You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Uma y Tomy. Archivo personal de Natalia Rincón
118
antes de tiempo, donde se obliga a los
machos a montar hembras una y otra
vez, donde los cachorros son vendidos
enfermos, hacinados, etc. Situaciones
que nos ocultan para que compremos
animales sin ser conscientes de todo
lo que hay detrás, del sufrimiento y
explotación a la que estamos contribuyendo
sin quererlo; nos los venden
como si fueran objetos. Un dinero que
podemos usar en rescatar y adoptar
animales, cuya vida, muchas veces,
depende de ello.
ren. No todos los hogares son idóneos
para adoptar, y no siempre los animales
son acogidos por las razones
correctas o más beneficiosas para ese
animal. Frecuentemente, perros/as
son comprados o adoptados para ser
“alarmas” en los patios o en terrazas,
como cazadores, cuidadores de ganado,
juguetes vivos para niños y niñas,
o como negocios caseros para sacarles
crías una y otra vez 1 . Y aún más grave,
continuamente sabemos de casos de
personas que usan, explotan, matan,
1
Por no mencionar cómo se enjaulan pájaros
por su canto, o se compran gatos/as para alejar
de la casa a los ratones —o porque “no hay que
sacarlos” o son más independientes—, cómo se
confinan peces en acuarios diminutos porque
son decorativos, o se comercian “animales exóticos”
por excentricismo y poder económico.
Razones absurdas que han hecho que domestiquemos
animales sin tener en cuenta, primero,
su naturaleza, quitándoles su estado silvestre, y,
segundo, las condiciones de bienestar que requieren
y que no están en nuestras manos.
Tampoco hay que engañarnos, es evidente
que no todas las personas están
interesadas o son aptas para compartir
su vida con un animal no humano, sea
por cuestiones de tiempo, económicas
o, lo más importante, porque no quiemutilan,
violan, golpean y abandonan
a animales de distintas especies, sea
por diversión, costumbre, porque es
su trabajo, por ignorancia o incluso
graves enfermedades mentales; razones
muy distintas que pueden hacernos
sentir en ocasiones que la especie
humana es una masa homogénea y
despiadada por naturaleza. Y que por
eso exaltemos aún más las innumerables
y muchas veces ignoradas cualidades
de los demás animales, lo que
nos hace querer protegerlos/as. Una
delgada línea entre la misantropía 2 y
la lucha por la liberación animal.
Ahora bien, el hecho de ser conscientes
de que muchas de las acciones que
hacemos como humanidad (adrede o
sin intención) afectan negativamente
a los animales no humanos, no implica
que tengamos que experimentar
2
Aversión, desconfianza o el desprecio en general
hacia la especie humana
namientos acerca de la relación que
establecemos quienes abogamos por
una liberación animal y, a la vez, adoptamos.
Por ejemplo, si al momento
de adoptar a Uma logré construir una
relación de solidaridad y comprensión
de sus necesidades o, por el contrario,
alimenté esas dinámicas de domesticación,
dominación e incluso confinamiento.
Y que, en ese sentido, contrario
a garantizar mejores condiciones
para su vida, lo que hice fue limitarla a
mis tiempos, a lo que yo consideraba
lo mejor para ella. Incluso me pregunto
si hice mal al esterilizarla a temprana
edad en mi intención de evitar
traer más animales que no podría
mantener y de los cuales no tendría
certeza de su bienestar a futuro. Si,
al no dejarla ser madre para evitarle
enfermedades, le quité una experiencia
en su vida; si al amarrarla con una
correa para poder salir y evitar ciertos
peligros, también de alguna forma esy
promover una aversión generalizada
hacia a la especie humana, que
afirmemos que todo anda mal y que
no tiene remedio. Porque estaríamos
obviando lo que hacen rescatistas,
santuarios, ONGs, fundaciones, colectivos/as,
escritores, artistas, vegano/
as y todas aquellas personas que, de
una u otra manera, dedican su vida
a luchar para que la situación de los
demás animales cambie. Incluso, aún
más grave, estaríamos diciendo que
muchos/as de nuestros amigos/as, familiares
o conocidos/as son malas personas,
porque no son veganos/as o no
son activistas por la liberación animal.
No hay que endiosarnos tampoco por
el simple hecho de ser veganos/as,
porque, salvo en algunas ocasiones,
ninguno de nosotros se crió preocupándose
por estas cuestiones, y de eso
hay que ser conscientes.
Siendo una mujer vegana, me hallo
continuamente con distintos cuestio-
119