Revista Yoga + Edición 73

YOGA + Deporte
tivas que pueden generar la alta competencia y los desafíos
deportivos. Esta cualidad es un aporte más que puede hacer
el Yoga en el deporte.
Hay que saber entender que desde una dimensión deportiva
todo aquello que pueda producir miedo, incomodidad
o tensiones, se trasladan y se proyectan siempre hacia el
cuerpo físico en forma de sensaciones que pueden afectar
el buen funcionamiento de nuestro organismo. Toda esa información
que nos da el cuerpo es recogida por el nervio
vago y la transmite al cerebro para informar que el cuerpo
se siente amenazado.
En el cuerpo se puede generar un exceso de cortisol y adrenalina,
por el efecto de estrés y fatiga. En forma extendida
podría generar una serie de trastornos que reducen la acción
del hipocampo (parte del cerebro relacionada con nuestros
miedos). En el caso de los deportistas se pueden acentuar el
miedo a la derrota y el fracaso.
Si logramos entender que nuestro cuerpo tiene la capacidad
de autorregularse, repararse, regenerarse y generar estados
evolutivos para la acción, lograríamos buenos resultados
en la optimización de nuestras energías siempre y cuando
aprendamos a trabajar cuerpo y mente en unidad. El mejor
representante diplomático para que esa relación se optimice
es nuestra respiración. Y en ese acto de respirar el nervio
vago cumple una función central y protagónica.
Hay que sumarle a todo esto que hace un tiempo atrás, un
reconocido científico alemán, Wolfgang Langhans, junto a
su equipo, descubrieron con sus estudios que esta estructura
de nuestro cuerpo está íntimamente ligada y relacionada
con nuestras emociones, especialmente en aquellas que
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