L’ENTREVISTAlistas <strong>de</strong> espera, sobre todo en los CSM, en los que cada uno trabaja a <strong>de</strong>stajo, a puerta cerrada y contra reloj paraaliviar una consulta diaria enturbiada <strong>de</strong> bajas laborales, complicaciones legales y solicitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> pensiones… es<strong>de</strong>cir, embarcados en una tarea muchas veces exclusivamente burocrática. Nos cuesta entonces percibir lo másespecífico nuestro: la capacidad <strong>de</strong> atemperar, <strong>de</strong> remediar mediante la palabra, <strong>de</strong> dar otra versión <strong>de</strong> las cosas...En vez <strong>de</strong> reinvindicar las psicociencias, por <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong> alguna manera, nos empeñamos en ser neurocientíficos yahí estamos, una vez más atrapados.Casos clínicosA<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la actividad asistencial más frecuente en psiquiatría <strong>de</strong> enlace, es <strong>de</strong>cir, la que tiene que ver con elafrontamiento <strong>de</strong> la enfermedad física, incluso con el manejo <strong>de</strong> los síntomas psiquiátricos que se asocian casiinvariablemente a diversos trastornos orgánicos o aquellos otros que se encuentran en territorio compartido, comoel <strong>de</strong>lirium, las pseudocrisis epilépticas o las <strong>de</strong>mencias frontotemporales, quisiera llamar la atención, sobre otroscasos que son primariamente psiquiátricos y en los que la enfermedad mental grave se <strong>de</strong>svela en el contexto <strong>de</strong>cualquier causa médica <strong>de</strong> ingreso. Muy recientemente, el servicio <strong>de</strong> cirugía <strong>de</strong> este hospital operó <strong>de</strong> urgencia untricobezoar en una joven ecuatoriana. Son muy pocos los casos que se han reportado en nuestro país. Se trataba<strong>de</strong> una niña que llevaba mucho tiempo comiéndose su propio pelo, sin que nadie <strong>de</strong> su entorno se hubiera dadocuenta, hasta casi “parir la bola <strong>de</strong> pelo”. Pudimos más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>svelar sus motivos y vincularla a un tratamientoen el CSMIJ. Recuerdo también a una paciente que seguimos durante unos meses en su recuperación, tras un intento<strong>de</strong> suicidio por precipitación con importantes secuelas ortopédicas. Había protagonizado el suicidio en fasemaníaca <strong>de</strong> un trastorno bipolar no tratado. En nuestro medio, rural y disperso, no es infrecuente que exploremos aun paciente porque está nervioso o <strong>de</strong>primido o duerme mal en cualquier proceso <strong>de</strong> enfermedad, y <strong>de</strong>scubramosque estamos ante una psicosis tipo esquizofrenia crónica, que se ha mantenido hasta ese momento en un curiosoequilibrio con su contexto inmediato <strong>de</strong> vida. En estos casos, a veces, uno no sabe si intervenir o no.Respetando el <strong>de</strong>lirio, pero será necesario algún tipo <strong>de</strong> intervenciónSí, pero no sé si siempre hay que tratar el <strong>de</strong>lirio, sin tratar a la persona que <strong>de</strong>lira. No po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> respetaral loco y su locura, y en cualquier caso el <strong>de</strong>lirante también tiene una responsabilidad individual. Hemos sidoexcesivamente proteccionistas, cubriendo con las leyes o las normas, véase incapacida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>más, aquello queno podíamos manejar <strong>de</strong> otra manera. Y a<strong>de</strong>más, en realidad, no sabemos, aún, cómo tratar el <strong>de</strong>lirio en su raíz.Suavizamos el dolor anímico <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lirante y su familia, la angustia <strong>de</strong>l que se siente perseguido, celoso, víctima <strong>de</strong>un complot o…Probablemente mejoramos su calidad <strong>de</strong> vida, pero el <strong>de</strong>lirio suele quedar encapsulado en algúnlugar <strong>de</strong>l aparato psíquico, no hay cirugía ni quimioterapia para muchos <strong>de</strong> estos casos.Recordamos tu sección en El País, una explicación <strong>de</strong>l trastorno mental <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> manual queiba acompañado <strong>de</strong>l relato <strong>de</strong> un <strong>de</strong>lirio, con habilidad literararia.Sí, una experiencia estupenda e inesperada. Aún guardo ese suplemento <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007, don<strong>de</strong>apunté