Ingresos capitalistas, gastos aristocráticos. Algunas reflexiones ...

ü Primero, que de las rentas de trigo debía haberse
dado a la parte de dicha testamentaría la que le
correspondía desde agosto de 87 hasta 7 de marzo
de 88, según los respectivos arrendamientos, desde
el tiempo que empezasen a correr y contarse.
ü Segundo, que según el día en que cumplen los
censos (de que no hace expresión el don Domingo
en sus cuentas, como debía) se ha de adjudicar la
parte correspondiente a cada interesado; y a este
respecto deben dividirse las demás rentas con
concepto a él en que vencieron en el año
antecedente […]
Mediante lo cual, y que nada expresa de la razón en que estribó el prorrateo de
los 11.125 rs. 2 mrs. deberán por ahora suspenderse los efectos de dicha cuenta
hasta que presentándose el administrador con la citada de prorrata y documentos
expresados en que debió consistir la división, se practiquen aquéllas y estas
cuentas con la legitimidad que a ambas corresponde".
Nótese la amplitud de los cargos, de las instituciones económicas de los Luque y
la dispersión geográfica, tal y como hemos indicado más arriba. Es sólo un ejemplo,
pero en él se puede apreciar lo exhaustivo de la gestión y la búsqueda de máxima
rentabilidad posible. En el mismo documento (de 48 páginas pidiendo explicaciones al
administrador) se ponen también reparos “Sobre no venir colocadas las partidas del
cargo con la división de posesiones competente” y se le indican todas las “prevenciones”
que debe seguir. Al principio del documento se habla también de otro de los elementos
que se encuentran con frecuencia en la administración de las Casas señoriales: los libros
de órdenes, donde se indica con total detenimiento cómo se han de gestionar y
administrar todas las rentas, cómo se deben consignar en diferentes documentos y, en
general, cómo se puede obtener el mayor aprovechamiento de las rentas señoriales. A
pesar de la referencia en el inicio del documento, aún no he encontrado estas órdenes en
el Archivo de Luque, pero puede servir como ejemplo un conjunto de ordenanzas que
deja por escrito, incluso en un impreso, el marqués de Comares en 1618:
“Hacienda. Instrucción y ordenanzas hechas por el señor don Enrique Folch de
Cardona, olim de Aragón y Córdoba, duque de Cardona y Segorbe, marqués de
Comares y de Pallás, conde de Ampurias y de Pradas, gran condestable de la
Corona de Aragón y señor de las ciudades de Solsona y Lucena, de la forma y
orden que se ha de tener en el gobierno y administración de los bienes y rentas
de sus estados de Andalucía, y en su Consejo de Hacienda”
Como puede verse, el marqués de Comares tiene un Consejo de Hacienda, a
imitación del sistema polisinodial de la Monarquía Hispánica. Además, en el documento
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