L’ENTREVISTACARLOS RANERA (Psiquiatre <strong>de</strong> CSM)MONTSE CARDÓ / MANUEL GUADERRAMA / ROSA ROVIRALa entrevista <strong>de</strong> este número <strong>de</strong> Taní esta<strong>de</strong>dicada a Carlos Ranera, nacido hace52 años en la localidad <strong>de</strong> Caspe (Zaragoza).Es nuestro “psiquiatra <strong>de</strong> enlace”según la terminología oficial pero ha sidomucho más: un colaborador próximo e implicadoen los problemas clínicos motivo<strong>de</strong> consulta, amable en el trato y con totaldisponibilidad para aten<strong>de</strong>r nuestrosrequerimientos. Ahora le conocemos mejory confirmamos nuestras sospechas alrevelarse como una persona interesadaen el sujeto enfermo, la enfermedad y elobjeto <strong>de</strong> la medicina. Tiene i<strong>de</strong>as propias,producto <strong>de</strong> una experiencia prolongada enel ámbito psiquiátrico, pero también unaextraordinaria habilidad para escuchar coninterés, or<strong>de</strong>nar e interpretar el relato <strong>de</strong>lpaciente. Colaborador habitual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> susinicios <strong>de</strong> nuestra revista Taní, es un excelentecomunicador, y sus textos, en forma<strong>de</strong> ensayo científico o colaboración literaria, los hemos <strong>de</strong>scubierto en el suplemento <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong> El País, don<strong>de</strong>se leen con interés por las insospechadas relaciones que <strong>de</strong>scubre. Nos <strong>de</strong>svelará otras áreas <strong>de</strong> su interéscomo la música, la montaña, los caballos o la literatura…. Esperamos que su lectura nos aproxime aún más a uncompañero querido y respetado.¿Cuántos años hace que ejerces la psiquiatría?Veintitrés años, creo. Aquí, en Vilafranca, prácticamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l CSMA, cuando <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong>l InstitutoPere Mata <strong>de</strong> Reus y atendía también a la población que ahora pertenece a San Juan <strong>de</strong> Dios. Estábamosen un piso, en la plaza <strong>de</strong>l Penedès, sin calefacción, ni aire acondicionado, por supuesto. En invierno, antes <strong>de</strong>abrir la agenda <strong>de</strong>l día, encendíamos las estufas <strong>de</strong> butano y, en verano, unos enormes ventiladores que siemprefallaban. Tiempos <strong>de</strong> penurias pero muy divertidos.¿Y en el hospital , con el programa <strong>de</strong> enlace?Casi ocho años. Antes <strong>de</strong> la implantación <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> psiquiatría <strong>de</strong> enlace ya existía una buena relación conel hospital, pero queríamos estar físicamente presentes y trabajar con el paciente en cama y al lado <strong>de</strong>l equipoasistencial responsable <strong>de</strong>l caso. La Dra. Muley, coordinadora <strong>de</strong>l CSMA, apostó por el proyecto que le presenté,y a mí, particularmente, siempre me habían interesado los temas relacionados con la medicina psicosomáticay los problemas <strong>de</strong> esa “interface” cuerpo-mente, medicina-psiquiatría. A pesar <strong>de</strong> su relativa “juventud” -o talvez por ello- la psiquiatría <strong>de</strong> enlace, como subespecialidad, se ha ido incorporando a la rutina asistencial <strong>de</strong>los hospitales gran<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> primer nivel, constituyendo unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> psicosomática integradas con el resto <strong>de</strong> lasespecialida<strong>de</strong>s médicas y dotadas con personal cualificado y multidisciplinar. Están claras las diferencias connuestra experiencia, cuando a<strong>de</strong>más se trata <strong>de</strong> un hospital comarcal pero, sin embargo y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi punto <strong>de</strong>vista, la predisposición <strong>de</strong> los profesionales, la accesibilidad y la cercanía han permitido crear el clima para quela psiquiatría esté allí participando, con su particular visión, <strong>de</strong> los avatares <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> enfermedad a lolargo <strong>de</strong> la vida.50¿ Tus inicios en la disciplina?Hice la carrera en Zaragoza. Nada más acabar, nació mi hija Carlota así que, antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidirme por una especialidad,estuve unos años haciendo todo tipo <strong>de</strong> sustituciones y “trabajos médicos” varios. Tomé la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> hacerpsiquiatría en la Plaza <strong>de</strong> Toros <strong>de</strong> Calatayud, asistiendo con las autorida<strong>de</strong>s locales, en calidad <strong>de</strong> médico “sustituto”a las corridas <strong>de</strong> las fiestas <strong>de</strong> aquel verano. Yo no estaba hecho para hacer suturas y mucho menos paraexplorar una cornada en la ingle <strong>de</strong> un torero. Me formé en Psiquiatría en el Instituto Pere Mata <strong>de</strong> Reus. Para mí,una experiencia inolvidable, por razones personales y también por afinidad con una corriente cultural y filosófica,una manera <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la psiquiatría que, si bien estaba en sus últimos días <strong>de</strong> vida, aún pu<strong>de</strong> disfrutar algúnQue els elefants siguin tan intel·ligents i els homes tan bèsties, <strong>de</strong>u ser una quesito d’educació (Alejandro Dumas)
L’ENTREVISTAtiempo: La Psiquiatría <strong>de</strong> Sector y la Psicoterapia Institucional. Fueron unos años intensos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todos los puntos<strong>de</strong> vista. Los que allí coincidimos, tuvimos la fortuna <strong>de</strong> conocer a Francesc Tosquelles, nacido en Reus, discípulo<strong>de</strong> Lacan durante su exilio en Francia y uno <strong>de</strong> los principales transmisores <strong>de</strong>l psicoanálisis centroeuropeo en susperiódicos viajes <strong>de</strong> vuelta a Cataluña.Eran los tiempos <strong>de</strong> las palabras loco y locura. Palabras que a mí me siguen pareciendo respetables y bellas, yque no se interponían entre los pacientes y nosotros, no <strong>de</strong>nunciaban sino que intentaban dar un significado humanizantea la experiencia <strong>de</strong>lirante.ContinúaAcabada mi formación, me trasladaron a un equipamiento resi<strong>de</strong>ncial que también <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong>l Instituto PereMata, <strong>de</strong> adolescentes con retraso mental y autismo. Fue muy enriquecedor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista humano, perotambién profesional. Creo que nunca <strong>de</strong>spués estudié tanto, investigué tanto, imaginé tanto…y nunca encontréluego ese mismo nivel <strong>de</strong> trabajo en equipo como el que <strong>de</strong>sarrollamos allí. En esta etapa, aparecen dos nombrespropios: Angel Rivière, catedrático <strong>de</strong> Psicología cognitiva <strong>de</strong> la Autónoma <strong>de</strong> Madrid, tristemente fallecido enpleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su inmenso trabajo en el autismo y Aaron Katcher, profesor <strong>de</strong> Psiquiatría <strong>de</strong> la Universidad<strong>de</strong> Pensylvania y una <strong>de</strong> las figuras más representativas <strong>de</strong> las terapias asistidas con animales en el autismo.Nos “embebimos” <strong>de</strong> ambos y, más tar<strong>de</strong>, con los dos pudimos hablar personalmente. A ambos les <strong>de</strong>bemosuna experiencia pionera, en aquél momento y en nuestro medio, <strong>de</strong> terapia asistida con caballos en adolescentesautistas gravemente afectados. Conseguimos apoyo institucional para iniciar un programa que aún dura y cuyos resultadosnos siguen impresionando. Y yo, que nunca había subido a un caballo, aprendí a montar a galope. Luego,ya me <strong>de</strong>stinaron a CSMA, pero no olvidé nunca lo que aprendí en un lugar en el que no había acceso a la palabray los ruidos eran autoagresiones, gritos, risas y llantos.En el fondo te encanta la medicina clínicaSí, soy muy médico, si se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir así. Antes que