SubaQuatica Magazine Nº12 - Agosto 2020

Buzos de todas las modalidades valoran
el RD a través de una encuesta online
“Echamos en falta una referencia
clara a las normas de seguridad del
convenio colectivo de buceo comercial,
que es un documento consensuado
por las partes interesadas”
Más de medio centenar de buzos de distintas
modalidades han aportado su valoración
sobre el Real Decreto a través
de una encuesta online anónima que SubaQuatica
Magazine habilitó en su página web. El cuestionario
tenía como objetivo conocer su opinión sobre
los puntos menos acertados del documento,
saber en qué medida consideraban que responde
a sus necesidades o si creían que las instituciones
habían tenido en cuenta la opinión del sector en la
redacción final.
Una vez analizadas las opiniones que hemos
recogido, podemos decir que, en términos generales,
la evaluación que se hace del texto es negativa.
Debido a que la mayor parte pertenece al
sector del buceo profesional, se denota indignación
ante el contenido del mismo, a la vez que los
buzos expresan su impotencia por no ver reflejadas
sus reivindicaciones y, en algunos casos, sus
aportaciones en las mesas de trabajo.
Los aspectos que se tratan de forma más detallada
a lo largo de este reportaje, como el uso
del equipo autónomo, la figura del buzo de socorro,
los tiempos de fondo, los equipos mínimos o la
disponibilidad de cámaras hiperbáricas, entre
otras, han sido igualmente destacados por los
participantes de la encuesta como puntos negativos
o que suponen un paso atrás en sus condiciones
de trabajo.
Una de las principales cuestiones planteadas
en la encuesta tenía como objetivo conocer si los
participantes creían que el nuevo documento respondía
a las necesidades del sector, atendiendo a
la naturaleza de cada una de las modalidades de
buceo recogidas en el mismo.
El 70 por ciento de los participantes creen que
el nuevo documento no da respuesta a las necesidades
demandadas por los profesionales del
buceo comercial. Por su parte, un 25 por ciento (en
buena medida, buzos deportivos o instructores
de buceo recreativo) opinan que el RD dota de una
regulación coherente a cada una de las modalidades.
El 5 por ciento restante indica que tan solo
aporta soluciones de forma parcial.
Bastantes de las respuestas aportadas en
este sentido ponen el foco en la laxitud con las que
se han tratado aspectos fundamentales en la seguridad
de los buzos, una de las cuestiones que
más importancia tienen para los profesionales
subacuáticos, según recogimos ya en el número 5
de SubaQuatica Magazine.
Asímismo, varios buzos profesionales echan
en falta que el Real Decreto no haga referencias
explícitas a las normas de seguridad que se acordaron
en el convenio colectivo del sector, que, en
su opinión, serían las que habrían de prevalecer.
A esto hay que añadir las opiniones que argumentan
que, independentemente del acierto de
las normas, hay una situación generalizada de
desidia en cuanto a la vigilancia para el cumplimiento
del reglamento.
El uso del SCUBA es de los puntos más comentados.
La mayoría de opiniones valoran negativamente
que esta normativa permita su uso
en trabajos subacuáticos. Pero también hay argumentos
que ven con buenos ojos la utilización de
equipos autónomos para determinadas tareas,
como las inspecciones.
Sobre este particular, varios buzos acuícolas
han señalado que la única manera de aceptar el
uso de esta técnica en sus trabajos sería con mascarones
faciales y comunicaciones con la superficie.
Igualmente, pedimos a los encuestados que indicasen
cómo debería haber actuado la Administración
para que todas las modalidades de buceo
estuvieran representadas en el Real Decreto. En
este punto también hay una visión unánime. Y es
que un gran número de participantes creen que
regularlas todas en un mismo documento es un
error de partida en esta nueva normativa, debido
a que tienen objetivos muy distintos y a la grandes
diferencias técnicas entre ellas.
En el mismo sentido, también hay opiniones
que argumentan que al incluir el buceo profesional,
el Real Decreto tendría que haber sido redactado
y firmado por el Ministerio de Trabajo y no
por el de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
(antiguo Ministerio de Fomento), una de las reivindicaciones
históricas del sector.
En lo que respecta a buceo recreativo, hemos
recibido opiniones que hacen referencia a una regulación
de las titulaciones de los instructores
poco clara y a su falta de unificación a nivel nacional.
Igualmente, hay buzos e instructores que consideran
que los límites de edad en buceo
recreativo son demasiado permisivos. Con estas
salvedades, los buceadores e instructores recreativos
y deportivos opinan que este Real Decreto
supone una mejora sustancial con respecto a la
anterior normativa.
En las siguientes páginas de este reportaje especial,
varios profesionales del sector (buzos, empresarios,
instructores o prevencionistas)
analizan los puntos que consideran más controvertidos
del documento que hacen referencia a
las modalidades no recreativas o deportivas.
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