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FRUTOS DEL SUR

copaelcopo

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41<br />

España), el sol pegaba fuerte y nada ni<br />

nadie nos detendría, lo teníamos todo<br />

bien atado. Pero dos líneas de riego se<br />

desconectaron en una zona poco visible.<br />

Murphy volvió a confirmar su ley,<br />

las líneas suministraban riego a las<br />

Catachronic. ¿Resultado? El 15% bloqueadas<br />

y las restantes ni recordarlo<br />

quiero. Aquellas dos líneas se repararon,<br />

pero ese fue el segundo error, las plantas<br />

estaban tan debilitadas y carecían<br />

tanto de nuestra atención y cuidados,<br />

que no tardaron en estar infestadas<br />

de oídio y araña. Todavía me pregunto<br />

por qué no las arrancamos. Habrá<br />

sido la falta de tiempo o el mal humor<br />

descomunal cada vez que visitaba la<br />

plantación. Lo que si era cierto es que si<br />

continuábamos con tanto despropósito<br />

mi salud mental y mi autoestima se iban<br />

a resentir. Para evitarlo convoqué una<br />

reunión de pastores.<br />

Una vez analizados todos los puntos a<br />

corregir, determinamos un tratamiento<br />

preventivo con extracto de tomillo rojo<br />

que activa el mecanismo natural de la<br />

planta para protegerse contra el oídio.<br />

También es llamado vulgarmente cendrosa<br />

que, traducido literalmente, significa<br />

“cenizosa”. Debido a su parecido a la<br />

ceniza puede confundir a los cultivadores<br />

menos experimentados con resina.<br />

También se regularon mejor los riegos<br />

y a la misma vez se añadió un producto<br />

para que las raíces ahondasen todo<br />

lo posible. Por fin se había hecho algo<br />

bien. A partir de entonces todo fueron<br />

alegrías, constantes visitas al cultivo y<br />

rigurosos controles hicieron que éstas<br />

fueran un deleite para los sentidos. Las<br />

idas y venidas de línea a línea oliendo<br />

cada una de las plantas hasta saturar el<br />

olfato hacían presagiar lo mejor.<br />

LA ORUGA<br />

Para hacernos descender de la nube<br />

nada mejor que la visita de la rosquilla<br />

verde gardama o Spodoptera Exigua<br />

(hunber). Fue tan rápida la invasión que<br />

la trampa de monitoreo quedó saturada,<br />

había una para todo el cultivo. No hubo<br />

más remedio que eliminar gusanos a<br />

mano, es lo mejor para evitar que entren<br />

dentro de los racimos florales y destruyan<br />

todo en forma de espiral, hasta<br />

acabar con el cogollo.<br />

Mientras realizábamos tan ardua tarea<br />

bajo un sol justiciero, las diez trampas<br />

cumplían su función capturando de<br />

cuarenta a cincuenta ejemplares por<br />

trampa, en tres días. Las orugas, generalmente,<br />

cuando son verdes están en<br />

estado larvario y en fase solitaria. Son<br />

de color marrón cuando forman grupos<br />

gregarios. La utilización de B.T, más un<br />

apetente de gusanos y orugas, optimizan<br />

la acción del B.T siendo un bioestimulante<br />

ante situaciones de estrés. Este<br />

producto está compuesto por levaduras<br />

que se encargan de atraer a la larva y<br />

expulsarla del racimo floral, comiendo<br />

la parte exterior impregnada de B.T.<br />

Su actuación no es muy rápida, pero es<br />

contundente, acabó casi con la totalidad<br />

de la plaga.<br />

COSECHA<br />

A partir de entonces se fueron sucediendo<br />

las recolecciones de las puntas<br />

más maduras de las Catachronic, que no<br />

sucumbieron tras la rotura del riego. Era<br />

increíble la sensibilidad al fotoperiodo<br />

que mostraban las plantas, pues estuvieron<br />

todas colgando y a buen recaudo<br />

a finales de agosto y primera semana de<br />

septiembre, lo que provocó un secado<br />

ultra rápido bajo las uralitas de una<br />

pequeña nave de cría de aves.<br />

Aquello parecía un microondas sin plato<br />

giratorio, los cogollos se pulverizaban al<br />

tocarlos, nunca pensé tener problemas<br />

relacionados con la deshidratación precoz<br />

de la cosecha, está claro que cada<br />

vez que tratamos con plantas hoy en día<br />

poco comunes, nos vamos encontrando<br />

con nuevos procedimientos a tener<br />

