_Quien le hacia la cena a Adam - Katrine Marcal
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ajo y otro más e<strong>le</strong>vado, pero, independientemente de <strong>la</strong>s circunstancias,<br />
tiende todo el tiempo a su precio natural. La economía nunca se detiene, pues<br />
de lo contrario el reloj se pararía. Siempre gira alrededor de un punto de<br />
equilibrio, zarandeada constantemente en diferentes direcciones por los<br />
intereses en conflicto.<br />
Con el paso del tiempo se desarrolló una teoría matemática para formu<strong>la</strong>r<br />
este argumento. Los mercados se rigen por <strong>la</strong> oferta y <strong>la</strong> demanda; si hay<br />
muchos paraguas (una oferta alta) y una baja demanda de los mismos (porque<br />
hace sol), el precio de los paraguas se desploma. Si, por el contrario, <strong>la</strong> oferta<br />
de paraguas es escasa (hay pocos disponib<strong>le</strong>s) y <strong>la</strong> demanda es alta (porque<br />
llueve a cántaros), entonces el precio se incrementará.<br />
Esta visión del mercado es más poética que científica. En un mundo<br />
estático, <strong>la</strong> difusión de <strong>la</strong> información no presenta ningún prob<strong>le</strong>ma. Toda <strong>la</strong><br />
información necesaria acabará l<strong>le</strong>gando a <strong>la</strong> persona indicada, <strong>la</strong> que sepa<br />
cómo usar<strong>la</strong>. Sin embargo, los mercados rea<strong>le</strong>s no funcionan así, con<br />
semejante ausencia de interferencias. No obstante, esta es, ante todo, una<br />
historia acerca de <strong>la</strong> perfección inherente a <strong>la</strong> economía de mercado.<br />
Recordémoslo: no queremos vivir como en <strong>la</strong> antigua Unión Soviética.<br />
Puede ser una historia reconfortante. Al mismo tiempo, no tiene ningún<br />
sentido preguntarse si <strong>la</strong> economía de mercado sería eficaz en un mundo<br />
estático en el que todas <strong>la</strong>s personas fueran hombres económicos<br />
perfectamente raciona<strong>le</strong>s. Si todas <strong>la</strong>s personas fueran como el hombre<br />
económico y el mundo, además, fuese algo estático, cualquier sistema<br />
económico funcionaría. Si toda <strong>la</strong> gente tuviera acceso a una información<br />
comp<strong>le</strong>ta y fuera capaz en todo momento de evaluar <strong>la</strong>s últimas<br />
consecuencias de sus acciones, <strong>la</strong> economía se volvería algo tan predecib<strong>le</strong><br />
que incluso podría p<strong>la</strong>nificarse centralizadamente desde Moscú.<br />
Por muy sofisticados que sean los modelos matemáticos ideados por los