>to</strong> basado <strong>en</strong> la interp<strong>el</strong>ación a los gobiernos, a qui<strong>en</strong>es se indica lasresponsabilidades a asumir ante sus pueblos indíg<strong>en</strong>as y tribales *…+” (Briones, 2004: 109). El valor deesta norma para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der <strong>el</strong> cambio <strong>en</strong> <strong>el</strong> status jurídico d<strong>el</strong> “otro interno” <strong>en</strong> los EstadosAmericanos consiste <strong>en</strong> que es la única “*…+ de carácter internacional vinculante que reconoce laespecificidad de los derechos de los pueblos indíg<strong>en</strong>as (…), y prescribe la obligatoriedad de la consultaa los pueblos sobre las políticas que los afect<strong>en</strong>” ( L<strong>en</strong>ton y Lor<strong>en</strong>zetti, 2005: 298).Otro instrum<strong>en</strong>to internacional de reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de los PIs es <strong>el</strong> proyectode Declaración Universal de los derechos de los Pueblos Indíg<strong>en</strong>as formulada desde <strong>el</strong> grupo de- 74 -


trabajo de las Naciones Unidas sobre poblaciones indíg<strong>en</strong>as. Este proyecto incluye consideracionessobre educación. En <strong>el</strong> artículo 15 establece <strong>el</strong> derecho de los PIs a educación autogestionada <strong>en</strong> supropia l<strong>en</strong>gua y cultura, <strong>en</strong> la que puedan “*…+ establecer y controlar sus sistemas e institucionesdoc<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong>señando <strong>en</strong> sus propios idiomas y según métodos propios de <strong>en</strong>señanza y apr<strong>en</strong>dizaje*…+”. En <strong>el</strong> artículo 16 de este mismo proyecto se pone <strong>el</strong> foco <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones interétnicas y <strong>en</strong> lasr<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre etnia y nación, <strong>el</strong> <strong>docum<strong>en</strong>to</strong> establece que los gobiernos deberán garantizar que se<strong>el</strong>imin<strong>en</strong> tanto de la educación oficial como <strong>en</strong> los medios de comunicación y de información todotipo de prejuicio que pueda actuar como forma de discriminación, y que vaya <strong>en</strong> contra d<strong>el</strong> principiode tolerancia, y de “*…+ la compr<strong>en</strong>sión y las bu<strong>en</strong>as r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre las partes involucradas 15 ”.(Briones, 2004: 110)En tanto <strong>en</strong> la órbita de la OEA <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1997 se aprueba <strong>el</strong> “Proyecto de DeclaraciónAmericana sobre los derechos de los Pueblos Indíg<strong>en</strong>as”. Sobre educación establece similareslineami<strong>en</strong>tos que los instrum<strong>en</strong>tos anteriores pero, como analiza Claudia Briones (2004) no exti<strong>en</strong>d<strong>el</strong>a autodeterminación <strong>en</strong> lo que respecta a trazar líneas de acción sobre la revalorización de la l<strong>en</strong>guay la cultura, aunque sosti<strong>en</strong>e que “cuando los Pueblos Indíg<strong>en</strong>as así lo dese<strong>en</strong>” podrán efectuar esaslíneas de acción <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>gua e incorporar cont<strong>en</strong>idos de su cultura.Las transformaciones d<strong>el</strong> esc<strong>en</strong>ario internacional han coadyuvado a que se g<strong>en</strong>ere uncreci<strong>en</strong>te reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos indíg<strong>en</strong>as, sin embargo no hay que quitar mérito a la luchad<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a ya que muchos de sus reclamos se han constituido <strong>en</strong> parte de losinstrum<strong>en</strong>tos normativos que hemos analizado. Se ha producido de acuerdo a este panorama unproceso de “*…+ pasaje de los indíg<strong>en</strong>as de objetos a sujetos d<strong>el</strong> derecho internacional, y que WillemAssies (…) define como <strong>el</strong> pasaje de minorías a pueblos *…+” (Briones, 2005: 12).El esc<strong>en</strong>ario que analizamos se constituye a partir de la articulación de procesos propios d<strong>el</strong>mod<strong>el</strong>o económico de acumulación flexible. Por un lado se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran los procesos que se <strong>en</strong>globan<strong>en</strong> lo que se conoce como transnacionalización, globalización o mundialización, mi<strong>en</strong>tras que losotros procesos pued<strong>en</strong> formar parte de lo que algunos teóricos d<strong>en</strong>ominan gubernam<strong>en</strong>talidadneoliberal (Briones, 2005).La transnacionalización se caracteriza por la re-territorialización de las prácticas económicas,políticas y culturales lo que ha provocado una nueva disposición, justam<strong>en</strong>te de las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong> <strong>el</strong>territorio, que ti<strong>en</strong>e como uno de sus f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os característicos <strong>el</strong> int<strong>en</strong>so flujo de población,15 Este proyecto de la ONU aún no ha sido aprobado.- 75 -


información, productos, etc. En estas condiciones las luchas indíg<strong>en</strong>as adquier<strong>en</strong> una nueva fisonomíay se pot<strong>en</strong>cian por una serie de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong> contexto.El discurso sobre <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to y respeto de la diversidad que se plasma <strong>en</strong> losinstrum<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong> derecho internacional analizados deb<strong>en</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse ligados a la mundialización. Unode los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os característicos de la transnacionalización d<strong>el</strong> multiculturalismo es la “*…+multiplicación de ag<strong>en</strong>cias y ar<strong>en</strong>as involucradas <strong>en</strong> la gestión de la diversidad (ag<strong>en</strong>ciasmultilaterales, organismos internacionales, estados, organizaciones y comunidades indíg<strong>en</strong>as, ONGs)que ha derivado <strong>en</strong> que incluso los empr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tos más localizados oper<strong>en</strong> como caja deresonancia de aconteceres locales. *…+” (Briones, 2005: 13); finalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> este ord<strong>en</strong> de cosas, <strong>el</strong>movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a ha establecido fuertes alianzas supranacionales.La constante movilización de fuerzas políticas, sociales, culturales y económicas ha g<strong>en</strong>eradoun contexto de reconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias que se ha visto b<strong>en</strong>eficiado por la ampliación de lasredes de influ<strong>en</strong>cia principalm<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> capital, <strong>el</strong> que se invierte allí donde las condiciones políticas yjurídicas más lo favorec<strong>en</strong> <strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to de los derechos de la fuerza de trabajo y de las naciones.Pero también por <strong>el</strong> flujo de la información y <strong>el</strong> intercambio cultural que se ha ac<strong>el</strong>erado y permite alas formaciones sociales y culturales dinamizar sus procesos de reproducción, allí donde desde susprocesos id<strong>en</strong>titarios se resist<strong>en</strong> a la imposición de la id<strong>en</strong>tidad funcional al mod<strong>el</strong>o económico,aqu<strong>el</strong>la interp<strong>el</strong>ada desde la ideología d<strong>el</strong> consumo.En <strong>el</strong> plano sociopolítico <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o ha debido, para ser viable, atacar ferozm<strong>en</strong>te alsindicalismo y los partidos ligados a los intereses de la clase obrera, pero también ha debidoreformular la racionalidad gubernativa de los Estados estableci<strong>en</strong>do una nueva economía política d<strong>el</strong>a producción cultural (Briones, 2004; Briones, 2005). La racionalidad gubernativa neoliberal suponeuna redefinición de los sujetos gobernables, así los “pobres” y “subdesarrollados” han pasado a ser“poblaciones vulnerables con capital social” (Briones, 2005: 14). Estamos ante una neoliberalizaciónde los estándares metaculturales hegemónicos, lo que implica que las culturas que históricam<strong>en</strong>tehan sido negadas y estigmatizadas <strong>en</strong> los contextos nacionales ahora, <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la globalización,se han “convertido” <strong>en</strong> derecho, capital social, recurso político, y recurso económico.Esta nueva forma de gubernam<strong>en</strong>talidad es indisociable de la “economía política de ladiversidad” que <strong>el</strong>la misma g<strong>en</strong>era. Según Briones este concepto alude“*…+ a las complejas articulaciones <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> sistema económico dominante, la estructura social,las instituciones jurídico- políticas y los aparatos ideológicos que regulan la dispersión de una- 76 -


formación social y la suturan como todo durante un período determinado, re-inscribi<strong>en</strong>dodistinciones étnicas, raciales, regionales, nacionales, r<strong>el</strong>igiosas, de género, etarias, etc. *…+”(2004: 106).La economía política de la diversidad d<strong>el</strong> neoliberalismo opera un borrami<strong>en</strong>to sobre lospatrones particulares de distinciones y prefer<strong>en</strong>cias de las culturas haciéndolos aparecer comouniversales, ligándolos a caracteres externos y haciéndolos participar de una es<strong>en</strong>cia universal que<strong>en</strong>cubre la hegemonía de qui<strong>en</strong>es dominan este proceso de determinación de lo que se acepta y nocomo cultura, determina la norma que dirime la s<strong>el</strong>ección y jerarquización de los “otros” internos queserán aceptados por la nación. En síntesis la economía política de la diversidad establece distincionesque “*…+ prove<strong>en</strong> los medios para formas difer<strong>en</strong>ciadas de explotación económica y para modosvariados y variables de incorporación política e ideológica de una fuerza de trabajo fracturada”(Briones, 2004: 106).Creemos que los instrum<strong>en</strong>tos legales internacionales sobre <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de losderechos de los pueblos indíg<strong>en</strong>as no pued<strong>en</strong> ser interpretados fuera de este contexto. El impulso d<strong>el</strong>a globalización con su efecto sobre las id<strong>en</strong>tidades nacionales tradicionales, ha posibilitado laredefinición de los estándares de reconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias, desmarcando barreras históricasque han negado la exist<strong>en</strong>cia de los PIs. Además se ha dado un corrimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> los parámetros quedeterminan lo que se puede tolerar, <strong>el</strong> caso típico es la aceptación de “otros” internos definidosdesde una visión que hace de su cultura un producto folklórico, mi<strong>en</strong>tras que rechaza aqu<strong>el</strong>los“otros” que se resist<strong>en</strong> a esta forma de marcación id<strong>en</strong>titaria tildándolos de fundam<strong>en</strong>talistas.Pero queda una cuestión más por remarcar <strong>en</strong> este contexto de reconocimi<strong>en</strong>tos de ladiversidad, es preciso decir que se ha producido un cambio de status de las culturas <strong>en</strong> <strong>el</strong> contextonacional e internacional ligado a nueva racionalidad gubernativa. Una de las t<strong>en</strong>siones sustanciales d<strong>el</strong>a difer<strong>en</strong>cia, la g<strong>en</strong>erada por la resolución de la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre redistribución/reconocimi<strong>en</strong>to, haquedado disu<strong>el</strong>ta a favor d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de la diversidad, como dijimos los antes considerados“pobres” o “subdesarrollados” han pasado a ser considerados y repres<strong>en</strong>tados como “vulnerables concapital social”. El mod<strong>el</strong>o ti<strong>en</strong>de a naturalizar las desigualdades sociales, <strong>el</strong> Estado se des<strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de degarantizar derechos sociales básicos y se hace responsable de que sean ag<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> sector privadolas que se hagan cargo de la b<strong>en</strong>efic<strong>en</strong>cia y la caridad.La t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que se observa <strong>en</strong> <strong>el</strong> Estado neoliberal es la de abrir instancias de participacióna las organizaciones indíg<strong>en</strong>as a través de las cuales busca la negociación y <strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so, donando <strong>en</strong>- 77 -


algunos casos la posibilidad de controlar asuntos puntuales. Podríamos decir que las proyeccionesque Diego Iturralde hacía sobre la cuestión indíg<strong>en</strong>a a fines de los años och<strong>en</strong>ta se están cumpli<strong>en</strong>do.El autor sost<strong>en</strong>ía, <strong>en</strong>tre otras cosas, que a principios d<strong>el</strong> siglo XXI“*…+ las demandas de una mayor participación se verán satisfechas por defecto; esto es,porque <strong>el</strong> estado t<strong>en</strong>derá a poner <strong>en</strong> manos de las comunidades locales una proporción cadavez más alta de asuntos que no puede at<strong>en</strong>der y que al capital privado no le interesa asumirpor su escasa o nula r<strong>en</strong>tabilidad. Bajo estas condiciones, la pobreza creará campos de<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to, y la transfer<strong>en</strong>cia de responsabilidades a las estructuras regionales y localesserán espacios de negociación” (Iturralde, 1995: 28).El reconocimi<strong>en</strong>to y replanteo global de las val<strong>en</strong>cias de la diversidad ha ejercido presión eimpulso difer<strong>en</strong>ciado sobre los Estados para actuar <strong>en</strong> materia de reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> derecho de losPIs a la modalidad de EIB, este proceso <strong>en</strong>cierra contradicciones y paradojas que impactan <strong>en</strong> laconceptualización e implem<strong>en</strong>tación de esta modalidad educativa.En un principio vamos a sost<strong>en</strong>er que desde los Estados Americanos se ha hecho unimportante esfuerzo por reconocer los derechos culturales de los PIs materializándose esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<strong>en</strong> legislaciones nacionales y provinciales sobre derechos <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y derechos educativos <strong>en</strong>particular. Pero también diremos, para t<strong>en</strong>er marcar la complejidad d<strong>el</strong> panorama, que nocasualm<strong>en</strong>te estas acciones no han sido acompañadas con una clara política global dereconocimi<strong>en</strong>to,“*…+ dejando desarticulados los espacios r<strong>el</strong>ativos a los derechos estratégicos de los pueblosrespecto a la territorialidad o a la tierra y <strong>el</strong> acceso, <strong>en</strong> condiciones de equidad y respeto a laspeculiaridades, a los servicios y necesidades fundam<strong>en</strong>tales: capital, crédito, tecnología,control de la cad<strong>en</strong>a productiva y de circulación, poder jurisdiccional, gobierno ygobernabilidad local, espiritualidad, salud, etc.” (Moya, 1998: 106)En <strong>el</strong> año 1985 <strong>en</strong> nuestro país se promulgó la ley 23.302/85 “sobre política indíg<strong>en</strong>a y apoyoa las comunidades aboríg<strong>en</strong>es”. Esta normativa nacional reconoce estatuto legal a las comunidadesaboríg<strong>en</strong>es, reconociéndoles derecho de participación “*…+ <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso socioeconómico y culturalde la Nación, respetando sus propios valores y modalidades” (art. 10).- 78 -


En cuanto al aspecto educativo la ley establece <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo V “De los planes de educación”:Los planes que se implem<strong>en</strong>t<strong>en</strong> deberán resguardar y revalorizar la id<strong>en</strong>tidad histórico culturalde cada comunidad aborig<strong>en</strong>, asegurando al mismo tiempo su integración igualitaria <strong>en</strong> lasociedad nacional *…+ la <strong>en</strong>señanza que se implem<strong>en</strong>te asegurará los cont<strong>en</strong>idos curricularesprevistos <strong>en</strong> los planes comunes y además <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> primario se dividirá <strong>en</strong> dos ciclos: <strong>en</strong> los tresprimeros años, la <strong>en</strong>señanza se impartirá <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua materna y se desarrollará como materiaespecial <strong>el</strong> idioma nacional; <strong>en</strong> los restantes años, la <strong>en</strong>señanza será bilingüe.La ley 23.302/85 le confiere al Estado la función de asistir a las “comunidades aboríg<strong>en</strong>es”,confiriéndole precisam<strong>en</strong>te al sujeto indíg<strong>en</strong>a un carácter comunitarista y de atraso. Los planes deeducación que <strong>el</strong> Estado implem<strong>en</strong>tará, de acuerdo con esta ley, incluirán cont<strong>en</strong>idos de la culturaaborig<strong>en</strong>, y la escu<strong>el</strong>a t<strong>en</strong>drá la función de revalorizar y resguardar estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de las culturas.Hay que remarcar que la ley introduce <strong>el</strong> concepto de educación bilingüe, estableci<strong>en</strong>do laalfabetización de los niños aboríg<strong>en</strong>es <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>gua materna para de esta forma garantizar <strong>el</strong> accesoprogresivo al currículum común.Esta ley es un ejemplo d<strong>el</strong> indig<strong>en</strong>ismo arg<strong>en</strong>tino, constituye un marco legal para un mod<strong>el</strong>ode integración y asimilación d<strong>el</strong> aborig<strong>en</strong> que es considerado uno de los sectores de la poblaciónnacional que aún no han sido integrados a los b<strong>en</strong>eficios de las estructuras de servicios provistos por<strong>el</strong> Estado.A partir de la Ley Federal de Educación N° 24.195/93 se ha g<strong>en</strong>erado una paulatinaintroducción d<strong>el</strong> tema de la Educación Intercultural Bilingüe <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso y las prácticas educativas;esta ley ha recibido la crítica g<strong>en</strong>eralizada desde sectores académicos, políticos y gremiales perodesde su promulgación y reglam<strong>en</strong>tación ha sido complem<strong>en</strong>tada por s<strong>en</strong>das normativas sobre EIB.La Ley Federal de Educación se inscribe <strong>en</strong> un contexto <strong>en</strong> <strong>el</strong> que <strong>en</strong>contramos a la Arg<strong>en</strong>tinade ll<strong>en</strong>o <strong>en</strong> <strong>el</strong> neoliberalismo y <strong>el</strong> capitalismo posindustrial. Privatizaciones de empresas públicas yachicami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> sector público caracterizan las acciones d<strong>el</strong> Estado, que como complem<strong>en</strong>to se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> retirada <strong>en</strong> materia de salud, educación, vivi<strong>en</strong>da, etc.Esta ley conti<strong>en</strong>e la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia modernizante propia d<strong>el</strong> Estado neoliberal expresada <strong>en</strong> unl<strong>en</strong>guaje que provoca la “s<strong>en</strong>sación” de que todo lo viejo (la tradición) ha caducado por completo ydebe ser desechado. Por esto mismo se puede decir que la reforma educativa de los ’90 que seg<strong>en</strong>era a partir de la Ley federal de Educación es una reforma sin id<strong>en</strong>tidad ya que se construye como- 79 -


un perman<strong>en</strong>te pres<strong>en</strong>te de “transformaciones” sin r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> pasado, ni con <strong>el</strong> futuro. Operacortando con las tradiciones pedagógicas, educativas y políticas, su discurso autorefer<strong>en</strong>cial, seestructura <strong>en</strong> un l<strong>en</strong>guaje cerrado sobre si mismo, y converge <strong>en</strong> una racionalidad técnica que “*…+prescinde de la consideración de las restricciones materiales, institucionales y políticas que atraviesanal conjunto de la sociedad y específicam<strong>en</strong>te a los sistemas educativos” (Yuni, 2000: 65).La Ley Federal de Educación ha creado una nueva r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> Estado y la sociedad civilcon respecto al tema de la educación y un nuevo s<strong>en</strong>tido común pedagógico“*…+ Así, tanto los discursos cotidianos de la práctica, como los discursos técnicos o políticoshablan de un antes y un ahora, de la vieja escu<strong>el</strong>a y la nueva escu<strong>el</strong>a. En esa lógica antagónicase diluy<strong>en</strong> los procesos reales de cambio que experim<strong>en</strong>tan los actores y las instituciones, a lavez que los alcances reales d<strong>el</strong> proceso de transformación quedan <strong>en</strong>mascarados por estosdiscursos naturalizados” (Yuni, 2000: 63).Como sosti<strong>en</strong>e Ana Carolina Hecht (2007) a pesar de que existe una serie de normativasnacionales sobre la EIB no implica esta situación que exista un solo mod<strong>el</strong>o de educación parapoblaciones indíg<strong>en</strong>as, cada provincia adecúa sus propuestas de educación para indíg<strong>en</strong>as a lasrealidades locales y regionales principalm<strong>en</strong>te desde sus intereses políticos y socioeconómicos, yademás existe una cantidad importante de experi<strong>en</strong>cias que se realizan <strong>en</strong> cada escu<strong>el</strong>a que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ono la posibilidad de ser institucionalizadas y reconocidas por las políticas de EIB d<strong>el</strong> Estado.La Ley Federal de Educación expresa <strong>en</strong>tre los principios g<strong>en</strong>erales d<strong>el</strong> sistema educativo <strong>en</strong> <strong>el</strong>capítulo II Artículo 6 “El sistema educativo posibilitará la formación integral y perman<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> hombrey la mujer, con vocación nacional, proyección regional y contin<strong>en</strong>tal y visión universal , que se realic<strong>en</strong>como personas <strong>en</strong> las dim<strong>en</strong>siones cultural, social, estética, ética y r<strong>el</strong>igiosa, acorde con suscapacidades, guiados por los valores de vida, libertad, bi<strong>en</strong>, verdad, paz, solidaridad, tolerancia,igualdad y justicia.” Por d<strong>el</strong>ante de todo principio educativo la ley establece la primacía de laformación d<strong>el</strong> ser nacional, <strong>en</strong>unciación que no deja evid<strong>en</strong>cias para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que se define como sernacional y por <strong>en</strong>de cultura nacional. En <strong>el</strong> Artículo 9° establece un principio que puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dersecomo base para la introducción de la at<strong>en</strong>ción a la diversidad cultural como ruptura con la escu<strong>el</strong>a y <strong>el</strong>sistema educativo creado por la Ley 1420, <strong>en</strong> <strong>el</strong> artículo citado se expresa que “El sistema educativoha de ser flexible, articulado, equitativo, abierto, prospectivo y ori<strong>en</strong>tado a satisfacer las necesidadesnacionales y la diversidad regional.”- 80 -


En lo que respecta al lugar que ocupa la educación para poblaciones indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> la Ley esevid<strong>en</strong>te <strong>el</strong> tratami<strong>en</strong>to difer<strong>en</strong>cial y discriminado ya que es incluida <strong>en</strong>tre los Regím<strong>en</strong>es especiales<strong>en</strong>tre estos se incluy<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes modalidades: Educación Especial, Educación de Adultos, yEducación Artística; al final d<strong>el</strong> Capítulo VII y luego de los Otros Regím<strong>en</strong>es Especiales se establece <strong>en</strong><strong>el</strong> Artículo 34 “El Estado nacional promoverá programas, <strong>en</strong> coordinación con las pertin<strong>en</strong>tesjurisdicciones de rescate y fortalecimi<strong>en</strong>to de l<strong>en</strong>guas y culturas indíg<strong>en</strong>as, <strong>en</strong>fatizando su carácter deinstrum<strong>en</strong>to de integración.” El lugar que ocupa <strong>en</strong> la estructura de la Ley la educación para poblaciónindíg<strong>en</strong>a es interpretado por Hecht (2007) como una repres<strong>en</strong>tación manifiesta de los PIs como la“máxima otredad y distancia con respecto a la ‘normalidad’, <strong>en</strong> cuanto se la inscribe d<strong>en</strong>tro de unapartado que repres<strong>en</strong>ta ‘lo otro d<strong>en</strong>tro de los otro’” (op. cit.: 76). Pero también es necesarioid<strong>en</strong>tificar la definición etnocéntrica <strong>en</strong> la consideración que <strong>en</strong> este artículo de la ley se hace de lal<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, considerar la l<strong>en</strong>gua como un medio de “integración” no es una definición queestablezca la distinción con <strong>el</strong> paradigma que se int<strong>en</strong>ta reformar caracterizado por la“homog<strong>en</strong>eización” y/o “asimilación”. Tal distinción es necesaria y puede ser la respuesta a lacuestión sobre qué integrar, si minorías o inmigrantes, o una sociedad atravesada por ladifer<strong>en</strong>cia/desigualdad social. En este s<strong>en</strong>tido es válida la distinción hecha por Hecht “*…+ Laasimilación se define como un proceso unidireccional con r<strong>en</strong>uncia a la comunicación intercultural,mi<strong>en</strong>tras que la integración ha de dirigirse a las minorías como a las mayorías, basando lacomunicación <strong>en</strong>tre culturas <strong>en</strong> la igualdad y <strong>el</strong> respeto a las difer<strong>en</strong>cias; la educación intercultural noes para inmigrantes o indíg<strong>en</strong>as sino para toda la sociedad *…+” (2007: 76).En cuantos a las políticas educativas “El Estado nacional deberá fijar los lineami<strong>en</strong>tos de lapolítica educativa respetando los sigui<strong>en</strong>tes derechos, principios y criterios” (Artículo 5) <strong>en</strong> eseapartado de la ley establece que para los PIs los lineami<strong>en</strong>tos deberán respetar “El derecho de lascomunidades aboríg<strong>en</strong>es a preservar sus pautas culturales y al apr<strong>en</strong>dizaje y <strong>en</strong>señanza de su l<strong>en</strong>gua,dando lugar a la participación de sus mayores <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de <strong>en</strong>señanza”.Estas son las citas de la Ley Federal de Educación sobre la educación para poblacionesindíg<strong>en</strong>as. La introducción de un nuevo paradigma, <strong>el</strong> de la EIB, ti<strong>en</strong>e un corr<strong>el</strong>ato con las definicionesd<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o neoliberal sobre la diversidad cultural, es decir la ley 24195 materializa la discursividadque reifica la diversidad <strong>en</strong>cubri<strong>en</strong>do <strong>el</strong> carácter fragm<strong>en</strong>tado de la sociedad. Además <strong>en</strong> términos depolíticas educativas la desc<strong>en</strong>tralización y la regionalización de la educación son principios de lapolítica educativa d<strong>el</strong> nuevo mod<strong>el</strong>o estatal que <strong>en</strong>cierran las contradicciones propias d<strong>el</strong> mismo yque ti<strong>en</strong><strong>en</strong> para los PIs las consecu<strong>en</strong>cias de lineami<strong>en</strong>tos fragm<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> términos políticos.- 81 -


Tal fragm<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> la evaluación de la realidad alude a car<strong>en</strong>cia de análisis sobre lasposibilidades reales de las jurisdicciones provinciales para poder financiar sus sistemas educativos.Recordemos que “*…+ La desc<strong>en</strong>tralización se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de como la transfer<strong>en</strong>cia de los servicioseducativos d<strong>el</strong> gobierno nacional a las provincias con <strong>el</strong> fin de reducir <strong>el</strong> gasto público. A su vez,funciona con un doble discurso ya que coexist<strong>en</strong> expresiones de federalismo con unadesconsideración sobre la capacidad financiera que algunas provincias ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como sust<strong>en</strong>to *…+”(Hecht, 2007: 77). Junto con la regionalización constituy<strong>en</strong> principios de política pública que podríancontribuir a la democratización de la educación pública, p<strong>en</strong>semos <strong>en</strong> <strong>el</strong> grado de autonomía de lasescu<strong>el</strong>as que se podrían crear <strong>en</strong> base a estos principios, pero la reflexión de Hecht (2007) esconcluy<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, ya que si bi<strong>en</strong>“*…+ a niv<strong>el</strong> de los currículos permite una revisión crítica de aqu<strong>el</strong>lo que se va a “<strong>en</strong>señar” comoideales a través de la regionalización de los cont<strong>en</strong>idos. No obstante, las poblaciones indíg<strong>en</strong>assu<strong>el</strong><strong>en</strong> estar as<strong>en</strong>tadas <strong>en</strong> las provincias más pobres de Arg<strong>en</strong>tina, así que lejos de lograr unsistema educativo federal e inclusivo se termina por cristalizar y acrec<strong>en</strong>tar la desigualdad d<strong>el</strong>sistema <strong>en</strong>tre las provincias con y sin recursos. En síntesis, este tipo de <strong>en</strong>unciados ti<strong>en</strong>e unaambigüedad que posibilita su apropiación para fines tan disímiles como contradictorios” (op.cit.: 78).Otras normativas emanadas d<strong>el</strong> Estado nacional sobre la EIB son la Resolución N° 107 d<strong>el</strong>Consejo Federal de Cultura y Educación sancionada <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1999 y la resolución 549 promulgadapor <strong>el</strong> Ministerio de Educación, Ci<strong>en</strong>cia y Tecnología de la República Arg<strong>en</strong>tina <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 2004, estasnormativas establec<strong>en</strong> consideraciones más específicas sobre la EIB.La Resolución N° 107 d<strong>el</strong> CFCyE define la EIB como*…+ una educación at<strong>en</strong>ta a la diversidad de culturas y l<strong>en</strong>guas de las poblaciones a las queresponde. Al mismo tiempo considera la r<strong>el</strong>ación de estas culturas y l<strong>en</strong>guas con las sociedadesnacionales e internacionales <strong>en</strong> las que están insertas. Constituye un <strong>en</strong>foque flexible y abierto dirigidoa responder a las necesidades de apr<strong>en</strong>dizaje de las poblaciones aboríg<strong>en</strong>es, así como a sus intereses yexpectativas. Este <strong>en</strong>foque surge de sus demandas respecto de una educación acorde con susparticularidades lingüísticas, culturales y sociales.- 82 -


*…+ es intercultural <strong>en</strong> tanto reconoce <strong>el</strong> derecho que las poblaciones aboríg<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong><strong>en</strong> arecuperar, mant<strong>en</strong>er y fortalecer su id<strong>en</strong>tidad así como a conocer y r<strong>el</strong>acionarse con otros pueblos yculturas coexist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los ámbitos local, regional, nacional e internacional.*…+ es bilingüe <strong>en</strong> tanto desarrolla la compet<strong>en</strong>cia comunicativa de los educandos, a niv<strong>el</strong> oraly escrito, <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua o l<strong>en</strong>guas utilizadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> hogar y <strong>en</strong> la comunidad, junto con <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje deotras l<strong>en</strong>guas de mayor difusión y uso <strong>en</strong> los ámbitos nacional e internacional. También puede serconsiderada como bilingüe cuando <strong>en</strong> caso de retracción lingüística, existe una voluntad consci<strong>en</strong>te derecuperar la l<strong>en</strong>gua ancestral.La Resolución otorga un valor político y psicológico a la “afirmación de la propia cultura” yaque posibilitaría que aqu<strong>el</strong>los individuos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a culturas históricam<strong>en</strong>te desvalorizadas yestigmatizadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto de la sociedad nacional puedan re-construir su autoestima yautoimag<strong>en</strong> social para participar <strong>en</strong> la sociedad desde su condición de ciudadano. Sin embargo comose expresa <strong>en</strong> la resolución esta ciudadanía está “basada <strong>en</strong> la diversidad cultural”, constituye<strong>en</strong>tonces una ciudadanía fragm<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> la que no se consideran los aspectos socioeconómicos de ladiversidad. Se puede <strong>en</strong>tonces hablar de la despolitización d<strong>el</strong> discurso de la diversidad ya que comose observa no se habla de desigualdad social sino de diversidad cultural, es una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que seinscribe <strong>en</strong> <strong>el</strong> multiculturalismo que por detrás d<strong>el</strong> supuesto falso de que la desigualdad no se puede<strong>el</strong>iminar pero las difer<strong>en</strong>cias pued<strong>en</strong> articularse armónicam<strong>en</strong>te (Díaz y Alonso, 2004).Otros dos aspectos de importancia que incluye la Resolución N° 107 se refier<strong>en</strong> a lo lingüísticoy a la formación doc<strong>en</strong>te. En cuanto al primer aspecto son importantes las consideraciones respectoal lugar de la l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> tanto se int<strong>en</strong>ta trasc<strong>en</strong>der <strong>el</strong> plano idiomático <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza para ligar lal<strong>en</strong>gua con lo cultural y pedagógico. Además re- define la situación de la l<strong>en</strong>gua materna indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong>la escu<strong>el</strong>a por lo que se busca evitar las situaciones educativas <strong>en</strong> que se resta importancia a la l<strong>en</strong>guavernácula a favor d<strong>el</strong> español, recom<strong>en</strong>dando “*…+ equilibrar cuidadosam<strong>en</strong>te la carga horaria d<strong>el</strong><strong>en</strong>gua materna y l<strong>en</strong>gua vehicular a lo largo de los tres ciclos de la EGB, así como la inclusión decont<strong>en</strong>idos social y culturalm<strong>en</strong>te r<strong>el</strong>evantes de manera de contribuir a un apr<strong>en</strong>dizaje significativo ysituado.”También se establece la necesidad de prestar at<strong>en</strong>ción a la función de las l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> loscontextos familiar y comunitaria (l<strong>en</strong>gua materna y l<strong>en</strong>gua oficial), las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre la l<strong>en</strong>gua oraly l<strong>en</strong>gua escrita, <strong>el</strong> lugar que ocupan las l<strong>en</strong>guas aboríg<strong>en</strong>es <strong>en</strong> <strong>el</strong> rescate y la conservación de lamemoria <strong>en</strong> comunidades ágrafas, <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de las l<strong>en</strong>guas aboríg<strong>en</strong>es como vehículos decomunicación e instrum<strong>en</strong>to de construcción de conocimi<strong>en</strong>to, las funciones sociales que cumpl<strong>en</strong> la- 83 -


escritura <strong>en</strong> las comunidades rurales y aboríg<strong>en</strong>es, la estandarización de las l<strong>en</strong>guas aboríg<strong>en</strong>es,etcétera.En cuanto a la formación doc<strong>en</strong>te se establece la necesidad de formación especialm<strong>en</strong>te d<strong>el</strong>os doc<strong>en</strong>tes de áreas como ci<strong>en</strong>cias sociales, ci<strong>en</strong>cias naturales y l<strong>en</strong>gua y literatura por ser espacioscurriculares propicios para abordar la diversidad, se promueve que la formación se deberácomplem<strong>en</strong>tar con la preparación para la investigación de temas r<strong>el</strong>acionados y de las propiasprácticas doc<strong>en</strong>tes.Se sosti<strong>en</strong>e que “*…+ Los doc<strong>en</strong>tes deberán además recibir información y formaciónespecializadas respecto de las implicancias de la educación intercultural bilingüe y de las v<strong>en</strong>tajas d<strong>el</strong>a utilización de las l<strong>en</strong>guas y culturas locales como recursos de apr<strong>en</strong>dizaje.”Además se deja <strong>en</strong>unciada una realidad de gran interés para esta modalidad de educación,aqu<strong>el</strong>la que ti<strong>en</strong>e que ver con la escasa o nula formación pedagógica, e incluso falta de titulación, d<strong>el</strong>os aboríg<strong>en</strong>es que ejerc<strong>en</strong> funciones doc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> sus comunidades. En este s<strong>en</strong>tido se remarca laimportancia de implem<strong>en</strong>tar programas de formación <strong>en</strong> educación intercultural y bilingüe, y deprogramas de profesionalización de estos maestros.Finalm<strong>en</strong>te la Resolución 549 establece la creación d<strong>el</strong> Programa Nacional de EducaciónIntercultural Bilingüe. De acuerdo a Hecht (2007) si bi<strong>en</strong> a partir de esta resolución se abre laposibilidad de crear un espacio institucional importante para la EIB <strong>en</strong> la órbita d<strong>el</strong> Ministerio sosti<strong>en</strong><strong>el</strong>a autora que se pierde la oportunidad de materializar “la idea de que <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque intercultural t<strong>en</strong>dríaque ser instaurado a niv<strong>el</strong> g<strong>en</strong>eral y transversal para así romper con los estereotipos que asimilan a ladiversidad cultural con una desv<strong>en</strong>taja” (Hecht, op. cit.: 79), mi<strong>en</strong>tras tanto se continúa <strong>en</strong> <strong>el</strong> área d<strong>el</strong>o comp<strong>en</strong>satorio.El Programa Nacional de Educación Intercultural Bilingüe ti<strong>en</strong>e como objetivos g<strong>en</strong>erales <strong>el</strong>diseño de políticas educativas “t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes a construir un abordaje alternativo de la diversidadsociocultural y sociolingüística <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema educativo arg<strong>en</strong>tino” y “Promover conjuntam<strong>en</strong>te con losPueblos Indíg<strong>en</strong>as de nuestro país, estrategias pedagógicas que ati<strong>en</strong>dan sus necesidades educativasespecíficas a fin de revertir sus histórica exclusión d<strong>el</strong> sistema educativo”.El programa se desarrolla alrededor de seis líneas de acción: formación y capacitacióndoc<strong>en</strong>te, producción de material didáctico, proyectos pedagógicos institucionales, sistematización deinformación sobre la situación educativa de los pueblos indíg<strong>en</strong>as, investigación educativa, becas paraalumnos indíg<strong>en</strong>as de EGB3 y Polimodal.- 84 -


La formación y capacitación doc<strong>en</strong>te contempla <strong>en</strong>tre otras cuestiones la at<strong>en</strong>ción de lasnecesidades ya <strong>en</strong>unciadas <strong>en</strong> la Resolución 107, la incorporación de la EIB <strong>en</strong> la formación doc<strong>en</strong>teinicial y <strong>en</strong> servicio, y colaborar <strong>en</strong> la profesionalización de los auxiliares doc<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as (MEMAS,ADAs, idóneos, auxiliares bilingües, etcétera). La línea de acción comp<strong>en</strong>satoria ti<strong>en</strong>e que ver con <strong>el</strong>otorgami<strong>en</strong>to de becas a alumnos indíg<strong>en</strong>as para hacer cumplir <strong>el</strong> principio de equidad d<strong>el</strong> sistemaeducativo.Es necesario decir que <strong>el</strong> programa ti<strong>en</strong>e un carácter institucional marcadam<strong>en</strong>te c<strong>en</strong>tralizadoya que desde Bu<strong>en</strong>os Aires se marca <strong>el</strong> ritmo de su funcionami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> tanto <strong>el</strong> financiami<strong>en</strong>to de losproyectos, <strong>el</strong> pago d<strong>el</strong> personal especializado contratado por los ministerios provinciales, la puesta <strong>en</strong>marcha de convocatorias y acciones, etcétera. Dep<strong>en</strong>de de la disposición d<strong>el</strong> Ministerio de Educaciónde la nación, por lo que <strong>en</strong> algunos casos los proyectos se truncan por la inestabilidad de equipos detrabajos y la demora d<strong>el</strong> financiami<strong>en</strong>to. Pero hay otro <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to que es necesario señalar, <strong>el</strong> PNEIBde acuerdo a estas cuestiones y las definiciones que <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s analizados se<strong>en</strong>raíza <strong>en</strong> la tradición fundada <strong>en</strong> la reforma educativa de los años 90 ya que <strong>el</strong> modo defuncionami<strong>en</strong>to a través de otorgami<strong>en</strong>to de fondos para las escu<strong>el</strong>as a partir de la participación <strong>en</strong>concursos y convocatorias con sus proyectos ha provocado que los doc<strong>en</strong>tes se transform<strong>en</strong> <strong>en</strong>expertos <strong>en</strong> formulación de proyectos educativos para sus escu<strong>el</strong>as. En los términos d<strong>el</strong> discursoconservador las escu<strong>el</strong>as estarían compiti<strong>en</strong>do por interesar a los “cli<strong>en</strong>tes” (las familias) que <strong>el</strong>ig<strong>en</strong> laoferta de las escu<strong>el</strong>as <strong>en</strong> función de la capacidad de satisfacer sus necesidades 16 .Entonces laresponsabilidad social (accountability) de los doc<strong>en</strong>tes y de la escu<strong>el</strong>a g<strong>en</strong>eraría la equidad y lacalidad educativa tan cara a la retórica de la reforma educativa.Empero, como contrapartida de esta situación se debe reconocer que muchas experi<strong>en</strong>ciasque se v<strong>en</strong>ían efectuando <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as se han podido sistematizar y han podido institucionalizarsedando continuidad a los proyectos escolares y comunitarios, <strong>en</strong> algunos casos se han podido imprimirlos libros de alfabetización confeccionados por la comunidad con ayuda de los maestros, muchos <strong>en</strong>l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a. También estas experi<strong>en</strong>cias se han <strong>en</strong>riquecido por la integración de miradasdisciplinares disímiles, y por <strong>el</strong> aporte de los especialistas a las experi<strong>en</strong>cias que se v<strong>en</strong>ían realizando16 Sin embargo como ya analizamos <strong>en</strong> <strong>el</strong> acápite anterior la realidad limita tal <strong>el</strong>ección <strong>en</strong> los sectoressubalternos por sus posiciones desiguales con respecto a otros sectores de la sociedad que adquier<strong>en</strong> lasofertas que cotizan mejor <strong>en</strong> términos de “calidad educativa”. Tal retórica neoconservadora constituye unafalacia que se exacerba cuando <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> juego <strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong> multiculturalismo.- 85 -


<strong>en</strong> base al s<strong>en</strong>tido común. Es decir <strong>el</strong> carácter c<strong>en</strong>tralizado d<strong>el</strong> PNEIB, abre posibilidades deapropiación y construcción e institucionalización r<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te autónomas de los proyectos escolaresde EIB.III.1.c. Geografías Estatales de inclusión y exclusión <strong>en</strong> la provincia de SaltaPara compr<strong>en</strong>der los modos provinciales de interp<strong>el</strong>ación de los otros internos es necesariopartir de la idea de que cada provincia ha <strong>el</strong>aborado políticas de formaciones de la alteridad yeconomías políticas de producción cultural al igual que <strong>el</strong> Estado federal y que <strong>en</strong> algunos casoscoincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> varios puntos, pero a las que hay que otorgar especificidad histórica, geográfica ypolítica. Las fronteras provinciales adquier<strong>en</strong> materialidad <strong>en</strong> tanto las políticas culturales articulanhacia su interior tecnologías, dispositivos e instituciones que vehiculan <strong>el</strong> poder de dar s<strong>en</strong>tido a latotalidad y mant<strong>en</strong>erla cohesionada.Uno de esos dispositivos lo constituy<strong>en</strong> las leyes que reconoc<strong>en</strong> los derechos de los PueblosIndíg<strong>en</strong>as, desde <strong>el</strong>las se construy<strong>en</strong> determinadas id<strong>en</strong>tidades <strong>en</strong> tanto posiciones de los sujetosinterp<strong>el</strong>ados <strong>en</strong> la sociedad nacional y provincial, y <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> Estado. Estas id<strong>en</strong>tidades sedeslizan por un continuum de posiciones que van desde la de “inapropiados inaceptables” hasta la de“subordinados tolerables” (Briones, 2005).La interpretación de lo que Claudia Briones (2005) llama “geografías estatales de inclusión yexclusión” provocaría una ruptura con la forma moderna de abordar las difer<strong>en</strong>cias basadas solo <strong>en</strong>un criterio temporal; esta forma de abordar <strong>el</strong> contacto cultural se expresa <strong>en</strong> la fórmula modernoprimitivoque tanto peso ha t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> la formación de los Estados modernos. En esta visión sepued<strong>en</strong> reconocer limitaciones para interpretar “las articulaciones históricam<strong>en</strong>te situadas ycambiantes mediante las cuales niv<strong>el</strong>es anidados de estatalidad ponderan y ubican <strong>en</strong> tiempo yespacio ‘su diversidad interior’” (op.cit.: 21), es decir estas geografías a las que aludimos.A los fines de compr<strong>en</strong>der las difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre las formaciones nacionales y provinciales de laalteridad, las formas y estrategias desde las que se r<strong>el</strong>acionan los ‘otros internos’ con la sociedadnacional y provincial, las trayectorias particulares e históricas que se les asigna y que construy<strong>en</strong>, y lasposibilidades de auto-organización, estos niv<strong>el</strong>es de la estatalidad <strong>en</strong> tanto “formacionespluric<strong>en</strong>tradas y multidim<strong>en</strong>sionales” que <strong>en</strong> sus acciones de “regulación y normalización de lo social”cond<strong>en</strong>san discursos y prácticas políticas de variados tipos “*…+ permit<strong>en</strong> explicar variaciones <strong>en</strong> laorganización y demandas de un mismo pueblo indíg<strong>en</strong>a según las distintas provincias <strong>en</strong> que se- 86 -


<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra, así como semejanzas <strong>en</strong>tre organizaciones y reclamos de distintos pueblos indíg<strong>en</strong>as queforman parte de una misma provincia*…+” (Briones, 2005: 21).De acuerdo con estas aseveraciones es necesario decir que <strong>en</strong> la provincia de Salta 17históricam<strong>en</strong>te se han configurado hacia <strong>el</strong> interior de sus fronteras construcciones de lo geográficoespacialque se correspond<strong>en</strong> con marcaciones culturales específicas de los grupos que habitan estasgeografías.Autores como Lanusse y Lazzari (2005) se refier<strong>en</strong> a la “salteñidad” como la id<strong>en</strong>tidad de loshabitantes de esta provincia que cond<strong>en</strong>sa r<strong>el</strong>atos históricos sobre <strong>el</strong> ‘ser’ salteño. Estos r<strong>el</strong>atos son,de acuerdo con los autores, <strong>el</strong> de “mestizaje hispanizante” y <strong>el</strong> de “criollización”, ambos articulanposiciones e intereses hegemónicos que defin<strong>en</strong> <strong>el</strong> c<strong>en</strong>tro, las periferias y <strong>el</strong> afuera d<strong>el</strong> conjunto deid<strong>en</strong>tidades y difer<strong>en</strong>cias colectivas.De acuerdo a los autores:“Hacia afuera”, este r<strong>el</strong>ato demarca los límites d<strong>el</strong> ser salteño fr<strong>en</strong>te a la nacionalidadarg<strong>en</strong>tina y, “hacia ad<strong>en</strong>tro”, distingue un paradigma de salteñidad fr<strong>en</strong>te al cual se determinanformas internas de ser salteño. En este s<strong>en</strong>tido, la salteñidad constituye la “provincialidad” deSalta-“otro interno de la Nación”- al tiempo que establece la “etnicidad” y “regionalidad” deciertos “otros internos de la provincia” (op. cit.: 224).El mod<strong>el</strong>o de “mestizaje hispanizante” establece clasificación y jerarquización poni<strong>en</strong>do lafigura d<strong>el</strong> gaucho dec<strong>en</strong>te <strong>en</strong> un lugar de superioridad respecto de, <strong>en</strong> primer lugar, <strong>el</strong> gaucho vallisto(de los valles Calchaquíes), luego d<strong>el</strong> “colla”, y finalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> “indio chaqueño”. Hacia <strong>el</strong> interior de lacategoría “mestizo” <strong>en</strong>contramos a los tres primeros tipos salteños. El gaucho dec<strong>en</strong>te y <strong>el</strong> gauchovallisto son más cercanos <strong>en</strong> sus rasgos id<strong>en</strong>titarios, mi<strong>en</strong>tras que existe una profunda distinción con<strong>el</strong> colla o gaucho indec<strong>en</strong>te, principalm<strong>en</strong>te de tipo estigamatizante.“En este mod<strong>el</strong>o *…], lo gaucho se distingue y antagoniza con lo colla. Si <strong>el</strong> gaucho es <strong>el</strong>mestizo con disposiciones hacia la apertura -de arriba a bajo y de abajo a arriba, d<strong>el</strong> interior alpuerto y d<strong>el</strong> puerto al interior- <strong>el</strong> colla es <strong>el</strong> mestizo que se cierra. En otras palabras, <strong>el</strong> gauchoes puro mestizo, <strong>el</strong> colla, mestizo impuro.(…) Mi<strong>en</strong>tras que <strong>el</strong> gaucho como “g<strong>en</strong>te de campo”17 Nos c<strong>en</strong>tramos <strong>en</strong> la provincia de Salta por ubicarse <strong>en</strong> <strong>el</strong>la la unidad de análisis de esta tesis.- 87 -


pudo remontar <strong>el</strong> estigma de incultura, <strong>el</strong> colla –apunta Dávalos 18 - siguió <strong>en</strong>cerrado <strong>en</strong> losepítetos de “bribón, solapado y mezquino”*…+” (Lanusse y Lazzari, 2005: 238-239).La estigmatización d<strong>el</strong> colla estaría r<strong>el</strong>acionada con su proximidad al aislado indio puneño d<strong>el</strong>que sería un progreso/corrupción casi insalvable. Su, no disu<strong>el</strong>to, orig<strong>en</strong> indíg<strong>en</strong>a, junto alconocimi<strong>en</strong>to de las mañas de los civilizados y <strong>el</strong> no haber cons<strong>en</strong>tido la “intimidad d<strong>el</strong> dominador”explican la dudosa lealtad d<strong>el</strong> colla d<strong>en</strong>tro de la comunidad salteña.También lo indíg<strong>en</strong>a está operando <strong>en</strong> la marcación utilizada sobre <strong>el</strong> colla, este es un indioimpuro y un indio extranjero (Boliviano) <strong>en</strong> síntesis un “arg<strong>en</strong>tino neófito”.En tanto <strong>el</strong> indio chaqueño es ubicado por fuera d<strong>el</strong> ord<strong>en</strong> mestizo. El r<strong>el</strong>ato histórico como <strong>el</strong>r<strong>el</strong>ato cultural y étnico lo colocan <strong>en</strong> un ord<strong>en</strong> exterior, tal como <strong>en</strong> <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato geográfico esexteriorizada la región <strong>en</strong> la que habitan: <strong>el</strong> chaco-salteño, <strong>en</strong>tonces <strong>el</strong> “indio” es más cercano a serchaqueño (de la provincia de Chaco) que salteño. Esta exterioridad explica <strong>el</strong> exotismo con queaparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> este mod<strong>el</strong>o,“*…+ los indios d<strong>el</strong> Chaco son los “verdaderos indios” de este imaginario, <strong>en</strong> la medidaque muestran los rasgos más extremos de salvajismo y naturaleza. La pureza de los indios d<strong>el</strong>“Chaco” es originaria, debida a un déficit de contacto, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> los de la Puna nos<strong>en</strong>contramos con una especie de “pureza” reactiva que se traduce <strong>en</strong> imp<strong>en</strong>etrabilidad”(Lanusse y Lazzari, 2005: 242).Las características de pureza que se id<strong>en</strong>tifica <strong>en</strong> estos grupos supon<strong>en</strong> una difer<strong>en</strong>cia externacon lo salteño que debe ser fundido <strong>en</strong> <strong>el</strong> crisol de la id<strong>en</strong>tidad provincial, tal como ocurrió con <strong>el</strong>caso de los aboríg<strong>en</strong>es de los valles calchaquíes, los gauchos vallistos.En los registros geográficos se efectúa una clasificación de lo territorial y lo paisajístico qu<strong>el</strong>iga la riqueza y variedad de estos al registro histórico, estableci<strong>en</strong>do una correspond<strong>en</strong>cia directa<strong>en</strong>tre los espacios geográficos y los sucesos que dieron orig<strong>en</strong> a la Salta de la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia. Lanussey Lazzari analizan estos registros <strong>en</strong> algunos libros de textos para la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as deSalta; <strong>en</strong> <strong>el</strong>los se manifiesta una marcada discrecionalidad para pres<strong>en</strong>tar regiones y ciudades, lac<strong>en</strong>tralidad de la “ciudad de Salta” y d<strong>el</strong> Valle de Lerma puede estar determinada por la mayor18 Juan Carlos Dávalos, reconocido escritor y poeta salteño, repres<strong>en</strong>tante d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de mestizaje hispanizantesalteño.- 88 -


“temperatura histórica” con respecto a otras ciudades y regiones, es por <strong>el</strong>lo que “*…+ La “puna” y <strong>el</strong>“chaco”(…), presupon<strong>en</strong> una homog<strong>en</strong>eidad territorial y paisajística que no es aj<strong>en</strong>a a la presunciónde cierta inercia de la historia” (Lanusse y Lazzari, 2005: 235).El mod<strong>el</strong>o mestizo hispanizante inaugura las política culturales y de la id<strong>en</strong>tidad de la “Salta”moderna, fue un mod<strong>el</strong>o sost<strong>en</strong>ido por las fuerzas conservadoras articulado a finales d<strong>el</strong> siglo XIX yhegemónico hasta los años 50 y 60 d<strong>el</strong> siglo XX.En disconformidad con <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o preced<strong>en</strong>te, se forma <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o criollo americanista que esante todo una revisión d<strong>el</strong> mestizo hispanizante. En este mod<strong>el</strong>o se yuxtapon<strong>en</strong> una visión popular yotra de tipo exist<strong>en</strong>cial y f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológica d<strong>el</strong> hombre salteño. La primera posición se estructura comouna d<strong>en</strong>uncia d<strong>el</strong> carácter negador de la diversidad étnica de Salta y la naturaleza homog<strong>en</strong>eizadorade la política cultural que emana d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o hispanizante. Es una versión sociopolítica d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o desalteñidad; <strong>en</strong> esta se retoma, <strong>en</strong> contra de la visión oligárquica e hispano-colonial d<strong>el</strong> gauchohidalgo, la subtrama de la “narrativa de Güemes”, reponi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la figura d<strong>el</strong> gaucho la val<strong>en</strong>tía d<strong>el</strong>“caudillo”. Si bi<strong>en</strong> establece una ruptura con la visión d<strong>el</strong> gaucho hidalgo, al estilo español, no se<strong>en</strong>uncia una clara ruptura con la visión sobre <strong>el</strong> indio, este –coyas, chaqueños y mulatos- siguerepres<strong>en</strong>tando para <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o sociopolítico, a los “sectores retardatorios y <strong>en</strong>mudecidos” de lasalteñidad.La segunda verti<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o criollo americanista se asi<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> una filosofía exist<strong>en</strong>cialistay f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológica, es la matriz id<strong>en</strong>titaria hegemónica <strong>en</strong> la actualidad. Opera dos movimi<strong>en</strong>tos sobre<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o hispanizante d<strong>el</strong> gaucho; por una parte, toma como parámetro d<strong>el</strong> mestizaje al “criollo” ydeja de lado al “español”, por otra parte, se desplaza de un “registro social a otro culturalespiritual”(Lanusse y Lazzari, 2005).El criollo se convierte <strong>en</strong> <strong>el</strong> punto de fusión cultural de hispanos, indíg<strong>en</strong>as e inmigrantes(actuales). Pero“Donde la mezcla de sangres y de culturas coincid<strong>en</strong>, t<strong>en</strong>emos al criollo más “puro” y estehabita <strong>en</strong> las áreas c<strong>en</strong>trales d<strong>el</strong> mestizaje: <strong>el</strong> Valle de Lerma y aledaños. La “verti<strong>en</strong>te andina”–incluida aquí no sólo la Puna sino también los Valles calchaquíes- y <strong>el</strong> Chaco ofrec<strong>en</strong> tiposhumanos m<strong>en</strong>guados <strong>en</strong> términos de criollización” (Lanusse y Lazzari, 2005: 246).- 89 -


En este registro existe <strong>el</strong> indio acriollado que vive <strong>en</strong> la puna y los Valles Calchaquíes, estosestán más cerca d<strong>el</strong> criollo, por exhibir la producción de tecnologías de impacto <strong>en</strong> <strong>el</strong> medio y porabrirse al cambio que conlleva <strong>el</strong> mestizaje, por otra parte“*…+ <strong>el</strong> indio d<strong>el</strong> Chaco está m<strong>en</strong>os abierto al mestizaje debido a su “cultura primitiva”reacia al cambio, lo que no impide cierta valoración positiva de sus conocimi<strong>en</strong>tos y de susprácticas de reciprocidad, <strong>el</strong>evadas a ejemplo moral para todos los salteños. Pero tanto los“indios acriollados” como los indios d<strong>el</strong> Chaco rev<strong>el</strong>an una r<strong>el</strong>igiosidad que confluye con <strong>el</strong>carácter trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te y creativo que estos autores otorgan al proceso de criollización *…+”(Lanusse y Lazzari, 2005: 246).El eje de la r<strong>el</strong>igiosidad, f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la comunidad moral salteña, explica que <strong>el</strong> ser salteñosea un producto de la experi<strong>en</strong>cia histórica y geocultural que liga al hombre salteño a una es<strong>en</strong>cia quese expresa <strong>en</strong> <strong>el</strong> ser regional y que incluye al hombre americano y universal. El hombre criollo que sepierde <strong>en</strong> un americanismo que trasci<strong>en</strong>de las dim<strong>en</strong>siones sociopolíticas de la realidad, se convierte<strong>en</strong> otro difer<strong>en</strong>te de si mismo “*…+ con <strong>el</strong> cual <strong>en</strong>tra, contradictoriam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> una suerte de diálogosil<strong>en</strong>te.-<strong>en</strong> este contexto- Los indios se vu<strong>el</strong>v<strong>en</strong> aún más aj<strong>en</strong>os -de una aj<strong>en</strong>idad positivada- productod<strong>el</strong> misterio de una alma rica pero casi insondable, difícilm<strong>en</strong>te abordable desde nuestro p<strong>en</strong>sar ys<strong>en</strong>tir” 19 (op. cit.: 247).En estos mod<strong>el</strong>os id<strong>en</strong>titarios se articulan los r<strong>el</strong>atos históricos, geográficos y culturalesalrededor de una figura c<strong>en</strong>tral, ya sea <strong>el</strong> hidalgo español o <strong>el</strong> criollo, posiciones desde las que no secuestiona las bases socioeconómicas de la difer<strong>en</strong>cia, produci<strong>en</strong>do marcaciones excluy<strong>en</strong>tes de losalteño desde las que se interp<strong>el</strong>an a los individuos para su auto-adscripción. Para cada región sedefine un tipo humano que es aceptado o no, que es tolerable o no, y <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a <strong>el</strong>los se g<strong>en</strong>eranrepres<strong>en</strong>taciones que actúan movilizando, normalizando y controlando lo social.Existe además, según los autores que seguimos, otro mod<strong>el</strong>o de tipo constructivista ypluralista que no se estructura <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a un c<strong>en</strong>tro y que implicaría una base para la negociaciónde la difer<strong>en</strong>cia y de la id<strong>en</strong>tidad regional y provincial. En este s<strong>en</strong>tido se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que desdemediados de los años 80’s se hayan empezado a diluir c<strong>en</strong>trami<strong>en</strong>tos id<strong>en</strong>titarios desde dondeempiezan a desplazarse principalm<strong>en</strong>te los Kollas que dejan de ubicarse <strong>en</strong> la posición de campesinos19 Las palabras resaltadas son de Alicia Chibán, citadas por los autores, esta autora es repres<strong>en</strong>tante d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>oque se describe. El resaltado es nuestro.- 90 -


para empr<strong>en</strong>der la re-etnicización ligada a la lucha por la propiedad y titulación de sus tierras(Hocsman,)El uso de la letra “K”, por los Kollas, sustituy<strong>en</strong>do a la “C” es parte de esa des-marcación de laid<strong>en</strong>tidad hispanizada que los interp<strong>el</strong>aba como gauchos indec<strong>en</strong>tes, o desde otra matriz como criollode los andes, los Kollas inician un proceso de emancipación, de ruptura con <strong>el</strong> “magma mestizo yestigmatizante” para construir su id<strong>en</strong>tidad indíg<strong>en</strong>a.Es necesario remarcar que“*…+ Tanto <strong>en</strong> <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o hispanizante como <strong>en</strong> <strong>el</strong> criollizante, los indios sonid<strong>en</strong>tificados <strong>en</strong> <strong>el</strong> pasado y, como tales, sólo sobreviv<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la región chaqueña.La continuidad de estos rasgos <strong>en</strong> las narrativas y mod<strong>el</strong>os evid<strong>en</strong>cia a los “indios d<strong>el</strong> Chaco”como la difer<strong>en</strong>cia interna más irreductible de la salteñidad. Espacio ideológico de salvajismo yde es<strong>en</strong>cias puras inalcansables asociado a estilos “salvajes” de explotación capitalista ymisionización cristiana, <strong>el</strong> “indio d<strong>el</strong> Chaco” simboliza <strong>el</strong> “afuera” que reclama <strong>el</strong> proyectocivilizatorio provincial *…+” (Lanusse y Lazzari, 2005: 249).Los mod<strong>el</strong>os id<strong>en</strong>titarios sirv<strong>en</strong> a su vez a economías políticas de producción cultural y a ladefinición de sujetos gobernables. En la provincia de Salta los conting<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as fueronincorporándose al modo de producción capitalista por la fuerte demanda de mano de obra queimpuso la actividad azucarera. Este sector productivo hizo uso difer<strong>en</strong>ciado de los difer<strong>en</strong>tes gruposétnicos que movilizaban y que llegaban para trabajar <strong>en</strong> la zafra (Hocsman, 2004; Gordillo, 1995).Estas difer<strong>en</strong>cias estuvieron marcadas por los trabajos que se les asignaba a cada grupo, los indiosChaqueños realizaban los más pesados y m<strong>en</strong>os calificados 20 . Las distinciones y jerarquizaciones <strong>en</strong>trepueblos andinos y chaqueños, marcaron la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a campesinizar a unos y a invisibilizar a otros,los guaraníes se <strong>en</strong>contraban <strong>en</strong> una posición intermedia y más ambigua, deslizándose <strong>en</strong>tre laidig<strong>en</strong>ización y la extrangerización 21 .20No supone esto que los otros grupos indíg<strong>en</strong>as hayan t<strong>en</strong>ido calificaciones para <strong>el</strong> trabajo, tal como las<strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos hoy ligadas a la <strong>en</strong>señanza formal y la acreditacuión de compet<strong>en</strong>cias. Un ejemplo claro es que losguaraníes/Chiriguanos se hayan ocupado de <strong>el</strong> riego de las plantaciones de cañas, un trabajo para <strong>el</strong> queestaban calificados por conocer la técnica que necesita la tarea, su conocimi<strong>en</strong>to está más ligado a su forma devida y susist<strong>en</strong>cia y su cultura tan r<strong>el</strong>acionada con <strong>el</strong> agua. Los indios Chaqueños21 Los Guaraníes /chiriguanos que habitan <strong>en</strong> Salta y Jujuy son parte de conting<strong>en</strong>tes de ciudadanos bolivianosque se v<strong>en</strong> obligados a emigrar <strong>en</strong> la década d<strong>el</strong> cuar<strong>en</strong>ta de sus territorios a causa de la guerra d<strong>el</strong> Chaco <strong>en</strong>tre- 91 -


En estos procesos se d<strong>el</strong>imitan geografías simbólicas de la Nación, de la región y de laprovincia que g<strong>en</strong>eran afiliaciones y repres<strong>en</strong>taciones <strong>en</strong> ciudadanos indíg<strong>en</strong>as y no indíg<strong>en</strong>as,invisibilizando los sujetos de las geografías externas, d<strong>el</strong> desierto; las geografías simbólicasexternalizan sujetos, y este es <strong>el</strong> caso de los indíg<strong>en</strong>as “silvícolas” d<strong>el</strong> Pilcomayo que sonchaqueñizados por los mod<strong>el</strong>os de mestizaje salteño (Briones, 2005).En lo que respecta a la gubernam<strong>en</strong>talidad es decir la definición de sujetos gobernables, <strong>en</strong> laprovincia de Salta las legislaciones sobre los derechos de los Pueblos Indíg<strong>en</strong>as constituy<strong>en</strong> territoriosatravesados por repres<strong>en</strong>taciones y definiciones sobre la alteridad tolerable y aceptable.Puede afirmarse que desde <strong>el</strong> año 1986 la legislación salteña sobre los derechos de losPueblos Indíg<strong>en</strong>as ha creado un marco de re-definiciones que se caracterizan por dos aristas, una de<strong>el</strong>las es la definición de políticas sociales dirigidas a estos sectores, definidos como “sujeto pobre ynecesitado de asist<strong>en</strong>cia para integrarse social y culturalm<strong>en</strong>te a la ciudadanía de los salteños”(Carrasco, 2005); otra es que <strong>el</strong> legislador salteño se pliega, con las legislaciones de los años 90’s, a last<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias internacionales y nacionales <strong>en</strong> materia de reconocimi<strong>en</strong>to de derechos de los PueblosIndíg<strong>en</strong>as, de esta manera “*…+ indig<strong>en</strong>iza al aborig<strong>en</strong>, apuntando a alcanzar su integración a travésde un ‘desarrollo pl<strong>en</strong>o’”(Ídem), aunque, como veremos <strong>en</strong> nuestro análisis, con notablescontradicciones y ambigüedades, principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los procesos de consulta a los actoresinteresados y <strong>en</strong> la práctica de aplicación de las normas” (op. cit.).Entrada la década de los años 80’s d<strong>el</strong> siglo XX la política indig<strong>en</strong>ista de la provincia de Saltase caracteriza por una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia integradora de las poblaciones indíg<strong>en</strong>as, por una políticaasimilacionista y aculturadora. En <strong>el</strong> año 1984 <strong>el</strong> Estado provincial realiza un c<strong>en</strong>so aborig<strong>en</strong> quebusca completar la información recogida <strong>en</strong> <strong>el</strong> C<strong>en</strong>so Indíg<strong>en</strong>a Nacional de aboríg<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> año 1965 y<strong>en</strong> la <strong>en</strong>cuesta por muestreo de comunidades aboríg<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> Chaco Salteño y región de las Sierrassub-andinas d<strong>el</strong> año 1979, realizada a propósito d<strong>el</strong> “operativo de id<strong>en</strong>tificación aborig<strong>en</strong>” realizadopor la Dirección de Registro Civil y Capacidad de las Personas.Las definiciones conceptuales usadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> C<strong>en</strong>so Aborig<strong>en</strong> de Salta ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a id<strong>en</strong>tificar alindíg<strong>en</strong>a como sujeto comunitario y folklórico, focalizando lo cultural <strong>en</strong> aspectos exteriores quereflejan la continuidad de un orig<strong>en</strong> pre-hispánico. Lo significativo, <strong>en</strong> función de la formulación depolíticas indig<strong>en</strong>istas, ti<strong>en</strong>e que ver con que <strong>en</strong> <strong>el</strong> proyecto d<strong>el</strong> C<strong>en</strong>so, emanado d<strong>el</strong> gobierno militarBolivia y Paraguay.En algunos testimonios recogidos <strong>en</strong> <strong>el</strong> trabajo de campo r<strong>el</strong>aizado por <strong>el</strong> autor de esta tesis<strong>en</strong> zonas con pres<strong>en</strong>cia guaraní de Salta, se observa la designación “la indiada” <strong>en</strong>unciada por indiviuduosguaraníes para referirse a los indios d<strong>el</strong> Chaco que trabajaban para <strong>el</strong> ing<strong>en</strong>io San Martín de Tabacal.- 92 -


de facto, antes de las <strong>el</strong>ecciones nacionales que restablecerían <strong>el</strong> sistema democrático, pres<strong>en</strong>taparticularidades marcadas <strong>en</strong> lo que respecta a su naturaleza integradora y asimilacionista. Por unaparte <strong>el</strong> objetivo, propio de un C<strong>en</strong>so, de determinar la población aborig<strong>en</strong> de Salta, se complem<strong>en</strong>tacon la de poder establecer las condiciones de vida de las mismas para poder d<strong>el</strong>inear políticas quepermitan su incorporación al “desarrollo provincial”.Hay que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der este objetivo <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación al tipo de Estado que existía <strong>en</strong> ese período –aunque este <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> una profunda crisis, <strong>en</strong> la que los gobiernos militarescontribuyeron, y de la que ya no t<strong>en</strong>dría retorno-, <strong>el</strong> Estado b<strong>en</strong>efactor promovía <strong>el</strong> acceso universal alos servicios básicos -salud, educación, y seguridad social- por <strong>el</strong>lo <strong>en</strong> <strong>el</strong> c<strong>en</strong>so se define <strong>el</strong> principio deacceso de la ciudad nía a estos servicios o al “desarrollo provincial”. Pero lo más llamativo d<strong>el</strong>proyecto es la <strong>en</strong>unciación de la necesidad de recoger información y evaluar <strong>el</strong> “grado de aculturaciónfaltante” para completar la “ansiada” integración sociocultural d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a a la sociedad salteña(Carrasco, 2005).Otra expresión d<strong>el</strong> indig<strong>en</strong>ismo salteño se expresa <strong>en</strong> la constitución d<strong>el</strong> año 1986, <strong>en</strong> suartículo 15. En este se proclama:“La provincia protege al aborig<strong>en</strong> por medio de una legislación adecuada que conduzca a suintegración <strong>en</strong> la vida nacional y provincial, a su radicación <strong>en</strong> la tierra, a su <strong>el</strong>evación económica, a sueducación y a crear la conci<strong>en</strong>cia de su derechos, deberes, dignidad y posibilidades emerg<strong>en</strong>tes de sucondición de ciudadanos.”Los conceptos que dan forma a este artículo dan cu<strong>en</strong>ta de las características d<strong>el</strong> indig<strong>en</strong>ismosalteño de los años 80, la integración y la asimilación d<strong>el</strong> aborig<strong>en</strong> se articula con una la voluntadpolítica de incluirlos <strong>en</strong> los b<strong>en</strong>eficios de la democracia a través d<strong>el</strong> ejercicio de sus derechosciudadanos, principalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> derecho <strong>el</strong>ectoral.Desde la apertura democrática se inicia un proceso de cooptación de liderazgos indíg<strong>en</strong>asdesde los gobiernos provinciales y los partidos políticos mayoritarios. Los dirig<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as seconvirtieron <strong>en</strong> mediadores <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> sistema cli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ar y las poblaciones indíg<strong>en</strong>as, com<strong>en</strong>zaronsi<strong>en</strong>do ag<strong>en</strong>tes de programas asist<strong>en</strong>ciales con <strong>el</strong> Plan Nacional Alim<strong>en</strong>tario (PAN), ejecutado por laNación a mediados de los años 80’s, y algunos de <strong>el</strong>los llegaron a ocupar cargos políticos de- 93 -


importancia 22 . También <strong>el</strong> Instituto Provincial d<strong>el</strong> Aborig<strong>en</strong> (IPA) se convertirá <strong>en</strong> <strong>el</strong> reducto de<strong>en</strong>quistami<strong>en</strong>to de una dirig<strong>en</strong>cia indíg<strong>en</strong>a cada vez más corruptible y corrupta; desde allí se<strong>en</strong>cargarán de hacer llegar una serie de b<strong>en</strong>eficios a una “*…+ masa de supuestos b<strong>en</strong>eficiarios de laley, como cli<strong>en</strong>tes cautivos de un sistema indig<strong>en</strong>ista estatal perverso” (Carrasco, 2005: 261) 23 .En esta misma época comi<strong>en</strong>za a <strong>en</strong>durecerse <strong>el</strong> reclamo territorial de algunas comunidadesindíg<strong>en</strong>as, es <strong>el</strong> caso de los campesinos (Kollas) de Finca Santiago (Hocsman, 2004) y de lascomunidades Wichi d<strong>el</strong> Departam<strong>en</strong>to Rivadavia Banda Norte, que reclaman <strong>el</strong> título de propiedadd<strong>el</strong> lote fiscal 55 (Carrasco, 2005; Bulliubasich y Rodríguez, 2001).En <strong>el</strong> año 1986 se promulga la Ley provincial 6373 de Promoción y desarrollo d<strong>el</strong> Aborig<strong>en</strong>que sigue <strong>en</strong> líneas g<strong>en</strong>erales a los supuestos d<strong>el</strong> artículo 15 de la Constitución Provincial d<strong>el</strong> mismoaño. Dicha Ley proclama la promoción d<strong>el</strong> desarrollo y la integración d<strong>el</strong> aborig<strong>en</strong> a la vida de laprovincia y de la Nación, reconoci<strong>en</strong>do sus “pot<strong>en</strong>cialidades” y “formas organizativas”, y respetandosus “valores culturales”. Reconoce además la situación de “postración” y “marginami<strong>en</strong>to” <strong>en</strong> queviv<strong>en</strong>, e id<strong>en</strong>tifica como factor explicativo de esta situación a las formas de “integración compulsiva”aplicadas sobre este sujeto, proponi<strong>en</strong>do su anulación. Para esta Ley y para <strong>el</strong> Estado Salteño <strong>el</strong>aborig<strong>en</strong> se caracteriza por la miseria <strong>en</strong> la que vive, por eso se propone “Promover <strong>el</strong> desarrolloeconómico social y cultural, superando la miseria mediante su incorporación <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado productivoy de consumo, tomando <strong>en</strong> consideraciones sus propios anh<strong>el</strong>os y necesidades” (Artículo 1°, inc. d.).En r<strong>el</strong>ación al tema educativo la Ley propone <strong>en</strong> <strong>el</strong> Artículo 28 la formulación de educaciónbilingüe con carácter bicultural, con un currículum regionalizado dirigido a posibilitar <strong>el</strong> “paulatinoacercami<strong>en</strong>to al contexto cultural global”.También <strong>en</strong> materia educativa <strong>el</strong> IPA se constituye <strong>en</strong> <strong>el</strong> mediador <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> Estado y lascomunidades, <strong>en</strong>tre otras cosas gestiona la designación de los auxiliares bilingües, <strong>el</strong> otorgami<strong>en</strong>to debecas nacionales y la coordinación de programas sociales-educativos. De esta manera los Líderesindíg<strong>en</strong>as logran construir a través de este instituto una red cli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ar que les permit<strong>en</strong> conseguir <strong>el</strong>aval de los gobernantes de turno.22 Un caso es <strong>el</strong> d<strong>el</strong> Diputado Machuca por <strong>el</strong> Justicialismo, pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te a la etnia Guaraní.23Sin embargo pronto <strong>en</strong>trarían <strong>en</strong> crisis la capacidad de repres<strong>en</strong>tación de los dirig<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as yempezarían la génesis de movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as de tipo democráticos <strong>en</strong> su funcionami<strong>en</strong>to. Esto esdesarrollado <strong>en</strong> <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te acápite.- 94 -


El IPA adquiere importancia <strong>en</strong> la coordinación de instancias de formación de doc<strong>en</strong>tes quedesean especializarce <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza aborig<strong>en</strong>, articulando esta actividad con la “investigación, <strong>el</strong>desarrollo y la aplicación de tecnologías educativas adecuadas”.Como habíamos dicho, <strong>en</strong> <strong>el</strong> Artículo 1° de la ley se caracteriza la situación d<strong>el</strong> aborig<strong>en</strong> comode “miseria”, “postración” y “marginami<strong>en</strong>to”, <strong>en</strong> <strong>el</strong> Artículo 28 la ley establece, <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a estarealidad de las poblaciones aboríg<strong>en</strong>es, la necesidad de implem<strong>en</strong>tar campañas int<strong>en</strong>sivas dealfabetización de adultos, “ a los efectos de reducir <strong>el</strong> índice de analfabetismo y promover laeducación bilingüe”, y se agrega como paliativo a la condición sociocultural de “seminomadismo” d<strong>el</strong>a población aborig<strong>en</strong> salteña y sus efectos <strong>en</strong> la escolaridad de los niños que año a año se aus<strong>en</strong>tanpara acompañar a los adultos a sus actividades económicas, que se busque “Facilitar y normar <strong>el</strong> pasedirecto de los alumnos de un establecimi<strong>en</strong>to a otro (…), como forma de evitar la repit<strong>en</strong>cia ydeserción escolar”.La década de los 90’s se pres<strong>en</strong>tó con cambios conceptuales y de principios <strong>en</strong> la legislaciónsobre derechos indíg<strong>en</strong>as, estos cambios se produc<strong>en</strong> para adecuarse principalm<strong>en</strong>te al Artículo 75de la Constitución Nacional reformada <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1994.En <strong>el</strong> año 1998, con la protesta indíg<strong>en</strong>a instalada <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto nacional y provincial, <strong>el</strong>gobernador de Salta Juan Carlos Romero (h) <strong>en</strong>cara la reforma de la constitución de la provincia. Conesta reforma se crea la posibilidad de re<strong>el</strong>ección d<strong>el</strong> gobernador. En cuanto al reconocimi<strong>en</strong>to de losderechos de los PIs, desde <strong>el</strong> proceso de reforma hasta la constitución promulgada se evid<strong>en</strong>cia uncarácter limitado y regresivo principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo que respecta a la propiedad de la tierra.En <strong>el</strong> Artículo 15 de la constitución reformada <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1998 se expresa:I. La Provincia reconoce la preexist<strong>en</strong>cia étnica y cultural de los pueblos indíg<strong>en</strong>as que resid<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>el</strong> territorio de Salta. Reconoce la personalidad de sus propias comunidades y sus organizaciones afin de obt<strong>en</strong>er la personería jurídica y la legitimación para actuar <strong>en</strong> las instancias administrativas yjudiciales de acuerdo con lo que establezca la ley. Créase al respecto un registro especial. Reconoce ygarantiza <strong>el</strong> respeto a su id<strong>en</strong>tidad, <strong>el</strong> derecho a una educación bilingüe e intercultural, la posesión ypropiedad comunitaria de las tierras fiscales que tradicionalm<strong>en</strong>te ocupan, y regula la <strong>en</strong>trega deotras aptas y sufici<strong>en</strong>tes para <strong>el</strong> desarrollo humano. Ninguna de <strong>el</strong>las será <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>able, transmisible nisusceptible de gravám<strong>en</strong>es ni embargos. Asegura su participación <strong>en</strong> la gestión referida a sus recursosnaturales y demás intereses que los afect<strong>en</strong> de acuerdo a la ley.- 95 -


II. El Gobierno Provincial g<strong>en</strong>era mecanismos que permitan, tanto a los pobladores indíg<strong>en</strong>ascomo no indíg<strong>en</strong>as, con su efectiva participación, cons<strong>en</strong>suar soluciones <strong>en</strong> lo r<strong>el</strong>acionado con la tierrafiscal, respetando los derechos de terceros.Una modificación que introduce este artículo es la d<strong>en</strong>ominación Pueblos Indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> lugarde Aborig<strong>en</strong> usada <strong>en</strong> la constitución de 1986 y <strong>en</strong> la ley 6373. En este aspecto y <strong>en</strong> otros como <strong>el</strong> d<strong>el</strong>derecho de a una educación bilingüe e intercultural la constitución de Salta adhiere a las normativasinternacionales y nacionales. A difer<strong>en</strong>cia de las normativas provinciales anteriores se alejadeclarativam<strong>en</strong>te de un indig<strong>en</strong>ismo integrador y asimilacionista, desde la definición de la diversidad<strong>en</strong> tanto atributo de una sociedad salteña que se reconoce contin<strong>en</strong>te de culturas y etniaspreexist<strong>en</strong>tes a su conformación estatal.Pero <strong>en</strong> definitiva se observa una profunda contradicción <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> respeto de los derechosculturales de posesión y uso de las tierras ancestrales <strong>en</strong> forma colectiva, tal como lo reclaman lasmismas organizaciones indíg<strong>en</strong>as, y la protección d<strong>el</strong> derecho a la propiedad privada de terceros. Laclausula II d<strong>el</strong> Artículo 15 constituye <strong>el</strong> corolario de un proceso conflictivo de t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias sobre <strong>el</strong>reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> derecho de los pueblos indíg<strong>en</strong>as a la propiedad de las tierras que habitan y usan.La conv<strong>en</strong>ción constituy<strong>en</strong>te no expresó la voz d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a, aunque esta se expresó con movilizacióny participación <strong>en</strong> instancias de debate paral<strong>el</strong>as. Cuando se arribó a un acuerdo cercano a losintereses de los PIs de Salta una llamada t<strong>el</strong>efónica d<strong>el</strong> gobernador Romero limita <strong>el</strong> alcance d<strong>el</strong>Artículo 15 <strong>en</strong> materia de propiedad y titulación de tierras con la polémica clausula II (Carrasco,2005).Puede <strong>en</strong>tonces argum<strong>en</strong>tarse que de acuerdo a los términos <strong>en</strong> que opera la incorporaciónd<strong>el</strong> sujeto “Pueblos Indíg<strong>en</strong>as” <strong>en</strong> la constitución reformada de 1998 la política indig<strong>en</strong>ista d<strong>el</strong> EstadoSalteño que se d<strong>el</strong>inea no abandona <strong>el</strong> principio rector de integración;“En suma, no se r<strong>en</strong>uncia a “la búsqueda de su integración”, pero la misma parecereducida a una “incorporación simbólica” que lo que mayorm<strong>en</strong>te hace es <strong>en</strong>riquecer “lapropia cultura” (Carrasco, 2005: 276).La adhesión a la retórica de la diversidad <strong>en</strong> los términos <strong>en</strong> que se hace <strong>en</strong> la constitución d<strong>el</strong>a provincia de Salta muestra la complejidad d<strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o. Las consideraciones establecidas sonparte de la <strong>el</strong>aboración de economías políticas de producción cultural y la definición de sujetos- 96 -


gobernables, pero también están marcando que <strong>el</strong> efecto “contagioso” de la retórica de los DDHHprovoca que los gobiernos adhieran a <strong>el</strong>la como forma de no quedar señalados como ag<strong>en</strong>tesobsoletos. Como adhesión <strong>el</strong> gobierno de Salta g<strong>en</strong>era un discurso regresivo que se anuda con <strong>el</strong>temor que <strong>el</strong> peso de las organizaciones indíg<strong>en</strong>as adquiere al articular sus proyectos políticos concierta autonomía de las redes cli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ares, que antaño <strong>el</strong> gobierno provincial y los partidos políticosgobernantes habían usado para controlar la emerg<strong>en</strong>cia de un sujeto que se reorganizabaam<strong>en</strong>azantem<strong>en</strong>te, estableci<strong>en</strong>do alianzas estratégicas principalm<strong>en</strong>te con ag<strong>en</strong>tes internacionalescomo algunas ONGs de peso.A finales de la década de los 90’s es reformada la ley 6373 tomando como parámetro paraeste proceso a la constitución de 1998. La nueva ley N°7121 De Desarrollo de los Pueblos indíg<strong>en</strong>as deSalta introduce ligeros cambios respecto a su anteced<strong>en</strong>te. Desde <strong>el</strong> cambio <strong>en</strong> la d<strong>en</strong>ominación d<strong>el</strong>sujeto sobre <strong>el</strong> que trata los cambios muestran la timidez de la política indig<strong>en</strong>ista de la provincia quesigue t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong>tre sus objetivos la integración d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la vida nacional, principalm<strong>en</strong>te laintegración socioeconómica. Se propone Promover <strong>el</strong> desarrollo pl<strong>en</strong>o d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a y de suscomunidades, fom<strong>en</strong>tando su integración <strong>en</strong> la vida provincial y nacional, a partir de suspot<strong>en</strong>cialidades y formas organizativas básicas, respetando sus valores culturales propios, yreincorpora un objetivo indig<strong>en</strong>ista pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la ley 6373: Promover <strong>el</strong> desarrollo económico- socialy cultural, superando la miseria mediante su incorporación <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado productivo y de consumo,tomando <strong>en</strong> consideración sus propios anh<strong>el</strong>os y necesidades.Son pocas las rupturas con la ley 6373 y muchas las continuidades, <strong>en</strong> la ley 7121 se sigu<strong>en</strong>utilizando las d<strong>en</strong>ominaciones postración, marginami<strong>en</strong>to y miseria, para dar cu<strong>en</strong>ta de ladesigualdad social que se liga a la difer<strong>en</strong>cia.Estas definiciones aparec<strong>en</strong> también <strong>en</strong> lo educativo trazando los rasgos de un mod<strong>el</strong>o deintegración y asimilación con cuotas de at<strong>en</strong>ción a la diversidad y <strong>el</strong> multilingüismo que al fin decu<strong>en</strong>tas expresan <strong>el</strong> multiculturalismo hegemónico a niv<strong>el</strong> global. En <strong>el</strong> Capítulo V Artículo 28 de la leyque estamos analizando se establec<strong>en</strong> las líneas de la política educativa para la población indíg<strong>en</strong>a d<strong>el</strong>a provincia de Salta. Según la ley las propuestas educativas para este sujeto se deberán basar <strong>en</strong> uncurrículum culturalm<strong>en</strong>te regionalizado, la regionalización de la <strong>en</strong>señanza.Recordemos que la definición de lo regional <strong>en</strong> los mod<strong>el</strong>os hegemónicos d<strong>el</strong> mestizajesalteño ligan <strong>el</strong> ser salteño con una visión costumbrista y folklórica de la cultura, y con un vitalismoque <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> <strong>el</strong> ‘ser’ la síntesis de lo local, regional y americano. Podría presuponerse <strong>en</strong> base aesto que lo local, <strong>el</strong> marco de refer<strong>en</strong>cia cultural d<strong>el</strong> educando ti<strong>en</strong>de a integrarse, <strong>en</strong> esta visión, <strong>en</strong>- 97 -


lo regional que manifiesta un niv<strong>el</strong> de abstracción d<strong>el</strong> que se excluy<strong>en</strong> los intereses, las voces y lasproducciones culturales subalternas.Difer<strong>en</strong>tes serán las propuestas de regionalización de la <strong>en</strong>señanza de acuerdo a los lugares,como posiciones sociales, desde donde prov<strong>en</strong>gan estas propuestas. En <strong>el</strong> contexto de neoliberalismoy desc<strong>en</strong>tralización con fuerte control sobre la <strong>en</strong>señanza, <strong>el</strong> peso de los dispositivos pedagógicosimpide que las experi<strong>en</strong>cias alternativas de educación que se vi<strong>en</strong><strong>en</strong> realizando <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as seintegr<strong>en</strong> democráticam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las políticas educativas d<strong>el</strong> Estado como bases y principios para latransformación de las prácticas educativas.La regionalización d<strong>el</strong> currículum propuesta por los actores que vi<strong>en</strong><strong>en</strong> realizando prácticas dedemocratización busca articular diversas voces desde <strong>el</strong> diálogo, <strong>en</strong> cambio <strong>el</strong> Estado neoliberalhegemoniza la producción de cons<strong>en</strong>so y la construcción de hegemonía cultural, articulandopropuestas <strong>en</strong> las que, a través de lo que Briones (2004) d<strong>en</strong>omina para <strong>el</strong> caso de la provincia deNeuquén “pluralismo tolerante” se regionaliza incluy<strong>en</strong>do aspectos de las culturas de los“subordinados aceptables” como forma de reparación histórica y de niv<strong>el</strong>ación de las desigualdades.El f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la desigualdad/difer<strong>en</strong>cia es otro de esos lugares comunes de la políticamulticulturalista y se expresa <strong>en</strong> la legislación d<strong>el</strong> Estado salteño <strong>en</strong> la Ley 7121, <strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido sepropone Facilitar y normar <strong>el</strong> pase directo de los alumnos de un establecimi<strong>en</strong>to educativo a otro,t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cuneta la característica cultural de semi-nomadismo, como forma de evitar la repit<strong>en</strong>cia ydeserción escolar. Considerar <strong>el</strong> semi-nomadismo como un rasgo cultural de los PIs que demanda laadecuación de la escu<strong>el</strong>a a esta característica, opera un deslizami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la definición de la difer<strong>en</strong>ciaque <strong>en</strong> este caso, sea por omisión de análisis o por ing<strong>en</strong>uidad teórica, no incluye la desigualdadsocial que padec<strong>en</strong> los PIs <strong>en</strong> un mundo globalizado que ti<strong>en</strong>e sus efectos socioeconómicos yculturales <strong>en</strong> todas las geografías, incluso <strong>el</strong> chaco salteño.Se considera <strong>el</strong> semi-nomadismo solo un rasgo cultural d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a, solapadam<strong>en</strong>te seresponsabiliza al sujeto por su fracaso <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema educativo, pero se le da la oportunidad decircular por establecimi<strong>en</strong>tos que estén preparados para esta situación. Es necesario decir que <strong>en</strong> lascondiciones actuales de ocupación y uso de las tierras por parte d<strong>el</strong> criollo y <strong>el</strong> modo de explotaciónde estas <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema capitalista más que semi-nomadismo como forma de subsist<strong>en</strong>cia tradicional sedebe hablar de migraciones a difer<strong>en</strong>tes provincias d<strong>el</strong> país <strong>en</strong> época de cosecha y zafra. Si sesosti<strong>en</strong>e la posición de la ley 7121 sobre esta característica se estaría admiti<strong>en</strong>do que las formas desubsist<strong>en</strong>cia tradicionales y que la cultura misma de los PIs se manti<strong>en</strong>e estáticas a pesar d<strong>el</strong> contactode estos con la sociedad salteña y nacional y con los modos de producción propios de estas.- 98 -


Finalm<strong>en</strong>te queremos señalar que se ti<strong>en</strong>de con estas normativas a una “indig<strong>en</strong>ización” deIPA (Carrasco, 2005), se crea <strong>el</strong> IPPIS (Instituto Provincial de Pueblos Indíg<strong>en</strong>as de Salta) y se estipulaque las autoridades de este organismo deb<strong>en</strong> “acreditar su condición de indíg<strong>en</strong>as <strong>el</strong>egidos porindíg<strong>en</strong>as”. Podría verse <strong>en</strong> este condicionami<strong>en</strong>to para repres<strong>en</strong>tar a las comunidades y <strong>en</strong> laseparación d<strong>el</strong> organismo de la esfera estatal una int<strong>en</strong>ción de ampliar <strong>el</strong> marg<strong>en</strong> de autonomíaindíg<strong>en</strong>a, pero <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de las políticas neoliberales es dable interpretar esta política como una“retracción de la responsabilidad estatal” (op. cit.: 279).Atraviesa toda la producción legal sobre <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a una t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre principios “regresivos”y “progresistas”:“*…+ Por un lado, la int<strong>en</strong>cionalidad de dar continuidad a remozados mecanismoscli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ares que asegur<strong>en</strong> control de reclamos indíg<strong>en</strong>as a través de la manipulación de unadirig<strong>en</strong>cia indíg<strong>en</strong>a supuesta corruptible y corrupta. Por <strong>el</strong> otro, que ni las presiones indíg<strong>en</strong>asni <strong>el</strong> avance jurídico dado por <strong>el</strong> marco de la C.N.-Constitución Nacional- pued<strong>en</strong> serdirectam<strong>en</strong>te negados. Al m<strong>en</strong>os a niv<strong>el</strong> de prácticas discursivas, ya no es posible tampoco <strong>en</strong>Salta ser “políticam<strong>en</strong>te incorrectos” (Carrasco, 2005: 280).La ley 6829 de Educación de la Provincia sancionada <strong>en</strong> diciembre de 1995 es previa a lareforma de la constitución provincial, es coetánea de la Constitución Nacional de 1994 y de la LeyFederal de Educación pero <strong>en</strong> <strong>el</strong>la no se hace refer<strong>en</strong>cia al tema de la diversidad y la educaciónintercultural bilingüe como derecho de los PIs, es decir que no incluye los cambios y principiosintroducidos por estas normativas sobre <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de este sujeto.III.1.d. Movimi<strong>en</strong>tos y organizaciones indíg<strong>en</strong>as. La lucha por <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos d<strong>el</strong>os Pueblos indíg<strong>en</strong>asEl f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a y de las organizaciones repres<strong>en</strong>tativas de este sujetoadquiere, dada su complejidad, una serie de aristas. La naturaleza multifacética de este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o seinscribe <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto de la modernidad <strong>en</strong> crisis y se liga a la crisis de repres<strong>en</strong>tación política de losag<strong>en</strong>tes tradicionales -partidos políticos, iglesias, Estado- y <strong>en</strong> <strong>el</strong> cambio de políticas de producción dedifer<strong>en</strong>cias propias d<strong>el</strong> capitalismo posindustrial.- 99 -