en cuenta si queremos un producto de<br />

calidad. Rápidamente se trasladaron los<br />

racimos a un sótano donde la humedad<br />

era de un 50% aproximadamente, parecía<br />

estar todo bajo control. Estábamos<br />

en la última quincena de septiembre,<br />

las noches cada vez eran más frías y<br />

algunos fenotipos empezaban a tornarse<br />

violáceos, mostrando los genes de su<br />

madre Matanuska Tundra.<br />

Había llegado el momento de analizar<br />

los resultados antes de cosechar, para<br />

ello nos armamos con lupas, refractómetro<br />

y guantes de látex. La valoración<br />

visual de la plantación global respecto<br />

a la discreción fue alta, las plantas quedaban<br />

totalmente camufladas, hasta el<br />

punto de localizarlas por unas marcas<br />

en el alambre superior de las líneas o<br />

por la ubicación de los tallos. El análisis<br />

de azúcares en las plantas mostraba la<br />

buena salud que gozaban. Teniendo en<br />

cuenta las adversidades podíamos estar<br />

satisfechos de los resultados obtenidos<br />

hasta el momento. Era el momento<br />

esperado, los racimos a simple vista<br />

no se aprecian muy grandes, son compactos<br />

y más cargados de tricomas de<br />

lo normal. Con la observación de la<br />

lupa, llegó la sorpresa. Los tricomas se<br />

agolpaban como los viajeros del metro<br />

en hora pico, sus glándulas eran de un<br />

tamaño considerable, el 25% presentaba<br />

color ambarino, justo en su punto de<br />

recolección.<br />

A partir de entonces el tiempo cambió.<br />

Pronosticaban lluvias y cosechar con<br />

las plantas húmedas, sabiendo que en<br />

su interior albergaban las deyecciones<br />

de las larvas, era un caldo de cultivo<br />

perfecto para los hongos. Nos apresuramos<br />

a cosechar plantas enteras.<br />

Durante toda la manipulación nos acompañó<br />

ese olor característico del aceite<br />

de oliva, esas tierras tienen fama por<br />

dar un aceite de primera calidad. Esta<br />

vez la nave de cría fue perfecta pues las<br />

tormentas fueron constantes después<br />

de la primera semana de secado. Esto<br />

ayudó a que el proceso de secado fuera<br />

lento y constante, para ello nada mejor<br />

que ventanas regulables y un deshumificador<br />

preparado para utilizarlo cuando<br />

la humedad era demasiado elevada.<br />

CATA FINAL<br />

Solo quedaba emborracharnos terpénicamente,<br />

nuestras narices rebuscaban<br />

matices, tonos identificativos que nos<br />

llevasen a plasmar con palabras lo recogido<br />

por nuestras glándulas olfativas.<br />

Como era de esperar los matices y tonos<br />

variaban según el fenotipo, pero en la<br />

mayoría resaltaban tonos florales, con<br />

un matiz de fondo terroso y la predominancia<br />

de un olor inconfundible a aceite<br />

de oliva. Esto me hizo pensar en todas<br />

esas etiquetas que adornan los envases<br />

de vino y aceite, sus descripciones eran<br />

muy coincidentes respecto a mis conclusiones.<br />

Para acabar de confirmar su veracidad<br />

y no ser influido por las circunstancias<br />

decidí encontrarme con el encargado<br />

de la finca. Nadie mejor que él para<br />

hacer una cata de caldos, le avalaban<br />

el consumo diario desde que las cepas<br />

fueron cosechadas por primera vez. No<br />

le advertí del propósito primordial del<br />

encuentro, pues no quería interferir en<br />

las conclusiones de la cata. Las suyas<br />

se parecían tanto a la mías respecto al<br />

cannabis que llegué a creer en la veracidad<br />

de las informaciones de numerosos<br />

medios y agricultores, cuando afirman<br />

que sus productos saben a la flora existente<br />

en la zona.<br />

De este cultivo cannavinícola surgieron<br />

especímenes de una calidad media alta,<br />

además de cuatro de calidad excepcional<br />

que me hacen volver a los viñedos<br />

cada vez que saboreo uno. Si se acompaña<br />

de un caldito de la zona mejor que<br />

mejor. De esta experiencia pude reafirmar<br />

las enseñanzas que mi progenitor<br />

muy sabiamente me inculcó. “Si quieres<br />

que algo salga bien hazlo tu mismo”.<br />

Uva y cogollos se dan la mano

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