16.09.2018 Views

_Quien le hacia la cena a Adam - Katrine Marcal

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Margaret Doug<strong>la</strong>s <strong>la</strong> que se ocupa del hogar, independientemente de dónde<br />

estab<strong>le</strong>zca <strong>Adam</strong> Smith su residencia. Durante mucho tiempo, lo hará con <strong>la</strong><br />

ayuda de una de <strong>la</strong>s primas de <strong>Adam</strong>, Janet Doug<strong>la</strong>s, <strong>la</strong> cual será, para <strong>la</strong>s<br />

generaciones venideras, aún más desconocida. Lo único que sabemos es que<br />

desempeñó un papel importante en <strong>la</strong> vida de <strong>Adam</strong> Smith. En 1788, cuando<br />

Janet Doug<strong>la</strong>s yace en su <strong>le</strong>cho de muerte, <strong>Adam</strong> Smith escribe una carta a un<br />

amigo en <strong>la</strong> que dice: «Sin el<strong>la</strong> me voy a convertir en uno de los hombres<br />

más desvalidos y desamparados de Escocia».<br />

En sus teorías económicas, sin embargo, no hay rastro de estas<br />

afirmaciones. Como seña<strong>la</strong> <strong>la</strong> economista feminista Edith Kuiper, <strong>la</strong>s<br />

mujeres, a diferencia de lo que se observa en <strong>la</strong> obra de otros filósofos<br />

coetáneos, están comp<strong>le</strong>tamente ausentes del pensamiento de <strong>Adam</strong> Smith.<br />

Este libro no ha pretendido explicar <strong>la</strong> razón. Ni tampoco yo, como su<br />

autora, quiero ser demasiado dura con <strong>Adam</strong> Smith. Al fin y al cabo, Virginia<br />

Woolf tampoco sabía cocinar. Karl Marx tenía un ama de l<strong>la</strong>ves con <strong>la</strong> que,<br />

además, se acostaba. No es esa <strong>la</strong> idea. La idea es que, desde que <strong>Adam</strong><br />

Smith se olvidara de su madre, <strong>la</strong> disciplina, el linaje teórico que este<br />

alumbró ha pasado sistemáticamente por alto un detal<strong>le</strong> fundamental.<br />

Quizá todos hacemos lo mismo; nos olvidamos de nuestras madres y<br />

pasamos por alto ese detal<strong>le</strong>. Sin embargo, a medida que <strong>la</strong> ciencia<br />

económica se ha ido volviendo cada vez más re<strong>le</strong>vante en el transcurso de los<br />

siglos, este error garrafal ha tenido consecuencias de gran alcance.<br />

La gran crisis financiera de 2008 vino y se fue sin que el re<strong>la</strong>to teórico que<br />

<strong>le</strong> servía de sustento fuera cuestionado en <strong>la</strong> forma en que muchos creían que<br />

inevitab<strong>le</strong>mente debía serlo. Los bancos cayeron, pero <strong>la</strong>s ideas siguieron en<br />

pie. En este libro se ha argumentado que eso, en parte, ocurrió porque no<br />

entendimos hasta qué punto el hombre económico nos había seducido.<br />

No podemos cuestionar al hombre económico sin el feminismo, y apenas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!