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Descargar - Els arbres de Fahrenheit

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FRANCISCO FERNÁNDEZ BUEY: UN PENSADOR<br />

POLIÉTICO<br />

ANTONIO Y. VÁZQUEZ-ARROYO*<br />

No ocurre con frecuencia, pero suce<strong>de</strong>. Y cuando suce<strong>de</strong> es regocijante<br />

y <strong>de</strong>sorientador en igual medida. Encontrar un pensador, una i<strong>de</strong>a, sin la cual el<br />

pensar propio repentinamente resulta inconcebible. En mi caso la i<strong>de</strong>a es “la<br />

poliética.” Y el pensador es Francisco Fernán<strong>de</strong>z Buey, quien acaba <strong>de</strong><br />

fallecer. La noticia <strong>de</strong> su fallecimiento el pasado 25 <strong>de</strong> agosto me abrumó <strong>de</strong><br />

una forma muy particular, pues apenas conocía al profesor <strong>de</strong> ética y política<br />

en la Universitat Pompeu Fabra en Cataluña, aunque si conozco a Fernán<strong>de</strong>z<br />

Buey, el autor <strong>de</strong> una obra. Digo apenas ya que mi único encuentro con el<br />

sucedió en el verano <strong>de</strong>l 2007, cuando estando en Barcelona <strong>de</strong>cidí enviarle un<br />

correo electrónico y pedirle una cita.<br />

Paco, como el se me presentó cuando llegué a su oficina, y como sus<br />

amigos le llamaban, cortésmente contestó mi inesperada misiva. Una vez lo<br />

conocí, dos cualida<strong>de</strong>s me resultaron evi<strong>de</strong>ntes: una total y refrescante<br />

ausencia <strong>de</strong> esa avi<strong>de</strong>z fastidiosa <strong>de</strong> muchos académicos, y una apertura,<br />

sencillez y espíritu <strong>de</strong> conversación, atributos que conforman un temperamento<br />

genuinamente <strong>de</strong>mocrático. Conocí a un intelectual no ensalzado en los<br />

protocolos profesionales <strong>de</strong>l mundo académico, y provisto <strong>de</strong> un alto grado <strong>de</strong><br />

alfabetización política, que en su caso era el resultado <strong>de</strong> largos años <strong>de</strong><br />

militancia anti-Franquista y comunista. Encontré en él esa rara combinación <strong>de</strong><br />

generosidad y sobriedad, esa complexión tersamente severa que facilita el<br />

diálogo serio y pon<strong>de</strong>rado; un pensar que no admite evasivas, un pensamiento<br />

crítico que no elu<strong>de</strong> responsabilidad intelectual y política. Impresiones éstas<br />

que se cristalizaron a partir <strong>de</strong> unas dos horas y media que para mi fueron muy<br />

memorables; tar<strong>de</strong> aquella que he recreado en mi mente en más <strong>de</strong> una<br />

ocasión. Salí <strong>de</strong> allí habiendo conocido a Paco; pero para mi el siguió siendo<br />

Fernán<strong>de</strong>z Buey. Y es Fernán<strong>de</strong>z Buey el que siempre me acompaña en mis<br />

reflexiones, y es su legado el que perdurará <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la partida <strong>de</strong> Paco.<br />

Tomará mucho tiempo pasar juicio crítico y razonado sobre la totalidad<br />

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