LA CLÍNICA Y LA MEDICINA INTERNA APUNTES HISTÓRICOS Y PROYECCIONES ...
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ADIÓS AL COLEGIO...<br />
(Para Alfredito)<br />
“...Piensas estudiar medicina, carrera por la que hay que sentir verdadera devoción, tener una<br />
moral acrisolada y una honradez a toda prueba. Me duele que la hayas escogido, porque sé los<br />
sufrimientos y las angustias que te esperan; pero allá en lo íntimo de mi corazón me llena de<br />
satisfacción, porque te conozco bien, sé como te has educado en el colegio y como te<br />
aconsejamos y enseñamos nosotros.<br />
La vocación es como una inspiración que Dios le envía al hombre para inclinarlo a determinada<br />
profesión. Desde luego que se necesitan ciertas aptitudes. Yo sé que por tu carácter y por tu<br />
formación no encontrarás otra como ésta; se sufre mucho, pero ¡podrás consolar a tantos que<br />
necesitan de ti! Te conformarás con poco para vivir, pues no es esta carrera para hacer fortuna.<br />
El comercio, la industria, diversas actividades y oficios ofrecen oportunidades honestas de ganar<br />
dinero.<br />
Te sentirás más cerca de Dios cuando hayas salvado una vida; y ese día aunque tu bolsa esté<br />
vacía, te invadirá una felicidad maravillosa.<br />
Las familias te entregarán sus seres queridos y confiarán en ti para que los salves de la muerte;<br />
esto te dará una gran responsabilidad.<br />
Todo depende de tus conocimientos, de tu moral, de tu honradez. Yo tengo la seguridad que<br />
siempre actuarás bien.<br />
Cruza por sobre las miserias, por sobre tanta ruina humana que encontrarás en tu camino.<br />
Trázate una meta alta en tu vida; no pierdas tu tiempo en mirar las cosas que se arrastran.<br />
Escogerás una profesión que exige un carácter dulce, una gran comprensión humana, mucho<br />
desinterés, una gran dosis de amor. Cuando te sientas en una situación difícil, recuerda lo que te<br />
enseñaron tus maestros, actúa de acuerdo con tus principios humanos.<br />
Ese colegio que vas a dejar ha sido tu segundo hogar. Vas a comenzar una nueva etapa en tu<br />
vida. Conocerás a otros profesores y a otros compañeros. Estudiarás textos extensos y difíciles.<br />
Se alterará ese ordenamiento cuidadoso que mantienen los Maristas. Y otro día abandonarás<br />
con tristeza la Universidad y serás médico.<br />
Y comenzarás entonces la verdadera batalla de tu vida. Ejercerás tu profesión. En cada<br />
momento recuerda los consejos, las enseñanzas y los principios que desde pequeño supieron<br />
infiltrar en tu alma los profesores de los Maristas de Cienfuegos”.<br />
Dr. Alfredo Espinosa Pérez<br />
Reproducido de La Correspondencia, Cienfuegos, edición del 27 de Mayo de 1958<br />
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