Se han analizado <strong>en</strong> esta tesis los cambios <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto internacional, nacional y provincialque han pot<strong>en</strong>ciado la organización de movimi<strong>en</strong>tos de repres<strong>en</strong>tación política de los PIs. Dichoscambios constituy<strong>en</strong> un campo que expresa las t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre principios regresivos y progresistas deprogramas de gobierno que se caracterizan por sost<strong>en</strong>er las políticas neoliberales y conservadores.Estos programas establec<strong>en</strong> rupturas y continuidades con las políticas indig<strong>en</strong>istas tradicionales d<strong>el</strong>Estado, y g<strong>en</strong>eran políticas económicas de producción cultural que se articulan a políticas deformación de alteridades.Los Estados han g<strong>en</strong>erado diversas formas de repres<strong>en</strong>tación política para los PIs, laasimilación a la sociedad blanca/criolla arg<strong>en</strong>tina, después d<strong>el</strong> etnocidio ejecutado por <strong>el</strong> ejércitoNacional <strong>en</strong> <strong>el</strong> siglo XIX, ha requerido <strong>el</strong> reclutami<strong>en</strong>to de “intermediarios culturales” indíg<strong>en</strong>as quese han incorporado a las ag<strong>en</strong>cias estatales: ejército, partidos políticos, oficinas de políticasindig<strong>en</strong>istas.Las políticas culturales de los Estados americanos han v<strong>en</strong>ido trazando trayectorias que vandesde la negación - incluso d<strong>el</strong>imitando geografías de la negación y externalización de otros internosyhomog<strong>en</strong>eización pasando por cambios paulatinos de patrones de reconocimi<strong>en</strong>to de lasdifer<strong>en</strong>cias.En las primeras décadas d<strong>el</strong> siglo XX países como México y Perú reconoc<strong>en</strong> la exist<strong>en</strong>cia yvisibilidad d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a. En la década d<strong>el</strong> 30 bajo <strong>el</strong> gobierno de Lázaro Cárd<strong>en</strong>as <strong>el</strong> Estado Mexicanoempieza a d<strong>el</strong>inear lo que se conoce como “Indig<strong>en</strong>ismo”. El indig<strong>en</strong>ismo debe ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido comoun tipo de política estatal hacia otros internos, de acuerdo a Leyva Solano (2005) constituye “*…+ unaserie de políticas lanzadas por los gobiernos y sus ag<strong>en</strong>cias, que buscaban integrar (biológica yculturalm<strong>en</strong>te) a los habitantes originales d<strong>el</strong> contin<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro de los estados y las culturashegemónicas nacionales” (op. cit.: 285).Es necesario marcar una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que caracteriza a las políticas indig<strong>en</strong>istas de los Estadosque las trazaron y aqu<strong>el</strong>las políticas trazadas por los Estados que tardíam<strong>en</strong>te reconoc<strong>en</strong> la pres<strong>en</strong>ciaindíg<strong>en</strong>as d<strong>en</strong>tro de sus territorios. A partir de su visibilización y durante gran parte d<strong>el</strong> siglo XX <strong>el</strong>indíg<strong>en</strong>a fue interp<strong>el</strong>ado por la r<strong>el</strong>ación que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> con la tierra y <strong>el</strong> modo de producción r<strong>el</strong>acionado,es decir que será interp<strong>el</strong>ado como campesino y su condición será igualada con todos los campesinosque se b<strong>en</strong>eficiarán de reformas agrarias de difer<strong>en</strong>te carácter de acuerdo a los países <strong>en</strong> las s<strong>el</strong>levaron cabo.En contraposición al indig<strong>en</strong>ismo a partir de la década d<strong>el</strong> 60 d<strong>el</strong> siglo pasado se <strong>el</strong>abora undiscurso que surge principalm<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> diálogo <strong>en</strong>tre los int<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as y los antropólogos y- 100 -


lingüistas que trabajan <strong>en</strong> los organismos estatales. Este discurso conocido como “Indianismo”<strong>en</strong>fatiza la liberación d<strong>el</strong> “indio” <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de una revalorización de la “civilización india” comoproyecto histórico antagónico al civilizatorio occid<strong>en</strong>tal.El indianismo es un“*…+ “movimi<strong>en</strong>to ideológico y político que proclamaría como su objetivo c<strong>en</strong>tral laliberación d<strong>el</strong> indio, pero no para liberar al indio <strong>en</strong> particular sino para liberar al indio <strong>en</strong> tantomiembro de la civilización indíg<strong>en</strong>a, de esa civilización que pervive <strong>en</strong> la memoria colectiva d<strong>el</strong>os grupos indíg<strong>en</strong>as y no ha sido aniquilada, pues al contrario espera paci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>el</strong>mom<strong>en</strong>to de su liberación” *…+” 24 (Leyva Solano, 2005: 286).Como sugiere Leyva Solano <strong>el</strong> indianismo surge como forma de resist<strong>en</strong>cia al indig<strong>en</strong>ismodesde d<strong>en</strong>tro mismo de sus “<strong>en</strong>trañas”, <strong>en</strong> los años que van desde 1940 a 1970 aproximadam<strong>en</strong>te seempr<strong>en</strong>de un diálogo <strong>en</strong> los bordes d<strong>el</strong> indig<strong>en</strong>ismo y d<strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to latinoamericano de izquierda.El indianismo fue una posición abiertam<strong>en</strong>te antagónica al indig<strong>en</strong>ismo. Teóricam<strong>en</strong>te esteúltimo se apoyó <strong>en</strong> una antropología de tipo colonialista y funcionalista configurando unas prácticaspaternalistas, aculturadoras, de p<strong>en</strong>etración e imperialismo cultural. El Estado, las Iglesias y lospartidos políticos lograron cooptar liderazgos indíg<strong>en</strong>as y ext<strong>en</strong>dieron de esta forma la visión d<strong>el</strong>“indio” como sujeto desvalido objeto de las acciones de los indig<strong>en</strong>istas.De acuerdo a Dávalos“Esa antropología contaminará la visión sobre esos Otros, de la misma manera que lavisión d<strong>el</strong> bon sauvage romantizaba al Otro para finalm<strong>en</strong>te invisibilizarlo. Lo antropológico y loétnico fueron esa disposición conceptual que <strong>en</strong>cerraba <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to de la Alteridad d<strong>en</strong>trode las coord<strong>en</strong>adas de la razón instrum<strong>en</strong>tal moderna. Conocer para dominar era y es la divisade ese conocimi<strong>en</strong>to” (2005: 27).Esta visión no logró concretar <strong>el</strong> fin de anestesiar la memoria de los pueblos indíg<strong>en</strong>as, nologró paralizar <strong>el</strong> proceso emerg<strong>en</strong>te de re-construcción simbólica de la autoestima étnica y cultural;por <strong>el</strong> contrario, <strong>el</strong> diálogo que los líderes indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong>tablaron con los funcionarios d<strong>el</strong> indig<strong>en</strong>ismocoadyuvó a que germin<strong>en</strong> reivindicaciones sobre la historia, <strong>el</strong> desarrollo y la autonomía de la cultura“india”. Aqu<strong>el</strong>los líderes actuaron como intermediarios culturales, articulando <strong>el</strong> discurso de la24 V<strong>el</strong>asco citado <strong>en</strong> Leyva Solano (2005).- 101 -


indianidad. Fueron los int<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as qui<strong>en</strong>es reclamaron repres<strong>en</strong>tación indíg<strong>en</strong>a, posiciónfundam<strong>en</strong>tal para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der <strong>el</strong> reclamo actual de ciudadanía étnica hecho por <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>toindíg<strong>en</strong>a. Con esta confrontación los intermediarios culturales contribuyeron a “problematiza*r+ lacultura y la id<strong>en</strong>tidad indíg<strong>en</strong>a -incluida la suya propia- como un compon<strong>en</strong>te negativo o positivo <strong>en</strong>la ar<strong>en</strong>a de la participación pública” 25 (Leyva Solano, 2005: 289).¿Quiénes eran los int<strong>el</strong>ectuales o intermediarios culturales? En México y <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto posrevolucionariofueron los líderes agraristas y los jóv<strong>en</strong>es bilingües 26 , muchos de estos formaron partede los partidos políticos gobernantes. La temprana tradición de educación bilingüe de este paísg<strong>en</strong>eró la formación de sujetos que pronto ocuparon cargos municipales y reemplazaron a mestizos ycriollos que los ocupaban, según Leyva Solano los intermediarios culturales “fueron los primeros <strong>en</strong>dar un uso político a la indianidad” (Op. cit.: 290).La r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre la antropología y las políticas es ilustrador de los términos teóricos quedaban forma a la r<strong>el</strong>ación de la sociedad nacional y la sociedad indíg<strong>en</strong>a, a través de losintermediarios históricos. En un principio estos ag<strong>en</strong>tes de la sociedad nacional y <strong>el</strong> Estado mismobasan su programa de acción <strong>en</strong> una filosofía ligada al principio de la s<strong>el</strong>ección natural de las especiesque <strong>en</strong> las ci<strong>en</strong>cias sociales se conocerá como Darwinismo social, aunque como sosti<strong>en</strong>e Áng<strong>el</strong> Paterncitado por Adolfo Colombres “ los fundam<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong> Darwinismo social no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> Darwin,pero su teoría de la s<strong>el</strong>ección natural, combinado con <strong>el</strong> principio sp<strong>en</strong>ceriano de la superviv<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>más apto, habrían de convertirse <strong>en</strong> manos de los Darwinistas sociales <strong>en</strong> un arma poderosa, que lespermitiría fundam<strong>en</strong>tar <strong>el</strong> capitalismo como sistema económico y <strong>el</strong> imperialismo como sistemapolítico”(1988: 10).En un recorrido histórico, que int<strong>en</strong>taremos sintetizar, Colombres (1988) reconoce unaprimera etapa reconoce <strong>el</strong> carácter colonialista de los estudios antropológicos que tal vez“ing<strong>en</strong>uam<strong>en</strong>te” se pon<strong>en</strong> al servicio de los estados colonialistas de Europa, hacia <strong>el</strong> interior de ladisciplina se adviert<strong>en</strong> un marco teórico heterogéneo, pronto algunos de estos estudiososincursionaran <strong>en</strong> la acción y preformarán lo que <strong>en</strong>trado <strong>el</strong> siglo XX se conocerá como antropologíaaplicada. A mediados d<strong>el</strong> 1900 <strong>el</strong> colonialismo decimonónico ti<strong>en</strong>de a desaparecer tal y como se lo25 De la Peña citado <strong>en</strong> Leyva Solano (2005).26 Es necesario decir que a difer<strong>en</strong>cia de países como <strong>el</strong> nuestro <strong>en</strong> donde <strong>el</strong> sujeto indíg<strong>en</strong>a es dejadofuera de cuestión <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de construcción d<strong>el</strong> sistema educativo y de la escu<strong>el</strong>a pública, <strong>en</strong> México, yespecialm<strong>en</strong>te por la participación de los maestros de escu<strong>el</strong>as rurales, <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a no fue excluido de lacombinación <strong>en</strong> que se materializó la escu<strong>el</strong>a y <strong>el</strong> currículum.- 102 -


conocía, comi<strong>en</strong>za a adquirir forma un colonialismo interno practicado por Estados integrados poruna población indíg<strong>en</strong>a importante, a su vez comi<strong>en</strong>za a desarrollarse <strong>en</strong> la antropología <strong>el</strong>r<strong>el</strong>ativismo culturalista, una corri<strong>en</strong>te que junto con <strong>el</strong> funcionalismo brindarán sust<strong>en</strong>to teórico auna serie de programas desarrollistas destinados a poblaciones consideradas subdesarrolladas. Haciamediados de la década de 1970 <strong>el</strong> fracaso de las políticas indig<strong>en</strong>istas puestas <strong>en</strong> práctica por ag<strong>en</strong>tesde la sociedad civil y por <strong>el</strong> propio estado es evid<strong>en</strong>te, comi<strong>en</strong>zan a ponerse a juicio los supuestossociales de este y a construir un discurso aggiornado de tipo progresista, aunque <strong>en</strong> los aspectoses<strong>en</strong>ciales de su programa económico y político no hubo crítica.En esta etapa comi<strong>en</strong>zan a adquirir forma los postulados d<strong>el</strong> respeto por la diversidad culturalo <strong>el</strong> multiculturalismo que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> los Estados Americanos. Adolfo Colombres expone <strong>el</strong> caso deMéxico, y advierte las características que adquiere sost<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do que se pone énfasis <strong>en</strong> aspectosculturales, pronto se adviert<strong>en</strong> las contradicciones d<strong>el</strong> nuevo mod<strong>el</strong>o, argum<strong>en</strong>ta que “la lucha por <strong>el</strong>control de sus recursos naturales está muy lejos de ser ganada. El proceso agrario aún no concluye <strong>en</strong>este país, pese a los años, y los indíg<strong>en</strong>as deb<strong>en</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar formas de neolatifundismo. Se propaga laeducación bilingüe, pero aún no deja de ser monocultural, aculturativa, pese a algunos esfuerzos dehacerla bicultural. En las r<strong>el</strong>aciones cotidianas persiste un dualismo asimétrico. Los técnicos actúancomo dadores de civilización ante los indíg<strong>en</strong>as, e incluso ante los maestros bilingües” (Colombres,1988: 22). No t<strong>en</strong>drían que parecer extraña la profundización de las contradicciones <strong>en</strong> la acciones d<strong>el</strong>os Estados puesto que <strong>en</strong> esta etapa, comi<strong>en</strong>za a constituirse con fuerza <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o neoliberalconservador<strong>en</strong> América Latina.Colombres (1988) concluye que estamos ante un nuevo paternalismo con algunas improntashumanistas, los pueblos indíg<strong>en</strong>as se v<strong>en</strong> atraídos por este nuevo discurso que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong>tre susestrategias más queridas la cooptación de la dirig<strong>en</strong>cia india, la antigua práctica de “dividir paraoprimir”. No hay que perder de vista que “la imposición de un mod<strong>el</strong>o económico es también laimposición de la cultura que lo concibió, de los mod<strong>el</strong>os superestructurales, por más que se <strong>en</strong>fatice<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de la diversidad cultural. No es posible r<strong>en</strong>unciar a imponer una cultura si no ser<strong>en</strong>uncia antes a imponer un mod<strong>el</strong>o económico” (op. cit.: 23).Las décadas d<strong>el</strong> 60 y 70 d<strong>el</strong> siglo XX constituy<strong>en</strong> <strong>el</strong> esc<strong>en</strong>ario de la génesis de algunos“fundam<strong>en</strong>talismos étnicos” que se pusieron totalm<strong>en</strong>te al otro lado d<strong>el</strong> proyecto de la modernidadoccid<strong>en</strong>tal <strong>el</strong>aborando su proyecto histórico “la civilización india”. Dice Dávalos: “*…+ Si <strong>el</strong> Otro eraradicalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tonces era todo <strong>el</strong> proyecto de la modernidad <strong>el</strong> que había que <strong>el</strong>iminar,pero se trataba de una <strong>el</strong>iminación ritual, no política” (2005: 27).- 103 -


En este contexto <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a debía superar dos p<strong>el</strong>igros <strong>en</strong> su constitución: “<strong>el</strong>riego de campesinización (y también de ruralización) y <strong>el</strong> d<strong>el</strong> fundam<strong>en</strong>talismo étnico” (Dávalos,2005).Cardozo de Oliveira (1990) señala para <strong>el</strong> caso de Brasil que <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a de estepaís ti<strong>en</strong>e su génesis a partir de la ampliación de la esfera de influ<strong>en</strong>cia de los liderazgos, peroprincipalm<strong>en</strong>te por la motivación de repres<strong>en</strong>tación indíg<strong>en</strong>a “marcado por la idea de organizaciónpolítica y por un fuerte s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de fraternidad indíg<strong>en</strong>a” (op. cit.: 148).Por su parte Iturralde (1995) habla de procesos de reconstitución y emerg<strong>en</strong>cia étnicar<strong>el</strong>acionados con cambios <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>aciones de producción, <strong>el</strong> desarrollo económico y social que se da<strong>en</strong> la segunda mitad d<strong>el</strong> siglo XX. Los PIs v<strong>en</strong> ampliados los alcances de sus contactos <strong>en</strong> <strong>el</strong> territorio yla <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> r<strong>el</strong>aciones comerciales más estables con criollos. La t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la desaparición de losantiguos intermediarios con la sociedad nacional, curas y hac<strong>en</strong>dados, pone a los indíg<strong>en</strong>as anteprocesos de organización política, que llevan a re-definir los principios organizativos tradicionales depar<strong>en</strong>tesco que ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a diluirse y re-funcionalizarse.Otro f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o r<strong>el</strong>acionado ti<strong>en</strong>e que ver con la etnicización de comunidades que habíansobrevivido culturalm<strong>en</strong>te habitando espacios reducidos y aislados, como la haci<strong>en</strong>das, lasreconstitución de las id<strong>en</strong>tidades y su articulación como “pueblos indíg<strong>en</strong>as” adoptan formasterritorializadas. Es interesante advertir, de acuerdo con Iturralde, que las reformas agrarias y laocupación int<strong>en</strong>siva de bosques provocaron movimi<strong>en</strong>tos territoriales que dieron lugar alre<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de grupos que conservaban prácticas culturales semejantes, estructuras organizativasparal<strong>el</strong>as, y que hablaban la misma l<strong>en</strong>gua, lo que les posibilitó t<strong>en</strong>der redes que superaran los límitesterritoriales tradicionales, incluso traspasando las fronteras nacionales.Las organizaciones y movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as fueron adquiri<strong>en</strong>do forma y especificidad através de un “proceso evolutivo” que se caracteriza por la articulación <strong>en</strong> la lucha de una gramáticamoral y de un programa c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> la etnicidad. Este proceso evolutivo que se inicia con la int<strong>en</strong>ciónde quebrar <strong>el</strong> modo histórico de interp<strong>el</strong>ación d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a emanado desde las políticas estatales,produjo un programa de lucha basado <strong>en</strong> estrategias de “recuperación, revalorización y reindianización”como proyecto histórico de los PIs, además retoma las demandas de los indianistassobre <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los “grupos étnicos” como unidades políticas y de lucha por la difer<strong>en</strong>cia,la cultura, la l<strong>en</strong>gua y las instituciones de cada pueblo (Leyva Solano, 2005).Estas demandas y estrategias constituyeron la base sobre las que se construyó <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>toindíg<strong>en</strong>a actual. La lucha por la difer<strong>en</strong>cia es <strong>el</strong> eje de la gramática moral de este movimi<strong>en</strong>to.- 104 -


La organización de los PIs ha implicado la visibilización de este sujeto <strong>en</strong> los contextosnacionales, se ha instalado <strong>el</strong> reclamo de ciudadanía étnica <strong>en</strong> tanto figura política de participación <strong>en</strong>las esferas públicas. La ciudadanía étnica es un reclamo de los PIs que se expresa <strong>en</strong> la gramáticamoral d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a específicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> “*…+ la demanda de derechos sociales,económicos y políticos para <strong>el</strong> reclamo de formas alternativas de inclusión <strong>en</strong> la nación *…+ (LeyvaSolano, 2005: 281).El concepto de ciudanía étnica ti<strong>en</strong>e orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> de ciudanía cultural. Este último ti<strong>en</strong>e laparticularidad de yuxtaponer las pret<strong>en</strong>siones universalistas d<strong>el</strong> sistema político liberal, d<strong>el</strong> que, <strong>el</strong>movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a toma <strong>el</strong> principio de igualdad de derechos ante la ley, mi<strong>en</strong>tras que lo culturalse basa <strong>en</strong> <strong>el</strong> reclamo de la construcción histórica de la id<strong>en</strong>tidad y la difer<strong>en</strong>cia que sitúa al sujetoindíg<strong>en</strong>a ante la sociedad nacional y lo moviliza <strong>en</strong> la lucha por derechos difer<strong>en</strong>ciados.El carácter cultural d<strong>el</strong> reclamo por la ciudadanía no reduce su programa a puntos referidossolo ha este tipo de aspectos de la vida de los PIs, tampoco puede hablarse de movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>acomo estructura homogénea, de posiciones uniformes. Un rasgo que caracteriza a estaheterog<strong>en</strong>eidad es la articulación d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> redes, estas “transmit<strong>en</strong> la complejidad y loprecario de las muchas imbricaciones y ligas <strong>en</strong>tre las organizaciones <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to, losparticipantes-individuales, así como con otros actores de la sociedad civil, política y d<strong>el</strong> Estado” 27(Leyva Solano, 2005: 283).También se diversifica <strong>el</strong> espectro de las características d<strong>el</strong> programa político como <strong>el</strong> de lasestrategias <strong>el</strong>aboradas para exigir ciudadanía étnica. Los matices y las aristas manifiestas <strong>en</strong> <strong>el</strong>movimi<strong>en</strong>to y las organizaciones indíg<strong>en</strong>as de Latinoamérica resultan d<strong>el</strong> intejuego con las estrategiasd<strong>el</strong> Estado y <strong>el</strong> sector privado.La culminación de este proceso de génesis y <strong>el</strong> inicio de un nuevo mom<strong>en</strong>to está dada por lossucesos ocurridos <strong>en</strong> la década d<strong>el</strong> 90. En México, Ecuador y Bolivia las reb<strong>el</strong>iones indíg<strong>en</strong>as, por log<strong>en</strong>eral viol<strong>en</strong>tas, provocaron cambios institucionales <strong>en</strong>tre los que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la escu<strong>el</strong>aintercultural y bilingüe.El levantami<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> Ecuador fue <strong>el</strong> comi<strong>en</strong>zo de un proceso de participacióninstitucional de líderes indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> <strong>el</strong> Estado ecuatoriano, pronto cooptados por alianzas hacia <strong>el</strong>interior d<strong>el</strong> aparato d<strong>el</strong> Estado burgués (Hidalgo Flor, 2005). Pero, puede considerarse que los sucesosde la s<strong>el</strong>va Lacandona <strong>en</strong> Chiapas constituy<strong>en</strong> <strong>el</strong> hito <strong>en</strong> la génesis política d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a,estos sucesos paradójicam<strong>en</strong>te hicieron que se visibilizaran a los PIs latinoamericanos más allá de un27 Álvarez citado <strong>en</strong> Leyva Solano (2005).- 105 -


econocimi<strong>en</strong>to “donado” por los sectores hegemónicos, y es paradójico <strong>el</strong> hecho porque losindíg<strong>en</strong>as zapatistas tuvieron que taparse las caras con pasamontañas para que sus “hermanos” seanvisibilizados.En Estados como <strong>el</strong> mexicano, ecuatoriano y boliviano las demandas d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>toindíg<strong>en</strong>a han puesto <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a <strong>el</strong> debate sobre la pluralidad cultural y la plurinacionalidad,ac<strong>en</strong>tuando <strong>en</strong> algunos casos <strong>el</strong> discurso y las prácticas t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes a la autonomía y laautodeterminación de los PIs, <strong>el</strong> ejemplo paradigmático es <strong>el</strong> Zapatismo o neo- Zapatismo <strong>en</strong> México.Mi<strong>en</strong>tras <strong>en</strong> países como Arg<strong>en</strong>tina <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to y las organizaciones indíg<strong>en</strong>as no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>el</strong> poderde negociación, resist<strong>en</strong>cia y confrontación a las políticas estatales, <strong>en</strong> estos casos la estrategiadiseñada por <strong>el</strong> Estado es un “indig<strong>en</strong>ismo de participación”, que se materializa <strong>en</strong> la creación deinstancias de negociación con cuotas mínimas de poder de impugnación para <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a.La afirmación de Briones (2005) es concluy<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido:“*…+ Arg<strong>en</strong>tina ha sido un país tan negador que la lucha indíg<strong>en</strong>a más sost<strong>en</strong>ida hapasado y pasa por lograr visibilidad y por v<strong>en</strong>cer estereotipos que no sólo asum<strong>en</strong> ladesindianización <strong>en</strong> contextos urbanos (…), sino que instalan severas sospechas sobre laaut<strong>en</strong>ticidad de int<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as cuya escolarización o capacidad política los distancia d<strong>el</strong>a imag<strong>en</strong> d<strong>el</strong> “indíg<strong>en</strong>a verdadero”, tan pasivo e incompet<strong>en</strong>te, como sumiso y fácil desatisfacer desde políticas asist<strong>en</strong>ciales mínimas. En términos de movilidades estructurales,mi<strong>en</strong>tras la perman<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> comunidades ha conspirado históricam<strong>en</strong>te contra lasposibilidades de escolarización y de una readscripción de clase asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te, la migración a losc<strong>en</strong>tros urbanos lejos está de garantizar la profesionalización de una int<strong>el</strong>lig<strong>en</strong>tzia indíg<strong>en</strong>a.Cuando esa profesionalización acontece, las presiones desadscriptivas propias de los mediosurbanos son tan fuertes que muchos invisibilizan su pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia. Aunque ese proceso hacom<strong>en</strong>zado a revertirse y varias organizaciones surgidas <strong>en</strong> las ciudades pero con trabajo debase o comunitario han sido formadas por activistas culturales que han t<strong>en</strong>ido posibilidades deestudiar o están estudiando, es justam<strong>en</strong>te sobre estos cuadros donde se depositan mayorescuestionami<strong>en</strong>tos y requerimi<strong>en</strong>tos que operan <strong>en</strong> base a estándares dobles <strong>en</strong> términos deaut<strong>en</strong>ticidad, legitimidad y repres<strong>en</strong>tatividad (…). Por eso son tan sost<strong>en</strong>idas las luchas para darvisibilidad a la pres<strong>en</strong>cia y derechos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, pero particularm<strong>en</strong>te para convertir<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los problemas afrontados <strong>en</strong> situaciones urbanas <strong>en</strong> tema de ag<strong>en</strong>dapública, ya que muchas legislaciones y políticas aún confinan la cuestión y las incipi<strong>en</strong>tes- 106 -


soluciones esbozadas al ámbito rural. En este marco también se compr<strong>en</strong>de por qué son tanaltas las demandas de proyectos que apunt<strong>en</strong> al fortalecimi<strong>en</strong>to institucional y organizativo”(2005: 39).El tema d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a debe ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido, salvando las particularidades, <strong>en</strong>r<strong>el</strong>ación con la emerg<strong>en</strong>cia de los “nuevos movimi<strong>en</strong>to sociales” a niv<strong>el</strong> global. De acuerdo con Vilas(s/f):“*…+ Los movimi<strong>en</strong>tos sociales pusieron de r<strong>el</strong>ieve la activación de un amplio espectrode actores cuya constitución como tales se llevó a cabo <strong>en</strong> <strong>el</strong> curso de modalidades de accióncolectiva <strong>en</strong> las que, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, la articulación con las r<strong>el</strong>aciones de producción no ocupó unpap<strong>el</strong> determinante. Esas movilizaciones involucraron ante todo a actores cuya inserciónproductiva es ambigua o que han sido marginados de <strong>el</strong>la, o que actúan <strong>en</strong> <strong>el</strong> terr<strong>en</strong>o de lareproducción social. La activación de sujetos constituidos a partir de r<strong>el</strong>aciones de género,étnias, g<strong>en</strong>eracionales, refer<strong>en</strong>tes territoriales, demandas culturales, etc., contrastó así con <strong>el</strong>pap<strong>el</strong> m<strong>en</strong>os visible desempeñado por organizaciones “de clase” más tradicionales, comosindicatos y algunos partidos *…+ (op. cit: 305).Es preciso señalar que la emerg<strong>en</strong>cia de los movimi<strong>en</strong>tos sociales ha provocado una discusiónacadémica <strong>en</strong>torno al reconocimi<strong>en</strong>to de la superación, y <strong>en</strong> algunos casos <strong>el</strong> abandono de lainterpretación clasista o de posiciones sociales estructurales. Si bi<strong>en</strong> los movimi<strong>en</strong>tos socialesrepres<strong>en</strong>tan a sujetos cuyos intereses no se reduc<strong>en</strong> a aqu<strong>el</strong>los r<strong>el</strong>acionados con posicionesestructurales, es un error teórico desligar estas posiciones de las r<strong>el</strong>acionadas con etnia, género, raza,etc.La composición social de estos movimi<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> <strong>el</strong> “Tercer Mundo” se caracteriza por <strong>el</strong> perfilde clase popular, la mayoría de los actores se r<strong>el</strong>aciona con <strong>el</strong> mundo de la pobreza y la opresión. Entemas amplios como los derechos humanos, género, ambi<strong>en</strong>talismo, prefer<strong>en</strong>cias sexuales, etc., no esevid<strong>en</strong>te una r<strong>el</strong>ación directa con posiciones estructurales, sin embargo Vilas afirma que“*…+ resultan de todos modos referidos a un esc<strong>en</strong>ario de opresión institucional que losempar<strong>en</strong>ta con la dim<strong>en</strong>sión de opresión propia de la pobreza masiva y los aproxima a, y- 107 -


ev<strong>en</strong>tualm<strong>en</strong>te articula con los movimi<strong>en</strong>tos sociales que emerg<strong>en</strong> de la múltiplesmanifestaciones de esta. *…+” (s/f: 306).En <strong>el</strong> caso de las luchas étnicas es posible afirmar que los grupos que las dinamizan se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran atravesados y constreñidos por rasgos de clase que no se pued<strong>en</strong> obviar <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis; sinembargo no son los intereses ligados a estas características los que exclusivam<strong>en</strong>te movilizan <strong>el</strong>conflicto con la sociedad nacional, es la opresión institucional que soportan, contra la que resist<strong>en</strong> yconfrontan <strong>en</strong> ámbitos institucionales.Guillermo Bonfil Batalla (1990) da un panorama de las “demandas concretas” expresadas <strong>en</strong>“<strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s indios” de América Latina, <strong>en</strong> <strong>el</strong>los <strong>el</strong> autor id<strong>en</strong>tifica los sigui<strong>en</strong>tes capítulos: “Def<strong>en</strong>sa y recuperación de la tierra”: <strong>el</strong> reclamo de los PIs pasa por reivindicarterritorios ancestralm<strong>en</strong>te ocupados. En este se contempla la def<strong>en</strong>sa, <strong>el</strong> controly usufructo, y la ampliación de territorios. El trasfondo de este problema es la“*…+ necesidad de conservar y consolidar <strong>el</strong> territorio étnico que garantiza laperviv<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> grupo y de una cultura <strong>en</strong> la que la r<strong>el</strong>ación con la naturalezadesempeña un pap<strong>el</strong> c<strong>en</strong>tral” (op. cit.: 203). “Reconocimi<strong>en</strong>to de la especificidad étnica y cultural”: <strong>en</strong> este capítulo se daforma al reclamo sobre <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de la “difer<strong>en</strong>cia”. La l<strong>en</strong>gua, la culturay las instituciones propias atraviesan <strong>el</strong> planteo que articula la lucha de los PIs. Eneste capítulo se expresa claram<strong>en</strong>te “*…+ la int<strong>en</strong>ción de muchas estrategiasori<strong>en</strong>tadas a la formación de cuadros indios que manej<strong>en</strong> los conocimi<strong>en</strong>tos y latecnología occid<strong>en</strong>tales, a fin de que llegu<strong>en</strong> a conducir directam<strong>en</strong>te todos losplanes de acción instrum<strong>en</strong>tados para la población indíg<strong>en</strong>a; formación demaestros, agrónomos, médicos, abogados y especialistas de todo tipo, surgido d<strong>el</strong>as propias comunidades, es una demanda g<strong>en</strong>eralizada y creci<strong>en</strong>te” (BonfilBatalla, 1990: 204) “La igualdad de derechos fr<strong>en</strong>te al estado”: <strong>en</strong> este punto se manifiesta la luchacontra la opresión institucional que articula difer<strong>en</strong>tes programas de lucha ydifer<strong>en</strong>tes sujetos. El caso indíg<strong>en</strong>a se caracteriza por la d<strong>en</strong>uncia dediscriminación, defici<strong>en</strong>cia de los servicios públicos, la opresión de la burocraciaestatal, la parcialidad d<strong>el</strong> aparato judicial <strong>en</strong> su contra, la restricción formal y- 108 -


práctica para ocupar cargos de gobierno <strong>en</strong> jurisdicciones <strong>en</strong> donde constituy<strong>en</strong>mayoría o <strong>en</strong> donde su número es importante, etc.“Contra la represión y la viol<strong>en</strong>cia”: “*…+ Despojo, asesinato, violación, cárc<strong>el</strong>,imposición y prohibición de cualquier cosa por la fuerza; ese es <strong>el</strong> tono cotidianode las r<strong>el</strong>aciones -con la sociedad dominante- *…+” (op. cit.: 205)De la exposición anterior se despr<strong>en</strong>de una conclusión básica: la lucha de los pueblos indiosti<strong>en</strong>e como objetivo final <strong>el</strong> llegar a ser reconocidos como unidades políticas que sean legítimam<strong>en</strong>teparte constitutiva de los estados nacionales. En esta demanda se resum<strong>en</strong> todas las demandasanteriores, porque la restauración de la unidad política autónoma de cada pueblo es condiciónindisp<strong>en</strong>sable para la continuidad y <strong>el</strong> desarrollo de la cultura propia de cada grupo.En tanto que Iturralde (1995) argum<strong>en</strong>ta que los planteos d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong>América Latina pued<strong>en</strong> agruparse <strong>en</strong> cuatro grandes campos: “territorios, desarrollo económico,desarrollo cultural y autonomía”.La complejidad de los campos y las características particulares de las realidades nacionalescondicionan las posibilidades de las organizaciones indíg<strong>en</strong>as para instalar sus demandas <strong>en</strong> loscontextos institucionales de definición de políticas. Estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos a su vez actúan <strong>en</strong> la formaciónde las estrategias políticas y las formas de acción con que las organizaciones confrontan al Estado.La articulación de estos campos de reclamos responde a la influ<strong>en</strong>cia de al m<strong>en</strong>os cuatrosituaciones que constituy<strong>en</strong> transformaciones <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo de las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre la sociedadindíg<strong>en</strong>a y la sociedad nacional.En primer lugar se fue produci<strong>en</strong>do <strong>el</strong> paso de situaciones aisladas y localizadas de<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to y negociación, a formas globales <strong>en</strong> las que las acciones de demanda se caracterizanpor haber confluido con las de otros sectores que sufr<strong>en</strong> opresión institucional, se dan articulaciones“*…+ desde disputas concretas, por bi<strong>en</strong>es, prácticas culturales o fueros, hacia la lucha por <strong>el</strong> derechoal ejercicio de la hegemonía; desde la resist<strong>en</strong>cia localizada, hacia la lucha g<strong>en</strong>eralizada. *…+”(Iturralde, op. cit.: 124).En segundo lugar y ligado a lo anterior las luchas indíg<strong>en</strong>as han provocado <strong>el</strong> paulatino pasajed<strong>el</strong> reclamo indíg<strong>en</strong>a d<strong>el</strong> ámbito de la legalidad al de la política, <strong>el</strong> paso de la reforma legal al reclamode reformas constitucionales. Tercero, <strong>el</strong> reagrupami<strong>en</strong>to de los PIs <strong>en</strong> base a las demandas étnicas,articuladas por unidades territoriales ha provocado demandas antaño caracterizadas por afectar losinterese de sujetos particulares, por ejemplo los hac<strong>en</strong>dados, hoy hayan pasado a afectar a los- 109 -


intereses de toda la clase dominante, poni<strong>en</strong>do (según <strong>el</strong> contexto nacional) <strong>en</strong> riesgo la seguridadd<strong>el</strong> Estado.Finalm<strong>en</strong>te, la cuarta situación ti<strong>en</strong>e que ver con la id<strong>en</strong>tificación d<strong>el</strong> Estado como <strong>el</strong>interlocutor privilegiado para obt<strong>en</strong>er reconocimi<strong>en</strong>to. Este proceso que se inicia, de acuerdo aIturralde, <strong>en</strong> la segunda mitad d<strong>el</strong> siglo XX y principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la década de los set<strong>en</strong>ta, se r<strong>el</strong>acionacon la política d<strong>el</strong> Estado de sustituir los intermediarios que tradicionalm<strong>en</strong>te aparecían como losinterlocutores y mediadores <strong>en</strong>tre indíg<strong>en</strong>as y Estado (sociedad nacional), por ejemplo las Iglesias ylos hac<strong>en</strong>dados. El Estado empr<strong>en</strong>de un acercami<strong>en</strong>to hacia los PIs que le posibilita ir“*…+ estableci<strong>en</strong>do un contacto cada día más directo con <strong>el</strong>los, vía reforma agraria,régim<strong>en</strong> de aguas y bosques, proyectos de desarrollo, educación rural, sistema decomercialización de básicos, construcción de obras públicas, etcétera; creando así nuevosinterlocutores que ahora, cuando la crisis económica ha puesto a los Estados ante la opción dereducir su injer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la sociedad, no van a desaparecer” (Iturralde, 1995: 124)En nuestro país la realidad de las organizaciones y d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a es variada yadquiere los rasgos estratégicos nombrados: negociación y <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to. Exist<strong>en</strong> <strong>en</strong> nuestro paísorganizaciones étnicas, macroétnicas y pan-étnicas, provinciales, nacionales, transnacionales, quehan logrado articular discursos y prácticas que por lo g<strong>en</strong>eral son de resist<strong>en</strong>cia a la viol<strong>en</strong>ciainstitucional.En la década de los och<strong>en</strong>ta comi<strong>en</strong>za <strong>el</strong> proceso de organización de actores derepres<strong>en</strong>tación indíg<strong>en</strong>a principalm<strong>en</strong>te alrededor d<strong>el</strong> reclamo de tierras, a partir de este mom<strong>en</strong>tolos grupos que se r<strong>el</strong>acionan con la sociedad nacional como campesinos, comi<strong>en</strong>zan <strong>el</strong> camino de laetnogénesis; proceso de “resist<strong>en</strong>cia étnica”, “etnogénesis o re-definición de la id<strong>en</strong>tidad” (Hocsman,2004), son los términos con que algunos autores designan la dinámica id<strong>en</strong>titaria de grupos indíg<strong>en</strong>as<strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to de su desarrollo histórico. Según Vázquez estas manifestaciones constituy<strong>en</strong>“*…+ distintas respuestas consci<strong>en</strong>tes (<strong>en</strong>marcadas <strong>en</strong> reivindicaciones y propuestasindianistas) e inconsci<strong>en</strong>tes (reflejadas <strong>en</strong> actitudes, valores y pautas de conducta) que losmiembros de un grupo local construy<strong>en</strong> <strong>en</strong> los niv<strong>el</strong>es individual y colectivo) como réplica a las- 110 -


distintas expresiones concretas de coerción a las que son sometidos por <strong>el</strong> grupo étnicodominante d<strong>en</strong>tro de un campo de interacción socio-étnica *…+ 28 ” (Hocsman, op. cit.)Es decir que <strong>el</strong> reclamo por la propiedad de las tierras, hizo necesaria la organización de lascomunidades <strong>en</strong> colectivos de repres<strong>en</strong>tación, la novedad hacia finales de los 80 es que esasorganizaciones añad<strong>en</strong> <strong>el</strong> compon<strong>en</strong>te étnico a sus bases id<strong>en</strong>tificatorias y políticas convirtiéndoseeste paulatinam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> eje c<strong>en</strong>tral de la articulación de la lucha indíg<strong>en</strong>a. La auto-adscripción d<strong>el</strong>os individuos a algún pueblo indíg<strong>en</strong>a, reconoci<strong>en</strong>do su her<strong>en</strong>cia histórica y territorial, posibilitó laarticulación de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de difer<strong>en</strong>tes campos para construir su discurso político.Los reclamos de tierras propiciaron un terr<strong>en</strong>o favorable para la re-articulación de lasid<strong>en</strong>tidades étnicas. Puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse que <strong>el</strong> sujeto indíg<strong>en</strong>a de la provincia de Salta empr<strong>en</strong>de unproceso de resist<strong>en</strong>cia y transformación de las interdicciones estructurales que <strong>el</strong> discurso de laid<strong>en</strong>tidad Salteña le aplicaba, las comunidades de la Cordillera ori<strong>en</strong>tal se auto-adscrib<strong>en</strong> como Kollas<strong>en</strong> contraposición a la pret<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> Estado Salteño de campesinizarlos, mi<strong>en</strong>tras <strong>en</strong> un procesoinédito los grupos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a pueblos indíg<strong>en</strong>as chaqueños luchan por su reconocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> lasgeografías de la provincia de Salta.“*…+ tratami<strong>en</strong>tos conting<strong>en</strong>tes a distintos pueblos y a distintos segm<strong>en</strong>tos de unmismo pueblo irán desembocando <strong>en</strong> una multiplicidad de trayectorias de gran influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>las posibilidades indíg<strong>en</strong>as de auto-organización y de redefinición de estrategias decomunalización (…) para mant<strong>en</strong>er límites grupales e intereses consist<strong>en</strong>tes, así como <strong>en</strong> alinscripción d<strong>el</strong> tipo de demandas que se irán efectuando por parte de esta ag<strong>en</strong>ciadiversificada” (Briones, 2005: 36).En <strong>el</strong> año 1992 se crea la organización étnica wichi LHAKA HONHAT con la finalidad dereclamar la titulación de las tierras que ocupan las comunidades que repres<strong>en</strong>ta. Esta demanda seremonta a los 70 pero recién <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1984 se plasman <strong>en</strong> petitorios dirigidos al Estado Salteño.Como <strong>en</strong> la mayoría de los casos la base argum<strong>en</strong>tativa para reclamar la propiedad de lastierras que habitan es la antigüedad o profundidad temporal de la ocupación de las mismas. Como28 Vázquez citado <strong>en</strong> Hocsman (2004).- 111 -


complem<strong>en</strong>to de esta lucha la demanda de g<strong>en</strong>eración de normas legales favorables a intereses d<strong>el</strong>os PIs se constituirá <strong>en</strong> un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to más <strong>en</strong> <strong>el</strong> programa de la organización.De acuerdo a Bulliubasich y Rodriguez (2001) <strong>el</strong> reclamo de tierras por parte de lascomunidades wichí de Salta debe <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse como parte de una resist<strong>en</strong>cia cultural que les permitemant<strong>en</strong>er gran parte de sus prácticas tradicionales. En este s<strong>en</strong>tido “*…+ La r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre suorganización económica y sus prácticas políticas tradicionales se refuerzan con la creación de laAsociación LHAKA HONHAT, que exige la propiedad de la tierra sobre esas bases, confirmándose a lavez sus pret<strong>en</strong>siones con motivo de la legislación nacional e internacional que se va teji<strong>en</strong>do” (op. cit.:17).ÑEEMBOATI GUASU (Nuestra asamblea grande) constituye otro caso particular <strong>en</strong> la cuestiónde la organización de PIs de la provincia de Salta, esta es una organización étnica d<strong>el</strong> pueblo Guarníque agrupa a comunidades de Salta y de Jujuy. Esta organización se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra íntimam<strong>en</strong>te ligada ala APG (Asamblea d<strong>el</strong> Pueblo Guaraní) que ti<strong>en</strong>e su orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> la República de Bolivia <strong>en</strong> donde agrupaa las comunidades pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes al pueblo Tupí-guaraní.Las comunidades guaraníes de las provincias de Salta y Jujuy se ubican <strong>en</strong> c<strong>en</strong>tros urbanos y<strong>en</strong> zonas periurbanas, han estado <strong>en</strong> contacto perman<strong>en</strong>te con los criollos lo que ha contribuido alpaulatino abandono de sus prácticas culturales tradicionales y de su l<strong>en</strong>gua. La r<strong>el</strong>ación de estosgrupos con comunidades de Bolivia culturalm<strong>en</strong>te dinámicas ha dado lugar a una re-funcionalizaciónde su id<strong>en</strong>tidad étnica <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o se ha visto pot<strong>en</strong>ciado por <strong>el</strong> trabajorealizado con la APG.El característico flujo de las zonas de frontera, <strong>el</strong> uso de medios de comunicación comomedios de reproducción cultural y social, ha posibilitado la coproducción de la id<strong>en</strong>tidad. El contactocon comunidades d<strong>el</strong> país vecino a través de viajes <strong>en</strong> donde jóv<strong>en</strong>es guaraníes de la arg<strong>en</strong>tinaparticipan por ejemplo <strong>en</strong> festejos de efemérides étnicas como la que recuerda la Batalla de Kuruyukiti<strong>en</strong><strong>en</strong> un importante valor simbólico para la reconstrucción de la autoestima étnica. 29La re-articulación de la id<strong>en</strong>tidad y la coproducción id<strong>en</strong>titaria d<strong>el</strong> Pueblo Guaraní constituy<strong>el</strong>a base de posibilidad de los reclamos culturales sobre los Estados nación y provinciales. La EIBconstituye un producto de estos procesos. La APG ha g<strong>en</strong>erado <strong>en</strong> Bolivia espacios de formación deag<strong>en</strong>tes sanitarios y de auxiliares bilingües, <strong>en</strong> <strong>el</strong>los han participado jóv<strong>en</strong>es guaraníes de laarg<strong>en</strong>tina. Los auxiliares bilingües regresan a sus comunidades provistos de material didáctico y29 En esta efeméride se recuerda <strong>el</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre los guaraníes y <strong>el</strong> blanco ocurrida <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1892, quedeterminara <strong>el</strong> pasaje a la “resist<strong>en</strong>cia sil<strong>en</strong>ciosa” por parte d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a luego de la masacre ocurrida.- 112 -


textos guaraníes para la EIB producidos <strong>en</strong> Bolivia <strong>en</strong> donde ti<strong>en</strong><strong>en</strong> carácter oficial. Algunos de estosjóv<strong>en</strong>es logran incorporarse al ámbito escolar como auxiliares o maestros especiales de l<strong>en</strong>guaGuaraní.Para los guaraníes arg<strong>en</strong>tinos los hermanos bolivianos repres<strong>en</strong>tan la id<strong>en</strong>tidad auténtica,pero a la vez repres<strong>en</strong>tan <strong>el</strong> retraso económico, d<strong>el</strong> otro lado, para los guaraníes bolivianos loshermanos arg<strong>en</strong>tinos gozan de una mejor situación económica pero, de acuerdo a su análisis a costade perder “la l<strong>en</strong>gua, <strong>el</strong> territorio y <strong>el</strong> “teko” guaraní (su modo de ser)” (Hirsch, s/f).Pero tal vez <strong>el</strong> hecho más significativo haya sido que <strong>en</strong> este contacto han podido construiruna visión sobre <strong>el</strong> valor de la dim<strong>en</strong>sión organizativa de la id<strong>en</strong>tidad. Los resultados obt<strong>en</strong>idos porlos Guaraníes de Bolivia <strong>en</strong> cuanto a posicionarse con fuerza <strong>en</strong> <strong>el</strong> contacto con la sociedad nacional,actuó como un ejemplo para las comunidades salteñas y jujeñas. Esto llevó a revalorizar la l<strong>en</strong>gua,<strong>en</strong>tre otras cosas, como un “arma de lucha política y cultural”, lo que ha posibilitado la construcciónde cierta autonomía basada <strong>en</strong> la desaparición de intermediarios externos, como los misionerosfranciscanos. Empero es necesario destacar que <strong>en</strong> algunos casos estas mediaciones han sidoocupadas por ONGs de variado orig<strong>en</strong> e ideologías: ENDEPA, ASOCIANA, GTZ, etcétera).Sin embargo <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso guaraní los procesos id<strong>en</strong>titarios y de reproducción cultural son deuna manifiesta debilidad <strong>en</strong> contraposición con la situación de los grupos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes al PuebloWichí.“Mi<strong>en</strong>tras los indíg<strong>en</strong>as Wichí insist<strong>en</strong> <strong>en</strong> sus prácticas tradiciones fr<strong>en</strong>te a lamaquinaria aculturadora, defini<strong>en</strong>do su id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong> aspectos c<strong>en</strong>trales de la cultura, comoser, las formas de propiedad, de trabajo, de l<strong>en</strong>gua, los grupos guaraníticos aspiran a poseer losbi<strong>en</strong>es y derechos d<strong>el</strong> hombre blanco, que v<strong>en</strong> reflejados <strong>en</strong> la vida habitual de la poblacióncriolla.Así, las difer<strong>en</strong>tes expectativas con respecto a sus logros, la difer<strong>en</strong>cia de profundidadtemporal <strong>en</strong> cuanto a su radicación <strong>en</strong> las áreas de resid<strong>en</strong>cia, sus r<strong>el</strong>aciones con la poblacióncriolla, <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de organización supracomunitario, la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> cuanto a la int<strong>en</strong>sidad conque expresan sus derechos y las circunstancias mismas de las zonas de actividad y las formasprincipales de organización económica, son factores importantes para la definición de susformas de interp<strong>el</strong>ación al Estado, de modo que la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre los indíg<strong>en</strong>as agrupados <strong>en</strong>LHAKA HONHAT se mueve más hacia la confrontación que hacia la negociación, <strong>en</strong> unmovimi<strong>en</strong>to inverso al adoptado por los grupos guaraníes, poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong> serias dificultades la- 113 -


concreción de un proyecto macroétnico coordinado a niv<strong>el</strong> de las diversas comunidades de laProvincia. Acorde a todos estos factores, además, los indíg<strong>en</strong>as redefin<strong>en</strong> su id<strong>en</strong>tidad,demostrando <strong>el</strong> carácter de construcción social de lo id<strong>en</strong>titario” (Bulliubasich y Rodriguez,2001)En <strong>el</strong> sur de la Arg<strong>en</strong>tina <strong>el</strong> Pueblo Mapuche ha producido procesos de organización étnica apartir de alianzas nacionales y transnacionales (Mapuches de Chile). La COM (Coordinación deorganizaciones Mapuches) ha conseguido articular alrededor de la r<strong>el</strong>ación TERRITORIO-LENGUA-MAPUCHE la base de las organizaciones “con liderazgo y filosofía Mapuche”. En esta r<strong>el</strong>ación seint<strong>en</strong>ta sintetizar la base id<strong>en</strong>titaria de la cultura Mapuche, no hay mapuche sin l<strong>en</strong>gua(mapundungun) y no hay l<strong>en</strong>gua mapuche sin territorio. El wajmapu (territorio mapuche) es <strong>el</strong> orig<strong>en</strong>de mapundungun o habla de la tierra.La expresión TERRITORIO-LENGUA-MAPUCHE que ha principio de los años 90 sustituyó lausada por las organizaciones Mapuche desde los años 80: LENGUA-MAPUCHE ha re-posicionado los<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la id<strong>en</strong>tidad Mapuche para <strong>el</strong>aborar un discurso político de consist<strong>en</strong>cia y poder deapropiación y resist<strong>en</strong>cia a los procesos de producción cultural emanados d<strong>el</strong> Estado neuquino, “*…+La importancia política de este desplazami<strong>en</strong>to (…) es evid<strong>en</strong>te: <strong>el</strong> territorio es la causa primera y <strong>el</strong>mapuche sin territorio no existe” (Golluscio y Vidal, 2002: 16).En la provincia de Neuquén la COM ha formulado una propuesta educativa con motivacionescontra-hegemónicas. En <strong>el</strong> proyecto de Educación intercultural d<strong>el</strong> C<strong>en</strong>tro de educación Mapuche d<strong>el</strong>a COM la organización se pronuncia <strong>en</strong> contra d<strong>el</strong> “bilingüismo escolarizado y estandarizado” y de laconcepción oficial de EBI, d<strong>en</strong>uncia que esta “*…+ no implica más que una vu<strong>el</strong>ta de tuerca funcionalal sistema educativo hegemónico, desde <strong>el</strong> que se transmite una sola cultura (la dominante), y sepermite la <strong>en</strong>trada folclorizada de la llamada diversidad cultural” (Citado <strong>en</strong> Briones, 2004: 127).La propuesta de la COM gira <strong>en</strong> dos ejes, redefinir lo que es <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido por intercultural, <strong>en</strong>este s<strong>en</strong>tido la organización mapuche sosti<strong>en</strong>e que debe ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido como un “<strong>en</strong>tre” pares y nocomo “desde” un sector hegemónico “para” otros subalternos, algo similar a la distinción queestablece Paulo Freire <strong>en</strong>tre una Pedagogía d<strong>el</strong> Oprimido y otra Pedagogía para los Oprimidos, esdecir que la naturaleza de la educación intercultural se define por la ag<strong>en</strong>cia de la que emana, si esuna construcción dialógica o una “donación” de los sectores hegemónicos para los sectoressubalternos. El otro eje ti<strong>en</strong>e que ver con la demanda de una educación que no esté dirigidaexclusivam<strong>en</strong>te a los Mapuche, sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que debe ser un derecho de todos los neuquinos.- 114 -


Puede afirmarse como conclusión d<strong>el</strong> análisis de estos procesos de organización política de loPIs que lo territorial aglutina <strong>el</strong> conjunto de las r<strong>el</strong>aciones vitales y define la id<strong>en</strong>tidad y pot<strong>en</strong>cia <strong>el</strong>aspecto organizativo de la id<strong>en</strong>tidad que se construye dialécticam<strong>en</strong>te con los tratami<strong>en</strong>tosconting<strong>en</strong>tes que para cada pueblo indíg<strong>en</strong>a planifican los Estados federal y provincial. En este campocada pueblo y cada comunidad <strong>en</strong> interacción con <strong>el</strong> Estado e intermediarios nacionales einternacionales han d<strong>el</strong>ineado trayectorias específicas que operan como condiciones de base para laauto-organización, <strong>el</strong> t<strong>en</strong>dido de redes y alianzas étnicas e interétnicas, y la <strong>el</strong>aboración de estrategiaspara reclamar al Estado, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso que nos interesa, educación intercultural y bilingüe.- 115 -


CAPÍTULO IVIV.1. La escu<strong>el</strong>a espacio de construcción de la interculturalidadDe acuerdo a lo que t<strong>en</strong>dremos oportunidad de apreciar <strong>en</strong> <strong>el</strong> cuerpo de este capítulo last<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias marcadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo anterior sobre <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de los PIs, laspolíticas de producción cultural, las nuevas definiciones de los sujetos gobernables, constituy<strong>en</strong> undesplazami<strong>en</strong>to de los significantes que <strong>el</strong> discurso neoliberal utiliza para re-significar y refuncionalizarla ideología que le posibilita <strong>el</strong> establecimi<strong>en</strong>to de un nuevo mod<strong>el</strong>o social, económico ycultural.El multiculturalismo es la ideología que le permite al capitalismo pos industrial ampliar loslímites establecidos por <strong>el</strong> complejo cultural occid<strong>en</strong>tal. Además de crear la “ilusión” d<strong>el</strong> pluralismodesc<strong>en</strong>trando <strong>el</strong> foco de la irradiación de cultura, opera un desplazami<strong>en</strong>to de los principios políticosd<strong>el</strong> liberalismo sustituy<strong>en</strong>do la igualdad con la diversidad, y la justicia redistributiva con <strong>el</strong>reconocimi<strong>en</strong>to. Es decir que esta ideología se funda <strong>en</strong> la exclusión de la desigualdad social y lainjusticia de las ag<strong>en</strong>das de los Estados.Sin embargo hay que reconocer las condiciones favorables creadas por la ampliación de losmárg<strong>en</strong>es culturales introducidos por <strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong> multiculturalismo para que los PIs puedanfinalm<strong>en</strong>te lograr que se los reconozca <strong>en</strong> las legislaciones, y declaraciones de derechos, así como <strong>en</strong>las ag<strong>en</strong>das de los Estados, constituy<strong>en</strong> un hito histórico.En lo estrictam<strong>en</strong>te educativo <strong>en</strong> los últimos treinta años se han g<strong>en</strong>erado una serie deexperi<strong>en</strong>cias que desde las áreas más periféricas de las prácticas educativas fueron dando forma, con<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos particulares de acuerdo a los contextos, lo que <strong>en</strong> la actualidad se d<strong>en</strong>omina EducaciónIntercultural Bilingüe (EIB). La conjunción de factores sociales y políticos que pusieron <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a ladiversidad y la necesidad d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o económico de re-definir los sujetos gobernables, s<strong>en</strong>taron lasbases para la apropiación de la EIB por parte de los Estados.Si t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que “En América Latina las más importantes-o quizá visiblesmodificacionesnormativas han ocurrido <strong>en</strong> las legislaciones de educación y cultura, dejandodesarticulados los espacios r<strong>el</strong>ativos a los derechos estratégicos de los pueblos respecto a laterritorialidad o a la tierra y <strong>el</strong> acceso, <strong>en</strong> condiciones de equidad y respeto a sus peculiaridades, a losservicios y necesidades fundam<strong>en</strong>tales: capital, crédito, tecnología, control de la cad<strong>en</strong>a productiva yde circulación, poder jurisdiccional, gobierno y gobernabilidad local, espiritualidad, salud, etc ” (Moya,- 116 -


1998: 106); t<strong>en</strong>emos que suponer que <strong>el</strong> cambio <strong>en</strong> las definiciones de los sujetos pasa por <strong>el</strong>reconocimi<strong>en</strong>to de lo cultural, los grupos indíg<strong>en</strong>as que antaño eran igualados por su condiciónsocioeconómica hoy son definidos por su capital cultural, nueva mercancía <strong>en</strong> un mundo <strong>en</strong> donde ladiversificación económica ha redim<strong>en</strong>sionado la industria cultural.En este marco <strong>el</strong> debate acerca de Pluri o Multiculturalidad se torna un tema es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>tepolítico alrededor d<strong>el</strong> cual se buscan cons<strong>en</strong>sos aleatorios o estratégicos, pero que <strong>en</strong> últimainstancia y desde la perspectiva de los Estados ti<strong>en</strong>e que ver con <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de prestaciones sociales quegarantiza y no con la democratización de la estructura de poder. En este s<strong>en</strong>tido debemos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lainterculturalidad <strong>en</strong> educación.Esta idea vino a introducir <strong>en</strong> la esc<strong>en</strong>a social de los Estados Latinoamericanos la noción deconflicto social lat<strong>en</strong>te. Si <strong>en</strong> un primer mom<strong>en</strong>to la int<strong>en</strong>ción de los gobiernos liberales yneoliberales era buscar una r<strong>el</strong>ación de equilibrio <strong>en</strong>tre las culturas, basada <strong>en</strong> la premisa de losderechos humanos universales, <strong>el</strong> resultado fue que, por un lado, se contribuyó a la autoestimacultural de los PIs y por otro a dejar <strong>en</strong>trever las condiciones de desv<strong>en</strong>taja, opresión nacional yexplotación social, exclusión social y marginación, <strong>en</strong> última instancia las condiciones desubalternidad de este sujeto.Existe una tradición educativa <strong>en</strong> la educación indíg<strong>en</strong>a que debe señalarse como anteced<strong>en</strong>tede la EIB. Como veremos más ad<strong>el</strong>ante <strong>el</strong> problema lingüístico suscitó <strong>el</strong> interés por p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> la<strong>en</strong>señanza d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a. La <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a tuvo desde un principio lapreocupación de cast<strong>el</strong>lanizar al indio, lo que equivalía a aculturarlo, <strong>el</strong> fracaso de los métodos dealfabetización utilizados planteó <strong>el</strong> tema d<strong>el</strong> bilingüismo que pronto se as<strong>en</strong>taría <strong>en</strong> <strong>el</strong> biculturalismo.De acuerdo a Moya bilingüismo y biculturalismo sirvieron para los mismos fines, la asimilaciónde los indíg<strong>en</strong>as: “*…+ <strong>el</strong> matiz importante era que si la l<strong>en</strong>gua materna se usaba como ‘pu<strong>en</strong>te’ parapasar a la l<strong>en</strong>gua mayoritaria, también la cultura propia permitiría <strong>el</strong> tránsito a la cultura mayor”(Moya, 1998: 109).El concepto de interculturalidad suscita difer<strong>en</strong>tes interpretaciones de acuerdo a los interesessociales que lo defin<strong>en</strong>. Surge como <strong>el</strong> biculturalismo de contextos de bilingüismo, pero se sust<strong>en</strong>ta<strong>en</strong> principios políticos distintos, y <strong>en</strong> la esc<strong>en</strong>ificación discursiva de la diversidad <strong>en</strong> tanto recurso.A la cuestión d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de la diversidad se debe agregar <strong>el</strong> <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to articulador d<strong>el</strong>as nociones de interculturalidad que circulan <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes campos <strong>en</strong> donde se la utiliza, lasuposición d<strong>el</strong> “diálogo cultural <strong>en</strong>tre iguales” (op. cit.). En esta definición opera <strong>el</strong> desplazami<strong>en</strong>toseñalado desde lo social de las id<strong>en</strong>tidades a lo cultural, <strong>el</strong> nuevo mod<strong>el</strong>o int<strong>en</strong>ta pres<strong>en</strong>tar un- 117 -


equilibrio <strong>en</strong>tre las culturas como remedio a la lucha de clases, <strong>el</strong> diálogo como base de sociedadesplurales.Ruth Moya argum<strong>en</strong>ta que esta noción de interculturalidad tuvo un doble efecto, por unaparte se convirtió <strong>en</strong> fu<strong>en</strong>te de autoestima para los PIs, pero por otro lado oculto tras <strong>el</strong> afán derevalorización de las culturas que justam<strong>en</strong>te esta necesidad ti<strong>en</strong>e orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> la condición dedesv<strong>en</strong>taja de estos <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la sociedad nacional y <strong>en</strong> <strong>el</strong> dato de “que los derechos culturalesestán conculcados y no hay condiciones sociales para ejercerlos” (Moya, 1998: 110).Las condiciones d<strong>el</strong> diálogo que propone la interculturalidad son las que se deb<strong>en</strong> revisar para<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der sus posibilidades, pues históricam<strong>en</strong>te los sectores que esta ideología int<strong>en</strong>ta igualar <strong>en</strong> <strong>el</strong>diálogo han ocupado posiciones desiguales, lo que g<strong>en</strong>era asimetrías de poder <strong>en</strong> <strong>el</strong> intercambiosimbólico que se busca.“No hay por <strong>el</strong>lo que empezar por <strong>el</strong> diálogo, sino con la pregunta por las condicionesd<strong>el</strong> diálogo. Dicho todavía con mayor exactitud, hay que exigir que <strong>el</strong> diálogo de las culturas seade <strong>en</strong>trada diálogo sobre los factores económicos, políticos, militares, etc., que condicionanactualm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> intercambio franco <strong>en</strong>tre las culturas de la humanidad. Esta exig<strong>en</strong>cia es hoyimprescindible para no caer <strong>en</strong> la ideología de un diálogo descontextualizado que favoreceríasolo los intereses creados de la civilización dominante, al no t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la asimetría depoder que reina hoy <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo” 30 (Vázquez Medina, 2007).En la escu<strong>el</strong>a este diálogo está condicionado y contextualizado por las tradicionespedagógicas y de la formación doc<strong>en</strong>te que si<strong>en</strong>tan las bases de la desigualdad <strong>en</strong> la distribución depoder <strong>en</strong>tre los sujetos de acuerdo a la posición social y cultural. 31 A pesar de la ext<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong>discurso de la interculturalidad la escu<strong>el</strong>a sigue g<strong>en</strong>erando los marcos r<strong>el</strong>acionales dehomog<strong>en</strong>eización y discriminación que dan forma a las dinámicas pedagógico políticas que laatraviesan.La interculturalidad se liga <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a a algunos sobre<strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos como por ejemplo que losPIs son grupos rurales, que constituy<strong>en</strong> un sector de la sociedad nacional y no pueblos con30 Fornet citado por Vazquez Medina (2007).31 De partida nos c<strong>en</strong>tramos <strong>en</strong> este ámbito de las asimetrías, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do que <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de las r<strong>el</strong>acionespedagógicas la distribución asimétrica de poder es constitutiva y ti<strong>en</strong>e como fundam<strong>en</strong>to al conocimi<strong>en</strong>to queposee <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te que lo ubica <strong>en</strong> <strong>el</strong> lugar de la autoridad.- 118 -


trayectorias históricas y políticas r<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te autónomas de la sociedad nacional, lo que le sirvecomo fundam<strong>en</strong>to a las políticas educativas para definir a la EIB como “modalidad” educativa para unsector de la sociedad.Quién o quiénes defin<strong>en</strong> la EIB es <strong>el</strong> punto de partida para interpretar <strong>el</strong> carácter de esta <strong>en</strong>un marco político pedagógico. Desde <strong>el</strong> Estado la EIB se cond<strong>en</strong>sa sobre la base de dar por s<strong>en</strong>tadoque la sociedad ha logrado arribar a la democracia buscada por lo que “*…+ pi<strong>en</strong>san que bastaría con‘actualizar’ la escu<strong>el</strong>a y ‘reconocer’ a los ‘difer<strong>en</strong>tes’ *…+”(Alonso y Díaz, 2004: 93). Tal comoanalizamos <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo anterior las reformas educativas promovidas por los Estados neoliberales secaracterizaron <strong>en</strong> lo discursivo por ser autorefer<strong>en</strong>cial y por construirse <strong>en</strong> tiempo futuro operandouna ruptura con <strong>el</strong> pasado y las tradiciones, eternizando <strong>el</strong> pres<strong>en</strong>te. Por lo tanto <strong>el</strong> asimilacionismo yla homeg<strong>en</strong>eización d<strong>el</strong> pasado habrían caducado <strong>en</strong> la sociedad plural y tolerante d<strong>el</strong> pres<strong>en</strong>te.IV. 2. La escu<strong>el</strong>a moderna: <strong>el</strong> territorio homog<strong>en</strong>eizado y la clausura de las difer<strong>en</strong>ciasLa institución escolar construida por la modernidad, que dominó durante todo <strong>el</strong> siglo pasado<strong>en</strong> la sociedad arg<strong>en</strong>tina como ag<strong>en</strong>cia de socialización y educación, contrasta con la escu<strong>el</strong>a actualque empieza a construirse a partir de experi<strong>en</strong>cias particulares, que <strong>en</strong> muchos casos constituy<strong>en</strong>experi<strong>en</strong>cias alternativas, pero que solo pued<strong>en</strong> ser compr<strong>en</strong>didas si se las ubica <strong>en</strong> <strong>el</strong> marcorefer<strong>en</strong>cial de la modernidad educativa.Estas experi<strong>en</strong>cias y alternativas han <strong>en</strong>contrado espacio de significación, pero también deconstricción, <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso pedagógico de las últimas décadas, a partir de este mom<strong>en</strong>to se hanempezado a conceptualizar e implem<strong>en</strong>tar la educación intercultural bilingüe no sin contradicciones yambival<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> una escu<strong>el</strong>a que como espacio para la construcción de interculturalidad se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ll<strong>en</strong>a de paradojas y contradicciones históricas, políticas, sociales y pedagógicas.La escu<strong>el</strong>a homog<strong>en</strong>eizadora de la modernidad se constituyó sobre la base de la políticacultural y de la id<strong>en</strong>tidad nacional <strong>el</strong>aborada por <strong>el</strong> Estado. La exclusión de determinadas id<strong>en</strong>tidadesde clase, raza, género y etnia funcionaba, <strong>en</strong> tanto tecnologías d<strong>el</strong> yo, como control de la difer<strong>en</strong>cia,<strong>el</strong> objetivo de estas era barrer con la cultura de los inmigrantes, como sosti<strong>en</strong>e Puiggrós la idea de lag<strong>en</strong>eración de 1880 era que <strong>el</strong> sujeto pedagógico constituiría <strong>el</strong> sujeto social la escu<strong>el</strong>a normalizadora- 119 -


ayudaría <strong>en</strong> la tarea de “barrer la basura de la inmigración inmunda” (Puiggrós, 1990: 99), perotambién con los resabios d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a y <strong>el</strong> criollo.Esta escu<strong>el</strong>a fue <strong>el</strong> fruto de acaloradas luchas por determinar su fisonomía, sus mecanismos ydispositivos pedagógicos, y la ideología que al fin de cu<strong>en</strong>tas t<strong>en</strong>ía <strong>el</strong> mandato de transmitir. Partir deesta observación es de acuerdo a Adriana Puiggros“*…+ abrir una compuerta que pone <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia no solam<strong>en</strong>te luchas profundas <strong>en</strong> lasprimeras décadas de vida d<strong>el</strong> sistema escolar arg<strong>en</strong>tino, sino la exist<strong>en</strong>cia de más de unproyecto y sobre todo de más de una posibilidad que, aunque como alternativas finalm<strong>en</strong>tederrotadas, fueron determinantes <strong>en</strong> la constitución d<strong>el</strong> discurso pedagógico hegemónico” (op.cit.: 80).El producto de tales conti<strong>en</strong>das expresan <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos tan contradictorios como los principiossociales d<strong>el</strong> liberalismo y <strong>el</strong> catolicismo, conceptos ci<strong>en</strong>tíficos de proced<strong>en</strong>cia principalm<strong>en</strong>tepositivista que se amalgaman con <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong> idealismo alemán, y <strong>el</strong> marxismo, <strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong>higi<strong>en</strong>ismo y la medicina que articulados con <strong>el</strong> Darwinismo social y las ideas de Sp<strong>en</strong>cer definieronlos parámetros para reconocer los sujetos educables.Tal producto se constituyó <strong>en</strong> la “cultura escolar”, que tuvo como función la rutinización d<strong>el</strong>m<strong>en</strong>saje escolar que a partir de ese mom<strong>en</strong>to quedaba “codificado, homog<strong>en</strong>eizado y sistematizado”.En los términos de Bourdieu constituye un hábitus ligado profundam<strong>en</strong>te al campo escolar. Cómofuncionaba ese hábitus, lo hacía como un correctivo de aqu<strong>el</strong> que portaban aqu<strong>el</strong>los sujetos que eranid<strong>en</strong>tificados como la “barbarie”, y además se reforzaba con rituales que los ubicaban <strong>en</strong> “lugaressubordinados d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> vínculo pedagógico con <strong>el</strong> Estado” (Puiggrós, 1990: 109).Esta cultura escolar y hábitus implicaron la “combinación” de la multiplicidad de s<strong>en</strong>tidos qu<strong>el</strong>e imprimieron al proceso de constitución de la escu<strong>el</strong>a las fragm<strong>en</strong>taciones y contradicciones de lasestructuras significantes propias de los actores que incidieron <strong>en</strong> él. Si <strong>en</strong> países como México, Boliviay Perú, <strong>en</strong>tre otros, caracterizados por una importante población indíg<strong>en</strong>a como base de la sociedad,se discutía <strong>el</strong> “grado de educabilidad d<strong>el</strong> indio”, <strong>en</strong> nuestro país podemos considerar que <strong>el</strong> “indio”estaba fuera de cuestión, la discusión de la educabilidad estaba c<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>en</strong>imigrante.Aún así es necesario notar que empieza a conformarse <strong>el</strong> paternalismo y <strong>el</strong> moralismo comoideología d<strong>el</strong> Estado hacia <strong>el</strong> “indio” y otros “desheredados”. Producto de esta política de ladifer<strong>en</strong>cia son creadas algunas escu<strong>el</strong>as para los “indios” que <strong>en</strong>traban <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la teoría d<strong>el</strong>- 120 -


u<strong>en</strong> salvaje, los grupos que sobrevivieron de la matanza que se llevó a cabo <strong>en</strong> la región pampeana,“<strong>el</strong> desierto”, <strong>en</strong> los límites con la Patagonia. Estos grupos son igualados por <strong>el</strong> discurso paternalista ymoralista con los presos y los <strong>en</strong>fermos institucionalizados. Puiggrós r<strong>el</strong>ata algunos pasajes d<strong>el</strong>discurso emitido <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1882 por <strong>el</strong> congresista de Santa Olaya que ilustran <strong>el</strong> carácter de estaideología:“*…+ pregunta –Santa Olaya- si para los obreros, indios e incluso los inmigrantes, “¿para estaclase de <strong>en</strong>fermos, declarados socialm<strong>en</strong>te incurables, no hay medicina posible?2 Son pobresparias, que ni sab<strong>en</strong> leer y por lo tanto ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la desgracia de no poder ocupar lugar alguno <strong>en</strong>una biblioteca pública y están destituidos de protección que mejore sus costumbres y losmoralice. Están a merced de los c<strong>en</strong>tros de corrupción que son <strong>el</strong> equival<strong>en</strong>te a los c<strong>en</strong>tros derecreo <strong>el</strong>egantes de las clases privilegiadas, a la codicia de explotadores inhumanos que lessacan su salario <strong>en</strong>v<strong>en</strong><strong>en</strong>ándolos con bebidas alcohólicas, y no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra por lo tanto otraforma de desahogo que la utilización de las armas blancas, las cru<strong>el</strong>dades de la riña de gallos yotros espectáculos salvajes, como <strong>en</strong> la época de los amos y los esclavos *…+.La autora realiza una acusación <strong>en</strong> contra de Santa Olaya qui<strong>en</strong> t<strong>en</strong>dría una int<strong>en</strong>cionalidadpolítica que se esconde <strong>en</strong> esta perorata humanitaria:*…+ El argum<strong>en</strong>to más fuerte que usa <strong>el</strong> disertante, es la necesidad de educar a los que deberánejercer <strong>el</strong> voto: D<strong>en</strong>uncia la obedi<strong>en</strong>cia pasiva que impon<strong>en</strong> los patrones o los caudillos, quearrean a la g<strong>en</strong>te cuando va a ejercer su derecho constitucional *…+” (op. cit.: 107).En este contexto la pedagogía se liga a la escu<strong>el</strong>a y se conc<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> <strong>el</strong> método de <strong>en</strong>señanza.De acuerdo a Pineau (2005) este proceso se dio como la “constitución de la disciplina y <strong>el</strong> campopedagógico, y su reducción hacia lo escolar”. Es posible afirmar que <strong>en</strong> este marco histórico ysituacional se puede d<strong>en</strong>ominar a la pedagogía como“La transmisión de una verdad que ti<strong>en</strong>e por función dotar a una sujeto cualquiera deactitudes, capacidades, de saberes que no poseía antes y que deberá poseer al final de lar<strong>el</strong>ación pedagógica. Pero <strong>en</strong> esta r<strong>el</strong>ación, tal y como ti<strong>en</strong>e lugar <strong>en</strong> la pedagogía cristiana,subyace también una psicagogia, es decir la transmisión de una verdad que no ti<strong>en</strong>e tanto por- 121 -


función dotar a un sujeto de actitudes o saberes, cuanto modificar <strong>el</strong> modo de ser d<strong>el</strong> sujeto.Así, pues, <strong>en</strong> <strong>el</strong> interior de esa r<strong>el</strong>ación institucionalizada de carácter desigual <strong>en</strong>tre maestro ydiscípulo subyace una herm<strong>en</strong>éutica d<strong>el</strong> sujeto que impone al discípulo la exig<strong>en</strong>cia dedescubrir y de decir la verdad acerca de él mismo. En <strong>el</strong> fondo de toda pedagogía cristianasubyace la espiritualidad, es decir, un conjunto de búsquedas, prácticas y experi<strong>en</strong>cias queti<strong>en</strong>e que ver con la purificación, la ascesis, la r<strong>en</strong>uncia, las modificaciones de la exist<strong>en</strong>cia, yque constituy<strong>en</strong> para <strong>el</strong> sujeto un precio a pagar si quiere t<strong>en</strong>er acceso a la verdad. Locaracterístico de la herm<strong>en</strong>éutica cristiana d<strong>el</strong> sujeto, herm<strong>en</strong>éutica inscripta <strong>en</strong> la pedagogíacristiana, pasa por la r<strong>en</strong>uncia a uno mismo” 32 (Díaz y Alonso, 2004: 24).La pedagogía se constituye sobre una base de tecnologías d<strong>el</strong> yo, de control d<strong>el</strong> deseo, y de<strong>en</strong>cierro de los cuerpos que no podrían haber funcionado sin un marco material e institucional quedinamizara tales estrategias de profilaxis social. La escu<strong>el</strong>a se constituyó <strong>en</strong> <strong>el</strong> “espacio cerrado comodispositivo institucional” p<strong>en</strong>sado sobre la “matriz eclesiástica” de <strong>en</strong>cierro=sacralidad queexpresaba la separación <strong>en</strong>tre lo mundano y lo sagrado y que debía caracterizar a todo lo que ocurría<strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. La Escu<strong>el</strong>a, templo d<strong>el</strong> saber fue <strong>el</strong> esc<strong>en</strong>ario <strong>en</strong> donde se puso <strong>en</strong> funcionami<strong>en</strong>to latecnología d<strong>el</strong> yo que le permitió a la política de la id<strong>en</strong>tidad dar forma a la subjetividad d<strong>el</strong> maestroy <strong>el</strong> discípulo tal como lo expresa la cita anterior de Álvarez Uría (op. cit.).IV.2.a. La institucionalización de la “maquinaria escolar” y la cuestión institucional <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>aLa institucionalización de la escu<strong>el</strong>a obligatoria <strong>en</strong> occid<strong>en</strong>te no puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derseaisladam<strong>en</strong>te de la necesidad d<strong>el</strong> Estado de controlar a las clases trabajadoras. El control social comomecanismo ligado a la cuestión social d<strong>el</strong> siglo XIX explica la fisonomía de la escu<strong>el</strong>a, <strong>el</strong> lugar c<strong>en</strong>tralque ocupaba <strong>el</strong> discurso disciplinador-moralizante, la higi<strong>en</strong>e, <strong>el</strong> disciplinami<strong>en</strong>to de los cuerpos,<strong>en</strong>tre otros aspectos, que dan cu<strong>en</strong>ta de la función integradora con que nace la escu<strong>el</strong>a publica.La génesis de toda institución supone una “viol<strong>en</strong>cia necesaria (…) viol<strong>en</strong>cia fundadora que esviol<strong>en</strong>cia legal, <strong>en</strong> tanto es la ley (de obligatoriedad) la que la legitima” (Garay, s/f: 148). La viol<strong>en</strong>ciade la ley ti<strong>en</strong>e como objetivo formular “interdicciones estructurantes” de los sujetos, provocar lasujeción de los ag<strong>en</strong>tes a una cultura <strong>en</strong> la que deb<strong>en</strong> “reconocerse sujetados *…+, reconocer a losotros, limitar <strong>el</strong> deseo de trasgresión, regular los conflictos y la rivalidad” (op. cit.: 148).32 Álvarez-Uria citado <strong>en</strong> Díaz y Alonso (2004).- 122 -


Para lograr dicha sujeción d<strong>el</strong> individuo la vía por la que se optó desde la institucionalizaciónde la escu<strong>el</strong>a fue la imposición disciplinaria. Adriana Puiggrós sosti<strong>en</strong>e que esta operación se valió d<strong>el</strong>uso de una serie de técnicas y destaca las d<strong>en</strong>ominadas “técnicas de clausura”.Entre estas técnicas están las más concretas como la construcción de espacios de <strong>en</strong>cierro yaislami<strong>en</strong>to con una organización temporal acorde a los objetivos educativos. Con estos dispositivosse buscó “*…+ <strong>el</strong>iminar las conexiones con aqu<strong>el</strong>los sectores que repres<strong>en</strong>taban una disonancia con <strong>el</strong>perfil d<strong>el</strong> escolar-futuro ciudadano *…+” p<strong>en</strong>sado por la clase dirig<strong>en</strong>te. Además se definieron lossujetos que se <strong>en</strong>cerrarían físicam<strong>en</strong>te, quedaría establecida “la clausura cultural”, la “barbarie”debía dejar de ser una abstracción por lo que “*…+ se requería definir los cont<strong>en</strong>idos que se leadjudicarían, para construir barreras político-culturales que impidieran su disfunción” (Puiggrós,1990: 116).El darwinismo social proporcionó <strong>el</strong> sust<strong>en</strong>to para justificar las divisiones específicas quedirigirían los mecanismos de distinción y de clasificación de los sujetos sociales que ingresarían a laescu<strong>el</strong>a, así como las trayectorias sociales por donde circularían, es decir “los caminos de salida y susdestinos finales”.El Estado se valdría de un personal especializado para esta tarea: educadores, médicos ypsicólogos “normalizadores”. Estos ag<strong>en</strong>tes cumplieron dos funciones claves <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido:“*…+ Una función teórica, dirigida a poner uno de los pilares de la cultura política arg<strong>en</strong>tina: lajustificación de la distribución de los rangos y sus combinaciones, y su imposición comocategorías perman<strong>en</strong>tes, aunque vacías, es decir su implantación como sistema de r<strong>el</strong>aciones.Otra, político pedagógica: la designación de los grupos y de los espacios que <strong>el</strong>los ocuparían, <strong>en</strong>ese mom<strong>en</strong>to histórico” (op. cit.: 117).Entonces la operación de cierre o clausura que se apoya <strong>en</strong> la fuerza y la viol<strong>en</strong>cia de la leybuscó, <strong>en</strong>tre otras cosas, ahogar los esfuerzos de los sectores subalternos por gestionar sus propiosmodos de educación, lo que le posibilitaría a la escu<strong>el</strong>a constituirse <strong>en</strong> la ag<strong>en</strong>cia hegemónica desocialización.La institucionalización de la escu<strong>el</strong>a obligatoria coincide, no casualm<strong>en</strong>te, con la definición d<strong>el</strong>estatuto de la infancia, la difusión d<strong>el</strong> s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to que permitiera instaurar la familia conyugal comomod<strong>el</strong>o deseable y aceptable. Las definiciones de estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos llevaban implícita la decisión deromper con <strong>el</strong> exterior, con la cotidianidad d<strong>el</strong> niño.- 123 -


El maestro hará funcionar la maquinaria escolar con los métodos propios de las institucionesde <strong>en</strong>cierro: individualización y disciplinami<strong>en</strong>to. Álvarez-Uría y Var<strong>el</strong>a argum<strong>en</strong>tan que <strong>el</strong> “pupitre”es un dispositivo fundam<strong>en</strong>tal de individualización, este ofrecía una posibilidad superior a la que da <strong>el</strong>banco ya que establece una “distancia física y simbólica <strong>en</strong>tre los alumnos de la clase”, constituye deacuerdo a los autores un “*…+ artefacto destinado al aislami<strong>en</strong>to, inmovilidad corporal, rigidez ymáxima individualización –que- permitirá la emerg<strong>en</strong>cia de técnicas complem<strong>en</strong>tarias destinadas amultiplicar la sumisión d<strong>el</strong> alumno *…+” (Var<strong>el</strong>a y Álvarez-Uría, s/f: 53).Estas técnicas de clausura e individualización con las que contaba <strong>el</strong> maestro secomplem<strong>en</strong>taban con una nueva ci<strong>en</strong>cia, la psicología escolar. Las ci<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to impregnadaspor la filosofía y la metodología positivistas difundieron la actitud tecnológica hacia <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to,base de la necesaria reforma y reorganización social. Las ci<strong>en</strong>cias sociales adquirirían un pronunciadocarácter de control, <strong>en</strong> este caso control de la infancia a través de la construcción de “<strong>el</strong> mapa de lam<strong>en</strong>te infantil”. La articulación de todos estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la “maquinaria escolar” g<strong>en</strong>eró “*…+ unaauténtica camisa de fuerza psicopedagógica que inaugura una neocolonización sin preced<strong>en</strong>tes qu<strong>en</strong>o ha hecho sino com<strong>en</strong>zar” (op. cit.: 53).Como se aprecia la construcción d<strong>el</strong> dispositivo institucional escolar responde a una necesidadpolítica de integración de la sociedad capitalista, las ci<strong>en</strong>cias sociales hegemónicas de mediados desiglo XIX <strong>en</strong> ad<strong>el</strong>ante se preocuparían por <strong>el</strong> problema de la organización política ligada al trabajoasalariado, era urg<strong>en</strong>te que los hijos de los sectores subalternos fueran “secuestrados” d<strong>el</strong> contextode semejante pot<strong>en</strong>cial anómico que constituían las fábricas, la calle, las familias etcétera (hoy sediría contextos de “alto riesgo social”). Es decir aqu<strong>el</strong>los sujetos debían ser moralizados ydisciplinados pues constituían una am<strong>en</strong>aza para <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> oligárquico y conservador.La institución escolar puede definirse, así como toda institución social, como una formaciónpropia d<strong>el</strong> contexto social y cultural al que pert<strong>en</strong>ece y d<strong>el</strong> que es producto, así como d<strong>el</strong> marcohistórico <strong>en</strong> <strong>el</strong> cual se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra inserta. Este rasgo constitutivo explica la complejidad de susmúltiples dim<strong>en</strong>siones, instancias y registros.Las instituciones surg<strong>en</strong> de un mandato social que les da legitimidad y otorga s<strong>en</strong>tido a lafunción que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> la sociedad de la que es producto. Ahora bi<strong>en</strong> tal legitimidad y la ejecución de lafunción de las instituciones se basan <strong>en</strong> <strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so acerca d<strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de la misma, <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to este,c<strong>en</strong>tral para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las interacciones de los ag<strong>en</strong>tes que <strong>en</strong> <strong>el</strong>las cumpl<strong>en</strong> las funciones sociales quese les asignan y sus proyectos personales.- 124 -


Esta afirmación implica aceptar que sin dicho cons<strong>en</strong>so funcionando la institución escolarperdería <strong>el</strong> carácter de totalidad que le posibilita reproducirse. Las instituciones son producidas yreproducidas por los actores a través de la interacción: “*…+ Estas no pued<strong>en</strong> dejar de sersignificativas para los mismos, qui<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong><strong>en</strong> siempre una interpretación sobre la índole de susr<strong>el</strong>aciones *…+” (Batallán y García, 1998: 218).Es que, según Batallan y García, sin estas significaciones quedaría al descubierto para losactores la “pret<strong>en</strong>sión de valor por si mismo” con que se pres<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> social <strong>en</strong> las institucionessociales <strong>en</strong> donde este se reproduce. El cons<strong>en</strong>so que se busca g<strong>en</strong>erar como base de los significadosque articulan y estructuran las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre los sujetos lo es también de lo “universal” que <strong>en</strong> lamodernidad sosti<strong>en</strong>e y cohesiona lo social.Este carácter universal de la constitución de lo social actúa <strong>en</strong> última instancia como <strong>el</strong>s<strong>en</strong>tido de lo que ocurre <strong>en</strong> la institución, de las interacciones de los actores. Tal s<strong>en</strong>tido no puede sercompletam<strong>en</strong>te claro para los actores pues la condición para su reproducción es que “*…+ lainterpretaciones de los ag<strong>en</strong>tes no coincid<strong>en</strong> con lo que <strong>en</strong> realidad son sus interacciones, ya queestas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> resultados inint<strong>en</strong>cionados que van más allá o se quedan más acá de las significacionesque <strong>el</strong>los le dan *…+” (op. cit.: 218).Puede afirmarse, de acuerdo a los autores que “realizar la libertad y la igualdad de loshombres” es <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido que otorga legitimidad a las instituciones sociales (es la función que g<strong>en</strong>era <strong>el</strong>cons<strong>en</strong>so). Existe <strong>en</strong>tonces, <strong>en</strong> la génesis de estos productos sociales, un “acuerdo de muchos” queg<strong>en</strong>era la “gramática de la racionalidad” que circula <strong>en</strong> las instituciones y que es indisociable de <strong>el</strong>las.En palabras de los autores que seguimos: “*…+ Cabría –otra- manera de expresar lo mismo: lasinstituciones pued<strong>en</strong> ser consideradas como promesas, ya sea de salud, educación, justicia oparticipación, asegurando la libertad e igualdad de todos. En tanto esas promesas no sean cumplidaslas instituciones están <strong>en</strong> falta” (Batallán y García, 1998: 219).La institución escolar tuvo un rol c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la difusión de principios acordes con <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>osocial y político liberal conservador, y posteriorm<strong>en</strong>te los propios de los grupos que alcanzaron <strong>el</strong>poder <strong>en</strong> nuestro país. De esta manera la escu<strong>el</strong>a se articula con la sociedad que ayuda a edificarcomo un “imperativo solo p<strong>en</strong>sable desde <strong>el</strong> deber – ser; desde la obedi<strong>en</strong>cia incondicional al debercomo virtud” (Garay, s/f: 130).Realización de la libertad y la igualdad de los hombres e imposición de la ley o viol<strong>en</strong>cialegal son instituy<strong>en</strong>tes de contradicciones, paradojas y t<strong>en</strong>siones estructurantes de las dinámicas yfunciones de la institución escolar. Una de las contradicciones fundam<strong>en</strong>tales de esta, según Garay,- 125 -


es la escisión “<strong>en</strong> dos organizaciones con lógicas difer<strong>en</strong>ciadas de funcionami<strong>en</strong>to: lo pedagógico y lolaboral. Espacio d<strong>el</strong> alumno y espacio d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te” (op. cit.).¿En base a qué evid<strong>en</strong>cias se puede sost<strong>en</strong>er que existe tal contradicción? De acuerdo a laautora lo que caracteriza a esta institución, que para funcionar necesita de la “articulación positiva”d<strong>el</strong> vinculo <strong>en</strong>tre doc<strong>en</strong>te – alumno, es la negación de tal vínculo, principalm<strong>en</strong>te porque los modosde dinamizar las funciones de ambas organizaciones acusan los vicios de la tecnocracia queconviert<strong>en</strong> a los sujetos <strong>en</strong>señante y apr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ejecutantes de tareas fragm<strong>en</strong>tarias, “*…+movidos por la sola motivación d<strong>el</strong> empleo y <strong>el</strong> salario, <strong>en</strong> un caso, de la evaluación y la acreditación,<strong>en</strong> <strong>el</strong> otro –“ (Garay, op. cit.: 131).Una interpretación de la contradicción <strong>en</strong>tre lógicas organizacionales es aqu<strong>el</strong>la queBatallan y García propon<strong>en</strong> para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der los efectos de la transmisión de conocimi<strong>en</strong>to ydisciplinami<strong>en</strong>to, funciones d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te, que ejerce sobre <strong>el</strong> alumno y sus acciones.De acuerdo a los autores: “*…+ la función de transmitir conocimi<strong>en</strong>tos propia de la interacciónfundam<strong>en</strong>tal de la escu<strong>el</strong>a ti<strong>en</strong>e como resultado inint<strong>en</strong>cionado inhibir la creatividad de los alumnos,formándolos como repetidores de un conocimi<strong>en</strong>to creado por otros y de cuyas condiciones deprodución no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> noticia *…+” (Batallán y García, 1998: 223). Esta situación provoca “desinterésg<strong>en</strong>eralizado por <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to” quedando fragm<strong>en</strong>tadas las lógicas organizacionales,prevaleci<strong>en</strong>do a partir de esto las funciones disciplinadoras d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te, interp<strong>el</strong>ando alalumno que se aboca a cumplir con la evaluación.Todas las instituciones educativas compart<strong>en</strong> estas y otras contradicciones y paradojas,cada una se caracteriza por tres instancias básicas y constitutivas: la instancia institucional <strong>en</strong> si, lainstancia d<strong>el</strong> sujeto, y la instancia social o contexto (Garay, s/f).Cada institución educativa es un campo d<strong>el</strong>imitado, difer<strong>en</strong>ciable con sus limitesestructurales que hac<strong>en</strong> posible que hacia su interior sean realizables los procesos deautoproducción, y a la vez, que se establezcan intercambios hacia su exterior. Por lo tanto lasinstituciones ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sus fronteras que le dan un carácter particular e individual. Estas fronterasdeterminadas por <strong>el</strong> proceso de institucionalización histórica d<strong>el</strong>imitan <strong>el</strong> campo de autoproducción yde intercambio con <strong>el</strong> exterior.Este proceso da cu<strong>en</strong>ta de la articulación <strong>en</strong>tre la “institución <strong>en</strong> si” y la sociedad de la que esproducto. De acuerdo con Garay <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de institucionalización pued<strong>en</strong> reconocerse tresmovimi<strong>en</strong>tos:- 126 -


“*…+ Uno con la etapa histórica que crea las condiciones (objetivas, simbólicas y subjetivas) queposibilitan <strong>el</strong> surgimi<strong>en</strong>to y la institucionalización; también su <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> crisis, cambio y hastadesaparición. Otro, con la creación de las condiciones y mecanismos que asegur<strong>en</strong> sureproducción. Por último, <strong>en</strong> la instancia de los sujetos, la institucionalización que se realiza <strong>en</strong><strong>el</strong> proceso de socialización institucional y social” (op. cit.: 153).De tales movimi<strong>en</strong>tos emerge la cultura institucional, aqu<strong>el</strong> ord<strong>en</strong> simbólico institucional queinterp<strong>el</strong>a a los actores desde “valores, ideales y normas” que se articulan con la función de la escu<strong>el</strong>a.Son nociones sistematizadas, aceptadas por los ag<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> forma consi<strong>en</strong>te o inconsci<strong>en</strong>te, quemedian la interacciones otorgando s<strong>en</strong>tido a las prácticas. El carácter aglutinante de la culturainstitucional ti<strong>en</strong>e su fu<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> poder de homog<strong>en</strong>eiación, borrami<strong>en</strong>to de las individualidades y d<strong>el</strong>a personalización “*…+ <strong>en</strong> términos de p<strong>en</strong>sar y actuar por si mismo, para p<strong>en</strong>sar y conducirse segúnun mod<strong>el</strong>o común *…+ <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de “ser doc<strong>en</strong>te”, de “ser escolar” que se instituye con la pret<strong>en</strong>siónde constituir id<strong>en</strong>tidades, o imponer nombres que son es<strong>en</strong>cias sociales (<strong>el</strong> abanderado, <strong>el</strong> marginal,los inadaptados)” (Garay, s/f: 141).Con base <strong>en</strong> la viol<strong>en</strong>cia legal primordial la institución impone un deber-ser que se dinamizaa través de la interacción de los ag<strong>en</strong>tes. La institución necesita para producirse y reproducirsereprimir la difer<strong>en</strong>ciación individual, toda individualidad se borra <strong>en</strong> una imag<strong>en</strong> o mod<strong>el</strong>o común deotredad. “Esta necesidad <strong>en</strong> las instituciones educativas instaura una paradoja: la institución sepropone educar, formar a los individuos, respetando y promovi<strong>en</strong>do la individuación, perosimultáneam<strong>en</strong>te su condición de exist<strong>en</strong>cia es esta negación de la individuación *…+” (op. cit.: 141).Sin embargo es preciso matizar <strong>el</strong> carácter casi aplastante que ejerce la viol<strong>en</strong>cia legal sobre<strong>el</strong> individuo, existe también cierto grado de autonomía para los sujetos <strong>en</strong> las instituciones, y <strong>en</strong>algunos casos estas pued<strong>en</strong> constituir comunidades criticas de apr<strong>en</strong>dizaje como sosti<strong>en</strong>e SantosGuerra, con <strong>el</strong> supuesto de que “*…+. Para que haya una comunidad hace falta un conjunto depersonas con una preocupación común un espacio compartido y una organización interna “ (SantosGuerra, 2000: 45).Sin embargo las comunidades críticas de apr<strong>en</strong>dizaje están sujetas a prescripciones externasque pued<strong>en</strong> llegar a poner <strong>en</strong> p<strong>el</strong>igro la continuidad de la organización. Las políticas públicas sonalgunas de las fu<strong>en</strong>tes de prescripciones con <strong>en</strong>foque uniformízante que pued<strong>en</strong> afectar laconstitución de las comunidades. Estas políticas pued<strong>en</strong> afectar desde difer<strong>en</strong>tes aspectos <strong>el</strong>funcionami<strong>en</strong>to de las instituciones escolares, un fr<strong>en</strong>te de esta capacidad de debilitami<strong>en</strong>to de las- 127 -


comunidades de apr<strong>en</strong>dizaje puede residir <strong>en</strong> las políticas sobre la designación de los doc<strong>en</strong>tes paralos puestos de trabajo. De acuerdo a Santos Guerra <strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o ligado a tal lineami<strong>en</strong>to operativo d<strong>el</strong>as políticas educativas puede operar g<strong>en</strong>erando “*…+ la excesiva movilidad d<strong>el</strong> profesorado –lo cualhaceque la comunidad de apr<strong>en</strong>dizaje que es una escu<strong>el</strong>a no t<strong>en</strong>ga la posibilidad de as<strong>en</strong>tarse y deprofundizar <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis de su práctica” (op. cit.: 45).Otro f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que se debe t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta es que la interacción de difer<strong>en</strong>tes <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong>as instancias institucionales g<strong>en</strong>era f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os disruptivos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como esc<strong>en</strong>arios lasr<strong>el</strong>aciones internas de las instituciones, los sujetos y la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre la institución y la sociedad.En los últimos años se habla de una crisis de la escu<strong>el</strong>a, con esto se refiere a un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>odisruptivo <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre la institución y su contexto. Las funciones de la institución sonafectadas por los cambios d<strong>el</strong> contexto que son más dinámicos que <strong>el</strong>los. Esto g<strong>en</strong>era una pérdida deregularidad y de la capacidad de anticipación de lo que puede suceder, y además la escisiónconflictiva de las organizaciones que coexist<strong>en</strong> <strong>en</strong> la institución.La cultura institucional pierde, <strong>en</strong> este contexto de crisis, eficacia simbólica, los sujetos v<strong>en</strong>deslegitimado <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido necesario para construir cons<strong>en</strong>so y otorgar significatividad a las funciones,intercambios e interacciones <strong>en</strong>tre los actores. Si los ag<strong>en</strong>tes no pued<strong>en</strong> llegar a descifrar <strong>en</strong> la‘confusión’ que g<strong>en</strong>era la crisis, <strong>el</strong> conflicto y <strong>el</strong> malestar, <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido aglutinante de la funcióninstitucional, de los objetivos de las organizaciones, si no percib<strong>en</strong> la necesidad, obligatoriedad eidealidad de las posiciones, funciones y r<strong>el</strong>aciones que se les impone, se produce <strong>el</strong> quiebre d<strong>el</strong> ord<strong>en</strong>simbólico, y por lo tanto se debilita “*…+ su eficacia para idealizar, estructurar, organizar las prácticas,los comportami<strong>en</strong>tos, los modos de p<strong>en</strong>sar y de s<strong>en</strong>tir” (Garay, s/f: 154).IV.2.b. Destrucción de otras formas de educación como política de producción cultural e id<strong>en</strong>titaria.En su dev<strong>en</strong>ir histórico las sociedades han creado formas de socialización y de educaciónmaterializadas <strong>en</strong> instituciones más o m<strong>en</strong>os estructuradas, son ag<strong>en</strong>cias que cumpl<strong>en</strong> con la funciónde integrar a los individuos jóv<strong>en</strong>es a la sociedad. La familia y la iglesia han hegemonizado estafunción <strong>en</strong> las sociedades tradicionales. Mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> la modernidad la escu<strong>el</strong>a y la familia seconstituy<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> binomio dominante de la educación de la sociedad, sin embrago como sosti<strong>en</strong>eAlthusser, la escu<strong>el</strong>a dominó desde ese mom<strong>en</strong>to pues “*…+ ti<strong>en</strong>e durante muchos años unaaudi<strong>en</strong>cia obligatoria” (Gadotti, 1998: 200).- 128 -