psiquiatra, me consi<strong>de</strong>ro médico. Lo sigo notando en las conversacionescon muchos colegas <strong>de</strong> especialidad, tienen las i<strong>de</strong>as más claras, menos porosas. Yo estoy siempreen un vaivén, en un no sé, en un tal vez…Me interesan los temas médicos y, particularmente, la manera como cadaindividuo codifica la enfermedad física, el sufrimiento <strong>de</strong>l cuerpo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su propio aparato psíquico. Pienso a<strong>de</strong>másque toda la psiquiatría acabará siendo, en cierto modo y en función <strong>de</strong> los avances científicos, una psiquiatría <strong>de</strong>enlace, es <strong>de</strong>cir, una medicina que tienda a explicar las relaciones entre síntoma y signo.Locos, ¿lo estamos un poco todos?Para las <strong>de</strong>finiciones actuales, tipo OMS, podría ser. La salud es algo inalcanzable así <strong>de</strong>finida, como “un estado<strong>de</strong> bienestar biopsicosocial”. Pero no, no <strong>de</strong>beríamos <strong>de</strong> estar todos locos, ni volvernos locos, ni acudir al sistemasanitario para buscar soluciones a los problemas <strong>de</strong> la vida cotidiana. Los límites entre salud y enfermedad sonporosos, pero también coyunturales y sometidos a las reglas <strong>de</strong>l mercado. Hay enfermeda<strong>de</strong>s que ven<strong>de</strong>n y medicamentosque buscan una enfermedad para ser vendidos. Hay nuevos diagnósticos hechos a medida <strong>de</strong>l momentosocial, cultural, incluso político. Y si se pue<strong>de</strong> diagnosticar, habrá que ensayar una estrategia terapéutica ad hoc.Ésta es la trampa. Toleramos mal el sufrimiento, cualquier tipo <strong>de</strong> sufrimiento, aunque sea la expresión necesariapara superarnos, como ocurre con el duelo, las separaciones o las crisis vitales.Por el contrario, las gran<strong>de</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s mentales tienen una estabilidad transcultural, son las mismas aquí queen Senegal, Australia o EEUU…, el esquizofrénico tiene la misma clínica en todas partes. Prestamos asistenciapsiquiátrica a problemas <strong>de</strong> la vida cotidiana y escasea nuestro tiempo para aten<strong>de</strong>r el trastorno mental grave.Cambios en los últimos 30 años,Hemos mejorado nuestra capacidad diagnóstica. La investigación ha <strong>de</strong>sarrollado medicamentos cada vez máseficaces y con menos efectos secundarios. Se han reconsi<strong>de</strong>rado aspectos esenciales en rehabilitación y funcionalidad.Se ha reducido la influencia aleatoria <strong>de</strong> visiones parciales sobre la enfermedad mental, pero no así elestigma social y el autoestigma <strong>de</strong> la enfermedad mental. Pienso, <strong>de</strong> todos modos, que el estigma <strong>de</strong> una enfermedadcrónica y <strong>de</strong> pronóstico incierto, tiene más que ver con las posibilida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> curación o mejora,que con campañas, maratones o esfuerzos sociales dirigidos en su contra. Lo que ha mejorado –aunque no <strong>de</strong>ltodo- la visión estigmatizada <strong>de</strong>l cáncer ha sido efectivamente la mejora notable <strong>de</strong> los resultados y <strong>de</strong>l pronósticocon los tratamientos utilizados. En psiquiatría estamos aún lejos <strong>de</strong> este paradigma, cuando nos referimos a lostrastornos mentales graves.Hemos transmitido a la opinión pública un falso mensaje <strong>de</strong> que todo sufrimiento tiene un tratamiento, hemos<strong>de</strong>scuidado la palabra y la hemos <strong>de</strong>valuado a la categoría <strong>de</strong> “charlas”, promoviendo así un afán pedagógico quepreten<strong>de</strong> transmitir la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que conociendo el embrollo <strong>de</strong>l pensamiento en el que uno está, pue<strong>de</strong> evitarlo.Los psiquiatras <strong>de</strong>rivamos a los psicólogos aquellas consultas en las que se <strong>de</strong>manda hablar, abrumados por lasL’ateisme és el vici d’unes poques persones intel·ligents (Voltaire)51