SubaQuatica Magazine Nº12 - Agosto 2020

OPINIÓN
Ni confundidos ni divididos: los buzos profesionales
sabemos que el RD no nos favorece
El proverbio ‘divide et vinces’, atribuido a
Julio César, se usa en política y sociología
para definir la estrategia orientada a mantener
bajo control un territorio y/o una población,
dividiendo y fragmentando el poder de
distintos grupos con el fin de que no puedan reunirse
en pos de un objetivo común, en nuestro
caso la seguridad laboral.
Si no fuera porque la estrategia emana del
mismísimo gobierno, aquel que solo quiere
nuestro bien común, se diría que el RD 550/2020
nació con el único objetivo de evitar el entendimiento
entre las partes.
A sabiendas de la confusión creada y de la
falta de ética demostrada por alguna de las
“partes”, hay quienes aprovechan la ocasión para
lograr seducir con cantos de sirenas a incautos
(y no tan incautos) contratistas.
Desde el 2 de julio del año 2020 hay quienes
"venden a sus huestes" ofreciendo en sus contratos,
sin ningún tipo de pudor, la inaplicación
del convenio colectivo y sus normas de seguridad,
que parecen haber borradas de un plumazo,
de la noche a la mañana, en favor de las bondades
del nuevo Real Decreto,.
Puedo estar equivocado, pero no he logrado
encontrar ni una sola referencia a que entre las
funciones del antiguo Ministerio de Fomento (ni
tampoco bajo su nueva denominación) esté la
regulación de la seguridad en el ámbito laboral.
A pesar de esto, aparece al final del documento.
Un documento redactado y publicado ante la
ceguera y el desinterés de quienes sí eran competentes,
a cuyas puertas los buzos hemos llamado
una y mil veces, mientras los lobbies,
aquellos para los que el buceo es tan solo una
parte ínfima - pero imprescindible - de los servicios
que les llenan los bolsillos, se frotan las
manos, sabedores de que el resto de la fuerza
laboral, la que es realmente el tejido productivo
de este oficio, se va a jugar la vida cada día.
De la confusion nace la mentira, la falsedad
sobre la irrelevancia de nuestro convenio que
los que creen estar por encima del bien y del
mal, protegidos por el manto del amiguísimo
institucional que transmiten sin ninguún escrúpulo
a sus potenciales contratistas, conscientes
de que están escondiendo la verdad.
A estos últimos les digo que parecen haber
olvidado la LPRL y con ello también sus responsabilidades
jurídicas y penales si la “cosa se
Luis Torcida
VOCAL DE SEGURIDAD DEL
SINDICATO SAME
“Buzos profesionales, sindicatos
y empresarios no podemos
dejar que el Convenio Colectivo
quede guardado en un cajón”
tuerce”, por el simple hecho de que son los contratistas
y/o promotores.
Esperemos que no haga falta regresar a las
cifras de siniestralidad de un pasado reciente
para que la incompetencia y el desconocimiento
deje paso a la sensatez y la responsabilidad de
quienes pagan a estas empresas que juegan con
nuestras vidas.
6 | AGOSTO www.subaquaticamagazine.es