Las políticas de id<strong>en</strong>tidad que se llevaron a cabo desde fines d<strong>el</strong> siglo XIX <strong>en</strong> nuestro país, yque tuvieron un ámbito privilegiado de aplicación <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, interp<strong>el</strong>aron a los sujetos sociales dedistinto modo. En este contexto Dolores Juliano analiza desde la antropología la adscripción étnica detipo individual que promovió <strong>el</strong> Estado Arg<strong>en</strong>tino a través de las políticas de id<strong>en</strong>tidad. Brevem<strong>en</strong>tediremos que hay al m<strong>en</strong>os dos formas de adscripción, una determinada por <strong>el</strong> nacimi<strong>en</strong>to y otra detipo individual o voluntaria. El primer tipo liga al individuo “simultáneam<strong>en</strong>te a un grupo étnico y aun grupo de par<strong>en</strong>tesco”, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> <strong>el</strong> segundo tipo “*…+ La adscripción voluntaria, (…) implicauna opción individual y de hecho marca una ruptura con los asc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes que no han desarrollado lamisma <strong>el</strong>ección” (Juliano, 1987: 98).La hegemonía d<strong>el</strong> tipo de adscripción voluntaria <strong>en</strong> nuestro país ti<strong>en</strong>e que ver con una razóneconómica. En la Arg<strong>en</strong>tina com<strong>en</strong>zaba a configurarse una clara difer<strong>en</strong>ciación <strong>en</strong>tre propietarios d<strong>el</strong>a tierra y los innumerables desposeídos, sin “tierra” “*…+ se desvaloriza o pierde funcionalidad laadscripción por nacimi<strong>en</strong>to y pasa a primer lugar <strong>el</strong> individuo como hijo de sus obras”. 33 Mi<strong>en</strong>tras qu<strong>el</strong>a filiación por par<strong>en</strong>tesco desarrolla un s<strong>en</strong>tido de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a partir de la posesión de tierra, queprincipalm<strong>en</strong>te g<strong>en</strong>era la continuidad d<strong>el</strong> linaje familiar. Por lo tanto Inmigrantes, gauchos e indios se<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>taron a un dilema de la adscripción, <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de una pérdida de “funcionalidad de losantiguos signos de id<strong>en</strong>tificación familiar (…), lo que implicaba que no se hiciera un esfuerzo porconservarlos” (op. cit.: 100).La destrucción de formas educativas difer<strong>en</strong>tes a la escu<strong>el</strong>a y la interp<strong>el</strong>ación a los sujetosdesde la política de la id<strong>en</strong>tidad descripta fueron d<strong>el</strong>ineando una geografía <strong>en</strong> la que <strong>el</strong> individuo es“cooptado” por la nación. Como sosti<strong>en</strong>e Juliano“La labor ideológica se dio <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> varios niv<strong>el</strong>es. Primero, mediante la desvalorización d<strong>el</strong>propio grupo étnico, lo que permitía clasificar como conductas irracionales y bárbaras susreclamos y reb<strong>el</strong>días por <strong>el</strong> despojo de las tierras de que eran objeto. Segundo, <strong>en</strong>salzando lapoblación extranjera <strong>en</strong> tanto tal, lo que permitía <strong>en</strong>cuadrar su captación como una política debi<strong>en</strong> común. Tercero, sacralizando <strong>el</strong> proyecto social d<strong>el</strong> sector terrat<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, que se pres<strong>en</strong>tacomo la historia común de los arg<strong>en</strong>tinos” (op. cit.: 94).La destrucción de la familia como ag<strong>en</strong>te educativo constituye <strong>el</strong> cierre fundante de lainterculturalidad <strong>en</strong> la sociedad y <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Si <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos la interculturalidad como integración33 Idem, p.99.- 129 -


desde la difer<strong>en</strong>cia o como “r<strong>el</strong>ación” <strong>en</strong> espacios <strong>en</strong> donde se esc<strong>en</strong>ifican procesos de negociación,apropiación y resist<strong>en</strong>cia se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de que la clausura a priori d<strong>el</strong> diálogo <strong>en</strong>tre la escu<strong>el</strong>a y la familiacierra la posibilidad de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las difer<strong>en</strong>cias culturales como fu<strong>en</strong>te de experi<strong>en</strong>cias, yconstitución de l<strong>en</strong>guaje y voces difer<strong>en</strong>tes a las prescriptas por la escu<strong>el</strong>a y las instituciones d<strong>el</strong>Estado.Para ejemplificar esta situación seguimos la argum<strong>en</strong>tación de Dolores Juliano (1987):“*…+ Principalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> sistema educativo se organizó <strong>en</strong> términos de influir <strong>en</strong> los reciénllegados y <strong>en</strong> sus hijos-nosotros agregaríamos que tal tecnología d<strong>el</strong> yo también operó, con lasparticularidades d<strong>el</strong> caso, sobre los individuos indíg<strong>en</strong>as que fueron “at<strong>en</strong>didos” por la escu<strong>el</strong>a,- brindándoles un marco de refer<strong>en</strong>cia simplificado y fuertem<strong>en</strong>te ritualizado que setransforma <strong>en</strong> la “memoria común” de los arg<strong>en</strong>tinos. De hecho se construye y aún subsisteuna historia ad-hoc, cargadas de próceres sacralizados (<strong>en</strong> muchos casos los mismos autoresd<strong>el</strong> proyecto) y con una distribución de efemérides que permite ir desarrollando la historia d<strong>el</strong>país a lo largo d<strong>el</strong> año escolar. *…+ Así se sustituy<strong>en</strong> las memorias individuales y los r<strong>el</strong>atos quecada niño recibe <strong>en</strong> su hogar por un patrimonio único, que ti<strong>en</strong>e pocos puntos de contacto conla realidad pero que sirve de mecanismo unificador para individuos adscriptos individualm<strong>en</strong>te”(op. cit.: 94).En <strong>el</strong> fondo de tal operación, debe verse también las definiciones de sujetos que se realizandesde <strong>el</strong> discurso pedagógico moderno y la ideología dominante. Desde Sarmi<strong>en</strong>to la definición d<strong>el</strong>sujeto pedagógico implica la disolución de las difer<strong>en</strong>cias para dar forma a una “masa” que noexpresaría los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos particulares de las formaciones sociales y culturales de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>individuo. De acuerdo a Puiggros (1990) la “educación popular” pregonada por <strong>el</strong> “padre de aula”estaba dirigida no precisam<strong>en</strong>te al pueblo como formación social y política sino a la “población” “*…+masa resultante de la desorganización de los insurrectos e irregulares *…+” (op. cit.: 87), esta suertecorrieron los indíg<strong>en</strong>as, que quedaron expulsados de la categoría “pueblo”.Es decir que se produjo la disolución de los sujetos políticos populares que se debíanconvertir de “bárbaros” a ciudadanos, a las vez que se debían diluir los sujetos sociales para dar pasoa los sujetos sociales modernos. Este sujeto social moderno fue <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso norteamericano <strong>el</strong> queconcibió al sujeto pedagógico, pero, Sarmi<strong>en</strong>to admirador y conocedor <strong>en</strong> profundidad d<strong>el</strong> caso- 130 -


Estadounid<strong>en</strong>se invirtió este esquema: “<strong>el</strong> sujeto pedagógico g<strong>en</strong>eraría aqu<strong>el</strong>los sujetos sociales” <strong>en</strong>nuestro país.Si t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que <strong>el</strong> contexto familiar y social d<strong>el</strong> niño constituye la fu<strong>en</strong>te de laexperi<strong>en</strong>cia y d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje que forma su id<strong>en</strong>tidad social “la destrucción de otras formas educativas”principalm<strong>en</strong>te la familiar fue una pieza que le otorgó hegemonía a la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> la formación desubjetividades e id<strong>en</strong>tidades. La familia, los gremios, las asociaciones creadas por los anarquistas ysocialistas, etc., son destruidas como ag<strong>en</strong>cias de socialización y educación. La escu<strong>el</strong>a se imponecomo la única ag<strong>en</strong>cia legítima para la transmisión de los saberes <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tales. En ese movimi<strong>en</strong>toqueda clausurada la <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a de la difer<strong>en</strong>cia y la desigualdad, la escu<strong>el</strong>a de lamodernidad es un territorio homog<strong>en</strong>eizado a pequeña escala tal como <strong>el</strong> territorio nacional seríahomog<strong>en</strong>eizado <strong>en</strong> las repres<strong>en</strong>taciones sociales a imag<strong>en</strong> y semejanza de lo cercano al puerto deBu<strong>en</strong>o Aires.IV.3. La escu<strong>el</strong>a y las políticas de l<strong>en</strong>guaje. Alfabetización y posibilidades de la educación bilingüeEn este apartado vamos a trazar un marco de compr<strong>en</strong>sión sobre las políticas de l<strong>en</strong>guaje <strong>en</strong>la escu<strong>el</strong>a. La nación arg<strong>en</strong>tina se constituye <strong>en</strong>tre otras cosas por la normalización de la l<strong>en</strong>guanacional y oficial, <strong>el</strong> español. La escu<strong>el</strong>a cumplió, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, <strong>el</strong> mandato social de laalfabetización de la población.Pablo Pineau (2005) argum<strong>en</strong>ta que una de las piezas para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong> paisajede la modernidad es la “homología <strong>en</strong>tre educación y escu<strong>el</strong>a, y <strong>en</strong>tre alfabetización y escu<strong>el</strong>a”, este<strong>el</strong>em<strong>en</strong>to se articula con la destrucción de otras formas de educación exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la sociedad y tubo<strong>en</strong>tre sus consecu<strong>en</strong>cias la sustitución de las l<strong>en</strong>guas que hablaban los inmigrantes.Las poblaciones indíg<strong>en</strong>as que sobrevivieron al g<strong>en</strong>ocidio perpetrado <strong>en</strong> la eufemísticam<strong>en</strong>t<strong>el</strong>lamada “campaña al desierto”, así como aqu<strong>el</strong>las que tradicionalm<strong>en</strong>te habían <strong>en</strong>tablado unar<strong>el</strong>ación más o m<strong>en</strong>os pacífica, o de sumisión, respecto de la sociedad nacional, fueron alcanzadas porla ext<strong>en</strong>sión y oficialización d<strong>el</strong>a l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana, cosa que no ocurrió hasta bi<strong>en</strong> <strong>en</strong>trado <strong>el</strong> siglo XXcon los grupos chaqueños.- 131 -


En esta homologación, alfabetización-escu<strong>el</strong>a, se inscribe otro modo de la ruptura <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>contexto práctico y refer<strong>en</strong>cial propio d<strong>el</strong> sujeto pedagógico y <strong>el</strong> contexto de la escu<strong>el</strong>a. Diluidos lossujetos sociales se diluy<strong>en</strong> también sus formas culturales y sociales, sus formas de experi<strong>en</strong>cia, d<strong>el</strong><strong>en</strong>guaje y por <strong>en</strong>de de poder. Con la alfabetización se instituye la <strong>en</strong>señanza de la escritura <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a, previa oficialización y nacionalización de la l<strong>en</strong>gua Española, y paral<strong>el</strong>a proscripción,desconocimi<strong>en</strong>to oficial y desvalorización de las l<strong>en</strong>guas de los indíg<strong>en</strong>as y de los inmigrantes.Como sosti<strong>en</strong>e Puiggros (1994) <strong>en</strong> occid<strong>en</strong>te se igualó educación con <strong>en</strong>señanza de laescritura,“*…+ la equival<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre educación, escu<strong>el</strong>a y <strong>en</strong>señanza de la escritura es de extremaimportancia. Lo es <strong>en</strong> particular porque la posesión de la escritura fue erigida como <strong>el</strong> límite<strong>en</strong>tre la prehistoria y la historia, <strong>en</strong>tre la cultura y la incultura, <strong>en</strong>tre la civilización y laincivilización, no solam<strong>en</strong>te refiriéndose al decurso diacrónico de la historia sino con r<strong>el</strong>ación alos difer<strong>en</strong>tes sectores sociales y pueblos contemporáneos” (op. cit.: 116).La institucionalización de esta igualdad ha g<strong>en</strong>erado la cre<strong>en</strong>cia de que aqu<strong>el</strong>las formas deeducación basadas <strong>en</strong> la oralidad se correspond<strong>en</strong> con formaciones culturales atrasadas o que lasl<strong>en</strong>guas ágrafas son también una producción de culturas tradicionales y “bárbaras”. El valor de verdadde esta cre<strong>en</strong>cia se debe a la visión de que las creaciones más importantes de la sociedad occid<strong>en</strong>talse <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran plasmadas <strong>en</strong> forma de escritura, <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to ti<strong>en</strong>e como condición sine qua nonde su exist<strong>en</strong>cia a la escritura. Pero como sosti<strong>en</strong>e Puiggrós (1994) se puede p<strong>en</strong>sar que la “escrituraes una expresión y un inv<strong>en</strong>to de ciertas sociedades, pero ni <strong>el</strong> único posible, ni la condición para qu<strong>el</strong>as sociedades sean históricas” (op. cit.: 116).Todas las sociedades han creado formas de educación que han estado ligadas o no a laescritura de acuerdo a la exist<strong>en</strong>cia o no de esta, pero <strong>el</strong> hecho de que una sociedad no tuvieraescritura no ha impedido la creación de educación para los más jóv<strong>en</strong>es, muchas sociedades se hanvalido d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato, de la oralidad como medio de transmisión de conocimi<strong>en</strong>tos.Pero Puiggros (1994) lleva la discusión sobre <strong>el</strong> carácter de esta operación al terr<strong>en</strong>o de laproducción de difer<strong>en</strong>cia/articulación. Constituye una premisa básica afirmar que la escritura es unaparte importante de la producción social de s<strong>en</strong>tido, lo que no implica que por si misma cree s<strong>en</strong>tido.La producción de s<strong>en</strong>tido es una operación que empieza con <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de las sociedades, al igual qu<strong>el</strong>a producción política de difer<strong>en</strong>cia/articulación.- 132 -


La escritura es a la vez una forma de producir s<strong>en</strong>tido pero también una forma de producirdifer<strong>en</strong>cia/articulación, pero además gracias a su institucionalización se constituyó <strong>en</strong> un mediohegemónico de producción política. Entonces desigualdad y difer<strong>en</strong>cia/articulación quedan ligadas <strong>en</strong>la <strong>en</strong>señanza de la escritura.De acuerdo a la interpretación de la autora, <strong>el</strong> hecho de que se pueda afirmar que la escu<strong>el</strong>ainstituyó la <strong>en</strong>señanza de la escritura no significa que tal r<strong>el</strong>ación se reduzca a esta realidad literal,más que sost<strong>en</strong>er esto, lo que se quiere expresar cuando se habla de esta r<strong>el</strong>ación instituida es que<strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a la <strong>en</strong>señanza de la escritura es <strong>en</strong>señanza de la difer<strong>en</strong>cia y a la vez, <strong>en</strong> términos deDerrida, “*…+ la difer<strong>en</strong>cia es, simultanea y sucesivam<strong>en</strong>te, producción de la articulación: la difer<strong>en</strong>ciati<strong>en</strong>e doble s<strong>en</strong>tido, <strong>el</strong> de juntura y <strong>el</strong> de ruptura” (op. cit.: 117).Puiggros se cuestiona si toda esc<strong>en</strong>a de la educación <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a o fuera de <strong>el</strong>la es la<strong>en</strong>señanza de la difer<strong>en</strong>cia, es articulación/difer<strong>en</strong>cia. La respuesta pasa por considerar que <strong>en</strong> lar<strong>el</strong>ación pedagógica ambos polos deb<strong>en</strong> reconocer la difer<strong>en</strong>cia como condición para que hayavínculo cultural, para que sea posible la producción simbólica. Para producir la difer<strong>en</strong>cia deb<strong>en</strong>existir <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos distintos, no iguales, desiguales.“*…+ Otro problema es que esa difer<strong>en</strong>cia sea construida como desigualdad opresiva,injusta, viol<strong>en</strong>ta, es decir como antagonismo. Este último es uno de sus s<strong>en</strong>tidos posibles, desus significaciones, de sus formas particulares de articulación. Podrían existir otras formas dearticulación” (Puiggrós, 1994: 117).La igualdad <strong>en</strong>tre alfabetización y escu<strong>el</strong>a se inscribe <strong>en</strong> una política de l<strong>en</strong>guaje particular d<strong>el</strong>proyecto de nación arg<strong>en</strong>tina. Cualquier Estado <strong>en</strong> <strong>el</strong> que un grupo hegemónico busca establecerestrategias para lograr la unidad nacional se traza una política d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje afín a esta tarea. La<strong>en</strong>señanza de la escritura y la lectura d<strong>el</strong> español <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a implicaron un complejo proceso deuniformación lingüística, la alfabetización se pres<strong>en</strong>ta como un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o pedagógico-político.De acuerdo a Rainer Ham<strong>el</strong> (1995)“En un s<strong>en</strong>tido estricto, la política d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje, “como curso de acciónd<strong>el</strong>iberadam<strong>en</strong>te adoptado <strong>en</strong>tre varias alternativas públicas r<strong>el</strong>ativas a la l<strong>en</strong>gua”, abarcatradicionalm<strong>en</strong>te tres áreas:1) la política d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje “externa”, que define <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de cadal<strong>en</strong>gua (<strong>en</strong> un contexto multilingüe), su uso y sus funciones <strong>en</strong> un ámbito público; 2) la política- 133 -


d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje “interna”, esta establece normas gramaticales, codifica <strong>el</strong>abora diccionarios yalfabetos; 3) por último, existe <strong>el</strong> campo de la <strong>en</strong>señanza o pedagogía d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje, <strong>en</strong> <strong>el</strong> cual,de acuerdo con las decisiones tomadas <strong>en</strong> las áreas anteriores, se establec<strong>en</strong> los planes deestudio (programas bilingües, etcétera) y los medios de <strong>en</strong>señanza” (op. cit.: 202).La definición de Ham<strong>el</strong> (op. cit.) pone énfasis <strong>en</strong> las áreas <strong>en</strong> donde las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre lanación y los grupos subalternos se caracterizan por la hegemonía y la imposición, la definición de qu<strong>el</strong><strong>en</strong>gua/l<strong>en</strong>guas será/serán oficial/oficiales es <strong>el</strong> resultado de procesos de imposición y negociación ypued<strong>en</strong> o no provocar la impugnación, pero <strong>en</strong> definitiva establec<strong>en</strong> <strong>el</strong> estatus de cada l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> losámbitos oficiales/administrativos: escu<strong>el</strong>a, gobierno, tribunales, etcétera. Esta política d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje“externa” adquiere r<strong>el</strong>evancia <strong>en</strong> tanto remarca políticam<strong>en</strong>te rasgos de prestigio y provoca <strong>en</strong>muchos casos <strong>el</strong> desplazami<strong>en</strong>to de l<strong>en</strong>guas sin prestigio social. En la escu<strong>el</strong>a la l<strong>en</strong>gua oficial es <strong>en</strong>cierta forma un atractivo para los individuos hablantes de l<strong>en</strong>guas minoritarias y sin prestigio socialque ti<strong>en</strong><strong>en</strong> interés <strong>en</strong> ser alfabetizados, ya que apropiarse de la l<strong>en</strong>gua oficial puede posibilitarle laintegración <strong>en</strong> la sociedad global, además de acceder a los “b<strong>en</strong>eficios” que esta situación pareceofrecer.Nada <strong>en</strong> una l<strong>en</strong>gua es indicador de prestigio, es decir ningún rasgo inher<strong>en</strong>te a la l<strong>en</strong>gua esfu<strong>en</strong>te de esto. El prestigio social de una l<strong>en</strong>gua no es más que <strong>el</strong> prestigio de sus hablantes, que seexpresa <strong>en</strong> posiciones económicas, políticas, <strong>en</strong> logros d<strong>el</strong> grupo, etcétera. El prestigio de las l<strong>en</strong>guases un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la desigualdad/difer<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> la pérdida de prestigio de una l<strong>en</strong>gua actúanfactores económicos, sociales y políticos no como causas directas pero si como razones que actúan <strong>en</strong>las decisiones de los individuos para dejar de hablar <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>gua materna y convertirse <strong>en</strong> hablantesde la l<strong>en</strong>gua prestigiosa, lo que quiere decir que la pérdida de prestigio de una l<strong>en</strong>gua no es causaldirecto, o que no explica por si mismo <strong>el</strong> que los individuos dej<strong>en</strong> de hablarla, sino que la situación d<strong>el</strong>as l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>en</strong>tramado de r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre los grupos y <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación con las otras l<strong>en</strong>guas vadando forma a las prefer<strong>en</strong>cias acerca de <strong>el</strong> uso de las l<strong>en</strong>guas.De acuerdo al argum<strong>en</strong>to de Claude Hagège (2002)“*…+ El prestigio, cuando está desigualm<strong>en</strong>te repartido <strong>en</strong>tre las poblaciones confrontadas, escomo una especie de moneda de cambio <strong>en</strong> la bolsa de los valores lingüísticos. Cuando por <strong>el</strong>contrario no está desigualm<strong>en</strong>te repartido y se establece una rivalidad <strong>en</strong>tre los grupos, que- 134 -


cada uno reivindica, <strong>el</strong> prestigio es capaz de reducir los efectos devastadores que una presiónmasiva ejerce <strong>en</strong> la vida de las l<strong>en</strong>guas” (op. cit.: 124).Los factores económicos, sociales y políticos se trasladan a las l<strong>en</strong>guas que se conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong>una valiosa moneda de cambio, a mayor prestigio mayor valor de cambio y mayor demanda social deesta l<strong>en</strong>gua. En cambio las l<strong>en</strong>guas de m<strong>en</strong>os prestigio “cotizan” <strong>en</strong> desv<strong>en</strong>taja y son m<strong>en</strong>osdemandas, incluso, señala Hagège (2002), “*…+ sus propios hablantes llegan a apartarse de <strong>el</strong>las y ajuzgar como poco r<strong>en</strong>table su transmisión a las g<strong>en</strong>eraciones sigui<strong>en</strong>tes”, y concluye dici<strong>en</strong>do que“*…+ Así es como también <strong>el</strong> prestigio, moneda de cambio <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado de valores lingüísticos,decide, <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia, la fortuna de las l<strong>en</strong>guas” (op. cit.: 126).Existe <strong>en</strong> última instancia, <strong>en</strong> torno al prestigio de una l<strong>en</strong>gua, razones que operan <strong>en</strong> <strong>el</strong>ord<strong>en</strong> de las repres<strong>en</strong>taciones. En este ord<strong>en</strong> lo simbólico se constituye un espacio refer<strong>en</strong>cial através d<strong>el</strong> que los hablantes interiorizan, tal y como son vividas por <strong>el</strong>los, las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre lasl<strong>en</strong>guas. Las características que adquiere esta r<strong>el</strong>ación pued<strong>en</strong> ser positivas o por <strong>el</strong> contrariog<strong>en</strong>eradoras de una crisis y dar paso a una situación de pérdida de prestigio.Hagège (2002) id<strong>en</strong>tifica las repres<strong>en</strong>taciones más fuertes y frecu<strong>en</strong>tes con que los hablantesse r<strong>el</strong>acionan con las l<strong>en</strong>guas y que determinan la pérdida de prestigio de las l<strong>en</strong>guas minoritarias: La asociación con la vida campesina y con <strong>el</strong> pasado. La pulsión mimética con respecto a los inmigrantes que regresan. La falta de conci<strong>en</strong>cia nacional. La aus<strong>en</strong>cia de tradición literaria.El hecho de que los hablantes muchas veces id<strong>en</strong>tifiqu<strong>en</strong> sus l<strong>en</strong>guas desde algunas de estasrepres<strong>en</strong>taciones conlleva la pérdida de prestigio y la prefer<strong>en</strong>cia por hablar una l<strong>en</strong>gua que <strong>en</strong> lar<strong>el</strong>ación con otras es de mayor prestigio. Siempre se hallan dos o más l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación, vividas porlos hablantes qui<strong>en</strong>es decid<strong>en</strong> y <strong>el</strong>ig<strong>en</strong> que l<strong>en</strong>gua hablar, pues v<strong>en</strong> <strong>en</strong> la que <strong>el</strong>ig<strong>en</strong> un medio demovilidad social, de acceso a b<strong>en</strong>eficios de las profesiones que se <strong>en</strong>señan <strong>en</strong> instituciones <strong>en</strong> dond<strong>el</strong>a l<strong>en</strong>gua de instrucción es precisam<strong>en</strong>te la de mayor prestigio <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación. Observemos <strong>el</strong> carácterque <strong>en</strong> este marco adquiere la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre la l<strong>en</strong>gua y los factores económicos y sociales. Porejemplo asociar la l<strong>en</strong>gua con la vida campesina puede estar estableci<strong>en</strong>do una jerarquía <strong>en</strong>treactividades económicas, pues <strong>el</strong>egir y demandar <strong>en</strong> la bolsa de valores lingüísticos una l<strong>en</strong>gua que seasocia con la sociedad industrial y <strong>el</strong> poder político va <strong>en</strong> desmedro de la vida campesina <strong>en</strong> tantoforma social, económica, cultural y política con sus limites de autonomía y de apego a estructuras- 135 -


sobre las que se puede o no establecer control. Lo que podemos arriesgar es que aqu<strong>el</strong>los individuosque abandonan su l<strong>en</strong>gua y con <strong>el</strong>la la forma de vida asociada a <strong>el</strong>la estarán perdi<strong>en</strong>do con suinclusión <strong>en</strong> la sociedad asociada la l<strong>en</strong>gua prestigiosa amplios márg<strong>en</strong>es de autonomía y control d<strong>el</strong>as estructuras que, tal vez, si poseía <strong>en</strong> la vida campesina.La “seducción” que provoca una l<strong>en</strong>gua o la manera de hablar <strong>en</strong> esta l<strong>en</strong>gua es también unafactor que se puede ir sedim<strong>en</strong>tando <strong>en</strong> una repres<strong>en</strong>tación sobre <strong>el</strong> prestigio o desprestigio de lasl<strong>en</strong>guas, como señala Hagège muchos individuos son llevados por una pulsión de imitación a aqu<strong>el</strong>losindividuos que regresan a su comunidad después de haber migrado a una ciudad importante o a otropaís, <strong>el</strong> poder de la novedad y <strong>el</strong> desinterés por mod<strong>el</strong>os antiguos opera principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> losindividuos más jóv<strong>en</strong>es que <strong>el</strong>ig<strong>en</strong> abandonar su l<strong>en</strong>gua.Por último queremos señalar <strong>el</strong> poder que adquiere <strong>en</strong> <strong>el</strong> prestigio o desprestigio de unal<strong>en</strong>gua la aus<strong>en</strong>cia o no de tradición literaria, <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida la escu<strong>el</strong>a es un ámbito propicio paraque la repres<strong>en</strong>tación que se liga a esta valoración de una l<strong>en</strong>gua se refuerce <strong>en</strong> los individuoshablantes de una l<strong>en</strong>gua ágrafa y de tradición oral. Dice Hagège (2002):“Los hablantes de una l<strong>en</strong>gua dominada, incluso cuando ap<strong>en</strong>as son letrados, am<strong>en</strong>udo señalan, como para darse mejores razones todavía para despegarse de <strong>el</strong>la, que sul<strong>en</strong>gua no ha sido escogida por grandes escritores para <strong>el</strong>aborar una obra literaria y que, <strong>en</strong>consecu<strong>en</strong>cia, está desprovista de todo prestigio, al no haber dado lugar a bu<strong>en</strong>os libros quetodos conozcan y pueda citar” (op. cit.: 127).Pero estas repres<strong>en</strong>taciones no son una construcción solitaria, son productos de lasr<strong>el</strong>aciones históricas <strong>en</strong>tre sectores dominantes y sectores subalternos y pueblos sometidos. Son <strong>el</strong>producto de las políticas de la id<strong>en</strong>tidad, de la formación de alteridades nacionales, de las políticas d<strong>el</strong>a producción cultural. Todos estos procesos estuvieron íntimam<strong>en</strong>te articulados a la formación d<strong>el</strong>Estado y la nación lo que implicó“*…+ una dinámica <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> establecimi<strong>en</strong>to de la <strong>en</strong>tidad política d<strong>el</strong> Estado (baluarte de lasfracciones hegemónicas de la burguesía) y la creación de grados de unidad, cons<strong>en</strong>so ylegitimidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> territorio y la población. Asimismo, la construcción d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o d<strong>en</strong>acionalidad requirió de un doble movimi<strong>en</strong>to de significaciones: por un lado, un principiopositivo de afirmación de id<strong>en</strong>tidad y por otro, un principio negativo de otredad. Éste último se- 136 -


construyó sobre los aboríg<strong>en</strong>es que controlaban los territorios que se deseaban conquistarpara establecer los límites de la patria” (Hecht, 2007: 67).Como se ha argum<strong>en</strong>tando las poblaciones indíg<strong>en</strong>as que sobrevivieron al exterminosufrieron la estigmatización, la marginación y discriminación cultural y lingüística. La escu<strong>el</strong>a fue lainstitución social que llevó a la práctica la política de homog<strong>en</strong>eización y asimilación al mod<strong>el</strong>ohegemónico, la uniformidad d<strong>el</strong> currículum evid<strong>en</strong>cia la int<strong>en</strong>ción de no distinguir las característicasde los grupos sociales a pesar de la heterog<strong>en</strong>eidad de los individuos que asist<strong>en</strong> a la escu<strong>el</strong>a.Salvando las difer<strong>en</strong>cias nacionales se puede decir que <strong>en</strong> <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de los sistemas educativosy la escu<strong>el</strong>a pública este mod<strong>el</strong>o de homog<strong>en</strong>eización y asimilación al mod<strong>el</strong>o hegemónico seexti<strong>en</strong>de por todos los países de América. En términos de mod<strong>el</strong>os de educación indíg<strong>en</strong>a autorescomo Antonio Martínez Chávez (s/f) y Onavis Cabrera (s/f) describ<strong>en</strong> <strong>el</strong> “mod<strong>el</strong>o de cast<strong>el</strong>lanización”como aqu<strong>el</strong> que conti<strong>en</strong>e los fines de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong> período de las formaciones nacionales, es decirla integración y asimilación de la población al mod<strong>el</strong>o de los sectores hegemónicos de la sociedad.Este “mod<strong>el</strong>o de cast<strong>el</strong>lanización” se considera <strong>el</strong> primer mod<strong>el</strong>o paradigmático de educaciónindíg<strong>en</strong>a, se caracteriza por imponer la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana desconoci<strong>en</strong>do la l<strong>en</strong>gua vernácula y lacultura de estos grupos, pero además y para completar <strong>el</strong> carácter asimilacionista sobreabunda <strong>en</strong><strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos ideológicos de la sociedad dominante “blanco-mestiza”, y <strong>en</strong> las normativas y regulacionescaracterísticos de la vida urbana.Este mod<strong>el</strong>o se define por los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong> discurso racista y por <strong>el</strong> Darwinismo social de lospolíticos y filósofos que a fines d<strong>el</strong> siglo XIX ocupan lugares de poder <strong>en</strong> los gobiernos nacionales, <strong>en</strong>los parlam<strong>en</strong>tos y <strong>en</strong> los ejércitos nacionales. Como sosti<strong>en</strong>e Onavis Cabrera (op. cit.) este mod<strong>el</strong>o“Plantea, además, que <strong>en</strong> mayor o m<strong>en</strong>or grado los indíg<strong>en</strong>as ti<strong>en</strong><strong>en</strong> formas de vida,costumbres y reacciones m<strong>en</strong>tales primitivas, las técnicas, medios de trabajo y la producciónson primitivos y retrasados. Los altos índices de analfabetismo <strong>en</strong> varios países estándeterminados básicam<strong>en</strong>te por los aportes negativos de la población indíg<strong>en</strong>a” (Cabrera, s/f:83).En términos de la didáctica d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o, es necesario decir que la instrucción se realizaexclusivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana. Como sost<strong>en</strong>íamos más arriba la alfabetización <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>guaoficial es indisociable de la <strong>en</strong>señanza de la escritura, pero además junto con la escritura se <strong>en</strong>fatiza- 137 -


<strong>en</strong> la redacción y <strong>en</strong> la ortografía, se utiliza una gramática formal que desconoce la necesidad d<strong>el</strong>educando indíg<strong>en</strong>a, “*…+ totalm<strong>en</strong>te monolingüe <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>gua vernácula *…+ de apr<strong>en</strong>der a expresaroralm<strong>en</strong>te con base <strong>en</strong> <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> sistema lingüístico de de la segunda l<strong>en</strong>gua” (op. cit.: 83).Además <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as se utilizan los mismos materiales didácticos que se usan <strong>en</strong> las zonasurbanas; los edificios escolares sigu<strong>en</strong> los patrones arquitectónicos urbanos; <strong>el</strong> personal doc<strong>en</strong>tevehiculiza <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido común y la ideología de la cultura dominante, por otra parte no conoc<strong>en</strong> ni lacultura ni la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a.En países de América con importante composición poblacional indíg<strong>en</strong>a este mod<strong>el</strong>ohomog<strong>en</strong>eizante y asimilacionista suscita resist<strong>en</strong>cia y rechazo <strong>en</strong>tre algunos maestros e int<strong>el</strong>ectualesque se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran inmersos <strong>en</strong> la realidad sociocultural d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a. Estos actores g<strong>en</strong>erarán lasprimeras experi<strong>en</strong>cias de educación bilingüe y <strong>en</strong> algunos casos de interculturalidad <strong>en</strong> las primerasdécadas d<strong>el</strong> siglo XX.De acuerdo a Luis Enrique López (1998) <strong>en</strong> México y <strong>en</strong> Perú se produc<strong>en</strong> las primerasexperi<strong>en</strong>cias de este tipo. Durante la década d<strong>el</strong> 20 y d<strong>el</strong> 30 se realiza <strong>en</strong> México una experi<strong>en</strong>cia deformación de jóv<strong>en</strong>es bilingües que actuarían como “intermediarios culturales <strong>en</strong>tre la nación y lascomunidades” (op.cit.: 52), mi<strong>en</strong>tras que también exist<strong>en</strong> investigaciones que estudian lasexperi<strong>en</strong>cias de escritura d<strong>el</strong> aimara y quechua <strong>en</strong> Perú y la utilización <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza de alumnoshablantes de estas l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> las décadas d<strong>el</strong> 10 al 30.En México la educación bilingüe surge como resist<strong>en</strong>cia a los principios de la ley de EducaciónRudim<strong>en</strong>taria de 1911, que expresaba la prohibición d<strong>el</strong> uso de las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as y establecía lacast<strong>el</strong>lanización de las poblaciones indíg<strong>en</strong>as, además los maestros debían utilizar <strong>el</strong> “métododirecto” de <strong>en</strong>señanza.Es importante señalar que por detrás de la demanda de la utilización d<strong>el</strong> recurso de laEducación bilingüe <strong>en</strong> estos países subyace una fundam<strong>en</strong>tación política y filosófica que debe<strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto histórico d<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to. Las experi<strong>en</strong>cias que <strong>en</strong>unciamos “*…+ estabanfuertem<strong>en</strong>te influidas por las noticias que llegaban de los planteami<strong>en</strong>tos que surgieron después de laRevolución de Octubre y de los experim<strong>en</strong>tos de EB y de desarrollo lingüístico que se llevaron a cabo<strong>en</strong> la Rusia revolucionaria *…+” (López, 1998: 56).Podría afirmarse que estas primeras experi<strong>en</strong>cias serían un anteced<strong>en</strong>te para lasreformulaciones de las políticas de l<strong>en</strong>guaje y d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de educación indíg<strong>en</strong>a imperante <strong>en</strong> lagénesis de los sistemas educativos nacionales. En nuestro país no podría hablarse concretam<strong>en</strong>te deeducación indíg<strong>en</strong>a, este sujeto estuvo excluido de las políticas educativas, como señala Puiggrós- 138 -


(1990) estaba fuera de cuestión <strong>en</strong> los debates educativos de finales d<strong>el</strong> siglo XIX. La educación y lainclusión <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum escolar de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de las culturas indíg<strong>en</strong>as y de los grupos subalternosy de los pueblos sometidos de la nación no ingresaron a lo que hoy d<strong>en</strong>ominaríamos ag<strong>en</strong>daeducativa.Hacia mediados d<strong>el</strong> siglo XX se realiza la 3° Confer<strong>en</strong>cia Interamericana de Educación, <strong>en</strong> <strong>el</strong>lase realizan recom<strong>en</strong>daciones para <strong>el</strong> uso de las l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> la educación de estos grupos “*…+para hacer más fácil y efectiva la educación de los indíg<strong>en</strong>as, afirmando así <strong>el</strong> valor cultural que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>las l<strong>en</strong>guas aboríg<strong>en</strong>es, con t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a ext<strong>en</strong>der <strong>el</strong> idioma nacional *…+” (López, 1998: 57). Este es <strong>el</strong>contexto <strong>en</strong> <strong>el</strong> que surge <strong>el</strong> “Mod<strong>el</strong>o de transición”. Reconocer <strong>el</strong> valor de la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a para la<strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a es considerar, <strong>en</strong> <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de transición, que esta es un mal necesario, <strong>en</strong>este s<strong>en</strong>tido dice Onavis Cabrera (s/f) que se reconoce que las “*…+ L<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as soninsufici<strong>en</strong>tes para desarrollar los procesos educativos que vayan más allá de un acercami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong>conocimi<strong>en</strong>to y que estos pueblos indíg<strong>en</strong>as se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> una estado <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tal de progreso <strong>en</strong>r<strong>el</strong>ación con la sociedad de occid<strong>en</strong>te” (op. cit.: 84).Por lo tanto la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a es un “mal necesario”, que a fin de cu<strong>en</strong>tas aparece <strong>en</strong> estemod<strong>el</strong>o paradigmático de transición como un pu<strong>en</strong>te, El “Mod<strong>el</strong>o de transición” es una variante d<strong>el</strong>mod<strong>el</strong>o de cast<strong>el</strong>lanización, como sosti<strong>en</strong>e López (1998) “*…+ las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as estabandestinadas a facilitar esa asimilación que la ansiada unidad nacional buscaba. Así, bilingüismo yunidad nacional formaron parte de un binomio <strong>en</strong>tonces visto como indisoluble” (op.cit.: 57).Es necesario señalar que <strong>en</strong> este mod<strong>el</strong>o se emplea la l<strong>en</strong>gua vernácula y se utilizan maestrosindíg<strong>en</strong>as formados como facilitadores d<strong>el</strong> “proceso de integración de la población a la sociedaddominante” (Cabrera, s/f: 84), <strong>el</strong> énfasis está puesto <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> los primeros años de laescu<strong>el</strong>a pública, con <strong>el</strong> objetivo que <strong>el</strong> educando logre <strong>el</strong> manejo de la lectoescritura de la l<strong>en</strong>guacast<strong>el</strong>lana y rudim<strong>en</strong>tos de los conocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> currículum formal, con esto se int<strong>en</strong>taba que losniños adquirieran <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos básicos para poder continuar <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema educativo. Agregamos que“El personal doc<strong>en</strong>te que trabaja <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de los lineami<strong>en</strong>tos normativos de estemod<strong>el</strong>o, por lo g<strong>en</strong>eral de formación pedagógica, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra sin reconocimi<strong>en</strong>to oficial, esconsiderado como un doc<strong>en</strong>te de segunda, sujeto a disposiciones especiales, lo que incide <strong>en</strong>un salario inferior que <strong>el</strong> que se paga a los doc<strong>en</strong>tes que trabajan con poblaciones noindíg<strong>en</strong>as” (op. cit.: 85).- 139 -


Finalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo político <strong>el</strong> objetivo de este mod<strong>el</strong>o seguía si<strong>en</strong>do la integración y civilización,y fue llevado a la práctica no solo por instituciones d<strong>el</strong> Estado sino también por institucionesr<strong>el</strong>igiosas, especialm<strong>en</strong>te las iglesias evangélicas y organismos como <strong>el</strong> Instituto Lingüístico de Verano(ILV). Estas instituciones repres<strong>en</strong>tantes de la p<strong>en</strong>etración cultural anglófona tuvieron importanteimpacto <strong>en</strong> la transculturación de comunidades indíg<strong>en</strong>as, ya que introdujeron formas deorganización, concepciones económicas, cre<strong>en</strong>cias y hábitos que por su naturaleza chocan con formasculturales, económicas y políticas que sosti<strong>en</strong>e las r<strong>el</strong>aciones intra e intercomunitarias, además lasconsecu<strong>en</strong>cias que la acción de estas instituciones tuvieron <strong>en</strong> la normalización de las l<strong>en</strong>guasvernáculas es paradigmático <strong>en</strong> las políticas de desintegración comunitaria ya que se diversifican lasescrituras que por lo g<strong>en</strong>eral utilizan la grafía de la l<strong>en</strong>gua inglesa.Este mod<strong>el</strong>o recibió críticas principalm<strong>en</strong>te referidas a las limitaciones d<strong>el</strong> uso de las l<strong>en</strong>guasvernáculas como pu<strong>en</strong>tes hacia la cast<strong>el</strong>lanización, nada de las culturas, íntimam<strong>en</strong>te r<strong>el</strong>acionadascon estas l<strong>en</strong>guas, se incluía <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza, además <strong>el</strong> carácter integracionista se infiere d<strong>el</strong> hechode que no se les reconoce a los individuos <strong>el</strong> “*…+ derecho colectivo a utilizar la l<strong>en</strong>gua de su pueblo,como muestra <strong>el</strong> hecho de que una vez adquirida la compet<strong>en</strong>cia para expresarse <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua nacionalpierd<strong>en</strong> todo derecho a utilizar su l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> los asuntos públicos, incluida la educación” (Díaz-Couder,1998: 25).Durante la década d<strong>el</strong> set<strong>en</strong>ta los mod<strong>el</strong>os de cast<strong>el</strong>lanización y de transición sufr<strong>en</strong> síntomasde agotami<strong>en</strong>to e inviabilidad, algunos sectores de la sociedad civil empiezan a interesarse por laeducación de sectores “marginales” y periféricos, <strong>en</strong>tre los que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran las poblacionesindíg<strong>en</strong>as. Los debates sobre los mod<strong>el</strong>os económicos y socioculturales latinoamericanos se polarizany <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> crisis <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o hegemónico.La aparición d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o bilingüe bicultural forma parte de la dialéctica de esta sociedad civilmovilizada políticam<strong>en</strong>te, y de <strong>el</strong> desarrollo de la investigación <strong>en</strong> lingüística, antropología yeducación que favorec<strong>en</strong> la búsqueda de alternativas, también <strong>en</strong> este interjuego participan <strong>el</strong>indianismo <strong>en</strong> emerg<strong>en</strong>cia y las organizaciones indíg<strong>en</strong>as (Cabrera, s/f).El mod<strong>el</strong>o bilingüe bicultural constituye un avance <strong>en</strong> materia de reconocimi<strong>en</strong>to de lasl<strong>en</strong>guas y las culturas indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, sin desconocer la necesidad d<strong>el</strong> dominio de la l<strong>en</strong>guaoficial. Este mod<strong>el</strong>o no deja de ser asimilacionista aunque desde él se pregona que se debe abrirse laescu<strong>el</strong>a a la cultura de los PIs, proponi<strong>en</strong>do <strong>el</strong> respeto y reconocimi<strong>en</strong>to de sus valores. De acuerdo aOnavis Cabrera “Se define bilingüe bicultural porque <strong>en</strong> su primera fase, su objetivo se c<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> laalfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as y <strong>en</strong> un segundo mom<strong>en</strong>to se incluye la posalfabetización <strong>en</strong> la- 140 -


segunda l<strong>en</strong>gua, <strong>el</strong> español, considerado este proceso como <strong>el</strong> de la formación de la educaciónbásica” (op. cit.: 86).El maestro bilingüe aparece <strong>en</strong> este mod<strong>el</strong>o como un traductor d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to curricularque se transmite, caracterizado por expresar la cultura occid<strong>en</strong>tal, los modos de vida urbanos con suscondicionami<strong>en</strong>tos, cal<strong>en</strong>darios, horarios y regulaciones administrativas. De acuerdo a un supuestode Onavis Cabrera (s/f) <strong>el</strong> hecho de que <strong>el</strong> recurso de la traducción sea c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso provocaque la población participante <strong>en</strong> él no pueda controlarlo ac<strong>el</strong>erando la aculturación al no t<strong>en</strong>er lacapacidad para compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> modo <strong>en</strong> que las culturas se superpon<strong>en</strong>.El último mod<strong>el</strong>o que vamos a nombrar es <strong>el</strong> “bilingüe intercultural”, es <strong>el</strong> que <strong>en</strong> laactualidad ti<strong>en</strong>e vig<strong>en</strong>cia y es aceptado tanto por <strong>el</strong> Estado, las instituciones de la sociedad civil y lasorganizaciones indíg<strong>en</strong>as. Son estas últimas las que, desde mediados de los años 70 y principios de los80 d<strong>el</strong> siglo pasado han luchado <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes ámbitos de los campos cultural, social, y político paraque se reconozca este mod<strong>el</strong>o de educación, que de acuerdo a los contextos nacionales expresan <strong>en</strong>m<strong>en</strong>or o mayor medida sus intereses.En casi todos los países con población indíg<strong>en</strong>a de Latinoamérica este es <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o deeducación que los Estados crean para este sujeto. Sin embrago bajo la d<strong>en</strong>ominación de EIB sedefin<strong>en</strong> discursos y prácticas educativas variadas que correspond<strong>en</strong> a una síntesis de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong>os difer<strong>en</strong>tes mod<strong>el</strong>os citados aquí. La novedad de las políticas educativas es la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a trasladar<strong>el</strong> eje de las formulaciones desde modos externos de gestación de las propuestas, es decirinteresados <strong>en</strong> acciones de evang<strong>el</strong>ización, asimilación e integración, sust<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> concepcioneshomog<strong>en</strong>eizantes que se impon<strong>en</strong> sobre y desde fuera de los grupos étnicos, negando laparticipación de los mismos <strong>en</strong> sus diseños y gestión, hacia modos “integrados o de colaboración”,materializados <strong>en</strong> “*…+ proyectos empr<strong>en</strong>didos a través de conv<strong>en</strong>ios <strong>en</strong>tre países y diversosorganismos gubernam<strong>en</strong>tales y no gubernam<strong>en</strong>tales con la participación de las comunidadesindíg<strong>en</strong>as” (Martínez Chávez, s/f: 14).El mod<strong>el</strong>o bilingüe intercultural es un “mod<strong>el</strong>o participativo” que promueve la injer<strong>en</strong>cia de lacomunidad <strong>en</strong> los procesos propios de las organizaciones escolares, es decir <strong>en</strong> lo pedagógico, lainvestigación, la <strong>el</strong>aboración de recursos educativos y de textos <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, etcétera. Asímismo la comunidad participa <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de los proyectos y <strong>en</strong> su ejecución, por ejemplo <strong>en</strong> lacapacitación de los doc<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> <strong>el</strong> fondo se reconoce <strong>el</strong> cúmulo de experi<strong>en</strong>cias y conocimi<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong>as comunidades que la habilitan indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> grado de preparación formal que t<strong>en</strong>gansus miembros.- 141 -


Autores como Onavis Cabrera (s/f) y Martínez Chávez (op. cit.) sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que este mod<strong>el</strong>oint<strong>en</strong>ta establecer la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a como la l<strong>en</strong>gua oficial de educación para la población indíg<strong>en</strong>a,r<strong>el</strong>egando <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> español como segunda l<strong>en</strong>gua, <strong>en</strong> un proceso educativo basado <strong>en</strong> <strong>el</strong> diálogointercultural, de intercambio y sin vulnerar <strong>el</strong> principio de cohesión nacional.Este mod<strong>el</strong>o ofrece <strong>el</strong> marco más propicio para la reproducción de las culturas indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> <strong>el</strong>maco d<strong>el</strong> contacto cultural desigual, <strong>el</strong> proceso educativo que se sust<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> él parte de la realidadsociocultural de las comunidades, respeta sus cal<strong>en</strong>darios y cosmovisión de la naturaleza, <strong>el</strong> hombre yla sociedad. Según Onavis Cabrera “Este mod<strong>el</strong>o ti<strong>en</strong>e la particularidad de que por un lado, procura laintegrar los conocimi<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> lugar de desintegrarlos como sucedía con los anteriores mod<strong>el</strong>os, y porotro lado ti<strong>en</strong>de a recuperar la noción de r<strong>el</strong>ación exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre conocimi<strong>en</strong>to, realidad y prácticasocial <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo indíg<strong>en</strong>a” (op. cit.: 86-87).Las ci<strong>en</strong>cias sociales ocupan un lugar c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o bilingüe intercultural ya que seint<strong>en</strong>ta romper con las t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias anteriores a incluir <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum una colección de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong>as culturas indíg<strong>en</strong>as, <strong>en</strong> una r<strong>el</strong>ación estática de objetos d<strong>el</strong> acervo cultural. En <strong>el</strong> currículumintercultural <strong>el</strong> sujeto indíg<strong>en</strong>a recobra <strong>el</strong> rol que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> la historia, recuperando los r<strong>el</strong>atos de losantiguos, resignificando su id<strong>en</strong>tidad desde la autoestima étnica hasta la pot<strong>en</strong>ciación de laorganización política. Finalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> personal doc<strong>en</strong>te es s<strong>el</strong>eccionado de la propia comunidad estosti<strong>en</strong><strong>en</strong> supervisores también indíg<strong>en</strong>as a qui<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que r<strong>en</strong>dirles cu<strong>en</strong>tas, que al fin de cu<strong>en</strong>tases r<strong>en</strong>dirles cu<strong>en</strong>tas a la comunidad y a las autoridades locales.La educación bilingüe intercultural <strong>en</strong>tonces se <strong>en</strong>carga de la at<strong>en</strong>ción de la diversidadlingüística <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula pero como parte de un mod<strong>el</strong>o de sociedad, no solam<strong>en</strong>te como mod<strong>el</strong>oeducativo. Ernesto Díaz-Couder (1998) plantea que la educación bilingüe no solo se debe abocar aresolver los aspectos es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te lingüísticos, también debe at<strong>en</strong>der los aspectos pedagógicos yademás los etnopolíticos.No basta con la adecuación pedagógica y psicolinguística de la escu<strong>el</strong>a a las características d<strong>el</strong>a comunidad,“*…+ <strong>en</strong> las condiciones actuales de subordinación social y política de los idiomas amerindios yde sus hablantes, es necesario tomar <strong>en</strong> consideración los aspectos etnopolíticos inher<strong>en</strong>tes atodo programa bilingüe; la ampliación d<strong>el</strong> uso de sus idiomas nativos a espacios institucionaleso comunicativos de los que han estado excluidos hasta ahora (<strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los la educación escolar),- 142 -


con <strong>el</strong> fin de contrarrestar la discriminación y la subordinación lingüística y cultural” (op. cit.:25).El objetivo etnopolítco de la educación bilingüe se g<strong>en</strong>era, como ya se ha dicho <strong>en</strong> lacondición de subordinación social de las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as y de sus hablantes, pero también <strong>en</strong> lalucha d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a contra la discriminación y opresión institucional, como así también por<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos lingüísticos. En este s<strong>en</strong>tido la revalorización de la l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a debe acompañarse con la ext<strong>en</strong>sión de su uso a otras esferas públicas, principalm<strong>en</strong>tetribunales y justicia si se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta los niv<strong>el</strong>es de judialización de las luchas d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>toindíg<strong>en</strong>a y de los reclamos puntuales de las comunidades.Como ya hemos señalado <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo anterior desde las políticas estatales se han realizadodefiniciones legales de los derechos de los PIs que han dado pie para la <strong>el</strong>aboración y ejecución deprogramas y proyectos sociales, productivos y educativos. En la esfera escolar esta demanda de lascomunidades indíg<strong>en</strong>as es la que Vitón de Antonio (1998) “queremos apr<strong>en</strong>der a leer y escribir”.La alfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a impone desde lo lingüístico la tarea de la normalización ycreación de alfabetos. De partida <strong>el</strong> planteami<strong>en</strong>to de estos procesos puede ir <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tesdirecciones, las de los intereses de los actores implicados o <strong>el</strong> de las instituciones y actores quehistóricam<strong>en</strong>te los oprimieron. Las instituciones académicas, instituciones internacionales, ONGs, lasiglesias y las propias comunidades indíg<strong>en</strong>as se han visto <strong>en</strong> la tarea de la <strong>el</strong>aboración de alfabetos yde la escritura de estas l<strong>en</strong>guas.En la provincia de Salta <strong>el</strong> Pueblo Wichí vi<strong>en</strong>e realizando un conflictivo proceso de creaciónd<strong>el</strong> alfabeto. En este proceso participan además de las comunidades salteñas pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes alpueblo, Asociación TEPEYAC-ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborig<strong>en</strong>), ASOCIANA(Acompañami<strong>en</strong>to social de la Iglesia Anglicana <strong>en</strong> <strong>el</strong> Norte Arg<strong>en</strong>tino) e integrantes d<strong>el</strong> CEPIHA(C<strong>en</strong>tro Promocional de Investigación <strong>en</strong> Historia y Antropología) de la Universidad Nacional de Salta.De acuerdo a algunos autores (C<strong>en</strong>sab<strong>el</strong>la, 2005; Golluscio y Vidal, 2002) los Wichímanifiestan una situación sociolingüística que se puede caracterizar por la vitalidad de la l<strong>en</strong>gua, lascomunidades han logrado <strong>el</strong> paso de la oralidad a la escritura articulada con un proyecto de EIB quese lleva a cabo <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as públicas y cuyo objetivo es la alfabetización de los niños wichí.Golluscio y Vidal (op. cit.) caracterizan <strong>el</strong> proceso de <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> sistema de escritura de lal<strong>en</strong>gua wichi como una “ar<strong>en</strong>a de luchas metadiscursivas”. Como rasgo c<strong>en</strong>tral y definitorio de esteproceso se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la situación de la coexist<strong>en</strong>cia de distintos sistemas de escritura: “*…+ <strong>el</strong> sistema- 143 -


propuesto por los anglicanos y revisado <strong>en</strong> los últimos años, los sistemas de escrituras producidos porlos auxiliares bilingües e Sauzalito (Chaco), El Portillo (Formosa), Laguna Yema (Formosa) y por losmaestros de Mosconi, Salta” (op. cit.: 18).Las autoras señalan que <strong>en</strong> una serie de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros y talleres se llevó a cabo <strong>el</strong> trabajo deconsulta con las comunidades para arribar al cons<strong>en</strong>so sobre un sistema de escritura unificado, <strong>en</strong>este s<strong>en</strong>tido la tarea consistió <strong>en</strong> la creación de la grafía pero también <strong>en</strong> tomar decisiones sobre lasdifer<strong>en</strong>cias dialectales pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>el</strong> área.De acuerdo a esto es necesario señalar dos aspectos que se destacan, por una parte <strong>el</strong> costode la unificación, hay que decir que <strong>en</strong> algunos casos las escu<strong>el</strong>as y las comunidades han hecho unlargo proceso que está dando como resultado la confección de recursos para la alfabetización, <strong>en</strong>tre<strong>el</strong>los los libros de lectura <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a y bilingüe, <strong>el</strong> costo de la unificación de las experi<strong>en</strong>cias yde la revisión de las mismas sería importante, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta esto. Por otra parte, pero como unf<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que condiciona <strong>el</strong> anterior, las decisiones sobre la unificación y <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> alfabeto noson neutrales, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido tanto <strong>el</strong> protagonismo de los grupos y las comunidades como “*…+ <strong>el</strong>peso de la tradición anglicana que los wichi reconoc<strong>en</strong> abiertam<strong>en</strong>te *…+” (Golluscio y Vidal, 2002: 18)que <strong>en</strong> este proceso ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una importante pres<strong>en</strong>cia y que ya ti<strong>en</strong><strong>en</strong> con algunas comunidades<strong>el</strong>aborados los alfabetos <strong>en</strong> grafía inglesa, crean un marco de desconocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la práctica porparte de los participantes de los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros antes nombrados que luego de participar <strong>en</strong> lo talleresde <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> alfabeto vu<strong>el</strong>v<strong>en</strong> a “*…+ las comunidades y sigu<strong>en</strong> escribi<strong>en</strong>do según los criteriosde su grupo y al marg<strong>en</strong> d<strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so” (op. cit.: 18).Es preciso <strong>en</strong>tonces remarcar este aspecto político d<strong>el</strong> proceso. Para poder <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lanaturaleza de este rasgo se debe p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones históricas de dominación de la sociedadoccid<strong>en</strong>tal sobre la indíg<strong>en</strong>a, lo que <strong>en</strong>tre otras cosas ha provocado por un largo y doloroso procesola “represión lingüística” d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a que tuvo como ag<strong>en</strong>tes a funcionarios d<strong>el</strong> Estadoprincipalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los los maestros. La constitución de los Estados nacionales provocó lasustitución de las l<strong>en</strong>guas de los inmigrantes y de los indíg<strong>en</strong>as por la l<strong>en</strong>gua oficial, <strong>en</strong> la base de estaacción se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra operando la cre<strong>en</strong>cia de la “*…+ utilidad de la r<strong>el</strong>ación biunívoca un estado, unal<strong>en</strong>gua *…+” (c<strong>en</strong>sab<strong>el</strong>la, 2005: 24). En la actualidad muchas l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as que se hablaban antesde la conquista y colonización d<strong>el</strong> contin<strong>en</strong>te por lo Españoles, y algunas que quedaban al mom<strong>en</strong>tode constituirse los Estados nacionales modernos, no exist<strong>en</strong> y otras sufr<strong>en</strong> un ac<strong>el</strong>erado proceso deabandono.- 144 -


Algunos de los factores que están provocando <strong>el</strong> abandono de las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as son: “*…+la conc<strong>en</strong>tración económica y la inserción de los medios de comunicación de masas <strong>en</strong> la vidacotidiana- *…+ las dificultades de acceso a la educación <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tal y superior si no lo es por medio dedeterminadas l<strong>en</strong>guas de gran difusión y prestigio *…+” (op. cit.:24). A pesar de esto las comunidadeshan creado estrategias de resist<strong>en</strong>cia y apropiación de la l<strong>en</strong>gua dominante.En la Arg<strong>en</strong>tina <strong>el</strong> pueblo Wichi ti<strong>en</strong>e una población aproximada <strong>en</strong>tre 35.000 y 60.000, se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> las provincias de Chaco, Formosa y Salta. El grupo pert<strong>en</strong>ece a la familia Lingüísticamataco-mataguaya que además se compone por las l<strong>en</strong>guas nivaclé, chorote y maká. Al igual que lasl<strong>en</strong>guas guaycurúes se trata de una l<strong>en</strong>gua autóctona de la región chaqueña. Como dijimos la l<strong>en</strong>guawichi y las de la familia mataco-mataguaya son l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as de la Arg<strong>en</strong>tina que se destacan d<strong>el</strong>as demás por su vitalidad. Este hecho puede haber sido posibilitado por <strong>el</strong> aislami<strong>en</strong>to de estosgrupos <strong>en</strong> <strong>el</strong> hoy inhóspito chaco, que se difer<strong>en</strong>cian de los grupos chaqueños de la familia guaycurú,por la estrategia de resist<strong>en</strong>cia usada, estos últimos realizaron una resist<strong>en</strong>cia activa lo que los llevó aincorporar <strong>el</strong> caballo como medio para <strong>el</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to con <strong>el</strong> criollo, <strong>en</strong>trando <strong>en</strong> un más fluidocontacto con los criollos.La l<strong>en</strong>gua wichi ti<strong>en</strong>e un importante número de hablantes monolingüe <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua vernácula y“*…+ muchos bilingües manejan con mejor soltura la l<strong>en</strong>gua autóctona que <strong>el</strong> español” (C<strong>en</strong>sab<strong>el</strong>la,2005: 79). De acuerdo a la definición de C<strong>en</strong>sab<strong>el</strong>la (op. cit.) son individuos bilingües aqu<strong>el</strong>los queutilizan habitualm<strong>en</strong>te dos l<strong>en</strong>guas “cada una <strong>en</strong> un ámbito social determinado”. La escu<strong>el</strong>a es uno deesos ámbitos <strong>en</strong> donde se utiliza dominantem<strong>en</strong>te la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido <strong>el</strong> reclamo d<strong>el</strong>as comunidades indíg<strong>en</strong>as es la utilización de sus l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> la alfabetización de los niños que sufr<strong>en</strong>la opresión institucional por la imposición de la l<strong>en</strong>gua nacional, hecho que ti<strong>en</strong>e efectos destructivossobre las l<strong>en</strong>guas y las culturas indíg<strong>en</strong>as.La alfabetización implica <strong>el</strong> uso de la escritura como medio para la transmisión d<strong>el</strong> saber d<strong>el</strong>currículum. Si los PIs demandan la alfabetización <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua vernácula de los niños planteantambién <strong>en</strong> forma más o m<strong>en</strong>os solapada la necesidad de la <strong>el</strong>aboración de sistemas de escrituras d<strong>el</strong>as l<strong>en</strong>guas ágrafas, junto con esto se plantea la confección de material de <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los,libros, <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a. En este s<strong>en</strong>tido puede afirmarse que la escu<strong>el</strong>a ti<strong>en</strong>e una importanteinflu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>el</strong> uso de la escritura, lo que g<strong>en</strong>era, <strong>en</strong> palabras de Hecht (2006), t<strong>en</strong>siones con lasformas tradicionales de transmisión oral de saber tradicional: La autora cita la sigui<strong>en</strong>te pregunta deBartolomé M<strong>el</strong>ia: “¿No t<strong>en</strong>drá cada libro, incluso <strong>en</strong> su aspecto exterior, la forma de un pequeñoataúd <strong>en</strong> <strong>el</strong> que guardan los huesos de la palabra?” (op. cit.: 102).- 145 -


A través de los procesos descriptos de normalización lingüística y de creación de escritura, <strong>el</strong>wichí y otras l<strong>en</strong>guas se han apropiado de la escritura, lo han hecho sobre la base de tomar conci<strong>en</strong>ciade la necesidad de la alfabetización de los niños, esto les permite, a las l<strong>en</strong>guas, obt<strong>en</strong>er estatusescolar. Sin embargo, las comunidades ti<strong>en</strong><strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a conci<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> valor, la funcionalidad y <strong>el</strong>prestigio de la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana <strong>en</strong> la sociedad hegemónica, así como <strong>el</strong> carácter de esta comoherrami<strong>en</strong>ta política de def<strong>en</strong>sa de sus derechos, “*…+ Sab<strong>en</strong> además que <strong>el</strong> bilingüismo <strong>en</strong> laeducación no es más que un proyecto y <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia, para avanzar <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema educativo esimprescindible conocer la l<strong>en</strong>gua hegemónica” (Hecht, 2006: 102).Con respecto a la l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza, se han hecho investigaciones desde losociolingüístico y lo comunicativo que señalan la naturaleza de imposición y ali<strong>en</strong>ación de lasubjetividad de los alumnos que <strong>en</strong>traña la <strong>en</strong>señanza desde <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o escolarizado. Esto ocurreporque <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a predomina un mod<strong>el</strong>o descontextualizado de l<strong>en</strong>guaje y comunicaciónarticulado con este mismo rasgo d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> currículum, que <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te toma como basepara crear las normas de participación escolar de los niños y que rig<strong>en</strong> la estructura de la r<strong>el</strong>aciónpedagógica <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza.Rosemberg (2002) investigó <strong>el</strong> aspecto comunicativo <strong>en</strong> comunidades Kollas de las provinciasd<strong>el</strong> norte Arg<strong>en</strong>tino, la forma <strong>en</strong> que <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o comunicativo predominante <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> conflicto coneste, condicionando <strong>el</strong> des<strong>en</strong>volvimi<strong>en</strong>to de los niños <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Desde un principio las difer<strong>en</strong>cias<strong>en</strong> los modos culturales de socialización marcan una brecha <strong>en</strong>tre las características lingüísticas ycomunicativas <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a y <strong>en</strong> la comunidad.La socialización primaria de los niños indíg<strong>en</strong>as está caracterizada por la costumbre <strong>en</strong> lascomunidades de no separarlos “*…+ de las actividades de los adultos ni se diseñan especialm<strong>en</strong>tesituaciones para <strong>en</strong>señarles determinadas destrezas. Por lo que, los niños apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> observando yhaci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la comunicación que se establece a través de las palabras y acciones <strong>en</strong> la realizaciónconjunta de tareas *…+” (op. cit.: 19).En tanto que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a ocurre una serie de descontextualizaciones <strong>en</strong> <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> de lasr<strong>el</strong>aciones pedagógicas <strong>en</strong>tre los alumnos y <strong>el</strong> maestro <strong>en</strong> este caso <strong>el</strong> otro significativo. El educadorse convierte <strong>en</strong> un mediador <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> alumno y un conocimi<strong>en</strong>to fuera de contexto, que se materializaprincipalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la escritura. En este marco la persona d<strong>el</strong> educador queda r<strong>el</strong>ativizada por estatransmisión que le quita c<strong>en</strong>tralidad a la intersubjetividad. Sucede que “*…+ la <strong>en</strong>señanza explícita, lasindicaciones, los señalami<strong>en</strong>tos verbales y las preguntas cuyas respuesta es conocida por <strong>el</strong> adulto- 146 -


son más frecu<strong>en</strong>tes que <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje a través de la observación y <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>ado” (Rosemberg, 2002:20).Sobre este supuesto la autora analizó cómo <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o comunicativo establecido <strong>en</strong> lasescu<strong>el</strong>as de esas comunidades limitaba la emerg<strong>en</strong>cia de la voz de los alumnos. El maestro ejerce uncontrol sobre <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje d<strong>el</strong> alumno que va <strong>en</strong> contra de la construcción de la experi<strong>en</strong>cia educativademocrática.La primera evid<strong>en</strong>cia de esto es que <strong>el</strong> maestro es qui<strong>en</strong> más habla y hacia qui<strong>en</strong> está dirigidaprincipalm<strong>en</strong>te la at<strong>en</strong>ción d<strong>el</strong> grupo y las interv<strong>en</strong>ciones de estos, pero <strong>en</strong> un niv<strong>el</strong> de mayorprofundidad <strong>el</strong> dato más r<strong>el</strong>evante es <strong>el</strong> carácter cerrado de las preguntas que este realiza y <strong>el</strong>condicionami<strong>en</strong>to de la participación que este rasgo establece, lo que empobrece la producción d<strong>el</strong><strong>en</strong>guaje d<strong>el</strong> niño <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula y que, como colorario, contribuye, desde este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, a laconstrucción por parte d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te de repres<strong>en</strong>taciones sobre <strong>el</strong> alumno; ‘son tímidos’, ‘sonretraídos’, ‘son apáticos’, ‘no se adaptan’, etc. La conclusión de Rosemberg <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido es que lapoca participación de los niños <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a parece ser, <strong>en</strong>tonces, una “respuesta contextual a lasituación rígida de intercambio” (2002: 19).Uno de los aspectos de este mod<strong>el</strong>o es la forma <strong>en</strong> que los doc<strong>en</strong>tes realizan las preguntas, lamayor parte de las veces estas se refier<strong>en</strong> a <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que están pres<strong>en</strong>tes y cuyas respuestas yaconoc<strong>en</strong> tanto <strong>el</strong> maestro como <strong>el</strong> alumno, es decir preguntas que solo buscan evaluar la tareapropuesta por él y que no agregan nada nuevo. Esto contrasta con <strong>el</strong> cont<strong>en</strong>ido y la forma <strong>en</strong> que seestructura <strong>el</strong> intercambio <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> adulto y <strong>el</strong> niño <strong>en</strong> la comunidad, por lo g<strong>en</strong>eral cuando los adultosde su comunidad preguntan a los niños la información aportada por estos es novedosa y versa sobretareas cotidianas <strong>en</strong> las que <strong>el</strong> niño están implicados activam<strong>en</strong>te, principalm<strong>en</strong>te porque formanparte de la vida comunitaria, de su contexto concreto, <strong>en</strong> términos de Freire. En este s<strong>en</strong>tido sosti<strong>en</strong><strong>el</strong>a autora que“En la comunidad y <strong>en</strong> <strong>el</strong> hogar, los niños apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a través de la participación <strong>en</strong> lassituaciones cotidianas de juego, alim<strong>en</strong>tación higi<strong>en</strong>e y trabajo; apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> con la guía de unadulto con <strong>el</strong> que están, a m<strong>en</strong>udo, ligados por una r<strong>el</strong>ación familiar o de afecto. Laparticipación de los niños <strong>en</strong> estas situaciones se ve facilitada porque <strong>el</strong> objetivo, al que seori<strong>en</strong>tan todas las acciones individuales, puede ser inferido sin dificultad d<strong>el</strong> contexto de lasituación; porque los adultos divid<strong>en</strong> la tarea <strong>en</strong> sus compon<strong>en</strong>tes principales, asignan al niño- 147 -


una parte, le señalan los pasos necesarios para hacerla y muestran o mod<strong>el</strong>an con sus acciones<strong>el</strong> desempeño que esperan d<strong>el</strong> niño” (op. cit.: 20).Las observaciones de las prácticas de doc<strong>en</strong>tes pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a la comunidad le posibilitan ala autora contrastar con las de sus homólogos criollos. Nota que los resultados comunicativos <strong>en</strong> <strong>el</strong>aula se asi<strong>en</strong>tan principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la construcción compartida <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a y <strong>el</strong> niño d<strong>el</strong>tiempo y d<strong>el</strong> espacio, d<strong>el</strong> ritmo de la <strong>en</strong>señanza y d<strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje. El hecho de conocer lasmodalidades comunicativas d<strong>el</strong> grupo le permit<strong>en</strong> interaccionar desde expectativas acordes alcontexto y al sujeto y desde estrategias interpretativas comunes. En síntesis, está <strong>en</strong> juego <strong>el</strong>reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y la experi<strong>en</strong>cia de los alumnos como así también de su grupode pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> tanto <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la construcción de la difer<strong>en</strong>cia y de la producción d<strong>el</strong> poder.Estas consecu<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> tipo de intercambio comunicativo predominante <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a ti<strong>en</strong>dea g<strong>en</strong>erar <strong>en</strong> los doc<strong>en</strong>tes repres<strong>en</strong>taciones negativas sobre <strong>el</strong> alumno, mi<strong>en</strong>tras que estos sonubicados <strong>en</strong> trayectorias escolares a las que se v<strong>en</strong> obligados a adaptarse, apropiarse o resistir, yconstruir siempre como una conquista individual.En la sociedad y especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los doc<strong>en</strong>tes circulan cuatro prejuicios sobre las l<strong>en</strong>guasindíg<strong>en</strong>as y <strong>el</strong> bilingüismo. El primer prejuicio ti<strong>en</strong>e que ver con lo que C<strong>en</strong>sab<strong>el</strong>la (2005) d<strong>en</strong>omina <strong>el</strong>mito de la l<strong>en</strong>gua única, <strong>el</strong> multilingüismo predominante <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo ha sido interpretado desdealgunas r<strong>el</strong>igiones como un “castigo divino”, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido se ha t<strong>en</strong>dido a la homog<strong>en</strong>eizaciónlingüística como base para <strong>el</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to y para la comunidad nacional y hasta universal. Otro d<strong>el</strong>os prejuicios señalados por la autora ti<strong>en</strong>e que ver con las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as, estas son consideradasdialectos y estos a la vez se consideran versiones imperfectas o m<strong>en</strong>ores de alguna l<strong>en</strong>gua.Pero la autora señala dos prejuicios más que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una amplia difusión <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbitoeducativo. En primer lugar se considera que “<strong>el</strong> bilingüismo es nocivo para un niño” “*…+ El problemaes que id<strong>en</strong>tifican la falta de escolaridad o <strong>el</strong> fracaso escolar de los indíg<strong>en</strong>as con <strong>el</strong> hecho de quehablan otra l<strong>en</strong>gua *…+” (op. cit.: 119). Hay que decir que <strong>el</strong> fracaso escolar es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o complejoque se g<strong>en</strong>era por la interacción de diversos factores, las condiciones socioeconómicas, la opresióninstitucional, y la falta de preparación de la escu<strong>el</strong>a y de los maestros para educar niños bilingües. Lametodología utilizada por <strong>el</strong> maestro c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> <strong>el</strong> dictado <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano de los cont<strong>en</strong>idoscurriculares es inadecuada para las características culturales de los niños. Además se desali<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> usode la l<strong>en</strong>gua vernácula. Como consecu<strong>en</strong>cia se forja un proceso de g<strong>en</strong>eración-autorrepresión-- 148 -


ocultami<strong>en</strong>to “*…+ que no solam<strong>en</strong>te at<strong>en</strong>ta contra la vitalidad de esa l<strong>en</strong>gua sino que dañamuchísimo la personalidad y la integridad int<strong>el</strong>ectual de ese niño” (C<strong>en</strong>sab<strong>el</strong>la, 2005: 120).Finalm<strong>en</strong>te está <strong>el</strong> prejuicio que sosti<strong>en</strong>e que “<strong>en</strong>señándoles sus l<strong>en</strong>guas seguirán si<strong>en</strong>dosegregados por la sociedad nacional”, de este subyace la visión de que la conservación de su l<strong>en</strong>guaeternizaría su estigmatización histórica. Este prejuicio es la fu<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te discurso: “loimportante para <strong>el</strong>los es educarse, acceder a un niv<strong>el</strong> de vida digno, participar pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te de losb<strong>en</strong>eficios de la sociedad nacional” (op. cit.: 120).Esto no implica que sost<strong>en</strong>gamos una posición de resist<strong>en</strong>cia a la <strong>en</strong>señanza de la l<strong>en</strong>guacast<strong>el</strong>lana, <strong>en</strong> realidad una educación bilingüe e intercultural con pret<strong>en</strong>siones de construcción depoder desde los PIs debe posibilitar <strong>el</strong> acceso a una o varias l<strong>en</strong>guas “vehiculares” mediante las cualeslos PIs puedan acceder a b<strong>en</strong>eficios de la globalización <strong>en</strong>tre otras cosas.IV.4. Maestros “criollos” y maestros “indíg<strong>en</strong>as”. La id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> contextosescolares de interculturalidad.IV.4.a. Aproximación a las paradojas e interp<strong>el</strong>aciones de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>ascon población indíg<strong>en</strong>a.En este apartado se pret<strong>en</strong>de realizar un acercami<strong>en</strong>to al análisis teórico de las condiciones<strong>en</strong> que se pres<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> contextos de interculturalidad. Las condiciones actuales<strong>en</strong> que se desarrolla <strong>el</strong> trabajo de <strong>en</strong>señanza, las definiciones políticas y sociales de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong>trabajo d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te, más las repres<strong>en</strong>taciones sociales que circulan han provocado <strong>el</strong> debilitami<strong>en</strong>tode la profesionalidad d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te, poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong> crisis <strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> mismo.La EIB supone, <strong>en</strong> principio una modalidad educativa peculiar y difer<strong>en</strong>ciada <strong>en</strong> la que lal<strong>en</strong>gua y la cultura que integran <strong>el</strong> currículum no forman parte, por lo g<strong>en</strong>eral, d<strong>el</strong> currículum <strong>en</strong> lasinstancias de formación inicial. Como sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> autores como Gim<strong>en</strong>o Sacristán (1998) los doc<strong>en</strong>tesarticulan sus tareas <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as y <strong>en</strong> las aulas alrededor d<strong>el</strong> currículum que deb<strong>en</strong> desarrollar. Estasituación estaría dando cu<strong>en</strong>ta de una primera limitación a la profesionalidad pues <strong>el</strong> análisis de estaparte de la suposición básica d<strong>el</strong> dominio de los cont<strong>en</strong>idos que <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te deberá <strong>en</strong>señar.Puede suponerse que <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra desori<strong>en</strong>tado teórica y metodológicam<strong>en</strong>te. Elhecho de que la profesionalidad d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te se liga al currículum implica una condición básica, que“*…+ la formación y perfeccionami<strong>en</strong>to de los profesores será útil para la práctica <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que- 149 -


les proporcione esquemas prácticos para des<strong>en</strong>volverse <strong>en</strong> <strong>el</strong> área o asignatura que les corresponda*…+” (op. cit.: 137).De acuerdo a Gim<strong>en</strong>o Sacristán la formación profesional inicial es limitada <strong>en</strong> términosoperativos pues <strong>en</strong> <strong>el</strong>la <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te adquiere esquemas prácticos que no posibilitan modalidadesalternativas de respuesta al contexto. El autor otorga suma importancia a la socialización <strong>en</strong> <strong>el</strong>trabajo.En esa instancia formativa <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te apr<strong>en</strong>de <strong>el</strong> “saber hacer” profesional que ti<strong>en</strong>e que vercon <strong>el</strong> “como desarrollar la practica escolar “, como <strong>en</strong>señar los cont<strong>en</strong>idos d<strong>el</strong> currículumapr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do a la vez algo r<strong>el</strong>acionado con <strong>el</strong>los, estos “esquemas prácticos” d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te constituy<strong>en</strong>“ mod<strong>el</strong>os de actividades o tareas ligados a un determinado cont<strong>en</strong>ido” (Gim<strong>en</strong>o Sacristán, 1998:137).Tales esquemas prácticos hac<strong>en</strong> posible que las tareas que <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te s<strong>el</strong>ecciona se ligu<strong>en</strong> acontextos institucionales con las que manti<strong>en</strong><strong>en</strong> interdep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia .Es decir que los esquemas de losque hablamos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> funcionalidad institucional y curricular, lo que explica su perdurabilidad, sus<strong>el</strong>ección y la necesidad de su dominio por parte d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te. En este s<strong>en</strong>tido se puede argum<strong>en</strong>tarque “Los profesores <strong>el</strong>aboran y modifican su profesionalidad <strong>en</strong> forma evolutiva, *…+ yfundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te por vía experi<strong>en</strong>cial, bi<strong>en</strong> a partir de su propia experi<strong>en</strong>cia, bi<strong>en</strong> a partir de lacomunicación de esquemas prácticos <strong>en</strong>tre profesores, pero siempre d<strong>en</strong>tro de esas condicionescontextuales” (op. cit.: 140).El ámbito de la practica profesional y d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral resulta de lacomunicación e intersección <strong>en</strong>tre “las tareas académicas dominantes, <strong>el</strong> currículum a desarrollar ylas condiciones de la practica “ (Gim<strong>en</strong>o Sacristán, 1998: 140), y a través de esta r<strong>el</strong>ación se da unequilibrio constante que le permite al doc<strong>en</strong>te percibir cierta estabilidad y continuidad <strong>en</strong> susprácticas. A pesar de esta naturaleza constante, los esquemas prácticos no son mod<strong>el</strong>os que seaplican automática y mecánicam<strong>en</strong>te a cualquier contexto, por <strong>el</strong> contrario deb<strong>en</strong> ser losufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te flexibles como para adaptarse a los esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong> que se usarán, deberán adecuarsea los alumnos y sus particularidades, deberán hacerse y hacer funcionales los materiales didácticos ytextos que se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> para trabajar, deberán articularse a los particulares ambi<strong>en</strong>tes organizativos, etc.Por otra parte exist<strong>en</strong> otros <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos constitutivos de los esquemas prácticos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>que ver con los “compon<strong>en</strong>tes personales” de cada doc<strong>en</strong>te indisociables de las prácticas, estosaportan a la construcción de las concepciones sobre la educación con las que los doc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>caran- 150 -


las prácticas pedagógicas y doc<strong>en</strong>tes, articulando sus cre<strong>en</strong>cias pedagógicas, las teorías formales ycre<strong>en</strong>cias personales.Es decir que la interacción de estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos es constitutiva de los esquemas prácticos conque <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong>cara su trabajo de <strong>en</strong>señanza. Esquemas prácticos adquiridos <strong>en</strong> la formacióninicial, más los apropiados <strong>en</strong> la socialización <strong>en</strong> <strong>el</strong> puesto de trabajo y además <strong>el</strong> conjunto derepres<strong>en</strong>taciones sobre <strong>el</strong> alumno, de cre<strong>en</strong>cias pedagógicas y teorías informales, dan forma altrabajo doc<strong>en</strong>te.En contextos de difer<strong>en</strong>cia cultural la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te es interp<strong>el</strong>ada desde unaserie de fu<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> algunos casos similares a las que exist<strong>en</strong> <strong>en</strong> cualquier escu<strong>el</strong>a pública <strong>en</strong>contextos de crisis. Por lo tanto podemos presuponer que <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la emerg<strong>en</strong>cia de ladifer<strong>en</strong>cia cultural y la diversidad individual, la profundización de las desigualdades sociales, y la crisisinstitucional, la id<strong>en</strong>tidad tradicional d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te, ligada a la her<strong>en</strong>cia homog<strong>en</strong>eizadora de laescu<strong>el</strong>a moderna, es puesta <strong>en</strong> cuestión.La escu<strong>el</strong>a ha perdido supremacía como ag<strong>en</strong>cia educativa y de socialización, y dereproducción social y cultural. Ante la expansión d<strong>el</strong> impacto de otros ag<strong>en</strong>tes socializadores comopor ejemplo los medios de comunicación masiva, <strong>el</strong> mandato social actual de la escu<strong>el</strong>a de crear lascondiciones subjetivas para <strong>el</strong> cambio “actitudinal” respecto a la diversidad cultural e individual,puede quedar <strong>en</strong>trampado <strong>en</strong> la paradoja de la pérdida de poder de la institución escolar, <strong>en</strong> estes<strong>en</strong>tido la posibilidad de la EIB debe p<strong>en</strong>sarse <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco contradictorio de estas condiciones.Las escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a constituy<strong>en</strong> esc<strong>en</strong>arios particulares y complejos <strong>en</strong> losque los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que se vi<strong>en</strong><strong>en</strong> señalando se articulan g<strong>en</strong>erando las condiciones desde las que laid<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te es interp<strong>el</strong>ada. Si al hecho de que la escu<strong>el</strong>a ha perdido “c<strong>en</strong>tralidadcomo usina privilegiada para la transmisión d<strong>el</strong> saber” (Hecht, 2006: 101) le añadimos que, <strong>en</strong> marcosinstitucionales con población indíg<strong>en</strong>a <strong>el</strong> saber d<strong>el</strong> currículum oficial coexiste con los “saberestradicionales comunitarios indíg<strong>en</strong>as” <strong>en</strong>contramos una fu<strong>en</strong>te más de interp<strong>el</strong>ación d<strong>el</strong> trabajodoc<strong>en</strong>te.La demanda de las comunidades indíg<strong>en</strong>as de la <strong>en</strong>señanza de su cultura realizada a lainstitución <strong>en</strong> la que históricam<strong>en</strong>te se excluyó la difer<strong>en</strong>cia, la voz y la experi<strong>en</strong>cia de sujetos quefueron estigmatizados y negados, puestos fuera de cuestión <strong>en</strong> definitiva, constituye una fuertepresión sobre la tradición homog<strong>en</strong>eizadora de la escolaridad y la doc<strong>en</strong>cia.Desde tales demandas la propia formación doc<strong>en</strong>te, las tradiciones de la formación doc<strong>en</strong>tese v<strong>en</strong> interp<strong>el</strong>adas <strong>en</strong> sus <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos constitutivos. El trabajo doc<strong>en</strong>te se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra marcado por dos- 151 -


tradiciones. Adriana Serrudo (2006) cita <strong>el</strong> análisis hecho por Raúl Díaz <strong>en</strong> <strong>el</strong> que <strong>el</strong> autor liga dichastradiciones a los rasgos d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a. En este s<strong>en</strong>tido,marca Serrudo, <strong>el</strong> autor sosti<strong>en</strong>e que <strong>en</strong> nuestro país se pued<strong>en</strong> id<strong>en</strong>tificar dos tradiciones:• “ Tradición normalizadora- disciplinadora: cuyo objetivo era conformar yconsolidar <strong>el</strong> sistema educativo moderno;• Tradición efici<strong>en</strong>tista: que comi<strong>en</strong>za a considerar <strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te como unsistema donde pueda medirse la productividad de su labor a través de controlestécnicos” (op. cit.: 117).Puede afirmarse que la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te queda atrapada por parámetros de“anulación de la difer<strong>en</strong>te”. 34Por una parte la irrupción d<strong>el</strong> tema d<strong>el</strong>a interculturalidad y la diversidad lingüística destaca lanecesidad d<strong>el</strong> cambio <strong>en</strong> las políticas de formación doc<strong>en</strong>te. Ya se ha señalado que <strong>el</strong> PNEIB incluyeuna línea de acción de formación y perfeccionami<strong>en</strong>to de doc<strong>en</strong>tes que trabaj<strong>en</strong> <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as conpoblación indíg<strong>en</strong>a. En <strong>el</strong> citado programa se propone:“Promover la apertura de espacios de consulta intra e interjurisdiccionales <strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tesactores de educación formal y no formal interesados <strong>en</strong> la EIB *…+ Avanzar <strong>en</strong> la definición de laimplem<strong>en</strong>tación de los acuerdos alcanzados <strong>en</strong> la Resolución 107/99 d<strong>el</strong> CFCyE [...] Incorporar <strong>el</strong><strong>en</strong>foque de la EIB <strong>en</strong> la Formación Doc<strong>en</strong>te inicial y <strong>en</strong> servicio *…+ Favorecer laprofesionalización de los auxiliares doc<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as (MEMAs, ADAs, idóneos, etc.) *…+ Porotra parte estará palnteando una redefinición de la profesionalidad d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te”. 35Por otra parte la articulación d<strong>el</strong> conjunto de los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que se han v<strong>en</strong>ido señalando¿estará indicando la necesidad de una redefinición de la profesionalidad doc<strong>en</strong>te? El conflicto culturalque g<strong>en</strong>era <strong>el</strong> choque <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> mandato histórico de la escu<strong>el</strong>a, caracterizado por la misiónhomog<strong>en</strong>eizadora, de universalización de la cultura y los valores occid<strong>en</strong>tales, la unificaciónlingüística, y la formación de gustos y prefer<strong>en</strong>cias r<strong>el</strong>ativas al sistema capitalista y al mod<strong>el</strong>odemocrático liberal, contra la emerg<strong>en</strong>te demanda de los PIs y las comunidades de rescate yrevalorización de su cultura, <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a de esta y de uso de su l<strong>en</strong>gua, comocompon<strong>en</strong>tes de los nuevos usos sociales de la escu<strong>el</strong>a que hac<strong>en</strong> estos sujetos, estaría afectando la34 Díaz, R. citado <strong>en</strong> Serrudo (2006).35 Programa Nacional de Educación Intercultural Bilingüe. Ministerio de Educación y Cultura de la Nación.Arg<strong>en</strong>tina. En CD9 pneib.- 152 -


definición misma de la profesionalidad doc<strong>en</strong>te tan ligada al currículum constituido por <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong>a cultura y la tradición occid<strong>en</strong>tales.Esta situación demanda la revisión de las t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> mandato histórico de la escu<strong>el</strong>a y<strong>el</strong> mandato que actualm<strong>en</strong>te estaría conformándose desde los principios de la diversidad y latolerancia, compr<strong>en</strong>der como afectan <strong>el</strong> equilibrio propio de los esquemas que <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te construyey utiliza para llevar a la práctica las concepciones que posee sobre la EIB.El doc<strong>en</strong>te se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> medio de demandas y desafíos para los que no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>traformado, <strong>el</strong> conjunto de sus esquemas prácticos se resi<strong>en</strong>t<strong>en</strong> por la rigidez que le imprim<strong>en</strong> lastradiciones que operan <strong>en</strong> su génesis. Los esquemas prácticos que se articulan por <strong>el</strong> mandatomisional de la profesión y la demanda de efici<strong>en</strong>cia, que <strong>en</strong> definitiva implica la anulación de la praxisde los sujetos ante <strong>el</strong> inédito viable que constituye la EIB.Las definiciones políticas de la formación de doc<strong>en</strong>tes aún portan una importante carga des<strong>en</strong>tidos homog<strong>en</strong>eizantes y efici<strong>en</strong>tistas. Los doc<strong>en</strong>tes han visto reducido <strong>el</strong> grado de autonomía d<strong>el</strong>doc<strong>en</strong>te para tomar decisiones <strong>el</strong> uso pedagógico político, <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de asignar posiciones a lossujetos, de mecanismos de evaluación d<strong>el</strong> trabajo a cambio de inc<strong>en</strong>tivos materiales, ligada a estaforma de control se ha ext<strong>en</strong>dido la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a “hacer” que choca con la realidad cuando no haycorrespond<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre lo que se hace, lo que se sabe y las demandas <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido de la situaciónconcreta.“*…+ hacerse cargo de la difer<strong>en</strong>cia cultural provoca debates, disputas, nuevasresponsabilidades y pone <strong>en</strong> cuestión tanto la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te como la her<strong>en</strong>ciahomog<strong>en</strong>eizadora de la educación estatal. La disputa por la legitimidad de “otros”conocimi<strong>en</strong>tos a la vez que la demanda por <strong>el</strong> egreso escolar y la igualdad de condiciones con<strong>el</strong> resto de la población escolar coloca a la pedagogía intercultural <strong>en</strong> la <strong>en</strong>crucijada de sumary/o restar conocimi<strong>en</strong>to. La aceptación de la difer<strong>en</strong>cia conjugada con la igualación educativaabre nuevas y complejas t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre política y pedagogía” 36 (Serrudo, 2006: 118).Pero al tema de la difer<strong>en</strong>cia o la diversidad cultural se le debe articular la interpretación deotro <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to contextual totalm<strong>en</strong>te ligado a la cuestión indíg<strong>en</strong>a. Las poblaciones indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong>36 Díaz, R. citado <strong>en</strong> Serrudo (2006).- 153 -


nuestro país se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> la franja de las poblaciones más pobres. En un s<strong>en</strong>tido la pobrezaatraviesa diversos contextos culturales mi<strong>en</strong>tras que los PIS <strong>en</strong> su mayoría son pobres.Las políticas focalizadas d<strong>el</strong> Estado neoliberal actúan id<strong>en</strong>tificando y defini<strong>en</strong>do las franjasde la población que serian de alguna forma vulnerables socialm<strong>en</strong>te y que, por lo tanto, necesitan serasistidas prefer<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te por ag<strong>en</strong>tes privados pero también por <strong>el</strong> Estado. Las escu<strong>el</strong>as se hanconvertido <strong>en</strong>tonces, <strong>en</strong> contextos de difer<strong>en</strong>cia /desigualdad, <strong>en</strong> ag<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> donde coexist<strong>en</strong>practicas asist<strong>en</strong>ciales con practicas pedagógicas, estas últimas más de tipo comp<strong>en</strong>satorio queigualador.La coexist<strong>en</strong>cia de prácticas asist<strong>en</strong>ciales con prácticas pedagógicas g<strong>en</strong>era esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong><strong>el</strong> que las funciones históricas de la escu<strong>el</strong>a pierd<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido, transformándose <strong>en</strong> su conjunto losterritorios escolarizados: institución, currículum, tareas académicas, trabajo doc<strong>en</strong>te.La interacción <strong>en</strong>tre las demandas y necesidades de la población y lo que ofrece la escu<strong>el</strong>a, <strong>en</strong>términos pedagógicos y asist<strong>en</strong>ciales, g<strong>en</strong>era repres<strong>en</strong>taciones sociales sobre los s<strong>en</strong>tidos y lasfunciones de dicha institución; ag<strong>en</strong>te Estatal de servicios o ag<strong>en</strong>te educativo. Más concretam<strong>en</strong>te <strong>el</strong>discurso educativo neoliberal se ha apropiado de la “diversidad sociocultural” operando unaasignación arbitraria de significantes para nombrar la difer<strong>en</strong>ciación/desigualdad social de losalumnos: sujetos vulnerables, población NBI, alumnos con NEE, población de alto “riesgo social, sonalgunas d<strong>en</strong>ominaciones utilizadas.El trasfondo de la totalidad de la operación que int<strong>en</strong>tamos describir, y que <strong>en</strong> términosg<strong>en</strong>erales consiste <strong>en</strong> visibilizar (hacer visibles)/autorizar/esc<strong>en</strong>ificar la diversidad excluy<strong>en</strong>do ladesigualdad, es justam<strong>en</strong>te la disputa por un capital simbólico definido por la “significación que se leda a la articulación <strong>en</strong>tre desigualdad y diversidad, y cómo <strong>en</strong> <strong>el</strong>la queda atrapada una consideraciónreproductora de las condiciones de pobreza y exclusión *…+” (Alonso y Díaz, 2004: 45).Alonso y Díaz analizan <strong>el</strong> discurso educativo d<strong>el</strong> Estado provincial neuquino y adviert<strong>en</strong> que,respecto de la diversidad cultural, este traza geografías de la diversidad articulando cada territorio acaracterísticas “socioculturales” que les correspond<strong>en</strong>. Las articulaciones serian las sigui<strong>en</strong>tes;“*…+ alumnos con diversos “capitales socioculturales”, “dificultades y/o discapacidades físicasy/o m<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> <strong>el</strong> área rural; alumnos con “graves dificultades de apr<strong>en</strong>dizaje, por suscaracterísticas socio-afectivas particularizadas como población de alto riesgo social”, para <strong>el</strong>área urbano marginal, y alumnos cuyas características parecerían ser las ‘normales’, para <strong>el</strong>- 154 -