el correo <strong>de</strong> Milagros Pérez Oliva, su redactora jefa. Yo estaba ingresado en el <strong>Hospital</strong> Miguel Servet <strong>de</strong>Zaragoza, en la planta <strong>de</strong> infecciosos, con un cuadro pulmonar que acabó siendo, tras un penoso diagnósticodiferencial por lo más sombrío, un granuloma eosinófilo. Así es que <strong>de</strong>cidí, por si acaso, hacer lo que tantas vecesquise hacer. Le mandé un correo con uno <strong>de</strong> los casos que más me habían impresionado, sin excesiva esperanza<strong>de</strong> que aquello fuera a ninguna parte. Al mes siguiente estaba publicado. Se trataba <strong>de</strong> un paciente que pa<strong>de</strong>cíaun <strong>de</strong>lirio <strong>de</strong> dobles, la ilusión <strong>de</strong> sosías. A partir <strong>de</strong> entonces, la publicación periódica <strong>de</strong> los relatos ha sido paramí una fuente constante <strong>de</strong> aprendizaje y <strong>de</strong> reflexión personal. Y he tenido la fortuna <strong>de</strong> conocer a una periodista<strong>de</strong> un calado humano y un bagaje cultural impresionantes. Pero los tiempos no están para licencias arriesgadas yel suplemento Salud <strong>de</strong> El País, ha pasado a la redacción <strong>de</strong> Madrid para abaratar costos, apurándose en aplicarla fórmula <strong>de</strong> la zanahoria, el ejercicio y la dieta sana. Y Milagros Pérez Oliva ha asumido una responsabilidad aúnmayor en su carrera, la <strong>de</strong> Defensora <strong>de</strong>l Lector.Aparte <strong>de</strong> la actividad profesional, sabemos que tienes intereses en muchos camposBueno, creo que son intereses universales. La música. Me hubiera gustado ser músico. Pero afino fatal y nuncaacabo una canción entera a la guitarra. De todos modos, la música ha estado y está muy presente en mi vida diariay no sólo en casa o caminando por la calle o conduciendo... Me lo he pasado muy bien conociendo otros aspectos<strong>de</strong> la música y los músicos. He sido “manager-consorte” (¿pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse así?) y promotor, a pequeña escalapero entusiasta y muy afortunado, <strong>de</strong> Susana Germa<strong>de</strong>, y ahora mismo empujo la carrera <strong>de</strong> Ewa Wikstrom y sugrupo Dodó, <strong>de</strong> folk sinfónico, y el primer CD “Construindo” <strong>de</strong> Vivian Amarante, cantante brasileña y una granamiga, instalada en Tarragona. En mi ipod suenan ellas y Van Morrison, Neil Young, Pink Floyd, Radiohead, KeithJarrett, Bill Evans…Tengo también mis adicciones que me acompañan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la adolescencia: suelo atracarmehasta vomitar con Silvio Rodriguez, una o dos veces al año; lo mismo me pasa con Bob Dylan. Y mis “parafilias”,consecuencia <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la amistad: toda la música en lengua portuguesa. Brasil: Antonio Carlos52La més gran <strong>de</strong>claració d’amor és la que no es fa; l’home que sent molt, parla poc (Platón)
L’ENTREVISTAJobim, Joao Gilberto, Elis Regina, Chico Buarque, Caetano Veloso o Marisa Monte. Y <strong>de</strong> Portugal, el Fado. Siemprevuelvo al fado.Tus fadistas preferidos:Entre los jóvenes, hay un fadista que me encanta, Antonio Zambujo. Hace un fado culto y refinado con muchasinfluencias brasileiras. También Gisela Joâo que está dando mucho que hablar. Me gustan Joana Costa y MargaridaGuerreiro, que interpreta maravillosamente algunos poemas <strong>de</strong> Pessoa, y Cristina Branco. Pero soy un admiradorincondicional <strong>de</strong> Mariza. Hay un ví<strong>de</strong>o suyo imprescindible para enamorarse <strong>de</strong>l Fado, acompañada por Jaques Morelenbaum,en Lisboa. Pero aparte <strong>de</strong> éstas y muchas otras figuras consagradas, es un inmenso placer escucharesta “música <strong>de</strong>l alma” en cualquiera <strong>de</strong> las casas <strong>de</strong> fado <strong>de</strong> Lisboa o <strong>de</strong> Oporto o Coimbra. Suelen actuar treso cuatro cantantes, interpretando cada uno dos o tres fados seguidos. Cuando van a cantar se oscurece la luz <strong>de</strong>lrestaurante y, en algunos, un camarero o el maître dice “Silêncio senhores, va cantarse o fado”.Otras aficionesMi paraíso particular. Agua y roca. La Sierra <strong>de</strong> Guara, en el somontano <strong>de</strong> Huesca. Ro<strong>de</strong>llar, Alquezar, Asque…Des<strong>de</strong> los 16 años y hasta ayer mismo. He pasado mucho tiempo