Libro fiestas 2008 - Ayuntamiento de Biar
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Describir Riad podría llevar mucho<br />
tiempo y no es esa mi intención. Por<br />
tamaño y población es una gran<br />
urbe situada en mitad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto.<br />
Crece a un ritmo vertiginoso, como<br />
todo en Arabia, a partir <strong>de</strong> las casas<br />
<strong>de</strong> adobe que habían sido el lugar<br />
<strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la familia Al-Saud.<br />
Fue esta familia quien <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
varios avatares históricos se impuso<br />
el dominio <strong>de</strong> las tribus <strong>de</strong>l país y<br />
fundó el actual Reino.<br />
Los habitantes <strong>de</strong> Riad son <strong>de</strong><br />
diversa proce<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />
propios saudíes, pasando por los occi<strong>de</strong>ntales<br />
a un sinfín <strong>de</strong> otras nacionalida<strong>de</strong>s<br />
proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l sureste<br />
asiático y otros países árabes.<br />
En esta ciudad se unen sin solución<br />
<strong>de</strong> continuidad, sin fracturas,<br />
el primer mundo con el tercero,<br />
barrios resi<strong>de</strong>nciales humil<strong>de</strong>s,<br />
con las opulentas zonas <strong>de</strong> las<br />
clases saudíes dirigentes. Las casas<br />
<strong>de</strong>svencijadas, con los más impresionantes<br />
edificios que apuntan hacia<br />
el cielo <strong>de</strong>l siglo XXI. Conviven lo<br />
antiguo y lo mo<strong>de</strong>rno, la tradición y<br />
el avance tecnológico.<br />
Ciudad <strong>de</strong> gran extensión y diseñada<br />
para los coches, el petróleo no<br />
es problema. Pero en sus entrañas<br />
escon<strong>de</strong> extraordinarios y asequibles<br />
restaurantes en los que <strong>de</strong>gustar<br />
la <strong>de</strong>liciosa comida <strong>de</strong>l Oriente<br />
Próximo, gran<strong>de</strong>s mercados que<br />
recuerdan a los zocos medievales,<br />
lujosos centros comerciales, hoteles<br />
<strong>de</strong> ensueño que ofrecen sus “bufetes”.<br />
Os preguntaréis, ¿Oferta cultural?.<br />
Pues en un sistema político tan<br />
rígido no hay mucha a la vista, pero<br />
existe un barrio diplomático. Y es<br />
aquí don<strong>de</strong> la comunidad internacional<br />
podía disfrutar <strong>de</strong> ciertas activida<strong>de</strong>s<br />
y manifestaciones culturales<br />
que, aunque normales en nuestros<br />
países, no lo son tanto allí.<br />
Quiero contar también que la<br />
Embajada <strong>de</strong> España fue un factor<br />
muy importante en nuestra vida<br />
durante aquellos años. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />
ser la representación diplomática <strong>de</strong><br />
nuestra nación, fue la casa <strong>de</strong> acogida<br />
<strong>de</strong> la pequeña colonia española<br />
allí resi<strong>de</strong>nte. Precisamente por ser<br />
tan pocos, la Embajada tenía un<br />
aspecto mucho más humano que<br />
otras con comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ciudadanos<br />
muchísimo más numerosas.<br />
Eran habituales las cenas informales<br />
en las resi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> nuestros<br />
amigos diplomáticos.<br />
Por supuesto el día 12 <strong>de</strong> octubre,<br />
teníamos la recepción oficial,<br />
por ser la fiesta nacional <strong>de</strong> España.<br />
También tuvimos el honor <strong>de</strong><br />
compartir unos momentos con Su<br />
Alteza Real Don Felipe <strong>de</strong> Borbón,<br />
príncipe <strong>de</strong> Asturias. Quien visitó<br />
oficialmente Arabia Saudí y ofreció<br />