área urbana, ya que no se explicitan <strong>en</strong> este tercer caso, “ninguna característica sociocultural”(op. cit.: 45-46).Ligada a esta descripción se hace una definición de la necesidad de un doc<strong>en</strong>te formado <strong>en</strong>“compet<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> diversidad cultural”, un doc<strong>en</strong>te compet<strong>en</strong>te <strong>en</strong> población de “alto riesgo social”,definidos estos como sujetos diversos emerg<strong>en</strong>tes de la actual situación de exclusión social. Estoimplica que <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te deberá t<strong>en</strong>er compet<strong>en</strong>cias para detectar y at<strong>en</strong>der “los riesgos sociales”, lodiverso, las necesidades especiales de los alumnos, deberán estar dotados de las herrami<strong>en</strong>tasteóricas y metodológicas para at<strong>en</strong>der a estos grupos, serian <strong>el</strong>los “*…+ los <strong>en</strong>cargados de curar,controlar, disciplinar, prev<strong>en</strong>ir…y/o anestesiar <strong>el</strong> riesgo” (Alonso y Díaz, 2004: 55).En la práctica los doc<strong>en</strong>tes se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan a la diversificación e instrum<strong>en</strong>talización detareas, que <strong>en</strong>tre otras cosas implica la ampliación d<strong>el</strong> tiempo de trabajo para realizar tareasd<strong>en</strong>ominadas por Aguilar 37 como “trabajo extra – <strong>en</strong>señanza”: “(…) conjunto de múltiples actividadesque constituy<strong>en</strong> <strong>el</strong> sostén y funcionami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a (…) son todas las actividades que noimplican la transmisión de cont<strong>en</strong>ido curricular” (Hecht, 2006: 100). En este s<strong>en</strong>tido la profesionalidades puesta <strong>en</strong> crisis ya que, <strong>en</strong> este marco, pierde c<strong>en</strong>tralidad <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> currículum.Además la pres<strong>en</strong>cia de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> contextos comunitarios culturalm<strong>en</strong>te dinámicos ycon una l<strong>en</strong>gua r<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te vital, la única l<strong>en</strong>gua que lo niños hablan al ingresar a la escu<strong>el</strong>a, y <strong>en</strong>donde la comunidad ejerc<strong>en</strong> poder y control sobre la escu<strong>el</strong>a y especialm<strong>en</strong>te sobre <strong>el</strong> trabajodoc<strong>en</strong>te a través de intermediarios indíg<strong>en</strong>as, g<strong>en</strong>era la construcción de estrategias de reproduccióncultural y social por parte d<strong>el</strong> individuo y la comunidad que chocan con las estrategias dereproducción de la escu<strong>el</strong>a, interp<strong>el</strong>ando a la institución y redefini<strong>en</strong>do los usos sociales de la escu<strong>el</strong>a.Puede Afirmarse que la institucionalización de la EIB ha sido <strong>en</strong> parte <strong>el</strong> producto de lasdemandas de los PIs como parte d<strong>el</strong> trazado de estrategias de reproducción cultural y social de losgrupos, esta modalidad educativa interp<strong>el</strong>a principalm<strong>en</strong>te la función alfabetizadora que lecorresponde al doc<strong>en</strong>te ya que ahora esta es una función d<strong>el</strong> “doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a”, que <strong>en</strong> nuestro paísrecibe difer<strong>en</strong>tes d<strong>en</strong>ominaciones: maestro <strong>en</strong> modalidad aborig<strong>en</strong> (MEMA), ADA, Idóneo, AuxiliarBilingüe.La figura d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a surge <strong>en</strong> años reci<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> nuestro país. Con una reci<strong>en</strong>tetradición de educación bilingüe la figura d<strong>el</strong> auxiliar de l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a o bilingüe constituyó desde <strong>el</strong>principio una necesidad y un anteced<strong>en</strong>te de lo que <strong>en</strong> la actualidad se designa como doc<strong>en</strong>te37 Citado por Hecht, A.C., (2006).- 155 -


“indíg<strong>en</strong>a”. 38 La pres<strong>en</strong>cia de estos actores <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as g<strong>en</strong>era una serie de conflictos, t<strong>en</strong>siones eincertidumbres <strong>en</strong> la dim<strong>en</strong>sión laboral de las instituciones que afectan <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de las funciones deestas, <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te “criollo” ve debilitada la poca autonomía que se le otorga desde las políticaseducativas, “compite” por ser reconocido como autoridad d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> aula, no solo autoridadpedagógica, también política.IV.4.b. El análisis de los contextos escolares: nuevas id<strong>en</strong>tidades pedagógicas y conflictividad social.Entre las particularidades que se deb<strong>en</strong> señalar a la hora de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der <strong>el</strong> trabajo de losdoc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a, y especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> comunidades <strong>en</strong> que la l<strong>en</strong>gua qu<strong>el</strong>os niños conoc<strong>en</strong> y usan al ingresar a la escu<strong>el</strong>a es la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, es la pres<strong>en</strong>cia de los“doc<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as” que emerg<strong>en</strong> como necesidad de mejorar los procesos de <strong>en</strong>señanza y deapr<strong>en</strong>dizaje <strong>en</strong> las aulas.Esta es una de las explicaciones posibles de la introducción de esta figura, la pedagógicodidáctica,pero no se podría <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der sin una articulación con los principios más g<strong>en</strong>erales de la EIB,no solo los definidos desde <strong>el</strong> Estado sino además los establecidos por <strong>el</strong> conjunto de los actoresimplicados <strong>en</strong> esta modalidad, que a fin de cu<strong>en</strong>tas son principios político-pedagógico. Solam<strong>en</strong>te<strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos será posible considerar cuales son las interp<strong>el</strong>aciones a la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong>trabajo doc<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> la institución, <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones con los actores indíg<strong>en</strong>as, <strong>en</strong> su trabajo <strong>en</strong> <strong>el</strong> aulay <strong>en</strong> la construcción de la id<strong>en</strong>tidad individual de cada doc<strong>en</strong>te.La pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a es tanto una necesidad pedagógica- didáctica como unreclamo político de los PIs que ha sido tomado por la pedagogía e institucionalizado <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as.En Latinoamérica las primeras experi<strong>en</strong>cias de educación bilingüe de la que surge la figura dejóv<strong>en</strong>es bilingües indíg<strong>en</strong>as se remontan a las primeras décadas d<strong>el</strong> siglo XX <strong>en</strong> México (López, 1998),<strong>en</strong> estas se busca formar “intermediarios culturales <strong>en</strong>tre la nación y sus comunidades”. Haciamediados d<strong>el</strong> siglo pasado la 3° Confer<strong>en</strong>cia Interamericana de Educación reconoce <strong>el</strong> valor y lanecesidad d<strong>el</strong> bilingüismo <strong>en</strong> la educación indíg<strong>en</strong>a pues esta sería la única forma de asegurar laintegración de los indíg<strong>en</strong>as a la nación, este mom<strong>en</strong>to histórico se caracteriza por la crítica a losexiguos resultados d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de cast<strong>el</strong>lanización que prevalece <strong>en</strong> la educación para estos sectores38 El surgimi<strong>en</strong>to de la figura d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te “indíg<strong>en</strong>a” y sus rasgos id<strong>en</strong>titarios se analizan <strong>en</strong> <strong>el</strong> apartadosigui<strong>en</strong>te.- 156 -


de la población. Esta aprobación d<strong>el</strong> bilingüismo dio lugar <strong>en</strong>tre otras cosas a la creación de material<strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a y a la utilización de maestros indíg<strong>en</strong>as “preparados para tal efecto comoinstrum<strong>en</strong>tos facilitadores d<strong>el</strong> proceso de integración de la población a la sociedad dominante”(Cabrera, s/f).Desde este mom<strong>en</strong>to, de auge d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de bilingüismo de transición, se comi<strong>en</strong>zan autilizar maestros indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a, y se termina de establecer con <strong>el</strong>mod<strong>el</strong>o bilingüe-bicultural que se comi<strong>en</strong>za a implem<strong>en</strong>tarse hacia los años 50 y 60. Si bi<strong>en</strong> desdeeste mod<strong>el</strong>o se trata de suavizar la finalidad asimiladora con que funcionaba <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de transición,al igual que <strong>en</strong> <strong>el</strong> bilingüismo de transición la tarea d<strong>el</strong> maestro bilingüe se circunscribe a latraducción de cont<strong>en</strong>idos de la cultura dominante.En nuestro país, y más concretam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as de las provincias de Chaco, Formosa ySalta, se vi<strong>en</strong><strong>en</strong> realizando experi<strong>en</strong>cias de educación para poblaciones indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> las que seutilizan “maestros indíg<strong>en</strong>as” desde finales de los años 70.De acuerdo a la investigación realizada por Adriana Serrudo (2006) <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichí deCarboncito <strong>en</strong> la provincia de Salta, la introducción d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe ti<strong>en</strong>e que ver con la necesidadde mejorar <strong>el</strong> proceso de <strong>en</strong>señanza-apr<strong>en</strong>dizaje. A finales de la década d<strong>el</strong> 70 se busca un jov<strong>en</strong> de lacomunidad “ex alumno de la escu<strong>el</strong>a y muy aceptado por la comunidad”, que será incorporado a la<strong>en</strong>señanza como auxiliar bilingüe con <strong>el</strong> objetivo de favorecer “la ret<strong>en</strong>ción y <strong>el</strong> r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to escolarde los niños de la comunidad. En esta instancia, se contemplaba la introducción de la l<strong>en</strong>gua wichí deforma que contribuyera a la comunicación alumno-doc<strong>en</strong>te mediante la “traducción” de consignaspor parte d<strong>el</strong> “auxiliar bilingüe”.Durante la década de los 80 <strong>el</strong> Consejo G<strong>en</strong>eral de Educación de la provincia de Salta pone <strong>en</strong>vig<strong>en</strong>cia <strong>el</strong> Programa de regionalización educativa d<strong>el</strong> área aborig<strong>en</strong> (PREPARA), <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de esteprograma se <strong>el</strong>abora <strong>el</strong> “Proyecto Aborig<strong>en</strong>”. “La propuesta de este proyecto contemplaba <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>mom<strong>en</strong>to la introducción <strong>en</strong> las aulas d<strong>el</strong> “auxiliar bilingüe”, sin que <strong>el</strong>lo implicara la introducción d<strong>el</strong>a l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la alfabetización de los niños, sino solo como tránsito hacia <strong>el</strong> uso y laalfabetización <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano” (op´. cit.: 101). La indefinición d<strong>el</strong> rol de la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la<strong>en</strong>señanza, y la falta de análisis sobre los efectos de la l<strong>en</strong>gua nacional <strong>en</strong> la destrucción de la l<strong>en</strong>guamaterna de los niños indíg<strong>en</strong>as es fundacional <strong>en</strong> la política de educación d<strong>el</strong> Estado salteño para losPIs de Salta.No se daba importancia a la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a y tampoco a su desarrollo. Laspolíticas educativas y las políticas d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje d<strong>el</strong> Estado acusaban <strong>en</strong> ese proyecto la incapacidad- 157 -


para contemplar las condiciones contextuales de las escu<strong>el</strong>as indíg<strong>en</strong>as, la incapacidad para p<strong>en</strong>sar lafunción de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> comunidades indíg<strong>en</strong>as y los efectos de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> español a niñospequeños hablantes de una l<strong>en</strong>gua ágrafa, los efectos de la <strong>en</strong>señanza sobre la vitalidad de la l<strong>en</strong>guay la articulación de esta y de su cultura.Tal t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia oficial dio forma a las propuestas de educación para poblaciones indíg<strong>en</strong>as, deacuerdo a Serrudo estos lineami<strong>en</strong>tos pued<strong>en</strong> resumirse <strong>en</strong> los sigui<strong>en</strong>tes puntos:“*…+ la indefinición <strong>en</strong> cuanto a sus lineami<strong>en</strong>tos pedagógico r<strong>el</strong>acionados con lasreformas curriculares necesarias a fin de adoptar y/o g<strong>en</strong>erar acciones y decisiones políticasque apunt<strong>en</strong> a una real inclusión de la figura d<strong>el</strong> “doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a” <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as de la zona;la aus<strong>en</strong>cia e precisiones acerca de la ori<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a quetomarían las propuestas d<strong>el</strong> Proyecto – Proyecto Aborig<strong>en</strong>- lo que llevará a que cada escu<strong>el</strong>adefina por si misma <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de la l<strong>en</strong>gua y, por tanto, d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe <strong>en</strong> la laboreducativa” (Serrudo, 2006: 101-102).En la experi<strong>en</strong>cia puntual de la Escu<strong>el</strong>a de Carboncito la figura d<strong>el</strong> “traductor de consignas”con que surge la función d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe sufre profundos cambios a mediados de los 90, estafigura pasará a convertirse y definirse institucionalm<strong>en</strong>te como un “maestro” que planifica, organizaactividades, <strong>el</strong>abora materiales, y trabajan junto al maestro criollo como pareja. En <strong>el</strong> PEI se establec<strong>el</strong>a sigui<strong>en</strong>te definición: “los maestros auxiliares bilingües deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er preparación didáctica ycapacitación constante, puesto que la bu<strong>en</strong>a disposición de <strong>el</strong>los no basta para alcanzar los logros qu<strong>el</strong>a nueva escu<strong>el</strong>a persigue” (op. cit.: 106).Según Serrudo la experi<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a de Carboncito ha posibilitadoque <strong>el</strong> maestro bilingüe sea reconocido“*…+ como tal desde la escu<strong>el</strong>a, ha desarrollado también a niv<strong>el</strong> de su comunidadacciones que han permitido reflexionar largam<strong>en</strong>te sobre su trabajo con la l<strong>en</strong>gua y la culturawichí, “tomando” posición y posesión <strong>en</strong> este “nuevo” lugar y discuti<strong>en</strong>do a su vez <strong>en</strong> losámbitos escolar y comunitario los derechos que les son reconocidos <strong>en</strong> las normas jurídicolegales de nuestro país, otorgándole s<strong>en</strong>tido a la noción de Interculturalidad <strong>en</strong> tanto r<strong>el</strong>ación- 158 -


dialógica <strong>en</strong> perman<strong>en</strong>te debate y construcción con <strong>el</strong> resto de la sociedad” (Serrudo, 2006:171-172).El Pueblo Guaraní cu<strong>en</strong>ta con una experi<strong>en</strong>cia particular <strong>en</strong> cuanto a los auxiliares. En <strong>el</strong> año1990 <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a de San José de Yacuy d<strong>el</strong> Departam<strong>en</strong>to San Martín de la provincia de Salta s<strong>en</strong>ombra un maestro catequista que por “motivos pedagógicos” se debió convertir <strong>en</strong> un auxiliarbilingüe(Soria Aramayo y otros, 2002). Durante <strong>el</strong> año 1992 <strong>el</strong> pueblo Guaraní de la República deBolivia invita a partir de la APG a auxiliares bilingües arg<strong>en</strong>tinos para que sean capacitados. Deacuerdo a un participante de la experi<strong>en</strong>cia “El mes de capacitación consiste <strong>en</strong> una preparaciónint<strong>en</strong>siva de maestros guaraníes para la alfabetización <strong>en</strong> Guaraní L1 (l<strong>en</strong>gua materna) y <strong>el</strong> cast<strong>el</strong>lanocomo L2 (segunda l<strong>en</strong>gua), Matemática de 1° grado, además d<strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> material que ya ti<strong>en</strong><strong>en</strong><strong>el</strong>aborado para alumnos y doc<strong>en</strong>tes” (op. cit.: 68).Las Escu<strong>el</strong>as de las localidades de Yacuy y Tuyunti son las primeras <strong>en</strong> ejecutar experi<strong>en</strong>ciasde alfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua materna <strong>en</strong> <strong>el</strong> área guaraní, por lo g<strong>en</strong>eral estas son apoyadas por <strong>el</strong>equipo diocesano.Los jóv<strong>en</strong>es que se capacitan <strong>en</strong> Bolivia ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la oportunidad de ocupar puestos de trabajo<strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as de su comunidad, <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1992 se realizan nombrami<strong>en</strong>tos de auxiliares <strong>en</strong> lasescu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a (Soria Aramayo y otros, 2002).La descripción de la situación hecha por Soria Aramayo, que se desempeña como auxiliarbilingüe <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a de la comunidad de Yacuy, es importante <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de que desde <strong>el</strong> puntode vista de su experi<strong>en</strong>cia puede resumir las condiciones <strong>en</strong> que trabajan y se capacitan los auxiliaresbilingües d<strong>el</strong> Departam<strong>en</strong>to San Martín de la provincia de Salta:“Los auxiliares bilingües comi<strong>en</strong>zan a autoconvocarse y a compartir sus logros,dificultades, experi<strong>en</strong>cias y materiales, acompañadas por <strong>el</strong> Equipo diocesano de pastoralaborig<strong>en</strong>, que le facilita <strong>el</strong> lugar para las reuniones, ori<strong>en</strong>ta y fundam<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> rol que deb<strong>en</strong>desempeñar d<strong>en</strong>tro de la institución y <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con sus respectivas comunidades. Para losauxiliares, las dificultades su<strong>el</strong><strong>en</strong> ser muy grandes. En la mayoría de los casos, sufr<strong>en</strong>discriminación por parte de los directivos y doc<strong>en</strong>tes, que tampoco sab<strong>en</strong> que deb<strong>en</strong> hacer consu pres<strong>en</strong>cia d<strong>en</strong>tro de la institución” (op. cit.: 68).- 159 -


Las experi<strong>en</strong>cias de EIB de las escu<strong>el</strong>as de la zona d<strong>el</strong> chaco salteño se vieron apoyadas porespecialistas de la UNSA que realizaron Talleres de capacitación de auxiliares bilingües, de estostalleres surg<strong>en</strong> datos que dan un panorama de la situación de los auxiliares bilingües, a principios d<strong>el</strong>año 2000 Catalina Bulliubasich 39 <strong>en</strong>umera los sigui<strong>en</strong>tes ítems:“*…+ falta de seguridad <strong>en</strong> su empleo (…) Esto implica que no hay continuidad <strong>en</strong> latarea doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los idiomas indíg<strong>en</strong>as. *…+ La falta de respeto para los auxiliares –muchasveces son utilizados como ord<strong>en</strong>anzas o simplem<strong>en</strong>te para traducir lo que <strong>en</strong>seña <strong>el</strong> maestrocriollo. *…+ la falta de respeto hacia <strong>el</strong> idioma y la cultura indíg<strong>en</strong>a. En <strong>el</strong> peor de los casos seprohíbe su uso, <strong>en</strong> <strong>el</strong> mejor los doc<strong>en</strong>tes criollos tratan de escribir <strong>el</strong> wichí sin un conocimi<strong>en</strong>tode su complejidad e int<strong>en</strong>tan adaptarlo al cast<strong>el</strong>lano. *…+ La falta de materiales y formación. Alos bilingües se les pide escribir su idioma y se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> mal equipados…” (Serrudo, 2006: 112).En la provincia de Salta no exist<strong>en</strong> instancias formales de formación doc<strong>en</strong>te para los“auxiliares bilingües”, como señalábamos más arriba por lo g<strong>en</strong>eral estos participan de talleresrealizados por especialistas de la UNSA, también existe la experi<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Pueblo Guaraní de Salta yJujuy que forman sus auxiliares bilingües <strong>en</strong> instancias especiales que se realizan <strong>en</strong> la República deBolivia. Es decir que <strong>el</strong> caso de la provincia de Formosa sería novedoso aunque con marcadaslimitaciones, <strong>en</strong> primer lugar la desjerarquización de la formación doc<strong>en</strong>te para los indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> tantoesta se imparte <strong>en</strong> <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> medio, recordemos que <strong>en</strong> nuestro país la formación doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lasEscu<strong>el</strong>as Normales Nacionales se impartía <strong>en</strong> <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> medio hasta la década de 1960 cuando por lademanda de profesionalización de la doc<strong>en</strong>cia se promueve al niv<strong>el</strong> terciario.En tanto que para la formación de los doc<strong>en</strong>tes “criollos” no funciona una carrera deformación doc<strong>en</strong>te que <strong>en</strong> <strong>en</strong>tre sus objetivos t<strong>en</strong>ga la formación de maestros para desempeñarse <strong>en</strong>escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a. En <strong>el</strong> departam<strong>en</strong>to San Martin de la provincia de Salta, habitadopor población de siete etnias que practican su cultura, integrada por hablantes monolingües <strong>en</strong>l<strong>en</strong>gua vernácula y bilingües <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana y vernácula, con una situación lingüística de variadavitalidad de las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as, <strong>en</strong> donde funcionan ( <strong>en</strong> su ciudad cabecera , Tartagal ) veinteescu<strong>el</strong>as de población indíg<strong>en</strong>a, funcionó desde <strong>el</strong> año 1984 una carrera de formación de profesorespara <strong>en</strong>señanza primaria con ori<strong>en</strong>tación rural, <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1987 cambia su d<strong>en</strong>ominación a la deProfesorado de Enseñanza primaria con ori<strong>en</strong>tación Regional, <strong>en</strong> esta carrera se formaron doc<strong>en</strong>tes39 Citada <strong>en</strong> Serrudo (2006).- 160 -


compet<strong>en</strong>tes para la diversidad cultural y lingüística de la zona. La carrera es cerrada por <strong>el</strong> Estado <strong>en</strong><strong>el</strong> año 1997 y se crea <strong>en</strong> su lugar un secretariado bilingüe.En la provincia d<strong>el</strong> Chaco durante los años posteriores al retorno de la democracia seimplem<strong>en</strong>ta la propuesta de la “pareja pedagógica”. Se incorpora a la <strong>en</strong>señanza escolar la figura d<strong>el</strong>os llamados “auxiliares doc<strong>en</strong>tes aboríg<strong>en</strong>es” – ADA- que comparte <strong>el</strong> trabajo <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula con <strong>el</strong>maestro “criollo”. Introducida por Mónica Zidarich, esta modalidad de trabajo doc<strong>en</strong>te implica “*…+ lapres<strong>en</strong>cia simultanea d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te “criollo” y <strong>el</strong> auxiliar doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula *…+” (op. cit.: 119).La “pareja pedagógica” es una respuesta a una de las debilidades de las escu<strong>el</strong>as con poblaciónindíg<strong>en</strong>a, estas no cu<strong>en</strong>tan, <strong>en</strong> la mayoría de los casos, con “doc<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as” formados lo queobligó como forma de viabilizar los mod<strong>el</strong>os de <strong>en</strong>señanza bilingüe, bicultural e intercultural, recurrira la figura d<strong>el</strong> “auxiliar doc<strong>en</strong>te”.De este modo, esta noción implica la articulación d<strong>el</strong> trabajo áulico <strong>en</strong>tre doc<strong>en</strong>te “criollo” ydoc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido la figura d<strong>el</strong> “auxiliar” es corrida d<strong>el</strong> lugar de “asist<strong>en</strong>te” o“traductor” para ser situada <strong>en</strong> <strong>el</strong> de la doc<strong>en</strong>cia propiam<strong>en</strong>te dicha. Zidarich plantea que:“*…+ se trata de la formación de un equipo de trabajo <strong>en</strong> <strong>el</strong> que los conocimi<strong>en</strong>tos deuno complem<strong>en</strong>ta y <strong>en</strong>riquec<strong>en</strong> al otro, si son capaces de escucharse e interactuar. *…+Para esto es necesaria una cuidadosa preparación de la planificación, realizada <strong>en</strong>tr<strong>el</strong>os dos, incluy<strong>en</strong>do cont<strong>en</strong>idos y actividades que reflej<strong>en</strong> la diversidad lingüística y cultural <strong>en</strong>la que se desempeñan. Ambos son responsables de la preparación de materiales (…) Ningunodesplaza su responsabilidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> otro, sino que se compart<strong>en</strong> la responsabilidad de <strong>en</strong>señar aleer y escribir a sus alumnos” (Serrudo, 2006: 119).Un señalami<strong>en</strong>to que es necesario hacer es que <strong>en</strong> esta definición de la “pareja pedagógica”la autora no incluye <strong>el</strong> análisis de las r<strong>el</strong>aciones interétnicas caracterizadas por la desigualdad y <strong>el</strong>poder, una visión que contemple este aspecto d<strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o se compromete con la interpretación d<strong>el</strong>carácter conflictivo de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> estos contextos.La id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te “criollo” es interp<strong>el</strong>ada desde un doble discurso, <strong>el</strong> de la“misión” de hacer respetar la diversidad cultural que lo obliga, <strong>en</strong>tre otras cosas, a compartir <strong>el</strong>trabajo con doc<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido su posición social y su posición profesional <strong>en</strong>tra <strong>en</strong>t<strong>en</strong>sión al t<strong>en</strong>er que compartir <strong>en</strong> “igualdad” de condiciones <strong>el</strong> trabajo con personal indíg<strong>en</strong>a escasa onulam<strong>en</strong>te capacitado para tareas doc<strong>en</strong>tes, pero que además, y para profundizar dicha- 161 -


conflictividad, cu<strong>en</strong>tan con todo <strong>el</strong> apoyo de la comunidad, que al “doc<strong>en</strong>te criollo” le cuesta muchotiempo y trabajo conseguir, <strong>el</strong> auxiliar doc<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> poder que <strong>el</strong> maestro pocas veces llega aconseguir, cosa que <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as con población criolla o con población multiétnica por los g<strong>en</strong>eralno ocurre.Para <strong>el</strong> caso de la provincia de Formosa es necesario hacer refer<strong>en</strong>cia a la figura d<strong>el</strong> Maestro<strong>en</strong> Modalidad Aborig<strong>en</strong> –MEMA-. En esta provincia exist<strong>en</strong> c<strong>en</strong>tros de formación de los maestrosindíg<strong>en</strong>as, son c<strong>en</strong>tros de niv<strong>el</strong> medio con ori<strong>en</strong>tación doc<strong>en</strong>te que ofrec<strong>en</strong> la alternativa para lafinalización con dos opciones, una de <strong>el</strong>las la de MEMA (Hecht, 2007).Por otra parte, como sosti<strong>en</strong>e Hecht para <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> Departam<strong>en</strong>to Ramón Lista deFormosa, “*…+ no hay definiciones claras sobre <strong>el</strong> perfil requerido para desempeñarse como maestrobilingüe *…+ Esta indefinición d<strong>el</strong> perfil doc<strong>en</strong>te incita a que los cargos sean utilizados como recursoscli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ares por los punteros políticos que los ofrec<strong>en</strong> a cambio de distintos favores <strong>en</strong> las <strong>el</strong>eccionesprovinciales y/o municipales *…+” (op. cit.: 83).Alejandro Raiter (2002) y Ana C. Hecht (2006) analizan las condiciones de la construcción de lar<strong>el</strong>ación <strong>en</strong> <strong>el</strong> trabajo de la pareja pedagógica, es decir, la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te criollo y <strong>el</strong>doc<strong>en</strong>te y <strong>el</strong> MEMA. Los autores <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran una serie de situaciones que se pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> <strong>el</strong> trabajode las parejas y que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> su razón principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> hecho de que los MEMAs han dejado de serauxiliares doc<strong>en</strong>tes para ser “doc<strong>en</strong>tes”.Tanto <strong>el</strong> maestro criollo como <strong>el</strong> MEMA construy<strong>en</strong> su id<strong>en</strong>tidad pedagógica articulada con suid<strong>en</strong>tidad social, es decir a través de matrices históricas definidas por la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre la sociedadnacional y la sociedad indíg<strong>en</strong>a. Raiter (2002) int<strong>en</strong>ta interpretar las repres<strong>en</strong>taciones que cada polode la r<strong>el</strong>ación ti<strong>en</strong>e de su pareja, <strong>el</strong> autor se c<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> <strong>el</strong> plano discursivo es decir <strong>en</strong> lo que cada unodice sobre la pareja pedagógica, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido se aprecia que los maestros criollos se refier<strong>en</strong> alMEMA utilizando expresiones tales como “mi MEMA”, por otra parte los MEMA alude a su parejacomo “<strong>el</strong> maestro/a”. De acuerdo a Hecht (2006) esto estaría indicando que “*…+ ni uno ni otro usanexpresiones tales como: “nuestra pareja” o “nuestro equipo” o “nosotros”. *…+ -lo que da cu<strong>en</strong>ta- <strong>en</strong><strong>el</strong> plano discursivo de la falta de trabajo conjunto parti<strong>en</strong>do de la inexist<strong>en</strong>te repres<strong>en</strong>tación deconformar una ‘pareja’” (op. cit.: 100).En los casos esbozados se evid<strong>en</strong>cia la falta de políticas de formación de los maestrosdoc<strong>en</strong>tes de parte de los Estados provinciales como forma de demostrar como estas estructuraspolíticas trazan las políticas de producción cultural y la definición de los sujetos gobernables, ladesjerarquización de la formación de los MEMAs <strong>en</strong> la provincia de Formosa y la inexist<strong>en</strong>cia de- 162 -


instancias de formación <strong>en</strong> la provincia de Salta dan cu<strong>en</strong>ta de las repres<strong>en</strong>taciones sobre los PIs quedan forma al discurso y prácticas públicas y de las contradicciones y paradojas d<strong>el</strong> discurso Estatal dereconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de los PIs.El hecho de que <strong>en</strong> la provincia de Salta se realic<strong>en</strong> nombrami<strong>en</strong>tos de auxiliares bilingües porgestión d<strong>el</strong> IPPIS sin ningún control de las capacidades pedagógicas de las personas designadas yt<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta los rasgos que ya analizamos de esta ag<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> neo indig<strong>en</strong>ismo salteño pued<strong>en</strong>darnos pistas para interpretar esto que argum<strong>en</strong>tamos sobre las políticas estatales dereconocimi<strong>en</strong>to de los derechos de los PIs.El ejemplo de las debilidades no tan inoc<strong>en</strong>tes de las políticas estatales pude apreciarse <strong>en</strong> lasigui<strong>en</strong>te interpretación:“*…+ El nombrami<strong>en</strong>to de los auxiliares resultó una v<strong>en</strong>taja que se podría volver <strong>en</strong> sucontra. El argum<strong>en</strong>to para desplazarlos de las instituciones escolares es la falta de capacitaciónpara desempeñar un trabajo d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> aula, pero no se escucha lo mismo de los doc<strong>en</strong>tes quetampoco están capacitados para esta tarea” (Soria Aramayo y otros, 2002: 68-69).Otra de las aristas de la situación es la cuestión institucional <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la figura de losmaestros indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> tanto esto plantea la necesidad de la adecuación d<strong>el</strong> PEI y de cambios dehábitos y de repres<strong>en</strong>taciones sobre esta figura doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> un mod<strong>el</strong>o de EIB radicalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>tea los mod<strong>el</strong>os de bilingüismo de transición y bilingüe bicultural <strong>en</strong> los que surge. Como argum<strong>en</strong>taMarisa C<strong>en</strong>sab<strong>el</strong>la (2005)“*…+ En muchas escu<strong>el</strong>as con alumnos indíg<strong>en</strong>as, los doc<strong>en</strong>tes aboríg<strong>en</strong>es que trabajancomo auxiliares no son integrados al plant<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te como debieran. Sigue “flotando <strong>en</strong> <strong>el</strong>aire” la cre<strong>en</strong>cia de que es <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a <strong>el</strong> que ti<strong>en</strong>e que asimilar los criterios de losdoc<strong>en</strong>tes no indíg<strong>en</strong>as, olvidando que la propuesta original es la <strong>el</strong>aboración conjunta decriterios nuevos *…+” (op. cit. 126).Finalm<strong>en</strong>te la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te criollo es interp<strong>el</strong>ada <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con lapres<strong>en</strong>cia institucional y áulica d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te aborig<strong>en</strong> desde por lo m<strong>en</strong>os dos fu<strong>en</strong>tes. Por una parte,sigui<strong>en</strong>do <strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to de Hecht (2007), es interp<strong>el</strong>ada su función alfabetizadora y su función detransmisión de los saberes que d<strong>el</strong> currículum pose<strong>en</strong> los doc<strong>en</strong>tes criollos. La figura d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te- 163 -


indíg<strong>en</strong>a repres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula la resist<strong>en</strong>cia a la imposición de la cultura dominante, mediada por la<strong>en</strong>señanza de la l<strong>en</strong>gua y de la cultura indíg<strong>en</strong>a, y <strong>en</strong> algunos casos es parte d<strong>el</strong> proceso deapropiación de la escu<strong>el</strong>a por parte de la comunidad que <strong>en</strong> definitiva repres<strong>en</strong>ta la imposición de lacultura dominante.“*…+ <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con la capacitación de los doc<strong>en</strong>tes no indíg<strong>en</strong>as, cotidianam<strong>en</strong>te se<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan al reto de t<strong>en</strong>er que <strong>en</strong>señar una l<strong>en</strong>gua (<strong>el</strong> español) que no es la primera l<strong>en</strong>gua desus alumnos wichí. Esta labor alfabetizadora *…+, implica mucha insatisfacción y frustración yaque no están capacitados para <strong>en</strong>señar <strong>el</strong> español como segunda l<strong>en</strong>gua pues <strong>el</strong> supuesto <strong>en</strong>los magisterios es que <strong>el</strong> español es la l<strong>en</strong>gua materna de todos los arg<strong>en</strong>tinos” (op. cit.: 83).Por otra parte la politicidad de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te es interp<strong>el</strong>ada desde lapoliticidad de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a. La autoridad d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te criollo se resi<strong>en</strong>te ante <strong>el</strong>poder de los doc<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as, qui<strong>en</strong>es son los repres<strong>en</strong>tantes de la comunidad <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a,<strong>el</strong>egidos por esta para ser los intermediarios culturales y políticos ante la sociedad nacionalid<strong>en</strong>tificada <strong>en</strong> la esta institución. Como dice Raiter (2002) “*…+ T<strong>en</strong>gamos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que los doc<strong>en</strong>tesaboríg<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sus propios supervisores, también aboríg<strong>en</strong>es *…+”, es decir que existe <strong>en</strong> lasinstituciones escolares con población indíg<strong>en</strong>a cierta pres<strong>en</strong>cia política indíg<strong>en</strong>a expresada <strong>en</strong> <strong>el</strong>poder con que la comunidad inviste al doc<strong>en</strong>te indíg<strong>en</strong>a y <strong>en</strong> que este de algún modo ejercecontrolando <strong>el</strong> currículum, la institución, y <strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te criollo.Hecht (2006) analiza este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o ubicándolo <strong>en</strong> <strong>el</strong> plano social pero dejando <strong>en</strong>trever sucarácter político:“Respecto de los MEMA se debe resaltar que además de su rol educativo, socialm<strong>en</strong>tecumpl<strong>en</strong> una función fundam<strong>en</strong>tal ya que se afirma que son los “nuevos líderes locales” porqueson los pose<strong>en</strong> <strong>el</strong> máximo niv<strong>el</strong> de instrucción y bilingüismo, manejan los códigos de la sociedadno-indíg<strong>en</strong>a con más soltura y porque son intermediarios s<strong>el</strong>eccionados <strong>en</strong> la asamblea por lacomunidad para repres<strong>en</strong>tarla d<strong>en</strong>tro de la escu<strong>el</strong>a. La comunidad auto-legitima su decisión <strong>en</strong><strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so colectivo y eso dota de poder y autoridad a los MEMA. *…+ ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un rol muysignificativo no solo <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula, sino <strong>en</strong> la comunidad” (op. cit.: 101).- 164 -


Desde esta situación <strong>el</strong> poder que <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to y la construcción histórica de laprofesionalidad le otorgan al doc<strong>en</strong>te criollo se resi<strong>en</strong>te. Se puede suponer que si <strong>el</strong> marcoinstitucional y la id<strong>en</strong>tidad social d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te se caracterizan por la fragm<strong>en</strong>tación, es decir por unaruptura d<strong>el</strong> diálogo <strong>en</strong>tre las posiciones sociales de los actores criollos y las posiciones sociales de losactores indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la institución escolar, y <strong>en</strong>tre las repres<strong>en</strong>taciones sobre <strong>el</strong> trabajo<strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a que pose<strong>en</strong> <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te y las demandas que la comunidad hace aesta posición institucional, la autoridad d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te criollo, <strong>en</strong> tanto <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to c<strong>en</strong>tral de suid<strong>en</strong>tidad, estará cuestionada <strong>en</strong> su carácter de destreza ética para fundam<strong>en</strong>tar las condiciones <strong>en</strong>que las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre poder y currículum nacional y saber indíg<strong>en</strong>a fluctúan <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula y lainstitución, estructurando las prácticas d<strong>el</strong> maestro y d<strong>el</strong> alumno. En definitiva <strong>el</strong> maestro criollopierde <strong>el</strong> poder de normar las r<strong>el</strong>aciones interétnicas a partir d<strong>el</strong> diálogo <strong>en</strong>tre su poder y <strong>el</strong> poder d<strong>el</strong>a comunidad manifiesto <strong>en</strong> <strong>el</strong> ejercido por <strong>el</strong> maestro indíg<strong>en</strong>a.IV.5. Las escu<strong>el</strong>as “de” o “para” indíg<strong>en</strong>as: pres<strong>en</strong>cias y aus<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la institucionalización de lainterculturalidadLa escu<strong>el</strong>a intercultural se caracteriza por esc<strong>en</strong>ificar una marcada difer<strong>en</strong>ciación cultural loque la hace un territorio escolarizado particular y la distingue de las escu<strong>el</strong>as sin población diversaculturalm<strong>en</strong>te o con población indíg<strong>en</strong>a, pero sin embargo comparte con estas ’otras’ escu<strong>el</strong>asprincipalm<strong>en</strong>te la pres<strong>en</strong>cia de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la desigualdad social de la población que la compone yque se manifiesta <strong>en</strong> propuestas empobrecidas <strong>en</strong> lo pedagógico, la precariedad de los edificios, lamala dotación de doc<strong>en</strong>tes y la precariedad de su trabajo.Si bi<strong>en</strong> estas escu<strong>el</strong>as “de o para indíg<strong>en</strong>as “se caracterizan por estos rasgos particulares,adquier<strong>en</strong> las formas conv<strong>en</strong>cionales d<strong>el</strong> sistema educativo y de la escu<strong>el</strong>a nacional: transmisión deun currículum nacional que articula la dim<strong>en</strong>sión pedagógica y laboral de la institución,institucionalización, carácter cerrado y ‘sacro’, aislami<strong>en</strong>to de la vida escolar respecto de su contextoexterior inmediato, clasificación y jerarquización de los sujetos, ritualización d<strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje escolar y d<strong>el</strong>a vida cotidiana, etcétera.En contextos indíg<strong>en</strong>as, campesinos y rurales, la escu<strong>el</strong>a repres<strong>en</strong>ta la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Estado.Constituye una refer<strong>en</strong>cia institucional sobre la que reca<strong>en</strong> las demandas de los sujetos. Este rasgo es- 165 -


c<strong>en</strong>tral para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que: “*…+ Contar con <strong>el</strong>la garantiza con frecu<strong>en</strong>cia que se reconozca por lasinstancias oficiales la exist<strong>en</strong>cia de la localidad y sus habitantes. A través de <strong>el</strong>la su<strong>el</strong><strong>en</strong> hacerseposibles otros servicios: llegan auxilios alim<strong>en</strong>tarios, brigadas de salud, propuestas ambi<strong>en</strong>tales,visitas de funcionarios de diversas ag<strong>en</strong>cias” (Serrano Ruiz, 1998: 95).Que la escu<strong>el</strong>a sea <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> estos términos, hace que se pierda o diluya su carácterespecíficam<strong>en</strong>te pedagógico. Esto significa que las poblaciones que <strong>en</strong>vían sus hijos a la escu<strong>el</strong>aconstruy<strong>en</strong> una repres<strong>en</strong>tación de ésta que <strong>en</strong>fatiza su carácter de ag<strong>en</strong>cia de servicio, sobre <strong>el</strong> deag<strong>en</strong>cia de socialización secundaria.La opinión a este respecto de Serrano Ruiz, puede considerarse r<strong>el</strong>ativa a cada contexto y aldesarrollo de la r<strong>el</strong>ación interétnica y <strong>en</strong>tre la sociedad indíg<strong>en</strong>a y la sociedad nacional.Dice <strong>el</strong> autor: “*…+ ocurre con frecu<strong>en</strong>cia que los padres de familia consideran que matriculara un hijo es una colaboració0n con sus vecinos, no importa si qui<strong>en</strong> siste a clases todos los días esm <strong>el</strong>mismo o uno difer<strong>en</strong>te, según las necesidades domésticas” (op. cit.: 96).Puede aceptarse, con ciertos recaudos, que la escu<strong>el</strong>a repres<strong>en</strong>ta la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Estado,pero aceptar que los sujetos construy<strong>en</strong> repres<strong>en</strong>taciones sobre esta institución como ag<strong>en</strong>cia deservicios, pone un límite interpretativo sobre los intereses de las comunidades, las familias y losindividuos, alrededor de la institución escolar. Estos ag<strong>en</strong>tes hac<strong>en</strong> uso de la escu<strong>el</strong>a, como ag<strong>en</strong>ciade reproducción d<strong>el</strong> grupo, como ag<strong>en</strong>te de reconversión económica ante los efectos de laglobalización y <strong>el</strong> inevitable contacto con la sociedad nacional, lo que provoca que los gruposindíg<strong>en</strong>as que permanecían r<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te aj<strong>en</strong>os al desarrollo de la sociedad capitalista se veanahora formando parte de los conting<strong>en</strong>tes de desocupados y pauperizados d<strong>el</strong> capitalismo periférico.Sea como resultado de imposición, confrontación o dialogo, la escu<strong>el</strong>a ti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> poder deinstalar temas que a veces se conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong> necesidad para la población. Serrano Ruiz señala dostemas o problemáticas, la de la cultura y la de la l<strong>en</strong>gua, podría agregarse una tercera, la políticapedagógica. Cultura, l<strong>en</strong>gua y r<strong>el</strong>aciones político-pedagógicas pued<strong>en</strong> considerarse problemáticasg<strong>en</strong>eradoras a su vez de otros temas específicos que caracterizan la r<strong>el</strong>ación escu<strong>el</strong>a-comunidad,comunidad-escu<strong>el</strong>a-Estado.La problemática de la cultura conduce a la discusión sobre ¿qué cultura <strong>en</strong>señar? ¿Qué esinterculturalidad?, y a la disputa “fortalecimi<strong>en</strong>to-interculturalidad”. Los s<strong>en</strong>tidos de estas discusionesse defin<strong>en</strong> desde los intereses de los ag<strong>en</strong>tes y las demandas que cada sector le hace a la escu<strong>el</strong>a.Estos s<strong>en</strong>tidos se caracterizan por la heterog<strong>en</strong>eidad, contradicción inher<strong>en</strong>te y ambival<strong>en</strong>cias propiasde los espacios de luchas de poder.- 166 -


Las escu<strong>el</strong>as de o para indíg<strong>en</strong>as se v<strong>en</strong> interp<strong>el</strong>adas por s<strong>en</strong>tidos difer<strong>en</strong>ciados, que formanparte de proyectos históricos difer<strong>en</strong>tes, y por lo tanto, <strong>en</strong> <strong>el</strong>la los actores se r<strong>el</strong>acionan negociando,resisti<strong>en</strong>do o aceptando los términos de cada proyecto.Cada situación histórica define las opciones políticas y pragmáticas, y sin la compr<strong>en</strong>sión deesta situación es inevitable <strong>el</strong> análisis limitado y t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cioso. El carácter mas o m<strong>en</strong>os cerrado,tradicionalista, o por <strong>el</strong> contrario progresista y de apertura se corresponde con las característicashistóricas de las r<strong>el</strong>aciones interétnicas, o de la sociedad indíg<strong>en</strong>a y de la sociedad nacional. A simismo la apatía o <strong>el</strong> de interés por la participación <strong>en</strong> estas disputas pued<strong>en</strong> ser explicados desde <strong>el</strong>análisis de situación histórica de los sujetos involucrados. De esta forma se puede interpretar la<strong>el</strong>ección d<strong>el</strong> fortalecimi<strong>en</strong>to de la cultura como modalidad de “recuperación d<strong>el</strong> pasado”, nostalgia d<strong>el</strong>a forma de vida de los antepasados, y alternativa a la interculturalidad que repres<strong>en</strong>taría la vida <strong>en</strong> <strong>el</strong>pres<strong>en</strong>te.El f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o es explicado <strong>en</strong> estos términos por Serrano Ruiz: “Ante una r<strong>el</strong>ativa incapacidadpara asumir la gran heterog<strong>en</strong>eidad i9nterna, la opción tradicionalista int<strong>en</strong>ta mediante la afirmaciónde una unidad imaginada, d<strong>en</strong>tro de la cual sí podría cada uno <strong>en</strong>contrarse con los demás miembrosd<strong>el</strong> mismo grupo” (1998: 96).En cuanto a la l<strong>en</strong>gua, aquí quedara <strong>en</strong>unciado <strong>el</strong> tema que será tratado mas ad<strong>el</strong>ante. Lademanda sobre la escu<strong>el</strong>a es acerca de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> y de la segunda l<strong>en</strong>gua; su escritura ypreced<strong>en</strong>te normalización y <strong>el</strong>aboración de alfabetos. Pero la demanda también <strong>en</strong>fatiza <strong>en</strong> laadquisición de las compet<strong>en</strong>cias lingüísticas, comunicativas y pragmáticas de la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana,aspectos id<strong>en</strong>tificados con la función de posibilitar <strong>el</strong> asc<strong>en</strong>so social o movilidad social asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>teque se le atribuye a la escu<strong>el</strong>a. Desde lo pedagógico, pero también desde lo político, la disputa por lautilización de las l<strong>en</strong>guas vernáculas como medio de <strong>en</strong>señanza o como objeto de apr<strong>en</strong>dizaje g<strong>en</strong>eraunas serie de procesos <strong>en</strong> los que <strong>el</strong> sujeto indíg<strong>en</strong>a realiza alianzas, disputa, acepta o impugna<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos occid<strong>en</strong>tales que se pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> introducir <strong>en</strong> los procesos sociolinguísticos.Es de notar que lo político-pedagógico se manifiesta desde las decisiones d<strong>el</strong> Estado y de lossujetos, las políticas públicas y demandas sociales, culturales y económicas, hasta lo específicam<strong>en</strong>tecurricular y didáctico. Aun así, como ya se señaló, la escu<strong>el</strong>a de o para indíg<strong>en</strong>as, adquiere la formaconv<strong>en</strong>cional de la escu<strong>el</strong>a común, mas específicam<strong>en</strong>te, la escu<strong>el</strong>a rural o campesina.“Esto se debe no solo a decisiones de Estados controlados por grupos de la culturahegemónica, sino también a que la escu<strong>el</strong>a ha repres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> muchos casos la conquista por los- 167 -


olvidados de un emblema d<strong>el</strong> poder de los dominadores. Así, es común <strong>en</strong>contrar pueblos quedurante años luchan por <strong>el</strong> acceso al servicio educativo, que desarrollan o asum<strong>en</strong> de otros <strong>el</strong>discurso de la Educación Intercultural Bilingüe, y que terminan obt<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do u organizando para susjóv<strong>en</strong>es una escu<strong>el</strong>a similar a aqu<strong>el</strong>la implantada para los campesinos mestizos, y con frecu<strong>en</strong>cia decalidad inferior. Querían escu<strong>el</strong>a, y la escu<strong>el</strong>a es esa, funcione o no. Es la única refer<strong>en</strong>cia quesiempre tuvieron de <strong>el</strong>la” (Serrano Ruiz, 1998: 93).Desde <strong>el</strong> Estado se han trazado geografías de inclusión y exclusión de los otros internos, estasgeografías pued<strong>en</strong> dan cu<strong>en</strong>ta de las decisiones d<strong>el</strong> Estado a la hora de la creación de escu<strong>el</strong>as paraestos sectores. Es decir que la pres<strong>en</strong>cia o aus<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Estado a través de la exist<strong>en</strong>cia o no deescu<strong>el</strong>a; <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que estas fueron creadas y <strong>el</strong> tipo de escu<strong>el</strong>a creada desde lo curricular einstitucional son indicios importantes para interpretar las políticas educativas.La realidad puede estar caracterizada por la exist<strong>en</strong>cia de escu<strong>el</strong>as creadas por iniciativa d<strong>el</strong>Estado, sectores privados-especialm<strong>en</strong>te las iglesias y los sectores laicos ligados a <strong>el</strong>las-, y lasorganizaciones y comunidades indíg<strong>en</strong>as. Estas últimas se distingu<strong>en</strong> por las motivaciones de susurgimi<strong>en</strong>to r<strong>el</strong>acionadas con los intereses de los sujetos demandantes de educación.De acuerdo a Serrano Ruiz “La escu<strong>el</strong>a de Educación Intercultural Bilingüe surgida de susmismos b<strong>en</strong>eficiarios es, posiblem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la mayoría de los casos, fruto d<strong>el</strong> s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de am<strong>en</strong>azay, por lo tanto, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra con mayor facilidad <strong>en</strong>tre qui<strong>en</strong>es se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> más am<strong>en</strong>azados. Así comono nos id<strong>en</strong>tificamos <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con qui<strong>en</strong>es son distintos, nadie se propone crear una escu<strong>el</strong>a quecorresponda a sus particularidades si no es porque ti<strong>en</strong>e la experi<strong>en</strong>cia de otra que no lo hace” (op.cit.:93).La creación de la escu<strong>el</strong>a intercultural bilingüe es parte de un proceso dialéctico deapropiación y resist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la sociedad nacional y los grupos indíg<strong>en</strong>as. Por una parte estosúltimos pued<strong>en</strong> resistirse a una situación histórica de opresión <strong>en</strong> la que la colonización, p<strong>en</strong>etracióncultural, manipulación política y explotación económica apropiándose de la escu<strong>el</strong>a, sobre la base deexplicar o interpretar la situación que g<strong>en</strong>era la necesidad de educación <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la falta históricade alfabetización y de la capacitación necesaria para competir por puestos de trabajo. Dichainterpretación llevaría a la apropiación de la institución escolar que es id<strong>en</strong>tificada como un ámbitode prácticas sociales cuya función debe ser redefinida “*…+ dándole una adecuada a la cultura que laha adoptado, lo que g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te ocurre <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de instrum<strong>en</strong>to de fortalecimi<strong>en</strong>to yreproducción cultural ” (Serrano Ruiz, 1998: 94).- 168 -


Las características institucionales, los rasgos d<strong>el</strong> proceso didáctico, y de lo aspectosestructurales y procesuales d<strong>el</strong> curriculum, más los intereses que <strong>en</strong>carnan los sujetos, que nosiempre se correspond<strong>en</strong> con sus posiciones estructurales y específicas como de etnia, género,etcétera, condicionan las practicas sociales, limitando o pot<strong>en</strong>ciando las funciones que idealm<strong>en</strong>te s<strong>el</strong>es atribuía, principalm<strong>en</strong>te la capacidad de reproducción cultural d<strong>el</strong> grupo. Sin embargo lanaturaleza política de la escu<strong>el</strong>a tarde o temprano, “*…+ puede contribuir al desmoronami<strong>en</strong>to de usfundam<strong>en</strong>tos culturales, sin aportar los b<strong>en</strong>eficios que se le atribuyeron <strong>en</strong> un principio. Estacomprobación conduce a un gran esfuerzo por transformarla <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>lo que inicialm<strong>en</strong>te sepret<strong>en</strong>día” (op. cit.: 94).Es necesario insistir sobre <strong>el</strong> carácter condicionado de las prácticas escolares y de lascaracterísticas institucionales de la escu<strong>el</strong>a “de o para indíg<strong>en</strong>as”. Entre <strong>el</strong> mayor o m<strong>en</strong>or grado deapropiación de la escu<strong>el</strong>a por parte d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a existe un hecho contund<strong>en</strong>te. De acuerdo aAlejandro Raiter (2002) la escu<strong>el</strong>a indíg<strong>en</strong>a implica, de partida, una “imposición cultural”, la<strong>en</strong>señanza de la escritura, la comida <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, los útiles escolares, los textos escolares, laorganización d<strong>el</strong> tiempo, los rituales, etcétera, repres<strong>en</strong>tan una imposición cultural de la sociedadnacional.En muchos casos <strong>el</strong> proceso de adecuación d<strong>el</strong> proyecto educativo de la escu<strong>el</strong>a a lasnecesidades de la comunidad se ve teñida por la utilización de categorías como pobreza, exclusión,riesgo social, para caracterizar socio-culturalm<strong>en</strong>te a la población que demandan de acciones para <strong>el</strong>desarrollo comunitario. G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te las respuestas pedagógicas se ligan se defin<strong>en</strong> por los “aportesculturales extraños” que hace la sociedad nacional, mi<strong>en</strong>tras que lo social se ’ataca’ con comedores,becas, cuadernos y lápices, dando forma así a la educación comp<strong>en</strong>satoria y asist<strong>en</strong>cialista destinadaa los estigmatizados de la nación.Desde lo pedagógico las compet<strong>en</strong>cias que los alumnos deb<strong>en</strong> adquirir no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver conla cultura indíg<strong>en</strong>a. En este s<strong>en</strong>tido Raiter (op. cit.) advierte que la experi<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> sujeto sirve parasost<strong>en</strong>er la <strong>en</strong>señanza de cont<strong>en</strong>idos propios de la cultura occid<strong>en</strong>tal, por ejemplo, comercio yactividades consideradas productivas por la cultura occid<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso de las artesanías que seutilizan para <strong>en</strong>señar la organización para la producción y <strong>el</strong> intercambio de mercancías, no prop<strong>en</strong>dea la <strong>en</strong>señanza de estrategias para no perder las practicas ancestrales o para producir para <strong>el</strong>autoconsumo, o, por qué no para comercializar <strong>en</strong> la sociedad pero sin perder <strong>el</strong> modo deorganización tradicional de la producción, es decir sin explotación d<strong>el</strong> trabajo.Si<strong>en</strong>do <strong>en</strong> los hechos y <strong>en</strong> su naturaleza “una imposición cultural”, la escu<strong>el</strong>a repres<strong>en</strong>ta para- 169 -


cualquier grupo o sector subalterno la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Estado. La escu<strong>el</strong>a es <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>oneoliberal conservador ext<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> la Latinoamérica “<strong>el</strong> ultimo bastión d<strong>el</strong> Estado” que queda paradar la cara, sobre <strong>el</strong>la se profundizan las demandas sociales que <strong>en</strong> la actualidad pocas institucionesalcanzan a satisfacer.Las posibilidades de la interculturtalidad <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a choca <strong>en</strong>tonces con estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tosque v<strong>en</strong>imos <strong>en</strong>unciando, que al fin de cu<strong>en</strong>tas constituy<strong>en</strong> paradojas y contradicciones.Una paradoja de la escu<strong>el</strong>a y la escolaridad es la de ser un instrum<strong>en</strong>to de la modernidad. Elhecho de estar ligada a este proyecto histórico y a la formación de los estados modernos, le haconferido <strong>el</strong> rasgo de monoculturalidad, lo que constituye <strong>el</strong> principal <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to de clausura de ladifer<strong>en</strong>cia.Otra paradoja señalada por Molina Luque (2002) es la evid<strong>en</strong>cia de la disminución d<strong>el</strong> poderde la escu<strong>el</strong>a como “aparato de creación de opinión”. Antaño cuando la escu<strong>el</strong>a constituía un aparatoideológico importante tuvo como función derramar una política cultural e id<strong>en</strong>titaria asimilacionista yhasta racista, hoy que se pret<strong>en</strong>de hacer de <strong>el</strong>la un espacio de interculturalidad a perdido bu<strong>en</strong>aparte de su c<strong>en</strong>tralidad <strong>en</strong> los procesos socializadores con la t<strong>el</strong>evisión, la publicidad, Internet,etcétera.Pero tal vez <strong>el</strong> rasgo más paradójico y contradictorio ti<strong>en</strong>e que ver con la operación devisibilizacion de la “diversidad” <strong>en</strong> la sociedad y <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a:“La diversidad siempre existió <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, porque allí concurr<strong>en</strong> sujetos con diversashistorias, prácticas, estilos de vida, formas de apropiarse de los consumos culturales, etc. Perola escu<strong>el</strong>a de la diversidad es otra cosa, es la escu<strong>el</strong>a de la negociación de las difer<strong>en</strong>cias” 40 (op.cit.: 169).Crisis de la modernidad, crisis d<strong>el</strong> Estado liberal de tipo B<strong>en</strong>efactor, crisis de la escu<strong>el</strong>a, searticulan para dar s<strong>en</strong>tido al discurso d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o neoliberal, la postmodernidad no ha resu<strong>el</strong>to losaspectos críticos que d<strong>en</strong>unciaba para la escu<strong>el</strong>a. Sin embargo ha definido una reforma que introduce<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos “nuevos” con poder de crear un “nuevo” s<strong>en</strong>tido común pedagógico, una nueva ideología.En <strong>el</strong> ámbito de las id<strong>en</strong>tidades la escu<strong>el</strong>a ha sido interp<strong>el</strong>ada por <strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong> respeto de ladiversidad cultural, lingüística y de capacidades individuales, una retórica <strong>en</strong> varios aspectos “oscura”40 Dustchasky citada <strong>en</strong> Molina Luque (2002).- 170 -


<strong>en</strong> tanto oculta su pret<strong>en</strong>sión naturalizadora de las desigualdades sociales expiada <strong>en</strong> <strong>el</strong>reconocimi<strong>en</strong>to de la difer<strong>en</strong>cia.La escu<strong>el</strong>a constituye un campo de disputa alrededor d<strong>el</strong> capital cultural y de las id<strong>en</strong>tidadesde los sujetos implicados <strong>en</strong> las prácticas educativas. De acuerdo con McLar<strong>en</strong> (2000):“Las escu<strong>el</strong>as son terr<strong>en</strong>os ideológicos y políticos <strong>en</strong> los que las cultura dominante, <strong>en</strong>parte, produce sus “certezas” hegemónicas; pero también son lugares <strong>en</strong> los que los gruposdominantes y subordinados se defin<strong>en</strong> y limitan mutuam<strong>en</strong>te por medio de una batallaconstante y un intercambio, que responde a las condiciones socio-históricas “portadas” por lasprácticas vividas, institucionales y textuales que defin<strong>en</strong> la cultura de la escu<strong>el</strong>a y la experi<strong>en</strong>ciamaestro/estudiantes d<strong>en</strong>tro de una particular especificidad, espacio y lugar” (op. cit.: 31).Si la escu<strong>el</strong>a implica una “imposición cultural” es por su carácter reproductor, ¿qué sereproduce <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a?Bourdieu y Passeron argum<strong>en</strong>tan que son reproducidas la “r<strong>el</strong>aciones de fuerza” <strong>en</strong>tre lasclases sociales. Para Bowles y Gintis se reproduc<strong>en</strong> las desigualdades sociales que se materializan <strong>en</strong>posiciones d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> ámbito de la producción económica, los autores <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran unacorrespond<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la esfera empresarial y la escu<strong>el</strong>a. En tanto que para Althusser se reproduc<strong>en</strong>las r<strong>el</strong>aciones ideológicas, que ti<strong>en</strong>e que ver con las r<strong>el</strong>aciones sociales de producción, si<strong>en</strong>do, para <strong>el</strong>autor, una condición necesaria para la reproducción d<strong>el</strong> status quo (Gadotti, 1998).Pero, si re-visitamos una pregunta ya planteada <strong>en</strong> esta tesis: ¿todo es reproducción <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a? Podemos responder a partir d<strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to de McLar<strong>en</strong> (2000) que al ser la escu<strong>el</strong>a unainstitución cuya naturaleza es política <strong>en</strong> <strong>el</strong>la la praxis de los actores reconoce un carácter motivado.Puede afirmarse que la escu<strong>el</strong>a establece un marco institucional, cultural e ideológico que condicionalos términos <strong>en</strong> que algunos individuos y grupos defin<strong>en</strong> “*…+ los términos según los cuales viv<strong>en</strong>,resist<strong>en</strong>, afirman y participan de la construcción de sus propias <strong>en</strong>tidades y subjetividades *…+” (op.cit.: 32), y condicionami<strong>en</strong>to no implica determinación.La reproducción social ac<strong>en</strong>túa <strong>el</strong> carácter unilineal y unilateral d<strong>el</strong> poder <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a; ubica<strong>el</strong> análisis <strong>en</strong> un niv<strong>el</strong> <strong>en</strong> que las subjetividades no se consideran como ag<strong>en</strong>cia social sino por <strong>el</strong>contrario se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran sobredeterminadas por diversas ideologías e intereses políticos yeconómicos funcionales al status quo. En la escu<strong>el</strong>a esos intereses son “mediados, articulados, yproducidos subjetivam<strong>en</strong>te, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de los diversos intereses que puedan surgir- 171 -


finalm<strong>en</strong>te”. Los s<strong>en</strong>tidos que se disputan <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones de poder asimétricas organizan undiscurso de producción cultural, articulados desde las “fuerzas estructurales exteriores a lainmediatez escolar” que condicionan <strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te, las teorías y practicas, los textos escolares, <strong>el</strong>l<strong>en</strong>guaje y la ideología manifiesta <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículo que deb<strong>en</strong> ser mediados y producidossubjetivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a.Los sujetos se r<strong>el</strong>acionan con las condiciones estructurales a través de procesos deapropiación, vinculando la reproducción individual con la reproducción social. Los usos sociales ypolíticos de la cultura que los sujetos produc<strong>en</strong> <strong>en</strong> su proceso de reproducción se manifiesta <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a a través de procesos de negociación y resist<strong>en</strong>cia. Ana Carolina Hecht sosti<strong>en</strong>e que “*…..+ laapropiación es un proceso activo y creativo vinculado con <strong>el</strong> carácter cambiante d<strong>el</strong> ord<strong>en</strong> culturaldonde los sujetos son dinámicos, cambiantes y con la capacidad de s<strong>el</strong>eccionar, re<strong>el</strong>aborar, producir y(re)producir colectivam<strong>en</strong>te los recursos circundantes” (2006: 96).La escu<strong>el</strong>a constituye un campo <strong>en</strong> <strong>el</strong> que difer<strong>en</strong>tes voces que repres<strong>en</strong>tan los intereses d<strong>el</strong>educando y d<strong>el</strong> maestro, son producidas y reproducidas a través de un proceso de lucha. McLar<strong>en</strong>(2000) sosti<strong>en</strong>e que:“*…+ En muchos casos, las escu<strong>el</strong>as no permit<strong>en</strong> que los estudiantes de grupossubordinados aut<strong>en</strong>tiqu<strong>en</strong> sus problemas y sus experi<strong>en</strong>cias vividas por medio de sus voces,tanto individuales como colectivas. La cultura escolar dominante <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral repres<strong>en</strong>ta ylegitima las voces privilegiadas de los blancos de clase media y alta” (op. cit.: 43).Pero la naturaleza de los proceso educativos se caracteriza mas por <strong>el</strong> interjuego de interesessociales que por su oposición, es decir mas que combatirse <strong>en</strong>tre si se “mod<strong>el</strong>an recíprocam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>una lucha por lograr <strong>el</strong> poder, <strong>el</strong> significado y la autoría”(McLar<strong>en</strong>, 2000: 43).La escu<strong>el</strong>a es un marco de producción cultural y un campo <strong>en</strong> <strong>el</strong> que individuos y grupossociales buscan su reproducción social. Aunque ha perdido su capacidad para prometer algo a lossujetos, aun algunos sectores v<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong>la un medio de movilidad social, y <strong>en</strong> algunos casos dicha“repres<strong>en</strong>tación” choca con los condicionami<strong>en</strong>tos estructurales inmediatam<strong>en</strong>te externos a laescu<strong>el</strong>a: desde <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de satisfacción de necesidades básicas de la población hasta las posibilidadesde acceso y circulación por los niv<strong>el</strong>es d<strong>el</strong> sistema educativo condicionan los resultados de esta lucha<strong>en</strong>tre los intereses de cada actor (Siede, s/f).Sin embargo la escu<strong>el</strong>a es la única ag<strong>en</strong>cia estatal que hoy da la cara (para la bofetada) ante- 172 -


los sectores subalternos, y los términos <strong>en</strong> los que se da su dialogo han cambiado. Las expectativasque algunos sectores t<strong>en</strong>ían <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a han desaparecido ya que la escu<strong>el</strong>a ha perdido porque nopuede “prometer progreso económico ni reconocimi<strong>en</strong>to social al distribuir sus cred<strong>en</strong>cialeseducativas” (op. cit.: 8). Además la ampliación d<strong>el</strong> sistema educativo <strong>en</strong> términos cuantitativos comocualitativos ha provocado una diversificación de los servicios educativos que se corresponde con ladifer<strong>en</strong>ciación y desigualdad social. Sumado a esto la introducción d<strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to neoliberal yconservador sobre la responsabilidad social, la mercantilización y la desc<strong>en</strong>tralización de la educaciónti<strong>en</strong>e efectos sobre la “calidad, efici<strong>en</strong>cia y adecuación” de la escu<strong>el</strong>a publica de orbita estatal.La función misma de la escu<strong>el</strong>a publica habría cambiado <strong>en</strong> este contexto, si bi<strong>en</strong> “ya noasegura éxito social a los “exitosos” escolares, pero -si- garantiza fracaso social a los “fracasados”escolares” (Siede, s/f: 8). La escu<strong>el</strong>a ha perdido terr<strong>en</strong>o <strong>en</strong> la distribución de prefer<strong>en</strong>cias sociales y<strong>en</strong> la difusión d<strong>el</strong> discurso político hegemónico por lo tanto ha perdido su primacía <strong>en</strong> la formación derepres<strong>en</strong>taciones políticas. Algunos autores como Siede afirman que junto a la perdida de estascapacidades <strong>en</strong> las definiciones políticas hay una primacía d<strong>el</strong> “interés <strong>en</strong> que la escu<strong>el</strong>a “cont<strong>en</strong>ga” alos chicos y “ret<strong>en</strong>ga” a los adolesc<strong>en</strong>tes, porque la aus<strong>en</strong>cia de escu<strong>el</strong>a es una vía hacia lainseguridad y <strong>el</strong> caos” (op. cit.: 8).En este marco los difer<strong>en</strong>tes sectores sociales demandan la acreditación de compet<strong>en</strong>ciasque le posibilit<strong>en</strong> <strong>el</strong> acceso al sistema productivo y a difer<strong>en</strong>tes puestos de trabajo, pero tambiéndemandan la reproducción social d<strong>el</strong> grupo. Sin embargo para algunos sectores y clases sociales laescu<strong>el</strong>a pública no ofrece esta posibilidad. Los padres de clase media utilizan los recursos que pose<strong>en</strong>,capital social y capital económico para convertirlos <strong>en</strong> <strong>el</strong> capital cultural necesario para mant<strong>en</strong>erposiciones sociales o para asc<strong>en</strong>der socialm<strong>en</strong>te dejando las posiciones <strong>en</strong> la escala social que hanperdido prestigio y reconocimi<strong>en</strong>to social, ¿qué capital usan los padres pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a los sectoreshistóricam<strong>en</strong>te marginados y estigmatizados?El uso social de la escu<strong>el</strong>a aparece como un juego con sus reglas <strong>en</strong> <strong>el</strong> que los actores setrazan estrategias íntimam<strong>en</strong>te r<strong>el</strong>acionadas con <strong>el</strong> habitus de grupo que le sirve para des<strong>en</strong>volverse<strong>en</strong> un campo especifico. El éxito social dep<strong>en</strong>de de la brecha <strong>en</strong>tre los habitus y la posesión decapital económico y social que, combinados con <strong>el</strong> “conocimi<strong>en</strong>to informal y la habilidad (…) de sercapaz de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der y utilizar” (Apple, 2002: 234) los sistemas de acceso a la escu<strong>el</strong>a de “calidad” <strong>en</strong> sub<strong>en</strong>eficio pued<strong>en</strong> posibilitar una conversión afortunada de estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> capital cultural.Puede inferirse que las clases medias y altas pose<strong>en</strong> mejores condiciones <strong>en</strong> este juego;horarios más flexibles, medios de movilidad que le facilitan llevar a sus hijos a la escu<strong>el</strong>a, recursos- 173 -


culturales como programas extraescolares, campos de deportes, etc. Sin embargo de acuerdo a Apple“*…+ es necesario que se sepa que los padres de la clase trabajadora, pobre, y/o deinmigrantes no son incapaces a este respecto, bajo ningún concepto. (Después de todo,requiere una inm<strong>en</strong>sa cantidad de habilidad, val<strong>en</strong>tía y recursos sociales y culturales sobrevivirbajo condiciones materiales de explotación y depresión. Por <strong>el</strong>lo, las redes informales y loscontactos, y una habilidad para trabajar <strong>el</strong> sistema se desarrollan <strong>en</strong> este contexto de modobastante brillante, int<strong>el</strong>ig<strong>en</strong>te y a m<strong>en</strong>udo impresionante” (op. cit.: 232).Los def<strong>en</strong>sores de la libre <strong>el</strong>ección de educación argum<strong>en</strong>tan que la desc<strong>en</strong>tralización ymercantilización de los servicios educativos aum<strong>en</strong>taría su calidad y mejoraría su r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to. Laresponsabilidad social que guía la <strong>el</strong>ección haría que las instituciones salgan a persuadir a la demandade que su oferta es la mejor. De esta forma <strong>el</strong> Estado podrá conc<strong>en</strong>trarse <strong>en</strong> mejorar lasoportunidades de los niños con desv<strong>en</strong>tajas. Sin embargo esta forma mercantilizada de administrar laeducación no resu<strong>el</strong>ve ni modifica las desigualdades sociales y culturales.De esto resulta <strong>el</strong> trazado de trayectorias sociales para cada individuo profundam<strong>en</strong>tedistantes de acuerdo a la posesión de recursos económicos y sociales de los padres, y al acercami<strong>en</strong>to<strong>en</strong>tre <strong>el</strong> habitus d<strong>el</strong> campo escolar y <strong>el</strong> habitus d<strong>el</strong> grupo de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia. La escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> definitiva,asigna posiciones r<strong>el</strong>ativas <strong>en</strong> la jerarquía social.La escu<strong>el</strong>a para pobres, campesinos, indíg<strong>en</strong>as asigna posiciones acordes con las d<strong>el</strong> grupo deproced<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> individuo principalm<strong>en</strong>te porque esta escu<strong>el</strong>a es “pobre” <strong>en</strong> todos sus niv<strong>el</strong>es,dim<strong>en</strong>siones y aspectos. Las condiciones materiales d<strong>en</strong>tro de las que la escu<strong>el</strong>a funciona constituy<strong>en</strong>m<strong>en</strong>sajes con poder de crear repres<strong>en</strong>taciones sociales sobre las posiciones que ocupa cada individuo<strong>en</strong> la sociedad.Pero <strong>en</strong> contextos <strong>en</strong> que <strong>el</strong> capital económico ti<strong>en</strong>e un peso r<strong>el</strong>ativo con poco efecto <strong>en</strong> laobt<strong>en</strong>ción de capital cultural, y <strong>en</strong> donde adquiere gran importancia <strong>el</strong> capital social, control colectivode los difer<strong>en</strong>tes campos, redes formales e informales y contactos que permit<strong>en</strong> cierto marg<strong>en</strong> demaniobra y presión sobre las instituciones puede constituir una base para la apropiación de laescu<strong>el</strong>a.La necesidad de reproducción social d<strong>el</strong> grupo puede ejercer presión sobre <strong>el</strong> campo escolar y<strong>el</strong> propio habitus de este campo; <strong>el</strong> habitus de clase- 174 -


“*…+ ti<strong>en</strong>de a reproducir ‘incosci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te’ las condiciones de su propia reproducción. Lohace produci<strong>en</strong>do un característico conjunto coher<strong>en</strong>te y sistemático de estrategiasapar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te naturales e inconsci<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> concreto, formas de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der y actuar <strong>en</strong> <strong>el</strong>mundo, que lo hac<strong>en</strong> como formas de capital cultural que pued<strong>en</strong> ser y son empleadas paraproteger y mejorar <strong>en</strong> estatus de uno <strong>en</strong> un terr<strong>en</strong>o social de poder *…+” (Apple, 2002: 238).<strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a?¿Podríamos <strong>en</strong>contrar <strong>en</strong> esta interpretación un análisis superador de la reproducción socialIV.6. La interculturalidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículumEn tanto territorio colonizado y escolarizado <strong>el</strong> currículum conti<strong>en</strong>e experi<strong>en</strong>cias, l<strong>en</strong>guaje eid<strong>en</strong>tidades aceptadas y hegemónicas. La “combinación” o “apropiación s<strong>el</strong>ectiva” de estos<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos oculta por una parte la naturaleza r<strong>el</strong>acional y social de estos y por otra parte <strong>el</strong> procesode determinación curricular y sus particularidades <strong>en</strong> tanto lucha de sujetos específicos que buscanimponer, negociar o resistir los s<strong>en</strong>tidos de sus antagónicos.En <strong>el</strong> proceso de creación de la escu<strong>el</strong>a algunos sujetos sociales y políticos fueron puestosfuera de cuestión y por lo tanto, también la cultura que estos produc<strong>en</strong>. El currículum de la escu<strong>el</strong>aArg<strong>en</strong>tina excluye por completo las producciones culturales de los indíg<strong>en</strong>as. Esto combinado con ladestrucción de la familia como ag<strong>en</strong>te educador, d<strong>el</strong> trabajo y todo tipo de ag<strong>en</strong>cia distinta a laescu<strong>el</strong>a, de la correspond<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre educación y alfabetización, de la creación d<strong>el</strong> estatuto de lainfancia, etcétera, abre la tradición escolar de negación de la difer<strong>en</strong>cia.De acuerdo a Pineau (2005)“La escu<strong>el</strong>a g<strong>en</strong>era su currículo como s<strong>el</strong>ección de conocimi<strong>en</strong>tos, descontextualizándolo de suuniverso de producción y aplicación. La escu<strong>el</strong>a no crea conocimi<strong>en</strong>tos ci<strong>en</strong>tíficos ni es un lugarreal de su utilización, salvo <strong>en</strong> situaciones creadas ad hoc. Este saber escolar inevitablem<strong>en</strong>tedescontextualizado implica la creación de un nuevo tipo de saber *…+” (op. cit.: 5).En las últimas décadas se han puesto <strong>en</strong> crisis los principios de homog<strong>en</strong>eización, uniformidady uniformación de la población que guiaba la función de la escu<strong>el</strong>a. Los Estados han abierto lanegociación sobre las estructuras significantes que se incorporarán <strong>en</strong> la nueva “combinación” de la- 175 -


que resultará <strong>el</strong> currículum, y de esta forma a aqu<strong>el</strong>los grupos que a fines d<strong>el</strong> siglo XIX estaban fuerade cuestión ahora se les han reconocido <strong>el</strong> derecho de participación <strong>en</strong> los procesos de planificaciónde las propuestas educativas destinadas a los individuos de estos sectores.Empero las posiciones se han multiplicado <strong>en</strong> lo que respecta a concebir la interculturalidad.Desde sectores neoindig<strong>en</strong>istas, conservadores, folkloristas, indianistas, etcétera, se trata de definirque es un currículum y una educación intercultural, multicultural, pluralista, diversa, etcétera.Por otra parte los Estados y los organismos internacionales han introducido lomulticulturalismo <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso de la reforma de la educación articulándolo al constructivismo.La novedad d<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to actual pasa por la incorporación de los Pueblos Indíg<strong>en</strong>as a travésde sus repres<strong>en</strong>tantes que incorporan sus voces <strong>en</strong> la negociación d<strong>el</strong> currículum, las condicioneslegales <strong>en</strong> las que los PIs participan <strong>en</strong> las esferas públicas expresan los límites impuestos por losEstados a reconocer <strong>el</strong> derecho a la autodeterminación de los PIs, y la visión que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de <strong>el</strong>los comosujetos políticos.A través de sus int<strong>el</strong>ectuales los PIs han logrado poner <strong>en</strong> <strong>el</strong> debate académico <strong>el</strong> status desus conocimi<strong>en</strong>tos y las contradicciones con la racionalidad moderna d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to ci<strong>en</strong>tíficooccid<strong>en</strong>tal. Esta racionalidad que está <strong>en</strong> la base de la creación d<strong>el</strong> saber que se <strong>en</strong>seña <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a,según vimos <strong>en</strong> Pineau (2005), niega la validez social y ci<strong>en</strong>tífica de los saberes propios de las culturasindíg<strong>en</strong>as.Los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as reclaman que la modernidad sea revisada <strong>en</strong> tanto proyectoque se funda <strong>en</strong> <strong>el</strong> descubrimi<strong>en</strong>to de un “nuevo mundo”, Dávalos (2005) reconoce <strong>el</strong> valor de lahipótesis d<strong>el</strong> filósofo Enrique Duss<strong>el</strong>, este sosti<strong>en</strong>e que la modernidad se constituye realm<strong>en</strong>te apartir d<strong>el</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro con la Alteridad. Lo que se <strong>en</strong>uncia como ‘descubrimi<strong>en</strong>to’ Duss<strong>el</strong> d<strong>en</strong>omina“nacimi<strong>en</strong>to”, se constituye una nueva civilización que está atravesada por paradojas y ambival<strong>en</strong>cias,por un lado incluye una fuerte idea emancipatoria, pero por otro lado niega y desconoce la Alteridad.Las propuestas de los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as int<strong>en</strong>tan <strong>en</strong>tablar un diálogo con la modernidad <strong>en</strong>tanto proyecto emancipador, int<strong>en</strong>ta <strong>en</strong>riquecer <strong>el</strong> legado mismo de la modernidad, que esta “pueda,finalm<strong>en</strong>te, descubrirse a si misma y retomar sus promesas de emancipación” (op. cit.: 23).Es evid<strong>en</strong>te que esta propuesta cuestiona las r<strong>el</strong>aciones de poder exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la sociedad,los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as buscan que esta reformulación no se reduzca al ámbito académico y laexti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a todos lo ámbitos de confrontación social.- 176 -


Este programa define una lucha <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo epistemológico, es una búsqueda de validacióny construcción de saberes y no solam<strong>en</strong>te una cuestión reconocimi<strong>en</strong>to de otros p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos. Esclaro <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido Luis Macas (2005) cuando argum<strong>en</strong>ta que desde los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as“Cuando hablamos de la interculturalidad, cuando hablamos de la construcción de laplurinacionalidad, estamos dici<strong>en</strong>do que debemos p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> dos ejes fundam<strong>en</strong>tales. Primero,<strong>en</strong> una lucha política; segundo, <strong>en</strong> una lucha desde la epistemología. Es decir: ¿cómo es queahora, cuando <strong>el</strong> mundo es mucho más difícil siquiera de compr<strong>en</strong>der <strong>en</strong> su complejidad,podemos construir otros conocimi<strong>en</strong>tos? Desde otros aportes, desde otras exist<strong>en</strong>cias, desdeotros pueblos. *…+” (op. cit.: 40).La tarea que se propon<strong>en</strong> es la de descolonizar la producción de conocimi<strong>en</strong>to y disputar <strong>en</strong><strong>el</strong> campo de la epistemología la producción de s<strong>en</strong>tidos “*…+ no solo para las palabras, sino para lascategorías que sirv<strong>en</strong> de base para la ci<strong>en</strong>cia y <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to” (Macas, 2005: 41).Desde la conquista y hasta la constitución de los Estados modernos se ejecutaron accionessistemáticas de destrucción de los saberes indíg<strong>en</strong>as y populares mi<strong>en</strong>tras también se los incorporabaa las condiciones de explotación económica y social d<strong>el</strong> capitalismo, “*…+ No solo había que dominarlos cuerpos sino también sus “almas””. Considerados, los indíg<strong>en</strong>as, como desprovistos de almahumana o, <strong>en</strong> <strong>el</strong> mejor de los casos, como m<strong>en</strong>ores de edad, <strong>en</strong> cuyo caso se debía arbitrar losmedios para ‘protegerlos’, la tarea pedagógica que derivaba de esta visión t<strong>en</strong>ía por objetivo “*..+Inscribir y registrar los designios de la voluntad divina *…+” (Dávalos, 2005: 30).Puede adjudicárs<strong>el</strong>e a la escu<strong>el</strong>a una función similar <strong>en</strong> tanto la separación <strong>en</strong>tre lo mundanoy lo sagrado operaba <strong>en</strong> los sectores subalternos un borrami<strong>en</strong>to de las id<strong>en</strong>tidades sociales y lasproducciones culturales ligadas a <strong>el</strong>las. Como sosti<strong>en</strong>e Dávalos “*…+ La tarea de escribir <strong>en</strong> ese pap<strong>el</strong><strong>en</strong> blanco implicaba borrar todos los imaginarios simbólicos, todos los refer<strong>en</strong>tes, todas lasposibilidades ideológicas de los pueblos conquistados. De ahí la sistematicidad por destruir todorastro cultural que posibilite un reconocimi<strong>en</strong>to de la memoria ancestral” (op. cit.: 30).En la memoria de los pueblos <strong>el</strong> pres<strong>en</strong>te se liga a raíces históricas, <strong>en</strong> <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong>pasado se puede <strong>en</strong>trever <strong>el</strong> futuro. Recobrar la memoria es otra de las tareas que se propon<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong>campo epistemológico. Este “recobrar la memoria” implica un proceso de re- racionalización, reconstrucciónde saberes, que no desprecia los aportes teóricos, estéticos y éticos d<strong>el</strong> mundooccid<strong>en</strong>tal, sino que busca una síntesis <strong>en</strong>riquecedora. La lucha de los pueblos indíg<strong>en</strong>as incluye <strong>el</strong>- 177 -


proyecto de “*…+ rearticular su sistema de saberes d<strong>en</strong>tro de un marco institucional propio, y d<strong>en</strong>trode un campo de luchas <strong>en</strong> <strong>el</strong> cual cobran validez tanto <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to como pueblos conid<strong>en</strong>tidades difer<strong>en</strong>tes, como <strong>el</strong> establecimi<strong>en</strong>to de universidades propias, o las demandas deeducación intercultural” (Dávalos, 2005: 24).Los saberes ancestrales que los pueblos indíg<strong>en</strong>as hoy reclaman su reconocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a han sobrevivido <strong>en</strong> los pliegues de su memoria, a partir de procesos de resist<strong>en</strong>cia que hanayudado a que se mant<strong>en</strong>gan las explicaciones fundam<strong>en</strong>tales de la vida, <strong>el</strong> cosmos y la naturaleza<strong>el</strong>aboradas por los hombres <strong>en</strong> siglos de experi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo.Estas explicaciones no son solo difer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> si mismas también expresan y a la vez son <strong>el</strong>producto de racionalidades difer<strong>en</strong>tes a la occid<strong>en</strong>tal, y los PIs se sab<strong>en</strong> portadores de estas. Sinembargo <strong>el</strong> discurso político de los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as no plantea la destrucción de laracionalidad occid<strong>en</strong>tal, así como tampoco rechaza parte d<strong>el</strong> legado de la modernidad, sino queavizora la posibilidad de un diálogo de visiones d<strong>el</strong> mundo. Impugnan la int<strong>en</strong>ción hegemónica declasificar su racionalidad como “pre moderna” “tradicional” “atrasada” “inoc<strong>en</strong>te” o “subdesarrollada”.Por citar un ejemplo de este reclamo, diremos que los PIs consideran que <strong>el</strong> modohegemónico de concebir al sujeto <strong>en</strong> las esferas pública y económica atravesadas por <strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>toliberal <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> contradicción con la forma ontológica que adquiere <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo indíg<strong>en</strong>a. En lamodernidad la noción misma de democracia queda ligada a la noción liberal de democraciarepres<strong>en</strong>tativa, por un movimi<strong>en</strong>to discursivo (ideológico) por <strong>el</strong> que un particular hace <strong>en</strong> universal ydesde ese mom<strong>en</strong>to se naturaliza. Esta noción de democracia articula su estructura normativaincorporando a su interior “*…+ nociones de s<strong>en</strong>tidos culturales y refer<strong>en</strong>tes sociales, además de quesust<strong>en</strong>ta la construcción de una figura históricam<strong>en</strong>te nueva como es la d<strong>el</strong> individuo (una figura que<strong>en</strong> <strong>el</strong> campo de la economía sirve para la sust<strong>en</strong>tación de la figura d<strong>el</strong> consumidor, y que <strong>en</strong> <strong>el</strong> campode la política sirve de sust<strong>en</strong>to a la figura d<strong>el</strong> ciudadano), un individuo, además, racional, egoísta <strong>en</strong> <strong>el</strong>s<strong>en</strong>tido moral d<strong>el</strong> término, y utilitarista*…+”(op. cit.: 19); impugnar la int<strong>en</strong>ción universalista ynormativa de la ideología moderna reclamando <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> sujeto comunitario (<strong>en</strong>tre otrosreclamos) como forma política, económica, social y cultural particulares, y <strong>en</strong> los términos de lareforma educativa, como cont<strong>en</strong>ido conceptual, procedim<strong>en</strong>tal y actitudinal, implica de algunamanera <strong>el</strong> rechazo a la figura d<strong>el</strong> individuo y sus aspectos económico y político, <strong>en</strong> lo que estos ti<strong>en</strong><strong>en</strong>de opresivo y ali<strong>en</strong>ante.- 178 -


El s<strong>en</strong>tido de la confrontación epistemológica y social articula <strong>en</strong> <strong>el</strong> fondo los interesescontradictorios de los PIs que expresan diversas formas de r<strong>el</strong>ación con la sociedad nacional, desde labúsqueda de cons<strong>en</strong>so y negociación hasta la abierta impugnación y <strong>el</strong> autonomismo total.Los mecanismos de participación establecidos por los Estados para la formulación d<strong>el</strong>currículum incluy<strong>en</strong> ciertos límites que defin<strong>en</strong> las posibilidades de hacer <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum losintereses de los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as, sujetos de la determinación d<strong>el</strong> currículum. Como vimos, losderechos de los PIs <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a su participación <strong>en</strong> las esferas públicas no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> carácter no realpoder de decisión ya que los Estados pued<strong>en</strong> actuar si los pueblos no acced<strong>en</strong> a cons<strong>en</strong>suar laspolíticas públicas que afectan sus intereses.Pero esta situación no es, tal vez, la que revista mayor perjuicio para los intereses de lo PIs, ladeterminación curricular y su capacidad para negociar s<strong>en</strong>tidos y estructuras significantes se v<strong>en</strong>debilitadas por los efectos d<strong>el</strong> discurso de la reforma educativa de los ’90 ocurrida <strong>en</strong> Latinoamérica,que instituyó la educación intercultural bilingüe bañada por <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque constructivista.El currículum constructivista es marcadam<strong>en</strong>te a-histórico y está estructurado <strong>en</strong> un discursoque excluye <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de la desigualdad social <strong>en</strong> tanto f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o ligado a la difer<strong>en</strong>cia,introduci<strong>en</strong>do como modo de tratami<strong>en</strong>to de la diversidad <strong>el</strong> discurso sobre <strong>el</strong> cambio actitudinal, eid<strong>en</strong>tificando <strong>en</strong> la regionalización d<strong>el</strong> currículum un mecanismo de adecuación o adaptacióncurricular a la diversidad de cada jurisdicción y región. Se han dejado de lado las discusiones sobre laredistribución y las desigualdades sociales como factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> los procesos dedeterminación d<strong>el</strong> currículum.Las características que adquiere <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto de la reforma la determinación d<strong>el</strong> currículumremarcan su carácter colonizado. El gran peso de los procesos técnicos de formulación <strong>en</strong> cada niv<strong>el</strong>de concreción que se expresa por ejemplo <strong>en</strong> los C.B.C, <strong>en</strong> los diseños jurisdiccionales y <strong>en</strong> los textosescolares, muestran las condiciones de posibilidad de <strong>el</strong> diseño de currículos interculturales queexpres<strong>en</strong> las voces de los actores que no pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a la esfera técnicas, pero que pued<strong>en</strong> serconsiderados principales interesados <strong>en</strong> la determinación d<strong>el</strong> currículum.Las cuotas de poder y de participación de cada sector <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de diseño d<strong>el</strong> currículumpued<strong>en</strong> poner <strong>en</strong> cuestión las pret<strong>en</strong>siones de equidad de la reforma educativa de los ’90. El nuevoord<strong>en</strong> político y social abandona la idea de la igualdad y propone la noción de responsabilidad social(accountability) por medio de la que dejan <strong>en</strong> manos de la oferta y la demanda de servicios laregulación d<strong>el</strong> acceso a los bi<strong>en</strong>es materiales y simbólicos. En este marco es necesario <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der laforma <strong>en</strong> que se define la participación de la comunidad educativa y actores d<strong>el</strong> sector privado. No- 179 -


asta con garantizar la participación si no se defin<strong>en</strong> y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las condiciones de partida decada actor; un ejemplo de condiciones desiguales e injustas, aparte de difer<strong>en</strong>tes, serían las quedeb<strong>en</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar los PIs, basta p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> las difer<strong>en</strong>cias y desigualdades lingüísticas que se expresan<strong>en</strong> <strong>el</strong> monolingüismo de las esferas públicas <strong>en</strong> donde se usa exclusivam<strong>en</strong>te la l<strong>en</strong>gua oficial.El l<strong>en</strong>guaje de la flexibilidad y la apertura de la planificación d<strong>el</strong> aula como forma de at<strong>en</strong>der alas características particulares de la situación, educativa se v<strong>en</strong> limitadas por las tecnologías decontrol creadas <strong>en</strong> las últimas décadas: operativos nacionales de evaluación, libros de textos, controlsobre <strong>el</strong> magisterio, etcétera. Existe una brecha crítica <strong>en</strong>tre los principios políticos d<strong>el</strong> sistemaeducativo y la forma e que estos mutan <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de la <strong>en</strong>señanza, este hiato ti<strong>en</strong>e su orig<strong>en</strong>, deacuerdo a Muñoz Cruz (1998), “las defici<strong>en</strong>cias de los niv<strong>el</strong>es de concreción d<strong>el</strong> currículum EIB”, dehecho como sosti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> autor “*…+ las concreciones curriculares son promovidas y producidas porinstancias normativas o técnicas d<strong>el</strong> sistema educativo desc<strong>en</strong>tralizado, lo que nunca garantizó laperspectiva y las necesidades de los actores directos de la educación” (op. cit.: 45).Héctor Muñoz Cruz (1998) plantea que la diversificación d<strong>el</strong> currículum EIB debe darse d<strong>en</strong>trode ciertos límites de prescripción y “*…+ aceptar una normatividad semiabierta o francam<strong>en</strong>teabierta, y, además integral” (op. cit.: 46). El niv<strong>el</strong> prescriptivo d<strong>el</strong> currículum define y describe losobjetivos, cont<strong>en</strong>idos y ori<strong>en</strong>taciones didácticas para la <strong>en</strong>señanza, y posee tradicionalm<strong>en</strong>te uncarácter rígido, cerrado y obligatorio para todas las escu<strong>el</strong>as.En <strong>el</strong> currículum propuesto por Muñoz Cruz (1998) <strong>el</strong> qué <strong>en</strong>señar, <strong>el</strong> cuándo <strong>en</strong>señar y <strong>el</strong>cómo debemos hacerlo debe complem<strong>en</strong>tarse con <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de las características ynecesidades d<strong>el</strong> alumno, es decir <strong>el</strong> autor utiliza <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque constructivista para definir <strong>el</strong> currículumEIB, reduce la interculturalidad a buscar <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje significativo sobre la base de los saberesprevios de los alumnos que <strong>en</strong> definitiva son sus saberes culturales, pero <strong>el</strong> constructivismo operasobre esos saberes una limpieza de toda hu<strong>el</strong>la social y de su contexto de producción. Además sobreuna herm<strong>en</strong>éutica de valores y prejuicios sociales se busca <strong>el</strong> cambio individual de predisposiciones yprefer<strong>en</strong>cias r<strong>el</strong>acionadas con la alteridad.Es cierto que, y <strong>en</strong> esto acordamos con <strong>el</strong> autor, se deb<strong>en</strong> transformar <strong>en</strong> esferas públicasdemocráticas los procesos de determinación d<strong>el</strong> currículum y los aspectos estructurales-formales yprocesales-prácticos, de modo que la interculturalidad adquiera un valor real <strong>en</strong> torno al cual sepueda transformar la sociedad.Pero si, al tema de la difer<strong>en</strong>cia no va ligado <strong>el</strong> análisis y des-ocultami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> tema de ladesigualdad y la pobreza, los esfuerzos por construir espacios de interculturalidad serán <strong>en</strong> vano, y- 180 -


contribuirán a naturalizar un nuevo s<strong>en</strong>tido común sobre la difer<strong>en</strong>cia. Decimos esto ya que se hac<strong>en</strong>evid<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> algunos territorios escolarizados y colonizados como es <strong>el</strong> currículum EIB la forma <strong>en</strong> laque se está haci<strong>en</strong>do una “obviedad” la pobreza y la desigualdad social.Para <strong>el</strong> discurso oficial multiculturalista la pobreza que acompaña a las difer<strong>en</strong>cias es unacondición que necesariam<strong>en</strong>te está allí pero que no puede limitar la at<strong>en</strong>ción de las difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a y <strong>en</strong> la sociedad, <strong>el</strong> multiculturalismo y <strong>el</strong> pluralismo cultural han desplazado a la igualdad y lajusticia como principios de una sociedad democrática.Podría decirse que se instaura una jerarquía <strong>en</strong> donde la difer<strong>en</strong>cia ocupa un lugar deprivilegio sobre la desigualdad social. La desigualdad expresada <strong>en</strong> la pobreza y la exclusión socialaparece como un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o externo al campo escolar, su pres<strong>en</strong>cia se retraduce <strong>en</strong> la asist<strong>en</strong>ciasocial, los comedores escolares y becas, o <strong>en</strong> la victimización (culpabilización) de los sujetos “pobres”que son at<strong>en</strong>didos bajo la figura pedagógica de necesidades educativas especiales; los maestros soncapacitados para tratar con niños desnutridos y para adecuar a <strong>el</strong>los <strong>el</strong> currículum.Un ejemplo de esta forma de “repudio” o “respeto obsc<strong>en</strong>o” a la pres<strong>en</strong>cia de la desigualdadsocial es expuesto por Alejandra Rodríguez de Anca (2004). En <strong>el</strong> Diseño Curricular de la Provincia deNeuquén se puede leer <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te texto:“Lo distinto, lo heterogéneo, recibe las t<strong>en</strong>siones que g<strong>en</strong>era la desigualdad bajo laforma de difer<strong>en</strong>cias. Estas t<strong>en</strong>siones pued<strong>en</strong> traducirse <strong>en</strong> conflicto social, <strong>en</strong> discriminaciónnegativa. Fr<strong>en</strong>te a <strong>el</strong>las, la actitud a transmitir no puede ser la de promover <strong>el</strong> conflicto nitampoco la de negarlo: puede y debe ori<strong>en</strong>tarse <strong>el</strong> proceso educativo hacia <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido y lanoción de que la diversidad <strong>en</strong>riquece a una sociedad” *…+“… debemos decir que, <strong>en</strong> nuestro país, <strong>en</strong> nuestra provincia y <strong>en</strong> nuestra localidadexiste una realidad pluricultural, porque coexist<strong>en</strong>, aunque de manera asimétrica, diversassubculturas, sean estas las de los pueblos originarios, las de los inmigrantes de Europa, MedioOri<strong>en</strong>te y los países limítrofes o las particularidades locales. Todas aportan, de una forma uotra, a la construcción de la id<strong>en</strong>tidad nacional y de las id<strong>en</strong>tidades regionales y locales. Esadiversidad constituye un terr<strong>en</strong>o propicio para la pres<strong>en</strong>tación e interiorización de loscont<strong>en</strong>idos conceptuales y actitudinales que posibilit<strong>en</strong> la conviv<strong>en</strong>cia” (EGB 1, 1999: 162,resaltado mío)” (op. cit.: 178-179).- 181 -


