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Revista Central

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VIDA SANA<br />

desde el cambio<br />

total de sangre en el<br />

organismo hasta las<br />

dietas y vitaminas más<br />

modernas y ámpliamente<br />

probadas.<br />

No aceptó las primeras<br />

tres botellitas de agua<br />

que los organizadores<br />

les iban alcanzando a<br />

su paso por diferentes<br />

lugares del itinerario.<br />

Recién en la cuarta<br />

oportunidad, con más<br />

de 32 kilómetros<br />

recorridos tomó el<br />

primer envase de<br />

medio litro de una<br />

botella de plástico de<br />

"San Pellegrino".<br />

Y tuvo sólo un<br />

Bikila, con el número 11, corriendo descalzo la maratón de Tokio 1960 (GrosbyGroup)<br />

incidente: fue cuando<br />

aceleró para probar el<br />

testigos de ninguna clase, pues sus rivales lo<br />

aire y las piernas y al pasarlo el marroquí vieron siempre a lo lejos, muy por delante de<br />

Rhadi le lanzó un escupitajo. Abebe, ellos.<br />

asustado pero rme, obvió la reprobable Estoy emocionado porque esta Maratón me<br />

actitud y siguió la carrera.<br />

devuelve el sentido de muchas cosas que<br />

En realidad su punto estratégico de trae consigo el deporte y que cada vez se<br />

ataque fue después de pasar el Obelisco vuelven más desentrañables. Se me ocurre<br />

de "Axum", un bello monumento de 24 que, para darle su dimensión exacta a la<br />

metros de alto que los italianos le habían hazaña de Abebe, debería releer alguna<br />

robado a los etíopes en la guerra<br />

sátira de Juvenal, el único poeta de la<br />

italo-etiope durante la ocupación<br />

romanidad que habría logrado escribir la<br />

ordenada por Mussolini que fue de 1935 apología justa para la empresa del etíope.<br />

a 1938.<br />

Fue un espectáculo inolvidable. Por la<br />

Fue allí pasando la "Piazza de Porta multitud, las luces, las antorchas, el<br />

Catena" – faltaban unos tres kilómetros entusiasmo, el orden, la disciplina. El pueblo<br />

hasta la llegada- cuando Abebe Bikila romano envolvió a la Maratón con el manto<br />

aceleró hasta traspasar la línea de los de la apoteosis. Cada corredor, desde el<br />

punteros y les fue ganando de a 10 primero hasta el último, recibió de la<br />

metros cada cien de manera sorprendente.<br />

del recorrido un aplauso que era delirante<br />

generosa multitud desplegada a los costados<br />

La ganó así, simplemente. Salió entre los para los vanguardistas y conmovido para los<br />

primeros. Se puso a la cabeza del lote a que venían mas rezagados. El otro espectáculo<br />

fue la empresa del etíope. Con sus<br />

mitad de carrera. Mostró siempre el<br />

camino a su compañero de viaje, el piernas largas y rmes. Las mismas que<br />

tunecino Rhadi ( N de R: en realidad debió tener el jovencito del que habla<br />

marroquí), un fondista de clara estatura Kipling, aquel que creció en la jungla, criado<br />

atlética. No le permitió que jamás lo por los lobos. Bikila devoró los kilómetros<br />

reemplazara en el comando del lote. Y con una velocidad que le alcanzó para<br />

después, cuando comprendió que el pulverizar todos los récords precedentes,<br />

fulgor de las antorchas y las lámparas aún teniendo en cuenta que la Maratón, por<br />

estaban esperándolo en la línea de sus trazados cambiantes, no tolera récords<br />

llegada, inició el embalaje nal que le mundiales ociales. Y la ganó de punta a<br />

valió el glorioso triunfo. No cayó en punta sin dignarse siquiera a echar una<br />

tierra como el famoso Filípides. Tampoco mirada a sus espaldas, al menos para<br />

se sintió mal. Tan sólo quería seguir enterarse de quiénes venían atrás.<br />

corriendo, corriendo, corriendo… Lo de Abebe Bikila no es sólo un triunfo<br />

Estoy emocionado hasta lo increíble con olímpico: es un hazaña que ya ha entrado en<br />

la victoria de este negro. Se la ha<br />

la historia".<br />

merecido, por su carrera sin respiros y Bikila hizo polvo la maratón de Roma a pesar<br />

sin vacilaciones. Y, sobre todo, sin de correr sin zapatillas.<br />

Cuando llegó tras 2<br />

horas, 15 minutos,16<br />

segundos y 2 décimas de<br />

segundo – tiempo récord<br />

y primer atleta negro en<br />

ganar una maratónsiguió<br />

corriendo unos<br />

400 metros más para<br />

desacelerar progresivamente<br />

mientras sus<br />

rivales arribaban con el<br />

último aliento ya<br />

exhaustos y en agonía.<br />

Después realizó<br />

movimientos de elongación,<br />

estabilidad<br />

pulmonar y recuperación<br />

cardíaca. Las plantas de<br />

sus pies no mostraron un<br />

sólo signo de heridas o<br />

escoreación.<br />

Abebe ganó cuatro años<br />

después la Maratón<br />

Olímpica de Tokio (1964)<br />

en 2 horas, 12 minutos y 11 segundos<br />

esta vez con medias y zapatillas<br />

hechas a medida por "Puma" y<br />

abandonó en el kilómetro 17 en los<br />

Olímpicos de México (1968) por un<br />

problema en la rodilla derecha aunque<br />

declaró que se sintió afectado por la<br />

altura.<br />

Después de la hazaña de Roma, el<br />

emperador lo ascendió de Sargento a<br />

Alférez y tras el triunfo en Tokio pasó<br />

de Alférez a Teniente del Ejército<br />

Imperial de Haile Selassie.<br />

Su prestigio y popularidad lo convirtieron<br />

en símbolo del deporte de<br />

Etiopía y él honraba con su comportamiento<br />

personal y familiar –dos hijos<br />

David y Teege- su reputación de<br />

hombre íntegro.<br />

En 1969 llegaría la fatalidad. Iba en su<br />

"Cadillac" 66 transitando por un<br />

angosto camino a la altura de un<br />

pueblo llamado Sheno a 70 kilómetros<br />

de Adis Abeba cuando intentó<br />

esquivar una manifestación estudiantil<br />

protestataria. La maniobra fue<br />

arriesgada, su coche volcó y Abebe<br />

fue extraído del vehículo inconsciente<br />

y con grave daño medular: sus brazos<br />

y piernas quedaron inertes. Todos los<br />

intentos de abordaje quirúrgico<br />

realizados en el sanatorio "Stoke<br />

Mandeville" de Londres resultaron<br />

vanos.<br />

Abebe Bikila concretó su muerte el 25<br />

de Octubre de 1973 por un derrame<br />

cerebral; fue consecuencia del<br />

accidente automovilístico sufrido en<br />

1969. Había nalizado su suplicio…<br />

CENTRAL: 167

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