Escuelas de Tiempo Completo desde la perspectiva del Derecho a la Educación

ESCUELAS DE TIEMPO COMPLETO DESDE LA PERSPECTIVA DEL DERECHO A LA EDUCACIÓN
no me voy a lo que me está diciendo ahorita el libro…yo trato de llevar mis métodos y mi
sentido común también (E2epXP).
Este testimonio se traduce en que el maestro como actor social llega a hacer uso de variados
recursos de codificación subjetiva y cultural en relación directa con el “qué” y “cómo” enseñar.
Es un malestar referente a que los lineamientos del PETC no son claros para llevar a cabo la
práctica docente requerida para lograr una educación de calidad. Los estándares están
alejados de cómo y qué enseñar en el aula en una jornada de 6 a 8 horas, cómo se planifican
las tareas docentes para cubrir los programas de esta política sustentada en el Plan Nacional
de Desarrollo y el Programa Sectorial 2013- 2018.
Otra reflexión sobre lo expuesto en este estudio de caso va dirigida en dos sentidos; el primero
enfocado al factor tiempo como experiencia y el segundo encaminado hacia la exclusión que
el PETC realiza mediante una selección de planteles educativos a partir de su infraestructura,
su población de acuerdo a contextos de pobreza y el tipo de modalidad de la escuela.
En el estudio de caso presentado se le otorgó a la concepción del “tiempo” desde un punto de
vista sociológico, ya que es un elemento que organiza, orienta y regula nuestras acciones
cotidianas.
Henri Bergson en su obra Essai sur le données immédiates de la conscience, publicada
originalmente en 1889, afirma que el tiempo no puede concebirse como un constructo sujeto
a la racionalidad de lo medible o lo conmensurable,
como la física o la matemática lo sostienen, debido a
que es parte constitutiva de la experiencia y, en
consecuencia, parte esencial de lo vivido. Debido a ello,
se crea “la necesidad de ver el tiempo desde una
dimensión cualitativa, en razón de estar imbricado en
comportamientos que trascienden cualquier pretensión
de reducir su complejidad a través de la implantación de fórmulas desprendidas de las ciencias
formales” (Bergson, 2001).
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