La autora analiza esta operación con los aportes que desde <strong>el</strong> psicoanálisis realizan OctaveMannoni y de Slavoj Zizek, sosti<strong>en</strong>e que la forma <strong>en</strong> que se expresa <strong>el</strong> problemadesigualdad/difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>el</strong> Diseño Curricular de Neuquén se asemeja a la estructura de las cre<strong>en</strong>ciastal como la describe Mannoni, y que puede expresarse <strong>en</strong> la “fórmula estereotipada” “ya lo se… peroaún así…”. La forma <strong>en</strong> que se <strong>en</strong>uncia la realidad provoca la transformación de la cre<strong>en</strong>cia para su“conservación”, ahora la cre<strong>en</strong>cia no niega o reprime (<strong>en</strong> términos psicoanálisis) la realidad, repudia<strong>el</strong> “desm<strong>en</strong>tido” que la realidad le opone a la cre<strong>en</strong>cia. De esta forma puede reconocerse la difer<strong>en</strong>ciay la desigualdad sin desasosiego, pero se jerarquiza y privilegia la primera sobre la segunda, <strong>en</strong> tantohay <strong>en</strong> <strong>el</strong>la valor pedagógico y no conflicto lat<strong>en</strong>te que ponga <strong>en</strong> p<strong>el</strong>igro <strong>el</strong> ord<strong>en</strong>.El carácter ideológico de este discurso “*…+ no reside solam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> producir y fundam<strong>en</strong>tarse<strong>en</strong> una imag<strong>en</strong> distorsionada de la realidad *…+” (Rodríguez de Anca, 2004: 178), como <strong>en</strong> laconcepción iluminista de la ideología <strong>en</strong> donde esta es una falsa visión sobre <strong>el</strong> mundo que seconstruye ocultando la condiciones reales de exist<strong>en</strong>cia social, sino <strong>en</strong> “expresar/ocultar “ aqu<strong>el</strong>loque se desdeña, “la falta <strong>en</strong> torno a la cual se articula la red simbólica”, lo que se eterniza porque esimposible erradicar de la vida social: <strong>el</strong> “antagonismo de la vida social”.De esta forma se produce <strong>el</strong> respeto obsc<strong>en</strong>o:“Así, la innovación d<strong>el</strong> respeto y la tolerancia se conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong> conjuros (fetiches,también <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de hechizos) para la conflictividad (leída como barbarie) que pareceam<strong>en</strong>azar un ord<strong>en</strong> social creci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te signado por la exclusión y <strong>el</strong> conflicto. Sin embargo,como sugiere Mannoni (1997) los límites <strong>en</strong>tre ‘magia’ e ‘impostura’ resultan difusos: si alcre<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>el</strong> valor de las difer<strong>en</strong>cias expresa la fantasía de la armonía social, la afirmación d<strong>el</strong>a posibilidad de la conviv<strong>en</strong>cia a pesar de y <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de desigualdades sociales, constituye<strong>el</strong> subtexto obsc<strong>en</strong>o (Zizek, 1998) d<strong>el</strong> discurso escolar d<strong>el</strong> respeto a las difer<strong>en</strong>cias *…+” (op. cit.:p. 179).El subtexto obsc<strong>en</strong>o d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de la difer<strong>en</strong>cia y <strong>el</strong> repudio de la pobreza ti<strong>en</strong>e,para amplios sectores de nuestro país, <strong>el</strong> efecto perverso de fragm<strong>en</strong>tar experi<strong>en</strong>cias y l<strong>en</strong>guajes,escindir subjetividades, reconocer la posición de sujeto cultural ti<strong>en</strong>e como condición que <strong>el</strong> sujetoabandone su historia de desigualdad social <strong>en</strong> la vereda d<strong>el</strong> escu<strong>el</strong>a, o que acepte que es una víctimao un <strong>en</strong>fermo que será asistido.La situación de los PIs es particularm<strong>en</strong>te complejo <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a su condición histórica desujetos estigmatizados e invisibilizados respecto a su cultura y l<strong>en</strong>gua, pero también a su situación- 182 -


socioeconómica de pobreza y exclusión y, por supuesto, los efectos subjetivos que esta situaciónacarrea. Históricam<strong>en</strong>te estos grupos fueron agricultores o recolectores y pescadores, hoy formanparte de los sectores populares de las ciudades comparti<strong>en</strong>do una id<strong>en</strong>tidad social y difer<strong>en</strong>ciándosepor su id<strong>en</strong>tidad étnica. Compart<strong>en</strong> con otras etnias y con los “criollos” <strong>el</strong> hecho de estar excluidos¿qué implica estar excluido?Las prácticas de exclusión social no se reduc<strong>en</strong> a la supresión completa de una comunidad porexpulsión o extermino, ni por confinami<strong>en</strong>to o reclusión, también se excluye incluy<strong>en</strong>do. De acuerdoa Pablo G<strong>en</strong>tili (2001)“Esta forma de exclusión significa aceptar que determinados individuos están dotados de lascondiciones necesarias como para convivir con los incluidos, solo que <strong>en</strong> una condición inferiorizada,subalterna y des-jerarquizada. Son los sub-ciudadanos, los que participan de la vida social sin losderechos de aqu<strong>el</strong>los que sí pose<strong>en</strong> las cualidades necesarias para una viv<strong>en</strong>cia activa y pl<strong>en</strong>a <strong>en</strong> losasuntos de la comunidad” (op. cit.: 3).En <strong>el</strong> caso de los pueblos y organizaciones indíg<strong>en</strong>as se les reconoce <strong>el</strong> derecho a laciudadanía cultural separándola d<strong>el</strong> derecho a la ciudadanía política, gran falacia d<strong>el</strong>multiculturalismo conservador neoliberal. En lo que respecta a la educación esta política de lainclusión habla d<strong>el</strong> acceso de todos los sectores a la educación, lo que no significa <strong>el</strong> acceso de todosal mismo tipo de escolarización.“Si la difer<strong>en</strong>cias son sacadas d<strong>el</strong> contexto de los discursos y las prácticas propias de lasesferas públicas democráticas se está reduci<strong>en</strong>do su capacidad para articular discursos yprácticas emancipatorias o de <strong>en</strong>carar <strong>el</strong> análisis de las condiciones históricas de producciónd<strong>el</strong>as contradicciones particulares de los intereses que dirig<strong>en</strong> su praxis. Como citamos másarriba “Las difer<strong>en</strong>cias solo exist<strong>en</strong> con r<strong>el</strong>ación a las formas sociales <strong>en</strong> que se <strong>en</strong>uncian, esdecir, con r<strong>el</strong>ación a las escu<strong>el</strong>as, puestos de trabajo, familias, así como con r<strong>el</strong>ación a losdiscursos de historia, ciudadanía, sexo, raza y etnía *…+” (Giroux, 1994:149).Su ubicación histórica <strong>en</strong> los bordes de la sociedad nacional explica que hayan sido olvidadospor <strong>el</strong> Estado, las poblaciones indíg<strong>en</strong>as han sido destinatarios de políticas siempre paternalistas yasimilacionista. Al interior d<strong>el</strong> sistema educativo han sido <strong>en</strong>clavados <strong>en</strong> circuitos difer<strong>en</strong>ciados de- 183 -


educación, difer<strong>en</strong>ciados <strong>en</strong> <strong>el</strong> tipo de población que ati<strong>en</strong>d<strong>en</strong>, <strong>en</strong> las condiciones de infraestructura,de ejercicio de la función doc<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> materia pedagógica etcétera (G<strong>en</strong>tili,2001).- 184 -


CAPÍTULO VV.1. Metodología y Aspectos EpistemológicosV.1.a. La <strong>el</strong>ección epistemológicaLa investigación se aborda <strong>en</strong> base a una metodología cualitativa. “La investigación cualitativa[...] examina g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te las palabras y las acciones humanas con un método narrativo odescriptivo, repres<strong>en</strong>tando así la situación como si los participantes la estuvieran experim<strong>en</strong>tando.”(Maykut y Morehouse, s/f: 5) El propósito metodológico de este estudio es recoger y analizar hechossignificativos r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong> objeto de estudio definido.La investigación cualitativa alberga <strong>en</strong> si <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológico que se “c<strong>en</strong>tra <strong>en</strong>compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> significado que los acontecimi<strong>en</strong>tos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> para las personas estudiadas 41 , perotambién se vale de la etnometodología, <strong>el</strong> interaccionismo simbólico, la herm<strong>en</strong>éutica, la teoríafundam<strong>en</strong>tada, la investigación naturalista y la etnografía. El punto fundam<strong>en</strong>tal a t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta esla visión que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> estos <strong>en</strong>foques sobre <strong>el</strong> hombre y la sociedad.Un conjunto de los postulados y supuestos particulares de este tipo de investigación lapusieron desde un principio <strong>en</strong> un lugar marginal respecto a la investigación cuantitativa, <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación,principalm<strong>en</strong>te, a sus participantes (o sujetos investigados) y a su metodología. En cuanto a lossujetos participantes recordemos los primeros estudios realizados por los antropólogos culturales quese dedicaron a interpretar la cultura de pueblos “primitivos”, también los estudios de Freud y dePiaget c<strong>en</strong>trados <strong>en</strong> grupos situados <strong>en</strong> los márg<strong>en</strong>es de la llamada cultura ci<strong>en</strong>tífica blanca ypatriarcal, estudiaron a mujeres neuróticas y a niños respectivam<strong>en</strong>te. Otros estudios de estascaracterísticas <strong>en</strong> cuanto al sujeto, fueron los realizados por la Escu<strong>el</strong>a de Chicago con bandascallejeras y personas institucionalizadas.Mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> lo metodológico Maykut y Morehouse (s/f) señalan un rasgo muysignificativo de estos estudios, la mayoría de estos investigadores escribían sus informes con estilosmás literarios que <strong>en</strong> términos ci<strong>en</strong>tíficos. Sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> los autores que “Resulta sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te que hastahace poco tiempo los métodos no hayan formado parte de los informes de investigación; <strong>el</strong> lector seveía privado de la información sobre <strong>el</strong> modo <strong>en</strong> que <strong>el</strong> investigador había alcanzado talconclusión.”(op. cit.:13).41 Patton (1991), <strong>en</strong> Maykut y Morehouse (s/f).- 185 -


Estos aspectos resultan c<strong>en</strong>trales para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der cuál es <strong>el</strong> objetivo metodológico de nuestroestudio. Interesan los significados que los actores atribuy<strong>en</strong> a la realidad, la interpretación de lasexperi<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran actuando y <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje con que significan estos ámbitos vitales.Las palabras de los actores, así como las acciones de los mismos observadas y los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s que seanalizan y que son producidos por estos son interpretados respetando al máximo <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido atribuidopor los actores pero ligándolo, articulándolo al marco teórico <strong>el</strong>egido con <strong>el</strong> propósito de producirteoría.Ent<strong>en</strong>demos que de acuerdo al objeto de la investigación esta es la metodología que mejorse adecúa a nuestros intereses.En este s<strong>en</strong>tido nuestro interés está <strong>en</strong> <strong>el</strong> significado que los sujetos atribuy<strong>en</strong> a losf<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os de la realidad <strong>en</strong> la que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran inmersos. De acuerdo a autores como Minayo(2004) y Taylor y Bogdan (1987) a partir de la investigación cualitativa se produc<strong>en</strong> datos queconstituy<strong>en</strong> descripciones de los sujetos sobre la realidad <strong>en</strong> la que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran inmersos. Elinvestigador se vale de “‘*…+ las propias palabras de las personas, habladas o escritas, y la conductaobservable *…+” (op. cit.: 20).La metodología cualitativa se asi<strong>en</strong>ta fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> una perspectiva teórica, esta esla f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológica. El investigador cualitativo es por lo tanto un f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ólogo, y su tarea esapreh<strong>en</strong>der <strong>el</strong> proceso de interpretación por <strong>el</strong> que <strong>el</strong> sujeto da significado a la realidad, las palabras,las acciones constituy<strong>en</strong> <strong>el</strong> objeto de la observación d<strong>el</strong> investigador que puede servirse de difer<strong>en</strong>testécnicas de investigación para obt<strong>en</strong>er los datos que necesita de acuerdo a los objetivos de lainvestigación.Además se incluye lo que Minayo (2004) y Carlos Nora-Ninci (2001) d<strong>en</strong>ominan “Observacióndialéctica”, <strong>el</strong> diseño de esta se articula y muchas veces se confunde con los diseños conv<strong>en</strong>cionalesde investigación cualitativa. Puede por lo tanto aparecer como investigación etnográfica oinvestigación participativa, lo que la distingue es que pone <strong>en</strong> cuestión y pone al “desnudo laint<strong>en</strong>cionalidad d<strong>el</strong> programa ci<strong>en</strong>tífico propio” (op. cit.: 185). En nuestro caso no ocultamos lapremisa sobre la que construimos nuestro esquema de investigación, esto es que las comunidades ylos PIs se han r<strong>el</strong>acionado históricam<strong>en</strong>te con la sociedad nacional y local ocupando posicionesasignadas caracterizadas por la desigualdad y la marginación, que esas posiciones sociales seretraduc<strong>en</strong> <strong>en</strong> posiciones institucionales, y por lo tanto estos grupos marginados como otrossubalternos se ubican <strong>en</strong> estas posiciones adaptándose, resisti<strong>en</strong>do, negociando o transformándolasde acuerdo a su historia y a su actitud ante la dominación y la opresión, esta proposición sirve para- 186 -


contextualizar la interpretación de los significados que los actores otorgan a la realidad social einstitucional <strong>en</strong> la que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran inmersos.Metodológicam<strong>en</strong>te se incluye la descripción y compr<strong>en</strong>sión breve de la historia de lacomunidad r<strong>el</strong>acionada con la historia y <strong>el</strong> desarrollo de los PIs d<strong>el</strong> chaco <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con lasestructuras de poder político y económico y las formas de inserción de estos grupos <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistemacapitalista y la estructura productiva desde principios d<strong>el</strong> siglo XX. Este breve desarrollo contextualizay posibilita la r<strong>el</strong>ativización de los hallazgos de la investigación.Pero la observación dialéctica ti<strong>en</strong>e como int<strong>en</strong>ción la continuidad metodológica con <strong>el</strong>materialismo histórico, expresando la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre la interpretación y la transformación, que Marx<strong>en</strong>uncia <strong>en</strong> la tan famosa frase de la Tesis de Feuerbach: “los filósofos no han hecho más queinterpretar de diversos modos <strong>el</strong> mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” (Nora-Ninci,2001: 186).V.1.b. Técnicas de investigación usadas <strong>en</strong> este estudioEl proceso de recogida de datos se efectuó <strong>en</strong> dos mom<strong>en</strong>tos espaciados <strong>en</strong> <strong>el</strong> tiempo. En <strong>el</strong>primer mom<strong>en</strong>to que se puede d<strong>en</strong>ominar de exploración se utilizaron dos ténicas de investigación,la <strong>en</strong>trevista y la observación. Por una parte la <strong>en</strong>trevista semi-estructurada que <strong>en</strong> la investigacióncualitativa consiste <strong>en</strong> un diálogo <strong>en</strong>tre los sujetos, que <strong>en</strong>tablan una r<strong>el</strong>ación sin restricciones apartir de la que <strong>el</strong> investigador realiza un acercami<strong>en</strong>to global al campo.La <strong>en</strong>trevista como técnica de investigación permite al investigador obt<strong>en</strong>er descripciones einterpretaciones de hechos, acciones, r<strong>el</strong>aciones, etcétera, hechas por <strong>el</strong> informante. Con lo anteriorno se pret<strong>en</strong>de decir que es un diálogo neutro que deja hablar sin “razón” o “motivo” alguno al<strong>en</strong>trevistado, es una técnica que permite que tanto <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado como <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistador filtr<strong>en</strong> <strong>en</strong>las palabras sus int<strong>en</strong>ciones, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> primero sus int<strong>en</strong>ciones ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con los objetivosde la investigación, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> segundo las int<strong>en</strong>ciones se ligan a la realidad <strong>en</strong> la que está insertoy <strong>en</strong> la que ocupa una posición <strong>en</strong> tanto sujeto.Otávio Cruz Neto (2004) id<strong>en</strong>tifica dos niv<strong>el</strong>es para definir la <strong>en</strong>trevista como técnica deinvestigación: “*…+ En un primer niv<strong>el</strong>, esta técnica se caracteriza por una comunicación verbal querefuerza la importancia d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y d<strong>el</strong> significado d<strong>el</strong> habla. Pero <strong>en</strong> otro niv<strong>el</strong>, sirve como unmedio de recolección de informaciones sobre un determinado tema ci<strong>en</strong>tífico” (op. cit.: 45).- 187 -


En <strong>el</strong> segundo mom<strong>en</strong>to de trabajo de campo la técnica usada fue la <strong>en</strong>trevista <strong>en</strong>profundidad, a través de esta se buscó profundizar la descripción y la interpretación de temasespecíficos id<strong>en</strong>tificados como parte de los temas globales hallados <strong>en</strong> <strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to de trabajode campo o de exploración.Otras técnicas usadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de investigación fueron la observación y la revisióndocum<strong>en</strong>tal. Por una parte la observación permitió focalizar <strong>en</strong> la descripción de espacios y usos d<strong>el</strong>os mismos, r<strong>el</strong>aciones sociales, etcétera. La observación permite <strong>el</strong> acercami<strong>en</strong>to a la dinámica de lainteracción social. Por otra parte los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s constituy<strong>en</strong> una fu<strong>en</strong>te de información quecolabora <strong>en</strong> la tarea de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der y contrastar afirmaciones plasmadas <strong>en</strong> las <strong>en</strong>trevistas y <strong>en</strong> lassituaciones observadas. Se contó con <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s como <strong>el</strong> historial de la escu<strong>el</strong>a y un proyectopres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> una convocatoria nacional de experi<strong>en</strong>cias de EIB.V.1.c. La construcción de la muestraA la hora de <strong>el</strong>aborar la muestra se tomó la decisión de <strong>en</strong>trevistar a todos los actoresinvolucrados <strong>en</strong> <strong>el</strong> esc<strong>en</strong>ario s<strong>el</strong>eccionado. Cada uno de estos actores ocupan difer<strong>en</strong>tes posicionesinstitucionales, sociales y culturales, la interacción de estas da forma a las id<strong>en</strong>tidades sociales decada uno a partir de la que se construy<strong>en</strong> los intereses que pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> juego <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones socialesque ocurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a.La muestra estuvo compuesta por <strong>el</strong> personal directivo, los maestros, los auxiliares bilingües ylos refer<strong>en</strong>tes comunitarios tanto criollos como indíg<strong>en</strong>as.En tanto nuestro interés es conocer qué concepciones de EIB portan y pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> juego lossujetos involucrados <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a suponemos que la repres<strong>en</strong>tatividad de la muestra se garantiza <strong>en</strong>la decisión antes consignada. Como sosti<strong>en</strong>e Ferreira Deslandes (2004) “*…+ la bu<strong>en</strong>a muestra esaqu<strong>el</strong>la que permite abarcar la totalidad d<strong>el</strong> problema investigado” (op. cit.: 33).El muestreo de nuestra investigación se fue efectuando <strong>en</strong> forma progresiva, sigui<strong>en</strong>do laevolución d<strong>el</strong> estudio. Para poder organizar tal proceso pued<strong>en</strong> id<strong>en</strong>tificarse una serie de mom<strong>en</strong>tos<strong>en</strong> <strong>el</strong> ciclo de la investigación. En un primer mom<strong>en</strong>to que corresponde a la exploración d<strong>el</strong> objeto deinvestigación se realizaron <strong>en</strong>trevistas con un instrum<strong>en</strong>to (<strong>en</strong>trevista) de tipo abierto a actorescriollos de la comunidad, la decisión de <strong>en</strong>trevistar a estos sujetos pasó por <strong>el</strong> hecho de que eransujetos que podían abrir <strong>el</strong> esc<strong>en</strong>ario para la investigación que se pret<strong>en</strong>día realizar; eran actores- 188 -


“criollos” que vivían <strong>en</strong> la comunidad desde la época de la creación de la escu<strong>el</strong>a, esc<strong>en</strong>ario d<strong>en</strong>uestra investigación, además <strong>el</strong>los fueron <strong>el</strong> contacto previo a la primera visita al esc<strong>en</strong>ario 42 .En esta instancia se pudo obt<strong>en</strong>er información g<strong>en</strong>eral sobre la comunidad, la escu<strong>el</strong>a,aspectos culturales, sociales y económicos sobre la comunidad, organización política, etcétera, que <strong>en</strong>realidad constituían los aspectos que nos interesaban <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la investigación más g<strong>en</strong>eral querealizábamos. Pero además se pudo obt<strong>en</strong>er recom<strong>en</strong>daciones sobre posibles informantes clave.El contacto con estos actores criollos fue la base para la <strong>en</strong>trada al esc<strong>en</strong>ario <strong>en</strong> <strong>el</strong> segundomom<strong>en</strong>to de trabajo de campo. En este contexto <strong>en</strong> donde los actores con poder institucional sonmarginados <strong>en</strong> la sociedad local y nacional la <strong>en</strong>trada al campo se hace más dificultosa, por lo tantofue fructífera la pres<strong>en</strong>tación ante la comunidad a través de los informantes criollos que fueron<strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> <strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to de trabajo de campo, actores que son de confianza d<strong>el</strong> grupoindíg<strong>en</strong>a, esta puede ser una bu<strong>en</strong>a recom<strong>en</strong>dación de pres<strong>en</strong>tación ante comunidades indíg<strong>en</strong>as quepor lo g<strong>en</strong>eral ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una repres<strong>en</strong>tación d<strong>el</strong> investigador criollo como de un “ladrón” de información.Las informaciones brindadas por los <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> <strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to de trabajo decampo se complem<strong>en</strong>taron con la observación directa.La construcción de la muestra para <strong>el</strong> segundo mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> ciclo de trabajo de campo sebasó <strong>en</strong> dos aspectos; por una parte la decisión previa de incluir <strong>en</strong> la muestra a todos los actoresinvolucrados <strong>en</strong> las prácticas de la escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi, y por otra parte lasobservaciones de las r<strong>el</strong>aciones de los <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> <strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to con otros actoresinstitucionales y comunitarios, las r<strong>el</strong>aciones de autoridad, la autorización de la palabra dedeterminados individuos, la caracterización de las actividades realizadas por determinados sujetos,las caracterizaciones valorativas sobre las personas, las aus<strong>en</strong>cias de algunas personas y de susactividades <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso de los <strong>en</strong>trevistados, los lugares visitados y los no visitados, por ejemplo lavisita a determinadas aulas, etcétera, constituyeron <strong>el</strong> otro factor para la <strong>el</strong>aboración de la muestra.T<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las indicaciones dadas por los primeros <strong>en</strong>trevistados, por ejemplo la<strong>el</strong>ección de las personas pres<strong>en</strong>tadas, revist<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre otras cuestiones que ya <strong>en</strong>umeramos uncarácter int<strong>en</strong>cional no siempre interpretable pero que implican indicios sobre los sujetos, los hechos,42 Al hacer refer<strong>en</strong>cia a la investigación más amplia nos referimos a aqu<strong>el</strong>la que llevó, <strong>en</strong> parte, al autor de estatesis a <strong>el</strong>aborar <strong>el</strong> interés por <strong>el</strong> tema indíg<strong>en</strong>a. Dicha investigación más amplia se <strong>en</strong>marcó <strong>en</strong> una pasantíaefectuada por <strong>el</strong> autor <strong>en</strong> la Fundación Proyungas, <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong> Proyecto Alto Bermejo (PAB). Dicha pasantíat<strong>en</strong>ía como objetivos realizar un diagnóstico sociocultural de las comunidades indíg<strong>en</strong>as que habitan <strong>el</strong> espaciocompr<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> lo que se d<strong>en</strong>omina Reserva de la Biósfera. El trabajo fue supervisado por la Lic. EnAntropología Matilde García Moritan.- 189 -


las conductas y las acciones de importancia <strong>en</strong> las instituciones educativas, <strong>en</strong> síntesis fueronutilizadas para la confección de las muestras y condicionaron la <strong>el</strong>aboración de los instrum<strong>en</strong>tos pararecoger los datos.En este s<strong>en</strong>tido las <strong>en</strong>trevistas y observaciones d<strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to fueron esclarecedoras <strong>en</strong><strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de que por ejemplo se id<strong>en</strong>tificaron que algunos actores estaban descalificados <strong>en</strong> <strong>el</strong>desempeño de sus funciones, que otros eran investidos con <strong>el</strong> poder de funciones queinstitucionalm<strong>en</strong>te no ocupaban, pero que contaban con la legitimación que otros no t<strong>en</strong>ían,etcétera.La población total consta de siete maestros, tres auxiliares bilingües, un director, un cacique ydos refer<strong>en</strong>tes comunitarios criollos. Se consideró que sobre la base de la muestra antes definida se<strong>en</strong>trevistaría la población total descripta, pero que se seguiría los criterios d<strong>el</strong> muestreo teórico y desaturación teórica, es decir que la <strong>el</strong>ección de cada caso se debía definir por <strong>el</strong> pot<strong>en</strong>cial “*…+ para <strong>el</strong>desarrollo de nuevas int<strong>el</strong>ecciones o para <strong>el</strong> refinami<strong>en</strong>to y la expansión de las ya adquiridas *…+”(Taylor y Bogdan, 1987: 34), por lo tanto la incorporación o no de cada caso <strong>en</strong> la muestra se evaluóde acuerdo al criterio propuesto por <strong>el</strong> “muestreo teórico”.En este s<strong>en</strong>tido y sigui<strong>en</strong>do con otro criterio propuesto por este tipo de muestreo expuesto<strong>en</strong> Taylor y Bogdan (op. cit.) se consideró al finalizar <strong>el</strong> segundo mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> trabajo de campo que sise continuaba ampliando la muestra se corría <strong>el</strong> riesgo de “saturación teórica”, es decir que seconsideró que se llegó a una compr<strong>en</strong>sión lo sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te profunda d<strong>el</strong> objeto de investigación deacuerdo a los objetivos d<strong>el</strong> estudio, por lo tanto nuevos casos no conducirían a compr<strong>en</strong>sionesadicionales.V.1.d. EL análisis de los datosAnte todo nuestra posición coincide con la definición d<strong>el</strong> análisis de los datos de autores queya v<strong>en</strong>imos citando. Ent<strong>en</strong>demos junto con Gomes (2004), Woods (1993) y Taylor y Bogdan (1987)que <strong>el</strong> proceso de análisis incluye la interpretación y la reflexión. De acuerdo con Romeu Gomesalgunos autores “*…+ compr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> <strong>el</strong> ‘análisis’ <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido más amplio, abarcando la‘interpretación’. Somos partidarios de esta posición por creer que <strong>el</strong> análisis y la interpretación estáncont<strong>en</strong>idas <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo movimi<strong>en</strong>to: <strong>el</strong> de mirar at<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te los datos de la investigación” (OP. CIT.:53). Mi<strong>en</strong>tras Peter Woods (op. cit.) afirma que <strong>el</strong> análisis de los datos y <strong>el</strong> proceso mismo derecogida de datos constituye un “espiral de compr<strong>en</strong>sión”, <strong>en</strong> <strong>el</strong> que cada aspecto se va clarificando- 190 -


con movimi<strong>en</strong>tos hacia atrás y hacia ad<strong>el</strong>ante <strong>en</strong> base al triangulo observación (u otra técnica deinvestigación) -análisis-compr<strong>en</strong>sión.Sigui<strong>en</strong>do los aportes de Taylor y Bogdan (1987) se puede argum<strong>en</strong>tar que <strong>el</strong> análisis de losdatos se basó <strong>en</strong> un “proceso <strong>en</strong> continuo progreso”. Dicho proceso se basó <strong>en</strong> la técnica de análisisde cont<strong>en</strong>ido con <strong>el</strong> objetivo de descubrir e id<strong>en</strong>tificar temas y desarrollar conceptos y proposicionesque emerg<strong>en</strong> de las propias palabras de los <strong>en</strong>trevistados (Gomes, 2004).Para tal efecto se realizó La organización de los datos, luego de la recogida de los mismos, laque se realizó <strong>en</strong> grabaciones <strong>en</strong> cintas de cassette y registros escritos de observaciones, se llevó acabo la desgrabación de las cintas <strong>en</strong> las que se registraron las <strong>en</strong>trevistas, a continuación se efectuóla lectura y r<strong>el</strong>ectura <strong>en</strong> profundidad d<strong>el</strong> material, y la comparación con las observaciones y las notasde campo. De este proceso resultó la organización <strong>en</strong> unidades significativas que fueron la base d<strong>el</strong>sigui<strong>en</strong>te mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> análisis de los datos.Tal como sosti<strong>en</strong>e Romeu Gomes (op. cit.) sobre la de la organización significativa realizada sehizo la Clasificación de los datos, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las preguntas de la investigación se <strong>el</strong>aboraroncategorías específicas de dos tipos: descriptivas e interpretativas, siempre desde voz los<strong>en</strong>trevistados. El desarrollo de dichas categorías se incluye <strong>en</strong> los títulos g<strong>en</strong>erales y los subtítulos queorganizan <strong>el</strong> capítulo de pres<strong>en</strong>tación de resultados.Finalm<strong>en</strong>te se establec<strong>en</strong> <strong>en</strong> la pres<strong>en</strong>tación de resultados lo que Taylor y Bogdan (1987)d<strong>en</strong>ominan r<strong>el</strong>ativización de descubrimi<strong>en</strong>tos, lo que significa que se int<strong>en</strong>ta su compr<strong>en</strong>sión <strong>en</strong> <strong>el</strong>contexto <strong>en</strong> <strong>el</strong> que fueron recogidos los datos, la que constituye una propuesta dialéctica de análisisde los mismos. Esto se complem<strong>en</strong>ta con la articulación d<strong>el</strong> análisis a los refer<strong>en</strong>tes conceptualesdesarrollados <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco teórico d<strong>el</strong> estudio, guiado por la búsqueda de respuesta a las preguntas d<strong>el</strong>a investigación.- 191 -


CAPÍTULO VIVI. Breve descripción de la comunidad y la Escu<strong>el</strong>a “Wichí Indios Matacos”La Escu<strong>el</strong>a “Wichí Indios matacos” Nº 362, se ubica <strong>en</strong> la ciudad de G<strong>en</strong>eral Enrique Mosconid<strong>el</strong> Departam<strong>en</strong>to San Martín de la provincia de Salta, al norte de dicha provincia. La ciudad deG<strong>en</strong>eral Mosconi es habitada por 20 mil habitantes. A dos kilómetros de lo que se nombra como“Pueblo de Mosconi” sobre <strong>el</strong> costado este de la ruta nacional Nº 34 se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la comunidadWichí de Mosconi o la Misión Wichí Tolaba, <strong>en</strong> <strong>el</strong> c<strong>en</strong>tro de la comunidad se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>el</strong> edificio d<strong>el</strong>a Escu<strong>el</strong>a Nº 362. Como punto de refer<strong>en</strong>cia se señalan los depósitos de combustible de Ex YPF.La Comunidad Wichí de Gral. Mosconi pert<strong>en</strong>ece al Pueblo Wichí. Los Wichí son una etniachaqueña que ocupan ancestralm<strong>en</strong>te dicho espacio geográfico <strong>en</strong> tres países: Arg<strong>en</strong>tina, Bolivia yParaguay. Las etnias chaqueñas son: Wichí, Pilagá, Tobas, Mocovíes, Chorotes, Chulupis. En nuestropaís se estima que la Población indíg<strong>en</strong>a asci<strong>en</strong>de a 446.000 indíg<strong>en</strong>as (Van Dam, 2002). Los Wichíson aproximadam<strong>en</strong>te 80.000 y habitan las provincias de Chaco, Formosa y Salta.La Escu<strong>el</strong>a funciona como “bilingüe y bicultural” desde su creación <strong>en</strong> marzo d<strong>el</strong> año 1975.Fue creada por hermanas de la congregación d<strong>el</strong> sagrado corazón de Jesús que arriban un año antes ala zona y recib<strong>en</strong> <strong>el</strong> pedido de “Escu<strong>el</strong>a” de parte d<strong>el</strong> <strong>en</strong>tonces cacique de la comunidad.Los niños que asist<strong>en</strong> a la escu<strong>el</strong>a, <strong>en</strong> su totalidad pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a la etnia wichí, ingresan ala escu<strong>el</strong>a desconoci<strong>en</strong>do la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana. La población de la “Misión tolaba” conserva la l<strong>en</strong>gua yla cultura Wichí, y se r<strong>el</strong>acionan con la sociedad blanca o criolla desde estas.Es decir que la l<strong>en</strong>gua y la cultura constituy<strong>en</strong> aspectos que se deb<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta para lacompr<strong>en</strong>sión de la realidad de la comunidad y de las prácticas de la Escu<strong>el</strong>a. Pero además exist<strong>en</strong>otros <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que son socioeconómicos, políticos e históricos y sin la m<strong>en</strong>ción a estos seríafragm<strong>en</strong>taria la compr<strong>en</strong>sión de la realidad estudiada.Los Wichí se caracterizan socio-culturalm<strong>en</strong>te por la situación de pobreza <strong>en</strong> que viv<strong>en</strong>, lamayoría ti<strong>en</strong>e sus necesidades básicas insatisfechas, sobreviv<strong>en</strong> de la comercialización de productosque <strong>el</strong>los mismos produc<strong>en</strong>, principalm<strong>en</strong>te artesanías <strong>en</strong> cerámicas y t<strong>el</strong>ares, trabajan conmateriales naturales como la fibra de Chaguar, maderas duras, mimbre y hueso,; los hombres realizanchangas <strong>en</strong> los poblados, <strong>en</strong> los obrajes, <strong>el</strong>aboración de carbón, siembra <strong>en</strong> fincas, y <strong>en</strong> algunos casosson empleados públicos <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as y municipalidades.- 192 -


Esta situación formula una faceta d<strong>el</strong> contacto de la comunidad y de los grupos chaqueñoscon la sociedad nacional. Históricam<strong>en</strong>te los grupos chaqueños subsistieron con una economíabasada <strong>en</strong> la caza y la recolección estableci<strong>en</strong>do con <strong>el</strong> <strong>en</strong>torno ecológico una r<strong>el</strong>ación equilibradaque le permitió mant<strong>en</strong>er un uso sust<strong>en</strong>table de os recursos naturales, además practicaron laagricultura rudim<strong>en</strong>taria <strong>en</strong> pequeñas parc<strong>el</strong>as familiares.Desde fines d<strong>el</strong> siglo XIX participaron como mano de obra estacional <strong>en</strong> la zafra saltojujeña,unto a grupos Collas y Guaraníes. La industria azucarera de las provincias de salta y Jujuy se valieronde dos formas de reclutami<strong>en</strong>to de mano de obra d<strong>el</strong> Chaco, <strong>en</strong> un primer mom<strong>en</strong>to fue <strong>el</strong> ejército <strong>el</strong>brazo de avance sobre <strong>el</strong> occid<strong>en</strong>te de esta región lo que posibilitó la ext<strong>en</strong>sión de la frontera agrícolajunto con <strong>el</strong> as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to de pobladores criollos, pero además constituyó un cerco de los gruposchaqueños más b<strong>el</strong>icosos que hacia la segunda década d<strong>el</strong> siglo XX se <strong>en</strong>contraban <strong>en</strong>cerrados <strong>en</strong>tr<strong>el</strong>os ríos Bermejo y Pilcomayo.Hacia esta época la mano de obra era movilizada d<strong>el</strong> chaco salteño principalm<strong>en</strong>te a pie, <strong>en</strong> ladécada d<strong>el</strong> ’30 se termina de construir <strong>el</strong> ferrocarril que une Formosa-embarcación lo que posibilitóque se movilizaran conting<strong>en</strong>tes de indíg<strong>en</strong>as de zonas más alejadas de los ing<strong>en</strong>ios que <strong>en</strong> esemom<strong>en</strong>to demandaban mano e obra para las plantaciones. Los principales ing<strong>en</strong>ios eran: “edesma, LaEsperanza, San Pedro y Río Grande <strong>en</strong> Jujuy, y San Martín d<strong>el</strong> Tabacal (1919) y San Isidro <strong>en</strong> Salta”(Gordillo, 1995: 111).El trabajo <strong>en</strong> la zafra se dividía étnicam<strong>en</strong>te, los grupos chaqueños eran destinados a losdesmontes y <strong>el</strong> cavado de zanjas, los trabajos más duros, además eran los únicos que no recibíanefectivo por pago de los salarios, se pagaban al finalizar <strong>el</strong> trabajo y <strong>en</strong> mercaderías.“A pesar de estas formas de explotación, los ing<strong>en</strong>ios se constituyeron <strong>en</strong> un factor c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong>la reproducción social de los grupos indíg<strong>en</strong>as de la región, no solo por la creci<strong>en</strong>te necesidad de estosúltimos de acceder a bi<strong>en</strong>es manufacturados (armas de fuego, machetes, cuchillos o ropas criollas)sino también por <strong>el</strong> m<strong>en</strong>or r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de las actividades de las actividades de caza y recolección *…+”(op. cit.: 111).La “presión territorial” g<strong>en</strong>erada por la pres<strong>en</strong>cia de ganaderos criollos provocó la baja d<strong>el</strong>r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de la economía que hasta ese mom<strong>en</strong>to era la base de subsist<strong>en</strong>cia de los gruposChaqueños. Este hecho produjo la reducción de la superficie a ser explotada por la caza y la- 193 -


ecolección, pero además <strong>el</strong> pastoreo d<strong>el</strong> ganado criollo trajo aparejada cambios ecológicos queconvirtieron <strong>el</strong> ambi<strong>en</strong>te de la región <strong>en</strong> “monte degradado y disperso cubierto de vinal y cactus”.En las primeras décadas d<strong>el</strong> siglo XX los ing<strong>en</strong>ios decid<strong>en</strong> recurrir a otras formas dereclutami<strong>en</strong>to más edulcoradas. Prescind<strong>en</strong> de los servicios d<strong>el</strong> ejército nacional y de contratistasdespiadados e introduc<strong>en</strong> la evang<strong>el</strong>ización y sed<strong>en</strong>tarización:“*…+ una captación más ord<strong>en</strong>ada y sistemática de la mano de obra requería necesariam<strong>en</strong>t<strong>el</strong>a sed<strong>en</strong>tarización de estos grupos. Ello explica los estrechos vínculos que <strong>en</strong> ese <strong>en</strong>tonecs se crearon<strong>en</strong>tre los ing<strong>en</strong>ios y la primera institución que se planteó un amplio y ambicioso programa desed<strong>en</strong>tarización: La Iglesia Anglicana” (Gordillo, 1995: 113).Desde <strong>el</strong> año 1914, <strong>en</strong> que funda la South American Missionary Association “Misiónchaqueña” cerca de Embarcación, los anglicanos alcanzan gran importancia <strong>en</strong> la región creandovarias misiones, estrategia principal para la sed<strong>en</strong>tarización d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a chaqueño, lo que facilitó <strong>el</strong>reclutami<strong>en</strong>to por parte de los contratistas que ya no debían recorrer grandes distancias corri<strong>en</strong>doimportantes riesgos para su vida, y además posibilitó <strong>el</strong> avance de los ganaderos criollos.La situación de crisis sociocultural por este nuevo contexto de explotación sistemática <strong>en</strong> lazafra y p<strong>en</strong>etración d<strong>el</strong> criollo <strong>en</strong> su territorio constituyó un factor que pot<strong>en</strong>ció la bu<strong>en</strong>a recepciónde la acción evang<strong>el</strong>izadora de los misioneros:“*…+ precisam<strong>en</strong>te, la postura paternalista y asist<strong>en</strong>cial –e incluso mesiánico-carismática- queadoptaron los anglicanos tuvo una rápida acogida <strong>en</strong>tre la mayoría de los grupos indíg<strong>en</strong>as, queincluso <strong>en</strong> muchos casos solicitaron directam<strong>en</strong>te la misionalización” (op. cit.: 113).Es necesario remarcar que <strong>el</strong> ingreso de los anglicanos <strong>en</strong>tre las décadas de 1920 y 1940 <strong>en</strong> laregión constituye una nueva etapa para los indíg<strong>en</strong>as d<strong>el</strong> Chaco. Los misioneros se convirtieron <strong>en</strong>intermediarios <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a y la sociedad nacional y <strong>el</strong> Estado. Esto g<strong>en</strong>eró que <strong>en</strong> las misioneslos indíg<strong>en</strong>as pudieran t<strong>en</strong>er acceso a escu<strong>el</strong>a primaria, puestos sanitarios y talleres <strong>en</strong> dondedesarrollar oficios, principalm<strong>en</strong>te carpintería.A partir de la década de 1960 la industria azucarera saltojujeña comi<strong>en</strong>za a transformarse. Lareconversión y mecanización de la producción transformaría la estructura productiva de los ing<strong>en</strong>ios,pero también, <strong>en</strong> gran medida, la “dinámica económica regional”.- 194 -


Los grupos chaqueños también fueron alcanzados por estas transformaciones. Lamecanización de la producción produjo exced<strong>en</strong>tes de fuerza de trabajo y pronto sería captada pornuevas fracciones d<strong>el</strong> capital, principalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> capital agrario y <strong>el</strong> capital comercial.Como se señaló <strong>el</strong> trabajo <strong>en</strong> la zafra cubría gran parte de los ingresos necesarios paraadquirir bi<strong>en</strong>es manufacturados, además implicaba ingresos para la subsist<strong>en</strong>cia durante siete mesesd<strong>el</strong> año. Tal situación condujo a un rápido “empobrecimi<strong>en</strong>to r<strong>el</strong>ativo”, los indíg<strong>en</strong>as d<strong>el</strong> chaco sevieron obligados a increm<strong>en</strong>tar la presión sobre la pesca, la caza y la recolección.“*…+ Como parte de este proceso, y dada la actual incapacidad de estas actividades de cubrirpor si solas la reproducción de los grupos domésticos, se increm<strong>en</strong>tó la migración rural-urbana y laformación de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as periurbanos: sobre todo <strong>en</strong> Tartagal, Embarcación, <strong>en</strong>poblados ubicados sobre la ruta nacional 34 (que une a estas últimas actividades), <strong>en</strong> Salta, y <strong>en</strong>Ing<strong>en</strong>iero Juárez <strong>en</strong> Formosa, donde los aboríg<strong>en</strong>es mayorm<strong>en</strong>te de “changas” y de empleos <strong>en</strong> lasint<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias”(Gordillo, 1995: 116).La década de 1970 se caracteriza, <strong>en</strong> lo que atañe a la situación de los indíg<strong>en</strong>aschaqu<strong>en</strong>ses, por un increm<strong>en</strong>to de la producción mercantil lo que significó mayor ingreso de efectivoa cambio de las mercancías producidas por los indíg<strong>en</strong>as, <strong>en</strong> parte este ingreso sustituyó <strong>el</strong> queprov<strong>en</strong>ía de la zafra.La iglesia anglicana impulsó programas de desarrollo económico para las comunidades <strong>en</strong> lasque t<strong>en</strong>ían influ<strong>en</strong>cia. Además instituciones provinciales increm<strong>en</strong>taron su accionar <strong>en</strong> la zona “*…+ loque implicó la apertura de nuevos y mejores medios de comunicación con los principales c<strong>en</strong>trosregionales *…+” (op. cit.: 120), pero además estos aspectos g<strong>en</strong>eraron una mayor pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> laregión de diversas fracciones d<strong>el</strong> capital comercial que compraban la producción artesanal de losgrupos indíg<strong>en</strong>as para comercializarlas <strong>en</strong> las grandes ciudades, principalm<strong>en</strong>te motivados por lasextraordinarias ganancias obt<strong>en</strong>idas por la explotación d<strong>el</strong> trabajo indíg<strong>en</strong>a.La segunda mitad de la década d<strong>el</strong> ’70 se caracteriza <strong>en</strong> la región chaqueña por <strong>el</strong>debilitami<strong>en</strong>to de la pres<strong>en</strong>cia Anglicana, esta decae persist<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te hasta <strong>el</strong> año 1982 <strong>en</strong> queocurre la Guerra de las Islas Malvinas. A partir de este hecho los misioneros decid<strong>en</strong> abandonar <strong>el</strong>país, dejando las misiones y la organización institucional a cargo de misioneros arg<strong>en</strong>tinos. Aún <strong>en</strong> laactualidad los anglicanos manti<strong>en</strong><strong>en</strong> ciertas “formas de asist<strong>en</strong>cia agrícola y técnicas <strong>en</strong> algunascomunidades”.- 195 -


Comi<strong>en</strong>za a fines de los ’70 y principios de los años 80 una nueva etapa caracterizada por lapres<strong>en</strong>cia de nuevas formas de intermediación <strong>en</strong>tre los indíg<strong>en</strong>as y la sociedad nacional. La aperturade la democracia de 1983 es paral<strong>el</strong>a a la “int<strong>en</strong>sificación de la explotación petrolera <strong>en</strong> la región” loque trajo aparejado una importante inversión estatal <strong>en</strong> infraestructura, principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> caminos.Asimismo las provincias de Formosa y Salta crean organismos e instituciones indig<strong>en</strong>istas que se<strong>en</strong>cargaron desde ese mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> hacer de nexo <strong>en</strong>tre las políticas asist<strong>en</strong>ciales d<strong>el</strong> Estado y lascomunidades.“*…+ Todo este proceso (que ya se había iniciado, si bi<strong>en</strong> con m<strong>en</strong>or int<strong>en</strong>sidad, <strong>en</strong> la décadaanterior) dio comi<strong>en</strong>zo a una nueva y trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal etapa para la mayoría de los grupos indíg<strong>en</strong>as, apartir de la cual estos establecieron una r<strong>el</strong>ación más fluida con las estructuras socio-políticasregionales. En este contexto, varios grupos iniciaron un importante proceso de movilización políticac<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> la lucha por la tierra, hasta <strong>en</strong>tonces mayorm<strong>en</strong>te de propiedad fiscal *…+” (Gordillo,1995: 122).Es necesario hacer decir que <strong>en</strong> la actualidad los modos de inserción <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado regionalpara la obt<strong>en</strong>ción de las manufacturas necesarias varían de acuerdo a la ubicación de lascomunidades, es decir si son urbanos, peri-urbanos o rurales. En los dos primeros casos los ingresosde efectivo provi<strong>en</strong><strong>en</strong> de las “changas”, los planes sociales, o <strong>el</strong> trabajo <strong>en</strong> empleos públicos; losgrupos rurales ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una r<strong>el</strong>ativa autonomía que les permite articular la producción agrícola y deartesanías que comercializan con intermediarios o directam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los c<strong>en</strong>tros regionales deimportancia.Para estos grupos los factores <strong>en</strong>unciados han constituido y constituy<strong>en</strong> de algún modocondicionantes de las r<strong>el</strong>aciones con la sociedad nacional y <strong>el</strong> Estado. Con este marco de refer<strong>en</strong>ciases posible compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> lugar que ocupan <strong>en</strong> la economía de la región, las formas de subsist<strong>en</strong>ciaque articulan, los reclamos de la propiedad de las tierras que ocupan desde tiempos inmemoriales, yotros reclamos sociales que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con su reconversión y reproducción social, <strong>en</strong>tre estosreclamos es significativo <strong>el</strong> de escolarización.La comunidad Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi ocupa desde tiempos inmemoriales una ext<strong>en</strong>saárea desde la ruta 34 hasta la región chaqueña. En la actualidad reclaman una propiedad de 1253 has.De una finca que desde 1808 fue cambiando de propietarios criollos.- 196 -


Entre los años 1972 y 1978 la comunidad, apoyada por organizaciones de la Iglesia católica,demandan la posesión de sus tierras. En 1973 durante <strong>el</strong> gobierno d<strong>el</strong> Dr. Migu<strong>el</strong> Ragone,“desaparecido” durante la última dictadura ocurrida <strong>en</strong> nuestro país, las cámaras legislativas de laprovincia de Salta canalizan un proyecto de ley <strong>en</strong> <strong>el</strong> que se declaraba de “interés público y sujetas aexpropiación las tierras rurales de propiedad privada” (Buliubasich, 2002: 136) que reclama lacomunidad indíg<strong>en</strong>a de G<strong>en</strong>eral Mosconi. Dicho proyecto no llegó a aprobarse.En junio de 1978, ya <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>o gobierno militar, la Empresa propietaria de la finca ofrece alGobierno Provincial <strong>en</strong> donación una serie de terr<strong>en</strong>os destinados a diversos fines. Unas 15 has parala construcción una escu<strong>el</strong>a agrícola; unas 10 manzanas para un proyecto de loteo, 3 has para unaplanta de tratami<strong>en</strong>tos de aflu<strong>en</strong>tes cloacales, y para la comunidad indíg<strong>en</strong>a Wichí una 23 has con lafinalidad de construir allí una Reserva Indíg<strong>en</strong>a Provincial. En su pres<strong>en</strong>tación, fundam<strong>en</strong>tan estapropuesta <strong>en</strong> que <strong>el</strong> emplazami<strong>en</strong>to de “la comunidad indíg<strong>en</strong>a mataca… próxima al aeropuestoG<strong>en</strong>eral Mosconi… afecta la seguridad de la Nación (SIC) por ser zona de frontera además deobstaculizar <strong>el</strong> desarrollo agrícola ganadero” *…+” (op. cit.: 137.En <strong>el</strong> año 1979 la empresa propietaria de la finca int<strong>en</strong>ta desalojar a la comunidad utilizandotopadoras, la comunidad interpone un recurso de amparo que resulta favorable a su reclamo. El juicioaún se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> desarrollo.Bulliubasich señala dos puntos sobre <strong>el</strong> proceso d<strong>el</strong> reclamo de los Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconique es necesario remarcar. Por una parte son significativos los testimonios de actores criollos quedeclararon <strong>en</strong> <strong>el</strong> juicio, la autora cita las palabras de viejos pobladores de Mosconi <strong>en</strong> las que estoshac<strong>en</strong> refer<strong>en</strong>cia a las actividades económicas que los indíg<strong>en</strong>as han realizado desde antaño <strong>en</strong> <strong>el</strong>lugar:De J. V.: “Recuerda a V.A., qui<strong>en</strong> luego fue int<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te, t<strong>en</strong>ía un almacén de ramos g<strong>en</strong>erales,<strong>el</strong> carbón y la leña que v<strong>en</strong>día se la proveían <strong>el</strong>los”De H. M.: “La g<strong>en</strong>te de l pueblo los hacía trabajar y les pagaban con limosnas, o con coca,alcohol o cigarrillos”.De F. R. O.: “Llegó a la localidad <strong>en</strong> 1952 y recuerda que había muchos indios, trabajaban paralos sub contratistas preparando durmi<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>el</strong> monte. Se les retribuía con mercadería y coca.- 197 -


Cuando <strong>en</strong>traban a la empresa era para proveerse de agua; eso fue hasta 1975, año <strong>en</strong> que se lesinstaló agua <strong>en</strong> la comunidad”.De C. P.: “Llegó a la comunidad cuando t<strong>en</strong>ía 10 años, conoció a los matacos que proveían asu familia de alim<strong>en</strong>tos frescos y carne de corral”.De M. D. O. de V.: “Hace 61 años, todo era monte, lo único que existía era <strong>el</strong> aserradero y laestación de tr<strong>en</strong>es. Los blancos eran <strong>el</strong> administrador d<strong>el</strong> primero y <strong>el</strong> jefe de estación (su esposo). Elcacique era Rosarito y las tareas que desempeñaban los indios eran: bajar agua y leña de los vagonesa cambio de un asadito o mate cocido, trabajar <strong>en</strong> <strong>el</strong> aserradero, fabricar tinajas de barro para <strong>el</strong>agua. No había luz, <strong>el</strong> cacique le mandaba un mataco para que la ayudara <strong>en</strong> las tareas hogareñas, acambio de una bordaleza de agua”De A. C.: “Los aboríg<strong>en</strong>es proveían de leña, que era descarte d<strong>el</strong> aserradero, sembraban ytraían verduras frescas, aparte efectuaban todo tipo de changas”. (Buliubasich, 2002: 141)Por otra parte la autora plantea <strong>el</strong> rol de la escu<strong>el</strong>a de la comunidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> reclamo y <strong>el</strong> juiciode propiedad de las tierras, lo hace sobre la evid<strong>en</strong>cia de que <strong>el</strong> proceso es <strong>en</strong>cabezado por exalumnos que <strong>en</strong> la actualidad son los líderes comunitarios, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido la autora sosti<strong>en</strong>e:*…+ – La escu<strong>el</strong>a primaria- v<strong>en</strong>ía provey<strong>en</strong>do desde hacía varios años los rudim<strong>en</strong>tos de laescritura. Así como otros saberes que ponían a los indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> contacto con difer<strong>en</strong>tes institucionesde la sociedad nacional. Una vez que <strong>el</strong> amparo tuvo éxito, la vía judicial se rev<strong>el</strong>aba como posible yquedaba expedita. Los líderes indíg<strong>en</strong>as previam<strong>en</strong>te capacitados por la escolaridad, fueronad<strong>en</strong>trándose <strong>en</strong> los laberintos procedim<strong>en</strong>tales de la maraña judicial y fueron desbaratando losobstáculos que perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te interponían los demandados” (op. cit.: 141).Compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> modo <strong>en</strong> que <strong>el</strong> Wichí se r<strong>el</strong>aciona con <strong>el</strong> criollo y la sociedad nacional puedeconducir al supuesto de que este pueblo ha decidido ubicarse <strong>en</strong> un ord<strong>en</strong> de sumisión respecto d<strong>el</strong>blanco, que las formas de r<strong>el</strong>acionarse y reclamar a la sociedad nacional son las propias de lossectores subalternos más subordinados.El territorio que ocupa <strong>el</strong> pueblo Wichí ha sufrido constantes ultrajes que han conducido a sudegradación ecológica. En los últimos quince años esto se ha profundizado debido a la saturación deagroquímicos usados <strong>en</strong> <strong>el</strong> sembradío industrial principalm<strong>en</strong>te de la soja transgénica.- 198 -


El f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la deforestación constituye un fuerte condicionante para la continuidadcultural Wichí, este “pueblo de la s<strong>el</strong>va” ve como <strong>en</strong> la actualidad <strong>el</strong> mundo que <strong>el</strong>los conoc<strong>en</strong> estádesapareci<strong>en</strong>do. De acuerdo a su cosmología “<strong>el</strong> mundo es una s<strong>el</strong>va circundada de ríos y montañas”(Palmer, 2005: 4), <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido lo que <strong>en</strong> la actualidad está ocurri<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la región chaqueña estámodificando la r<strong>el</strong>ación ancestral de autonomía d<strong>el</strong> Wichí con la tierra base para conseguir losrecursos con los que satisfacer sus necesidades de vida; “*…+ Para sobrevivir, no les queda otra opciónque ceder su labor y los recursos de que aún dispon<strong>en</strong>, convirtiéndose así <strong>en</strong> cómplices involuntariosde su propio etnocidio” (op. cit.: 4).La pobreza y marginación a que ha sido forzado <strong>el</strong> pueblo Wichí no han g<strong>en</strong>erado evid<strong>en</strong>tesrespuestas de resist<strong>en</strong>cia viol<strong>en</strong>ta tal como ha ocurrido con otros pueblos indíg<strong>en</strong>as de nuestro país yde Latinoamérica que tarde o temprano han sido sometidos por los ejércitos nacionales. Es que laresist<strong>en</strong>cia wichí debe ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de las conductas y r<strong>el</strong>aciones aceptables <strong>en</strong> sucultura.John Palmer argum<strong>en</strong>ta que lo importante para <strong>el</strong> Wichí es la bu<strong>en</strong>a voluntad, noción queexplica la posición asumida por este <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación y <strong>el</strong> contacto con <strong>el</strong> criollo y <strong>el</strong> blanco. La bu<strong>en</strong>avoluntad o <strong>el</strong> no causar problemas es un aspecto normativo de la persona que desde este participa <strong>en</strong>la sociedad, interactúa d<strong>en</strong>tro de su grupo, con “normas d<strong>el</strong> bi<strong>en</strong> y d<strong>el</strong> mal que deb<strong>en</strong> ser asimiladas”;<strong>el</strong> ser Wichi se conforma superando <strong>el</strong> egoísmo, comparti<strong>en</strong>do “la vida con sus hermanos”.Las repres<strong>en</strong>taciones que la sociedad nacional ti<strong>en</strong>e d<strong>el</strong> Wichí expresa la clausura que <strong>el</strong>etnoc<strong>en</strong>trismo occid<strong>en</strong>tal ejerce sobre visiones “exóticas” de las r<strong>el</strong>aciones humanas:Hay qui<strong>en</strong>es pi<strong>en</strong>san que <strong>el</strong> Pueblo wichí es un pueblo sometido, esclavo de todos, desnutridoy v<strong>en</strong>cido. Un pueblo llamado a la lástima. De todos los grupos indíg<strong>en</strong>as –se su<strong>el</strong>e escuchar- <strong>el</strong> Wichíes <strong>el</strong> más sometido y, si no, fíj<strong>en</strong>se <strong>en</strong> que <strong>el</strong>los no protestan, no hablan, son pasivos, no reaccionan yno buscan superarse. Los wichí son distribuidores de la palabra que nosotros continuam<strong>en</strong>tecortamos porque vivimos con la m<strong>en</strong>te colonial, dando, interpretando, distribuy<strong>en</strong>do nosotros,manipuleando y desacreditando 43 (Palmer, 2005).La bu<strong>en</strong>a voluntad Wichí se vincula con una serie de principios culturales que explican dealgún modo la posición de este pueblo <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones interétnicas y fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lar<strong>el</strong>ación con la sociedad nacional.43 Francisco Nazar <strong>en</strong> Prólogo a la obra de John Palmer, op. cit. p. XXV.- 199 -


Estos principios forman una expresión de lo que <strong>el</strong> Pueblo Wichí aporta a las r<strong>el</strong>aciones con lasociedad criolla <strong>en</strong> los ámbitos institucionales y cotidianos. “La creatividad de la cultura Wichí” dacu<strong>en</strong>ta de la diversidad que se tolera como un principio constitutivo, su ética de la bu<strong>en</strong>a voluntadactúa <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido unificador pero la diversidad “pone a resguardo la las id<strong>en</strong>tidades propias de laspartes que conforman <strong>el</strong> todo” (op. cit.: 1). Asimismo <strong>en</strong> <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> social basado <strong>en</strong> la armonía socialconcib<strong>en</strong> la viol<strong>en</strong>cia como “contraria a la vida humana”. Finalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> principio igualitario se refleja<strong>en</strong> la forma <strong>en</strong> que <strong>el</strong> Pueblo Wichí se organiza política y económicam<strong>en</strong>te, con esta forma deorganización previ<strong>en</strong><strong>en</strong> “la acumulación de riquezas o poder –la que se considera <strong>en</strong> ambos casossocialm<strong>en</strong>te disfuncional- se promueve <strong>el</strong> valor de la redistribución”.El aporte de esta interpretación de la cultura Wichí reside <strong>en</strong> que abre la mirada no solo aaqu<strong>el</strong>los aspectos estereotipados por los estudios Folklóricos sino al modo <strong>en</strong> que <strong>el</strong> Wichí seposiciona <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo y <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones con los otros grupos humanos con que comparte ese estary ser <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo. En este s<strong>en</strong>tido la posición que es producto de la bu<strong>en</strong>a voluntad estaríaexponi<strong>en</strong>do al Wichí a los abusos de derecho a los que son sometidos por los “portadores de lacultura hegemónica”:“La resist<strong>en</strong>cia que opon<strong>en</strong> al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o social que los am<strong>en</strong>aza se manifiesta a través de lapaci<strong>en</strong>cia y la tolerancia, expresiones de bu<strong>en</strong>a voluntad. Desterrados, desposeídos, acorralados,vilip<strong>en</strong>diados… aún así prefier<strong>en</strong> acomodar los intereses aj<strong>en</strong>os que llevan ad<strong>el</strong>ante la ocupación ydepredación de su hábitat ancestral, antes que incurrir <strong>en</strong> un actuar <strong>en</strong> un actuar que para <strong>el</strong>losmismos sería culturalm<strong>en</strong>te indef<strong>en</strong>dible” (Palmer, 2005: 8).- 200 -


CAPÍTULO VIIVII. PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOSVII.1. Dim<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> CurrículumVII.1.a. El estudio d<strong>el</strong> currículum <strong>en</strong> las actividades que se realizan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a y la negociación d<strong>el</strong>poder como aspectos de las concepciones de educación de los actoresLa escu<strong>el</strong>a indíg<strong>en</strong>a constituye una unidad institucional particular, <strong>en</strong> sus diversasorganizaciones refleja la difer<strong>en</strong>cia como respeto y reconocimi<strong>en</strong>to de las difer<strong>en</strong>cias culturales, ocomo respeto-donación de aspectos de una concepción educativa que <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso se pres<strong>en</strong>tacomo de la diversidad pero que <strong>en</strong> las prácticas es una continuidad de la concepción de lahomog<strong>en</strong>eización que le permite cierta pres<strong>en</strong>cia a la diversidad más cercana al folklore.Si nos c<strong>en</strong>tramos <strong>en</strong> las actividades que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con <strong>el</strong> currículum de la escu<strong>el</strong>a Wichíde G<strong>en</strong>eral Mosconi t<strong>en</strong>emos que decir que se da una combinación de actividades que <strong>en</strong> todaescu<strong>el</strong>a se realizan con actividades que respond<strong>en</strong> principalm<strong>en</strong>te al reconocimi<strong>en</strong>to y respeto de lasdifer<strong>en</strong>cias. Las actividades que de alguna manera pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>unciarse como las ordinarias decualquier escu<strong>el</strong>a se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran matizadas por la dim<strong>en</strong>sión de las difer<strong>en</strong>cias que portan los niñosde la comunidad y que las interp<strong>el</strong>an.A continuación diremos que hallamos por un lado la descripción e interpretación por parte d<strong>el</strong>os actores d<strong>el</strong> proceso de planificación d<strong>el</strong> currículum de la escu<strong>el</strong>a y por otro la descripción de lasactividades y proyectos que se <strong>el</strong>aboran y ejecutan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. C<strong>en</strong>trarnos <strong>en</strong> estos hallazgos nospermite articular <strong>el</strong> análisis e interpretación de los dos aspectos d<strong>el</strong> currículum <strong>en</strong>unciados por Aliciade Alba: los aspectos estructurales formales y los aspectos procesales prácticos. La forma <strong>en</strong> la quefueron emergi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> los datos, de algún modo balcanizados <strong>en</strong> las <strong>en</strong>trevistas hizo necesario unaorganización y combinación de la información que se basa <strong>en</strong> la descripción y la interpretación, y <strong>en</strong> <strong>el</strong>proceso de compr<strong>en</strong>sión se articularon a los refer<strong>en</strong>tes teóricos.En primer lugar lo que se <strong>en</strong>uncia <strong>en</strong> las <strong>en</strong>trevistas como actividades que se realizan <strong>el</strong> aescu<strong>el</strong>a y los proyectos <strong>el</strong>aborados y ejecutados son considerados <strong>en</strong> este estudio como <strong>el</strong> currículumde la escu<strong>el</strong>a, ya que expresan de acuerdo a lo que hallamos <strong>en</strong> los datos la síntesis de temas,r<strong>el</strong>aciones, cont<strong>en</strong>idos y comportami<strong>en</strong>tos que se cons<strong>en</strong>sua <strong>en</strong>tre los sujetos, tanto d<strong>el</strong> proceso de- 201 -


estructuración d<strong>el</strong> mismo como de los sujetos d<strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> currículum de la escu<strong>el</strong>a. Entoncessubyace que las actividades y los proyectos descriptos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> profunda raíz <strong>en</strong> la concepción deeducación de la escu<strong>el</strong>a. El currículum de la escu<strong>el</strong>a constituye una síntesis de los aspectosprescriptos desde los niv<strong>el</strong>es de concreción d<strong>el</strong> currículum que anteced<strong>en</strong> al niv<strong>el</strong> institucional y losintereses de los actores que se negocian <strong>en</strong> diversas instancias como ya hemos descripto, lo que a suvez nos permite estudiar los procesos r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong> poder <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum de la escu<strong>el</strong>a.Para describir <strong>el</strong> currículum los actores criollos por lo g<strong>en</strong>eral comparan las características queposee este <strong>en</strong> cualquier escu<strong>el</strong>a d<strong>el</strong> “pueblo” (G<strong>en</strong>eral Mosconi). Los cont<strong>en</strong>idos propiam<strong>en</strong>te dichosno constituirán materia de nuestra descripción pues de acuerdo a los testimonios no sonestrictam<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>tes a los definidos <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum nacional y regional.En la escu<strong>el</strong>a wichi de G<strong>en</strong>eral Mosconi <strong>el</strong> currículum se organiza <strong>en</strong> base a proyectos, un tipode proyecto son aqu<strong>el</strong>los que se <strong>el</strong>aboran <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de convocatorias de organismos estatales uorganizaciones de la sociedad civil, mi<strong>en</strong>tras que exist<strong>en</strong> otros que E.D. d<strong>en</strong>omina transversales al PEIy que compon<strong>en</strong> currículum d<strong>el</strong> aula de tipo “común”. Aqu<strong>el</strong>los proyectos que se pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> lasconvocatorias antes citadas y los transversales introduc<strong>en</strong> la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum, tanto por suscont<strong>en</strong>idos, objetivos, y por las r<strong>el</strong>aciones sociales y los intereses sociales que los dinamizan.En <strong>el</strong> estudio de las actividades que se realizan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a es necesario remarcar <strong>en</strong> primerlugar que desde la creación de la escu<strong>el</strong>a se ha institucionalizado la formación de los maestros qu<strong>el</strong>legan a la escu<strong>el</strong>a. Es preciso anticipar, y lo desarrollaremos <strong>en</strong> otro apartado, que decir que losmaestros “llegan” a la escu<strong>el</strong>a es una expresión justa para describir <strong>el</strong> modo <strong>en</strong> que son s<strong>el</strong>eccionadoslos doc<strong>en</strong>tes. En la provincia de Salta existe un sistema de puntaje para “ganar” <strong>el</strong> cargo, <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>tecompite <strong>en</strong> una grilla de puntajes que resulta de la sumatoria de los méritos expresados <strong>en</strong>certificaciones de la formación d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te, que por lo g<strong>en</strong>eral nada ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver, cuando se tratade la designación para trabajar <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a, con la necesaria para contextosescolares de interculturtalidad.Esta situación planteó desde <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de la escu<strong>el</strong>a la necesidad de planificar una de lasactividades que se ha intitucionalizado <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Los cursos para la formación de los maestrosque todos los años ingresan a la escu<strong>el</strong>a y que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong>, por lo g<strong>en</strong>eral, ninguna formación <strong>en</strong> idiomawichí y <strong>en</strong> aspectos para la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> contextos de interculturalidad. Esta instancia de formaciónsurge como necesidad r<strong>el</strong>acionada con la institucionalización de la educación bilingüe y bicultural amediados de los años 1970.- 202 -


“… El objetivo de los cursos, Capacitar al maestro para que, poder desempeñarse <strong>en</strong> esta escu<strong>el</strong>arural bilingüe y bicultural, destinatarios <strong>el</strong> personal doc<strong>en</strong>te de la escu<strong>el</strong>a wichí, duración…cuar<strong>en</strong>ta horas de r<strong>el</strong>oj y ejercitación durante <strong>el</strong> año lectivo...”(M.F)Se puede argum<strong>en</strong>tar dos razones para la <strong>el</strong>aboración de estos talleres, por una parte lapres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> maestro criollo habría justificado la planificación d<strong>el</strong> curso, aunque también puededecirse, sin contradecir lo anterior, que la concepción de EIB que se <strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> su génesis <strong>en</strong> esemom<strong>en</strong>to habría actuado como un imperativo para la construcción de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajodoc<strong>en</strong>te y <strong>en</strong> este contexto la formación de los mismos se ponía <strong>en</strong> cuestión.Estas motivaciones han g<strong>en</strong>erado que <strong>el</strong> curso se dicte año a año lo que nos lleva a suponerque desde <strong>el</strong> Estado no se han reformado los lineami<strong>en</strong>tos de la formación doc<strong>en</strong>te ‘discriminando’ori<strong>en</strong>taciones, <strong>en</strong> este caso ori<strong>en</strong>tación para la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> contextos de interculturalidad.Si se plantea la ori<strong>en</strong>tación que brindaba <strong>el</strong> curso es evid<strong>en</strong>te que desde ese mom<strong>en</strong>to losaspectos de la cultura wichí ocupan un lugar privilegiado y de algún modo <strong>en</strong>cuadran <strong>en</strong> <strong>el</strong> objetivode ‘neutralizar’ la imposición de la cultura criolla, función que v<strong>en</strong>ían a cumplir los maestros.“… y <strong>el</strong> curso este se empezó a dictar desde <strong>el</strong> principio, o sea desde que tuvimos una maestra,desde que hubo ya una maestra se empezó a dictar no este curso tal cual pero a darle para que sedef<strong>en</strong>dieran <strong>en</strong> idioma viste t<strong>en</strong>íamos que darles las nociones temporo-espaciales arriba, abajo,atrás, ad<strong>el</strong>ante, ayer, todo eso <strong>en</strong> idioma porque sino sin eso cómo hacían, <strong>el</strong> esquema corporal <strong>en</strong>idioma, los números todo sino era imposible; o sea todas las cosas como para que las maestraspudieran ir haci<strong>en</strong>do cu<strong>en</strong>tos, pequeños cu<strong>en</strong>tos, redactando con los chicos…” (M.F)Lo que se ha definido como la neutralización de la imposición de la cultura criolla <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>apronto institucionaliza la imposición de la cultura wichí. La def<strong>en</strong>sa, revalorización y rescate de lacultura indíg<strong>en</strong>a se dinamiza <strong>en</strong> la acción de resist<strong>en</strong>cia e imposición d<strong>el</strong> currículum re<strong>el</strong>aboradodesde esta concepción de EIB que de a poco iba adquiri<strong>en</strong>do forma.De acuerdo a M.F. la primera directora y maestra oficial de la escu<strong>el</strong>a era necesario com<strong>en</strong>zarcon aspectos básicos de la cultura y <strong>el</strong> idioma wichí:“… En idioma que dábamos, saludos, llamadas consignas, es decir más o m<strong>en</strong>os les dábamos a losmaestros para que puedan saludar <strong>en</strong> idioma, este dar todas las consignas <strong>en</strong> idioma, después- 203 -


palabras g<strong>en</strong>eradoras <strong>en</strong> idioma wichí sigui<strong>en</strong>do <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> a seguir según su abecedario, <strong>en</strong>realidad sería <strong>en</strong> abecedario wichí no?, <strong>en</strong>tonces todo esto para que tuvieran vocabulario,bastante vocabulario, les dábamos verbos como para que pudieran … verbos, nombres todo paraque pudieran armar pequeñas oraciones, cu<strong>en</strong>tos y todo eso. Construcción gramatical, como seconstruía la oración. Redacción de frases oraciones y cu<strong>en</strong>tos, todo esto <strong>en</strong>traba <strong>en</strong> <strong>el</strong> curso…”(M.F)Esta es una práctica que se ha mant<strong>en</strong>ido hasta la actualidad como respuesta a las“difer<strong>en</strong>tes pautas culturales” de los alumnos. En <strong>el</strong> proyecto “Al fin un libro <strong>en</strong> nuestra l<strong>en</strong>guawichí” pres<strong>en</strong>tado por Margarita Filipini <strong>en</strong> la “Convocatoria a la sistematización de de experi<strong>en</strong>cias<strong>en</strong> EIB” por <strong>el</strong> Ministerio de educación de la Nación <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 2001 la autora d<strong>en</strong>omina estasinstancias como “ACCIONES PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO EDUCATIVO” deslindando lasdirigidas a los niños y las dirigidas a los maestros. En <strong>el</strong> proyecto manifiesta:Al comi<strong>en</strong>zo de cada período lectivo, la dirección de la escu<strong>el</strong>a organiza:- Un curso de idioma y cultura wichí, dictado, por la dirección de la escu<strong>el</strong>a y miembrosde la comunidad. (cfr.)- Reuniones de estudio, profundización y revisión de métodos de <strong>en</strong>señanza apropiados aesta realidad dirigido por la dirección de la escu<strong>el</strong>a.- Reuniones de los doc<strong>en</strong>tes con padres de los alumnos y miembros de la comunidad para<strong>el</strong>aborar la planificación anual a niv<strong>el</strong> escu<strong>el</strong>a.- Reuniones de doc<strong>en</strong>tes y padres para la organización de la escu<strong>el</strong>a.Durante <strong>el</strong> resto d<strong>el</strong> año:- Se proporciona a los maestros, material didáctico, bibliográfico y lúdico: cartillas d<strong>el</strong>ectura <strong>en</strong> idioma, ley<strong>en</strong>das, filmaciones, juegos.- Se realizan reuniones de los maestros con los ancianos de la comunidad.- Se realizan reuniones periódicas de ori<strong>en</strong>tación, organización y evaluación, a las que soninvitados frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te miembros de la comunidad.- Miembros de la comunidad concurr<strong>en</strong> periódicam<strong>en</strong>te a la escu<strong>el</strong>a a plantear susconceptos de educación y evaluar su marcha.Como se aprecia las acciones y estrategias que compon<strong>en</strong> esta actividad son de carácter- 204 -


amplio y no se reduc<strong>en</strong> a la preparación d<strong>el</strong> maestro <strong>en</strong> lo lingüístico, puede suponerse que laexperi<strong>en</strong>cia de años de bilingüismo y biculturalismo dio forma a la organización pedagógica necesariapara <strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to pedagógico adecuado. Los aspectos que se <strong>en</strong>uncian <strong>en</strong> la cita constituy<strong>en</strong>estrategias que surg<strong>en</strong> de la concepción de EIB que se fue institucionalizando, lo que no quiere decirque sea aceptado por todos, <strong>en</strong> los testimonios no aparece declaración <strong>en</strong> contra de estas actividadesespecialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los maestros criollos que de alguna manera deb<strong>en</strong> ocupar tiempo extra paracumplir con estas actividades. Lo que hay que decir es que por ser actividades institucionalizadas sepres<strong>en</strong>tan ante los actores con la fuerza de la ley que las instituye dotada de poder por <strong>el</strong> mandato d<strong>el</strong>a comunidad.Hay otra línea de actividades que se <strong>en</strong>uncian <strong>en</strong> los testimonios de los maestrosprincipalm<strong>en</strong>te. Tal línea de acción guía las prácticas de los doc<strong>en</strong>tes y se define por la g<strong>en</strong>eración,<strong>el</strong>aboración y ejecución de diversos “proyectos” que produc<strong>en</strong> lo que podríamos nombrar como los‘insumos’ que se “proporciona a los maestros” para la EIB.Los proyectos se r<strong>el</strong>acionan por lo g<strong>en</strong>eral con temas culturales, lingüísticos y de otros tipos,varios de <strong>el</strong>los se r<strong>el</strong>acionan con <strong>el</strong> objetivo de la autoestima d<strong>el</strong> grupo, todos atravesados poraspectos de la difer<strong>en</strong>cia, es decir que int<strong>en</strong>tan ‘usar’ como recurso la voz y la experi<strong>en</strong>cia de lossujetos destinatarios de la educación. Los proyectos se ligan, además, a la necesidad de obt<strong>en</strong>errecursos financieros para <strong>el</strong> mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> establecimi<strong>en</strong>to y para la <strong>el</strong>aboración de los‘insumos’, antes nombrados, que los maestros necesitan para la <strong>en</strong>señanza.En las <strong>en</strong>trevistas se <strong>en</strong>uncian los sigui<strong>en</strong>tes proyectos:‣ Libro de lectura: “Al fin un libro <strong>en</strong> nuestra l<strong>en</strong>gua wichí”: este es tal vez <strong>el</strong>proyecto más importante para la institución. Constituye una carta de pres<strong>en</strong>tacióna niv<strong>el</strong> nacional pues como ya se dijo se pres<strong>en</strong>tó <strong>en</strong> una convocatoria nacional deexperi<strong>en</strong>cias de EIB y un resum<strong>en</strong> de este fue publicado por <strong>el</strong> Ministerio deEducación de la Nación junto a otras experi<strong>en</strong>cias de todo <strong>el</strong> país. El proyecto sejustifica <strong>en</strong> las limitaciones para concretar los objetivos de la institución, y seasi<strong>en</strong>ta sobre la evid<strong>en</strong>cia de que los materiales escritos exist<strong>en</strong>tes soninadecuados para los niños que asist<strong>en</strong> a la escu<strong>el</strong>a ya que, por ejemplo, están <strong>en</strong>la escritura de otra l<strong>en</strong>gua, o conti<strong>en</strong><strong>en</strong> expresiones literarias que al niño wichí leresultan “tantas e insustanciales” (Ministerio de Cultura y Educación, 2004: 288).Pero además se puede interpretar, ya <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto local y regional <strong>en</strong> que se- 205 -


inscribe la experi<strong>en</strong>cia, como parte de una disputa y resist<strong>en</strong>cia que la comunidadvi<strong>en</strong>e llevando a cabo junto con otras comunidades de la zona <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong>proceso de normalización de la l<strong>en</strong>gua wichí y de creación de la escritura. Lacomunidad busca con este proyecto la “sistematización de un material didácticoque se ha ido conformando a lo largo de una experi<strong>en</strong>cia de 19 años, (cartillas,cu<strong>en</strong>tos redactados por los alumnos, o por sus maestros y colaboradores)”(op.cit.: 288). El proceso de la l<strong>en</strong>gua wichi antes nombrado vi<strong>en</strong>e si<strong>en</strong>do usado porinstituciones y organizaciones de la sociedad ligados históricam<strong>en</strong>te a laevang<strong>el</strong>ización y apoyo de los grupos wichí d<strong>el</strong> chaco salteño para ‘imponer’ laescritura <strong>en</strong> grafía inglesa. La autora d<strong>el</strong> proyecto hace explícita otro de losobjetivos ya <strong>en</strong>unciados aquí: “… <strong>en</strong> lo que fue más fácil a partir de los nov<strong>en</strong>taes que empezaron a dar recursos también, viste hacés un proyecto te danrecursos para que puedas hacer un libro, una cartilla, empezaron a dar a lasescu<strong>el</strong>as para comprar lápices de color todo eso que viste era una lucha porque,no se podía conseguir, costaba mucho cada vez, lápices negros, todoeso…”(M.F),la escasez de recursos o la aus<strong>en</strong>cia total de estos es también unlimitación para la concreción de los objetivos de la escu<strong>el</strong>a.‣ Diccionario Wichí-Cast<strong>el</strong>lano: este proyecto es uno de los tres que cu<strong>en</strong>ta confinanciami<strong>en</strong>to para su realización junto con <strong>el</strong> d<strong>el</strong> libro de lectura y <strong>el</strong> de labiblioteca, se lo trabaja con los niños d<strong>el</strong> sexto y d<strong>el</strong> séptimo año de la escu<strong>el</strong>a.‣ Biblioteca: “…se llama ‘armando la biblioteca wichí’, que es la recopilación decu<strong>en</strong>tos y ley<strong>en</strong>das <strong>en</strong> idioma wichí…” (S.T.), tal recopilación se realiza desde lavoz de los ancianos de la comunidad. Este proyecto es coordinado por unadoc<strong>en</strong>te de las más antiguas de la escu<strong>el</strong>a y cu<strong>en</strong>ta con un subsidio d<strong>el</strong> Estadoprovincial para su realización.Estos proyectos no solo emerg<strong>en</strong> como interés de los actores también ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un importanteefecto las líneas de acción d<strong>el</strong> PNEIB, que, de acuerdo a lo que desarrollamos incluye la promoción y<strong>el</strong> financiami<strong>en</strong>to de proyectos de <strong>el</strong>aboración de material didáctico. Lo que muestra que funcionacomo motivación para que las escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a o que llevan a acabo proyectos deinterculturalidad se muevan <strong>en</strong> <strong>el</strong> terr<strong>en</strong>o de la búsqueda d<strong>el</strong> financiami<strong>en</strong>to que les permita laejecución de las propuestas de EIB y que <strong>en</strong> gran parte lo obti<strong>en</strong><strong>en</strong> de tales convocatorias.D<strong>en</strong>tro de estos proyectos se <strong>en</strong>marcan de acuerdo a S.T. sub proyectos, estos abordan- 206 -


temáticas diversas que <strong>en</strong>focan aspectos puntuales de los tres proyectos más amplios. Los subproyectos son:‣ Herbario: “… y ahora estamos <strong>en</strong> <strong>el</strong> proyecto de las hierbas medicinales, o seacómo se curaba antes la g<strong>en</strong>te… los aboríg<strong>en</strong>es, los wichí como se curaban,<strong>en</strong>tonces fuimos a recolectar hierbas, los chicos sin, pero sin la necesidad d<strong>el</strong>aborig<strong>en</strong>: ‘esto es para la cabeza maestra, esto es para…” (M.). Este proyecto secomplem<strong>en</strong>ta, una vez realizada la recolección de las hierbas, con la <strong>el</strong>aboraciónde láminas <strong>en</strong> las que consta <strong>el</strong> nombre de las plantas, las características y lo quecura, todo escrito <strong>en</strong> idioma wichí.Fuera de lo que es específicam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> proyecto es significativo lo que la doc<strong>en</strong>tedefine como “chicos” <strong>el</strong> que aún no es aborig<strong>en</strong>, como un neófito de aborig<strong>en</strong> que sinla necesidad de la ayuda d<strong>el</strong> adulto, que sería <strong>en</strong> la definición de la doc<strong>en</strong>te <strong>el</strong>aborig<strong>en</strong>, puede id<strong>en</strong>tificar las plantas medicinales. Es preciso rescatar esta definiciónpues se puede argum<strong>en</strong>tar que actúa como concepción de niño d<strong>en</strong>tro de laconcepción de educación de la maestra.‣ Taller de cine: de este taller es producto un docum<strong>en</strong>tal que se d<strong>en</strong>ominaOCHEATI (sic), lo que significa <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua wichí “ABUELO”, de acuerdo a lacoordinadora <strong>el</strong> proyecto “… se trata sobre la sabiduría de los ancianos…<strong>en</strong> esedocum<strong>en</strong>tal r<strong>el</strong>atamos, todo, todo lo que hace <strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o <strong>en</strong> la jornada…”.‣ Alfabeto Wichí ilustrado.‣ Alfabeto Wichí <strong>en</strong> blanco y negro: con estos alfabetos los niños se alfabetizanpintándolos, cada niño puede acceder a un alfabeto de estos para trabajarlo <strong>en</strong> sucuaderno.‣ 12 de octubre: “… v<strong>en</strong>imos trabajando un proyecto hace como tres años para <strong>el</strong>doce de octubre… con un colegio de pueblo de Mosconi, donde se hace unintercambio cultural… <strong>el</strong>los tra<strong>en</strong> sus muestras, se repres<strong>en</strong>tan sus bailescriollos, y acá la g<strong>en</strong>te les muestra, <strong>el</strong> pin pin que es <strong>el</strong> baile típico de acá, yalgunas costumbres que ti<strong>en</strong>e la comunidad, y se realiza <strong>el</strong> intercambio decultura…”. En este proyecto se evid<strong>en</strong>cia <strong>el</strong> objetivo de la construcción de laautoestima d<strong>el</strong> grupo <strong>en</strong> base a la promoción de una actividad que se esc<strong>en</strong>ifica<strong>en</strong> <strong>el</strong> contacto <strong>en</strong>tre la cultura de la sociedad d<strong>el</strong> pueblo de Mosconi y de lacomunidad.- 207 -


Asimismo es significativo <strong>el</strong> concepto de cultura que se manifiesta <strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio deE.D., como se observa prevalece una concepción folklorista de la cultura de los grupos,o básicam<strong>en</strong>te se define <strong>el</strong> contacto <strong>en</strong> base a estos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos estáticos queaparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a desprovistos de su carácter dinámico y por lo tanto conflictivo, esdecir sin definición de los procesos de su producción histórica y cultural.De acuerdo a la descripción de los proyectos que se ejecutan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a es necesario noperder de vista dos aspectos que subyac<strong>en</strong> para la interpretación que se <strong>en</strong>raízan <strong>en</strong> la concepción deEIB de la escu<strong>el</strong>a.Los proyectos que se <strong>el</strong>aboran y ejecutan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a forman parte d<strong>el</strong> PEI, es decir sonparte d<strong>el</strong> currículum. Por lo g<strong>en</strong>eral y de acuerdo a lo que sosti<strong>en</strong>e E.D. muchos de los proyectos sonde naturaleza emerg<strong>en</strong>te es decir que no se plantifican junto con la planificación (valga laredundancia) anual. Es preciso <strong>en</strong>tonces de acuerdo al <strong>en</strong>trevistado que la planificación anual t<strong>en</strong>gaun carácter abierto y flexible. Sobre la planificación anual dice E.D.: “… siempre se le da movimi<strong>en</strong>to…¿si?, no es una planificación rígida, le damos una apertura, un reajuste…” (E.D.)Exist<strong>en</strong> aspectos emerg<strong>en</strong>tes d<strong>el</strong> <strong>en</strong>torno sociocultural de la escu<strong>el</strong>a, d<strong>el</strong> contexto externolocal, regional o nacional, los contextos de las organizaciones de la institución y <strong>el</strong> aula, que g<strong>en</strong>eranemerg<strong>en</strong>tes como situaciones que ligadas al currículum lo corr<strong>en</strong> de la linealidad prevista <strong>en</strong> laplanificación y que, por este rasgo, produce t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre lo planificado y lo emerg<strong>en</strong>te. Losintereses de los actores validan tal t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong> <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> currículum a partir de la aceptación d<strong>el</strong>os emerg<strong>en</strong>tes, y a la vez tal aceptación semantiza las concepciones de EIB.La mayor parte de las veces son los maestros qui<strong>en</strong>es propon<strong>en</strong> desarrollar los proyectospero como sosti<strong>en</strong>e E.D. sin cons<strong>en</strong>so no se ejecutan: “… lo conversamos con <strong>el</strong> cacique, lecomunicamos qué estamos haci<strong>en</strong>do, si él da <strong>el</strong> OK t<strong>en</strong>emos piedra libre…” (E.D), y <strong>en</strong> la figura y laautorización d<strong>el</strong> cacique va inscripto <strong>el</strong> poder de la comunidad.Pero esto no solo se da <strong>en</strong> <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> más típico con que se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de <strong>el</strong> poder, es decir <strong>en</strong>r<strong>el</strong>ación con los órganos de decisión, <strong>en</strong> este caso las reuniones de los actores de la escu<strong>el</strong>a con <strong>el</strong>cacique como repres<strong>en</strong>tante de la comunidad, y que la decisión que allí se tome la deban acatartodos los actores aún <strong>en</strong> contra de sus intereses. Exist<strong>en</strong> otras formas de poder que no <strong>en</strong>cajan coneste modo de toma de decisiones más o m<strong>en</strong>os cons<strong>en</strong>suada, hay también decisiones que provi<strong>en</strong><strong>en</strong>de la distribución estratégica d<strong>el</strong> poder, que se usan para viabilizar proyectos que surg<strong>en</strong> d<strong>el</strong> interésde uno de los sujetos involucrados <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación.- 208 -


En algunos casos <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te busca cons<strong>en</strong>so sobre las actividades que propone, cons<strong>en</strong>so d<strong>el</strong>os auxiliares bilingües y de los niños, usa tal estrategia de distribución d<strong>el</strong> poder para legitimar unapropuesta de actividad y su propia figura como educador. Un ejemplo de esto lo <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> <strong>el</strong>caso d<strong>el</strong> “proyecto de cine” que <strong>el</strong>abora y ejecuta S.T. La <strong>en</strong>trevistada describe <strong>el</strong> proceso <strong>en</strong> lossigui<strong>en</strong>tes términos:“… <strong>en</strong> las vacaciones empezamos a hacer un taller de cine… yo <strong>en</strong>contré un aviso <strong>en</strong> unnegocio, pregunté a los chicos si querían ir, vine, los busqué, me dijeron que si… primeroempezamos cinco, después éramos diez, después doce y bu<strong>en</strong>o terminamos más o m<strong>en</strong>os los diezniños…”(S.T.)En esta cita puede apreciarse la naturaleza cons<strong>en</strong>suada, <strong>en</strong> esta instancia, de las actividades.Ahora bi<strong>en</strong>, la doc<strong>en</strong>te es la que <strong>el</strong>ige <strong>el</strong> proyecto que le va a proponer a los niños como actividad,negocia y cons<strong>en</strong>sua <strong>el</strong> currículum, lo hace desde <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to de la planificación anual y d<strong>el</strong>objetivo, tal vez implícito <strong>en</strong> la institución, de la construcción de la autoestima d<strong>el</strong> grupo <strong>en</strong> <strong>el</strong>contacto con la sociedad nacional.El proyecto surge de la interculturalidad y aporta a la interculturalidad, surge de dicha fu<strong>en</strong>teporque la maestra <strong>en</strong> su vida <strong>en</strong> la ciudad puede acceder a la información sobre la convocatoria paraparticipar con un film o docum<strong>en</strong>tal, lo incluye al currículum, y es su interés individual que se articulaal interés social y pedagógico de los actores de la institución; aporta a la interculturalidad <strong>en</strong> tanto esuna actividad tal vez no p<strong>en</strong>sada por qui<strong>en</strong> la convoca para sujetos indíg<strong>en</strong>as, <strong>en</strong>tonces es apropiadapor este sujeto <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum de la escu<strong>el</strong>a, hay <strong>en</strong>tonces apropiación, negociación y cons<strong>en</strong>sosobre la actividad que se integra al currículum y que <strong>en</strong> su desarrollo da lugar a la <strong>el</strong>aboración decompet<strong>en</strong>cias sociales, técnicas y r<strong>el</strong>acionales que contribuy<strong>en</strong> a su capacitación y autoestima comoindividuos y como grupo, <strong>en</strong> síntesis <strong>el</strong> interés común que guía la realización de la actividad g<strong>en</strong>era <strong>el</strong>marco de una organización social particular bajo un principio democrático.En la institucionalización de esta forma de re<strong>el</strong>aborar <strong>el</strong> currículum común y <strong>el</strong> PEI y dedesarrollar <strong>el</strong> currículum resultante puede avizorarse que la concepción de EIB hegemónica <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a ti<strong>en</strong>e como supuesto la interculturalidad como fuerza dinamizadora, que define la diversidadcomo recurso para la <strong>en</strong>señanza. La difer<strong>en</strong>cia aparece como recurso que <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te usa paradinamizar sus prácticas, de acuerdo a S.T.:- 209 -


