Scherzo. Núm. 92

D I S C OEstudioShostakovich -espectacular-, un poderíocasi hiriente, una sonoridadapabullante, y un brío desmedido,ante los que Faerber y su competenteformación -con una cuerda aguda noespecialmente atractiva; ¿por qué seeligió este conjunto no puntero?-apenas ejercen el papel de comparsasdistinguidos. La violencia vuelve aestar presente, hasta extremos que-de nuevo- tal vez no gusten a todos.En el más tranquilo segundo tiempoparece retornar algo el equilibrio, conorquesta y solista compartiendo unalírica, nostálgica versión, exquisitamentematizada. El último tiempo, deuna agilidad rítmica irresistible y deuna claridad y perfección mecánica ytimbrica asombrosas, deja bien claro,por si había alguna duda, quién es ladominadora absoluta. La tensión, queArgerich imprime no es cuestión delempo, como lo demuestra el que Jablonski(Decca) cuyas diferencias conArgerich en cuanto a velocidad sonmínimas, queda simplemente en otradimensión en cuanto a intensidad. Sepodrá compartir o no, pero esta versiónes de las que le ponen a uno enel borde de la silla. Como sería espe-B«ethoveri -violinsaraten Nos. 6-8VkjllnSonatas-Sandrapwjrv¡ukííiGidon Kremer • Martha Argerichrabie, su lectura de! Concierto en remayor de Haydn no encuentra elequilibrio; desbocado, demasiado romántico,con una sonoridad abrumadora,está ejecutado, faltaría más, deforma perfecta, pero resulta desabrido,excesivamente agarrotado y conescasa gracia.Las grabaciones son excelentes,asombrosas en el caso de los tresdiscos 4D, con el único pero de quela orquesta parece un tanto debilitadaen el Snostakovich/Haydn. loque puede ser una cuestión de equilibrioque se añade a una falta desonoridad por parte de la citada formación.Unos más que atractivostestimonios de Martha Argerich,magnífica pianista a su pesar y paranuestra fortuna.Rafael Ortega BasagoitiRETRATO DE UN PIANISTABajo el epígrafe -Las grabacionescompletas de EMI- sereúne en este álbum de seiscompactos, e! corpus de losregistros hechos por el granpianista rumano Dinu Lupattientre 1947 y 1950 pan la firma inglesa,con dirección artística general deWaker Legge. En 1946 y en Ginebraen unos momentos muy difícilespara toda Europa, tras la espantosaexperiencia de la Segunda GuerraMundial, el productor inglés, siemprea la caza de nuevos músicos de talento,firmó un contrato en exclusivacon el joven pianista que habría dedurar hasta la muerte del artista en1950. Cuenta Legge en sus Memoriasque por entonces Lipatti mostraba yalas primeros síntomas de la leucemiaque habría de llevarle tan prematuramentea la tumba. -Hicimos -diceLegge- una pequefta pero perfectacolección de discos que son un monumentoperpetuo a este artista supremo-.Pues bien, aquí está la citadacolección.La primera obra grabada por Lipattifue la Sonata en re menor (L.413) de Scarlatti, registrada ei 20 defebrero de 1947, seguida por losNocturnos n"s. 8, y 2 de Chopin esemismo día. También en 1947 y siempreen Londres. Lipatti grabó la SonataH e Jde Chopin, el Concierto deGrieg con Galliera -y la Philharmonia,naturalmente- y diversas páginasde Liszt -entre ellas un precioso SonetoM S 104 de Petrarca- y Chopin.El Concierto n" 21 de Mozart -sensible,romántico pero en modo algunoblando- lo grabó Lipatti ese mismoaño bajo b dirección de Karl Rankl.Fue 1948 el año del debut de Karajanen Londres y lo hizo con Lipattide solista en el Concierto de Schumann(además de Don Juan y laQuinta de Beethoven) con la Philharmoniay en el gigantesco AlbertHall, el 11 de abril. El registro de laobra schumanniana se llevó a cabodos días antes y sigue siendo uno delos más satisfactorios grabados hastahoy. Ese concierto fue la última apariciónpúhlica de Lipatti en Londres.De esa época data un interesante ybrillantísimo Ravel, La alborada delgracioso, y una apasionada Barcarolade Chopin.DINU UPA1TL Las grabaciones completaspara EMI. 19471950. Recitales yconciertos. Orquesta Ptiilharmonia, Variosdirectores. 6 O) EM1C2S 4 799502. ADD.En julio de 1950, con la enfermedadya avanzada, grabó Lipatti en Ginebratodos los Valses de Chopin,además de varias obras de Bach-entre ellas una vitalísima Partita ensi bemol, la n e 1-, la Sonata K 310 deMozart y la Mazurka op. 50 de Chopin,ésta el día 11. Fue su última grabaciónen estudio, hecha va con losefectos de la cortisona, entonces unmedicamento nuevo, que le permitíaun respiro. En agosto tocó con Karajanel Concierto n" 1 de Chopin en elFestival de Lucerna (Artur Schnabelpreparado hasta el último minutopara la sustitución) y el 16 de septiembredio su último concierto en elFestival de Besancon, registro contenidoen este álbum, con obras deBach, Schubert, Mozart y los Vahesde Chopin. Lipatti moría el 2 de diciembrede ese año, a los 33 deedad. Personalidades de la talla deMenuhin, Boulanger -con quien trabajó-Cortot, Poulenc y Haskil le rindieronlos máximos elogios como artistay como ser humano.Por encima de los detalles o de lasdiferencias que se puedan tener conlas interpretaciones de Lipatti -tempidemasiado rápidos, algunos pasajesalgo mecánicos, cierta agresividadestosdiscos ñas muestran a un granpianista que lucha contra la enfermedady la muene. Estoy seguro de quebuena parte de los defectos mencionadosse debían al estado anímico delartista y a su extraordinario esfuerzofísico y espiritual para sobreponerse ala leucemia. Pero en muchos momentos,en los que conseguía relajarse,hay ese toque especial de los grandes,de los artistas de verdad. En cualquiercaso y para los amantes del piano esteálbum de Dinu Lipatti bien merece serescuchado con devota atención.Carlos Ruiz Silva