La izquierda nunca ha tenido una estrategia frente al ... - Viento Sur

El pueblo ha sufrido una amarga lección de lo que significa el capitalismo. AntesAlbania era también un país muy pobre. Pero los problemas del pasado no son nadacomparados con el desastre económico como resultado del intento de restaurar elcapitalismo. En un período de cinco años, se ha destruido lo que había de industria. Haypor lo menos 400.000 parados oficialmente, pero en la práctica la situación es mucho peor.El empobrecimiento es total. Aquí vemos de nuevo la repugnante hipocresía de los mediosde comunicación occidentales que intentan presentar a los albaneses como criminales,traficantes de drogas, contrabandistas y demás. Lo que no explican es cómo la nacienteclase capitalista en Albania, con el apoyo entusiasta de los gobiernos occidentales y delFMI, ha destruido la base industrial del país, empujando a gran cantidad de gente a lamendicidad. En estas condiciones no es sorprendente que la gente trate de sobrevivir lomejor que pueda.La desesperación de las masas quedó de manifiesto en el éxodo masivo de refugiadosdespués de 1990, cuando decenas de miles de personas arriesgaron sus vidas en pequeñasembarcaciones y peligrosos pasos de montaña tratando de encontrar pan y trabajo para susfamilias. En la medida en que tales aberraciones existen son responsabilidad de loscapitalistas gangsteriles de Albania y sus aliados europeos y americanos.La consigna electoral de Berisha -"conmigo todos ganamos"- se ha transformado en laconciencia popular en "conmigo todos arruinados". La furia de la población se dirigecontra la nueva clase de millonarios y el Gobierno de ladrones y especuladores. Laexpresión más gráfica de la situación fue la dominación de la economía por las llamadasempresas piramidales. En un acto de desesperación un número importante de personasmodestas invirtieron sus exiguos fondos en lo que era un fraude gigantesco. Es evidenteque el Gobierno y el partido de Berisha estaban profundamente implicados en esta estafa.¿Porqué tanta gente invirtió en estas pirámides'? Muchas familias albanesas dependen deldinero que les envían sus familiares que trabajan en el extranjero. Estos, trabajandogeneralmente en condiciones terribles en Grecia e Italia, ahorran tanto dinero como puedende sus salarios de miseria para enviarlo a sus familias. Por lo tanto, la promesa de una tasade interés garantizada muy alta fue irresistible para muchas familias.La chispa que ha encendido la mecha ha sido la quiebra fraudulenta de empresasfinancieras que prometían intereses de hasta el 1009f mensual a las personas que lesconfiaban sus ahorros. Decenas de miles de albaneses vendieron sus enseres más básicos,incluidas las viviendas, para depositar el dinero en las cuentas de los estafadores. Lo hanperdido todo. Los empresarios responsables de este robo forman parle de la camarilla querodea al presidente Berisha. Después de un mes de protestas y manifestaciones de masasen las principales ciudades de Albania, que han rebasado completamente a los partidos deoposición, y que se han cobrado numerosos muertos a manos de la policía, la paciencia dela población se ha agotado completamente.El FMI, que siempre ha criticado sin piedad aquellos gobiernos que aplican políticas"financieramente irresponsables" (es decir, inversiones en servicios sociales y bienestarsocial) sufrió un ataque repentino de miopía en relación a los escándalos financieros enAlbania.La complicidad del FMI parece haber ido incluso más lejos. Un comentarista alemán, F.Münzel, señala que esta institución, en su ansiedad por apoyar a Berisha y defender el libremercado en Albania, de hecho llegó a bloquear legislación que hubiese detenido elescándalo de las pirámides. Sólo a finales de 1996, cuando las pirámides ya habían estadooperando durante dos o tres años, el FMI pidió al Gobierno albanés que actuase. Pero yaera demasiado tarde.Las pirámides han robado a los albaneses por lo menos 2.000 millones de dólares, yalgunos se han hecho fabulosamente ricos en el proceso. Ni el presidente ni su partido44 VIENTO SUR Número 32/Mayo 1997