Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Poesía
mis ojos eran un rio seco, mi corazón cantaba una canción de Jeff Buckey.
Conduje mientras fumaba hierba, no había otra forma de pasar desapercibido
de los propios designios y pensamientos, estaba empezando
a volver a vivir en mi cabeza, eso era volver a un circulo de confort interno,
el mundo decretaba viernes negro cada día, me ocupaba más tiempo
mantenerme alejado del ritmo de vida de la sociedad. Llené mis archivos
digitales con música, siempre estaba de viaje mientras todos charlaban,
estoy cansado de la rutina y de adquirir otra, había que hacer algo y escribir
era/es ¿Será? una terapia, mi vida estaba compuesta por consejos,
observaciones, señales de advertencia, sermones, metidas de pata; tenía
explicitas ordenes de ser yo quien falle en todas las misiones a las que fui
concebido, ―nadie― en trescientos sesenta grados, casi era fin de año de
todo, no habíamos terminado, aún.
23 de mayo, una gillette y/o marcador para dibujar la línea.
Sin línea equinoccial solo paisaje verde, pensé en crema de brócoli fluyendo
por las arrugas de la tierra, me encuentro en una ciudad que a
pesar de estar en invierno la lluvia al acariciar la piel se derrite igual que
un meteorito; sudo sentado, sudo al pensar, deshidratación, imagino situaciones
iguales y quizá alguien puede inventarse algo con estas líneas,
los etcéteras del calor. Fui al festival en Manabí, siempre alguien quiere
ahorrarse pasajes, viajes y sugiere mi nombre para tales recitales. Leí
junto a grandes escritores que no tengo idea de las obras que escribieron
y ante gente que jamás podría aplaudir tan fuerte que el ruido proviene
de un par de palmas sujetando documentos. Cuando terminó mi
11