JoF14_hq

DM: Acacia, no por su importancia forense pero síporque fui yo la primera persona que se dio cuentade su importancia en el registro fósil de NuevaZelanda. Cuando era joven publiqué un artículo sobresu descubrimiento en Nueva Zelanda, pero muchosde los investigadores de mi país del momento,mayores que yo, me criticaron severamente diciendoque ante todo, el género Acacia, presente enAustralia, nunca podría haber crecido en Nueva Zelanda.Pasados unos años sabemos que mi artículooriginal era correcto y que Nueva Zelanda albergóacacias durante gran parte de los últimos 23 millonesde años, desapareciendo del país aproximadamentehace unos 90.000 años.TP: Si usted pudiese conocer, identificar o experimentaralgo relacionado con el polen que todavíano se conoce, ¿Cuál cree que podría ser?DM: Buena pregunta. Hay mucho que no sabemos.No estoy seguro de si puedo contestar a esa pregunta.Pero desde mi perspectiva personal, pareceque los hongos están resultando ser mucho más importantesen la ciencia forense de lo que imaginabaque serían cuando comencé en la palinología forense.Algunas de las muestras que he analizado, sobretodo medicamentos falsos, sólo contenían esporasde hongos. Es por ello que me gustaría estudiar estasesporas para así relacionarlas con sus hongosoriginales y, para que esto sea posible, es necesarioconocer y entender las necesidades de su coberturaecológica, así como su asociación con plantas yanimales huéspedes, tanto muertos como vivos. Noobstante, ya no tengo el tiempo para hacerlo ni paraaplicarlo.TP: ¿Cuál sería su consejo para aquellos a los queles gustaría llegar a ser palinólogos forenses y cuálesson los requisitos para ser un buen experto?DM: Mi consejo fundamental sería que cualquieraque quiera llegar a ser palinólogo forense ante tododebe de ser un experto en su disciplina antes deaplicar su conocimiento en el campo forense. Haymuchos estudiantes de universidad o recién graduados,sin ningún tipo de experiencia práctica en sudisciplina y sin la supervisión de expertos ni ningúntipo de preparación forense. Además dan lugar a artículoscientíficos teóricos que van en contra de laexperiencia práctica de los expertos o son totalmenteirrelevantes exceptuando cuán de específico es elexperimento que se ha llevado a cabo.El nuevo palinólogo forense tiene que darse cuentade que el polen y las esporas son sólo una partedel total del número de entidades que ocurren enun portaobjetos y que se deben de tener en consideración.En un “porta” puede haber algas, amebas,carbón, cutículas, diatomeas, dinoflagelados, huevosde varios tipos, polen fósil y esporas, líquenes, célulasde plantas, gotas de resina, espículas de esponja, etc.El nuevo palinólogo forense debe de ser un expertoen el campo de la palinología, ser hábil planteándosepreguntas, trabajar en equipo y tener la suficientecapacidad para poder, querer y saber cuándo llamara otros profesionales para que cubran el máximorango posible de pruebas orgánicas e inorgánicasque las muestras contengan.Escuchando al Dr. Dallas Mildenhal no cabe la menorduda de que hay ciencia forense para rato y quelos retos que esta disciplina presenta son apasionantestal y como él afirma: “En 20 años puede que lapalinología ya permita identificaciones digitales, sehaya desarrollado el análisis de ADN del polen y quelas bases de datos sean más amplias de lo que sonahora”.JoF | NO. 14 | Marzo 2014 105