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Suplemento "Aquí vivía yo"

Suplemento sobre pueblos abandonados de Navarra

Suplemento sobre pueblos abandonados de Navarra

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25 de noviembre de 2015 | “<strong>Aquí</strong> <strong>vivía</strong> yo”<br />

25<br />

▶ Antigua iglesia parroquial de San<br />

Vicente, único edificio que mantuvo<br />

sus paredes tras décadas de<br />

despoblación en Gardalain. Ha sido<br />

reconstruida y hoy es una sociedad<br />

para los nuevos habitantes.<br />

mbros<br />

tres de ellos comenzaron a vivir<br />

en Gardalain desde el primer año:<br />

Ioseba Fernández, hermano de<br />

Izaskun, y los hermanos Beñat y<br />

Alvar Sorli.<br />

El grupo redactó un informe<br />

que luego presentaron<br />

al Departamento de Medio<br />

Ambiente del Gobierno de<br />

Navarra. Era una maniobra para<br />

cubrirse las espaldas porque en<br />

el documento explicaban la bondad<br />

de sus intenciones para no<br />

ser expulsados del terreno. Así<br />

llegó el turno del trabajo pesado:<br />

devolverle la vida al pueblo. Tras<br />

retirar la maleza y los escombros<br />

más notables, el primer objetivo<br />

era reconstruir una especie de<br />

casita al lado de la antigua iglesia<br />

parroquial de San Vicente, el único<br />

edificio que había mantenido<br />

sus paredes tras décadas de despoblación.<br />

Esta pequeña casa ha<br />

sido hasta ahora un espacio para<br />

guardar herramientas, y al principio<br />

fue un sitio para quedarse a<br />

dormir alguna que otra noche.<br />

Luego fue momento de ocuparse<br />

de la iglesia, que ahora es<br />

la sociedad, un espacio de<br />

convivencia para los nuevos<br />

habitantes de Gardalain y en<br />

el cual viven provisionalmente<br />

algunos de ellos, como Izaskun.<br />

En apenas un año se construyó el<br />

suelo y un tejado de madera, además<br />

de una planta superior. La<br />

antigua torre pasó a ser la cocina,<br />

en la planta baja, y una habitación<br />

comenzó a ocupar la planta de<br />

arriba.<br />

“Además de reconstruir la antigua<br />

iglesia, nuestros objetivos<br />

más importantes eran el agua y<br />

las fosas para los baños”, explica<br />

Izaskun. “Se puede decir que aquí<br />

hay bastante agua en los alrededores<br />

—continúa—, pero solo hay<br />

una fuente que esté por encima.<br />

A unos cuatro kilómetros tenemos<br />

el manantial y el agua, con<br />

ayuda de unas tuberías, baja hasta<br />

el depósito grande en el que la<br />

acumulamos”.<br />

Tras resolver estos asuntos<br />

de mayor urgencia, se dedicaron<br />

a otros como la electricidad.<br />

Izaskun explica que no llega la<br />

red eléctrica. “Tenemos placas<br />

solares y también unas baterías.<br />

Si tenemos que enchufar alguna<br />

máquina, usamos un motorcito<br />

que va con gasolina. Pero esto es<br />

para la comunidad; como todos<br />

queremos construir nuestras casas,<br />

cada uno se ocupará de sus<br />

propios aparatos”, cuenta.<br />

Construir casas no es sencillo.<br />

Sin embargo, algunos habitantes<br />

de Gardalain, como Beñat y<br />

Alvar, solían vivir en Lakabe, una<br />

ecoaldea a unos sesenta kilómetros<br />

de distancia, y fue ahí donde<br />

aprendieron a edificar. Son ellos<br />

los que han enseñado al resto y<br />

poco a poco han conseguido “levantar<br />

paredes y echar tejados”,<br />

como dice Izaskun. Ella también<br />

considera la comida como otro<br />

tema de comunidad: “Ya que solo<br />

la casa de Beñat está terminada<br />

y el resto vivimos en la sociedad,<br />

cocinamos en común. Pero en<br />

un futuro, cuando las casas sean<br />

aptas para vivir, cada quien se encargará<br />

de lo suyo. Para la compra<br />

no tenemos problemas: bajamos a<br />

Pamplona o a algún pueblo cercano<br />

muy seguido. Y también tenemos<br />

la huerta, que es una iniciativa<br />

de Beñat”.<br />

“Estos —la sociedad, el agua,<br />

la electricidad y la comida— son<br />

los puntos de comunidad”, resume<br />

Izaskun. El pueblo, aunque es<br />

pequeño, tiene espacio suficiente<br />

para que cada habitante cuente<br />

Me gusta hacer las<br />

cosas como yo quiero<br />

