Billie Eilish y su hermano Finneas se han dedicado a mantener su libertad creativa.
“Olvidamos la importancia que tiene la contemplación y la manera como puede ponernos en acción en el presente” UNIVERSAL MUSIC Entonces inconscientemente preferí no tener sueños de grandeza, ni nada de eso, sino estar ahí, en mis clases de ballet sintiendo profundamente mi cuerpo, aprendiendo piano inmersa en las notas. Es una especie de inercia, un camino que me lleva al regocijo que brinda todo aquello que conforma la vida. Y es que todo aporta: una conversación, un paseo, un atardecer, una lectura. Creo que a veces olvidamos la importancia que tiene la contemplación y la manera como puede ponernos en acción en tiempo presente. Siempre he tenido el ejemplo de mis padres, trabajando duro, inmersos en proyectos, pero a la vez con el tiempo suficiente para no seguir el juego de la tensión permanente. Ellos además no tienen el estilo de presionarnos como hijos en ningún aspecto. Les da gusto saber acerca de lo que está pasando con este álbum y más aún porque surgió naturalmente. Quizás nunca imaginaron que esto sucediera. Pensar en el futuro provoca tensión… Por ello no es algo que me guste practicar. Si nuestra mente está ocupada en situaciones pasadas y posibles futuros, ahorcamos el presente. No le encuentro sentido, porque así estamos evadiendo el instante que vivimos en ese tiempo breve que se escapa. Jugar al futuro para mí significa una presión innecesaria. Vivimos con el acelerador a fondo… Estúpidamente rápido. Mi padre alguna vez me contó un chiste de un piloto de avión que informa a sus pasajeros acerca de la velocidad que ha alcanzado el vuelo, que era eso lo más relevante aunque había olvidado el destino al que se dirigían. Y al final es una gran metáfora de la manera como la mayoría piensa acerca de esta vida. “Vayamos lo más rápido posible sin importar el lugar al que lleguemos”, ¿no? Y ¿no compartes esa idea? No, porque siento que he aprendido a disfrutar cada etapa de mi vida. Me ha tocado la suerte de tener mi primer álbum ahora y eso está bien por el momento. No estoy pensando en lo que pudiera presentarse más adelante. Una cosa a la vez y, así como fue hermoso el proceso de composición y grabación, ahora estoy atenta a lo que me toca hacer, como lo es hablar con muchas personas acerca de todo esto. ¿Consideras valioso el hecho de crear sin temores? Vivimos en una sociedad conectada por supuestos valores de apariencia, de estándares estéticos que son definidos muchas veces pensados en las posibles consecuencias más que en un verdadero origen. No creo en esos procesos que tratan de adelantarse al resultado, creo justamente en lo contrario. No me importa el “qué dirán”, lo que me interesa en realidad es lo que yo pienso de mí misma con base en lo que me hace sentir lo que hago. Eso quizás puede ser contagioso, es decir, que a alguien más también puede hacerlo sentir bien, pero eso no depende de mí. Cuando escribimos estas canciones mi hermano y yo confiamos en el hecho de contar historias, algunas personales y otras ficticias, pero todas tienen que ver con eso que a veces no te atreves a decir de otra manera. Y cuando hurgamos en los sueños, puedes situarte en una circunstancia bastante provocadora. Como sea, quien aparece soy yo, no un personaje que quiera fabricarme. No sé hacerlo de otra forma, en realidad. Yo canto lo que se me da la gana y esa interpretación no tiene mayor arreglo. Si observamos el arte y el entretenimiento desde otro ángulo, existe cierta presión por destacar, por vender… El estrés es una mierda, te enferma, te quita la oportunidad de disfrutar, te coloca dentro de una ironía, algo que no tiene sentido. ¿De verdad vale la pena sufrir haciendo algo que te gusta? Desde la primera canción que grabamos siempre sentimos el placer por el placer en sí mismo que para nosotros significa hacer música, nada más que eso. El mundo y sus posibilidades son demasiado grandes como para aferrarte con determinados resultados de un proyecto. Esto que hemos hecho está funcionando y eso nos alegra el corazón, pero ya éramos felices antes de todo esto. Alguna vez escuché que la felicidad no es la finalidad, sino que es el camino. No podría estar más de acuerdo con esa filosofía. El sonido de tus canciones rompe con lo establecido que marca tendencia… No me interesa ser una artista de moda, alguien superpopular y todo eso. Claro que respeto a quienes juegan ese papel, pero prefiero estar del otro lado. Hago solo la música que sé hacer. Más adelante quizás aparezcan otras formas, pero como sea será lo único que sé hacer, sin pretender ser alguien que no soy. ¿La espontaneidad es más importante que un plan definido? Absolutamente, porque eso implica el tesoro de lo irrepetible. Hubo momentos durante la grabación en los que las cosas se hicieron de una manera distinta con respecto a ensayos previos. Eso no lo piensas, no lo planeas, simplemente aparece y lo capturas. Algo te dice que es así como tiene que quedar registrado, que es así como al final podrás compartirlo. En realidad no hay una explicación para ello, se trata de una cuestión de sentir nada más sin pensarlo demasiado. Para pasar de lo mental a lo que podemos percibir quienes estamos fuera del proceso creativo, ¿lo mejor es ubicarte en un estado de relajación? Es lo ideal, porque de lo contrario pretenderías avanzar a contrarreloj con la consigna de cumplir con un calendario. Esta vez al menos tuvimos la oportunidad de no tener que cumplir con fechas de entrega ni nada de eso. Sé que es un lujo cuando prácticamente todo obedece al tiempo, pero cuando esa oportunidad aparece produce un efecto de libertad total. Entonces cada movimiento en torno a un proyecto se realiza sin presión alguna. Si no fuera por eso, ¿se sabotearía la imaginación? Con toda seguridad, un estado no ideal para crear, con presiones de tiempo y todo eso, le coloca una trampa, terminaría por hundirla sin posibilidad de rescatarla en esa clase de condiciones. billieeilish.com THE RED BULLETIN 59