Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Cuento
de tres años juntos. Eso no puede suceder con Mario porque si pasa, sé
que mi vida amorosa se convertirá en un bucle y me volveré una mujer
preocupada solo por las texturas de los papeles y mi Chachay, que con
el tiempo también se esfumará y quien sabe si vendrá otra compañera,
o compañero, como ella. Por eso, porque parece que el destino me está
dando un adelanto de lo que vendrá, sé que no puedo dejar que me sucedan
cosas de señora mayor, o, mejor dicho, de mujer madura, como
las que me están sucediendo. Creía que estas cosas solo les pasaban a las
mujeres casadas, adormecidas, que resuelven crucigramas o sudokus en
páginas sosas hechas para mujeres maduras que resuelven crucigramas
o sudokus. Pero no, resulta que ahora yo también resuelvo cosas del tipo
dejé una mesa a un carpintero para que la pintara de color blanco mate,
haciendo énfasis en el mate, y ahora que llamo a preguntar si está lista,
porque debería estarlo, me dice el carpintero que a él nunca le han dicho
qué debían hacer con esa mesa. Pintarla de BLANCO MATE, le grité al
teléfono, ¿qué otra cosa va a hacer? No le pedí que talle caprichosas formas
sobre su superficie; le pedí, simple y llanamente, que pintara la bendita
mesa de BLANCO MATE. ¿Hay que ser más clara que eso? Pero a mí
no me lo dijo, contestó el inepto carpintero. Y tenía razón, se lo dije a su
hijo según sus propias indicaciones cuando lo llamamos por teléfono al
ver que no estaba en su carpintería, que para colmo quedaba en el fin del
mundo. Qué más daba. Cosas de la vida en sociedad. Así que tuve que, a
mis expensas, llevar la mesa de regreso a mi casa. Si tan solo pudiera dejar
de hacer caso a los consejos de mamá quien me dice, mira, cariño, yo
tengo un amigo que... En fin. Digo que ya no hago cosas divertidas. Soy
una señora mayor de treinta y dos años que juega con las texturas del
37