La izquierda nunca ha tenido una estrategia frente al ... - Viento Sur

sería ni indolora ni lineal. Comprender por otra parte que el persistente paro de masas(18 millones oficialmente censados, es decir 36 millones contando a todos y todas losque no tienen un trabajo a tiempo completo) ha creado una nueva cuestión social cadavez más explosiva que mina nuestras sociedades en el corazón de este mundo rico.Comprender pues, que más allá de las estructuras oficiales del movimiento obrero ysocial, era necesario y posible encontrar la palanca que permitiera enarbolar esteenorme problema moral en el corazón de las sociedades de la UE. No esperar más. Nocontentarse ya con palabras. No apostar más por los de arriba. Sino al contrario:romper la apatía. Pasar a la acción. Comenzar por abajo. Lanzarse en una iniciativa degran envergadura. A la altura del problema. La revuelta de la esperanza.El colectivo de las Marchas contra el Paro, la Exclusión y la Precariedad habíaadquirido desde el otoño de 1996 un carácter excepcional por tres razones.En primer lugar, como se ha dicho, se trataba de un compromiso moral muy capazde reclamar con credibilidad un cambio radical de las prioridades frente a la UE: losocial primero, no la moneda. De ahí una exigencia sencilla y justa: para todas laspersonas un empleo, una renta, un alojamiento, una formación, el derecho a la salud.Luego, la concentración no tenía precedentes por su composición social. En elcorazón de esta coalición están los excluídos/as.Todos quienes en el movimientosocial están dispuestos/as a actuar: personas asalariadas y en paro, jóvenes y menosjóvenes, hombres y mujeres, autóctonos y emigrados, con el apoyo de ampliossectores del movimiento sindical, ecologista, feminista, antirracista, de solidaridad,sin techo, centros sociales de la juventud.En tercer lugar: la coalición era verdaderamente europea, pues estaba presente, deuna forma organizada, en cada uno de los países miembros de la UE (y más allá...).Ante el cinismo de quienes nos gobiernan, he aquí un movimiento que por suexistencia misma encarnaba la crítica radical de la política neoliberal y laesperanza en un mundo mejor y una sociedad solidaria e igualitaria.Bruselas: un éxitoLos días 22 y 23 de febrero, más de 600 personas se reunieron en Bruselas a lainiciativa del Colectivo Europeo de las Marchas a Amsterdam de junio de 1997.¡Un éxito considerable! Un año después de Turín, qué camino el recorrido. Hoyestá representada toda Europa: Noruega, Finlandia, Dinamarca, Países Bajos,Bélgica, Luxemburgo, Gran Bretaña, Irlanda, Alemania, Austria, Suiza, Francia,Italia, Estado español, País Vasco, Portugal, Grecia.Además, en cada país existe ya un comité o colectivo nacional que constituye elnúcleo organizador. Por supuesto, su representatividad (de la realidad social delpaís), su fuerza militante y su peso político son muy diferentes según los países.Pero el esfuerzo concentrado y coordinado en el plano europeo ha permitido a losmás débiles emerger y a los fuertes consolidarse."Bruselas" intentaba ante todo dar la palabra a quienes no la toman (casi) nunca.En sintonía perfecta con la composición social de su base, más de la mitad de losparticipantes en la reunión eran excluídos/as, sin techo, sin papeles, sin empleo ysin derechos. En función de sus necesidades, sus aspiraciones y sus contribucionesfueron concebidos el orden del día y los métodos de trabajo.28 VIENTO SUR Número 32/Mayo 1997