Descargar - Els arbres de Fahrenheit
Descargar - Els arbres de Fahrenheit
Descargar - Els arbres de Fahrenheit
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>de</strong>ja muchas enseñanzas. Después <strong>de</strong> él no po<strong>de</strong>mos seguir reclamando la<br />
intolerancia en nombre <strong>de</strong> la consecución <strong>de</strong> nuestras metas. Después <strong>de</strong> Paco<br />
no po<strong>de</strong>mos leer a Marx con maneras <strong>de</strong> loro ortodoxo ni <strong>de</strong> Torquemada<br />
radical por que no sabe enten<strong>de</strong>r los tiempos <strong>de</strong> perplejidad que nos han<br />
tocado. Después <strong>de</strong> Paco sabemos que Gramsci es el marxista que nos va a<br />
conducir con más astucia por el siglo XXI. Después <strong>de</strong> Paco sabemos que no<br />
hay socialismo si no es ecologista, si no es feminista, si no es pacifista.<br />
Después <strong>de</strong> Paco sabemos que los partidos -él, un hombre siempre “<strong>de</strong>l”<br />
partido- no bastan para cuidar <strong>de</strong> los asuntos públicos. Después <strong>de</strong> Paco -y<br />
mucho antes que Zizèk y otros asustaviejas- sabemos que en la vertiginosidad<br />
<strong>de</strong> los fotogramas <strong>de</strong> una película hay más pistas sobre nuestro mundo que en<br />
buena parte <strong>de</strong> los libros políticos que editan editoriales que hacen dinero con<br />
libros <strong>de</strong> cocina. Después <strong>de</strong> Paco sabemos que sin una buena teoría la<br />
práctica anda ciega, que necesitamos hacer el esfuerzo <strong>de</strong> interrogar a la<br />
metodología, <strong>de</strong> volver a preguntarle a la ciencia por las cuestiones <strong>de</strong> la<br />
objetividad y <strong>de</strong> la transformación social. Después <strong>de</strong> Paco sabemos que “ni<br />
Marx ni menos”. Con esa mirada irónica, nunca -nunca- cínica, llena <strong>de</strong><br />
compasión, profundamente humanista porque era profundamente <strong>de</strong><br />
izquierdas. Paco nos obliga a los críticos feroces <strong>de</strong> nuestros mayores a no<br />
meter en el mismo saco a la generación <strong>de</strong>l 68 y sus entornos. Él no fue como<br />
toda esa cuerda <strong>de</strong> paniaguados que <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> pelear, que sembraron la<br />
transición con las minas <strong>de</strong>l consenso y la ocultación y que, a<strong>de</strong>más,<br />
pretendían seguir dando lecciones <strong>de</strong> radicalidad <strong>de</strong> izquierda a los que venían<br />
<strong>de</strong>trás.<br />
Hoy Paco no ha podido leer en la prensa como cuenta Francisco Rubio<br />
Llorente, uno <strong>de</strong> los vicepresi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l Tribunal Constitucional, que suya fue la<br />
i<strong>de</strong>a que <strong>de</strong>bía contentar a Tirios y Troyanos -valga <strong>de</strong>cir fascistas y<br />
<strong>de</strong>mócratas- cuando en 1976 había que hacer algo en el Parlamento <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>mocracia con los símbolos <strong>de</strong>l franquismo: “Dejarlos y quitarlos era un<br />
problema (…) ¿Solución: los tapamos con tapices”. Esa es la <strong>de</strong>mocracia que<br />
hemos heredado: franquismo tapado con tapices. Paco nos ayudó a arrancar<br />
los trapos <strong>de</strong> fieltro y bordados falsos a tantas mentiras. Porque era generoso.<br />
Porque primó en su vida luchar por la <strong>de</strong>mocracia y el socialismo antes que<br />
125