08.05.2013 Views

Untitled - Libr@rsi

Untitled - Libr@rsi

Untitled - Libr@rsi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

— —<br />

i i<br />

y sombrío: gustaba de dar, pero su semblante no mosíiaba mucho gus-<br />

to en que le pidiesen, y menos en que le diesen gracias por algún be-<br />

neficio recibido. Siempre austero, y al parecer<br />

intratable. Vcndia<br />

niiiv cara á los padres la confianza que habian concebido de su piedad,<br />

despedidos siempre con dureza; bien que luego les mandaba mucho ma h<br />

do lo que habian tenido la mortificación de pedirle. Tal era para con<br />

los primeros jesuitas<br />

la conducta del Sr. Villaseca, y con tales dudas<br />

probaba el Señor la filial confianza de sus siervos, mucho mns heroica<br />

en la ocasión presente, en que con la común aclamación de nuestros<br />

ministerios habian comenzado á inclinarse muchos ánimos a seguir el<br />

mismo piadoso instituto. El primero que con edificación de toda la Pi.,^{j;j^(]j, j.^<br />

ciudad pretendió entrar en la Compañía,<br />

filé el Dr. D. Francisco Ro- Compañía el<br />

driguez Sanios, tesorero de la Santa Iglesia Metropolitana de México, ofrece caudal<br />

®^*^'°-<br />

Este ilustre anciano, de mas de sesenta años, postrado de rodillas á los y<br />

pies del padre Dr. Pedro Sánchez, le pidió se sirviese la Compañía de<br />

su<br />

persona, casas, y caudal, que quería sacrificar enteramente al Se-<br />

ñor. El padre Pedro Sánchez, admirado de tan profimda humildiid y<br />

tan piadosas lágrimas, creyó sin embargo, deberlo disuadir. Dijole que<br />

au edad no estaba para los rigores de un noviciado como el nuestro:<br />

que en el estado presente de su salud, seria nuestro Señor mas servido<br />

de él en el distinguido lugar que ocupaba en el coro de aquella Santa<br />

Iglesia, en que era el ejemplar de todo el clero y el amparo de muchos<br />

pobres que vivían do sus limosnas. Instó el venerable tesorero, que ya<br />

que su edad no le permitía gozar tanto bien, se admitiese por lo menos<br />

la donación que hacia de todos sus bienes: que señaladamente quería<br />

mas que alguna otra cosa, aceptase la Compañía unas casas vecinas á<br />

la plaza del Volador, de una situación ventajosa para ios estudios y<br />

ministerios.<br />

Aun esto no pareció deberse admitir. El padre provincial supo íjue ^ ,<br />

on otros tiempos este piadoso señor había intentado fiíndar un colegio y se le exhor.<br />

de estudiantes pobres. El, como había pasado toda su vida en Alcalá, sa- ¿n dcríolebia<br />

muy bien la utilidad que podía esperar el reino de tan noble proyec- g'ode Santos<br />

ío. Respondióle, que por lo tocante á nuestra fiíndacíon, no podían admi-<br />

tirla sin faltar al debido agradecimiento á D. Alonso de Villaseca: que<br />

Obto mismo había sido parte para no admitir otras semejantes do-<br />

naciones que el Sr. vírey y la ciudad so habían dignado hacerles.<br />

Que á su caudal no fiíltaría empleo muy digno de su persona y<br />

de su i)¡edad: que un colegio de estadios mayores para jóvenes pobres?<br />

.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!