You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
25 de noviembre de 2015 | “<strong>Aquí</strong> <strong>vivía</strong> yo”<br />
17<br />
10.00 h<br />
la captura de los carneros<br />
11.00 h<br />
Recuerdos de Murgindueta<br />
José, Luisen y Kopeta, el perro pastor, tienen que ir a capturar a cinco<br />
carneros salvajes que tienen pastando en un prado cercano. Es una<br />
de las actividades más comunes de la rutina de estos hombres. La<br />
operación resulta complicada: hay que situarse de forma estratégica<br />
para acorralar a los animales y, muy lentamente, conducirlos hasta la<br />
zona más próxima al furgón. Kopeta se encarga de juntarlos. Al final,<br />
los enganchan de uno en uno y los suben al vehículo.<br />
Nieves prepara un suculento almuerzo para todos<br />
que consiste en pan, embutido, queso y vino.<br />
Mientras tanto, José Ollo enseña con orgullo las<br />
fotografías de la antigua Murgindueta, donde<br />
había una gran finca llena de habitantes. Explica<br />
que se ven mujeres alrededor de la Virgen y los<br />
niños sentados junto a ella, con sus calcetines<br />
bien arriba. Era la España de la Guerra Civil.<br />
Una fotografía que llama la atención de José es la<br />
de algunos trabajadores utilizando la “moderna”<br />
tecnología para segar. No le extraña que sacaran<br />
una foto de este aparato tan revolucionario, ya<br />
que era todo un orgullo para los granjeros de<br />
aquella época.<br />
13.00 h<br />
DE CAMINO A CASA<br />
14.00 h<br />
comida al rancho<br />
Después de recoger patatas, padre e hijo vuelven a casa para comer.<br />
De camino, José recuerda la leyenda del Santuario de San Miguel,<br />
situado en las montañas del Valle de Arakil. Esta trata sobre Teodosio,<br />
un guerrero condenado a llevar cadenas por matar a sus familiares<br />
que acaba enfrentándose a un dragón y salva así a una muchacha que<br />
se iba a sacrificar por su pueblo.<br />
Bendicen y empiezan a comer al rancho: colocan<br />
la fuente en el centro de la mesa y cada uno coge<br />
de ahí directamente. “Está bien si eres rápido,<br />
pero si comes muy lento, te quedas sin probar<br />
bocado”, explica Ioseba entre risas. “Somos de<br />
buen comer”, añade su padre. A José le gusta hablar<br />
sobre la vida en Murgindueta: “La felicidad<br />
se halla en la sencillez. Me gusta el silencio que<br />
hay. Además, ya tenemos mucho movimiento,<br />
nunca estamos quietos, por ejemplo, tres veces<br />
al día vigilamos a las ovejas, primero a través del<br />
GPS y después vamos a verlas en persona”.<br />
16.00 h<br />
josé se dispone a hacer recados<br />
José se dirige a Irurtzun en coche, una<br />
de las localidades más grandes del<br />
Valle. Sorprende un edificio enorme el<br />
cual parece abandonado. “El Valle ha<br />
sufrido mucho con la crisis. Ese edificio<br />
tan moderno es, más bien, era la empresa<br />
Inasa. Esta era una gran fuente de<br />
ingresos para el Valle, su actividad era<br />
producir aluminio y, normalmente, la<br />
gente de la zona trabajaba ahí, si no se<br />
dedicaban a la ganadería o la agricultura.<br />
Ahora solo quedan oficinas abandonadas<br />
y pintadas en las paredes”, señala<br />
José apenado. Al dejar atrás el pabellón<br />
industrial, va hacia una tienda para<br />
comprar cartuchos para el techo del establo,<br />
que tiene grietas. En este establecimiento<br />
suele comprar todas<br />
las herramientas.