Descargar - Els arbres de Fahrenheit
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vamos a hablar aquí, yo, muy brevemente, y ellos, espero que largo, porque<br />
disfrutaremos.<br />
En cuanto a Juan Carlos, lo he tenido que presentar en muchas<br />
ocasiones, y creo que lo mejor que puedo <strong>de</strong>cir es que cuando se habla <strong>de</strong> él,<br />
muchas veces se le presenta como simplemente un profesor o catedrático <strong>de</strong><br />
universidad y escritor, cuando yo lo que mantengo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace bastante<br />
tiempo, y así siempre lo vengo presentando, y hoy lo voy a volver a hacer, es<br />
como un filósofo. La labor teórica <strong>de</strong> Juan Carlos en un campo como el <strong>de</strong> la<br />
i<strong>de</strong>ología, no solamente en la literatura, tiene categoría para consi<strong>de</strong>rarlo como<br />
uno <strong>de</strong> los pensamientos más radicales, sobre todo <strong>de</strong>l marxismo, y no sólo en<br />
España. Quizá ese rótulo <strong>de</strong> filósofo a pie <strong>de</strong> página le sentaría bastante mejor<br />
que a muchos, que siendo simplemente profesores <strong>de</strong> filosofía se afirman ya<br />
directamente como filósofos, olvidando lo que <strong>de</strong>cía Schopenhauer: que una<br />
cosa es la filosofía <strong>de</strong> los profesores y otra la filosofía <strong>de</strong> los filósofos.<br />
Hablar <strong>de</strong> Gramsci hoy, en 1997, con todo lo que ha llovido, creo que<br />
pue<strong>de</strong> tener una justificación perfecta. Si pensamos, y si yo tuviera que hablar<br />
hoy <strong>de</strong> Gramsci, probablemente circularía en torno a una i<strong>de</strong>a básica: Gramsci<br />
siempre nos conmueve porque en tiempos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrota, que fueron los que le<br />
tocó vivir a él, en concreto el tiempo <strong>de</strong> una <strong>de</strong>rrota espantosa en los años 20 y<br />
30 a manos <strong>de</strong>l fascismo, siempre <strong>de</strong>fendió que lo fundamental era mantener la<br />
luci<strong>de</strong>z y la veracidad. Luci<strong>de</strong>z y verdad son dos planteamientos indiscernibles<br />
<strong>de</strong>l pensamiento marxista gramsciano. Y como no quiero exten<strong>de</strong>rme, voy a<br />
terminar con unas palabras <strong>de</strong> Lessing. Lessing <strong>de</strong>cía que él no se hacía<br />
responsable <strong>de</strong> los problemas que había suscitado. Bien, este precisamente no<br />
es el caso <strong>de</strong>l marxismo. El marxismo tiene que resolver los problemas que él<br />
mismo ha ido planteando a lo largo <strong>de</strong> la historia, y en este sentido, volver a<br />
leer a Gramsci, que es lo importante, no sólo recordarlo en un acto público,<br />
volver la mirada, creo que es la mejor invitación que se pue<strong>de</strong> hacer hoy ante la<br />
situación, también <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrota... Primero <strong>de</strong> retirada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la transición,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrota, y finalmente <strong>de</strong> catástrofe en la que estamos ahora mismo<br />
hundidos. Y esta es la primera constatación que hay que hacer. Sin embargo el<br />
hecho <strong>de</strong> que un acto como éste tenga esta presencia <strong>de</strong> público ya implica,<br />
por lo menos, que po<strong>de</strong>mos sostener uno <strong>de</strong> los dos axiomas <strong>de</strong> Gramsci: el<br />
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