PYMES MAGAZINE - MAYO 2022

ACTUALIDAD
PYMES ESPAÑA
7 de cada 10 pymes españolas carecen de página web
Sin duda alguna, la pandemia empujó
a muchos negocios a familiarizarse
con las herramientas digitales y el diseño
web para poder salir a flote. El éxito
que brindó la comunicación digital
en esas circunstancias fue tal, que en
2021 las empresas españolas dedicaron
260.000 euros de media a la comunicación,
tal como señala un estudio
de PR Scope. Actualmente, la imagen
que transmiten las empresas prevalece
por encima de muchos aspectos, hasta
el punto en que el diseño ha aumentado
un 32% los ingresos de las entidades
que lo utilizan adecuadamente,
según datos de la consultora McKinsey
España. El diseño de la marca, que
capta la atención de un mayor número
de clientes y que puede ser el factor
que haga destacar a una empresa frente
a la competencia, se ha convertido en
un eje indispensable para el proceso de
digitalización de cualquier negocio.
“Es evidente que la transformación
digital ya forma parte de la actualidad,
y que ha traído grandes cambios en
el mercado laboral que conocíamos.
Esto exige cada vez más profesionales
con conocimientos más transversales
y digitales, y hay una fuerte demanda
hacia estos perfiles”, explican los
profesores de Deusto Formación,
centro educativo a distancia. De hecho,
el Foro Económico Mundial señaló
en 2020 que estaba previsto crear 133
millones de nuevos empleos en el
mundo relacionados con el diseño digital,
por lo que el perfil de diseñador
gráfico se ha convertido en uno de los
más buscados este 2022.
A pesar de esta nueva realidad, un
informe de GoDaddy ha desvelado
que en España 7 de cada 10 empresas
pequeñas y medianas (pymes) carecen
de página web para desarrollar su
actividad. Esto es debido a que, a pesar
de que muchas plataformas de diseño
permiten desenvolverse fácilmente
para crear pequeñas páginas web prácticas
y cómodas, son herramientas que
precisan de tiempo y experiencia. “La
calidad del trabajo y la optimización
que puede aportar cada plataforma
son diferentes, y resulta esencial contar
con profesionales del sector para crear
un diseño homogéneo y una buena
estrategia de marketing visual que
resulte eficaz ante las ventas”, explican
fuentes de Deusto Formación.
Industria sanitaria marca España: sobra talento, pero
falta apuesta
Las empresas de tecnología sanitaria
españolas, como Cardiva, aportamos
experiencia y solvencia. Poseemos
el conocimiento y una estructura
médica y sanitaria adecuada, pero,
lamentablemente, el tejido industrial
en España es escaso, en comparación
con otros países de nuestro entorno.
Una empresa española competitiva y
en pleno rendimiento nutre al ecosistema
en el que respiramos todos:
ciudadanos, empresas y el propio
Estado. Fabricar un catéter, un stent
o un pack de cobertura quirúrgica es
un proceso largo, complejo e implica
una serie de costes. Lo primero es
la I+D del producto, realizado por
personal altamente cualificado y con
un gran conocimiento técnico. La
preproducción supone, aproximadamente,
un 10% del precio final.
Después, la fabricación sumará un
50% del precio final. Los costes incluyen,
por supuesto, los de mano de
obra. Una vez acabado el producto,
comienza la comercialización que
supone nuevos costes salariales y la
contratación de empresas externas,
que representa un 10% más. Por
último, hay que añadir el beneficio
empresarial.
El verdadero valor diferencial de
una compañía nacional frente a una
extranjera es que todos los costes
anteriores contienen impuestos, que
afectan a todo el proceso de producción,
desde el comienzo. Por ejemplo,
si una empresa española llevara a
cabo ventas por valor de un millón
de euros, habría aportado al Estado
cerca de 400.000 € en impuestos.
Las empresas extranjeras, incluso
contratando parte de su personal en
España, no llegan a semejantes cifras
de impuestos, por lo que el coste
final para el Estado es más alto. Las
cuentas no pueden ser más claras:
comprar producto local es invertir en
nuestro país.
La venta de dispositivos médicos fabricados
en España hace que todo el
dinero de la producción se ponga en
circulación en nuestra economía en
forma de salarios, impuestos y gastos,
siendo un elemento de reactivación
económica y creación de riqueza.
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