allí, veranos, fines <strong>de</strong> semana…Ahora van másmis hijos, Adrián y Carlota. De la mano <strong>de</strong> Cristian Abadie, uno <strong>de</strong> los pioneros aperturistas <strong>de</strong> cañones y barrancos,fui conociendo la roca y el río, antes <strong>de</strong> que tuviéramos trajes <strong>de</strong> neopreno y cuando nos agolpábamos en unapiedra al sol, entre rapel y rapel, para coger un poco <strong>de</strong> calor y continuar <strong>de</strong>scendiendo. Pero también sus gentes,sus pueblos, sus costumbres… Soy un aragonés <strong>de</strong> cultura prepirinaica, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> buen humor, conversador,amante <strong>de</strong> la uva y <strong>de</strong>l sol, y con el pronto <strong>de</strong> mi abuelo Braulio (<strong>de</strong> Huesca), que se enfadó con mi abuela unjunio y volvió un septiembre con un hueso <strong>de</strong> jamón en una mano y un ramo <strong>de</strong> romero en la otra, según cuentami madre todas las noches buenas.Proyectos <strong>de</strong> futuroApren<strong>de</strong>r portugués. Tomo clases <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace unos meses. Aprovecho para hacer mis pinitos leyendo a Pessoa oSaramago, dos <strong>de</strong> mis autores preferidos, en su lengua natal. De Pessoa, ya recito <strong>de</strong> memoria algunos poemas:...Sem a loucura que é o homenMais que a besta sadiaCadáver adiado que procria?...…(¿Sin locura qué es el hombreMás que la bestia sana,Cadáver aplazado que procrea?)…Y eso <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r portugués viene a cuento, entre otras cosas, porque estoy colaborando en un proyecto algo atípico,por <strong>de</strong>cir algo: “Las Primeras Jornadas <strong>de</strong> Fado y Psiquiatría” que, si nada lo impi<strong>de</strong>, tendrán lugar en noviembrepróximo en Oviedo, no en Portugal. El entusiasmo <strong>de</strong>l Dr. Angel García Prieto, psiquiatra en la capital asturianay uno <strong>de</strong> los mayores conocedores <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l fado, me convenció para meterme en esta aventura con varioscolegas lusitanos, tras leer uno <strong>de</strong> mis artículos “Fado porque me faltan sus ojos” que relataba el caso <strong>de</strong> unapaciente enferma <strong>de</strong> nostalgia y que sólo podía contar lo que le pasaba recitando fados. El hilo conductor <strong>de</strong> esasjornadas será la psicopatología <strong>de</strong> la nostalgia, mejor, <strong>de</strong> la sauda<strong>de</strong>. Pero habrá fados, por supuesto y fadistas.Como apuntaba Pessoa: “La poesía –y la canción es una poesía ayudada- refleja lo que el alma no tiene. Por esola canción <strong>de</strong> los pueblos tristes es alegre y la canción <strong>de</strong> los pueblos alegres es triste. El fado, sin embargo, noes alegre ni triste. Es un episodio <strong>de</strong> intervalo. El fado es el cansancio <strong>de</strong>l alma fuerte...”Leer. Tengo que leer. Presento en otoño una ponencia que lleva por título “De la historia clínica al relato” en el CongresoLatinoamericano <strong>de</strong> Psiquiatría <strong>de</strong> México, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una sección <strong>de</strong> literatura y psiquiatría. Oliver Sacks, ensu prefacio <strong>de</strong> “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” explicita con toda claridad el sentido que yoquisiera que tomara ese trabajo: “ Para situar <strong>de</strong> nuevo en el centro <strong>de</strong> la cuestión al sujeto, hemos <strong>de</strong> profundizarhasta hacerlo narración o cuento; sólo así tendremos un quién a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un qué”.Y <strong>de</strong>bería publicar lo antes posible “Otra Ciudadanía” mi primera novela <strong>de</strong> relatos clínicos… Pero a mí lo que másme gusta hacer es “marear la perdiz” (hay alguien que sabe bien <strong>de</strong> lo que hablo).Quisiera <strong>de</strong>jar constancia <strong>de</strong> que me he sentido y me sigo sintiendo muy bien acogido en este <strong>Hospital</strong>. Creo quecada jueves vengo con un parecido buen humor. Pero en lo personal, y al margen <strong>de</strong> la satisfacción que para mísupone apren<strong>de</strong>r con vosotros y apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vosotros, sé que he hecho nuevos y buenos amigos y ésto no tieneprecio en los tiempos que corren.Estimar-se a un mateix és el principi d’una història d’amor eterna (Oscar Wil<strong>de</strong>)53