Descargar - Els arbres de Fahrenheit
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mismísimo Rafael Ribó, y eso que mi intervención se apoyaba en una<br />
argumentación <strong>de</strong> Vázquez Montalbán. Aquel día Voltas fue más precisos, y<br />
lamentó que gente que había sido cómplices (yo creo que más), <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>rechos nacionales pa<strong>de</strong>cíamos un “hartazgo” <strong>de</strong> aquel pujolismo que pasaba<br />
por el caso <strong>de</strong> Banca Catalana como el sol por el espejo.<br />
Está claro que existía un malestar entre la izquierda que había<br />
i<strong>de</strong>ntificado el “fet nacional” –por utilizar la terminología <strong>de</strong> Sacristán- como<br />
una moneda <strong>de</strong> dos caras: se luchaba por dichas liberta<strong>de</strong>s en el cuadro <strong>de</strong> las<br />
mejoras <strong>de</strong>mocráticas y sociales <strong>de</strong> la mayoría trabajadora, y como trasfondo el<br />
<strong>de</strong>terioro y la aculturización <strong>de</strong> las barriadas obreras emigrantes que tanto se<br />
habían agitado en los setenta. Pero, tras la victoria convergente ante una<br />
izquierda institucional con más pru<strong>de</strong>ncia que vergüenza, esta segunda parte<br />
se había olvidado. Contra Franco lo vergonzoso era ser cómplices <strong>de</strong> los<br />
patronos que habían sido felices con el régimen, y ahora eran los dioses<br />
convergentes los que ocupaban el escenario. Pero una cosa eran las liberta<strong>de</strong>s<br />
y otra muy diferente aquel nacionalismo lingüístico que también incidía en la<br />
realidad social…Al final, todo se <strong>de</strong>scompuso. La gente <strong>de</strong> mientras tanto (que<br />
había hecho la convocatoria inicial junto con El Viejo topo y El Ciervo), así<br />
como los llamados “anguitistas”, lo <strong>de</strong>jamos. No era por casualidad fuéramos<br />
los únicos en <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminación como fórmula para<br />
afrontar el problema nacional <strong>de</strong> España; también había mucha <strong>de</strong>sconfianza<br />
hacia una parte <strong>de</strong> los componentes.<br />
Recuerdo que uno <strong>de</strong> ellos me habló <strong>de</strong> una entrevista con Vidal<br />
cuadras, y le respondí con muy mala uva: “Cuando quieras hacer una<br />
manifestación en contra suya te prometo que no faltaré”. Un pequeño laberinto<br />
en el que Paco nos representó a pesar <strong>de</strong> que –según confesó en su<br />
intervención- su presencia allí le podía costar una separación. Seguro que<br />
existen textos suyos en relación a este capítulo que <strong>de</strong>jamos por la puerta <strong>de</strong><br />
servicio, y sobre el que, básicamente, no se ha vuelto a <strong>de</strong>batir.<br />
.:.<br />
Entre finales <strong>de</strong> los noventa y principios <strong>de</strong> siglo hubo un lugar <strong>de</strong><br />
encuentro <strong>de</strong> una izquierda <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo que sería el proyecto <strong>de</strong> “Esquerra<br />
Unida i Alternativa” (EUiA), en cuya asamblea fundacional recuerdo algunas<br />
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