Ingresos capitalistas, gastos aristocráticos. Algunas reflexiones ...

con acuerdo de la mayor parte de los del dicho mi Consejo de Hacienda que se
hallaren presentes; y los remates se hayan de hacer en la plaza pública de esta
ciudad y no en otra parte alguna por ser conforme a la orden que Su Majestad
tiene dada a sus contadores para el hacimiento de sus rentas.
[…] Advirtiendo que de ninguna manera se han de sacar los servicios de contado
que otras veces daban los dichos labradores, ni se han de arrendar por más
tiempo de seis años si no fuere a pan, como las ubadas de esta ciudad, por el
mayor precio que se pudiere […]”
Se estipula, así, el número de años de los arrendamientos para evitar que la renta
de éstos se fosilice y se busca la mayor rentabilidad posible, aunque las posesiones se
entreguen en arrendamiento, buscando el mejor postor de éste y no a cualquiera que
quisiese arrendar las tierras 56 .
Todo esto nos debe hacer reflexionar sobre la naturaleza de la gestión económica
nobiliaria. Lo primero que salta a la vista es la eficacia administrativa para la época, que
pone en entredicho la irracionalidad o la dejadez de la gestión económica nobiliaria.
Además, según las breves pruebas que he relatado (que analizaré de una forma mucho
más extensa y para toda Castilla en la monografía que preparo) esta, llamémosle,
protoempresa agraria capitalista o empresa nobiliaria muestra ya algunos de los
principios empresariales característicos del capitalismo. Me refiero al principio de
exclusión del despilfarro de Baumol 57 y a la búsqueda del máximo beneficio. El primero
de ellos se manifiesta, muy sintéticamente, en las escrituras de arrendamiento o en las
órdenes dadas por los señores a sus administradores para el buen gobierno de sus
asuntos económicos. En ellas se percibe una clara actitud de evitar el aumento de los
gastos por el deterioro de las propiedades, en la imposición de la forma de cultivar para
obtener las mayores cosechas posibles (ya que la mayor parte de la renta se percibe en
especie como un porcentaje de la cosecha obtenida, con lo que cuanto mayor es ésta
mayores los beneficios), del cuidado de los árboles o de todo el mobiliario e
instalaciones en sus fincas para que estén intactas para el siguiente arrendamiento, se
escoge al mejor postor y, por consiguiente, no establecen un precio inicial, sino que se
subasta, se escogen a los arrendadores con mejor fama de pagar...). Por supuesto, que
esa actitud lleva como corolario la maximización de los beneficios. Los nobles no se
contentaron, como hasta ahora pensábamos por la generalización de la explotación
56 Véase para una etapa posterior CARMONA PIDAL, J., "Contratos agrarios, costes de transacción y riesgo
en el cultivo de secano en Castilla, 1830-1936", Agricultura y Sociedad, 82 (1997), 115-152.
57 BAUMOL, W.J., "Entrepreneurship in Economic Theory", American Economic Review, LVIII, 2 (1968),
pp. 64-71; Mercados perfectos y virtud natural. La ética en los negocios y la mano invisible, Madrid, 1993.
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