08.07.2020 Views

PARTO, ALIMENTACIÓN Y NAHUATL

En este artículo se incluyen testimonios de venerables ancianas y ancianos (huehues) del pueblo originario de Tzapotitlan. Se incluyen relatos sobre la atención étnica del embarazo y el parto. Se presentan recetas de los platillos rituales de la gastronomía chinampera. Así como un glosario de la variante del náhuatl que se hablaba en el pueblo de Santiago Tzapotitlán de la Ciudad de México, todavía a la mitad del siglo pasado.

En este artículo se incluyen testimonios de venerables ancianas y ancianos (huehues) del pueblo originario de Tzapotitlan. Se incluyen relatos sobre la atención étnica del embarazo y el parto. Se presentan recetas de los platillos rituales de la gastronomía chinampera. Así como un glosario de la variante del náhuatl que se hablaba en el pueblo de Santiago Tzapotitlán de la Ciudad de México, todavía a la mitad del siglo pasado.

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Y su agüita en los jarritos para cuando vienen a medio día; los jarritos chiquitos son<br />

juguetitos para que jueguen, porque todavía eran niños cuando murieron. Para los<br />

señores grandes su atole de chocolate. Ayer en la noche les puse tamales de chile<br />

para su cena. Les hicimos arroz, su mole y su pollo. Le pusimos botella de jerez, le<br />

pusimos sus botecitos de Coca-Cola. Se les ponen sus perones y sus manzanas rojas,<br />

sus guayabas, sus naranjas, a todo le ponemos sus flores. Lo principal las velas,<br />

porque sólo así ven los santos, también el incienso. Es una tradición, cuando fui<br />

creciendo mi mamá y mi abuelita era lo que hacían. Si yo ya no pongo nada, al rato<br />

mis hijos y mis nietos ¡no van a hacer nada! Es una obligación con nuestros muertitos.<br />

¿Dios sabe si vienen o no? ¡Pero nosotros cumplimos!<br />

Jugando a la comidita<br />

Cuando era niña jugaba con mis amiguitas a hacer comidita de verdad, tamalitos<br />

chiquitos, una sacaba la manteca, el tomate, la sal y hacíamos los tamales. Tamalitos<br />

de verdad, con verdolagas en chile verde, en cazuelitas. Para aprender a guisar, me<br />

hacían hacer la comidita. A mi gustaban los trastes.<br />

Cocinas de humo<br />

Una de nuestras entrevistadas comentó:<br />

Tenía mi cocina de humo, pero como me operaron de la vista, mis hijos ya no me<br />

dejan que haga lumbre; ahora tengo que hacer todo en la estufa. Estaba acostumbrada<br />

a guisar en la lumbre, quemando cañuelitas u olotes. Poníamos el tlecuil o comal<br />

sobre tres piedras, ahí hacíamos las tortillas. Atrás del comal poníamos a cocer el<br />

nixtamal en el nixcomil, también ahí poníamos los frijoles. Y el picantito con la<br />

carnita en el brasero.<br />

Como se pudo apreciar es en la alimentación donde más se conserva el gusto<br />

mesoamericano.<br />

IV. CULTO A LOS CERROS EN TZAPOTITLAN

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