Untitled - Tractat de l'aigua
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Geografia<br />
<strong>de</strong> l’Aigua<br />
con<strong>de</strong>nsación <strong>de</strong>l aire <strong>de</strong> la brisa, dando lugar a menos tormentas,...<br />
y constituyendo el primer bucle <strong>de</strong> retro-alimentación<br />
hacia la <strong>de</strong>sertificación (7), como muestra esquemáticamente<br />
la Figura 7.<br />
Los procesos <strong>de</strong>scritos dominan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aproximadamente mediados<br />
<strong>de</strong> abril hasta mediados <strong>de</strong> octubre. Los períodos <strong>de</strong><br />
recirculación vertical-acumulación sobre el mar pue<strong>de</strong>n durar<br />
<strong>de</strong> 3 a 10 días, y cesan cuando una borrasca transitoria,<br />
o una <strong>de</strong>presión fría en altura, ventilan total o parcialmente<br />
la masa <strong>de</strong> aire acumulada. Y, una vez pasado el transitorio<br />
las recirculaciones se inician <strong>de</strong> nuevo. La estadística disponible<br />
indica que el número y la duración <strong>de</strong> los períodos varían<br />
durante el verano. El número máximo (cinco) tien<strong>de</strong> a<br />
ocurrir en julio, con una duración media <strong>de</strong> 4 días, mientras<br />
que los períodos más largos tien<strong>de</strong>n a ocurrir en agosto (tres)<br />
con una duración media <strong>de</strong> 5 días (ver Figura 9).<br />
Así que, en contraste con otras regiones europeas dominadas<br />
por advección, en la Cuenca Mediterránea Occi<strong>de</strong>ntal el vapor<br />
<strong>de</strong> agua, los contaminantes y sus productos <strong>de</strong> reacción pue<strong>de</strong>n<br />
acumularse sobre el mar (Figuras 5, 6 y 8). De modo que<br />
en unos pocos días (9), y sin necesidad <strong>de</strong> una evaporación tan<br />
intensa como en las zonas tropicales, estos mecanismos pue<strong>de</strong>n<br />
generar una gran masa <strong>de</strong> aire húmedo, contaminado, y<br />
potencialmente cada vez más inestable. Finalmente, la Figura<br />
8 muestra como la masa <strong>de</strong> aire acumulada pue<strong>de</strong> alimentar<br />
una <strong>de</strong>presión con trayectoria tipo Vb y contribuir a las inundaciones<br />
<strong>de</strong> verano en el Centro <strong>de</strong> Europa (1).<br />
La situación <strong>de</strong>scrita domina actualmente a lo largo <strong>de</strong> las<br />
costas mediterráneas <strong>de</strong>l norte <strong>de</strong> África, la península ibérica,<br />
sur <strong>de</strong> Francia y sur <strong>de</strong> Italia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> finales <strong>de</strong> primavera<br />
hasta principios <strong>de</strong> otoño, bajo las condiciones actuales<br />
<strong>de</strong> usos <strong>de</strong>l suelo. Éstas, a su vez, parecen ser resultado<br />
<strong>de</strong> interacciones y retro-alimentaciones acumuladas du-<br />
rante los últimos 2000 años (10), y aceleradas en los últimos<br />
30 años.<br />
Otro factor más reciente es el aumento <strong>de</strong> emisiones <strong>de</strong> contaminantes<br />
atmosféricos en la cuenca, que aña<strong>de</strong>n aerosoles,<br />
ozono (11, 12) y otros gases con un efecto inverna<strong>de</strong>ro muy<br />
superior al <strong>de</strong>l CO2 (p.ej. el ozono troposférico, unas 200 veces<br />
más eficiente). Estos componentes recirculan junto con el<br />
vapor <strong>de</strong> agua, y una <strong>de</strong> las hipótesis actuales es que su efecto<br />
inverna<strong>de</strong>ro sobre la cuenca pue<strong>de</strong> aumentar la temperatura<br />
<strong>de</strong>l aire superficial (i.e., por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> unos 2500 m <strong>de</strong> altura<br />