y tener un proyecto de<br />

vida diferente al que me<br />

ofrece la ciudad. Que<br />

no va a ser perfecto,<br />

ojo, pero sí distinto<br />

Izaskun Fernández<br />

habitante de Gardalain<br />

con una vivienda propia. Desde<br />

los comienzos se han distribuido<br />

siete casas, de las cuales solo hay<br />

una terminada, pero todavía hay<br />

un terreno en el centro donde podrían<br />

construirse más. Además<br />

de la sociedad, el depósito de<br />

herramientas, las viviendas y la<br />

huerta, hay una fuente construida<br />

por uno de los jóvenes (Adrián<br />

Sorli, hermano de Beñat y Alvar),<br />

un pozo, una especie de invernadero,<br />

una leñería y una pequeña<br />

piscina de plástico que solo está<br />

activa en verano.<br />

Del abandono a la repoblación<br />

Gardalain es, según el<br />

Diccionario de la Academia de la<br />

Historia, “uno de los siete lugares<br />

que componen la tierra que llaman<br />

Vizcaya del Valle de Aybar”.<br />

A mediados del siglo XIX, en esta<br />

localidad <strong>vivía</strong>n 59 personas, número<br />

que comenzó a reducirse a<br />

comienzos del siglo XX: en 1900<br />

había 54 vecinos; 44 en 1910; 43<br />

en 1920; 30 en 1930; 26 en 1950<br />

y finalmente 9 en 1960. Tres años<br />

después, la Diputación Foral de<br />

Navarra adquirió el terreno y este<br />

se quedó sin población alguna.<br />

“Se supone que esto es una finca<br />

del Gobierno de Navarra”, explica<br />

Izaskun. “Los pinos salgareños<br />

que nos rodean son para venderlos.<br />

En realidad, comenzaron a<br />

plantarlos desde 1963 o 66. Pero<br />

claro, de nada sirve tener pinos,<br />

porque un pueblo que no está habitado<br />

se cae”.<br />

Hoy, Gardalain es parte del<br />

Patrimonio Forestal de Navarra,<br />

dentro de la finca Ezprogui —<br />

de la que también forman parte<br />

Sabaiza, Usumbelz, Guetádar,<br />

Julio, Arteta, Loya e Irangoiti—.<br />

El camino hasta esta localidad no<br />

es del todo fácil. La ruta en coche,<br />

a unos 53 kilómetros de distancia<br />

desde Pamplona, se corta poco<br />

después de comenzar el terreno<br />

oficial de Gardalain, para luego<br />

caminar entre cinco y siete minutos<br />

por una calle bastante irregular,<br />

con polvo, grandes piedras y<br />

masas de pinos y robles rodeándola.<br />

Pero para los miembros del<br />

proyecto de rehabilitación esto<br />

no es un problema, pues ya están<br />

acostumbrados a este camino e<br />

incluso conducen por él.<br />

Aunque la rehabilitación continúa,<br />

el cambio que Gardalain<br />

ha experimentado desde 2010<br />

hasta la fecha resulta impactante.<br />

Cuesta imaginar el esfuerzo que<br />

tuvo que hacerse para eliminar<br />

una enorme cantidad de vegetación<br />

y revivir los edificios. Ahora,<br />

la sociedad no solo está en pie sino<br />

que resulta acogedora. Una pequeña<br />

escalinata de piedra lleva<br />

a un espacio al aire libre donde<br />

hay una mesa y dos bancas, además<br />

de plantas, tres botes de gas<br />

y algunos utensilios de limpieza.<br />

Es un área perfecta para convivir<br />

cuando hace buen tiempo, ya<br />

sea para almorzar, beber cerveza<br />

o fumar un cigarrillo. Luego, al<br />

entrar, se observa un salón con<br />

varios muebles, y a la derecha un<br />

baño y un bar, donde, como dice<br />

Izaskun, “se aprovecha para hacer<br />

alguna fiestecilla”. Tras el bar está<br />

la cocina, amplia y con muchos<br />

recipientes y productos.<br />

Para llegar a la segunda planta<br />

de la sociedad se suben unas escaleras<br />

que al principio son de piedra<br />

y luego pasan a ser madera.<br />

En esa planta hay algunas habitaciones<br />

y otro baño en construcción.<br />

Este espacio, aunque ahora<br />

se emplea como vivienda comunitaria,<br />

no lo será por mucho tiempo,<br />

solo hasta que las casas estén<br />

terminadas. Sin embargo, el tener<br />

más habitaciones tiene su porqué.<br />

Así lo cuenta Izaskun: “A veces<br />

llegan grupos de jinetes y les<br />

Gardalain<br />

Año de repoblación: 2010<br />

Primeros habitantes: Beñat Sorli, Alvar<br />

Sorli, Ioseba Fernández<br />

Pamplona

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