”… si los maestros les hac<strong>en</strong> la propuesta –a los niños- de trabajar <strong>en</strong> forma extraescolar loschicos están siempre dispuestos… y los padres les dan esa libertad de que los chicos vayan con lamaestra aunque no sea para v<strong>en</strong>ir acá <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a…los chicos son muy dispuestos para apr<strong>en</strong>der,para hacer cosas…” (S.T.)La difer<strong>en</strong>cia se expresa <strong>en</strong> la concepción de EIB de la comunidad que ti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> poder de hacerque la educación trasci<strong>en</strong>da <strong>el</strong> espacio y <strong>el</strong> tiempo de la escu<strong>el</strong>a, lo que además se r<strong>el</strong>aciona con unaspecto de la cultura wichí: <strong>el</strong> niño no es “propiedad d<strong>el</strong> padre”, <strong>el</strong> niño wichi es educado <strong>en</strong> lalibertad y por eso es él qui<strong>en</strong> decide si acepta o no realizar determinadas actividades que sepropon<strong>en</strong> desde la escu<strong>el</strong>a.Por una parte lo que d<strong>en</strong>ominamos currículum cons<strong>en</strong>suado, que es lo que De Alba (1998)define como aqu<strong>el</strong>la síntesis de los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos culturales alrededor de los que los sujetos disputanpara que de alguna forma <strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> la “combinación”, <strong>en</strong> palabras de Puiggrós (1990), como s<strong>en</strong>tidosque surg<strong>en</strong> de contacto desigual y conflictivo <strong>en</strong>tre las culturas que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a son repres<strong>en</strong>tadaspor sujetos con intereses que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la capacidad de producir dicha síntesis; <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a aparececomo cons<strong>en</strong>suado, abierto y dinámico, y puede suponerse que es posible por la interculturalidaddemocrática que se expresa <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes contextos y r<strong>el</strong>aciones sociales y pedagógicas, y queconforman supuestos sobre los que se <strong>el</strong>aboran las concepciones de EIB.La interculturalidad, si la <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos <strong>en</strong> este punto como negociación d<strong>el</strong> poder, de acuerdoa lo que analizaremos <strong>en</strong> <strong>el</strong> próximo apartado de esta dim<strong>en</strong>sión, puede ponerse <strong>en</strong> cuestión. ¿Existeinterculturalidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> gobierno y la dirección de la escu<strong>el</strong>a?, hay gobierno de la escu<strong>el</strong>a porque ladirección basa su poder para gestionar <strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de la institución <strong>en</strong> acatar lo que lacomunidad le impone. Tal posición de la comunidad puede interpretarse como <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> poder pararesistir la opresión institucional que implica la escu<strong>el</strong>a con su organización y con la ideología quetransmit<strong>en</strong> y reproduce, la escu<strong>el</strong>a es imposición de la cultura dominante.Sobre esta base es preciso preguntarse si <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula puede hallarse negociación d<strong>el</strong> poder. Deacuerdo y <strong>en</strong>tonces es intercultural <strong>el</strong> aula. La respuesta pasa por notar que la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> auxiliarbilingüe mediatiza <strong>el</strong> mandato de la comunidad, no hay negociación de poder <strong>en</strong> la pareja pedagógicaporque <strong>el</strong> auxiliar bilingüe es mandatado por la comunidad, y <strong>en</strong> ese caso surg<strong>en</strong> los proyectos de lainiciativa d<strong>el</strong> maestro y la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe los autoriza, es <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> proyecto d<strong>el</strong>herbario.Puede también hablarse de un cons<strong>en</strong>so implícito que aparece cuando <strong>el</strong> auxiliar bilingüeintervi<strong>en</strong>e <strong>en</strong> los proyectos pres<strong>en</strong>tados por <strong>el</strong> maestro y <strong>en</strong> ese caso no es necesaria la consulta a la- 210 -


comunidad. Como hemos observado <strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio d<strong>el</strong> director la comunidad a través d<strong>el</strong> caciqueda “vía libre” a los proyectos que surg<strong>en</strong>, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio de S.T. la aceptación de losniños constituye la fu<strong>en</strong>te de poder <strong>en</strong> la construcción d<strong>el</strong> currículum.Pero además exist<strong>en</strong> otras formas de investir con poder las prácticas <strong>en</strong> la institución. Haypersonas que, así como la comunidad o los niños, otorgan legitimidad a los proyectos de los queparticipan, la sola pres<strong>en</strong>cia de estas legitima por estar su figura investida por <strong>el</strong> poder de lacomunidad, este es <strong>el</strong> caso de los auxiliares bilingües y de M.F. primera maestra criolla de la escu<strong>el</strong>a ydirectora de la institución hasta mediados de los años ’90.En <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> proyecto d<strong>el</strong> herbario la pres<strong>en</strong>cia de V.L., auxiliar bilingüe, se articula a laestrategia usada por su pareja pedagógica, la maestra criolla, para legitimar sus prácticas, estaconsiste principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> crear alianzas con qui<strong>en</strong> está autorizado cultural y políticam<strong>en</strong>te, <strong>el</strong>auxiliar bilingüe. En <strong>el</strong> testimonio de M.M., la pareja pedagógica de V.L., está manifiesta la estrategiaque <strong>en</strong>unciamos:“… una maestra me dio un consejo, me dijo: ‘vos t<strong>en</strong>és <strong>en</strong> tus manos dos auxiliaresbilingües, si vos no los aprovechás podés t<strong>en</strong>erlos <strong>en</strong> tu contra, podés t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> contra la comunidad,o podés t<strong>en</strong>erlo a tu favor; si vos a esos dos auxiliares bilingües no los aprovechás, vos perdés <strong>el</strong>tiempo…” (M.M)De acuerdo con este testimonio circula <strong>en</strong>tre los maestros criollos un tipo de esquemapráctico no r<strong>el</strong>acionado directam<strong>en</strong>te con la práctica pedagógica, pero si ligado íntimam<strong>en</strong>te con lasprácticas doc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a. En estos esquemas la concepción sobre <strong>el</strong>poder <strong>en</strong>traña una noción de proceso constructivo alrededor d<strong>el</strong> uso de alianzas con actoreslegitimados por la comunidad.Sin embargo <strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio <strong>el</strong> uso estratégico de alianzas que <strong>el</strong> actor concibe de algunaforma desde una visión pragmática puede interpretarse también, sin atribuirle mala int<strong>en</strong>ción alsujeto que <strong>en</strong>uncia, como <strong>el</strong> germ<strong>en</strong> de una acción manipuladora, de una conducta que busca <strong>el</strong>b<strong>en</strong>eficio individual. Quitamos mala int<strong>en</strong>ción a la definición d<strong>el</strong> maestro <strong>en</strong> tanto <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos qu<strong>el</strong>os esquemas que construye se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran ligados a tradiciones lat<strong>en</strong>tes e históricas no cuestionadasni problematizadas por <strong>el</strong> sujeto que hace uso de <strong>el</strong>los para reproducir las prácticas que se articulan aestos como los hábitus se articulan al campo d<strong>el</strong> que son producto.- 211 -


Pero además emerge lo político de la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre los actores que g<strong>en</strong>era una pedagogía <strong>en</strong>la que la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te, surge, <strong>en</strong>tre otras cosas, de la interp<strong>el</strong>ación interpuesta porcondicionami<strong>en</strong>tos materiales como la falta de recursos didácticos <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua wichí (este caso esc<strong>en</strong>tral pues de algún modo dinamiza la <strong>el</strong>aboración y ejecución de los proyectos que exist<strong>en</strong> <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a) , o desde otra dim<strong>en</strong>sión, por las r<strong>el</strong>aciones sociales y pedagógicas que dinamizan lag<strong>en</strong>eración de la necesidad de <strong>el</strong>aborar los antes dichos recursos, y <strong>en</strong> este último caso nos referimosa los efectos de tales r<strong>el</strong>aciones que debe <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse como la asignación de posiciones sociales ypedagógicas más o m<strong>en</strong>os fijas, más o m<strong>en</strong>os móviles, la autonomía r<strong>el</strong>ativa de los actores y de lasinstituciones defin<strong>en</strong> la fluctuación o no desde tales posiciones que por los condicionami<strong>en</strong>tossocioculturales que operan <strong>en</strong> su génesis se manifiestan como naturales y ahistóricas.El currículum de la escu<strong>el</strong>a se construye sobre la base de la interacción de todos loscondicionami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong>unciados y de las r<strong>el</strong>aciones sociales características de la institución yg<strong>en</strong>eradoras de esquemas o hábitus que los actores portan “sin saberlo”. El currículum se articulacon las posiciones asignadas a los actores, que se <strong>en</strong>uncian o se dejan de <strong>en</strong>unciar: “<strong>el</strong> auxiliar”, “<strong>el</strong>bilingüe”, “mi auxiliar”, “la doc<strong>en</strong>te”, “los chicos”, etcétera. El auxiliar bilingüe es colaborador y nopareja pedagógica d<strong>el</strong> maestro, los niños son sujetos portadores de voz y experi<strong>en</strong>cias marcadas porla difer<strong>en</strong>cia o son alumnos pobres, culturalm<strong>en</strong>te diversos destinatarios de un currículumempobrecido y sujetos de la donación d<strong>el</strong> “respeto y <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to” de su diversidad.VII.1.b. El poder <strong>en</strong> la re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum prescriptoEl proceso de negociación d<strong>el</strong> currículum constituye una instancia <strong>en</strong> la que la comunidadLlega a imponer de acuerdo a sus intereses cuales serán los cont<strong>en</strong>idos, de los prescriptos por loslineami<strong>en</strong>tos curriculares, que formarán parte de este. Tal rasgo d<strong>el</strong> proceso pone <strong>en</strong> <strong>en</strong>tredicho lasposibilidades de la intrculturalidad. El proceso de planificación anual d<strong>el</strong> currículum es descripto <strong>en</strong> lasigui<strong>en</strong>te cita de un actor:“…Acá se pres<strong>en</strong>ta todo <strong>el</strong> material que vi<strong>en</strong>e desde <strong>el</strong> ministerio ¿si? cal<strong>en</strong>dario escolar, lacaja curricular, ¿si? Y se trabaja, se lee todo, se les pres<strong>en</strong>ta todo a la comunidad y se hace unas<strong>el</strong>ección de cont<strong>en</strong>idos ¿qué es lo que <strong>el</strong>los cre<strong>en</strong> que es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te <strong>en</strong>señar? ¿hasta dónde? ¿quées lo que los chicos pued<strong>en</strong> alcanzar?, no es que vamos a ir con los mismos programas, si bi<strong>en</strong> sonlos mismos…”(E.D)- 212 -


Existe una base que sobre la que se planifica, es la que provi<strong>en</strong>e de la política educativa, comososti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado son los lineami<strong>en</strong>tos curriculares, los núcleos de apr<strong>en</strong>dizaje prioritarios,etcétera. La singularidad d<strong>el</strong> caso de la escu<strong>el</strong>a provi<strong>en</strong>e d<strong>el</strong> proceso de <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum,este se define por la negociación <strong>en</strong>tre los actores: director, refer<strong>en</strong>tes de la comunidad, <strong>el</strong> cacique,los auxiliares bilingües, los maestros criollos, los pares de familia, y <strong>en</strong> este proceso debe advertirseque sobresale <strong>el</strong> poder de la comunidad, instaurando de esta forma una concepción de EIB queclausura <strong>el</strong> diálogo. E.D. define <strong>el</strong> proceso <strong>en</strong> los sigui<strong>en</strong>tes términos:“… para hacer las planificaciones anuales se reún<strong>en</strong> los padres, cacique, <strong>el</strong> concejo d<strong>el</strong>cacique y los maestros, y de ahí se hace s<strong>el</strong>ección de cont<strong>en</strong>idos para desarrollarlos todo <strong>el</strong> año,trabaja toda la comunidad, siempre se trabaja con la comunidad, con <strong>el</strong> cacique y <strong>el</strong> cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tode <strong>el</strong>los, <strong>el</strong>los son los que determinan o autorizan…” (E.D.)Aparece <strong>en</strong> esta cita un aspecto significativo para interpretar la asignación de posiciones <strong>en</strong> <strong>el</strong>contexto de la institución. Lo que <strong>en</strong> otro lugar aparece sobre quién es “propietaria” de la escu<strong>el</strong>a,definido por un <strong>en</strong>trevistado, “la comunidad”, <strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio de E.D. se define respecto a lasr<strong>el</strong>aciones de poder. Aqu<strong>el</strong>los que son de algún modo los dueños de la escu<strong>el</strong>a son los quedeterminan y autorizan que es lo que se puede y debe <strong>en</strong>señar, dando, de esta manera forma alcurrículum, <strong>el</strong> prescripto, pero también defini<strong>en</strong>do <strong>el</strong> currículum nulo.El proceso que describimos permite a su vez observar que <strong>el</strong> poder inviste <strong>en</strong> modo desigual afiguras que <strong>en</strong> otros contextos ocupan posiciones radicalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>tes, por la definición mismaque <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as ti<strong>en</strong><strong>en</strong> las posiciones exist<strong>en</strong>tes, por ejemplo la d<strong>el</strong> director, pero también por lacarga histórica que define a tal figura institucional.“… si bi<strong>en</strong> yo soy un repres<strong>en</strong>tante d<strong>el</strong> gobierno, soy una autoridad <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, peroprimero <strong>el</strong> respeto a la comunidad, es la única manera de que podamos llevarnos bi<strong>en</strong>, si yo no losrespeto a <strong>el</strong>los, de seguro me sacan; si vos estás actualm<strong>en</strong>te escuchando <strong>en</strong> los medios decomunicación, los caciques las comunidades aboríg<strong>en</strong>es sacan a los criollos, los maestros, directosde escu<strong>el</strong>as y yo, mirá hace seis años que estoy acá y gracias a dios t<strong>en</strong>go bu<strong>en</strong>a r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong>cacique con la comunidad y con los chicos…” (E.D.)- 213 -


En esta cita <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado pone de manifiesto que la figura institucional de “Director deescu<strong>el</strong>a” <strong>en</strong> este caso se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra desprovista d<strong>el</strong> poder que por lo g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> las institucioneseducativas posee, <strong>en</strong> cambio tal poder o al m<strong>en</strong>os la legitimación de la posición <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a debe sermotivo de negociación con la comunidad. Para obt<strong>en</strong>er legitimación y autoridad <strong>en</strong> la institución quedirige debe respetar la decisión de la comunidad.La comunidad usa <strong>el</strong> poder que le confiere <strong>el</strong> hecho de haber sido creada la escu<strong>el</strong>a por lademanda d<strong>el</strong> cacique Andrés Tolaba, desde esa génesis la escu<strong>el</strong>a cada año refuncionaliza <strong>el</strong> eje de ladifer<strong>en</strong>cia, <strong>el</strong> bilingüismo, <strong>el</strong> biculturalismo como eje d<strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de las organizaciones de lainstitución, y de acuerdo a los rasgos que hemos descripto <strong>en</strong> este proceso se puede afirmar que talesorganizaciones de la institución están fuertem<strong>en</strong>te atravesadas por <strong>el</strong> poder de la comunidad. En esemarco la comunidad, portadora de la difer<strong>en</strong>cia que dinamiza a la escu<strong>el</strong>a y especialm<strong>en</strong>te alcurrículum actúa <strong>en</strong> consonancia con los intereses que desde la id<strong>en</strong>tidad la defin<strong>en</strong> como sujeto, y ala vez tal aspecto actúa como fu<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> poder con <strong>el</strong> que este sujeto determina y autoriza losprocesos d<strong>el</strong> currículum.En lo que respecta a criterios de <strong>el</strong>aboración de las planificaciones anuales se pued<strong>en</strong>id<strong>en</strong>tificar… tipos. Por una parte se puede decir que se usan criterios que se articulan con larepres<strong>en</strong>tación que la comunidad ti<strong>en</strong>e sobre los saberes necesarios para llegar a la capacitación d<strong>el</strong>os niños para desempeñarse <strong>en</strong> forma indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la sociedad. En este s<strong>en</strong>tido <strong>el</strong> currículum d<strong>el</strong>a escu<strong>el</strong>a se c<strong>en</strong>tra, de acuerdo a la decisión de la comunidad, <strong>en</strong> cont<strong>en</strong>idos de matemática, l<strong>en</strong>guawichi, l<strong>en</strong>gua española y cont<strong>en</strong>idos culturales que sirv<strong>en</strong> para la alfabetización. Como sosti<strong>en</strong>e E.D.:“… siempre <strong>en</strong> donde <strong>el</strong>los- la comunidad- se basan mucho, lo que <strong>el</strong>los más les interesa esmatemática, l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana y <strong>el</strong> idioma de <strong>el</strong>los por supuesto, conservarlo, y siempre trabajarcon ley<strong>en</strong>das, cu<strong>en</strong>tos, mitos, todo lo que sea de la comunidad, de su cultura ¿ves? Trabajarlas conlo que <strong>el</strong>los conoc<strong>en</strong>…”En este proceso que estamos analizando y de acuerdo a los testimonios de los actoresinvolucrados también se g<strong>en</strong>era un currículum nulo. La comunidad toma criterios estrictam<strong>en</strong>teculturales para diseñar este currículum que resulta de la exclusión de temas que <strong>en</strong> algunos casosconstituy<strong>en</strong> tabúes de la cultura wichí pero también llega a conformar un tipo de currículum ocultonulo. En los sigui<strong>en</strong>tes testimonios podemos apreciar como se defin<strong>en</strong> estos tipos de currículumdesde los actores:- 214 -


Testimonio de actor criollo“… y <strong>el</strong> tema que más medio estricto es, es <strong>en</strong> laparte de, la parte sexual, ¿si?...” (E.D.)En estecaso de lo que se está hablando es d<strong>el</strong> currículumnulo lo que la comunidad no permite que se<strong>en</strong>señe“…<strong>en</strong>tonces hay cosas que son para que <strong>el</strong>los lotrabaj<strong>en</strong>, eso lo explican <strong>el</strong>los <strong>en</strong> su casa, losancianos lo explican…” (E.D.) <strong>en</strong> este testimoniolo que emerge es la difer<strong>en</strong>ciación de ámbitos desocialización y los saberes que son prescriptivosde cada uno. En este caso <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado hablade la familia, ámbito de la socialización primariad<strong>el</strong> niño y d<strong>el</strong> anciano “ag<strong>en</strong>cia” de educación ode transmisión de la cultura.Tal descripción se debe contextualizar <strong>en</strong> lainterpretación que <strong>el</strong> actor hace de la r<strong>el</strong>ación<strong>en</strong>tre la escu<strong>el</strong>a y dichas ag<strong>en</strong>cias de la culturawichí, compr<strong>en</strong>sión que actúa como supuesto d<strong>el</strong>a concepción de EIB d<strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado: hay unaimposición de la cultura wichí de lo que escont<strong>en</strong>ido de la educación o socialización <strong>en</strong> losámbitos comunitarios y que son los propios de laescu<strong>el</strong>a.Testimonio de actor indíg<strong>en</strong>a“…Por ejemplo <strong>en</strong> <strong>el</strong> tema de ¿cómo es que ledic<strong>en</strong> a esto? Las m<strong>en</strong>struaciones de las mujeres,eso no lo trabajamos nosotros, ti<strong>en</strong>e que haberuna abu<strong>el</strong>a y una madre que le diga los tiempos,cuales son los cambios, qué tipo de medicinatradicional debe usar, cuanto tiempo, si quier<strong>en</strong>t<strong>en</strong>er varios chicos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una forma de dialogar<strong>en</strong>tre las mujeres, pro eso ni podemos hacerloeso los hombres…” (V.L.) Tal como se manifiesta<strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio d<strong>el</strong> actor criollo <strong>el</strong> tema sexualconstituye <strong>en</strong> la voz de un sujeto de la culturaindíg<strong>en</strong>a un saber que ‘debe’ ser <strong>en</strong>señado porlas mujeres adultas de la comunidad.Pero además hay otros temas que no se <strong>en</strong>señan<strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a por decisión de la comunidad, comoseñala E.D. “…<strong>el</strong> trabajar con muchos libros deafuera, que tra<strong>en</strong> muchas fotos de Bu<strong>en</strong>os Aires,o libros que te hablan mucho de leones de- 215 -


<strong>el</strong>efantes, cosas que los chicos estos no conoc<strong>en</strong>,<strong>en</strong>tonces <strong>el</strong>los no, dic<strong>en</strong> ‘no para que si esto loschicos no conoc<strong>en</strong>, le estamos hablando de algoque <strong>el</strong>los no conoc<strong>en</strong> y capaz que nunca loconozcan…” (E.D.)Tal como se manifiesta <strong>en</strong> los tesimonios deactores indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de la l<strong>en</strong>guatambién exist<strong>en</strong> ciertas prohibiciones que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>más que nada que ver con posiciones de género:“… y hay términos específicos que usan loshombres y hay términos que usan las mujeresnada más…”Se excluy<strong>en</strong> saberes, pero este proceso deimposición por parte de la comunidad se resi<strong>en</strong>te<strong>en</strong> cuanto a aspectos más profundos como <strong>el</strong>l<strong>en</strong>guaje. La l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> la que se alfabetizan es, dealgún modo, regulada por r<strong>el</strong>aciones,comportami<strong>en</strong>tos y posiciones sociales y degénero establecidas por la cultura wichí, <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a y de acuerdo a la organización espaciotemporaly de las r<strong>el</strong>aciones pedagógicas ysociales históricas, por ejemplo una mujer <strong>en</strong>señaa niños y niñas, o niñas y niños compart<strong>en</strong> unmismo espacio y proceso <strong>en</strong> <strong>el</strong> que no sedifer<strong>en</strong>cian “tecnicismos” lingüísticos de acuerdoa los sexos o saberes de varón y saberes demujer, o que se ac<strong>en</strong>túa <strong>en</strong> tanto concepción deeducación es que la escu<strong>el</strong>a conserva a pesar d<strong>el</strong>as imposiciones de la comunidad la funcióndisciplinadora. En <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te testimonio sepuede apreciar esto:“… hay mucho tecnicismo <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guaje wichí qu<strong>el</strong>o hablan solam<strong>en</strong>te los hombres, y haytecnicismo que hablan solam<strong>en</strong>te las mujeres…”(V.L)Esto ocurre <strong>en</strong> la comunidad pero como sosti<strong>en</strong>e<strong>en</strong> otro pasaje <strong>el</strong> mismo informante <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a“son todos igual”.- 216 -


El currículum que no se <strong>en</strong>seña <strong>en</strong>traña un carácter reñido <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> concepto de interculturalidad y <strong>el</strong>de rescate y revalorización de la cultura indíg<strong>en</strong>a, ligado esto último a la conservación cultural d<strong>el</strong>grupo y de sus ag<strong>en</strong>cias de educación y socialización, las que históricam<strong>en</strong>te han t<strong>en</strong>ido la función detransmitir los saberes y valores que la escu<strong>el</strong>a int<strong>en</strong>ta transmitir pero desde la visión de otra culturadifer<strong>en</strong>te a la indíg<strong>en</strong>a.En definitiva <strong>el</strong> objetivo de conservación, que no se corresponde unívocam<strong>en</strong>te con <strong>el</strong> dereproducción social d<strong>el</strong> grupo riñe con <strong>el</strong> concepto y <strong>el</strong> objetivo de la interculturalidad.Entonces los criterios de diseño d<strong>el</strong> currículum que se manifiestan <strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio anteriorconstituy<strong>en</strong> <strong>en</strong> parte una clausura conservadora a la interculturalidad, un cierre a otros mundosposibles difer<strong>en</strong>tes a aqu<strong>el</strong> que es base d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y la experi<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> niño. Sin embargo esto sedebe contrastar con <strong>el</strong> testimonio de los actores indíg<strong>en</strong>as.Es cierto que la comunidad indíg<strong>en</strong>a excluye <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum ciertostemas como la sexualidad, o <strong>el</strong> uso exclusivo de materiales didácticos <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua española y queexpresan <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y la cultura dominante, asimismo <strong>el</strong> tema de las d<strong>el</strong>imitaciones de posiciones degénero y la correspondi<strong>en</strong>te definición d<strong>el</strong> uso de la l<strong>en</strong>gua de acuerdo a estas constituye un aspectode la formación cultural wichí.Pero también <strong>en</strong>contramos que la comunidad <strong>en</strong> este proceso de negociación/imposición, tambiéncede ante aspectos que estructuran la organización escolar tradicional, por ejemplo la organizaciónespacio temporal, la educación mixta, la figura d<strong>el</strong> educador predominantem<strong>en</strong>te ocupado por unamujer, etcétera. Como sosti<strong>en</strong>e un auxiliar bilingüe:“… a veces como hay clases que damos que hay chicas y varones, y por supuesto que ahora es todolo que <strong>en</strong>señamos es para todo <strong>el</strong> mundo igual, cuando <strong>en</strong> la cultura de nosotros no es así, sonmuchas cosas que hay que adaptarse al mundo criollo…” (V.L.)La difer<strong>en</strong>cia de género es un aspecto que existe <strong>en</strong> la cultura y se manifiesta <strong>en</strong> una serie deactividades, usos de la l<strong>en</strong>gua y de territorios domésticos así como de la s<strong>el</strong>va, y que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a nopued<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er continuidad. La escu<strong>el</strong>a se estructura desde su génesis por una organización que sebasa <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza simultanea, luego se introduce también la <strong>en</strong>señanza mixta, mi<strong>en</strong>tras <strong>el</strong>aboraun normatividad basada <strong>en</strong> la dotación de los maestros de dispositivos de individualización ydisciplinami<strong>en</strong>to que este usa para cumplir con su función de homog<strong>en</strong>eización.- 217 -


En términos d<strong>el</strong> currículum las expresiones de V.L., actor de la comunidad indíg<strong>en</strong>a y a la vez sujetod<strong>el</strong> desarrollo curricular constituy<strong>en</strong> una manifestación de las t<strong>en</strong>siones que <strong>el</strong> contacto culturalintroduce <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración y <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> currículum. La t<strong>en</strong>sión sería organización pedagógicadefinidas <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones pedagógicas vs. R<strong>el</strong>aciones sociales definidas por la cultura indíg<strong>en</strong>a. Entanto t<strong>en</strong>sión g<strong>en</strong>era un dilema o problema que la escu<strong>el</strong>a y la comunidad resu<strong>el</strong>v<strong>en</strong> a través dedecisiones políticos pedagógicas que asignan a los sujetos posiciones pedagógicas, institucionales ysociales. Dicha asignación de posiciones resulta de una negociación, resist<strong>en</strong>cia o adaptacióninconsci<strong>en</strong>te o estratégica.El poder d<strong>el</strong> disciplinami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a cae con <strong>el</strong> peso de la imposición de posiciones y r<strong>el</strong>acionessociales y pedagógicas que la comunidad no resiste aunque pueda poner <strong>en</strong> cuestión. Eldisciplinami<strong>en</strong>to que es <strong>el</strong> dispositivo que la escu<strong>el</strong>a usa junto con la individualización para crear <strong>en</strong> <strong>el</strong>sujeto hábitus adecuados a las r<strong>el</strong>aciones sociales y de producción capitalista no se cuestiona, es <strong>el</strong>compon<strong>en</strong>te de la concepción y d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de educación oficial y de la cultura dominante que no se“toca”, constituye un aspecto rígido que permanece <strong>en</strong> <strong>el</strong> tiempo y <strong>el</strong> espacio, cambiarlos o al m<strong>en</strong>osp<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> cambiarlos son fu<strong>en</strong>tes de posibles conflictos disruptivos que afectarían la exist<strong>en</strong>ciamisma de la escu<strong>el</strong>a tal como funciona <strong>en</strong> la actualidad, viabilidad institucional que se da gracias auna serie de piezas que han emergido d<strong>el</strong> cons<strong>en</strong>so/imposición <strong>en</strong>tre las culturas <strong>en</strong> contactorepres<strong>en</strong>tadas por los actores de la institución.En <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te testimonio <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado manifiesta la conducta de la comunidad ante la imposicióncultural que <strong>en</strong> este aspecto ejerce la cultura dominante a través de la escu<strong>el</strong>a:“… y hay partes que las mujeres por ejemplo no lo aceptan de los varones, pero nosotros nopodemos separarlos, por más maestro bilingüe, cacique, lo que vos quieras, no podemos separar,los grados ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que estar mujeres y varones, así es, nosotros no los podemos separar, eso no lohacemos nosotros… desde <strong>el</strong> hablar y <strong>el</strong> trabajar, <strong>en</strong>tonces eso se arma un poco de conflicto ybu<strong>en</strong>o tratamos de adaptarnos…” (V.L.)“… yo como varón no puedo, no se como des<strong>en</strong>volverme ahí cuando se trata de que hay mujeres yt<strong>en</strong>go que poner un término que lo usan los varones, cómo hago si hay mujeres, <strong>en</strong>tonces me t<strong>en</strong>goque des<strong>en</strong>volver ahí…” (V.L.)- 218 -


Como se observa <strong>en</strong> los testimonios la t<strong>en</strong>sión que g<strong>en</strong>era la interculturalidad, <strong>en</strong> este caso <strong>en</strong> lasr<strong>el</strong>aciones pedagógicas <strong>en</strong> las que los niños deb<strong>en</strong> participar se ligan a una solución que busca evitarcon la adaptación a la cultura dominante <strong>el</strong> conflicto <strong>en</strong>tre culturas, ya que la resist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> este casopuede ser <strong>en</strong> la concepción de EIB de la comunidad un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to disruptivo <strong>en</strong> la continuidadfuncional de la escu<strong>el</strong>a.Podría interpretarse esta salida al conflicto como un dejar hacer y pasar ejercido por la comunidadque no puede ni con <strong>el</strong> ejercicio d<strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> cacique ni d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe cerrar <strong>el</strong> paso a los niñosa que particip<strong>en</strong> de esta forma de r<strong>el</strong>ación que es parte d<strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> currículum. Y es evid<strong>en</strong>teque <strong>el</strong> sujeto indíg<strong>en</strong>a le cede con esta decisión a la cultura criolla la posibilidad de introducir una d<strong>el</strong>as piezas d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o tradicional de escu<strong>el</strong>a y de la concepción también tradicional de educación <strong>en</strong> <strong>el</strong>territorio de la interculturalidad que se construye <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a: <strong>el</strong> disciplinami<strong>en</strong>to y laindividualización.Aún más se debe decir sobre este punto, pues al m<strong>en</strong>os se debe cuestionar que dicha t<strong>en</strong>sión notermine trasladándose a la vida cotidiana de la comunidad. Y <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido ya nos ad<strong>en</strong>tramos <strong>en</strong>considerar la capacidad que posee la propuesta pedagógica de la escu<strong>el</strong>a para g<strong>en</strong>erar hábitus que lossujetos portarán y refuncionalizarán <strong>en</strong> otros campos difer<strong>en</strong>tes a aqu<strong>el</strong> d<strong>el</strong> que es producto. Endefinitiva <strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to pasa por preguntarse al m<strong>en</strong>os si la escu<strong>el</strong>a a través d<strong>el</strong> currículum ocultoestará produci<strong>en</strong>do cambios <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones sociales al interior de la cultura a través de los niñosque se socializan <strong>en</strong> <strong>el</strong>la, esto sobre la base de la afirmación de V.L. antes citada pro que es válido revisitar:“… y por supuesto que ahora es todo lo que <strong>en</strong>señamos es para todo <strong>el</strong> mundo igual-<strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a-, cuando <strong>en</strong> la cultura de nosotros no es así…”.Excluir temas d<strong>el</strong> currículum, dejar que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a los niños se r<strong>el</strong>acion<strong>en</strong> <strong>en</strong> forma difer<strong>en</strong>te acomo se r<strong>el</strong>acionan <strong>en</strong> la comunidad, es a su vez perpetuar sistemas de r<strong>el</strong>aciones de género,conservar ag<strong>en</strong>cias de socialización sin refuncionalizarlas como parte de la dinamización de la cultura,lo que no provoca <strong>en</strong> modo alguno la problematización y la reflexión crítica sobre <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y laexperi<strong>en</strong>cia que la cultura de la comunidad g<strong>en</strong>era.Como se ha desarrollado <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco teórico la pedagogía de la difer<strong>en</strong>cia d<strong>en</strong>uncia que lasformaciones culturales tanto la dominadora como las subalternas incluy<strong>en</strong> sistemas de distribucióndesigual d<strong>el</strong> poder. De acuerdo a la interpretación de los s<strong>en</strong>tidos sobre la interculturalidad que sevi<strong>en</strong>e efectuando es necesario remarcar que <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum y <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> mismo no hayproblematización de las experi<strong>en</strong>cias y <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje que la cultura wichi promueve, desde laspedagogías críticas se argum<strong>en</strong>ta que la pedagogía de la difer<strong>en</strong>cia ha de prop<strong>en</strong>der a que los sujetos- 219 -


problematic<strong>en</strong> sus posiciones <strong>en</strong> la formación cultural a la que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> tanto como las que se lesasigna <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong> contacto cultural.Hasta aquí puede sugerirse que <strong>el</strong> proceso de determinación curricular <strong>en</strong> la instancia institucionalestá dominado por <strong>el</strong> poder de la comunidad. Tal poder se ejerce sobre la base d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativo respeto d<strong>el</strong>o que Terigi (2002) d<strong>en</strong>omina <strong>el</strong> currículum de la prescripción obligatoria y común que <strong>en</strong> <strong>el</strong> discursode los actores aparece con cierto peso de imposición. Sin embargo <strong>en</strong> las vías de re<strong>el</strong>aboración másalejadas de la órbita de la prescripción previstas <strong>en</strong> la política curricular nacional, <strong>en</strong> este caso <strong>el</strong> PEI yla s<strong>el</strong>ección de la pareja pedagógica para <strong>el</strong> aula, los intereses de la comunidad son los que guían talre<strong>el</strong>aboración. De esta forma los actores <strong>en</strong> tanto sujetos d<strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> currículum pero tambiénd<strong>el</strong> proceso de estructuración formal d<strong>el</strong> currículum dan forma y defin<strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum prescripto,pero también <strong>el</strong> currículum oculto y <strong>el</strong> nulo.En <strong>el</strong> proceso de re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum prescripto de la escu<strong>el</strong>a hay un alto grado de decisiónde la comunidad sobre lo que se puede o no se puede <strong>en</strong>señar a los niños wichí <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Dichadecisión sust<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> <strong>el</strong> interés d<strong>el</strong> grupo, y por lo tanto <strong>en</strong> un interés social y cultural que <strong>en</strong>cierrauna dim<strong>en</strong>sión de poder o empoderami<strong>en</strong>to, muestra un movimi<strong>en</strong>to desde la interculturalidad hacia<strong>el</strong> rescate y la revalorización de la cultura y la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, más cercana a la conservación que aldiálogo.La posición de los sujetos criollos ancla acríticam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la posición que asum<strong>en</strong> los actores indíg<strong>en</strong>assobre la re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum común, ya que no cuestionan los s<strong>en</strong>tidos y supuestos quesubyac<strong>en</strong> <strong>en</strong> los testimonios de los actores wichí. Lo que aportan como supuesto para lare<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum los actores criollos es una noción de interculturalidad que excluye ladesigualdad social como recurso para la <strong>en</strong>señanza o al m<strong>en</strong>os como marco refer<strong>en</strong>cial de voz yexperi<strong>en</strong>cia de los niños que pueda formar parte d<strong>el</strong> currículum. En si tal visión se manifiesta comosupuesto <strong>en</strong> la s<strong>el</strong>ección de los cont<strong>en</strong>idos d<strong>el</strong> currículum de la escu<strong>el</strong>a que <strong>en</strong> definitiva despolitiza ladifer<strong>en</strong>cia.En algunos testimonios emerge un “repudio a la pobreza”, una definición socioeconómica d<strong>el</strong> grupoque se erige como supuesto para la estructuración d<strong>el</strong> currículum:“… pero no le vas a dar la misma cantidad a un chico de la comunidad que no ti<strong>en</strong>e luz, no ti<strong>en</strong>eagua, no ti<strong>en</strong>e comodidades <strong>en</strong> la casa, la mayoría son chozas, que vos has visto que es paja yadobe, hay una pieza donde es cocina, comedor, dormitorio, es una pieza donde viv<strong>en</strong> todos, esa es- 220 -


una choza, <strong>en</strong>tonces no, <strong>el</strong> chico no va a la casa a estudiar, porque la mayoría hace changas y como<strong>el</strong>los son de por si… de naturaleza donde va <strong>el</strong> padre y la madre van los chicos…”(E.D.)La pobreza <strong>en</strong> que viv<strong>en</strong> los niños estaría indicando los límites de lo que es deseable que apr<strong>en</strong>dan,esto se liga íntimam<strong>en</strong>te con afirmaciones muy ext<strong>en</strong>didas <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido común y que constituy<strong>en</strong>lugares comunes <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso de los maestros: “para qué les va a servir que les <strong>en</strong>señes eso” porejemplo. El tema pasa por definir <strong>en</strong> la interculturalidad <strong>el</strong> lugar de la experi<strong>en</strong>cia que las condicionesmateriales de exist<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>era y que según algunos autores debe constituir un recurso un capitalcultural y social para la educación escolar tal como lo constituye <strong>en</strong> la vida cotidiana.Encontrar <strong>en</strong> la pobreza un recurso pedagógico implica <strong>el</strong> estudio de las formas de organización de lasculturas y los grupos para su superviv<strong>en</strong>cia, las estrategias que se usan para conseguir <strong>el</strong> sust<strong>en</strong>to, lasr<strong>el</strong>aciones sociales <strong>en</strong> que se g<strong>en</strong>eran tales estrategias, las formas de organización social que seproduc<strong>en</strong> <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la pobreza, los apr<strong>en</strong>dizajes que g<strong>en</strong>era la experi<strong>en</strong>cia de la pobreza, <strong>el</strong>l<strong>en</strong>guaje de la pobreza, pero también los valores que se r<strong>el</strong>acionan con esta: la esperanza o ladesesperanza, mi<strong>en</strong>tras <strong>en</strong> la actualidad como sosti<strong>en</strong>e Leyva At<strong>en</strong>cio (2005)“*…+ Hablamos mucho sobre la educación <strong>en</strong> valores, lo que he podido ver <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo empobrecidoeconómicam<strong>en</strong>te es que <strong>el</strong> valor principal es la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, la laboriosidad, <strong>el</strong> economizar, lacreatividad, <strong>el</strong> coraje, <strong>en</strong> tanto que la escu<strong>el</strong>a es promotora de un conjunto difer<strong>en</strong>te de valores: laobedi<strong>en</strong>cia y <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> como sinónimo de uniformidad, quietud y sil<strong>en</strong>cio como prioritarios y <strong>en</strong>segundo término <strong>el</strong> valor de la limpieza, la honestidad, etc. Podemos preguntarnos-plantea la autora-¿qué apr<strong>en</strong>de <strong>el</strong> niño o <strong>el</strong> jov<strong>en</strong> que nunca es premiado por su valor de luchar contra la diversidad?,¿por su valor de indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia?”(33)En <strong>el</strong> caso de los PIs atravesados por la difer<strong>en</strong>cia y la desigualdad social, muchas de estas estrategiasy de los valores que la autora <strong>en</strong>umera se mezclan con aspectos de la cultura como la organizaciónsocial de base comunitaria, la solidaridad, <strong>el</strong> uso sust<strong>en</strong>table de los recursos naturales que sonantagónicos d<strong>el</strong> sistema económico de la abundancia y <strong>el</strong> consumismo.En la escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi y sigui<strong>en</strong>do con la descripción d<strong>el</strong> proceso de estructuraciónd<strong>el</strong> currículum se debe remarcar la exclusión de la pobreza como <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> currículum. Talexclusión se expresa <strong>en</strong> repres<strong>en</strong>taciones sobre lo que se puede esperar que los niños apr<strong>en</strong>derán, y<strong>en</strong> las expectativas que los maestros ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de los niños y que opera <strong>en</strong> los objetivos de la <strong>en</strong>señanzay por <strong>en</strong>de como supuestos <strong>en</strong> los que se basan las concepciones de EIB. En las concepciones de EIBde los actores criollos hallamos lo que Rodríguez de Anca (2004) d<strong>en</strong>omina “respeto obsc<strong>en</strong>o”.- 221 -


“… nosotros t<strong>en</strong>emos, si bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> todas las escu<strong>el</strong>as se reún<strong>en</strong> para armar su propia planificación, deacuerdo al grupo que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>, bu<strong>en</strong>o acá también lo hacemos, puede ser un poquito m<strong>en</strong>os <strong>el</strong>evadaque allá ¿no? ¿pero sabés? Ellos…<strong>en</strong> estos últimos años estamos logrando ya estar a la mismaaltura que las otras escu<strong>el</strong>as…” (S.S.)Como se observa <strong>en</strong> este testimonio la evid<strong>en</strong>cia de la pobreza no es negada ni desconocida pero surespeto y reconocimi<strong>en</strong>to opera como at<strong>en</strong>uante de la discriminación positiva d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a. El“respeto obsc<strong>en</strong>o” su<strong>en</strong>a como expiación de la falta de compromiso de la sociedad de Mosconi ant<strong>el</strong>a situación de marginación de la comunidad wichí <strong>en</strong> la que <strong>el</strong>la está implicada como productora,desmi<strong>en</strong>te a la vez la conflictividad que la realidad le impone a la educación <strong>en</strong> este contexto. Ytambién, sigui<strong>en</strong>do la argum<strong>en</strong>tación de Rodríguez de Anca, la difer<strong>en</strong>cia o la diversidad estánprimero, se debe articular a la propuesta pedagógica <strong>en</strong> forma privilegiada respecto a la desigualdadsocial dando forma así a una concepción de EIB despolitizada.Aún más explícito se hace <strong>en</strong> los objetivos de la <strong>en</strong>señanza de esta misma <strong>en</strong>trevistada:“… yo siempre, mi satisfacción más grande es cada vez que veo que <strong>el</strong> chico apr<strong>en</strong>dió a leer yaescribir, para mi eso es…mucho… porque yo digo: ‘vi<strong>en</strong><strong>en</strong> y <strong>el</strong>los no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nada <strong>en</strong> la casa, la mamáno les dice, como nosotros a nuestros hijos que le compramos un libro, no, <strong>el</strong>los todo lo queapr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> es acá… <strong>en</strong>tonces verlos que <strong>el</strong>los si! apr<strong>en</strong>dieron lo que yo les <strong>en</strong>señé…que a lo mejor a<strong>el</strong>los les a costado tanto y que lo han logrado, eso es…mi satisfacción y eso es como que yo cumplocon mis objetivos…” (S.S.)En este testimonio ya nos <strong>en</strong>contramos ante expectativas d<strong>el</strong> maestro que actúan a su vez comosupuestos para la <strong>el</strong>aboración de su concepción de EIB, él es qui<strong>en</strong> sabe lo que “es leer bi<strong>en</strong>” y por lotanto puede s<strong>en</strong>tirse satisfecho si los niños a pesar de la condición de exist<strong>en</strong>cia material que losrodea pued<strong>en</strong> lograr <strong>el</strong> objetivo mínimo que la <strong>en</strong>señanza común se propone <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a arg<strong>en</strong>tina:leer y escribir, ser alfabetizado.Además emerge ligado a estos resultados un compon<strong>en</strong>te que de alguna manera otorga s<strong>en</strong>tido a laid<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> maestro, lo interp<strong>el</strong>a, la satisfacción que g<strong>en</strong>era que ‘estos’ niños apr<strong>en</strong>dana leer y a escribir ejerce <strong>en</strong> la construcción de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> maestro un efecto de ori<strong>en</strong>tación de lasprácticas; por una parte lo que hace como <strong>en</strong>señanza está bi<strong>en</strong> ori<strong>en</strong>tada dados los resultados- 222 -


obt<strong>en</strong>idos, por otro la propuesta y los objetivos d<strong>el</strong> maestro se confirman <strong>en</strong> los bu<strong>en</strong>os resultados, loque se concibe como EIB es lo apropiado para estos niños.Los resultados obt<strong>en</strong>idos por los niños interp<strong>el</strong>an la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> maestro desde lasatisfacción que provocan:“… es una cosa contarlo y otra es verlo cuando vos los ves que sab<strong>en</strong> leer y escribir y se pon<strong>en</strong> <strong>el</strong>losmismos, se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> f<strong>el</strong>ices…” (S.S.).Desde esta posición sobre lo que se puede esperar que apr<strong>en</strong>derán los sujetos que viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> lacondición de pobreza económica se semantiza <strong>el</strong> currículum <strong>en</strong> la re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum de laprescripción obligatoria condicionando lo cuantitativo y lo cualitativo d<strong>el</strong> mismo. Se g<strong>en</strong>era uncurrículum nulo semantizado por la exclusión social/marginación d<strong>el</strong> wichí y un currículum oculto <strong>en</strong><strong>el</strong> que las r<strong>el</strong>aciones sociales son semantizadas por <strong>el</strong> maestro desde la donación altruista que se ligaal r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to esperado que actúa como tope de la capacidad d<strong>el</strong> individuo/educando.La productividad social de la concepción de pobreza se articula al discurso de respeto y tolerancia queejerce un “conjuro” sobre la desigualdad operada por su fetichización, <strong>el</strong> nuevo discurso de ladiversidad “expresa/oculta” lo que de alguna forma puede expresarse como <strong>el</strong> “pecado original” de lasociedad ante <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a: la desigualdad social y la marginación. Lo que sigue es la emerg<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>“subtexto obsc<strong>en</strong>o” (Rodríguez de Anca, 2004) de la escu<strong>el</strong>a. La g<strong>en</strong>eración de un discurso que comoya vimos concibe una sociedad armónica a pesar d<strong>el</strong> conflicto lat<strong>en</strong>te bajo la condición de que lossujetos dej<strong>en</strong> fuera de la escu<strong>el</strong>a su experi<strong>en</strong>cia de la opresión y su posición sociohistórica demarginación.Se puede, y se debe como imperativo de investigación, ir más allá y preguntar por las viv<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong>sujeto que sufre <strong>en</strong> carne propia la situación de opresión, cómo la viabilizan <strong>en</strong> su experi<strong>en</strong>cia escolary cómo se expresan <strong>en</strong> sus trayectorias sociales y escolares. O como se pregunta Leyva At<strong>en</strong>cio “*…+¿qué sucede si lo miramos desde él mismo, desde su condición de ser humano empobrecido? *…+”(2005: 33).Ad<strong>el</strong>antamos un posible carril de reflexión que aparece <strong>en</strong> la interpretación de un <strong>en</strong>trevistado:“…t<strong>en</strong>ía un grupo de chicos grandes que no sabían leer… estábamos <strong>en</strong> sexto grado… empecé d<strong>en</strong>uevo a <strong>en</strong>señarles a leer y a escribir y bu<strong>en</strong>o sumar, restar y todo ese tema y me dice él: ’S. ya heapr<strong>en</strong>dido a leer y a escribir, se sumar, estar, multiplicar y dividir y ya no estudio más’, <strong>en</strong>tonces era- 223 -


para <strong>el</strong>los como que ya habían logrado todo lo de la escu<strong>el</strong>a primaria con eso, porque <strong>el</strong>los yahabían apr<strong>en</strong>dido…”En este testimonio las expectativas de la doc<strong>en</strong>te se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran con las expectativas de los niños. Elproducto de este <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro es una concepción EIB <strong>en</strong> la que <strong>el</strong> niño y <strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te ocupan lasposiciones que las asignaciones históricas han definido, cada uno ocupa esa posición y a su vez otorgas<strong>en</strong>tido a las causas y razones por las que tales posiciones y expectativas ligadas son las preferibles yaceptables, y aunque, como se infiere <strong>en</strong> otro testimonio, las expectativas hayan sufrido uncorrimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> lo que respecta al niv<strong>el</strong> de instrucción buscado estas sigu<strong>en</strong> ligadas a la posición que<strong>en</strong> la sociedad nacional y <strong>en</strong> la sociedad local le corresponde al wichí.Por <strong>el</strong>lo, concepciones de educación, y trayectorias escolares se viv<strong>en</strong> y construy<strong>en</strong> desde ladistribución de poder que la sociedad permite y <strong>en</strong> la que los sujetos <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran motivos paraadaptarse, resistir o conquistar. En <strong>el</strong> caso de los niños y jóv<strong>en</strong>es de la comunidad la conquista es d<strong>el</strong>as cred<strong>en</strong>ciales que le posibilitarán acceder a las posiciones que sus propios intereses individuales yde grupo les hace concebir como posibles y deseables para su posición actual, y de ahí emerg<strong>en</strong> losusos sociales de la escu<strong>el</strong>a.Se puede argum<strong>en</strong>tar que <strong>el</strong> currículum de la escu<strong>el</strong>a es producto de estas decisiones que lossujetos toman <strong>en</strong> función de expectativas y usos sociales de cred<strong>en</strong>ciales. Si hallamos<strong>en</strong>trecuzami<strong>en</strong>tos que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> las t<strong>en</strong>siones y filtran <strong>el</strong> conflicto hacia la producción cons<strong>en</strong>suadad<strong>el</strong> currículum <strong>en</strong> tanto estructura y <strong>en</strong> tanto proceso es porque las concepciones no son uniformespero si equilibradas lo que permite a los sujetos cierta estabilidad <strong>en</strong> las prácticas y <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>acionessociales y pedagógicas que dinamizan <strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de la escu<strong>el</strong>a.VII.2. Dim<strong>en</strong>sión de las Concepciones de EIBDe acuerdo a las interpretaciones que se han realizado <strong>en</strong> las dim<strong>en</strong>siones anteriores y otroshallazgos que complem<strong>en</strong>tan los ya señalados se analizarán las concepciones de EIB que subyac<strong>en</strong> <strong>en</strong>los diversos discursos que constituy<strong>en</strong> <strong>el</strong> material de nuestro análisis.Puede argum<strong>en</strong>tarse que las concepciones de EIB de los actores se tiñ<strong>en</strong> por las r<strong>el</strong>aciones depoder que se observan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. En este marco la EIB se pone, como ya se ad<strong>el</strong>antó <strong>en</strong> ladim<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> currículum, <strong>en</strong> <strong>en</strong>tredicho ya que tal y como la habíamos definido <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco teóricola interculturalidad ti<strong>en</strong>e un compon<strong>en</strong>te dialógico que <strong>en</strong> este caso no se da o no se produce como- 224 -


lo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos es decir como instancia <strong>en</strong> la que los sujetos colaboran <strong>en</strong> la transformación de larealidad caracterizada por las r<strong>el</strong>aciones de opresión, <strong>en</strong> este caso institucional. Si como se ha dichola comunidad impone <strong>en</strong> los procesos curriculares sus intereses manifiestos <strong>en</strong> los cont<strong>en</strong>idos, <strong>el</strong>diálogo se trunca por las restricciones que <strong>el</strong> poder de la comunidad predefine como “norma”, noexiste interculturalidad sino <strong>el</strong> dominio <strong>en</strong> este aspecto de la cultura indíg<strong>en</strong>a sobre la cultura“criolla”.La comunidad ejerce <strong>el</strong> poder que le confiere <strong>el</strong> hecho de ser “dueña” de la escu<strong>el</strong>a paradeterminar y autorizar <strong>el</strong> currículum, <strong>en</strong>tre otras cosas, es preciso remarcar los supuestos queoperan <strong>en</strong> tal ejercicio d<strong>el</strong> poder, y por lo tanto <strong>en</strong> la configuración de la concepción de EIB quesosti<strong>en</strong>e.Como un primer acercami<strong>en</strong>to a la definición de la concepción de EIB de la comunidad sepuede afirmar que los principios de reproducción social y de conservación de la cultura y la l<strong>en</strong>guason estructurantes <strong>en</strong> dicha concepción de EIB de este actor. Por lo que <strong>en</strong> la combinación decompon<strong>en</strong>tes de tal concepción sobresal<strong>en</strong> los r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong> objetivo de capacitación y con <strong>el</strong>rescate y revalorización (autoestima) de aspectos de la cultura que desde un tiempo a esta parte se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> p<strong>el</strong>igro de extinción.El hecho de que la comunidad haya demandado escu<strong>el</strong>a es <strong>en</strong> nuestra interpretación unindicio de la situación de ruptura de la continuidad de su desarrollo histórico-cultural, lo que se habríamanifestado c<strong>en</strong>tralm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la imposibilidad de obt<strong>en</strong>er medios de subsist<strong>en</strong>cia, imposibilidad quepor otra parte se liga <strong>en</strong> <strong>el</strong> imaginario de la comunidad a la obt<strong>en</strong>ción de cred<strong>en</strong>ciales que la escu<strong>el</strong>aofrece como medios de acceso a los b<strong>en</strong>eficios que estos actores id<strong>en</strong>tifican <strong>en</strong> la sociedad local yregional.Como modo de ir articulando los compon<strong>en</strong>tes que detallaremos de la concepción de EIB d<strong>el</strong>a comunidad, que paulatinam<strong>en</strong>te se establece como la concepción de EIB de la institución, diremosque estas concepciones no pued<strong>en</strong> compr<strong>en</strong>derse desligadas de los aspectos que le han aportado losactores criollos de la iglesia católica que desde que llegan al lugar aportan desde lo ideológico suvisión sobre la praxis de mejorami<strong>en</strong>to de la situación socioeconómica y cultural <strong>en</strong> la que se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la comunidad, y afirmaremos basados <strong>en</strong> este supuesto que son estos actores los que leotorgan a la escu<strong>el</strong>a la función de conservación de la cultura wichí mi<strong>en</strong>tras la comunidad solobuscaba la reproducción social a través de la ag<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la que lograría accesibilidad a las cred<strong>en</strong>cialespara obt<strong>en</strong>er puestos de trabajo <strong>en</strong> la sociedad local y regional.- 225 -


En este s<strong>en</strong>tido se puede suponer que <strong>en</strong> <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de la escu<strong>el</strong>a la comunidad fuecondicionada por las posibilidades que la sociedad local y regional le ofrece para reproducirsesocialm<strong>en</strong>te fuera de los marcos históricos de desarrollo de la cultura wichí. Varios indicios nos guíanpara conjeturar esta posibilidad. Desde <strong>el</strong> hecho, contradictorio con la demanda de escu<strong>el</strong>a, deseguridad d<strong>el</strong> cacique de que los niños no se educarán <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a sino que la función educativa laseguirá cumpli<strong>en</strong>do la comunidad, pasando por <strong>el</strong> hecho de que los miembros de la comunidad noaceptaban que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a se <strong>en</strong>señara <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>gua, por acción de def<strong>en</strong>sa o por falta deautoestima pero la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a no <strong>en</strong>traba <strong>en</strong> la concepción de educación escolar de lacomunidad, y finalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> objetivo explícito expresado por <strong>el</strong> cacique actual, que es una aspecto concierta continuidad <strong>en</strong> la demanda de la comunidad, de que la escu<strong>el</strong>a debía y debe servir para quealgunos individuos de la comunidad llegu<strong>en</strong> a ser profesionales, es decir usar la escu<strong>el</strong>a como mediode movilidad social, lo que implica un riesgo cultural asumido por <strong>el</strong> wichí pues de acuerdo a laposición d<strong>el</strong> grupo wichí <strong>en</strong> la jerarquía d<strong>el</strong> estatus social de todos los grupos de sociedad local yregional la movilidad social asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te de los individuos implicaría un cambio de grupo, o al m<strong>en</strong>os lacrisis de la id<strong>en</strong>tidad individual.Ahora bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> este proceso que no es lineal participan diversos factores que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que verprincipalm<strong>en</strong>te con los procesos de aculturación y de construcción de la id<strong>en</strong>tidad social de losindividuos. Hablamos de la id<strong>en</strong>tificación con <strong>el</strong> grupo de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia o <strong>el</strong> cambio <strong>en</strong> la id<strong>en</strong>tificaciónligado a la construcción de la autoestima individual y étnica, y <strong>en</strong> este marco <strong>en</strong>contramos una gamade posibles resoluciones, algunas <strong>en</strong> las concepciones de EIB de los actores. Tal gama de posicionesvan d<strong>el</strong> separatismo y la marginalización a la integración-biculturalismo, y se defin<strong>en</strong> por <strong>el</strong> grado deid<strong>en</strong>tificación de los individuos con <strong>el</strong> <strong>en</strong>dogrupo o <strong>el</strong> exogrupo.Entre los actores criollos se deb<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>ciar por una parte aqu<strong>el</strong>los que forman parte de laIglesia Católica y que llevan más de treinta y cinco años vivi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la comunidad (no “<strong>en</strong>” lacomunidad pero si <strong>en</strong> <strong>el</strong> lugar, muy cercanos a los miembros de la comunidad wichí); y por otra part<strong>el</strong>os actores criollos que forman parte solam<strong>en</strong>te de la escu<strong>el</strong>a, directivos y maestros.Entre los actores criollos más antiguos, principalm<strong>en</strong>te M.F. y J.M.A. ambos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes ala Iglesia Católica, <strong>en</strong>contramos s<strong>en</strong>tidos que configuran una concepción de EIB que <strong>el</strong>los defin<strong>en</strong>como bicultural, <strong>en</strong> la que los criollos colaboran para que la comunidad pueda <strong>en</strong> algún mom<strong>en</strong>toautogestionar la escu<strong>el</strong>a. De acuerdo a los testimonios puede afirmarse que son estos actoresqui<strong>en</strong>es han aportado desde una posición político-ideológica a la <strong>el</strong>aboración de una concepción deEIB de resist<strong>en</strong>cia a la imposición de la cultura criolla <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a y a la conservación y revalorización- 226 -


de la cultura wichí, función que le cupo históricam<strong>en</strong>te a la escu<strong>el</strong>a wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi desdesu génesis.De estos actores surge la noción de la escu<strong>el</strong>a wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi como propiedad d<strong>el</strong>a comunidad. En la actualidad existe un cons<strong>en</strong>so sobre esta definición, pero no se puede decir qu<strong>el</strong>a institucionalización de esta concepción no haya g<strong>en</strong>erado conflicto <strong>en</strong> los diversos actores. Losmismos actores wichí habrían cuestionado <strong>el</strong> bilingüismo propuesto por los criollos de la IglesiaCatólica <strong>en</strong> los oríg<strong>en</strong>es de la escu<strong>el</strong>a y cuando la concepción de EIB estaba configurandose.Entonces <strong>el</strong> bilingüismo es también un s<strong>en</strong>tido y compon<strong>en</strong>te que surge de los intereses deestos actores criollos. El orig<strong>en</strong> d<strong>el</strong> bilingüismo <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a se r<strong>el</strong>aciona de acuerdo a lo queargum<strong>en</strong>ta M.F. con dos aspectos. Por una parte con las dificultades <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza y principalm<strong>en</strong>t<strong>el</strong>as dificultades de comunicación, por otra parte, y <strong>en</strong> consonancia con la opción ideológica de estosactores, <strong>el</strong> bilingüismo es un principio semantizado desde la “justicia” y <strong>el</strong> derecho de los wichí aalfabetizarse <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>gua.Mi<strong>en</strong>tras tanto los otros actores criollos como los maestros y directivos aceptan desde suingreso a la escu<strong>el</strong>a muchos de los aspectos de la concepción de EIB más fuerte <strong>en</strong> la institución peroportan s<strong>en</strong>tidos y supuestos propios y adquiridos, los primeros supuestos hac<strong>en</strong> alusión a lascre<strong>en</strong>cias personales y las teorías informales que se <strong>en</strong>trecruzan con los adquiridos y que se refier<strong>en</strong> alos incluidos <strong>en</strong> los discursos oficiales y hegemónicos sobre la EIB.Como se ha desarrollado <strong>en</strong> <strong>el</strong> apartado de la dim<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> currículum aflora <strong>en</strong> los datosque los actores criollos, los maestros y <strong>el</strong> director, pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> juego <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong>currículum prescripto y <strong>en</strong> <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> currículum re<strong>el</strong>aborado <strong>en</strong> la institución una serie desupuestos referidos a la condición socioeconómica d<strong>el</strong> niño wichí. Tales s<strong>en</strong>tidos semantizan <strong>el</strong>currículum y las concepciones de EIB de los actores citados.Las concepciones de EIB de estos actores se configuran adhiri<strong>en</strong>do al discurso de la diversidadintroducido por <strong>el</strong> multiculturalismo neoliberal, no se hace explícito tal apego al mod<strong>el</strong>o hegemónicode EIB pero una serie de declaraciones nos llevan a reconstruir tal concepción despolitizada deeducación <strong>en</strong> la difer<strong>en</strong>cia.La despolitización de la difer<strong>en</strong>cia tal como la hemos definido desde las pedagogías críticasimplica quitar la diversidad de la posición misma desde la que existe como desigualdad a la vez quecomo recurso para la educación. Desligada de los ámbitos <strong>en</strong> las que se reactualiza como l<strong>en</strong>guaje yexperi<strong>en</strong>cia de los sujetos la difer<strong>en</strong>cia se parcializa haciéndose solo un producto que sirve <strong>en</strong> <strong>el</strong>marco de tecnologías para la formación de individuos y sujetos gobernables.- 227 -


La pobreza como dato de la condición de exist<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> niño wichí actúa como supuesto <strong>en</strong> la<strong>el</strong>aboración de las concepciones de EIB de los maestros y directivos. Esto se ha observado <strong>en</strong> loss<strong>en</strong>tidos que los maestros otorgan al currículum para la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a pues la definiciónque hac<strong>en</strong> de la re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum de la prescripción obligatoria se carga de s<strong>en</strong>tidosempobrecedores que reca<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> d<strong>el</strong> PEI y de la planificación para la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula.A su vez se crean expectativas sobre <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje de los niños que aparec<strong>en</strong> como topespara la <strong>en</strong>señanza d<strong>el</strong> maestro, a la vez que explican los resultados obt<strong>en</strong>idos por los niños. Lo másdestacable de este supuesto lat<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las concepciones de EIB de los maestros y los directivos es <strong>el</strong>poder que ti<strong>en</strong>e para g<strong>en</strong>erar s<strong>en</strong>tidos <strong>en</strong> los sujetos a los que asigna posiciones pedagógicas yesperanzas sociales. Como ya se ha desarrollado, cuando los actores wichí autorizan <strong>el</strong> currículum lohace desde la posición asignada de pobres, y desde la necesidad de capacitarse para superar talcondición, lo que conlleva la autoasignación d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de educación y d<strong>el</strong> currículum que sirvanpara tales fines, y <strong>en</strong> lo que coincid<strong>en</strong> con los supuestos señalados <strong>en</strong> estos actores criollos. Lapobreza de los wichí, aparte de ser una realidad y una condición innegable, es un supuesto que opera<strong>en</strong> la concepción de EIB de los maestros y <strong>en</strong> la visión d<strong>el</strong> mundo d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a, que g<strong>en</strong>erada <strong>en</strong> unproceso casi invisible sobredeterminado por la posición social asignada por la sociedad local yregional la asum<strong>en</strong>, la resist<strong>en</strong> o la aceptan.Finalm<strong>en</strong>te es necesaria la alusión al pap<strong>el</strong> de los lineami<strong>en</strong>tos de las políticas educativas <strong>en</strong>las concepciones de EIB. Puede afirmarse que <strong>el</strong> PNEIB ti<strong>en</strong>e significativos efectos <strong>en</strong> <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong>currículum y <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de los proyectos que conforman dicho currículum. En este s<strong>en</strong>tido esremarcable que dicho programa moviliza a los actores a partir d<strong>el</strong> financiami<strong>en</strong>to que pued<strong>en</strong>obt<strong>en</strong>er para ejecutar los proyectos pero que además se usa para <strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de lasinstituciones. Este programa define una concepción de EIB <strong>en</strong> la que, como ya desarrollamos, laslíneas de acción viabilizan <strong>el</strong> desarrollo de este campo de la educación.La provincia de Salta cu<strong>en</strong>ta con un equipo d<strong>el</strong> Ministerio de Educación que se <strong>en</strong>carga degestionar tales líneas de acción, principalm<strong>en</strong>te la formación de los auxiliares bilingües y la<strong>el</strong>aboración de material didáctico <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, lo que evid<strong>en</strong>cia cuales son los aspectos <strong>en</strong> losque se pone énfasis.Sin embargo tales acciones consecu<strong>en</strong>tes con la concepción de EIB d<strong>el</strong> PNEIB que desde <strong>el</strong>Ministerio de Educación de la provincia de Salta se promuev<strong>en</strong> chocan con las políticas indig<strong>en</strong>istasd<strong>el</strong> Estado Salteño que promueve la mercantilización de las id<strong>en</strong>tidades étnicas y la división de los- 228 -


Pueblos Indíg<strong>en</strong>as de la provincia tanto la división <strong>en</strong>tre los Pueblos como hacia ad<strong>en</strong>tro de cada uno,g<strong>en</strong>erando la promoción de ag<strong>en</strong>tes de las políticas cli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ares <strong>en</strong> las comunidades.La interacción de estos aspectos y de las concepciones que int<strong>en</strong>tamos id<strong>en</strong>tificar ycompr<strong>en</strong>der g<strong>en</strong>era una concepción hegemónica de EIB <strong>en</strong> la institución, y <strong>el</strong> rasgo más significativode tal concepción es <strong>el</strong> no ser una <strong>el</strong>aboración monolítica. Como marco refer<strong>en</strong>cial de las prácticas ylos discursos se caracteriza por <strong>el</strong> equilibrio/t<strong>en</strong>sión de sus s<strong>en</strong>tidos y supuestos. A continuaciónint<strong>en</strong>taremos desarrollar tales supuestos y s<strong>en</strong>tidos <strong>en</strong> la concepción hegemónica <strong>en</strong> la institución y ala vez <strong>en</strong> las concepciones de los diversos actores, que son la base de esta construcción, y que le dantal carácter de equilibrio/t<strong>en</strong>sión.Para tales efectos se han id<strong>en</strong>tificado tres principios políticos y pedagógicos que lasamalgaman: Integración, Biculturalismo y Bilingüismo. A continuación <strong>el</strong> desarrollo se estructuraráalrededor de estos principios, interpretándolos <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de las concepciones de EIB a la vez quebuscando compr<strong>en</strong>derlas.VII.2.a. La Integración <strong>en</strong> las concepciones de EIBPara desarrollar este apartado partimos de la constatación de que <strong>en</strong> <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de la escu<strong>el</strong>aWichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi <strong>el</strong> objetivo de esta era la “Integración desde la difer<strong>en</strong>cia”. Según M.F.“ahora la palabra integración no se quiere decir porque es como desconocer lo cultural propio”. Laintegración com<strong>en</strong>zó con la visita a instituciones públicas y la gestión d<strong>el</strong> Docum<strong>en</strong>to Nacional deId<strong>en</strong>tidad (DNI) de los individuos wichí, de esta forma también se buscaba <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de lasociedad nacional. Cu<strong>en</strong>ta la <strong>en</strong>trevistada que los niños escondían la cara cuando aparecía un blancoincluso a <strong>el</strong>la le costó v<strong>en</strong>cer esto <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a pues hablaban sin mirarla. En <strong>el</strong> año 1977 la escu<strong>el</strong>aparticipa d<strong>el</strong> desfile cívico militar d<strong>el</strong> 25 de mayo, es la primera vez que los niños y la comunidadWichí participan de un ev<strong>en</strong>to de la sociedad de Mosconi. Se int<strong>en</strong>ta la integración por medio deestos tipos de ev<strong>en</strong>tos.La integración que se definió desde ese mom<strong>en</strong>to se as<strong>en</strong>taba <strong>en</strong> una serie de compon<strong>en</strong>tesde la cultura minoritaria lo que constituía una novedad pues tanto la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a como asítambién los valores de la cultura indíg<strong>en</strong>a se consideraban, desde la sociedad criolla, perjudiciales ylimitantes de la integración de las comunidades a la sociedad local y regional.- 229 -


Entre los aspectos de este principio de la concepción de EIB, la integración, se destacaban laformación <strong>en</strong> <strong>el</strong> “amor” por la patria y los símbolos patrios, además se ponía <strong>el</strong> ac<strong>en</strong>to <strong>en</strong> lacomunicación <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua oficial pero sin perder la l<strong>en</strong>gua propia d<strong>el</strong> wichí.El mom<strong>en</strong>to histórico <strong>en</strong> que se <strong>el</strong>abora esta concepción está marcado por las políticasautoritarias desde <strong>el</strong> Estado Nacional y Provincial. La escu<strong>el</strong>a se crea <strong>en</strong> la última parte de un procesopolítico <strong>en</strong> que se habían definido lineami<strong>en</strong>tos políticos populares, sin embargo pronto <strong>el</strong> control yc<strong>en</strong>tralm<strong>en</strong>te la c<strong>en</strong>sura sobre las prácticas y los discursos <strong>en</strong> las instituciones públicas cambiarían <strong>el</strong>rumbo truncando las experi<strong>en</strong>cias que se v<strong>en</strong>ían llevando a cabo.El proceso de reacción y viol<strong>en</strong>cia política, y real, pronto condicionó la continuidad d<strong>el</strong> uso d<strong>el</strong>a l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a y de los valores que expresaban la “integración desde la difer<strong>en</strong>cia”. Los gobiernosmilitares defin<strong>en</strong> la seguridad nacional a partir de la integración <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como uniformación yasimilación, lo que g<strong>en</strong>era que la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a y de los valores propios de la culturawichí como la cooperación y la “organización” comunitaria se consider<strong>en</strong> violaciones a estosprincipios de la doctrina d<strong>el</strong> Estado.Sin embargo estos aspectos de la concepción de EIB constituían <strong>el</strong> motor de la institución, ypodría decirse que aspectos de su naturaleza política-pedagógica, tal vez esta interpretación nos llevea <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la resist<strong>en</strong>cia de los actores institucionales a la c<strong>en</strong>sura y las prohibiciones quecom<strong>en</strong>zarían a viabilizar los ag<strong>en</strong>tes d<strong>el</strong> Estado como los supervisores. Aunque podríamos <strong>en</strong>contrarvarias aristas <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de resist<strong>en</strong>cia que se inicia <strong>en</strong> la última dictadura militar, así se hará <strong>en</strong> <strong>el</strong>apartado d<strong>el</strong> biculturalismo <strong>en</strong> las concepciones de EIB.En <strong>el</strong> decurso de los años la escu<strong>el</strong>a fue modificando su objetivo g<strong>en</strong>eral, sin embargoafirmamos que <strong>el</strong> objetivo de la integración ti<strong>en</strong>e continuidad con <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido que se ha descripto,incluy<strong>en</strong>do cierta cuota de t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre asimilación y difer<strong>en</strong>cia. En <strong>el</strong> año 1984, con la aperturademocrática, se cambia <strong>el</strong> objetivo de la <strong>en</strong>señanza, se deja de hablar de integración para hablar de“capacitar al aborig<strong>en</strong> para des<strong>en</strong>volverse <strong>en</strong> la sociedad”, se empieza a p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> un sujetoautónomo. Ent<strong>en</strong>demos que este cambio <strong>en</strong> <strong>el</strong> objetivo ti<strong>en</strong>e que ver con la profundización d<strong>el</strong>objetivo de la comunidad y de los repres<strong>en</strong>tantes de la Iglesia Católica principalm<strong>en</strong>te de laparticipación de la comunidad <strong>en</strong> la gestión de la escu<strong>el</strong>a, pero que a la vez coincide con un cambio<strong>en</strong> la visión oficial d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a, es decir de la política indig<strong>en</strong>ista paternalista que pronto se convierte<strong>en</strong> asist<strong>en</strong>cialista.La participación de la comunidad <strong>en</strong> la gestión de la escu<strong>el</strong>a es un compon<strong>en</strong>te de r<strong>el</strong>evancia<strong>en</strong> la concepción de EIB de la comunidad misma y de los repres<strong>en</strong>tantes de la Iglesia Católica, y se- 230 -


institucionaliza como compon<strong>en</strong>te de la concepción de EIB de la escu<strong>el</strong>a aceptada por todos losactores.Es preciso destacar que los objetivos efectivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>unciados <strong>en</strong> <strong>el</strong> proyecto institucionalde la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> cada etapa ti<strong>en</strong><strong>en</strong> efectos <strong>en</strong> la <strong>en</strong>unciación que de las int<strong>en</strong>ciones educativas sehace desde la sociedad criolla a través de los actores que la repres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a.En <strong>el</strong> año 1992 se modifica por última vez <strong>el</strong> objetivo de la institución que se <strong>en</strong>uncia de lasigui<strong>en</strong>te forma:“colaborar <strong>en</strong> la capacitación d<strong>el</strong> aborig<strong>en</strong> con miras a la AUTOGESTIÓN YAUTODETERMINACIÓN DEL PUEBLO WICHÍ, como parte de la comunidad nacional, mediante larevalorización de su cultura, <strong>el</strong> cultivo de su l<strong>en</strong>gua materna, <strong>el</strong> arraigo <strong>en</strong> sus tradiciones y valores ymediante la capacitación <strong>en</strong> <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to de la cultura blanca”Se pone él énfasis <strong>en</strong> la capacitación d<strong>el</strong> individuo wichí, capacitación para des<strong>en</strong>volverse <strong>en</strong>la comunidad nacional, por lo tanto <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to que estructura él currículum debe ser de lacultura criolla, mi<strong>en</strong>tras tanto se defin<strong>en</strong> algunos aspectos que deberían formar parte de la<strong>en</strong>señanza para que los niños conserv<strong>en</strong> la cultura wichí. Lo que sobresale <strong>en</strong> esta definición de laintegración d<strong>el</strong> individuo wichí a la comunidad criolla es la formación dualista, <strong>en</strong> términos culturales,pues no se observa una definición de interculturtalidad sino de un biculturalismo <strong>en</strong> donde ladiversidad es un bastión de def<strong>en</strong>sa y a la vez un recurso para la <strong>en</strong>señanza como ya desarrollamos <strong>en</strong>la dim<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> currículum y como será ampliado <strong>en</strong> <strong>el</strong> apartado d<strong>el</strong> biculturalismo <strong>en</strong> lasconcepciones de EIB.Lo que es necesario decir es que la <strong>en</strong>unciación de que la escu<strong>el</strong>a es de la comunidad <strong>en</strong>tra <strong>en</strong>contradicción con la forma <strong>en</strong> que se <strong>en</strong>uncian los objetivos de la escu<strong>el</strong>a. De acuerdo con M.F.:“… <strong>el</strong> maestro vi<strong>en</strong>e como un invitado y no a imponer vi<strong>en</strong>e con un inm<strong>en</strong>so respeto como seacerca un invitado a una casa cuando lo invitan y no como qui<strong>en</strong> vi<strong>en</strong>e a imponer, a imponer suscostumbres ni nada o sea <strong>el</strong> inm<strong>en</strong>so respeto que debe t<strong>en</strong>er <strong>el</strong> criollo fr<strong>en</strong>te al aborig<strong>en</strong>…losaboríg<strong>en</strong>es nos llamaron para abrir la escu<strong>el</strong>a porque la escu<strong>el</strong>a es de <strong>el</strong>los <strong>en</strong>tonces t<strong>en</strong>emos querespetar sus pautas culturales su s<strong>en</strong>tido de la educación y todo lo que <strong>el</strong>los consideran pero nov<strong>en</strong>imos a imponer lo nuestro, la realidad aborig<strong>en</strong> wichí es particular de esta comunidad” (M.F.)- 231 -


No se puede dudar de que los actores criollos respet<strong>en</strong> la cultura de los niños wichí que <strong>en</strong>sus prácticas int<strong>en</strong>t<strong>en</strong> usar recursos de la cultura d<strong>el</strong> niño, y que por lo tanto definan la <strong>en</strong>señanzacomo bicultural, pero <strong>en</strong> las definiciones que <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> <strong>el</strong> PEI y algunos proyectos <strong>el</strong> criollo es<strong>el</strong> sujeto de la acción y <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a <strong>el</strong> sujeto destinatario de dicha acción, por lo que, si <strong>el</strong> objetivo es“colaborar <strong>en</strong> la capacitación de…” qui<strong>en</strong> colabora es qui<strong>en</strong> define la acción, y aunque losdestinatarios particip<strong>en</strong> <strong>en</strong> esta “definición de” la escu<strong>el</strong>a es para <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a y no d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a.Si p<strong>en</strong>samos <strong>en</strong> la integración a la comunidad nacional d<strong>el</strong> wichí qui<strong>en</strong> integra es lacomunidad nacional a través de la acción de colaboración de los ag<strong>en</strong>tes que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a <strong>el</strong>la.Asimismo se debe preguntar sobre como se define <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que la comunidad se“AUTOGESTIONARÁ Y AUTODETERMINARÁ”, cuáles son las condiciones y los factores que la situaciónde la comunidad harán concebir que ha llegado <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to, y si vamos un poco más allá <strong>en</strong> la mismadefinición institucional, <strong>en</strong> <strong>el</strong> objetivo <strong>en</strong>unciado, se puede inferir que este mom<strong>en</strong>to será cuando lacomunidad esté integrada a la comunidad nacional capacitada para subsistir <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema productivode esta, conservando su l<strong>en</strong>gua, valores y tradiciones, y aquí t<strong>en</strong>emos la definición de integración.Se puede argum<strong>en</strong>tar que es un hecho evid<strong>en</strong>te que la escu<strong>el</strong>a está para integrar a losindividuos a la sociedad global. En tanto hemos dicho que la escu<strong>el</strong>a es para <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a y no d<strong>el</strong>indíg<strong>en</strong>a bajo las condiciones descriptas la evid<strong>en</strong>cia adquiere <strong>el</strong> valor de una realidad que ti<strong>en</strong>e lafuerza de refutar algunos discursos que ca<strong>en</strong> por sus contradicciones. El hecho es que la escu<strong>el</strong>a es lainstitución d<strong>el</strong> Estado que perpetúa <strong>el</strong> ciclo escolar, la organización d<strong>el</strong> tiempo y d<strong>el</strong> espacio, es decirlos horarios así como la organización de las actividades de apr<strong>en</strong>dizaje, los cont<strong>en</strong>idos y lasmetodologías, y estos compon<strong>en</strong>tes se defin<strong>en</strong> <strong>en</strong> función d<strong>el</strong> modo de exist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la sociedadoccid<strong>en</strong>tal.En este marco refer<strong>en</strong>cial se debe <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la interacción de las concepciones de EIB d<strong>el</strong>os difer<strong>en</strong>tes actores se define por <strong>el</strong> conflicto o al m<strong>en</strong>os la t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre sus aspectos, supuestos ys<strong>en</strong>tidos. Cada concepción compr<strong>en</strong>de <strong>en</strong> sí s<strong>en</strong>tidos y supuestos de otras concepciones y de estaforma g<strong>en</strong>eran la t<strong>en</strong>sión que dinamiza la naturaleza política-pedagógica de la Escu<strong>el</strong>a Wichí deG<strong>en</strong>eral Mosconi.La comunidad ejerce poder para <strong>el</strong>aborar <strong>el</strong> currículum, con sus decisiones e interesesdetermina y autoriza <strong>el</strong> currículum, pero aún exist<strong>en</strong> aspectos de la concepción de EIB oficial, ligadosal mod<strong>el</strong>o tradicional de escu<strong>el</strong>a y de la concepción tradicional de educación, que no son rechazadoso resistidos por la comunidad. La escu<strong>el</strong>a impone modos de r<strong>el</strong>ación que son difer<strong>en</strong>tes,radicalm<strong>en</strong>te, con los que les correspond<strong>en</strong> <strong>en</strong> la cultura wichí. Sin embargo hay una actitud de- 232 -


aceptación de la comunidad que manifiesta con esta conducta un corrimi<strong>en</strong>to de los marcosrefer<strong>en</strong>ciales de su cultura, y lo más significativo es que los adultos “actuales” consideran tolerable ypertin<strong>en</strong>te tal corrimi<strong>en</strong>to.Los rasgos de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong>unciados como invariantes ti<strong>en</strong><strong>en</strong> efectos <strong>en</strong> <strong>el</strong> comportami<strong>en</strong>tode los sujetos que pued<strong>en</strong> aceptarlos y acomodarse a la posición que se le asigna, o por <strong>el</strong> contrariose pued<strong>en</strong> resistir y g<strong>en</strong>erar un conflicto que introduciría modificaciones <strong>en</strong> la institución omanifestándose como disruptivo provocando la crisis de esta.Hemos desarrollado <strong>el</strong> proceso de re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum que ocurre <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a y losrasgos que adquiere <strong>en</strong> tanto a r<strong>el</strong>aciones de poder. Uno de los actores criollos definíacategóricam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> poder <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso, y refiriéndose a la comunidad wichí decía que <strong>el</strong>los“determinan y autorizan” lo que se puede <strong>en</strong>señar. Sin embargo este poder cede <strong>en</strong> otros aspectoscomo <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones pedagógicas <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula que aparec<strong>en</strong> como invariantes de la concepción oficialde educación. En <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te testimonio un actor indíg<strong>en</strong>a interpreta la acomodación d<strong>el</strong> wichí a unaspecto específico de la escu<strong>el</strong>a, y lo articula con la necesidad de la exist<strong>en</strong>cia de individuos de estaetnia preparados para compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> contacto cultural <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a evitando los conflictosdisruptivos:“… <strong>en</strong>tonces eso es lo que nos cambió un poco la m<strong>en</strong>talidad a nosotros los varones y lasmujeres actuales, y nos <strong>en</strong>contramos d<strong>en</strong>tro de una escu<strong>el</strong>a que todos t<strong>en</strong>emos que ser iguales…por ahí hay muchos auxiliares que no interpretan eso y quedan perdidos, no sab<strong>en</strong> que hacer, no esque no quieran trabajar sino que no lo pued<strong>en</strong> aceptar, eso es lo que yo insistía… que <strong>el</strong> chico o <strong>el</strong>que quiera trabajar como maestro bilingüe ti<strong>en</strong>e que t<strong>en</strong>er ci<strong>en</strong> por ci<strong>en</strong>to conocimi<strong>en</strong>to cultural,caso contrario no va a funcionar, nada más que va a empezar a inv<strong>en</strong>tar sobre la cultura y que va aquerer poner cosas nuevas que nada que ver con la cultura…”(V.L.)El informante argum<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> cambio <strong>en</strong> la posición de los miembros de la comunidad, quepuede expresarse como corrimi<strong>en</strong>to de los adultos que <strong>en</strong> la actualidad toman decisiones sobre <strong>el</strong>destino de la comunidad. Estos varones y mujeres aceptan aqu<strong>el</strong>la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> donde no hayseparación por género, modo de r<strong>el</strong>ación que va <strong>en</strong> contra de la cultura wichí. Sin embargo aún coneste corrimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a tal cambio puede g<strong>en</strong>erar conflicto si no es acompañado con lareflexión-praxis de los actores. Doble conflicto, con la cultura criolla que dinamiza ciertas prácticas <strong>en</strong>- 233 -


la escu<strong>el</strong>a y con la propia cultura indíg<strong>en</strong>a que incluye ciertos arbitrios que pued<strong>en</strong> flexibilizarse perosobre la base d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to profundo de tales cánones, ya que como sugiere <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado:“… vos has visto que cuando vos tocás una cultura aj<strong>en</strong>a a la tuya siempre va a haberconflicto y se van a terminar p<strong>el</strong>eándose, y son conflictos que así pasa g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te, y eso se nota<strong>en</strong> todos lados…” (V.L.)Como corolario de esta interpretación d<strong>el</strong> actor se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que <strong>el</strong> wichí busca evitar<strong>el</strong> conflicto con la cultura criolla, pero qué s<strong>en</strong>tido puede tomar lo conflictivo <strong>en</strong> este marco. Para<strong>en</strong>sayar la respuesta diremos que la comunidad decide qué se puede incluir <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum, peroque esta s<strong>el</strong>ección no garantiza objetivam<strong>en</strong>te la calidad de la educación <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, ademásdiremos que <strong>en</strong> esta s<strong>el</strong>ección confluy<strong>en</strong> supuestos y s<strong>en</strong>tidos sobre lo conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te y pertin<strong>en</strong>te parala <strong>en</strong>señanza que portan los actores criollos y los actores wichí, y que de tal conflu<strong>en</strong>cia emerge uncurrículum y una <strong>en</strong>señanza empobrecida. En esta conflu<strong>en</strong>cia se asum<strong>en</strong> que aspectos de laconcepción tradicional de educación son invariantes, y desde los wichí tal inmovilidad, que es <strong>en</strong>definitiva incuestionabilidad, se semantiza desde una vocación de “bu<strong>en</strong>a voluntad” que reprime laopción por la transformación de estos aspectos.Tomemos otro supuesto que actúa <strong>en</strong> las concepciones de EIB de los actores. En variostestimonios, principalm<strong>en</strong>te de actores criollos, se hace refer<strong>en</strong>cia a la importancia de respetar lacultura y la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, lo que equivaldría a afirmar que es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te partir de los saberes d<strong>el</strong>os niños. Sin embargo podría sost<strong>en</strong>erse junto a Paulo Freire que tanto los actores criollos y losactores indíg<strong>en</strong>as concib<strong>en</strong> que la <strong>en</strong>señanza debe partir d<strong>el</strong> “sujeto oprimido” pero que de acuerdo alos s<strong>en</strong>tidos otorgados a esta visión <strong>en</strong> los testimonios no para partir a “otro lugar” sino paraquedarse <strong>en</strong> <strong>el</strong> lugar de la opresión (Duhalde, 2008).De acuerdo a lo que hemos desarrollado las definiciones de este “otro lugar” son difusas yestán teñidas d<strong>el</strong> miedo al cambio. Criollos y Wichís se quedan <strong>en</strong> <strong>el</strong> lugar de la opresión. El wichí quees “invitado” a participar se manifiesta <strong>en</strong> la participación como su propio opresor. Entonces existe unvislumbre de ese “otro lugar” pero los condicionami<strong>en</strong>tos institucionales, principalm<strong>en</strong>te los queti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con <strong>el</strong> disciplinami<strong>en</strong>to, limitan la posición d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a, la “bu<strong>en</strong>a voluntad” d<strong>el</strong> wichí,que es su modo de ser cultural, se manifiesta como auto-opresión pues evita <strong>el</strong> conflicto lat<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lat<strong>en</strong>sión de las concepciones de EIB <strong>en</strong> contacto, y cuya resolución podría conducir a la transformacióny <strong>el</strong> desarrollo.- 234 -


Lo que se puede afirmar además es que <strong>en</strong> este contexto se puede hablar de integración de lacomunidad a la comunidad local y regional. A partir de estas acciones se promueve la integracióndesde dos posibles formas de concebir esta acción. La integración más cercana a la asimilación <strong>en</strong>tanto algunos aspectos de la sociedad criolla se aceptan e incorporan <strong>en</strong> las concepciones de EIB d<strong>el</strong>os actores indíg<strong>en</strong>as y de los actores criollos que se posicionan desde <strong>el</strong> respeto al wichí, y por otraparte la integración de la comunidad participativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes acciones <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la<strong>en</strong>señanza y la investigación educativa.El primer caso se expresa muchas veces como una necesidad que los actores wichí seplantean <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de su demanda de capacitación para desarrollarse <strong>en</strong> forma indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te, <strong>en</strong><strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te testimonio se plasma lo que afirmamos:“… uno de los alumnos de la escu<strong>el</strong>a que era V… me acuerdo que dijo, este chico dice “ yomuchas veces me pregunto para que estudiar al secundario, porque t<strong>en</strong>go miedo, dice, de perderla int<strong>el</strong>ig<strong>en</strong>cia de los antiguos si yo estudio <strong>el</strong> secundario, pero al final dice me di cu<strong>en</strong>ta de quet<strong>en</strong>emos que estudiar <strong>el</strong> secundario para poder <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derlos a ustedes los blancos, porque si yo noestudio <strong>el</strong> secundario no los puedo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der, porque ustedes por ejemplo quier<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er unmontón de cosas, y nosotros no (¡) somos distintos”…” (M.F.)Más allá d<strong>el</strong> hecho de que <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado hace constar <strong>el</strong> interés explícito d<strong>el</strong> sujeto wichí,interés válido a la hora de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der los supuestos de la concepción de EIB de la comunidad indíg<strong>en</strong>a,lo que es significativo <strong>en</strong> este pasaje de nuestro desarrollo es la connotación que <strong>el</strong> objetivo d<strong>el</strong> actorindíg<strong>en</strong>a ti<strong>en</strong>e para su id<strong>en</strong>tidad y la de los individuos de la comunidad, pues <strong>el</strong> espectro que defineeste objetivo trasci<strong>en</strong>de la educación primaria o g<strong>en</strong>eral básica. Se tratan de trayectorias escolaresque se atraviesan con trayectorias socioculturales, así como las definiciones de la EIB <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a sedefine como una t<strong>en</strong>sión de concepciones más o m<strong>en</strong>os integradoras que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>el</strong> equilibrio porla participación de la comunidad que posibilita <strong>el</strong> respeto de la cultura y la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, paralograr lo que <strong>el</strong> actor wichí plantea por intermedio de M.F., avanzar <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema educativo, esimprescindible conocer la l<strong>en</strong>gua española <strong>en</strong> tanto <strong>el</strong> bilingüismo y la interculturalidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> contextoactual queda limitada a la <strong>en</strong>señanza primaria e inicial. Lo que plantea <strong>el</strong> sujeto wichí implica laintegración más cercana a la asimilación a la sociedad criolla que la integración desde la participaciónd<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> esta.- 235 -


El argum<strong>en</strong>to de la participación queda <strong>en</strong>tonces limitado por las trayectorias reales de losindividuos y los grupos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> la sociedad global. Aún así la participación de la comunidad <strong>en</strong> lagestión de la escu<strong>el</strong>a debe <strong>en</strong>unciarse como un compon<strong>en</strong>te de las concepciones de EIB de losactores y como compon<strong>en</strong>te de la concepción de EIB institucionalizada:“… toda la vida les fuimos preguntando lo que <strong>el</strong>los querían o sea que <strong>el</strong>los siempre participaron<strong>en</strong> todas las reuniones con las maestras, no hubo ninguna reunión con <strong>el</strong> personal de la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong>que no vinieran <strong>el</strong> cacique, los ancianos y jóv<strong>en</strong>es de la comunidad, o sea que nunca hicimosreuniones solos, porque <strong>el</strong>los son los que sab<strong>en</strong> lo que quier<strong>en</strong> y lo que necesitan … nosotros nopodíamos imponerles nada, ya que como una necesidad fue que <strong>el</strong>los pid<strong>en</strong> lo d<strong>el</strong> cast<strong>el</strong>lanoporque se dan cu<strong>en</strong>ta que necesitan apr<strong>en</strong>der para comunicarse con los blancos…” (M.F.)La integración sin embargo ha servido <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso id<strong>en</strong>titario favorable a la cultura wichípues la forma <strong>en</strong> que se ha planteado, es decir desde la participación, ha g<strong>en</strong>erado que se fortalezcala id<strong>en</strong>tificación con <strong>el</strong> grupo de refer<strong>en</strong>cia de los niños y que a la vez se tom<strong>en</strong> y valor<strong>en</strong>determinados aspectos de la cultura criolla, lo que nos hace definir <strong>el</strong> proceso como de integraciónbiculturalismo.Tal vez uno de los compon<strong>en</strong>tes más pot<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> las concepciones de los actoresindíg<strong>en</strong>as y de cierta parte de los actores criollos, la autoestima d<strong>el</strong> grupo indíg<strong>en</strong>a, haya movilizado alos sujetos wichí que han recorrido gran parte d<strong>el</strong> trayecto d<strong>el</strong> sistema educativo a no r<strong>el</strong>acionarsedébilm<strong>en</strong>te con su grupo de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia, de acuerdo a lo que define <strong>el</strong> cacique de la comunidad loque se busca es que algunos individuos llegu<strong>en</strong> a ser profesionales para b<strong>en</strong>eficio de la comunidad, y<strong>en</strong> la actualidad gran parte de esos individuos, que han finalizado la escu<strong>el</strong>a secundaria <strong>en</strong> <strong>el</strong> pueblo,se desempeñan como auxiliares bilingües <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a o realizan trabajos para la comunidad, laboresque precisan compet<strong>en</strong>cias que se adquier<strong>en</strong> <strong>en</strong> las Escu<strong>el</strong>as Técnicas por ejemplo.La concepción de EIB de la comunidad no supuso <strong>en</strong> su génesis la construcción de la id<strong>en</strong>tidadcultural d<strong>el</strong> grupo. Puede afirmarse que este compon<strong>en</strong>te de la concepción de EIB hoyinstitucionalizada es producto, desde la creación de la escu<strong>el</strong>a, de la influ<strong>en</strong>cia de los supuestos ys<strong>en</strong>tidos que los actores criollos que colaboraron <strong>en</strong> esta génesis. Los actores de la Iglesia Católicaconcibieron la construcción de la autoestima étnica, cultural y social como un compon<strong>en</strong>te necesariopara una educación que colabore <strong>en</strong> la autodeterminación d<strong>el</strong> pueblo wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi.- 236 -


El tema de la construcción de la autoestima étnica o de grupo es muy frecu<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los datos ytambién significativo <strong>en</strong> la construcción de la concepción de EIB de la escu<strong>el</strong>a, ti<strong>en</strong>e efectosconsiderables <strong>en</strong> los procesos id<strong>en</strong>titarios:“…como eran muy despreciados los aboríg<strong>en</strong>es <strong>en</strong> esa época, muy marginados totalm<strong>en</strong>tedespreciados, <strong>en</strong>tonces es que era necesario que se afirmaran, que tuvieran confianza <strong>en</strong> simismos, que se afirmaran <strong>en</strong> su id<strong>en</strong>tidad, que descubrieran que realm<strong>en</strong>te valían, porque <strong>el</strong>losdecían como wichí como matacos no valían nada, no servía nada, decían “no Margarita <strong>el</strong> matacono sirve, no Margarita” … no sirve, decían, todo lo que fuera mataco, y bu<strong>en</strong>o por eso para que seafirm<strong>en</strong> <strong>en</strong> su id<strong>en</strong>tidad, <strong>en</strong> sus valores para que pudieran crecer desde <strong>el</strong>los mismos es queempezamos sobre todo con <strong>el</strong> idioma wichí, la primera vez que escribí una palabra <strong>en</strong> idiomawichí me dic<strong>en</strong> tapándose la cara me dijeron no Margarita <strong>el</strong> idioma no sirve, pero con unasonrisa <strong>en</strong>orme <strong>en</strong> la cara viste no podían creer de ver su idioma escrito <strong>en</strong> <strong>el</strong> pizarrón, y asíempezamos”.En la actualidad ha sido tomado como un supuesto propio de la comunidad y es usado poralgunos individuos wichí. Es que <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de la id<strong>en</strong>tidad cultural opera como aglutinante perotambién como un título de propiedad de un territorio de difer<strong>en</strong>cia que la comunidad posee y que ladistingue d<strong>el</strong> común d<strong>el</strong> pueblo de Mosconi, y que a la vez le vale como medio para arrancar de lasociedad nacional y d<strong>el</strong> Estado <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de los derechos culturales que le correspond<strong>en</strong> a losPIs <strong>en</strong> la arg<strong>en</strong>tina.Llegar a esta concepción de la id<strong>en</strong>tidad ha implicado un proceso de participación yreconciliación de la comunidad con un aspecto de su exist<strong>en</strong>cia que <strong>el</strong> espejo de la sociedad local ynacional le mostraba como estigma. La alteridad lo interp<strong>el</strong>aba desde la negación d<strong>el</strong> wichí comosujeto y cultura. Arrojados a las fronteras de la “civilización” no había retorno hacia lo propio sinoabandono de esto y apropiación de lo aj<strong>en</strong>o.El no haber concebido la <strong>el</strong>aboración de autoestima cultural y social como parte de lo quedemandaban <strong>en</strong> <strong>el</strong> año 1974 se evid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>el</strong> hecho de que <strong>en</strong> esa época la comunidad al igual que<strong>el</strong> Ministerio de Educación de la provincia de Salta hayan excluido de los territorios escolarizados <strong>el</strong>bilingüismo, la l<strong>en</strong>guas wichí como l<strong>en</strong>gua de instrucción, incluso llegando este último actor hasta laprohibición de cualquier uso de las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as.- 237 -