sobre el mar) entre 1º y 3º C en verano. Esto representa<br />
una subida <strong>de</strong> entre ≈ 100 y 300 m en el nivel <strong>de</strong> con<strong>de</strong>nsación<br />
<strong>de</strong>l aire <strong>de</strong> la brisa. Y, pue<strong>de</strong> haber sido el <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nante<br />
<strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> retro-alimentación en un sistema ya al<br />
bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> su umbral crítico como resultado <strong>de</strong> las perturbaciones<br />
a los usos <strong>de</strong>l suelo acumuladas en esta región.<br />
El segundo bucle lo origina el efecto inverna<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> los gases,<br />
partículas, y vapor <strong>de</strong> agua acumulados sobre el mar, que<br />
produce un calentamiento adicional (acumulativo) <strong>de</strong>l Mediterráneo<br />
durante el verano y pue<strong>de</strong>, a su vez, alimentar lluvias<br />
más intensas e inundaciones en otoño e invierno (13).<br />
Sin embargo, los embolsamientos <strong>de</strong> agua caliente se mueven<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cuenca y hacen que las lluvias torrenciales<br />
puedan ocurrir en cualquier punto <strong>de</strong> ella. Por tanto, este bucle<br />
tien<strong>de</strong> a propagar los efectos <strong>de</strong> las perturbaciones en<br />
una parte <strong>de</strong> la cuenca a otras partes <strong>de</strong> la cuenca, <strong>de</strong> forma<br />
aleatoria y con un retraso <strong>de</strong> tres a seis meses. Adicionalmente,<br />
el Mediterráneo cada vez más cálido a finales <strong>de</strong> invierno<br />
y primavera también pue<strong>de</strong> contribuir a un aumento<br />
<strong>de</strong> lluvias intensas en el Centro y Este <strong>de</strong> Europa (esta conexión<br />
no se muestra en la Figura 1).<br />
Las conexiones Atlántico-Globales se inician cuando el vapor<br />
<strong>de</strong> agua acumulado migra fuera <strong>de</strong> la región y contribu-<br />
FIGURA 7.<br />
Relación conceptual entre la humedad que entra por la costa, la añadida por evaporación a lo largo <strong>de</strong>l recorrido <strong>de</strong> la brisa, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> tormentas en las<br />
montañas <strong>de</strong>l interior y el ciclo hodrológico <strong>de</strong> origen local en las costas mediterráneas. Como promedio, el vapor <strong>de</strong> agua que entra con la brisa en Castellón<br />
en verano es <strong>de</strong> 14 g (agua)/kg (aire). Para que se dispare una tormenta sobre Gudar (2000 m) es necesario que la cantidad <strong>de</strong> vapor <strong>de</strong> agua se incremente a<br />
unos 20 g/kg, y para que se dispare en Barracas <strong>de</strong>be aumentar a unos 26 g/kg. Sin las cantida<strong>de</strong>s añadidas (<strong>de</strong> 7 y 12 g/kg, respectivamente) por evaporación<br />
<strong>de</strong> la superficie (marjales, vegetación, etc) no se disparan las tormentas, no se cierra el ciclo hidrológico local, y el vapor <strong>de</strong> agua sigue los flujos <strong>de</strong> retorno<br />
<strong>de</strong> las brisas en altura y se acumula sobre el mar hasta unos 5500 m. Los ciclos <strong>de</strong> acumulación <strong>de</strong> este tipo duran actualmente entre 3 y 10 días. El vapor<br />
<strong>de</strong> agua acumulado pue<strong>de</strong> alimentar las inundaciones sobre el centro <strong>de</strong> Europa en verano (Figura 8), y esta pérdida <strong>de</strong> vapor <strong>de</strong> agua <strong>de</strong> la cuenca<br />
mediterránea a otras areas aumenta la salinidad <strong>de</strong>l Mediterráneo (Figura 9).