YOGA MAS Edición 62 (Septiembre y Octubre 2016)

[ YOGA + Deporte ]
El profesor
Daniel Espina, oriundo de Trelew
(Chubut) incursionó desde los años
ochenta en el Yoga transformándose
con el correr de los años en su
profesión. Su aporte estuvo enfocado
en la preparación mental para
la competencia. Explicó que en este
caso, la aplicación de las técnicas
del Yoga buscó apuntar al mejoramiento
del rendimiento del ser
humano en toda su dimensión,
aplicando a factores del alto rendimiento
una actitud de equilibrio y
armonía en un cuerpo que debe
oscilar entre el juego de lo tenso y
lo relajado, junto a una mente en
estado de alerta y tranquila.
Una de las habilidades mentales
que se intenta desarrollar en el
deportista es darse cuenta de que
lo importante es el momento presente.
Saber manejar sus tensiones
para tomar la mejor decisión, para
ello Espina expresó que la técnica
de relajación es la que más aplica
para una buena preparación mental.
Es difícil generar atención plena
en un estado de nervios y tensión,
eso hay que trabajarlo con
entrenamientos para saber desarrollarlo
eficazmente en una competencia.
Partiendo de la base de una comunión
entre mente y cuerpo,
teniendo a la respiración como
puente conector de esa unidad,
todo se puede facilitar, porque en
un estado de conciencia profundo
uno puede descubrir la forma que
una mente influye sobre el cuerpo
y cómo un cuerpo influye sobre la
mente.
Una mente tensa no permite soltar
movimientos del mejor modo,
así como también un cuerpo tenso
y estresado no responde bien a una
mente que quiere dar las mejores
órdenes. En el caso de los deportistas,
es conveniente practicar la
relación de tensión y relajación
desde el gesto técnico característico
del deporte que se practica.
Siempre es primordial en este tipo
de prácticas, enseñarle al deportista,
en un principio, a que
aprenda a relajar su cuerpo, músculos
y tendones. Luego ayudarle
a experimentar la aplicación de técnicas
de relajación que acentúen
el trabajo de la exhalación, porque
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es el que activa el sistema nervioso
parasimpático que envía mensajes
de regulación y calma al cerebro.
De esa manera se lo va conduciendo,
de a poco, hacia el control
emocional y mental. Esto va
abriendo las puertas para trabajos
más profundos que lo van acercando
a estados de meditación y
de autoconciencia, generando un
entrenamiento más afinado que
permite el aumento de la concentración
y la atención del
deportista, necesario para los
estados de alerta dentro de una
competencia.
Las exigencias de una disciplina
olímpica donde el deportista debe
demostrar todo su potencial en un
momento único, la conexión con
el presente y el juego mental del
aquí y ahora, obliga a que el estado
mental de un deportista sea también
parte de una rutina de entrenamiento
como ocurre con el
aspecto físico.
A estos niveles puede tener acompañamiento
de psicólogos y coaching,
pero el que da las herramientas
y elementos más pragmáticos
para este tipo de situaciones
son las disciplinas orientales
como el Yoga. Porque da un
enfoque completo de unidad entre
cuerpo, respiración y mente, junto
a un trabajo sutil de atención, concentración
y meditación para que
ese cuerpo y esa mente trabajen
con la mejor afinidad y armonía.
Desde estas líneas hacemos llegar
las felicitaciones a Daniel Espina
por el logro de su trabajo y el agradecimiento
que tuvo de sus propios
deportistas en el alcance de
esa medalla dorada que le regalaron
a la República Argentina. También,
por el aporte desde ese lugar
que hizo para que el Yoga, en toda
su dimensión, ofreciera los elementos
necesarios para que se
puedan expresar las mejores
acciones en un deporte.
*Profesor de Yoga, Tai Chi Chuan
y Chi Kung. Actual colaborador en
la Preparación Física de las inferiores
de fútbol del Club Central
Córdoba de Rosario.
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danicapello@yahoo.com.ar