Revista Central

Diario de una maratón.
Des Sables, Perú 2019
Sábado 1 de diciembre 22:30 hs en Perú, Lima
Junto a varios compatriotas, nos encontramos en la terminal
de la empresa de micros que nos transportará al desierto.
Expectantes miramos cómo el edicio se va poblando de
corredores de varios países aunque con gran preponderancia
de acento francés, entre todos sumamos casi 400.
Una vez en el micro comenzamos a viajar. Dejamos atrás el
urbanizado desierto de Lima, donde sólo queda el clima.
Nunca llueve en el desierto, aunque sus riegos y cuidado d han
logrado muchísimos espacios verdes. Llegamos a ICA,
Paracas; sabemos que vamos a las “dunas de Ica” área de la
costa peruana que se ubica sobre la planicie del desierto
costero del Pacíco Central.
Viajamos hacia la Reserva Nacional de Paracas, allí nos
esperan camiones militares y camionetas 4 x 4. Subimos en
sus cajas, y continuamos por el desierto. Ya no hay camino,
sólo arena, montañas de arena y una brisa que nos indica que
el océano no está lejos.
Luego de algo más de una hora de viaje comenzamos a ver las
carpas en el medio del desierto: al norte, desierto; al sur, desierto;
al este, desierto y al oeste el Pacíco con toda su fuerza.
Quienes estamos acostumbrados a correr en montañas
sabemos que mirando desde abajo para arriba todas las
cumbres parecen imposibles pero luego se transitan. En Ica el
impacto al ver dunas, verdaderas montañas de mil metros
positivos de arena, hacen dudar de la factibilidad de subirlas,
además es una arena na donde te apoyás y enterrás varios
centímetros… ya a esa altura era y éramos todos conscientes
de que sería un gran desafío.
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