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estamos dañando y cómo podemos
evitarlo. La segunda tiene que ver con
el campo académico investigativo, y
se vincula a una de las herramientas
que ha permitido tejer el puente entre
estas dos luchas: el enfoque feminista
de la interseccionalidad, que se originó
por el feminismo negro en Norteamérica
y que permitió, en su momento,
analizar el racismo y el sexismo de
manera conjunta. Actualmente, los
Estudios Críticos Feministas Antiespecistas
han retomado este cruce para
analizar la dominación masculina y la
opresión entre las Mujeres y los Animales
no humanos.
Para Latinoamérica, este cruce de género,
especie y dominación es relativamente
nuevo, pero indispensable,
porque este análisis ha permitido
comprender los puntos en común que
tienen ambos movimientos en relación
con el Sistema de Dominación.
Los cuerpos que importan y los que
aún no importan, ambos son cuerpos
en disputa, cuerpos atravesados por la
dominación masculina y reproducidos
en la desigualdad corpórea en función
del capital o del capricho patriarcal.
No obstante, se requiere localizar a los
Feminismos y al Antiespecismo desde
lo común. Como hemos podido ir
observando, la instrumentalización de
los cuerpos se da de formas interrelacionadas
entre Mujeres y Animales no
humanos por caprichos patriarcales.
Por esta razón, desde la reflexión Nosotras
Somos Interespecie proponemos
un diálogo entre el movimiento
Feminista y el Movimiento Antiespecista,
en el que la dominación masculina
sea interrelacionada con la
dominación y los diferentes tipos de
violencia a los que son sometidas las
Mujeres y los Animales no humanos.
Al Movimiento Feminista le hacemos
un llamado para que se quite las gafas
del especismo y al Movimiento Antiespecista
lo invitamos a incluir dentro
de su discurso y su práctica un enfoque
de género que asuma dentro de
sí una Ética del Cuidado.
Reflexiones finales
Recordemos que los movimientos sociales
son una reivindicación de la justicia,
pero también son una apuesta
antidiscriminatoria. Por ende, considero
fundamental que desde los mismos
se reconozca que todos los cuerpos
importan sin detenernos en el género,
la clase, la etnia o la especie. Por
esto, es indispensable transitar hacia
la empatía feminista Interespecie, ya
que, de acuerdo con las investigaciones
de las filósofas Feministas Antiespecistas:
Alicia Puleo (2011) Catia Faria
(2016) y Angélica Velasco (2017),
el Movimiento Feminista es especista
y el Movimiento Antiespecista es sexista;
razones por las cuales seguiré
justificando la importancia de que los
Feminismos deberían ampliarse hacia
un enfoque Antiespecista y el Antiespecismo
hacia un enfoque Feminista.
La geografía feminista nos ha enseñado
que la localización de la desigualdad
de las Mujeres es una desigualdad
corpórea, la cual yo extiendo hacia
los Animales no humanos, puesto que
esta desigualdad sitúa a ambos cuerpos
en la violencia y en la precariedad.
Además, esta nos conduce a un
cuestionamiento riguroso del androcentrismo,
que, de acuerdo con Puleo
(2017), se entiende como el “sesgo
de la cultura que hace del varón y de
su experiencia la medida de todas
las cosas” (p.7). Asimismo, no podemos
olvidar que el androcentrismo se
alimenta del antropocentrismo y se
reproduce desde la dominación masculina
hacia los cuerpos humanos y
no humanos. Por lo anterior, enuncio
la necesidad de cuestionarlo y abolirlo
en pro de la Liberación de las Mujeres
y de los Animales no humanos.
¡JUSTICIA,
RESPETO Y
LIBERTAD!
Retomo el cuestionamiento de nuestras
prácticas cotidianas y, por tanto,
naturalizadas. Allí volvemos al lenguaje,
al consumo, a los modos de producción
y a la coherencia que implica el
discurso y la práctica en el ámbito público
y el ámbito privado. Por ejemplo,
no sería coherente que yo sea una activista
feminista antiespecista, que
cuando
termina
una de sus charlas llega
a su casa y se tome un vaso
de leche de vaca. ¿Qué sentido
tendría desde el ámbito público invitar
a los Feminismos a que tengan
perspectiva Antiespecista, si en el
ámbito privado estoy contribuyendo
a que se sigan explotando vacas en
la industria de los lácteos? ¿Sería posible?
La pregunta es: ¿éticamente
sería justificable?
He escuchado decir, en diferentes ocasiones,
que la última de las luchas es
la lucha por la Liberación Animal. Sin
embargo, es inevitable observar que
las relaciones de poder se siguen produciendo
y reproduciendo a través del
capitalismo, el racismo, el sexismo, el
colonialismo y, por supuesto, e l
especismo,
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