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A_Dos_Metros_de_Ti

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ora de la Cevaflomalina! Julie canta, abriendo la puerta de golpe

a la mañana siguiente, con una bolsa de la medicina en la mano.

Asiento. Ya recibí la notificación de la aplicación de Stella y

me mudé del escritorio a mi cama, donde está el atril para el goteo IV,

esperando su llegada.

Miro como Julie cuelga la bolsa, toma la línea IV y se gira hacia mí. Sus

ojos viajan al dibujo que hice de Stella en la sala de yoga, colgando al lado

del dibujo del pulmón que Stella había colocado sobre mi escritorio, la

esquina de su labio hacia arriba cuando lo mira.

—Me gusta verte así —dice, sus ojos se encuentran con los míos.

—¿Así cómo? —pregunto, bajando el cuello de mi camisa.

Ella inserta la línea IV en un puerto en mi pecho.

—Esperanzado.

Pienso en Stella, mis ojos viajan a la bolsa IV de Cevaflomalina.

Extiendo la mano para tocarlo suavemente, sintiendo el peso de la bolsa en

mi palma. El ensayo clínico es tan nuevo. Todavía es demasiado nuevo para

saber cómo resultará esto.

Es la primera vez que me dejo de pensar... lo cual podría ser peligroso.

O incluso estúpido.

No lo sé. Hacerse ilusiones cuando hay un hospital involucrado no me

parece una buena idea.

—¿Qué pasa si esto no funciona? —pregunto.

No me siento diferente. Todavía no, al menos.

Observo la bolsa intravenosa, el goteo constante, gota tras gota de

medicina abriéndose camino en mi cuerpo. Miro a Julie, los dos en silencio

por un momento.

—Pero, ¿y si lo hace? —pregunta, tocándome el hombro. La veo irse.

Pero y si lo hace.

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