Como forma de reinv<strong>en</strong>ción de la autoestima cultural fragilizada <strong>en</strong> <strong>el</strong> contacto cultural con lacultura dominante <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>ación directa <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a y <strong>el</strong> criollo dos son las estrategias <strong>en</strong> estecontacto, por una parte la producción autoestima étnica y cultural.Sin embargo <strong>el</strong> proceso que int<strong>en</strong>tamos compr<strong>en</strong>der no es lineal ni homogéneo puesmi<strong>en</strong>tras hemos desarrollado que se busca reiv<strong>en</strong>tar la autoestima étnica o cultural d<strong>el</strong> grupo <strong>el</strong>contacto cultural introduce aspectos que produce otra conducta, propia de la situación de lafragilización de la id<strong>en</strong>tidad de un sector de la comunidad wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi, <strong>el</strong> abandono ola práctica espuria de la propia cultura que por lo g<strong>en</strong>eral g<strong>en</strong>era la objetivación y la mercantilizaciónde la misma, la ali<strong>en</strong>ación de la propia id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de las nuevas definiciones de loscapitales sociales y culturales que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> valor <strong>en</strong> <strong>el</strong> mercado globalizado, como sosti<strong>en</strong>e un<strong>en</strong>trevistado no son solo los blancos los que desvalorizan y objetivizan la cultura wichi:“hay g<strong>en</strong>te que, desgraciadam<strong>en</strong>te, se v<strong>en</strong>d<strong>en</strong> por poca cosa, <strong>en</strong>tregando la cultura porqueeso también pasa <strong>en</strong> otro lado, ahora <strong>en</strong> la actualidad todo <strong>el</strong> mundo quiere ser aborig<strong>en</strong>, uno pasacon una yica y cree que es cacique y no es así…”Es significativo como <strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado califica <strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, hace una valoración de la conductad<strong>el</strong> hombre wichi <strong>en</strong> la que marca lo indigno de esta que <strong>en</strong> última instancia es la consecu<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>contacto que g<strong>en</strong>era id<strong>en</strong>tidades adv<strong>en</strong>edizas, mi<strong>en</strong>tras la sociedad blanca usa mecanismos espuriosde cooptación <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los la compra de la id<strong>en</strong>tidad por dinero.Existe <strong>en</strong> <strong>el</strong> testimonio además una interpretación sobre las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre id<strong>en</strong>tidadpobrezay política, s<strong>en</strong>tido que se debe destacar pues se articula a las concepciones de los maestroscomo confirmación de los supuestos que portan estos actores sobre los límites que la pobreza d<strong>el</strong>niño wichí le impone a la <strong>en</strong>señanza.La construcción de la autoestima de grupo es uno de los aspectos constitutivos de laconcepción de EIB hegemónica <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Este supuesto es <strong>en</strong>unciado <strong>en</strong> diversos fragm<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong>a <strong>en</strong>trevista con M.F. r<strong>el</strong>acionado con difer<strong>en</strong>tes aspectos propios d<strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de la escu<strong>el</strong>a:<strong>el</strong> bilingüismo, los proyectos de diverso tipo c<strong>en</strong>trales <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum, los cursos de formación de losnuevos maestros, la participación de la comunidad <strong>en</strong> la gestión de la escu<strong>el</strong>a, <strong>en</strong> los primeros años ladedicación casi full time de los doc<strong>en</strong>tes, la importancia de los auxiliares bilingües, la <strong>el</strong>aboración derecursos didácticos <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a, la fuerte participación de la comunidad <strong>en</strong> los procesos de<strong>el</strong>aboración de la escritura d<strong>el</strong> wichi, tanto <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso llevado a cabo <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la propia- 238 -


escu<strong>el</strong>a como <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso que se vi<strong>en</strong>e efectuando <strong>en</strong> la provincia de Salta, con una significativadef<strong>en</strong>sa de la <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> alfabeto <strong>en</strong> grafía española contra la corri<strong>en</strong>te o t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que buscarealizarlo <strong>en</strong> grafía inglesa y <strong>en</strong> <strong>el</strong> que dominan los sectores más cercanos a la Iglesia Anglicana, lainvestigación de la cultura wichí realizada <strong>en</strong> forma conjunta con la comunidad y <strong>en</strong> la que laparticipación de los maestros emerge como imperativo y que sirve a su vez como “material” para <strong>el</strong>currículum, <strong>en</strong>tre otro aspectos.Se puede afirmar que la búsqueda de <strong>el</strong>aboración o construcción de autoestima emergehistóricam<strong>en</strong>te de la <strong>el</strong>aboración de la imag<strong>en</strong> d<strong>el</strong> indio hecha por M.F. Tal objetivo de <strong>el</strong>aboraciónde la autoestima es producto de la imag<strong>en</strong> de la comunidad y los individuos wichí con que serev<strong>el</strong>an ante las hermanas d<strong>el</strong> Sagrado Corazón de Jesús, reflejo de la id<strong>en</strong>tidad étnica desvalorizaday la baja autoestima de los integrantes de la comunidad, no-id<strong>en</strong>tidad que <strong>en</strong>traña otra id<strong>en</strong>tidadinvisibilizada y autodesvalorizada que, <strong>en</strong> la concepción de M.F., debía emerger como id<strong>en</strong>tidadwichí y autoestima.De acuerdo con Paulo Freire “La autodesvalorización es otra de las características de losoprimidos. Resulta de la introyección que <strong>el</strong>los hac<strong>en</strong> de la visión que de <strong>el</strong>los ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los opresores”(1985: 58), de acuerdo a esta interpretación puede suponerse que las r<strong>el</strong>aciones sociales y <strong>el</strong>contacto cultural con la sociedad de G<strong>en</strong>eral Mosconi fueron g<strong>en</strong>erando una autoimag<strong>en</strong>distorsionada <strong>en</strong> los individuos de la comunidad wichí.La percepción que los individuos de la comunidad ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de la imag<strong>en</strong> que de si mismosportan los individuos y <strong>el</strong> pueblo de Mosconi actúa como refer<strong>en</strong>cia de su id<strong>en</strong>tidad y suautoestima. Lo que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> juego cuando se hace refer<strong>en</strong>cia a esta percepción es la<strong>el</strong>aboración de la posición social asignada <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones intergrupales <strong>en</strong> las que <strong>el</strong> grupo wichíocupa un lugar <strong>en</strong> la jerarquía d<strong>el</strong> estatus social de los grupos <strong>en</strong> contacto. Individuo y grupo,necesariam<strong>en</strong>te deb<strong>en</strong> distinguirse conceptualm<strong>en</strong>te, ya que cada posición condiciona <strong>el</strong> carácterde las estrategias de sujeto <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones interétnicas.Hay una radical difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la autoid<strong>en</strong>tificación étnica y las actitudes y las prefer<strong>en</strong>ciasétnicas. Ambas posiciones son lugares desde donde se construy<strong>en</strong> y <strong>el</strong>aboran la id<strong>en</strong>tidad individual<strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con un <strong>en</strong>dogrupo y exogrupo que necesariam<strong>en</strong>te deb<strong>en</strong> existir como refer<strong>en</strong>tes de laid<strong>en</strong>tidad. Este tópico merece un estudio <strong>en</strong> profundidad pero aquí solo daremos los primeros pasosafirmando que <strong>en</strong> <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de la llegada de las hermanas d<strong>el</strong> Sagrado Corazón de Jesús <strong>el</strong> grupowichí de G<strong>en</strong>ral Mosconi se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> un proceso de transición de la asimilación a la integración,la demanda de la escu<strong>el</strong>a constituye un hito <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso, por su importancia <strong>en</strong> tanto demanda- 239 -


lat<strong>en</strong>te de la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Estado que repres<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> acercami<strong>en</strong>to sistemático a la sociedadnacional, que puede a la vez interpretarse como demanda de integración a la misma.Definimos la asimilación como la posición de débil id<strong>en</strong>tificación con <strong>el</strong> propio grupo derefer<strong>en</strong>cia y fuerte id<strong>en</strong>tificación con <strong>el</strong> grupo dominante, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso de la comunidad wichí deMosconi no podemos hacer una aseveración acabada de la posición ocupada a mediados de losaños 1970 pero de acuerdo a algunos datos, principalm<strong>en</strong>te la demanda de escu<strong>el</strong>a y con <strong>el</strong>la decast<strong>el</strong>lanización, se puede suponer que existió una posición de asimilación cons<strong>en</strong>tida que sejustificaba <strong>en</strong> la situación de riesgo de exist<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> grupo tanto culturalm<strong>en</strong>te como desde lo vital.En la asimilación, a difer<strong>en</strong>cia de la integración <strong>el</strong> grupo y <strong>el</strong> individuo pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te a él seid<strong>en</strong>tifican débilm<strong>en</strong>te con su grupo y por lo tanto se produce una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la id<strong>en</strong>tificación demodo fuerte con <strong>el</strong> grupo dominante, estos procesos se manifiestan <strong>en</strong> <strong>el</strong> individuo es decir queoperan desde una motivación individual que se contextualiza por las características de las r<strong>el</strong>acionesintergrupales. La actitud favorable hacia <strong>el</strong> grupo dominante y las prefer<strong>en</strong>cias por los aspectosid<strong>en</strong>titarios de este se ligan g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te con <strong>el</strong> objetivo de la movilidad social asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te. Si comodijimos <strong>el</strong> grupo ocupa una posición determinada <strong>en</strong> la jerarquía d<strong>el</strong> estatus social de los grupos ytal posición no ofrece los aspectos para la autoestima d<strong>el</strong> individuo, este se moviliza o buscamovilidad por diversas estrategias para asc<strong>en</strong>der y por lo tanto llegar a id<strong>en</strong>tificarse con <strong>el</strong> grupoque le ofrece <strong>el</strong> marco de bi<strong>en</strong>estar psicológico y b<strong>en</strong>eficios sociales que <strong>el</strong> individuo concibe comodeseables.Sin embrago este proceso no es lineal y sus consecu<strong>en</strong>cias dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> <strong>en</strong> gran medida d<strong>el</strong>contacto <strong>en</strong>tre los grupos, es decir que <strong>el</strong> individuo no puede escapar a tal marco, lo que VanessaSmith Castro llama “procesos históricos de integración de las minorías”, es decir que individuos ygrupos se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran r<strong>el</strong>acionados por un proceso dialéctico <strong>en</strong> <strong>el</strong> que además actúan “lascaracterísticas de los sistemas sociales y sus políticas <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con la integración de los diversosgrupos (estados asimilacionistas, separatistas o multiculturales) y d<strong>el</strong> status social y organización d<strong>el</strong>grupo de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia, por m<strong>en</strong>cionar solo algunos factores socioestructurales” (Smith Castro, 2002:77).La década d<strong>el</strong> 70 d<strong>el</strong> siglo XX constituye un mom<strong>en</strong>to particular para la historia y <strong>el</strong>desarrollo de los grupos indíg<strong>en</strong>as que se liga al cambio de rol d<strong>el</strong> Estado <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a los PIs. Comoya se ha analizado <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco teórico <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to <strong>el</strong> Estado salteño refuerza una políticaasimilacionista <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de un indig<strong>en</strong>ismo estatal, mi<strong>en</strong>tras que los intermediarios históricos<strong>en</strong>tre <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a y <strong>el</strong> estado (sacerdotes, misioneros, terrat<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes, estcétera) desaparec<strong>en</strong> de- 240 -


esc<strong>en</strong>a y la r<strong>el</strong>ación se hace <strong>en</strong> forma directa, con las variaciones para cada caso.Lo significativo es que <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de la creación de la escu<strong>el</strong>a coincide con estos procesoshistóricos. Sin intermediarios que les gestion<strong>en</strong> los medios y recursos principalm<strong>en</strong>te manufacturasy alim<strong>en</strong>tos los wichí deb<strong>en</strong> recurrir directam<strong>en</strong>te al Estado como proveedor, principalm<strong>en</strong>te deservicios básicos: salud y escu<strong>el</strong>a. Lo que se trata de ilustrar es <strong>el</strong> proceso histórico <strong>en</strong> <strong>el</strong> que <strong>el</strong>individuo wichí construye id<strong>en</strong>tidad, y define actitudes y prefer<strong>en</strong>cias hacia las id<strong>en</strong>tidades queconoce.Contacto cultural conflictivo, desigual y productivo fue <strong>el</strong> contexto de la definición de laprefer<strong>en</strong>cia por la escolarización, institución d<strong>el</strong> exogrupo que repres<strong>en</strong>ta la imposición cultural yque a la vez se concibe como estrategia para la asimilación a un grupo y una cultura de prestigiosocial que le ofrece al individuo la posibilidad de movilidad social.Sin embargo tal t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia hacia la asimilación queda <strong>en</strong> <strong>en</strong>tredicho desde <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong>que se comprueba que desde la pres<strong>en</strong>cia de la escu<strong>el</strong>a y junto a <strong>el</strong>la de las hermanas d<strong>el</strong> SagradoCorazón se decide no abandonar la l<strong>en</strong>gua materna de los niños <strong>en</strong> la alfabetización. En este puntoes necesario det<strong>en</strong>erse pues como se declara <strong>en</strong> algunos testimonios <strong>el</strong> wichí, <strong>el</strong> niño, <strong>el</strong> adulto y <strong>el</strong>anciano, se niegan a que la l<strong>en</strong>gua wichí sea <strong>en</strong>señada <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, o formulado de otro modoresist<strong>en</strong> que los criollos que trabajan <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a apr<strong>en</strong>dan y apreh<strong>en</strong>dan <strong>el</strong> bastión más fuerte desu id<strong>en</strong>tidad étnica, que les queda como espacio de decisión y poder.Establecíamos la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la asimilación y la integración, y tal como veremos <strong>en</strong> ladefinición de uno de los actores de la escu<strong>el</strong>a tal distinción <strong>en</strong>traña, puede decirseconcluy<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, la naturaleza d<strong>el</strong> objetivo de la escu<strong>el</strong>a la integración d<strong>el</strong> wichi <strong>en</strong> la sociedadnacional desde su cultura, su l<strong>en</strong>gua y sus valores. Objetivo este que se construye <strong>en</strong> <strong>el</strong> diálogo conlas hermanas d<strong>el</strong> Sagrado Corazón de Jesús, que aparec<strong>en</strong> como nuevos intermediarios <strong>en</strong>tre lacomunidad y la sociedad nacional, pero intermediarios de tipo difer<strong>en</strong>te a los tradicionalesprincipalm<strong>en</strong>te desde lo ideológico y desde la visión de la praxis.En este s<strong>en</strong>tido asimilación implicaba <strong>en</strong> la visión de dichos actores de la Iglesia católicafagocitación de la cultura wichí por la cultura criolla c<strong>en</strong>tralm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, <strong>en</strong> cambio laintegración, que por lo g<strong>en</strong>eral se iguala con la asimilación, implicaba hacerlo desde la autoestimade grupo:“… yo un poco lo que veo es que, o sea que la escu<strong>el</strong>a, <strong>el</strong> cambio si querés fue que dejaron deinsistir que los chicos no habl<strong>en</strong> <strong>en</strong> idioma-wichí- que no salud<strong>en</strong> <strong>en</strong> idioma-wichí- <strong>en</strong> que, claro,- 241 -


ahora está de moda la educación bilingüe, nosotros empezamos <strong>en</strong> <strong>el</strong> set<strong>en</strong>ta y cinco cuando no,hace treinta y dos años cuando no estaba de moda y todo <strong>el</strong> mundo la cuestionaba, porque uno d<strong>el</strong>os cuestionami<strong>en</strong>tos que hacían era que, que no permitíamos que los chicos se integr<strong>en</strong> <strong>en</strong> lasociedad porque estábamos <strong>en</strong>señando <strong>en</strong> idioma-wichí-, nosotros decíamos solam<strong>en</strong>te se puedeintegrar qui<strong>en</strong> está bi<strong>en</strong> afirmado <strong>en</strong> sus raíces, si lo sacás de sus raíces no se pued<strong>en</strong> integrarporque para que puedan compartir con los blancos a un mismo niv<strong>el</strong>, es necesario que <strong>el</strong> chico sesi<strong>en</strong>ta bi<strong>en</strong> afirmado <strong>en</strong> lo propio que sino no puede haber ninguna integración ni nada, lo quehay es que se lo trague la cultura dominante, pero no hay una integración..” (M.F.)Llegados a este punto es preciso volver sobre <strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la resist<strong>en</strong>cia de los miembrosde la comunidad a la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua wichí <strong>en</strong>contrado <strong>en</strong> la génesis de la escu<strong>el</strong>a. Diremossigui<strong>en</strong>do a Paulo Freire (1985) que tal resist<strong>en</strong>cia a que se <strong>en</strong>señe <strong>en</strong>/la l<strong>en</strong>gua wichí <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>amanifiesta la vergü<strong>en</strong>za d<strong>el</strong> uso <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula de palabras de la l<strong>en</strong>gua materna o <strong>el</strong> hecho de ver escritasu l<strong>en</strong>gua se explica por la introyección de la imag<strong>en</strong> que <strong>el</strong> dominador ti<strong>en</strong>e de él. Esta r<strong>el</strong>ación con<strong>el</strong> otro que le devu<strong>el</strong>ve tal repres<strong>en</strong>tación de su id<strong>en</strong>tidad al wichí atravesada esta de s<strong>en</strong>tidosestigmatizantes y marginalizantes, explica que termin<strong>en</strong> por “*…+ conv<strong>en</strong>cerse de su “incapacidad”.Hablan de si mismos como los que no sab<strong>en</strong> y d<strong>el</strong> profesional como qui<strong>en</strong> sabe y a qui<strong>en</strong> deb<strong>en</strong>escuchar (…) Casi nunca se percib<strong>en</strong> conoci<strong>en</strong>do, <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones que establec<strong>en</strong> con <strong>el</strong> mundo ycon los otros hombres, aunque sea un conocimi<strong>en</strong>to al niv<strong>el</strong> de la pura “doxa” (op. cit.: 59) , sinembargo de acuerdo a lo que afirma M.F. tal r<strong>el</strong>ación hombre wichí-mundo no se habría concretadocomo modo de ser <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo, se puede suponer que la escu<strong>el</strong>a se distingue como otro ámbito <strong>en</strong><strong>el</strong> que <strong>el</strong> wichí asume la posición descrita por Freire, sin embargo no como condición sino comoestrategia de uso de la escu<strong>el</strong>a:“… <strong>el</strong>los no creían que nuestra educación era mejor que la de <strong>el</strong>los, lo que si porque pidieronescu<strong>el</strong>a, porque se dieron cu<strong>en</strong>ta que para manejarse con los blancos y para que los blancos loscriollos no los explotaran tanto <strong>el</strong>los t<strong>en</strong>ían que ponerse a un mismo niv<strong>el</strong> con <strong>el</strong>los y apr<strong>en</strong>der lode los blancos, por eso fue porque pidieron escu<strong>el</strong>a…”La integración tal como es definida por M.F. posibilitó que <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a la imposicióncultural que se liga inexorablem<strong>en</strong>te a esta institución t<strong>en</strong>ga cierta restricción desde la cultura wichí.La comunidad y <strong>el</strong> hombre-mujer wichí se posicionan como sujetos y viabilizan una ag<strong>en</strong>cia que es- 242 -


de resist<strong>en</strong>cia y control y que con <strong>el</strong> desarrollo institucional se acerca a la imposición de la culturawichí sobre la criolla <strong>en</strong> algunos aspectos como la s<strong>el</strong>ección de lo cont<strong>en</strong>idos, la s<strong>el</strong>ección de losmaestros, la formación de los maestros, <strong>el</strong> control de la propia cultura y la l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbitoescolar con la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe y la legitimación de la autoridad d<strong>el</strong> director, aspectosque operan como <strong>el</strong> cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de los dueños de la escu<strong>el</strong>a al trabajo de qui<strong>en</strong>es colaboran con<strong>el</strong>los.La <strong>el</strong>aboración de esta concepción de la EIB que es la hegemónica <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a wichí deG<strong>en</strong>eral Mosconi puede conceptualizarse <strong>en</strong> un principio como: integración-bicultural-bilingüe. Lacomunidad reconoce <strong>en</strong> la sociedad criolla o exogrupo un refer<strong>en</strong>te que posee ciertos aspectos qu<strong>en</strong>ecesita para sobrevivir y transformar su situación (no decimos desarrollarse), este proceso <strong>en</strong>traña<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro de que los miembros de la comunidad d<strong>el</strong> grupo minoritario perciba la id<strong>en</strong>tificación consu grupo de refer<strong>en</strong>cia como obstáculo para responder adecuadam<strong>en</strong>te a las exig<strong>en</strong>cias de lasinstituciones de la sociedad dominadora, y <strong>el</strong>abore actitudes y prefer<strong>en</strong>cias favorables a la id<strong>en</strong>tidadd<strong>el</strong> exogrupo. Sin embrago la paulatina recuperación de la autoestima étnica, que se pres<strong>en</strong>tabacomo antagónico de la posibilidad de transformación como <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to de una falsa visión de simismos, provocó una reconciliación con la cultura wichí que se puede reconocer comoindep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la integración a la sociedad criolla.VII.2.b El Biculturalismo <strong>en</strong> las concepciones de EIBEl biculturalismo es <strong>el</strong> otro aspecto de aqu<strong>el</strong>los que compon<strong>en</strong> la definición de la concepciónde EIB hegemónica <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Es preciso realizar una aclaración previa, pues <strong>en</strong> lo que hace altema de lo bicultural se ha de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der un doble s<strong>en</strong>tido, que ya veremos <strong>en</strong> los datos, ti<strong>en</strong>de asesgar las interpretaciones de las prácticas y a limitar la definición de los intercultural.Dos s<strong>en</strong>tidos de lo bicultural se pued<strong>en</strong> remarcar, <strong>en</strong> primer lugar desde lo teórico lobicultural se define <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación al mod<strong>el</strong>o de educación bilingüe para población indíg<strong>en</strong>a, surgecomo necesidad pedagógica indisociable de la alfabetización <strong>en</strong> idioma español que a la vez hizonecesario <strong>el</strong> uso de la l<strong>en</strong>gua vernácula. Lo bicultural se manifiesta <strong>en</strong> <strong>el</strong> uso de r<strong>el</strong>atos, ley<strong>en</strong>das,juegos, etcétera, de la cultura indíg<strong>en</strong>a que se usan para la <strong>en</strong>señanza y que se valoran comoaspectos que mejoran <strong>el</strong> r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de las prácticas y los resultados de apr<strong>en</strong>dizaje de los niños.En segundo lugar se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo bicultural ligado a la integración. En la definiciónanterior <strong>en</strong>contramos un carácter operativo que sust<strong>en</strong>ta las concepciones de EIB <strong>en</strong> sus aspectos- 243 -


didácticos como recursos para la <strong>en</strong>señanza y <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje. En la segunda concepción lo biculturalforma parte de estrategias de los actores <strong>en</strong> la r<strong>el</strong>aciones interétnicas y se liga a la integración.Integración-biculturalidad es una estrategia que se define por una id<strong>en</strong>tificación fuerte de lossujetos con su <strong>en</strong>dogrupo y con <strong>el</strong> exogrupo. El contacto interétnico que <strong>en</strong> esta definición es labase de la integración-biculturalismo ti<strong>en</strong>e b<strong>en</strong>eficios indirectos <strong>en</strong> la autoestima d<strong>el</strong> individuo d<strong>el</strong>grupo minoritario <strong>en</strong> tanto aporta a la id<strong>en</strong>tificación étnica y a las actitudes interétnicas. Losignificativo <strong>en</strong> esta estrategia es que permite cierta indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre “la r<strong>el</strong>ación subjetiva conla propia cultura y la incorporación de aspectos d<strong>el</strong> exogrupo” (Smith Castro, 2002).De modo manifiesto <strong>en</strong> los testimonios <strong>en</strong>contramos que lo bicultural <strong>en</strong> las concepcionesde EIB se acerca más a la primera definición expuesta aquí. Antes de Avanzar es necesario realizaruna aclaración, <strong>en</strong> nuestras preguntas de investigación d<strong>en</strong>ominamos concepciones de EducaciónIntercultural Bilingüe (EIB) y nos preguntamos por <strong>el</strong>las, son aqu<strong>el</strong>las que portarían los actores <strong>en</strong>escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a como marcos refer<strong>en</strong>ciales pedagógicos y políticos que resultan deun interjuego de <strong>el</strong>aboración/adquisición/apropiación por parte de estos, sin embargo <strong>en</strong> <strong>el</strong>desarrollo que v<strong>en</strong>imos realizando <strong>el</strong> adjetivo interculturalidad no aparece y <strong>en</strong> cambio si <strong>el</strong>biculturalismo, tal hecho no resulta de una prefer<strong>en</strong>cia personal d<strong>el</strong> autor de esta tesis sino de <strong>el</strong>uso casi exclusivo de esta definición <strong>en</strong> las concepciones de los actores de la institución, con unamarcada falta de alusión a lo intercultural.La escu<strong>el</strong>a se define desde su génesis como rural bilingüe y bicultural, qué la hace unaescu<strong>el</strong>a que se defina de esta manera, principalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> lugar de la l<strong>en</strong>gua vernácula <strong>en</strong> laalfabetiación d<strong>el</strong> niño. Lo bicultural aparece más difuso pues se puede decir que la motivación deesta adjetivación de la educación ti<strong>en</strong>e su fu<strong>en</strong>te <strong>en</strong> uno de los objetivos de la escu<strong>el</strong>a “…formar unniño wichí y no un niño criollo …” (M.F.), <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> la concepción bicultural ti<strong>en</strong>e un fuerte pesola inclusión de aspectos de la cultura wichí. En los <strong>docum<strong>en</strong>to</strong>s analizados y <strong>en</strong> algunas <strong>en</strong>trevistasse habla de “pautas culturales”, estas pautas ori<strong>en</strong>tan la concepción de EIB dominante configurandoalgunos de sus compon<strong>en</strong>tes.Compon<strong>en</strong>tes de la dim<strong>en</strong>sión didáctica de las concepciones de EIB:Objetivos: ya <strong>en</strong>unciamos cuál es <strong>el</strong> objetivo g<strong>en</strong>eral de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>aWichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi, ti<strong>en</strong>e que ver con la formación de un sujeto que nopierda la id<strong>en</strong>tidad de su grupo de refer<strong>en</strong>cia. Este constituye un supuesto queorganiza no solo la dim<strong>en</strong>sión didáctica sino todas las dim<strong>en</strong>siones de la <strong>en</strong>señanza.- 244 -


Constituye un imperativo que guía las prácticas de los doc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> tanto un desvíode este objetivo estaría dando cu<strong>en</strong>ta d<strong>el</strong> fracaso de la escu<strong>el</strong>a.Cont<strong>en</strong>idos: Como ya vimos <strong>en</strong> la dim<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> currículum quedó desarrollado <strong>el</strong>compon<strong>en</strong>te de los cont<strong>en</strong>idos, sucintam<strong>en</strong>te diremos que los cont<strong>en</strong>idos prescritos<strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum común, actualm<strong>en</strong>te se respetan como base de la planificación qu<strong>el</strong>uego <strong>en</strong> un proceso de decisiones, <strong>en</strong> donde la comunidad ti<strong>en</strong>e gran poder, ses<strong>el</strong>eccionan los cont<strong>en</strong>idos que incluirá <strong>el</strong> currículum <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a para cada ciclo ygrado de la <strong>en</strong>señanza.Métodos: este es <strong>el</strong> compon<strong>en</strong>te más difuso <strong>en</strong> los testimonios, solo <strong>en</strong> la parte d<strong>el</strong><strong>en</strong>gua M.F. <strong>en</strong>uncia que desde la génesis de la escu<strong>el</strong>a los métodos usados fueron<strong>el</strong> de la palabra g<strong>en</strong>eradora y <strong>el</strong> método integral de Oñativia, mi<strong>en</strong>tras que seseguían teorías como las de Piaget, Tonucci, Cat<strong>en</strong>io (sic) y Blequer (sic).La influ<strong>en</strong>cia de Piaget y Tonucci especialm<strong>en</strong>te se refleja <strong>en</strong> la concepción de lalibertad d<strong>el</strong> niño <strong>en</strong> <strong>el</strong> espacio y <strong>el</strong> tiempo escolarizado, la c<strong>en</strong>tralidad d<strong>el</strong> interés ylas necesidades d<strong>el</strong> educando como eje de las prácticas, lo que se complem<strong>en</strong>ta conun compon<strong>en</strong>te de espontaneidad <strong>en</strong> la acción de los sujetos <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula.Incluso se <strong>en</strong>uncia la necesidad de implem<strong>en</strong>tar rincones, tal como los concebíaMontessori, no solo <strong>en</strong> <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> inicial sino que se expresa como una necesidad paratoda la trayectoria escolar de los niños. Tal aseveración se complem<strong>en</strong>ta y se basa<strong>en</strong> la comprobación de que los niños pose<strong>en</strong> un p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de tipo concéntrico yorganización d<strong>el</strong> espacio gráfico de derecha a izquierda, tipo ori<strong>en</strong>tal. Otrocompon<strong>en</strong>te que acerca mucho la concepción al escolanovismo es la planificaciónpor proyectos tal como plantean algunos teóricos de la Escu<strong>el</strong>a Nueva.Es decir que hay por lo m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> la génesis de la escu<strong>el</strong>a una fuerte influ<strong>en</strong>cia deautores escolanovistas. Recordemos que la Escu<strong>el</strong>a Nueva, como teoría ymovimi<strong>en</strong>to pedagógico implicó una fuerte crítica a la Pedagogía y DidácticaPositivistas, y se considera un movimi<strong>en</strong>to de reforma educativa basada <strong>en</strong>principios activistas y democráticos, y <strong>en</strong> algunos casos libertarios.También se incluye un área de comunicación <strong>en</strong> donde se usa “… la lectura dediarios, redacción de cartas y conversaciones dirigidas, para trabajar <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong>español…” (M.F.), <strong>en</strong> este aspecto se pone énfasis y se articula con <strong>el</strong> principio de laintegración propio de la concepción de EIB de la escu<strong>el</strong>a.- 245 -


Evaluación: “… evaluación de la persona por su ser y no por su t<strong>en</strong>er, esta es unacosa impresionante <strong>en</strong>tre los wichí viste que no les importa nada la ropa lavestim<strong>en</strong>ta nada de eso, sino realm<strong>en</strong>te lo que vale de cada persona…” (M.F.)Además otra pauta cultural complem<strong>en</strong>ta este compon<strong>en</strong>te; <strong>en</strong> la cultura wichí lacompetitividad es un contra principio o un anti valor cultural <strong>en</strong> tanto laorganización solidaria de la vida social dirige la vida de los individuos lo que chocacon <strong>el</strong> sistema de evaluación y calificación de logros y compet<strong>en</strong>cias característicasde la escu<strong>el</strong>a pública. Esto hizo que <strong>en</strong> sus comi<strong>en</strong>zos <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a no se usarancalificaciones para evaluar.Antes de avanzar <strong>en</strong> <strong>el</strong> tema de la biculturidad es necesario poner la mirada por un mom<strong>en</strong>to<strong>en</strong> <strong>el</strong> aspecto de los métodos de <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la dim<strong>en</strong>sión didáctica. Como se ha señalado sereconoc<strong>en</strong> desde la creación de la escu<strong>el</strong>a una ori<strong>en</strong>tación escolanovista <strong>en</strong> este aspecto. Pudesuponerse que tal ori<strong>en</strong>tación con <strong>el</strong> tiempo fue vaciándose de sus compon<strong>en</strong>tes pedagógicosconstitutivos que tuvieron amplia influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> las prácticas de <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Elvaciami<strong>en</strong>to al que nos referimos debe <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse como la <strong>el</strong>aboración de un discurso escolanovistade tipo formal insustancial respecto a su refer<strong>en</strong>te teórico. Esto ha sido hallado <strong>en</strong> las concepcionesde los maestros de la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi.Uno de los indicadores de los que nos servimos es la casi nula alusión a refer<strong>en</strong>tes teóricoscuando de describir e interpretar la <strong>en</strong>señanza se trata, los maestros por lo g<strong>en</strong>eral hablan de lapráctica y la experim<strong>en</strong>tación como lo más significativo de su <strong>en</strong>señanza, se conjuga cierto “método”de <strong>en</strong>sayo-error y la suposición de que la <strong>en</strong>señanza debe ser atractiva para los niños, basada estasuposición <strong>en</strong> la hipótesis d<strong>el</strong> maestro de que la escu<strong>el</strong>a resulta aburrida para <strong>el</strong> niño wichí.En <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te testimonio se puede observar lo que se está tratando de argum<strong>en</strong>tar:“… yo creo que acá… vos mismo te t<strong>en</strong>és que hacer, que buscar tu propio… todo para ver deque manera vas <strong>en</strong>trar, tu propio método buscarlo, por ahí tanta teoría… no te sirve de nada, lapráctica es importante acá…” (S.S.)Se han hallado <strong>en</strong> los testimonios de los maestros s<strong>en</strong>tidos similares a los que se expone <strong>en</strong> lacita anterior. Lo que está <strong>en</strong> juego <strong>en</strong> este punto de nuestra interpretación es <strong>el</strong> carácter de lar<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre teoría y práctica. Sigui<strong>en</strong>do <strong>el</strong> análisis de Sierra y Arizm<strong>en</strong>diarrieta y Pérez Ferra (2007)- 246 -


diremos que este compon<strong>en</strong>te de la dim<strong>en</strong>sión didáctica de las concepciones de EIB de los maestrosse puede conceptuar como una derivación “viciada” de lo que los autores d<strong>en</strong>ominan “racionalidad (otradición) aplicativa” de la didáctica. Esta tradición de la didáctica se caracteriza por la linealidad de lar<strong>el</strong>ación teoría-práctica, <strong>en</strong> la que predomina la primera sobre la segunda, constituye un <strong>en</strong>foqu<strong>en</strong>ormativo sobre la <strong>en</strong>señanza y <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje impregnada por <strong>el</strong> positivismo, que busca definir“normas y principios explicativos d<strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de estos procesos” (op. cit.: 558).Los procesos de <strong>en</strong>señanza y apr<strong>en</strong>dizaje son definidos previam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> términos de“objetivos conductuales”, esto nos pone ante un <strong>en</strong>foque que separa claram<strong>en</strong>te <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de laplanificación didáctica, o <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de la teoría, de la “instrucción”, <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de la práctica.Constituye una racionalidad medios-fines lo que hace d<strong>el</strong> control, la planificación y la eficacia de la<strong>en</strong>señanza compon<strong>en</strong>tes c<strong>en</strong>trales de esta tradición.Respecto de la doc<strong>en</strong>cia debemos decir que esta racionalidad se manifiesta <strong>en</strong> un mod<strong>el</strong>o demaestro “aplicador”, lo que implica que este olvida o desconoce los supuestos epistemológicos quesust<strong>en</strong>tan a toda práctica, se aferra a la “conclusión aplicativa” que es ante que nada un supuesto des<strong>en</strong>tido común o una cre<strong>en</strong>cia pues se disocia <strong>en</strong> un “mod<strong>el</strong>o mecánico” de doc<strong>en</strong>te la teoría de lapráctica, prestándole mucha más at<strong>en</strong>ción a esta última. En última instancia queda flotando <strong>el</strong>s<strong>en</strong>tido atribuido a esta tradición <strong>en</strong> <strong>el</strong> que no se incluye una consideración de la exist<strong>en</strong>cia desupuestos epistemológicos, que son, <strong>en</strong> esta tradición, los de la epistemología positivista.De acuerdo a lo que se ha observado sost<strong>en</strong>emos que los doc<strong>en</strong>tes de la Escu<strong>el</strong>a Wichí deG<strong>en</strong>eral Mosconi <strong>el</strong>aboran la acción didáctica <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la “conclusión aplicativa”, son doc<strong>en</strong>tesactivos <strong>en</strong> lo r<strong>el</strong>ativo a las prácticas pero asum<strong>en</strong> un pap<strong>el</strong> pasivo <strong>en</strong> lo que respecta a la teoría. Paracompletar <strong>el</strong> panorama de esta tradición aplicativa es necesario decir que <strong>en</strong> este marco <strong>el</strong> maestroopera con la cre<strong>en</strong>cia de que existe un cuerpo de especialistas o de expertos que se ocupan de p<strong>en</strong>sary decir lo que hay que hacer. En este punto se debe remarcar que no hay alusión de parte de losmaestros a tal cre<strong>en</strong>cia, es decir que estos no esperan que un experto los auxilie, les diga qué hacer, y<strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido los hallazgos de nuestro estudio se acercan a lo que afirman Sierra y Arizm<strong>en</strong>diarrietay Pérez Ferra (2007) que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que cuando falta la suposición de la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> experto lo queocurre es que “cuando no hay recetas, la solución vi<strong>en</strong>e de la dinámica <strong>en</strong>sayo-error o de dejars<strong>el</strong>levar por las experi<strong>en</strong>cias de otros” (op. cit.: 562). Nuestra investigación confirma lo aseverado por loautores <strong>en</strong> tanto <strong>en</strong> <strong>el</strong> discurso de los maestros de la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi hay unaconstante alusión a la experi<strong>en</strong>cia (transmitida oralm<strong>en</strong>te o por cursos internos) de los maestros másantiguos y especialm<strong>en</strong>te de M.F.- 247 -


Concluy<strong>en</strong> los autores:“*…+ Con esto no estamos negando la necesidad de dominar ciertas técnicas que pued<strong>en</strong> sermuy útiles y necesarias. Lo preocupante es <strong>el</strong> hecho de considerar que aqu<strong>el</strong>lo para lo que no existeuna técnica eficaz no ti<strong>en</strong>e importancia, apartándolo de nuestra consideración o dejándolo <strong>en</strong> manosde la «improvisación artística» (como sucedáneo d<strong>el</strong> verdadero arte), <strong>en</strong> lugar de plantear quepudiera hacer falta profundizar <strong>en</strong> las variables que originan <strong>el</strong> problema” (op. cit.: 562).Ahora se avanzará <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis que se v<strong>en</strong>ía realizando (recordemos que nos <strong>en</strong>contramosanalizando <strong>el</strong> principio de la biculturalidad <strong>en</strong> las concepciones de EIB). De acuerdo a lo que seobserva <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido que este principio adquiere <strong>en</strong> los compon<strong>en</strong>tes de la dim<strong>en</strong>sión didáctica pone unfuerte énfasis <strong>en</strong> las “pautas culturales” d<strong>el</strong> wichí, lo que plantea hasta qué punto se puede definir talconcepción como bicultural.Muchos de los aspectos descriptos constituy<strong>en</strong> supuestos y s<strong>en</strong>tidos de la concepción de EIBde los primeros años de la escu<strong>el</strong>a que tal como hemos observado <strong>en</strong> los s<strong>en</strong>tidos atribuidos a laacción didáctica han mutado hacia una pres<strong>en</strong>cia formal de lo bicultural. Al ser abandonada ladirección de la institución por M.F. y ocupada por personas de difer<strong>en</strong>te extracción social y política aesta, por lo tanto portadoras de concepciones de EIB difer<strong>en</strong>tes a la portada por la primera directora,se produjeron cambios <strong>en</strong> la concepción de EIB de la escu<strong>el</strong>a principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo refer<strong>en</strong>te aldisciplinami<strong>en</strong>to. Aún así <strong>en</strong> algunos testimonios se pone <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia que la comunidad controla talcompon<strong>en</strong>te tradicional de la escu<strong>el</strong>a pública poniéndole coto, por ejemplo cuando algunos maestros<strong>en</strong>fatizan <strong>en</strong> sus concepciones este compon<strong>en</strong>te (disciplinami<strong>en</strong>to) concretado <strong>en</strong> <strong>el</strong> trato “duro”hacia <strong>el</strong> niño wichi se los echa:“… <strong>el</strong> maestro era muy fifi (sic), y aparte t<strong>en</strong>ía un carácter muy fuerte… y v<strong>en</strong>ía muymalhumorado, los retaba a los chicos, los mal trataba… aparte la manera que t<strong>en</strong>ía influ<strong>en</strong>ciaba, lacomunidad dice esto es un mal ejemplo para los chicos…” (E.D.)Claram<strong>en</strong>te subyace que las bases sobre las que se defin<strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a surg<strong>en</strong>d<strong>el</strong> tipo de contacto interétnico. Pues bi<strong>en</strong> si <strong>en</strong> lo que analizamos de la dim<strong>en</strong>sión didáctica dominala visión de la comunidad y ciertos actores criollos sobre la educación, y hemos planteado que <strong>el</strong>cambio de dirección ha provocado cambios <strong>en</strong> por ejemplo la s<strong>el</strong>ección de los doc<strong>en</strong>tes, acción queantaño ejercía la directora y hoy se hace por junta de clasificación, <strong>el</strong> principio bicultural, que era casi- 248 -


inexist<strong>en</strong>te, hoy se puede afirmar que conserva un carácter declarativo. Actores indíg<strong>en</strong>as y actorescriollos pugnan manifiesta o <strong>en</strong>cubiertam<strong>en</strong>te por imponer sus “pautas culturales”.A esto se debe sumar que, contrariam<strong>en</strong>te a lo que se podría p<strong>en</strong>sar, la irrupción d<strong>el</strong> discursooficial de EIB y de los lineami<strong>en</strong>tos de políticas educativas de reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> derecho de los PIs aEIB no se acompañó de lineami<strong>en</strong>tos claros <strong>en</strong> lo que a formación doc<strong>en</strong>te y lineami<strong>en</strong>tos curricularesatañe.Los supervisores repres<strong>en</strong>tantes d<strong>el</strong> Estado actúan <strong>en</strong> la actualidad con distancia ydesconocimi<strong>en</strong>to de la realidad de las escu<strong>el</strong>as indíg<strong>en</strong>as, f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que antaño era manejado porM.F. lo que posibilitaba que se autorizaran las prácticas de EIB <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a a pesar de que loslineami<strong>en</strong>tos de la política educativa las prohibían:“… yo tuve si vos querés tuve <strong>el</strong> apoyo siempre de las que eran las presid<strong>en</strong>tas d<strong>el</strong> consejoprovincial de educación de Salta, o sea yo <strong>en</strong> la primera planificación que yo hice que ya <strong>en</strong> laprimera se pone lo de ir creando la escritura <strong>en</strong> wichí, y apr<strong>en</strong>der a leer y a escribir <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>guatodo eso, ya me f<strong>el</strong>icitaron y gracias a eso, tuve una inspectora muy bu<strong>en</strong> aunque era Sara N<strong>el</strong>lyLópez que ya murió, que era muy amplia una persona muy int<strong>el</strong>ig<strong>en</strong>te y abierta, <strong>en</strong>tonces graciasa eso es que pudimos def<strong>en</strong>der la educación bilingüe cuando cambiaban las inspectoras, porquedespués había inspectoras que prohibían hablar <strong>en</strong> idioma, prohibían saludar <strong>en</strong> idioma y graciasa las primera f<strong>el</strong>icitaciones que yo pude mostrar y decir que no podía cambiar de ori<strong>en</strong>tación cadavez que cambiaban la supervisora, lo mismo cuando vi<strong>en</strong>e <strong>el</strong> gobierno militar y decían que t<strong>en</strong>íanque, que se t<strong>en</strong>ía que hablar <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano, que no se podía hablar <strong>en</strong> idioma, hablaban de laseguridad de las fronteras y de no se cuantas cosas, y nosotros nos mant<strong>en</strong>íamos, despuésmaestras a las que la supervisora v<strong>en</strong>ían y les decían que t<strong>en</strong>ían que saludar a los chicos <strong>en</strong>cast<strong>el</strong>lano que t<strong>en</strong>ían que hablar <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano y nosotros nos poníamos que no, o sea hubo qu<strong>el</strong>uchar mucho porque a pesar de que las primeras presid<strong>en</strong>tas d<strong>el</strong> consejo de educación d<strong>el</strong> añoset<strong>en</strong>ta y cinco fueron muy amplias y todo eso y la supervisora de esa época, pero después huboun mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que se cerraron un poco y hubo que p<strong>el</strong>earla, p<strong>el</strong>ear mucho para poder …” (M.F.)Sin embargo tal como sosti<strong>en</strong>e la <strong>en</strong>trevistada las conductas de resist<strong>en</strong>cia siempre hanexistido aún más <strong>en</strong> períodos de autoritarismo desde <strong>el</strong> Estado, períodos <strong>en</strong> que <strong>el</strong> integracionismoprevalece y las prácticas de c<strong>en</strong>sura y persecución ideológica constituy<strong>en</strong> compon<strong>en</strong>tes de lastecnologías d<strong>el</strong> yo y de la formación de los sujetos gobernables.- 249 -


A pesar de los cambios citados <strong>en</strong> los lineami<strong>en</strong>tos de las políticas educativas respecto a laeducación indíg<strong>en</strong>a, las conductas de supervisores y maestros son interpretadas como autoritarias eintolerantes por la comunidad, como sosti<strong>en</strong>e este actor criollo tal percepción, justificada por este, d<strong>el</strong>a comunidad g<strong>en</strong>eró la resist<strong>en</strong>cia y la conducta intransig<strong>en</strong>te:“… t<strong>en</strong>íamos supervisores que vivían allá <strong>en</strong> Salta, <strong>en</strong> la ciudad, que están con <strong>el</strong> aireacondicionado, y todas las comodidades, es distinto y muy difer<strong>en</strong>te al hacer un informe, unanota… es muy distinto a estar <strong>en</strong> la realidad, por eso muchas veces t<strong>en</strong>íamos problemas… igual con<strong>el</strong> nombrami<strong>en</strong>to de los maestros también una vez fue tomada la escu<strong>el</strong>a por la comunidad, noingresaban los maestros porque sacaron los maestros que no estaban nombrados, así que sepasaban épocas muy difíciles, se tomaron también las escu<strong>el</strong>as para supervisores que nocontemplaban la situación, la realidad, se tomaban directivas muy duras para con la escu<strong>el</strong>a… queafectaban a la comunidad, se s<strong>en</strong>tía molesta, veía que no correspondía, <strong>en</strong>tonces ahí los<strong>en</strong>caraban…” (E.D)Esta conducta de resist<strong>en</strong>cia de la comunidad es la manera estratégica de imponer susobjetivos “que se los respete”, y tal vez t<strong>en</strong>gan resultados positivos pues como sosti<strong>en</strong>e E.D.:“… estos últimos años, como que es más flexible, hemos t<strong>en</strong>ido supervisores de la zona queconoc<strong>en</strong> como vive la g<strong>en</strong>te, como son, son más conci<strong>en</strong>tes…”Lo que se int<strong>en</strong>ta mostrar es que desde los difer<strong>en</strong>tes actores se diputan s<strong>en</strong>tidos sobre lobicultural. En la escu<strong>el</strong>a tal disputa g<strong>en</strong>era la articulación de los compon<strong>en</strong>tes descriptos <strong>en</strong> ladim<strong>en</strong>sión didáctica con los nuevos s<strong>en</strong>tidos d<strong>el</strong> disciplinami<strong>en</strong>to y los cotos que la comunidad leimpone. Tal vez desde <strong>el</strong> Estado existe un distanciami<strong>en</strong>to que posibilita que las definicionesplasmadas <strong>en</strong> los lineami<strong>en</strong>tos sobre la EIB, que emerg<strong>en</strong> como un nuevo discurso educativo, seanteñidas de aspectos de la concepción tradicional de educación por los funcionarios públicos querepres<strong>en</strong>tan la autoridad d<strong>el</strong> Ministerio de Educación, lo que ya habla de la concepción de educacióntanto de estos actores particulares como d<strong>el</strong> Estado como actor educativo con poder de <strong>el</strong>aboraciónde concepciones de educación.La resist<strong>en</strong>cia a estos aspectos de la concepción oficial de educación, que <strong>en</strong> resumidascu<strong>en</strong>tas son los que operativizan una de las funciones tradicionales de la escu<strong>el</strong>a pública, <strong>el</strong>- 250 -


disciplinami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> sujeto para las r<strong>el</strong>aciones sociales características d<strong>el</strong> status quo, se expresa nosolo <strong>en</strong> las conductas de rechazo, expulsión de doc<strong>en</strong>tes y supervisores sino también se plasma <strong>en</strong> <strong>el</strong>currículum a través de los valores que se incluy<strong>en</strong> <strong>en</strong> él, los de la cultura wichí que forman parte d<strong>el</strong>currículum desde la génesis de la escu<strong>el</strong>a:“… Se trataba de integrar principalm<strong>en</strong>te desde los valores. Se ponía <strong>el</strong> énfasis <strong>en</strong> lacreatividad, expresividad y espiritualidad natural d<strong>el</strong> niño wichí, a través de la música y <strong>el</strong> arte…”(M.F.)“… <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido comunitario de la vida y de la propiedad que <strong>el</strong>los lo compart<strong>en</strong> todo, asícomo al principio yo me desesperaba porque las sillas cuando no se usaban <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a <strong>el</strong>los se lasllevaban a la casa…” (M.F.)Los esfuerzos por id<strong>en</strong>tificar y compr<strong>en</strong>der la concepción de EIB que portan los difer<strong>en</strong>tesactores <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran ciertos límites. Ante todo ya señalamos que no hay alusión a lo intercultural quehemos definido como una integración desde la difer<strong>en</strong>cia basada <strong>en</strong> <strong>el</strong> diálogo contextualizado por <strong>el</strong>contacto cultural, lo que le añade la dim<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> poder como motor de las r<strong>el</strong>aciones y susproductos. En cambio hemos <strong>en</strong>contrado alusiones a lo bicultural poco justificadas. Uno de losactores que podría d<strong>en</strong>ominarse histórico <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a define lo bicultural basándose <strong>en</strong> <strong>el</strong> hecho deque“…está todo <strong>el</strong> aporte de los maestros, y, la influ<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> maestro que es criollo, y porquese <strong>en</strong>seña <strong>en</strong> idioma cast<strong>el</strong>lano, porque se <strong>en</strong>seña la historia…” (M.F.)Es decir que lo bicultural es una combinación de las regulaciones que impone la comunidad<strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum y de los aspectos que los actores criollos aportan ya que qui<strong>en</strong> <strong>en</strong>seña es <strong>el</strong> maestro“criollo”, la <strong>en</strong>señanza de la l<strong>en</strong>gua materna de los niños es simultanea a la <strong>en</strong>señanza d<strong>el</strong> idiomaespañol, se <strong>en</strong>seña la historia occid<strong>en</strong>tal, se <strong>en</strong>señan las matemáticas de la cultura occid<strong>en</strong>tal,etcétera.Sin embargo constatamos que esta misma <strong>en</strong>trevistada <strong>en</strong>uncia una concepción de EIB que<strong>el</strong>abora un biculturalismo “deseado”, aunque pueda rebatirse que lo que concibe como tal seabicultural. Entonces la concepción de EIB deseada realiza una trayectoria que va acercándose más aser monocultural:- 251 -


“… a nosotros nos gustaría investigar muchas de las cosas y ver más como hacer porejemplo con la, <strong>en</strong> matemática <strong>en</strong> base cinco, con… la distinta organización d<strong>el</strong> espacio gráfico…quisiéramos investigar sobre la educación de los antiguos que no era así <strong>en</strong> horario de escu<strong>el</strong>a…habría un montón de cosas…” (M.F.)De acuerdo a lo que observamos la concepción de EIB de la <strong>en</strong>trevistada se acerca más a unaeducación indíg<strong>en</strong>a que a la interculturalidad, ya que prevalec<strong>en</strong> aspectos de la cultura indíg<strong>en</strong>a conlo que se debe decir que lo que plantea como bicultural riñe con lo que hemos definido comointercultural.Lo que caracteriza a la concepción de EIB de este actor es <strong>el</strong> fuerte supuesto según <strong>el</strong> que nohabría que darle terr<strong>en</strong>o a la cultura “criolla” <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículum pues se deb<strong>en</strong> conservar compon<strong>en</strong>tesde la cultura wichí que comparativam<strong>en</strong>te son preferibles a aqu<strong>el</strong>los que correspond<strong>en</strong> <strong>en</strong> la cultura“criolla”, insistimos con <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te ejemplo:“… la educación <strong>en</strong> la libertad… para <strong>el</strong> aborig<strong>en</strong> <strong>el</strong> chico es una persona indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te… loseducan <strong>en</strong> la libertad… después <strong>en</strong> <strong>el</strong> jardín es impresionante, no empiezan a preguntar como loschicos blancos “¿señorita donde escribo?”, no, <strong>el</strong>los agarran <strong>el</strong> cuaderno y escrib<strong>en</strong> por cualquierlado y dibujan, son bi<strong>en</strong> seguros, a veces me da miedo que <strong>en</strong> <strong>el</strong> jardín tal vez, viste ti<strong>en</strong><strong>en</strong> unacreatividad impresionante, y me da miedo a veces que según los maestros les vayan quitando lacreatividad…” (M.F.)Estos argum<strong>en</strong>tos de la <strong>en</strong>trevistada son clave para <strong>en</strong>unciar lo que podemos <strong>en</strong>unciar comot<strong>en</strong>sión fundante de las concepciones de EIB <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi que se puede<strong>en</strong>unciar como disciplinami<strong>en</strong>to vs. educación <strong>en</strong> la libertad.Este principio <strong>en</strong> la educación wichí, la libertad, se complem<strong>en</strong>ta con valores que la<strong>en</strong>trevistada también <strong>en</strong>uncia como <strong>en</strong> t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a: solidaridad vs. compet<strong>en</strong>cia, creatividadvs uniformación, espontaneidad vs. planificación, “espíritu” artístico vs. motivación técnica. Como seaprecia la conservación de estos valores y rasgos individuales que la informante iguala con pautasculturales pugnan con <strong>el</strong> disciplinami<strong>en</strong>to que anima la práctica y la función de la escu<strong>el</strong>a.En la escu<strong>el</strong>a estas t<strong>en</strong>siones actúan como supuestos y configuran la concepción de EIB de laescu<strong>el</strong>a. Podría afirmarse que coexist<strong>en</strong> <strong>en</strong> un equilibrio/t<strong>en</strong>sión estos aspectos de las concepciones y- 252 -


que <strong>en</strong> determinados mom<strong>en</strong>tos las acciones de algunos actores criollos y los lineami<strong>en</strong>tos de laspolíticas educativas vulneran tal equilibrio/t<strong>en</strong>sión ac<strong>en</strong>tuando las t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre los intereses de losactores, que la comunidad resu<strong>el</strong>ve con conductas de resist<strong>en</strong>cia que buscan restablecer <strong>el</strong>equilibrio/t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre disciplinami<strong>en</strong>to/libertad.En síntesis <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a wichí prevalece una concepción de EIB <strong>en</strong> donde lo bicultural,<strong>el</strong>aborado desde su creación, ti<strong>en</strong>e que ver con la primera definición que proponíamos, es decir labiculturalidad como fu<strong>en</strong>te de recursos para la <strong>en</strong>señanza y como definición de las pautas culturales,las necesidades y los intereses de los educandos <strong>en</strong> la dim<strong>en</strong>sión didáctica de la concepción de EIB.Como estrategia <strong>en</strong> <strong>el</strong> contacto cultural puede decirse que se manifiesta, pero no esconcebida conci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te por los actores. La <strong>el</strong>aboración de la autoestima ti<strong>en</strong>e que ver con estoque decimos, todos los aspectos que <strong>en</strong>cajan <strong>en</strong> la primera definición han contribuido sin duda a qu<strong>el</strong>as experi<strong>en</strong>cias de discriminación que sufrían (¿sufr<strong>en</strong>?) los miembros de la comunidad cuando secrea la escu<strong>el</strong>a no hayan derivado <strong>en</strong> conductas de marginalización, es decir de abandono yalejami<strong>en</strong>to de cualquier id<strong>en</strong>tidad de refer<strong>en</strong>cia provocando además cierta experi<strong>en</strong>cia de anomiacon falta de horizontes sociales, sino por <strong>el</strong> contrario que hayan posibilitado cierto grado deflexibilidad y b<strong>en</strong>eficios para la autoestima de los individuos de la comunidad.Sin embargo los procesos sociales no son lineales y acabados lo que explica que ciertasestrategias de la sociedad criolla <strong>en</strong> los últimos años hayan m<strong>el</strong>lado nuevam<strong>en</strong>te la id<strong>en</strong>tidad dealgunos individuos wichi y que se hayan incluido aspectos de la corrupción de los aparatoscli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ares d<strong>el</strong> gobierno a los procesos de id<strong>en</strong>tificación, mercantilizando la id<strong>en</strong>tidad wichí.VII.2.c. El Bilingüismo <strong>en</strong> las concepciones de EIBDe acuerdo a lo que v<strong>en</strong>imos desarrollando hallamos una combinación de aspectos queconfiguran las concepciones de EIB y que dan forma a la concepción de EIB hegemónica <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a,la integración de la comunidad wichí a la comunidad nacional es un objetivo de la institución y unprincipio que otorga una base para la definición de los compon<strong>en</strong>tes de las concepciones de EIB queportan los actores. La integración-biculturalismo constituye un principio g<strong>en</strong>eratriz de s<strong>en</strong>tidospolíticos y pedagógicos, actúan como supuestos <strong>en</strong> la configuración de la concepción de EIBhegemónica <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi.- 253 -


Otro aspecto se debe agregar a este análisis, <strong>el</strong> bilingüismo. Se puede afirmar que laconcepción de EIB hegemónica <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a es bilingüe-bicultural ya que como vimos incluyecont<strong>en</strong>idos de la cultura wichí y, como veremos, usa la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a y la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana comomedios de instrucción.En la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de alfabetización es <strong>el</strong> producto deconstantes experi<strong>en</strong>cias basadas <strong>en</strong> <strong>el</strong> método de <strong>en</strong>sayo-error, pero también de la consulta aespecialistas. En los primeros tiempos la escu<strong>el</strong>a g<strong>en</strong>eró un mod<strong>el</strong>o de alfabetización que diosupremacía a la l<strong>en</strong>gua wichí, este hecho g<strong>en</strong>eró la necesidad de creación de la escritura de la l<strong>en</strong>guawichí. Se <strong>en</strong>señaba a leer y a escribir <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua materna de los niños, cuando estos lograban“expresarse”, leer y escribir, <strong>en</strong> <strong>el</strong>la se iniciaba <strong>el</strong> proceso de alfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana.Con posterioridad se decidió alfabetizar <strong>en</strong> idioma wichí hasta <strong>el</strong> tercer grado, es decir que seconcebía que <strong>el</strong> niño llegaría a “expresarse” <strong>en</strong> su l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> ese grado de la escolaridad primaria.Desde <strong>el</strong> cuarto grado empezaba la alfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana, parti<strong>en</strong>do de la comparaciónde ambos idiomas, se utilizaban además <strong>el</strong> método integral y <strong>el</strong> de idiomas difer<strong>en</strong>tes, estos métodosse complem<strong>en</strong>taban con <strong>el</strong> uso de cuadernos de control de los errores de los alumnos. En <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>tetestimonio se describe los supuestos que dinamizan la alfabetización <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a:“… <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a se sigue <strong>en</strong>señando así, y ya todos pued<strong>en</strong> hacer así viste, o sea hasta que seexpresan <strong>en</strong> idioma bi<strong>en</strong>, bi<strong>en</strong>, se <strong>en</strong>seña así por supuesto que algunas palabras <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano porahí que los chicos usan, o si <strong>el</strong> chico escribe algo <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano también se le permite ¿no? Pero, esosi, <strong>en</strong> cuarto grado se pasa a la comparación de los dos idiomas y al cast<strong>el</strong>lano y después, pero setrata de seguir con la cultura o sea que se trata de seguir con ley<strong>en</strong>das con cosas de la cultura de<strong>el</strong>los, o sea que no es que se corta <strong>en</strong> tercer grado se cortó y ya todos <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano” (M.F).En la actualidad la alfabetización es prefer<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te monolingüe <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua wichí hastatercer grado y se acompaña con <strong>el</strong> uso de palabras de la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana. Desde <strong>el</strong> cuarto grado seinicia la alfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana. Además la alfabetización se hace, <strong>en</strong> <strong>el</strong> primer y segundociclo de educación básica, sobre la base de saberes de la cultura d<strong>el</strong> niño, por lo que hablamos de unaconcepción bilingüe-bicultural.El orig<strong>en</strong> d<strong>el</strong> bilingüismo <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a ti<strong>en</strong>e que ver con <strong>el</strong> bajo r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de los niñoswichí. Años de experi<strong>en</strong>cia llevan a un <strong>en</strong>trevistado wichí a sost<strong>en</strong>er que la alfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guawichí resulta metodológicam<strong>en</strong>te más adecuada para <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje de la lectoescritura, lo que- 254 -


permite que luego <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje <strong>en</strong> español sea más fácil, pero <strong>en</strong> última instancia es la base para laintroducción <strong>en</strong> la escritura aspecto c<strong>en</strong>tral de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a:“… <strong>en</strong> wichí porque sería, para nosotros es fácil y, o sea que agarramos <strong>el</strong> mejor camino, porejemplo yo apr<strong>en</strong>dí <strong>en</strong> esta escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> idioma y después ya <strong>en</strong> (español)… porque pareciera que unomismo va apr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do… vi<strong>en</strong>do todo eso… a través de la educación, porque si o si… hay educación,ha visto <strong>el</strong> español que se <strong>en</strong>seña <strong>en</strong> toda la arg<strong>en</strong>tina, y bu<strong>en</strong>o uno apr<strong>en</strong>de <strong>en</strong> idioma y despuésparece que uno apr<strong>en</strong>de más fácil porque a través de que te están <strong>en</strong>señando casi todo <strong>el</strong> tema d<strong>el</strong>as letras, todo eso porque no se puede cambiar, por que si o si vos agarrás más fácil…”(P.T)En <strong>el</strong> testimonio d<strong>el</strong> <strong>en</strong>trevistado está manifiesta la explicación pedagógico didáctica y laexplicación política de la alfabetización <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua vernácula indíg<strong>en</strong>a. Ambas se combinan comojustificación una de la otra, como una naturalización de la c<strong>en</strong>tralidad de la escritura <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a yde la concepción d<strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje de lo más simple para luego ir hacia lo más complejo, <strong>en</strong> donde losimple es la l<strong>en</strong>gua propia y lo complejo es la l<strong>en</strong>gua dominante. En definitiva <strong>el</strong> actor, que ocupa unaposición de liderazgo <strong>en</strong> la comunidad wichi, marca cuales son los lugares asignados <strong>en</strong> la sociedadnacional a las l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> contacto, lugares que además son incuestionables desde su visión.Pero también aparece otra razón que actúa <strong>en</strong> la institucionalización d<strong>el</strong> bilingüismo. Noexiste solam<strong>en</strong>te una explicación pedagógica de la situación de “incomunicación” que habríag<strong>en</strong>erado <strong>el</strong> hecho de que los niños hablaran solo <strong>en</strong> idioma wichi, hay una explicación o al m<strong>en</strong>osuna alusión a una razón política, lo injusto de plantear la cast<strong>el</strong>lanización o la alfabetización <strong>en</strong> lal<strong>en</strong>gua oficial de estos niños causa <strong>el</strong> rechazo por parte de estos actores:“…cómo íbamos a <strong>en</strong>señar <strong>en</strong> cast<strong>el</strong>lano a chicos que no sabían <strong>el</strong> cast<strong>el</strong>lano” (M.F.).Sin embargo es preciso decir que este mod<strong>el</strong>o de alfabetización que privilegia <strong>el</strong> usoinstruccional de la l<strong>en</strong>gua wichí <strong>en</strong> los primeros tres años de escolarización, provoca inevitablem<strong>en</strong>teque <strong>el</strong> niño vaya paulatinam<strong>en</strong>te acercándose a la cultura letrada y a la escritura, aspectos de lacultura dominante criolla, se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der <strong>en</strong>tonces que <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de alfabetización es detransición a la alfabetización <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana, lo que implica la progresiva inmersión d<strong>el</strong> niño<strong>en</strong> la cultura blanca.- 255 -


Este bilingüismo-bicultural adquiere a medida que se asci<strong>en</strong>de verticalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a y<strong>el</strong> sistema un carácter transicional, es decir que la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a va si<strong>en</strong>do usada como l<strong>en</strong>guainstrum<strong>en</strong>tal, como una etapa intermedia hacia la cast<strong>el</strong>lanización. A pesar de existir cons<strong>en</strong>so sobreeste compon<strong>en</strong>te de las concepciones de EIB, se concibe una alfabetización alternativa que emergecomo imaginada y deseada por los actores wichí y por los actores criollos de la Iglesia Católica:“… lo que nosotros queremos es que, o sea lo que nosotros quisiéramos es que se <strong>en</strong>señara hasta<strong>el</strong> séptimo grado que es lo justo <strong>en</strong> idioma, <strong>en</strong> idioma wichí o sea nosotros t<strong>en</strong>demos a que losmaestros todos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ser wichí no criollos, y que <strong>el</strong> idioma cast<strong>el</strong>lano sea <strong>en</strong>señado por uncriollo como una materia especial, así como se <strong>en</strong>seña <strong>el</strong> inglés <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as, como una segundal<strong>en</strong>gua que se <strong>en</strong>señe <strong>el</strong> cast<strong>el</strong>lano por un criollo, y todo lo demás ti<strong>en</strong>e que estar a cargo de <strong>el</strong>losporque es dificilísimo, para los chicos apr<strong>en</strong>der la división, apr<strong>en</strong>der todas las operacionesmatemáticas, los problemas, todo <strong>en</strong> una l<strong>en</strong>gua que no es la propia viste y es una injusticiaademás, además también p<strong>en</strong>samos que <strong>el</strong> secundario t<strong>en</strong>dría que llegar a ser así no se paracuando ¿no?, pero eso p<strong>en</strong>samos, y sería bu<strong>en</strong>ísimo” (M.F).Es decir que lo que se manifiesta como prácticas bilingües <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a no expresan <strong>en</strong> sutotalidad la concepción de qui<strong>en</strong>es desde la posición de resist<strong>en</strong>cia reclaman un mod<strong>el</strong>o de educaciónque no incluya opresión institucional. La concepción de la institución es una combinación de aspectosde las concepciones antes <strong>en</strong>unciadas.En este punto es preciso <strong>en</strong>unciar dos aspectos que aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> los datos como propiedad d<strong>el</strong>a concepción de EIB ligada a la definición d<strong>el</strong> bilingüismo de los actores de la institución:a) El bilingüismo se liga <strong>en</strong> la concepción de estos actores al biculturalismo, ypodría decirse más, a la interculturalidad como difer<strong>en</strong>cia que se expresa <strong>en</strong> <strong>el</strong>l<strong>en</strong>guaje o voz y la experi<strong>en</strong>cia de los niños indíg<strong>en</strong>as, que se articula <strong>en</strong> <strong>el</strong>objetivo de contar con maestros indíg<strong>en</strong>as de la comunidad que se <strong>en</strong>cargu<strong>en</strong><strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a de la <strong>en</strong>señanza d<strong>el</strong> niño. Esta noción de la difer<strong>en</strong>cia y <strong>el</strong> uso de lamisma como explicación y argum<strong>en</strong>to para la demanda y concepción de unaescu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> la que la <strong>en</strong>señanza esté a cargo de maestros indíg<strong>en</strong>as, se asi<strong>en</strong>ta<strong>en</strong> <strong>el</strong> hecho constatado de que la <strong>en</strong>señanza d<strong>el</strong> maestro <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua españolaconstituye una negación de la experi<strong>en</strong>cia y <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje d<strong>el</strong> niño como<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos c<strong>en</strong>trales para <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje.- 256 -


) El bilingüismo concebido como parte de la justicia para <strong>el</strong> niño indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong>contexto de las instituciones educativas <strong>en</strong> donde se privilegia la l<strong>en</strong>guaespañola como l<strong>en</strong>gua primera (L1) y la cultura blanca <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanzag<strong>en</strong>erando la experi<strong>en</strong>cia de opresión institucional. También emerge otrof<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que algunos <strong>en</strong>trevistados lo ligan con la cuestión d<strong>el</strong> respeto de lal<strong>en</strong>gua de los niños, <strong>el</strong> tema muy frecu<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los datos y también significativo<strong>en</strong> la concepción de EIB hegemónica <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a de la construcción de laautoestima étnica.Se puede afirmar que la alfabetización bilingüe constituye <strong>el</strong> eje c<strong>en</strong>tral d<strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>topedagógico de esta institución. La <strong>en</strong>señanza de la l<strong>en</strong>gua wichí tuvo desde la creación de la escu<strong>el</strong>asupremacía sobre los temas y cont<strong>en</strong>idos d<strong>el</strong> currículum.Es significativo que ya <strong>en</strong> la primera planificación para la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a secontemple la creación de la escritura d<strong>el</strong> wichí junto a la alfabetización <strong>en</strong> esta l<strong>en</strong>gua. Esta posiciónconstituyó de algún modo una resist<strong>en</strong>cia al mod<strong>el</strong>o de cast<strong>el</strong>lanización que prevaleció <strong>en</strong> nuestropaís como mod<strong>el</strong>o de <strong>en</strong>señanza para poblaciones indíg<strong>en</strong>as. Además la alfabetización g<strong>en</strong>eraba unaserie de temas r<strong>el</strong>acionados con la cultura indíg<strong>en</strong>a lo que promovió <strong>el</strong> biculturalismo.Este mod<strong>el</strong>o de alfabetización fue resistido <strong>en</strong> diversas ocasiones por funcionarios d<strong>el</strong>ministerio de Educación de la provincia, <strong>el</strong> principal argum<strong>en</strong>to era que se negaba la posibilidad deintegración d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a a la sociedad nacional <strong>en</strong> tanto y <strong>en</strong> cuanto se lo “dejara” usar su l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong>la escu<strong>el</strong>a. Esta situación g<strong>en</strong>eró la disputa por asignar un lugar a la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, taldisputa se caracterizó por la resist<strong>en</strong>cia de los actores criollos de la Iglesia católica a la prohibición d<strong>el</strong>os supervisores y funcionarios d<strong>el</strong> Ministerio de Educación de la provincia. Tal disputa se dio <strong>en</strong> <strong>el</strong>contexto de la r<strong>el</strong>ación de concepciones sobre la integración d<strong>el</strong> wichí a la comunidad nacional, temaque ya analizamos.La resist<strong>en</strong>cia de los actores de la institución se basa <strong>en</strong> <strong>el</strong> supuesto de que no es posible laintegración sin una base de respeto de la l<strong>en</strong>gua y la cultura d<strong>el</strong> “otro”, articulado a este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<strong>en</strong>contramos que estos mismos actores han incluido <strong>en</strong> su concepción de educación un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tosignificativo para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la resist<strong>en</strong>cia m<strong>en</strong>cionada, la afirmación de la necesidad de alfabetización- 257 -


<strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a es afirmación de la id<strong>en</strong>tidad wichí y emerge como construcción de la “autoestimad<strong>el</strong> grupo”.La coincid<strong>en</strong>cia progresiva de las posiciones sobre <strong>el</strong> uso de las l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong>tre losactores criollos y los actores wichí se debe compr<strong>en</strong>der como la r<strong>el</strong>ación de los supuestos que se hanv<strong>en</strong>ido interpretando: <strong>el</strong> objetivo de la integración con sus matices, y <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido la l<strong>en</strong>guaindíg<strong>en</strong>a se subvalora <strong>en</strong> la concepción desarrollista d<strong>el</strong> Estado salteño de fines de los años set<strong>en</strong>ta yprincipio de los años och<strong>en</strong>ta, mi<strong>en</strong>tras es concebida como marca estigmatizante por los miembrosde la comunidad, pero además una traba para la integración; por otra parte <strong>el</strong> supuesto de laconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia pedagógico-didáctica d<strong>el</strong> bilinguísmo; y finalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> carácter de justicia d<strong>el</strong> uso de lal<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza.Fueron los miembros de la Iglesia Católica qui<strong>en</strong>es pugnaron ante ambos actores, gobierno ycomunidad, con distintas estrategias según <strong>el</strong> caso, para institucionalizar <strong>el</strong> bilingüismo confiriéndole<strong>en</strong> <strong>el</strong> contacto de l<strong>en</strong>guas mayor peso a la l<strong>en</strong>gua de los wichí.Cuando las hermanas d<strong>el</strong> Sagrado Corazón de Jesús com<strong>en</strong>zaron a trabajar <strong>en</strong> la zona los“indios” estaban totalm<strong>en</strong>te excluidos de las instituciones y la sociedad blanca. Sin embargo eranusados como peones rurales y se les pagaba muy mal, una de estas hermanas sosti<strong>en</strong>e que lascaracterísticas d<strong>el</strong> contacto cultural <strong>en</strong>tre los wichí y los criollos g<strong>en</strong>eraron algunas conductasnecrófilas <strong>en</strong> los primeros:“… <strong>el</strong>los no eran borrachos tomaban una sola vez al año <strong>en</strong> la fiesta d<strong>el</strong> algarroba, ahícortaban un yuchán ll<strong>en</strong>aban <strong>el</strong> tronco con agua lo tapaban con un cuero y bailaban hasta que sesecaba <strong>el</strong> agua, empezaron a emborracharse porque <strong>el</strong> criollo les pagaba con coca y alcohol…”(M.F.)Por otra parte <strong>el</strong> otro contacto d<strong>el</strong> wichí con la sociedad blanca era con los anglicanos queejecutaron acciones educativas, de evang<strong>el</strong>ización y normalización lingüística d<strong>el</strong> idioma wichí.La afirmación de la id<strong>en</strong>tidad es una necesidad surgida de la situación <strong>en</strong> la que la comunidadse <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> pueblo de Mosconi. La marginación y <strong>el</strong> desprecio d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a soncaracterísticos d<strong>el</strong> contacto cultural <strong>en</strong> Gral. Mosconi, t<strong>en</strong>gamos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> dato con queconstatamos que no fue desde la sociedad salteña o de Gral. Mosconi que surge la idea de crear laescu<strong>el</strong>a para la comunidad wichí, t<strong>en</strong>dremos un indicio acerca de la posición que <strong>el</strong> indio ocupaba <strong>en</strong>la sociedad local y regional, otro indicio serían los trabajos que realizaban <strong>en</strong> <strong>el</strong> pueblo, todos de- 258 -


changas sin salario, incluso la iglesia d<strong>el</strong> pueblo no fue la que <strong>en</strong>caró la tarea asumida por los actorescriollos llegados de Bu<strong>en</strong>os Aires. ¿Qué habrá operado <strong>en</strong> los intereses de la comunidad? Ya hemosdicho que <strong>el</strong> cacique pide la escu<strong>el</strong>a, pero no la pide para que sus hijos se eduqu<strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>el</strong>la, laeducación para la comunidad es la que <strong>el</strong>los brindan <strong>en</strong> la comunidad, <strong>en</strong>tonces la demanda no es poreducación sino por instrucción y principalm<strong>en</strong>te por capacitación, lo que se expresa <strong>en</strong> los objetivosde la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> sus primeros años.Lo que nos debe resultar significativo de este proceso es que d<strong>el</strong> panorama ilustrado emergecomo aspecto connotado <strong>en</strong> las demandas de la comunidad wichí <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> r<strong>el</strong>evante que la escrituracom<strong>en</strong>zaría a t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> <strong>el</strong> desarrollo de la comunidad, no decimos aún pap<strong>el</strong> r<strong>el</strong>evante de la escriturawichí pues sería ad<strong>el</strong>antarnos <strong>en</strong> <strong>el</strong> análisis, pero si al m<strong>en</strong>os diremos aquí que la escu<strong>el</strong>a sepres<strong>en</strong>taría como la imposición de la escritura como medio de transmisión más fuerte <strong>en</strong> <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>otradicional de educación, y que desde ese mom<strong>en</strong>to fundante la oralidad, medio de transmisióncultural tradicional <strong>en</strong> los wcihí, com<strong>en</strong>zaría a sufrir las transformaciones impuestas por <strong>el</strong> contactocultural.La acción estratégica d<strong>el</strong> grupo se materializa <strong>en</strong> <strong>el</strong> uso social de la escu<strong>el</strong>a a costa de poner<strong>en</strong> riesgo la continuidad de aspectos de la propia cultura, plantea un condicionante para lacomunidad <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido de concebir <strong>el</strong> valor de la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, y se articula con laautoestima d<strong>el</strong> grupo que explica <strong>el</strong> rechazo d<strong>el</strong> uso de la l<strong>en</strong>gua wichi <strong>en</strong> la institución de la sociedadcriolla.La demanda de escu<strong>el</strong>a se asi<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la posición cada vez más subordinada que t<strong>en</strong>ían lascomunidades indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema productivo y <strong>el</strong> creci<strong>en</strong>te proceso de <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ación y depredaciónd<strong>el</strong> monte <strong>en</strong> donde recolectaban y cazaban para vivir, y <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación al que construían su cultura.Además hay otro <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to que <strong>en</strong>traría a jugar <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de los usos sociales de laescu<strong>el</strong>a, la década d<strong>el</strong> set<strong>en</strong>ta es <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que comi<strong>en</strong>za <strong>el</strong> reclamo por la propiedad de lastierras que ancestralm<strong>en</strong>te ocupaban, tal reclamo se caracteriza por la judicialización d<strong>el</strong> conflicto loque provocó que los dirig<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as tuvieran que formarse <strong>en</strong> los saberes y la l<strong>en</strong>gua de lasociedad a la que se debían <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar, para poder actuar <strong>en</strong> otras instituciones de la sociedad criolla.El bilingüismo g<strong>en</strong>eró <strong>en</strong> los primeros años de la escu<strong>el</strong>a un choque, como sosti<strong>en</strong>e un actorwichí:“… cuando empezó la escu<strong>el</strong>a con <strong>el</strong> tema bilingüe atrás de M… hubo muchos choques atrásd<strong>el</strong> estado y todo eso, y no se podía <strong>en</strong>señar…” (P.T.)- 259 -


Desde <strong>el</strong> Estado provincial se interpone la prohibición d<strong>el</strong> uso de las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> lasescu<strong>el</strong>as, y tal proscripción se impuso con fuerza durante la última dictadura militar. Como se haseñalado <strong>en</strong> los apartados anteriores desde la institución se ejercieron ciertas estrategias comoobt<strong>en</strong>er la autorización de los supervisores para funcionalizar la concepción bilingüe-bicultural. Se hadicho que <strong>el</strong> Estado ejerció la proscripción y la c<strong>en</strong>sura, pero algunos <strong>en</strong>trevistados describ<strong>en</strong> quetales acciones no solo se dieron durante <strong>el</strong> período de la dictadura, puede afirmarse que losfuncionarios públicos portan cre<strong>en</strong>cias sociales y teorías informales sobre las l<strong>en</strong>guas y las culturasindíg<strong>en</strong>as que se intersectan con los supuestos que configuran las c<strong>en</strong>suras antes <strong>en</strong>unciadas y lashan funcionalizado <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes períodos.Pero también la comunidad resistió la <strong>en</strong>señanza de su l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. En qué basabanla exclusión de la l<strong>en</strong>gua wichí de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la desvalorización d<strong>el</strong>a misma. En la escu<strong>el</strong>a y <strong>en</strong> las instituciones sociales las l<strong>en</strong>guas se cotizan como <strong>en</strong> bolsas de valores<strong>en</strong> las que los individuos pugnan por acceder a la l<strong>en</strong>gua más cotizada, que es la l<strong>en</strong>gua con mayorprestigio social. Como sosti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> mismo <strong>en</strong>unciador d<strong>el</strong> testimonio anterior <strong>el</strong> hecho de que lacomunidad no haya demandado la inclusión de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua wichí <strong>en</strong> esos años se debe aque:“… como hay mucha discriminación, o pareciera que lo toman de ese s<strong>en</strong>tido de que <strong>el</strong>aborig<strong>en</strong> no sirve, ti<strong>en</strong>e que apr<strong>en</strong>der a hablar <strong>en</strong> idioma cast<strong>el</strong>lano…y uno ti<strong>en</strong>e siempre esavergü<strong>en</strong>za, todo eso <strong>en</strong> hablá <strong>en</strong> idioma, si todo eso pasa…” (P.T.)No hay nada <strong>en</strong> las l<strong>en</strong>guas <strong>en</strong> si que hagan de <strong>el</strong>las l<strong>en</strong>guas de mayor prestigio que otras,superiores a otras, tal condición es un producto social, <strong>el</strong> prestigio de la l<strong>en</strong>gua provi<strong>en</strong>e d<strong>el</strong> prestigiod<strong>el</strong> grupo que la habla. Los wichí habrían concebido <strong>el</strong> desprestigio de su grupo ligado por lo tanto aldesprestigio de su l<strong>en</strong>gua y su cultura, como un argum<strong>en</strong>to y un dato objetivo de la necesidad yconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia de no usar su l<strong>en</strong>gua <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. La búsqueda de capacitación para <strong>el</strong> desempeñoindep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la sociedad local y regional, <strong>en</strong>focado <strong>en</strong> las acreditaciones que provee la escu<strong>el</strong>a,se articula inexorablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> esta posición de dominado a la desvalorización de su l<strong>en</strong>gua y sucultura y la valorización de la l<strong>en</strong>gua y la cultura dominante. El f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o tal como es vivido por <strong>el</strong>sujeto oprimido es la “vergü<strong>en</strong>za” de hablar <strong>en</strong> una l<strong>en</strong>gua sin prestigio, sin escritura, sin tradiciónliteraria, sin grandes autores, <strong>en</strong> definitiva sin historia tal como se la <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de <strong>en</strong> occid<strong>en</strong>te basada <strong>en</strong>- 260 -


la escritura. Pero la vergü<strong>en</strong>za de hablar una l<strong>en</strong>gua sin prestigio social se t<strong>en</strong>sa con la vergü<strong>en</strong>za d<strong>en</strong>o hablar la propia l<strong>en</strong>gua y de tal t<strong>en</strong>sión debe emerger <strong>el</strong> valor d<strong>el</strong> contacto cultural y de lasl<strong>en</strong>guas.La homologación <strong>en</strong>tre escu<strong>el</strong>a y alfabetización, y <strong>en</strong>tre esta última y escritura g<strong>en</strong>eró <strong>en</strong> <strong>el</strong>imaginario social la idea de que la educación es <strong>en</strong>señanza de la escritura, y <strong>en</strong> parte lo es, pero juntoa esta visión un grupo social g<strong>en</strong>era difer<strong>en</strong>cia/articulación <strong>en</strong> la sociedad <strong>en</strong> tanto es <strong>el</strong> que dominala escritura y produce <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de la r<strong>el</strong>evancia y <strong>el</strong> prestigio de las l<strong>en</strong>guas con escritura. Por lotanto dicha articulación que definimos como “juntura y ruptura social”, define posiciones sociales deacuerdo a la posesión o no de escritura y a la vez define la demanda de esta.Lo significativo es que de esta juntura-ruptura social que g<strong>en</strong>era la <strong>en</strong>señanza de la escrituraemerge <strong>el</strong> vínculo cultural que es la base de la producción simbólica sobre valores, prefer<strong>en</strong>cias,gustos y creaciones. Si hay un dato que se debe interpretar con este marco refer<strong>en</strong>cial es <strong>el</strong> de lacreación de la escritura de la l<strong>en</strong>gua wichi.La mayoría de los actores criollos sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> sus testimonios que <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a defi<strong>en</strong>de sul<strong>en</strong>gua, la forma es no dándola a conocer por completo al blanco <strong>en</strong> los contextos institucionales <strong>en</strong>donde la l<strong>en</strong>gua se pone <strong>en</strong> contacto.“… y algunos de los aboríg<strong>en</strong>es de la misión no querían que le <strong>en</strong>señe <strong>el</strong> idioma Wichí a losmaestros, que yo les hable y les <strong>en</strong>señe… si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> como que, <strong>el</strong> idioma para <strong>el</strong>los es una def<strong>en</strong>sa, y<strong>el</strong> que los criollos no lo conozcan es una def<strong>en</strong>sa para <strong>el</strong>los, porque <strong>el</strong>los pued<strong>en</strong> hablar <strong>en</strong> idiomaasí por lo bajo, y hablan <strong>en</strong> idioma y se dic<strong>en</strong> <strong>en</strong> idioma, y nadie <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de nada…” (M.F)Mi<strong>en</strong>tras que desde <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a esta negativa se expresa <strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>cia de que <strong>el</strong>losdeberán ser qui<strong>en</strong>es escriban su l<strong>en</strong>gua, y <strong>en</strong> esta interpretación intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> dos supuestos, por unaparte <strong>el</strong> hecho de la crisis de la id<strong>en</strong>tidad de una parte de la comunidad que actúa sobre su grupocomo <strong>el</strong> dominador lo que hace que las acciones de los criollos no sean cuestionadas yproblematizadas sino aceptadas cuando implican b<strong>en</strong>eficios monetarios individuales; por otra parte <strong>el</strong>supuesto, que es parte de la reflexión de aqu<strong>el</strong>los individuos a los que d<strong>en</strong>ominamos los int<strong>el</strong>ectualesindíg<strong>en</strong>as de la comunidad, de que incluso <strong>en</strong> lo que hace a aspectos de la cultura criolla que seincorporan a la cultura wichí, los que deb<strong>en</strong> conducir y controlar los procesos son los wichí:- 261 -


“… si nosotros no escribimos nuestros códigos o nuestra l<strong>en</strong>gua según nuestra conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cialo va a escribir la tercera persona que siempre va a ser <strong>en</strong> favor de <strong>el</strong>los y no a favor de nosotros,todo lo hac<strong>en</strong> los libros, y eso ha querido hacerse siempre y eso es verdad, eso nos decían nuestrosancianos: ‘ustedes deb<strong>en</strong> escribir lo que nosotros decimos, pero que no v<strong>en</strong>ga un blanco a escribir loque ustedes quier<strong>en</strong> porque siempre va a guardar un secreto <strong>en</strong> contra de ustedes’, y esa es unarealidad hasta la fecha…”De acuerdo con la interpretación de los actores indíg<strong>en</strong>as <strong>el</strong> hecho de que <strong>el</strong> criollo seinmiscuya <strong>en</strong> la normalización de la l<strong>en</strong>gua indíg<strong>en</strong>a y <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de la escritura conti<strong>en</strong>e laam<strong>en</strong>aza de que este sujeto domine <strong>el</strong> proceso y lo use <strong>en</strong> su provecho y <strong>en</strong> contra d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a.Además, de acuerdo a su visión, que está interdicha por la visión de los ancianos, no existe evid<strong>en</strong>ciade que pueda ocurrir lo contrario si no es <strong>el</strong> propio indíg<strong>en</strong>a <strong>el</strong> que conduzca <strong>el</strong> proceso, <strong>en</strong> cadaámbito y proceso <strong>en</strong> que <strong>el</strong> criollo aparece con protagonismo, imponi<strong>en</strong>do su cultura, visión d<strong>el</strong>mundo e intereses sociales ocurre <strong>el</strong> despojo de algo d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a: tierras, cultura, l<strong>en</strong>gua, trabajo.La percepción que la comunidad ti<strong>en</strong>e d<strong>el</strong> proceso de <strong>el</strong>aboración de la escritura d<strong>el</strong> idiomawichí <strong>en</strong> la provincia de Salta es expresada por una informante criolla que actualiza las palabras de unhombre wichí:ahora por ejemplo viste que tuvimos un… <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de educación intercultural bilingüe <strong>en</strong>la universidad de Tartagal… estaban ahí planteando la escritura con grafía inglesa, y la escrituracon dieresis, apóstrofe y un lio que no te podés imaginar, y una de las, era una antropóloga, unaantropóloga que estaba hablando este planteaba todo esto, y… prácticam<strong>en</strong>te querían imponer laescritura con esa manera con diéresis, con apóstrofe, con haches una cosa totalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te, yuno de los auxiliares bilingues que estaba ahí, cuando, cuando salimos de esa charla, nosotros noscuestionábamos, nos cuestionábamos que no podía ser, primero que los que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que escribir sul<strong>en</strong>gua son <strong>el</strong>los eso es lo que p<strong>el</strong>eamos siempre, que esper<strong>en</strong> a que <strong>el</strong>los sean linguistas, que <strong>el</strong>losescriban su l<strong>en</strong>gua no que v<strong>en</strong>gan a escribírs<strong>el</strong>as de afuera los extranjeros, y este chico me dijo “mirá M. sabés qué es lo que s<strong>en</strong>tí yo, s<strong>en</strong>tí como que me querían quitar mi l<strong>en</strong>gua, o sea me s<strong>en</strong>tícomo lo que hicieron con la tierra nos quisieron despojar y quitar las tierras ahora me quier<strong>en</strong> sacarla l<strong>en</strong>gua”, con esta mujer que le mostraba la escritura así con grafía inglesa, y yo le digo peroporque como es que s<strong>en</strong>tís eso, “ si, dice, porque <strong>el</strong> idioma es nuestro, la l<strong>en</strong>gua es nuestra, así queahora también nos quier<strong>en</strong> sacar la l<strong>en</strong>gua, la l<strong>en</strong>gua la escribimos nosotros, es nuestra porque- 262 -


ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que v<strong>en</strong>ir <strong>el</strong>los a escribirla”… es una cosa que me impresionó porque jamás p<strong>en</strong>sé que iban as<strong>en</strong>tirse despojados, como <strong>el</strong> despojo que les hicieron de las tierras porque les estaban escribi<strong>en</strong>dolos extranjeros su l<strong>en</strong>gua, que <strong>el</strong>los la querían escribir y que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> derecho a escribirla, “¿ahora nosvan a sacar también la l<strong>en</strong>gua?” dic<strong>en</strong>…” (M.F.)La <strong>el</strong>aboración de la escritura es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que expresa la conflictividad propia de ladiversidad de los intereses que están <strong>en</strong> juego.Pero <strong>el</strong> proceso de la l<strong>en</strong>gua Wichí <strong>en</strong> la provincia de Salta ti<strong>en</strong>e la particularidad de queexist<strong>en</strong> dos mod<strong>el</strong>os de alfabeto desde los que los actores implicados se disputan <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>topor parte de las comunidades. Los mod<strong>el</strong>os <strong>en</strong> disputa son <strong>el</strong> d<strong>el</strong> alfabeto inglés sost<strong>en</strong>ido por losmisioneros Anglicanos, antropólogos de la UNSA y comunidades cercanas a la ciudad de Embarcación,mi<strong>en</strong>tras que <strong>el</strong> otro mod<strong>el</strong>o es <strong>el</strong> que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> desde la comunidad de G<strong>en</strong>eral Mosconi y losrepres<strong>en</strong>tantes de la Iglesia Católica que los apoyan, estos propugnan por <strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong>alfabeto <strong>el</strong>aborado <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a con grafía cast<strong>el</strong>lana. Comunidades Wichí d<strong>el</strong> Departam<strong>en</strong>to SanMartín, Santa Victoria oeste y Rivadavia as<strong>en</strong>tadas sobre las rutas 81, 86 y 34 están <strong>en</strong> desacuerdocon <strong>el</strong> alfabeto de los anglicanos.Los actores de la escu<strong>el</strong>a ofrec<strong>en</strong> <strong>en</strong> los testimonios sus argum<strong>en</strong>tos a favor de su posición <strong>en</strong>este proceso. Por una parte M.F sosti<strong>en</strong>e que no se puede unificar <strong>el</strong> alfabeto Wichí <strong>en</strong> grafía inglesa<strong>en</strong> un país <strong>en</strong> que se habla y escribe <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana con una grafía respectiva a esta, <strong>en</strong> estes<strong>en</strong>tido se argum<strong>en</strong>ta que los mismos maestros están alfabetizados <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua cast<strong>el</strong>lana, pero existeun f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o muy fuerte <strong>en</strong> este ámbito que atraviesa la situación de todas las comunidades Wichíde la zona, muchas escu<strong>el</strong>as han g<strong>en</strong>erado <strong>en</strong> forma autónoma sus alfabetos y la unificaciónimplicaría un esfuerzo de varios años realizado <strong>en</strong> vano, y de alguna manera la adecuación yreconversión d<strong>el</strong> personal <strong>en</strong> términos de formación que cabría preguntarse si las escu<strong>el</strong>as estándispuestas a hacer.Cuando llegaron las hermanas d<strong>el</strong> Sagrado Corazón de Jesús, estaba creado <strong>el</strong> alfabeto d<strong>el</strong>idioma <strong>en</strong> grafía inglesa, los misioneros Anglicanos que se habían establecido <strong>en</strong> la zona creando laMisión Tolaba t<strong>en</strong>ían <strong>en</strong> esa época escritas cartillas para <strong>en</strong>señar a los indíg<strong>en</strong>as a leer la Biblia.El proceso de <strong>el</strong>aboración de la escritura d<strong>el</strong> idioma wichí constituye, como hemosdesarrollado <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco teórico, una ar<strong>en</strong>a de luchas metadiscursivas, por eso un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to de gransignificatividad que se debe ponderar es <strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to sobre <strong>el</strong> interés de los anglicanos para imponersin cons<strong>en</strong>so y a toda costa su alfabeto y escritura d<strong>el</strong> Wichí, sosti<strong>en</strong>e M.F.:- 263 -


