Hacia el 'Día Después del Desarrollo' - Iepala
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cognitivas y culturales que naturalizan, normalizan y reproducen opiniones, actitudes y prácticas<br />
sociales compartidas por los miembros de ciertos grupos o culturas (Van Dijk 2006). La<br />
colonización cultural estableció cadenas mentales, muchas de las cuales funcionan disfrazadas en<br />
respuestas institucionalizadas que nuestra comunicación dominada y educación domesticada—<br />
descontextualizadas—nos hacen aceptarlas como verdades absolutas. Pero éstas responden a<br />
preguntas concebidas bajo ciertos valores, intereses y compromisos, cuyo lugar de enunciación<br />
los ubica lejos de nuestra realidad y los exonera d<strong>el</strong> compromiso con nuestro futuro.<br />
La metodología que disponemos para realizar la deconstrucción y la descolonización d<strong>el</strong> poder y<br />
saber, articulados en <strong>el</strong> discurso hegemónico e institucionalizados en la forma de r<strong>el</strong>aciones<br />
sociales y prácticas institucionales de mando, control y dominación, es la etnografía institucional<br />
(Smith 1980, 1987, 2006) que investiga los vínculos entre la experiencia cotidiana de individuos y<br />
grupos y los procesos translocales que organizan y coordinan dicha experiencia como parte<br />
constitutiva de los dispositivos de poder de la sociedad (Foucault 1976; Brooks 1994; Campb<strong>el</strong>l y<br />
Gregor 2002). Sin embargo, considerando nuestro interés en <strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong> progreso/desarrollo,<br />
dicho método debe incorporar <strong>el</strong> análisis crítico d<strong>el</strong> discurso político-ideológico (Shapiro 1984;<br />
Seid<strong>el</strong> 1985; van Dijk 1985, 1996, 2006; Wodak y Meyer 2001), para desv<strong>el</strong>ar los vínculos entre<br />
las estructuras d<strong>el</strong> discurso y las estructuras d<strong>el</strong> poder (van Dijk 1989; Sachs 1996; Rist 1997;<br />
Escobar 1998). De esta combinación resulta una etnografía institucional crítica que vincula<br />
poder (política), saber (ciencia) y vida (ética) en <strong>el</strong> discurso que crea y disfraza prácticas para la<br />
manipulación cotidiana d<strong>el</strong> acceso a mercados cautivos, materia prima abundante, mano de obra<br />
barata, mentes obedientes y cuerpos disciplinados en <strong>el</strong> “campo d<strong>el</strong> desarrollo” (Ribeiro 2008).<br />
Si <strong>el</strong> discurso es <strong>el</strong> método d<strong>el</strong> poderoso para establecer su hegemonía, la etnografía institucional<br />
crítica es <strong>el</strong> método de los subalternos para desv<strong>el</strong>ar sus falsas premisas, falsas promesas y<br />
soluciones inadecuadas, minar sus estrategias argumentativas y prácticas discursivas y sembrar<br />
una realidad contra-hegemónica. El poder d<strong>el</strong> método reside en la pregunta comprometida con<br />
la comprensión y transformación de la realidad desigual, violenta e injusta creada por <strong>el</strong> método<br />
d<strong>el</strong> poder, que “naturaliza” y banaliza la violación cotidiana de lo humano, lo social, lo cultural,<br />
lo ecológico y lo ético, vistos como “obstáculos al desarrollo”, o sea, “barreras” al ejercicio d<strong>el</strong><br />
derecho d<strong>el</strong> superior sobre los mercados cautivos, materia prima abundante, mano de obra<br />
barata, mentes dóciles y cuerpos disciplinados d<strong>el</strong> inferior. El cambio de las personas implica<br />
deconstruir, descolonizar y reconstruir <strong>el</strong> discurso—régimen de verdades—que condiciona sus<br />
modos de interpretación e intervención, fuente de inspiración de decisiones y acciones.<br />
La etnografía institucional de la dicotomía “civilizado-primitivo”<br />
América se ha rev<strong>el</strong>ado siempre y sigue rev<strong>el</strong>ándose impotente en lo físico como en lo<br />
espiritual […] Estos pueblos de débil cultura perecen cuando entran en contacto con<br />
pueblos de cultura superior y más intensa. Los americanos viven como niños, que se<br />
limitan a existir, lejos de todo lo que signifique pensamientos y fines <strong>el</strong>evados. 20<br />
Estoy convencido de que mi idea representa la solución d<strong>el</strong> problema social, a saber,<br />
para salvar los 40 millones de habitantes d<strong>el</strong> Reino Unido de una guerra civil funesta,<br />
nosotros, los políticos coloniales, debemos dominar nuevos territorios para ubicar <strong>el</strong><br />
exceso de la población, para encontrar nuevos mercados en los cuales colocar los<br />
productos de nuestras fábricas y…minas. El imperio, siempre he dicho, es una cuestión<br />
de estómago. Si no queréis la guerra civil, debéis convertirte en imperialistas. 21<br />
20 Friedrich Heg<strong>el</strong>, Lecciones sobre filosofía de la historia universal; en Pachón Soto (2007b:29).<br />
21 Cecil Rhodes, hombre de negocios británico, argumentando en defensa de la posesión de colonias en<br />
África, al final d<strong>el</strong> siglo XIX; en Ribeiro (2007:61).<br />
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