LA CLÍNICA Y LA MEDICINA INTERNA APUNTES HISTÓRICOS Y PROYECCIONES ...
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CAPÍTULO 7<br />
ORIGEN Y DESARROLLO DE <strong>LA</strong> <strong>MEDICINA</strong> <strong>INTERNA</strong><br />
Hasta entonces el médico debía “saber de todo”...<br />
Como hemos referido, la medicina individual moderna comenzó en el siglo XIX. (1). También en<br />
el siglo XIX surgieron, como tales, las principales ciencias de las que se "nutre" la medicina. Sin<br />
embargo, durante muchos años sólo se concebía la práctica clínica total: la medicina general.<br />
Hasta esa época, el médico debía “saber de todo”, sin fronteras, pues se enfrentaba a todos los<br />
problemas de salud que pudieran presentar sus enfermos. A ningún facultativo se le hubiera<br />
ocurrido decir: no, este paciente no es mío, debe verlo otro médico. Cuando más, solicitaba el<br />
concurso de otros colegas para la atención de un enfermo: la famosa “junta médica”. Entre otras<br />
razones, era porque la mayoría de las veces el médico solamente “acompañaba” a sus pacientes<br />
–lo que siempre ha sido muy valorado por los enfermos y sus familiares-, pues las terapéuticas<br />
realmente eficaces eran muy escasas. Es decir, no se reconocían las que actualmente<br />
denominamos especialidades médicas, que fueron surgiendo por doquier a posteriori, necesaria<br />
o casualmente, basadas en diferentes criterios: por órganos, aparatos y sistemas, edades,<br />
sexos, enfermedades o tecnologías. (2)<br />
Este médico “general” -casi siempre el “médico de cabecera”, que ejercía en pequeños<br />
poblados-, era un profesional integral espontáneo, pues tomaba en cuenta los aspectos<br />
biológicos, psicológicos, sociales, (también los culturales y espirituales), manejaba con maestría<br />
dichas categorías como recursos terapéuticos y pese a su énfasis en el diagnóstico y en la<br />
terapéutica, esbozaba ya algunas acciones promocionales y preventivas, además de establecer<br />
magníficas relaciones interpersonales, por lo que se erigió espontáneamente como modelo de<br />
humanismo en nuestra profesión. Sus gratificaciones, más que materiales eran vocacionales y<br />
morales, por lo que aún sin proponérselo, se convertía en líder comunitario. La involucración<br />
integral de este profesional en las problemáticas de las familias bajo su atención alcanzó en esta<br />
época su climax histórico. (3)<br />
“Hacia finales de esa trascendente centuria que fue el siglo XIX, hizo su aparición en la medicina<br />
otro elemento completamente nuevo y revolucionario: el análisis de laboratorio, el examen<br />
complementario de la clínica, que obligó a reformular el proceso del diagnóstico para llevarlo a la<br />
forma que ha permanecido hasta nuestros días”.(4)<br />
La cliniké téchne, la clínica, había sido el arte de un Hipócrates y un Sydenham junto al lecho del<br />
enfermo; la clínica del Medioevo era una medicina de bibliotecas; la de la Ilustración había sido<br />
una medicina de hospitales, y la del positivismo se contaminaba con una medicina del<br />
laboratorio. Junto con la invención del aparataje médico nacieron las especialidades.<br />
Surgimiento de la Medicina Interna, los internistas y el clínico<br />
A fines del siglo XIX se inició el desgajamiento de la clínica –y de la cirugía-, con la aparición<br />
progresiva de nuevas especialidades médicas, tanto en Europa como en Norteamérica.<br />
Rápidamente se independizaron de la clínica “clásica”, la neurología y la dermatología. Antes lo<br />
habían hecho la obstetricia, la ginecología y la pediatría. También ya existían la bacteriología, el<br />
laboratorio y la patología. ¡¡En ese tumulto -¿atrasada en el tiempo en relación a las primeras?,<br />
¿ambivalente?, ¿siempre expuesta a presiones externas?- ¡nace la Medicina Interna!!<br />
Con el desarrollo de la medicina hospitalaria, muy ligada a las clínicas universitarias, comenzó a<br />
perfilarse, en las postrimerías del siglo XIX, una nueva orientación en la medicina general, no tan<br />
descriptiva ni morfológica, sino más ligada a las ciencias básicas biomédicas y a la<br />
experimentación, pero sin perder la visión total de la persona a quien se asiste, la cual recibió el<br />
nombre de Medicina Interna. (5) Dentro de su campo quedaron excluidas las enfermedades<br />
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