“…<strong>el</strong>los están queri<strong>en</strong>do apurar todo… ese apuro es porque ti<strong>en</strong><strong>en</strong> todas esas bibliasescritas con esa grafía, <strong>en</strong>tonces quier<strong>en</strong> que <strong>en</strong> todas las escu<strong>el</strong>as se <strong>en</strong>señe a todos a leer yescribir de esa manera…”En este s<strong>en</strong>tido <strong>el</strong> peso de la explicación d<strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o estaría de acuerdo a nuestrainformante <strong>en</strong> la acción evang<strong>el</strong>izadora como objetivo de los misioneros anglicanos.Por <strong>el</strong> lado de los indíg<strong>en</strong>as que apoyan a los misioneros anglicanos algunos actoresargum<strong>en</strong>tan que lo hac<strong>en</strong> desde la condesc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, la fid<strong>el</strong>idad y <strong>el</strong> agradecimi<strong>en</strong>to de las accionesque vi<strong>en</strong><strong>en</strong> realizando los misioneros con <strong>el</strong>los, se puede interpretar como parte de la forma culturalwichi que John Palmer d<strong>en</strong>omina “bu<strong>en</strong>a voluntad” como una negación a resistirse desde la exig<strong>en</strong>ciacultural de no causar problemas.Sin embargo la experi<strong>en</strong>cia posterior a esta época de creación de la escritura de la l<strong>en</strong>guawichí <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi es expresada <strong>en</strong> <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te testimonio:“… <strong>en</strong> cambio lo que estamos haci<strong>en</strong>do acá <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a lo si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> como propio porquerealm<strong>en</strong>te fuimos haciéndolo <strong>en</strong>tre todos, cada palabra que se escribía viste y palabras nuevas semostraban <strong>en</strong>tre todos para ver si estaba bi<strong>en</strong> escrito, si había que agregarle algo faltaba algo,todo se fue revisando y después con <strong>el</strong> asesorami<strong>en</strong>to de estos linguistas que un poco nos dijeronviste, <strong>el</strong>los más bi<strong>en</strong> t<strong>en</strong>dían a usar la c y la q y no la k como para que después fuera más fácil laescritura d<strong>el</strong> cast<strong>el</strong>lano y fue bu<strong>en</strong>o viste porque <strong>el</strong> paso después al idioma cast<strong>el</strong>lano para <strong>el</strong>los fuefacilísimo con eso de empezar con <strong>el</strong> idioma wichí además rapidísimo…” (M.F.)En la <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> alfabeto wichí con grafía española los actores de la escu<strong>el</strong>a tuvieron <strong>el</strong>apoyo de algunos lingüistas, también utilizaron bibliografía de María Teresa Viñas Urquiza, pero la<strong>en</strong>trevistada destaca la participación activa de la comunidad <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong>alfabeto:“…íbamos creando la escritura con la g<strong>en</strong>te de la comunidad y con los chicos, o sea yoconseguía la palabra g<strong>en</strong>eradora… y con la palabra g<strong>en</strong>eradora ya <strong>el</strong>los iban creando iban haci<strong>en</strong>dooraciones todo”- 264 -


Por otra parte <strong>el</strong> hecho de la participación de la comunidad <strong>en</strong> la creación de la escritura y <strong>el</strong>alfabeto de la l<strong>en</strong>gua wichí ti<strong>en</strong>e significativa implicación <strong>en</strong> la construcción de la autoestima étnica yde grupo, como sosti<strong>en</strong>e la <strong>en</strong>trevistada <strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de que <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso que analizamos los niños yadultos de la comunidad hayan confirmado su capacidad para crear su propia escritura les valió comomotivación para <strong>en</strong>carar por si mismos otros procesos, por ejemplo <strong>el</strong> proceso judicial por las tierras ydar a conocer <strong>el</strong>los mismos la lucha que vi<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong>carnado, como sosti<strong>en</strong>e la <strong>en</strong>trevistada:“y por eso la s<strong>en</strong>tían viste como propia, y ya los chicos al principio eran super tímidos, perodespués se animaron, y ya hablan con los jueces, hablan con los abogados, hablan con mediomundo, van a la radio, ya perdieron toda su timidez toda su inhibición porque sintieron que valían yque eran valorados” (M.F.)Como podemos observar <strong>en</strong> este aspecto de la concepción de EIB que es la hegemónica <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a <strong>el</strong> proceso de <strong>el</strong>aboración de la escritura d<strong>el</strong> idioma wichí, compon<strong>en</strong>te c<strong>en</strong>tral d<strong>el</strong>bilingüismo <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, es una instancia <strong>en</strong> la que la comunidad participa activam<strong>en</strong>te,seguram<strong>en</strong>te constituye un proceso de apr<strong>en</strong>dizaje para los sujetos pero también se puedeinterpretar como un proceso etnopolítico de empoderami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a.El bilingüismo que se g<strong>en</strong>era <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a es <strong>en</strong>tonces participativo o de colaboración pueslos sujetos con difer<strong>en</strong>tes id<strong>en</strong>tidades e intereses sociales crean productos simbólicos que losexpresan. Además la l<strong>en</strong>gua y la creación de la escritura se articulan con la producción de material d<strong>el</strong>ectura, de recursos didácticos y la investigación de la cultura que puede plasmarse <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>guaindíg<strong>en</strong>a. Así también se g<strong>en</strong>era una serie de apr<strong>en</strong>dizajes que pued<strong>en</strong> producir que determinadossujetos emerjan formados <strong>en</strong> las lides int<strong>el</strong>ectuales necesarias para apropiarse de aspectos de lacultura criolla, ya sea desde la id<strong>en</strong>tificación con esta última o configurando una id<strong>en</strong>tidad étnicasignificativam<strong>en</strong>te ligada a autoestima cultural.VIII. ConclusiónEn este mom<strong>en</strong>to final d<strong>el</strong> estudio que se ha desarrollado se hace necesario aclarar que losf<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os interpretados y pres<strong>en</strong>tados como resultados de la investigación no constituy<strong>en</strong> latotalidad de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os emerg<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los datos, y que <strong>en</strong> esta conclusión se int<strong>en</strong>tarán algunosacercami<strong>en</strong>tos a la compr<strong>en</strong>sión de estos. Antes de c<strong>en</strong>trarnos <strong>en</strong> las conclusiones referidas al casoestudiado se cree necesario argum<strong>en</strong>tar sobre las posibilidades de análisis e interpretación que haofrecido <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque teórico-metodológico-epistemológico <strong>en</strong> que se ha sust<strong>en</strong>tado esta tesina.- 265 -


Tal como lo planteamos <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco teórico nuestra posición teórica ha sido la de concebir ladiversidad cultural, quizás <strong>el</strong> sustrato de la EIB, indisociable de la desigualdad social. Los discursoseducativos que sust<strong>en</strong>tan <strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to de la interculturalidad se han c<strong>en</strong>trado excesivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ladiversidad, hecho que ha g<strong>en</strong>erado la disolución d<strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de de la difer<strong>en</strong>cia/desigualdad <strong>en</strong> unmod<strong>el</strong>o de interpretación culturalista y actitudinal. Discursivam<strong>en</strong>te se utilizan <strong>en</strong> forma indistintatérminos para definir sujetos difer<strong>en</strong>tes culturalm<strong>en</strong>te como también sujetos diversos <strong>en</strong> alusión acapacidades individuales.El estudio que se ha desarrollado ha pret<strong>en</strong>dido a partir de la <strong>el</strong>aboración de una síntesisteórica-metodológica-epistemológica criticar un mod<strong>el</strong>o dominante <strong>en</strong> <strong>el</strong> estudio de la diversidad <strong>en</strong>la educación. El <strong>en</strong>foque pedagógico-político para <strong>el</strong> estudio de la EIB constituye una impugnación alos supuestos d<strong>el</strong> <strong>en</strong>foque basado <strong>en</strong> <strong>el</strong> “constructivismo” español, de partida se resiste a concebir ycompr<strong>en</strong>der la educación para población indíg<strong>en</strong>a bajo supuestos culturalistas y psicologistas. Endefinitiva <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque desde <strong>el</strong> que se ha abordado esta investigación sirve para dev<strong>el</strong>ar la operaciónde despolitización de la difer<strong>en</strong>cia que ejerc<strong>en</strong> los estudios basados <strong>en</strong> <strong>el</strong> “constructivismo”.Asimismo <strong>el</strong> auge casi expon<strong>en</strong>cial d<strong>el</strong> abordaje de la diversidad cultural, <strong>en</strong> los términosplanteados de psicologización y culturalismo, se inscrib<strong>en</strong>, no inoc<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> un contexto globalde cambios discursivos y de prácticas de definición de inclusiones/exclusiones de id<strong>en</strong>tidades socialesy culturales.El capitalismo posindustrial ha g<strong>en</strong>erado la globalización de la economía, y ha ligado a estef<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o la globalización de las id<strong>en</strong>tidades. Los Estados nacionales y las élites int<strong>el</strong>ectuales ligadasal poder económico que habían concebido y basado históricam<strong>en</strong>te la construcción de la nación <strong>en</strong>férreos mecanismos de homog<strong>en</strong>eización y <strong>en</strong> ideologías aglutinadoras d<strong>el</strong> ‘s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to’ patriótico,<strong>en</strong> <strong>el</strong> nuevo contexto han sido interp<strong>el</strong>adas desde las usinas de ideas económicas y políticas de lospaíses c<strong>en</strong>trales, principalm<strong>en</strong>te EE.UU, por <strong>el</strong> discurso de la globalización y <strong>el</strong> multiculturalismo.El discurso de la diversidad se desarrolla <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de la redefinición de las id<strong>en</strong>tidadesaceptadas, articulado <strong>en</strong> una operación de desc<strong>en</strong>trami<strong>en</strong>to típico de la posmodernidad. Talcorrimi<strong>en</strong>to desde los c<strong>en</strong>tros ligados a la uniformación y homog<strong>en</strong>eización de la sociedad hasupuesto la visibilización de sujetos que se había invisibilizado y se creían extinguidos, asimilados,aculturados o integrados. Por lo g<strong>en</strong>eral estos sectores invisibilizados se habían incluidohistóricam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> categorías como pobreza y marginalidad.La globalización de la economía g<strong>en</strong>eró como un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to de su propia lógica lamercantilización de los capitales culturales de estos sectores sin participación <strong>en</strong> la redistribución d<strong>el</strong>- 266 -


capital económico. Como se ha analizado la operación sobre las id<strong>en</strong>tidades responde a la secu<strong>en</strong>cia,no excluy<strong>en</strong>te, de fetichización de la difer<strong>en</strong>cia, mercantilización de la difer<strong>en</strong>cia y eticización de ladifer<strong>en</strong>cia. Lo que <strong>en</strong> última instancia g<strong>en</strong>eró esta etapa d<strong>el</strong> capitalismo es un re-definición de lossujetos gobernables, visibilizados <strong>en</strong> cuanto a su capital cultural pero invisibilizados <strong>en</strong> cuanto a sucondición de pobreza económica.En es<strong>en</strong>cia lo que ha provocado este nuevo contexto es un ocultami<strong>en</strong>to de lo político comocondición para la emerg<strong>en</strong>cia de la diversidad. Ya no hay pobres lo que hoy emerg<strong>en</strong> son mujeresexcluidas, indíg<strong>en</strong>as excluidos, inmigrantes excluidos, negros excluidos, homosexuales excluidos,etcétera, y su inclusión se debe basar <strong>en</strong> r<strong>el</strong>aciones económicas liberalizadas <strong>en</strong> las que pued<strong>en</strong>competir con sus propios capitales culturales, <strong>en</strong> última instancia la “responsabilidad social”(accountability) reemplaza la justicia redistributiva.Cómo puede compr<strong>en</strong>derse que gobiernos que repres<strong>en</strong>tan las fracciones más conservadorasde la sociedad promuevan <strong>el</strong> multiculturalismo. El discurso d<strong>el</strong> multiculturalismo o de lapluriculturalidad constituye una ideología que supone un “respeto obsc<strong>en</strong>o”. Se acepta la diversidadpero negando la desigualdad asociada a esta, <strong>el</strong> respeto por las difer<strong>en</strong>cias es como una conducta deexpiación de las culpas por la pobreza, mi<strong>en</strong>tras tanto se defin<strong>en</strong> políticas focalizadas de “at<strong>en</strong>ción” aestos sujetos, políticas de asist<strong>en</strong>cia social.El multiculturalismo es además parte de una nueva forma de “gubernam<strong>en</strong>talidad”indisociable de una “economía política de la diversidad”, es decir que se g<strong>en</strong>era la dispersión laestructura social destruy<strong>en</strong>do las adscripciones de de clases sociales y a la vez se sutura tal estructurapor un período determinado <strong>en</strong> base a la autorización de distinciones id<strong>en</strong>titarias despolitizadas.Tales distinciones son definidas por aspectos externos y se ligan a una es<strong>en</strong>cia universal humana, quese manifiesta <strong>en</strong> una moral y una ética parciales. Dicha es<strong>en</strong>cia universal oculta los intereseshegemónicos de qui<strong>en</strong>es defin<strong>en</strong> la norma para determinar la s<strong>el</strong>ección y jerarquización de los“otros” internos, de esta forma se abona un campo de explotaciones económicas difer<strong>en</strong>ciadasasociadas a modos variados y variables de incorporación política e ideológica de flujos de mano deobra caracterizada por la fractura interna.Un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de estas reformas estructurales ha sido la definición de un estatus legal de losPueblos Indíg<strong>en</strong>as a niv<strong>el</strong> internacional que ha t<strong>en</strong>ido efectos a niv<strong>el</strong> nacional. En casi todos los paísesde Latinoamérica con población indíg<strong>en</strong>a se han incluido artículos <strong>en</strong> las constituciones nacionalessobre los derechos culturales y territoriales de los PIs. Cada caso particular se corresponde con <strong>el</strong>- 267 -


peso r<strong>el</strong>ativo de la población indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la población total de los países, y <strong>en</strong> <strong>el</strong> poder de negociacióny articulación de alianzas de las organizaciones indíg<strong>en</strong>as.En nuestro país la constitución reformada de 1994 incluye un artículo que prevé, <strong>en</strong>tre otrascosas, <strong>el</strong> derechos de los PIs de la Arg<strong>en</strong>tina a una EIB que respete sus culturas y l<strong>en</strong>guas. En estecontexto la reforma educativa de los años 90 asume este derecho y se desarrolla <strong>el</strong> discurso sobre ladiversidad cultural. Comi<strong>en</strong>za a hablarse de la EIB como modalidad educativa destinada a poblaciónindíg<strong>en</strong>a o diversa culturalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la que la diversidad se define como un recurso para la <strong>en</strong>señanza.Sin embargo la inclusión de la EIB <strong>en</strong> la Ley Federal de Educación implica la asignación a losPIs de la “máxima otredad” <strong>en</strong> los bordes de la normalidad ya que se ubica <strong>el</strong> apartado sobre estamodalidad educativa <strong>en</strong> <strong>el</strong> apartado de los Regím<strong>en</strong>es Especiales, es decir que d<strong>en</strong>tro de lo “otro”,repres<strong>en</strong>tados por los sujetos con capacidades difer<strong>en</strong>tes, con necesidades educativas especiales, losadultos, etcétera, los indíg<strong>en</strong>as repres<strong>en</strong>tan lo “otro” d<strong>en</strong>tro de estos “otros”.Pero junto con “este” respeto de la diversidad se impusieron los principios dedesc<strong>en</strong>tralización y regionalización d<strong>el</strong> sistema educativo. Las jurisdicciones t<strong>en</strong>ían <strong>en</strong> sus manosasumir la funcionalización de los lineami<strong>en</strong>tos de política educativa d<strong>el</strong> Estado federal. Librado a lasdecisiones de los gobernantes provinciales estos principios g<strong>en</strong>eraron una fuerte fragm<strong>en</strong>tación d<strong>el</strong>sistema educativo nacional, que se mostró más res<strong>en</strong>tido <strong>en</strong> las provincias más pobres, por lo g<strong>en</strong>erallas jurisdicciones con gran pres<strong>en</strong>cia de población indíg<strong>en</strong>a.El caso de las provincias d<strong>el</strong> Norte Arg<strong>en</strong>tino y especialm<strong>en</strong>te Salta es paradigmático <strong>en</strong> estes<strong>en</strong>tido. En esta provincia se conjugan la aus<strong>en</strong>cia de definiciones de política educativa claras para lapoblación indíg<strong>en</strong>a, la <strong>el</strong>aboración de un indig<strong>en</strong>ismo de Estado caracterizado por <strong>el</strong> asist<strong>en</strong>cialismo y<strong>el</strong> cli<strong>en</strong>t<strong>el</strong>ismo político de los partidos políticos gobernantes, y la asignación de id<strong>en</strong>tidadesdifer<strong>en</strong>ciadas <strong>en</strong> donde <strong>el</strong> “indio”, es decir <strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a chaqu<strong>en</strong>se, ha sido “arrojado” al exterior d<strong>el</strong>ser salteño, performando por procesos de formación de alteridades <strong>el</strong> estatus de grupos máscercanos a ser chaqueños (de la provincia de Chaco) o extranjeros (Bolivianos).Este contexto y estos procesos son claves para compr<strong>en</strong>der los procesos que ocurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> lasescu<strong>el</strong>as para indíg<strong>en</strong>as de la provincia de Salta, actúan <strong>en</strong> la base de su formación y definición,aunque no existan definiciones explicitadas sobre la EIB y las escu<strong>el</strong>as para población indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong> laprovincia de Salta.La EIB como modalidad educativa <strong>en</strong> <strong>el</strong> sistema de instrucción pública <strong>en</strong>globa una serievariada de experi<strong>en</strong>cias particulares de educación realizadas <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as de todo <strong>el</strong> país <strong>en</strong> las queasist<strong>en</strong> individuos indíg<strong>en</strong>as. Hemos analizado las definiciones de EIB plasmadas <strong>en</strong> los marcos- 268 -


normativos nacionales y a la vez se han interpretado las posibilidades reales de ejecución, es evid<strong>en</strong>teuna separación fundante <strong>en</strong>tre las definiciones y <strong>el</strong> carácter t<strong>el</strong>eológico de las mismas porque sepuede reconocer la int<strong>en</strong>ción, de parte d<strong>el</strong> Estado, de “hacer <strong>en</strong>trar” <strong>en</strong> una definición amplia laext<strong>en</strong>sa gama de experi<strong>en</strong>cias particulares antes nombradas. Aún así existe un espacio <strong>en</strong>tre lagestión d<strong>el</strong> Ministerio de Educación de la Nación y la gestión de los ministerios de educaciónprovinciales que permit<strong>en</strong> avizorar la posibilidad de una r<strong>el</strong>ativa autonomía de las escu<strong>el</strong>as definidapor la distancia de la administración nacional y la burocratización de la gestión provincial.El estilo burocratizado de gestión d<strong>el</strong> Ministerio de Educación de la Provincia de Salta seplasma <strong>en</strong> <strong>el</strong> cambio frecu<strong>en</strong>te de los supervisores de regiones, la inestabilidad de los maestros <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a, <strong>el</strong> reducido apoyo financiero a la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> las necesidades básicas de funcionami<strong>en</strong>to, <strong>el</strong>reducido accionar <strong>en</strong> materia de formación pedagógica de los auxiliares bilingües, y la casi nulaparticipación <strong>en</strong> los procesos de creación de la escritura de la l<strong>en</strong>gua wichí, que expresa a su vez unadefinición de políticas de l<strong>en</strong>guaje desligadas de las acciones reales.C<strong>en</strong>trémonos <strong>en</strong> <strong>el</strong> punto de la inestabilidad de los maestros <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, respecto a estohemos <strong>en</strong>contrado la demanda de todos los actores de la escu<strong>el</strong>a de que se mant<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> sus puestosde trabajo a los maestros designados cada año para garantizar la continuidad pedagógica de laescu<strong>el</strong>a. Junto a la inestabilidad de los doc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> sus puestos <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a se debe compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong>impacto que <strong>en</strong> <strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de la institución ha t<strong>en</strong>ido la designación por junta de clasificación,este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o se inicia a mediados de los años 1990 cuando la s<strong>el</strong>ección de los maestros deja deestar <strong>en</strong> la órbita de la dirección de la escu<strong>el</strong>a y pasa a realizarse por junta de clasificación. Pero <strong>en</strong> <strong>el</strong>fondo lo que está operando es la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> sector público ha c<strong>en</strong>trar la gestión <strong>en</strong> aspectos másburocráticos que <strong>en</strong> cuestiones sustanciales de la educación. El modo burocrático y c<strong>en</strong>tralizado dedesignación de los maestros pasa por <strong>en</strong>cima de la formación pedagógica de los mismos para <strong>en</strong>señar<strong>en</strong> contextos escolares de interculturalidad.Sin embargo se ha constatado que uno de los compon<strong>en</strong>tes es<strong>en</strong>ciales de la concepciónhegemónica de EIB <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, la participación de la comunidad <strong>en</strong> la gestión de la institución,pone coto a lo perjuicios que estas políticas públicas acarrean a las escu<strong>el</strong>as con población indíg<strong>en</strong>a.La escu<strong>el</strong>a fue articulando con <strong>el</strong> paso de los años mecanismos para que los maestros modificaran suposicionami<strong>en</strong>to ante la difer<strong>en</strong>cia y su etnoc<strong>en</strong>trismo, esto se logró principalm<strong>en</strong>te con lainstitucionalización de reuniones <strong>en</strong>tre maestros e indíg<strong>en</strong>as de la comunidad. Pero también se hang<strong>en</strong>erado instancias de preparación para trabajar <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, a través d<strong>el</strong> dictado de cursos decapacitación para los maestros nuevos principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo cultural y lingüístico.- 269 -


La participación de la comunidad <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a no es una práctica que caracterice a lasinstituciones d<strong>el</strong> sector público que ati<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a población pobre y marginada, por este motivo es qu<strong>el</strong>o remarcamos como un compon<strong>en</strong>te de la concepción de EIB de la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eralMosconi. Teóricam<strong>en</strong>te este aspecto ti<strong>en</strong>e c<strong>en</strong>tral importancia <strong>en</strong> la definición de la función social d<strong>el</strong>a escu<strong>el</strong>a pues se supone que los actores comunitarios t<strong>en</strong>drían influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los objetivos de lainstitución y <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de las concepciones de EIB de los maestros y <strong>en</strong> sus mod<strong>el</strong>ospedagógico-didácticos, los que <strong>en</strong> última instancia ti<strong>en</strong><strong>en</strong> íntima r<strong>el</strong>ación con la función de laescolarización <strong>en</strong> las trayectorias sociales de los niños, estos aspectos están fuertem<strong>en</strong>te mod<strong>el</strong>adospor la interacción de las interpretaciones de los maestros sobre <strong>el</strong> futuro de los educandos <strong>en</strong> laestructura ocupacional y las demandas específicas de los padres de los niños.La significativa participación de la comunidad se marca <strong>en</strong> los procesos de re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong>currículum, <strong>en</strong> la s<strong>el</strong>ección de los auxiliares bilingües, <strong>en</strong> <strong>el</strong> control d<strong>el</strong> trabajo de los maestros <strong>en</strong> <strong>el</strong>aula, <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de recursos didácticos <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua vernácula y <strong>en</strong> la creación de la escritura deesta l<strong>en</strong>gua.Los procesos e instancias <strong>en</strong> las que participan la comunidad ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un carácter c<strong>en</strong>tral, y sepuede afirmar que los s<strong>en</strong>tidos que se han hallado <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a este aspecto nos llevan a sost<strong>en</strong>erque dicho actor institucional no se posiciona desde <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> tanto capital cultural y social,valorándolo como compon<strong>en</strong>te y supuesto político-pedagógico para la participación <strong>en</strong> la sociedadnacional desde un lugar de poder para transformar su realidad, y para acceder a cred<strong>en</strong>ciales que leposibilit<strong>en</strong> a la movilidad social <strong>en</strong> la jerarquía de los grupos sociales.Este hallazgo es de gran significatividad para compr<strong>en</strong>der las limitaciones de las concepcionesde EIB que hemos id<strong>en</strong>tificado <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi <strong>en</strong> tanto arribamos a sost<strong>en</strong>erque las mismas manti<strong>en</strong><strong>en</strong> una brecha <strong>en</strong>tre los objetivos de la escu<strong>el</strong>a, principalm<strong>en</strong>te lo referido ala autogestión y autodeterminación de la comunidad y la capacitación de los individuos paradesarrollarse <strong>en</strong> forma autónoma <strong>en</strong> la sociedad nacional, y los efectos que las prácticas escolaresti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> la concreción de estos propósitos, y un factor c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la fragm<strong>en</strong>tación señalada es lacombinación de supuestos fundantes de la re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum prescripto y la <strong>el</strong>aboraciónde concepciones de los actores sobre la <strong>en</strong>señanza y <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje.Pasando <strong>en</strong> limpio lo que se señala anteriorm<strong>en</strong>te, la comunidad puesta <strong>en</strong> la posición de“dueña” de la escu<strong>el</strong>a por una serie de factores sociohistóricos materializados <strong>en</strong> las característicasde las trayectorias sociales y escolares de sus miembros no “puede” determinar las ori<strong>en</strong>taciones d<strong>el</strong>a <strong>en</strong>señanza y <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje para transformar dichas trayectorias asignadas y, de algún modo,- 270 -


aceptadas pero resistidas. En lo estrictam<strong>en</strong>te pedagógico estas trayectorias determinan que qui<strong>en</strong>esti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> su “poder” determinar las ori<strong>en</strong>taciones de la escu<strong>el</strong>a no posean las capacidades, <strong>en</strong>términos de compet<strong>en</strong>cias, y la formación pedagógica e int<strong>el</strong>ectual que requier<strong>en</strong> la acción de asumiruna posición de otro posible lugar, como inédito viable. Esto ocurre por ejemplo porque <strong>el</strong> sistemaeducativo es lo sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te efici<strong>en</strong>te para reproducir las posiciones sociales asignadas a losindividuos. Se han hallado s<strong>en</strong>tidos y supuestos (y a continuación vamos a retomar algunos) que dancu<strong>en</strong>ta de cómo los actores participan <strong>en</strong> prácticas que se podrían d<strong>en</strong>ominar de “bu<strong>en</strong>a voluntad”<strong>en</strong> la reproducción de las r<strong>el</strong>aciones sociales históricas, un caso específico lo constituye lacombinación de activismo y reproducción de repres<strong>en</strong>taciones estigmatizantes sobre los niños wichípor parte de los maestros <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de sus concepciones de EIB, que suponemos ti<strong>en</strong><strong>en</strong>amplio efecto <strong>en</strong> sus prácticas pedagógicas cotidianas.Para arribar a una síntesis sobre los supuestos y s<strong>en</strong>tidos que operan <strong>en</strong> las concepciones deEIB de los actores que nos hemos propuesto id<strong>en</strong>tificar e interpretar diremos que se han constatadouna serie de supuestos <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la re<strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> currículum prescripto, se pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>unciarlos mismos <strong>en</strong> dos subgrupos de supuestos, <strong>el</strong> primer subgrupo ti<strong>en</strong>e como fu<strong>en</strong>te <strong>el</strong> discurso de ladiversidad cultural que es asumido por actores criollos, indíg<strong>en</strong>as y por <strong>el</strong> Estado, <strong>en</strong> ese contexto <strong>el</strong>s<strong>en</strong>tido que se atribuye a la EIB <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación al currículum articula la visión de que los cont<strong>en</strong>idosdeberán ser aqu<strong>el</strong>los que se correspondan con la cultura indíg<strong>en</strong>a.Puede afirmarse que la posición de los actores wichí <strong>en</strong> este campo es privilegiar loscont<strong>en</strong>idos de la cultura indíg<strong>en</strong>a sobre los que <strong>el</strong> currículum de la prescripción obligatoria impone, laposición de estos actores prevalece <strong>en</strong> este campo. Sobre esta base se excluy<strong>en</strong> temas, conceptos,recursos, <strong>en</strong> definitiva conocimi<strong>en</strong>to, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do por este no <strong>el</strong> saber erudito sino aqu<strong>el</strong> que alude auna variada gama de saberes que correspond<strong>en</strong> a la integración de los sujetos a una sociedadintercultural <strong>en</strong> la que <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to es un bi<strong>en</strong> necesario para <strong>el</strong> desarrollo autónomo d<strong>el</strong>individuo y de los grupos. En resumidas cu<strong>en</strong>tas lo que se excluye es la posibilidad de <strong>el</strong>aborar uncurrículum que sirva a los objetivos manifiestos <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, emanados d<strong>el</strong> interés de la comunidad,la formación de un sujeto wichí capaz de desarrollarse autónomam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la sociedad nacional.El segundo subgrupo de los supuestos que id<strong>en</strong>tificamos ti<strong>en</strong>e que ver con <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tidoatribuido por los actores criollos a la pobreza y que impregnan las expectativas de resultados de losniños, y que exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> al grupo. Este supuesto ti<strong>en</strong>e fuerte arraigo <strong>en</strong> las concepciones de EIB de losmaestros, opera como supuesto y como compon<strong>en</strong>te, de las mismas, a la vez. Pero también lo- 271 -


<strong>en</strong>contramos como supuesto <strong>en</strong> los actores indíg<strong>en</strong>as, como autoasignación de expectativas y por lotanto de un tipo de educación.En este contexto las concepciones de EIB <strong>en</strong>tran <strong>en</strong> un círculo de efectos mutuos queprovocan que las concepciones de EIB <strong>el</strong>aboradas por los maestros no t<strong>en</strong>ga una definiciónsust<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> supuestos explícitos que nos hagan p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> que hay adhesión y coher<strong>en</strong>cia condeterminadas teorías, principalm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> hecho ya señalado de que la comunidad no t<strong>en</strong>ga influ<strong>en</strong>cia<strong>en</strong> este campo g<strong>en</strong>era cierta autonomía para los maestros. Lo que se observa es una interacción <strong>en</strong>tr<strong>el</strong>as costumbres sobre la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la institución, y <strong>el</strong> abordaje individual d<strong>el</strong> maestro ante lasexig<strong>en</strong>cias de las prácticas r<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te estables.Las decisiones, las autorizaciones de la comunidad <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a implican una forma decontrol, ahora bi<strong>en</strong> la acción reguladora que ejerce este actor no ti<strong>en</strong>e efectos evid<strong>en</strong>tes ysignificativos <strong>en</strong> la <strong>el</strong>aboración de, por ejemplo, <strong>el</strong> compon<strong>en</strong>te didáctico de las concepciones de EIB.El poder regulador de la comunidad se dispersa <strong>en</strong> aspectos externos a los compon<strong>en</strong>tespedagógicos de las concepciones de EIB de los maestros de la escu<strong>el</strong>a (antes de continuar es precisor<strong>el</strong>ativizar este hallazgo pues como se verá más ad<strong>el</strong>ante la pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe <strong>en</strong> las aulasregula la didáctica <strong>el</strong>aborada por los maestros). Dichos aspectos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con compon<strong>en</strong>tesargum<strong>en</strong>tativos d<strong>el</strong> discurso de la diversidad cultural, por ejemplo <strong>el</strong> propio hecho de la participaciónde la comunidad <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a podría <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse como un indicador de que <strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de lainstitución es de estilo democrático, <strong>en</strong> donde <strong>el</strong> sector oprimido de la sociedad es integradodemocráticam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> una institución de la sociedad que lo oprime, es decir que este aspecto de laconcepción de EIB de la escu<strong>el</strong>a, es un compon<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong> respeto de las diversidades, ypuede decirse que lo es también d<strong>el</strong> discurso educativo conservador, <strong>en</strong> última instancia <strong>el</strong> poder d<strong>el</strong>a comunidad no trasci<strong>en</strong>de <strong>el</strong> de determinar y autorizar aspectos superficiales de las prácticasescolares.Por qué se niega con este argum<strong>en</strong>to <strong>el</strong> carácter democrático de la institución <strong>en</strong> nuestroestudio, por las posiciones reales que cada actor ocupa <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones sociales y pedagógicas, loque por otra parte no quiere decir que son las explicitadas y admitidas <strong>en</strong> los discursos. Como se haafirmado, con base <strong>en</strong> los datos, la comunidad autoriza a los actores criollos una serie de conductas,pero dicha autorización ¿se exti<strong>en</strong>de coercitivam<strong>en</strong>te a la totalidad de los comportami<strong>en</strong>tos de losactores <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a?Un territorio libre de restricciones para los maestros es <strong>el</strong> de <strong>el</strong>aboración de los métodos de<strong>en</strong>señanza. La visión dominante <strong>en</strong>tre los maestros <strong>en</strong> este aspecto es la de que todo está por- 272 -


hacerse <strong>en</strong> cuanto a EIB, y esto implica ni más ni m<strong>en</strong>os que la <strong>en</strong>señanza queda librada a lasprefer<strong>en</strong>cias de estos. Como sost<strong>en</strong>ían algunos maestros lo que se apr<strong>en</strong>de <strong>en</strong> la formación doc<strong>en</strong>t<strong>en</strong>o sirve <strong>en</strong> estos contextos, hay que experim<strong>en</strong>tar, o <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo s<strong>en</strong>tido, se están dando losprimeros pasos <strong>en</strong> lo teórico, las prácticas <strong>en</strong> cambio ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>el</strong> sust<strong>en</strong>to de treinta y cinco años deexperim<strong>en</strong>tar.Pues bi<strong>en</strong>, dos conclusiones se nos pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> este punto, por una parte <strong>el</strong> compon<strong>en</strong>tepedagógico-didáctico de las concepciones de EIB de los maestros supone <strong>el</strong> fuerte arraigo a lascostumbres <strong>en</strong> la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi. Por otra parte los maestros se posicionan desdeuna derivación viciada d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o didáctico “aplicativo”, esta derivación se describe <strong>en</strong> uncomportami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> doc<strong>en</strong>te que es activo <strong>en</strong> lo r<strong>el</strong>ativo a las prácticas mi<strong>en</strong>tras asume un rol pasivo<strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación a la teoría. Podría hablarse de la <strong>el</strong>aboración de esquemas prácticos más dominados porteorías informales y cre<strong>en</strong>cias personales que se impon<strong>en</strong> como costumbres de la institución por <strong>el</strong>carácter efici<strong>en</strong>te de los resultados derivados de estos <strong>en</strong> un contexto r<strong>el</strong>ativam<strong>en</strong>te estable, lo que leotorga <strong>el</strong> carácter de adecuación y pertin<strong>en</strong>cia a las necesidades y características de los niños y d<strong>el</strong>grupo.Este territorio de r<strong>el</strong>ativa autonomía de los maestros se articula por una serie de factores <strong>en</strong>los que la comunidad, paradójicam<strong>en</strong>te, ti<strong>en</strong>e amplia capacidad performativa. Hemos desarrollado losprincipios/compon<strong>en</strong>tes de lo bicultural y <strong>el</strong> bilingüismo <strong>en</strong> las concepciones de EIB id<strong>en</strong>tificadas, lamanera <strong>en</strong> que se concib<strong>en</strong> dichos aspectos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> significativa corr<strong>el</strong>ación con los modos <strong>en</strong> que sefuncionalizan <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza. Es preciso repasar que la cultura wichí y la l<strong>en</strong>gua wichí constituy<strong>en</strong>compon<strong>en</strong>te c<strong>en</strong>tral de las demandas de la comunidad sobre la escu<strong>el</strong>a. Tal c<strong>en</strong>tralidad ha g<strong>en</strong>eradouna férrea vigilancia sobre lo que se <strong>en</strong>seña, sin embargo no define la pedagogía que actuaría comomediadora <strong>en</strong>tre la <strong>en</strong>señanza y los objetivos de la misma.La cultura wichí se ha convertido <strong>en</strong> un recurso y <strong>en</strong> un cont<strong>en</strong>ido, la l<strong>en</strong>gua wichí se haconvertido <strong>en</strong> l<strong>en</strong>gua de instrucción (junto a la l<strong>en</strong>gua española) d<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> primario de la educación d<strong>el</strong>os niños de la comunidad wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi. Sin embargo <strong>en</strong> <strong>el</strong> uso que se hace de estosaspectos d<strong>el</strong> ser wichí, que expresa <strong>en</strong> cierta forma la resist<strong>en</strong>cia de la comunidad a la aculturación yasimilación a la cultura de la sociedad criolla, no aparece con claridad la decisión de construir otro“horizonte” para <strong>el</strong> wichí difer<strong>en</strong>te al que estaría ya planteado desde <strong>el</strong> tipo de r<strong>el</strong>aciones dominantescon la sociedad local y regional.Revisitamos un lugar de este estudio <strong>en</strong> <strong>el</strong> que afirmamos que con determinadas conductas <strong>el</strong>actor indíg<strong>en</strong>a se hace opresor de si mismo, es esto lo que se quiere argum<strong>en</strong>tar. En este punto se- 273 -


hace preciso conectar los condicionantes estructurales de la educación con las decisiones de losactores escolares.Sería preciso un estudio profundo de la estructura social y productiva de la región para t<strong>en</strong>erun panorama real de la posición d<strong>el</strong> grupo wichí <strong>en</strong> la jerarquía de los grupos sociales. Podríapresuponerse, <strong>en</strong> base a datos superficiales que hemos obt<strong>en</strong>ido, que los individuos de la comunidadwichí son ocupados <strong>en</strong> los puestos manuales m<strong>en</strong>os calificados, salvo excepciones que la constituy<strong>en</strong>los auxiliares bilingües. Si <strong>en</strong> nuestra argum<strong>en</strong>tación siguiéramos los postulados de las teorías de lareproducción social, t<strong>en</strong>dríamos que concluir que la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi es una ag<strong>en</strong>cia<strong>en</strong> la que se forma individuos dóciles para reproducir las r<strong>el</strong>aciones de producción dominantes <strong>en</strong> laregión. En este s<strong>en</strong>tido a los wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi les correspondería una educación corr<strong>el</strong>ativa alos puestos de trabajo de baja calificación que estarían destinados a ocupar.Sin embargo es nuestra posición superar una visión de tal mecanicismo interpretativo. Solouna parte de la realidad estudiada puede ser concebida como determinada por <strong>el</strong> poder de unaag<strong>en</strong>cia estatal funcional a tales fines de reproducción social. Hemos observado la significativainflu<strong>en</strong>cia de la comunidad wichí <strong>en</strong> las definiciones de la EIB <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Hemos constatado que loque se concibe hegemónicam<strong>en</strong>te como EIB es una combinación de los principios de integraciónbiculturalismo-bilingüismo,que los actores han interpretado la concepción de EIB g<strong>en</strong>erada desde <strong>el</strong>Estado y que se han servido de sus compon<strong>en</strong>tes más fuertes, la participación de la comunidad <strong>en</strong> laescu<strong>el</strong>a y <strong>el</strong> financiami<strong>en</strong>to de proyectos educativos, para darle continuidad pedagógica al PEI, y porlo tanto a las concepciones de EIB.Estas interacciones no implican la imposición de parte d<strong>el</strong> Estado de un mod<strong>el</strong>o o concepciónde EIB que los actores toman y funcionalizan. El Estado se manifiesta <strong>en</strong> aspectos claros y limitados,<strong>en</strong> forma c<strong>en</strong>tralizada y burocratizada, como por ejemplo: la formación de los doc<strong>en</strong>tes, laparticipación y definición de la formación de los auxiliares bilingües, la designación de los maestros, <strong>el</strong>control de los aspectos administrativos y pedagógicos, <strong>el</strong> financiami<strong>en</strong>to para <strong>el</strong> funcionami<strong>en</strong>to de laescu<strong>el</strong>a, mi<strong>en</strong>tras que garantiza que la escu<strong>el</strong>a t<strong>en</strong>ga la forma típica de las escu<strong>el</strong>as rurales operiurbanas, con ciertos niv<strong>el</strong>es de asist<strong>en</strong>cialismo, pero también se asegura de que se cumplan <strong>el</strong>currículum obligatorio, los ciclos escolares, horarios y rituales típicos de la escu<strong>el</strong>a pública.Las concepciones de EIB de los actores como productos de la interacción de los interesessociales de los mismos, contextualizados por <strong>el</strong> marco socio-histórico, reflejan <strong>en</strong> parte estos aspectosaportados por <strong>el</strong> Estado. El peso que <strong>en</strong> estas concepciones de EIB ti<strong>en</strong><strong>en</strong> las cre<strong>en</strong>cias personales, lasteorías informales, las visiones d<strong>el</strong> mundo que portan los diversos actores, las definiciones- 274 -


profesionales, los lugares concebidos a ocupar <strong>en</strong> la sociedad y <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> comocondición la coincid<strong>en</strong>cia o correspond<strong>en</strong>cia, es significativo para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der los procesos y losproductos típicos de la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi.En este s<strong>en</strong>tido es preciso decir que por detrás de la concepción de EIB definida como deintegración-biculutralismo-bilingüismo <strong>en</strong>contramos concepciones de EIB <strong>en</strong> los diversos actores quecoincid<strong>en</strong> de acuerdo a los subgrupos de supuestos <strong>en</strong>unciados <strong>en</strong> g<strong>en</strong>erar una concepción de EIBhegemónica <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a que se caracteriza por definir una r<strong>el</strong>ación empobrecida con <strong>el</strong>conocimi<strong>en</strong>to, lo que se observa <strong>en</strong> la folklorización de la cultura wichí y la decisión de reducir loscont<strong>en</strong>idos sobre la evid<strong>en</strong>cia de la situación de car<strong>en</strong>cia material d<strong>el</strong> educando, lo que actuaría <strong>en</strong> lasconcepciones de EIB asignando un tope a la <strong>en</strong>señanza y al apr<strong>en</strong>dizaje, esto último deducido de loprimero.La concepción hegemónica opera lo que hemos descripto como la práctica de partir de lossaberes de los educandos para quedarse <strong>en</strong> la misma posición <strong>en</strong> la que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran, no hay unadefinición de otro lugar, <strong>el</strong> énfasis puesto <strong>en</strong> <strong>el</strong> rescate y la revalorización de la cultura indíg<strong>en</strong>a, <strong>el</strong>respeto de las características y necesidades de los educandos, y la demanda de capacitación noimplican teóricam<strong>en</strong>te educación con base <strong>en</strong> <strong>el</strong> manejo de los procesos de producción d<strong>el</strong>conocimi<strong>en</strong>to y <strong>en</strong> <strong>el</strong> dominio d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje necesarios para formar sujetos críticos y autónomos, esdecir un tipo de sujeto que sea capaz de insertarse <strong>en</strong> su realidad histórica para transformarla ydesarrollarse.Los criollos declaran que la Escu<strong>el</strong>a Wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi es de la comunidad, sinembargo <strong>en</strong> <strong>el</strong> PEI se defin<strong>en</strong> objetivos que defin<strong>en</strong> una transición necesaria desde la situación actualde la comunidad de sujetos necesitados de apoyo y colaboración por su condición de pobreza ymarginación real, hacia una situación <strong>en</strong> la que serán sujetos de su propia gestión y determinación. Lacomunidad participa <strong>en</strong> este proceso transitivo controlando que no se les imponga lo que concib<strong>en</strong>perjudicial para su reproducción social y cultural.Hacia <strong>el</strong> interior <strong>en</strong> cambio lo que hemos hallado, y <strong>en</strong> parte ya lo hemos desarrollado <strong>en</strong> estaconclusión, es que los procesos de <strong>en</strong>señanza se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran librados a las prefer<strong>en</strong>cias de losmaestros, basados ampliam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la percepción que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de las condiciones <strong>en</strong> las que viv<strong>en</strong> losniños y las expectativas escolares y ocupacionales que se puede esperar para estos. Habíamosadvertido sobre <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de los auxiliares bilingües <strong>en</strong> este ámbito pues de alguna forma ti<strong>en</strong><strong>en</strong>influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> las decisiones que toman los maestros <strong>en</strong> <strong>el</strong> aula, pero estas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> más que ver con la- 275 -


s<strong>el</strong>ección de los cont<strong>en</strong>idos y los aspectos d<strong>el</strong> disciplinami<strong>en</strong>to de los niños. El auxiliar bilingüe no esun maestro, es un experto <strong>en</strong> su cultura y su l<strong>en</strong>gua pero no un profesional de la <strong>en</strong>señanza.Sin embargo esta definición d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe no debe hacer p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> una absoluta faltade definición de la id<strong>en</strong>tidad d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe. Esta dim<strong>en</strong>sión no fue desarrollada, se haconstatado que tal id<strong>en</strong>tidad se caracteriza por la amplitud de las funciones atribuidas por lacomunidad a estos “maestros indíg<strong>en</strong>as”, desde la <strong>en</strong>señanza hasta lo sociopolítico.Lo definitorio para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la naturaleza d<strong>el</strong> trabajo d<strong>el</strong> auxiliar es que no traduce <strong>en</strong> tantono repite lo que la maestra va hablando, hay una mediación <strong>en</strong>tre lo que la maestra habla y transmitey lo que <strong>el</strong> auxiliar habla y transmite <strong>en</strong> consonancia con lo que hace <strong>el</strong> maestro, tal mediación es laque convierte lo que parecería una traducción literal <strong>en</strong> una actividad cognitiva d<strong>el</strong> auxiliar que pone<strong>en</strong> juego no solo su capacidad para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las palabras d<strong>el</strong> maestro sino también pone <strong>en</strong> juego sul<strong>en</strong>guaje y subjetividad, su conocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> currículum, su conocimi<strong>en</strong>to de los objetivos de la<strong>en</strong>señanza d<strong>el</strong> maestro, <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to de su pareja pedagógica, <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to de su cultura y d<strong>el</strong>as regulaciones que está obligado a introducir como resist<strong>en</strong>cia a la imposición cultural que operan laescu<strong>el</strong>a a través d<strong>el</strong> currículum y d<strong>el</strong> maestro.En este s<strong>en</strong>tido es parte de la función d<strong>el</strong> auxiliar bilingüe introducir y dinamizar lasregulaciones que a cultura wichí ti<strong>en</strong>e para resistir la imposición cultural de la escu<strong>el</strong>a que sematerializa <strong>en</strong> algunos casos <strong>en</strong> la transgresión de lo que es aceptada y permitida por la cultura Wichi.De acuerdo a esta caracterización es posible afirmar que <strong>el</strong> auxiliar bilingüe no traduce lo que <strong>el</strong>maestro transmite <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de “Expresar <strong>en</strong> una l<strong>en</strong>gua lo que está escrito o se ha expresadoantes <strong>en</strong> otra”, es importante marcar la actividad subjetiva, cognitiva y cultural que está obligado arealizar.Pero hay otra característica de los auxiliares bilingües que da cu<strong>en</strong>ta d<strong>el</strong> carácter de nexo quecumpl<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre la escu<strong>el</strong>a y la comunidad. Hay otro campo de interpretación <strong>en</strong> <strong>el</strong> que intervi<strong>en</strong>e <strong>el</strong>auxiliar bilingüe, además d<strong>el</strong> propiam<strong>en</strong>te referido a la <strong>en</strong>señanza, es <strong>el</strong> de los cambios de su propiacultura <strong>en</strong> <strong>el</strong> contacto con la sociedad criolla a través de la escu<strong>el</strong>a. En este s<strong>en</strong>tido podemosid<strong>en</strong>tificar la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de algunos de estos actores a convertirse <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso de contacto cultural<strong>en</strong> “int<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as”.Un nuevo tipo de int<strong>el</strong>ectuales de la cultura indíg<strong>en</strong>a, que se posicionan <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> tipotradicional <strong>en</strong>carnado por <strong>el</strong> anciano y <strong>el</strong> de nuevo tipo. Su posición le permite interpretar lasdemandas de su comunidad a la escu<strong>el</strong>a y las quejas de algunos sectores de la misma. Se dará unbreve panorama de lo que se pret<strong>en</strong>de argum<strong>en</strong>tar aquí.- 276 -


Consci<strong>en</strong>tes o no, la comunidad ha g<strong>en</strong>erado, desde la demandad de escu<strong>el</strong>a, lacircunscripción d<strong>el</strong> contacto cultural <strong>en</strong> su territorio, tra<strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a a su espacio vital: la comunidady su <strong>en</strong>torno natural. Este hecho pudo haber contribuido a que <strong>el</strong> niño construya desde suexperi<strong>en</strong>cia y l<strong>en</strong>guaje contextualizado <strong>en</strong> su <strong>en</strong>torno vital, <strong>en</strong>torno que a la vez es fu<strong>en</strong>te decont<strong>en</strong>idos que llegan a introducirse <strong>en</strong> la propuesta curricular de la escu<strong>el</strong>a.El niño indíg<strong>en</strong>a que debe abandonar su <strong>en</strong>torno vital para ser escolarizado “sufre” un vacío ouna ruptura de los lazos que lo ligan a contextos de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia. El niño indíg<strong>en</strong>a que asiste aescu<strong>el</strong>as d<strong>el</strong> pueblo junto con niños no indíg<strong>en</strong>as es objeto de la asignación de posicionescaracterizadas por <strong>el</strong> estigma y la marginación. Sobre estos contextos ni la comunidad ni <strong>el</strong> individuologran <strong>el</strong>aborar estrategias de uso controlado.El sujeto puede llegar a <strong>el</strong>aborar formas de resist<strong>en</strong>cia o apropiación que se manifiestan <strong>en</strong>tres tipos de respuestas de los sujetos ante <strong>el</strong> carácter de imposición de la <strong>en</strong>señanza <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a:1. Por una parte se da una negativa a apr<strong>en</strong>der, tal f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o ti<strong>en</strong>e que ver con lasdificultades para compr<strong>en</strong>der lo que le <strong>en</strong>señan que se pot<strong>en</strong>cia con las dificultadesde comunicación.2. En segundo lugar existe de alguna forma <strong>el</strong> temor de perder <strong>el</strong> modo wichí de p<strong>en</strong>sary concebir <strong>el</strong> mundo. Tal temor se expresa por aqu<strong>el</strong>los que “pi<strong>en</strong>san” la culturaindíg<strong>en</strong>a desde su interior, pero tomando distancia de su objeto de reflexión, es decirestaríamos hablando de los int<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as (Zapata Silva, 2005) con lo quepodemos afirmar que existe una conci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> qui<strong>en</strong>es dinamizan <strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>toindíg<strong>en</strong>a acerca d<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro de la continuidad d<strong>el</strong> mismo <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto d<strong>el</strong> contactocon la cultura blanca <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a.3. Asimismo la comunidad como sujeto cultural <strong>el</strong>abora formas de resist<strong>en</strong>cia y cierre alcontacto sin restricciones, estas formas son dinamizadas por los individuos que se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> posición de contacto con las instituciones de la sociedad dominante,por ejemplo <strong>el</strong> caso de los auxiliares bilingües, qui<strong>en</strong>es impon<strong>en</strong> límites a lasprácticas de los maestros qui<strong>en</strong>es dinamizan la escu<strong>el</strong>a, institución de la imposicióncultural de la sociedad dominante. Este tercer caso se articula con la exist<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>sujeto que produce <strong>el</strong> caso anterior, <strong>el</strong> int<strong>el</strong>ectual indíg<strong>en</strong>a.Estos modos de resist<strong>en</strong>cia difer<strong>en</strong>ciados por su naturaleza, <strong>en</strong> <strong>el</strong> primer caso individual, <strong>en</strong> <strong>el</strong>segundo de carácter político cultural, se g<strong>en</strong>eran, más que <strong>en</strong> la imposición de los cont<strong>en</strong>idos d<strong>el</strong>currículum pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a la cultura blanca, por <strong>el</strong> carácter oculto o <strong>en</strong>cubierto, <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza,- 277 -


d<strong>el</strong> proceso de <strong>el</strong>aboración d<strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to y d<strong>el</strong> modo de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to que este promueve <strong>en</strong> <strong>el</strong>sujeto, que a la vez se ligan, como si fues<strong>en</strong> articulaciones naturales, a r<strong>el</strong>aciones sociales ypedagógicas que remarcan la asimetría sociocultural <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> educador y <strong>el</strong> educando.El caso de los auxiliares bilingües sobresale <strong>en</strong> la discusión sobre los int<strong>el</strong>ectuales subalternospor ser su posición un terr<strong>en</strong>o fructífero para la problematización d<strong>el</strong> hábitus de clase o de etnia,género, raza, etcétera. Tomamos la definición de Zapata Silva qui<strong>en</strong> argum<strong>en</strong>ta que “En <strong>el</strong> caso de losint<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as, lo específico es que forman parte de grupos subalternos, y experim<strong>en</strong>tanformas particulares de subalternidad <strong>en</strong> su paso por la sociedad mayor *…+”, la experi<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong>indíg<strong>en</strong>a, esto <strong>en</strong> términos analíticos, ya no constituye un material sobre <strong>el</strong> que la ci<strong>en</strong>cia occid<strong>en</strong>taldominante opera desde parámetros de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to externos al propio objeto de estudio, laposibilidad de que <strong>el</strong> sujeto de la investigación sea a la vez parte de su objeto es <strong>el</strong> <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to radical<strong>en</strong> esta definición d<strong>el</strong> int<strong>el</strong>ectual indíg<strong>en</strong>a. Continúa la autora “*…+ Por lo tanto, no es ya <strong>el</strong>antropólogo o <strong>el</strong> etnohistoriador <strong>el</strong> que va a dar cu<strong>en</strong>ta de su situación-la d<strong>el</strong> indíg<strong>en</strong>a-(únicam<strong>en</strong>te)sino un integrante mismo de la sociedad indíg<strong>en</strong>a, y ya no a través d<strong>el</strong> testimonio (que remite a laexperi<strong>en</strong>cia), sino de una conci<strong>en</strong>cia étnica, que implica la percepción de la difer<strong>en</strong>cia y la valoraciónpositiva de <strong>el</strong>la” (Zapata Silva, 2005: 67-68).Es de c<strong>en</strong>tral importancia la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> la compr<strong>en</strong>sión de la configuración d<strong>el</strong> int<strong>el</strong>ectualindíg<strong>en</strong>a al que no referimos. Es decir que esta figura está ligada a la modernidad educativa, y nopuede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse su génesis sin la alusión a la trayectoria de determinados individuos por lasociedad dominante.Lo que hallamos <strong>en</strong> nuestro caso es que la escu<strong>el</strong>a g<strong>en</strong>era temas que impactan <strong>en</strong> <strong>el</strong>desarrollo de la cultura indíg<strong>en</strong>a, g<strong>en</strong>era necesidades, inclusiones/exclusiones de tópicos queac<strong>en</strong>túan la difer<strong>en</strong>cia y por lo tanto que pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a las id<strong>en</strong>tidades. Los sujetos realizan <strong>en</strong>este contexto un retorno a la cultura a la que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong>, la id<strong>en</strong>tidad es un “movimi<strong>en</strong>to deretorno”. El tema es que solo algunos individuos pued<strong>en</strong> realizar este movimi<strong>en</strong>to de retorno a sucultura y extraer de <strong>el</strong>la los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que le permitan articular sus repres<strong>en</strong>taciones de su propiacultura. El campo escolar y <strong>el</strong> campo de la cultura de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> sujeto <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso indíg<strong>en</strong>a sonantagónicos, <strong>el</strong> primero es pre-definido por sus funciones contradictorias conservación-cambio y <strong>en</strong> él<strong>el</strong> sujeto ti<strong>en</strong>e una r<strong>el</strong>ativa autonomía para acomodarse, apropiarse o resistir la imposición d<strong>el</strong>hábitus propio de este campo.La capacidad para reconvertir la experi<strong>en</strong>cia cultural <strong>en</strong> contacto con la experi<strong>en</strong>cia queg<strong>en</strong>era <strong>el</strong> paso por la sociedad nacional y especialm<strong>en</strong>te por la escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> conci<strong>en</strong>cia “para si” es <strong>el</strong>- 278 -


<strong>el</strong>em<strong>en</strong>to que define la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> individuo y <strong>el</strong> int<strong>el</strong>ectual indíg<strong>en</strong>a de la definición deZapata Silva (op. cit.). El auxiliar bilingüe no es de por si un “int<strong>el</strong>ectual indíg<strong>en</strong>a”, pero se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<strong>en</strong> una posición que lo acerca a la <strong>el</strong>aboración de tal figura. En algunos casos las reflexiones de V.L.,auxiliar bilingüe de la escu<strong>el</strong>a wichí de G<strong>en</strong>eral Mosconi, constituy<strong>en</strong> un posicionami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> actorque problematiza <strong>el</strong> contacto cultural y la dinámica de su cultura y por lo tanto de la fu<strong>en</strong>te de suid<strong>en</strong>tidad.No obstante estas líneas de investigación no profundizadas <strong>en</strong> este estudio no invalidan loque sost<strong>en</strong>emos sobre <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> limitado de la comunidad para ori<strong>en</strong>tar la <strong>el</strong>aboración de lasconcepciones de los actores <strong>en</strong> sus aspectos y compon<strong>en</strong>tes pedagógicos, y por consigui<strong>en</strong>te político,de manera que la escu<strong>el</strong>a influya <strong>en</strong> la transformación de las trayectorias escolares y sociales de losindividuos de la comunidad.El desplazami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> interés por la integración <strong>en</strong> la sociedad nacional hacia la escu<strong>el</strong>a pone<strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a lo conflictivo y desigual d<strong>el</strong> contacto de culturas <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a. Ante las evid<strong>en</strong>tesasimetrías <strong>en</strong> las r<strong>el</strong>aciones <strong>en</strong>tre las culturas y los individuos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a <strong>el</strong>las, se g<strong>en</strong>eranestrategias que son de reproducción d<strong>el</strong> propio grupo <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso indíg<strong>en</strong>a. La resist<strong>en</strong>cia manifiesta<strong>en</strong> <strong>el</strong> ocultami<strong>en</strong>to de aspectos de la cultura indíg<strong>en</strong>a expresa <strong>el</strong> modo estratégico con que <strong>el</strong> sujetoregula la puesta <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a de su cultura, lo que <strong>en</strong> definitiva le permite no perder su autonomíacomo grupo ante <strong>el</strong> criollo y su sociedad.Aún así <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito de las estrategias usadas por la comunidad para su reproducción se debedestacar la de construcción d<strong>el</strong>a autoestima d<strong>el</strong> grupo, la escu<strong>el</strong>a ha cumplido una funciónsignificativa <strong>en</strong> esta tarea restableci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> <strong>el</strong> principio motor de la integración <strong>el</strong> biculturalismocomo principio y compon<strong>en</strong>te mediador <strong>en</strong>tre la asimilación y la marginalización d<strong>el</strong> grupo; talbinomio Integración-biculturalismo expresan la t<strong>en</strong>sión fundante de la función de la Escu<strong>el</strong>a Wichí deG<strong>en</strong>eral Mosconi, capacitación para la movilidad social pero <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco de una fuerte id<strong>en</strong>tificacióncon <strong>el</strong> grupo.El razonami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> Wcihí puede expresarse d<strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te modo: si l<strong>en</strong>gua y culturaconstituy<strong>en</strong> para <strong>el</strong>los y especialm<strong>en</strong>te para <strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de los int<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as bastión d<strong>el</strong>a resist<strong>en</strong>cia de su pueblo, ¿por qué <strong>en</strong>señarlas, mostrarlas y ponerlas bajo <strong>el</strong> control de los criollos<strong>en</strong> una institución que repres<strong>en</strong>ta la p<strong>en</strong>etración e imposición de la cultura occid<strong>en</strong>tal?; mi<strong>en</strong>tras qu<strong>el</strong>a escu<strong>el</strong>a constituye una ag<strong>en</strong>cia de este carácter, rasgo sobre <strong>el</strong> que los Wichí ti<strong>en</strong><strong>en</strong> conci<strong>en</strong>cia, suuso social para la reconversión económica d<strong>el</strong> grupo es imperioso, y sobre esto también existe- 279 -


conci<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong>tonces cómo conciliar <strong>en</strong> un proyecto educativo democrático estos aspectos de laopresión institucional, con los objetivos de la comunidad.- 280 -


BibliografíaALCINA FRANCH, J. (comp.) (1990). Indianismo e Indig<strong>en</strong>ismo <strong>en</strong> América. Madrid: Alianza.ALLIAUD, A. y DUSCHATZKY, L. (comp.), Maestros. Formación, práctica y transformación escolar.Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila Editores.ALONSO, G y DÍAZ, R. (2004). Integración e interculturalidad <strong>en</strong> épocas de globalización. En R. DÍAZ, G.ALONSO y (colabs.), Construcción de espacios interculturales (pp.37-42). Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila.ALONSO, G. y DÍAZ, R. (2004). Docum<strong>en</strong>to para <strong>el</strong> debate: Educación intercultural, alcances y desafíos.En R. DÍAZ, G. ALONSO y (colabs.), Construcción de espacios interculturales (pp.89-103). Bu<strong>en</strong>os Aires:Miño y Dávila.ALONSO, G. y DÍAZ, R. (2004). Los ‘usos’ de la diversidad cultural aplicadas a la exclusión. En R. DÍAZ yG. ALONSO, (colabs.), Construcción de espacios interculturales. Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila.ANGULO RASCO, F. (1994). ¿A qué llamamos currículum? En F. ANGULO y N. BLANCO (coord.), Teoríay desarrollo d<strong>el</strong> currículum (pp.17-29). Málaga: Ediciones El Aljibe.ANGULO, F. y BLANCO, N. (coord.) (1994). Teoría y desarrollo d<strong>el</strong> currículum. Málaga: Ediciones ElAljibe.APPLE, M. (1997). Educación y poder. Bu<strong>en</strong>os Aires: Paidós.APPLE, M. (2002). Mercados, estándares y desigualdad. ¿Pued<strong>en</strong> las pedagogías críticas para laspolíticas derechistas? Revista de Educación (España): Educación y Futuro, Número extraordinario,pp.223-248.AYUSTE, A. y otros (1994). Planteami<strong>en</strong>tos de la Pedagogía Crítica. Comunicar y transformar.Barc<strong>el</strong>ona: Biblioteca d<strong>el</strong> aula.BARROS, M. E. (1998). Teoría crítica, algo sobre <strong>el</strong> anteayer, <strong>el</strong> ayer y <strong>el</strong> hoy. Revista Amauta Año 1N°2.BATALLÁN, G. y GARCÍA, F. (1998). La especificidad d<strong>el</strong> trabajo doc<strong>en</strong>te y la transformación escolar.En, A. ALLIAUD y L. DUSCHATZKY (comp.), Maestros. Formación, práctica y transformación escolar.Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila Editores.BONFIL BATALLA, G. (1990). Aculturación e indig<strong>en</strong>ismo: la respuesta india. En J. ALCINA FRANCH(comp.), Indianismo e Indig<strong>en</strong>ismo <strong>en</strong> América (pp.189-209). Madrid: Alianza.BOURDIEU, P. (1996). Cosas Dichas. Barc<strong>el</strong>ona: Gedisa.BOURDIEU, P. y WACQUANT, L. (2000). Una nueva vulgata mundial. Le Monde Diplomatique, mes deMayo.- 281 -


BRIONES, C. (2004). D<strong>el</strong> dicho al hecho. Poni<strong>en</strong>do la interculturalidad <strong>en</strong> sus varios contextos. En R.DÍAZ, G. ALONSO y (colabs.), Construcción de espacios interculturales (pp. 105-136). Bu<strong>en</strong>os Aires:Miño y Dávila.BRIONES, C. (2005). Formaciones de alteridad: contextos globales, procesos nacionales y provinciales.En C. BRIONES (ed.), Cartografías Arg<strong>en</strong>tinas. Políticas indig<strong>en</strong>istas y formaciones provinciales dealteridad (pp.11-43). Bu<strong>en</strong>os Aires.BRIONES, C. (ed.) (2005). Cartografías Arg<strong>en</strong>tinas. Políticas indig<strong>en</strong>istas y formaciones provinciales dealteridad. Bu<strong>en</strong>os Aires.BULIUBASICH, C. y otros (2002). El proceso d<strong>el</strong> alfabeto Wichi, alcances y perspectivas. En A. TISSERAde MOLINA y J. ZIGARÁN (comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.35-42). Salta, Arg<strong>en</strong>tina:Universidad Nacional de Salta.BULIUBASICH, C. y RODRÍGUEZ, H. (2001). Organizaciones Wichi y Guarani de la Provincia de Salta:Formas de Interp<strong>el</strong>ación al Estado. Pon<strong>en</strong>cia, IV Congreso Chil<strong>en</strong>o de Antropología.BULIUBASICH, C. y RODRÍGUEZ, H. (2002). De la pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia a la tierra a la propiedad de la tierra: <strong>el</strong>caso de los Wichi de Pi’ Wet (G<strong>en</strong>eral Mosconi, Salta). En A. TERUEL; M. LACARRIEU y O. JEREZ(comps.). Fronteras, Ciudades y Estados (Tomo I), pp. 133-147. Córdoba: Alción Editora.CABRERA, O. (S/F). Educación indíg<strong>en</strong>a, su problemática y la Modernidad <strong>en</strong> América Latina.Biblioteca CREAL.CARDOSO de OLIVEIRA, R. (1990). La politización de la id<strong>en</strong>tidad y <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a. En J.ALCINA FRANCH (comp.), Indianismo e Indig<strong>en</strong>ismo <strong>en</strong> América (pp.145-161). Madrid: Alianza.CARNOY, M. (1993). La escu<strong>el</strong>a como imperialismo cultural. México: Siglo XXI.CARRASCO, M. (2005). Política indig<strong>en</strong>ista d<strong>el</strong> estado democrático salteño <strong>en</strong>tre 1986 y 2004. En C.BRIONES (ed.), Cartografías Arg<strong>en</strong>tinas. Políticas indig<strong>en</strong>istas y formaciones provinciales de alteridad(pp.253-291). Bu<strong>en</strong>os Aires.CENSABELLA, M. (2005). Las l<strong>en</strong>guas indíg<strong>en</strong>as de la Arg<strong>en</strong>tina. Una mirada actual. Bu<strong>en</strong>os Aires:Eudeba.COLOMBRES, A. (1991). La hora d<strong>el</strong> “Bárbaro” (Bases para una antropología social de apoyo). Bu<strong>en</strong>osAires: D<strong>el</strong> Sol.CRUZ NETO, O. (2004). El trabajo de campo como descubrimi<strong>en</strong>to y creación. En M. MINAYO(organizadora), Investigación social. Teoría, método y creatividad (pp.41-52). Bu<strong>en</strong>os Aires: LugarEditorial.- 282 -


DÁVALOS, P. (2005). Movimi<strong>en</strong>tos Indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> América Latina: <strong>el</strong> derecho a la palabra. En P.DÁVALOS (comp.), Pueblos Indíg<strong>en</strong>as, Estado y Democracia, pp.17-33. Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSO libros.DÁVALOS, P. (2005). Pueblos Indíg<strong>en</strong>as, Estado y Democracia. Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSO Libros.DE ALBA, A. (1998). Currículum: crisis, mito y perspectivas. Arg<strong>en</strong>tina: Miño y Dávila.DÍAZ POLANCO, H. (2005). Los dilemas d<strong>el</strong> pluralismo. En P. DÁVALOS (comp.), Pueblos Indíg<strong>en</strong>as,Estado y Democracia, pp.43-66. Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSO libros.DÍAZ, R., ALONSO, G. y (colabs.) (2004). Construcción de espacios interculturales. Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño yDávila.DÍAZ-COUDER, E. (1998). Diversidad cultural y educación <strong>en</strong> Iberoamérica. Revista Iberoamericana deEducación, N° 17, pp.11-30.DÍAZ-POLANCO, H. (comp.) (1995). Etnia y nación <strong>en</strong> América Latina. México: Consejo Nacional para laCultura y las Artes.EAGLETTON, T. (1997). Ideología. Una introducción. Barc<strong>el</strong>ona: paidós.ECO, U. (1999). Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimi<strong>en</strong>tos de investigación, estudio yescritura. España: Gedisa.FERNÁNDEZ DROGUETT, F. (2005). El currículum <strong>en</strong> la Educación Intercultural Bilingüe: algunasreflexiones acerca de la diversidad cultural <strong>en</strong> la educación. Cuadernos interculturales, <strong>en</strong>ero-junio,año/vol. 3, N° 004, pp.7-25. http://www.redalyc.orgFERREIRA DESLANDES, S. (2004). La construcción d<strong>el</strong> proyecto de investigación. En M. MINAYO(organizadora), Investigación social. Teoría, método y creatividad (pp.25-39). Bu<strong>en</strong>os Aires: LugarEditorial.FILMUS, D. (comp.). (1993). Para qué sirve la escu<strong>el</strong>a. Bu<strong>en</strong>os Aires: Tesis-Grupo Editorial Norma.FREIRE, P. (1985). Pedagogía d<strong>el</strong> oprimido. Arg<strong>en</strong>tina: Siglo XXI.FREIRE, P. (1990). La naturaleza política de la educación. Cultura, política y liberación. Barc<strong>el</strong>ona:Paidós.FREIRE, P. (2003). El grito manso. Bu<strong>en</strong>os Aires: Siglo XXI.FREIRE, P. y otros (1992). Educación liberadora. Bases antropológicas y pedagógicas. Arg<strong>en</strong>tina:Paidós.GADOTTI, M. (1988). Pedagogía de la praxis. Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila.GADOTTI, M. (1998). Historia de las ideas pedagógicas. Madrid: Siglo XXI.- 283 -


GARAY, L., (s/f). La cuestión institucional y las escu<strong>el</strong>as.GARCÍA CANCLINI, N. (1995). Culturas híbridas. Estrategias para <strong>en</strong>trar y salir de la modernidad.Bu<strong>en</strong>os Aires: Sudamericana.GENTILI, P. (comp.)(1997). Cultura, política y currículo. Ensayos sobre la crisis de la escu<strong>el</strong>a pública.Bu<strong>en</strong>os Aires: Losada.GIMENO SACRISTÁN, J. (1998). Profesionalización doc<strong>en</strong>te y cambio educativo. En A. ALLIAUD y L.DUSCHATZKY (comp.), Maestros, práctica y transformación escolar. Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila.GIROUX, H. (1994). La pedagogía de los límites y la política d<strong>el</strong> posmodernismo. En H. GIROUX y R.FLECHA, Igualdad educativa y difer<strong>en</strong>cia cultural, pp.131-164. Barc<strong>el</strong>ona: El Roure.GIROUX, H. (1996). Placeres inquietantes: apr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do la cultura popular. Barc<strong>el</strong>ona: Paidos.GIROUX, H. (2002). Educando para <strong>el</strong> futuro: rompi<strong>en</strong>do la influ<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> neoliberalismo. Revista deEducación (España): Educación y Futuro, Número extraordinario, pp.25-37.GIROUX, H. (s/f). Teoría y Resist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> Educación.GIROUX, H. y FLECHA, R. (1994). Igualdad educativa y difer<strong>en</strong>cia cultural. Barc<strong>el</strong>ona: El Roure.GIROUX. H. (1994). Hacia una pedagogía <strong>en</strong> la política de la difer<strong>en</strong>cia. En H. GIROUX y R. FLECHA,Igualdad educativa y difer<strong>en</strong>cia cultural, pp.59-93. Barc<strong>el</strong>ona: El Roure.GOLLUSCIO, L. y VIDAL, A. (2002). Experi<strong>en</strong>cias de educación y estandarización lingüísticaprotagonizadas por tres grupos indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina. En A. TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN(comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.13-24). Salta, Arg<strong>en</strong>tina: Universidad Nacional de Salta.GOMES, R. (2004). El análisis de datos <strong>en</strong> investigación cualitativa. En M. MINAYO (organizadora),Investigación social. Teoría, método y creatividad (pp.53-64). Bu<strong>en</strong>os Aires: Lugar Editorial.GORDILLO, G. (1995). Mecanización de la zafra e indíg<strong>en</strong>as d<strong>el</strong> Chaco C<strong>en</strong>tro-Occid<strong>en</strong>tal. RevistaDesarrollo Económico, vol. 35, Nº 137, abril-junio, pp. 105-126.GRAMSCI, A. (1971). El materialismo histórico y la filosofía de B<strong>en</strong>edetto Croce. Bu<strong>en</strong>os Aires: NuevaVisión.HAGEGE, C. (2002). No a la muerte de las l<strong>en</strong>guas. Barc<strong>el</strong>ona:HAMEL, R. (1995). La política d<strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y <strong>el</strong> conflicto interétnico. En H. DÍAZ-POLANCO (comp.),Etnia y nación <strong>en</strong> América Latina (pp. 201-230). México: Consejo Nacional para la Cultura y Las Artes.HECHT, A. (2006). De la familia a Wichí a la escu<strong>el</strong>a intercultural bilingüe: procesos de apropiación,resist<strong>en</strong>cia y negociación (Formosa, Arg<strong>en</strong>tina). Cuadernos Interculturales, primer semestre, año/vol.4, número 006, pp.93-113. http://www.redalyc.org- 284 -


HECHT, A. (2007). Educación intercultural Bilingüe: de las políticas homog<strong>en</strong>eizadoras a las políticasfocalizadas <strong>en</strong> educación indíg<strong>en</strong>a arg<strong>en</strong>tina. Revista Interamericana de Educación de Adultos, Año29, N° 1, <strong>en</strong>ero-diciembre.HERNÁNDEZ PULIDO, J. (1995). El conv<strong>en</strong>io 169 de la OIT, un nuevo <strong>en</strong>foque de los derechos de lospueblos indíg<strong>en</strong>as y tribuales. En H. DÍAZ-POLANCO (comp.), Etnia y nación <strong>en</strong> América Latina (pp.171-185). México: Consejo Nacional para la Cultura y Las Artes.HIDALGO FLOR, F. (2005). Los movimi<strong>en</strong>tos indíg<strong>en</strong>as y la lucha por la hegemonía: <strong>el</strong> caso de Ecuador.En P. DÁVALOS (comp.), Pueblos Indíg<strong>en</strong>as, Estado y Democracia, pp.341-347. Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSOlibros.HIRSCH, S. (s/f). Fronteras, organizaciones y construcción de las id<strong>en</strong>tidades: El caso de los guaraníesde Arg<strong>en</strong>tina y Bolivia.HOCSMAN, D. (2004). Lucha Campesina y Resist<strong>en</strong>cia Indíg<strong>en</strong>a. Propiedad de la Tierra yOrganizaciones Colectivas <strong>en</strong> Finca Santiago. Pres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> <strong>el</strong> III Congreso Arg<strong>en</strong>tino yLatinoamericano de Antropología Rural. Tilcara, Jujuy. Ms.ITURRALDE, D. (1995). Naciones Indíg<strong>en</strong>as y estados nacionales <strong>en</strong> América Latina hacia <strong>el</strong> año 2000.En H. DÍAZ-POLANCO (comp.), Etnia y nación <strong>en</strong> América Latina (pp. 105-138). México: ConsejoNacional para la Cultura y Las Artes.JAMESON, F. y ZIZEK, S. (1998). Estudios culturales. Reflexiones sobre <strong>el</strong> multiculturalismo. Bu<strong>en</strong>osaires: Paidos.JULIANO, D. (1987). El discreto <strong>en</strong>canto de la adscripción étnica voluntaria. En R. RINGUELET (comp.),Procesos de contacto interétnico (pp.83-112). Bu<strong>en</strong>os Aires: Ediciones Búsqueda.KOLAKOWSKY, L. (1985). Las principales corri<strong>en</strong>tes de Marxismo. Madrid: Alianza.LANUSSE, P. y LAZZARI, A. (2005). Salteñidad y pueblos indíg<strong>en</strong>as: continuidad y cambio <strong>en</strong>id<strong>en</strong>tidades y moralidades. En C. BRIONES (ed.), Cartografías Arg<strong>en</strong>tinas. Políticas indig<strong>en</strong>istas yformaciones provinciales de alteridad (pp.223-252). Bu<strong>en</strong>os Aires.LENTON, D. y LORENZETTI, M. (2005). Neoindig<strong>en</strong>ismo de necesidad y urg<strong>en</strong>cia: la inclusión de losPueblos Indíg<strong>en</strong>as <strong>en</strong> la ag<strong>en</strong>da d<strong>el</strong> Estado neoasist<strong>en</strong>cialista. En C. BRIONES (ed.), CartografíasArg<strong>en</strong>tinas. Políticas indig<strong>en</strong>istas y formaciones provinciales de alteridad (pp.293-325). Bu<strong>en</strong>os Aires.LEYVA ATENCIO, L (2005). El currículum como espacio de legitimación de la cultura d<strong>el</strong> pobre.Cuadernos interculturales, <strong>en</strong>ero-junio, año/vol. 3, N° 004, pp.27-36. http://www.redalyc.org- 285 -


LEYVA SOLANO, X. (2005). Indig<strong>en</strong>ismo, Indianismo y “Ciudadanía Étnica” de cara a lsa redes Neo-Zapatistas. En P. DÁVALOS (comp.), Pueblos Indíg<strong>en</strong>as, Estado y Democracia, pp.279-309. Bu<strong>en</strong>osAires: CLACSO libros.LÓPEZ, L. (1998). La eficacia y validez de lo obvio: lecciones apr<strong>en</strong>didas desde la evaluación deprocesos educativos bilingües. Revista Iberoamericana de Educación, N° 17, pp.51-89.MACAS, L. (2005). La necesidad política de una reconstrucción epistémica de los saberes ancestrales.En P. DÁVALOS (comp.), Pueblos Indíg<strong>en</strong>as, Estado y Democracia, pp.35-42. Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSOlibros.MARTÍNEZ CHÁVEZ, A. (S/F). Diversidad cultural, difer<strong>en</strong>cias culturales y educación. Biblioteca CREAL.MARTÍNEZ PELÁEZ, S. (1995). Importancia d<strong>el</strong> estudio histórico de los movimi<strong>en</strong>tos de indios. En H.DÍAZ-POLANCO (comp.), Etnia y nación <strong>en</strong> América latina (pp. 43-77). México: Consejo Nacional parala Cultura y Las Artes.MARZIANO, L. (2002). Repres<strong>en</strong>taciones sociales <strong>en</strong> los discursos acerca de las comunidadesaboríg<strong>en</strong>es. En A. TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN (comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.269-276). Salta, Arg<strong>en</strong>tina: Universidad Nacional de Salta.MAYKUT, P. y MOREHOUSE, R (s/f). Investigación cualitativa. Una guía práctica y filosófica. España:Hurtado.McLAREN, P. (2000). Id<strong>en</strong>tidad y poder. Los educadores fr<strong>en</strong>te al multiculturalismo. Bu<strong>en</strong>os Aires:Paidós.MERINO FERNÁNDEZ, J. y MUÑOZ SEDANO, A. (1998). Ejes de debate y propuestas para unapedagogía intercultural. Revista Iberoamericana de Educación, N° 17, pp. 207-247.MINAYO, M. (organizadora) (2004). Investigación social. Teoría, método y creatividad. Bu<strong>en</strong>os Aires:Lugar Editorial.MOLINA LUQUE, J. (2002). Sociología de la Educación Intercultural: Vías alternativas de investigacióny debate. Bu<strong>en</strong>os Aires: Grupo Editorial Lum<strong>en</strong>.MONTECINOS, C. (2004). Analizando la política de Educación Intercultural Bilingüe <strong>en</strong> Chile desde laeducación multicultural. Cuadernos Interculturales, julio-diciembre, año/vol. 2, N° 003, pp.35-44.http://www.redalyc.orgMORA-NINCI, C. (2001). La observación dialéctica: problemas de método <strong>en</strong> investigacioneseducativas. En C. TORRES (comp.), Paulo Freire y la ag<strong>en</strong>da educativa Latinoamericana <strong>en</strong> <strong>el</strong> siglo XXI(pp. 179-199) . Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSO.MOYA, R. (1998). Reformas Educativas e interculturalidad <strong>en</strong> América Latina. Revista Iberoamericanade Educación, N° 17, pp.105-187.- 286 -


MUÑOZ CRUZ, H. (1998). Los objetivos políticos y socioeconómicos de la Educación InterculturalBilingüe y los cambios que se necesitan <strong>en</strong> <strong>el</strong> currículo, <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza y <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as indíg<strong>en</strong>as.Revista Iberoamericana de Educación, N° 17, pp.31-50.NASSIF, R. (1984). Teoría de la educación. Problemática pedagógica contemporánea. Bu<strong>en</strong>os Aires:Kap<strong>el</strong>usz.NEUFELD, M. y THISTED, J. (1998). Los usos de la diversidad cultural <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a: un balance al fin detres años. http://www.naya.org.ar/congreso/pon<strong>en</strong>cia2-9.htmPADULA PERKINS, J. (s/f). Varias razones y un desafío que fundam<strong>en</strong>tan la necesidad de vincularteoría y práctica para resolver problemas educativos. Revista Iberoamericana de Educación.PALMER, J. (2005). La bu<strong>en</strong>a voluntad Wichí. Una espiritualidad indíg<strong>en</strong>a. Salta: Grupo de trabajoRuta 81.PÉREZ SÁEZ, V. (2002). Para <strong>el</strong> estudio y la <strong>en</strong>señanza de las l<strong>en</strong>guas indoamericanas <strong>en</strong> la Provinciade Salta. En A. TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN (comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.25-34).Salta, Arg<strong>en</strong>tina: Universidad Nacional de Salta.PINEAU, DUSSEL y CARUSO (2005). La escu<strong>el</strong>a como máquina de educar. Tres escritos sobre unproyecto de la modernidad. Bu<strong>en</strong>os Aires: Paidós.PINEAU, P. (2005). La escu<strong>el</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong> paisaje moderno. Consideraciones sobre <strong>el</strong> proceso deescolarización. En PINEAU, DUSSEL y CARUSO (2005). La escu<strong>el</strong>a como máquina de educar. Tresescritos sobre un proyecto de la modernidad. Bu<strong>en</strong>os Aires: Paidós.PUIGGRÓS, A. (1990). Historia de la educación <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina. Sujetos, Disciplina y Currículum <strong>en</strong> losoríg<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> sistema educativo arg<strong>en</strong>tino. Bu<strong>en</strong>os Aires: Editorial Galerna.PUIGGRÓS, A. (1994). ¿A mí para qué me sirve la escu<strong>el</strong>a? En D. FILMUS (comp.), Para qué sirve laescu<strong>el</strong>a. Bu<strong>en</strong>os Aires: Grupo editorial Norma.PUIGGRÓS, A. (1996). Qué pasó <strong>en</strong> la educación arg<strong>en</strong>tina. Desde la conquista hasta <strong>el</strong> m<strong>en</strong>emismo.Bu<strong>en</strong>os Aires: Kap<strong>el</strong>usz.RAITER, A. (2002). La educación intercultural bilingüe o la creación de lo desconocido. Pon<strong>en</strong>cia, IXCongreso de la sociedad Arg<strong>en</strong>tina De Lingüística: Córdoba.REDÓN PANTOJA, S. (s/f). Construcción De la id<strong>en</strong>tidad doc<strong>en</strong>te, transformación <strong>en</strong> la acción yresponsabilidad social. Revista educativa Sembrando Ideas.http://sembrandoideas.pucvillarrica.cl/<strong>en</strong>/node/28RINGUELET, R. (comp.)(1987). Procesos de contacto interétnico. Bu<strong>en</strong>os aires: Ediciones Búsqueda.- 287 -


RODAS, J. (2002). Una visión realista: <strong>en</strong>señanza bilingüe <strong>en</strong> los grupos indíg<strong>en</strong>as de Salta. En A.TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN (comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.77-83). Salta, Arg<strong>en</strong>tina:Universidad Nacional de Salta.RODRÍGUEZ de ANCA, A. (2004) Disputas acerca d<strong>el</strong> discurso escolar de la difer<strong>en</strong>cia. En R. DÍAZ, G.ALONSO y (colabs.), Construcción de espacios interculturales (pp.167-181). Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño yDávila.RODRÍGUEZ de ANCA, A. (2004) Paradojas d<strong>el</strong> reconocimi<strong>en</strong>to. En R. DÍAZ, G. ALONSO y (colabs.),Construcción de espacios interculturales (pp.151-165). Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila.RODRÍGUEZ, H. (2002). Algunas experi<strong>en</strong>cias de implem<strong>en</strong>tación de <strong>en</strong>señanza bilingüe <strong>en</strong> unaescu<strong>el</strong>a con población indíg<strong>en</strong>a Wichí <strong>en</strong> <strong>el</strong> Chaco Salteño. En A. TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN(comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.53-64). Salta, Arg<strong>en</strong>tina: Universidad Nacional de Salta.ROSEMBERG, C. y BORZONE DE MANRIQUE, A. (1998). Interacción verbal y cognición. El desarrollo d<strong>el</strong>os niños collas <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>en</strong>torno familiar y escolar. L<strong>en</strong>guas modernas, N° 25.SANTOS GUERRA, M. (1997). La Luz d<strong>el</strong> prisma: para compr<strong>en</strong>der las organizaciones educativas.Málaga: Aljibe.SAUTU, R. (2005). Manual de metodología. Construcción d<strong>el</strong> marco teórico, formulación de losobjetivos y <strong>el</strong>ección de la metodología. Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSO.http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/campus/metodo/RSAnexo1.<strong>pdf</strong>SERRANO RUÍZ, J. (1998). El pap<strong>el</strong> d<strong>el</strong> maestro <strong>en</strong> la Educación Intercultural Bilingüe. RevistaIberoamericana de Educación, N° 17, pp.91-102.SERRUDO, A. (2006). Interculturalidad y práctica escolar: <strong>el</strong> maestro auxiliar bilingüe <strong>en</strong> la experi<strong>en</strong>ciade la Escu<strong>el</strong>a N° 4266 “Río Bermejo”. Carboncito. Provincia de Salta. Tesis de Lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong>Antropología. Salta: Universidad Nacional de Salta.SIEDE, I. (s/f). Clase N° 19: los problemas sociales: propuestas para la escu<strong>el</strong>a. FLACSO. PostgradoCurrículum y Prácticas escolares <strong>en</strong> contexto.SIERRA y ARISMENDIARRIETA, B. y PÉREZ FERRA, M. (2007). La compr<strong>en</strong>sión de la r<strong>el</strong>ación teoríapráctica:una clave epistemológica de la didáctica. Revista de Educación, N° 342, pp. 553-576.SMITH CASTRO, V. (2002). Aportes a la compr<strong>en</strong>sión de la id<strong>en</strong>tidad étnica <strong>en</strong> niños, niñas yadolesc<strong>en</strong>tes de grupos minoritarios. Revista de Ci<strong>en</strong>cias Sociales, Junio, Vol. II, N° 96, pp.71-82.http://redalyc.uaemex.mxSMITH CASTRO, V. (2005). Discriminación percibida y autoestima <strong>en</strong> jóv<strong>en</strong>es de grupos minoritarios ymayoritarios <strong>en</strong> Costa Rica. Revista Interamericana de Psicología, Vol. 39, Num. 1, pp.93-106.- 288 -


SMITH CASTRO, V. (2006). La psicología social de las r<strong>el</strong>aciones intergrupales: mod<strong>el</strong>os e hipótesis.Actualidades <strong>en</strong> Psicologia, 20, 45-71.SORIA ARAMAYO, C. Y otros (2002). OPAETE REVE YA TAPE IP+A RUPI “Todos juntos vamos por <strong>el</strong>camino nuevo”. En A. TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN (comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.65-76). Salta, Arg<strong>en</strong>tina: Universidad Nacional de Salta.STAVENHAGEN, R. (1995). Los derechos indíg<strong>en</strong>as: nuevo <strong>en</strong>foque d<strong>el</strong> sistema internacional. En H.DÍAZ-POLANCO (comp.), Etnia y nación <strong>en</strong> América Latina (pp. 141-169). México: Consejo Nacionalpara la Cultura y Las Artes.TADEU da SILVA, T. (1997). Descolonizar <strong>el</strong> currículum: estrategias para una pedagogía crítica (dos otres com<strong>en</strong>tarios sobre <strong>el</strong> texto de Micha<strong>el</strong> Apple). En P. GENTILI (comp.), Cultura, política y currículo.Ensayos sobre la crisis de la escu<strong>el</strong>a pública, pp.63-78. Bu<strong>en</strong>os Aires: Losada.TAYLOR, S., BOGDAN, R. (1987). Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Barc<strong>el</strong>ona:Paidós.TEDESCO, J. (1993). Educación y sociedad <strong>en</strong> América Latina: algunos cambios conceptuales ypolíticos. En D. FILMUS (comp.), Para qué sirve la escu<strong>el</strong>a (PP. 13-32). Bu<strong>en</strong>os Aires: Tesis-GrupoEditorial Norma.TENTI FANFANI, E. (1993). Escu<strong>el</strong>a y política. Formación d<strong>el</strong> ciudadano d<strong>el</strong> año 2000. En D. FILMUS(comp.), Para qué sirve la escu<strong>el</strong>a (PP. 51-66). Bu<strong>en</strong>os Aires: Tesis-Grupo Editorial Norma.TENTI FANFANI, E. (2001). Sociología de la educación. Bu<strong>en</strong>os Aires: Universidad Nacional de Quilmes.TERIGI, F. (2002) Análisis comparativo de los currículos Iberoamericanos: procesos, condiciones yt<strong>en</strong>siones que debemos considerar. Docum<strong>en</strong>to pres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> <strong>el</strong> IV Encu<strong>en</strong>tro Internacional deEducación Inicial y Preescolar “El currículo y los retos d<strong>el</strong> nuevo mil<strong>en</strong>io”. La Habana, Cuba, 8 al 12 dejulio de 2002. http/www.oei.es/linea3/terigi.<strong>pdf</strong>TISSERA de MOLINA y A. y ZIGARÁN, J. (comps.)(2002).L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad. Salta, Arg<strong>en</strong>tina:Universidad Nacional de Salta.TOLEDO LLANCAQUEO, V. (2005). Políticas indíg<strong>en</strong>as y derechos territoriales <strong>en</strong> América Latina: 1990-2004. ¿Las fronteras indíg<strong>en</strong>as de la globalización? En P. DÁVALOS (comp.), Pueblos Indíg<strong>en</strong>as, Estadoy Democracia, pp.67-102. Bu<strong>en</strong>os Aires: CLACSO libros.TORINO de MORALES, M y MORELLI de ONTIVEROS, M. (2002). Conflicto lingüístico <strong>en</strong> comunidadesaboríg<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> Norte de la Provincia de Salta. En A. TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN (comps.),L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.195-203). Salta, Arg<strong>en</strong>tina: Universidad Nacional de Salta.TORRES, C. (1996). Las secretas av<strong>en</strong>turas d<strong>el</strong> ord<strong>en</strong>: Estado y educación. Bu<strong>en</strong>os Aires: Miño y Dávila.- 289 -


TORRES, C. (comp.) (2001). Paulo Freire y la ag<strong>en</strong>da educativa Latinoamericana <strong>en</strong> <strong>el</strong> siglo XXI. Bu<strong>en</strong>osAires: CLACSO.VAN DAM, C. (2002). Condiciones para un uso sost<strong>en</strong>ible: <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> Chaguar (Brom<strong>el</strong>ia hieronymi) <strong>en</strong>una comunidad Wichí d<strong>el</strong> Chaco arg<strong>en</strong>tino. En A. TERUEL; M. LACARRIEU y O. JEREZ (comps.).Fronteras-Ciudades-Estados, (Tomo I), pp. 175-218. Córdoba: Alción Editora.VARELA, J. y ÁLVARERZ-URÍA, F. (s/f). Arqueología de la Escu<strong>el</strong>a. Barc<strong>el</strong>ona: Ediciones La Piqueta.VÁZQUEZ MEDINA, (2007). Enfoque intercultural para una Educación Básica Regular Intercultural yBilingüe. Revista cultural <strong>el</strong>ectrónica, N° 4, http://www.interculturalidad.orgVITÓN de ANTONIO, M. (1998). La interculturalidad como perspectiva para rep<strong>en</strong>sar los espacioseducativos no formales. Reflexiones de un plan de alfabetización bilingüe-intercultural <strong>en</strong> lascomunidades monolingües k’achiqu<strong>el</strong>es. Revista Iberoamericana de Educación, N° 17, pp. 189-205.WOODS, P. (1993). La escu<strong>el</strong>a por d<strong>en</strong>tro. La etnografía <strong>en</strong> la investigación educativa. Barc<strong>el</strong>ona:Paidós.YEPEZ, N. (2002). La realidad actual <strong>en</strong> la formación de formadores intercultural bilingüe. En A.TISSERA de MOLINA y J. ZIGARÁN (comps.), L<strong>en</strong>guas e Interculturalidad (pp.95-103). Salta, Arg<strong>en</strong>tina:Universidad Nacional de Salta.YUNI, J. (2000). Reforma Educativa, Cultura y Política. Bu<strong>en</strong>os Aires: Temas Grupo editorial.ZAPATA SILVA, C. (2005). Orig<strong>en</strong> y función de los int<strong>el</strong>ectuales indíg<strong>en</strong>as. Cuadernos interculturales,<strong>en</strong>ero-junio, año/vol. 3, N° 004, pp.65-87. http://www.redalyc.org- 290 -


Leyes y Docum<strong>en</strong>tosLey 23.302/85. República Arg<strong>en</strong>tina.Ley federal de Educación, 24.195/93. República Arg<strong>en</strong>tina.Resolución N° 107 d<strong>el</strong> CFCyE. República Arg<strong>en</strong>tina.Resolución 549, Programa Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (PNEIB). Ministerio de Culturay Educación. República Arg<strong>en</strong>tina.Constitución de la Provincia de Salta, 1986.Constitución de la Provincia de Salta, 1998.Ley 6373. Provincia de Salta.Ley 7121. Provincia de Salta.C<strong>en</strong>so Aborig<strong>en</strong> Provincial, Noviembre 1984, Salta.Educación Intercultural Bilingüe. Sistematización de experi<strong>en</strong>cias. Ministerio de Educación, Ci<strong>en</strong>cia yTecnología, Bu<strong>en</strong>os Aires, 2004.- 291 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!