una recepción a la colonia española.<br />
Se interesó por nuestra vida diaria<br />
y como nos habíamos adaptado a un<br />
país tan peculiar.<br />
Pero no se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> Arabia<br />
sin hacer referencia al <strong>de</strong>sierto,<br />
quisiera empezar con una frase <strong>de</strong><br />
Therry Thessinger, gran explorador<br />
<strong>de</strong> éstos:<br />
“Ningún hombre podrá entrar en<br />
el <strong>de</strong>sierto o salir <strong>de</strong> él sin haber<br />
cambiado. Llevará por débil que<br />
ésta sea la impronta <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto, el<br />
sello que caracteriza al nómada”.<br />
Y es que el <strong>de</strong>sierto fue el medio<br />
que marcó la vida <strong>de</strong> las tribus<br />
beduinas <strong>de</strong> esta región hasta que<br />
empezó la explotación <strong>de</strong>l “oro<br />
negro”. Tribus acostumbradas a<br />
vivir en unas condiciones tremendamente<br />
duras, con<strong>de</strong>nadas a una<br />
mera economía <strong>de</strong> subsistencia<br />
don<strong>de</strong> el poseer un puñado <strong>de</strong> camellos<br />
era la clave <strong>de</strong> la supervivencia.<br />
La leche <strong>de</strong> camella y los dátiles <strong>de</strong><br />
las escasas palmeras <strong>de</strong> los oasis<br />
eran los alimentos más asiduos <strong>de</strong><br />
aquellos nómadas beduinos.<br />
Uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s momentos<br />
para nosotros eran las excursiones<br />
al <strong>de</strong>sierto. Pertenecíamos a una<br />
asociación <strong>de</strong> “Hash House Harriers”<br />
(similar a un centro excursionista)<br />
que todos los fines <strong>de</strong> semana (eran<br />
jueves y viernes) organizaba una<br />
salida, algunas veces con acampada<br />
incluida. Allí no había “reglas”,<br />
las mujeres podían conducir ya que<br />
la policía no andaba por esos lugares,<br />
(no lo dije antes pero una <strong>de</strong> las<br />
famosos reglas era que a “ellas” no les<br />
estaba permitido conducir”), podían<br />
quitarse la “abaya”, etc. Po<strong>de</strong>r disfrutar<br />
<strong>de</strong> los coches 4X4 campo a través<br />
en aquellos parajes <strong>de</strong>sérticos era<br />
un verda<strong>de</strong>ro placer. Normalmente<br />
quedábamos en una zona <strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores<br />
<strong>de</strong> Riad. Nos concentrábamos<br />
y empezábamos la caminata. Elena<br />
solía ir sobre mis hombros, Virtu<br />
más ligera iba corriendo pues estaba<br />
en un equipo <strong>de</strong> atletismo, merienda<br />
al finalizar y vuelta a casa. Estas<br />
excursiones nos fueron mostrando<br />
un <strong>de</strong>sierto que en realidad no era<br />
uniforme, los hay <strong>de</strong> arena, rocosos,<br />
con infinidad <strong>de</strong> formaciones geológicas,<br />
“Wadis”, valles don<strong>de</strong> las acacias<br />
se aferran a la humedad que hay en<br />
el subsuelo. Un sinfín <strong>de</strong> paisajes que<br />
nos muestran que hay vida don<strong>de</strong><br />
no la esperas, que los seres vivos se<br />
adaptan a condiciones extremas.<br />
Llovía poco, muy poco, pero <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong>l chaparrón la vida resurgía como<br />
<strong>de</strong> las mismas entrañas <strong>de</strong> esas<br />
tierras requemadas por el sol e infinidad<br />
<strong>de</strong> plantas y flores germinaban<br />
por doquier.<br />
D. Sixto Santonja y Sra. saludando a su Alteza Real D. Felipe <strong>de</strong> Borbón en la<br />
Embajada <strong>de</strong> España en Arabia Saudí.<br />
B I A R 2 0 0 8 159<br />
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