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Entrevista<br />

tres<br />

En Un reino demasiado breve, su última novela,<br />

MAURO LIBERTELLA pone el foco en el amor.<br />

Describe tres relaciones sentimentales en un viaje al<br />

fondo del sistema emocional. En esta conversación,<br />

confiesa qué le preocupa a la hora de escribir, cuál<br />

es su relación con la literatura del yo y qué lugar<br />

ocupan los libros en su vida<br />

Mauro Libertella<br />

“Es muy difícil escribir<br />

lo que termina bien”<br />

POR Nando Varela Pagliaro<br />

“Tal vez alguien pueda escribir libros autobiográficos para<br />

despertar algo, en mi caso funcionan más bien como una<br />

especie de despedida. Para mí los libros son clausuras”.<br />

El que habla es Mauro Libertella, el mismo que acaba<br />

de publicar Un reino demasiado breve (Literatura Random<br />

House), su tercera novela, luego de Un invierno con mi generación.<br />

Esta vez, el autor de Mi libro enterrado (Mansalva),<br />

aborda los distintos tipos de amores y las distintas etapas y<br />

modalidades que atraviesan las relaciones de pareja, esa especie<br />

de “montaña rusa emocional” que llena de vértigo la vida<br />

cotidiana de Julián, el protagonista de la novela.<br />

–“Era como si mi juventud se hubiera gastado de tanto<br />

usarla, había abusado de ella, como tantos escritores<br />

que la exprimen hasta sacarle la última gota de pasión”.<br />

Con sus tres libros, ¿siente que pasó un poco<br />

lo que dice este epígrafe de Aira? El epígrafe lo puse<br />

como una forma de avisar, si hiciera falta, que este libro se<br />

podía leer en relación con los otros dos, como una especie<br />

de trilogía. Si bien este está escrito en tercera persona, sigue<br />

siendo parte de la misma historia que vengo contando en los<br />

anteriores. Cuando encontré la cita de Aira me pareció que<br />

funcionaba enhebrando este libro con los otros dos. Al mismo<br />

tiempo, también es cierto que ese epígrafe viene a decir que<br />

algo se agotó. Como si al poner la frase de Aira ya no pudiera<br />

seguir escribiendo sobre la juventud. Aunque pienso que<br />

siempre queda algo más por escribir, es innegable que los<br />

mojones básicos de la época ya los escribí: la parte familiar<br />

con el padre, la parte de la amistad y ahora el amor.<br />

–De esos tres mojones básicos, ¿cuál le resultó más<br />

difícil? El del amor fue el que más me costó. El libro sobre<br />

el padre me costó menos por el hecho de ser un primer libro.<br />

En ese sentido, si bien está el miedo de escribir viniendo de<br />

una familia de escritores, también está la libertad que hay<br />

en todo primer libro. Piglia siempre decía que estaba muy<br />

interesado en los primeros libros, porque creía que en ellos<br />

el autor todavía no está codificado por las lecturas que luego<br />

se puedan hacer, o por el lugar en que se lo ubique dentro de<br />

la tradición. Cuando uno se sienta a escribir por primera vez<br />

hay una especie de libertad que después se pierde. Al menos<br />

yo veo que la he perdido. Ahora escribo mucho más apuntalado<br />

por lo que sé que ciertos lectores me han dicho sobre<br />

lo que yo escribo. Tengo una escritura mucho más hiperconsciente<br />

de la que tenía en ese momento, y esa hiperconciencia<br />

puede ser una especie de peso. El segundo libro fue<br />

muy divertido de escribir porque es un libro más en tono de<br />

comedia, en clave de homenaje a los amigos, por momentos<br />

como una especie de chiste interno. Tenía tal vez la urgencia<br />

de sacarme de encima el primer libro, que fue un libro que<br />

gustó especialmente, y sentía que podía caer en esa condena<br />

que generan los primeros libros cuando gustan, que te pueden<br />

paralizar. En el tercero, sabía que estaba trabajando con<br />

materiales que me podían generar ciertos conflictos en la vida<br />

cotidiana. Por eso tomé la decisión de escribirlo en tercera<br />

persona, como un modo de despegarme, como si la primera<br />

persona fuera la autobiografía y la tercera la ficción, lo que<br />

por supuesto es una falacia. Empecé a escribir y me resultaba<br />

mucho más difícil desde lo formal porque nunca había escrito<br />

en tercera persona y además el tema eran mis ex novias, lo<br />

cual implicaba que ellas y mi mujer actual se podían enojar<br />

con lo que hiciera. Todo eso para mí era una especie de ágora<br />

luchando en mi cabeza, y ese temor que tenía, sentía que lo<br />

traspasaba a lo que estaba escribiendo y no me gustaba. En<br />

un momento empecé a retrabajarlo, borré algunos capítulos,<br />

y de a poco pude soltarme y poner las cosas en su lugar,<br />

tampoco es que todo es mi vida, ni se juega mi pasado, mi<br />

presente y mi futuro en un texto.<br />

–Tal vez sea una sensación mía, pero desde hace algunos<br />

años pareciera que cada vez se escriben más libros<br />

autorreferenciales. ¿Comparte esta apreciación? ¿Por<br />

qué hay tanta literatura del yo? Muchas veces pienso que<br />

tendría que formularme una especie de explicación de por qué<br />

eso sucede, pero la verdad es que no la tengo. Al mismo tiem-<br />

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